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I.-ANTECEDENTES:
1.- De la demanda: Por escrito de folios 232 a 251, Cayetano Saldaña Vásquez;
Margarita Martínez Alvarado; Celofe Martínez Oliva, en nombre propio y en
representación de sus menores hijos Francisco Aurelio y Filomena Milagros Amoros
Martínez; Osman Hittler Cerna Martínez; Santos David Guarniz Chuquiruna; Joselito
Romel Guarniz Chuquiruna; Rosa Isabel Gómez Alejos, en nombre propio y en
representación de sus menores hijos Edwin y Leyler Salazar Gómez; Elizabeth Shawer
Callirgos Torres, en nombre propio y en representación de su menor hijo Luis
Anderson Miranda Callirgos; José Azañero Chuquiruna, en nombre propio y en
representación de sus menores hijos María Rocío y José Henys Azañero Pérez;
Braulio Castrejón Saldaña; Ángela Miranda Villareal, en nombre propio y en
representación de su menor hijo Ronal Joel Martínez Miranda; Alindor Martínez
Muñoz; Catalina Pérez Durán; Juan Narciso Chilón Pérez y Juana Chilón Pérez, en
nombre propio y en representación de sus menores hijos Luo Finan, Jiancli Emeis y
Elisin Susana Duran Chilón, interponen demanda de indemnización por daños y
perjuicios derivados de responsabilidad civil extracontractual (daño material:
bioambiental y a la salud personal; daño moral y daño psicosocial), contra Minera
Yanacocha SRL, solicitando, como pretensión principal, el monto total de $
4,300,000.00 Dólares Americanos (Cuatro millones trescientos mil con 00/100 dólares
USA), en las proporciones señaladas en el petitorio de la demanda (folios 233 y 234);
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asimismo, como pretensiones accesorias, solicitan se les pague un seguro médico y
un seguro de vida a cada uno de los recurrentes y de sus hijos, por una suma no
menor de $ 100,000.00 (Cien mil con 00/100 dólares americanos) por el lapso de 30
años; se cumpla con descontaminar sus viviendas de los materiales químicos cuya
presencia ha generado los daños reclamados; más intereses legales y las costas y
costos procesales y multas, en caso de oposición. Se manifiesta concretamente que,
con fecha 02 de junio de 2000, un camión de la empresa RANSA S.A., procedente del
campamento de la demandada, con destino a la ciudad de Lima y que transportaba
mercurio, derramó 152 kilogramos de dicha sustancia en las localidades de Chotén,
San Juan, La Calera, El Tingo, San Sebastián de Choropampa y Magdalena; al ver la
sustancia plateada, los moradores de estos lugares que se hallaban por las
inmediaciones comenzaron a manipular y recoger dicha sustancia, sin que tuvieran
conocimiento del peligro al cual estaban expuestos; que al día siguiente se presentó la
primera víctima de intoxicación aguda por exposición al mercurio; ante lo cual se puso
esta situación en conocimiento de los funcionarios de la demandada, quienes hacia el
mediodía arribaron a la ciudad de Choropampa conjuntamente con autoridades de
entidades públicas; sin embargo, les dijeron que el mercurio derramado no era
contaminante; que el día 9 de junio de dicho año, el representante de la minera
demandada ofreció cien nuevos soles por kilogramo de mercurio recuperado; que el
día 13 recién la demandada y las entidades públicas tomaron cartas en el asunto y
comenzaron a realizar acciones de monitoreo, limpieza y proporción de medicamentos
a la población afectada, que a tal fecha ya superaba las 700 personas; las que eran
atendidas en el Centro de Salud de Choropampa (principal lugar del derrame y de la
contaminación) y en el Hospital Regional de Cajamarca; que todos los pobladores del
lugar se han encontrado en medio de un ambiente contaminado con niveles de
mercurio que excedían en muchas décimas los mínimos que se encuentran previstos
por los organismos nacionales e internacionales; que más de 250 casos se han tratado
