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Traducción: Kalia2101 1

EL BESO DEL SEÑOR DE LA GUERRA DE LAS HIGHLANDERS


TRILOGÍA: MITOS DE LAS TIERRAS ALTAS

LIBRO 2

DONNA FLETCHER

TRADUCCIÓN: KALIA2101
LECTURA FINAL: Susana

Traducción: Kalia2101 2
El beso del señor de la guerra de
las Highlands
Trilogía Mitos de las Highlands, # 2
Traducción: Kalia2101
Lectura Final: Susana Portada: Sol Rivers
Algunos dicen que la isla de Outerson alguna vez fue parte del continente cuando un
día las manos de un gigante la arrancaron y la dejaron a la deriva, donde se instaló en un
gran lago. Según el mito, el gigante sigue residiendo allí protegiendo la isla y al clan que la
habita, el feroz Clan Norham. Sin embargo, hay un problema: el gigante acecha la torre del
homenaje.
Lord Torin es el señor actual y necesita una esposa. No está particularmente interesado en
el matrimonio, pero tiene un deber para con su clan. Quiere una esposa que sea agradable a
la vista, que obedezca su palabra y que se calle. No tolerará a una esposa habladora.
Entonces, cuando se encuentra accidentalmente con Flora del clan Strathearn, que apenas
pronuncia una palabra, cree haber encontrado a la esposa perfecta y le propone un arreglo
matrimonial que es rápidamente aceptado.
Flora no puede creer que apenas llega a la casa de su tío en las Highlands cuando él la casa
con un completo desconocido. Ella nunca había querido venir a las Tierras Altas, pero con
la muerte de sus padres no tuvo otra opción. Ella también tenía poco que decir,
literalmente, ya que una enfermedad le había robado todo menos una voz susurrante que
continuaba sanando. Normalmente, le encantaba conversar, desafiar opiniones, adquirir
conocimientos como le había enseñado su erudito padre. No sabía cómo sobreviviría
alguna vez a las Highlands, y mucho menos a su matrimonio.
Luego, por supuesto, está el fantasma que Flora cree que no existe y se propone
demostrarlo.
Abundan los obstáculos, los desafíos que se enfrentan, y cuando a Flora se le da la
oportunidad de abandonar la isla y disolver el matrimonio, ¿la aprovecha? ¿O Torin
finalmente admitirá que la ama y se negará a dejarla ir? ¿O el fantasma decidirá su destino?

Traducción: Kalia2101 3
¡Para nuestros lectores!
El libro que estás a punto de leer, llega a ti debido al trabajo desinteresado de lectoras
como tú. Gracias a la dedicación de los fans este libro logró ser traducido por amantes
de la novela romántica histórica—grupo del cual formamos parte—el cual se encuentra
en su idioma original y no se encuentra aún en la versión al español, por lo que puede
que la traducción no sea exacta y contenga errores. Pero igualmente esperamos que
puedan disfrutar de una lectura placentera.
Es importante destacar que este es un trabajo sin ánimos de lucro, es decir, no nos
beneficiamos económicamente por ello, ni pedimos nada a cambio más que la
satisfacción de leerlo y disfrutarlo. Lo mismo quiere decir que no pretendemos plagiar
esta obra, y los presentes involucrados en la elaboración de esta traducción quedan
totalmente deslindados de cualquier acto malintencionado que se haga con dicho
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Como ya se informó, nadie se beneficia económicamente de este trabajo, en especial el
autor, por ende, te incentivamos a que sí disfrutas las historias de esta autor/a, no
dudes en darle tu apoyo comprando sus obras en cuanto lleguen a tu país o a la
tienda de libros de tu barrio, si te es posible, en formato digital o la copia física en caso
de que alguna editorial llegué a publicarlo.
Esperamos que disfruten de este trabajo que con mucho cariño compartimos con todos
ustedes.
Atentamente

Traducción: Kalia2101 4
CAPÍTULO 1
Flora sintió la penumbra del día nuboso. Caía tan pesadamente sobre ella como la nieve
sobre los altísimos pinos. Su mirada fue hacia la línea de guerreros avanzando lentamente
frente a ella, sobre sus caballos. Ellos urdieron un camino a través de la zona boscosa, sus
cabezas arriba, sus ojos vigilantes, y sus armas cercanas a la mano.
Se arregló la capa con más fuerza para protegerse del frío y la penumbra penetrante, y estiró
el cuerpo sobre la silla de montar para ver si podía ver a su esposo.
Esposo.
No viéndolo, se relajó sobre el caballo. ¿Cómo era que ella tenía un esposo? Ella movió la
cabeza. Todo había pasado tan rápido que ella todavía estaba tratando de entender. Ella no
había estado mucho tiempo en el hogar de su tío Newlin, el jefe del Clan Strathearn, cuando
se encontró forzada al matrimonio. Su partida había sido apurada después de que su esposo
recibiera un mensaje, el contenido de éste él no lo había compartido, eso los tuvo partiendo
inmediatamente.
Otra mirada y ella vio a su esposo cabalgando delante de ella… Lord Torin del clan Norham.
Él estaba lejos de ser difícil de mirar, sus facciones bastantes atractivas y parecía que la
mayoría de las mujeres pensaban de esa manera ya que cuando se encontraban con mujeres
en granjas en las que se detenían o viajeros con los que se encontraban, no había una mujer
que pudiera quitarle los ojos de encima. Por supuesto, su sonrisa que parecía tentar y
provocar en una sola mirada, ayudaba. Él era también delgado y musculoso y tenía los ojos
negros más intensos que ella había visto. Ellos tentaban y provocaban tanto como su sonrisa,
y su cabello negro que caía sin cuidado a sus hombros, solo agregaba más a su innegable
atractivo.
Finas facciones o no, Flora no había tenido intenciones de casarse y ser dictada por el resto
de su vida, y, aun así, aquí estaba ella, casada, y aun tratando de comprender cómo se metió
ahí. Su mamá se lo había advertido, no debía ser tan rápida en rechazar la oferta de
matrimonio de Herny, apuntando que él era un hombre maleable que no haría demandas
irracionales a ella. Flora había discutido que ella veía a Henry como nada más que un amigo.
Su mamá le aconsejó que casarse con un amigo podría ser el inicio de un buen matrimonio.
Flora estaba en desacuerdo, principalmente, porque ella no había tenido planes de casarse.

Traducción: Kalia2101 5
Su mamá le recordó que ella y Pa no estarían para siempre a su lado y que la vida no era tan
fácil para una mujer soltera. Su mamá había estado en lo correcto acerca de ambas cosas.
Su esposo le dirigió una sonrisa cuando captó su mirada y ella se encontró devolviéndola.
La sonrisa del hombre tenía que ser contagiosa ya que ella lo encontraba irresistible de
ignorar, su sonrisa respondiendo a la suya de la misma manera cada vez. No que a ella le
importara sonreír. Una sonrisa hacía bien al alma, como ahora, levantando la melancolía que
había caído sobre ella.
Aun así, pensó, ella no había querido un esposo, y de todos modos ella tenía uno.
— ¿Todo bien, esposa? — Él preguntó mientras volteaba su caballo para cabalgar a su lado.
— Suficientemente bien, esposo.
— Sin quejas, un buen signo en una esposa— dijo demasiado complacido.
Ella asintió y sonrió como una obediente esposa, deseando no tener que permanecer en el
matrimonio, pero pensando que no quedaba nada más para ella. El matrimonio con Torin
había sido su único recurso.
—También contienes tu lengua, lo cual es algo que aprecio ya que no soy partidario de las
mujeres parlanchinas.
Si tan solo el supiera, solo que no pasaría mucho tiempo antes de que descubriera que ella
rara vez se mordía la lengua. Le habían enseñado a expresar sus pensamientos y opiniones,
y era solo por una reciente enfermedad que aquejaba su garganta por lo que había tenido
que limitar su habla.
Ella pensó que era justo darle alguna advertencia.
— Hablo mi parte, mi señor.
Su sonrisa bromeó, pero sus ojos oscuros advirtieron.
— Aunque no muy a menudo.
Las palabras podrían producir una batalla si uno las dejaba, y algunas batallas simplemente
no valía la pena pelear. Ella mantuvo una sonrisa agradable cuando preguntó:
— ¿Nos dejará pronto el sacerdote que viaja con nosotros? Creo recordar que dijiste que
viajaba con nosotros por motivos de seguridad.
— Eres observadora— dijo Torin, viendo a su esposa con una inclinación interrogante de
su cabeza.
— Solo curiosa mi lord— corrigió ella suavemente.

Traducción: Kalia2101 6
— Curiosidad puede traer infinidad de preguntas, otra cosa que no toleraré de mi esposa—
advirtió.
— Haré lo mejor— ella ofreció.
— ¿Y el sacerdote?
— No debes preocuparte— dijo él, su sonrisa se desvaneció un poco.
— ¿Dime, esposa, tu curiosa preocupación se extiende al lecho nupcial?
Si él pensaba tenerla tímida por la vergüenza, estaba muy equivocado. Ella estaba ansiosa
por responder, pero un feroz grito atravesó los bosques y la siguiente cosa que ella supo, era
su esposo arrojándose sobre ella, sus brazos cerrándose fuerte alrededor de ella
tumbándolos a ambos al suelo.
— Mantente abajo— ordenó y se puso de pie en un instante, tirando de su espada desde la
vaina en su espalda, y columpiándola hacia el hombre que descendía sobre él con un grito
vicioso y su espada en alto.
El miedo congeló a Flora. Había oído a su Pa y sus amigos cuando las batallas habían sido
discutidas, pero palidecían en comparación cuando estabas en medio de una batalla en vivo.
Los rugidos feroces que perforaban el aire eran peores que un poderoso trueno. El continuo
ruido metálico de las espadas chocando ensordecedor, los angustiosos llantos de dolor de
los heridos y muertos era terrorífico, la vista de cuerpos cayendo uno después de otro una
pesadilla, la lluvia de sangre manchando el blanco puro de la nieve espantoso, y el horroroso
olor que le retorcía el estómago y que rezaba para no volver a oler nunca más, la mantenía
demasiado temerosa para moverse.
Ella se mantenía acurrucada en el suelo mientras su esposo peleaba frente a ella venciendo
a cualquiera que se atreviera a desafiarlo.
El highlander ostenta una gran belleza y un gran peligro.
Le había dicho eso su tío y se lo recordó Lord Cree. Él le aconsejó aprender cómo sobrevivir
en las Tierras altas. ¿Cómo aprende uno a sobrevivir a tal salvajismo?
Para ella, la batalla parecía durar para siempre mirando guerrero tras guerrero caer mientras
ella rezaba y rezaba para que todo terminara.
— Flora. Flora — Torin decía y sacudía a su esposa mientras la ponía de pie.
— ¿Estas bien?
Flora lo miró fijamente, sin estar muy segura de nada, aunque sus ojos se abrieron cuando
vio la sangre goteando a un lado de su rostro.

Traducción: Kalia2101 7
— Estás sangrando.
— No es nada. ¿No estás herida? — Preguntó.
Cuando ella no respondió inmediatamente, la mano de su esposo se deslizó debajo de su
capa y recorrió su pecho y su cintura.
— ¡Nay1! ¡Nay! Dijo ella rápidamente, su toque intimo la había conmocionado.
— ¿Se terminó?
— Aye, una pequeña banda de mercenarios que imprudentemente atacaron a expertos
guerreros— explicó Torin, su mano permaneciendo en su delgada cintura.
— ¿Por qué atacaron? — Preguntó ella.
— Para robarnos, sin duda — Dijo Torin.
Flora pensó que captó una nota interrogante en su voz como si él no estuviera
completamente seguro. Normalmente, ella se demoraría en eso, trataría de descubrir más,
pero su mente estaba demasiado concentrada en la mano de él en su cintura. Nunca había
sido tocada con tal familiaridad por un hombre, se encontró a sí misma curiosa de que no lo
sintiera desagradable.
Sus ojos pronto vieron varios cuerpos tirados en el piso sin vida y rápidamente preguntó:
— ¿Tus guerreros?
— Unas pocas heridas menores, nada más. — La acomodó contra él.
— Estás temblando.
— Mi primera batalla, — ella dijo, y sorpresivamente su cuerpo se relajó, casi
instintivamente, contra él y descansó su mano, más como un agarre, sobre su brazo como si
necesitara atarse a él.
— Lo hiciste bien, esposa, — la elogió y lo dijo en serio. Ella estaba pálida y obviamente
asustada, sin embargo, ella no derramó una lágrima.
— Me acobardé, — dijo ella como avergonzada.
— Nay, hiciste lo que te ordené y eso me agrada. Si hubieras permitido que el miedo
arraigara y hubieras corrido, entonces eso definitivamente hubiera resultado desastroso. —

1 Nay: No, en gaélico escocés.

Traducción: Kalia2101 8
— El pensamiento nunca entró en mi cabeza, — admitió ella, molesta de que no hubiera
pensado en algo para poder ayudar. Había permitido al miedo, controlarla y eso la
inquietaba.
— Bien. Eso significa que confías en mí y eso también me agrada, — dijo Torin, pensando
que había sido sabio al elegir tomarla a ella como esposa, como si él nunca tomara decisiones
tontas. Él había sido enseñado mejor que eso.
— Seguiremos. Quiero llegar a casa mañana por la mañana, — dijo él, manteniendo su brazo
alrededor de su cintura mientras la acompañaba a su caballo.
— ¿Qué pasa con los muertos? — preguntó ella, dando una mirada alrededor para ver al
sacerdote rezando sobre ellos.
— Los animales del bosque se ocuparán de ellos, — dijo él.
— Sigues temblando. ¿Necesitas descansar?
— No necesito descansar, — dijo ella y se apresuró a quitarle la mano. Ella bajó su voz.
— No mostraré debilidad frente a tus hombres. —
— Me enorgulleces, esposa, — dijo él, sorprendido de que ella hubiera pensado incluso en
no avergonzarlo y la levantó sobre su caballo.
No era tanto por orgullo sino terquedad, pero ella no le diría eso a él. Además, ella lo haría
mejor montando sola, permitiéndose tiempo para calmar sus temblores y su estómago
revuelto.
— Nosotros hablaremos luego, — dijo Torin después de montar su caballo.
— Tus heridas necesitan ser limpiadas, — le recordó ella.
— Veré que se haga, — dijo él y cabalgó lejos, repartiendo ordenes al sacerdote al pasar
junto a él.
— No gaste su tiempo en ellos Sacerdote. No merecen rezos. —
Un profundo escalofrío estremeció a Flora. Estaba empezando a ver el inesperado peligro
que acechaba en las Tierras Altas, y se preguntó si tendría la fuerza o la habilidad para
sobrevivir.

Traducción: Kalia2101 9
Flora observaba cómo guerreros extra eran apostados alrededor del campo esa noche.
Incluso el sacerdote parecía al límite, como esperando algo para saltar fuera de la oscuridad,
por forma en la que miraba nerviosamente hacia el bosque oscuro. ¿Y dónde había estado su
esposo? No lo había visto hasta que hicieron el campamento, e incluso entonces, él no se
había acercado a ella. Solo ahora, después de que el campamento fue establecido él caminó
hacia ella.
— ¿Hay alguna razón para preocuparse por otro ataque? — Flora preguntó cuando él se
agachó junto a ella frente a la fogata. Él había limpiado la herida de su cabeza, ya solo un
pequeño corte como recordatorio.
— Nay, no te preocupes, — le aseguró él.
— Entonces ¿por qué doblaste la cantidad de guardias y por qué el clérigo observa con
miedo dentro de los bosques oscuros?
— Esas son preguntas con las que no necesitas molestarte, — dijo Torin.
La firmeza en su voz le advirtió que dejara estar el tema, pero ella lo ignoró.
— Pero si me preocupan. ¿Hay alguna razón para esperar otro ataque? —
La miró de forma extraña y ella supo sus pensamientos. Él se preguntaba por qué ella no era
tan callada y curiosa cuando la conoció por primera vez en el Clan Strathearn.
— Es una precaución extra, eso es todo, — dijo Torin, sorprendido por sus preguntas. Había
visto solo una pizca de curiosidad de ella en el Clan Strathearn y poca plática. Pero podría
ser el miedo por el ataque por lo que ella lo cuestionaba.
— Mantengo a salvo lo que es mío. No hay nada por lo que temer. —
Lo que es mío.
¿Era ella simplemente una propiedad para él? Una posesión para hacer con ella lo que
deseara. Esa era una de las razones por las que ella no deseaba casarse. No quería ser
reclamada como una posesión. Sus padres se habían casado por amor, pero no era común
para la mayoría de las parejas, Los matrimonios eran arreglados, las parejas se casaban,
extraños el uno con el otro, como ella estaba ahora.
Atrapada. Eso era lo que ella estaba… atrapada.
Torin se detuvo.
— Tengo cosas que debo atender. Duerme. Nos vamos al amanecer y cabalgaremos hasta
llegar a casa.

Traducción: Kalia2101 10
Ella lo vio unirse a dos guerreros que charlaban, entonces sin una mirada hacia atrás
desapareció dentro del bosque con ellos. Él nunca se había unido a ella antes de dormir, pero
en la mañana lo encontraba junto a ella. Estaba empezando a darse cuenta de que él era un
esposo que guardaría secretos a su esposa. Ellos no serían compañeros y compartirían todo
como su ma’ y pa’ habían hecho. No sería más que una posesión para él y eso no le sentaba
bien a ella.
Flora aprendió a parecer desinteresada cuando las conversaciones la rodeaban para que los
amigos y conocidos de su pa mantuvieran conversaciones frente a ella, pensando que ella no
les prestaba atención. Ella había aprendido mucho habiendo adquirido tal habilidad y ella
intentaba hacer uso de eso ahora.
Ella se levantó y caminó lentamente alrededor del campamento mirando alrededor,
estirando los hombros hacia atrás, empujando la nieve en el piso con sus pisadas como si
ella descubriera algo importante, todo mientras escuchaba.
— ¿Crees que él lo encontrará?
— Él lo encontrará.
— Si está vivo.
— Dios ayude a quien sea que lo haya podido herir.
— O peor, matarlo.
— Lord Torin lo despedazará pieza por pieza.
— Él encontrara a Kinnell no tengas duda.
Flora se volvió a acomodar sobre la manta junto a la fogata. Ella conjeturó lo que pudo de lo
que había escuchado. Kinnell había llegado con Torin al Clan Strathearn. Había aprendido
que no era solo el rastreador de Torin sino un viejo amigo. No lo había visto mucho durante
su viaje. Pensándolo bien, él debió haber estado fuera buscando si había alguna pista de
cualquier tipo que pudiera probar alguna amenaza contra ellos. Que ellos hubieran sido
atacados sin advertencias significaba que algo debería haber impedido a Kinnell de
advertirles. Y como solo había visto a su esposo por un corto tiempo después de que ellos
habían acampado, ella concluyó que él había estado buscando a su amigo todo el tiempo y
ahora continuaba haciéndolo.
Su mirada fue hacia el clérigo, que seguía mirando hacia el bosque oscuro, y decidió ver si él
sabía algo.

Traducción: Kalia2101 11
Caminó hacia él, estudiándolo mientras se acercaba. Era bajo, tenía una apariencia
despeinada y el olor que desprendía era prueba de que sus ropajes y cuerpo, ambos,
necesitaban una buena lavada.
— No quiero molestarlo clérigo, — dijo suavemente.
— Pero podría necesitar su consejo.
— Por supuesto hija mía, siéntate, — ofreció y palmeó el asiento a su lado.
Flora se sentó feliz por el fuerte olor de la madera quemándose que ayuda a enmascarar el
olor del sacerdote.
— Estaba esperando que usted pudiera darme alguna orientación, sobre como servir mejor
a mi esposo.
Tuvo que aclararse la garganta ya que sentía como si se ahogara con sus falsas palabras.
— Sométete hija mía, — dijo el clérigo. — Sométete a la sabiduría de tu esposo.
— ¿Él sabe lo que es mejor de todas las cosas? — Preguntó ella con un tono inocente.
— Aye2, él sabe qué es lo mejor. Sométete a su voluntad y sé una buena esposa.
— Él es sabio y debo confiar en él, — dijo Flora.
El clérigo asintió.
— Aye, hija mía, lo entiendes.
— Yo confío en él. Confío en que él te trajo al Clan Norham por una razón, una buena razón,
— dijo ella, mirando a los ojos del clérigo, viendo miedo y tuvo una corazonada.
— ¿Usted nos ayudará?
Gotas de sudor brotaron de la frente del clérigo.
— Lo intentaré, pero si el mito es real, hay muy poco que yo pueda hacer.
— Aye, el mito, — dijo Flora, asintiendo como si ella supiera de lo que estaba hablando.
— Aye, el gigante podría resultar problemático.
¿Gigante? ¿Había un gigante en su nuevo hogar? Tenía que saber más, así que tomó su
oportunidad.
— Y por una buena razón.

2 Sí: en gaélico escocés.

Traducción: Kalia2101 12
— Algunos lo creen. Después de todo, él fue quién arrancó parte del continente con sus
enormes manos para formar la Isla de Outerson y la dejó a la deriva para asentarse en medio
del lago. El gigante continúa residiendo allí para siempre protegiendo la isla y el clan que la
habita, el feroz Clan Norham.
— ¿Él aún habita en la isla? — preguntó, pareciendo temerosa, pensando que no podía creer
tal cuento.
— Este fantasma lo hace. Él reside en la torre y no deja a nadie en paz.

Traducción: Kalia2101 13
CAPITULO 2
Flora despertó esa mañana por las voces no tal lejanas a donde ella yacía. Dos hombres
charlaban y ella reconoció una voz como la de su esposo. Miró a través de los ojos
entrecerrados para ver que él estaba sentado frente al fuego, Kinnell cerca de él. Era claro
por su ojo ennegrecido y su labio partido que había estado en una pelea. Cerró sus ojos y
escuchó.
— No vi sus huellas hasta que fue demasiado tarde, — dijo Kinnell.
— Él es un buen rastreador, aunque no un luchador. Yo hubiera clamado mi victoria y les
hubiera evitado la batalla si alguien no me hubiera golpeado desde atrás.
— Tienes un bulto de buen tamaño, — dijo su esposo. — Ve qué dice Iona cuando lleguemos
a casa.
Kinnell rio.
— Yo puedo decirte, ya lo que la bruja de curandera dirá… está lejos de tu trasero.
— Ella tiene una lengua afilada, pero pregúntale de todos modos.
— ¿Afilada? Una lengua malvada eso lo que ella tiene, — dijo Kinnell, risa aún en el tono.
El silencio siguió por un momento antes de que Torin dijera:
— Este ataque me preocupa. Esta zona del bosque es poco transitada. No hay un camino
pisoteado para ser encontrada. Así que, ¿qué estaba haciendo una banda de mercenarios con
un rastreador aquí?
— Yo me pregunto lo mismo, — admitió Kinnell.
— No hay nada para ser encontrado aquí, excepto tú en tu camino a casa con tu nueva
esposa.
Sus palabras volvieron silenciosos a ambos hombres por unos segundos.
— ¿La has hecho consciente del fantasma? — preguntó Kinnell.
— Aún no.
— Ustedes no pueden dormir en la fortaleza a nuestro regreso. Ella correrá gritando desde
el lugar, — aconsejó Kinnell.

Traducción: Kalia2101 14
— Nos quedaremos en la cabaña cerca a la fortaleza, — dijo Torin, sonando no muy feliz.
— ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que alguien ha dormido en la fortaleza?
— Un sinfín de meses, — admitió Torin — Una vez que la noche cae, nadie quiere
permanecer ahí.
— ¿Puedes culparlos? Gemidos, un frío extraño y arrollador, puertas encontradas abiertas
después de que habían estado cerradas o cerradas después de haberlas dejado abiertas. Los
fuegos encendidos en los hogares se encuentran fríos cuando se han encendido. El fantasma
del gigante quiere el lugar para sí mismo. —
La voz de Kinnell bajó de volumen, y Flora se alegró de que el fuego se hubiera extinguido y
el crepitar de las llamas no fuera tan fuerte.
— Y no me digas que tú no crees en fantasmas. Los dos vimos una aquel día en el bosque.
Tu abuelo, Hamish. El miraba directamente hacia ti, te saludó con la mano, y se alejó,
desvaneciéndose en el aire. Cuando regresamos a la fortaleza, descubrimos que él había
muerto horas antes. Si solo uno de nosotros lo hubiera visto ahí seguramente habría dudas,
pero ambos lo vimos, tan claro como el día. —
— Pero el gigante no se muestra a sí mismo. — argumentó Torin.
— Nunca lo ha hecho, así que ¿por qué sería diferente ahora? Sigo diciendo que él está
enojado por algo y si encontramos qué es, podría calmarse y tu podrías ocupar la fortaleza
otra vez y tendríamos las reuniones ahí. El clan extraña las reuniones, especialmente las de
invierno cuando estamos atrapados en nuestra propia casa y necesitamos la compañía de
otros. —
— El clérigo podría ayudarnos. Puede bendecir la fortaleza y rezar para que el fantasma del
gigante pueda descansar. — dijo Torin, sonando esperanzado.
La voz de Kinnell se volvió más baja.
— Él luce como si no se pudiera ayudar ni a sí mismo. —
— Fue el único dispuesto a venir aquí. —
Kinnell resopló.
— Ya veremos cuánto aguanta. —
Flora los escuchó levantarse y caminar sin platicar. Abrió los ojos, pero no completamente,
hasta que vio que ellos estaban a una buena distancia de ella, sus espaldas hacia ella. Otros
estaban empezando a despertar, lo cual debió haber sido el motivo del final de su
conversación.

Traducción: Kalia2101 15
Un fantasma, debería ser un desafío y un desafío siempre traía consigo una ganancia:
conocimiento. Este matrimonio podría resultar interesante después de todo.
La salida por la mañana fue apresurada, nada de comida se ofreció, todos montando
ansiosamente sus caballos, listos para irse. Era obvio que todos ellos querían llegar a casa.
Flora esperó junto a su caballo a su marido.
Él llegó con una sonrisa que pretendía encantar y, por supuesto, lo hizo, para consternación
de Flora. Debía tener más cuidado en dejarse seducir por su sonrisa. Hizo poco para
ayudarla a ver lo que su marido escondía detrás de su sonrisa.

Era cerca de medio día cuando Torin maniobró su caballo para ponerlo junto a la yegua de
su esposa.
— No pasará mucho tiempo antes de que lleguemos a casa.
Flora asintió, esperando a ver qué discutiría con ella, y el tema la tomó con la guardia baja.
— Nunca llegaste a responderme ayer… acerca de tu curiosidad, — dijo Torin, dirigiendo
una maliciosa sonrisa a ella.
— ¿Esa curiosidad se extiende a la cama matrimonial?
Tomada con la guardia baja o no, ella fue rápida en responder:
— ¿Qué nueva esposa no está curiosa?
— ¿Entonces, no huirás?
— ¿No depende de ti? — preguntó ella con fingida inocencia y continuó ya que él parecía
perplejo:
— El clérigo dice que debería someterme a ti porque eres sabio. Si es así, ¿entonces no sería
cuán bueno eres en la alcoba que me tendrás disfrutando en lugar de huir de ti?
— ¿Hablaste con el clérigo? — preguntó, dándose a si mismo tiempo para pensar en la
sorpresiva respuesta de su esposa.
Flora por otro lado, no necesitaba tiempo para responder.
— Busqué consejo. ¿No fueron sus palabras sabias? —

Traducción: Kalia2101 16
— Nay. Él está en lo correcto. Es el deber de una esposa someterse a su esposo— dijo Torin,
pero cuestionándose a sí mismo. ¿Quería él una esposa que se sometiera a su toque por deber
o una que lo hiciera por deseo? Pero él tenía experiencia cuando se trataba de mujeres.
— Lo hare más que agradable para ti. —
— Por favor, dime qué es lo que esperas, no soy ignorante acerca de lo que compartiremos,
— ella instó, queriendo que él pensara que ella estaba ansiosa. Su madre, Dios bendiga su
alma, había hablado con ella acerca de la intimidad entre hombre y mujer. Ella le dijo que no
la tendría ignorante en su lecho matrimonial como ella lo había estado, sin embargo, ella
nunca había estado más agradecida de que su esposo hubiera estado tan bien versado y lo
hubiera hecho tan satisfactorio para ella.
— Ya habrá tiempo para ese tipo de plática cuando lleguemos a casa, — dijo Torin.
— Aye, mi señor. Espero con ansias... y también instalarme en la fortaleza. — Ella lo vio. Era
ligero, pero vio que su sonrisa titubeó en las esquinas de su boca, aunque rápidamente se
mantuvo.
Desde que supo por el clérigo, lo del fantasma, sabía que tendría que aprender por sí misma
lo que estaba sucediendo.
Un guerrero estaba de repente sobre ellos.
— Mi señor, usted es necesitado al frente. —
Torin asintió.
— Estaré ahí. —
Tomó las riendas, listo para cabalgar, pero se detuvo.
— Hablaremos después, esposa, aunque creo que sería mucho mejor si te muestro en lugar
de decirte como someterte en el lecho matrimonial. —
Flora no estaba sorprendida por la sensación de revoloteo que le había causado su
aseveración. Su mamá le había advertido de eso. Explicando que era natural y cómo te
envolvería dentro de incluso más placer si el momento era el correcto y las habilidades del
hombre eras suficientes para verlo florecer en ella. Ella tenía que admitir que estaba curiosa
acerca de eso desde que su mamá le había explicado el acto en sí mismo, ella pensó que era
bastante desagradable. ¿Cómo sería del todo placentero él clavando su eje en ella? Su madre
le había asegurado lo contrario. Seguía sin estar completamente segura acerca de eso, pero
estaba curiosa. Y qué mejor manera de satisfacer su curiosidad que descubrirlo ella misma.
La única cosa que la preocupaba era que su mamá le había explicado que esas sensaciones
salen a flote cuando te sientes atraída por un hombre, preferiblemente el esposo de una, y

Traducción: Kalia2101 17
especialmente su toque. A ella no le importaba su toque, para nada. Fue suficientemente
placentero y él no fue rudo con ella como ella había oído que algunos esposos podrían ser.
¿Podría ella estar más atraída hacia él de lo que se daba cuenta? Pero ¿no sería una cosa
buena si ella estaba destinada a darle hijos y pasar el resto de su vida con él?
Darle hijos.
No estaba lista para darle hijos. Ella apenas lo conocía y aunque su sonrisa atraía, también
enmascaraba secretos. No tendría hijos hasta pasar tiempo con él y aprender más acerca de
él. Ella sabiamente había obtenido una mezcla de Hertha, la joven curandera en el Clan
Strathearn, antes de partir, que prevendría que la semilla de su esposo enraizara. Había
empezado a tomarla y continuaría haciéndolo hasta que creyera que era seguro hacer lo
contrario.
Una hora después, un guerrero la dirigió al frente de la línea para cabalgar junto a su esposo.
— ¿Está todo bien esposo? — preguntó.
— Si. No estamos lejos de casa, — dijo él, y en cuanto ellos doblaron en la curva, el bosque
desapareció y un lago apareció frente a ellos, la Isla de Outerson justo en medio de él.
El lago parecía más pequeño de lo que Flora imaginó que podría ser, pero entonces ella se
dio cuenta que era la enormidad de la isla la que hacía parecer más pequeño al lago. Estaba
sorprendida, aunque aliviada, al ver un puente de piedra, lo suficientemente ancho para que
dos jinetes lo montaran lado a lado y bajo hacia el agua, conectando la isla con el continente.
A ella no le gustaba el pensamiento de que estaría atrapada en una isla sin caminos de salida
excepto por bote. Escapar había estado en su mente en esos momentos y procurar un bote
había sido una preocupación para ella, al igual que un marido que podría resultar intolerable
o el matrimonio en sí. Debía tener un plan de algún tipo, pero no había surgido ninguno, y
continuaba advirtiéndose a sí misma para aceptar su destino y aprovecharlo al máximo.
Torin podría decir por la forma en que los ojos de su esposa brillaban, en el momento en el
que pisaron el puente, que estaba sorprendida.
— Mi abuelo empezó el puente, y fue terminado en el tiempo de mi pa. Hace más fácil
transportar cosas a la isla, y con solo un camino de entrada y salida, se hace más fácil para
defender. —
— Está bajo, hacia el agua. ¿Nunca se inunda? — preguntó, algo que ella sintió que era bueno
saberlo.
— En ocasiones, — Torin dijo, aunque no dio más detalles.

Traducción: Kalia2101 18
Flora sintió la emoción de la tropa cuando cruzaron el puente. Lo alto de la torre de
vigilancia se podía ver sobre lo alto de los árboles y eso fue lo que ellos alcanzaron primero
a su llegada a la isla. Los guerreros saludaron a Lord Torin y a la tropa con gritos de vítores
cuando pasaron junto a ellos. Granjas pronto comenzaron a aparecer, y los ocupantes
gritaron vítores de bienvenida a casa. El pueblo continuó siguiéndolos, y todos fueron
igualmente entusiastas en su bienvenida. Los guerreros comenzaron a dispersarse por el
camino y solo Flora, su esposo, Kinnell y el clérigo llegaron frente a la fortaleza.
— Ha sido un viaje agotador, mi señor, — dijo el clérigo.
— Lo mejor será que vea la fortaleza mañana. —
— Kinnell te llevará a una cabaña, tuya mientras estes aquí, lávate a ti mismo y tus ropajes.
No puedo soportar la inmundicia, — Comandó Torin.
El poderoso comando en su voz hizo que Flora pensara que él no sonaba tan autoritario en
el Clan Strathearn. Sin embargo, estaba ahora en su hogar, y él gobernaba aquí.
No quería que él supiera que ella sabía acerca del fantasma en la fortaleza, pero estaba
ansiosa porque él le contara al respecto, lo cual le hizo preguntar:
— ¿Por qué el clérigo debe ver la fortaleza?
— ¿Otra pregunta, esposa? — Preguntó él, su sonrisa provocando, pero sus ojos advirtiendo.
— Te recuerdo mencionando su intención no era viajar todo el camino con nosotros y aun
así aquí está. No puedo evitar preguntarme ¿por qué?
— Acomodémonos primero, — dijo él.
— Aye, me vendría bien el calor de una chimenea y un brebaje caliente, — dijo ella y se alejó
de él para hacer su camino hacia las escaleras de la fortaleza.
Su mano agarró su brazo, deteniéndola.
— Están trabajando en la fortaleza. Nos quedaremos en una cabaña por ahora. —
— ¿Qué tipo de trabajo? — preguntó ella mientras su firme sujeción la forzaba a alejarse del
camino hacia la fortaleza.
— Trabajo de reparación, — dijo él y encabezó hacia una cabaña cercana a la fortaleza.
Ella continuó con sus preguntas.
— ¿Qué tipo de reparaciones y cuánto tiempo tomará? —
— No te preocupes por eso. —

Traducción: Kalia2101 19
— Pero ¿no es el deber de una esposa la administración de la fortaleza? — preguntó ella, su
prima Tavia trató de explicarle en el poco tiempo que pasaron juntas, qué se esperaba de
ella como esposa del señor de un Clan.
— Te haré saber tus deberes, — dijo Torin, tratando de calmar su molestia.
— Cuanto antes esté al corriente de ellos, antes podré atenderlos, — dijo ella.
Se preguntaba dónde había desaparecido la mujer callada que él había conocido en el Clan
Strathearn. Apenas había pronunciado una palabra y había hecho pocas o ninguna pregunta.
¿Lo habían engañado para que pensara que su esposa era algo que no era?
— ¡Suficiente! —chasqueó él.
— Te diré cuando esté listo para decirte.
Empujó la puerta de la cabaña y la dejó precederlo dentro. Era un lugar de buen tamaño,
aunque la chimenea era pequeña, y ella temía que no fuera suficiente para calentar la
habitación. Una mesa y bancos suficientes para dos, estaba en el centro de la habitación
mientras una cama donde cabían dos personas cómodamente estaba escandida en una
esquina. Había perchas en la pared para colgar la ropa y un baúl abrazaba el lado de la cama
que no estaba pegado a la pared.
— Traerán tus cosas enseguida, — dijo.
— ¿No tienes idea de cuándo se completará el trabajo en la fortaleza? — Esperó, viendo si
él finalmente confesaría sobre el gigante y la fortaleza.
— No. — dijo él.
¿Por qué no le diría acerca del supuesto fantasma? ¿Sintió que ella retrocedería con miedo y
se negaría a poner un pie en la fortaleza? Eso no pasaría. Estaba curiosa acerca del gigante y
su historia. Podría imaginar cuán emocionados estarían su pa' y su ma' por descubrir la
verdad, para probar que la historia no era nada más que eso, una historia o probar que el
mito es real. Entonces, ¿cómo se libraría uno de un fantasma? La perspectiva era
emocionante para ella, una distracción del dolor que continuaba acosándola desde la muerte
de sus padres. También le ofrecía una manera de estar más cerca de sus padres una vez más,
compartir una aventura, como habían hecho antes.
— Haré que envíen bebida caliente y comida aquí y regresaré tan pronto como pueda, —
dijo, — luego hablaremos. —
— ¿Cómo está Kinnell? Se veía como que había estado en una pelea y sé que él no estaba con
nosotros durante el ataque, — dijo, agregando la última parte desde que supo que él usaría
el ataque para explicar las heridas en su amigo.

Traducción: Kalia2101 20
Una vez más, quedó impresionado por la aguda capacidad de observación de su esposa y se
preguntó sobre su verdadera naturaleza. Él había creído que era la esposa perfecta, de
modales recatados, tranquila, obediente. Estaba empezando a pensar que se había
apresurado a entrar en el matrimonio., pero él necesitaba una esposa. Tuvo que aplazar el
casarse, tiempo suficiente. Además, la encontró atractiva desde que posó sus ojos en ella, y
esa atracción había crecido durante su viaje.
— No necesitas preocuparte por eso, — dijo él. — Ahora, siéntate y descansa. Bebidas y
comida estarán aquí, pronto. Habrá tiempo para hablar después. —
Salió por la puerta sin decir nada más o permitiéndole a ella otra palabra. Ella se quedó
mirando la puerta, un crujido de su frente, preguntándose cómo podría colarse en la
fortaleza y explorar en lugar de considerar que esta noche tendría que compartir una cama
con su esposo, hasta que… se volteó, y su mirada captó la cama, y entonces se dio cuenta de
lo que pasaría ahí, esta noche.

Traducción: Kalia2101 21
CAPÍTULO 3
— ¿El clérigo ya está instalado? — preguntó Torin, viendo que Kinnell se aproximaba a él.
— Aye, pero creo que es inservible para nosotros, — dijo Kinnell.
— Pensé que eso podría pasar, — admitió Torin y negó con la cabeza. — Debí haberlo
sabido mejor una vez que me enteré de que había sido despedido del monasterio, demasiado
imbuido en la bebida como para realizar sus deberes. —
— Estabas desesperado. —
— Aye, todavía lo estoy, — admitió Torin, — ¿Has visto a Iona? —
Kinnell se encogió.
— Esa mujer me pone nervioso. —
— Vamos, ¿tengo que ir contigo? —
— ¿No tienes una esposa que instalar? — preguntó Kinnell con una sonrisa divertida.
— Ella se está acomodando en la cabaña y lo hace bien, aunque está llena de preguntas. —
— Raro. No parecía del tipo curioso, — dijo Kinnell. — Era tranquila, apenas diciendo algo
cuando estábamos en Clan Strathearn. —
— Lo sé, y eso me hace preguntarme si había una razón por la que Newlin estaba tan ansioso
por aceptar mi propuesta de matrimonio, — Confesó Torin, habiéndose aprovechado de su
mente con cuántas preguntas hizo últimamente.
— Podrías esperar y descubrir más acerca de ella antes de sellar los votos de matrimonio.
Entonces sería fácil disolver el matrimonio, — aconsejó Kinnell. — Aunque cualquier
hombre no se cansaría de mirarla, si eso te importara. —
— Es una belleza, eso seguro, pero un hombre podría terminar cansado de ella rápidamente
si habla sin fin y siempre tiene preguntas. — el pensamiento lo tenía ceñudo.
— Suficientemente cierto. Pero ¿quieres empezar otra vez la búsqueda de esposa? Siempre
podrías enseñarle a refrenar sus palabras. —
Torin asintió.

Traducción: Kalia2101 22
— Ella hablo con el clérigo, y él aconsejó someterse a la sabiduría de su esposo. —
— Ahí tienes. Imparte tu sabiduría marital y ve que todo esté bien. —
— Ella parece ceder fácilmente, así que tal vez estoy preocupado por nada, — dijo Torin. —
Y no tengo deseos de buscar por una esposa otra vez. Esta tendrá que ser. Voy a tener que
enseñarle a seguir mis reglas. —
— Un buen plan, — dijo Kinnell.
Torin tenía la intención de hacerlo funcionar desde que Kinnell mencionó la disolución del
matrimonio, él había sentido un nudo en el estómago. Apenas conocía a su esposa, pero
admitiría, a sí mismo claro, que ella le gustaba y curiosamente, algo dentro de él no quería
perderla. Así que, aunque se preguntara por qué no parecía tan tranquila como al principio
pensó, su atracción hacia ella no había cambiado, en todo caso, había aumentado con su
viaje a casa.
Había disfrutado observando la manera en que estiraba su cuerpo al despertar en la mañana
y sonrió mirando al cielo como si estuviera feliz de recibir el día. También había disfrutado
la forma en que ella fácilmente regresaba sus sonrisas como si no se pudiera resistir.
Entonces había habido una sacudida de placer que lo golpeó cuando pasó sus manos por su
pecho y a lo largo de su cintura para ver que no había sido herida después del ataque. No
había esperado eso, tampoco había esperado experimentar una excitación repentina. En ese
momento, él había querido a su esposa, había anhelado tenerla y eso había sido una sorpresa
y una agradable.
— ¿Qué te pasó —
La fuerte y demandante voz tenía a Kinnell encogiéndose y a Torin sonriendo.
— No es nada. Olvídalo, — Kinnell insistió cuando la sanadora se acercó hacia él, y
retrocedió, lo que la hizo mantenerse tras él hasta que finalmente se rindió y se quedó en su
lugar para que ella pudiera plantarse cerca de su rostro para examinar sus heridas.
Torin observaba, siempre disfrutando el intercambio de empuje y tirón entre los dos. Iona
intimidaba con su naturaleza abrupta y su apariencia salvaje. Ella sobresalía una cabeza
sobre la mayoría de los hombres, y aunque estaba a la altura de Kinnell, no de Torin. Él tenía
estatura sobre ella y sobre la mayoría de los otros. Ella era delgada pero musculosa y tenía
características agudas que capturaban el ojo o forzaron a uno a mirar hacia otro lado. Su
pelo rojo llameante se negaba a permanecer contenida sin importar lo que le hiciera, por lo
que lo mantenía corto sobre sus hombros y le dio a los rizos su libertad. Era joven para una
sanadora siendo solo unos pocos años mayor que los veintidós años de Kinnell. Aunque
joven, era una sanadora excepcional.

Traducción: Kalia2101 23
— He visto cosas peores, — dijo Iona, alejándose de Kinnell para su alivio.
— Y eso está lejos de tu trasero. —
Kinnell miró hacia Torin, una sonrisa en su rostro le hizo saber en silencio que había tenido
razón sobre lo que la sanadora le diría.
— Sonríe así y te partirás el labio otra vez, tonto, — amonestó Iona, sus audaces ojos verdes
entrecerrándose mientras se enfocaban en Kinnell.
La risa de Torin se agrandó mientras la sonrisa de Kinnell se desvaneció.
Iona cambió su atención a Torin y Kinnell casi suspira de alivio.
— Entonces, esta esposa tuya, ¿es del tipo fuerte o mimada? — preguntó Iona, cruzando los
brazos sobre su amplio pecho.
— Por lo que he visto hasta ahora, tiene fuerza en ella, aunque las Tierras Altas le son ajenas.
Su padre era un erudito, habiendo estudiado y enseñado en una universidad en ciernes en
Inglaterra y también vivió en Edimburgo por un tiempo. — Al menos eso era lo que él había
aprendido mientras estuvo en el Clan Strathearn. Todavía tenía que discutir el pasado de
Flora con ella y eso podría ser un error de su parte, no haber aprendido lo suficiente de ella.
— Lugareños de las tierras bajas, no tienen fortaleza en ellos, — dijo Iona, arrugando la cara
con disgusto.
— Las salvajes Tierras Altas no solo serán ajenas para ella, sino también aterradoras. Le
tomará tiempo adaptarse. Vas a necesitar mucha paciencia con ella, así como el clan. Me
presentaré a ella y la ayudaré en todo lo que pueda.
— Aprecio eso Iona, — dijo Torin.
— ¿Qué tiene que decir sobre el fantasma? — preguntó Iona.
— Eso no es de tu incumbencia, — dijo Kinnell.
— Lo es si voy a ayudarla, — argumentó Iona.
Torin puso fin rápidamente a sus disputas respondiendo a su pregunta.
— Ella aun no sabe. —
Iona sacudió su cabeza.
— No esperes mucho para decirle o ella lo oirá de otros primero y eso no es algo que quieras
que pase. Debería saberlo por su esposo no por un extraño. —
Ella caminó alejándose y Kinnell sacudió su cabeza a su espalda mientras se alejaba.

