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GÉNERO NARRATIVO

1. Introducción:

Elementos básicos de una narración

 El autor es (o fue) un ser humano siempre externo a la construcción narrativa, y es quien determina
el tipo de narrador que quiere para su historia.
 El lector es el ser humano que actualiza y resignifica el texto narrativo cada vez que lo lee.
 El narrador es un elemento ficticio, creado por el autor, y permanecerá vigente todo el tiempo que
la novela o cuento existan como tales.
 El narratario es también un elemento ficticio supuesto por el relato, es el receptor ficticio que se
configura por todas las marcas textuales que van prefigurando un lector ideal propio de cada texto.
 Los personajes son los agentes de la narración, sobre su actividad se constituye la historia y el
relato. En lo fundamental, sobre estos versan los comentarios y las observaciones del narrador. Son
seres imaginarios que exhiben distintos grados de importancia. El protagonista es el personaje más
significativo del relato. Suele estar presente otro personaje que lo enfrenta, oponiéndose a sus
acciones: es el antagonista. Existen, además, otros personajes secundarios, auxiliares o transitorios
que cumplen roles menores.
 Los espacios constituyen esa determinación del relato que se refiere a los lugares donde se realiza
la acción, ya sea ligado al especio físico o sociocultural que compromete la acción de los personajes.
 Los mundos ficticios posibles constituyen la creación fundamental y más abarcadora que posibilita
el relato. La constitución de un mundo da carácter de referencialidad al género pues el discurso
narrativo literario es creador de mundos autónomos, distintos del mundo real, y sólo existen en el
espacio de lo posible. Si bien es cierto que el mundo real es el referente que presta un carácter de
verosimilitud a los mundos literarios, el escritor, en un trato implícito con el lector, puede apartarse
del mundo real para representar en y sólo a través del lenguaje verbal, nuevas versiones del
mundo, pudiendo proyectarse, incluso, hacia la más desbocada fantasía.
 Las acciones son el centro de lo narrativo, pues la narración se considera como una sucesión de
acciones. Una acción no es cualquier incidente narrado o descrito: una acción es en términos
simples una decisión que cambia el curso de los acontecimientos.

2. Descripción de los elementos básicos: tipologías


2.1. Tipologías sobre el narrador
2.1.1. Según su participación en los acontecimientos:
a) Narrador personaje: también se le conoce con el nombre de narrador homodiegético (ubicado
dentro de la diégesis, o historia). En este caso, un personaje asume el papel de narrador y narra
desde su perspectiva, por lo cual conoce los hechos desde su propia experiencia, como participante
en ellos. De esta manera, su grado de conocimiento del mundo narrativo es parcial. Se reconocen
tres tipos:
 Narrador protagonista: el narrador protagonista es un narrador personaje que desempeña el rol
principal del relato. Cuenta los hechos en primera persona; el universo representado está
organizado en torno a su accionar, cuenta su propia historia. El relato, en consecuencia, es
personalizado y marcadamente subjetivo. Se produce la coincidencia entre narrador y protagonista
del relato en una misma entidad o personaje.
 Narrador secundario o personaje: el narrador secundario es un narrador que participa en la
historia, o sea, es personaje, pero no posee la relevancia del protagonista. Generalmente narra lo
que le acontece al personaje principal o protagonista. Participa de la acción, sin ser el eje de ella.
 Narrador testigo: el narrador testigo es un narrador pasivo, observador de los hechos. Puede ser un
personaje que no participa de la acción o que narra los hechos luego de ocurridos, según lo que ve,
escucha o le han contado. Su conocimiento de los hechos es limitado. Puede narrar utilizando una
tercera persona gramatical, sin que desaparezca la primera, que lo posiciona como personaje. Se
comporta más bien como un espectador del acontecer; es decir, narra lo que ve sin participar en la
acción; no es tan subjetivo como los anteriores.
b) Narrador no personaje: también se conoce con el nombre de narrador heterodiegético (ubicado
fuera de la diégesis, o historia). No forma parte del relato y cuenta el acontecer desde fuera; por lo
general, narra en tercera persona gramatical. Se caracteriza por poseer mayor objetividad y
distancia respecto de los hechos narrados. Se reconocen dos tipos:
 Narrador omnisciente: conoce todo respecto del mundo representado. Es una especie de dios que
sabe todo lo ocurrido en el pasado, se anticipa a veces al futuro e interpreta los pensamientos y
sentimientos de los personajes. Puede influir en el lector respecto de la simpatía o antipatía por
ciertos personajes o hechos al tomar partido a favor o en contra de ellos, aun cuando trata de
presentar con objetividad los espacios donde ocurren los hechos narrados.
 Narrador de conocimiento relativo u objetivo: asume el rol de relator de exclusivamente lo que
ocurre en la exterioridad del universo representado. Ofrece datos concretos, acciones de los
personajes, hechos, etc. No trata de interpretar los pensamientos ni los sentimientos de los
personajes, pues no penetra en el interior de sus conciencias. Trata de mostrar una visión objetiva.
2.1.2. Según la persona gramatical que utilice:
a) Narrador en primera persona: el narrador ocupa la primera persona gramatical, el yo, y habla de sí
mismo. Se corresponde principalmente con el narrador protagonista, aunque también aparece en
el narrador personaje o secundario y, a veces, en el testigo.
b) Narrador en segunda persona: El narrador se refiere a una segunda persona, tú, vosotros, usted,
ustedes.
c) Narrador en tercera persona: El narrador alude a la tercera persona, él o ella, ellos o ellas. Se
relaciona principalmente con los narradores heterodiegéticos, es decir, con el narrador omnisciente
y de conocimiento relativo.
2.1.3. Según su focalización o perspectiva:

Existen tipologías de las «situaciones narrativas» que tienen en cuenta, a la vez, los datos del modo y la voz
narrativa. No obstante, en ellas se produce una confusión entre la pregunta: ¿Cuál es el personaje cuyo
punto de vista orienta la perspectiva narrativa? Y otra pregunta muy distinta: ¿quién es el narrador?, o, en
otras palabras, entre la pregunta: ¿quién ve? Y la pregunta: ¿quién habla?. Por eso conviene no tener en
cuenta aquí sino las determinaciones modales, es decir, las que atañen a lo que suele llamarse el «punto de
vista».

