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CAFÉ Y SALUD
Efecto de la cafeína en el rendimiento deportivo
Nieves Palacios Gil-Antuñanoa, Eduardo Iglesias-Gutiérrezb y Natalia Úbeda Martínb
a
Servicio de Endocrinología y Nutrición. Centro de Medicina del Deporte. Consejo Superior de Deportes. Madrid.
b
Departamento de Nutrición, Bromatología y Tecnología de los Alimentos. Facultad de Farmacia. Universidad CEU
San Pablo. Madrid. España.
La cafeína o 1,3,7-metilxantina es un alcaloide que se en-
cuentra de forma natural en las hojas, frutos y semillas de
más de 60 especies vegetales diferentes y que pertenece a
una serie de sustancias denominadas genéricamente metil-
xantinas. Los alimentos con mayor contenido en cafeína son
el café y el té (alrededor de 100 y 30 mg en una taza de
café y té, respectivamente), así como las bebidas refrescan-
tes de cola (40 mg aproximadamente en una lata de 330
ml) y el chocolate (en torno a 10 mg en una taza de choco-
late a la taza) (tabla 1)1,2. Además de encontrarse de mane-
ra natural en algunos alimentos, también forma parte de
numerosos preparados farmacológicos (estimulantes, su-
presores del apetito y analgésicos, entre otros).
En la actualidad más del 80% de la población mundial con-
sume cafeína a diario, lo que la convierte en la sustancia
psicoactiva (ya que carece de valor nutricional) más amplia-
mente utilizada en la historia de la humanidad3.
La exposición a esta sustancia puede iniciarse incluso antes
del nacimiento, ya que la cafeína es capaz de atravesar la
placenta, por lo que los hijos de mujeres consumidoras de
cafeína durante el embarazo muestran en el período neona-
tal concentraciones plasmáticas de cafeína farmacológica-
mente activas4. Por lo general, durante la infancia suele
mantenerse cierto grado de exposición, para estabilizarse su
consumo durante la adolescencia y la edad adulta5.
Su potencial efecto sobre la disminución de la percepción
de la fatiga empezó a estudiarse a principios del siglo XX,
pero no fue hasta finales de la década de 1970 cuando las
investigaciones sobre su efecto ergógeno hicieron que se
popularizase su uso como ayuda en los deportistas6.
Metabolismo
Prácticamente el 90% de la cafeína ingerida se vacía del es-
tómago en 20 min y alcanza el pico de concentración plas-
mática a los 40-60 min, siendo su vida media de 3-5 h (ta-
bla 2)6,7. Se metaboliza en el hígado a través del citocromo
P450; de esta forma, la mayor parte de la cafeína se trans-
forma en paraxantina, al eliminarse uno de los grupos meti-
lo. La paraxantina se excreta en orina como otras xantinas,
ácido úrico y uracilos, mientras que la excreción de cafeína
como tal en orina sólo representa el 1-3% del total ingerido.
Mecanismo de acción propuesto
El mecanismo de acción fisiológico de la cafeína se desarro-
lla en numerosos sistemas orgánicos y, por lo tanto, tiene
un efecto multifactorial e interrelacionado.
Correspondencia: Dra. N. Palacios Gil-Antuñano.
Servicio de Medicina, Endocrinología y Nutrición.
Centro de Medicina del Deporte.
Greco, s/n. 28040 Madrid. España.
Correo electrónico: nieves.palacios@csd.mec.es
Recibido el 15-9-2008; aceptado para su publicación el 25-9-2008.
269.977
Sobre el sistema nervioso central, posiblemente su efecto
más conocido es su acción estimulante: aumenta el nivel de
alerta, atención y concentración, mejora el estado de ánimo
y el humor, y disminuye tanto el cansancio como la percep-
ción subjetiva de esfuerzo, de modo que retrasa la aparición
de fatiga, por lo que puede aumentar el rendimiento depor-
tivo. Se ha propuesto que el mecanismo de acción por el
que desarrolla este efecto estimulante parece relacionado
con su acción como inhibidor competitivo de los receptores
de adenosina en el sistema nervioso central8-10. La dosis de
cafeína necesaria para bloquear los receptores de adenosi-
na es mucho menor, además, que la que se necesita para
desarrollar los otros efectos fisiológicos7. La adenosina es un
regulador de la neurotransmisión que, además, disminuye
la liberación de catecolaminas e inhibe la lipólisis. La cafeí-
na, al unirse a los receptores de adenosina, incrementa la
actividad celular a la vez que estimula la secreción de sero-
tonina en la corteza cerebral, aumentando así la acción del
sistema simpático y disminuyendo la actividad de las neuro-
nas inhibitorias11. Algunos trabajos han propuesto que la ac-
ción estimuladora de la actividad motora y del retraso de la
fatiga que ejerce la cafeína se produce mayoritariamente
mediante la unión de ésta a los receptores A2A, propios de
regiones ligadas a neuronas dopaminérgicas, mediante la
denominada vía indirecta8,10. Así, la acción inhibitoria de la
cafeína sobre los receptores de adenosina parece ser, hasta
la actualidad, el mecanismo más convincente para explicar
la mayoría de los efectos ergógenos del alcaloide10.