Traducción: Kalia2101 24
— Esa mujer puede ser exasperante. —
— Quizá deberías casarte con ella y enseñarle a someterse, — sugirió Torin bromeando.
Kinnell lanzó una afligida a Torin.
— Ni siquiera bromees con eso. Nunca me casaría con tan increíblemente irritante mujer.
— Se sacudió ante el pensamiento. — Pero tiene razón acerca de decirle a tu esposa antes
de que ella oiga sobre el fantasma de alguien más. —
— Sí, tiene razón. — dijo Torin. — Camina conmigo de regreso a la cabaña. El mensaje que
nos trajo de vuelta a casa dejó claro que había muchas cosas que necesitan atención aquí. —

Flora necesitaba una distracción de lo que la esperaba esa noche en la cama con su esposo y
qué mejor distracción que el fantasma. Esperó un poquito después de que se fue su esposo,
luego fue a la puerta y se asomó. Cuando estuvo segura de que su esposo no estaba a la vista,
se deslizó fuera y manteniendo vigilancia de que nadie la mirara avanzó hacia la fortaleza.
— No debería ir ahí mi lady. —
Flora se detuvo y giró para ver a una mujer bajita y gordita parada cerca de la esquina trasera
de la fortaleza, con una canasta cubierta sobre su brazo.
— He traído comida y bebidas para usted. Déjeme servirle en la cabaña donde estará a salvo
y calientita y pueda descansar de su largo viaje. —
Flora permaneció como estaba, sin moverse en ningún sentido.
— Y ¿tú eres? —
— Verena, mi lady, — dijo la mujer con un movimiento de su cabeza.
Flora sonrío. — Derivado del Latín para Vera, que significa verdad, un nombre encantador
y estoy segura de que te queda muy bien. —
Verena parecía perpleja. — Gracias, mi lady. —
— Por favor, deja la comida en la cabaña Verena, lo comeré en mi descanso, — dijo Flora y
giró para continuar hacia la fortaleza.

Traducción: Kalia2101 25
— De verdad, mi lady, no debería ir ahí. No es seguro, y el señor Torin prohíbe a cualquiera
entrar a la fortaleza sin su permiso, — dijo Verena, con preocupación en su redonda cara y
en voz gentil.
Si solo Verena no le hubiera dicho eso. ¿Cómo se las arreglaba ahora para no obedecer a su
esposo, aunque probablemente sería prudente obedecerlo de vez en cuando?
— Ya sé que se cree que el fantasma del gigante reside ahí, y tengo curiosidad de verlo por
mí misma. —
Verena sacudió su cabeza. — No es que solo se crea eso, es verdad. El fantasma del gigante
reside en la fortaleza, aunque nunca se muestra a sí mismo, pero se deja escuchar, se siente
su aliento. —
Eso intrigó a Flora, incluso más. — ¿Alguien ha resultado herido? —
— Nay, mi lady, en su mayoría asusta, pero uno nunca puede saber si perderá los estribos y
hará daño. Por eso es mejor mantenerse alejado, no molestarlo o provocarlo y causarle más
problemas de los que ya existen. —
Era considerado que la mujer se preocupara por ella, pero Flora no podía dejar que eso la
detuviera.
— Agradezco tu advertencia, Verena, pero una vez que mi curiosidad toma control, no hay
forma de detenerla. Hablaremos otra vez y gracias por la comida y la bebida. —
Flora dejó a una atónita Verena mirándola mientras subía a toda prisa los escalones de la
fortaleza y desaparecía en el interior.
Flora estaba de pie en una habitación estrecha, con antorchas apagadas en soportes a cada
lado de una puerta doble, cerrada. Había un olor a humedad como si la habitación hubiera
estado cerrada durante algún tiempo. Ansiosa por explorar, abrió un lado de las puertas
dobles, las bisagras de hierro crujieron, y entró en una habitación grande, la única luz
provenía de una contraventana de madera rota que colgaba suelta en una ventana en lo alto
de una de las paredes de piedra. Una gran chimenea de piedra ocupaba casi una pared y
numerosas mesas de caballete y bancos corrían a ambos lados de la habitación en línea recta
y hasta la mesa larga en el otro extremo, aunque no se unían a ella. Un paño blanco, cubierto
de polvo, estaba cubriéndola. Entonces se dio cuenta de que estaba en el Gran Comedor.
Tapices, que necesitaban una buena limpieza, colgaban de dos paredes, así como pancartas
de colores. Había lámparas de aceite colocadas sobre altos pedestales en varios lugares de la
habitación que proporcionarían suficiente luz, además de la luz del fuego en el hogar grande
y frío, que aún no había sido limpiado de sus cenizas.

Traducción: Kalia2101 26
Pasó unos momentos escuchando cualquier sonido extraño, un gemido o la sensación de un
aliento en ella, pero no escuchó ni sintió nada.
Se dirigió a la esquina izquierda del pasillo y atravesó una puerta hacia un pasillo corto y
oscuro. Pudo ver otra puerta a la izquierda. Probó la manija, pero estaba bien cerrada.
Regresó al Gran Salón y vio una escalera curva a un lado. Las escaleras desaparecieron en la
oscuridad, pero eso no detuvo a Flora. Apoyó la mano en la pared y subió con cuidado. Llegó
a un rellano donde había una puerta, o podías seguir subiendo las escaleras. Ella optó por
abrir la puerta.
Una luz tenebrosa inundó la habitación, así como un profundo frío. Miró hacia arriba para
ver que una vez más las persianas colgaban rotas y se preguntó si el fantasma tenía algo que
ver con el daño. Era un dormitorio pequeño, lleno de polvo, lo que significaba que no se
había utilizado en algún tiempo. Apliques de metal, con sus antorchas apagadas, estaban
montados en las paredes junto con armas, y cofres, algunos apilados de tres en tres, metidos
aquí y allá.
Se detuvo un momento y prestó atención, pero no oyó nada. Continuó explorando, subiendo
al siguiente piso con pasos cuidadosos ya que apenas podía ver frente a ella, para llegar a un
dormitorio. Estaba oscuro y no había ni una pizca de luz, aunque vio una luz en una pared
y se dirigió con cuidado hacia ella, golpeándose la pierna solo una vez con una silla al
sentirla. La tenue luz intentaba abrirse paso a través de las persianas. Flora alargó la mano
para abrirlos, pero sus dedos no tocaron la barra que los mantenía cerrados. Volvió con
cuidado por donde había caminado y volvió a tropezar con la silla. Se las arregló para
empujarlo hacia la ventana chocando una vez contra un cofre. Se subió a la silla y tiró de la
delgada barra de hierro hacia atrás y abrió las persianas.
Aunque el cielo estaba sombrío, todavía había suficiente luz para revelar la habitación. Era
una habitación grande con una cama grande que ocupaba una buena parte de ella. El polvo
lo cubría todo y el olor a humedad que había olido abajo era más prevalente aquí arriba.
Se bajó de la silla y la empujó con más facilidad esta vez hacia otra ventana cerrada y la abrió.
Un aire ligero, fresco y frío inundó la habitación y Flora sonrió. Esto era algo que ella podía
hacer, devolverle la vida al torreón y resolver el misterio del fantasma.
— Estoy aquí, Gigante, intento encontrarte para que podamos hablar, — llamó ella y brincó
cuando un sonido como un gemido barrió la habitación con un viento frío.
— Entonces, me escuchas. Habla conmigo.
Sus palabras fueron recibidas con un completo silencio, y lo pensó. Su papá no creía en
fantasmas mientras que su mamá no estaba segura. Su pa insistió en que había una

Traducción: Kalia2101 27
explicación para todo si uno buscaba lo suficiente y no cedía a pensamientos fantasiosos.
Sopesaría las opiniones de sus padres sobre esto y vería adónde la llevaban.
— Habla conmigo o no, Gigante, — dijo y se quitó la capa y la dejó sobre la silla.
— Estoy aquí para quedarme y no me asusto fácilmente. — Ella pensó un momento.
— Excepto en la batalla, la batalla me asusta. Ahora a trabajar. — Ella empezó jalando la
ropa de cama de la cama.

El regreso de Torin hacia su esposa tomó más tiempo del que le hubiera gustado. La gente
lo detuvo para desearle lo mejor en su matrimonio y bendecirlo con muchos herederos.
Algunos también tenían problemas que le consultaron, su culpa ya que se había ido
demasiado tiempo de casa. Escuchó pacientemente, aunque estaba impaciente por volver
con su esposa. Debería haberle dicho la verdad sobre por qué se quedarían en la cabaña. Si
bien no tenía intenciones de discutir ciertos asuntos del clan con ella, debería haber sido
honesto sobre la fortaleza. Esperaba que nadie le hubiera dicho una palabra sobre el
fantasma y tuviera tiempo para explicárselo todo.
— No te preocupes, Phillip, — dijo Torin al hombre mayor cuya fuerza ya no era lo que
alguna vez fue y asintió con la cabeza a Kinnell.
— Kinnell verá que tu techo sea reparado mañana.
— Gracias, mi señor. Sabía que te ocuparías de eso de la forma correcta. Eres un buen
hombre. Tu abuelo, el señor Hamish, estaría orgulloso de ti, — dijo Phillip.
— Me alegro de oír eso. Mi abuelo significaba mucho para mí, — dijo Torin.
— Y tú para él, mi señor, — dijo Phillip.
Torin se alejó con Kinnell, pensando en su abuelo y preguntándose cómo un hombre tan
bueno tuvo un hijo que a veces podía ser cruel.
— No te pareces en nada a tu padre, el señor Evander, — dijo Kinnell. — Tu eres como tu
abuelo hasta las buenas facciones y la hermosa sonrisa que roba todos los corazones de las
muchachas.

Traducción: Kalia2101 28
Torin rio. — Me conoces muy bien. — Y lo hacía. Kinnell y él habían sido amigos desde que
eran jóvenes y también estaba familiarizado con el tipo de hombre que había sido el padre
de Torin, regañando a menudo con la boca y rápido con la mano.
— Aye, por eso puedo ser sincero contigo.
— Y soy feliz por eso, — dijo Torin, agradecido por su amistad, aunque era más una
hermandad lo que ellos compartían. — Ahora es tiempo de volver a mi esposa.
Torin se detuvo frente a la fortaleza y la miró fijamente.
— Parece triste, — dijo Kinnell.
— Y descuidado, — dijo Torin, molesto consigo mismo por permitir que el problema se
saliera de control.
—Mi señor, —dijo Verena, apresurándose hacia él.
A Torin no le gustó la preocupación en los ojos de la mujer, y echó un rápido vistazo a la
cabaña.
— ¿Le pasa algo a mi esposa, Verena?
— Espero que no, ¿mi señor? —dijo Verena, torciendo sus manos frente a ella.
—Dime, — ordenó Torin, con el estómago apretado por la preocupación.
— Le advertí que no fuera. Le dije que le prohibías a cualquiera entrar sin tu permiso, pero
ella fue de todos modos. — Verena miró hacia la fortaleza.
— ¿Mi esposa está en la fortaleza? — preguntó atónito.
— Sí, desde hace un tiempo y todavía no ha salido.
Torin corrió hacia los escalones, Kinnell a su lado cuando la puerta del torreón se abrió y su
esposa salió. Las mangas de su ropa interior estaban arremangadas, su trenza desordenada,
los mechones oscuros cubiertos de polvo como la mayor parte de ella, pero lucía la sonrisa
más grande que iluminaba su rostro y la hacía parecer aún más hermosa.
Flora se paró en el escalón más alto, feliz de ver a su esposo y gritó:
— Las reparaciones deben haber terminado en tu ausencia. He empezado a limpiar nuestro
dormitorio. Podemos dormir en la fortaleza esta noche.

Traducción: Kalia2101 29
CAPÍTULO 4
Torin estaba listo para hacerle saber su enojo, ¿cómo se atreve a ir en contra de sus
órdenes?, cuando vio que la curiosidad había atraído gente más cerca para escuchar.
— Sé cuidadoso con lo que dices, —advirtió Kinnell en un susurro. — No quieres que tu
esposa parezca más valiente que tú.
Torin dejó que una agradable sonrisa escondiera su disgusto cuando gritó:
— Después de limpiar a fondo.
Flora se cepilló la ropa, después de mirarse a sí misma y una columna de polvo se levantó
de ellos.
— Supongo que tienes razón. Tomará más de unas pocas horas limpiar la fortaleza de este
abandono.
Eso dolió y, sin embargo, Torin no percibió ni una pizca de desaprobación o reprimenda en
su comentario. Ella simplemente había declarado lo obvio, la verdad de la situación... la
fortaleza había sido descuidada.
Flora se apresuró a bajar las escaleras de piedra, el polvo volaba de ella.
— Es una fortaleza preciosa y espero devolverle la vida y, por supuesto, librarla del
fantasma. — Deslizó su brazo en el de él, emocionada que tener finalmente algo
interesante y desafiante para discutir.
— Ven, vamos a discutirlo mientras comemos. Estoy famélica.
Torin escuchó la risa de Kinnell mientras se alejaba, y también escuchó una charla. Las
lenguas no perdían el tiempo moviéndose, y se preguntó qué estarían diciendo.
— ¿Dónde está tu capa? — preguntó Torin mientras caminaba junto a su esposa.
Flora se detuvo abruptamente y se miró una vez más.
— Me olvidé. Debo haberla dejado en la fortaleza. Iré a buscarlo.
Torin la detuvo con una mano firme en su brazo.
— Veré que la traigan.

Traducción: Kalia2101 30
— ¿Quién la traerá si todos temen entrar en la fortaleza? — preguntó, pero no le dio
tiempo de responder. En lugar de eso ella continuó con más preguntas.
— ¿Por qué no me dijiste acerca del fantasma? ¿Cuánto tiempo ha embrujado la fortaleza?
¿Lo has visto o lo has oído? — Respondió algunas preguntas ella misma.
— Bueno, claro que debes haberlo visto u oído si estabas lo suficientemente temeroso para
abandonar la fortaleza y con todo ese polvo y telarañas acumulados parece que tu ausencia
no ha sido una corta. Pero tu ausencia podría también haber sido forzada por la falta de
personas dispuestas a trabajar en la fortaleza.
Su interminable charla tenía su mente dando vueltas y la forma en que preguntaba y
respondía sus propias preguntas con precisión le hizo darse cuenta de que su esposa tenía
una mente aguda y rápida.
— Debes contarme todo sobre el fantasma, el mito, todo de ello, así tendré lo que necesito
para resolver el misterio. No debería tomar mucho tiempo. Una vez que la información es
examinada y lo inservible o mentiras descartadas, la verdad brillará.
Entraron en la cabaña y Flora fue hacia la mesa ansiosa por una bebida caliente, el frío de
la fortaleza se sentía como si se hubiera filtrado en ella.
—Las Tierras Altas son de lejos, muy diferentes las Tierras Bajas. Las Tierras Altas tienen
misterio para su gente, y ellos lo aceptan y respetan. Permite que todas las criaturas
sobrevivan y prosperen aquí, de lo contrario, la vida sería difícil, — dijo Torin.
— Es bueno saberlo. Dime más, — le dijo ella y ansiosamente tomó asiento a la mesa para
rápidamente llenar dos jarros de una jarra, el distintivo olor de la sidra fresca.
— ¿Cómo surgió este mito?
Torin se reunió con ella en la mesa, su estómago gruñendo le recordaba que no había
comido en mucho tiempo. Atravesó un trozo de carne de venado con su cuchillo.
— Es la historia del nacimiento de la Isla de Outerson, hogar del Clan Norham.
— Entonces, tú crees que un gigante ¿arrancó un trozo de tierra para flotarlo en el lago y
crear una isla? — preguntó ella, repitiendo lo que el clérigo le había dicho.
— Eso no parece plausible, pero puedo ver como tal mito serviría para crear una poderosa
leyenda para un clan y desde que el gigante lo protege, también sirve para mantener a
otros alejados.
— Somos guerreros feroces y aguerridos y …

Traducción: Kalia2101 31
— Nacidos de un mito que tiene un gigante protegiéndolos a todos, lo que hace que un
ataque sea poco probable ya que, como dijiste, hay un misterio en las Tierras Altas que
todos respetan. Entonces, quienquiera que haya creado la leyenda fue sabio al hacerlo.
Otra vez, estaba maravillado que ella hablara sin censura y este tiempo con una pista de
admiración. También se dio cuenta en ese momento que lo había involucrado en una
conversación que él no tenía intenciones de tener con ella. Casi se rasca la cabeza
preguntándose ¿cómo había hecho eso?
Recuperó el control de la situación que había perdido con demasiada facilidad.
— Desobedeciste una orden mía. Verena te informó que prohibí a cualquiera entrar a la
fortaleza sin mi permiso y sin embargo entraste de todos modos.
Flora se encogió de hombros.
— No fui educada para ser obediente. Fue formada para preguntar, para aprender, para
buscar conocimiento y ganar sabiduría. Si la fortaleza va a ser mi responsabilidad,
entonces no deseo perder tiempo en su cuidado. No quise faltarte al respeto, esposo, pero
estaba curiosa por ver la fortaleza y cuando supe del fantasma, mi curiosidad aumentó y
no podía esperar.
Una explicación razonable y aun así… — Necesitas obedecerme, esposa.
— ¿Por qué? — preguntó y tomó otro trozo de queso y pan.
— No preguntes por qué, — chasqueó él. — Te sometes a mi sabiduría como el clérigo te
aconsejó.
— ¿Qué si yo soy más sabía que tú, entonces tú te someterías a mí?
Su respuesta dejó a Torin sin palabras.
— Eso sería lo lógico, ¿cierto? —preguntó. — La persona más sabia es la que sabe qué es lo
mejor, por lo tanto, debería mandar.
Torin recuperó sus sentidos.
— Tengo el conocimiento para liderar este clan.
— Por supuesto que sí, y tengo el conocimiento para resolver el misterio, — dijo y sonrió.
— Solo si yo lo permito, — comandó, molesto porque para él se sentía como si ella le
hubiera tendido una trampa, dejándolo sin otra opción que aceptar que él le permitiera
resolver el misterio, mientras que ella simplemente lo veía como lógico.
— Bueno, tú eres un líder sabio y sin duda ves la sabiduría de eso, — dijo ella.

Traducción: Kalia2101 32
No había una pista de sarcasmo en su respuesta. Él casi niega con la cabeza preguntándose
cómo se había metido en esta conversación con ella y cómo él se las arregló para elegir a
una mujer que era completamente lo opuesto a lo que él quería en una esposa. ¿Había
permitido que su belleza lo cegara? ¿Había llegado a estar tan cansado de buscar esposa
que falló en encontrar más a cerca de ella? ¿O admitió que había habido algo sobre ella
cuando por primera vez puso sus ojos en ella que tiró de él de una manera que ninguna
mujer lo había hecho nunca?
— ¿Cuándo abandonaste la fortaleza? — preguntó ella, continuando su interrogatorio.
Respondió sin pensar.
— Han sido meses, los sirvientes estaban muy temerosos del lugar y con el incidente — él
paró abruptamente.
— ¿Qué incidente? — preguntó Flora ansiosa.
— Una mujer estaba aterrorizada por el gigante.
— ¿Quién? Yo hablaré con ella. Puede decirme todo lo que pasó. — La ansiedad de Flora
aumentó.
— ¡Nay! — dijo Torin cortante.
Los ojos de Flora se ampliaron, sorprendida por su respuesta mordaz. Se había dado
cuenta en el viaje a aquí que su esposo tenía presencia de mando y eso era necesario para
que alguien gobernara. Pero él no había tenido una lengua cortante con ella, lengua de
mando, aye, pero una cortante, nay.
Tal como era su estilo, ella no paró de preguntar, — ¿Por qué?
—Porque yo lo ordeno, — espetó y frunció el ceño, molesto por haber ofrecido alguna
explicación.
—¿Por qué no querrías que yo supiera si eso ayudaría a resolver el misterio del gigante?—
Ella parecía preguntar la cuestión más para sí misma que para él, mientras miraba
fijamente hacia el fuego por un momento y como si de repente lo comprendiera dijo:
—Deseabas ocultarlo de mí.
— Preguntas demasiado y esperas demasiadas respuestas.
— Las preguntas están hechas para ser respondidas, — argumentó ella.
— No todo el tiempo y ciertamente no cuando un esposo le dice a su esposa que ha tenido
suficiente de sus preguntas.

Traducción: Kalia2101 33
— ¿Oh, así que no deseas hablar más conmigo? — preguntó ella, decepcionada porque
estaba disfrutando la discusión. No había tenido una conversación tan interesante y
desafiante en algún tiempo. Por supuesto, ella siguió hablando antes de que él pudiera
responder.
— Creo que podrías estar interesado de oír lo que yo sé acerca de fantasmas.
— ¿Tú sabes sobre fantasmas? — preguntó sin pensar, ahora si tenía curiosidad.
Ella siguió hablando.
— Hay diferentes creencias y opiniones sobre los fantasmas. Algunos creen que el espíritu
permanece después de la muerte por algo que quedó inconcluso y luego hay quienes
cuestionan su muerte, quienes aún no la han aceptado. También están aquellos que se
niegan a creer que los fantasmas son otra cosa que demonios. Por eso es importante que
aprenda tanto como sea posible sobre el gigante si se quiere restaurar la fortaleza en todo
su esplendor. Y creo que una forma efectiva de comenzar es ver la torre limpia de arriba a
abajo y sus habitantes restaurados.
¿Tenía elección? Torin no tenía muchas esperanzas de que el clérigo lograra mucho, pero
¿cómo se arriesgaba a dejar que su esposa se ocupara del problema? No quería verla
asustada y definitivamente ilesa. Pero no había nadie más dispuesto a hacer lo que ella
ofrecía, y sonaba bien informada.
Temía arrepentirse, pero dijo.
— Después de que el clérigo bendiga la fortaleza puedes iniciar la limpieza.
Torin casi se queda sin aliento cuando la cara de su esposa se iluminó con una sonrisa
brillante y sus ojos resplandecían y sus mejillas cambiaron a un suave tono de rosa,
resaltando su belleza.
— Estoy más que agradecida, esposo, y haré que te sientas orgulloso, — dijo Flora con
entusiasmo. Tal vez, solo tal vez este matrimonio no sería tan malo o aburrido como ella
había anticipado.
Torin sintió la necesidad de calor.
— Mantendrás tu lengua para una charla razonable.
— ¿Qué es razonable? — preguntó.
Él la miró.
— Sin preguntas y…
— ¿Cómo puede ser razonable no preguntar? —preguntó ella perpleja.

Traducción: Kalia2101 34
— ¿Cómo voy a descubrir cosas si no hago preguntas?
— De mí. — dijo Torin palmeando su pecho.
— Pero ¿cómo voy a descubrirte (conocerte), mi esposo, si no se sobre ti, tus gustos y lo que
no te gusta y
— No me gustan las preguntas sin fin, — cortó él.
— Así que, ¿cuántas preguntas tengo permitido hacerte en un día? Si sé eso entonces puedo
tener la certeza de que haré las preguntas pertinentes y no perderé el tiempo con las
preguntas sin sentido, aunque yo no creo que haya preguntas sin sentido. Uno nunca sabe
lo que va a aprender.
Torin se levantó de la silla mientras su esposa continuaba hablando, se acercó a ella, tomó
su rostro entre sus manos, se inclinó y le ordenó silencio con un poderoso beso. Era su
intención mostrar dominio sobre ella, hacerla obediente a su palabra, a su regla y no había
respiro. Ella se sometería a su voluntad.
Con lo que no contaba era con la forma en que ella le devolvía el beso… con la misma
exigencia con la que él se lo había entregado. Y maldita sea si su eje no estuvo a la altura de
las circunstancias.
Atónita, Flora no supo qué hacer, pero dejó que su instinto gobernara como su madre le
había dicho que hiciera cuando llegara el momento en que la besaron por primera vez. El
instinto la hizo responder del mismo modo a la orden de su esposo de besarlo, lo cual fue
fácil para ella ya que encontró que su beso era bastante placentero. Amaba el poder de eso,
la forma en que él exigía, sin dejar que ella se asustara, pero obligándola a participar, a
permanecer en la alegría de eso.
No estaba segura de cuándo su lengua entró en su boca, pero le dio la bienvenida junto con
una sensación que la excitaba por todas partes antes de instalarse entre sus piernas. Lo
único que su madre le había dicho sobre el coito, el eje de su esposo deslizándose dentro de
ella, que ella había pensado que era repugnante ahora parecía plausible y agradable.
Flora jadeó cuando su esposo terminó su beso abruptamente. No había estado lista para que
terminara. Ella quería más.
— Has besado a un hombre antes que, a mí, — acusó Torin, su ansiosa y alentadora
respuesta no es algo que se encuentre en una mujer inocente.
— No. Ese fue mi primer beso, aunque mi madre me dijo que siguiera mi instinto y eso fue
lo que hice ya que encontré el beso bastante agradable. También me aconsejó sobre el
apareamiento y cómo el eje de un hombre se desliza entre las piernas de una mujer y dentro

Traducción: Kalia2101 35
de ella y debo decir que, al principio, pensé que era bastante repugnante, pero tu beso me
hizo pensar de manera diferente y estoy ansioso por experimentarlo”.
Torin sacudió su cabeza. Nunca había conocido a una mujer que pudiera hablar tanto y decir
cosas que ninguna mujer se atrevería a decir.
Acercó tanto su cara a la de ella, pero no lo suficiente donde ella lo pudiera besar.
— No hablarás cuando copulemos, esposa.
— ¿Cómo sabré si lo estoy haciendo bien si no puedo hacer preguntas? —
Él presionó sus labios contra los de ella.
— Ni una palabra cuando copulemos, grita si te agrada, pero no hablarás ni una sola palabra.
— ¿Por qué gritaría? ¿Me vas a lastimar? — preguntó ella, recordando eso que su mamá le
había explicado, pero no recordaba que mencionara nada sobre gritar.
— Placer. Gritarás de placer, — explicó Torin y se preguntaba por qué continuaba
respondiendo sus preguntas.
— ¿De verdad? ¿Será tan placentero que gritaré con deleite? — preguntó ella, emocionada
ante el prospecto de dicho sentimiento. Luego pensó en algo que su mamá le había dicho.
— Pero ¿eres hábil en eso? ¿No se necesita un hombre habilidoso para dar a una mujer
placer? Por supuesto, creo que es justo que aprenda a darte placer a ti también.
Torin no sabía si arrepentirse de haberse casado con ella o estar encantado de tener una
esposa que quisiera aprender a complacerlo.
Flora golpeó su barbilla con un dedo.
— Por supuesto, si tú eres hábil al copular eso significaría que has copulado con otra mujer.
Tal vez yo podría hablar con ellas para ver qué puedo aprender.
Torin negó con la cabeza, horrorizado por el pensamiento.
— Absolutamente no. Yo te enseñaré todo lo que necesites aprender.
— Tú me enseñarás todo. No dejarás nada fuera. — Insistió ella.
Ahora él estaba pensando que era un hombre afortunado.
— Todo. Tienes mi palabra, esposa.
— Podemos empezar esta noche, — dijo ella con un firme asentimiento de su cabeza como
si lo decretara.

Traducción: Kalia2101 36
Él no iba a discutir eso con ella.
— Esta noche. —confirmó.
Ella se levantó abruptamente.
— Necesito algunas personas que me ayudarán a tener las ventanas abiertas en la fortaleza.
Está mohoso y necesita aireación.
Ella lo tomó del brazo y caminó hacia la puerta.
— Inundaremos la fortaleza con aire fresco y luz para que sea más fácil para el clérigo, y es
necesario encender fuego en los hogares, ya que llevará tiempo calentar el lugar y ahuyentar
el frío.
Estaban afuera antes de que Torin se diera cuenta. Sacudió la cabeza para aclarar sus
pensamientos y estaba listo para recordarle que debía esperar hasta que el clérigo terminara
con el torreón antes de comenzar algo allí.
En cambio, el aire gélido y la ligera nieve que caía lo hicieron decir:
— Necesitas tu capa.
Ella asintió con la cabeza como si fuera suficiente respuesta y siguió hablando.
— Si tú y yo nos instalamos en la fortaleza, estoy seguro de que alentará a otros a que, al
menos, no teman trabajar allí. ¿Crees que Verena sabrá quiénes están dispuestos a
ayudarme? — Vio a la mujer y gritó: — Verena, un momento, por favor.
La mujer miró atónita cuando Flora soltó el brazo de su esposo y corrió hacia ella.
Se movió tan rápido que Torin no tuvo oportunidad de detenerla. Él la alcanzó antes de que
llegara a Verena y la agarró del brazo deteniéndola.
— No vas a un sirviente, el sirviente viene a ti, — dijo y rápidamente agregó, — y no me
preguntes por qué.
Flora dejó que la palabra se deshiciera en su lengua y esperó en silencio, viendo a Verena
corriendo hacia ellos.
— ¿Cómo puedo ayudar, mi señora? — Verena preguntó cuando llegó a ellos.
— Necesito que algunas personas me ayuden a abrir las ventanas de la fortaleza y se
encarguen de quitar las cenizas de las chimeneas.
Los ojos de Verena se abrieron como platos y miró a Torin.
— ¿Usted permite esto, mi señor? ¿Usted y Lady Flora residirán en la fortaleza?

Traducción: Kalia2101 37
Era su hogar, el lugar al que pertenecía, y ya era hora de que regresara a él.
— Sí, Lady Flora y yo residiremos allí tan pronto como la fortaleza esté lista.
— ¿Eso significa que la puerta de la cocina estará abierta? — Verena preguntó nerviosa.
— Cuando llegue el momento adecuado, — dijo Torin.
— Trae a los sirvientes y hazles saber que los necesitan en la fortaleza.
— Reúnalos en el Gran Comedor. Hablaré con ellos allí, — dijo Flora y vio que Verena una
vez más miró a Torin en busca de aprobación.
Supuso que les llevaría tiempo acostumbrarse al hecho de que ella estaba a cargo de la
fortaleza. Pero entonces su esposo siempre tendría la última palabra... aunque no
necesariamente.
— Finalmente, la fortaleza estará abierta como debe ser.
Flora se volvió con su esposo para ver a una mujer alta con ojos verdes audaces y una cabeza
llena de rizos escandalosos de color rojo fuego. Kinnell se acercó por detrás de ella
sacudiendo la cabeza, su rostro revelaba claramente que desaprobaba su comentario.
— Flora, esta es Iona, la sanadora del clan, — dijo Torin.
— Encantada de …
— ¡Una sanadora! — Flora sonrió emocionada. — Una sanadora del Clan Strathearn me
ayudó cuando perdí la voz.
Torin se preguntó brevemente si tal vez Iona podría revertir la ayuda del sanador y devolver
a Flora a la mujer tranquila que había conocido por primera vez.
— Hay tantas cosas que deseo preguntarte, — dijo Flora cuando Iona fue a hablar.
— Estoy interesada en los tipos de curación de las Tierras Altas comparándolo con los
médicos en las ciudades pobladas y tengo curiosidad por las plantas que usas para ayudar a
curar a las personas, de las que los médicos no saben nada. — Corrió hacia la mujer y
enganchó su brazo con el de ella y continuó hablando, impidiendo que Iona volviera a
hablar.
— He aprendido que algunos curanderos de las Tierras Altas también tienen otras
habilidades únicas, aunque la única curandera que tuve el placer de conocer fue considerada
una bruja. Por supuesto, eso era una tontería, ella era simplemente una mujer sabia. — Sus
palabras se desvanecieron mientras se alejaban de Torin y Kinnell hacia la fortaleza.

Traducción: Kalia2101 38
— ¿Me estoy imaginando cosas o tu esposa simplemente silenció a Iona y no le dejó más
remedio que irse con ella? — preguntó Kinnell, mirando a la pareja.
— Ella lo hizo, — dijo Torin, sorprendido él mismo.
Kinnell esbozó una gran sonrisa y le dio una palmada en la espalda a Torin.
— Cualquiera que pueda comandar a Iona solo con su lengua es un premio. Elegiste a la
esposa perfecta.
— ¿Lo hice? — Se preguntó Torin. — Ella habla sin parar.
— Entonces encuentra una manera de calmarla, — aconsejó Kinnell.
Una sonrisa se extendió lentamente por su hermoso rostro al pensar en su beso.
— Podría haberla encontrado.

Traducción: Kalia2101 39
CAPITULO 5
— Debemos encontrar tiempo para hablar sobre la forma de curar de las Tierras Altas, pero
por el momento me gustaría conocer su opinión sobre el fantasma en la fortaleza, — dijo
Flora cuando entraron en el Gran Comedor, donde los sirvientes comenzaban a reunirse de
mala gana.
— Una cosa que aprendí al escuchar los muchos mitos de las Tierras Altas desde que era
joven, es que en algún lugar dentro del mito hay una pizca de verdad, — dijo Iona.
— Eso tiene sentido, — dijo Flora asintiendo.
— Así como un grano crece y florece, también lo hace un cuento después de compartirlo
repetidamente hasta que se convierte en…
— Un mito, — Iona se apresuró a terminar, — y uno de los muchos mitos que formaron las
Tierras Altas.
Pensando de esa manera, fue fácil para Flora entender cómo un hombre extremadamente
grande sería considerado un gigante para la mayoría de la gente. Él podría haber reclamado
esta isla, así comenzó la historia, creció a medida que se compartió, hasta convertirse en un
mito. Sin embargo, incluso en su corto tiempo aquí en las Tierras Altas, entendió que la
gente no sería receptiva a una sugerencia tan razonable. Preferían sus mitos y por eso se
guardó el pensamiento para sí misma. Aunque, ella podría discutirlo con su esposo.
— Existe la creencia, aunque muchos historiadores la refutaron, de que los gigantes
realmente existieron en algún momento. Desafortunadamente, no hay pruebas. Se
necesitaría encontrar algunos huesos grandes para demostrar que los gigantes alguna vez
caminaron por esta tierra, pero es una teoría interesante y da una pausa para pensar.
Iona miró a Flora con interés.
—Estás bien informado para una mujer y algunos hombres para el caso.
Flora sonrió. — Mi pa creía diferente sobre el conocimiento. Él creía que todos los hombres,
mujeres y niños deberían obtener tanto conocimiento como fuera posible si la sociedad no
solo quería sobrevivir sino también madurar y prosperar. Me enseñó a leer a una edad
temprana, me dijo que nunca perdiera la curiosidad, que nunca temiera cuestionar o debatir.
— Carpe diem —dijo Iona.

Traducción: Kalia2101 40
— Aprovecha el día. Tú sabes latín y conoces al poeta romano Horacio, — dijo Flora
emocionada. — Eres la segunda mujer aquí en las Tierras Altas que conozco que habla latín.
— Solo sé algunas frases que me enseñó mi abuela y esa era su favorita. Desearía haber tenido
tiempo con ella para aprender más.
— Puedo enseñarte. Aprendí de los escritos de mi padre y de los de sus amigos y, por
supuesto, de los monjes eruditos, que no me permitían leer los pergaminos. Los monjes
pensaron que tenía muy buenos modales para ser una joven cuando llegué a un monasterio
y me quedé al lado de mi pa mirando por encima de su hombro los pergaminos que los
monjes le permitieron leer. Le dijeron que sería una esposa paciente y obediente. Ni una sola
vez consideraron que estaba leyendo las palabras junto con mi papá.
— Qué emocionante y aventurero debe haber sido para ti y qué aburrida será para ti ser la
esposa de un señor de las Tierras Altas.
— En absoluto, — dijo Flora, su sonrisa se volvió brillante. — Hay aventura en todos los
días si uno elige buscarla.
— Creo que vamos a ser buenas amigas, Lady Flora, — dijo Iona, con un asentimiento de
complicidad.
— Me gustaría mucho eso, Iona. Hablaremos de nuevo pronto. Debo hablar con los
sirvientes ahora.
— Sí, mi señora. Espero volver a hablar con usted, — dijo Iona con una respetuosa
inclinación de cabeza.
Flora se acercó al grupo estrechamente reunido. Había muchos menos sirvientes de los que
esperaba.
— Este es un grupo pequeño para cuidar de una fortaleza tan grande, Verena.
— Los trabajadores de la cocina están ocupados y hay algunos que simplemente tienen
demasiado miedo para entrar en la fortaleza, milady, — explicó Verena.
— Bueno, tendremos que ver cómo cambiar eso, — dijo Flora con confianza y se volvió hacia
el grupo acurrucado.
— Soy la nueva dama de la fortaleza… Flora, y quiero agradecerte por venir aquí, — dijo
Flora con una sonrisa generosa y todos los ojos se abrieron como platos.
Verena se inclinó y susurró: — No es necesario que les agradezcas, milady.
— Me educaron de manera diferente, — dijo Flora y miró las caras curiosas del grupo. — Se
merecen elogios y reconocimiento por un trabajo bien hecho y seré generosa con ambos.

Traducción: Kalia2101 41
Además, si tienen alguna inquietud o problema, tráiganmelo y me ocuparé de que se
resuelva. — Una vez más, todos los ojos se abrieron como platos, pero Flora siguió hablando.
— Entiendo que hay un problema con un fantasma en la fortaleza que hace que muchos de
ustedes y otros se muestren reacios a trabajar aquí. Tengo la intención de ver el problema
resuelto y el fantasma enviado a un lugar de descanso. — Ese comentario hizo que los ojos
se abrieran aún más.
—Hoy veremos dos tareas realizadas… se abrirán las persianas, se repararán las rotas y se
limpiarán las cenizas de las chimeneas y se prepararán para encender. Si alguien se resiste a
trabajar en alguna habitación, por favor hágamelo saber y lo acompañaré. Los fantasmas no
me asustan.
Los ojos no podían agrandarse más, pero las bocas se abrieron.
— Comenzaremos con esta habitación, aunque también tendré al menos dos voluntarios
para ir conmigo a los dormitorios de Lord Torin, — anunció Flora.
Nadie dio un paso adelante.
Flora se volvió hacia Verena.
— Hubo un incidente en la habitación que obligó a Lord Torin a cerrar la fortaleza.
— ¿Qué incidente? — preguntó Flora y vio que Verena parecía reacia a responder.
— Me ayudaría saberlo, Verena, — animó Flora, y los ojos de la mujer se dirigieron a alguien
en el grupo de sirvientes. Flora miró para ver a quién había mirado Verena.
Una mujer cuyo cabello oscuro caía desordenadamente alrededor de su cabeza y a los lados
de su hermoso rostro rápidamente desvió la mirada.
— ¿Su nombre? — Flora llamó, señalándola.
— Anwen, mi señora, — dijo la mujer, y los demás se apartaron de ella.
Flora sintió una inquietud que pareció apoderarse de todos y rápidamente dijo:
— Mientras hablo con Anwen, busca lo que necesitas para comenzar aquí en el Gran
Comedor.
Todos huyeron rápidamente e Iona se dirigió lentamente a la puerta.
Flora se acercó a Anwen y recordó que su esposo mencionó algo sobre una mujer que había
sido asustada por el gigante.
— Supongo que tuviste un encuentro con el fantasma.

Traducción: Kalia2101 42
— Ah, mi señora.
— ¿Y dónde sucedió esto? — Flora preguntó y cuando Anwen dudó en responder, ella
animó.
— Por favor, comparte lo que pasó conmigo. Realmente me ayudaría saberlo para poder
purgar la fortaleza del fantasma.
— Fue en el dormitorio de Lord Torin, milady, — dijo Anwen, manteniendo la mirada baja
mientras respondía.
— Cuéntame sobre eso. —
La cabeza de Anwen se disparó.
Flora vio miedo en los ojos de la mujer y buscó consolarla.
— No te preocupes. El fantasma no te hará daño. Ahora dime, ¿fue mientras hacías tus tareas
que el fantasma se te apareció?
Iona escuchó desde las sombras mientras se deslizaba hacia la puerta y sonreía.
Las mejillas de Anwen se sonrojaron y su boca se abrió, pero no salió ninguna palabra.
Flora estaba a punto de sugerir que salieran para ver lo temerosa que se veía Anwen cuando
se le ocurrió un pensamiento, y ella habló sin pensar.
— ¿Estabas en la habitación con mi esposo en ese momento?
— Sí, milady, pero no es lo que muchos suponían. No pasó nada entre nosotros, — dijo
Anwen con un temblor nervioso. — Por favor, mi señora, por favor no me castigue.
La frente de Flora se arrugó en cuestión.
— ¿Por qué te castigaría? Yo no estaba casado con Lord Torin en ese momento. Podía hacer
lo que quisiera al igual que tú.
Anwen la miró sin palabras.
Un sinfín de preguntas comenzaron a abarrotar la cabeza de Flora. Había mucho que esta
mujer podía contarle no solo sobre el fantasma sino también sobre Torin. Con todas las
preguntas que podía hacer, se sorprendió a sí misma con la que se le escapó de los labios.
— ¿Irías a la cama de Lord Torin ahora que está casado?
Anwen jadeó.
— Nunca, mi señora, nunca me acostaría con un hombre casado y nunca me acosté con Lord
Torin.

Traducción: Kalia2101 43
— ¿Pero hay mujeres aquí que lo harían? — preguntó Flora, sin haberlo pensado ya que creía
que un esposo y una esposa permanecían fieles el uno al otro tal como lo habían hecho sus
padres. Aunque sabía de algunas parejas, amigos de sus padres y nobles que apoyaban a los
eruditos en sus esfuerzos académicos, que no se habían mantenido fieles a sus votos, y eso
incluía tanto al marido como a la mujer. Había visto por sí misma que esas parejas en
particular nunca parecían satisfechas o felices.
Una vez más, Anwen se mostró reacia a responder.
— Por favor, comparte conmigo lo que sabes o piensas, Anwen, sería de gran ayuda, —
animó Flora con una sonrisa amable.
Anwen asintió.
— He visto por mí misma que hay mujeres y hombres por igual que no se adhieren a sus
votos. También sé de algunos hombres que encuentran que una mujer no es suficiente para
ellos.
— ¿Podría ser que todavía tienen que encontrar el amor? — preguntó Flora, encontrando la
discusión esclarecedora.
Anwen suspiró suavemente, sacudiendo la cabeza. — El amor es raro, milady. La lujuria es
lo que comparten la mayoría de las parejas y cuando se va no queda nada.
Iona asintió para sí misma mientras salía silenciosamente por la puerta.

— Ahí está Iona y lleva una sonrisa. Nunca la he visto sonreír, — dijo Kinnell.
Torin se giró para ver a Iona bajar las escaleras y se sorprendió a sí mismo al verla sonreír, la
sanadora tenía una naturaleza estoica, y por alguna razón que ella sonriera lo preocupaba.
— Me gusta tu esposa, — dijo Iona cuando llegó junto a los dos hombres.
— Ella dice lo que piensa y es sabia en sus palabras. — Su sonrisa creció.
— Sin embargo, es posible que desee entrar allí ya que su esposa está hablando con Anwen
y tiene algunas preguntas interesantes para ella.
Torin pasó corriendo junto a Iona y subió las escaleras de dos en dos, apresurándose para
entrar en la fortaleza.

