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Fecha: 22-dic-2009
Producto: LJ
Sumario: I. Introducción. II. Los orígenes del derecho del trabajo: transformaciones y
cambios en los trabajadores. III. El derecho laboral en Argentina: su evolución en la
actualidad. IV. Consideraciones finales.
I. INTRODUCCIÓN
El derecho del trabajo es una de las disciplinas que mayores transformaciones ha sufrido a lo
largo del tiempo, tanto desde el punto de vista internacional como en Argentina, que sin dudas
significó desde el nacimiento del ejercicio de sus derechos y la protección de los intereses
económicos frente a los posibles abusos que sufren con frecuencia los trabajadores hasta las
consecuencias -entre ellas, la influencia de la flexibilización laboral- que generaron cambios en
las modalidades contractuales y en la aparición de nuevas figuras como el mobbing, el estrés
laboral, el "burn out" entre otras.
Se ha considerado que el trabajo constituye una condición propia del hombre, que se convirtió
en una actividad humana capaz de ser ejercida con libertad y dignidad. De ahí, es preciso
probar la propia capacidad que tiene el hombre de desarrollar su fuerza laboral y su
participación en la organización o empresa, lo cual obliga a intercambiar vínculos con otras
personas bajo la subordinación de otro denominado empleador.
«el trabajo en el sentido más amplio de este término designa a aquella parte de la actividad
humana que, a diferencia del juego, no es en sí misma el fin, ya que aspira a realizar una obra
útil, es decir, a producir bienes y servicios propios que satisfagan las necesidades materiales y
las necesidades simbólicas de los hombres» (1).
Con la Revolución Industrial llega una nueva concepción del trabajo, identificado con la
persona del trabajador o dependiente, lo que originó el surgimiento de la división o
especialización del derecho del trabajo.
En Francia surgen a fines del siglo XVIII dos instrumentos legislativos: el Decreto Allarde y la
Ley Le Chapelier, nacidos ambos en la Revolución Francesa, disponían que toda persona
sería libre de realizar tal negocio o tal profesión, arte u oficio que le pareciera bien y, por otra
parte, existía el pleno ataque a las corporaciones al disponer el aniquilamiento de todo tipo o
clase de corporaciones de ciudadanos del mismo Estado y profesión.
En todos los países europeos, las primeras normas laborales apuntaron a proteger a los
trabajadores que se desempeñaban en las fábricas -teniendo en cuenta la calidad de vida
laboral en cuanto a la salud y a la integridad física- y a reducir las prolongadas y desmesuradas
jornadas laborales agobiantes para los dependientes.Con el transcurrir de los tiempos, surge la
flexibilización laboral, que imperó en los países europeos durante la década de los setenta y en
América Latina en los años noventa, originando cambios estructurales en cuanto a las
modalidades contractuales y generando a la vez mayor desprotección hacia los trabajadores en
materia de despidos y accidentes laborales.
Es así como se producen condiciones laborales inferiores y una perfecta sumisión de los
dependientes frente a las nuevas necesidades económicas imperantes de los tiempos a los
fines de no perder su empleo, sometiéndose a condiciones infrahumanas con falta de higiene y
contratados ilegalmente -en muchos casos, los trabajadores inmigrantes de fronteras-
aceptando dichas pautas bajo el denominado "trabajo en negro" o no registrado, lo que
constituye un abuso propio del empleador.
III. EL DERECHO LABORAL EN ARGENTINA: SU EVOLUCIÓN EN LA ACTUALIDAD
En lo que se refiere a las relaciones colectivas del derecho del trabajo, surgen nuevos cambios
a partir de los fallos pronunciados por la Corte Suprema de Justicia recientes como los casos
"ATE" y "Rossi" donde da comienzo a una nueva democracia sindical y el fin de una
hegemonía o monopolio de sindicatos.
Todo cambio o transformación nos lleva a una cierta resistencia en el marco de las leyes y
normas laborales, pero lo cierto es que dichas modificaciones son a veces necesarias frente a
los reclamos de los nuevos tiempos y a la adaptación del derecho, llevando al legislador a la
elaboración de nuevas normas y disposiciones basadas en propuestas que son formuladas por
quienes nos representan en el Congreso.Hay quienes plantean que existe una crisis en el
derecho del trabajo, lo cual es difícil negar frente a las condiciones laborales actuales y a los
frecuentes abusos de los empleadores en el ejercicio del ius variandi, con la disolución del
vínculo entre trabajador y empleador que luego se transformará en el despido directo o
indirecto, el cual será en muchos casos conciliado o bien, continuará su trámite en sede
judicial.
El fraude y la simulación son tipificadas como actos o conductas ilícitas realizadas con la mera
intención de evadir responsabilidades al empleador, empleándose estrategias tendientes a
obtener ventajas económicas y jurídicas sobre el trabajador.
El fraude traduce la idea de una conducta engañosa o dolosa, realizada con la intención de
obtener un resultado similar al que la norma prohíbe. Es así como POSE expresa que
«la noción de fraude traduce la idea de engaño, de una acción contraria a la rectitud y a la
legalidad y lo cierto es que el ordenamiento laboral, dada sus características tuitivas y
protectorias, suele ser burlado por quienes pretenden escapar de sus directivas enmascarando
la relación laboral bajo otras figuras jurídicas tales como el contrato de sociedad, la locación de
obra, la figura del mandato, el contrato comercial de transporte, de concesión y/o de franquicia,
etc.» (2).
En tanto, la simulación tiene como función esencial la de encubrir el carácter legal de un acto
bajo la apariencia de otro, es decir, otorgar un carácter inexistente a dicho acto o hecho.
LLAMBIAS al respecto manifiesta que «la simulación consiste en la declaración de un
contenido de voluntad no real, emitido conscientemente y de acuerdo entre las partes, para
producir con fines de engaño la apariencia de un negocio jurídico que no existe o es distinto de
aquel que realmente se ha llevado a cabo» (3).
Dichas conductas ilícitas son contrarias al principio de primacía de la realidad previstos por el
legislador en el art.14 LCT el cual establece
«será nulo todo contrato por el cual las partes hayan procedido con simulación o fraude a la ley
laboral, sea aparentando normas contractuales no laborales, interposición de personas o de
cualquier otro medio. En tal caso, la relación quedará regida por esta ley».
De la lectura, interpretamos que todo contrato de trabajo celebrado con simulación o fraude
implicará como efecto jurídico su nulidad ya que el mismo violaría a la ley laboral vigente y a
los demás ordenamientos jurídicos (4).
2. Las diversas etapas del derecho laboral desde el trabajo esclavo al trabajo subordinado y
remunerado.
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(3) LLAMBÍAS, Jorge L.: Tratado de derecho civil. Parte General, Abeledo Perrot.
(4) MAC DONALD, Andrea F.: "El fraude y la simulación en el contrato de trabajo", Compendio
de Jurisprudencia, Doctrina y Legislación, Dir. Jorge L. Klielmanovich, Errepar, 34 (2009).