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Universidad Nacional Autónoma de México

Colegio de Ciencias y Humanidades


Plantel Naucalpan

Historia de México II
Grupo: 425
Profesora: Cuesta Flores Desiree

Carrillo Guerrero Ximena Valeria


Origuela Acevedo Danna Paola
Rodriguez Evangelista Joanna
Mujeres de la Independencia
Josefa Ortiz de Domínguez

(Valladolid, hoy Morelia, México, 1768 - Ciudad de México, 1829) Patriota y heroína
de la independencia de México, conocida también por el apodo de «la Corregidora
de Querétaro».

Josefa Ortiz de Domínguez. Recuperado de


https://www.biografiasyvidas.com/biografia/o/ortiz_josefa.htm

Biografía

Nacida en el seno de una familia de españoles de clase media, Josefa Ortiz de


Domínguez fue bautizada el 16 de septiembre de 1768 con los nombres de María
de la Natividad Josefa. Su padre, Juan José Ortiz, fue capitán del regimiento de los
morados y murió en acción de guerra cuando ella contaba pocos años.

Tras la muerte de su madre, María Manuela Girón, se hizo cargo de su educación


su hermana María, la cual solicitó su ingreso en el Colegio de San Ignacio de Loyola.
Durante los años que permaneció en el colegio aprendió a leer y a escribir y
nociones básicas de matemáticas, además de lo que se consideraba en la época
que debía aprender una señorita de su clase social, como bordar, coser y cocinar.

En el año 1791 contrajo matrimonio con Miguel Domínguez, que por aquellos años
trabajaba en la secretaría de la Real Hacienda y en la oficialía del virreinato de
Nueva España. Gracias a sus buenas relaciones con el virrey Félix Berenguer de
Marquina, Miguel Domínguez fue nombrado corregidor de Querétaro en el año
1802. Durante los primeros años de matrimonio, Josefa se hizo cargo de las labores
domésticas y de la crianza y educación de los dos hijos de su esposo, que había
enviudado de su primera mujer. Todo parece indicar que la pareja era feliz; doce
hijos nacerían a lo largo de un matrimonio que perduraría hasta 1830, año de la
defunción del marido.
Al margen de sus quehaceres domésticos, Josefa Ortiz de Domínguez se mostró
muy identificada con los problemas de la clase criolla, a la cual pertenecía por ser
descendiente de españoles. A pesar de las reformas realizadas tras la llegada de
los Borbones a España (1700), se había perpetuado la tradición de que fueran
españoles nacidos en la península los que ocuparan los altos cargos de la
administración virreinal y del ejército, relegando a los criollos a los puestos
secundarios. Josefa defendió sus intereses de clase y también se hizo eco de las
reivindicaciones de los indios mexicanos, que vivían en lamentables condiciones;
intentó que se reconocieran los derechos de los indígenas y aprovechó su posición
como esposa del corregidor para llevar a cabo numerosas obras de caridad.

Conspiradores de Querétaro: Hidalgo, Allende, Aldama y el matrimonio


Domínguez. Recuperado de
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/o/ortiz_josefa.htm

Fiel a sus principios, Josefa Ortiz de Domínguez decidió pese a ello intervenir y
avisar a los revolucionarios. Elaboró una nota con letras impresas sacadas de
periódicos para evitar que se reconociera su propia caligrafía y la envió al
capitán Ignacio Allende a través del alcaide Ignacio Pérez, el cual cabalgó en busca
del capitán y, al no encontrarle en San Miguel el Grande, entregó la misiva al padre
Miguel Hidalgo.
El Grito de Dolores
Tras recibir la notificación de Josefa Ortiz, el padre Hidalgo decidió adelantar el
levantamiento a la madrugada del 16 de septiembre de 1810. Desde su posición
como párroco de Dolores, Miguel Hidalgo convocó a sus feligreses a una misa, y en
ella hizo un llamamiento a alzarse en armas contra las autoridades coloniales y a
luchar por un gobierno más justo; tal proclama es conocida como el Grito de
Dolores.
Gracias al aviso de la Corregidora, como se la apodaría popularmente en la época,
muchos conspiradores pudieron escapar antes de ser detenidos por las autoridades
virreinales; Josefa Ortiz, en cambio, no salió bien parada de su arriesgada acción
ya que, tanto Josefa como su marido fueron arrestados el mismo día en que se
produjo el grito de dolores
Pintura “El grito de dolores” Recuperado de El grito de Dolores en dos
murales impresionantes - Líder Empresarial (liderempresarial.com)