Traducción: Kalia2101 44
— ¡Flora! — gritó una vez que entró en el Gran Comedor y ella y Anwen se giraron para
mirarlo.
— Anwen, puedes despedirte para que te ocupes de tus tareas.
— No he terminado de hablar con ella, — dijo Flora. —Deseo preguntarle sobre el fantasma
o, dado que usted estaba presente en el momento del incidente, tal vez pueda contarme al
respecto.
Torin despidió a Anwen con un gesto y la mujer salió apresuradamente de la habitación.
Fue hacia su esposa, deteniéndose frente a ella.
— Te ordené que no hablaras con la mujer involucrada en el incidente.
— Tampoco me dijiste que la mujer estaba contigo en tu dormitorio en ese momento, —
dijo Flora y se apresuró a continuar antes de que su esposo pudiera ordenarle que se callara.
— No es que importe ya que no estábamos casados en ese momento, pero debo preguntar…
¿serás un esposo fiel? ¿O serás un marido que no se contenta con una mujer y con una que
no es fiel a tus votos?
Torin vaciló, pensando en su padre, que tuvo una buena cantidad de mujeres mientras
estaba casado, aunque a su madre no parecía importarle. Había llegado a la conclusión de
que una vez que su madre había producido un heredero varón para su esposo, ella había
hecho lo que se esperaba de ella y ella y su padre nunca volvieron a tener intimidad. No
podía culparla ya que su padre podía ser un hombre cruel.
— ¿Necesitas pensar en ello? — Flora preguntó cuando su respuesta no llegó.
— Tu vacilación es respuesta suficiente.
Torin se preguntó sobre su vacilación. ¿No había respondido? ¿Había necesitado reflexionar
sobre ello? ¿Se parecía más a su pa de lo que quería creer?
Flora continuó, preocupada de que aún no hubiera respondido.
— Solo sé del matrimonio de lo que he visto entre mi mamá y mi papá. Eran una pareja
amorosa y aunque no tenía pensado casarme, si algún día decidía hacerlo, entonces deseaba
tener un matrimonio basado en el amor, un matrimonio amoroso y fiel, no basado en la
lujuria. Creo que hasta que determinemos cuál será nuestro matrimonio, debemos esperar
para consumar nuestros votos, dejando que cualquiera de nosotros se aleje de nuestro
apresurado matrimonio si es necesario.
Era extraño que ella sintiera una inquietud en la boca del estómago, casi como si estuviera
perturbada por la idea de que su matrimonio terminaría. Después de todo, apenas había
comenzado. ¿Por qué debería molestarla? Apenas conocía a su esposo, aunque lo poco que

Traducción: Kalia2101 45
sabía lo creía un hombre bueno y fuerte, alguien que ya demostraba que no dudaría en
protegerla.
La mano de Torin saltó para agarrar la nuca de su esposa, no bruscamente sino con firmeza.
— Escucha bien, esposa. Estamos casados y seguiremos casados. No tengo ningún deseo de
comenzar otra búsqueda de una esposa. ¿En cuanto a ser fiel? No me des ninguna razón para
no ser así.
Flora soltó su cuello de un tirón, aunque no era tan tonta como para creer que había tenido
la fuerza para hacerlo. Él la había soltado cuando ella se apartó.
— ¿Y harás lo mismo... no me darás ninguna razón para serte infiel? — ella desafió.
— No toleraré a una esposa infiel, — advirtió, con el rostro tenso por la molestia.
Flora levantó desafiante la barbilla. — Y yo no toleraré a un marido infiel.
— Tolerarás todo lo que te exija, — ordenó, cada vez más molesto de que ella se atreviera a
hacer demandas.
— Ni hablar, — dijo, — ahora, tenga la amabilidad de despedirse, tengo deberes que
cumplir.
— Tu deber es para mí en primer lugar. Vengo antes que todos los demás y no me mandas,
— advirtió, con ira en su poderosa voz.
— Yo tampoco tomo bien obedecer, — argumentó, con una ira desconocida agitándose en
ella cuando se dio cuenta de la libertad que había perdido con este matrimonio.
— Aprenderás, — dijo como si lo declarara así.
Flora no pudo contener su lengua. — Lo dudo mucho.
— Yo no, y comenzarás por moderar tu lengua, — ordenó.
— Una posibilidad poco probable ya que se puede aprender mucho y resolver los asuntos a
través de una discusión civilizada.
— ¿Estás sugiriendo que no soy civilizado? — Torin espetó de nuevo, encontrando difícil
moderar su molestia.
Como era su costumbre, Flora dijo lo que pensaba.
— Cuando haces demandas tontas como pareces hacer tan a menudo, parece que sí.
El brazo de Torin salió disparado para agarrar a su esposa por la cintura y tirar de ella contra
él.

Traducción: Kalia2101 46
— Ten cuidado, esposa, porque puedo mostrarte lo incivilizado que puedo ser.
Se escucharon voces cuando la puerta se abrió.
Antes de que Torin se alejara de su esposa, susurró:
— Discutiremos la consumación de nuestros votos más tarde.
Los sirvientes que entraron se detuvieron cuando vieron el ceño fruncido en el rostro de
Lord Torin.
— Seguirán las órdenes de mi esposa en la fortaleza, pero si tienen algún problema con
cualquier cosa que Lady Flora exija, me buscarán de inmediato y me ocuparé de que se
resuelva, — ordenó y salió de la habitación.
Su esposo se aseguró de dejarle un recordatorio de que su palabra era definitiva y que su
palabra importaba poco en todas y cada una de las decisiones. Perdió todo deseo de ver la
fortaleza devuelta a la vida y el fantasma despachado. ¿Por qué molestarse cuando tendría
que buscar aprobación para todo lo que hacía o saber que, si un sirviente no estaba de
acuerdo con ella, podría cuestionarlo de inmediato?
Estuvo a punto de despedir al pequeño grupo, usando el largo viaje hasta aquí como una
excusa para su repentina fatiga y que las tareas podrían esperar para otro día, pero se mordió
la lengua. Sus padres estarían decepcionados con ella si simplemente se rindiera a su destino
en lugar de aprovecharlo, aprender de él y obtener el conocimiento que necesitaba para
tener una buena vida para sí misma, independientemente de las circunstancias que el
destino le había impuesto.
Flora sonrió y estaba a punto de dar órdenes cuando un rugido agonizante resonó en el Gran
Comedor seguido de una ráfaga de viento gélido que hizo temblar a todos los presentes.
Todos los sirvientes palidecieron, corrieron, arrojaron escobas y cubos mientras se
tropezaban unos con otros mientras huían de la habitación lo más rápido que podían.
No así Flora… Ella permaneció donde estaba.

Traducción: Kalia2101 47
CAPITULO 6
Flora no prestó atención a los sirvientes que se retiraban. Miró alrededor de la habitación
esperando a ver si algo se materializaba mientras se abrazaba contra el frío que se
arremolinaba en la habitación. Se dio la vuelta rápidamente cuando escuchó un ruido
extraño y descubrió que la contraventana que se había roto estaba en peor estado que antes,
casi a punto de soltarse de su bisagra.
Curiosa, tiró de un banco metido debajo de la mesa de caballetes más cercana para colocarlo
debajo de la ventana. Al ver que no le daría la altura suficiente para alcanzar la ventana,
acercó otro banco y con esfuerzo logró equilibrarlo encima del primero. Luego movió un
taburete pequeño hacia los dos bancos para poder subirse a los bancos sin dificultad. Aun
así, sin embargo, los bancos se balancearon un poco una vez que se subió encima de ellos.
Se mantuvo en el centro del banco, sabiendo que, si pesaba demasiado en un lado, los dos se
caerían.
La persiana rota tembló contra la pared de piedra y Flora sonrió, sintiendo que la ráfaga de
aire que entraba por la ventana era la causa de ello. Luego hizo todo lo posible para examinar
la ventana, una teoría comenzaba a formarse en su cabeza.

Torin casi había llegado al campo de práctica con Kinnell, su amigo lo había esperado,
curioso por saber qué había pasado en la fortaleza. Kinnell se había reído cuando Torin
terminó de explicarle.
— Bueno, siempre te encantaron los desafíos y parece que Lady Flora definitivamente va a
ser eso.
— Tranquila y obediente, eso era todo lo que quería en una esposa, — argumentó Torin. —
No estamos en casa ni un día, y ella ya crea estragos.
— Nunca te aburrirás de ella como esposa, — dijo Kinnell con más risas.
Torino negó con la cabeza. — No eres de ayuda, pero pronto lo serás cuando enfrentes mi
frustración en el campo de práctica.

Traducción: Kalia2101 48
—¡EL FANTASMA! ¡EL FANTASMA!
Torin y Kinnell se giraron ante el coro de gritos y corrieron hacia las personas que vieron
huir de la fortaleza.
Cuando Torin alcanzó a dos de ellos, los detuvo con una orden.
— Dime lo que pasó.
La mujer se estremeció mucho y sacudió la cabeza, dejando que el hombre hablara.
—El gigante se dio a conocer. Nos rugió y envió su poderoso aliento por todo el Gran
Comedor.
— ¿Dónde está lady Flora? — preguntó Torin.
Ambos negaron con la cabeza.
— ¿Se apresuró a salir contigo? — preguntó Torin con dureza y un poco de ansiedad, y
ambos negaron con la cabeza. — ¿Nadie vio por su seguridad?
El hombre y la mujer negaron con la cabeza de nuevo, luego las bajaron, evitando la mirada
furiosa de Lord Torin.
Torin corrió hacia la fortaleza, Kinnell justo detrás de él. Subió las escaleras a toda
velocidad, el miedo por la seguridad de su esposa le oprimía el pecho e irrumpió en el Gran
Salón, gritando:
— ¡FLORA!
Su grito repentino sobresaltó a Flora y ella perdió el equilibrio sobre los bancos y cuando el
único banco se cayó debajo de ella, gritó:
— ¡Torin!
Torin corrió hacia ella y la tomó por la cintura para apartarla del banco que caía y fuera de
peligro.
Su corazón latía con locura en su pecho, temiendo que no la alcanzaría a tiempo cuando ella
había gritado su nombre. Temeroso de en lo que podría meterse si él la dejaba ir, mantuvo
su brazo firme alrededor de su cintura.
— Maldita sea, mujer, ¿qué estabas haciendo encima de esos bancos? — el demandó.
— Investigando, — dijo ella como si fuera obvio, manteniendo su mano en su brazo, un poco
temblorosa por su casi caída.

Traducción: Kalia2101 49
— ¿Por qué no corriste con los demás cuando el gigante se dio a conocer? — preguntó y se
molestó porque su pensamiento era besarla, agradecido de que ella no hubiera sido
lastimada. ¿Qué tenía esta mujer que encontraba tan atractiva cuando no le había causado
más que problemas desde que llegaron a casa?
— No era un gigante, ni un fantasma, nada más que el viento que azotaba el Gran Comedor,
— dijo Flora y señaló la ventana. — Eso es por lo que se rompió el postigo. El viento lo azotó
y sin duda sirvió para que el sonido pareciera más un aullido angustiado que un simple golpe
de viento frío.
Kinnell enderezó un banco y se subió a él alcanzando fácilmente el postigo roto de la
ventana para examinarlo y pensó: — Ella podría tener razón sobre eso.
— Explicaría el rugido fantasmal de hoy y vale la pena considerarlo mientras sigo
investigando, — dijo Flora.
Kinnell sacó el postigo roto y sonrió. — Iré a ver que esto se repare.
— Eso sería maravilloso, — dijo Flora.
— Hay otras persianas que también requieren reparaciones, pero no creo que nadie regrese
a la fortaleza hoy. El resto puede esperar hasta mañana.
Kinnell se rio entre dientes mientras dejaba a la pareja.
— Debería ir a buscar mi capa, — dijo Flora, con el brazo de su esposo todavía alrededor de
su cintura y su mano aun descansando sobre ella.
— Iré contigo. ¿Dónde lo dejaste? — Torin dejó caer su brazo alrededor de ella con desgana.
Le gustaba la sensación de ella encerrada en su brazo sana y salva, ya que no había forma de
saber en qué podría meterse. Pero en sus brazos, podía mantenerla protegida, mantenerla a
salvo, mantenerla como su esposa.
—Tu dormitorio — dijo, notando con curiosidad la forma en que sus ojos se habían posado
sobre ella de una manera casi posesiva.
— Nuestro dormitorio, — corrigió.
— ¿Cómo podría ser nuestro cuando has tenido otras mujeres allí? — preguntó mientras se
dirigía a las escaleras.
Le llamó la atención la forma en que ella no acusó, sino que simplemente declaró un hecho,
un hecho al que ella intentó dar sentido, y él no supo cómo responderle y, sin embargo, lo
hizo, sus inesperadas palabras lo sorprendieron.
— ¿Preferirías elegir otro dormitorio para nosotros?

Traducción: Kalia2101 50
Flora se detuvo abruptamente y se volvió hacia él.
— Creo que eso me vendría mucho mejor. Puedo dormir allí y tú puedes quedarte en tu
dormitorio hasta que decidamos qué hacer para consumar nuestros votos.
Él tomó su barbilla.
— Eres mi esposa, y no dormiremos ahora ni nunca en camas separadas.
— Aprendí que los esposos y esposas nobles tienen dormitorios separados. ¿Esa no es una
práctica en las Tierras Altas? — preguntó y siguió hablando. —Mi mamá y mi papá siempre
compartieron un dormitorio. No recuerdo que nunca hayan dormido juntos.
— Mis padres no compartían dormitorio. Mi papá tenía el suyo y mi mamá tenía el suyo.
Después de que ella me dio a luz, nunca volvieron a acostarse juntos, — dijo mientras subían
las escaleras y Torin se preguntó por qué había compartido esa información sobre él con
ella. ¿Cómo era que hablaba tan fácilmente con ella cuando nunca lo hacía con ninguna
mujer?
— ¿No se amaban? — preguntó Flora, una tristeza arrastrándose en su corazón por él. Si su
papá y su mamá no se amaban, ¿cómo podría su hijo saber y aprender cómo era el amor entre
un esposo y una esposa?
— No, no había amor entre ellos, — dijo y se dio cuenta de que era la primera vez que había
dicho en voz alta lo que sabía que era verdad. De una manera extraña, se sintió aliviado de
haberlo admitido abiertamente.
— Qué tristeza por ellos y por ti, — dijo Flora y sintió que su esposo la tomaba de la mano
cuando llegaron al piso de su alcoba.
— Está oscuro, debes tener cuidado. No te veré herida.
Ella sonrió y se apoyó contra él para decir: — Me has mantenido a salvo dos veces. Eres un
buen marido.
— Y, sin embargo, no me obedeces, — la regañó, aunque ligeramente mientras entraba en
su dormitorio, tirando de ella. Se detuvo una vez dentro, haciéndola detenerse a ella
también. — ¿Qué quisiste decir con lo triste que es para mí que mis padres no se quisieran?
Ella explicó ansiosamente. — ¿Cómo podrías aprender qué es el amor entre un esposo y una
esposa si nunca llegaste a verlo? Solo viste indiferencia entre tus padres y muy
probablemente obediencia de tu madre ya que es algo que me exiges. Y ciertamente nunca
experimentaste el amor con las mujeres con las que te has emparejado. Anwen comentó que
el amor es raro y que la lujuria es lo que la mayoría de la gente comparte y una vez que se va,

Traducción: Kalia2101 51
no queda nada. Es más sabia de lo que cree, pero tuvo suerte de haber encontrado el amor y
comprende su importancia.
— Cada día es una lucha por sobrevivir en las Tierras Altas. No hay tiempo para pensar en
cosas tan absurdas. Se necesita una esposa por muchas razones, siendo el amor la menor de
ellas. Dame lo que necesito y te daré lo que necesitas, un esposo que pueda mantenerte a
salvo y protegida.
Flora fue a buscar su capa de donde la había dejado, se la echó sobre los hombros y se
estremeció de alivio, el dormitorio estaba más frío que la última vez que lo dejó. Regresó a
Torin y golpeó su pecho varias veces, la fuerza de sus músculos debajo envió una extraña
pero placentera sensación a través de ella.
— Tú, mi esposo, necesitas amor, — dijo y salió de la habitación.
Torin negó con la cabeza y corrió tras ella para precederla por la oscura escalera para
mantenerla a salvo y no pudo evitar preguntarse cómo se sentiría enamorarse de su esposa.

— ¿Te has quedado sin aliento para hablar, esposa? — Torin bromeó cuando ella apenas le
dijo unas pocas palabras después de la cena.
Ella rio suavemente. — Eso nunca sucederá. El agotamiento me ha alcanzado desde el viaje
hasta aquí. Me siento como si pudiera dormir un día entero, pero con tanto que hacer
mañana en el torreón, creo que debería buscar mi cama temprano. Sin embargo, hay que
considerar la consumación de nuestros votos. Tu beso hizo que me sintiera más que curioso
acerca de la pareja, pero honestamente creo que nos debemos el uno al otro para asegurarnos
de que este matrimonio sea lo que queremos. No nos hará daño esperar un mes o más para
estar seguros.
Él se rio a carcajadas. — De ninguna manera esperaré un mes o más para acostarme contigo.
Te daré una semana, no más, para que te adaptes a mí ya tu nuevo hogar. Después de eso,
nuestros votos se sellan y seremos marido y mujer para siempre.
— Una semana no parece suficiente para un compromiso tan serio.
— No negociaré contigo sobre esto, esposa. Te daré una semana ya que para entonces tus
interminables preguntas y curiosidad te harán saber todo lo que necesitas saber sobre lo
que te espera como mi esposa y la vida aquí en las Tierras Altas.

Traducción: Kalia2101 52
Flora se puso de pie con un estiramiento. — Acepto, esposo, y me complace que seas
tolerante con todas mis interminables preguntas y respondas sin vacilación ni molestia.
La sonrisa de Torin se desvaneció. — ¿Cuándo acepté eso?
— Cuando dijiste que mis interminables preguntas y mi curiosidad me harán saber todo lo
que necesito saber, lo que significa que estarás dispuesto a responder todas y cada una de
las preguntas que te haga. — Ella bostezó mientras estiraba los hombros hacia atrás.
— Usas mis palabras en mi contra, — argumentó.
— ¿No dijiste la verdad?
— Por supuesto que lo hice, — dijo. — No tengo ninguna razón para mentirte.
— Entonces, lo admites y me complace saber que serás sincero conmigo, ya que siempre
seré sincero contigo, incluso cuando no te guste lo que digo.
— Eso, mi querida esposa, probablemente será más frecuente de lo que me gustaría.
— Al menos no será inesperado, esposo. — Flora sonrió y fue a sentarse en la cama.
— ¿Dónde dormirás esta noche?
Fue el turno de Torin de sonreír. — A tu lado. — Su conmoción en realidad le impidió
responder y él pasó a explicar. — Te dije que de ahora en adelante siempre compartiríamos
cama. Eso no significa que siempre me acostaré contigo.
— ¿Qué pasa si quiero que lo hagas?
Por supuesto, su eje saltó a la atención en eso.
— Haré todo lo posible para que así sea, — dijo.
— ¿Y si no me importa el apareamiento? — ella preguntó.
Su eje se marchitó de decepción al igual que él. — Quiero niños al menos cuatro de ellos,
acuéstate conmigo cuando sea necesario y no te molestaré de otra manera.
— ¿Buscarás a otras mujeres entonces?
— Los hombres tienen necesidades, Flora, al igual que las mujeres, pero si eres una mujer a
la que no le gusta copular, no te lo obligaré. Pero eso no significa que no cumpliré con mis
necesidades.
Flora se tocó la barbilla. — Todo esto es notablemente interesante, y estoy ansioso por ver
cómo resulta. Sin embargo, debo admitir que no me gusta la idea de que te acuestes con

Traducción: Kalia2101 53
otras mujeres. Eres mi marido y debería poder complacerte. ¿Me darás tiempo para aprender
y no te importará darme tutoría si es necesario?
Su eje volvió a la vida. — Sí, haré eso. Te dije antes que te enseñaré todo lo que necesitas
saber.
— Aprecio eso, y debes saber que aprendo rápido. — Ella bostezó de nuevo.
Esperaba que no demasiado rápido, ya que sería divertido enseñarte.
— Usted está cansado. Dormir. — Se puso de pie y se dirigió a la puerta.
— ¿Adónde vas?
— Necesito revisar algunas cosas antes de jubilarme, — dijo y se apresuró a salir antes de
que ella pudiera interrogarlo más.
Respiró hondo y dejó que el aire helado de la noche lo envolviera y lo refrescara. Su inocente
pregunta lo había puesto duro, y no podía meterse en la cama con ella y hacer que sintiera
su duro eje empujándola, y ella lo haría con la cama tan estrecha. Ella le haría un sinfín de
preguntas y sin duda lo volvería aún más duro, ¿entonces qué haría él? Sufrir una noche
dolorosa.
¿Por qué diablos había accedido a una semana?
Pero ¿y si ella tenía razón? ¿Y si no fueran adecuados el uno para el otro? Hablaba demasiado
y era demasiado curiosa. ¿Quería lidiar con eso todos los días? La encontró atractiva, pero
habían pasado semanas desde la última vez que copuló, ya que había encontrado una mujer
dispuesta cuando estaba en el clan de Lord Bhric.
Pensó en las palabras de Anwen a su esposa sobre la lujuria y una vez que se fue, no quedó
nada. Anwen tenía razón. Una vez satisfecha la lujuria, ¿qué necesidad tenían el uno del otro
un hombre y una mujer?
Sacudió la cabeza. ¿Qué hacía él cuestionándose interminables preguntas? Necesitaba una
esposa y se la consiguió. Lujuria, amor, lo que sea, estaban casados y aprenderían a vivir
juntos tal como lo hacían las parejas interminables.
Su esposa podría tener su semana, después de eso él satisfaría la lujuria de ambos.

Traducción: Kalia2101 54
CAPITULO 7
La nieve crujía bajo las botas de Torin mientras caminaba por el pueblo con Kinnell. Anoche
había caído una buena parte, pero no lo suficiente como para distraer a la gente de sus tareas.
—Asegúrate de que Philip reciba suficiente turba para su hogar cuando los hombres
terminen de reparar el techo, junto con todos los ancianos —ordenó Torin, al ver a dos
hombres trabajando en el techo de paja.
— Ya estoy viendo que se atendido, mi señor, — dijo Kinnell.
— ¿Están abastecidos los cobertizos de alimentos? El invierno empeorará muy pronto y no
quiero escasez de comida para el clan.
—Uno es bajo. Envié un grupo de caza temprano esta mañana, — dijo Kinnell.
— La avena y la cosecha escasa fueron excepcionales este año y proveerán bien para el clan,
y Verena me asegura que hay abundancia de verduras secas y en escabeche. Al clan le irá
bien este invierno.
Torin se detuvo y echó un vistazo rápido a su alrededor, asegurándose de que nadie
estuviera lo suficientemente cerca para escuchar lo que diría.
— Necesitamos averiguar si fuimos atacados al azar o marcados para un ataque, aunque me
temo que no fue al azar. Sin embargo, no veo ninguna razón para ello. El clan Norham goza
del favor de los clanes cercanos. Hemos ayudado muchas veces a defenderlos de los
enemigos. Además, no ha habido disturbios entre los clanes locales últimamente.
— Ese podría ser el problema. Los líderes de los clanes no necesitan renegados y están
desesperados por tomar lo que puedan, — dijo Kinnell.
— Siempre hay una necesidad de aquellos que pueden llevar a cabo actos secretos, ya sean
pequeños o grandes. Uno nunca sabe qué traman los nobles, si aumentar su riqueza o
deshacerse de un pariente molesto o exigente o tratar de derrocar a un gobernante. Si el
ataque no fue al azar, significaría que alguien quiere hacernos daño. La pregunta es... ¿por
qué?
— Smyth y Elden conocen bien a los renegados, habiendo sido parte de ellos. Los enviaré a
ver qué pueden averiguar.

Traducción: Kalia2101 55
— Ya no son jóvenes y con la llegada del invierno, incluso un breve viaje sería duro para
ellos. No los veré dañados. Elige dos guerreros fuertes y haz que hablen con los dos hombres
y aprendan lo que puedan sobre los renegados, luego envíalos.
— Aye, mi señor, — dijo Kinnell.
Una fuerte tos captó su atención y Kinnell sonrió al ver a dos mujeres, escobas en mano,
golpeando tapices que habían sido colocados sobre las ramas bajas de un pino alto que
crecía cerca de la fortaleza.
— Parece que pronto volverás a vivir en la fortaleza, aunque las lenguas predicen que no
será por mucho tiempo, — dijo Kinnell con su habitual sonrisa burlona.
— Mi esposa no solo habla demasiado, sino que también es tenaz cuando se propone algo.
— Torin negó con la cabeza. —Cómo no vi su verdadera naturaleza me preocupa.
Kinnell se apresuró a dar su opinión. — Su belleza te robó tus sentidos.
Torin fue a discutir y se detuvo, el recuerdo de la primera vez que había visto a Flora
destellaba en su mente. Le había impresionado su belleza y la forma en que su cabello oscuro
caía en suaves ondas sobre sus hombros. Sus largas pestañas oscuras enmarcaban
perfectamente sus ojos oscuros y sus suaves labios rosados invitaban. Fue solo después de
que todo el alcance de su belleza lo golpeó, que notó la suavidad de su voz, una voz que
había estado sanando, un hecho que nunca le había sido revelado.
— Maldita sea, tienes razón, — admitió Torin, molesto consigo mismo por no saber más
sobre su esposa antes de casarse con ella.
— Al menos tus ojos tendrán un festín para disfrutar cada día.
—Esa es una pequeña compensación para mis oídos que se entumecerán con su parloteo
interminable, — se quejó Torin.
—Mi señor —gritó alguien y Torin se dio la vuelta. — Un comerciante con algunas noticias
que debería escuchar de inmediato.
Torin echó un vistazo a la fortaleza con la intención de averiguar qué estaba haciendo su
esposa tan pronto como terminara con el comerciante.

Traducción: Kalia2101 56
Flora miró alrededor del Gran Comedor, satisfecha con los resultados hasta el momento. El
hogar había sido limpiado de sus viejas cenizas y ahora ardía intensamente. Se habían
fregado las mesas y los bancos, así como el suelo de madera. El manto estaba forrado con
ramas de pino recién cortadas, el aroma impregnaba la habitación. Las persianas rotas
habían sido reparadas e instaladas. Se sacudía el polvo de los tapices y las antorchas, se
acomodaban en sus soportes de metal, se encendían a lo largo de las paredes y las numerosas
velas por toda la habitación. La mesa que estaba sobre el estrado ahora estaba cubierta con
un paño blanco y limpio. La habitación volvió a brillar.
Satisfecha con el aspecto de la habitación, Flora le indicó a Anwen que se acercara.
— Sígueme, — dijo cuando la mujer la alcanzó.
— ¿A dónde conduce esta puerta? — preguntó, deteniéndose frente a la puerta cerrada con
llave en el pasillo oscuro que había encontrado la primera vez que estaba aquí. Sin embargo,
el pasadizo ya no estaba oscuro, las antorchas lo iluminaban a lo largo.
— Va a la cocina, milady, — dijo Anwen.
Flora retrocedió al Gran Comedor.
— Que alguien me traiga a Verena. — Regresó con Anwen esperando en el pasillo.
— ¿Qué hay por aquí?
— El solar de Lord Torin está a poca distancia.
Flora se dirigió hacia la puerta contenta de haber encendido todas las antorchas en el
torreón para que todos pudieran ver por dónde caminaban. Ella entró en la habitación. Era
más pequeño de lo que pensaba que sería con sillas y mesas pequeñas ocupando la mayor
parte del espacio.
Deslizó su mano a lo largo de una de las mesas, una bola de polvo cubriéndola.
— ¿Esta habitación ha estado cerrada por más tiempo que las otras?
— Sí, mi señora. Lord Torin le presta poca atención, — dijo Anwen.
— Quiero que se quite el polvo, se limpie y se retiren todos los muebles, — ordenó Flora.
Nerviosa, Anwen preguntó: — ¿No debería obtener el permiso de Lord Torin primero?
— Preferiría que no lo hicieras, ya que deseo sorprenderlo con cambios más adecuados para
él, pero si sientes que debes hacerlo, no te detendré.
— Esperaré, milady, — dijo Anwen, mientras crecía la admiración por la mujer.

Traducción: Kalia2101 57
— Manejas bien las órdenes que te doy. Creo que serías perfecto para supervisar a los
sirvientes de la fortaleza, — dijo Flora. — Hablaremos más sobre tu nueva posición más
tarde. Aún queda mucho por ver. Únete a mí en el dormitorio de Lord Torin después de que
designe una tripulación para el solar.
Verena entró en el Gran Comedor mientras Flora regresaba a la habitación. —¿Deseaba
verme, milady?
— Sí, Verena. Por favor, asegúrese de que la puerta de entrada de la cocina al torreón esté
abierta, — instruyó Flora.
—Lord Torin ordenó que se cerrara —se apresuró a decir Verena.
Por la forma en que temblaba la voz de Verena y cómo se retorcía las manos, la mujer
obviamente estaba molesta. Flora no estaba segura de si era el miedo al fantasma o el miedo
a Torin lo que lo causaba. De cualquier manera, no quería molestar a la mujer que había sido
extremadamente cooperativa con ella.
— Se lo dejaré a Lord Torin entonces y te haré saber su decisión, — dijo Flora.
Verena asintió con la cabeza. — Gracias mi Señora. ¿Puedo conseguir algo para usted? ¿Un
brebaje caliente, tal vez?
— No por el momento, pero gracias, Verena, — dijo Flora.
—No tiene que agradecerme, milady —le recordó Verena.
— Es mi forma de ser. Me temo que tendrás que acostumbrarte, — dijo Flora con una
sonrisa.
— Eres muy considerada, milady. Será un placer atenderle.
Flora habló con algunos otros sirvientes antes de subir la escalera curva y encender braseros
para iluminar el camino. Entró en el dormitorio de su marido y pensó en lo que haría con la
habitación. Aunque, si ninguna otra habitación les convenía, tal vez no tuviera más remedio
que mantener esto como su dormitorio.
Todavía tenía que ordenar que se hiciera trabajo aquí arriba, concentrándose en preparar el
Gran Comedor. Ella era consciente de que los sirvientes eran reacios a trabajar en esta área
debido al último incidente de fantasmas que expulsó a todos de la fortaleza y obligó a Torin
a cerrarla. Ella misma esperaba una visita del fantasma, pero eso significaría que los
sirvientes serían más reacios a venir aquí. Se quedó mirando el espacio, varias ideas dando
vueltas en su cabeza sobre qué hacer con él.
Un pensamiento la golpeó, y se emocionó. ¿Sería posible? ¿Se opondría su marido? Era su
dormitorio. No podía hacer cambios sin su aprobación.

Traducción: Kalia2101 58
— Mi señora, — dijo Anwen.
Flora se volvió y la emoción brilló en sus ojos.
— ¿Qué otro dormitorio sería adecuado para mí y mi esposo?
Anwen pareció perpleja, pero respondió: — El dormitorio de Lady Amelia podría servir.
Anwen llevó a Flora a otro tramo de escaleras curvas y entró en una habitación. No era tan
grande como el dormitorio de Torin, y la cama era más pequeña, pero era lo suficientemente
grande como para caber en la cama de Torin. El hogar era de un tamaño decente y había
espacio para una mesa pequeña y una silla o dos. Varios cofres también ocupaban la
habitación polvorienta.
— ¿Sabes lo que contienen los cofres? — preguntó Flora.
— Mantas y ropa de cama que probablemente necesiten limpieza, — dijo Anwen.
— ¿Cómo era ella?
Anwen vaciló.
— Era una buena mujer, pero distante, — dijo Torin.
Ambas mujeres se giraron para verlo de pie en la entrada.
Flora quería saber más y sabiamente descartó a Anwen.
— Pide a los sirvientes que limpien las habitaciones de Lord Torin. — Una vez que Anwen
se fue, dijo:
— Háblame de tu madre.
Torin miró a su alrededor y, por la expresión de sus ojos, a Flora le pareció que estaba viendo
la habitación por primera vez.
— Mi madre viajó principalmente para ver a su hermana, aunque después de que ella
falleció, mi madre no viajó más. A menudo caminaba sola por el bosque. — Dejó de recordar
el momento en que pidió unirse a ella y ella rechazó su pedido. Pidió dos veces más después
de eso y se le negó en ambas ocasiones, no pidió más.
— Se mantuvo mayormente para sí misma.
El corazón de Flora se sintió pesado por él. No podía imaginar una madre tan distante. Ella
y su madre habían pasado mucho tiempo juntas junto con su padre. Sus muertes la habían
devastado. Había temido que nunca sería capaz de continuar sin ellos. Le tomó tiempo darse
cuenta de que estarían profundamente decepcionados de ella si no continuaba con su vida
y sacaba el máximo provecho de ella. Como ahora, resolviendo este misterio y devolviendo

Traducción: Kalia2101 59
la vida al torreón. Tenía la intención de involucrarse completamente con sus hijos como lo
habían estado sus padres con ella.
—Sofocaré a mis hijos con abrazos y besos y hablaré sin parar con ellos, —dijo con una
amplia sonrisa.
Torin amaba cuando ella sonreía. No era solo su belleza lo que lo cautivaba, sino su
entusiasmo cuando hablaba. Uno no podía evitar sentirse atraído por él.
—¿Te molestaría residir en esta alcoba? — preguntó Flora.
—Creo que nos vendría bien. Es de buen tamaño, más cómodo que grande y tu cama debería
caber aquí muy bien.
—Si prefieres este dormitorio, no tengo ningún problema. — Realmente no lo hizo y prefirió
cuartos cómodos de esa manera podría mantenerla cerca. Él no tendría que cerrar una gran
distancia entre ellos cuando la viera desnudarse, o cuando la levantara en brazos para
llevarla desnuda a su cama, y la habitación permanecería caliente cuando la inclinara
desnuda sobre el borde de la cama y la … sacudió la cabeza, obligándose a ignorar las
imágenes deliciosamente perversas que invadían su cabeza.
—Téngalo listo a más tardar al final de la semana.
—¿Deseas que sellemos nuestros votos aquí? — ella preguntó.
—Qué mejor lugar para demostrarles a todos que no le tenemos miedo al fantasma.
—No puedo estar en desacuerdo contigo en eso, pero ¿cómo puedes estar tan seguro de que
querrás tenerme como tu esposa?,— preguntó.
—Te dije que no hay debate sobre eso. Eres mi esposa y lo seguirás siendo. Solo te doy
tiempo para que te adaptes.
Flora arrugó el ceño, preguntándose si había decidido lo mismo desde que sus
pensamientos, lo que había hecho para la antigua habitación de su esposo, sugirieron
permanencia.
Torin pasó el pulgar por las arrugas entre sus ojos. —¿Qué te preocupa?
Él la tocó con tanta facilidad, una especie de intimidad, y ella recordó cómo su papá extendía
la mano y colocaba mechones sueltos del cabello de su madre detrás de su oreja o le
acariciaba la mejilla con el dorso de la mano o apoyaba su mejilla en la de ella para susurrarle
al oído, haciendo que su madre sonriera. Para Flora esos eran toques de amor y, sin embargo,
su esposo daba muestras de hacer lo mismo. ¿Tenía sentimientos por ella? ¿O estaba
tratando de encontrar su camino con ella?

Traducción: Kalia2101 60
Ciertamente no podía negar que le gustaba su toque, tal vez él sería un buen marido para
ella después de todo. No era lo suficientemente tonta como para pensar que tenía otras
opciones, entonces, ¿por qué había sugerido que esperaran cuando sabía que no le quedaba
nada para ella excepto estar casada con él?
Una elección.
Quería que fuera su elección, no algo forzado para ella. Pero eso, desafortunadamente, era
algo que ella nunca tendría.
—Dime, Flora — dijo suavemente cuando, para su sorpresa, ella se quedó en silencio.
Ella le habló honestamente. —Mi pensamiento era similar a que este matrimonio era
permanente, mi uso de tu habitación me hizo ver eso.
—Nuestro matrimonio es permanente, y te lo recordaré una y otra vez, si es necesario, pero
¿qué uso le puedes dar a mi antiguo dormitorio para hacerte pensar eso?
—Quiero una habitación similar al estudio de mi padre donde iría a registrar sus hallazgos,
guardar muestras de varias cosas de interés o cosas que creía que podrían resultar útiles. Un
lugar que me ayudará no solo a aprender sobre las Tierras Altas, sino también a comprender
el área.
—Tienes que ocuparte de la fortaleza, — le recordó, aunque al ver lo emocionada que estaba
ante la posibilidad de que quisiera concederle su pedido, se mordió la lengua. No se
precipitaría en ninguna decisión que concerniera a su esposa.
— He designado a Anwen para que supervise a los sirvientes de la fortaleza, lo que será de
gran ayuda y una vez que tenga la fortaleza funcionando correctamente, no debería tomarme
mucho tiempo. Además, mi sed de conocimiento nunca me abandonará y la habitación será
un gran alivio para ti.
—¿Cómo es eso, esposa? — preguntó, cautivado por su sonrisa juguetona.
—Mientras me mantenga ocupado en la habitación, estarás libre de mis interminables
preguntas y pensamientos.
—Ahora, esa es una excelente razón, — dijo Torin, su propia sonrisa burlona, pero la idea
de que ella estaría alejada de él en realidad lo perturbaba. — Pero ¿qué sucede cuando
lleguen los niños? Necesitarán tu atención, tu amor.
—Y mi conocimiento, — agregó. —Pasarán tiempo conmigo en la habitación aprendiendo
entre nuestros paseos por el bosque, donde para entonces espero haber adquirido
conocimiento sobre los árboles, plantas, hongos, animales autóctonos y cualquier otra cosa
que pueda aprender. Por supuesto, estarás con nosotros y podrás enseñar a los niños lo que

Traducción: Kalia2101 61
sabes. Y hay mucho que podrás enseñarles que yo no puedo. No sé pescar, ni sé manejar un
arma, y no sé nadar. ¿Tú? Creo que sería importante al vivir en medio de un lago.
—Yo sé cómo nadar, y puedo enseñarte en el verano si quieres, también a pescar, — ofreció,
aunque no podía entender por qué. Ella sin duda le haría un sinfín de preguntas, él no
tendría paz y, sin embargo... lo esperaba con ansias.
Flora extendió la mano y abrazó el brazo de su esposo, su voz llena de emoción.
—Eso sería maravilloso. Me encantaría aprender a hacer ambas cosas.
—También te enseñaré cómo defenderte en caso de que alguna vez te encuentres en una
situación que no te deje otra opción. De esa manera estarás a salvo hasta que tenga tiempo
de localizarte—dijo, y el pensamiento le provocó ira. Nunca querría ver a su esposa en una
situación tan peligrosa, pero no era lo suficientemente tonto como para creer que nunca
sucedería y la quería preparada.
—A mí también me gustaría eso, — dijo.
Él se rio. —Por supuesto, tus incesantes preguntas podrían ser armas suficientes para evitar
que te hagan daño, un enemigo que prefiere dejarte ir que escucharte hablar sin parar.
—Razón de más para permitirme tener tu dormitorio como un lugar al que puedo retirarme
para que no tengas que sufrir mi charla constante, — dijo Flora.
El rápido ingenio de su esposa continuó asombrándolo, convirtiendo sus bromas en algo
beneficioso para ella. Lo que ella sugirió fue una solución para ambos y, sin embargo, dudó.
¿Por qué? Esta fue una vez que una decisión con respecto a su esposa debería ser fácil.
—Puedes tener la habitación... por ahora, — concedió.
—¿Por ahora? — preguntó con una inclinación de su cabeza mientras todavía se aferraba a
su brazo.
—Veremos cómo funciona, cómo van las cosas en el torreón.
—Oh, te refieres al fantasma. — Ella soltó su brazo para agitar su mano en el aire.
—Lo despacharé lo suficientemente pronto. — Entonces hizo algo inesperado, más un
instinto, que la sorprendió a ella y a su esposo. Ella lo besó en la mejilla rápidamente y dijo:
—Gracias, esposo, te lo agradezco.
Torin la miró fijamente durante un breve segundo antes de que su mano se disparara a la
parte posterior de su cuello, la agarró con firmeza y tiró de ella hacia él para darle más de un
beso en la mejilla.

Traducción: Kalia2101 62
El impacto de su acción inesperada congeló a Flora por un momento, pero solo un momento,
ya que su beso tentaba demasiado como para ignorarlo. Fue un beso autoritario y ella
respondió de la misma manera. Nunca había pensado mucho en un beso, pero ahora que lo
había experimentado, descubrió que lo disfrutaba —demasiado.
Excitado hasta el punto de la incomodidad, Torin tuvo que apartar su boca de la de ella con
un gran esfuerzo.
—Para el final de la semana, esposa, no más tarde.
Se dio la vuelta y salió de la habitación para consternación de Flora, quien pensó que tal vez
vería que el dormitorio estuviera listo antes.

Traducción: Kalia2101 63
CAPITULO 8
Algo estaba pasando, Flora podía sentirlo. Había visto poco a su esposo en los últimos días
y al principio pensó que era a propósito ya que su beso ciertamente había despertado algo
en ambos. Pero al observar más de cerca vio que su marido parecía preocupado por algo. Ella
le había preguntado dos veces si algo le preocupaba, pero él había desestimado su pregunta
con una respuesta tranquilizadora.
—Nada de lo que debas preocuparte.
Para Flora, lo que significaba que algo le preocupaba, pero no estaba dispuesto a
compartirlo. Solo sirvió para aumentar su curiosidad, por lo que, naturalmente, tuvo que
investigar y descubrir por sí misma. La única persona que demostró ser útil e informativa
fue Anwen. Se había adaptado bien a su posición de ella en la fortaleza, los sirvientes
confiaban en ella y la respetaban. Y sin interferencias fantasmales desde el soplo de viento
que había asustado a los presentes en ese momento, nadie protestó por sus tareas en el
torreón.
Todo iba bien, Anwen actualmente ayudaba a Flora en el dormitorio que ella y Torin
compartirían. Las ventanas habían permanecido abiertas durante un día para eliminar el
olor a humedad. Hoy se retirarían todos los muebles, se barrería el suelo y se sacarían las
cenizas del hogar.
—La cama de Lord Torin será trasladada aquí, Anwen, y asegúrate de que se rellena y se
prepara un colchón nuevo y se lava la ropa de cama y se airean bien las mantas.
—Sí, mi señora, — dijo Anwen.
—Me proporcionas mucho de lo que necesito saber sobre la fortaleza y el clan en sí y te lo
agradezco profundamente. Dime si me equivoco, pero siento que algo anda mal en el pueblo.
Anwen se apresuró a negar con la cabeza. —Ni en el pueblo, milady, ni en la isla.
—¿Y qué?
—Dos hombres fueron encontrados muertos en el bosque no lejos del puente. Un
comerciante que se detiene aquí a menudo los encuentra y alerta a Lord Torin sobre su
ubicación.
—¿El comerciante todavía está aquí? — preguntó Flora, ansiosa por hablar con el hombre.

Traducción: Kalia2101 64
—Sí, mi señora. Hadwin a veces pasa el invierno aquí, la nieve dificulta el viaje. Siempre se
abastece de los artículos favoritos del clan. Él trae vino, especias, telas, pieles. Incluso tuvo
un pergamino con él una vez.
—¿Desplazarse? — repitió Flora, emocionada ante la perspectiva de que pudiera haber algo
para que ella leyera.
—¿Lord Torin lo compró?
—No, mi señora, nadie aquí sabe leer.
—¿Sabes si el comerciante todavía tiene el pergamino? —preguntó Flora ansiosamente,
dándole una buena razón para buscar al comerciante, no solo para averiguar sobre los dos
hombres muertos sino también sobre el pergamino.
—No lo sé, mi señora.
—¿Dónde puedo encontrarlo?
—¿Conoce su camino a través del pueblo, mi señora?
Flora negó con la cabeza, molesta porque todavía se había tomado el tiempo para explorar
el pueblo. Había estado demasiado ocupada con la fortaleza. ¿Qué fue lo que su papá le había
dicho? Siempre asegúrese de conocer la disposición del terreno a su alrededor. Nunca se
sabe cuándo es posible que deba abandonar el área a toda prisa.
—¿Puedes llevarme allí, Anwen? — preguntó Flora.
—¿Ahora, mi señora?
—Sí. Estoy ansiosa por ver si el comerciante todavía posee el pergamino, — dijo Flora,
apresurándose a la puerta.
Anwen siguió a Flora mientras bajaba corriendo las escaleras. Flora agarró rápidamente su
capa que había arrojado en un banco antes. Anwen recogió su capa y se apresuró a dar
instrucciones a un par de sirvientes sobre lo que había que hacer en el dormitorio de su
señoría, luego corrió tras Flora. Una vez fuera, con el viento gélido azotándolos y
mordiéndoles las mejillas, Flora se subió rápidamente la capucha y siguió a Anwen.
—La casa de campo de Hadwin no está lejos de la de Verena, — dijo Anwen y señaló una
casa de campo con un carro cubierto junto a ella. —Allá.
Flora estaba ansiosa por preguntarle sobre los dos hombres asesinados en el bosque, pero
aún más ansiosa por ver si todavía tenía el pergamino. Fue directamente al carro, retirando
la cubierta que mantenía los elementos fuera de su mercancía.

