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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Defensa

Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada Nacional


Bolivariana (UNEFA)

Núcleo Sucre, sede Cumana

Socialismo: Tendencias en el siglo XXI

Profesora: Realizado
por:
Yesenia De La Cruz José Gallardo C.I: V-30.444.203
Asignatura: Juan Brito C.I: V-30.379.287
Hombre, Sociedad, Ciencia, y Tecnología Luis Torres C.I: V-30.804.236
Martha Calles C.I: V-30.444.680
Miguel González C.I: V-30.635.796
Naomi Mata C.I: V-30.687.549
Ricardo Salazar C.I: V-30.750.219
Rommers Cova C.I: V-28.765.771
Ing. Mecánica, 1er semestre D1

Cumaná, mayo de 2022


Introducción
Los cambios son procesos indiscutiblemente necesarios en el ser humano y en su colectividad, en
cualquier ámbito, ya sea político, económico, académico, profesional, o filosófico. Son imprescindibles
para el avance a la mejoría de nuestras vidas; y esto representa el socialismo para el hombre, un
restablecimiento en las bases políticas y socio-económicas de nuestra sociedad, el cual se vio requerido
por los daños causados a la economía mundial por parte del capitalismo, cuyo sistema se basa en la
explotacion, la dominación, y el afán de lucro mediante la propiedad privada de los medios de
producción, y el uso de capital como fuente de riqueza, generando beneficios individuales; concepto
totalmente opuesto al socialismo, el cual se caracteriza por la igualdad, la libertad, y el acceso a un
mínimo nivel de vida por medio de la autogestión de empresas por parte de los trabajadores, y una
distribución equitativa de los bienes.

No obstante, este sistema también posee sus desventajas, que podrían afectar a una Nación según la
medida en que se apliquen sus fundamentos. Así pues hay países que debido a sus ideales políticos y
económicos han decidido adoptar este mecanismo, mientras que otros han optado por una leve
transformación de su pensamiento capitalista, de forma que beneficie tanto a los gobernantes como a
su pueblo, como es el caso de la marea rosa, que está conformada por un conjunto de países
latinoamericanos, que según la opinión del creador del nuevo concepto del socialismo, el alemán Heinz
Dieterich Steffan, no lograrán construir el socialismo del siglo XXI; el cual viene siendo la cuarta fase del
socialismo, que apoya fielmente la libertad, la democracia, y el cumplimiento valor-trabajo.

Este concepto ha surgido como un vacuo intento luego de la caída del muro de Berlín, de renovar las
ideas socialistas, pero en el fondo mantiene premisas similares a las versiones ortodoxas del marxismo.
Lo que no es más que una clara señal de la desesperación de las naciones por solucionar sus problemas
económicos, políticos, y sociales, para crear un verdadero paraíso, promesa que se les viene vendiendo
desde hace muchos años a los ciudadanos de baja clase social, y que hasta la fecha no ha llegado a
cumplir sus verdaderos objetivos.

¿Qué es el socialismo?
La palabra socialismo se compone del sustantivo socio del latín "socius" en el sentido de compañero,
más el sufijo "ismo" que se traduce como doctrina, por lo que podemos comprenderlo como la doctrina
del compañerismo.

Este término se empleó a partir del siglo XIX para definir a una corriente filosófica y política que cuenta
con una ideología que abarca una gama de sistemas socioeconómicos basados en la propiedad social de
los medios de producción (la cual puede ser pública, colectiva o cooperativa), la distribución equitativa
de los bienes mediante procesos democráticos, y la autogestión de empresas por parte de los
trabajadores; es decir, que la sociedad tiene el control de los medios de producción y de la división de
los bienes de acuerdo a la contribución individual y la satisfacción de sus necesidades, tal como lo
expresó Marx: "¡De cada cual según sus capacidades; a cada cual según sus necesidades!".

Así pues, la meta de este sistema es construir una sociedad basada en la igualdad, la equidad
económica, la iniciativa personal, la cooperación moral de un individuo, y la libertad humana y creativa.
Por lo que el socialismo se diferencia totalmente del capitalismo, el cual enfatiza la ganancia y el afán de
lucro, la dominación, explotación, opresión, y exclusión de la mayoría de las personas. Y a su vez, el
socialismo se considera la fase inicial del comunismo, el cual rechaza al capitalismo y exige su
eliminación; se enfoca en la distribución justa de bienes, una sociedad sin clases sociales, donde los
obreros serán los propietarios de los medios de producción.

