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Tarea de Seguimiento Cardiaco para Medir la Interocepción

Curso: Psicobiología y Neurociencia I


Docente: Dr. Francisco Ceric
Andrés Omar Muñoz-Najar Pacheco
Universidad del Desarrollo
Introducción

La interocepción es el sistema por el cual se perciben las señales internas del


cuerpo, a fin de mantener el equilibrio interno (Cali et al., 2015; Garfinkel et al., 2015).
Las señales internas se refieren a las sensaciones viscerales que toda persona tiene y
que en caso de ser necesario alertan de potenciales peligros al individuo (Garfinkel et
al., 2015). Cali et al. (2015) mencionan que, en sus inicios, la interocepción estaba
definida sólo a un componente visceral, pero conforme pasaron los años, fue
ampliándose a la condición fisiológica de todo el cuerpo.

Se ha evidenciado que la interocepción tiene correlatos neurológicos bien


definidos, recibiendo información del estado interno del cuerpo constantemente, para
luego integrarla (Cali et al., 2015). Así, las señales internas del cuerpo son procesadas
por el sistema límbico, la ínsula posterior y anterior, para pasar a la corteza prefrontal
(Cali et al., 2015). Del mismo modo, Garfinkel et al., (2015) menciona brevemente el rol
central que tiene la ínsula derecha en el procesamiento de los latidos cardiacos,
asociando esta activación con las señales interoceptivas.

Asimismo, Herbert et al. (2007) indicaron que los patrones neuronales asociados
a la interocepción se encontraban en el cíngulo anterior, la ínsula derecha, la corteza
prefrontal y la corteza somatosensorial secundaria. La investigación en imagen
funcional, en personas que realizan la tarea de seguimiento cardiaco, muestra una
activación en regiones como las cortezas somatosensoriales, cíngulo anterior y
posterior, la ínsula y los núcleos del tallo cerebral. Entonces, se observa, como
mencionan Cali et al. (2015), que la ínsula es una región cerebral central en la
interocepción.

Este sistema ha sido asociado a los procesos emocionales y cognitivos,


haciendo que el interés en su estudio incremente (Cali et al., 2015). Así, en los últimos
años, se ha observado que la interocepción se asocia a la memoria y a la toma de
decisiones, como también a experiencias emocionales más intensas (Garfinkel et al.,
2015; Herbert et al., 2007).

Por otro lado, se ha logrado establecer tres dimensiones de interocepción,


considerando la precisión interoceptiva, la sensibilidad y el darse cuenta interoceptivo,
los cuales tienen distintas formas de medición (Garfinkel et al. 2015). En este escrito
nos centraremos en la precisión interoceptiva, la cual tiene mayor mención en distintos
estudios (Cali et al., 2015; Garfinkel et al., 2015, Herbert et al., 2007). Para esta
dimensión, suelen utilizarse dos protocolos, uno de seguimiento cardiaco y otro de
discriminación cardiaca (Garfinkel et al., 2015).

El protocolo de seguimiento cardiaco fue propuesto por Schandry (1981), quien


implementó la medición de la precisión interoceptiva mediante el seguimiento mental de
latidos cardiacos. Este protocolo sigue siendo utilizado en la mayoría de las
investigaciones de interocepción. Por otro lado, está el protocolo de discriminación
cardiaca, propuesto por Katkin et al. (1982). Este protocolo consta en la medición de la
precisión interoceptiva mediante la discriminación entre dos conjuntos de tonos
externos, siendo uno de estos contingente con los latidos del participante.

Dada la importancia que ha tomado el estudio de la interocepción, el presente


escrito tiene por objetivo dar a conocer dos técnicas utilizadas para medir la precisión
interoceptiva, indicando porque el protocolo de Schandry es el más adecuado para
medirla. Asimismo, se pretende analizar las variaciones que ha tenido dicho protocolo
en el transcurso de los años. Por último, se busca revisar la confiabilidad del protocolo
según los correlatos neuronales identificados cuando se utiliza el protocolo de
Schandry.

Exploración del problema

En 1981 Schandry propone que la experiencia emocional estaba asociada a la


percepción de las señales corporales. Bajo esta propuesta, Schandry elabora un
protocolo, que permite medir la precisión con la cual una persona percibe sus señales
internas, en este caso los latidos cardiacos.

Dicho protocolo consistía en contar los latidos en tres intervalos de tiempo de 25,
35 y 45 segundos, separados por tiempos de descanso. Al mismo tiempo, la persona es
monitoreada mediante un electrocardiograma (ECG), para tener una medida objetiva de
los latidos cardiacos (Schandry, 1981). El protocolo final consistió en 60s de descanso,
25s de percepción, 30s de descanso, 35s de percepción, 30s de descanso, 45s de
percepción y 60s de descanso finales. Una vez concluido el protocolo, Schandry
propuso una fórmula basada en el cálculo del índice de error (como se muestra en la
ecuación 1).