Las características de un relato están condicionadas por la perspectiva o focalización escogida por el
narrador para contar los hechos, esto es, el lugar en que se ubica con respecto a los acontecimientos que va
a narrar, su foco, o ángulo de visión. Se llama perspectiva narrativa al modo de regulación de la información
que procede de la elección (o no) de un «punto de vista» restrictivo. La focalización alude al grado de
restricción de la información que la voz narrativa asume respecto de las acciones de los personajes. Los
puntos de vista, o focalizaciones, usados por el hablante narrativo pueden ser:
a) Focalización cero: se identifica con el narrador omnisciente, con la «visión por detrás», el narrador
se sitúa por encima del mundo narrado. Se simboliza mediante la fórmula Narrador > Personaje, en
que el narrador sabe más que el personaje o, dicho con mayor precisión, dice más de lo que sabe
personaje alguno. Se denomina cero pues existe una ausencia de restricción en la entrega de
información.
b) Focalización interna: es la perspectiva en que Narrador = Personaje. El narrador no dice sino lo que
sabe tal personaje: es el relato con «punto de vista» o con «campo limitado». Quien narra conoce
los hechos a partir de su propia experiencia. El relato puede estar escrito en primera, segunda o
tercera persona siempre y cuando corresponda a lo que el personaje puede percibir, pensar o
sentir. Podemos hablar, en consecuencia, de un narrador que podría ser protagonista, testigo o
personaje. La focalización interna puede ser fija, variable o múltiple:
 Focalización interna fija: la focalización interna corresponde a la ubicación de un único
personaje. Se asocia al narrador protagonista, pues no cede en ningún momento su voz.
 Focalización interna variable: diversos personajes dan sucesivamente diversas perspectivas
para relatar distintos acontecimientos de la historia.
 Focalización interna múltiple: Varios personajes describen, desde sus particulares
perspectivas, el mismo acontecimiento. En los dos últimos casos, las focalizaciones pueden
corresponder a un narrador protagonista, testigo o personaje.
c) Focalización externa: se simboliza mediante la fórmula Narrador < Personaje. El narrador dice
menos de lo que sabe el personaje: es el relato «objetivo» o «conductista», que corresponde a la
«visión desde fuera». El personaje actúa ante nosotros sin que en ningún momento se nos permita
conocer sus pensamientos ni sus sentimientos. La voz narrativa sólo describe lo que ve y oye; no
accede a la conciencia de los personajes; actúa sólo como un testigo del acontecer. El narrador se
ubica fuera de los hechos narrados y fuera de los personajes; se informa simultáneamente con el
lector. Se trata de un objetivismo extremo en que el narrador configura su relato a partir de hechos
y descripciones.
2.1.4. Según su grado de conocimiento del mundo:
a) Narrador de conocimiento total (u omnisciente): Asume la posición de un dios que todo lo sabe y,
por ello, es capaz de dar a conocer lo que los personajes sienten, ven, oyen, piensan o desean, y
aun lo que ellos como personajes ignoran sentir o desear. Conoce simultáneamente los
pensamientos de varios personajes. La superioridad del narrador omnisciente se manifiesta
también en el conocimiento que posee del pasado y del futuro de los personajes. Se puede
distinguir dos tipos históricos de narrador omnisciente que coexisten en la literatura
contemporánea:
 Narrador omnisciente tradicional: característico de la época clásica, que narra con un
conocimiento total los avatares del mundo humano, pero de forma distante y desapegada, sin
emitir juicio alguno acerca de los hechos que relata.
 Narrador omnisciente personal: característico de la novela del siglo XIX, que emite frecuentes
juicios y largas digresiones acerca de las circunstancias del mundo narrado.
b) Narrador de conocimiento parcial o limitado: también se puede distinguir dos tipos de narrador de
conocimiento parcial o limitado según su participación en los acontecimientos:
 Personaje (homodiegético): Es un narrador personaje, ya sea personaje protagónico, secundario o
pasivo, como es el caso del narrador testigo. En todos estos casos, siendo personaje del mundo, su
conocimiento es relativo al aquí y ahora de su existencia en el mundo y por tanto es parcial o
limitado.
 No personaje (heterodiegético): es un narrador objetivo que, como una voz en off, describe los
actos de los personajes, pero ignora sus pensamientos y la historia previa a los hechos. Sólo es
capaz de informar aquello que ve o escucha, como una cámara de cine.
3. Tipologías sobre los personajes
3.1. Según su importancia en el acontecer:
a) Personajes principales: el o los personajes principales se destacan con respecto a los demás porque
funcionan como integradores de la organización de los acontecimientos, por lo tanto, son parte
estructurante de la acción y su participación no podría ser olvidada. Las acciones que se relacionan
con ellos o que ellos efectúan son el eje sobre el cual se estructura el relato. Los personajes
principales pueden clasificarse a su vez en protagonistas y antagonistas. El protagonista es un
personaje que busca un objetivo, mientras que el antagonista representa la fuerza que se opone a
este logro.
b) Personajes secundarios: son aquéllos que, sin tener un rol demasiado importante en el desarrollo
de los acontecimientos, proporcionan un grado mayor de coherencia, comprensión y consistencia a
la narración. Por lo general, estos personajes están vinculados a los principales, pero su
participación también es individual y complementaria a la participación de los personajes
principales.
c) Personajes incidentales o episódicos: son personajes que no tienen una presencia permanente en
los hechos. Su participación es un recurso para ordenar, exponer, entrabar, relacionar, coordinar y
también retardar el desarrollo de los acontecimientos. Su participación, en la trama central, es
prescindible.
3.2. Según sus rasgos caracterizadores:
a) Personajes planos: estos personajes presentan sólo un rasgo destacado. Se les reconoce por una
sola cualidad, no presentan más que un aspecto de su existencia. Su función es generar un grado de
simpatía en el lector, sin necesidad mayor de la intervención del narrador.
b) Personajes en relieve (redondos o esféricos): presentan más de un rasgo caracterizador, por
consiguiente, conocemos de ellos varios aspectos de su existencia. Son entes capaces de
sorprender al lector al mostrar, en forma repentina, aspectos de su personalidad que estaban
ocultos. Son personajes a veces contradictorios, que generan emociones encontradas en el lector.
c) Personajes tipo: los personajes tipo representan algo, alguna característica de un sector social
humano, de un tipo determinado.
d) Personajes caricaturescos: son utilizados para hacer una crítica a algún aspecto de la realidad social
o personal.
3.3. Según su transformación mediante la acción:
a) Personajes estáticos: se comportan de la misma manera en todo el relato. Estos personajes no
evolucionan ni sufren cambios en su conducta ni características personales. Los datos que se
obtienen de ellos no sufren alteraciones.
b) Personajes dinámicos (o evolutivos): Estos son los personajes que, a través de la acción del relato,
varían su forma de ser; comienzan siendo individuos de ciertos rasgos y conductas y, a medida que
la acción transcurre, modifican su comportamiento, llegando incluso a ser totalmente distintos.
4. Tipología sobre espacio o ambiente