Dentro de las células se ha propuesto que la cafeína tiene
un efecto en la transducción de señales, que incluye la inhi-
bición de fosfodiesterasas y el aumento de la concentración
de 3’,5’-adenosinmonofosfato cíclico (un mensajero secun-
dario que participa, entre otras acciones, en la activación de
la lipólisis en el tejido adiposo), con su consecuente acción
sobre las enzimas fosforilasas que median, a través de la
activación de una cascada de fosforilación, la regulación de
varios procesos, como puede ser la actividad locomoto-
ra10,12. En concreto, recientemente se ha mostrado que la
TABLA 1
Contenido en cafeína de distintas fuentes alimentarias
y complementos dietéticos1,2
Producto Contenido en cafeína (mg)
Café (150 ml) 106-164
Café instantáneo (150 ml) 47-68
Café descafeinado (150 ml) 2-5
Té negro (240 ml) 25-110
Té verde (240 ml) 8-36
Coca-Cola® (330 ml) 42
Pepsi-Cola® (330 ml) 35
Chocolate con leche (28 g, una onza) 2-8
Chocolate negro (28 g, una onza) 5-25
Chocolate líquido (168 g) 2-8
Red Bull®, bebida energética (250 ml) 80
Gel cafeinado (40 g) 25
Barrita cafeinada (65 g) 50
Med Clin (Barc). 2008;131(19):751-5 751
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PALACIOS GIL-ANTUÑANO N ET AL. EFECTO DE LA CAFEÍNA EN EL RENDIMIENTO DEPORTIVO
proteína DARPP-32 participa en el mecanismo de la cafeí-
na, ya que ésta, mediante el bloqueo de los receptores de
adenosina A2A, induce la elevación de una forma fosforilada
alternativa (en Thr75 en lugar de Thr34) de la proteína que
inhibe la proteincinasa A y la cascada de fosforilación cau-
sante de inhibir la actividad locomotora; de esta forma, la
cafeína inhibe las neuronas inhibitorias y, por lo tanto, mo-
dula la transmisión de las señales nerviosas al músculo y la
señalización neuromuscular10,13.
Sobre el músculo la cafeína tiene un efecto directo aumen-
tando la movilización de calcio del retículo sarcoplásmico y
la sensibilidad de los miofilamentos por el calcio, lo que pro-
duce una mayor excitabilidad de las fibras musculares, la
cual mejora los mecanismos de contracción, aumenta la po-
tencia y retrasa la aparición de fatiga. Este mecanismo va li-
gado a la activación de las bombas o adenosintrifosfatasas
de sodio y potasio, que se encargan del mantenimiento del
gradiente electroquímico de las membranas celulares trans-
portando sodio al interior celular y potasio al exterior de la
célula10,12.
Por lo que se refiere al metabolismo energético, la cafeína
aumenta la movilización de triglicéridos. Existe controversia
a este respecto, pero en la mayoría de los estudios de com-
plementación con cafeína se han observado un aumento de
la concentración plasmática de ácidos grasos libres y una
disminución del cociente respiratorio, si bien estos 2 indica-
dores pueden modificarse también por otros factores como
la composición de la dieta. El incremento de la disponibili-
dad de ácidos grasos libres en plasma permite preservar la
utilización de los hidratos de carbono como fuente energéti-
ca, especialmente en ejercicios de resistencia e intensidad
moderadas. Esta acción de la cafeína podría producirse in-
directamente al incrementarse las concentraciones circu-
lantes de catecolaminas, o directamente al antagonizar a los
receptores de adenosina, molécula que inhibe la lipasa y la
oxidación de los ácidos grasos12.