Traducción: Kalia2101 65
Rebuscó en el carrito repleto, horrorizada de que el pergamino pudiera estar entre el
desorden. El hombre no tenía idea del tesoro que poseía. Incapaz de cavar lo suficientemente
profundo, se subió a la rueda del carro y se inclinó, con la grupa levantada en el aire mientras
buscaba entre la abundancia de artículos.
—¡Deténgase! ¡Deténgase! ¿Qué estás haciendo? — gritó una voz.
Flora no prestó atención a la voz ansiosa, aunque escuchó a Anwen advertir al hombre que
estaba hablando con la esposa de Lord Torin. Su tono cambió, rogándole que lo dejara
encontrar lo que fuera que estaba buscando.
Flora siguió sin prestarle atención. Estaba demasiado emocionada para descubrirlo por sí
misma, y lo hizo. Su mano tocó una bolsa de cuero y por su tamaño supo que contenía el
pergamino. Con entusiasmo se inclinó más hacia abajo para agarrarlo.
Se sintió resbalar, pero no le importó, su descubrimiento era más importante.
Sin embargo, dejó escapar un grito ahogado cuando alguien la agarró firmemente por la
parte trasera para evitar que cayera de cabeza en el carrito. Solo una persona se atrevería a
hacer eso.
—¡Agárrame fuerte, esposo! — Flora gritó: —Casi lo tengo.
Apenas tuvo tiempo de agarrar el pergamino en su mano antes de que la sacaran del carrito.
—¿Qué diablos estás haciendo, esposa? — preguntó Torin una vez que la hubo puesto de
pie frente a él.
—¡Un pergamino! — dijo Flora, levantándola victoriosamente.
Torin miró a su esposa, su cabello oscuro desordenado y una mancha de tierra en su mejilla.
Cómo podía ser más atractiva tan despeinada lo desconcertaba, pero maldita sea si no le
revolvía las ingles.
—No vayas a cavar en el carro de Hadwin, — lo regañó Torin.
—Habría ido a buscar lo que quisiera mi señora, mi señor —dijo Hadwin con voz
preocupada—.
—No fue su culpa, — dijo Flora con un movimiento de su mano. —Simplemente no podía
esperar. Tenía que ver si tenía un pergamino. No he puesto mis ojos en uno en demasiado
tiempo. — De repente pensó en por qué más deseaba verlo. —Háblame de los cuerpos que
descubriste.
Hadwin se sorprendió por su pregunta y miró rápidamente a Torin.
—No te conciernen, — advirtió Torin y se sacudió la mancha de suciedad de la mejilla.

Traducción: Kalia2101 66
Flora fue a protestar, pero el dedo de Torin presionado firmemente contra sus labios la
detuvo.
—Ni una palabra más—advirtió Torin y tomándola con firmeza del brazo la obligó a
seguirle el paso.
—Debemos pagarle por el pergamino. Deseo quedármelo, — dijo Flora.
—Un regalo para la nueva novia, — gritó Hadwin.
—Qué considerado. ¡Gracias! — Flora volvió a llamar. —Debemos hablar. Quisiera saber
dónde lo conseguiste.
No obtuvo respuesta y se dio cuenta de por qué. El hermoso rostro de su esposo mostraba
una mueca de enojo y la gente se apartaba rápidamente de su camino, manteniendo la
distancia. Ella guardó silencio mientras él la apuraba hasta la cabaña que compartían en ese
momento, aunque ella pasaba más tiempo allí que él.
—¿Por qué no me hablaste de los dos hombres asesinados justo al pasar el puente? —
preguntó una vez que él cerró la puerta y soltó su brazo.
Él ignoró su pregunta. —Eres mi esposa y debes comportarte de cierta manera. Inclinada
sobre un carro con tu trasero en el aire no es como deseo encontrarte.
Excepto si estás inclinada sobre la cama desnuda.
El pensamiento hizo que Torin sacudiera la cabeza y lanzara juramentos en silencio. No era
un joven cachondo. Era un hombre que controlaba sus pensamientos y acciones y, sin
embargo, cuando estaba con su esposa luchaba por controlar ambos. Por el momento, deseó
no ser un hombre de palabra ya que nada le gustaría más que… sacudió la cabeza de nuevo.
—No entiendo por qué me ocultas esas noticias, — protestó Flora.
Con una gran fuerza de voluntad que seguramente le faltaría al final de la semana, tomó el
control de sus pensamientos errantes. No tienes por qué saberlo.
—¿Por qué no? Esta es mi casa y quiero saber todo lo que pasa en mi casa. ¿Cómo puedo
ayudarte si me ocultas cosas? — ella discutió y fue golpeada por un pensamiento repentino,
colocó el pergamino sobre la mesa y fue hacia su esposo para descansar una mano gentil
sobre su brazo. —Debería haberme dado cuenta.
Su hermoso rostro siempre parecía cautivarlo, mantenerlo prisionero, especialmente sus
ojos oscuros, tan grandes y expresivos. Lo invitaron a mirar más profundo y una vez que lo
hizo, lo tentaron y si los miraba demasiado tiempo, sabía que estaría perdido.
Casi volvió a negar con la cabeza, pero se detuvo. —¿Dar cuenta de qué?

Traducción: Kalia2101 67
—Tu mamá y tu papá llevaron vidas separadas. Tu mamá nunca ayudó a tu papá, así que no
esperas tal ayuda de tu esposa, mientras que mi papá siempre buscó el consejo de mi mamá.
Compartían opiniones y pensamientos y resolvían problemas juntos. Preferiría con mucho
ese tipo de matrimonio compartido a uno secreto. Entonces, estos dos hombres encontrados
en el bosque, ¿fueron encontrados juntos o separados?
—Juntos, — respondió sin pensar.
—¿Eran conocidos tuyos?
—Nay. No me eran nada familiares.
—¿Podrías decir si habían sido atacados o si posiblemente pelearon y se mataron entre ellos?
— preguntó Flora, su mente lanzando posibilidades mientras hablaba. —Las heridas en los
cuerpos podrían ayudar a determinar eso. Déjame echar un vistazo.
—¡Absolutamente no! — dijo Torin, su absurda sugerencia lo sacó de lo que le parecía un
aturdimiento. Su esposa tenía una manera de atraerlo a una conversación para discutir cosas
que él nunca tuvo la intención de discutir con ella. Sin embargo, no pudo evitar pensar que
ella tenía razón sobre por qué no discutía las cosas con ella. Nunca había visto a sus padres
hablar de nada. La palabra de su pa gobernó y eso fue todo. No había más opinión que la
suya y, en ocasiones, había molestado a Torin. Su pa no escucharía otra propuesta. Era su
camino y solo su camino. Y hubo momentos en que sus decisiones habían resultado
equivocadas.
—Pero puedo ver algo que te perdiste, — siguió argumentando Flora.
—No vas a mirar dos cadáveres, — ordenó Torin.
—¿Por qué no? — ella preguntó.
Torin le espetó. —Porque yo dije.
—Eso no tiene sentido, — dijo y sacudió la cabeza sin considerarlo una tontería.
—¿Necesito recordarte que mi palabra gobierna aquí?
Su respuesta fue rápida y contundente. —Entonces debería gobernar sabiamente.
Torin la miró fijamente. —¿Me estás diciendo que no soy sabio?
Nuevamente, Flora no perdió tiempo en responderle. —En esta situación, sí, lo soy, y tú
también eres terco.
—¿Cuida tus palabras conmigo, esposa? — Torin advirtió.
—¿Por qué? Eres mi esposo, debería poder decirte cualquier cosa sin miedo ni preocupación.

Traducción: Kalia2101 68
—Y debes obedecer mi palabra, entonces no tendrás miedo ni preocupación.
—Quieres un sirviente que obedezca ciegamente, no una esposa.
—Quiero una esposa obediente, — argumentó Torin.
Flora lo golpeó en el pecho mientras hablaba. —Y quiero un esposo que confíe y respete mis
opiniones y pensamientos lo suficiente como para compartir todo conmigo.
Torin agarró su dedo punzante y fue a discutir, luego se detuvo. ¿Cuántas veces había tenido
una discusión similar con su pa? ¿Cuántas veces su padre se había negado a escuchar la
opinión de su hijo? ¿Con qué frecuencia su padre se había creído tener la razón por encima
de todos los demás y se demostró que estaba equivocado? Todo porque se negó a considerar
la opinión de otra persona, se negó a creer que podía estar equivocado.
—Es por eso que sugerí que le demos tiempo para ver si este matrimonio entre nosotros
funcionaría, — dijo Flora. —Soy diferente a la mayoría de las mujeres. Estoy deseosa de dar
mi opinión, de discutir asuntos triviales o importantes, de aprender de mi esposo y él de mí,
de compartir cosas sean buenas o malas y aceptar su palabra, cuando sea necesario, aunque
no sin discusión. Me temo que, con el tiempo, te enfadarás y llegarás a detestar mi
naturaleza curiosa. Entonces, ¿dónde nos dejará eso? ¿Para mí pasar mis días encerrado en
una habitación como lo hizo tu madre? Puedo decirte ahora, que es algo que no haré. Me
dices que estamos casados y que seguiremos casados, que eso no cambiará, y yo te digo que
no cambiaré lo que soy. Sabiendo eso, ¿todavía me quieres como esposa?
Flora sabía que su discurso haría poca diferencia. No tenía a dónde ir, su vida estaría aquí
en la Isla de Outerson como esposa de Lord Torin. Pero ella tendría su opinión, mantendría
su voz, no permanecería en silencio, y su esposo necesitaba saber eso.
—Te recuerdo como dije que lo haría. Eres mi esposa y seguirás siendo mi esposa, — dijo
Torin. —Y tú y yo, esposa, encontraremos una manera de hacer que funcione, lo que
significa…
—Nos comprometeremos, — dijo Flora con alegría y le dio un rápido beso en la mejilla. —
Una solución perfecta y una sabia elección de su parte. — Ella deslizó su dedo de su agarre
y tomó su mano. —Ven, debemos ver lo que los dos cuerpos pueden decirnos.
Torin salió por la puerta de la cabaña antes de que recobrara el sentido y trató de recordar
cuándo o si había accedido a permitirle ver los cuerpos.
—Antes de que veamos los cuerpos, debemos hablar con el comerciante, — dijo Flora y se
dirigió hacia allí.
—¿Interrogaste a Hadwin? ¿Podría haberlos matado?, aunque eso no parece probable ya que
te informó de los muertos.

Traducción: Kalia2101 69
Torin escuchó, aunque no tenía otra opción ya que su esposa siguió hablando. Pero aprendió
algo. En la conversación continua de su esposa, ella a menudo presentaba sus propias
respuestas y soluciones. Por lo tanto, sería prudente permitirle hablar de vez en cuando.
Era extraño, pero encontró interesante la forma en que ella ordenaba las cosas con su charla
constante. Mucho de lo que ella dijo le dio que pensar y lo hizo considerar cosas que quizás
no había considerado. Era otro aspecto de ella que encontraba atractivo. Normalmente, una
mirada rápida le decía si una mujer le atraía o no, que era exactamente la razón por la que
se había casado con Flora. Ahora, sin embargo, estaba descubriendo cosas diferentes sobre
su esposa que se sumaban a su atractivo.
—¿Han sido movidos? —preguntó Flora.
Torin se aclaró la cabeza con una sacudida. —¿Qué?
—Los cuerpos de los dos hombres, ¿han sido movidos?
—¿Por qué los habrían movido? — preguntó Torin.
—Supongo que por varias razones. El comerciante puede haber quitado cosas de sus
cuerpos para agregarlas a su mercancía. O tal vez un animal lo arrastró lejos de donde había
caído… oh, eso es otra cosa. ¿Habían llegado los animales a ellos?
Le daba vueltas la cabeza y temía que nunca dejaría de sacudirla alrededor de su esposa.
—Veamos primero qué tiene que decir Hadwin, — sugirió.
Habían dado solo unos pocos pasos cortos cuando estalló un grito, deteniéndolos
abruptamente. Vieron como sirviente tras sirviente salían corriendo del torreón.
—¡El fantasma! ¡El fantasma ha regresado! — gritaron varios sirvientes.
Flora soltó la mano de Torin y corrió directamente hacia la fortaleza.
Torin negó con la cabeza y corrió tras ella.

Traducción: Kalia2101 70
CAPITULO 9
Flora casi se topó con Anwen mientras corría hacia el Gran Comedor.
—¿Dónde? — le preguntó a la mujer ansiosamente.
—El dormitorio de su señoría.
Flora corrió hacia las escaleras y las subió corriendo.
Torin miró a Anwen después de que una mirada rápida mostró que su esposa no estaba a la
vista.
—Su dormitorio, mi señor, — dijo Anwen y rápidamente miró hacia la puerta.
—Puedes irte, Anwen, — dijo al ver el miedo en sus ojos y se apresuró a subir las escaleras
para alcanzar a su esposa. No estaba en ninguna parte de la curva de los escalones, y él se
maravilló de su velocidad.
La encontró de pie en medio de su dormitorio mirando alrededor. Un escalofrío recorrió la
habitación desde una de las dos ventanas cuyas persianas habían sido quitadas para
repararlas. Un rastro de cenizas iba desde el hogar parcialmente limpio hasta la puerta y los
muebles yacían desordenados.
Su esposa se acercó al hogar y se inclinó lo suficiente como para mirar hacia la chimenea de
piedra. Antes de que pudiera alcanzarla, la cabeza y los hombros de ella desaparecieron.
—¡Flora! — gritó cuando sus brazos se dispararon y también desaparecieron por la
chimenea. La mujer era tontamente intrépida. —Sal de ahí ahora mismo, — ordenó y
sacudió la cabeza frustrado cuando no obtuvo respuesta y estaba a punto de agacharse para
echar un vistazo a la chimenea para ver de qué se trataba cuando de repente se agachó.
El hollín le estropeaba la frente y una mejilla, y su cabello oscuro y brillante habitual estaba
salpicado de él y, sin embargo, sonreía.
—El viento. ¿No puedes sentirlo? — Levantó las manos, cubiertas de hollín, y señaló el suelo
con la cabeza. —Sin duda, el viento vino a toda velocidad por la chimenea, sopló el hollín
junto con las cenizas, como se puede ver por el sendero a lo largo del piso, y creó un sonido
de gemido.
Torin miró a lo largo del suelo y vio manchas de hollín.

Traducción: Kalia2101 71
—¿Te diste cuenta por casualidad si el fantasma se dio a conocer en días de fuerte viento?
— ella preguntó.
—No recuerdo, — dijo, pensando que ella podría tener razón.
—Hay que tomar nota de este día ventoso y ver qué sigue con su próxima visita. Les
explicaré a los sirvientes qué causó el gemido y haré que regresen a la fortaleza, aunque a
menos que regrese con ellos, es posible que no confíen en mi palabra, pero no quiero retrasar
la conversación con Hadwin. — Sus grandes ojos brillaron mientras resolvía el problema.
—Haré que tomen una comida hasta que regrese.
Torin la agarró del brazo cuando pasó junto a él. —Tienes hollín en la cara, en el pelo y en
las manos. Te refrescarás en la cabaña después de instruir a los sirvientes, luego iremos a ver
a Hadwin.
No le dio la oportunidad de discutir o estar en desacuerdo, la sacó rápidamente de la
habitación y de la fortaleza. Los sirvientes y muchos miembros del clan reflexionaban
afuera, curiosos y asustados.
Torin tiró de su esposa con fuerza a su lado cuando iba a hablar y él gritó en un tono
autoritario: —No era un fantasma. El viento se precipitó por la chimenea arrojando cenizas
y hollín. "Puedes tomar un refrigerio y cuando Lady Flora regrese a la fortaleza, también
podrás continuar con tus tareas. —
Susurros y murmullos se extendieron entre la multitud, pero no se escuchó ni una sola
protesta. Torin no esperaba ninguno. Todos sabían que él nunca enviaría a su esposa al
peligro y confiaron en su palabra.
Torin llamó a Anwen con un grito y un saludo y la mujer corrió hacia él. Le quitó la capa a
su esposa y se la entregó a Anwen. Trae una capa nueva para Lady Flora. Rápidamente
extendió su capa forrada de piel como el ala de un gran pájaro y la envolvió en ella mientras
la abrazaba contra su costado.
Flora no estaba segura de si era el frío o la forma instintiva en que él la protegía lo que le
provocó un escalofrío, y se relajó contra él mientras caminaban hacia la cabaña. Una vez
dentro, se alejó de él a regañadientes, preguntándose por qué su pequeño gesto de
consideración la había dejado sintiéndose… extraña, una sensación persistente que viajaba
a fuego lento dentro de ella. Un sentimiento que quería explorar. Un sentimiento que
disfrutaba y que no quería desaparecer. ¿Cómo podía sentir todo eso por su simple gesto?
Torin tiró su capa a una silla y fue al balde de agua guardado junto al hogar y lo movió a la
mesa. Cogió un trozo de tela que había junto con las toallas que les habían dejado y lo tiró
al agua. Se concentró en la tarea que tenía entre manos, tratando de ignorar lo mucho que
deseaba tomar a su esposa en sus brazos y mantenerla allí, dejar que su mano se demorara

Traducción: Kalia2101 72
en la curva de su cintura mientras la abrazaba con fuerza para poder sentir sus senos.
presionado contra su pecho.
El repentino y distintivo olor a hollín le llegó a la nariz y lo sacó de su ensimismamiento.
Enjuagó el paño y, cuando Flora le tendió la mano, él lo apartó, le tomó suavemente la
barbilla y le limpió con ternura las manchas de la cara.
—Eres tontamente intrépida, esposa —la regañó, mientras los ojos oscuros e inquisitivos
de ella lanzaban su hechizo habitual sobre él—. Unos días en casa y no podía dejar de pensar
en su esposa. Ella se colaría en casi todos sus pensamientos. No podía escapar de ella. Ella
se quedó allí, negándose a dejarlo.
Le tomó un momento responder, su toque, el simple acto amable de limpiar su rostro,
dejando que el agradable hervor que permanecía en ella se intensificara.
—No es así, — dijo, luchando por concentrarse, algo que nunca tuvo dificultad para hacer.
Tuvo que pensar un momento, su pensamiento casi se desvanece antes de agarrarlo.
—Me di cuenta de que no estarías muy lejos de mí y que me protegerías, si fuera necesario,
tal como lo hiciste durante el ataque cuando viajaba aquí.
Torin no percibió ni una pizca de duda en sus palabras. Estaba segura de su habilidad para
mantenerla a salvo incluso de un fantasma y eso lo deleitaba más de lo que esperaba.
Flora se encontró demasiado interesada en sus labios, recordando cómo se sintieron cuando
él la besó y pensando que no le importaría que la besara de nuevo. El pensamiento inusual
le devolvió el sentido. Este no era el momento de desear un beso.
Deseo.
¿Fue el deseo y no la curiosidad lo que le había traído el pensamiento a la mente? ¿Su beso
había despertado su deseo latente y la había dejado añorando por él?
¿Qué le pasaba a ella? Tenía cosas mucho más importantes en mente que un beso. ¿Por qué
entonces se negaba a dejar sus pensamientos?
Se obligó a hacer una pregunta que la inquietó aún más ya que las preguntas le llegaban de
manera tan natural.
—Una cosa que me intriga es por qué no se escuchó el sonido antes, aunque las piedras
podrían haberse movido en las chimeneas con el tiempo, o la intensidad del viento podría
haber aumentado.
Torin escuchó a su esposa preguntar y responder sus preguntas mientras terminaba de
limpiarle la cara, lo que había hecho hacía varios minutos. Continuó pasando la tela por su
rostro como una excusa para sostener su barbilla, para poder mirarla de cerca. Su belleza no

Traducción: Kalia2101 73
podía ser negada. Ella poseía la piel más impecable, ni una marca o mancha la estropeaba y
había una suavidad sedosa en ella que él no necesitaba tocar para sentirla. Sus cejas oscuras
se arqueaban perfectamente sobre sus ojos oscuros y los bordes de sus largas pestañas
oscuras tenían la más mínima curva y enmarcaban sus ojos maravillosamente. Pero fueron
sus labios los que más lo cautivaron, ya que tenía un deseo implacable de besarla. Era un
dolor que nunca parecía disiparse. Se quedó en él, y temía que nunca lo abandonaría. ¿Pero
fue tan malo? Ella era su esposa y podía besarla cuando quisiera.
Él captó una breve llamarada de deseo en sus ojos, sorprendiéndolo ya que era sobre todo
curiosidad lo que vio allí, pero no esto, no curiosidad. Fue un destello de pasión lo que vio.
¿Podría realmente querer que él la besara? Solo había una forma de averiguarlo y solo una
forma de silenciar la charla interminable de su esposa.
Bajó su boca hacia la de ella y la besó, no un beso suave y simple, sino uno fuerte y
significativo.
Flora se apresuró a rodearle el cuello con los brazos, su beso autoritario la dejó un poco
blanda sobre sus pies e instintivamente se apoyó contra él. Ella le devolvió el beso con igual
fervor, disfrutándolo y el hecho de que él hubiera querido besarla tal como ella quería que
lo hiciera.
Después de que sus labios se alimentaran hambrientos el uno del otro, sin acercarse a
satisfacer la sed implacable que Torin temía que nunca se apagaría, redujo la velocidad de
su beso a regañadientes. Cuando los brazos de ella cayeron de alrededor de su cuello, él le
tomó la cara y le bañó los labios con ligeros besos.
Sus ojos se abrieron, aunque no recordaba haberlos cerrado y cuando sus labios se apartaron
de los de ella y sus manos se apartaron de su rostro, ella sonrió.
—Realmente disfruto tus besos.
—Y yo realmente disfruto besarte, — admitió, rozando sus labios sobre los de ella por
última vez.
Suspiró con un placer que era nuevo para ella. —¿Está permitido que te bese, no un beso en
la mejilla, sino un beso como el que acabamos de compartir, y no esperar a que me beses?
—Tienes mi permiso para hacer eso en cualquier momento que quieras, — dijo
apresuradamente. Y tampoco me importan los besitos.
Flora presionó su mano sobre su pecho. —Sé que he mencionado esto antes, pero un
recordatorio siempre ayuda. Todo esto es muy nuevo para mí, y estoy ansiosa por aprender
todo lo que pueda.
—Y tengo planes para enseñarte, — recordó también.

Traducción: Kalia2101 74
—Me encanta adquirir conocimientos. Creo que alimenta la mente y el alma, lo que me
recuerda que debemos ir a hablar con Hadwin, luego puedo regresar con los sirvientes a la
fortaleza para que vean que no hay nada que temer. — Miró su mano sobre su pecho e hizo
una mueca cuando la apartó de él. —Puse hollín en ti.
—Mi camisa se puede lavar, no te preocupes, — dijo, habiéndole gustado que ella no hubiera
simplemente posado su mano sobre su pecho, sino que lo hubiera presionado con firmeza.
Su corazón ya había estado latiendo con fuerza por su beso, su simple toque lo había hecho
latir con fuerza y se había preguntado si ella podría sentirlo.
Flora se apresuró a lavarse las manos, luego se cepilló bien el cabello después de que su
esposo le recordara que lo habían rociado con hollín. Lo trenzó rápidamente y luego volvió
a lavarse las manos.
Sonó un golpe y Anwen entró después de que Torin le diera permiso y le entregó una capa
a Flora.
—Mi señora, — dijo con un suave movimiento de cabeza.
—Tan pronto como regrese, estaremos ocupados en la fortaleza una vez más, — dijo Flora.
Flora y Torin abandonaron la cabaña poco después de que Anwen se despidió y se dirigieron
a la cabaña de Hadwin.
Hadwin no pudo ocultar su sorpresa al ver a Lord Torin parado en su puerta, su esposa a su
lado, y los miró con los ojos muy abiertos, sin saber qué decir.
—Tenemos preguntas para ti sobre los hombres muertos con los que te encontraste en el
bosque antes de llegar aquí, y estoy más que agradecida de que me hayas regalado el
pergamino.
Lo último de su comentario pareció relajarlo un poco.
—Usted es muy bienvenida, mi señora. — Sacudió la cabeza como si finalmente se diera
cuenta de sus modales. —Por favor, por favor, sal del frío.
La cabaña era pequeña y estaba bien cuidada, con un buen fuego en la chimenea, que
mantenía caliente el escaso espacio.
—Por favor, siéntense, — ofreció Hadwin.
—No nos quedaremos mucho tiempo, Hadwin, algunas preguntas y nos pondremos en
camino, — dijo Torin.

Traducción: Kalia2101 75
Flora no estaba tan segura de eso y viendo la forma en que la presencia de Torin ponía
nervioso a Hadwin, consideró que podría ser beneficioso regresar y hablar con Hadwin sin
su esposo.
—Los dos hombres muertos con los que te encontraste, ¿habían caído cerca uno del otro?
— preguntó Flora.
Si Hadwin pensó que era extraño que Flora hiciera las preguntas en lugar de Torin, no lo
demostró. Respondió sin dudarlo.
—Estaban separados por una corta distancia, un hombre tendido en el suelo y el otro cerca
del tronco de un árbol no muy lejos de él.
—¿Qué pensaste cuando los viste? — preguntó Flora.
Hadwin se rascó la cabeza. —Es extraño que preguntes, ya que lo primero que pensé fue
que habían peleado, y un hombre mató al otro, pero después de haber sido herido, tropezó
con el árbol donde cayó muerto. Pero los dos también podrían haber sido atacados por una
banda de renegados. Es invierno y hay quienes tienen hambre y harán lo que sea necesario
para alimentarse. Es difícil decir qué les sucedió realmente a los dos.
—¿No te eran conocidos? — preguntó Flora.
—No, mi señora. No me eran familiares. — Hadwin ofreció más. —Me sorprendió cuando
me encontré con ellos. Esta zona es tranquila, pocos viajeros vienen por aquí, nada para ellos
aquí. Y nadie se atrevería a desafiar a Lord Torin. Sus excepcionales habilidades de batalla
son bien conocidas, al igual que sus guerreros.
Flora sin duda podría dar fe de haberlo visto pelear.
—Es una situación extraña, milady, muy extraña en verdad—, dijo Hadwin, sacudiendo la
cabeza.
—¿Y no hubo nada más que te llamara la atención sobre la escena? — preguntó Flora.
—Para ser honesto, milady, no me demoré allí por temor a que, si se trataba de un ataque,
los culpables aún pudieran estar dando vueltas. Me apresuré ansioso por cruzar el puente
hacia Outerson e informar a Lord Torin de lo que había encontrado y buscar seguridad aquí.
—Me alegro de que hayas llegado a salvo, Hadwin, y gracias por hablar conmigo. — Se
detuvo cuando se volvió y miró al hombre de nuevo.
—Tengo curiosidad. ¿Dónde conseguiste el pergamino?
—Es extraño cómo lo conseguí. Una fuerte tormenta me obligó a salir de mi camino
habitual. Me encontré en una zona muy boscosa, un poco sombría y allí fue donde me

Traducción: Kalia2101 76
encontré con un monasterio. Busqué refugio allí y me fui a la mañana siguiente después de
un buen desayuno. No fue hasta unos días después, cuando estaba lejos, que descubrí el
pergamino en mi carrito. Nadie mostró interés en él y aunque puedo leer algo, no puedo leer
latín y el rollo está en latín.
—¿Recuerdas el nombre del monasterio? — preguntó Torin.
—Nay, mi señor.
—¿Estás seguro de que era un monasterio? — preguntó Torin.
Hadwin volvió a rascarse la cabeza.
—Supuse que era porque un monje me saludó, aunque el lugar en sí parecía una fortaleza,
un alto muro de piedra lo rodeaba y una puerta de madera maciza por la que uno tenía que
pasar que ni siquiera era la entrada al monasterio en sí. Fui conducido a un largo edificio de
piedra con varias puertas a lo largo, aposentos privados para los monjes, supuse. Me dieron
una de las habitaciones para pasar la noche y me proporcionaron una generosa cantidad de
comida.
—¿Estás seguro de que fue un monje quien te saludó? — preguntó Torin.
—Llevaba una túnica oscura, — dijo Hadwin como si eso lo satisficiera.
Torin siguió con más preguntas.
—¿Llevaba una cruz de madera alrededor de su cuello? ¿La túnica estaba ceñida? ¿Qué te
dijo?
—No recuerdo haber visto una cruz ni un cinturón y creo que el monje había hecho voto de
silencio, ya que solo asentía o movía la cabeza, y con la capucha levantada apenas le veía la
cara. Me trataron bien, como en un monasterio. Incluso me dieron un saco de comida para
que me lo llevara cuando me fuera a la mañana siguiente. — Hadwin se estremeció.
—Debo decir, sin embargo, que cuando miré hacia atrás después de estar más allá del muro
de piedra, puse mi mirada en el monasterio mismo y fue una vista poderosa y aterradora lo
ancho que era y lo alto que se elevaba. Parecía más una fortaleza que un monasterio.
—Has sido útil Hadwin, — dijo Torin.
—Me alegro de poder ayudar de alguna manera, mi señor, — dijo Hadwin.
Torin tomó la mano de su esposa y mantuvo un paso apresurado.
—¿Por qué le preguntaste sobre el monje y el monasterio? — preguntó Flora, sintiendo que
algo andaba mal.

Traducción: Kalia2101 77
—Necesito que me digas qué dice ese pergamino, — dijo Torin.
—¿Por qué?
Torino negó con la cabeza. —¿Puedes hacer algo sin cuestionarlo?
—No, es lo que soy, y no puedo cambiar lo que soy, y no quiero cambiar lo que soy, — dijo.
—Ahora dime por qué necesitas que te lea el pergamino.
Permaneció en silencio hasta que llegaron a la fortaleza, luego llamó a los sirvientes reunidos
allí esperando a Flora.
—Lady Flora se retrasará.
Sin más explicaciones, muchos de los sirvientes sonrieron mientras caminaban hacia la
cocina por otro brebaje caliente, pensando que su señoría se estaba asegurando de que
pronto habría un heredero para el título.
Una vez dentro de la cabaña, explicó Torin.
—No creo que Hadwin se haya detenido en un monasterio.
—¿Dónde crees que se detuvo?
—Creo que llegó a la casa de Lord Varrick, una leyenda por derecho propio, y me preocupa
lo que pueda estar en el pergamino, ya que se ha dicho que un hombre con sus inmensas
habilidades solo podría provenir del poder del demonio.
—¿Me estás diciendo que crees que el pergamino es un pacto que hizo con el diablo?

Traducción: Kalia2101 78
CAPITULO 10
Torin señaló el pergamino sobre la mesa.
—Lee solo una pequeña parte de él. Si apunta a un pacto malvado, deja de leerlo.
—¿Y qué? — preguntó, preocupada por Fia, la mujer en la mazmorra del Clan Strathearn.
Lord Varrick la había reclamado y estaba en camino para recuperarla. ¿Cuáles eran sus
intenciones?
—Me encargaré de que se lo devuelvan a Lord Varrick, — dijo Torin.
—No, — protestó Flora.
—Las palabras tienen un gran poder y, dado que se descartaron en secreto, debe haber una
razón para ello.
—Es muy posible que haya causado daño y no permitiré que ese daño sea traído aquí, —
argumentó Torin.
—¿Y si alguien lo descartó por la razón opuesta? ¿Y si pudiera ayudar a Lord Varrick? —
Flora desafió nuevamente preocupada por el destino de Fia y si hubiera una posibilidad de
que pudiera ayudarla, lo haría.
—No lo sabremos hasta que lo leas. — Torin frunció el ceño a su esposa con la intención de
asustarla. Será mejor que me digas la verdad cuando lo leas.
Flora se sorprendió por su acusación.
—Me insultas al sugerir que te mentiría. ¿Te he dado razones para pensar que mentiría y no
te molestarías en mencionar cuándo nos conocimos? Pude haber guardado una lengua
silenciosa por enfermedad, pero ninguna mentira cruzó mis labios.
—Entonces asegúrate de que no lo haga ahora, — ordenó Torin.
—Espero lo mismo de ti, esposo, — replicó ella.
Parecía dispuesto a discutir y luego se detuvo.
—Ahora que hemos dejado en claro que no nos mentiremos ahora ni nunca, lea el rollo y
termine con eso.

Traducción: Kalia2101 79
Flora se quitó la capa para colocarla sobre una silla y tomó el pergamino para desenredarlo
lentamente y leerlo mientras lo hacía.
Torin vino a pararse a su lado, mirando las palabras en latín, pero sin poder leerlas. Sus
intenciones eran mantener a salvo a su esposa, pero si las palabras fueran armas, no tenía
defensa contra ellas.
—Habla de los demonios y de cómo viven en los confines del mundo y cómo intentan abrirse
camino hacia adentro y dentro de nosotros y, a menos que tengamos cuidado, encontrarán
una forma de entrar y sucumbiremos a sus malos caminos. Advierte de cuán fácilmente el
mal puede atraparnos y cuán difícil es escapar de él y cómo al final sufriremos los fuegos del
infierno si lo permitimos.
Hizo una pausa demasiado larga y Torin instó: —¿Qué más?
—Advierte que no se sufra levemente el toque de un demonio y que el lugar ofendido debe
ser quemado o cortado y si es demasiado tarde el único recurso es el fuego.
—¿Cómo sabe uno si está tocado por un demonio? — preguntó Torin.
—Habla de señales a las que hay que estar atento; Habilidades casi inhumanas,
impermeable al dolor, conocimiento más allá de los demás, duerme poco, pensamientos
perversos, surca como un animal, desafía la cruz. — Flora miró a su marido, que permanecía
en silencio a su lado.
—¿Qué se ha apoderado de tus pensamientos?
—¿Por qué alguien colocaría esto en el carro del comerciante? — preguntó Torin.
—Para librarse de él, para que no se vea, para que no se use contra alguien, para que no se
descubra un demonio. — Flora se estremeció de miedo.
—Esto no es un pacto con el diablo. Esta es la forma de defenderse de él, y alguien no quería
que otro supiera cómo hacerlo. Este pergamino está destinado a ayudar, no a dañar.
Deberíamos devolverlo.
—No, se queda aquí. No enviaré a uno de los míos a tal peligro. Esta es la batalla de Lord
Varrick. A él le corresponde defender.
—¿Cómo puede defenderse a sí mismo o a los demás sin esto?,— Preguntó Flora, señalando
el pergamino y luego jadeó.
—¡Fia! Por eso mandó llamar a Fia. Quién mejor para luchar contra un demonio que una
bruja.
—Ni siquiera pienses que puedes ayudarla, — dijo Torin antes de que pudiera sugerirlo.

Traducción: Kalia2101 80
—Las Tierras Altas son un lugar místico y Fia está familiarizada con su magia. Ella es mucho
más hábil que tú para lidiar con tales misterios.
—No puedo estar en desacuerdo cuando tienes razón, — dijo Flora.
—Fia habló con conocimiento de cosas que solo había oído hablar, pero nunca experimenté.
Al menos se enfrenta a su destino bien armada... su conocimiento de las armas.
Mantendremos el pergamino a salvo ya que quienquiera que se haya deshecho de él podría
buscar su devolución.
Torin asintió, contento de que su esposa entrara en razón y no discutiera el punto con él.
—Hay algo más que menciona el pergamino.
No era propio de ella detenerse cuando había algo que decirle, y rápidamente preguntó.
—¿Qué es?
—Fantasmas. Menciona fantasmas.

—Asegúrense de que el clérigo esté libre de alcohol, — ordenó Torin, sentado en una fogata
con Kinnell.
—Quiero bendecir la fortaleza y el pueblo.
—Sí, me encargaré de que se haga, pero dime… tienes una cabaña cálida con una esposa
cómoda en tu cama y te sientas aquí conmigo en el frío cada noche, hasta bien entrada la
noche, desde que llegaste a casa. Obviamente esperas a que se duerma antes de unirte a ella,
y debo preguntar por qué. Es una belleza que no solo deberías disfrutar, sino también
cumplir con tu deber de producir un heredero.
—No te preocupes, se hará.
La ceja de Kinnell se arqueó. —Entonces, ¿tus votos aún no se han sellado?
—Le estoy dando tiempo para adaptarse a su vida aquí.
Kinnell se rio. —Ella no se está adaptando, está ajustando a todos a su alrededor a su
naturaleza franca e inquisitiva. Todo el mundo habla de cómo ella charla sin parar, hace
preguntas y, en su mayoría, las responde ella misma, y lo amable que es con ellos, a menudo
solicitando en lugar de exigir y ofreciendo su gratitud cuando cumplen una tarea asignada.
No saben qué hacer con ella.

Traducción: Kalia2101 81
—Ella es un poco como un rompecabezas.
—Tratando de hacer que todas las piezas encajen, ¿verdad? — dijo Kinnell con una sonrisa.
—¿Y por qué de repente tienes prisa por ver bendecido el torreón cuando tu esposa parece
haber descubierto una explicación razonable para el fantasma que gime y respira
pesadamente?
Torin miró a su alrededor.
—Solo los tontos estarían sentados afuera en el frío esta noche. No hay nadie y los centinelas
están demasiado lejos para oír nada. Dime qué te molesta.
—Entonces, me crees tonto, — acusó Torin.
—Aye, sella tus votos y termina con eso y dale a ti y al clan una buena vida, algo que tu padre
nunca hizo, — dijo Kinnell, manteniendo la voz baja solo para asegurarse de que nadie
pudiera escucharlo.
—No es mi esposa la que me preocupa, — admitió Torin, aunque las palabras de Kinnell
sonaron ciertas. Quería ser un mejor hombre que su pa y que su clan fuera tratado bien para
que todos pudieran prosperar.
—¿Entonces qué es? — preguntó Kinnell.
—¿Tiene algo que ver con ese pergamino que el mercader le regaló a tu esposa? La gente
tiene curiosidad por saber lo que lee.
—Su curiosidad no quedará satisfecha, — susurró Torin y bajó aún más la voz.
—Parte habla de cómo los fantasmas son almas demoníacas que no pueden encontrar
descanso y cómo traen su tormento a los vivos.
Kinnell lo miró en silencio por un momento antes de preguntar:
—¿Dice cómo deshacerse de ellos?
—El área que frecuenta el fantasma debe limpiarse bien y luego ser bendecida por un clérigo.
—Suenas dudoso de que funcione.
—Lo soy, ya que también establece que si el fantasma permanece demasiado tiempo en la
residencia, es posible que nunca se vaya y cause mucho caos, destruyendo a todos los que
residen con el. — Torin negó con la cabeza.
—Ignoré el problema demasiado tiempo. Debería haberlo hecho antes.
—Tonterías, — argumentó Kinnell.

Traducción: Kalia2101 82
—No lo ignoraste. Hiciste lo que pudiste e incluso fuiste en busca de un clérigo dispuesto a
viajar aquí. Y te conozco lo suficiente como para saber que no te rendirás al fantasma.
—Tienes razón, no lo haré. De una forma u otra lo veré expulsado no solo de la isla sino
también de la fortaleza. Solo me preocupa el daño que pueda causar antes de que pueda
hacer eso. — Torin miró las llamas que parpadeaban salvajemente por un repentino soplo
de viento.
Kinnell miró rápidamente a su alrededor para ver si alguien o algo lo había causado y se
estremeció cuando no vio nada más que oscuridad a su alrededor.
—Tu esposa lo leyó. ¿Qué pensó ella al respecto? — preguntó Kinnell.
—Ella estuvo de acuerdo en que hacer que el clérigo bendiga la fortaleza fue una sabia
decisión, pero aún tiene que aceptar que un fantasma realmente reside en la fortaleza. — Su
voz se hizo más baja, pensando que escuchó a alguien acercarse.
—Ella siente que se necesitan más pruebas. Sin embargo, ella dice que, si no se escucha al
fantasma después de la bendición, entonces el problema está resuelto.
Kinnell no se molestó en mantener su voz en un susurro.
—Ambos parecen tenerlo bajo control.
—¿Qué tienen bien guardado Lord Torin y su esposa?
Kinnell dio un respingo, no así Torin.
—Tienes que escuchar más atentamente, Kinnell, — lo regañó Iona.
—Te asusté, pero no a Lord Torin. Él escuchó mis pasos.
—Pisas demasiado suave, — lo regañó Kinnell.
—Tonterías, — replicó Iona.
—No escuchas lo suficientemente bien.
Mientras los dos continuaban lanzando acusaciones, Torin se despidió en silencio y se
dirigió a la cabaña. El chasquido y el estallido de las llamas parpadeantes del hogar lo
saludaron cuando entró. Kinnell lo conocía demasiado bien cuando lo cuestionó sobre evitar
a su esposa por la noche. Había pensado en tentarla y hacer que cambiara de opinión, pero
después de pensarlo, descubrió que no sería justo para ella. Había dado su palabra y la
cumpliría. Quería que supiera que podía confiar en él ya que parecía no tener problemas
para confiar en él. Compartió sus pensamientos de muy buena gana y discutió las cosas sin
cesar con él. Lo extraño era que estaba empezando a disfrutarlo.

Traducción: Kalia2101 83
Había intentado dormir en camisa, pero estaba demasiado acostumbrado a dormir desnudo
como para adaptarse. Era otra razón por la que evitaba su cama antes de que su esposa se
durmiera. Estaba seguro de que su curiosidad lo llevaría a romper su palabra con ella.
Desenredó suavemente las sábanas que la rodeaban y se deslizó en la cama y ella hizo lo que
había hecho desde que él se acostó con ella por primera vez, se giró y se envolvió alrededor
de él. Fue entonces cuando agradeció al cielo que ella llevara un camisón.
Con la cabeza apoyada en su pecho, su suave cabello le hacía cosquillas en la nariz y su
fresco y dulce aroma lo embriagaba. Maldita sea, temía que nunca sería capaz de quitarle las
manos de encima. Fue una agradable sorpresa darse cuenta de lo mucho que se sentía
atraído por su esposa y un alivio. Haría el matrimonio mucho más placentero.
Se obligó a sí mismo a cerrar los ojos y pensar en otra cosa, ya que su eje pronto estaría
completamente alerta si no lo hacía. Pensó en el pergamino, pero su esposa también entró
en ese pensamiento, la imagen de su trasero en el aire mientras buscaba a través del carro
del comerciante destellando en su mente. Sus pensamientos saltaban de una cosa a la
siguiente hasta que finalmente se quedó dormido.

—¡FLORA! ¡FLORA! ¡AYÚDANOS! ¡AYÚDANOS!


—¿Dónde estás, mamá? No puedo verte, — gritó Flora con pánico al escuchar a su madre rogar
desesperadamente por ayuda.
—¡Por favor Flora! ¡Por favor!
—No puedo ver a través de la niebla, mamá, — dijo Flora, mirando a su alrededor, incapaz de ver más allá
de la espesa niebla que la rodeaba.
—Escúchame a mí y a tu papá, — gritó su madre.
—Debes ayudarnos a…
La voz de su madre se desvaneció cuando se esforzó por escucharla.
—Mamá. da. Estoy aquí. Te ayudaré. — Sus ojos captaron una sombra que acechaba entre la niebla.
—¡Mamá! ¡Papá! ¿Son ustedes? — No obtuvo respuesta, así que lo intentó de nuevo.
—¡Mamá! ¡Papá! — sus gritos quedaron sin respuesta.

Traducción: Kalia2101 84
La sombra parecía como si se estuviera acercando sigilosamente. Flora frunció los ojos para ver si podía
distinguir quién era, pero no vio nada más que una mancha gris oscuro que seguía acercándose a ella. Una
inquietud se apoderó de ella y sintió la necesidad de huir, pero por alguna razón sus piernas no se movían.
La sombra se acercó más y más cuando de repente golpeó, ¿un fuerte viento cálido o fue un gran aliento? La
derribó y se sintió caer, abajo, abajo, abajo, cayó. Hizo lo único que pudo, gritó.
—¡TORÍN!
—Te tengo. Te tengo. Estás a salvo, Flora, — dijo Torin, abrazándola con fuerza, con el
corazón latiendo alocadamente. Apenas había logrado abrir los ojos, su inquietud lo había
despertado, cuando ella gritó su nombre, agitando los brazos. Su corazón se sentía como si
hubiera golpeado contra su pecho, sus gritos estaban llenos de tanto miedo.
Ella se acurrucó contra él como si de alguna manera pudiera deslizarse dentro de él.
Fue una pesadilla, nada más que una pesadilla, mo ghràdh 3,— la tranquilizó, acariciando su
espalda con firmeza. Le pediría que se lo contara, pero no quería hacerla revivir el miedo.
Ella se lo diría a su debido tiempo. En este momento, solo se preocupaba por calmarla y
asegurarle que estaba a salvo.
—Se acabó. No tienes nada que temer.
—Cuando estoy contigo no lo hago, — dijo en voz baja.
Sintió un tierno apretón en su corazón como si de alguna manera, ella hubiera llegado a su
interior y lo hubiera tocado suavemente. Si sus palabras pudieran hacer eso, ¿cómo se
sentiría él cuando ella lo tocara íntimamente?
Se quedó en silencio esperando a ver qué más decía y después de unos momentos se dio
cuenta por la forma en que se recostó cómodamente contra él que estaba dormida.
El sueño no volvió inmediatamente a él. Él yacía allí, sosteniéndola cerca, protegiéndola lo
mejor que podía de cualquier otra pesadilla. Hasta que él también, finalmente sucumbió al
sueño.