El término espacio tiene demasiada amplitud, abarca tanto los lugares físicos específicos en los que suceden
los hechos, como la atmósfera, el ámbito espiritual al que la obra se refiere. La dimensión espacial es
importante y tiene estrecha relación con los otros elementos de la narración literaria: personajes,
acontecimientos, narrador y mundos. La tipología que se presenta estriba en cómo determina el espacio la
actividad del personaje, ya sea en términos específicos, concretos, o en términos abarcadores relacionados
con la acción narrativa.

Los personajes necesitan de un lugar en el cual existir y sobre el que realizar su actividad. Este espacio puede
delimitarse tanto desde una perspectiva abstracta y genérica como desde otra concreta y específica:

a) Escenario, espacio concreto o físico: es el lugar y momento inmediato en donde ocurren los
hechos, es concreto. Es el lugar físico y el momento en el que los personajes realizan su actividad.
Puede ser abierto (espacios exteriores, amplios) o cerrado (limitados, condicionan el actuar de los
personajes).
b) Espacio o entorno social: a grandes rasgos, se puede decir que es el entorno cultural (religioso,
moral, social, económico) que condiciona el comportamiento de los personajes.
c) Espacio sicológico: atmósfera, ambiente o espacio espiritual, que define las características del
acontecer. El espacio de la acción no es explícito, se muestra en el análisis que se realice sobre el
comportamiento de los personajes de una sociedad, un lugar, etc. Es un espacio que se manifiesta
en el interior de los personajes.
d) El marco histórico-social: es un espacio abstracto que amplía el ambiente físico y temporal. Implica
alusiones al tiempo histórico y a los lugares geográficos en donde ocurren los hechos, o sea, la
ubicación temporal, el estrato o ambiente social en el que los personajes se mueven o al que
pertenecen. El marco nos entrega con mayor claridad el o los ambientes en que se desarrollan los
acontecimientos.
5. Tipologías sobre los acontecimientos

Los acontecimientos son los hechos que tienen ocurrencia en el relato. En sí, constituyen un proceso para
llegar a un resultado. En otros términos podemos hablar de acciones que los personajes realizan para
conseguir o resolver un problema o salvar un obstáculo. Lo que sucede o acontece puede ocurrir no sólo en
los movimientos o conductas que presenten los presonajes, sino también a nivel de sus conciencias. A su
vez, la acción no sólo se da en lo que al lugar físico se refiere, sino también en lo cultural. En un relato, el
acontecer se organiza en tres fases: planteamiento, desarrollo y desenlace.

a) Planteamiento: en ella la voz narrativa presenta la personaje o a los personajes fundamentales y da


cuenta del espacio y del tiempo en que ocurren los acontecimientos; a veces, suele presentarse el
conflicto.
b) Desarrollo: en esta fase se expone, en detalle, el accionar de los personajes hasta llegar al clímax o
momento de mayor tensión.
c) Desenlace: se presenta la resolución del conflicto del relato, dando lugar a un final que puede ser
feliz, desgraciado o bien incierto.

Argumento: corresponde a la sucesión de acontecimientos que se desarrollan en el relato. Se puede


expresar por medio de una breve síntesis del texto y debe conservar los detalles fundamentales.

Tema: o asunto, corresponde al motivo central, a una formulación breve y clara que contesta a la pregunta
¿de qué trata el texto? La respuesta es, por lo general, un sustantivo abstracto con algún detalle que
complete el sentido, haciéndolo más concreto. Por ejemplo, en La Odisea, el regreso a la patria; en otras
obras será el amor más poderoso que la muerte, el viaje existencial o la búsqueda de sí mismo, etc.
6. Tipologías sobre el mundo narrado: mundos ficticios posibles

La interacción del acontecer, de los personajes y de los ambientes da por resultado el mundo ficticio posible.

a) Cotidiano: se caracteriza por la fidelidad de la realidad representada, representando el diario vivir


de cualquier persona en un contexto determinado. Describe objetiva y detalladamente objetos, paisajes y
acciones en los que se desenvuelven los personajes. Se centra en lo regional y autóctono. Abarca visiones
del mundo rural, marítimo, urbano, minero, marginal, etc.

b) Realista: caracterizado por ajustarse a la realidad de los acontecimientos. Refleja los rasgos
característicos de una época, los lugares, los tipos humanos, causas y efectos; observando directamente la
realidad referida.

c) Onírico: surgen como una nueva forma de ver y representar la realidad interior del hombre
(considera problemas existenciales, soledad, angustia, incomunicación) para llegar a entender su existencia,
la vierte en un universo confuso, inestable, cambiante, inesperado. Procede de los sueños, instintos e
intuiciones.

d) Fantástico: transgrede el orden racional, mediante un suceso inexplicable, anormal (como son el
paralelismo, “el doble”, el desdoblamiento o fusión del alma, los simulacros, las metamorfosis, los
monstruos, los sueños, la realidad dentro de la realidad), provocando en el lector sorpresa y duda por no
poder integrar los planos de lo natural y sobrenatural. El narrador, a través de la primera persona, deja
marcas que siembran la duda sobre la verdad de los hechos narrados (la no autentificación de lo narrado).