Recientemente algunos estudios han mostrado que la in-
gesta de cafeína junto con hidratos de carbono también mo-
difica el metabolismo de éstos, ya que produce tanto un in-
cremento de la tasa de oxidación de los hidratos de carbono
exógenos, probablemente mediado por una mayor absor-
ción intestinal de glucosa14, como una mayor acumulación
del glucógeno muscular, incluso 4 h después de la realiza-
ción de ejercicio extenuante por sujetos bien entrenados.
Parte de estos efectos podrían deberse a la mayor concen-
tración sanguínea de glucosa e insulina que se observa du-
rante el período de recuperación en los individuos que in-
gieren conjuntamente la cafeína con los hidratos de
carbono15. Estos estudios demuestran que durante el ejerci-
cio la ingesta de cafeína no parece ejercer los efectos nega-
tivos en el metabolismo de la glucosa que se observan en
personas sedentarias o no entrenadas, sino que puede favo-
recer tanto su utilización durante el ejercicio como la resín-
tesis de glucógeno muscular tras el ejercicio.
En el sistema cardiovascular, la cafeína parece tener efectos
diversos. Mientras que su efecto sobre la frecuencia cardía-
ca es equívoco, los autores están más de acuerdo con el
efecto elevador de la presión arterial. Con respecto al primer
punto, varios estudios muestran que la frecuencia cardíaca
aumenta, otros indican que disminuye y en otros no se ob-
serva ningún efecto de la cafeína sobre este parámetro. Se-
gún McClaran y Wetter16, la dosis de cafeína, la intensidad
del ejercicio y la habituación a esta sustancia son factores
que pueden contribuir a las diferencias que se observan en-
tre los distintos estudios. El efecto sobre la presión arterial
depende de los sujetos y se ha descrito que aquéllos diag-
nosticados de hipertensión tienen una respuesta mayor a la
752 Med Clin (Barc). 2008;131(19):751-5
TABLA 2
Metabolización de distintas dosis de cafeína a partir
de varias fuentes alimentarias6,7
Bebida Dosis de cafeína (mg) Cafeína en orina (␮g/dl))
Café (1 taza) 100 1,5
Refresco de cola (1 lata) 45 0,7
Té (1 taza) 22-36 0,03
ingesta de cafeína que los normotensos17. Igualmente, el
mecanismo por el que la cafeína aumenta la presión arterial
parece ser diferente según el sexo. En los varones parece
deberse a un aumento de la resistencia vascular, mientras
que en las mujeres se produce un incremento del volumen
cardíaco que aumenta el gasto cardíaco18.
La cafeína puede actuar sobre el sistema respiratorio y ex-
cretor estimulando la broncodilatación de los alvéolos, la
tasa respiratoria y la filtración renal, facilitando el consumo
de oxígeno y la ventilación, así como el aumento de la tasa
metabólica19.
La estimulación del sistema hormonal, como el incremento
de las hormonas del estrés, las mencionadas catecolami-
nas, la betaendorfina y el cortisol, parece contribuir también
a disminuir la percepción subjetiva del esfuerzo y el dolor
muscular, mecanismo asimismo involucrado en el aumento
del rendimiento deportivo19-21.
Por último, la activación neuroendocrina que se produce
como consecuencia de la ingesta de cafeína parece influir
en el sistema inmunológico, de forma que se ha descrito re-
cientemente22 que, cuando se ingiere antes de un ejercicio
intenso, se produce una activación linfocitaria, con un in-
cremento de la expresión de células CD4+ y CD8+.
Efectos ergógenos
Efectos de la cafeína en ejercicios de resistencia
La mayor parte de los estudios sobre el efecto ergógeno de la
cafeína se han centrado en ejercicios submáximos, con un
elevado componente de resistencia. En este tipo de activida-
des (en torno al 85% del consumo máximo de oxígeno) múlti-
ples estudios han mostrado que la ingesta de cafeína antes
del inicio del ejercicio aumenta la concentración plasmática
de ácidos grasos libres, posiblemente como consecuencia del
incremento de las catecolaminas, con lo que mejora el
rendimiento deportivo mediante el descenso de la utilización
del glucógeno como fuente energética. Sin embargo, hay otros
estudios que, aunque muestran un aumento de los ácidos
grasos libres en plasma, no encuentran una mayor metaboli-
zación de los lípidos o modificaciones en el rendimiento19,23-25.
Las diferencias entre los distintos estudios pueden deberse a
varios factores, entre los que figuran la dosis de cafeína em-
pleada, la capacidad aeróbica de los sujetos, el consumo ha-
bitual de cafeína y otros componentes de la dieta, y especial-
mente el tipo y la duración del ejercicio.
