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MIGUEL HIDALGO

Miguel Hidalgo y Costilla fue un insurgente y sacerdote mexicano. Nació el 8 de


mayo de 1753 en la hacienda de San Diego de Corralejo, Pénjamo, Guanajuato.
Cursó estudios en el Colegio de San Nicolás, Valladolid (actual Morelia), del que
llegó a ser rector.

En 1778, fue ordenado sacerdote y en 1803 se hizo cargo de la parroquia de


Dolores, Guanajuato. Se preocupó por mejorar las condiciones de sus feligreses,
casi todos indígenas, enseñándoles a cultivar viñedos, la cría de abejas y a dirigir
pequeñas industrias de loza y ladrillos.

En 1809 se unió a una sociedad secreta formada en Valladolid, cuyo fin era reunir
un congreso para gobernar la Nueva España en nombre del rey Fernando VII,
preso de Napoleón y, en su caso, obtener la independencia del país.

Descubiertos los conjurados, la insurrección se trasladó a Querétaro donde se


reunió con Ignacio Allende. El 16 de septiembre de 1810, llevando como
estandarte a la virgen de Guadalupe, lanzó el llamado grito de Dolores que inició
la gesta independentista y, acompañado de Allende, consiguió reunir un ejército
formado por más de cuarenta mil personas. Tomaron Guanajuato y Guadalajara,
sin embargo, decidieron no ocupar la ciudad de México.

El 11 de enero de 1811, Hidalgo fue derrotado cerca de Guadalajara por las


fuerzas realistas. Escapó hacia el norte, pero fue capturado y condenado a
muerte. Su cabeza, junto a la de Allende y a la de otros insurgentes, se exhibió
como escarmiento en la alhóndiga de Granaditas de Guanajuato.

Tras el establecimiento de la República Mexicana, en 1824, se le reconoció como


primer insurgente y Padre de la Patria. En su honor, un estado de la República y la
ciudad de Dolores, llevan su nombre. El 16 de septiembre, día en que proclamó su
rebelión, se celebra el Día de la Independencia en México.

JOSEFA ORTIZ
María Josefa Crescencia Ortiz Téllez-Girón, mejor conocida como “La Corregidora
de Querétaro”, es una de las figuras emblemáticas de la época de la
independencia. Nació el 19 de abril de 1773 dentro del sector criollo, siendo hija
del capitán José Ortiz Vázquez y de Manuela Téllez Girón. En 1789 ingresó al
Colegio de las Vizcaínas, una de las instituciones enfocadas en la instrucción de
mujeres. En 1793 contrajo matrimonio con el abogado Miguel Domínguez, en la
ciudad de México.
En 1802 Miguel Domínguez fue nombrado Corregidor de Querétaro y se trasladó a
esa ciudad junto con su esposa. Allí Josefa supo ganarse la simpatía de la
comunidad criolla, de los indios y de los mestizos mediante obras de caridad y
protección a favor de los pobres y los desvalidos, de las viudas y los huérfanos.

En 1808 pese a que el intento de establecer una Junta de Gobierno novohispana


fue sofocado, el deseo de alcanzar la autonomía de la Nueva España permaneció
y comenzaron a organizarse juntas en las que se trazaron planes para
conseguirla. Una de ellas se desarrolló en Querétaro. En su casa Josefa Ortiz
organizó tertulias, en las que se ideó un plan de insurrección; a ellas concurrieron
personajes como el párroco Miguel Hidalgo, los capitanes de milicias Ignacio
Allende y Juan Aldama, los hermanos Epigmenio y Emeterio González. Josefa no
sólo ofreció el espacio para realizar las reuniones; también participó activamente
informando cualquier noticia y haciendo llegar de manera segura comunicados y
correos entre los conjurados.

Descubierta la conjura, Josefa lo informó a Allende, quien se encontraba en San


Miguel el Grande. Ella fue aprehendida el 15 de septiembre, mientras que la lucha,
encabezada por Miguel Hidalgo, estaba por iniciar en el pueblo de Dolores,
Guanajuato. Josefa pronto fue liberada y continuó en contacto con los insurrectos,
brindando apoyo a la causa; sin embargo, las autoridades sabían de su simpatía
con la insurgencia, por lo que, acusada de sediciosa, fue aprehendida y trasladada
al convento de Santa Teresa, en la ciudad de México y después al Convento de
Santa Catalina, en donde estuvo recluida hasta el 17 de junio de 1817, cuando por
intervención de su esposo y aprovechando la política de indultos del virrey Juan
Ruiz de Apodaca, fue puesta en libertad.