e) Maravilloso: su lógica es comparable a la del mundo real, pero naturaliza elementos como la
magia, divinidades antropomorfas y zoomorfas, personificación del mundo inanimado, poderes
sobrenaturales, etc. Se asume como verídica esta realidad.

f) Mundo mítico o mito: relato anónimo de tradición oral que narra e intenta explicar hechos
sobrenaturales y racionalmente inexplicables ocurridos en un tiempo remoto (creación del mundo, el día y la
noche). En estos hechos se destaca la actuación ejemplar de personajes extraordinarios, que adquieren la
categoría de héroes, dioses o semidioses. Asimismo, que el lenguaje mítico (simbólico y alegórico) revele la
voz o voluntad divina, explica que tenga un carácter sagrado, verdadero e inmutable.

g) Mundo legendario o leyenda: relato que se conserva en la tradición oral de un pueblo, que se
asimila como superstición por la veracidad del hecho ocurrido en el lugar; se transmite de padres a hijos, lo
que ha hace mutable; intenta dar una explicación a fenómenos acaecidos en lugares determinados, es decir,
tiene un carácter local o que intenta resaltar algún atributo de un pueblo, ciudad, región o país; sus
personajes son reconocibles en la historia, aunque no son iguales a los reales; la leyenda no tiene el carácter
religioso del mito, aun cuando sus personajes pueden ser divinidades.

Realismo maravilloso o realismo mágico: tendencia literaria (escuela o movimiento: grupo de escritores
que comparten ideas y trascienden en otros). El principal creador de esta tendencia en América es Gabriel
García Márquez, con imitación de Alejo Carpentier e Isabel Allende. Características:

- Autentificación narrativa: el narrador básico del realismo maravilloso tiene atribución de verdad, ya que no
cuestiona los hechos extraordinarios que suceden, involucrando a los lectores a su verosimilitud (aceptar
como verdadero lo que el narrador nos cuenta). Es decir, el narrador es omnisciente.
- Naturalización de lo maravilloso y extrañeza ante lo cotidiano: lo contado está narrado en un tono
inmutable y absolutamente verosímil. Se normaliza lo maravilloso, y se marca lo cotidiano como algo
insólito.

- Colectivización de la mirada maravillosa: con la aceptación de la naturalidad de los hechos extraordinarios,


se impone la continuidad narrativa, lo que permite que el colectivo que lee la novela, confirme su pacto de
verosimilitud y se sorprenda de lo cotidiano.

- Realidad cultural: es una tendencia surgida de la reunión de las razas y culturas diferentes que se
manifiestan en Latinoamérica, fundamentalmente, el mestizaje.

- El encantamiento: atrapa con su prodigio de historias extraordinarias y bien contadas. Este discurso se
relaciona con el primitivo “romance europeo”.

- Convicción de fe: el narrador prescinde de afectividad y reflexividad (es decir, no emite juicios y se
distancia de lo narrado). Es el propio relato el que exige nuestra “fe” al no existir una orientación semántica
visible.

- El espacio y su correspondencia con personajes novelescos: el espacio de esta tendencia se interrelaciona


con los personajes a través de la percepción que ellos tienen de su territorio y cómo éste los integra como
una extensión suya (es decir, el personaje es producto de su territorio).

Criterios Discurso de lo fantástico Discurso del realismo mágico


Modo de representación de la realidad Se mezcla lo natural y lo sobrenatural de Conviven lo natural y lo sobrenatural de
literaria modo problemático. manera espontánea y sin contradicciones.
Autentificación narrativa El narrador básico no autentifica los El narrador básico autentifica los hechos al
hechos acaecidos, porque generalmente presentarlos como naturales.
está más cerca de la subjetividad de los
personajes.
El lector y el efecto discursivo El lector se ve inmerso en un mundo El lector acepta la realidad maravillosa sin
extraño que lo perturba debido a la mezcla cuestionarla, en una especie de
conflictiva de planos. encantamiento por lo narrado.
Persona gramatical empleada Predominio de la primera persona, porque Predominio de la tercera persona, porque
el discurso aparece como una versión otorga verosimilitud a los hechos al
discutible de los hechos. Si se presenta la relacionarse con el discurso del narrador.
tercera persona, estará subjetivada y
usada en función de algunos de los
personajes.
Realidad cultural y espacio Posee una atmósfera cosmopolita que lo Involucra a una colectividad.
vincula a lo europeo y su espíritu
racionalista (de ahí la colisión tan abrupta
con lo irracional).
Universo de la ficción Se presenta desconcertante y ambigua. Se presenta como un mundo armonioso y
coherente donde conviven lo racional y lo
irracional.
Tiempo A veces se presenta como una superación Se presenta como una dimensión temporal
extraordinaria de las dimensiones vinculada a lo mítico y a lo sagrado (ajena
temporales, lo cual los personajes asumen al devenir racionalista del tiempo como en
como problemático (viajes en el tiempo, la circularidad garciamarquiana, etc.)
disyunción del tiempo, etc.)
Procedimientos compositivos Términos modalizadores, recursos gráficos Hipérboles, exageraciones, etc.
de énfasis, paradojas, oxímoron, etc.
h) Utópico: la palabra u-topía (“u”: no, “topía”: lugar) se define como lugar inexistente, plan ideal no
realizable. La utopía tiene un carácter ideal, feliz. En la literatura, la utopía corresponde a un relato en el cual
el mundo representado muestra un espacio no existente de perfección del hombre y de la sociedad
(presenta geografía perfectamente delimitada y definida, sociedad y cultura perfecta; se da el trabajo
comunitario, lo que conduce a la equidad y a su vez a la justicia; no existen posesión, sino que se valora el
compartir; existe equilibrio, por lo que se presenta a un gobierno plenamente democrático). El género de la
utopía se inició en el Renacimiento con la novela Utopía de Tomás Moro (1516). La utopía supone la distopía
o antiutopía: ésta supone el acento en las condiciones negativas de un espacio humano, a modo de reflexión
y alerta de la propia actualidad perniciosa.

i) Mundo de Ciencia Ficción: la Ci-Fi se refiere a aquellas narraciones cuyo contenido se desarrolla en
espacios imaginarios o desconocidos. El mundo representado se sitúa en el futuro que se nutre de los
elementos propios de la ciencia y la tecnología. Muestra además una visión crítica de la sociedad
contemporánea. Su objetivo es instaurar un nuevo orden, en el cual las formas de vida y los esquemas
sociales son diferentes a los ya vividos o actuales. Así, la realidad propuesta suele ser de índole profética.