(|latidos reportados−latidos reales|)


IAc=∑ (1)
latidos reales

Mediante esta fórmula, se podía obtener la precisión interoceptiva. Schandry


(1981) propuso que resultados alejados al cero se pueden considerar como una pobre
percepción de los latidos, mientras que más cerca al cero, la precisión sería mejor.

Por otro lado, el protocolo de Schandry no fue el único propuesto. Katkin et al.
(1982) aplicaron un protocolo para medir el mismo fenómeno de la precisión
interoceptiva, pero con una tarea de discriminación, basándose en la teoría de
detección de señales, y no de seguimiento como la de Schandry. En este protocolo, el
participante debía discriminar entre dos conjuntos de tonos, los cuales eran fijos (S+) o
variables (S-), en relación a la onda R del ECG. Los tonos variables, eran el resultado
de aumentar 1030msec constantes a la primera onda R. El protocolo final consistió en
un conjunto de 25 ensayos S+ y 25 S-, aleatoriamente distribuidos. Durante el protocolo
los participantes debían indicar si los tonos se referían a un tono S+ o un tono S-.
Según Katkin et al. (1982), aquellas personas que tenían una buena precisión de
percepción, eran quienes podían discriminar los tonos variables de los fijos, en función
de sus latidos cardiacos. Katkin et al. (1982) se basaron en la teoría de detección de
señales, por lo que para calcular la sensibilidad perceptual del protocolo se basaron en
la evaluación no paramétrica de d’ de McNicol (ecuación 2). Katkin et al. (1982)
indicaron que el rendimiento por azar fue representado por un puntaje de 1.57.

2 arcsin √ p( A) (2)

Se puede observar que ambos protocolos presentan aspectos importantes a


considerar. Por ejemplo, en el protocolo de Katkin et al., la tarea no solo implica el
seguimiento de los latidos, sino también saber discriminarlos de estímulos externos. Se
puede rescatar que este aspecto se asemeja más a la realidad, donde la persona debe
lidiar con estímulos externos constantemente.

Por otro lado, el aspecto importante del protocolo de Schandry es que los
participantes deben aprender a reconocer y ser capaces de seguir los propios latidos
del corazón. Si bien no se parece a la realidad donde constantemente uno lidia con
estímulos de distinto origen, se centra más en reconocer los latidos en función de las
señales corporales en general.

Asimismo, Garfinkel et al. (2015) mencionan que los resultados obtenidos en


ambas tareas se correlacionan, pero que no siempre se presenta una correlación o que
no es identificable en muestras pequeñas. Del mismo modo, Garfinkel et al.,
argumentan que posiblemente entre ambas tareas haya mecanismos subyacentes
distintos, considerando que la tarea de Katkin et al., requiere integrar información
interna y externa, mientras que la tarea de Schandry se centra por completo en percibir
los latidos. Por último, Garfinkel et al. (2015) mencionan que la precisión interoceptiva
tiende a ser más acertada cuando se utiliza la tarea de seguimiento que la de
discriminación. Habiendo analizado brevemente estos dos protocolos, se podría decir
que la tarea de seguimiento es más acertada que la de discriminación y por eso es la
más utilizada en los estudios de interocepción.

Resultados o evidencias encontradas

Como ya se mencionó, la técnica más utilizada en los estudios de interocepción


es la tarea de seguimiento cardiaco, propuesta por Schandry en 1981. Esta técnica
busca que las personas cuenten mentalmente sus latidos cardiacos, sin ayuda del pulso
u otro método, mientras que, con un electrocardiograma u otro dispositivo, se mide de
manera objetiva de los latidos. Sin embargo, en distintos estudios (Cali et al., 2015;
Garfinkel et al., 2015; Herbert et al., 2007), la tarea varía en cantidad y duración de
ensayos.

En el caso del estudio de Herbert et al. (2007), en el cual analizaron la


sensibilidad interoceptiva y el procesamiento emocional, aplicaron el protocolo de
Schandry, utilizando los tres intervalos de tiempo de 25, 35 y 45 segundos, pero
modificando la fórmula para obtener el resultado de la precisión.
IAc=
1
3
∑ [
1−
(|latidos reportados−latidos reales|)
latidos reales ] (3)

De esta forma Herbert et al. (2007) calcularían el promedio de los ensayos


realizados. Asimismo, al añadirle la resta a uno, la cual no se justifica o sustenta, pero
se infiere que ayuda a que la escala se invierta, resultando en una interpretación más
positiva. Esto quiere decir que, personas con una puntuación más cercana a uno,
tenderán a una mejor precisión al momento de percibir sus latidos cardiacos. Por el
contrario, personas con puntajes más cercanos a cero, tenderán una precisión pobre.

