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COMISIÓN EPISCOPAL DE ESTADOS UNIDOS PARA LA FORMACIÓN SACERDOTAL

(1974)

LA ENSEÑANZA
DE LA HOMILIA EN
LOS SEMINARIOS
GERMÁN ANDRÉS DÍAZ
Dos realidades preocupantes...

La calidad de las homilias ha venido decayendo.

En varios seminarios se ha suprimido la enseñanza de la homilética.


Se espera...
Restaurar dicha asignatura en la formación de los futuros presbíteros.

Puesto que
Los tiempos han cambiado. Las circunstancias pastorales han cambiado.

Los presbíteros han de comunicar con la palabra y con la vida la fe en

Cristo.

La predicación de la Palabra de Dios vivo es su primer deber.


Un curso de homilética debe
Preparar a los futuros sacerdotes para que ejerciten públicamente y

en nombre de la Iglesia la predicación cuya máxima expresión se da

en la homilía eucarística.

Propiciar que el futuro predicador aprenda a compartir con los

oyentes una experiencia más que una demostración de erudición

teológica.

Ayudar a que comunique de modo sencillo, directo y personal el

mensaje sin dejar de ser suficientemente desarrollado y serio.


Entender el poder de la Palabra para cambiar la vida del oyente.

Entregar competencias profesionales en técnicas de

comunicación oral y escrita.

Darle la oportunidad al estudiante de practicar aquello que está

estudiando.

Reconocer el valor de la simbología y la palabra presentes en la

Liturgia de la Iglesia.
Ser impartido por profesores idóneos y ostentar la misma validez

académica que las demás asignaturas.

Abrir espacios para que quienes van ejercitando el ministerios de

la predicación, en medio del pueblo de Dios, reflexiones sobre sus

experiencias acompañados por un guía experimentado.


Todo lo dicho aplica, con sus debidas diferencias y
alcances, a la formación de diáconos permanentes y
de los lectores.

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