Tras su detención, Josefa Ortiz de Domínguez fue conducida al convento de Santa


Clara, y su marido, al de Santa Cruz, ambos situados en la ciudad de Querétaro.
Juzgado y destituido en primera instancia

Josefa, por su parte, fue trasladada a la capital en el año 1814, siendo recluida en
esta ocasión en el convento de Santa Teresa. A pesar de los esfuerzos de su
marido, que ejerció de abogado defensor, fue declarada culpable de traición en el
proceso que se le siguió. Los últimos años de cautiverio los pasó en el convento de
Santa Catalina de Sena, considerado más estricto que los anteriores. La situación
de la numerosa familia Domínguez fue precaria durante estos años, puesto que
Miguel Domínguez, gravemente enfermo, apenas si podía ver a su esposa, y no
disponía de ingresos para mantener a sus hijos. El virrey Juan Ruiz de Apodaca se
hizo cargo de la situación; reconoció a Miguel Domínguez el derecho a percibir un
sueldo por los servicios prestados y liberó a Josefa en junio de 1817.

En 1822, un año después de haber liderado el movimiento que dio la independencia


efectiva al país, Agustín de Iturbide se autoproclamó emperador de México y ofreció
a Josefa Ortiz de Domínguez ingresar en la corte como dama de honor de su
esposa, Ana Duarte de Iturbide. Josefa rechazó con contundencia un ofrecimiento
que más parecía una intolerable burla, ya que pensaba que la instauración de un
Imperio era totalmente contraria a los ideales por los que se había luchado durante
el proceso de emancipación.

En los últimos años de su vida, Josefa Ortiz de Domínguez se relacionó con grupos
liberales de carácter radical. En todo momento se negó a recibir cualquier
recompensa por el apoyo inestimable que había prestado a la consecución de la
Independencia: en su opinión, no había hecho más que cumplir con su deber de
buena patriota. Falleció en Ciudad de México el 2 de marzo de 1829, a la edad de
sesenta y un años. Sus restos fueron enterrados en el convento de Santa Catalina,
aunque algún tiempo después fueron trasladados a Querétaro, donde reposan junto
con los de su marido en el Panteón de queretanos ilustres, en un mausoleo
construido en su honor en 1847 en el antiguo huerto del convento de la Cruz.
Biografías
 Tomás, F., & Elena, T. (2004). Biografía de Josefa Ortiz de Domínguez.
Biografías y Vida. Recuperado 26 de abril de 2022, de
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/o/ortiz_josefa.htm
 (S.A). (2013, 2 marzo). Josefa Ortiz de Domínguez. GOBIERNO DE
MÉXICO. Recuperado 26 de abril de 2022, de
https://www.gob.mx/epn/es/articulos/josefa-ortiz-de-dominguez-1768-
1829?tab=
 M. (2022, 4 abril). Josefa Ortiz de Domínguez, biografía de La Corregidora.
México Desconocido. Recuperado 26 de abril de 2022, de
https://www.mexicodesconocido.com.mx/josefa-ortiz-de-dominguez.html
María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvado
“Leona Vicario”

“Mis acciones y opiniones han sido siempre muy libres, nadie ha influido
absolutamente en ellas, y en este punto he obrado siempre con total independencia,
y sin atender a las opiniones que han tenido las personas que he estimado. Me
persuade que así serán todas las mujeres.”
Leona Vicario