Flora se quedó mirando el dormitorio vacío que compartiría el resto de sus días con su
marido. Su cama estaba siendo desmantelada y las partes serían traídas aquí para volver a

3 Mi amor en gaélico escocés.

Traducción: Kalia2101 85
armarlas. El nuevo colchón estaba siendo terminado y estaría listo para cuando la cama
estuviera en su lugar. Ella había elegido varios muebles de todo el torreón para agregarlos
aquí y algunos tapices también. Todo se estaba juntando muy bien.
Se dio cuenta de cómo Anwen la había estado mirando fijamente, así como a algunos de los
sirvientes, desde que habían comenzado a trabajar temprano esta mañana. Sabía por qué,
aunque nadie lo mencionaría. No había hablado mucho excepto para dar órdenes y eso no
era propio de ella. Por lo general, bombardeaba a los sirvientes con interminables preguntas
no solo sobre la fortaleza sino también sobre ellos mismos. Si este iba a ser su hogar hasta el
día de su muerte, entonces quería saber todo lo que pudiera sobre él y sobre todos los que
estaban aquí.
La noche anterior, sin embargo, había mantenido su mente ocupada desde que se despertó
esta mañana. Revivió el sueño una y otra vez tratando de encontrarle sentido. ¿Por qué sus
padres necesitarían ayuda? Habían muerto de una enfermedad desconocida, los médicos que
los trataron afirmaron que la contrajeron mientras estaban en Francia. Una explicación
razonable ya que otros dos estudiantes con sus padres también habían muerto, mientras
que otros estaban enfermos, pero sobrevivieron. ¿Por qué sus padres posiblemente podrían
necesitar ayuda y cómo podría ayudarlos cuando estaban muertos? El sueño la hizo aún más
decidida a descubrir lo que pudiera sobre el fantasma. Si entendía lo que estaba sucediendo
aquí en la fortaleza, tal vez podría entender su sueño.
También tenía otro enigma que la desconcertaba. Ella pensó que escuchó a su esposo
llamarla mi amor, pero no estaba segura. Después de todo, ¿por qué se referiría a ella de esa
manera? ¿O era algo que hacía a menudo con mujeres con las que compartía la cama mientras
ella creía que tal declaración estaba destinada a alguien especial? Normalmente, cuando no
estaba segura, le preguntaba directamente a la persona, pero no se atrevía a hacerlo en esta
situación. Se había preguntado repetidamente por qué se resistía a hacerlo hasta que
finalmente admitió que no estaba segura de si le gustaría su respuesta. Con sus
pensamientos ya preocupados, no necesitaba agregar más problemas molestos.
—¿No se siente bien, mi señora? — preguntó Anwen, acercándose a ella mientras los
pedazos de la cama eran llevados a la habitación.
—Mis pensamientos son pesados hoy, Anwen, — dijo y, volviéndose para mirar a la mujer,
de repente se preguntó si su esposo alguna vez se había referido a ella como mi amor. Su
madre le advirtió que tuviera cuidado con las preguntas que algunas no eran apropiadas
para ella. Ella creía que esta era una de esas preguntas inadecuadas, entonces, ¿cómo se
enteró?
—¿Algo en lo que pueda ayudarla, milady? — preguntó Anwen.

Traducción: Kalia2101 86
Ahora había una invitación si alguna vez escuchó una y, sin embargo, podía escuchar a su
madre regañarla por pensar así. Entonces se dio cuenta y no perdió un momento en
preguntar:
—Tuve un sueño sobre mis padres anoche. Podía escuchar a mi papá llamando a mi mamá,
mo ghràdh4, y eso me hizo extrañarlos.— No necesitaba fingir tristeza o preocuparse por
una mentira, ya que su padre solía llamar así a su madre y supuso que era por eso que
significaba algo especial para ella.
Anwen suspiró.
—Entiendo, mi señora. A menudo creo que escucho a mi esposo llamarme mi amor y girarme
esperando verlo allí, pero, por supuesto, no es así, y mi corazón se rompe un poco más.
—Lo siento mucho, Anwen, — dijo Flora, extendiendo la mano para consolarla con un
toque pensativo de su brazo.
—No puedo imaginar lo difícil que debe ser para que eso suceda.
—En cierto modo lo es y, en cierto modo, no lo es, — admitió Anwen.
—Anhelo escuchar su voz amorosa llamándome así, aunque solo sea en mi mente. Siempre
trajo a mi corazón una inmensa alegría y nunca permitiría que otro hombre me lo dijera. No
parecería correcto. Era algo que compartía con mi esposo y solo con mi esposo. Además,
temo que, si otro hombre me llama, no volveré a escuchar la voz de mi esposo llamándome
como él lo haría y lo extrañaría terriblemente.
Esa fue respuesta suficiente para Flora y le complació saberlo. Entonces notó a tres
sirvientes susurrando entre ellos y lanzando miradas ansiosas a la puerta.
—¿Algo los molesta a los tres? — preguntó Flora mientras se acercaba a ellos.
Todos intercambiaron miradas nerviosas.
—Por favor dígame. No puedo ayudarte si no me lo dices, — dijo Flora.
La joven de cabello rojo claro habló, aunque en voz baja.
—Es el clérigo, milady. Se niega a entrar en la fortaleza. Si tiene demasiado miedo de entrar
aquí, entonces seguramente cree que ninguna bendición puede ayudar a este lugar.
Otro sirviente también habló. —Lo que significa que el mal reside aquí.
Flora creía que todas esas tonterías, pero se dio cuenta de que otros no lo creían y no
ignoraría ni descartaría sus miedos a la ligera.

4 Mi amor en gaélico escocés.

Traducción: Kalia2101 87
—Continúa tu trabajo sin miedo. Iré a hablar con el clérigo y me aseguraré de que bendiga
la fortaleza, — les aseguró Flora.
—Él no obedecerá la orden de Lord Torin, — dijo un sirviente.
—Entonces, te preguntas por qué lo haría si se lo pidiera, — dijo Flora, con una sonrisa en
su rostro. —Tengo facilidad con las palabras si no te has dado cuenta.
Se apresuró a través del torreón y salió para ver a su esposo discutiendo con el clérigo.
—Haga lo que quiera conmigo, mi señor, pero no voy a entrar allí, — insistió el clérigo.
Flora bajó corriendo las escaleras, lista para luchar con las palabras cuando el clérigo corrió
hacia ella.
—Cuidado con el fantasma mi…— El clérigo jadeó, su boca se abrió y sus ojos se abrieron
como platos mientras caía hacia adelante contra Flora, y ambos cayeron al suelo juntos.

Traducción: Kalia2101 88
CAPITULO 11
Flora estaba teniendo problemas para respirar, con el clérigo encima de ella, pero no tuvo
problemas para escuchar un rugido feroz en el aire. Empujó al clérigo para apartarlo de ella
y se sorprendió cuando de repente lo arrancaron. Lo siguiente que supo fue que su esposo
estaba arrodillado a su lado.
—¿Estás herida? — preguntó Torin, su corazón latía furiosamente en su pecho, enojado
consigo mismo por no alcanzarla más rápido y evitar su caída.
—No lo creo, — dijo, dándose palmaditas en el pecho y el estómago y sin sentir dolor en
ninguna parte. Volvió los ojos desconcertados hacia su marido.
—¿Qué pasó? — Su mirada se desvió más allá de su hombro, y vio al clérigo boca abajo en el
suelo con una flecha clavada en su espalda.
—Bueno, Señor, el clérigo tiene una flecha en la espalda.
—Eso es lo que pasa, esposa. — Torin hizo que sus hombres cuidaran del clérigo, su única
preocupación era su esposa. Deslizó su brazo debajo de su espalda y la ayudó a sentarse,
todavía preocupado de que pudiera haberse lastimado.
—¿Quién? — preguntó Flora, sus ojos recorriendo rápidamente como si pudiera detectar al
culpable.
—No lo sé, — dijo, mientras aumentaba su ira porque alguien se había atrevido a atacar su
tierra.
—Aunque no pasará mucho tiempo antes de que lo encontremos. —
—¿Quién querría lastimar al clérigo? — preguntó, lanzando otra mirada hacia el clérigo para
ver a dos guerreros llevándoselo sin cuidado.
—Buen Señor, ¿está muerto?
—Me temo que si, — dijo Torin. —¿Estás seguro de que no has sufrido ningún daño?
Estaba a punto de descartar su preocupación sin pensarlo cuando sus ojos se encontraron
con los de él. Vio preocupación en ellos, verdadera preocupación. Estaba preocupado por
ella. Él realmente se preocupaba y le tocó el corazón saber que su preocupación era real.

Traducción: Kalia2101 89
Flora sonrió suavemente y apoyó la mano en su brazo, dándole un ligero apretón, al darse
cuenta de que la sensación de su músculo tenso siempre le daba una sensación de seguridad.
—Lo único que creo que sufrí fue una breve pérdida de aliento. De lo contrario, nada me
duele.
Con su brazo firme alrededor de su espalda, la ayudó a ponerse de pie y la sujetó hasta que
estuvo seguro de que se mantenía firme. Había visto a muchos guerreros caer al suelo por
otro guerrero solo para ponerse de pie y colapsar muertos momentos después.
—Me dirás si tienes algún dolor, — ordenó, su pensamiento lo dejó preocupado y temeroso
de dejarla ir. En sus brazos, podría mantenerla a salvo. Además, disfrutaba de tenerla pegada
a él, con la mano apoyada en la curva de su delgada cintura.
—Lo sabrías de inmediato, ya que hablaría sin parar al respecto mientras intentaba darle
sentido y determinar qué hacer.
Negó con la cabeza y una sonrisa burlona se dibujó en sus labios.
—Recordaré eso y sabré que cuando el silencio te golpee, es hora de preocuparte.
—Precisamente, — dijo ella. —Ahora tenemos otro misterio que resolver... ¿quién mató al
clérigo?
Torin estaba a punto de decirle que no debía preocuparse por eso cuando se dio cuenta de
que eso sería imposible para ella. Entonces, se mordió la lengua y continuó abrazándola.
Flora siguió haciendo preguntas.
—¿Por qué alguien querría matar al clérigo? — Sus ojos de repente se redondearon.
—¿Era el clérigo su objetivo? ¿Podría haber estado apuntando a otra persona y el clérigo se
interpuso en su camino? Ella jadeó y sintió que el brazo de su marido se apretaba alrededor
de ella.
—Se puso delante de mí. — Ella sacudió su cabeza. —Eso no tiene sentido. ¿Por qué alguien
me querría muerta?
A Torin no le gustaban sus preguntas y la dirección en la que iban. Pero ella tenía razón. Si
el clérigo no se hubiera puesto delante de ella, ahora mismo estaría muerta. La ira corrió a
través de él a una velocidad alarmante, y no quería nada más que atrapar al hombre
responsable y ver si era cierto... que su objetivo era Flora.
Los gritos hicieron que ambos se giraran para ver a Kinnell, junto con varios guerreros, que
marchaban como un gran hombre hacia ellos. La gente daba vueltas aclamando la rápida
captura del culpable.

Traducción: Kalia2101 90
—No está sujeto de ninguna manera y camina con confianza, sin miedo, y él y los demás no
parecen haber estado en una pelea. ¿Simplemente se rindió a ellos? — preguntó Flora.
Torin escuchó a su esposa, pensando casi lo mismo que ella.
—Y mira el tamaño de él. No es un hombre pequeño, alto y ancho, y su cabello cortado cerca
del cuero cabelludo, pero tiene una barba oscura y tupida. — Se calmó cuando se acercaron
y vio que el hombre tenía una cicatriz en una mejilla, otra en el cuello y una más pequeña en
la frente. Que él era un guerrero era obvio.
Una vez más, Torin pensó lo mismo que su esposa, aunque estaba familiarizado con el tipo
de hombre. Era un hombre a sueldo... un renegado.
—Este es Walsh, mi señor, y si dice una verdad o un cuento, no lo sé, — dijo Kinnell.
Más personas se unieron a las que se habían reunido después del incidente, susurrando,
preguntándose y preocupándose.
—También están trayendo a otro hombre aquí, pero desafortunadamente no puede contar
su historia porque está muerto, — dijo Kinnell.
—Solo tenemos la historia de Walsh.
—¿Cómo puedo creer la palabra de un renegado? — Torin desafió.
Walsh soltó una fuerte carcajada.
—De la misma manera que creería la palabra de un noble, en absoluto.
—Cuéntame tu historia, — ordenó Torin, viendo que el hombre no se dejaba intimidar
fácilmente.
—Hace frío y tengo sed. Un lugar cálido para descansar y una bebida caliente me ayudarían
mucho a contar mi historia, — dijo Walsh.
—Eso es cierto, — dijo Flora. —Un cuento se cuenta mucho mejor frente a una chimenea
con una infusión caliente en la mano. Le invitamos a compartir el calor de nuestro hogar y a
calentarse con un brebaje caliente y comida si tiene hambre. — Miró a Torin. —Con su
permiso, mi señor.
Torin se molestó cuando su esposa pareció tomar el mando hasta que se volvió hacia él y le
pidió permiso. Captó la ligera inclinación de su cabeza y la forma en que se iluminaron sus
ojos. Le hizo darse cuenta de que ella estaba tramando algo y si ayudaba a llegar a la verdad,
entonces la complacería.
—Sí, esposa, encárgate de hacerlo, — dijo Torin.

Traducción: Kalia2101 91
—¡Anwen! gritó mientras Flora se giraba en busca de la mujer que ya se dirigía hacia ella, y
ambas se apresuraron a las escaleras de la fortaleza.
—Ven, hablaremos, — dijo Torin y miró a Kinnell, quien se giró hacia los dos guerreros
detrás de él y susurró algo, luego alcanzó a Torin y Walsh para seguirlos hacia la fortaleza.
Torin se sorprendió de que la bebida ya estuviera en la mesa más cercana a la chimenea y de
que los sirvientes se demoraran si alguien necesitaba algo. Sin embargo, no se sorprendió al
ver a su esposa sentada a la mesa. Su mensaje era claro... ella no se quedaría fuera.
—¿Tu esposa se une a nosotros? — Walsh preguntó, sin ocultar su sorpresa.
Torino sonrió. —A mi esposa le encantan los buenos cuentos.
—No es ese tipo de historia, — susurró Walsh. —Puede que no sea adecuado para que ella
lo escuche.
—Ya he escuchado historias espantosas, — gritó Flora.
—¿Cómo me escuchó? Estaba susurrando, — dijo Walsh.
—No estaba susurrando, señor, y tengo muy buen oído, — le informó Flora. Ahora siéntate
y cuéntame tu historia, porque me impaciente por escucharla.
Torin negó con la cabeza mientras observaba al gran hombre obedecer a su esposa como si
la temiera. Fue y se sentó a su lado, lo suficientemente cerca como para que sus brazos se
tocaran, y le complació cuando ella se apretó aún más contra él y apoyó su pierna junto a la
de él.
Walsh bebió una buena parte de su bebida antes de estar listo para hablar y se detuvo
cuando vio a seis guerreros entrar al Gran Comedor y dividirse para sentarse en las mesas a
ambos lados de él, con Kinnell uniéndose a ellos.
—No traigo problemas a tu clan, Lord Torin, — dijo Walsh, reconociendo a Torin con
respeto.
—Me complace escuchar eso y espero que sea cierto. Soy tan impaciente como mi esposa…
cuéntalo.
Él asintió y mantuvo un agarre en su jarra mientras hablaba. —Tenía la esperanza de llegar
a las tierras bajas antes de que llegara el invierno, pero mi partida se retrasó. Puedo sentir
cuando una tormenta de nieve no está lejos y sintiendo que se acercaba, me apresuré a
buscar refugio. La isla de Outerson era el lugar más cercano y esperaba que me permitiera
pasar el invierno aquí, ya que tratar de viajar podría resultar mortal. — Tomó otro trago
generoso de su cerveza. —Fue cuando me acerqué al puente hacia la isla que una flecha
simplemente cayó de un árbol a unos pocos pies frente a mí. No había sido disparado desde

Traducción: Kalia2101 92
un arco. Simplemente se cayó del árbol. Curioso, miré hacia arriba y me pareció ver a un
hombre encaramado en lo alto de un pino. Fue necesario maniobrar un poco alrededor de la
parte inferior del árbol para verlo de manera clara y, efectivamente, estaba allí, con el arco y
la flecha en la mano.
—¿Estás diciendo que el hombre posado en el árbol disparó la flecha que mató al clérigo? —
preguntó Flora.
—No sabía en ese momento para quién estaba destinada la flecha o si posiblemente era uno
de los guerreros de Lord Torin que intentaba ver si tal disparo alcanzaría una distancia
particular. Esperé debajo del árbol y sorprendí al hombre que no estaba feliz de verme.
Peleamos y me di cuenta de que tenía toda la intención de quitarme la vida, así que no tuve
más remedio que matarlo. Lo dejé donde cayó y me apresuré a cruzar el puente para informar
a los guardias de lo sucedido. Me dijeron que los llevara al hombre muerto y luego me
trajeron aquí.
—Toda una historia. — dijo Torin.
—Un cuento chino seguro, — estuvo de acuerdo Kinnell.
—¿Puede una flecha viajar tan lejos con precisión? — Flora preguntó a nadie en particular.
—Un tirador habilidoso puede dar en el blanco incluso desde una distancia mayor, — dijo
Walsh, —aunque no lo habría creído si no lo hubiera visto una vez.
—¿Pero dio en el blanco? — preguntó Flora.
—Eso no lo sé, milady, — dijo Walsh. —No tuve tiempo de preguntarle qué estaba haciendo
aquí, y dudo que me hubiera ofrecido una explicación.
Torin permaneció en silencio, sabiendo que su esposa continuaría preguntándole y con
Walsh respondiendo tan fácilmente, decidió escuchar. Su esposa no lo defraudó, siguió
preguntando.
—¿Por qué esperaste y observaste al hombre en el árbol y no avisaste a los guardias
inmediatamente de su presencia? — preguntó Flora.
Walsh se rascó la espesa barba. —Supongo que en ese momento pensé que era lo correcto.
— Sonrió cuando colocaron tazones de comida sobre la mesa y rápidamente agarró un trozo
de queso. —Los busqué tan pronto como terminó la pelea.
—¿Viajas a menudo solo? — preguntó Flora.
Walsh negó con la cabeza mientras masticaba el queso y luego habló. —Nay, mi señora. A
menudo estoy con un grupo, pero como dije, mi partida se retrasó y los demás se fueron sin
mí.

Traducción: Kalia2101 93
—¿Por qué? — preguntó Flora y como era su costumbre siguió hablando. —Si estuvieras
con un grupo, ¿por qué el grupo no te esperaría? Por supuesto, podrían haber sido sabios,
sabiendo que el invierno dificultaría el viaje y no querrían perder el tiempo, pero eso podría
significar que pensaron que tu retraso era innecesario, por lo que se fueron sin ti. Pero qué
podría hacerles pensar que… ¡oh! Una mujer. Debe haber sido una mujer la que te retrasó.
Torin se rio cuando Walsh la miró con la boca abierta. —Mi esposa es hábil para deducir
cosas con bastante facilidad. —
—Ella está en eso, — estuvo de acuerdo Walsh.
Flora arrugó la frente. —Sin embargo, terminaste yéndote. ¿Por qué cuando podrías haber
invernado con la mujer?
Torin no había pensado en eso, pero su esposa tenía razón. ¿Qué le parecería a un hombre
que dejara la cálida cama de una mujer dispuesta cuando se instalara el invierno?
—A veces lleva tiempo descubrir que una mujer no es quien pensabas que era. Una vez que
descubrí que me despedí, — dijo Walsh y rápidamente cortó un trozo de carne con su
cuchillo y le dio un buen bocado.
Torin miró a su esposa y pensó en la similitud de su situación y la de Walsh y no pudo evitar
pensar que la mujer también podría resultar incluso más agradable de lo que se creía al
principio.
—Entonces, desafiaste el invierno en lugar de una mujer, — dijo Flora, mirándolo fijamente.
—Qué extraño para un hombre de tu tamaño y confianza ser asustado por una mujer.
Walsh echó los hombros hacia atrás y su pecho se expandió. —No me asusté. Elegí irme.
Ella estaba buscando un marido. Yo no estaba buscando una esposa.
—Hombre sabio, — gritó uno de los guerreros.
—Precisamente, — dijo Walsh y levantó su jarra.
Kinnell y los otros guerreros también levantaron las suyas, no así Torin.
Flora habló, asegurándose de que todos escucharan su voz. —Ten cuidado de a quién buscas
aquí para calentar tu cama, porque si desvías a la mujer de un clan, me encargaré de que te
cases con ella. Y recuerda que solo hay una salida de esta isla y está vigilada.
—No tienes poder para obligarme a casarme, — desafió Walsh.
Flora sonrió. —Nunca dije que te obligaría. Dije que me ocuparía de que te casaras con ella.
Y el poder no lo verá hecho, pero el conocimiento sí. Ahora los dejo, caballeros, para que
hablen entre ustedes. — Se puso de pie e hizo una mueca, su mano fue a su costado.

Traducción: Kalia2101 94
Torin parecía listo para ponerse de pie, pero su esposa apoyó la mano en su hombro para
evitar que lo hiciera.
—Voy a hacerle una visita a Iona. No tardaré mucho, — dijo Flora.
—Espérame allí, — ordenó Torin con una orden que debía ser obedecida sin cuestionar.
—Aye, mi señor, — dijo Flora.
—¡Anwen!— Torin llamó y la mujer corrió hacia él. —Ve con mi esposa.
—Aye, mi señor, — dijo Anwen y fue a buscar las capas de ambos.
A Torin le preocupaba que su esposa hubiera sufrido una lesión por la caída que solo ahora
se hizo conocida. Por otra parte, podría haber sido una excusa para dejarlo con Walsh para
hacerle preguntas que el hombre no respondería frente a ella. Él haría sus preguntas y
terminaría y lo averiguaría con seguridad.

—La cabaña de Iona está por ahí, milady, — dijo Anwen, señalando en la dirección opuesta
a donde se dirigía Flora.
—Lo sé e iremos allí tan pronto como terminemos en otro lugar, — dijo Flora.
La gente la llamaba mientras ella y Anwen atravesaban el pueblo.
—Bendiciones para usted, mi señora. —
—Encantado de ver que está bien, mi señora. —
Flora sonrió, saludó y dio las gracias mientras mantenía un ritmo rápido sin que nadie se
preguntara si había resultado herida en la caída.
—Milady, no creo que Lord Torin quiera que abandones el pueblo, — dijo Anwen mientras
se acercaban a la entrada.
—Entonces supongo que se molestará cuando descubra que dejé la isla, — dijo Flora con
total naturalidad. —Date prisa, Anwen. No tomará mucho tiempo.
Cuando llegaron al puesto de guardia junto al puente, dos guerreros la detuvieron.
—Deseo ver dónde se encontró al hombre muerto, — dijo Flora.
Ambos guerreros se miraron sin saber qué hacer.

Traducción: Kalia2101 95
—Es una solicitud simple y fácil. Simplemente acompáñame por el puente hasta donde
Walsh te llevó hasta el hombre muerto —instruyó Flora.
—No tardaré. — Cuando los dos no se movieron, levantó la voz con autoridad.
—¡Ahora!
Los dos guerreros saltaron y se apresuraron a hacer lo que les ordenó, Anwen sacudió la
cabeza mientras los seguía.
Flora miró a su alrededor una vez en el lugar. Sangre, pisadas y marcas de arrastre cubrieron
gran parte del área. Ella inclinó la cabeza hacia atrás para mirar hacia el gran pino.
—¿Tú trepas a los árboles, Anwen? — preguntó Flora.
—Nunca, mi señora, — dijo Anwen.
—Mi prima, Tavia, lo hizo una vez, aunque no más debido a una lesión, pero me dijeron que
era algo natural para ella. Me pregunto si fue lo mismo para el hombre muerto… una
habilidad natural.
—Está empezando a nevar, mi señora, debemos regresar ahora. El puente se vuelve
resbaladizo cuando nieva, — dijo el guerrero.
Flora se sorprendió al ver caer grandes copos de nieve. Había estado tan absorta mirando a
su alrededor que ni siquiera se había dado cuenta.
—Un momento más, — dijo Flora. —¿Se encontró una sola flecha en algún lugar del suelo?
—No, mi señora. — dijo un guerrero.
—Sepárense y busquen a su alrededor y vean si encuentran uno antes de que la nieve nos lo
oculte, — ordenó Flora.
Anwen se unió a los guerreros, sus cabezas inclinadas buscando.
Flora estaba a punto de darse por vencida cuando Anwen gritó.
—Lo encontré.
Flora miró para verla sosteniendo una sola flecha y sonrió.
—¡Maravilloso! Ahora podemos volver al pueblo.
—¡Nunca debiste haber dejado el pueblo en primer lugar, esposa!

Traducción: Kalia2101 96
CAPITULO 12
Flora agitó la flecha en el aire mientras se acercaba a su esposo.
—Encontramos la flecha que mencionó Walsh. Nos dice que al menos parte de la historia
del hombre es cierta.
Torin estaba de pie en medio del puente, con los brazos cruzados sobre el pecho y el rostro
fruncido por la ira.
—Me mentiste. Me dijiste que ibas a ver a Iona.
—No mentí, — dijo mientras se acercaba a él. —Planeaba ver a Iona, pero primero quería
ver dónde Walsh mató al hombre y también ver si se podía encontrar una flecha para
confirmar su historia.
—¿Y si él mismo simplemente arrojara una flecha al suelo para que su historia pareciera
verdadera? — Torin desafió.
—Pensé lo mismo, pero ¿por qué inventar tal historia cuando Walsh simplemente podría
haber dicho que se encontró con el hombre y pelearon?
Como de costumbre, su esposa dio una explicación razonable.
—Supongo que tienes un punto válido.
Flora sonrió y apresuró su paso hacia él, y su pie se enganchó en un parche de hielo y sus
pies se salieron de debajo de ella.
Torin no tenía intención de llegar demasiado tarde para evitar que su esposa cayera al suelo
por segunda vez hoy. Corrió hacia ella y le rodeó la cintura con el brazo justo a tiempo para
levantarla y evitar que golpeara el camino de piedra.
Flora hizo una mueca, un dolor punzante en su espalda.
Torin murmuró varios juramentos. —Te he lastimado.
—Nay, — le aseguró ella. —Sentí el dolor cuando me paré frente a la torre. Creo que algo
me golpeó en la espalda cuando me caí y me dejó magullado.
—¡Vamos a ver a Iona ahora! — ordenó, molesto por no haberla obligado a hacerlo
inmediatamente después de la caída.

Traducción: Kalia2101 97
Ella levantó la flecha.
—Si el hombre que disparó la flecha fuera un hábil tirador, entonces estoy seguro de que
sería cuidadoso con sus flechas. Esto debería coincidir con las flechas en su carcaj y ayudar
a confirmar la historia de Walsh.
—¡Anwen! — Torin llamó y la mujer dio pasos cautelosos una vez en el puente para
alcanzarlo.
—Llévale la flecha a Kinnell y dile que vea si coincide con las otras flechas en el carcaj del
muerto.
Anwen asintió con la cabeza y tomó la flecha que Flora le entregó.
Torin frunció el ceño a sus dos guerreros, que se habían colocado al final del puente.
—A mi esposa no se le permite cruzar este puente sin mi permiso.
—Aye, mi señor, — repitieron los dos juntos.
Flora se soltó de su abrazo y lo miró desconcertada.
—¿Soy una prisionera aquí?
—Por supuesto que no, — dijo Torin.
—Entonces, ¿por qué necesito tu permiso para salir de la isla?
—Para que pueda mantenerte a salvo. Para que nadie pueda arrebatarte de mí. Así no pierdo
la cabeza preguntándome y preocupándome de lo que te pueda pasar.
—¡Entonces, esposa, me obedecerás en esto! Torin ordenó con firmeza.
—¿Te volverías loco preocupándote por mí? — preguntó ella, esa parte de su comentario la
sorprendió y tocó su corazón.
Torin fue a decirle que ella era su esposa y que era su deber protegerla cuando se dio cuenta
de que no era todo. Habían pasado dos semanas desde que se casaron, pero la idea de que se
la quitarían le desgarraba el corazón. Que esta mujer habladora pudiera haber logrado
abrirse camino hasta su corazón de alguna manera lo sorprendió.
—Eres mi esposa y es mi deber protegerte, — dijo, pensando, aunque no podía razonar por
qué, que necesitaba defenderse a sí mismo.
—Sí, por supuesto, — dijo Flora, pero la mirada confusa en sus ojos oscuros la hizo
preguntarse si eso no era del todo cierto.
—Vamos a ver a Iona, luego regresaré a la fortaleza.

Traducción: Kalia2101 98
—Descansarás el resto del día, — ordenó Torin.
—Instruyo a los sirvientes, no es una tarea gravosa, y no quiero retrasarnos para que no nos
instalemos en la fortaleza.
Torin fue a discutir y se detuvo. Estaba ansioso por que se instalaran en su dormitorio.
—Descansarás cuando sea necesario.
Ella sonrió suavemente. —Sí, ahora que tu cama estará allí para que yo lo haga.
Torin la miró, una imagen de ella durmiendo en su cama, desnuda, se apoderó de su mente.
No se dio cuenta de que ella había enganchado su brazo alrededor del suyo antes de dirigirlo
a lo largo del puente, los guerreros siguiéndolos.
—¿Qué opinas? — preguntó mientras se acercaban a la cabaña de Iona.
Torin la miró perplejo. No había escuchado ni una palabra de lo que ella había dicho, su
mente se había demorado en ella en su cama y en lo que estarían haciendo allí una vez que
él se uniera a ella.
Afortunadamente, su esposa siguió hablando. —Yo mismo creo que hay algo de verdad en
la historia de Walsh, en los puntos que te dije, pero no estoy seguro de si todo es cierto, por
lo que creo que sería prudente vigilarlo...
Se molestó consigo mismo por no prestarle atención, pero al menos ahora entendía lo que
ella le había pedido. —Yo pensé lo mismo y ya he ordenado que se vigile a Walsh.
—Una sabia decisión, esposo, — elogió Flora.
Eso era algo más que notó que su esposa hacía con frecuencia, elogiar cuando se lo merecía,
no simplemente para apaciguar a una persona. Ella también lo felicitaba cuando lo merecía
y él había visto cómo los sirvientes comenzaban a admirarla. Pero lo que descubrió que más
le gustaba había sido escuchar su risa a veces en la fortaleza y escuchar reír a los sirvientes
también. Nunca hubo risas cuando su pa’ gobernaba y nunca una sonrisa en los rostros de
los sirvientes. No era así ahora. Fantasma o no, se podían ver más sonrisas que miedo en los
que estaban en la fortaleza.
También había visto cómo los sirvientes y la gente se juntaron preocupados por su esposa
cuando sucedió el incidente. Ninguno en el clan había derramado una lágrima cuando su
madre o su padre habían muerto. Su esposa estuvo aquí apenas una semana y ya la gente se
preocupaba por ella.
Las palabras salieron sin pensar. —Eres una buena mujer, esposa.

Traducción: Kalia2101 99
—Intento serlo, — dijo Flora. —Mis padres me enseñaron la importancia de la bondad, pero
también de la sabiduría, ya que me advirtieron sobre el equilibrio de las cosas, es decir, si
hay bondad, también hay maldad y donde hay sabiduría, también hay ignorancia.
—¿Y te enseñaron a combatir el mal y la ignorancia? — preguntó Torin, sorprendido de que
a veces encontrara esclarecedor el interminable parloteo de su esposa.
—Conocimiento. Es un arma poderosa, — dijo Flora con orgullo.
—Mi pa’ me enseñó a manejar un arma tan poderosa con cuidado y trato de hacerlo lo mejor
que puedo.
—Tuviste un padre sabio —dijo Torin con un poco de envidia.
—Mi papá me enseñó poco.
—Disparates. Él te enseñó algo particularmente importante —insistió ella.
Nada de lo que ella dijo podía probar que sus palabras eran correctas, pero él preguntó:
—¿Cómo es eso?
—El ejemplo de tu papá te enseñó cómo no ser un papá, una lección importante para que
sepas cómo ser un papá bueno y amoroso.
Torin se sorprendió en silencio. Ni siquiera había considerado eso, pero su esposa tenía
razón. Él no sería como su padre para sus hijos. Quería más con ellos. Quería amarlos y que
ellos lo amaran y les enseñaran lo que necesitaban saber no solo para sobrevivir en este
mundo sino también para tener una buena vida.
Miró a su esposa, sonriendo mientras extendía su mano para atrapar los copos de nieve que
caían y en ese momento se dio cuenta de lo perfecta que era para él. Ella no solo enseñaría
mucho a sus hijos, sino que también le enseñaría a él.
—Mi pa’ se rio de mí cuando era muy joven, cuando me vio tratar de atrapar un copo de
nieve. Pensó en burlarse de mí, diciéndome que, si podía atrapar uno, me lo podía quedar.
— Flora se rio.
—Se sorprendió cuando le informé que eso era una tontería ya que un copo de nieve se
derretiría al tocarlo. Ese fue el día en que comenzó a enseñarme a leer.
—Tu papá suena como si fuera un hombre increíble y un pa’ amoroso.
—Lo era, — dijo ella y abrazó su brazo. —Creo que es por eso que los sueños que tengo de
él y mi madre me perturban tanto.
—Me alegro de que estés aquí, — gritó Iona cuando se acercaron a su cabaña.

Traducción: Kalia2101 100


La molestia pinchó a Torin. Tenía la esperanza de que su esposa finalmente compartiera su
sueño, aunque más bien fue una pesadilla, con él, pero al menos ahora sabía que ella había
experimentado más de lo que él sabía y que concernía a sus padres.
—Estaba con un niño enfermo cuando ocurrió el incidente, pero Kinnell se aseguró de que
me enterara. ¿Sufres algún dolor? — preguntó Iona.
Torin respondió: —Su espalda.
—Déjame echar un vistazo y veré qué se puede hacer, — dijo Iona y extendió la mano para
tomar el brazo de Flora mientras despedía a Torin con un movimiento de su mano.
—No necesitamos su ayuda, mi señor.
—Ayudando o no, veré por mí mismo lo que sufre, — ordenó Torin para sorpresa de Iona.
Iona asintió con la cabeza. —Como desee, mi señor.
Los ojos de Flora se abrieron de par en par tan pronto como entró en la cabaña de Iona. Las
vasijas de barro estaban sobre las mesas, plantas secas colgaban del techo y un gran mortero
y una maja estaban sobre la mesa frente al hogar, un montón de hojas secas yacía a su lado
esperando ser trituradas.
Una plétora5 de olores golpeó la nariz de Flora y las preguntas se deslizaron por su lengua
ansiosa por ser formuladas. Desafortunadamente, su esposo se apresuró a detenerla.
—No pienses en hacerle preguntas interminables a Iona. Estás aquí para que ella se ocupe
de ti, nada más —ordenó Torin.
—En otro momento, Iona— dijo Flora.
Iona asintió. —Cuando usted quiera, mi señora. Ahora dime qué te duele.
Torin escuchó a su esposa detallar su dolor e incluso ofrecer una explicación. Luego vio
cómo Iona presionaba a lo largo de las áreas que Flora le señaló. Hizo una mueca cuando su
esposa lo hacía como si él sintiera su dolor.
Iona le entregó una pequeña vasija a Torin.
—Mi señora probablemente sufrió un hematoma. Frote esto en el lugar durante un par de
días. Ayudará a curarla.
Torin lo tomó asintiendo, pensando en el control que necesitaría cuando aplicara el bálsamo
en la piel desnuda de su esposa.

5 Abundancia.

Traducción: Kalia2101 101


—Eché un vistazo rápido al hombre muerto. Sin moretones. Diría que su vida terminó
rápidamente sin mucha lucha, — dijo Iona.
Torino asintió. —Es bueno saber eso.
Flora esperó hasta que salieron para decir: —Si no hubo mucha pelea, eso significaría que
Walsh tomó al hombre desprevenido y no esperó para matarlo. ¿Pero por qué? La única
explicación razonable sería silenciarlo, lo que significaría que Walsh sabía por qué el
hombre estaba allí en primer lugar.

Traducción: Kalia2101 102


CAPITULO 13
Temprano en la noche, Torin se quedó mirando la vasija de bálsamo sobre la mesa, aunque
era más como ésta lo mirara fijamente, burlándose de él, tocándolo, burlándose de él. Él y
Flora habían discutido sobre Walsh y el incidente mientras cenaban. También habían
discutido cómo iban las cosas en la fortaleza y todo el tiempo el cántaro lo atormentaba.
Flora se estiró de la silla, sus brazos se abrieron ampliamente antes de hacer una mueca y se
estiró detrás de ella para frotarse justo por encima de su cadera derecha y volvió a hacer una
mueca. Bajó los brazos, bostezó y cogió la pequeña vasija.
Torin saltó hacia adelante en su silla. —Puedo encargarme de eso por ti.
—No es necesario. Puedo hacerlo sola, — dijo Flora, queriendo terminar con eso para poder
buscar la cama y dormir, el día la había agotado.
Todas las burlas y tormentos que esa maldita vasija le había causado, solo para estar ahora
decepcionado, agitaron la ira de Torin. Estaba ansioso por tocar a su esposa más
íntimamente y la vasija le había dado la excusa perfecta para hacerlo. Aunque tal vez era
mejor que mantuviera sus manos lejos de ella por ahora. Él le había dado su palabra y
mientras pensaba de vez en cuando en tentarla, siempre regresaba a su palabra. Si un
hombre no podía cumplir su palabra, entonces no era un hombre. Además, solo pasaron dos
días antes de que se mudaran a la fortaleza. Podía esperar dos días.
Flora se quitó la túnica, la dobló y la colocó encima de la silla. Fue y se sentó en la cama para
inclinarse y quitarse los zapatos e hizo una mueca, su mano se disparó hacia su espalda.
Torin saltó de su silla y fue hacia ella, dejándose caer en cuclillas frente a ella.
—Me encargaré de eso por ti.
—Puedo hacerlo…
Él apartó su mano suavemente. —Estás cansada y te duele la espalda.
Flora volvió a bostezar. —No negaré ni discutiré eso.
Después de quitarle ambos zapatos, la ayudó a ponerse de pie. —Deberías dormir en medias
esta noche. Hace frío. — Y me ayudará a mantener mis manos alejadas de ti, pensó, aunque
no estaba seguro de si las medias servirían como escudo suficiente.

Traducción: Kalia2101 103


—Nay, las medias me molestarían. Lo único que me pongo en la cama es mi camisón.
No necesitaba que se lo recordaran. Se había dado cuenta la primera noche que había
dormido a su lado, y no había sido fácil ignorarlo. La prenda se amontonaba alrededor de
sus muslos y él se despertaba para encontrar sus piernas desnudas enredadas con las de ella.
Le encantaba sentirlos suaves y cálidos contra él, pero maldita sea si no lo excitaba.
Otro bostezo de ella lo hizo sacudir la cabeza. Se dio cuenta de lo agotada que estaba y su
ardor se enfrió. Necesitaba dormir.
Volvió a dejarse caer frente a ella, solo que esta vez fue para quitarle las medias. Hizo un
trabajo rápido, aunque hubiera preferido quedarse, su suave piel le rogaba que hiciera
precisamente eso.
—Me encantan tus caricias, — susurró ella, incapaz de ignorar la forma en que sus dedos
rozaron sus pantorrillas y enviaron una sensación encantadora a través de ella.
Levantó la cabeza y sus ojos se encontraron, y supo que estaba en problemas. —Estás
cansada.
—No estoy tan cansada para un beso, — dijo Flora en voz baja y se inclinó hacia delante,
sus labios alcanzando los de él.
Fue solo un beso. Un simple beso, se dijo a sí mismo y acercó sus labios a los de ella.
Puede haber sido un simple beso, pero disparó una descarga de pasión a través de él, que lo
golpeó con fuerza, una pasión intensa que nunca antes había conocido hasta ahora, aquí con
ella. Era como si nunca hubiera disfrutado genuinamente de un beso, nunca hubiera
disfrutado genuinamente tocar a una mujer, nunca hubiera deseado genuinamente a una
mujer tanto como deseaba a su esposa.
Su mano fue a descansar en su espalda mientras sus labios tomaban el mando del beso,
exigiendo más de ella, de ambos. Su mano se deslizó alrededor de la parte posterior de su
cuello para sostenerlo fuerte, para mantenerlo allí y no dejarlo ir. Encendió su pasión aún
más y temió que el beso no fuera suficiente para ninguno de los dos.
Ella se inclinó hacia adelante, presionó su pecho contra el de él y su mano se deslizó por su
espalda hasta su cintura justo por encima de su cadera y la agarró allí.
Flora arrancó su boca de la de él, soltó un grito ahogado y apretó los ojos con fuerza contra
el dolor.
Torin se maldijo a sí mismo mil veces, habiendo estado tan absorto en su beso que se había
olvidado por completo de su lesión.
—Perdóname, Flora, lo olvidé, — dijo, enojado por haberle causado dolor.

Traducción: Kalia2101 104


Ella apoyó su frente en la de él mientras el dolor disminuía.
—No hay nada que perdonar, esposo. — Ella se rio. —Es culpa del beso. Fue tan magnífico
que nos hizo perder el sentido común a ambos, y no me importó en absoluto.
Hubo otro golpe en su corazón. Cómo la mujer podía hacerlo sentir bien cuando él le había
causado dolor lo asombró.
—Estoy de acuerdo contigo en eso, esposa. Nunca he conocido besos tan magníficos como
los que comparto contigo, — dijo.
Flora levantó la cabeza. —En serio. ¿Se me da bien besar?
Excepcionalmente así.
—Pensé que tendría que practicar más.
Torin estaba a punto de decirle que aún podía hacer eso cuando ella siguió hablando.
—Pero nunca está de más seguir practicando, volverse aún más competente.
—Sí. Sí —estuvo de acuerdo, asintiendo.
—Podemos practicar a menudo.
Torin siguió de acuerdo. —Sí. Sí.
Un bostezo salió de ella. —Quiero seguir besándote. — Su mano se extendió para descansar
contra su pecho. —Y tocarte. No sé por qué, pero tengo esta necesidad de tocarte, Torin.
—Y quiero tocarte, Flora. Quiero recorrer tu cuerpo desnudo con mis manos y mis labios y
llegar a conocer íntimamente cada parte de ti —dijo suavemente y rozó sus labios con los
de ella. —Pero otra noche cuando no estés cansado y sin dolor.
Flora contuvo el estremecimiento sensible que su comentario había enviado a través de ella
y encendió el pequeño dolor que se había instalado entre sus piernas. Se sintió un poco sin
aliento, pero logró decir: —Puedo hacer lo mismo contigo.
Torin contuvo el gemido que se apresuró a sus labios, pero no pudo evitar que se le escapara
un poco.
Sin confiar en que el resto vomitara, asintió, hasta que el gemido se disipó en su pecho, luego
dijo: —Sí, puedes tocar y besar mi cuerpo cuando quieras.
Su mano cayó suavemente para descansar entre sus piernas y sin pensarlo le dio un apretón
a su duro eje. —¿Aún allí?