Cali et al. (2015) también aplicó la técnica propuesta por Schandry, pero esta vez
se añadió un ensayo de 100 segundo a los tres originales, quedando en ensayos de 25,
35, 45 y 100 segundos. Sin embargo, no se argumenta o sustenta la razón por el
aumento del último ensayo. En este estudio, al basarse en la nueva fórmula de Herbert
et al. (2007; ecuación 3), por utilizar promedios, la división final es entre cuatro, por la
cantidad de ensayos, quedando como la ecuación 4.

IAc=
1
4
∑ [
1−
(|latidosreportados−latidos reales|)
latidosreales ] (4)

Finalmente, en el estudio de Garfinkel et al. (2005) se volvió a utilizar la técnica


propuesta por Schandry, pero esta vez se utilizaron seis intervalos de tiempo de 25, 30,
35, 40, 45 y 50 segundos. Del mismo modo, la fórmula para el cálculo de la precisión
tuvo una variación, con el fin de mitigar la sobreestimación del rendimiento en los
ensayos.

[ ( )]
1 |latidos reales−latidos reportados|
IAc=
6
∑ 1− latidos reales +latidosreportados (5)
2

Entre los tres estudios revisados y el protocolo original de 1981, las indicaciones
para los participantes fueron las mismas, pero el protocolo si cambió en la cantidad de
ensayos realizados y en la fórmula. Estos cambios no fueron sustentados o
argumentados por los autores de los estudios, por lo que genera incertidumbre respecto
a la validez del protocolo.
Pese a esta posible incertidumbre respecto a las modificaciones del protocolo sin
argumentación, se encuentran los estudios de Pollatos y Schandry (2004) y Yuan et al.
(2007), los cuales analizan el protocolo de seguimiento cardiaco, con otras
modificaciones, pero aplicando potenciales relacionados a eventos, en este caso
cardiacos (HEP, por sus siglas en inglés).

Por un lado, Pollatos y Schandry (2004), aplicaron el protocolo de seguimiento


cardiaco modificado en dos ocasiones, utilizando intervalos de 150, 120, 130 y 100
segundos, e intervalos de 150, 11, 140 y 110, respectivamente. Identificaron que había
una activación mayor en la región central derecha en aquellas personas que eran
buenos perceptores de los latidos. Esto indicaba que la tarea de seguimiento de latidos
cardiacos se correlacionaba con los HEP por los latidos. Sin embargo, las personas que
fueron clasificadas como malos perceptores no tuvieron la misma activación neuronal
que el grupo de buenos perceptores.

Por otro lado, Yuan et al. (2007) aplicó el protocolo de Schandry nuevamente
modificado, utilizando esta vez 10 ensayos, siendo estos de 100, 120, 80, 90, 110, 70,
120, 90, 70 y 80 segundos. Al igual que Pollatos y Schandry (2004), se analizó el efecto
de la percepción cardiaca en el HEP. Nuevamente, con la modificación utilizada, Yuan
et al. (2007) concluyeron que la tarea de seguimiento de los latidos se relaciona a los
HEP, en las personas caracterizadas como buenos perceptores.

Tanto el estudio de Pollatos y Schandry (2004) y de Yuan et al. (2007), menciona


que las personas categorizadas como buenos perceptores presentan una correlación
positiva entre el puntaje de la tarea de percepción de los latidos del corazón y la
amplitud en los HEP. Esto podría indicar que, pese a las modificaciones en el protocolo,
éste si en confiable, porque dos protocolos modificados activan las mismas áreas
cerebrales (corteza somatosensorial, corteza insular y áreas prefrontales) y se
relacionan con los HEP, brindando evidencia sustantiva de la efectividad del protocolo
así esté modificado.