Recuperado de https://www.gob.mx/segob/articulos/conoce-mas-acerca-de-leona-
vicario?idiom=es
(Leona Vicario Fernández de San Salvador; ciudad de México, 1789 - 1842) Heroína
de la independencia mexicana. Esposa del escritor y político Andrés Quintana Roo,
apoyó con todos los medios a su alcance la causa de la independencia,
exponiéndose a multitud de riesgos y penurias.
Leona Vicario, fue hija del comerciante español Gaspar Martín Vicario y de la criolla
Camila Fernández de San Salvador y Montiel. Quedó huérfana a los 18 años. El
nacimiento de Leona Vicario se dio durante una época muy interesante: el inicio la
Revolución Frances y la sucesión en el trono español
Leona Vicario estudió Bellas Artes y Ciencias. A través de los estudios, desarrolló
un enorme sentido crítico frente al mundo y años después comenzó a ejercer el
periodismo. Publicó en diarios como: El Semanario Patriótico Americano, El
Federalista y El Ilustrador Americano. Fue en el periódico El Ilustrador Americano
donde los insurgentes observaron su trabajo y se pusieron en contacto con ella.
Cuando la Guerra de Independencia estalló, Leona Vicario se unió al movimiento.
Desde la Ciudad de México, Leona Vicario les daba información de lo que ocurría
en la capital mexicana, además de ayudarles con algunos bienes para apoyar la
causa libertaria.
Finalmente, en marzo de 1813, la Real Junta de Seguridad y Buen Orden (creada
al producirse el levantamiento de Dolores) decidió intervenir y le instruyó un
larguísimo proceso en el que fueron apareciendo las piezas y documentos que la
inculparon gravemente, entre otros los relativos a sus intentos de huida para
pasarse al campo de los rebeldes. Para escándalo de su tutor, se la internó en el
Colegio de Belén de las Mochas; allí fue sometida a interrogatorio y se presentaron
las pruebas y diligencias judiciales que figuran en las Actas reproducidas por su
biógrafo Genaro García. Según este historiador, "su simple lectura convence del
valor y nobleza excepcionales de Leona, cuya actitud parece muy superior a la de
tantos insurgentes que se hallaron en parecidas circunstancias".
Declarada culpable, en lugar de enviarla a la cárcel de corte se la mantuvo presa en
el mismo Colegio de Belén, hasta que el 23 de abril de ese año la liberó un grupo
de caballeros bajo el mando de Andrés Quintana Roo, quien la mantuvo oculta por
unos días y forzó más tarde su salida de la capital, simulando ser arrieros que
conducían un atajo de burros cargados con cueros de pulque. Leona, con la cara y
los brazos pintados de negro, y unas cuantas mujeres, vestidas también de negro,
marchaban sentadas sobre unos huacales. Los cueros y las hortalizas, al parecer,
iban cargados de tinta de imprenta, además de letras y moldes de madera para la
confección del periódico de los rebeldes. Empeñada en seguir colaborando con la
insurgencia, huyó de la capital con destino al campamento de Tlalpujahua.

Recuperado de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/v/vicario.htm
Vicario comenzó a interesarse por la vida política en tiempos convulsos. En 1808,
mientras Napoleón Bonaparte invadía España, el virrey José de Iturrigaray era
depuesto en continente americano.
Tras el inicio del movimiento independentista en la colonia, Vicario se unió a la
rebelión e ingresó en una sociedad secreta llamada Los Guadalupe formada por
criollos con recursos económicos y acceso a información estratégica que le
transmitían a los insurgentes.
Ella pasó a ser "una parte fundamental para comunicarse de manera clandestina
con estos líderes y proporcionarles desde elementos materiales básicos hasta
armas".

En efecto, Vicario se convirtió en la líder de una red de mensajería con la que


garantizaba la correspondencia entre insurgentes y sus familiares, y que permitía
saber a las fuerzas de José María Morelos desde cuáles eran los movimientos de
las tropas enemigas hasta qué se decía en Madrid.
Decidió emplear su fortuna en financiar la lucha independentista. Dio refugio a
fugitivos en peligro e incluso trató de hacer llegar a los insurgentes una imprenta,
convencida de la importancia de la prensa para explicar a la población por qué se
estaba luchando por la independencia.

Pero el hecho de que Vicario jugara un papel cada vez más fundamental y visible
en esa lucha pronto le valió ser denunciada por conspirar a favor de la
insurgencia.
Tras un juicio en el que no reveló ninguna información que pudiera comprometer al
movimiento, ingresó en prisión, de donde escaparía poco después.
Se reunió entonces con su prometido Andrés Quintana Roo, considerado otro de
los próceres de la independencia mexicana, y se unió oficialmente a la lucha
insurgente junto a Morelos.