- Ciencia Ficción Utópica: aquella que concibe el futuro como un espacio de perfección del hombre y de la
sociedad. Algunos ejemplos son el libro “La Ciudad y las Estrellas” (Arthur Clarbe) o la película “Encuentros
cercanos del tercer tipo”.

- Ciencia Ficción Antiutópica: aquella que prevé un futuro degradado principalmente por la incapacidad de
la humanidad para controlar los efectos de su progreso tecnológico. Ejemplos: “Un Mundo Feliz”, “1984”, de
Blade Runner.

Contexto en que surge la literatura de Ciencia Ficción y contemporánea (s. XX): se desarrolla con gran fuerza
entre 1920 y 1940, y alcanza su mayor nivel tras la Segunda Guerra Mundial. Hechos como la bomba
atómica, la investigación espacial, la llegada del ser humano a la luna y la revolución informática facilitan el
desarrollo de esta literatura.

Temas recurrentes en la Ci-Fi:

1º La exploración del espacio se manifiesta por las aventuras en otros planetas. Ej.: “Crónicas Marcianas”,
“De la Tierra a la Luna”.

2º El viaje por el tiempo. Ej.: “La Máquina del Tiempo” (Herbert G. Wells).

3º Los mundos paralelos: los relatos presentan la convivencia del mundo conocido con el desconocido. Ej.:
“Crónicas Marcianas” (Ray Bradbury).

4º La presencia de seres no humanos: las narraciones están protagonizadas por creaciones artificiales
(androides, robots o alienígenas), que son producto de una evolución extraterrestre, y también criaturas por
mutaciones humanas.

5º La instauración de una utopía política. Ej.: “1984”.

7. Modos o estilos narrativos

Corresponden a las formas en que el narrador da a conocer el decir o pensar de los personajes y que dotan
al discurso literario de especificidad.
a) Modo o estilo directo: corresponde a la reproducción literal de lo dicho o pensado por otro o por
uno mismo. El narrador introduce la intervención del personaje de manera directa, sin intervenir o
interpretar su alusión. Se le llama también cita directa, discurso directo o, asimismo, estilo directo
libre cuando no va el verbo introductor dijo, pensó. Ejemplos: Me miró fijamente y dijo: «Nunca
imaginé que fueras tan pérfido»; María pensó: «No es a mí a quien prefiere»; Al verlo me dije:
«Seguramente ha suspendido el examen». La parte de texto reproducida, si es breve, se coloca
entre comillas y a renglón seguido, o se indica con un guión, generalmente introducida por dos
puntos (:). Si es extensa, se le suele disponer en párrafo aparte y con una letra de menor tamaño
que la del párrafo general, en cuyo caso se pueden eliminar las comillas, para no incurrir en
redundancia de signos. Ejemplo: El sujeto se acercó titubeante a la mujer y le dijo: "Sabes bien que
te he querido siempre. Sabes bien además que jamás te dejaría. Pero algo me impide abandonar a
mi esposa y a mis hijos. Es mejor que nos despidamos para siempre”.
b) Modo o estilo indirecto: corresponde a la reproducción de lo dicho o pensado por otro o por uno
mismo no de forma literal, sino desde la voz del narrador. Se le denomina también cita indirecta o
discurso indirecto. Gramaticalmente se caracteriza por ser una oración subordinada que actúa
como complemento del verbo principal: Me miró fijamente y dijo que nunca había imaginado que
fuera tan pérfido; María pensó que no era a ella a quien prefería; Al verlo me dije que seguramente
había suspendido el examen. A diferencia del estilo directo, en el indirecto no se utilizan comillas ni
ninguna forma especial de presentación, pues no se trata de cita directa, es decir, con las palabras
pronunciadas o pensadas, sino de un resumen de lo que otro dice o piensa. El narrador no
reproduce la propia forma de expresión del personaje, sino que subordina el discurso de éste al
suyo propio. Normalmente, entre la oración principal y la subordinada suele haber un nexo, que en
general es que.

Diálogo en estilo directo Diálogo en estilo indirecto


 Se debe diferenciar con claridad la narración del  El narrador cuenta lo dicho por el personaje; adapta su
diálogo. Cada vez que habla un personaje, se escribe enunciado con la finalidad de que la narración no
en renglón aparte y se marca con un guión mayor o altere su ritmo discursivo.
raya.  El narrador, al contar la historia, hace desaparecer las
 Como el narrador reproduce el diálogo textual de los comillas y los dos puntos. Utiliza la conjunción que
personajes, suelen utilizarse signos tales como las para introducir una oración subordinada que se
comillas y los dos puntos. atribuye a uno de los personajes.
 Es fundamental identificar qué personaje habla en  El narrador indica qué personaje es el que habla.
cada oportunidad.  El narrador señala los aspectos que evidencian el
 El modo de hablar de cada personaje debe modo de ser de los personajes.
corresponder con su forma de ser, con su carácter, con  El diálogo pierde su espontaneidad y fluidez.
el grupo social al que representa, etc.
 El diálogo es espontáneo, fluido y natural, en la
medida en que es una imitación fiel de la lengua oral.
c) Modo o estilo indirecto libre: en este caso se fusionan los dos estilos anteriores; el relato se torna
más complejo y, a veces, ambiguo, esto porque el narrador parece hablar desde dentro del
personaje. Corresponde al estilo o discurso indirecto en el que se suprime el verbo introductor
(decía que, dijo que, pensó que) y en la escritura a veces va después de dos puntos: Ella siguió
aferrada a su idea: no iría a la fiesta. En este estilo, el narrador se mantiene presente, pero habla
desde el interior del personaje, lo que produce una identificación del narrador con la interioridad
del personaje. La reproducción de palabras o de pensamientos se hace mediante una oración que
posee independencia sintáctica y de tono. Un procedimiento lingüístico común del estilo indirecto
libre es la variación de los tiempos verbales.
8. El tiempo narrativo