Ventajas y desventajas del socialismo


Entre las ventajas podemos destacar:

 Los medios de producción son de propiedad pública, por lo que sus beneficios, en teoría, se
revierten a la sociedad.
 No existe el privilegio del bienestar individual, prevaleciendo el interés general y el bienestar
colectivo, destacando la igualdad.
 Promueve sociedades más igualitarias, donde los niveles de renta de la población no presenten
diferencias notables.
 Busca herramientas que garanticen el acceso a un mínimo nivel de vida.
 Muestra compromiso con la clase obrera. Busca impedir la explotacion laboral y la vulneración
de los derechos de los trabajadores.
 Está muy comprometido con el medio ambiente.

No obstante, también presenta desventajas:

 La eliminación de la propiedad privada podría eliminar los incentivos con los que cuenta el
empresario para invertir.
 Podría privilegiar la búsqueda de la igualdad por encima de la meritocracia. Esto podría espantar
el capital humano.
 Garantizar el acceso universal a los servicios básicos tiene un coste, y en consecuencia, una
mayor presión fiscal. Esto podría espantar la inversión extranjera.
 Busca defender a la clase obrera, en ocasiones, favoreciéndola por encima del empresario. Esto
podría desalentar la llegada de empresas, y por ende, la generación de puestos de trabajo.
Además, si aumenta mucho la regulación del mercado laboral, un buen número de trabajadores
podrían salir del mercado formal para ir al informal.

Características del socialismo


Si bien los rasgos del socialismo pueden variar enormemente de acuerdo a su puesta en práctica,
generalmente se consideran como sus características las siguientes:

 Debilitamiento de la propiedad privada en favor de modelos sociales o comunitarios de


propiedad, especialmente en lo referido a los medios de producción (fábricas, por ejemplo).
 Modelo económico que apunta a la producción, más que en la generación y acumulación de
capitales y está dirigido por el Estado.
 Aplicación de diversos métodos de redistribución de la riqueza, como impuestos a los que más
tienen y planes de ayuda para quienes menos tienen, para tratar de uniformar económica y
socialmente a la sociedad.
 Empoderamiento del Estado que, dependiendo del caso, puede o no ir en detrimento de la
democracia y de los partidos políticos.
 Fuerte intervención del Estado en los asuntos económicos y sociales.
 En las variantes más utópicas, plantea la sociedad sin clases sociales: ni pobres ni ricos, sino una
gran masa trabajadora autogestionada.
 Los servicios públicos que garantizan una vida humana de calidad (salud, educación, seguridad
social, vivienda, energía doméstica, renta básica, etc.) no pueden ser sometidos a la lógica del
mercado.
 Se debe propender por la sustentabilidad ecológica, que es la base de la reproducción de la vida
y el requisito imprescindible para la solidaridad con las generaciones futuras.
 Es necesario crear estructuras sociales donde los ciudadanos puedan vivir realmente la libertad,
la igualdad, y la fraternidad.

Historia
El socialismo nació como movimiento en el seno de la sociedad industrial, aunque su filosofía posee
antecedentes muy anteriores. Se pueden rastrear ideas socialistas o comunistas en textos tan antiguos
como los escritos sobre la República de Platón (c. 427-347 a. C.), en las prácticas comunitarias de los
primeros cristianos, o en la forma de organización socioeconómica del Imperio Incaico (1438-1533).

El uso del término “socialista” con el sentido contemporáneo data de alrededor de 1830. Se usó para
describir al ala más radical de los diversos movimientos y filosofías políticas nacidos durante los
estallidos revolucionarios del siglo XVIII, que asociaban al capitalismo naciente los malestares sociales de
la época, en especial los seguidores de Robert Owen y Henri de Saint-Simon.

Algunos más pragmáticos y otros más idealistas, estos movimientos compartían visiones mayormente
agrarias del socialismo, y fueron bautizados con ese nombre por Pierre Leroux en su artículo Del
individualismo y el socialismo en Revue encyclopédique de 1833.

Con la Ilustración, que abogaba por el uso de la razón humana en la comprensión y el mejoramiento de
la sociedad, nació el primer socialismo moderno, industrial, que hoy en día conocemos como socialismo
clásico. Sus dos cunas fueron Francia e Inglaterra. Aunque carecieron de un cuerpo de ideas en
conjunto, contaron con importantes pensadores y militantes que allanaron el camino para la llegada en
el siglo XIX del marxismo.