Sociedad secreta
Recuperado de https://www.bbc.com/mundo/noticias-51847048
En 1813 fue encarcelada al descubrirse que era conspiradora y que apoyaba el
movimiento de Independencia, pero logró escapar y se refugió en Oaxaca. Tanto a
ella como a su esposo se le ofreció el indulto a cambio de abandonar el movimiento,
al no hacerlo siguieron huyendo. Poco después, se unió a las tropas de José María
Morelos y Pavón para lograr la Independencia de México.
En 1817 Leona dio a luz a su primera hija y al poco tiempo fue apresada junto con
la recién nacida. Una vez más le fue ofrecido el indulto, pero esta vez con la
condición de irse a España, ella aceptó y mientras esperaba los documentos
necesarios para partir, fue llevada a Toluca en confinamiento. Al ser indultada por
parte del gobierno le fueron restituidos sus bienes, volviendo a su casa ubicada en
la calle de Cocheras -hoy República de Brasil.
La heroína de la independencia murió el 21 de agosto de 1842 a los 53 años. en su
casa de la Ciudad de México. Sus restos descansaron primero en el Panteón de
Santa Paula; el 28 de mayo de 1900 fueron trasladados, junto con los de su esposo
Andrés Quintana Roo, a la Rotonda de las Personas Ilustres del Panteón Civil de
Dolores, donde permanecieron hasta su traslado a la Columna de la Independencia,
en 1925
Fue declarada Benemérita y Dulcísima Madre de la Patria el 25 de agosto de 1842.
Bibliografías

 Tomás, F., & Elena, T. (2004). Biografía de Leona Vicario. Biografías y


Vida. Recuperado 26 de abril de 2022,
de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/v/vicario.htm

 (S.A). (2020, 9 abril). Conoce más acerca de Leona Vicario. GOBIERNO


DE MÉXICO. Recuperado 29 de abril de 2022, de
https://www.gob.mx/segob/articulos/conoce-mas-acerca-de-leona-
vicario?idiom=es

 Gonzales, M. (2020 16 de septiembre). Independencia de México: quién fue


Leona Vicario, la "madre de la patria" mexicana que espió para los
insurgentes (y fue clave en la emancipación de su país). Corresponsal de
BBC News Mundo en México. Recuperado 29 de abril de 2022, de
https://www.bbc.com/mundo/noticias-51847048
Mujeres de la revolución
Elisa Acuña y Rossetti
“Maestra y periodista anarco feminista. Es conocida por su dedicación a la
educación y su carrera revolucionaria y antirreeleccionista.” (Mujeres
Revolucionarias, Cano Gabriela, 2010, p. 579-97)

Elisa Acuña Rossetti


https://mujeresyrevolucion.files.wordpress.com/2017/03/elisa-acuncc83a.jpg
Nació en Mineral del Monte, Hidalgo, alrededor de 1887. Realizó sus estudios y
luego de un tiempo, obtuvo el título como maestra, comenzó a ejercer su profesión
en las zonas rurales de su localidad. Trabajó como maestra desde tan joven debido
a la situación histórica del momento, ya que se necesitaban profesoras en materias
básicas como lectura y escritura. De igual forma, en esta época se fue aceptando a
las mujeres en la docencia mientras fueran viudas o estuvieran solteras porque se
consideraba que así soportarían mejor las condiciones del magisterio en las zonas
rurales. En aquella época los niveles de analfabetismo eran tan altos, que los
jóvenes egresados de carreras magisteriales eran enviados lo antes posible a
trabajar.
Inicios
Se afilió en 1901 al Club Liberal Ponciano Arriaga, donde participó en el Primer
Congreso de Clubes Liberales, fue la primera agrupación que se fundó en el país
cuando el régimen porfiriato se encontraba en todo su apogeo, y contó entre sus
miembros a distinguidos y viriles revolucionarios. Ahí encontró en el periodismo la
mejor manera de hacer públicas sus denuncias, por lo mismo fundó su propio
periódico llamado Fiat Lux y colaboró en diversas publicaciones como Véspero, La
Voz de Juárez, Sinfonía, La Guillotina, Combate, Anáhuac y Nueva Era.
Su primer acercamiento al periodismo fueron los textos sobre la exclusión de la
mujer y los textos en contra de Díaz que publicó en el periódico Excélsior, de
Veracruz, a la edad de 16 años.
En su labor profesional, Elisa Acuña Rossetti se desempeñó como periodista,
siendo una de las primeras escritoras en escribir sobre temas de exclusión y
desigualdad de las mujeres, algo insospechado para la época en donde la mayoría
de las mujeres tenía un rol en la vida privada, pero no en el de la vida pública. Por
otra parte, escribió en contra de Porfirio Díaz en los periódicos Excélsior y Véspero,
esto repercutió en aquellos tiempos, ya que representaban la prensa más crítica y
la nueva corriente de ideas que poco a poco fue permeando en la sociedad en
perjuicio del régimen.