Traducción: Kalia2101 105


Esta vez, Torin no pudo detener el gemido, aunque quisiera, lo atravesó tan rápido y
poderoso y salió de su boca. —No hagas eso.
Su mano salió disparada de él. —¿Necesito permiso?
—Por el momento, sí, — ordenó, tratando de mantener la cordura.
Se apresuró a ponerse de pie. No podía dejar que su conversación continuara. Le haría un
sinfín de preguntas que lo inflamarían aún más y eso sería todo. Y él no le causaría dolor
como lo había hecho antes, aunque, en este momento, estaba sufriendo mucho.
—Duerme. Estás exhausta —ordenó y caminó hacia la puerta.
Flora miró la vasija que había dejado cerca del hogar. —No deseas ayudarme a aplicar el
ungüento.
Torin respiró hondo antes de darse la vuelta. —¿Quieres sellar nuestros votos esta noche
mientras sufres dolor y no puedes disfrutarlo por completo? Porque si aplico ese bálsamo a
tu herida, eso es lo que sucederá. Eso te lo puedo prometer.
Flora vaciló y luego negó con la cabeza. —No, estoy cansado, y mi costado me duele. Sería
una tontería de mi parte hacerlo.
—Sí, esposa, lo sería, porque no es un acoplamiento rápido lo que compartiremos. Será una
buena parte de la noche que te haga el amor. — Dio media vuelta y salió, la puerta de madera
traqueteó cuando la cerró con tanta fuerza.
Flora se quedó mirando la puerta cerrada, con la mente en una sola cosa.
Que te haga el amor.
No había dicho que copularían, ni que la follaría, algunas de las frases que su mamá le había
hecho saber y la diferencia de cada una. Él había dicho que le haría el amor. ¿Podría él
posiblemente amarla?
Su mano fue a su estómago, sintiendo un aleteo de emoción. Cada día había encontrado a su
marido más y más de su agrado. Si él empezaba a sentir lo mismo por ella, había esperanza
de que pudieran tener un buen matrimonio, una buena vida juntos.
Y tal vez, solo tal vez, incluso podrían llegar a amarse.

Traducción: Kalia2101 106


—¿Qué piensas de Walsh? — preguntó Torin a Kinnell, observando al hombre corpulento
llevar un fardo de turba a la cabaña de Philip.
—Todavía tengo que decidir. Es útil para quienes lo necesitan y se unió a los hombres para
quitar la nieve a lo largo de los caminos que atraviesan el pueblo temprano esta mañana,
pero me pregunto si es demasiado amigable, demasiado complaciente, — dijo Kinnell,
también con los ojos en el hombre. . —¿Qué piensas de él?
—Creo que su historia es solo eso, una historia, y me hace preguntarme sobre la verdad de
lo que está haciendo en esta área. Continúa vigilándolo.
—Tengo hombres observándolo en todo momento, — le aseguró Kinnell. —Debo decir que
su esposa tiene a todos en el clan hablando de su valentía en la fortaleza y que está interesada
en investigar el incidente de ayer. Creen que tiene poco miedo.
—Algo que me preocupa, — admitió Torin.
—La gente siente que es un atributo y que ella te hará una excelente esposa. Muchos
también han expresado cómo ella está realmente interesada en el clan ya que se detiene y
habla con todos. Philip la favorece particularmente, ya que ella le hace preguntas
interminables sobre el clan, y él está muy contento de hablar sobre sus años de juventud.
Muchos están muy contentos de detenerse y hablar con ella.
—Porque ella muestra verdadero interés, y ellos lo ven.
Kinnell saltó y se dio la vuelta con prisa. —¿Cómo es que nunca puedo oírte acercarte?
—Nunca escuchas cuando estás aquí en el pueblo. Te crees a salvo aquí, así que no haces el
esfuerzo de hacerlo, — dijo Iona.
—Lady Flora no solo se interesa cuando habla con la gente, sino que también escucha lo que
tienen que decir y les hace preguntas. A diferencia de ti, que escuchas con medio oído.
Kinnell se defendió rápidamente. —Escucho bastante bien.
Iona puso los ojos en blanco en respuesta.
—Yo no te escucho porque siempre estás molestando…
—Sobre cómo no escuchas, — dijo Iona.
—Escucho y veo todo, — argumentó Kinnell.
—Por supuesto que no.— dijo Iona, sacudiendo la cabeza y los rizos de su cabello rojo
llameante rebotando.
—Desperdicio mi aliento contigo. — Se volvió hacia Torin.

Traducción: Kalia2101 107


—Miré la herida de tu esposa. El hematoma es lo suficientemente grande pero ya muestra
signos de desaparecer, así que no me preocupa.
—¿Pero algo más lo hace? — preguntó Torin, viendo preocupación en sus audaces ojos
verdes.
—Ella es tranquila. Incluso los sirvientes han notado su silencio, — dijo Iona.
—Lord Torin debe estar complacido de escuchar eso, — dijo Kinnell.
—A veces puedes ser un completo tonto, — dijo Iona con una lengua mordaz. —Nay, no a
veces, la mayoría de las veces.
Torin apenas escuchó a los dos continuar discutiendo, sus pensamientos ya sobre su esposa.
Ella le había dicho que eso era para preocuparse.
Sabré que cuando el silencio te golpee es tiempo de preocuparse.
—¿Mi esposa ha estado en silencio desde la mañana? preguntó Torin, habiendo dejado su
cama antes de que ella despertara, sin confiar en sí mismo para permanecer allí. Su suavidad
y calidez habían sido demasiado atractivas sin mencionar la forma en que se acurrucó con
fuerza contra él.
—Por lo que han dicho los sirvientes, sí, lo ha hecho, — dijo Iona.
—Iré a hablar con ella, y ustedes dos, — dijo Torin en un tono autoritario, —dejen de
discutir. Me canso de escucharlos.
Su orden no necesitaba respuesta. Se apresuró, ansioso por ver a su esposa y averiguar qué
le preocupaba. Le llamó la atención la diferencia en la fortaleza tan pronto como entró en el
Gran Comedor. Un aroma fresco llenó el aire y un fuego ardiente en el hogar calentó la
habitación cómodamente. Numerosas velas arrojaban un brillo agradable, iluminando
incluso los rincones más oscuros, y se habían colgado tapices sobre las persianas de las
ventanas para protegerse del frío. El entarimado estaba cubierto con una tela blanca y fresca
y dos jarras esperaban sobre él para el señor y su dama. Su esposa había hecho un excelente
trabajo al devolverle la vida a la fortaleza.
—¿Dónde está mi esposa? — gritó y más de un sirviente respondió.
—El dormitorio del antiguo señor, mi señor.
Antorchas ajustadas en sus candelabros de metal iluminaban la escalera de piedra como lo
hacían antes, solo que esta vez escuchó una charla en lugar del opresivo silencio que una vez
existió en la fortaleza.

Traducción: Kalia2101 108


Dos sirvientas doblaron la curva y ellas y su risa se detuvieron abruptamente al verlo.
Rápidamente asintieron con la cabeza y se apresuraron a subir las escaleras para dejarlo
pasar. Los reconoció a ambos habiendo trabajado aquí cuando su padre gobernaba y vio el
miedo en sus ojos tan pronto como lo vieron. Los recuerdos a menudo morían con dificultad,
especialmente los aterradores.
Torin se detuvo cuando llegó al rellano donde las dos sirvientas esperaban y sonreían.
—Es bueno escuchar finalmente charlas en la fortaleza. No creo que mi esposa la tenga de
otra forma, ya que ella misma habla sin parar.
Sus rostros se iluminaron con sonrisas.
—Lady Flora es maravillosa, — dijo una mujer.
—Sí, Lady Flora es encantadora, — dijo el otro.
—Me complace escuchar eso, — dijo y después de un movimiento de cabeza, las dos mujeres
se fueron rápidamente.
La puerta de su dormitorio estaba entreabierta y sin ningún sonido, se preguntó si su esposa
estaría allí. Empujó la puerta para abrirla lentamente y entró en la habitación, sorprendido
de verla desprovista de muebles ya su esposa de pie frente a la chimenea mirando los leños
ardiendo que aún no habían ahuyentado el frío de la habitación.
Se acercó a ella, extendiendo su capa mientras lo hacía y tan pronto como estuvo detrás de
ella, la rodeó con sus brazos para apretarla contra él mientras envolvía su capa con fuerza
alrededor de ellos.
Ella no dijo una palabra mientras se relajaba contra él, aunque su cuerpo se estremeció
ligeramente, agradecida por el calor.
—Estás silenciosa. Algo te preocupa, — dijo.
—Otro sueño, — dijo en voz baja.
—¿No te despertó esta vez? — preguntó, recordando que ella había dormido plácidamente.
—No estabas allí cuando me desperté esta mañana.
Le molestaba no haber estado allí para ella. —Ojalá lo hubiera estado.
—Yo también. Por alguna razón me tranquiliza despertar en tus brazos después de un sueño
tan perturbador.
—Me aseguraré de no dejar nuestra cama hasta que despiertes de ahora en adelante, — le
aseguró.

Traducción: Kalia2101 109


—Por mucho que me gustaría eso, no es razonable de mi parte esperar eso de ti. Habrá
momentos en que el deber te exigirá que estés en otra parte. Son solo sueños. Me las
arreglaré.
Su esposa tenía una extraña manera de tener razón la mayoría de las veces, pero él haría
todo lo posible para estar ahí para ella. Además, prefería estar en la cama con ella cuando
despertara.
Había una cosa que podía hacer por ella ahora que podría ayudar.
—Háblame de estos sueños, — instó.
Flora no dudó. Quería discutirlos, darles sentido, ayudar a resolverlos.
—Son sobre mi mamá y mi papá. Están molestos en el sueño. Siguen pidiéndome que los
ayude. Nunca los veo, la niebla es demasiado espesa en mis sueños, pero veo una sombra que
acecha y, de alguna manera, sé que no es ni mi mamá ni mi papá. La sombra me incomoda.
No puedo evitar pensar que de alguna manera están perdidos, y se están acercando a mí en
busca de ayuda.
—¿Qué pasó con tu mamá y tu papá? — preguntó Torin, con la esperanza de encontrar una
manera de ayudar a su esposa.
—Regresaron enfermos de un viaje a Francia. Tenía muchas ganas de ir con ellos, pero Lord
Simon, un mecenas de mi pa’, solicitó mi ayuda en una pequeña abadía que generosamente
apoyó. Su señoría sintió que las monjas estaban mal organizadas y me pidió que les enseñara
cómo administrar la abadía de manera más eficiente. Cumplí la tarea y regresé a casa el
mismo día que lo hicieron mis padres. Su enfermedad era evidente y se acostaron de
inmediato. Murieron una semana después con pocas horas de diferencia.
—Lamento tu pérdida, Flora, pero fue bueno que al menos regresaran a casa y no murieran
en suelo extranjero lejos de ti.
—Algo en lo que he pensado a menudo y por lo que estoy agradecida, — admitió.
—Sigo soñando con mi abuelo, y murió hace años. A menudo me ofrece consejos o me
recuerda que no sea como mi padre. Era más un padre para mí que mi propio padre.
—¿Él alguna vez se acercó a ti en busca de ayuda? — preguntó Flora ansiosa.
—No puedo decir que lo haya hecho.
—Siento que debo ayudar a mis padres, pero no sé cómo. Están muertos. ¿Cómo podría
ayudarlos? — preguntó ella desconcertada.

Traducción: Kalia2101 110


—Ojalá lo supiera, — dijo Torin, y lo hizo porque no le gustaba ver a su esposa tan
preocupada.
Él la abrazó, no acostumbrado al silencio que se hizo pesado a su alrededor. Cuando
finalmente estaba a punto de romper el opresivo silencio, su esposa salió de sus brazos y
tomó su mano.
—Ven conmigo, — dijo y lo llevó fuera de la habitación.
Él la siguió por las escaleras y entró en la habitación que ahora era su nuevo dormitorio.
—Nuestro dormitorio está terminado. Podemos dormir aquí esta noche, — dijo con una
suave sonrisa.

CAPITULO 14
—¿No estás complacido? — Flora preguntó cuando su esposo permaneció en silencio
mientras miraba alrededor de la habitación.
—Si hay algo que no te gusta, puedo ver que sea cambiado, aunque creo que nos sentará
bien. Puede que la habitación no sea tan grande como la otra, pero contiene todo lo que
necesitamos y podemos crear recuerdos nuevos y felices aquí. Espero llenarlo de mucha
alegría y amor.
Torin silenció a su esposa con un beso, uno poderoso, dejándola un poco sin aliento.
—Es perfecto, absolutamente perfecto. No necesitamos un dormitorio grande ya que tengo
la intención de mantenerte cerca.
Él sonrió y se extendió mientras echaba otra mirada alrededor de la habitación. Su cama
encajaba bien y estaba vestida con ropa de cama limpia. Dos cofres, apilados uno encima del
otro, estaban a un lado de la cama, mientras que solo un cofre estaba al lado del otro. Las
velas estaban en candelabros de metal que habían sido limpiados. Tapices recién limpiados
cubrían las dos ventanas cerradas y el olor a pino llenaba el aire de las ramas recién cortadas
a lo largo de la repisa toscamente tallada. Una pequeña mesa con dos bancos metidos debajo
se encontraba al costado de la chimenea y se habían agregado varias clavijas a la pared y
sostenían no solo algunas de sus prendas, sino también algunas de las de su esposa.

Traducción: Kalia2101 111


Flora sonrió, viendo crecer la sonrisa en el rostro de su esposo y la forma en que sus ojos se
iluminaron de alegría.
—Hiciste nuestra la alcoba. No hay ni rastro de mi madre aquí. Lo hiciste cálido y acogedor,
y no puedo esperar para compartirlo contigo.
—Y yo contigo, — dijo Flora, sus pensamientos inquietantes se habían desvanecido al ver a
su esposo tan complacido. —Creo que sería prudente organizar una celebración, cuando
sea el momento adecuado, en el Gran Salón, para que la gente pueda venir y ver que no hay
nada que temer aquí.
—Estoy de acuerdo. Al clan le vendría bien algo de fiesta.
—Iré a discutirlo con Verena, para que esté al tanto y se prepare según sea necesario. Le está
yendo bien supervisando la cocina, y luego haré que trasladen las últimas cosas de la cabaña
aquí.
—Ocúpate de que nos traigan la comida a nuestro dormitorio esta noche. Esta noche se
trata de nosotros y del comienzo de nuestra vida juntos como marido y mujer.
Un ligero escalofrío de anticipación se apoderó de Flora. Era la razón por la que había tenido
tanto cuidado al preparar esta habitación. Quería que todos los viejos recuerdos fueran
barridos con el polvo y la suciedad, dejándolo fresco y limpio para que pudieran comenzar
de nuevo aquí.
—Sí, como marido y mujer, — estuvo de acuerdo, haciéndole saber que sentía lo mismo.
Ambos se giraron al escuchar pasos subiendo las escaleras.
Un sirviente se detuvo en la puerta abierta y asintió con la cabeza.
—Perdón, mi señor, pero me enviaron para decirle que sus guerreros lo esperan.
—Estaré allí, — dijo Torin.
Flora dirigió una generosa sonrisa al joven.
—Gracias, Mather. ¿Están listas las golosinas para los sirvientes?
El muchacho sonrió ampliamente mientras asentía con la cabeza. —Aye, mi señora. Ya he
disfrutado de uno.
—Un dulce regalo no es suficiente. Ve por uno o dos más. Le dije a Verena que se asegurara
de que hubiera una cantidad generosa para todos.
—Aye, mi señora, y hay suficiente para todos, y estamos muy agradecidos.
—Maravilloso. Ahora ve y disfruta, — dijo Flora en broma, ahuyentándolo.

Traducción: Kalia2101 112


—¿Conoces todos los nombres de los sirvientes? — preguntó Torin.
—Por supuesto, — dijo Flora, sorprendida de que él tuviera que preguntar.
—Sería grosero de mi parte no hacerlo. ¿Cómo puedo verlos y trabajar con ellos todos los
días y no referirme a ellos por su nombre? — Ella sacudió su cabeza.
—Eso no sería en absoluto apropiado o cortés. — Su ceño se arrugó cuando preguntó:
—¿No sabes los nombres de los sirvientes?
—No todos, — dijo, sintiendo la necesidad de defenderse.
—Te ayudaré a aprenderlas, — se ofreció.
Casi negó con la cabeza, pero se detuvo. Sintió la necesidad de ponerse a la defensiva
mientras ella no ofrecía ningún juicio, solo ayuda. Cada vez encontraba más atractiva a su
habladora esposa.
Él la enganchó rápidamente alrededor de la cintura y le plantó un beso apresurado en los
labios. —Después, esposa, eres toda mía y tengo planes para ti.
—Y yo por ti, esposo —dijo ella, con un brillo de deseo danzando en sus ojos oscuros.
Esta vez, Torin negó con la cabeza. —¿Sabes lo que me haces cuando dices algo así?
—Algo bueno, espero, — dijo alegremente.
Él tomó su mano y la colocó contra el bulto en su tartán.
—¡Oh! — dijo con entusiasmo. —Aprendí algo nuevo… Puedo despertarte con meras
palabras. Es bueno saberlo, y tengo muchas ganas de tocar tu eje esta noche y ver cómo
responde para poder aprender qué es lo que te da placer.
Torin gimió, sacudió la cabeza y salió de la habitación, pero la mano de su esposa en su brazo
lo detuvo.
—¿A dónde vas con tus guerreros? — ella preguntó.
—Vamos a explorar el bosque al otro lado del puente para ver si podemos encontrar un
lugar para acampar donde el muerto o Walsh pudieron haber acampado.
—Y para ver si otros podrían haber estado con alguno de ellos, — dijo, descartando la
sugerencia. —Me uniré a ti.
—Absolutamente no, y además, tienes mucho que terminar aquí para que todo esté listo
para esta noche, — recordó.

Traducción: Kalia2101 113


Flora debatió en silencio consigo misma y triunfó la idea de experimentar la intimidad con
su marido.
—¿Me dirás lo que encuentres? — ella preguntó.
—Tienes mi palabra, — dijo, después de haber descubierto que disfrutaba hablar con ella y
escuchar su perspectiva sobre los diversos temas.
Ella besó su mejilla. —Más tarde, esposo.
—En eso también tienes mi palabra, — dijo con una sonrisa maliciosa que Flora le devolvió
del mismo modo.
Pasó unos momentos haciendo un inventario de la habitación y haciendo una lista mental
de las pequeñas cosas que quería hacer antes de esta noche. Le pasó la lista a Anwen, que
estaba disfrutando de un dulce regalo en el Gran Comedor.
—No se apresure. Disfruten el respiro y terminen los dulces y sus bebidas calientes, todavía
hay tiempo para volver a sus tareas, — dijo a los sirvientes que parecían listos para salir
corriendo. Voy a hablar con Verena. Es hora de planear una celebración.
Las sonrisas se extendieron y los vítores resonaron cuando Flora se apresuró a ir a la cocina.
Flora se tomó su tiempo para hablar con Verena y repasar un plan para la celebración,
aunque quedó por fijar una fecha. Casi habían terminado cuando Walsh apareció en la
puerta de la cocina.
—Me ofrecí a buscar la comida de Philip ya que tiene dificultades para moverse en la nieve,
— dijo Walsh.
Verena miró a Flora en busca de permiso.
—Dale la canasta, — dijo Flora, al enterarse de que Torin se aseguraba de que los ancianos
del clan recibieran comida si era necesario. Te acompañaré a casa de Philip para ver cómo le
va.
Walsh se encogió de hombros. —Su elección, mi señora, pero se sentirá decepcionada si
cree que robé la comida del anciano.
—Eres un mercenario. No puedo estar seguro de lo que harías.
—¿Y aun así caminarás conmigo a la cabaña? ¿No es una tontería? — Walsh preguntó con
una sonrisa.
Flora se rio entre dientes.

Traducción: Kalia2101 114


—Lo que sería una tontería es si intentaras dañarme con tantos de los guerreros y miembros
del clan de mi esposo. A menos que tengas la idea de encontrarte con la muerte hoy.
—Tienes una mente rápida.
—Lo intento, — dijo Flora. —Ahora, no hagamos esperar a Philip.
Había caído suficiente nieve para atraer a los niños a jugar, las bolas de nieve volaban y los
chillidos de alegría llenaban el aire mientras Flora caminaba junto a Walsh por el pueblo.
—Tienes preguntas para mí, — dijo Walsh.
—Por supuesto que sí, — dijo Flora. —Estoy tratando de dar sentido a tu verdadera razón
para aparecer aquí, pero se me escapa.
—¿No crees mi historia?
—Creo que partes de esto pueden ser ciertas, pero todavía estoy esperando un juicio hasta
que pueda averiguar más. Entonces, ¿por qué no me ayudas? — sugirió Flora.
—No hay mucho más que agregar a lo que ya le dije, milady, — dijo Walsh.
—Me temo que no te creo, — dijo Flora con total naturalidad. —Una mirada me dice que
eres un mercenario experimentado, lo que significa que confías en pocos y las mentiras son
comunes para ti. No es que te culpe. Tus tareas no pueden ser tan fáciles con la traición, las
mentiras y los secretos como parte de ellas. Pero también creo que cada hombre tiene una
línea que no cruzará, porque una vez que lo hacen, le deben su alma al diablo, y la mayoría
le teme al diablo. —
—Tienes que creer en él para temerle, — dijo Walsh.
—¿No crees en él?
—Hay un demonio en todos nosotros, — dijo entre risas. —Es si lo gobernamos o él nos
gobierna.
—Un pensamiento interesante, — dijo Flora, pensando en algo similar que su padre había
comentado una vez.
—Mi papá estaría de acuerdo contigo. Me dijo que el mal y el bien residen juntos. Tú eliges
cuál quieres ser. ¿Cuál elegiste, Walsh?
Él sonrió. —Descubrí que depende del momento.
—Ahora entiendo, — dijo Flora, asintiendo.
—¿Entender qué?

Traducción: Kalia2101 115


—No has conocido el amor. El amor hace toda la diferencia.
Walsh gruñó. —El amor es el juguete del diablo. Lo cuelga frente a ti, te deja jugar con él,
luego te lo arrebata y te deja con dolor.
—Has amado y perdido, — dijo Flora con sorpresa.
—Y no seré engañado por la mano del diablo otra vez, — espetó Walsh.
Flora se detuvo, obligando a Walsh a hacer lo mismo. —Tu dolor no te deja ver con claridad.
¿Preferirías nunca haber conocido ese amor y toda la alegría que te trajo? ¿Renunciarías a
todos los hermosos y amorosos recuerdos para que el dolor desaparezca? ¿Dejarías ir el amor
que te trajo tanto placer, para nunca volver a saberlo? Ahora te entiendo. Tienes tanto dolor
en tu corazón que no te importa causar dolor a otras personas. Tú, Walsh, nunca has
conocido realmente el amor, porque una persona que ama nunca haría nada para dañar sus
recuerdos.
Walsh fue a discutir y Flora levantó la mano en el aire.
—Voy a hacer que alguien te hable, alguien que conozca el verdadero valor del amor. — Ella
sonrió cuando vio a la persona que salía de la fortaleza justo cuando había terminado. —
¡Anwen! — gritó, y la mujer corrió hacia ella.
—No necesito que nadie me hable del amor. Sé lo que necesito saber, — espetó Walsh y se
giró para alejarse, pero no sin antes lanzar una mirada rápida a Anwen.
Flora lo vio... un rápido destello de interés. Ella lo vigilaría.
—Milady, — dijo Anwen cuando llegó junto a Flora, aunque sus ojos se desviaron hacia
Walsh que se retiraba.
—¿Hay algo mal? ¿Ese hombre se ha portado mal contigo?
—No, Anwen. Es un hombre con el corazón roto que aún tiene que sanar.
—Un corazón roto deja una cicatriz, mi señora, que las lágrimas se abren de vez en cuando
para atormentar y lastimar, pero a veces los recuerdos amorosos pueden calmar, y estoy
agradecida por ellos, — dijo Anwen con tristeza.
—Me dolería si perdiera a Torin, — dijo Flora, sorprendiéndose a sí misma, las palabras
saliendo de sus labios por sí solas.
Anwen sonrió.
—Puedes verlo en tus ojos, que te preocupas por él y que él se preocupa por ti. Es una buena
manera de comenzar un matrimonio.

Traducción: Kalia2101 116


—¿Ves en sus ojos que se preocupa por mí? — Flora preguntó ansiosamente mientras
enganchaba su brazo con Anwen, sorprendiéndola, mientras caminaban hacia la fortaleza.
—Sí, milady, y no soy la única. Es obvio ya que Lord Torin nunca ha mirado a una mujer de
la forma en que te mira a ti.
—Mi mamá me dijo que sabía que amaba a mi papá cuando lo vio por primera vez. Pero me
pregunto si eso es posible… mirar a un extraño e instantáneamente saber que lo amas.
—Fue así conmigo y con mi esposo. Cuando vi a Glendon por primera vez, perdí mi corazón
por él. Era tan guapo y tenía la sonrisa más maravillosa, — dijo Anwen, el hermoso recuerdo
trayendo una generosa sonrisa a su rostro. Ella sacudió su cabeza.
—Casi lo olvido, mi señora, ha surgido una pregunta desde que se supo que usted y su
señoría se mudarán a la fortaleza esta noche.
Flora entendió sin más explicaciones.
—Tenía la intención de darlo a conocer cuando volviera. Nadie permanecerá en la fortaleza
después del anochecer esta noche. Deja nuestra cena en nuestro dormitorio. Lo haremos
bien solos.
—¿Estás segura, mi señora? — preguntó Anwen preocupada.
—Es hora, Anwen, de que la fortaleza sea devuelta a su señoría y el fantasma sea enviado en
su camino.

—¿Qué encontraste? — Flora le preguntó a su esposo mientras cenaban sentados en su


dormitorio.
Torin estaba ansioso por la noche íntima que le esperaba con su esposa y no quería demoras
ni interferencias. Para lograrlo, primero tuvo que satisfacer la curiosidad y las preguntas de
su esposa.
—Se encontró un campamento y más lejos del puente de lo que esperaba, — dijo.
—¿Había alguna señal de que más de una persona estaba allí? — preguntó Flora.
—No que pudiéramos encontrar, — dijo Torin, notando lo vigorosamente que comía su
esposa. Él había pensado que ella podría estar nerviosa por la noche que se avecinaba, pero
no mostró signos de ello.

Traducción: Kalia2101 117


—¿Qué tan profunda era la ceniza de la fogata? — ella preguntó.
—No lo sé. Tuvimos suerte de encontrarlo con la nieve que había caído y cubría el suelo y
qué...— Hizo una pausa y sacudió la cabeza. —Estaba tan complacido de encontrar el
campamento que nunca pensé que la profundidad de las cenizas podría darme una idea de
cuánto tiempo había acampado allí.
—Me imagino que estabas más preocupado de que él pudiera haber tenido compañeros con
él, lo que representaría un peligro presente.
Torin se inclinó hacia delante y colocó los brazos en el borde de la mesa.
—Nunca he conocido a una mujer cuya mente funcione tan rápido.
Flora se rio entre dientes. —Mi papá dijo que tan pronto como pude hablar, algo que hice a
una edad notablemente joven, hice preguntas. Afortunadamente, a él y a mi madre no les
importó. Estoy muy agradecida de que hayan alimentado mi curiosidad. Es algo que espero
hacer con nuestros hijos.
Constantemente le propinaba inesperados y alegres soplos en el corazón o en el estómago,
aunque a él no le importaba. Los disfrutó bastante.
—Sin embargo, seré honesta contigo, ya que espero honestidad de ti, — dijo después de
tomar un sorbo de vino.
—Por favor, hazlo y me esforzaré por hacer lo mismo.
—He estado tomando una mezcla que funciona bien para prevenir la concepción. Sin saber
qué tipo de marido serías… pensé que era mejor esperar y ver.
—Entiendo tu razonamiento, pero un heredero es importante no solo para mí sino también
para el clan y no quiero retrasarlo. — Se preocupó cuando su esposa permaneció en silencio
y se preocupó por el motivo, y preguntó: —¿No quieres llevar a mi hijo?.
—¡Nay! ¡Nay! No es eso. Es solo que no sé nada sobre tener un hijo, dar a luz, y no sé cómo
criarlo, ya que soy hija única y he tenido poco acceso a los niños.
—Hay muchas mujeres aquí que te ayudarán.
Flora asintió. —Aye, no tengo ninguna duda de eso, pero preferiría conocer bien a las
mujeres y sus hijos antes de apresurarme. También me gustaría asegurarme de que todo esté
resuelto con el fantasma, para que no cause más problemas en la fortaleza.
—Te daré un mes, no más, — ordenó Torin, sin dejar oportunidad para el debate.
—¿Dime por qué esa decisión es tuya y no mía? — preguntó Flora y rápidamente agregó: —
y no digas que es porque eres mi esposo.

Traducción: Kalia2101 118


—Pero esa es la razón, — dijo Torin. —La palabra de un esposo debe ser obedecida.
—¿Por qué?
Torin pareció desconcertado. —Así son las cosas.
—¿Porque los hombres así lo ordenan? — Flora negó con la cabeza.
—Esta es la razón por la que decidí nunca casarme. No quería que nadie tomara decisiones
por mí que yo fuera capaz de tomar por mi cuenta. Aunque si hubiera decidido casarme,
hubiera preferido encontrar un esposo que discutiera las cosas conmigo para que
pudiéramos tomar decisiones juntos, no que las decisiones se tomaran por mí. —
—Ese sería un marido raro, — dijo Torin. —Me imagino que tu papá tomó decisiones por
tu mamá.
Flora fue a discutir y se detuvo, recordando algunas veces que había escuchado a su madre
protestar por las decisiones que había tomado su padre que la preocupaban.
—Así son las cosas, Flora, — dijo Torin.
El comentario de su esposo fue similar a lo que su madre había dicho cuando confesó que
había escuchado su discusión. Ese incidente había sido el comienzo de sus dudas sobre si
alguna vez se casaría.
Al ver la decepción de su esposa y no querer arruinar su noche, Torin dijo:
—Haré todo lo posible para discutir las cosas contigo antes de tomar cualquier decisión que
te preocupe. — Su amplia e instantánea sonrisa le hizo estallar en una de las suyas.
—Que siquiera consideres hacer eso por mí, por nosotros, me complace mucho.
—Y voy a complacerte aún más esta noche, esposa, — dijo, su sonrisa se volvió malvada.
Flora se puso de pie. —No perdamos otro momento, porque estoy ansiosa por hacer lo
mismo contigo.

Traducción: Kalia2101 119


CAPITULO 15
Torin se puso de pie tan rápido que derribó el banco en el que estaba sentado.
—Creo recordar que mi madre dijo algo acerca de que se consideraba más apropiado llevar
un camisón cuando se apareaba. Pero creo que eso anula el propósito. ¿Cómo aprende una
esposa o un esposo si no pueden ver qué funciona y qué no? A menos, por supuesto, que no
esté permitido estar completamente desnudos uno frente al otro, pero como tú tienes
experiencia y yo no, me inclino ante tu conocimiento.
—Desnudo, — Torin dijo, su eje se elevó demasiado rápido para la ocasión.
—Maravilloso, — dijo encantada de que él aceptara y comenzara a quitarle la ropa.
Torin se congeló por un momento, sin esperar que fuera tan complaciente. Pensó que ella
podría rehuir y que tendría que persuadirla, pero ella parecía tan ansiosa como él. Se sacudió
de sus pensamientos y se quitó rápidamente la ropa.
—Nunca me he parado desnuda frente a nadie. Incluso mi madre esperaba cierta modestia
de mí si requería su cuidado. Entonces, desnudarme frente a ti parece un poco intimidante
y, sin embargo, no lo encuentro tan incómodo como pensé que sería. — Se giró para mirarlo
desnudo, y sus ojos se abrieron, viéndolo desnudo también, y lo miró lentamente. —Estás
hermosamente proporcionado como si hubiera sido esculpido por un maestro artista, y tu
eje es bastante impresionante en tamaño. Al menos creo que lo es, ya que nunca he visto
uno.
Él la escuchó, pero estaba demasiado ocupado evaluándola y temía que su eje pudiera
avergonzarlo y derramar su semilla antes de siquiera tocarla. Era mucho más atractiva de lo
que había imaginado, y había pasado un tiempo interminable imaginándola desnuda. Sus
pechos eran regordetes, sus grandes pezones rosados y su cuerpo estaba perfectamente
curvado, sus caderas tenían el ancho justo como a él le gustaba. No podía esperar para
tocarla.
Todo eso se detuvo cuando ella se giró un poco y él vio el gran hematoma en la cintura y la
parte superior de la cadera. Se apresuró hacia ella, girándola suavemente para verla mejor e
hizo una mueca cuando lo hizo.
—Tu herida es mucho peor de lo que pensaba, — dijo.

Traducción: Kalia2101 120


—Es un moretón, nada más y se desvanecerá con el tiempo, — dijo Flora, mientras una
sensación de hormigueo la recorría cuando él pasó suavemente su mano sobre el área
magullada.
—Debe dolerte, — dijo.
Su preocupación era evidente en su tono y en sus ojos entrecerrados y tocó el corazón de
Flora que le importara que ella sufriera tanto.
—Cuando me presionan, pero de lo contrario no sufro, — dijo, temerosa de que él pensara
en retrasar el sellado de sus votos y dándose cuenta de que se sentiría decepcionada.
—No te veré sufrir, — ordenó Torin.
—Sufriré si te demoras en sellar nuestros votos, — argumentó en voz baja, su impaciencia
la sorprendió.
—¿Me deseas? — preguntó Torin, viéndolo allí en sus ojos oscuros pero queriendo
escucharla admitirlo.
Flora alargó la mano y la pasó por su pecho que se ondulaba con los músculos más
seductores.
—Si el deseo significa este hormigueo que corre incontrolablemente a través de mí y se
instala entre mis piernas, y me impacienta por sellar nuestros votos, entonces sí, te deseo
mucho.
—Mi pasión corre tan incontrolablemente por ti como la tuya por mí. Mi eje late de deseo
por ti y mi corazón late con locura— se encontró admitiendo.
—Me alegra que me digas esto porque deseo aprender sobre el placer y cómo te afecta a ti
ya mí también. Tampoco quiero ser ignorante en lo que respecta a la intimidad entre marido
y mujer, incluso en lo que algunos podrían pensar que es un detalle insignificante.— Ella
tomó su mano. —Como cuando tu mano se cierra alrededor de la mía. Envía una sensación
muy placentera a través de mí.
Guardó esa información y se inclinó para mordisquearle el cuello.
—Tus lecciones comienzan esta noche, esposa, y te prometo que sentirás sensaciones aún
más placenteras.
Sus dientes mordisquearon a lo largo de su cuello y un escalofrío de placer la recorrió.
—¿Estas frio? — preguntó, sintiéndola estremecerse contra él.

Traducción: Kalia2101 121


—No, son los mordiscos de tus dientes en mi piel lo que causa tanto placer. — Y el instinto
o la curiosidad, no sabía cuál y no le importaba, hizo que su mano se deslizara hacia abajo
para ahuecar su duro eje.
Su cuerpo se puso rígido.
—¿Mi toque te causa incomodidad? — preguntó ella, aunque no apartó la mano, gustándole
la sensación sedosa de él.
—No, todo lo contrario. Me produce un inmenso placer.
—Esto es bueno, — dijo, acariciándolo instintivamente, —porque es asombroso cómo tu
eje puede sentirse tan duro, tan poderoso y, sin embargo, tan suave al tacto.
—Tu toque me agrada mucho, pero me temo que, si continúas acariciándome, esta noche
terminará mucho más rápido de lo que esperaba.
Ella volvió sus ojos inocentes hacia él. —Pero deseo tocarlos a todos para ver no solo cómo
los hace sentir, sino también cómo me hace sentir a mí.
Torin gimió, dándose cuenta de que esta noche iba a ser muy diferente de lo que esperaba y
mucho más satisfactoria de lo que esperaba, siempre y cuando pudiera mantener el control
de su eje palpitante incesantemente para disfrutarlo.
Él capturó la parte de atrás de su cuello con un suave agarre y llevó sus labios hacia los de
ella para besarla hasta la sumisión, aunque no fue necesario ya que ella respondió con una
exigencia propia.
Él arrancó su boca de la de ella sin aliento cuando el beso exigió más, y la tomó en sus brazos
y se dirigió a la cama.
Un gemido agonizante recorrió la habitación deteniendo sus pasos y él apresuró a su esposa
a ponerse de pie y la empujó detrás de él esperando ver a alguien entrar por la puerta. Nadie
lo hizo y cuando se volvió, fue para ver a su esposa apresurándose a tomar sus prendas.
—Debemos buscar el sonido y ver de dónde viene, — dijo, deslizándose la camisa por la
cabeza.
Torin maldijo al fantasma diez veces mientras se quitaba la camisa por la cabeza y
rápidamente se envolvía en su tartán antes de ponerse las botas.
—Tus zapatos y tu túnica de lana, la fortaleza está fría, — ordenó.
Ella asintió y se apresuró a hacer lo que él dijo, luego se apresuró hacia la puerta, su esposo
la agarró del brazo y la detuvo.

Traducción: Kalia2101 122


—Te quedarás detrás de mí y harás lo que te diga o te sacaré de la fortaleza. ¿Está claro,
esposa? — preguntó, viendo lo ansiosa que estaba por investigar y no confiando en lo que
su curiosidad podría llevarla.
El gemido vino de nuevo.
—Tenemos que darnos prisa. El sonido fantasmal se está desvaneciendo, — instó.
—Cuando lo encontremos, me aseguraré de que permanezca muerto, — dijo Torin, enojado
porque el fantasma había interrumpido la noche con su esposa.
—Tal vez por eso gime, desea ir a donde la muerte se niega a llevarlo, — dijo Flora y soltó
su brazo del agarre de su esposo y se dirigió a la puerta.
Torin negó con la cabeza con la intención de que el fantasma sintiera su ira y agarró su
espada antes de salir de la habitación.
Flora se quedó inmóvil fuera de la puerta del dormitorio, escuchando.
—Viene de arriba, — dijo cuando su esposo se unió a ella. —Todavía no he explorado esa
zona. ¿Qué hay ahí arriba?
—El solar de mi madre y el dormitorio que una vez ocupé.
—¿Algo más allá de eso? — preguntó, y él dudó en responder. —¿Qué es?
—La habitación de la torre pero estaba sellada, — pensó un momento.
—Mi bisabuelo la mandó sellar, pero no sé por qué.
Flora se dirigió a las escaleras, Torin negó con la cabeza y la detuvo con un rápido agarre de
su brazo antes de que pudiera poner el pie en el primer escalón.
—Quédate detrás de mí, — le recordó con firmeza.
El gemido volvió, pero no tan fuerte.
—Sí, pero date prisa, — instó, haciéndose a un lado.
Torin agarró una antorcha de un candelabro más cercano a él y le dio órdenes a su esposa
antes de dar otro paso. —Quédate cerca de mí.
Fue entonces cuando Flora vio la espada. —Tu arma no servirá de nada contra un fantasma.
—Sí, pero lo será si el fantasma resulta ser de carne y hueso.
Torin subió las escaleras con cautela sin saber qué esperar en cada curva y molesto consigo
mismo por no haber pensado siquiera que debería haberle ordenado a su esposa que
permaneciera a salvo en su dormitorio. ¿O sería ella? No tenía idea de qué estaba causando

Traducción: Kalia2101 123


el extraño sonido en la fortaleza y era mejor que mantuviera a su esposa con él que dejarla
sola. De alguna manera se las arreglaría para meterse en problemas.
Cuando llegaron al siguiente rellano, escucharon el gemido una vez más.
Torin nunca había explorado el sonido cuando sucedió. Había estado demasiado ocupado
viendo que la gente saliera sana y salva del torreón. Y después de un tiempo, simplemente
había dejado que el fantasma lo reclamara. Ahora, sin embargo, no toleraría más y eso fue
gracias a su esposa y su tenacidad.
—Todavía suena como si viniera de arriba, — dijo Flora.
—Tienes frío, — dijo Torin, viendo a su esposa temblar.
—Hace más frío a medida que subimos, — explicó, pero no le prestó atención. —Echemos
un vistazo en la habitación para asegurarnos de que no haya nada. — Una mirada rápida
demostró que nadie se escondió allí. —Lo limpiaré y le devolveré la vida.
Su esposa reclamaba todas las habitaciones, y él se preguntó si era para mostrarle al
fantasma que ya no pertenecía aquí.
La habitación contigua también resultó vacía, con una gruesa capa de polvo que cubría la
mayor parte y, una vez más, su esposa insistió en decir que se ocuparía de que la limpiaran.
—No hay nada más que ver, — dijo Torin.
—La torre,— recordó.
—No es accesible, — dijo.
El gemido volvió a sonar, aunque más débil.
Flora señaló por encima de su cabeza. —Viene de arriba.
La noche estaría completamente arruinada si él no la llevaba allí arriba para que ella pudiera
ver por sí misma, por lo que subió las escaleras para satisfacer su curiosidad.
Flora se quedó mirando la puerta de la habitación de la torre que ahora no era más que
piedra. —Debe haber una razón por la que fue sellada con piedra.
—Me imagino que la hay, pero cuando me pregunté me dijeron que no importaba y que
debía permanecer siempre sellada, inaccesible, — dijo Torin.
—¿No tienes curiosidad por saber por qué la puerta estaba permanentemente sellada con
piedras?
—Lo estaba, pero después de un tiempo llegué a aceptarlo y seguir lo que habían hecho
antes que yo... no acceder a la habitación.

Traducción: Kalia2101 124


Flora fue a responder cuando un gemido los invadió con una ráfaga de viento tan
abrumadora y fría que hizo que Flora se volviera a buscar refugio contra su esposo. Él ya
estaba acercándose a ella, envolviéndola con fuerza contra él, luchando contra el viento que
parecía hacerse más fuerte hasta que sopló con tanta fuerza que los hizo caer a ambos...
directamente por las escaleras.

Traducción: Kalia2101 125


CAPÍTULO 16
Flora estuvo silenciosa a la mañana siguiente mientras desayunaba con su esposo y no
porque algo la molestara. Fue el profundo ceño fruncido en el rostro de su esposo lo que le
impidió hablar. Todavía estaba molesto con ella por lo de anoche.
Habían discutido. Torin quería dejar el torreón y dormir en la cabaña hasta que se pudiera
resolver el asunto del fantasma. Flora se había negado, insistiendo en que si se iban sería
poco probable que pudiera conseguir que alguno de los sirvientes regresara a la fortaleza y
señaló otros numerosos problemas que causaría su salida de la fortaleza.
Finalmente, se había metido en la cama y se negaba a moverse, y también afirmó que estaba
agotada y no quería nada más que dormir. No estaba segura de si dormiría, pero estaba
segura de que cualquier placer que hubiera esperado con su esposo se había desvanecido
con su intercambio de duras palabras. Además, se encontró molesta por su altercado y cómo
la había dejado sintiéndose. Su corazón le había dolido de una manera inusual, algo que
nunca había sentido antes de ese momento y que no quería volver a sentir.
Se había metido en la cama, pero mantuvo la distancia con ella y, sorprendentemente, ella
se había quedado dormida poco después. No se había sorprendido cuando se despertó y se
encontró sola en la cama o al encontrar a su esposo todavía molesto con ella cuando se unió
a él para desayunar.
Las discusiones no eran algo con lo que Flora tuviera experiencia, los debates eran más de
su agrado. Tenían más sentido y le dieron a cada parte la oportunidad de presentar su
opinión junto con los hechos. Hacían una solución mucho más fácil. Su papá y su mamá
nunca habían peleado, debatían, y a Flora no le había sorprendido que su mamá ganara a
menudo. Su madre siempre había presentado una opinión mucho más lógica que su padre,
o al menos esa había sido la conclusión de Flora.
Este silencio de su esposo no sirvió y ella finalmente se volvió hacia él. —Lamento que no
hayas visto la razón anoche, pero quedarme aquí fue lo más inteligente.
Torin se dejó caer en su silla y la miró. —Esa no es la disculpa que esperaba, esposa.
—No es una disculpa. No tengo nada por lo que disculparme. Simplemente digo la verdad
ya que estás teniendo dificultades para verlo por ti mismo.

