Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Asimismo, Herbert et al. (2007) indicaron que los patrones neuronales asociados
a la interocepción se encontraban en el cíngulo anterior, la ínsula derecha, la corteza
prefrontal y la corteza somatosensorial secundaria. La investigación en imagen
funcional, en personas que realizan la tarea de seguimiento cardiaco, muestra una
activación en regiones como las cortezas somatosensoriales, cíngulo anterior y
posterior, la ínsula y los núcleos del tallo cerebral. Entonces, se observa, como
mencionan Cali et al. (2015), que la ínsula es una región cerebral central en la
interocepción.
Dicho protocolo consistía en contar los latidos en tres intervalos de tiempo de 25,
35 y 45 segundos, separados por tiempos de descanso. Al mismo tiempo, la persona es
monitoreada mediante un electrocardiograma (ECG), para tener una medida objetiva de
los latidos cardiacos (Schandry, 1981). El protocolo final consistió en 60s de descanso,
25s de percepción, 30s de descanso, 35s de percepción, 30s de descanso, 45s de
percepción y 60s de descanso finales. Una vez concluido el protocolo, Schandry
propuso una fórmula basada en el cálculo del índice de error (como se muestra en la
ecuación 1).
Por otro lado, el protocolo de Schandry no fue el único propuesto. Katkin et al.
(1982) aplicaron un protocolo para medir el mismo fenómeno de la precisión
interoceptiva, pero con una tarea de discriminación, basándose en la teoría de
detección de señales, y no de seguimiento como la de Schandry. En este protocolo, el
participante debía discriminar entre dos conjuntos de tonos, los cuales eran fijos (S+) o
variables (S-), en relación a la onda R del ECG. Los tonos variables, eran el resultado
de aumentar 1030msec constantes a la primera onda R. El protocolo final consistió en
un conjunto de 25 ensayos S+ y 25 S-, aleatoriamente distribuidos. Durante el protocolo
los participantes debían indicar si los tonos se referían a un tono S+ o un tono S-.
Según Katkin et al. (1982), aquellas personas que tenían una buena precisión de
percepción, eran quienes podían discriminar los tonos variables de los fijos, en función
de sus latidos cardiacos. Katkin et al. (1982) se basaron en la teoría de detección de
señales, por lo que para calcular la sensibilidad perceptual del protocolo se basaron en
la evaluación no paramétrica de d’ de McNicol (ecuación 2). Katkin et al. (1982)
indicaron que el rendimiento por azar fue representado por un puntaje de 1.57.
2 arcsin √ p( A) (2)
Por otro lado, el aspecto importante del protocolo de Schandry es que los
participantes deben aprender a reconocer y ser capaces de seguir los propios latidos
del corazón. Si bien no se parece a la realidad donde constantemente uno lidia con
estímulos de distinto origen, se centra más en reconocer los latidos en función de las
señales corporales en general.
Cali et al. (2015) también aplicó la técnica propuesta por Schandry, pero esta vez
se añadió un ensayo de 100 segundo a los tres originales, quedando en ensayos de 25,
35, 45 y 100 segundos. Sin embargo, no se argumenta o sustenta la razón por el
aumento del último ensayo. En este estudio, al basarse en la nueva fórmula de Herbert
et al. (2007; ecuación 3), por utilizar promedios, la división final es entre cuatro, por la
cantidad de ensayos, quedando como la ecuación 4.
IAc=
1
4
∑ [
1−
(|latidosreportados−latidos reales|)
latidosreales ] (4)
[ ( )]
1 |latidos reales−latidos reportados|
IAc=
6
∑ 1− latidos reales +latidosreportados (5)
2
Entre los tres estudios revisados y el protocolo original de 1981, las indicaciones
para los participantes fueron las mismas, pero el protocolo si cambió en la cantidad de
ensayos realizados y en la fórmula. Estos cambios no fueron sustentados o
argumentados por los autores de los estudios, por lo que genera incertidumbre respecto
a la validez del protocolo.
Pese a esta posible incertidumbre respecto a las modificaciones del protocolo sin
argumentación, se encuentran los estudios de Pollatos y Schandry (2004) y Yuan et al.