El concepto de tiempo en la narración presenta diferentes planos de estudio: el tiempo referencial histórico,
el tiempo de la historia y el tiempo del relato.

a) El tiempo referencial histórico: Es considerado el tiempo que permite contextualizar la obra en un


determinado momento histórico, con sus características sociales y culturales que determinan la
concepción de mundo.
b) El tiempo de la historia: Es el conjunto de acciones consideradas en su sucesión cronológica, tal
como se ordenan naturalmente en la realidad referencial.
c) El tiempo del relato: Es la disposición artística o estética de los acontecimientos según la finalidad
del narrador, tal y como aparecen en la narración. Orden que no siempre coincide con la
presentación cronológica de la historia. Se pueden relatar los hechos en su sucesión cronológica
lineal, en forma discontinua o en retrospectiva. Diferentes tiempos narrativos, que son:
 Narración “ab ovo”: (lat. desde el huevo) significa que el relato comienza en el momento del inicio
cronológico de la historia. La narración “ab ovo” sigue linealmente la secuencia narrativa desde el
principio hasta su desenlace.
 Narración “in medias res”: (lat. en medio de la cosa) significa que el relato comienza en un
momento ya avanzado de la historia. Desde ahí el narrador avanza o retrocede en la narración. Esta
es la disposición narrativa más frecuente en las novelas contemporáneas: hay saltos, tanto al
pasado distante como al inmediato, que alteran la linealidad temporal.
 Narración “in extremas res”: (lat. en el extremo de la cosa) significa que el relato comienza por el
final de la historia y desde ese momento hay una mirada retrospectiva que retoma la situación con
la que comienza el relato y que implica sucesivos cambios temporales.
9. Técnicas narrativas contemporáneas

En los albores del siglo XX, los escritores incorporan nuevas técnicas narrativas. Hechos trascendentales y
aparentemente tan dispares como la aparición del psicoanálisis, el nacimiento del cine, la emergente cultura
de masas y la sensación de desamparo que provocó en la sociedad occidental la mortandad producto de la
Primera Guerra Mundial repercutieron en la forma de narrar. Del psicoanálisis la novela en particular, toma
la posibilidad de narrar a partir del sueño y del ensueño, del subconsciente. Del cine, la novela toma la
factibilidad de hacerlo a través de la pluralidad de voces y puntos de vista, alterando el orden cronológico de
la narración. Surgieron así el "Racconto" y el "Flash – back". La cultura de masas revitalizó el tradicional
recurso de la intertextualidad. Tras la Primera Guerra Mundial cuando el mundo y la vida no parecían tener
orden ni sentido, ¿podía entonces concebirse un narrador que ordenara los hechos metódicamente y
soberanamente, como un dios omnipotente? Aparecieron así nuevas técnicas narrativas, básicamente
influidas por la psicología, particularmente el monólogo interior y la corriente de la conciencia.

9.1. Técnicas derivadas del cine


a) El montaje

En cine el montaje es usado para representar el movimiento espacial y temporal. En literatura adquiere el
carácter de recurso estético. Consiste en yuxtaponer los planos narrativos, ya sea manteniendo la unidad de
espacio y que la narración se proyecte a circunstancias cronológicas diferentes, o bien, que se represente
una variedad de situaciones producidas simultáneamente en espacios distintos. Es decir, consiste en
presentar simultáneamente acontecimiento que se desarrollan en planos temporales y/o espaciales
distintos. Los planos se asocian o se relacionan a través de un elemento en común, que sirve de nexo.
Permite ordenar el orden real de los acontecimientos, según la intención del narrador. Puede presentar
sucesión violenta de planos, con la finalidad de provocar una reacción intelectual o emotiva en el lector. En
este caso se habla de montaje de choque. Rompe la continuidad cronológica, denotando así un carácter
subjetivo del tiempo. Condensa vertiginosamente días, meses, años. En este caso se habla de montaje
americano.

b) Anacronías narrativas o saltos temporales:


 Analepsis: alude a la retrospección. Se relata un hecho anterior al tiempo del acontecimiento
principal. Se recuerda el pasado. Según su extesión, puede ser:
o Racconto: el narrador hace un extenso retroceso en el tiempo, recordando hechos
directamente o a través de los personajes.
o Flash – back: retroceso temporal breve hecho por el narrador o un personaje y retorno
rápido al presente.
 Prolepsis: se refiere a una prospección o anticipación; alude a la mirada del narrador hacia el
futuro. Se narra un acontecimiento que ocurrirá después del tiempo del relato. Según su extensión,
puede ser:
o Premonición: el narrador, en forma directa o a través del personaje, efectúa una vasta
incursión en el tiempo futuro de la historia, salto prospectivo, para regresar
posteriormente al momento de la narración inicial.
o Flash – forward: es una proyección hacia el futuro de carácter breve.
9.2. Técnicas derivadas de la psicología:
a) El monólogo interior: es la verbalización de los contenidos mentales del personaje, los que
aparecen ordenados, tanto en su sentido lógico como sintáctico.
b) La corriente de la conciencia: el descubrimiento del subconsciente por parte del psicoanálisis
influyó en exponer narrativamente procesos mentales de la conciencia donde los pensamientos
fluyen sin orden ni coherencia. No se reconocen estructuras lógicas y la organización sintáctica es
caótica. Se omiten los signos de puntuación.

