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El documento proporciona pautas para comunicarse de manera accesible con personas con limitaciones cognitivas, como usar frases cortas y directas sin información innecesaria, dividir la información en mensajes cortos, evitar el lenguaje abstracto y las negaciones, y usar un vocabulario sencillo y consistente. También recomienda reforzar el lenguaje verbal con lenguaje no verbal, dar los mensajes en lugares tranquilos, y asegurarse de que la persona haya comprendido el mensaje.
El documento proporciona pautas para comunicarse de manera accesible con personas con limitaciones cognitivas, como usar frases cortas y directas sin información innecesaria, dividir la información en mensajes cortos, evitar el lenguaje abstracto y las negaciones, y usar un vocabulario sencillo y consistente. También recomienda reforzar el lenguaje verbal con lenguaje no verbal, dar los mensajes en lugares tranquilos, y asegurarse de que la persona haya comprendido el mensaje.
El documento proporciona pautas para comunicarse de manera accesible con personas con limitaciones cognitivas, como usar frases cortas y directas sin información innecesaria, dividir la información en mensajes cortos, evitar el lenguaje abstracto y las negaciones, y usar un vocabulario sencillo y consistente. También recomienda reforzar el lenguaje verbal con lenguaje no verbal, dar los mensajes en lugares tranquilos, y asegurarse de que la persona haya comprendido el mensaje.
Pautas de lenguaje hablado accesible con personas con limitaciones en la
capacidad de cognición Utilizar frases cortas y directas que no contengan
información innecesaria y un lenguaje deliberadamente claro. Por ejemplo: es mejor decir "Josu, coge tu abrigo que decir "Josu, puedes darte prisa y coger el abrigo, por favor. Tendemos a utilizar mensajes más largos, porque son más completos y más educados, pero lo cierto es que son más susceptibles de interpretarse de forma errónea que los mensajes cortos y, además, presentan mayor riesgo de que la persona deje de prestarnos atención. Para que el mensaje corto y directo no resulte frío e imperativo, conviene acompañarlo de un tono amable, no imperativo. Dividir la información que deseemos transmitir en mensajes cortos; de esa manera, además de facilitar la comprensión tendremos más oportunidades de reforzar sus respuestas. Por ejemplo: en lugar de decir: Laura, coge el bañador y la toalla, ponte el abrigo y métete en el coche", conviene decir: "Laura, coge el bañador y la toalla"; "iMuy bien!"; "Ponte el abrigo":"iMuy bien!": "Ahora, métete en el coche"; i Estupendo!". Tratar de evitar el lenguaje abstracto. Algunas personas con discapacidad presentan serias dificultades para entender conceptos temporales, de modo que palabras como "mañana", "esta tarde", "a las tres", "más tarde", "pronto" o "ayer" carecen totalmente de sentido para ellas. Podemos relacionar los conceptos temporales con alguna rutina, para conseguir que se oriente mejor, por ejemplo, se acuerda de que mañana es viernes porque jugamos al bingo. Tratar de utilizar un vocabulario sencillo, consistente y que la persona conozca. Puede resultar confuso para muchas personas con discapacidad utilizar diferentes palabras para referirse a un mismo objeto: abrigo, anorak, zamarra, chaquetón, etc. Evitar las palabras que indican negación porque pueden resultar difíciles de entender y, por lo tanto, pueden ser el antecedente claro de conductas muy negativas. Por ejemplo, si decimos "No vas a ir a nadar esta tarde" y la persona no comprende la palabra "no" entenderá que si va a ir a nadar, lo que, llegado el momento, supondrá una situación de frustración y podría generar una conducta problemática. De modo que es mejor evitar en lo posible las negaciones y centrar los mensajes en las cosas que la persona si puede hacer. Evitar jergas profesionales. Evitar la ironía y el sarcasmo. Evitar el uso de metáforas. Si puede ayudar, reforzar lo que se dice con el uso de imágenes: dibujos, símbolos, fotografías. Reforzar nuestro lenguaje verbal con nuestro lenguaje no verbal, coincidiendo ambos. Dar los mensajes en lugares tranquilos, sin elementos que puedan distraer o interferir. No estar hablando durante un periodo de tiempo demasiado prolongado para evitar cansarle. Asegurarnos de que ha comprendido lo que le hemos comunicado. Hablar de manera pausada y clara. Dar refuerzos positivos cuando la persona tenga intención y motivación por expresar lo que desea, a pesar de las dificultades. Evitar anticiparse ya que frena cualquier iniciativa. Evitar hablar en su lugar. .