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A MODO DE PRÓLOGO

Durante décadas, han existido los “investigadores sociales de frac”, (todavía hay
algunos sobrevivientes). Amurallados entre libros, como pequeños ratoncillos de biblioteca,
escriben sobre problemas sociales, hacen interpretaciones de lo que acontece en la sociedad y
algunos hasta proponen soluciones. Los libros que escriben, son libros que hablan de otros
libros… la existencia, la realidad, los problemas concretos no parecen existir, sino a través de lo
que se dicen los libros. Son los papagayos culturales que existen en algunas universidades:
mucho texto, sin contexto.

Habladores bajo techado, en una tarea de corte y confección de los textos, suelen
adecuar su cháchara al discurso de algunos gurúes de turno. Si son intelectuales
autoproclamados progresistas o revolucionarios, él o los gurúes tienen que ser marxistas. Los
defensores de la civilización occidental y cristiana, prefieren textos pontificios y así, por diversas
tendencias, que les proporcionan una identidad de referencia. Viven en una burbuja dentro de
la cual no le llegan los problemas de la gente de su ciudad, su región o país, ni el sufrimiento de
los desarrapados de la tierra, les crea inquietudes o preocupación alguna.

Investigar exige estudiar, adquirir una formación científica. Para ello hay que conocer
sobre la ciencia; ayuda a ellos saber algo de su historia y de la metamorfosis que se ha producido
en ella desde finales del siglo XX. Saber también en qué consiste el conocimiento y el método
científico; requisitos básicos para saber investigar. Aprender a investigar es un aprender
haciendo, aunque se comience con pequeños estudios que tiene que ver con el propio campo
profesional o el interés personal sobre determinados temas o problemas. Y todo esto supone
leer, pero no de 8 cualquier manera. Tiene que ser una lectura comprensiva, y en esto es útil un
consejo de Confucio:

“El leer sin pensar, nos hace una mente desordenada El pensar sin leer nos hace
desequilibrados.”

El propósito de este libro -tal como lo indica el título del mismo- es el de proporcionar
algunas sugerencias de conocer las cuestiones fundamentales acerca de la ciencia, el
conocimiento y el método científico y las características y aspectos de la investigación social
(temas de la Iª parte del libro). Mientras que en la IIª parte, proporcionamos algunas sugerencias
de cómo organizar una investigación.

Es importante, útil y necesario estudiar métodos de investigación social, pero quiero


recordar como dice Percy W. Bridgman “No existe un método científico como tal…; el rasgo
distintivo más fértil de proceder del científico ha sido el utilizar su mente de la mejor manera
posible y sin freno alguno”. No es extraño que hace ya muchas décadas Henri Poincarè haya
dicho que “la sociología es la ciencia que posee más método y menos resultados”.

Deseo que el lector de este libro, no caiga en el fetichismo metodológico, o lo que es lo


mismo, no tenga un entusiasmo desmedido por “lo metodológico”. Los métodos y las técnicas
tienen un carácter instrumental. Advertimos que sugerir pautas de organización de una
investigación no es enseñar a investigar. Es, simplemente, ayudar a organizarse. Por otra parte,
quiero señalar que estas sugerencias no se presentan como lo que debe hacerse, sino como una
posibilidad, entre otras, de cómo podría hacerse para mejor articular los elementos, aspectos y
momentos básicos de una investigación.

La organización del trabajo de investigación, de manera especial el diseño y la selección


de los métodos y técnicas que se van a utilizar, son tareas importantes para llevar a cabo con
éxito un estudio o investigación. Sin embargo, hay que tener bien claro que el instrumento de
los instrumentos es la inteligencia e imaginación de la persona que realiza la investigación.

Realizar una investigación no debe ser una mera repetición ritual de procedimientos.
Por ello te sugiero que nunca vayas a utilizar las sugerencias de este libro, como si se tratase de
un recetario de cocina o un catecismo metodológico que te dice, cómo investigar.

Aprender a investigar es un aprender haciendo, aunque se comience con pequeños


estudios que tienen que ver con el propio campo profesional. Ya seas estudiante o profesional
de cualquier ámbito de intervención, recuerda siempre dos cosas:

 Estudia la realidad sobre la que vas a trabajar, cuanto necesitas para


actuar: hay que conocer para actuar transformadoramente como pequeño aporte al
ideal de que “otro mundo sea posible”.
 Nunca seas indiferente a los resultados de tus investigaciones
especialmente frente a los problemas y sufrimientos de la gente. Investiga con la
preocupación de que tus estudios sirvan para algo, y que nunca tu prioridad sea
acrecentar tu curriculum.
Ezequiel Anger-Egg
4 de Junio 2011, Buenos Aires.

Tomado textualmente de:


Ander-Egg, E. (2011) “Aprender a investigar. Nociones básicas para la investigación
social.” Córdoba: Editorial Brujas.

Prof. María Elena Breitkreitz Soto

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