con el medicamento quelantes, el cual la sociedad médica de EEUU ha dispuesto se
saque del mercado por su alto grado de complicaciones y sus riesgos en la aplicación
de pacientes sometidos a intoxicaciones agudas, sin que la demandada haya
obedecido; asimismo se manifiesta que los exámenes realizados a la población
afectada en la totalidad de los casos tratados revelan que existió una intoxicación por
mercurio, que se ha convertido en crónica; de la misma manera se indica que se ha
acreditado que el mercurio transportado no había estado previsto que se haga el día
del accidente, por lo que estuvo mal acomodado; además de que los balones de
mercurio, algunos de ellos vetustos, no se encontraban sobre las estructuras
especiales que dicha carga requería, entre otras deficiencias; expresan también, que
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los recurrentes se encuentran en demasía intoxicados por mercurio producto de su
aspiración y manipulación del metal; y, que el tratamiento al cual fueron sometidos
tuvo como medicamento a los quelantes, los cuales en lugar de solucionar el problema
lo han convertido en crónico; por lo que han sido víctimas de un daño grave e
irreversible, quedando expuestos a enfermedades degenerativas; todo ello y los
sufrimientos y vejámenes padecidos, han ocasionado que hayan estado sumidos en
profundas crisis emocionales, pues la tensión, preocupación y desesperación por lo
sucedido ha afectado en sobremanera sus vidas en el aspecto moral y en su salud.
2.- Auto admisorio: A través de resolución número Uno, de fojas 252 a 253, la
demanda fue admitida a trámite en la vía del proceso de conocimiento, confiriéndose
traslado a la entidad demandada para que la conteste dentro del plazo de treinta días,
bajo apercibimiento de ser declarada rebelde; así como se concedió auxilio judicial a
los demandantes.
Denuncia Civil: Apersonada mediante escrito de folios 263 a 267, con escrito de folios
269 a 271, formula denuncia civil, a fin de que se llame a intervenir en el presente
proceso, como demandada, a RANSA COMERCIAL S.A.
Cuestiones probatorias: Interpuestas mediante escrito de folios 272 a 282, contra los
siguientes medios probatorios ofrecidos por la parte demandante: Oposición contra el
informe solicitado a la defensoría del pueblo respecto del informe defensorial N°62.
Tacha contra la hoja de relación de resultados de orina, presentado como anexo 1-B;
contra la copia del Informe defensorial N°62 sobre derrame de mercurio, adjuntado
como anexo 1-E; y, contra la copia del estudio de diagnóstico y evaluación de salud,
adjuntado a la demanda como Anexo 1-G.
Mediante Resolución Número Dos, de folios 239 a 240, entre otros, se tiene por
apersonada a Minera Yanacocha S.R.L., se corre traslado de las cuestiones
probatorias formuladas.
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de representación defectuosa e insuficiente de las codemandantes Cleofe Martínez
Oliva y Rosa Isabel Gomez Alwjos, de los menores Francisco Aurelio Amoros
Martínez, Filomena Milagros Amoros Martínez, Edwin Salazar Gómez y Leyler Salazar
Gómez.
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4.- Actos principales de RANSA COMERCIAL S.A
Mediante resolución número Seis, que obra a folios 401, se tiene por incorporada al
proceso a RANSA COMERCIAL S.A., a través de su representante legal, como
litisconsorte de la demandada Minera Yanacocha S.R.L.
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bien riesgoso o peligroso, indican que fue la exposición al mercurio la fuente causante
del supuesto daño, no la actividad de transporte que ellos realizaron, pues las causas
del derrame de mercurio no derivan de un incumplimiento por parte de Ransa
Comercial S.A. que como transportista le corresponden. Se produjo la ruptura del nexo
causal debido a la negligencia de los pobladores al haberse expuesto al mercurio.
