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A pesar de las ventajas que representan los biocatalizadores, este son aplicados
básicamente en procesos de la industria farmacéutica, ya que el alto valor añadido de los
productos farmacéuticos compensa la menor estabilidad y el incremento de coste del
biocatalizador en comparación con los tradicionales catalizadores químicos.
El nuevo proyecto europeo ROBOX, iniciado en abril de este año y donde participa el Grupo
de Ingeniería de Bioprocesos y Biocatálisis Aplicada y la Planta Piloto de Fermentación del
Departamento de Ingeniería Química de la UAB, tiene como objetivo ampliar la utilización
de los biocatalizadores oxidativos en una amplia gama de sectores industriales además del
farmacéutico, tales como el sector de la nutrición, la química fina y los materiales. En este
proyecto, financiado por la Comisión Europea dentro del marco del Horizonte 2020, se
utilizarán cuatro tipos diferentes de enzimas oxidativas, las cuales serán mejoradas en
cuanto a actividad, especificidad y estabilidad, mediante diversas metodologías de
optimización y se desarrollarán procesos biooxidativos con aire a nivel de planta piloto. La
principal tarea que se desarrollará en el Departamento de Ingeniería Química de la UAB,
coordinada por el Dr. Gregorio Álvaro, se centrará en la optimización de la producción en
biorreactor de los biocatalizadores seleccionados, así como en la mejora de la estabilidad
de los catalizadores biológicos mediante diversas técnicas de inmovilización y la ingeniería
de las biotransformaciones.
Futuro de la biocatálisis: El auge indiscutible de la Biocatálisis se debe a los grandes
avances científicos que se han sucedido en los últimos años en diferentes áreas como la
Bioquímica, la Ingeniería Genética y la Microbiología. Con la tecnología del DNA
recombinante se ha logrado la expresión de enzimas en grandes cantidades, lo que ha
favorecido una disminución de su precio. Por otra parte, las técnicas de mutagénesis y
evolución dirigida han permitido la obtención de nuevos biocatalizadores que presentan un
aumento de actividad, estabilidad y/o especificidad respecto a sus respectivas enzimas
nativas. Por otro lado, las numerosas técnicas de inmovilización de enzimas han logrado
facilitar la posterior reutilización de los biocatalizadores, así como mejorar su estabilidad a
distintos valores de pH y temperatura, lo que ha abaratado los costes de muchos procesos
biocatalizados. Asimismo, la biocatálisis en medios no convencionales ha posibilitado la
realización de reacciones enzimáticas con muchos sustratos poco solubles o insolubles en
agua y, de esta manera, se ha ampliado el campo de aplicación de las enzimas en la
síntesis de muchos compuestos orgánicos como alternativa a la síntesis química tradicional.
Se puede decir que el futuro de la Biocatálisis es prometedor, y que seremos testigos de un
número cada vez mayor de aplicaciones de las enzimas en Biotecnología.
las aplicaciones de las enzimas en la industria química ya están bien establecidas y, dados
los desarrollos actuales, el número de procesos biocatalíticos seguirá aumentando
rápidamente. El primer obstáculo, la confianza en la nueva tecnología, se ha superado y, a
medida que se implementen más y más procesos, tecnología e infraestructura, también
aumentarán los esfuerzos en la investigación y el desarrollo biocatalítico. Esto permitirá el
descubrimiento y la aplicación de nuevas enzimas y contrapartes biológicas para
reacciones químicas tradicionales y facilitará la integración de pasos enzimáticos en
síntesis químicas de múltiples pasos.