Está en la página 1de 6

Acústica de Espacios Abiertos

En los espacios abiertos el fenómeno preponderante es la difusión del


sonido. Las ondas sonoras son ondas tridimensionales, es decir, se propagan
en tres dimensiones y sus frentes de ondas son esferas radiales que salen de
la fuente de perturbación en todas las direcciones. La acústica habrá de tener
esto en cuenta, para intentar mejorar el acondicionamiento de los enclaves de
los escenarios para aprovechar al máximo sus posibilidades y mirar como
redirigir el sonido, focalizándolo en el lugar donde se ubique a los
espectadores.

Los griegos construyeron sus teatros, donde las obras dramáticas y las
actuaciones musicales, en espacios al aire libre (espacios abiertos) y
aprovecharon las propias gradas en donde se ubicaban los espectadores
(gradas escalonadas con paredes verticales) como reflectores, logrando así
que el sonido reflejado reforzase el directo, de modo que llegaban a
cuadruplicar la sonoridad del espacio que quedaba protegido por las gradas.
El tamaño de los teatros griegos, alguno de los cuales, gracias a sus
propiedades acústicas, llegó a tener capacidad para 15.000 espectadores, no
ha sido igualado.

Los romanos utilizaron una técnica parecida, no obstante, la pared de las


gradas no era plana, sino curva, lo que permitía que se perdiese menor
cantidad de sonido y lo focalizaban mejor hacia un mismo punto
(Planteamiento similar al del reflector parabólico). Sin embargo los más
grandes entre los romanos solamente tenían capacidad para unos 5.000
espectadores. La pérdida de las condiciones se debió en gran parte a que la
orchestra, que el teatro griego servía para reflejar el sonido, en Roma fue el
lugar que ocupaban los senadores y otros cargos, con lo que empeoraron las
condiciones.

Actualmente, se aprovechan los conocimientos que la cultura clásica nos


ha legado y los recintos abiertos, se construyen con paredes curvas
abombadas en forma de concha o caparazón. Los materiales utilizados tienen
propiedades reflectoras para facilitar el encaminamiento del sonido hacia
donde se ubican los espectadores. El problema es que no hay una respuesta
en frecuencia uniforme y los graves llegan con mayor dificultad hasta el
auditorio que los agudos.

Propagación del sonido en el espacio libre

Cuando una fuente sonora situada en un recinto cerrado es activada,


genera una onda sonora que se propaga en todas las direcciones. Un oyente
ubicado en un punto cualquiera del mismo recibe dos tipos de sonido: el
denominado sonido directo, es decir, aquél que le llega directamente desde la
fuente sin ningún tipo de interferencia, y el sonido indirecto o reflejado originado
como consecuencia de las diferentes reflexiones que sufre la onda sonora al
incidir sobre las superficies límite del recinto.

A continuación se exponen una serie de conceptos asociados al sonido


directo, que es el único que llegaría a dicho oyente si estuviese situado en el
espacio libre.

En primer lugar, se considera una fuente sonora omnidireccional, es decir,


una fuente que radia energía de manera uniforme en todas las direcciones
(factor de directividad Q=1).

El hecho de que la radiación sea uniforme implica que, a una distancia


cualquiera de la fuente, el nivel de presión sonora SPL será siempre el mismo,
con independencia de la dirección de propagación considerada. Es la llamada
propagación esférica.

A medida que uno se aleja de la fuente, la energía sonora se reparte sobre


una esfera cada vez mayor, por lo que el nivel SPL en cada punto va
disminuyendo progresivamente. En concreto, la disminución del mismo es de 6
dB cada vez que se dobla la distancia a la fuente.

Es la denominada ley cuadrática inversa y significa que el valor de la


presión sonora se reduce a la mitad.

En la figura se muestra la mencionada disminución del nivel SPL de 6 dB


con la distancia en el caso de que la fuente sonora sea un avión.

120 dB 25
m
114 dB 50
m

108 dB
100 m

102 dB
200 m
Para que una fuente sonora radie de forma omnidireccional es necesario
que sus dimensiones sean pequeñas respecto a la longitud de onda del sonido
emitido y que el receptor esté alejado de la misma.

Si bien existe toda una variedad de fuentes sonoras omnidireccionales,


también es cierto que el cumplimiento simultáneo de ambos requisitos es difícil,
sobre todo si la banda de frecuencias considerada es amplia. Es el caso de la voz
humana que constituye un claro ejemplo de fuente directiva.

En la siguiente figura se representa el mapa de niveles SPL producidos por


un orador situado en el espacio libre, en la banda de 2 kHz, en función de la
distancia y del ángulo referido a su eje frontal. Se puede observar la disminución
del nivel con la distancia, así como el efecto de directividad de la voz humana,
evidenciado por la reducción del nivel a medida que aumenta dicho ángulo.

A través de la realización de una serie de experimentos, se ha podido


averiguar que un mensaje oral emitido en una zona silenciosa (en ausencia de
fenómenos atmosféricos ruidosos) puede ser oído de forma satisfactoria a una
distancia máxima de 42 m en la dirección frontal del orador, de 30 m lateralmente
y de 17 m en la dirección posterior. A distancias superiores, el mensaje deja de ser
inteligible debido a que queda inmerso en el ruido de fondo existente,
independientemente del lugar elegido para llevar a cabo la experiencia. La
reducción tan significativa de la máxima distancia a medida que la dirección
considerada se aleja de la dirección frontal se debe a las características
direccionales de la voz humana

Composición de niveles: ¿Cómo se suman o restan los decibelios?

80dB+80dB ≠160dB

80dB+80dB = 83dB

¿Por qué? log(x + y) ≠ log(x) + log(y)

Supongamos que tenemos N fuentes sonoras y cada una provoca en un punto


dado un nivel Li, el nivel total será:

L = 10 log (Σ 10 Li/10)

Ejemplo: (80dB+80dB): L = 10 log(1080/10 + 1080/10) = 83 dB

Ejemplo: (80dB+70dB): L = 10 log(1080/10 + 1070/10) = 79.5 dB

La suma de dos dB nunca puede ser más de 3 dB más que el mayor de los dos. Si
la diferencia que hay entre los dos valores a sumar es mayor de 10 dB la suma no
tiene valor práctico y se toma el valor del mayor de los dos. Por ejemplo si
sumamos 20 dB + 10 dB el resultado será igual a 20 dB (aproximado). Solamente
son significativos para la suma los valores que tienen una diferencia menor a 10
dB

Composición de niveles iguales

Dos sonidos del mismo nivel se componen dando un sonido 3dB más alto

Número de fuentes Decibelios que se deben sumar


idénticas al nivel de una fuente

2 3

3 5
4 6

5 7

6 8

7 8

8 9

10 10

15 12

20 13

50 17

100 20

También podría gustarte