5.- Mediante escrito de folios 1370 a 1372, Minera Yanacocha, hace extensivas las
Cuestiones probatorias que interpuso contra los medios probatorios por la parte
demandante, a los medios probatorios ofrecidos por Ransa Comercial por cuanto y en
cuanto dicha empresa se ha remitido a los medios probatorios ofrecidos por los
demandantes ofrecidos en su escrito de demanda, frente a lo cual Ransa Comercial,
mediante escrito de folios 1377 a 1378, absuelve señalando que los medios
probatorios que ofreció en su contestación están referidos solo a aquellos medios
idóneos ofrecidos tanto por la parte demandante, como por la demandada Minera
Yanacocha S.R.L., por lo que, en caso de que el Juzgado determine que alguno deba
desestimarse, aceptarán dicha decisión.
6.- Luego, mediante resolución número Diecisiete, obrante a folios 1424, se integró de
oficio a la relación jurídica procesal a Esteban Arturo Blanco Bar, como litisconsorte
necesario pasivo; disponiéndose su emplazamiento con la demanda. Dicho
litisconsorte, por escrito de fojas 1432 a 1434, se apersona al proceso y solicita auxilio
judicial, el mismo que se le es concedido por resolución número dieciocho, de fojas
1435, con la cual también se lo tiene por apersonado. Por escrito que obra de folios
1446 a 1492, formula excepción de prescripción extintiva de la acción, conclusión del
proceso por transacción y falta de legitimidad para obrar respecto de la pretensión
indemnizatoria por daño ambiental; y, a su vez contestó la demanda dentro del plazo
conferido, negándola y contradiciéndola, en virtud de los fundamentos vertidos en su
escrito.
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número treinta y cinco, de folios 1828 a 1829, se aprueba la transacción judicial de
Alindor Martínez Muñoz, Margarita Martínez Alvarado y Leyler Salazar Gómez; por
último, mediante resolución que obra de folios 1977 a 1978, se aprueba la transacción
judicial presentada para su homologación, por los abogados de los demandantes
Francisco Aurelio y Filomena Milagros Amoros Martínez. Declarándose, en
consecuencia, concluido el proceso respecto de dichos demandantes.
8.- Mediante resolución número cuarenta y uno, de folios 2037 a 2050, se fijan los
puntos controvertidos, y se admiten los medios probatorios; en tanto que la audiencia
de pruebas se desarrolló en los términos y rubros del acta de folios 2421 a 2423 y de
folios 2543 a 2548.
9.- Por resolución de folios 2729, entre otros, se da cuenta para sentenciar.
II.-CONSIDERACIONES:
PRIMERO: Acorde al artículo 300° de Código Procesal Civil “Se puede interponer
tacha contra los testigos y documentos. Asimismo, se puede formular oposición a la
actuación de una declaración de parte, a una exhibición, a una pericia o a una
inspección judicial. También pueden ser materia de tacha y de oposición los medios
probatorios atípicos.” (Subrayado nuestro); a su vez, el artículo 301° del mismo cuerpo
normativo, señala que “La tacha u oposición contra los medios probatorios se
interponen en el plazo que establece cada vía procedimental, contado desde notificada
la resolución que los tiene por ofrecidos, (…) La actuación de los medios probatorios
se realiza en la audiencia conciliatoria o de fijación de puntos controvertidos. El medio
probatorio cuestionado será actuado, sin perjuicio de que su eficacia sea resuelta en la
sentencia, salvo decisión debidamente fundamentada e inimpugnable.”.
De ello se infiere que la tacha y oposición son medios de impugnación remedial, que
buscan cuestionar la eficacia probatoria del medio de prueba postulado; así pues, por
la tacha se denuncia la invalidez o ineficacia probatoria de una prueba aportada, para
que el juez no la tenga en cuenta al momento de apreciar el material probatorio, por
otro lado la oposición tiene por objeto cuestionar un medio probatorios aportado al
proceso por deficiencias en el mismo y no lograr que tenga un lugar en su actuación.