Monólogo interior Corriente de la conciencia


 Alude a la expresión traducida del francés “monologue  Corresponde a la expresión traducida del inglés “stream of
intérieur”, de E. Dujardin. consciousness”.
 Muestra el flujo de los pensamientos del personaje sin  Designa el proceso mental de la conciencia que fluye en
interrupción del narrador en el orden que surgen, sin explicar forma de “río” o “corriente”.
el encadenamiento lógico.  Alude al singular fluir que se dirige, tanto al pasado como al
 Da la impresión de reproducir los pensamientos tal como presente o al futuro sin orden ni concierto.
llegan a la mente.  Muestra la conciencia en su movimiento natural e íntimo.
 Presenta al personaje expresando sus sentimientos y  Es un modo narrativo que representa una conciencia en
pensamientos más íntimos (los que están más cerca del vigilia.
inconsciente). En otros términos, muestra la afluencia  Muestra una fuerte supresión de nexos oracionales o de
incontrolada del inconsciente y de su accionar sobre la conectores y de marcadores lingüísticos de orden, hecho
conciencia. que influye en que el discurso resulte caótico, sin lógica.
 Reduce al mínimo las relaciones sintácticas. Esto supone falta  Evade la relación causa – efecto propia de la narrativa
de lógica. decimonónica.
 Permite la emergencia confusa e inestructurada de imágenes,  Suprime los signos de puntuación o los reduce al mínimo.
sensaciones, sentimientos e ideas expuestas sin coherencia y  Emplea comillas y suprima la mayúscula como marca
con distorsiones sintácticas: continuas repeticiones y discursiva.
enumeraciones caóticas, por ejemplo.  Muestra una evidente alteración del espacio y del tiempo.
 Presenta asociaciones libres con la consiguiente alteración o  Permite conocer la personalidad del sujeto sin censuras ni
disolución del tiempo y del espacio. inhibiciones.
 Alude a una conciencia confusa o alterada patológicamente
ya sea por un estado febril, por ebriedad, por drogas, por un
trauma o perturbación emocional profundos.
c) Soliloquio o monólogo citado: es la transcripción directa de contenidos de conciencia analizados
lógicamente por un personaje. Se plantea como un autonálisis o confesión. Esto supone una
relación dialógica entre el personaje y su discurso o con un ser imaginado. Se presenta mucho más
estructurado y lógico que el monólogo interior y la corriente de la conciencia. Conserva la sintaxis y
la puntuación. Se trata en consecuencia, de un discurso con sentido lógico. Posibilita el
conocimiento de la argumentación del personaje en relación con una situación determinada.
d) La intertextualidad: es un recurso literario que consiste en que un texto se constituye teniendo
como base, motivación o referente otro texto. Según J. Kristeva, “todo texto es absorción y
transformación de otro texto”, es, entonces, una relación entre textos. La noción de texto es para el
caso más amplia que la de texto literario tradicional y abarca textos de muy diversos tipos. Se
puede relacionar un texto con películas, canciones, personajes históricos, etc. // Se entiende por
intertextualidad la relación que se establece entre los elementos que componen un texto con los de
otro u otros textos. No existe el signo en el vacío. Un texto se relaciona con los textos de la
tradición literaria anterior, con la serie de textos que se producen sincrónicamente y con
posterioridad a él. Sin embargo, esta relación no es privativa del texto literario, sino que pueden
considerarse en el cine, la pintura, la escultura, el arte en general. Ha habido autores que han
sabido incorporar elementos de la cultura popular en sus obras renovando los esquemas culturales
tradicionales, como por ejemplo Nicanor Parra, Andy Warhol y Manuel Puig. Además de las
relaciones intertextuales literarias, que son bastante clásicas y no fenómenos exclusivos de este
siglo, tenemos las relaciones intertextuales de la cultura popular, las que han nacido en las últimas
décadas como resultado de la globalización comunicativa que afecta al mundo entero. Entre estas
manifestaciones se encuentra la incorporación de intertextos de la cultura de masas como
telenovelas, radio, televisión, videos, etc., que influyen en la configuración de las obras ficcionales.
Particularmente destacable se torna el caso de Hispanoamérica, ya que este proceso de
masificación de la cultura ha producido una literatura que responde a una época dominada por el
concepto de “aldea global”. Un escritor como el argentino Manuel Puig ha renovado la narrativa
tradicional a partir de la construcción de su obra sobre la base de fragmentos de boleros, letras de
tango, películas populares.
 Intertextualidad general o trascendente: relación que se produce entre textos de diversos autores,
sean estos de épocas distintas o contemporáneos, en forma evidente y directa. Tal es el caso de
Borges, quien toma como referente El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha de Cervantes y
escribe su relato Pierre Menard, autor del Quijote, o bien el mito de La Torre de Babel, de La Biblia,
Génesis 11, que es reelaborado por Franz Kafka en su relato La Torre de Babel, en el siglo XX. Lo
propio ocurre con Cien años de soledad de García Márquez y La casa de los espíritus de Isabel
Allende, novelas en que se aprecia un diálogo evidente e intencionado por parte de ésta última. Si
el lector ha leído la primera novela, podrá acceder con mayor propiedad al sentido de la segunda.
Se amplía el horizonte de comprensión del texto. En todos los casos citados, no se trata de copia o
plagio, pues existe una relación de carácter transformativo, es decir, se trata de un diálogo creativo.
El plagio, por el contrario, implica una relación no transformativa, es decir, no creativa. En el plano
de la literatura clásica renacentista y barroca, por ejemplo, es imposible prescindir de la tradición
literaria grecolatina: Homero, Virgilio, Ovidio, para acceder al sentido de la obra de Góngora, Fray
Luis de León, etc. Lo mismo ocurre con poetas tales como Petrarca, Sannazaro y otros que son
capitales para comprender la obra de Garcilaso de la Vega, Juan Boscán, etc.
 Intertextualidad restrigida o inmanente o intratextualidad: la relación o diálogo se produce en
obras de un mismo autor. En Hispanoamérica tenemos varios casos, como el de Gabriel García
Márquez, quien en Cien años de soledad cuenta hechos que aparecían narrados en sus cuentos
desde una perspectiva distinta. También es mencionable el escritor uruguayo Juan Carlos Onetti,
quien iba armando su universo novelesco en torno a una saga familiar que reiteraba personajes y
situaciones en el mítico pueblo de Santa María. Como un caso emblemático se puede mencionar a
Jorge Luis Borges, el que estructuró un cuento a partir de una situación que había quedado sin
explicación en un relato treinta y cinco años antes.
 Metatextualidad: cuando en el texto literario se mencionan hechos referentes al mundo de la
escritura, como el nombre del escritor o la discusión sobre los propios procesos de composición de
la obra que se está leyendo, la referencia supuestamente extratextual se torna más discursiva que
nunca. Por ejemplo, cuando Borges escritor imagina y fija por escrito un discurso de un personaje
llamado Borges, no se puede identificar a este personaje con el yo real del autor, sino que es más
adecuado entender a ese Borges personaje como un ente ficticio creado por el lenguaje. Con ello se
comprende que el Borges personaje es un hecho de lenguaje y sobre ése es el único que se puede
hablar, es el único real para el lector. El arte se ensimisma, se hace autorreflexivo, se espejea. El
arte de vanguardia, desde su autoconciencia, alienta una nueva relación con la escritura. Así nace
una nueva forma de habitar el lenguaje literario: el metapoema, máxima expresión de la
autorreflexividad de la escritura. El metatexto, al igual que el manifiesto, es un texto programático
que une la teoría escritural, la poética del autor, con la simultánea práctica de la misma: es la
inscripción de la escritura en la escritura, es decir, la exhibición de los códigos y materiales de
expresión utilizados por un creador al interior de la obra literaria. Al proclamar la autonomía de la
obra de arte, el poema comienza a abarcar un territorio en el que se acrisolan el suceso creativo y
la materialidad del lenguaje. El metatexto plantea un acercamiento a la poética del signo,
problematizando su disposición a lo largo de la cadena hablada y dentro de las estrategias que lo
conforman.
10. LAS FORMAS O GÉNEROS HISTÓRICOS DE LO NARRATIVO