El socialismo marxista revolucionó para siempre el modo de comprender la sociedad y la historia. A su


vez, le dio al socialismo una teoría unificadora y de espíritu racional, “científico” en palabras del
revolucionario alemán Federico Engels (1820-1895). Desde entonces, el socialismo o comunismo cobró
vigencia dentro de numerosos partidos y organizaciones obreras de Europa.
Alcanzó su apogeo político a inicios del siglo XX, con la Revolución Rusa de 1917 que, bajo la conducción
de Vladimir Ilych Lenin (1870-1924), puso fin para siempre a la monarquía zarista. Así se fundó el primer
país socialista (marxista-leninista) de la historia, la Rusia soviética, que después se convirtió en la Unión
de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS).

Los acontecimientos de Rusia avivaron los sentimientos reaccionarios europeos. Así, fueron utilizados
para justificar ideológicamente el nacimiento del fascismo, un movimiento político dictatorial y
fundamentalmente anticomunista, que desencadenó la Segunda Guerra Mundial.

Al término de la guerra a mediados del siglo XX el mundo asumió formalmente la división en dos
bloques, a lo largo de lo que se llamó la Guerra Fría: el bloque capitalista liderado por Estados Unidos e
Inglaterra, y el bloque comunista o socialista liderado por la URSS y China, que tras la Revolución
Comunista China (1949) había instaurado su propia visión del socialismo, el maoísmo.

Eventos semejantes ocurrieron en otras naciones del mundo, como Vietnam (la Revolución de Agosto de
1945), Corea (tras la Guerra de Corea de 1950-1953), Cuba (la Revolución cubana de 1959), Camboya
(tras la Guerra Civil Camboyana de 1967-1975), entre otros.

Nacidos en la violencia, muchos de estos regímenes dictatoriales estuvieron involucrados en guerras, o


cometieron genocidios y atrocidades en nombre del “hombre nuevo” o de la sociedad utópica futura.

Sin embargo, hacia el término del siglo XX, y sobre todo tras la disolución de la Unión Soviética en 1991,
la mayoría de los países socialistas se habían sumergido en la crisis y se habían visto obligados a
reinventarse y asumir más o menos formalmente una economía de mercado. La última década del siglo
XX anunció la muerte del socialismo y el supuesto “Fin de la historia”, en palabras del pensador japonés
Francis Fukuyama.

Aun así, un nuevo experimento político tomó el título de “Socialismo del siglo XXI”, un término del
economista alemán Heinz Dietrich Steffan. Comenzó a ganar renombre mundial gracias a su evocación
en el V Foro Social Mundial por parte del entonces presidente venezolano, Hugo Chávez Frías (1954-
2013), en el marco de su autodenominada Revolución Bolivariana.

Socialismo del siglo XXI


El Socialismo del siglo XXI no es capitalismo de Estado, ni burocracia, ni autoridad, sino una organización
entre iguales. Desde el punto de vista económico, debe irse al intercambio de equivalentes más que a la
especulación y el afán de lucro. Por lo que es interpretado como una especie de comuna de respeto, del
aprecio, de la ética, del trabajo, del conocimiento, de la eficacia productiva, de las soluciones sociales,
para el bien común o general. Esto pasa por invertir la pirámide del poder.

Este concepto fue formulado originalmente en 1996 por el sociólogo alemán Heinz Dieterich Steffan,
que surgió como producto de la reflexión sobre el socialismo soviético-oriental del siglo XX que había
fracasado. El término adquirió difusión mundial desde que fue mencionado en un discurso por el
entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, el 30 de enero de 2005 desde el V Foro Social Mundial.
Este señaló que para llegar a este socialismo habrá una etapa de transición que denomina como
Democracia Revolucionaria, y expresó "Hemos asumido el compromiso de dirigir la Revolución
Bolivariana hacia el socialismo y contribuir a la senda del socialismo, un socialismo del siglo XXI que se
basa en la solidaridad, en la fraternidad, en el amor, en la libertad y en la igualdad". En esa oportunidad
añadió que el socialismo es una nueva correlación de fuerzas en América Latina y en el mundo.