Más recientemente, a partir del estudio de Davis et al8 tam-
bién se ha establecido que la cafeína retrasa un 10-20% la
aparición de fatiga en ejercicios de resistencia. Este efecto
ergógeno parece que puede prolongarse hasta 6 h después
de la ingesta y es mayor en las personas que normalmente
no ingieren esta sustancia, comparadas con aquellas que la
consumen de forma habitual19,24,26.
Efectos de la cafeína en ejercicios máximos
Algunos estudios recientes han mostrado que la comple-
mentación con cafeína también mejora el rendimiento en
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PALACIOS GIL-ANTUÑANO N ET AL. EFECTO DE LA CAFEÍNA EN EL RENDIMIENTO DEPORTIVO
ejercicios de alta intensidad y corta duración (alrededor del
100% del consumo máximo de oxígeno y una duración de
3-8 min)27,28. El mecanismo por el que esto ocurre es menos
conocido, pero se ha propuesto que la cafeína podría tener
una acción en la propagación del impulso nervioso y diver-
sos efectos en el mecanismo neuromuscular que facilita el
reclutamiento de fibras, con lo que aumentaría el número de
fibras musculares reclutadas mediante la activación de las
adenosintrifosfatasas de sodio y potasio, así como la afinidad
de los miofilamentos por el calcio, lo que favorece la libera-
ción de éste desde el retículo sarcoplásmico29.
Efectos de la cafeína en ejercicios supramáximos
El efecto de la cafeína en el rendimiento anaeróbico es el
más controvertido. Algunos autores aseguran que en ejerci-
cios intensos que duran entre 15 s y 3 min, y que depen-
den del metabolismo glucolítico para llevarse a cabo, la ca-
feína no parece ejercer ningún efecto positivo, posiblemente
debido al incremento de las concentraciones de lactato, que
disminuyen el pH intracelular y reducen el rendimiento30-34.
Sin embargo, algunos estudios indican una mejoría en la
potencia, la velocidad y, por lo tanto, el tiempo que tarda en
alcanzarse la meta deportiva tanto en nadadores35 como en
ciclistas36. En este caso, el mecanismo de acción de la ca-
feína se debería principalmente a la activación de la fuerza
muscular y al aumento de la contracción, mediante los me-
canismos directos sobre el músculo (ya comentados), a la
disminución de la percepción subjetiva de esfuerzo y al des-
censo de la acumulación del potasio extracelular que se da
como consecuencia del ejercicio37,38. Los autores de estos
trabajos argumentan que las diferencias en los resultados
de los distintos estudios podrían deberse al grado de entre-
namiento de los sujetos y a la capacidad de contrarrestar la
acumulación de hidrogeniones en la célula muscular, ade-
más de la dosis empleada. Todo esto, sin embargo, debería
estudiarse de una manera más amplia, ya que, de momento,
se cuenta en la literatura científica con un escaso número
de trabajos que lo evalúan. Según Crowe et al34, es necesa-
rio investigar con más profundidad qué papel desempeñan
el sistema nervioso central y las hormonas (catecolaminas)
en este tipo de ejercicios de alta intensidad, ya que por aho-
ra no está claro.
En ejercicios explosivos (ⱕ 10 s) que dependen primordial-
mente del sistema de los fosfágenos como fuente energéti-
ca, algunos estudios han observado una mejoría en la po-
tencia, la velocidad y la fuerza isocinética. Estos efectos
parecen deberse al incremento intracelular de calcio y a la
activación de las bombas de sodio/potasio, que facilitan la
disminución del tiempo de reacción en los individuos39-41.
Sin embargo, 2 estudios recientes no encuentran ningún
efecto ergógeno de la cafeína en la fuerza muscular33,42.
Estrategias de complementación: fuente, dosis y momento
de la ingesta
Se ha observado que el efecto ergógeno de la cafeína es no-
tablemente mayor cuando se ingiere en forma de comple-
mentos que cuando se ingiere la misma cantidad a través
del consumo de café43,44. Aunque las concentraciones plas-
máticas que se consiguen son similares en ambos casos, la
diferencia observada parece deberse a la enorme variabili-
dad en el contenido en cafeína (entre 25 y 214 mg por ra-
ción dependiendo del modo de preparación y de la variedad
utilizada) y a que alguna sustancia presente en el café tiene
una acción antagónica sobre el efecto ergógeno de la cafeí-
na, ya que se ha demostrado que el consumo de bebidas
refrescantes con cafeína tiene el mismo efecto ergógeno
que la ingesta de complementos45. Para poder establecer la
verdadera efectividad de las distintas formas de consumo
de la cafeína, hay que investigar con mayor profundidad
este tema.