Las formas o géneros históricos son las especificaciones particulares que a lo largo de la historia ha tomado
un determinado género. Es la realización concreta del género. Según el canal utilizado, se dividen en:

a) Las formas orales:


 Mito: relato primitivo fantástico de significación religiosa o filosófica, que hace referencia a
acontecimientos ocurridos en el comienzo de los tiempos. Los personajes son seres divinos o
héroes. Es la forma más antigua de narración y se encuentra presente en todas las culturas.
 Leyenda: relato transmitido inicialmente por tradición oral, en prosa o en verso, en el que,
prevaleciendo elementos maravillosos, los personajes expresan en lenguaje coloquial las creencias
relacionadas con los misterios de algún lugar determinado. En unos casos, la leyenda se basa en
acontecimientos históricos y en otros, en la fabulación popular.
 Poema épico primitivo (epopeya): poema narrativo extenso, de elevado estilo, que relata acciones
de seres humanos extraordinarios, únicos, de naturaleza heroica, dignos de ser recordados por una
nación o por toda la humanidad. El tema de la epopeya es el pasado ideal, la absoluta antigüedad.
Ejemplos: La Odisea, atribuida a Homero, el Mahabahrata atribuido a Vyasa, etc. Corresponden al
mundo antiguo, premedieval.
 Cantar de gesta: es el nombre dado a la epopeya escrita en la Edad Media o a una manifestación
literaria extensa perteneciente a la épica que narra las hazañas de un héroe que representa las
virtudes que un pueblo o colectividad consideraban modélicas durante el Medievo. Se declamaba
en lengua romance y presentaba una visión cristiana del mundo. Ejemplo: El Poema del Cid y La
canción de Rolando.
 Romance: poema narrativo de origen anónimo–popular, con temas provenientes de los cantares de
gesta o legendarios, muy próximos a la épica. El romance se compone de una serie indefinida de
versos octosílabos asonantes en los versos pares. El conjunto de romances históricos, épico–
literarios y legendarios españoles se denomina “romancero”.
 Cuento popular: relato de origen anónimo-popular cuyas características son el anonimato del
autor, y la posible reiteración temática y argumental en diferentes versiones y culturas, dado su
origen ancestral. Se consideran formas del cuento popular entre otros: el cuento de hadas, los
cuentos fantásticos, los cuentos heroicos. Está asociado a los mitos y a las leyendas. Todos tienen la
misma estructura y cumplen con un principio y un final estereotipados: salida del hogar seguro,
viaje en cumplimiento de una riesgosa misión, encuentro del héroe con adversarios poderosos
sobrenaturales (dragones, brujas o monstruos), superación del obstáculo con ayuda de elementos
mágicos y cumplimiento de un objetivo. En los cuentos populares los personajes no tienen
ambigüedad: son totalmente buenos o radicalmente malos, pobres o ricos, feos o hermosos. El bien
triunfa siempre. Se sitúa en lugares irreales y tiempos ahistóricos.
b) Formas escritas:
 Fábula: narración breve, originalmente escrita en verso, cuyos personajes son animales
personificados, que representan vicios y virtudes. Contiene una moraleja al final del relato,
expresada en versos rimados, en la cual se condensa una enseñanza de tipo moral. Se considera al
griego Esopo (siglo VI a.C.) como el creador de la fábula.
 Parábola: narración breve de una anécdota, semejante a la fábula, pero con personajes humanos,
que sirve de punto de partida para extraer una lección moral. Detrás del relato sencillo hay una
interpretación intelectual y una alusión a un sentido más profundo, que es donde radica la
enseñanza moral o religiosa, como ocurre, por ejemplo, en las parábolas del Evangelio.
 Cuento: relato breve escrito en prosa en el que se narra una historia de ficción (fantástica o
verosímil), con un reducido número de personajes, escasa descripción y una intriga que gira en
torno a un acontecimiento básico que se encamina rápidamente hacia su clímax y desenlace final,
generalmente sorpresivo. El cuento excita desde un principio la atención del lector y la mantiene
continuamente hasta el fin. Puede manifestar variadas tendencias literarias.
 Poema épico erudito (poema épico): poema culto, no tradicional, escrito por autor reconocido que
a imitación de las epopeyas narra hechos heroicos no necesariamente arcaicos de un pueblo
determinado. Ejemplo: Alonso de Ercilla con La Araucana, Camoens con Los Luisiadas, etc.
 Novela: narración extensa de una historia ficticia verosímil escrita en prosa, cuyos temas y
personajes son comunes y ordinarios, en oposición a la epopeya. Además, incorpora el lenguaje
vulgar y coloquial, propio de los personajes cotidianos. La novela es un relato multiforme y
abarcador, que incorpora textos filosóficos, dialógico–dramáticos o líricos. Se reconoce a Miguel de
Cervantes con El Quijote, como el iniciador de la gran novela moderna.

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