Escrito sobre la exclusión de la mujer


http://www.jotdown.es/wp-content//2014/03/-de-los-derechos-de-la-mujer-de-Mary-
WollstonecraftDP.jpg
“Porfirio recordó haber recibido un país lleno de guerras y conflictos, dividido y con
una economía muy pobre, ahora, tenemos graves problemas por la elección del
mismo presidente por más de 3 periodos” (Mujeres Revolucionarias, Cano Gabriela,
2010, p. 579-99)
Con el tiempo recuperó y lo convirtió en un país comunicado, con paz y lleno de
progreso. Ella manifestó la firme resolución de separarse del poder en 1910, que
era cuando finalizaría el periodo argumentando que sus métodos fueron duros e
inflexibles

Periódico del Véspero 1904


https://pbs.twimg.com/media/EswSLYKW8AEVnuW.jpg
Militó en el Club Antirreeleccionista Redención y fue redactora de su órgano
informativo. Al ser una radical opositora al régimen de Díaz y llevar a cabo estas
acciones en contra del gobierno opresor, en 1904 fue aprehendida y enviada a la
prisión de Belén, lugar en el que conoció a Juana Belén Gutiérrez de Mendoza con
la que fundó el periódico Fiat Lux, de tendencia socialista. Así, la cárcel que podía
augurarle peores tiempos y presionarla para asustarla o alejarla de los movimientos
sociales más bien la motivó a enfrentar un destino lleno de osadías. Perder la
libertad la convenció de lo importante que era defenderla, por eso buscó compañías
que alentaran sus ideales y espacios que difundieran sus opiniones.
Elisa Acuña y Rossetti perteneció al Partido Liberal Mexicano. En 1910 fundó el
periódico La guillotina, por este medio ataco al gobierno golpista de Victoriana
Huerta Después del asesinato de Madero, Elisa Acuña realizó una intensa
propaganda en contra de Huerta, por lo que fue nuevamente encarcelada. Al salir
de prisión encontró un país muy dividido, pero la propuesta zapatista le pareció
congruente y justa, por lo tanto, partió a Morelos.
“la prensa hizo notar que la inminente dictadura desvirtuaba la misión principal del
gobierno provisional, la pacificación, y advertía del peligro de que tal empresa
fracasara si se continuaba en el empeño de consolidar el huertismo” (La mujer en
la revolución, Patricia Galeana, 2014, p. 184- 56)
En 1914 se unió a Zapata. Fue soldadera, pero no pudo conformarse con
permanecer detrás de la línea de batalla para cocinar y cuidar de un hombre, prefirió
tomar el fusil con firmeza, dominio y valentía. Luchó en el campo de batalla al mismo
tiempo que continuó difundiendo sus ideales en diversas publicaciones
periodísticas. Sus energías estaban absolutamente concentradas en la defensa de
su pueblo