Traducción: Kalia2101 126


Sacudió la cabeza y se golpeó el pecho repetidamente. —Soy tu esposo. Tienes que
obedecerme.
Flora se inclinó más cerca de él, manteniendo la voz baja para evitar que los sirvientes
cercanos los escucharan. —¿Qué clase de esposa sería si no señalara tu estupidez?
Él también se acercó a ella. —Tonto o no, soy tu esposo y mi palabra gobierna.
Ella miró fijamente sus labios, recordando sus besos y sintió un pequeño hormigueo correr
sobre ella. La curiosidad la hizo pasar el dedo por sus labios. —Disfruto mucho de tus besos.
Su eje se puso en alerta máxima y lo maldijo en silencio. —Estamos hablando de estupidez,
no de besos.
—Todos somos tontos en un momento u otro. Esperaría que me dijeras cuándo soy una
tonta para que pueda corregir mi error, aprender de él y, con suerte, no volver a cometerlo.
Y otra cosa, Torin, no toleraré discutir contigo.
Estuvo a punto de reprenderla por sonar como si fuera una orden, pero sus siguientes
palabras lo detuvieron.
—Me preocupo por ti, y no me gusta cómo me hace sentir cuando discutimos. Prefiero que
discutamos las cosas y si tu punto es válido, entonces lo admitiré y me inclinaré ante tu
palabra, pero si mi punto resulta ser más sabio, espero que seas lo suficientemente sensato
como para admitirlo.
—¿Te preocupas por mí?— Torin preguntó, sus palabras atrapando su corazón
inesperadamente.
—Por extraño que parezca, creo que sí, pero has sido bueno conmigo, paciente y tolerante
con mi charla. — Ella siguió hablando como siempre. —También me gusta la fuerza de tu
mano envuelta alrededor de la mía, la sensación de tus brazos a mi alrededor, la forma en
que bromeas con una sonrisa, y no creo que alguna vez me canse de tus besos.
Su naturaleza abierta y honesta continuaba sorprendiéndolo y complaciéndolo también.
Ella siempre hablaba directamente con él, le dejaba conocer sus pensamientos y sin una
pizca de animosidad o juicio. Y maldita sea, como si ella no hubiera tenido razón acerca de
permanecer en la fortaleza. Había huido una vez, y no sería prudente que volviera a hacerlo.
No pudo evitar preguntar. —¿Cómo te hace sentir nuestra discusión?
—Terrible, — dijo sin pensarlo dos veces. —¿Debatir o argumentar un tema, pero discutir?
— Ella negó con la cabeza y colocó la mano sobre su brazo y le dio un suave apretón. —No
quiero discutir contigo, Torin. Además, discutir no tiene sentido. No lleva a nadie a ninguna
parte y crea más problemas de los que vale.

Traducción: Kalia2101 127


Él tomó su mano, gustándole sentirla en la suya tanto como a ella le gustaba tenerla allí. —
Te prometo que nunca más volveré a discutir contigo, pero mi estupidez, — sonrió
juguetonamente— gobierna a veces, sin embargo, haré todo lo posible para mantenerla a
raya.
—Te lo recordaré, — dijo ansiosamente, ya sin mantener la voz baja.
—Estoy seguro de que lo harás.
—¿Te ofendo al hacer eso? — preguntó ella, insegura de su respuesta.
—Nay, en absoluto. Tus sabias palabras siempre tienen buenas intenciones, — le aseguró
con un suave beso.
Me alegro de que te des cuenta de eso y de que admitas que tenía razón acerca de quedarme
en la fortaleza anoche.
—¿Cuándo admití eso? — preguntó, preguntándose si ella había escuchado sus
pensamientos antes de descartar rápidamente la idea absurda.
—Cuando te quedaste en nuestro dormitorio anoche, — dijo como si lo explicara todo, pero
naturalmente, continuó aclarando. —Eres un hombre de principios y si hubieras
considerado correcta tu decisión, nada te habría impedido sacarme de la fortaleza. Te
habrías salido con la tuya, pero algo te advirtió que no lo hicieras. Lo más probable es que
fuera la idea de que huiste de la fortaleza una vez y no volverías a hacerlo, una decisión
razonable. Otra sabia decisión de ambas partes fue no intentar aparearnos ya que ambos
estábamos molestos el uno con el otro y no hubiera resultado bien.
Ella tenía razón otra vez. —Las palabras duras tienen una forma de destruir el momento.
Flora sonrió, pareciendo complacida. —Una solución fácil... nunca pelearemos.
—No hay una pareja casada viva que no pelee, e incluso cuando están muertos, algunos lo
hacen, — dijo Kinnell, riéndose mientras se acercaba a ellos.
—No pueden pelear si están muertos, — dijo Flora, confundida por su comentario.
—Créame, mi lady, la forma en que algunos de los cónyuges sobrevivientes maldicen a sus
difuntos, no me sorprendería si no pudieran escucharlos, — dijo Kinnell, acercándose al
estrado.
—Una buena discusión a menudo puede ayudar a las parejas, — sugirió Iona, no muy lejos
de Kinnell.
—Aye, para matar un matrimonio, — dijo Kinnell con una sonrisa.

Traducción: Kalia2101 128


—Por supuesto, tu pensarías eso, — acusó Iona. —Los hombres piensan que las mujeres
deben callarse y hacer lo que les dicen. ¿Te gustaría si te obligaran a hacer eso día tras día?
— Su mano se alzó, impidiendo que Kinnell respondiera. —No me digas que es porque los
hombres son más sabios que las mujeres.
Kinnell sonrió. —Es bueno que ya lo sepas, así no tengo que explicártelo.
—Eres un idiota pomposo, — espetó Iona.
Kinnell volvió a reírse. —Pero un hombre sabio.
—Ambos me recuerdan a una pareja de amigos de mis padres, Lord Simon Granfield y su
esposa, Lady Adare, — dijo Flora. —Discutieron sin cesar antes de darse cuenta de que se
amaban y finalmente se casaron. Desafortunadamente, habían perdido tanto tiempo
discutiendo que perdieron años que podrían haber pasado juntos. Ella murió
inesperadamente después de solo cinco años de matrimonio, y él quedó devastado. Se retiró
del mundo, pasando su tiempo en estudios y charlas con mi pa. No deben perder el tiempo.
Deberían amarse mientras puedan.
Torin sonrió a Kinnell. —Dijiste que mi esposa era observadora.
Flora dirigió una sonrisa a su marido. —A mi pa le complacería saber que lo reconoces y que
él logró enseñarme a ser observadora. — Miró a Kinnell e Iona. —Qué bueno que ninguno
de los dos saltó a negar que existe amor entre ustedes, una señal que muestra claramente
que tienen sentimientos el uno por el otro.
Kinnell e Iona estaban listos para negarlo, pero ambos se quedaron en silencio y se quedaron
mirando como si no supieran qué decir.
—¿Algo los trajo a ambos aquí? — Torin preguntó para sofocar el incómodo momento.
Kinnell se volvió hacia Torin. —Es Walsh.
Iona habló antes de que Kinnell pudiera decir más. —Él ayuda a tantos en el pueblo como
puede.
—Y hace preguntas interminables mientras lo hace, — dijo Kinnell.
—¿Y eso significa que él es un problema? — Iona preguntó con una mirada a Kinnell.
—Significa que está buscando algo, — aclaró Kinnell.
—¿Es muy curioso? — Torin preguntó, preocupado.
—Demasiado, — confirmó Kinnell.

Traducción: Kalia2101 129


—¿Discutir el clima, la caza, la pesca y hablar del fantasma lo hace demasiado curioso? —
preguntó Iona.
—¿Preguntó por el fantasma? — preguntó Flora.
—Él no necesitaba hacerlo. Hablar del fantasma es un tema cotidiano en el pueblo, — dijo
Iona, y su rostro se iluminó con una sonrisa. —Las lenguas se movieron felizmente esta
mañana cuando todos supieron que el señor y su dama permanecieron en la fortaleza anoche
sin ser molestados.
—Aye, tuvimos una noche agradable, — dijo Flora.
Torin se alegró de haber mantenido lo que pasó anoche entre ellos o las lenguas se moverían
con alarma.
—Aye, una noche muy agradable y más por venir, — dijo Torin para dar a conocer que el
Lord y su Lady ahora ocupaban la fortaleza de forma permanente.
—La noticia será recibida con gran alivio, — dijo Kinnell. —Se me ha llamado la atención
sobre algunos asuntos para discutirlos con usted, mi señor. ¿Tienes tiempo ahora para
ocuparse de ellos?
Flora se volvió hacia su marido. —Su solar se terminó ayer y está listo para usarse.
—Realmente has devuelto la vida a la fortaleza, esposa, y te lo agradezco, — dijo Torin y
besó la mejilla de su esposa. —¿Trabajarás en la fortaleza hoy?
—Sí, todavía hay mucho por hacer, — dijo.
—Hasta más tarde, — dijo Torin y la besó en la mejilla de nuevo.
Flora se volvió hacia Iona mientras los dos hombres se alejaban. —A menudo digo lo obvio,
al menos lo que es obvio para mí y, lamentablemente, a veces sin pensar. No quise ofenderte
sugiriendo que tú y Kinnell se preocupan el uno por el otro.
—Solo viste lo que hay allí, milady— admitió Iona. —Me ha gustado Kinnell desde que lo
vi por primera vez, pero tengo una naturaleza audaz y una lengua aún más audaz que a la
mayoría de los hombres no les gusta. Es un hombre atractivo y el favorito de muchas
mujeres. Discutió conmigo desde el principio, una señal segura de desaprobación, o eso
pensé.
Flora se rió entre dientes. —Lord Simon y su esposa Adare hacían lo mismo. Fue mi padre
quien señaló que la belleza de Adare intimidaba a Simon, ya que era un hombre de rasgos
sencillos y pensó que Adare nunca estaría interesada en él. Entonces, discutía con ella por
frustración y decepción en lugar de arriesgarse. Fue lo que hizo que Simon dejara de discutir
y hablara con ella. Se casaron poco después de eso.

Traducción: Kalia2101 130


—No sé si alguna vez podríamos dejar de discutir. Parece ser el camino entre nosotros, —
dijo Iona.
—Entonces tal vez deberías decirle cómo te sientes y ver lo que dice.
—Si bien tengo una naturaleza y una lengua audaces, me aterroriza pensar en hacer eso, —
admitió Iona. —Si él no siente lo mismo que yo, ¿entonces qué?
—No perderás más tiempo pensando en él, — aconsejó Flora.
—Aye, podría valer la pena solo por eso, ya que él está para siempre en mi mente. — Iona
negó con la cabeza. —Disculpe, milady, pero debo despedirme. Puede que haya gente en mi
cabaña que me necesite. Desafortunadamente, me encontré discutiendo con Kinnell y lo
seguí hasta aquí sin pensar. Gracias por sus palabras sinceras y amables, y estoy a su servicio
cuando sea necesario.
Flora saltó. —Me vendría bien dar un paseo antes de comenzar mi día aquí en la fortaleza.
Iré contigo. — No le reveló a Iona la verdadera razón por la que caminó con ella... para visitar
a Phillip y ver qué sabía, siendo el mayor del clan, de la habitación de la torre.
Un viento frío golpeó la cara de Flora cuando salió con Iona, y rápidamente se subió la
capucha sobre la cabeza. Conversaron mientras caminaban y se detuvieron para conversar
con otras mujeres en el camino.
—No ha estado aquí tanto tiempo, milady, pero es obvio que el clan la favorece y se siente
aliviado de que sea accesible y de que muestre tanto interés en las Tierras Altas, — dijo Iona
mientras se acercaban a su cabaña para ver a un par de personas esperándola.
—Me alegra escuchar eso, Iona, ahora debes ir y atender a los necesitados, — dijo Flora y
pensó en el comentario de Iona mientras se alejaba.
Nunca tuvo muchos amigos, sus intereses eran muy diferentes a los de otras jóvenes.
Mientras ellos se enfocaban en hacer buenos matrimonios, ella se enfocaba en adquirir
conocimiento, algo que continuó haciendo aquí. Quería aprender todo lo que pudiera sobre
la vida en las Tierras Altas y hacía preguntas a todas las personas con las que hablaba, y
todos estaban encantados de hablar con ella. Por extraño que parezca, estaba empezando a
sentirse parte del clan, parte de una familia, y eso realmente la complacía.
Llamó a la puerta de Phillip y el anciano la abrió, sus ojos se abrieron sorprendidos de verla
allí.
—Mi señora, ¿en qué puedo ayudarla? — preguntó Phillip.
—Tengo una pregunta con la que esperaba que pudiera ayudarme. ¿Estaría bien si entro y
hablamos un poco?

Traducción: Kalia2101 131


Phillip retrocedió y abrió la puerta de par en par. —Por supuesto, mi señora. Qué grosero
de mi parte no invitarle a entrar.
—Tonterías, Phillip. Le sorprendí con mi visita, — dijo Flora mientras entraba.
Su cabaña era pequeña, suficiente para una sola persona, pero era cálida y olía bastante bien.
—Por favor, siéntese, milady, — dijo Phillip, señalando el único banco en la habitación.
Flora vio un pequeño taburete cerca de la chimenea y se acercó a él. —Siéntese en el banco,
Phillip, mientras yo me caliento junto al fuego.
Se quedó donde estaba por un momento, un poco aturdido, pero una vez que ella se sentó
en el taburete, apoyó la mano en la mesa para ayudarse a bajar al banco.
—¿En qué puedo ayudarla, mi señora?
—Me preguntaba si sabía algo sobre por qué la habitación de la torre estaba sellada con
piedra. — ella preguntó. Habiendo considerado su edad, pensó que existía la posibilidad de
que él supiera no solo cuándo sino por qué la habitación estaba sellada.
—Era demasiado joven para saber algo al respecto y mi memoria ya no es lo que era.
—¿Quién gobernaba cuando esto sucedió? — preguntó Flora, aunque su esposo lo había
mencionado, él no había compartido ningún conocimiento de su bisabuelo.
—Ese habría sido Lord Dermid, el bisabuelo de Lord Torin.
—¿Fue un buen gobernante? — preguntó Flora.
Phillip vaciló. —Era un hombre fuerte y gobernó con fortaleza. Nadie se atrevía a
oponérsele. Mantuvo al clan a salvo.
—Entonces, Lord Dermid era un tirano, — dijo ella, su comentario pintó al hombre más
claramente de lo que pretendía.
—Yo-yo-yo no dije eso, milady, — dijo Philip con ansiedad.
Se dio cuenta de que lo había molestado y se apresuró a tranquilizarlo. —Nay, no lo hiciste.
Lo asumí ya que, si una persona rara vez se opone, generalmente es por miedo.
—Eso es cierto, milady —dijo Phillip, asintiendo y confirmando sus sospechas sin
admitirlas realmente.
—¿Cómo era Lord Hamish como gobernante?
Phillip estalló en una sonrisa. —Era un gobernante bueno y justo, muy parecido a su nieto,
Lord Torin. Su abuelo le enseñó bien.

Traducción: Kalia2101 132


—¿No así su pa, Lord Evander? — ella preguntó.
—Lord Evander no era muy querido —dijo Phillip y no ofreció más.
—La gente debe haber querido a Lord Hamish.
—Lágrimas se derramaron libremente el día de su muerte, y los corazones se entristecieron.
— Se secó un par de lágrimas que caían de sus ojos.
Flora vio que le había sacado recuerdos dolorosos al anciano y esa nunca fue su intención.
Sabía muy bien cómo podían doler los recuerdos. Cualquier otra pregunta que tuviera
podría esperar otro día.
Ella se puso de pie y Phillip se apresuró a ponerse de pie también. —Muchas gracias, Phillip.
Ha sido de gran ayuda y se lo agradezco. Hablaremos de nuevo si no le importa. Deseo
aprender todo lo que pueda sobre las Tierras Altas y el Clan Norham, y con su sabiduría
anciana creo que puedo aprender mucho de usted.
—No me importa en absoluto, milady. Me gustaría mucho volver a hablar con usted.
—Maravilloso, entonces le visitaré de nuevo, — dijo Flora mientras caminaba hacia la
puerta.
Phillip se apresuró a la puerta para abrirla.
—Una cosa, Phillip, — dijo Flora, deteniéndose en la puerta. —Dice que era joven en ese
momento, pero por casualidad, ¿recordaría quién usó la habitación de la torre o para qué se
usó?
Phillip habló apenas por encima de un susurro. —Tortura, mi señora. Fue donde Lord
Dermid torturó a la gente, o eso dicen los rumores.

Traducción: Kalia2101 133


CAPÍTULO 17
—¿Dónde has estado? — preguntó Torin mientras Flora se acercaba a la fortaleza. No esperó
una respuesta, se volvió hacia Kinnell. —Descubre por qué los guerreros no la vigilaron. —
Dio pasos rápidos hacia su esposa. —¿Cómo puedes simplemente desaparecer en el pueblo?
—Estaba visitando a Phillip, — dijo, deteniéndose cuando él se acercó a ella.
—Te he estado buscando, primero en la fortaleza, luego en casa de Iona, y después de eso
simplemente desapareciste. Temía que te arrebataran de mí— dijo, y le rodeó la cintura con
el brazo para aferrarse a ella, temiendo que pudiera desaparecer de nuevo, y la idea lo
aterrorizó.
—No pretendía molestarte, pero tenía curiosidad por saber qué sabía Phillip, si es que sabía
algo, sobre la habitación de la torre. Él es el miembro más antiguo del clan que yo sepa, y
pensé que podría tener algún conocimiento del incidente que provocó el cierre de la
habitación. — Antes de que Torin pudiera decir algo, ella siguió hablando. —¿Sabías que la
habitación de la torre era la sala de torturas?
—La torre de la tortura es como algunos la llamaron según mi pa, quien se rió cuando me
enteré y lo confronté con la inquietante noticia. Me dijo que no era más que un chisme y que
todo lo que necesitaba saber era que la habitación se mantendría sellada.
—¿No tienes curiosidad por saber qué hay detrás de esa puerta sellada? — preguntó Flora.
—Admito que hay momentos en los que estoy tentado a abrirlo. Después de todo, ha pasado
mucho tiempo desde que mi bisabuelo lo selló, y me pregunto... ¿importaría ahora después
de todo este tiempo y con mi bisabuelo muerto durante tantos años?
Flora asintió. —Pero te preguntas si deshonras a tu bisabuelo al no cumplir su palabra
incluso después de todos estos años.
—Aye, por eso la habitación permanece sellada... al menos por ahora, — dijo Torin, dejando
espacio para la posibilidad de que decidiera lo contrario.
—Entiendo, aunque mi curiosidad anhela saber lo que contiene, esta decisión te pertenece
únicamente a ti. Sin embargo, — Flora sonrió —si no te importa, seguiré haciendo
preguntas con respecto a la habitación de la torre.

Traducción: Kalia2101 134


Torin rió levemente. —Harás preguntas independientemente de si te doy permiso o no. Es
simplemente tu estilo, esposa, aunque no me importa si lo haces. Tus consultas pueden
ayudar a resolver el misterio de la habitación de la torre sin abrir la habitación.
—Pensamos igual, esposo, — dijo Flora, complacida de que lo hicieran. —Si puedo recopilar
suficiente información, es posible que pueda determinar por qué se selló la habitación.
—Sinceramente, no me importaría saberlo, así que haz tus preguntas a quien quieras,
aunque tienes razón sobre Phillip. Es la persona más vieja del clan y es la que más sabe. Pero
por ahora, irás a la fortaleza y te quedarás allí ya que no quiero preocuparme por ti mientras
salgo de la isla por unas horas.
—¿Qué aventura emprendes? Tal vez debería ir contigo— dijo ansiosamente.
—Tienes suficiente para mantenerte ocupada aquí y no es una aventura. Otro campamento
ha sido visto en los bosques de la isla. Voy a ver qué me puede decir.
—Ve a investigar. Podría ayudar, — dijo ella, sus ojos se movieron más allá de él, viendo a
dos clérigos entrando al pueblo.
Torin vio que la atención de su esposa se había desviado y le dio una mirada rápida y una
explicación. —Fueron enviados desde el monasterio para encargarse de un entierro
apropiado para el clérigo y tengo la intención de pedirles que bendigan la fortaleza mientras
estén aquí. Ahora, ten piedad de tu marido y ve a la fortaleza y quédate allí hasta que yo
regrese.
—Es sabio de tu parte hacer que bendigan la fortaleza. El pergamino aconsejó eso cuando
se trata de fantasmas, — dijo. —Y no te preocupes, no deseo deshacerte de tu preocupación.
Permaneceré en la fortaleza hasta tu regreso.
No supo por qué sintió la irresistible necesidad de besarlo, pero lo hizo y se rindió. Sus labios
tocaron los de él suavemente y se demoraron lo suficiente para hacerle saber que deseaba
más.
Mientras apartaba sus labios de los de él, susurró: —Espero con ansias esta noche contigo,
esposo.
El brazo de Torin se apretó alrededor de su cintura. —No es bueno tentarme frente a los
demás ya que me tienes a la altura de las circunstancias.
Flora lo miró de manera extraña por un momento, sin saber a qué se refería, luego sonrió. —
Oh, entiendo lo que quieres decir. — Ella le dio un abrazo rápido. —Me ayudas a obtener
conocimiento. Realmente eres un buen marido. — Ella se alejó de él. —Me voy a la fortaleza
para ver que se haga más trabajo y debes tener cuidado y regresar a mí a salvo. — Se apresuró
con un saludo y una sonrisa.

Traducción: Kalia2101 135


Torin vio a varios aldeanos sonriendo y asintiendo con la cabeza y a las mujeres
cuchicheando entre ellas, sonriendo mientras lo hacían. Su clan estaba complacido con su
elección de esposa y él también. Fue a girar y vio que su esposa se detuvo de repente y se
volvió, sin mirarlo. Miró más allá de él a los dos clérigos que caminaban con la cabeza gacha
y las capuchas puestas sobre sus cabezas, ocultando la mayor parte de su rostro.
Uno giró la cabeza en su dirección y ella comenzó a caminar hacia la pareja.
Torin se dirigió hacia su esposa, pensando que algo andaba mal con la forma tan extraña en
que miraba a la pareja. Fue entonces cuando vio que el clérigo sacaba lentamente la mano
de la gran manga de su túnica.
Torin no dudó… soltó un rugido y salió corriendo.
El rugido de Torin hizo que Flora se detuviera abruptamente y se volvió para ver a su esposo
corriendo hacia ella, luego se volvió rápidamente para mirar al clérigo y vio la daga. El
instinto la hizo darse la vuelta y correr hacia su marido.
El clérigo también lanzó un rugido mientras corría hacia Flora, levantando su daga, listo
para clavársela.
El clérigo estaba casi encima de Flora cuando Torin la alcanzó y con un rápido empujón,
envió a su esposa al suelo y la hoja se dirigió directamente a su pecho. Su mano agarró
rápidamente la muñeca del clérigo y cuando Torin se arrojó contra él, le dio un fuerte giro a
la muñeca y sintió que la daga se clavaba en el clérigo mientras caían al suelo.
Torin se alejó del clérigo en un instante, una mirada rápida confirmó que estaba muerto.
Otro rápido vistazo encontró al otro clérigo en el suelo muerto, Walsh de pie sobre él, una
espada ensangrentada en su mano. Se volvió y corrió hacia su esposa.
Flora estaba sentada, con una mueca en el rostro y la mano en la cadera.
—Te lastimé, — dijo Torin, maldiciéndose a sí mismo en silencio mientras se inclinaba a su
lado para deslizar su brazo alrededor de ella.
—Nay, es el moretón que aún no se ha curado de mi última caída, — dijo. —Tomaste una
acción sabia, esposo, pero luego supe que lo harías, por eso corrí hacia ti. Eres mucho más
capaz de protegerme contra un ataque que yo de protegerme a mí misma. Sin embargo, creo
que es prudente que no esperes en enseñarme cómo defenderme como lo habías sugerido.
— Ella agarró su brazo y se inclinó hacia adelante para ponerse de pie.
Torin apretó su brazo alrededor de ella y la puso de pie.
—¿Estás ilesa, mi señora? — Kinnell preguntó cuando los alcanzó.
—Aye, estoy bien, Kinnell.

Traducción: Kalia2101 136


—Dime, — ordenó Torin, enojado porque su esposa una vez más estuvo a punto de perder
la vida y aquí en tierra natal donde no debería temer nada.
—Ambos están muertos. Walsh mató al otro. Estaba cerca y no dudó en ayudar. Algunos de
los guerreros respondieron rápidamente a tu rugido, pero estaban demasiado lejos para
alcanzarte a tiempo.
—Nadie, ni una sola alma puede cruzar ese puente a menos que yo le dé permiso, — ordenó
Torin, manteniendo a su esposa apretada contra él.
Kinnell negó con la cabeza. —Nadie pensó en los clérigos.
—No eran clérigos, — dijo Flora. —Sus cinturones eran diferentes. Si fueran del mismo
monasterio, su atuendo sería idéntico. Es una regla que se debe seguir en los monasterios.
—¿Es por eso que te dirigías hacia ellos? — preguntó Torin.
Flora fue a explicar y se detuvo un momento. —Entiendo tu argumento. Habría sido más
inteligente de mi parte decirle lo que supuse en lugar de ir a hablar con los dos hombres.
Debería haberlo pensado mejor ya que también cuestioné por qué a un monasterio que
expulsó a un clérigo le importaría si fue enterrado adecuadamente y cómo descubrieron que
había muerto en primer lugar. — Miró de su marido a Kinnell. —¿Alguno de ustedes envió
un mensaje al monasterio?
—Maldita sea, — dijo Torin sin haber pensado en ello.
Kinnell sacudió la cabeza, molesto consigo mismo.
Flora también negó con la cabeza. —Sin embargo, la pregunta más importante es ¿por qué
alguien me quiere muerta?

Flora se sentó en el Gran Comedor, con las manos ahuecadas alrededor de una jarra
empapada en el calor del brebaje de manzanilla. Había sufrido un escalofrío por estar
sentada en el suelo cubierto de nieve y necesitaba calentarse. Sin embargo, lo que la calentó
más fue la risa que escuchó y las sonrisas que vio cuando entró al Gran Comedor. Había una
satisfacción y una alegría en el torreón que no se habían sentido durante mucho tiempo y

Traducción: Kalia2101 137


ella no había sido la única que lo había restaurado. También había sido su marido. Había
mostrado la fuerza de su clan y eso, a su vez, los había animado a hacer lo mismo. El Clan
Norham necesitaba unirse, y ahora estaban comprometidos en hacer precisamente eso.
Torin terminó de hablar con Kinnell y se reunió con su esposa en la mesa más cercana a la
chimenea después de enviar al hombre a cumplir sus órdenes.
—¿Todavía tienes frío? — Torin preguntó y viendo que sus manos aún temblaban, estaba a
punto de agarrar su capa que había dejado en el banco para cubrir sus hombros cuando ella
lo detuvo.
—Prefiero el calor de tu cuerpo. Persigue el frío mucho más rápido.
Su comentario lo conmovió, pero últimamente no había tardado mucho en excitarse a su
alrededor. Que él se sentía atraído por ella era innegable, pero lo que también era innegable
era cuánto la quería.
Se sentó a su lado y antes de que pudiera apretarla contra él, ella se acurrucó contra él,
acurrucándose lo más cerca que pudo, y su brazo la rodeó con fuerza.
—No tuviste respuesta para mí cuando te pregunté por qué alguien me querría muerta, —
dijo, contenta con la seguridad de sus brazos y la calidez de su cuerpo.
—Supongo que es porque no quiero pensar en por qué podría ser eso, — admitió.
—¿Que es alguien que desea lastimarte? — ella preguntó. —Sería la conclusión más lógica
ya que no he estado aquí el tiempo suficiente en las Tierras Altas para hacerme enemigos o
para que alguien me conozca. Entonces parecería razonable creer que tuvo más que ver
contigo que conmigo.
—En eso estamos de acuerdo, esposa.
Flora deseaba preguntar más, pero Walsh entró en la habitación y se mordió la lengua.
—¿Desea verme, mi señor? — Walsh preguntó, deteniéndose frente a su mesa.
—Aye, Walsh. Agradezco su rápida acción al ayudarme hace poco tiempo. Cuéntame sobre
eso, — dijo Torin. —Estoy buscando pistas sobre quiénes podrían ser estos hombres.
—Eso es fácil. Son mercenarios, — dijo Walsh y se sentó en el banco frente a ellos en la mesa
antes de recibir permiso para hacerlo.
—¿Estás seguro de eso? — preguntó Torin más preocupado por lo que sabía que por su falta
de modales.

Traducción: Kalia2101 138


—Los he visto en algunos campamentos de mercenarios. Trabajaban para quien
proporcione la mayor cantidad de dinero. Son algunos de los peores de todos, lo que significa
que seguirán más cuando se sepa que fallaron en la misión.
—La cantidad de dinero debe ser sustancial para esta misión si tres lo han intentado hasta
ahora, aunque no tiene lógica cómo los dos hombres que se hicieron pasar por clérigos
pensaron en salirse con la suya, — dijo Torin.
—Su plan salió mal cuando Lady Flora se les acercó, — explicó Walsh con un asentimiento
a Flora. —Sin duda, planearon hacerse amigos de ella, matarla y salir de la isla antes de que
los descubrieran, — dijo Walsh.
La ira se disparó en Torin al pensar en la facilidad con la que podría haber perdido a su
esposa.
—¿Cómo es que no escuchaste de esta misión? — preguntó Flora.
Su esposa le había preguntado lo que él tenía la intención de preguntar.
—Estaba ocupado con la mujer de la que le hablé y cuando finalmente me fui de allí, los
demás estaban muy por delante de mí.
—¿Hubieras asumido la misión? — preguntó Torin, sabiendo que su esposa lo preguntaría
si no lo hacía.
—Eso habría dependido del precio, aunque con dos intentos tan seguidos asumo que el pago
es sustancial y me habría tentado, — dijo Walsh. —Y antes de emitir un juicio, sepa que es
la única forma que conozco para sobrevivir en esta tierra implacable y a los que gobiernan
aquí.
—Esa es una mala excusa, — acusó Torin.
—Mira el lado desde el que lo vivo, luego dímelo, — dijo Walsh, con un brillo de ira en los
ojos.
—Mi padre solía argumentar que no puedes juzgar a otro si no has experimentado lo que él
ha vivido, mientras que algunos de sus amigos pensaban que aquellos que carecían de
sentido común nunca podrían ser elevados, mientras que otros asumían que era la falta de
razón lo que impedía cualquier ganancia. Lo debatirían interminablemente, — dijo Flora.
—¿Y qué cree usted, mi señora? — preguntó Walsh.
—Creo que la respuesta es difícil de alcanzar, porque hay demasiadas variables para
proporcionar una respuesta clara, incluido lo que la vida misma le arroja a una persona, lo
que demuestra que no tiene sentido perseguir constantemente una respuesta que no existe.

Traducción: Kalia2101 139


—¿Es todo lo que puede decirnos de estos hombres? — preguntó Torin, volviendo a hablar
del asunto en cuestión, no queriendo que su esposa conversara tan fácilmente con el hombre
ya que no sabía si se podía confiar en él. Sin embargo, tuvo que admitir que su respuesta a
Walsh tenía sabiduría.
—Eso es todo lo que sé, — dijo Walsh.
Torin lo dudaba, pero continuaría manteniéndolo vigilado.
—Deberías ir a inspeccionar esos campamentos, — dijo Flora después de que Walsh se
fuera. —Sin duda pertenecían a los clérigos. — Ella apoyó su mano sobre la de él sobre la
mesa. —Mis deberes me mantendrán en la fortaleza. Estoy ansiosa por trabajar en la
habitación que me permitieron tener para mí.
Deslizó su mano debajo de la de ella y entrelazó los dedos con ella. —Hasta que este asunto
se resuelva, debes ser sabia en quién confías. No se sabe quién está involucrado en este
complot para alejarte de mí.
Flora negó con la cabeza. —¿Hay alguien que no querría que te casaras?
—Todo lo contrario, el clan se estaba cansando de esperar a que me casara y produjera un
heredero. A menos que haya una fuente externa que planee robarme la Isla de Outerson. —
La posibilidad hizo que Torin dijera: —Enviaré a algunos hombres para que investiguen. —
Y esperando que los dos hombres que ya había enviado en una misión de búsqueda
regresaran con noticias.
—Deberías irte antes de que se haga tarde y regreses tarde a la fortaleza, — dijo Flora con
una suave sonrisa.
—Nada te alejará de mí esta noche, — dijo Torin y la besó suavemente. —Absolutamente
nada.

Traducción: Kalia2101 140


CAPÍTULO 18
Flora miró alrededor de la habitación. Iba avanzando, pero aún quedaba mucho por hacer.
Había colocado una mesa estrecha en medio de la habitación, además de un banco. Anwen
había sido de gran ayuda, sabiendo exactamente dónde llevarla en la fortaleza cuando
preguntó por un mueble. Llevaría tiempo arreglar la habitación tal como ella quería, pero
poco a poco lo vería hecho.
—Mi Lady, se hace tarde y los sirvientes se irán pronto, — dijo Anwen, colocando dos
tazones de madera sobre la mesa.
—¿Ha caído la noche? — Flora preguntó con preocupación.
—Sí, mi Lady.
—¿Ha regresado Lord Torin? — preguntó Flora ansiosamente, demasiado ocupada para
haber prestado atención al tiempo.
—No, milady, Lord Torin aún no ha regresado.
—Me pregunto qué lo retiene. — dijo, la preocupación asomándose a ella y creciendo a
medida que varias posibilidades llenaban su cabeza.
—El rastreador podría haber encontrado algo, y lo siguieron, — dijo Anwen. —Tal vez
debería esperar en la cabaña el regreso de su señoría, milady.
Flora sacudió la cabeza principalmente para ahuyentar las infinitas e inquietantes
posibilidades de lo que podría haberle ocurrido a su marido. —Estaré bien sola en la
fortaleza.
Anwen dudó, como si fuera a morderse la lengua, pero se apresuró a decir: —Puedo
quedarme usted si lo desea, milady.
—Eso es muy considerado de tu parte, Anwen, especialmente porque sé que la idea de pasar
una noche aquí te asusta. Te aseguro que estaré bien. No te preocupes.
La idea de pasar tiempo sola en la fortaleza no la asustaba, pero no saber lo que le estaba
pasando a su marido sí la asustaba. También turbó su corazón. Se estaba acostumbrando
demasiado a estar con él y no le gustaba la idea de estar sin él.

Traducción: Kalia2101 141


—¿Hago que envíen comida a su dormitorio antes de despedirme? — preguntó Anwen.
—Aye, — dijo Flora, asintiendo. —Estoy segura de que mi esposo tendrá hambre cuando
llegue a casa.
Volvió a trabajar en la habitación, pero no por mucho tiempo, su mente era incapaz de
concentrarse. Se dirigió al Gran Comedor a tiempo para desearles buenas noches a los
sirvientes. Algunos lanzaron miradas de preocupación en su dirección, otros parecían
reacios a dejarla sola pero también reacios a quedarse.
Flora agarró su capa y se la echó sobre los hombros.
—Ha cambiado de opinión, — dijo Anwen con una sonrisa de alivio. Puedo hacer que
traigan la cena a la cabaña.
Flora se apresuró a negar con la cabeza. —No, Anwen, solo deseo salir un momento antes
de retirarme a mi dormitorio.
Una mezcla de decepción y preocupación estropeó el rostro de Anwen mientras seguía a
Lady Flora afuera. —¿Está segura de que quiere quedarse aquí, milady?
—Estoy segura, — dijo Flora, al ver que caía una ráfaga de nieve.
—Esa no es una idea sabia.
Flora y Anwen se volvieron para ver a Walsh de pie cerca del pie de las escaleras.
—No hay nada que temer en la fortaleza, — dijo Flora con confianza.
—No lo sabe con certeza, — argumentó Walsh.
—Mi esposo regresará pronto, — dijo Flora, manteniéndose confiada.
Walsh continuó con su objeción. —Eso tampoco lo sabe con certeza.
Flora no tenía la intención de discutir o debatir con el hombre. —De cualquier manera, esta
noche me quedo en la fortaleza. Buenas noches. — Su despedida hizo que ambos se dieran
la vuelta y se alejaran, hablando mientras lo hacían.
Flora miró a lo lejos mientras una ligera nevada caía a su alrededor. La preocupación se
apoderó de ella y supo que no descansaría fácilmente hasta que su esposo regresara con ella.
Entró en la fortaleza y se dirigió a su dormitorio.
La comida y la bebida la esperaban. Esperaría a que su esposo comiera, aunque tomó un
poco de vino y mordisqueó pan y queso para calmar sus gruñidos estomacales.

Traducción: Kalia2101 142


Sus ojos pronto se volvieron pesados. Estaba cansada por el largo día y le dolía un poco el
cuerpo por la caída. Miró la cama, su atractivo era demasiado para negarlo. Se puso de pie y
se quitó la ropa y se apresuró a ponerse un camisón de lana suave.
Sonrió una vez bajo las cálidas mantas de lana, satisfecha de que estaría donde su esposo la
querría y donde ella quería estar. En poco tiempo sus ojos se cerraron y estaba
profundamente dormida.
Flora no supo qué la despertó sobresaltada. No fue una pesadilla o un sueño lo que la
despertó, simplemente se había encontrado despierta. El fuego todavía ardía intensamente
al igual que las velas, por lo que no pudo haber estado dormida tanto tiempo. Estaba sola en
la habitación, entonces, ¿qué la había despertado?
Sintió un cosquilleo repentino en la nuca y se apresuró a mirar alrededor de la habitación
vacía para ver que la puerta, que no había cerrado del todo, comenzaba a abrirse lentamente.
El miedo la golpeó por un momento, luego rápidamente se levantó de la cama y agarró una
de las armas que su esposo guardaba en la habitación… una daga… que por supuesto no sabía
cómo usar.
Caminó suavemente hacia la puerta, planeando pararse detrás y sorprender a quienquiera
que estuviera allí. Antes de que ella lo alcanzara, se abrió, un poderoso gemido barrió el
viento, apagó todas las velas de la habitación y envió las llamas del fuego a bailar
salvajemente.
Un escalofrío la recorrió poniéndole la piel de gallina y se abrazó a sí misma. ¿Era un
fantasma el que gemía o no era más que el viento abriéndose paso por el castillo? ¿Qué haría
su padre en una situación así? Examinar ambas posibilidades.
Ella gritó: —¿Cómo puedo ayudarte?
El viento junto con el gemido salió de la habitación y ella lo siguió.

—Debemos acampar. Oscurece y esta nieve podría volverse pesada, — dijo Kinnell.
—Razón de más para volver a casa, — dijo Torin. —Además, me preocupa mucho que no se
encontró uno, sino dos campamentos y por lo que vimos habían acampado allí más de dos
hombres. Alguien tiene la intención de ver muerta a mi esposa y no tengo idea de quién o
por qué. ¿Qué beneficio tendría para alguien la muerte de mi esposa?

Traducción: Kalia2101 143


—Descubrimos eso, luego descubrimos quién es, — dijo Kinnell.
—Asegúrense de que los hombres estén atentos a Walsh, — ordenó Torin. —Podría haber
matado a propósito a ese otro mercenario para no poder decirnos nada. También podría
estar esperando el momento adecuado para llevar a cabo su misión y escapar. Ocúpate de
que se mantenga alejado de mi esposa.
—Los hombres lo vigilan, — le aseguró Kinnell.
Torin escuchó el crujido de una rama seguida de otra, luego se hizo el silencio, demasiado
silencio. Dejó escapar un rugido mientras sacaba su espada de la vaina justo cuando varios
guerreros emergían del bosque, sus rugidos de batalla resonaban entre los árboles mientras
cargaban contra Torin y su pequeña tropa.
La batalla no duró mucho para sorpresa y sospecha de Torin, los hombres que atacaron
salieron corriendo, sin terminar la pelea.
—Maldita sea, — dijo Torin, limpiando su espada manchada de sangre en el pecho de un
hombre muerto mientras inspeccionaba el daño.
Solo dos hombres yacían muertos, y sus hombres tampoco. Todos sus hombres resultaron
ilesos.
—¿Por qué atacar y huir? — preguntó Kinnell, sacudiendo la cabeza.
Los ojos de Torin brillaron con ira, y gritó: —Vuelve a tus caballos, nos dirigimos a casa. —
Le lanzó a Kinnell una mirada rápida. —Estaba destinado a retrasarnos, dando tiempo a
alguien para romper el puente.
No necesitaba decir más, Kinnell y los demás entendieron... alguien estaba tratando de llegar
a la fortaleza sabiendo que Lord Torin no estaba allí. Las antorchas se encendieron
rápidamente y se estableció un ritmo rápido hacia su hogar.
El miedo se retorció en el estómago de Torin de que llegaría demasiado tarde. Que de alguna
manera un hombre pasaría desapercibido hasta el pueblo, la noche oscura sería su tapadera,
y luego entraría en la fortaleza para encontrar a su esposa y matarla. El pensamiento envió
una furia corriendo a través de él, y levantó su antorcha para proyectar una luz más amplia
y aceleró el paso.
Cuando finalmente vio el puente, su corazón latía con fuerza contra su pecho al ver
demasiadas antorchas no solo al comienzo del puente sino también al final. Algo no estaba
bien, y rezó para que no fuera demasiado tarde.

Traducción: Kalia2101 144


Flora sentía el viento en sus pies descalzos como si la impulsara a subir las escaleras y lo
siguió lenta, cautelosamente, preocupada por lo que podría esperarla en cada curva de la
escalera, aunque sabía en el fondo a dónde la llevaba... a la habitación de la torre.
Allí ardía una antorcha baja en el candelabro, y ella no recordaba haber ordenado que se
encendiera, aunque su esposo podría haberlo hecho, una conclusión más plausible.
El viento se volvió suave y subió alrededor de sus tobillos como si la estuviera encadenando
allí. Ella sacudió su cabeza. No era más que un viento que corría por la fortaleza, proveniente
de algún lugar dentro de la habitación de la torre. Sin duda, después de todos estos años, los
postigos de las ventanas se habían descompuesto y se habían caído de las ventanas, dejando
que el viento atravesara las ventanas y a lo largo de la piedra y bajara por el torreón haciendo
que sonara como un gemido.
Era una explicación razonable y, si se restauraban las persianas, creía que podría resolver el
problema de los fantasmas.
En caso de que estuviera equivocada, decidió continuar con su comunicación unilateral con
el supuesto fantasma.
—Te ayudaré como pueda si supiera lo que quieres que haga, — dijo.
Después de unos minutos de silencio, sacudió la cabeza ante su propia estupidez y se dio la
vuelta para irse. Fue entonces cuando escuchó el ruido extraño. No estaba segura de qué
era, así que escuchó con más atención y fue entonces cuando le llamó la atención.
Miró más de cerca para ver que una esquina de una de las piedras, de su altura, que sellaba
la puerta se estaba desmoronando, los pedazos caían al suelo. Miró incrédula, para ella la
respuesta era clara.
—Quieres abrir la puerta, — dijo, y la antorcha se apagó de repente.
No esperaba una respuesta, pero la obtuvo.
Eso fue suficiente para una noche para Flora y se deslizó a lo largo de la pared para ayudarla
a guiarse con seguridad en la oscuridad y por las escaleras, con el corazón latiéndole con
fuerza y los pies helados por las piedras frías, para llegar al siguiente piso donde una
antorcha iluminaría su camino.

Traducción: Kalia2101 145


Llegó aliviada a su dormitorio cuando escuchó pasos que subían corriendo las escaleras. ¿Era
su marido? ¿Se atreve a gritar? ¿Y si no fuera así? ¿Qué pasaría si alguien se hubiera metido
en la fortaleza y hubiera querido hacerle daño?
Se apresuró a entrar en la habitación y se escondió detrás de la puerta, con la daga apretada
en la mano. Las fuertes pisadas se acercaban cada vez más. Cuando se acercaron a la puerta
para entrar corriendo, levantó la daga lista para atacar.
Su muñeca fue agarrada y su espalda golpeada contra un pecho duro.
—Deja que un hombre te quite una daga y estarás condenada, esposa, — la regañó Torin. Le
arrancó la daga de la mano y la arrojó a un lado. —Ahora eres mía para hacer lo que me
plazca.
Flora entendió que él le estaba haciendo saber lo que podría pasar si no usaba la daga
correctamente, pero quería que él supiera que con esa daga o sin ella...
—Eres el único hombre al que permitiré que me toque íntimamente, — dijo Flora.
—Las situaciones pueden demostrar lo contrario, — dijo, girándola para mirarlo. —A estas
alturas, tendrías la daga hundida en tu pecho o tu garganta cortada, eso si él no decidiera
forzarte a ti primero.
—Entonces dime qué hice mal, así si me encuentro en una situación similar, sé qué hacer.
Torin la movió para que se parara detrás de la puerta, aunque más cerca del borde delantero
de la puerta. —Te quedas quieta, sin un sonido o un movimiento, y esperas a que el culpable
pase por la puerta, de espaldas a ti. Entonces no lo dudes, le clavas la daga en la espalda con
toda la fuerza que puedas y luego corres. Sin dudar. Corre lo más rápido que puedas ya que
la herida no lo incapacitará. La situación dependerá de si encuentras ayuda o te escondes.
Hagas lo que hagas, sigues con vida hasta que pueda alcanzarte. Sé valiente, pero no seas
tonta.
Flora había escuchado atentamente cada una de sus palabras mientras sus ojos permanecían
fijos en su rostro. Le encantaban sus hermosos rasgos, pero esta noche había en ellos una
dureza y una fuerza que ya había visto antes, y el recuerdo la sobresaltó.
Ella agarró su brazo. —¿Fuiste atacado?
—¿Como supiste?
—Tu rostro tiene una dureza que solo he visto en otra ocasión, cuando fuimos atacados en
el camino hacia aquí y levantaste tu espada en la batalla. — Empezó a acariciarle los brazos
y el pecho temerosa de que hubiera sufrido una herida. —No te lastimaron, ¿verdad? ¿los
otros? ¿Kinnell? ¿Está ileso?