Bell y McLellan26 estudiaron la duración del efecto de la ca-
feína realizando medidas de diferentes parámetros del ren-
dimiento deportivo al cabo de 1, 3 y 6 h de su consumo.
Observaron que se llegaba más tarde a la fatiga cuando se
tomaba la cafeína de 1 a 3 h antes de realizar el ejercicio,
pero no encontró efecto ergógeno alguno al cabo de 6 h de
su consumo. Estos resultados proporcionan un abanico de
tiempo de menos de 6 h para realizar la ingesta de cafeína
de cara a la competición.
Hindmarch et al46 investigaron el efecto del consumo de
cantidades bajas de cafeína varias veces durante el día. Con-
cluyeron que esta dosificación mejoraba en algunos casos el
tiempo de reacción y el estado de alerta, pero podía tener
consecuencias perjudiciales a la hora de conciliar el sueño y
en la calidad de éste. Los deportistas deben tener en cuenta
este hecho y no tomar cafeína a partir de una determinada
hora de la tarde, a fin de intentar conseguir un hábito de
sueño correcto. También se ha observado que dividir la do-
sis de cafeína en 2 tomas durante el ejercicio no proporciona
efectos ergógenos adicionales frente a ingerir la dosis com-
pleta 1 h antes de comenzar el ejercicio47. De acuerdo con
todas estas evidencias, Sökmen et al9 recomiendan tomar
una segunda dosis de cafeína si el evento deportivo tiene lu-
gar en un período superior a las 6 h posteriores a la primera
ingesta. También se recomienda que, si la actividad requiere
potencia y/o velocidad, se consuma 3 h antes, y si se trata
de una actividad de resistencia, 1 h antes.
Las dosis administradas dependen de la tolerancia de la
persona, pero las que han mostrado tener algún efecto en el
rendimiento, minimizando los efectos adversos, son entre 1
y 9 mg/kg de peso corporal, sin que en general haya dife-
rencias significativas en los efectos ergógenos inducidos
con distintas dosis dentro del intervalo mencionado; es de-
cir, no parece haber una relación dosis-respuesta. Es inclu-
so más relevante la influencia del grado de entrenamiento
de los individuos, de modo que se observan claros efectos
positivos en aquéllos bien entrenados, aunque las dosis de
cafeína sean bajas19,24.
Cantidades superiores a 9 mg/kg de peso pueden incre-
mentar las concentraciones en orina por encima de los 12
␮g/ml, valor que, hasta el 1 de enero de 2004, constituía el
límite legal permitido por el Comité Olímpico Internacional.
En la actualidad la cafeína no consta en la lista de sustan-
cias prohibidas.
Generalmente los consumidores habituales tienen una ma-
yor tolerancia a la cafeína que quienes no suelen tomarla.
Los varones toleran dosis más elevadas que las mujeres,
aunque no hay evidencia de que dosis superiores a 9 mg/kg
de peso corporal tengan efectos ergógenos especiales en
ninguno de los 2 sexos19.
Según Sökmen et al9, la efectividad ergógena y los síntomas
cognitivos que induce la cafeína están representados por
una curva de dosis-respuesta en forma de U invertida, que
depende de la edad, el sexo y el tamaño corporal de la per-
sona, entre otros factores. Conocer además la tolerancia in-
dividual, la habituación y el momento del cese del consumo
de cafeína de una persona determinada es crucial para es-
tablecer las pautas correctas de su administración.
Dado que en las personas que generalmente no ingieren
cafeína el efecto ergógeno de ésta es mayor que en quienes
la consumen de forma habitual, muchos deportistas inte-
rrumpen de forma brusca su toma días antes de una com-
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PALACIOS GIL-ANTUÑANO N ET AL. EFECTO DE LA CAFEÍNA EN EL RENDIMIENTO DEPORTIVO
petición importante e inician de nuevo su ingesta el día del
evento, en un intento por conseguir los mismos efectos er-
gógenos que experimentan los individuos que no suelen to-
mar cafeína. Sökmen et al9 recomiendan no interrumpir de
forma abrupta su ingesta, para evitar los efectos secunda-
rios de la deshabituación (dolor de cabeza, irritabilidad, fati-
ga, dificultad de concentración, etc.). Lo mejor es disminuir
la dosis de forma gradual durante 3-4 días (ⱕ 3 mg/kg de
peso corporal).