Según la concepción original de Dieterich Steffan, el socialismo del siglo XXI sería la cuarta fase del
desarrollo del movimiento socialista en la cual se superan los proyectos fallidos de estatización del siglo
XX. De igual manera, él estableció que el socialismo del siglo XXI no depende en sí del tipo de propiedad
que se establece, sino que bajo la planificación democrática y con el cumplimiento del valor-trabajo se
niega el abuso e injusticia de la forma de propiedad.

Sin embargo, aunque Steffan en su momento colaboró estrechamente con Hugo Chávez,
posteriormente manifestó que ni Hugo Chávez, ni Rafael Correa, ni Evo Morales, ni Fidel Castro
desarrollarían el socialismo del siglo XXI. No obstante, expresó que China es el país que se aproxima
realmente al socialismo del siglo XXI.

Vertientes
Concepción original de Heinz Dieterich Steffan:
El modelo de Estado socialista del socialismo del siglo XXI se sustenta en cuatro ejes: el desarrollismo
democrático regional, la economía de equivalencias, la democracia participativa y protagónica y las
organizaciones de base.

Dieterich afirma que el socialismo del siglo XXI tiene doscientos años de evolución y cuatro fases de
desarrollo, las cuales serían:

 La fase fundacional del socialismo utópico.


 La fase de madurez del socialismo científico de Karl Marx y Friedrich Engels.
 La fase práctica del socialismo del siglo XX o del socialismo realmente existente.
 El socialismo del siglo XXI en sí, superando los fracasados sistemas de estatización.

Este último supone que es necesario un reforzamiento radical del poder estatal democráticamente
controlado por la sociedad para avanzar el desarrollo.

Para contribuir a la búsqueda de dichos criterios, propone que el camino más beneficioso para alcanzar
la sociedad más justa, se consigue con una alianza entre el socialismo y el liberalismo, una vez que el
socialismo haya dejado a un lado al estatismo y el liberalismo haya dejado a un lado al capitalismo.

De acuerdo con Heinz Dieterich, para avanzar hacia el socialismo del siglo XXI se requiere la combinación
de tres políticas:

 Su planificación y ejecución democrática (autogestión coordinada).


 La medición del valor de sus productos y servicios mediante unidades de tiempo y contribución.
 El intercambio de equivalencias.

De este modo afirma que la estatización de los medios de producción no implica socialismo y que dadas
las condiciones de mercado de la economía el socialismo debe desarrollarse bajo una economía mixta.

Así mismo, Dieterich considera que la lucha de clases se resolverá por la conquista del poder.

Concepción dentro de la marea rosa:

La llamada Marea Rosa se refiere al giro dado por varios gobiernos latinoamericanos desde la década de
1990, hacia políticas públicas y sociales opuestas a la orientación neoliberal que caracterizó, en general,
al continente en las décadas previas. Estas nuevas políticas también se distancian de los viejos y
desgastados ideales del partisanismo revolucionario, intentando una crítica del neoliberalismo que no se
reduce a una ruptura radical (e imposible) con su lógica de acumulación, sino que intenta adaptarse a él
y dotarlo de un rostro más humano. A pesar de las retóricas anti-imperialistas y nacionalistas reflotadas
en algunas izquierdas regionales, lo cierto es que en casos como el chileno y el brasileño lo que impera
son gobiernos abocados a corregir la injusta distribución del ingreso y a mantener la disciplina fiscal y la
gobernabilidad para facilitar la integración al mercado mundial. Aún así, no todos comparten la vía del
socialismo del siglo XXI, algunos ni siquiera se proclamaron a sí mismos como adherentes de alguna
forma de socialismo, y otros mantienen alusiones al socialismo, pero constitucionalmente siguen siendo
estados capitalistas, prueba de esto son las nacionalizaciones que han ocurrido recientemente en
Venezuela, Argentina y Bolivia que parecen contradecir la más mesurada retórica y práctica de la Marea
Rosa, precisamente porque como iniciativas parecen responder a una vieja agenda propia de la
geopolítica imperial clásica, desbaratada por la globalización contemporánea.

No obstante, el propio Heinz Dieterich Steffan ha asegurado que ninguna de estas fuerzas construirán el
socialismo del siglo XXI.

Estructura ideológica
Dieterich en el Socialismo del Siglo XXI propone un modelo económico que no esté basado en el precio
de mercado, fundamento de la economía de mercado y del capitalismo, a los que considera fuentes de
las asimetrías sociales y de la sobre explotación de recursos naturales.