Discusión

En esta oportunidad, se buscó hacer una breve presentación de dos técnicas


utilizadas para medir la precisión interoceptiva y revisar la técnica más utilizada para
medirla, siendo esta la tarea de seguimiento de latidos cardiacos, propuesta por
Schandry en 1981. Esta tarea se utiliza ampliamente en los estudios de interocepción a
lo largo del mundo. Sin embargo, el protocolo en la gran mayoría de estudios tiene
modificaciones tanto en los ensayos, como en la fórmula para su cálculo.
Pese a estas modificaciones, los resultados de la evaluación parecen ser válidos
y confiables en la medición de la precisión interoceptiva. Sin embargo, no queda clara la
razón de las variaciones. Lo mencionado por Garfinkel et al. (2015), a modo de
conclusión en su estudio, es que mientras más repeticiones de un ensayo, más es la
probabilidad de detectar un efecto y, al mismo tiempo, reduce el error de medición.
Probablemente, esta sea la causa de las numerosas variantes del protocolo
original de Schandry. Boudewyn et al. (2018) mencionan que es importante tener una
cantidad considerable de ensayos para lograr conseguir efectos confiables, y más aún
cuando se trabaja con potenciales relacionados a eventos (ERP, por sus siglas en
inglés). Teniendo en cuenta este punto, se puede entender la razón de las variaciones,
puesto que así los investigadores se podrían asegurar de capturar un efecto preciso.
Considerando que la mayor cantidad de ensayos se relaciona a la precisión del
efecto buscado, también puede ser la razón por la cual la cantidad de tiempo, en
ocasiones, se amplía, para poder recuperar la mayor cantidad de señales posible.
Resumiendo, los protocolos aplicados por los autores analizados Cali et al. (2015)
utilizaron los tres intervalos originales añadiendo uno de 100s, quedando cuatro
ensayos. En el estudio de Garfinkel et al. (2015) utilizaron seis ensayos, ampliando la
probabilidad de capturar un efecto más preciso. Por último, Herbert et al. (2007)
utilizaron el protocolo original de tres ensayos. Esto muestra que para lograr conseguir
un posible efecto al menos se requerirían tres ensayos.
Por otro lado, los estudios de Pollatos y Schandry (2004) y Yuan et al. (2007)
demuestran que pese a tener distinta cantidad de ensayos, cuatro y diez,
respectivamente, se identifican potenciales neuronales claros. Esto también brinda
validez al protocolo, puesto que se puede observar que la tarea ayuda a medir la
precisión interoceptiva y a nivel neuronal se avala la evaluación.
Por otro lado, la modificación de la fórmula para calcular los resultados también
varía de estudio a estudio, pero para esto hay explicaciones más concretas. En el
estudio original de Schandry (1981), se menciona que el resultado de precisión
interoceptiva era la suma del valor absoluto de los cocientes de error de cada ensayo y
que mientras más lejos de cero esté el puntaje, peor precisión se tendrá.
Posteriormente, la fórmula se modifica en dos aspectos, invirtiendo la escala de
interpretación, añadiendo a la fórmula una resta a 1 y en vez que calcular el puntaje
total mediante una sumatoria, se calculó el promedio de los ensayos. Por esta razón, en
los distintos estudios la fórmula varía puesto que el promedio es en función de la
cantidad de ensayos, pudiendo resumirse como se muestra en la ecuación 6, donde mi
es el número real de latidos cardiacos, ni es el número de latidos reportados por la
persona y k es la cantidad de ensayos. En los estudios que se aplica esta fórmula más
general, la interpretación es que, si el valor obtenido se acerca más a 1, mayor será la
precisión interoceptiva.

(|mi−ni|
)
k
1
IAc= ∑ 1− (6)
k i =1 mi

Por último, la modificación más grande a la fórmula fue la realizada por Garfinkel
et al. (2015) en donde se argumenta que la modificación fue para evitar la
sobreestimación de la medición. En todos los casos, se ha concluido que el resultado
de la fórmula es efectivo para la tarea de seguimiento.
Finalmente, es importante mencionar que la cantidad de ensayos deben ser los
suficientes para poder detectar un efecto, en este caso la precisión interoceptiva. Por lo
tanto, las investigaciones que utilicen el protocolo de Schandry, deben considerar el
tamaño de la muestra, variables asociadas y métodos de medición, para determinar
adecuadamente la cantidad de ensayos necesarios. Por el contrario, un posible
problema es que la evaluación por participante puede ampliarse, generando posibles
costos extra o cansancio. Por lo que se debería evaluar una posible cantidad estándar
de ensayos que equilibren el costo-beneficio del protocolo.
En conclusión, el protocolo propuesto por Schandry en 1981, es una técnica de
medición para la precisión interoceptiva confiable y flexible al momento de ser aplicada
en instancias experimentales. Asimismo, tiene evidencia neuronal asociada, la cual le
da mayor soporte empírico, para su aplicación en distintos contextos experimentales.
Referencias
Cali, G., Ambrosini, E., Picconi, L., Mehling, W. E. y Committeri, G. (2015). Investigating
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Garfinkel, S. N., Seth, A. K., Barrett, A. B., Suzuki, K. y Critchley, H. D. (2015). Knowing
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http://dx.doi.org/10.1016/j.biopsycho.2014.11.004
Herbert, B. M., Pollatos, O. y Schandry, R. (2007). Interoceptive sensitivity and emotion
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Katkin, E. S., Morell, M. A., Goldbrand, S., Bernstein, G. L. y Wise, J. A. (1982).
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Pollatos, O. y Schandry, R. (2004). Accuracy of hearbeat perception is reflected in the
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Schandry, R. (1981). Heart beat perception and emotional experience.
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Yuan, H., Yan, H. M., Xu, X. G., Han, F. y Yan, Q. (2007). Effect of heartbeat perception
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https://doi.org/10.1007/s12264-007-0053-7

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