https://www.lavanguardia.com/files/image_449_220/91-4000.jpeg
Poco después se integró al gobierno carrancista y fue reconocida por el jefe
Constitucionalista no sólo con una pensión sino con algún puesto administrativo,
privilegio del que gozó durante los siguientes gobiernos posrevolucionarios. Al
finalizar la guerra tuvo cargos directivos en el Consejo Feminista y en la Liga
Panamericana de Mujeres. Al igual que muchas de sus contemporáneas se dio
cuenta que la Revolución no había beneficiado a la población femenina, la cual
continuó sin ser considerada como una ciudadana con derechos, entre ellos el voto,
motivo por el que se unió con personalidades como Julia Nava, Luz Vera, Elena
Torres y Eulalia Guzmán. Todas ellas feministas declaradas y luchadoras
incansables que a través de una publicación llamada La Mujer acusaban a los
hombres que hicieron el movimiento revolucionario de no haber reconocido su valor
y afanes en los campos de batalla y expresaron
Queremos a la mujer fuerte, instruida, compañera de trabajo, ni esclava ni tirana.
Queremos la emancipación de la mujer y la libertad de la humanidad
Referencias
 Cano, G. (2010). Gertrude Ruby y la historia de las mujeres zapatistas de la
Revolución Mexicana. Estudios Sociológicos, 28(83), 579–597. Recuperado
de http://www.jstor.org/stable/20749183

 Estudio Políticos. (2015, 5 agosto). sciencedirect. Recuperado 27 de abril


de 2022, de
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0185161616300166

 Hernández Carballido, E. (2017, 8 noviembre). Mujeres de 1910. La


Recolecta. Recuperado 27 de abril de 2022, de
http://www.larecoleta.digital/mujeres-de-1910/
Dolores Jiménez y muro
“Dolores Jiménez y Muro, fue una profesora y revolucionaria mexicana Creció en
importancia durante la revolución como una activista social y reformadora”
(Intelectual Revolucionaria, López Oreste, 2015, p.56-24)

Dolores Jiménez y Muro, hija de José María Jiménez abogado y funcionario de


gobierno liberal y de Atilano Muro, ve la luz del día el 7 de junio de 1850 en el estado
de Aguascalientes, en una nación colapsada después de la derrota contra los
Estados Unidos [1] donde México perdió más del 55% de su territorio.

Creció en un hogar liberal recibiendo una buena educación que alimentó su gusto
por la lectura y la cultura, lo que le permitió formarse como profesora en la época
Juarista, con una sólida inclinación a los principios del liberalismo republicano.

En su juventud, Dolores se trasladó con su familia al estado de San Luis Potosí y


vivió entre las tertulias literarias y la vida en sociedad de la clase media y alta. Para
esos tiempos los liberales promueven la participación social de las mujeres en las
artes, los idiomas, la lectura y la creatividad literaria. Leían la libertad de leer la
prensa, novelas, libros de historia y viajes. Asimismo, obtenían enseñanzas
modernas para dedicarse a ser escritoras o profesoras. De ahí que con solo 14 años
Dolores incursionó en la poesía (1864). Además, fue escritora, periodista y
revolucionaria.

Contra la costumbre, Dolores aprendió a estar enterada de lo que ocurría en los


ambientes intelectuales y políticos, tanto del país como del extranjero. Expresaba
sus pensamientos con libertad en los círculos sociales y debatía con los viejos y
jóvenes. A finales del siglo XIX, los clubes liberales empezaron a abundar por todo
el país. En esos clubes, los ciudadanos se reunían para vigilar el comportamiento
de las autoridades, el cumplimiento de la ley y así poder denunciar las injusticias.
Dolores se volvió parte de la vida de estos clubes y creó nuevos grupos políticos de
mujeres, como el de Hijas de Cuauhtémoc. De ese modo se proponían recuperar
los ideales por los que se había luchado y que quedaron plasmados en la
Constitución de 1857 y las Leyes de Reforma.

Dolores Jiménez y Muro


Recuperado de https://nuestrasvoces.mx/dolores-jimenez-y-muro/
Dolores era una escritora revolucionaria, comprometida con las demandas sociales
de los campesinos pobres. Compartía los ideales y causas de la lucha zapatista,
especialmente la restitución de tierras y la reforma agraria, por ello el general Zapata
la invitó a incorporarse a las filas del zapatismo, tiempo después la nombró con el
grado de general brigadier y le pidió que escribiera el Premio a la publicación del
Plan de Ayala. En los duros años de la guerrilla zapatista, Dolores huía por las
montañas y se escondía en cuevas. Aprendió a vivir así, convivió con los zapatistas
en ranchos pobres y compartió la comida y el alojamiento de las comunidades
indígenas, lo que hizo que fortaleciera sus ideales.