El artículo 242° del Código Procesal Civil establec e: “Si se declara fundada la tacha de
un documento por haberse probado su falsedad, no tendrá eficacia probatoria. Si en
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proceso penal se establece la falsedad de un documento, éste carece de eficacia
probatoria en cualquier proceso civil”; mientras que el siguiente artículo 243° dice:
“Cuando en un documento resulte manifiesta la ausencia de una formalidad esencial
que la ley prescribe bajo sanción de nulidad, aquel carece de eficacia probatoria. Esta
declaración de ineficacia podrá ser de oficio o como consecuencia de una tacha
fundada”.
SEGUNDO: Mediante escrito de folios 272 a 282, interpone las siguientes cuestiones
probatorias contra los medios probatorios ofrecidos en el escrito de demanda, con
absolución de la parte demandante, mediante escrito que obra de folios 968 a 971,
conforme a lo fundamentos allí esgrimidos, respecto de lo cual se tiene:
Oposición contra:
- El informe solicitado a la defensoría del pueblo respecto del informe defensorial
N°62, indicando que dicho informe no le es oponible ni puede tener mérito
probatorio en su contra, debido a que dicho informe es el resultado de una
investigación iniciada por la Defensoría del Pueblo con el objeto de determinar el
cumplimiento de los deberes legales de las entidades estatales con competencia
para intervenir en el derrame de mercurio que tuvo lugar el 02 de junio del 2000,
no obstante, no fueron oídos en la investigación realizada ni se les dio la
oportunidad de hacerlo, con lo cual se vulnera su derecho constitucional de
defensa y a un debido proceso. Al respecto se tiene que, solo se puede formular
oposición a la actuación de una declaración de parte, a una exhibición, a una
pericia o a una inspección judicial; sin embargo, en el presente caso, la parte
demandante no ha ofrecido la exhibición de dicho informe defensorial, sino que su
medio probatorio ofrecido ha sido el informe que la Defensoría del Pueblo evacue
sobre la elaboración y autoría del mismo (ver punto 7.1 de la demanda),
habiéndolo presentado en copia simple (anexo 1-E, folios 82 a 155); siendo así, la
demandada estaría cuestionando la autenticidad de un documento preexistente
(una documental), lo cual no es jurídicamente posible de hacer a través de la
oposición, por lo que esta resulta improcedente.
Tacha contra:
- Hoja de relación de resultados de orina, presentado como anexo 1-B, señalando
que es absolutamente apócrifo, al no contar con certificación y/o autenticación
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alguna que permita reconocer que ha sido emitido por la autoridad de la Salud,
como lo afirma la parte demandante, por lo que, no tiene eficacia probatoria,
tratándose además de un documento inintelegible cuyas copias no permiten
verificar si los demandantes se encuentran en la lista que contiene. Observando
tal documento, obrante de folios 14 a 23, se tiene que si bien se verifica que no
cuenta con firma o sello de quien lo emite, ello no necesariamente hace al
documento cuestionado falso, en la medida que se trata de una copia simple que
aparentemente está incompleta; y sobre el argumento de que es inintelegible
evidentemente no puede sustentar una tacha; por lo que, en la hipótesis de que
no se valore tal documento será de entera responsabilidad de quien lo ofreció, por
el principio de la carga probatoria, pero la tacha tiene que ser desestimada, por no
haberse probado de manera fehaciente la falsedad alegada; esto es, la existencia
de un documento no auténtico por no guardar correspondencia entre su
contenido, o la firma impresa o identidad, con la realidad del acto o hecho
acontecido (especialmente si son inexistentes), o con la persona a quien se le
atribuye su autoría; y menos haberse demostrado que para la emisión de un
documento de esta naturaleza existan formalidades esenciales previstas en la ley,
cuya ausencia determine su nulidad absoluta.