Tras la consumación de la independencia y el ascenso de Agustín de Iturbide


como emperador de México, Josefa rechazó el nombramiento de dama de honor
ofrecido por Ana María Huarte, esposa de Iturbide y emperatriz, por considerar
que contradecía sus principios. Josefa Ortiz, forjadora de una conciencia libertaria,
contra la opresión, a favor de la formación de un gobierno representativo y justo,
murió el 2 de marzo de 1829 en la ciudad de México. Desde 1894, sus restos
reposan en el Panteón de los Queretanos Ilustres.
JOSE MARIA MORELOS Y PAVON
El 30 de septiembre de 1765, en Merida, nacio Jose Maria Morelos. El 22 de
diciembre de 1815 fue fusilado José María Morelos y Pavón en Ecatepec. El
libertador Morelos fue un religioso, político y militar mexicano, así como un caudillo
de la Independencia de México.
Morelos, también conocido como el “Siervo de la Nación”, es uno de los íconos
representativos del movimiento de emancipación de México; su legado militar y
jurídico es parte imperante de nuestra concepción actual de México y también del
carácter de la lucha independentista.
José María Morelos participó en el levantamiento armado de 1810 junto a Miguel
Hidalgo. En esta lucha fue el encargado de convocar al Primer Congreso
Independiente en Chilpancingo; debido a esto nació la Constitución de 1814 (de
Apatzingán), en la que se declaraba por vez primera la Independencia de México.
La travesía de su captura comenzó cuando José María Morelos, con la finalidad
de poner a salvo al Congreso de Apatzingán del constante acoso del ejército
realista, decidió partir de Uruapan hacia Tehuacán, Puebla. Después de haber
recorrido un largo camino, Morelos decidió descansar con sus tropas en el
poblado de Temalaca –entonces Guerrero; hoy estado de Puebla–. Las tropas
virreinales que acampaban en el municipio de Tenango del Río se enteraron de
que los insurgentes seguían la ruta del río Mezcala rumbo a Tehuacán
encabezados por Morelos, Nicolás Bravo y José María Lobato, quienes buscaban
un refugio donde descansar. El 5 de noviembre de 1815, al amanecer, los realistas
comenzaron la persecución. Ese mismo día, al salir hacia Pilcaya, Morelos fue
alcanzado y atacado por la columna de Manuel de la Concha en Temalaca.
Superado en número de soldados y en armas, fue hecho prisionero por Matías
Carrasco, antiguo insurgente; no obstante, los miembros del Congreso lograron
escapar.
El movimiento independentista se vio debilitado con la captura de José María
Morelos, pues este era uno de sus principales líderes militares. Al momento de su
captura fue inmediatamente trasladado al poblado de San Cristóbal Ecatepec,
lugar en el que se le formularon tres cargos. En la tarde del primer día se realizó la
etapa procesal, conocida como Confesión con Cargos, que consistía en la toma de
declaración del reo y de su manifestación respecto de su obediencia bajo el signo
del sacramento de la confesión. Morelos no reconoció haber cometido asesinato
alguno, argumentando que en todos los casos sus actos obedecían a hechos de
guerra legalmente sancionados como ejecuciones por el Congreso. Asimismo,
rechazó las excomuniones, pues no correspondían a medios de apremio en una
nación independiente. En su confesión, Morelos se declaró inocente de todos los
cargos que se le imputaban: desde la herejía y la rebelión hasta el asesinato[2],
sin embargo, el 20 de diciembre el virrey Calleja emitió la sentencia de muerte de
Morelos.
El día de su ejecución, las campanadas de una iglesia sonaron a las tres de la
tarde; entonces, su custodio, Manuel de la Concha, entró por él. Sin oponer
resistencia alguna, el héroe de la Independencia salió del cuarto y caminó hacia el
lugar de fusilamiento. Después de haber luchado cinco años en la Guerra de
Independencia de México, se encontraba solo, acusado de traición al rey. Así, en
cumplimiento a la orden del virrey Félix María Calleja, el generalísimo José María
Morelos y Pavón fue fusilado en San Cristóbal Ecatepec.
Morelos luchó hasta la muerte por lograr unas condiciones de vida más justas y
favorables para la población; deseaba eliminar el yugo de los españoles y
establecer la soberanía nacional mexicana.
Con la muerte de Morelos, la lucha por la independencia entró en uno de sus
momentos más críticos, ya que se caracterizó por la resistencia y las pequeñas
guerrillas que sobrevivieron para hacerle frente a las tropas realistas. Sin
embargo, la continuidad de la lucha no cesó, fue encabezada por otro gran
insurgente, especialista en guerrillas, quien acompañó a Morelos y al movimiento
insurgente: Vicente Guerrero. Este continuó el legado del “Siervo de la Nación”,
cuya obra, Los sentimientos de la Nación, es uno de los documentos históricos
más valiosos e importantes del pueblo mexicano.