Ella es dada a crédito por su autoría, “El plan político y social”, que fue publicado el
18 de marzo de 1911, lo cual subrayaba las ideas y metas de los conspiradores. El
plan evocaba una continuación de las demandas del partido liberal mexicano que
había hecho en 1906, que incluye salarios justos, viviendas económicas, mejorar
condiciones de trabajo, y cortos de inversiones extranjeras. Además, promovió la
descentralización del sistema educativo del país, por el sentido que las necesidades
de la escuela son mejores cuando es fundada y controlada localmente.

Noticia de el plan político

https://i.ytimg.com/vi/_d6Ba75bTKQ/maxresdefault.jpg

Debido a su activismo durante los meses anteriores al estallido de la revolución,


entre ellas su participación en el mencionado plan político y social de Tacubaya el
cual exigía la devolución de tierras a los campesinos, aumento salarial a los obreros
y el restablecimiento de la libertad de imprenta, entre otros puntos, es nuevamente
arrestada y durante su tiempo en prisión escribió, “desde entonces comprendí que
la revolución actual no estaba lejos, porque ideas germinaban por todas partes

Aun así, pudo formar nuevamente amistades con las que compaginó y fue
precursora del feminismo al conformar grupos de mujeres maestras, campesinas,
intelectuales y obreras para defender los derechos políticos, los derechos sociales
y particularmente los derechos de la mujer.
En 1874 fue invitada por el gobierno estatal junto con Benigno Arriaga a participar
con poemas cívicos en las fiestas septembrinas, su participación en el plan de
Tacubaya y sus cartas desde la prisión, la convirtieron en mujer de varias épocas,
Dolores fue antes que nada una sólida liberal republicana, testigo de la dictadura
porfiriana desde sus inicios hasta su caída y participe del surgimiento de la
revolución, dolores fue interlocutor de varias generaciones de luchas sociales, viejos
liberales como Don Benigno Arriaga los jóvenes intelectuales positivistas como su
cuñado Manuel José Othón que apenas incursionan en su carrera literaria y de los
precursores de la revolución como el ingeniero Camilo Arriaga y Antonio Diaz Soto
y Gama de quienes fue cercana y respetada colaboradora, es durante el porfiriato
en 1883, cuando ella queda huérfana de padre y madre y su participación en
acciones filantrópicas le ayuda a tomar conciencia de la condición de los
trabajadores, de su miseria y explotación.

El 11 de septiembre de 1910, Dolores Jiménez como presidenta del club femenil


hijas de Cuauhtémoc, encabezó una propuesta en la ciudad de México, en la
glorieta de colón contra el fraude en las elecciones con la consigna “es tiempo de
que las mujeres mexicanas reconozcan que sus derechos y obligaciones van más
allá del hogar”. La protesta antirreeleccionista la llevó a la cárcel de Belén

Club femenil “Hijas de Cuauhtémoc”

http://www.rtv.org.mx/radiomas/6/2020/11/Captura.jpg

En 1914 estuvo recluida nuevamente durante 11 meses por órdenes de Victoriano


Huerta, en una época donde carecer del apoyo de un varón era vista como una
desgracia, Dolores asume su soltería y soledad con valor y dignidad, como una
condición que le permite formarse una conciencia clara de su autonomía y de sus
decisiones políticas.

Su labor como docente y oradora dentro de las filas zapatistas le valió ser llamada
la “Antorcha de la Revolución''.

En 1917, desde la Secretaría de Educación impulsó las primeras misiones culturales


y la primera campaña de alfabetización, mucho antes que José Vasconcelos, ese
precedente la consolidó como la maestra de la Revolución.
Bibliografías

 Ruiz, Y. (2018). La antorcha que iluminó la revolución. Nuestras voces.


Recuperado 29 de abril de 2022, de https://nuestrasvoces.mx/dolores-
jimenez-y-muro/
 (S.A.). (2018) Muerte Dolores Jiménez y Muro ideóloga de la Revolución La
antorcha de la revolución. CNDH México. Recuperado 29 de abril de 2022, de
https://www.cndh.org.mx/noticia/muerte-dolores-jimenez-y-muro-ideologa-de-la-
revolucion-la-antorcha-de-la-revolucion
 Personaje de la Semana: Dolores Jiménez y Muro. (2015, 25 maart).

[Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=6ZEVyJEWLv4

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