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personas lleva consigo una gran cantidad de problemas. Mientras más personas sean
citadas, más crece la probabilidad de que algo falle. La correcta organización de un evento
pasa por la previsión y resolución de todos estos problemas que surgen sobre la marcha.
Situaciones que pueden pasar un evento:
1. COMUNICACIÓN DEFICIENTE ENTRE CLIENTE, AGENCIA Y PROVEEDORES
Uno de los principales inconvenientes para organizar un evento suele ser el flujo
de comunicación que se establezca entre la agencia y el cliente. Si este flujo es
fluido y correcto, todo perfecto, pero en muchas ocasiones no recibes la
información necesaria o, sobre todo, fuera de tiempo por parte del cliente lo que
entorpece y retrasa las labores organizativas.
Para el cliente es difícil depositar confianza en una agencia, por ello una
comunicación profesional, fluida, empática y totalmente transparente, es esencial
para que el cliente confíe en nosotros y de este modo crear eventos disruptivos y
más creativos y trasgresores que aporten un valor diferencial al producto y a la
marca.
Hay que tener un plan alternativo, y más si cabe en ubicaciones al exterior, debido
a que las condiciones meteorológicas pueden afectarnos. Por tanto, siempre
deberemos tener planteada una alternativa que podamos utilizar rápidamente sin
perder calidad.
3. CLIMATOLOGÍA ADVERSA.
La climatología es un clásico en los imprevistos que no sólo puede suponer el tener
que cambiar la celebración de un cocktail en un jardín a un espacio cerrado, sino
que puede incluso afectar a la agenda de actividades de un viaje de incentivo que
puede incluir un paseo en bicicleta o una actividad acuática y que por las
inclemencias del tiempo hay que suspender. Siempre hay que tener alternativas y
si optamos por un venue de bonitos jardines para un evento, debemos percatarnos
de que contempla espacios cubiertos por si la lluvia sorprende el día del evento.
Igualmente pasa con las actividades.
Existen muchos más condicionantes además de la lluvia, como por ejemplo el
viento o incluso el calor o el frío, que debemos considerar a la hora de planificar un
evento.
6. EL FACTOR TIEMPO.
En numerosas ocasiones se trabaja contra reloj porque se dilatan las decisiones del
cliente. Esto obliga a organizar y planificar en tiempo record. Si a esto le añadimos
las modificaciones y cambios de última hora puede llegar a provocar situaciones de
estrés que en nada benefician al evento.
7. FALTA DE PROFESIONALIDAD.
Es importante trabajar con profesionales, tanto con organizadores de eventos
como con proveedores. Son ellos los que aportan soluciones a los posibles
imprevistos que puedan surgir. Un error es trabajar con gente no cualificada. Hay
que prestar una especial atención a nuestras agencias de logística, mensajería, etc.
para cubrir de manera adecuada nuestros plazos de entrega y que de esa manera
no repercuta en el buen funcionamiento de nuestro acontecimiento.
8. TECNOLOGÍAS Y CONECTIVIDAD.
Los fallos tecnológicos pueden jugarnos una mala pasada en más de un evento: un
micrófono que no funciona, la presentación de un ponente que no se carga… La
solución a este tipo de imprevistos es reforzar el equipo audiovisual que en un
principio se necesita y sobre todo, realizar los ensayos técnicos previos que sean
necesarios.
Sin duda alguna, la tecnología ha cambiado por completo la comunicación en vivo
y en directo. Sin embargo, en ocasiones puede causar inconvenientes, por lo que
es imprescindible contar con un equipo de profesionales que esté coordinado en
todo momento, además de asegurarnos previamente que los contenidos se
adaptan perfectamente a los diferentes dispositivos.