(2007), los cuales analizan el protocolo de seguimiento cardiaco, con otras
modificaciones, pero aplicando potenciales relacionados a eventos, en este caso
cardiacos (HEP, por sus siglas en inglés).
Por otro lado, Yuan et al. (2007) aplicó el protocolo de Schandry nuevamente
modificado, utilizando esta vez 10 ensayos, siendo estos de 100, 120, 80, 90, 110, 70,
120, 90, 70 y 80 segundos. Al igual que Pollatos y Schandry (2004), se analizó el efecto
de la percepción cardiaca en el HEP. Nuevamente, con la modificación utilizada, Yuan
et al. (2007) concluyeron que la tarea de seguimiento de los latidos se relaciona a los
HEP, en las personas caracterizadas como buenos perceptores.
Discusión
(|mi−ni|
)
k
1
IAc= ∑ 1− (6)
k i =1 mi
Por último, la modificación más grande a la fórmula fue la realizada por Garfinkel
et al. (2015) en donde se argumenta que la modificación fue para evitar la
sobreestimación de la medición. En todos los casos, se ha concluido que el resultado
de la fórmula es efectivo para la tarea de seguimiento.
Finalmente, es importante mencionar que la cantidad de ensayos deben ser los
suficientes para poder detectar un efecto, en este caso la precisión interoceptiva. Por lo
tanto, las investigaciones que utilicen el protocolo de Schandry, deben considerar el
tamaño de la muestra, variables asociadas y métodos de medición, para determinar
adecuadamente la cantidad de ensayos necesarios. Por el contrario, un posible
problema es que la evaluación por participante puede ampliarse, generando posibles
costos extra o cansancio. Por lo que se debería evaluar una posible cantidad estándar
de ensayos que equilibren el costo-beneficio del protocolo.
En conclusión, el protocolo propuesto por Schandry en 1981, es una técnica de
medición para la precisión interoceptiva confiable y flexible al momento de ser aplicada
en instancias experimentales. Asimismo, tiene evidencia neuronal asociada, la cual le
da mayor soporte empírico, para su aplicación en distintos contextos experimentales.
Referencias
Cali, G., Ambrosini, E., Picconi, L., Mehling, W. E. y Committeri, G. (2015). Investigating
the relationship between interoceptive accuracy, interoceptive awareness, and
emotional susceptibility. Frontiers in Psychology, 6, 1202.
10.3389/fpsyg.2015.01202
Garfinkel, S. N., Seth, A. K., Barrett, A. B., Suzuki, K. y Critchley, H. D. (2015). Knowing
your own heart: Distinguishing interoceptive accuracy from interoceptive
awareness. Biological Psychology, 104, 65-74.
http://dx.doi.org/10.1016/j.biopsycho.2014.11.004
Herbert, B. M., Pollatos, O. y Schandry, R. (2007). Interoceptive sensitivity and emotion
processing: An EEG study. International Journal of Psychophysiology, 65(3), 214-
227. 10.1016/j.ijpsycho.2007.04.007
Katkin, E. S., Morell, M. A., Goldbrand, S., Bernstein, G. L. y Wise, J. A. (1982).
Individual differences in heartbeat discrimination. Psychophysiology, 19(2), 160-
166. https://doi.org/10.1111/j.1469-8986.1982.tb02538.x
Pollatos, O. y Schandry, R. (2004). Accuracy of hearbeat perception is reflected in the
amplitude of the heartbeat-evoked brain potential. Psychophysiology, 41(3), 476-
482. 10.1111/1469-8986.2004.00170.x
Schandry, R. (1981). Heart beat perception and emotional experience.
Psychophysiology, 18(4), 483-488. https://doi.org/10.1111/j.1469-
8986.1981.tb02486.x
Yuan, H., Yan, H. M., Xu, X. G., Han, F. y Yan, Q. (2007). Effect of heartbeat perception
on heartbeat evoked potential waves. Neuroscience Bulletin, 23(3), 357-362.
https://doi.org/10.1007/s12264-007-0053-7