- La copia del Informe defensorial N°62 sobre derrame de mercurio, adjuntado
como anexo 1-E, de folios 82 a 155. Indicando que dicho documento no se
encuentra firmado por funcionario alguno, por lo que, carece de todo valor
probatorio, siendo también inconstitucional porque la empresa demandada nunca
fue oída en la investigación realizada por la Defensoría del Pueblo ni le ha dado
oportunidad de hacerlo y defenderse como cualquier ciudadano tiene derecho de
hacerlo. Con relación a lo primero podemos indicar que es verdad que en la copia
anexada a la demanda figura tal omisión, pero la misma no hace al documento
falso o nulo, pues para ello debe haberse probado que su contenido no se
corresponde con la realidad de los hechos que relata; asimismo, debe tenerse en
cuenta que se trata de un documento público expedido dentro del contexto de
facultades que tiene este organismo del Estado, cuyo contenido es de
conocimiento de toda la sociedad pues ser halla expuesto en la página web de
dicha entidad. Por otro lado, respecto al valor que pueda tener este informe
defensorial que no contó con la intervención de la demandada, debemos indicar
que esa parte es función exclusiva del juez, quien oportunamente podrá expresar
si el informe presentado constituye una prueba directa que aporta a la resolución
de este conflicto o, en su caso, se señalará el grado de convicción que le genera.
Debiendo aclarar que la no intervención de la demandada no implica que dicho
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informe sea nulo o falso, pues para llegar a una de estas conclusiones se requiere
que se demuestre objetivamente la vulneración de un requisito de forma esencial
en la elaboración del documento cuya omisión esté sancionada con nulidad. Por lo
que, esta tacha, también debe ser rechazada.
- La copia del estudio de diagnóstico y evaluación de salud, adjuntado a la
demanda como Anexo 1-G, de folios 164 a 194. Aludiendo que se trata de un
documento apócrifo que no cuenta con la suscripción del supuesto autor del
mismo, la Dra. Rosa Falconí Sandoval; y, que este documento se trata de una
pericia de parte, la cual de acuerdo al artículo 264° del Código Procesal Civil,
únicamente puede ser ofrecida si es que en la demanda se hubiera ofrecido una
pericia con arreglo al artículo 263° del mismo códi go, lo cual no se ha hecho.
Como se advierte, el primer fundamento no convierte en falso al documento, pues
se reitera que para ello se necesita indubitablemente que se acredite que quien
aparece como su autora en verdad no lo haya elaborado, como habría ocurrido si
la Dra. Rosa Falconí Sandoval en forma posterior hubiera negado su autoría. En
cuanto al segundo argumento, se colige que no puede sustentar una tacha,
porque ésta exige demostrar fehacientemente la falsedad o la nulidad de un
documento por aspectos estrictamente formales, pero esenciales, y no por
cuestiones que conciernen al contenido valorativo del medio probatorio, o a su
pertinencia, o a su idoneidad. Se reitera una vez más que si se afirma que es un
documento falso o nulo, la carga probatoria exige que tal aseveración sea
demostrada con medios probatorios idóneos; pero en este caso ello no ha
ocurrido, por cuanto el sustento de esta cuestión probatoria tiene que ver con
criterios valorativos, sin que se haya ofrecido medio probatorio capaz de probar lo
argüido. Sin perjuicio de lo razonado en forma precedente y de que, por ende, la
tacha deba ser desestimada, se subraya que la real eficacia probatoria de este
documento será sopesada más adelante, en conjunción con los demás medios de
prueba admitidos.
- En cuanto a la extensión de las Cuestiones probatorias que hizo Minera
Yanacocha, mediante escrito de folios 1370 a 1372, contra los medios probatorios
ofrecidos por Ransa Comercial por cuanto y en cuanto dicha empresa se ha
remitido a los medios probatorios ofrecidos por los demandantes ofrecidos en su
escrito de demanda y contra los cuales ha interpuesto tachas, se tiene que Ransa
Comercial, mediante escrito de folios 1377 a 1378, absuelve señalando que los
medios probatorios que ofreció en su contestación están referidos solo a aquellos
medios idóneos ofrecidos tanto por la parte demandante, como por la demandada
Minera Yanacocha S.R.L., por lo que, en caso de que el Juzgado determine que
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alguno deba desestimarse, aceptarán dicha decisión, en consecuencia, estese a
lo resuelto.