Propone lo que denomina una economía de valores fundado en el valor del trabajo que implica un
producto o servicio y no en las leyes de la oferta y la demanda. Este valor del trabajo se mediría
sencillamente por el tiempo de trabajo que precisa un determinado producto o sservicio además de los
valores agregados a dicho trabajo, es decir, el tiempo de trabajo que se usó para producir las
herramientas o servicios que se emplean en el trabajo mismo, lo cual a su vez lleva a un ciclo complejo
de tiempos de trabajo sumados recíprocamente. Para solucionar el problema práctico que implica la
teoría de la economía de valores Dieterich sugiere usar la Rosa de Peters.

Para Dieterich, el modelo de mercado ha puesto su atención principalmente en los alcances de la


ganancia y la propiedad, desvirtuando completamente el sentido de la economía. En este sentido, el
modelo responde a lo que denomina «crematística», una perversión de la economía donde el acento
está puesto en la ganancia. Según él, la economía política no debe operar como la forma en que unos
pocos se hacen ricos, sino con un criterio de productividad.

En este sentido, el precio, como principio operativo y cibernético de la economía, determina dónde
invertir, por cuánto trabajar, cuánto y qué comprar, cuánto y cuándo ahorrar y es, por lo tanto, la hebra
ordenadora del sistema.

Para que el mercado funcione eficientemente, debería existir el suficiente poder adquisitivo para
comprar, una formación libre del precio, un mercado que no sea monopólico y un Estado de
derecho eficiente y no corrupto.

Socialismo y comunismo
Si bien es cierto que el origen teórico e ideológico de las tendencias socialistas y comunistas es común,
existe una significativa diferencia entre socialismo y comunismo desde el punto de vista económico,
político y sociológico.

Comúnmente se suele entender que el comunismo es la fase última de la teoría socialista. Con el paso
de los años y la aparición de nuevos modelos sociopolíticos y económicos ambas tendencias ideológicas
se han distanciado. Mayormente gracias a nuevas perspectivas mixtas

y la convivencia con el modelo capitalista y de libre mercado.

Sus puntos de diferencias son:

 El papel del Estado: En primer lugar, el socialismo asume que el poder institucional debe regir el
sistema económico y político de un país y regular la convivencia del sector privado. Por su parte
el comunismo establece que solamente el Estado debe contar con el control de los medios de
producción como modo de lograr el crecimiento económico.
 La lucha de clases: Mientras que el socialismo entiende que debe regularse la convivencia entre
ellas, el comunismo establece que es necesaria su eliminación, llevando a todo individuo en una
sociedad igualitaria (clase proletaria) y de Estado.
 Propiedad privada: El socialismo asume que la propiedad de factores de producción puede
recaer en manos privadas y no solamente en el Estado, pese a que el objetivo de la economía
nacional debe perseguir un control de recursos estatales igualitario y con carácter social. Para
ello, se busca la propiedad pública de ámbitos clave como la sanidad, las infraestructuras, la
educación o la energía. El comunismo, en cambio, establece un control estatal total de los
mismos como forma de conseguir la igualdad social.
 Grado democrático: En países socialistas coexisten distintos partidos políticos de distintas
tendencias y existe un mayor nivel de democracia, mientras que en los comunistas existe un
único partido gestor y de obligada suscripción.
 Nivel de burocracia: En los Estados con modelo socialista existe un mayor nivel de discusión
social y participación de las instituciones en materia como la sanidad o la educación. Por el
contrario, en el comunismo no hay lugar para la vida política y toda decisión es tomada por el
aparato del Estado e impulsadas por medio de la fuerza.

Socialismo en Venezuela
La historia del socialismo en Venezuela es muy compleja, desde el principio fue percibida como una
amenaza para la estabilidad de la Nación, por lo que las ideas socialistas fueron prohibidas en Venezuela
desde la época de Gómez, hasta que el Partido Comunista fue legalizado por el presidente Medina
Angarita. Sin embargo, el antiguo presidente Hugo Rafael Chávez Frías fue quien inició con el modelo
socialista en nuestro territorio. Este ofrecía acabar con el sistema de partidos como expresión moderna
de la política, además de terminar con las injusticias y desigualdades sociales. No obstante, es
importante notar que Chávez eligió llamar “socialismo del siglo XXI” a su proyecto transformador, pero
la economía de Venezuela siguió basada en el mercado y dominada por el sector privado a lo largo de su
mandato.