IGNACIO ALLENDE
Ignacio María de Allende y Unzaga nació el 21 de enero de 1769 en San Miguel el
Grande, actual San Miguel de Allende, Guanajuato. Sus padres fueron María Ana
de Unzaga y el español Domingo Narciso de Allende. Se crio en el seno de una
rica familia dedicada al comercio y la agricultura. Conocido solamente como
Ignacio Allende o Allende, fue un militar y revolucionario novohispano que se
destacó como uno de los caudillos principales de la primera etapa de la Guerra de
Independencia de México. Allende cursó sus estudios en el Colegio de San
Francisco de Sales donde conoció a los hermanos Aldama, quienes, también
destacarían en el movimiento independentista.

Desde edad muy temprana, Ignacio Allende estuvo particularmente interesado en


las armas. Así, a partir de 1806 se unió al movimiento independentista al lado de
Miguel Hidalgo y Costilla, involucrándose con los conspiradores de Valladolid. De
acuerdo Hidalgo, fijó la fecha de inicio de la guerra insurgente para el 1 de octubre
de 1810, pero al ser descubierta la conspiración se vio obligado a trasladarse a
Dolores. Una vez iniciada la lucha fue nombrado Teniente General, el 22 de
septiembre de 1810, dedicándose a organizar su ejército, el cual llego a contar con
mas de cuarenta mil hombres. Destacó como un notable líder que procuraba en
todo momento evitar excesos por parte de su tropa.
Allende, por haber sido el principal promotor del levantamiento y por su
preparación militar, era quien naturalmente podía haber sido jefe de la lucha
armada; pero Hidalgo, por su carisma, decisión e influencia sobre el pueblo, fue
reconocido como cabeza de esa gesta, por el liderazgo que generaba para reunir
en el movimiento a un gran número de personas. Los jefes insurgentes eligieron a
Hidalgo, capitán general; y a Allende teniente general. Luego del levantamiento del
16 de septiembre, Ignacio Allende planeó la batalla del Monte de las Cruces, el
mayor triunfo de las tropas insurgentes de la primera etapa independentista.
Posteriormente fue derrotado, en la defensa de Guanajuato, decidiéndose a
abandonar la dirección política del movimiento para dedicarse sólo al mando
militar. Estando en la batalla de Puente de Calderón, a las afueras de Guadalajara,
actual estado de Jalisco, volvió a demostrar su capacidad al rechazar en tres
ocasiones a los realistas, pero desafortunadamente el ganador de aquella lucha
finalmente fue el Ejército Virreinal, bajo el comando de Félix María Calleja. Hidalgo
renunció entones, y Allende fue investido con el mando de tropas insurgentes.
Marcharon hacia Saltillo, siendo traicionados por Ignacio Elizondo en Acatitla de
Baján. El hijo de Allende murió en la refriega. El comandante insurgente fue
aprehendido, junto a otros líderes y parte de la tropa, se les condujo, a pie y
encadenados a Chihuahua, lugar en donde fue sentenciado a muerte y pasado por
las armas el 26 de junio de 1811, con Hidalgo, Aldama, Jiménez y Santamaría