TERCERO: Mediante escrito de folios 377 a 379, interpone las siguientes cuestiones
probatorias contra los medios probatorios ofrecidos en el escrito de demanda, sin
absolución de la parte demandante:
Tacha contra:
- La hoja de relación de resultados de orina (medio probatorio 7.2.2), obrante de
folios 14 a 23, Indicando que es un documento ilegible, vulnerando de esta
manera el derecho de los demandados a la tutela jurisdiccional efectiva, pues
recorta la defensa de sus derechos, siendo además que es apócrifo, pues no
cuenta con sello alguno de algún organismo de salud que convalide o respalde lo
supuestos resultados. Al respecto, se tiene que al ser los argumentos,
básicamente los mismos que los expuestos por Minera Yanacocha, en su tacha
contra el mismo medio probatorio, se debe declarar infundada la presente tacha
por los mismos argumentos expuestos precedentemente, ya que, en resumen, no
se ha logrado demostrar que tal documental carezca de formalidad prevista por
ley con sanción de nulidad o que no responda a la verdad.
- La copia del informe número 62º (medio probatorio 7.2.5), obrante te de folios 82 a
155, alegando que se encuentra incompleto ya que ha eliminado de este las
primeras páginas y los anexos en su integridad, siendo que tampoco se encuentra
suscrito por funcionario público que se haga responsable de lo que esas copias
manifiestan. Sobre esta, como se ha dicho al resolver este cuestionamiento
planteado también por Minera Yanacocha, las razones que sostiene la tacha no
pueden ser consideradas como suficientes para acreditar la falsedad del
documento; asimismo, RANSA comercial, tampoco ha ofrecido ningún medio de
prueba adicional que le reste mérito al informe que, como se ha dicho, es un
documento público. Cabe indicar que si el documento tuviera o no anexos es una
cuestión que no es imprescindible conocerla para valorar dicho informe y ello
además no puede afectar necesariamente su validez, pues se infiere que los
anexos son documentos complementarios de la investigación llevada a cabo,
debiendo tenerse en cuenta también, lo ya indicado, esto es, que es un
documento puesto a disposición del público a través de la página web de la
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Defensoría del Pueblo. En consecuencia, se debe desestimar también la presente
tacha.
- La copia del estudio de diagnóstico y evaluación de salud, (medio probatorio
7.2.7). Aludiendo que dicho informe, mal llamado estudio, es una simple
recopilación de los hechos, no sabiendo la fuente de la cual fueron tomados, por
lo que, esta opinión personal no contiene el sustento necesario, como son
estudios médicos y pruebas, que acrediten su contenido, no cumpliendo así con
los requisitos a que se refieren los artículos 262° y 263° del Código Procesal Civil.
El escrito presentado no constituye, dictamen ni informe técnico ni menos es
especializado, finalmente al no señalar la señora Rosa Falconi Sandoval su
número de colegiatura, no se acredita como profesional médico para desempeñar
actividades de este tipo, de acuerdo a lo establecido en la Ley General de la
Salud, Ley N° 26842, deviniendo en nulo de pleno de recho. Al respecto, es de
aclarar que, el hecho de que se no se haya consignado el número de colegiatura
de la profesional que ha elaborado tal informe, no lo convierte a éste en nulo, por
no existir dispositivo taxativo alguno que sancione con nulidad la inobservancia de
tal situación, pues, como ya se expuso, la tacha contra un documento solo puede
ser amparada cuando éste adolece de falsedad o carece de formalidad esencial
sancionada con nulidad; por lo que, al no haberse ofrecido medio de prueba que
haga ver que la información que se contiene es falsa y por tanto no deba ser
considerada, resaltando que será el juez quien determine los alcances del valor
probatorio de esta documental, se procede a declarar infundada la presente
cuestión probatoria.