Aunque la economía social y el sector público se beneficiaron de manera considerable ( incluso por
medio de la nacionalización) se esperaba que el sector privado siguiera siendo dominante y así fue.

En segundo lugar, parte del problema siempre fue que la Venezuela hiperconsumista y rica en petróleo
era el último lugar en el que se esperaría que floreciera el socialismo. Estas características llegaron a
causar problemas graves para el gobierno.

El papel crucial del petróleo en el sistema capitalista internacional hace que la volatilidad del precio del
petróleo sea un actor central en el desarrollo de Venezuela, como lo ha descubierto el actual presidente.

Pero lo más importante es que el simple valor del petróleo provoca la “maldición de los recursos” en
economías no diversificadas como la de Venezuela. Con un auge de dinero caído del cielo que favorece
las variaciones en el tipo de cambio y hace que otras exportaciones no sean competitivas, la
“petromanía” conduce a un gasto público pródigo, mientras los incentivos distorsionados socavan la
ética, el espíritu empresarial y la eficiencia en todo el Estado y la sociedad en general.
Como lo explica el esclarecedor documental de Al Jazeera, "The Battle for Venezuela", esto no es nuevo.
Por el contrario, la formación de Venezuela como Estado y sociedad estaba íntimamente vinculada a la
industria petrolera y esto se refleja en su política. Por lo tanto, el socialismo venezolano ha causado el
debacle de la economía nacional.
Conclusión
En conclusión, el capitalismo es la mayor amenaza política y socio-económica capaz de generar intensos
procesos de creación destructiva, y la única alternativa real al neoliberalismo es el socialismo, no para
acabar con él (pues es el comunismo quien busca el exterminio total de este sistema) sino para
sobrellevar las consecuencias que acarrea a nuestra sociedad, antes de que nos arroje a todos a la
catástrofe, a un punto desastroso que ya no tenga solución alguna.

Sin embargo, el concepto mismo de socialismo cuenta con muchas desventajas y debilidades tales como
el alejamiento del capital humano, la inversión extranjera, y la llegada de empresas, lo que junto con la
aplicación incorrecta de esta teoría puede desestabilizar la economía y la colectividad de una Nación, tal
como ha ocurrido en Vietnam, Corea, Cuba y Camboya.

Es por esto que tras la disolución de la Unión Soviética en el siglo XX se anunció la muerte del socialismo.

No obstante, para no dejar de lado su lucha por la igualdad social, la justicia, y la libertad, se creó otra
teoría o experimento con nombre de "socialismo del siglo XXI", el cual tiene los mismos ideales del
socialismo, siendo así su cuarta fase, pero presenta premisas similares al marxismo.

Actualmente este sistema debe enfrentar numerosos y complejos desafíos por ser un concepto
relativamente nuevo, tales como: La creación de una democracia participativa que sustituya a la
democracia representativa; la instauración de una economía regida por la lógica de las necesidades y de
producción de "sujetos económicos", con el fin de generar riquezas para toda la población; la institución
de una cultura asociativa fundamentada en la fraternidad, que se manifieste en la creación de la cultura
del ser y en la creación de una cultura comunitaria; y sobre todo es necesario que abandone el error del
viejo socialismo, pues sería repetir patrones antiguos y caer en un bucle de injusticias y fracasos. Tal
como sucedió en Venezuela, donde se intentó plasmar los ideales socialistas y al poseer una actividad
económica vinculada a la industria petrolera acabó en el debacle de la economía nacional, la cual
necesita un cambio de sistema para su recuperación.

Bibliografía
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Economipedia. Ventajas y desventajas del socialismo. (15/05/2022)

Economía. Diferencias entre capitalismo y socialismo. (15/05/2022)

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Concepto. Características del socialismo. (16/05/2022)

Historia. Historia del socialismo. (16/05/2022)

Scielo. Socialismo en el siglo XXI. (16/05/2022)

Tiempo y espacio. Reflexiones sobre el socialismo siglo XXI. (16/05/2022)

Scielo. Hugo Chávez y los principios del socialismo en Venezuela. (16/05/2022)

Minec. Hugo Chávez y el socialismo del siglo XXI. (16/05/2022)

URBC. El socialismo del XXI y la crisis de la sociedad venezolana. (16/05/2022)

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Economipedia. Diferencia entre socialismo y comunismo. (16/05/2022)

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