JUAN ALDAMA
Patriota mexicano. Miembro de una hacendada familia criolla, siguió la carrera
militar en el ejército español y llegó a ser capitán de caballería del Regimiento de
la Reina.
Sin embargo, la injusticia del sistema mercantilista español, que impedía el
comercio de México con cualquier otro país que no fuera España, y la marginación
de los criollos de los altos cargos de la administración colonial y del mando del
ejército, en manos exclusivamente de españoles llegados de la península Ibérica,
convencieron a Juan Aldama de la necesidad de rebelarse contra la metrópoli,
ideal compartido por la mayor parte de los miembros de la aristocracia criolla
mexicana.
Como su hermano Ignacio Aldama, tomó parte en la conspiración de Valladolid
(1809) y en las juntas secretas de Querétaro y de San Miguel (1810). Partidario
del levantamiento dirigido por el cura Miguel Hidalgo, quien, el 16 de septiembre
de 1810, proclamó la independencia de México, Juan Aldama asumió la dirección
militar de los sublevados, con el grado de teniente general. Participó en la batalla
de Monte de las Cruces y en el asalto de Guanajuato.
A pesar de las victorias iniciales, la primera revuelta secesionista mexicana pronto
comenzó a debilitarse a causa de la superioridad militar de las tropas españolas.
En efecto, los insurrectos, mal armados y poco disciplinados, fueron derrotados
por el ejército realista de Félix Calleja en Aculco (7 de noviembre de 1810) y en
Puente de Calderón (16 de enero de 1811).
Ante la imposibilidad de continuar el avance sobre Ciudad de México, Juan
Aldama decidió retirarse hacia el norte, pero fue hecho prisionero por los
españoles en Acatita de Baján, junto con otros líderes revolucionarios, como
Ignacio María de Allende. Acusados de traición, todos ellos fueron fusilados en
Chihuahua, el 26 de junio de 1811

MARIANO ABASOLO
José Mariano de Abasolo nació el 29 de marzo de 1783, en el poblado de Dolores,
perteneciente al Estado de Guanajuato, en el seno de una rica familia de
hacendados. Fue un militar mexicano que participó en la primera etapa de la
Guerra de Independencia, luchando por el derecho a la libre determinación
nacional. Inició su carrera castrense ingresando en el Ejército colonial español. A
los veintisiete años ya era capitán del Regimiento Provincial de Dragones de la
Reina cuando comenzó la revolución en septiembre de 1810

En 1809, formó parte de una conspiración en la ciudad de Valladolid (hoy Morelia,


en el estado de Michoacán), en la que participaron militares como José María
García Obeso, José Mariano de Michelena, José María Abarca e Ignacio Allende,
entre otros. Cuando Miguel Hidalgo inició el movimiento armado, Mariano Abasolo
ostentaba el grado de capitán del regimiento de la Reina de San Miguel el Grande.
El 16 de septiembre de 1810, mientras Hidalgo convocaba al pueblo para
levantarse en armas, Abasolo salió de Dolores a San Miguel por lo que no
participó en los primeros momentos de la lucha. Varios testimonios apuntan a que
Abasolo no participó en las primeras acciones de aquella mañana del 16 de
septiembre de 1810, sólo le fue exigido dar de almorzar a los gachupines
encarcelados y que se abriera el arsenal del cuartel, órdenes a las que no se
opuso y que cumplió sin salir de su casa.

De igual forma Abasolo participó en la batalla del Puente de Calderón del 17 de


enero de 1811, defendida por unos cien mil insurgentes, finalmente derrotados por
las instruidas tropas de Calleja. Abasolo fue el primero en huir para reunirse con
Miguel Hidalgo, después se dirigieron rumbo a los Estados Unidos para buscar
adeptos y apoyo. Pero el 11 de marzo de 1811 fue aprehendido junto con Hidalgo,
Ignacio Allende y Juan Aldama, en Acatita de Baján (en el estado de Coahuila) y
llevado a Chihuahua. Todos los demás fueron condenados a morir fusilados, luego
decapitados y mostradas sus cabezas, privándolos tanto del derecho a la vida,
como del derecho a la dignidad.
En mayo de 1811 fue condenado a cadena perpetua y, el año siguiente,
trasladado preso a España. Mariano Abasolo falleció el 14 de abril de 1816. Fue
declarado "Benemérito de la Patria". Su nombre está inscrito con letras de oro en
el salón de sesiones de la Cámara de Diputados.