- La copia del acta de verificación de fecha 06 de diciembre del 2001, (medio
probatorio 7.2.8), mencionando que este es un documento incompleto, ilegible e
incoherente que vulnera el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, consagrado
en el artículo I del Título Preliminar del Código Procesal Civil, toda vez que recorta
la defensa de sus derechos, con sujeción a un debido proceso. Sobre la
ilegibilidad, se tiene que no es argumento que pueda sustentar una tacha; ya que,
la eficacia de un medio probatorio será evaluada al momento de la valoración de
los mismos; declarándose, en consecuencia, infundada la presente cuestión
probatoria.
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homologación de la transacción practicada por otros, tal como se aprecia de autos; el
proceso únicamente gira respecto de la controversia planteada por las demandantes:
Santos David Guarniz Chuquiruna; Juana Chuquiruna Portilla (mamá Joselito Romel
Guarniz Chuquiruna); José Azañero Chuquiruna, María Rocío Azañero Pérez y José
Henys Azañero Pérez; por lo que, con respecto de ellos, el problema jurídico a
resolver, fijado a través de los puntos controvertidos, es:
Siendo en función de ellos, que se tiene que tornar el análisis de la prueba aportada
en autos y por ende, la decisión judicial, de conformidad con lo dispuesto en los
1
artículos 188°, 196° y 197° del Código Procesal Civil, caso contrario, será de
aplicación lo dispuesto por el artículo 200° de la norma en mención. Previo a dicho
análisis se deben resolver las cuestiones probatorias interpuestas en el presente
proceso.
QUINTO: Bajo ese contexto, en primer lugar, cabe hacer un análisis previo y somero
de la responsabilidad civil extracontractual, específicamente de sus elementos: la
antijuricidad, el daño causado, el nexo de causalidad y los factores de atribución.
1
Artículo 197°.- Todos los medios probatorios son v alorados por el Juez en forma conjunta utilizando su apreciación
razonada. Sin embargo, en la resolución solo serán expresadas las valoraciones esenciales y determinantes que
sustentan su decisión. (Negrita agregada).
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El segundo elemento alude a un menoscabo o detrimento a un interés
jurídicamente tutelado de los particulares que se desenvuelven sobre la base de los
principios orientadores de una convivencia pacífica. El daño emergente es aquél que
genera el egreso de un bien del patrimonio de la víctima. El lucro cesante es lo que la
víctima deja de percibir por efecto del daño en determinado bien, es decir, que por
efectos del daño no ha ingresado cierto bien a su patrimonio. El daño moral es la
lesión a los sentimientos de la víctima y que le produce un gran dolor, aflicción o
sufrimiento. Evidentemente en el daño moral se afecta la esfera subjetiva e íntima de
la persona, afectándose inclusive su honor y reputación, en cuanto proyecciones de
aquélla hacia la sociedad, si es que con tales aflicciones se la desprestigia
públicamente. Por su parte, el daño a la persona es conocido como daño a la libertad
o al proyecto de vida y es aquél que recae sobre la persona del sujeto que le impide
realizar su actividad habitual, que es la que efectuaba para proveerse de los bienes
indispensables para su sustento, así como también en la que estaban plasmadas las
metas que le permitirían su realización personal; asimismo, dentro de este daño se
comprende la lesión a la integridad física y psicológica del afectado.
SEXTO: En ese orden de ideas, la máxima instancia judicial, como intérprete supremo
de la ley, en su rol de uniformizar la jurisprudencia, ha fijado criterios respecto al daño
a la salud en casos de exposición a mercurio. Así, en el 7mo considerando de la
Casación N° 5378-2006-Cajamarca, de fecha 20-10-200 8, emitida por la Sala Civil
Transitoria de la Corte Suprema de Justicia, dejó sentado que no se acredita el daño
cierto a la salud cuando los niveles de mercurio hallados en las muestras de orina se
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encuentran dentro de los valores normales, asumiendo previamente como pautas para
establecer su existencia los determinados por el CICOTOX –Centro de Información,
Control Toxicológico y Apoyo a la Gestión Ambiental de la Facultad de Farmacia y
Bioquímica de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos–, estas son: VALOR
NORMAL DE MERCURIO: no superior a 20 ug/L en la orina (o 10 ug/L en la sangre); y
VALOR TÓXICO: superior a 150 ug/L en la orina (o 35 ug/L en la sangre).