Efectos secundarios
En general, si no se ingieren dosis grandes, la cafeína no
parece tener efectos secundarios más graves que una cierta
intolerancia gastrointestinal en algunas personas. También
se han descrito cuadros de ansiedad, dolor de cabeza, hi-
pertensión, taquicardia, inquietud, nerviosismo, dificultad
para concentrarse, insomnio e irritabilidad. Las dosis excesi-
vas pueden causar úlcera péptica, ataques epilépticos,
coma e incluso la muerte12.
La cafeína, además, tiene un efecto diurético en reposo, po-
siblemente mediante un mecanismo de bloqueo de la reab-
sorción de sodio por el riñón, lo que da lugar a una excre-
ción aumentada de sodio y líquidos, y a una disminución de
la excreción de potasio48. Sin embargo, este proceso no se
produce durante el ejercicio, ya que el efecto de las cateco-
laminas, que causan constricción en las arteriolas renales y
reducen la tasa de filtración glomerular, contrarresta el efec-
to de la cafeína49. De hecho, múltiples estudios han mostra-
do que no hay evidencia de que produzca hipohidrata-
ción48,50 y disminución de la regulación de los fluidos
corporales, de la tolerancia al calor o del rendimiento res-
pecto a la ingesta de un placebo51-53, incluso cuando las
condiciones ambientales son calurosas y la ingesta de cafeí-
na es crónica54.
El efecto de la cafeína en la presión arterial se produce tan-
to en reposo como durante el ejercicio55. En un estudio rea-
lizado en un grupo de 22 deportistas de resistencia, la in-
gesta de 6 mg de cafeína por kilogramo de peso 1 h antes
del ejercicio produjo un aumento significativo de la frecuen-
cia cardíaca y la presión arterial sistólica, sin que se obser-
varan cambios en la diastólica.
Conclusiones
– La mayor parte de las investigaciones científicas confir-
man que la toma de cafeína mejora la capacidad de resis-
tencia durante el ejercicio, aunque su efecto en deportes de
intensidad elevada y corta duración es controvertido para al-
gunos autores, por lo que debe seguir estudiándose.
– No existe un consenso internacional acerca de cuál es el
mecanismo por el que la cafeína aumenta el rendimiento
deportivo. En los últimos años ha disminuido el número de
autores que apoyan la teoría «metabólica», según la cual la
mejora del rendimiento es consecuencia de un incremento
de la utilización de ácidos grasos como fuente de energía,
con lo que se produce un ahorro del glucógeno muscular.
– El efecto ergógeno de la cafeína parece deberse principal-
mente a su capacidad para disminuir la fatiga y la percep-
ción subjetiva de esfuerzo, mediante el bloqueo de los re-
ceptores de adenosina, y/o a su acción directa sobre el
músculo y su capacidad contráctil.
– Estudios recientes demuestran que los efectos ergógenos
de la cafeína en ejercicios de más de 1 h de duración pue-
den conseguirse a partir de dosis muy pequeñas (1-3 mg/kg
de peso corporal), cuando se consume antes y/o durante el
ejercicio, sin que haya una relación dosis-respuesta.
754 Med Clin (Barc). 2008;131(19):751-5
– Los efectos de la ingesta de cafeína difieren entre los in-
dividuos dependiendo de la edad, el sexo, el tamaño cor-
poral, el grado de entrenamiento, la tolerancia y la habi-
tuación a esta sustancia. Hay personas que no responden
a la cafeína e incluso algunas experimentan efectos se-
cundarios (nerviosismo, dolor de cabeza, insomnio, etc.)
que pueden afectar negativamente a su rendimiento (efec-
to ergolítico). Estos síntomas son más frecuentes con dosis
elevadas.
– Se ha observado que el efecto ergógeno de la cafeína es
mayor cuando se ingiere en forma de complementos que
cuando se toma la misma cantidad a través del consumo de
café. Aunque las concentraciones plasmáticas alcanzadas
sean similares en ambos casos, parece haber en el café al-
guna sustancia con un efecto antagónico sobre la acción er-
gógena de la cafeína, ya que el consumo de bebidas refres-
cantes con cafeína sí produce el mismo efecto ergógeno
que el uso de complementos.
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