VICENTE GUERRERO
El Benemérito de la Patria y militar insurgente Vicente Ramón Guerrero Saldaña
nació en Tixtla (hoy Guerrero) el 9 de agosto de 1782 y murió en Cuilapan,
Oaxaca, el 14 de febrero de 1831. El estado de Guerrero, ostenta su nombre, en
honor a su heroísmo.

Vicente Guerrero, desde joven tuvo afinidad con las ideas libertarias de los
insurgentes, en diciembre de 1810 se unió a las tropas independentistas, por su
arrojo y valentía queda a las órdenes directas de Morelos. Cuando muere Morelos,
en 1815, la conducción del movimiento recae en el mismo Guerrero.

El 9 de noviembre de 1820, el virrey envía una oferta de indulto a Guerrero a


través de su padre; Vicente se muestra sensible ante el dolor de su progenitor
pero, según la versión popular, ceñida cariñosamente por la tradición oral,
responde:

Este venerable anciano es mi padre; viene a nombre del virrey a ofrecerme


dádivas, que nunca aceptaré. Respeto a mi padre y le obedezco; pero como
mexicano de honor y soldado de la libertad de mi pueblo, no puedo traicionar mi
ideal, que piensan empañar los hombres faltos de amor patrio: Mi patria es
primero”.

El 10 de enero de 1821 Guerrero recibió de Iturbide una invitación para


conferenciar sobre la Independencia; se reunieron en Acatempan y el jefe
insurgente convino en luchar al lado de sus antiguos enemigos, ocupando un lugar
subalterno. Aunque Guerrero reconoció a Iturbide como emperador pronto lo
combatió, en unión de Bravo.

En 1828 figuró como candidato a la presidencia, sin embargo se designó a


Manuel Gómez Pedraza, a lo cual se produjo un movimiento subversivo y se
declaró insubsistente la elección por lo que se designó entonces Presidente a
Guerrero y en la Vicepresidencia se designó al General Anastasio Bustamante.

Anastasio Bustamante proclamó el Plan de Jalapa y desconoció al régimen de


Guerrero y a su vez, el Congreso lo declaró imposibilitado para gobernar la
República, por lo cuál Vicente Guerrero se lanzó en una nueva guerra civil que se
prolongó todo 1830.

En enero de 1831 Vicente Guerrero fue aprendido a bordo del bergantín "El
Colombo"; un consejo de guerra lo condenó a muerte y lo fusilaron en la villa de
Cuilapan.

MARIANO MATAMOROS
(Mariano Matamoros y Guridi; México, 1770 - Morelia, 1814) Sacerdote y patriota
mexicano que luchó por la independencia a las órdenes de José María Morelos.
Mariano Matamoros siguió estudios de bachiller en artes y teología y se ordenó
presbítero en 1796. Ejerció como párroco en la capital virreinal y en Jantetelco
(actual estado de Morelos); fue en esta ciudad donde, en 1811, se dictó contra él
orden de búsqueda y captura como sospechoso de promover la causa
independentista.

Tras lograr huir, en diciembre de 1811 se unió en Izúcar (actualmente Izúcar de


Matamoros, en Puebla) a las tropas insurgentes lideradas por José María Morelos.
El propio Morelos lo nombró coronel un mes después. Al mando de sus tropas,
Matamoros conquistó en febrero de 1812 la ciudad de Cuautla y la defendió del
cerco realista.

En noviembre de 1812, ya como lugarteniente de Morelos, se distinguió en la toma


de Oaxaca y, en junio de 1813 Morelos lo ascendió a general. Matamoros derrotó
en Tonalá y en San Agustín del Palmar a las tropas realistas. El 23 de diciembre
de 1813 atacó la ciudad de Valladolid (actual Morelia), pero se vio obligado a
retirar a sus hombres.

Perseguido por los soldados de Ciriaco de Llano y Agustín de Iturbide (que era por
entonces militar realista), fue capturado en Puruarán (Michoacán) el 5 de enero de
1814 y fusilado en Valladolid un mes después, a pesar de la oferta de Morelos de
intercambiarlo por doscientos prisioneros realistas.

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