SÉTIMO: Sabido es que, la carga de probar corresponde a quien afirma hechos que
configuran su pretensión, o a quien los contradice alegando nuevos hechos (artículo
196° del Código Procesal Civil). En esta senda, un conocido aforismo reza: "tanto vale
no tener un derecho, como tenerlo y no poder probarlo", por ello es que Bentham2
indica que: "El arte del proceso no es esencialmente otra cosa que el arte de
administrar las pruebas". Así pues, el tema de la prueba es de cardinal importancia
para las partes en el proceso, ya que del valor o fuerza que tengan las pruebas que
aporten en el proceso, dependerá si resultan victoriosas en el mismo. Igualmente, este
tema constituye el insumo esencial para que el Juez pueda emitir el respectivo
pronunciamiento de mérito.
2
BENTAHM, Jeremías. Tratado de las Pruebas Judiciales. Volumen I. Ediciones Jurídicas Europa-
América. Buenos Aires. 1971, p.10.
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recurrentes, a la fecha de ocurrido el suceso damnificador, vale decir, el 02 de junio
del 2000, o con posterioridad a éste, hayan presentado en sus organismos valores de
toxicidad.
- Veamos, sobre Santos David Guarniz Chuquiruna, a folios 2248, obra el análisis
toxicológico de fecha 16/06/2000, remitida por el Centro de Salud Choropampa,
especifica que presenta como antecedentes resultados de análisis de
concentración de mercurio en orina de 32.13 ug/L, y en el análisis de fecha
19/09/2000 constata 24.59 ug/L.
- Sobre José Henys Azañero Pérez, la constancia remitida por el centro de salud de
Choropampa, adjunta a la demanda, indica que dicho paciente presenta como
antecedentes de atención en dicho puesto lo siguiente: 03 de setiembre de 2001:
Dx: Rinofaringitis Aguda; como es de verse, no se menciona atención alguna
respecto a intoxicación de mercurio ya sea en la orina o en la sangre.
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insuficiente para acreditar en forma debida esta especial naturaleza de daños, las
atenciones médicas que cada uno de ellos reporta en la natural evolución del tiempo,
ya que, no han sido contrastadas con un peritaje especializado para determinar
científicamente respecto a su posible causa, razón por la cual, no es posible obtener
válidamente conclusiones sobre temas que ineludiblemente necesitan y exigen de
intervención profesional especializada.
Todo ello determina que, en aplicación de lo estatuido por el artículo 200° del
Código Procesal Civil, la demanda sea declarada infundada en todos sus extremos, al
no haberse acreditado con medios probatorios contundentes los hechos afirmados en
el postulatorio, de ahí que, amerita desestimarla. En lo que concierne a las
pretensiones sobre contratación y pago de un seguro médico y un seguro de vida, y de
que se ordene la descontaminación de sus viviendas de los materiales químicos cuya
presencia ha generado los daños reclamados; no es posible ampararlas, ya que, al
declararse infundada la pretensión principal, las postuladas como accesorias siguen la
misma suerte; lo tiene así regulado el artículo 87° del código procesal tantas veces
citado.
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Respecto a las costas y costos procesales, como se advierte del auto
admisorio, se ha concedido auxilio judicial a los demandantes, por lo que concurre el
supuesto establecido en el segundo párrafo del artículo 413° del Código Adjetivo, que
señala “Están exoneradas de los gastos del proceso las Universidades Públicas,
quienes obtengan Auxilio Judicial y la parte demandante en los procesos de alimentos
dentro de los límites establecidos en la ley (…)” (Subrayado agregado); además, se
considera que ha existido en los demandantes razones para litigar, dada la magnitud
del caso y la influencia directa que vivieron por ser moradores de la zona afectada, en
consecuencia, se exime del pago de costas y costos a la parte demandante.
III.-DECISIÓN:
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