Traducción: Kalia2101 146


—Todo está bien, esposa, — le aseguró, tomándola en sus brazos. —Fue una artimaña que
fracasó. Se suponía que la tropa se retrasaría para que dos hombres pudieran colarse en la
isla y pasar desapercibidos”.
—¿Fueron atrapados? — preguntó emocionada. —Pueden proporcionar mucha
información.
—Desafortunadamente, se ahogaron en el lago. Los guardias escucharon gritos de auxilio,
pero no pudieron llegar a tiempo. Además, el agua está demasiado fría en esta época del año
para que alguien corra un riesgo tan tonto.
Flora envolvió sus brazos alrededor de su esposo y se plantó apretadamente contra él en un
abrazo. —Me alegro de que estés a salvo.
Torin también cerró sus brazos alrededor de ella con fuerza, disfrutando de la sensación de
ella acurrucada a salvo contra él. Su alivio había sido grande cuando descubrió lo que les
había pasado a los dos hombres. Pero para ser cauteloso, había ordenado más centinelas y
un registro de la isla al amanecer para asegurarse de que ningún otro hombre hubiera tenido
éxito en llegar a la isla, aunque estaba seguro de que habrían encontrado el mismo final que
los dos muertos. Entonces se apresuró hacia aquí, ansioso por ver a su esposa y saber que
estaba a salvo.
Flora levantó la cabeza y Torin no perdió tiempo en besarla. Era extraño que todavía no
tuviera intimidad con su esposa y, sin embargo, sentía como si la conociera íntimamente.
Pero ya era hora, hora de que finalmente sellaran sus votos y se convirtieran verdaderamente
en marido y mujer.
Flora lo miró fijamente cuando terminó su beso, luciendo un poco desconcertada.
—¿Ocurre algo? — preguntó Torin, preguntándose por su mirada confundida.
—“Creo que me he enamorado de ti, — dijo aún más perpleja. —Mi mamá me habló de eso,
aunque me advirtió que el amor no se explica ni se entiende fácilmente. Para ella, era uno de
los grandes misterios de la vida y al sentir lo que hago ahora y no entenderlo, finalmente
entiendo lo que quería decir. Aunque realmente es difícil encontrarle sentido y, sin embargo,
es el sentimiento más maravilloso…
Torin la silenció con un beso, uno poderoso que rápidamente enardeció su pasión ya
encendida. Sin aliento cuando terminó, luchó un poco para decir: —Yo también te amo,
esposa. — Esperó un momento a que su respiración se calmara antes de continuar. —Sin
embargo, cómo sucedió eso cuando hablas tanto, nunca lo sabré, ni nunca sabré cómo llegué
a amar tu charla y la extrañé mientras estuve fuera estas últimas horas.

Traducción: Kalia2101 147


El corazón de Flora se llenó de alegría y se rió entre dientes. —Y estás aprendiendo a
parlotear tanto como yo.
Los ojos de Torin se abrieron como platos. —Dios mío, tienes razón.
Ella se acurrucó contra su pecho, saboreando este momento especial, queriendo mantenerlo
en su corazón y memoria para siempre.
Torin la tomó en sus brazos y caminó hacia la cama. —Hemos esperado lo suficiente y nos
hemos retrasado demasiado. Es hora de que nos convirtamos oficialmente en marido y
mujer.

Traducción: Kalia2101 148


CAPÍTULO 19
—No sé nada de copular, — dijo Flora, aunque ya se lo había hecho saber, sintió la necesidad
de recordárselo después de que él la puso de pie junto a la cama.
—No te preocupes, esposa, nosotros no copulamos… hacemos el amor, — dijo y la besó
suavemente en los labios.
Sus palabras enviaron un golpe a su corazón y una sensación tentadora corrió a través de
ella, encendiendo su pasión ya encendida.
—No quiero decepcionarte, Torin, — dijo.
Con un simple movimiento de cabeza, dijo: —Nunca me decepcionarás, Flora, sin importar
las circunstancias. — Guiñó un ojo juguetonamente. —Además, espero poder enseñarte
todos los aspectos de hacer el amor.
Ella sonrió. —Espero con ansias cada lección.
Se besaron de nuevo y luego Torin se apresuró a quitarse la única prenda que usaba su
esposa, luego se deshizo de sus propias prendas lo más rápido que pudo.
—Debería familiarizarme con tu cuerpo, — dijo Flora, estirando las manos para pasarlas
por su pecho. Era algo así como una excusa ya que estaba ansiosa por tocarlo, recorrer todo
su cuerpo con sus manos y conocerlo íntimamente.
El eje de Torin saltó a la atención completa cuando sus manos acariciaron su cuerpo y ella
se apresuró a alcanzarlo. Estaba a punto de detenerla, temeroso de que su velada terminara
demasiado pronto si ella lo tocaba, pero se detuvo. La quería cómoda con él y ansiosa por
tocarlo en cualquier momento que ella decidiera.
—Me encanta sentirte, — dijo, acariciándolo suavemente.
—Me alegro de que lo hagas, — dijo, su toque inocente lo excitó demasiado. Le apartó la
mano suavemente y estaba a punto de levantarla y colocarla en la cama cuando un repentino
golpe en la puerta los sobresaltó a ambos.
—Encontramos uno apenas con vida, — gritó Kinnell. —No tiene mucho tiempo.

Traducción: Kalia2101 149


Torin quería golpear a alguien, estaba tan enojado que lo interrumpieron una vez más. Su
esposa, sin embargo, ya se estaba apresurando a vestirse.
—Estaremos allí, — gritó Flora.
—Espero en el Gran Comedor, — dijo Kinnell, y se escucharon pasos que se alejaban
corriendo.
Flora miró emocionada a su marido. —Date prisa, debemos ver qué puede decirnos antes de
que sea demasiado tarde.
Torin se vistió sabiendo que ella tenía razón, pero enojado por eso de todos modos, y
después de agarrar sus capas, salió corriendo de la habitación con su esposa.
—¿Dónde está? — preguntó Torin cuando él y Flora entraron al Gran Comedor.
—En la cabaña de Iona, — dijo Kinnell. —Ella está haciendo lo que puede para mantenerlo
con vida, pero teme que no tenga mucho tiempo y me instó a buscarte.
—Sabio de su parte, — dijo Flora mientras salían de la fortaleza.
Varias antorchas brillaron intensamente mientras atravesaban el pueblo y muchos hombres
reflexionaban sobre hablar mientras una preponderancia de guerreros montaba guardia en
todo momento. Flora se dio cuenta de que su esposo había tomado medidas extremas para
mantenerla a salvo.
El hombre tenía dificultad para respirar cuando Torin y Flora se pararon junto a la cama
donde yacía. Estaba empapado, su piel aún mojada por su tiempo en el lago y ahora la ropa
de cama también.
—Divaga, sin saber lo que dice, — dijo Iona. —El frío se ha apoderado. No puedo calentarlo
lo suficientemente rápido.
Torin se inclinó sobre el hombre. —¿Quién quiere a Flora muerta?
—Mucho dinero. Mucho dinero, — divagó el hombre.
—¿Quién te paga ese dinero? — preguntó Torin.
Los ojos del hombre se abrieron como platos y luchó por decir: —Gigante. El Gigante me
sacó.
—¿Quién paga el dinero? — Torin lo intentó de nuevo, sabiendo que el hombre no tenía
sentido pensando que el gigante lo ayudó.

Traducción: Kalia2101 150


—Vete a casa. Vete a casa. — Una lágrima brotó de un ojo cuando apenas logró decir:
—Quiero irme a casa. — De repente se quedó en silencio y su respiración se volvió
superficial.
—Él no dirá más. Su hora se acerca, — dijo Iona.
—Haré que lo coloquen con los demás cuando termine, — dijo Kinnell.
—¿Había señales de otro donde lo encontraron? — preguntó Flora.
—La oscuridad y más hombres ayudando de lo necesario cubrirían cualquier rastro que otro
pudiera haber dejado, — dijo Kinnell.
—Asegúrate de que los hombres estén alerta. Podría haber más que intentaron llegar a la
isla y no se detendrán si hay una cantidad sustancial de dinero involucrado, — dijo Torin.
Flora tomó la mano de su esposo tan pronto como ambos salieron de la cabaña y se encontró
con la mano de él que había hecho lo mismo... buscó la de ella. Se sintió aliviada cuando su
mano se cerró alrededor de la de ella y ella se aferró con fuerza a ella.
—¿Por qué alguien ofrecería una buena cantidad de dinero por mi vida? — preguntó Flora,
confundida. —No tiene sentido. ¿Qué beneficio podría tener mi muerte para alguien? — Ella
volvió la cabeza hacia él. —¿Quién gana el título y lidera el clan si algo te sucede?
—Cualquiera que sea el heredero que tenga.
—Y si no hay heredero, ¿quién hereda? — ella preguntó.
—La misma razón por la que necesitaba casarme… para producir un heredero y asegurar el
título. De lo contrario, el clan temía quién podría obtener el título y el liderazgo.
—Entonces, ¿estás diciendo que no sabes quién podría ser? — ella preguntó.
—Mi pa temía que un pariente lejano de mi madre pudiera intentar reclamar el título si no
había heredero o que el rey pudiera nombrar a alguien para el título. Lo enfureció pensar
que eso podría suceder y me animó a casarme y tener un heredero. Me advirtió en su lecho
de muerte que lo hiciera y no sufriera la vergüenza de ser el Norham que perdió el clan.
—Alguien podría tener el ojo puesto en Clan Norham y sacarme del camino antes de que
pueda producir un heredero sería un movimiento inteligente, — sugirió.
—Más de un tonto— argumentó Torin. —Lo registraría y lo vería descuartizado y
ahorcado. Pero basta de hablar de esto, esposa, tenemos un asunto más importante que
atender. Él la apresuró a lo largo de la fortaleza y hasta su dormitorio.
Una vez que Torin aseguró el pestillo, se giró y la encontró quitándose la ropa.

Traducción: Kalia2101 151


—Date prisa antes de que nos interrumpan de nuevo, — instó. —Estoy ansiosa por mi
primera lección.
Torin se quitó la ropa mientras caminaba hacia ella. Él la cargó después de que ambos
estuvieran desnudos. —Lección número uno… ¡disfrútalo!
La sentó en medio de la cama y le dijo: —Abre las piernas.
Cuando lo hizo, él se unió a ella en la cama, sentándose frente a ella, deslizando sus piernas
abiertas debajo de las de ella y con las manos apoyadas en su cintura, la levantó un poco para
acercarla lo suficiente para que su duro eje se metiera entre sus piernas.
—Ahora podemos tocarnos, — dijo, y sus manos viajaron desde su cintura para ahuecar
suavemente sus pechos llenos.
Dejó escapar un pequeño y repentino jadeo cuando sus pulgares comenzaron a frotar sus
pezones, y se convirtió en un gemido por sí solo cuando la punta de su eje la empujó,
enviando un hormigueo de placer a través de ella.
El instinto hizo que sus manos se aferraran a la parte superior de sus brazos que necesitaban
apoyo, más aún cuando sus labios reemplazaron sus manos en un pecho. Ella agarró sus
brazos con más fuerza cuando su lengua se arremolinó alrededor de su pezón, luego tiró de
él suavemente con los dientes antes de succionarlo. Pronto hizo lo mismo con el otro,
demorándose para darse un festín con ambos.
Cuando terminó, acercó su rostro al de ella mientras deslizaba su mano por su cuerpo.
—¿Te gustó eso, esposa?
—¡Sí! — gritó más fuerte de lo previsto cuando su dedo se deslizó dentro de ella.
—Esto te va a gustar aún más, — dijo, y su pulgar la acarició mientras deslizaba su dedo
fuera de ella y otro dedo se unía para darle placer.
—¡Ohhhh! — ella dijo.
—Estás tan mojada y lista para mí, — susurró.
Un poco de claridad irrumpió a través de sus sentidos llenos de pasión, y dejó caer la mano
de su brazo para deslizarse hacia abajo y agarrar su eje que se había vuelto aún más duro y
más poderoso. Y cuando su pulgar se apartó de ella, ella lo reemplazó con la punta de su eje,
frotándolo contra su dulce punto con gran deleite.
Esta vez el gemido provino de Torin, y apoyó su frente en la de ella, dejándola disfrutar
mientras sus dedos aumentaban su placer.

Traducción: Kalia2101 152


La besó entre gemidos de ambos y cuando su nombre salió suplicante de sus labios, la
empujó para que descansara sobre su espalda y trepó sobre ella, deslizando su eje
ligeramente dentro de ella.
—Agárrate a mí, — dijo.
Flora no dudó, agarró sus brazos con fuerza y susurró con un susurro acelerado: —¡Date
prisa!
Se sentía tan ansioso como ella, pero no quería lastimarla. Quería que su primera vez fuera
un recuerdo que ella siempre atesoraría tanto como él, porque este momento los uniría para
siempre.
—¡Apúrate! ¡Apúrate! — instó, levantando las caderas para darle la bienvenida.
Sus gritos ansiosos lo excitaron aún más y se deslizó más adentro de ella hasta que no pudo
contenerse más y se sumergió en ella rápidamente. Ella gritó y él se maldijo en silencio
pensando que la había lastimado, pero cuando vio una sonrisa en su rostro y sintió que sus
caderas presionaban con fuerza las suyas, también sonrió y se clavó en ella una y otra vez.
—¡Ohhhh! — ella gritó, el placer crecía y la consumía hasta que pensó que iba a explotar, y
lo hizo.
—¡TORIN!
Torin gritó su nombre mientras estallaba en pasión, era todo lo que Torin necesitaba para
unirse a ella y la soltó, su propio placer estalló con tal intensidad que dejó escapar un rugido.
La sensación que había sacudido el cuerpo de Flora se construyó rápidamente en ella
nuevamente cuando su esposo rugió y una vez más se encontró explotando de placer y una
vez más gritó su nombre mientras lo hacía.
Torin se sorprendió cuando la escuchó gritarle de nuevo y la embistió para asegurarse de
que obtuviera tanto placer del segundo clímax como del primero cuando su semilla se arrojó
dentro de ella.
Se dejó caer sobre ella por unos momentos, necesitando recuperar su fuerza, el intenso
placer lo había dejado agotado. Luego se apartó de ella y se tumbó de espaldas, aún
respirando con dificultad.
El pecho de Flora subía y bajaba dramáticamente, su respiración era dificultosa y su cuerpo
carecía de fuerzas, pero nunca se había sentido tan satisfecha, tan realizada, tan feliz.
—Eso fue glorioso, — finalmente logró decir.
Torin tomó su mano y entrelazó sus dedos. —Lo fue, esposa.

Traducción: Kalia2101 153


Ella volvió la cabeza para mirarlo. —Debemos hacer el amor a menudo.
Su rostro estalló en una enorme sonrisa. —Sí, estoy de acuerdo.
Flora se puso de lado, su expresión bastante seria. —¿Te complací?
—Inmensamente, — dijo, conservando su amplia sonrisa.
—Me alivia saber eso, ya que hubiera odiado decepcionarte cuando me diste un placer tan
tremendo.
Torin también se puso de costado y levantó sus manos unidas para besar las de ella. —Hay
más para que aprendas y para que nosotros compartamos.
—Estoy ansiosa por aprenderlo todo y compartirlo todo. — Un bostezo la tomó por
sorpresa y a Torin también.
—Y lo haremos. — Se inclinó para besarla, luego le soltó la mano y se agachó para taparlos
con las mantas y acurrucarla contra él. —Ha sido un día largo y ajetreado con demasiadas
cosas para un solo día. Ambos necesitamos dormir y dudo que incluso el fantasma pueda
despertarnos de nuestro sueño.
—Él ya nos visitó. No volverá esta noche, — dijo Flora y volvió a bostezar.
—¿Qué quieres decir con que el fantasma ya ha visitado?
Ella lo miró desde donde su cabeza descansaba sobre su pecho. —El viento y el gemido
vinieron y me guiaron hasta la torre. Sin embargo, fue culpa mía ya que le pregunté al
fantasma cómo podía ayudarlo.
—¿Tú qué? — preguntó, mirándola con incredulidad.
—Es el viento o un fantasma el que causa el problema y necesito examinar ambas
posibilidades. Entonces, para ver si podía ser un fantasma, le hablé y seguí el gemido y el
viento que me rodeaba los pies y parecía impulsarme.
—¿Y te respondió el fantasma? — preguntó Torin, la pregunta sonando tonta para él.
—Creo que lo hizo. Cuando llegué a la torre, le pregunté qué quería de mí. Al principio, no
escuché nada, y no fue fácil de ver, ya que la antorcha estaba tenuemente encendida.
—Esa antorcha nunca se mantiene encendida, — dijo Torin.
—Pensé que tal vez la habías encendido.
—Nay, veré que se apague.

Traducción: Kalia2101 154


—No es necesario, — dijo Flora. —Ya no está encendido. Creo que el fantasma me mostró
lo que quería. Escuché un sonido desconocido, y me tomó un momento ver de qué se trataba.
Finalmente lo vi. La esquina de una piedra se estaba desmoronando, sus pedazos caían al
suelo. Le pregunté al fantasma si quería abrir la habitación y fue entonces cuando la
antorcha se apagó.

Traducción: Kalia2101 155


CAPÍTULO 20
—Algo anda mal, estás demasiado callada esta mañana, — dijo Torin, apretándole
suavemente la mano mientras caminaban por el pueblo.
Flora sonrió. —Estaba pensando en anoche y en cómo me despertaste esta mañana. Fue
bastante encantador y extremadamente agradable, y debo decir que, aunque el
emparejamiento es nuevo para mí, siento que ya he aprendido mucho. Pero, de nuevo, el
instinto guía si uno no tiene miedo de seguir su curso.
—Ahora está aquí la esposa parlanchina que he llegado a conocer y amar, — dijo Torin, un
poco sorprendido de haber extrañado su parloteo mientras caminaban.
Flora se detuvo, su sonrisa se desvaneció. —Me di cuenta de que el amor no es algo que se
aprende. Es algo que experimentas, e inesperadamente, y ninguna cantidad de intentos de
encontrarle sentido sirve de nada. Está destinado a ser abrazado, apreciado y mantenido
cerca porque una vez que lo sientes, nunca quieres dejarlo ir.
Torin capturó a su esposa en un rápido abrazo. —Y nunca tengo la intención de dejarte ir,
esposa. Tú me perteneces y yo te pertenezco, para siempre.
—Entonces, finalmente admites que amas a tu esposa, — dijo Kinnell con una amplia
sonrisa.
—¿Y finalmente has admitido que amas a Iona? — preguntó Flora, volviéndose hacia
Kinnell.
Torin sonrió, la pregunta de su esposa se hizo sin una pizca de juicio o burla, solo curiosidad.
Kinnell hizo una mueca. —No puedo creer cómo me siento por una mujer tan exigente.
Flora negó con la cabeza. —Iona no exige... es una mujer sabia y segura de sí misma que dice
lo que piensa, y eso intimida a la gente. También es la razón por la cual la gente busca su
habilidad cuando la necesita. Confían en ella por su seguridad.
Kinnell la miró fijamente, como si estuviera a punto de decir algo, luego cambió de opinión
y entonces decidió hablar solo para que Flora siguiera hablando.

Traducción: Kalia2101 156


—Tienes la misma mirada desconcertada que la mayoría de los hombres tienen cuando doy
mi opinión sobre algo. Mi padre era considerado un hombre informado y su opinión y
consejo se buscaban y seguían con frecuencia. A menudo escuchaba sus conversaciones con
otros hombres mientras les servía obedientemente un refrigerio. Naturalmente, fui
ignorada, pero no me importó ya que estaba adquiriendo conocimiento. Si mi pa fuera el
hablante, aquí ahora, ofreciéndote su opinión, no tendrías problemas para considerarla y
confiar en ella. Entonces, que sepas que escuché a mi padre dar un consejo similar un día a
un hombre que estaba fuera de sí con una mujer a la que favorecía pero que tenía opiniones
fuertes y poca paciencia con los hombres que le mandaban u ordenaban.
Kinnell parecía aún más desconcertado. —Me confundes y aun así tienes sentido.
Flora se rió. —Mi ma le aconsejó a mi pa que simplificara las cosas para el hombre cuando
mi pa le repitió la conversación. En pocas palabras... el hombre estaba enamorado y el amor
nunca tiene sentido. Pensaría más en una parte de lo que dijiste, no puedo creer cómo me siento.
Creo que eso lo dice todo.
Kinnell negó con la cabeza. —El amor es una locura.
—Ciertamente no lo es, aunque puede hacer que algunos hombres hagan locuras, también
mujeres, — dijo Iona, uniéndose a ellos. —¿Y por qué hablan de amor?
El pánico abrió los ojos de Kinnell, no dispuesto a admitir nada a Iona, y mucho menos a sí
mismo, y Torin se apresuró a acudir en su rescate.
—Estaba diciendo cuánto amo a mi esposa, — dijo Torin, dándole un abrazo a Flora.
—Me alegra que admitas lo que todos los demás pueden ver, — dijo Iona. —Me quedaría y
hablaría, pero es mi día para visitar a Phillip.
—¿Está enfermo? Flora preguntó ansiosamente, habiendo llegado a gustarle el anciano.
—No, lo visito regularmente para ver cómo le va y, sinceramente, disfruto visitarlo. Parece
saber más que nadie sobre lo que sucede en el clan. — Iona miró a Torin. —Presta atención
a la gente, mi señor. Circulan susurros de preocupación sobre los ahogados encontrados
anoche y el que murió.
—No te preocupes, Iona. Soy consciente y me estoy ocupando de ello, — dijo Torin, sin
ofenderse por sus palabras de advertencia.
—Ella no necesita advertirte, — susurró Kinnell después de que Iona estuviera a cierta
distancia.
—Iona habla no solo de su preocupación, sino también de los demás, ya que muchos confían
en ella. Sería una tontería no prestar atención a su advertencia, — dijo Torin.

Traducción: Kalia2101 157


—Una sabia percepción, — elogió Flora.
Kinnell inclinó la cabeza mientras seguía mirando a Iona. —Tal vez sería prudente de mi
parte hablar con ella y saber lo que dice la gente. — Miró rápidamente a Torin. —A menos
que me necesites, mi señor.
—No en este momento. Hablaremos más tarde en mi solar, — dijo Torin y, asintiendo,
Kinnell se fue rápidamente.
—Deberíamos ocuparnos de nuestra tarea ya que estoy ansiosa por regresar a la fortaleza y
mostrarte la piedra que se desmorona en la puerta sellada, — dijo Flora.
—Y estoy ansioso por verlo, — admitió Torin. Lo que le sucedió a su esposa anoche mientras
él no estaba allí continúa desconcertándolo.
Flora se quedó mirando alrededor del área cuando llegaron. —Llegó a una buena distancia
del agua antes de colapsar.
—Me sorprende que lo haya hecho. El agua está helada en esta época del año. No sé cómo
sobrevivió tanto tiempo. O por qué incluso lo intentó. Tenía que saber qué tan fría estaría
el agua, entonces, ¿por qué correr el riesgo? Torino negó con la cabeza. —Dinero. Tenía que
ser una cantidad considerable para que los hombres se hubieran arriesgado tan
mortalmente.
Observó cómo su esposa estudiaba el suelo a su alrededor.
—¿Había muchos hombres aquí anoche? — ella preguntó.
—Varios guerreros y Kinnell.
Continuó escaneando el suelo, luego de repente se dio la vuelta y se alejó.
Torin se apresuró a seguirla.
—¿Habría sido esta la forma más probable de que él viniera del lago? — ella preguntó.
—Sí, lo habría sido.
Flora miró a lo largo del suelo mientras caminaba.
—¿Qué buscas? — preguntó Torin.
Se detuvo de repente y se agachó para examinar algo. —El moribundo habló sobre el gigante
salvándolo. ¿Podría ser esta la pisada del gigante? — Señaló un punto en el suelo.
Torin se agachó junto a ella para ver una huella parcial considerable. —Alguien lo sacó del
lago y lo arrastró hasta el lugar. — Miró hacia donde habían encontrado al hombre.

Traducción: Kalia2101 158


—¿Quizás alguien lo conocía y ofreció la ayuda que pudo? — sugirió Flora.
Torin frunció el ceño, molesto. —Ese podría ser solo una persona.
—Walsh —dijeron al unísono.

—Supongo que sería inútil de mi parte decirte que hablaré con Walsh a solas, — dijo Torin
cuando entraron en la fortaleza.
—Por supuesto que sí, — dijo Flora. —Puedo pensar en preguntas que no haces o las
preguntas que hago pueden hacer que hagas preguntas a otros que no habías pensado hacer
o lo mismo de ti para mí. Sería una tontería de nuestra parte no hablar con él juntos.
Como de costumbre, su esposa no se ofendió por su sugerencia, simplemente señaló la razón
por la que no era así.
—Trae un brebaje caliente a mi solar para mi esposa, Anwen, — gritó Torin, al ver a la mujer
en el Gran Comedor cuando entraron. —Un chal también— añadió al ver temblar a Flora.
Torin la llevó a su solar donde acercó una silla al fuego y la hizo sentarse. —Te calentarás.
Flora no discutió, un escalofrío se sintió como si le penetrara hasta los huesos. Se frotó las
manos para calentarlas mientras su mente se ocupaba con preguntas para Walsh y estaba
agradecida por el brebaje caliente cuando un sirviente le entregó una jarra.
Torin le quitó el chal a Anwen cuando ella entró al solar y lo colocó sobre los hombros de
su esposa.
—¿Todo va bien con el trabajo, Anwen? — Flora preguntó cuándo la mujer se volvió para
irse.
—Sí, mi señora. Los muebles que eligió se trasladarán a su solar y Hadwin tiene un mortero
que cree que se adaptará a sus necesidades. También tiene algunas otras cosas que cree que
podrían interesarte.
—Iremos a verlo tan pronto como tenga la oportunidad, Anwen, — dijo, ansiosa por ver qué
tenía el comerciante.
Anwen fue a irse y se detuvo, la puerta bloqueada por Walsh, Kinnell de pie detrás de él,
Torin lo había enviado a buscar al hombre.
Flora captó la forma en que Walsh miró a Anwen por un momento, luego asintió con la
cabeza y se hizo a un lado. Siempre parecía detenerse en Anwen cuando la miraba y ella se
preguntaba si Anwen lo notaba.

Traducción: Kalia2101 159


Kinnell se hizo a un lado para dejar que Anwen se fuera y luego cerró la puerta detrás de
ella.
—¿Deseaba verme, mi señor? — preguntó Walsh.
Torin no perdió el tiempo, fue contundente. —¿Sacaste al mercenario del lago?
Walsh levantó la barbilla. —Sería una tontería de mi parte negarlo. Lo saqué del lago. Su
nombre era Tilden. Iba donde se ofrecía la mejor oferta de dinero. Lo conocí sólo de pasada.
Nunca trabajamos juntos en una misión. — Se pasó la mano bruscamente por la barba.
—Cuando escuché que se había encontrado a dos hombres tratando de ingresar a la isla
desde el lago, fui y caminé por algunas áreas que pensé que podría romperse el cerco
fácilmente. Encontré a Tilden y lo arrastré hasta donde lo encontraste.
—¿Por qué no me lo dijiste? — preguntó Torin.
—Sabía lo que pensarías, lo que piensas ahora, que te he mentido y estoy aquí para llevar a
cabo cualquier misión que estos hombres asumieron.
—¿Lo estás? _ preguntó Torin.
—¿Importa lo que yo diga? No me creerás, — dijo Walsh desafiante.
—Al menos deberías intentar explicarlo, — dijo Flora.
Walsh permaneció desafiante. —Digo la verdad. ¿Qué más puedo decir?
—Toda la verdad ayudaría, — sugirió Flora.
—La verdad a veces es necesaria pero no siempre útil, — dijo Walsh.
Flora se puso de pie, mirando a Walsh. —Escuché a mi pa mencionar algunas veces a un
hombre con el que se reuniría en privado y se negó a dejarme conocer. — Sus siguientes
palabras la sorprendieron tanto a ella como a su esposo y a Kinnell. —Conocías a mi pa.
—Tu pa me advirtió que tenías una mente rápida. Te pareces mucho a él, — dijo Walsh.
Torin dio un paso adelante, su brazo rodeó a su esposa. —Explícate.
—Todos ustedes, — dijo Walsh, mirando de Torin a Flora y luego a Kinnell, —deben jurar
que nunca hablarán de lo que estoy a punto de decirles.
—Eso dependerá de lo que tengas que decir, — advirtió Torin, su brazo permaneció firme
alrededor de su esposa.
No disuadió a Walsh, habló: —No soy un mercenario por elección, espío para el rey. — Miró
a Flora. —Y también tu pa.

Traducción: Kalia2101 160


Flora se alegró de que su esposo tuviera un brazo apretado alrededor o pensó que se caería.
—¿Mi pa era un espía?
—Cuando era necesario, — dijo Walsh. —El rey me llamó cuando tu ma y tu pa se
enfermaron. Cuando llegué allí, ambos habían muerto y tú te habías ido a la casa de tu tío
en las Tierras Altas. El rey temía que pudieras tener información relacionada con la misión
en la que habían estado tu pa y tu ma y me envió a ver qué podía averiguar.
—¿Mi ma también era una espía? — preguntó Flora, sin poder creer lo que estaba
escuchando.
—Tu pa compartió todo con tu ma, como bien sabes, no había forma de que pudiera haber
espiado sin que ella lo supiera.
—Por eso no me llevaron en todos sus viajes, — dijo Flora, recordando. —No se arriesgarían
a ponerme en peligro.
—Aye, y es por eso que al rey ahora le preocupa que sus muertes puedan haber tenido algo
que ver con la última misión de tu pa y que de alguna manera puedas saber algo que podría
resultar dañino para alguien. Con los atentados contra tu vida, diría que las dudas del rey
están justificadas. Alguien quiere silenciarte.
—¿Por qué no nos dijiste esto desde el principio? — preguntó Torin, con un poco de ira en
sus palabras.
—Hasta que pudiera ver por mí mismo que no representabas ningún peligro para Flora, no
podía correr el riesgo, — dijo Walsh y miró a Flora. —Le di mi palabra a tu pa de que, si
algo inesperado le sucedía a él y a tu ma, me ocuparía de que te mantuvieras a salvo. Estoy
aquí más para honrar mi palabra a tus padres que al rey. Tu pa y tu ma eran buenas personas.
Las lágrimas amenazaron los ojos de Flora, pero las contuvo.
—¿Estás satisfecho ahora que amo a mi esposa y no quiero hacerle daño? — preguntó Torin.
—Después de los atentados contra su vida y cómo la has protegido y cómo todos hablan de
cómo pueden ver cuánto ama Lord Torin a su esposa, estoy satisfecho de que no quieras
hacerle daño.
—Esto es bueno. Ahora podemos trabajar juntos para resolver este misterio, — dijo Flora y
siguió interrogándolo. —¿Cómo no has oído hablar de esta recompensa por mí? Eres un
mercenario, o eso creen todos, deberías haber oído hablar de algo.
—Estaba ansioso por llegar a ti, temiendo que podría llegar demasiado tarde y tomé un
camino menos transitado para poder llegar a ti más rápido. Una vez que llegué aquí y vi al

Traducción: Kalia2101 161


hombre en el árbol, supe que estabas en peligro y de ninguna manera iba a dejarte aquí hasta
que supiera si estabas a salvo.
—¿Tienes alguna idea de quién podría ser responsable de esta recompensa por mi cabeza?
— preguntó Flora.
—El rey me hizo saber la misión de tu pa, y la información que estaba buscando podría
habernos proporcionado una forma de identificar a un espía que tu pa descubrió que estaba
profundamente arraigado en Edimburgo. Pero se cree que la misión de tu pa se vio
comprometida, el espía desconocido de alguna manera se enteró y vio que el compañero que
tu pa iba a conocer sufrió un accidente inesperado. El rey desea asegurarse de que tu pa no
te haya confiado nada y tal vez el espía sienta lo mismo.
—A menos que simplemente busque venganza contra su padre por causarle problemas, —
sugirió Torin, su preocupación por la seguridad de su esposa crecía.
—Existe esa posibilidad, — estuvo de acuerdo Walsh. —¿Qué discutió tu pa contigo en su
regreso a casa?
—Mi pa y mi ma ya estaban enfermos cuando regresaron a casa y se fueron directamente a
sus camas, para nunca dejarla. Ninguno de ellos tuvo la oportunidad de hablar de sus viajes
conmigo, — dijo Flora, recordando lo preocupada que se había puesto al verlos a ambos tan
pálidos y cansados, e incapaces de comer lo más mínimo.
Kinnell ofreció consejos. —¿Podría Walsh ir y ver de qué podría enterarse de otros
mercenarios sobre la recompensa?
—Eso podría no salir bien, — dijo Flora y explicó. —Sin duda, a otros mercenarios les ha
llegado la noticia de que Walsh estaba aquí cuando murieron los mercenarios que atacaron.
Probablemente asuman que él es el responsable, manteniendo a los demás a raya para poder
reclamar la recompensa por sí mismo cuando esté listo.
—Ella tiene razón. Ninguno confiará en mí ahora, — dijo Walsh. —Además, la verdadera
persona detrás de una misión, la que ofrece el dinero, no siempre es conocida por los
mercenarios, manteniéndolo a salvo de ser descubierto.
—Entonces, lo que estás diciendo es que realmente no tenemos idea de quién puso la
recompensa por la cabeza de mi esposa, — dijo Torin. —Lo que significa que podría no tener
nada que ver con la misión de su pa. Entonces surge la pregunta, ¿quién querría que mi
esposa muriera y por qué?

Traducción: Kalia2101 162


CAPÍTULO 21
—No puedo creer que mis padres espiaran para el rey. Mi pa no siempre estaba de acuerdo
con él en las cosas, — dijo Flora, paseándose por su cuarto de trabajo o, como todos lo
llamaban, su solar. —¿Cómo no vi eso?
—Tu pa evidentemente estuvo de acuerdo con él en algunos temas o nunca hubiera
accedido a espiar para él, e imagino que tu pa y tu ma querían asegurarse de que nunca te
enteraras para mantenerte a salvo, — dijo Torin, preocupado porque su esposa estaba
molesta, aunque comprensiblemente.
—Mis sueños, — dijo, pensando en ellos. —La figura oscura debe ser la que está detrás de
mí, pero mis padres me piden ayuda... ¿por qué?
Torin la tomó del brazo y la atrajo en un ligero abrazo. —Has puesto a prueba tus
pensamientos lo suficiente hoy. Déjalo ser por ahora y piensa en ello fresco mañana.
Flora suspiró. —Por mucho que no quiera admitirlo, tienes razón. Demasiado tiempo
dedicado a esto solo traerá más confusión.
—¿Por qué no vamos a echar un vistazo a esa piedra desmoronada de la que me hablaste? —
sugirió él, con la esperanza de que la ayudara a dejar de pensar en sus padres.
—Una idea maravillosa—, dijo emocionada y besó su mejilla antes de huir de su abrazo.
Torin la agarró por la cintura con el brazo y la atrajo hacia él antes de que pudiera dar un
paso. —Ese no es un beso apropiado, esposa.
Ella sonrió, viendo una burla malvada en sus ojos oscuros. —Tienes razón, esposo. No lo es.
No esperaba el beso que aterrizó en sus labios. Fue un golpe de pasión al que no solo
respondió con entusiasmo, sino también a su hombría. Y cuanto más se demoraban en él,
más duro crecía su eje.
Flora se quedó sin aliento cuando lo terminó con mordiscos en el labio inferior, tal como él
le hacía a veces. Se tomó un momento para dejar que su respiración se calmara y luego
preguntó: —¿Eso estuvo mejor, esposo?

Traducción: Kalia2101 163


—No lo suficientemente cerca, esposa, — dijo Torin y le guiñó un ojo. —Es hora de otra
lección. — La hizo girar, la inclinó sobre la mesa y apartó su ropa del camino. Pasó la mano
por su trasero desnudo y luego le dio un apretón. —Abre las piernas, tengo muchas ganas
de deslizarme dentro de ti.
Con el beso habiendo provocado más que su pasión, rápidamente hizo lo que él le pidió,
aunque tuvo que preguntar: —¿Está permitido aparearse fuera de la alcoba?
—Podemos acoplarnos donde queramos, esposa, — dijo y ajustó su postura para poder
deslizarse fácilmente dentro de ella.
Ella jadeó. —Me encanta sentirte dentro de mí.
Maldita sea, si sus palabras no encendían aún más su pasión. —Me aseguraré de estar
dentro de ti con la frecuencia que quieras.
—En diferentes lugares. Debemos probar diferentes lugares— se apresuró a decir antes de
soltar un gemido de placer.
Torin no sabía cómo había tenido tanta suerte al elegir a Flora por esposa, pero pasaría el
resto de sus días agradeciendo al cielo por ella.
Mantuvo su trasero desnudo mientras establecía un ritmo para ellos y cuando escuchó sus
gemidos ahogados, supo que luchaba por no gritar por miedo a que alguien la escuchara. Su
inesperada pasión había estallado rápidamente, y los vería satisfechos con la misma rapidez.
Flora dejó escapar un susurro áspero, —¡Torin!
—Déjate ir— le ordenó, y ella lo hizo, y como ella lo hizo, él también. Ambos gemidos
llenaron la habitación hasta que finalmente Torin se inclinó sobre ella plantando sus manos
a ambos lados de su cabeza mientras lo último de su clímax se disipaba.
—Nunca podré trabajar en esta mesa sin recordar este momento, — dijo, con la voz apagada
contra su brazo.
Torin acercó su boca a su oído. —Me encargaré de que este no sea el único momento que
recuerdes aquí.
Ella se apretó contra él y se estremeció, sus palabras encendieron una chispa persistente que
disparó un breve y suave segundo clímax.
—Estoy disfrutando mucho de las lecciones, — dijo con un suspiro.
—Yo también, esposa, yo también —dijo Torin y se deslizó suavemente fuera de ella y le
bajó la ropa. Cuando ella no se movió, deslizó su brazo debajo de sus pechos y la ayudó a
levantarse, girándola para que descansara contra él.

Traducción: Kalia2101 164


—Te amo tanto, esposo, — dijo ella, con la cabeza apoyada en su pecho.
—Soy un hombre afortunado por tener tu amor, Flora, y aún más afortunado por haberme
enamorado tan profundamente de ti.
Ella inclinó la cabeza hacia atrás para sonreírle. —Ambos tenemos suerte de habernos
encontrado.
—Pero fui lo suficientemente inteligente como para casarme contigo, — dijo con un brillo
burlón en sus ojos.
—Estoy de acuerdo con eso, esposo, porque no me gustó que la única opción que me
quedara fuera casarme contigo, un extraño. No podía imaginarme pasar el resto de mis días
contigo aquí en las Tierras Altas con todo tan desconocido para mí, y ahora… no puedo
imaginarme estar en otro lugar que no sea aquí contigo.
Él la besó rápido. —Y aquí es donde permaneceremos juntos. Ahora vamos a ver esa piedra
que se desmorona.

Torin examinó la piedra. —El mortero se está desmoronando. Puedo hacer que lo reparen.
—¿Qué pasa si no está destinado a ser reparado? ¿Qué pasa si está destinado a ser abierto,
finalmente abierto para liberar lo que haya estado encerrado todos estos años? — preguntó
Flora. —Sé que probablemente suene tonto, pero tengo la sensación de que me trajeron aquí
por una razón, y creo que esa razón es para que esta habitación se abra y se libere la fortaleza
de cualquier secreto que albergue.
—Escuché a mi abuelo advertir a mi papá repetidamente y mi papá me advirtió
repetidamente que nunca abriera la habitación.
—Se han ido, y tú estás aquí, y algo atormenta esta torre, y el clan ha sufrido con la
preocupación por el fantasma. La habitación demostrará que las ventanas de la torre
permiten que el aire entre a toda velocidad a través de la fortaleza y cree el sonido de gemido
que todos temen que sea un fantasma o, posiblemente, liberará lo que sea que haya estado
encerrado todos estos años.
—¿Y si no está destinado a ser liberado? ¿Qué pasa si hay algo allí que está destinado a
permanecer encerrado para siempre? — preguntó Torin, preocupado por la decisión que
tendría que tomar.

Traducción: Kalia2101 165


—Nada permanece encerrado para siempre. En algún lugar del camino se revelan secretos
al igual que con mi pa y mi ma. Nunca hubiera creído que me ocultaban un secreto, y
probablemente nunca planearon que lo descubriera, pero lo hice. Si bien puedo entender
por qué nunca me lo dijeron, desearía que me lo hubieran confiado. Sé que no debería, y es
una tontería, pero de alguna manera me siento excluida de sus vidas por eso. — Ella apoyó
la mano en su pecho. —No me guardas ningún secreto, ¿verdad?
—Nay, Flora, no tengo secretos ocultos y no te ocultaré ningún secreto a lo largo de los años,
porque no me gustaría que me hicieras eso. Compartimos siempre, ya sea para bien o para
mal, nos diremos la verdad.
—Aye, siempre la verdad, — estuvo de acuerdo con un asentimiento.
—En cuanto a esta habitación, todavía necesito pensar en ella. Si la torre fuera un lugar
donde se torturaba a la gente, ¿qué liberaría al abrirla? Y si no, entonces, ¿qué más podría
revelarse que nunca tuvo la intención de darse a conocer? Es una decisión seria que tomar,
y no puedo hacerlo rápido o a la ligera.
Ella reiteró lo que le había dicho una vez. —Entiendo y apoyaré cualquier decisión que
tomes.
—Me complace que entiendas. Ahora necesito tener mi charla diaria con Kinnell y ver si
algo en el clan, además de lo obvio, necesita mi atención. Y permanecerás en la fortaleza, así
que no debo preocuparme.
Torin dejó a Flora en el Gran Salón hablando con Anwen y fue a su solar con Kinnell,
pensando en la habitación de la torre y la seguridad de su esposa.

Flora yacía despierta, su esposo dormía profundamente a su lado. Se habían demorado en


hacer el amor una vez en la cama y ella sonrió al recordar la forma en que él había explorado
su cuerpo y cómo ella había hecho lo mismo con el de él. Al final, se habían apresurado a
terminar porque su necesidad era tan grande el uno por el otro. Había pensado que se
dormiría tan rápido como su marido, tan satisfecha y tranquila se sentía, pero el sueño no
llegaba.

Traducción: Kalia2101 166


Escuchó el crepitar del fuego, la respiración tranquila de su esposo, y cerró los ojos y se
demoró en el calor y la seguridad que sentía con su esposo acostado a su lado. Todo iba bien
y, sin embargo, sentía que algo la inquietaba. Ella razonó que se debía a lo que había
aprendido sobre sus padres y la amenaza a su vida sin razón aparente. Estaba acostumbrada
a discutir las cosas con sus padres y juntos sacarían conclusiones, pero ellos no estaban para
ayudarla con esto, y muy bien podrían ser la causa del problema. No estarían felices
sabiendo que pueden haberle hecho daño. Sin embargo, ¿por qué le pedían ayuda en sus
sueños?
Sacudió la cabeza, tratando de ahuyentar sus implacables pensamientos para finalmente
poder dormir. Se obligó a mantener los ojos cerrados, pensando que el sueño no tendría otra
opción que reclamarla.
Se concentró en el crepitar y el estallido ocasional del fuego cuando un escalofrío repentino
golpeó sus pies debajo de la manta. Los rodeó como lo había hecho la otra noche, luego
comenzó a deslizarse lentamente por sus piernas, enviando un frío helado a través de ella.
El frío siguió subiendo por su cuerpo, abrazando su cintura, pellizcando sus senos hasta que
se sintió como si la abarcara por completo. Trató de alcanzar la mano de su esposo, pero no
podía moverse. Intentó llamarlo, pero no tenía voz. El miedo se apoderó de ella, sin saber
qué hacer, sin saber qué le estaba pasando.
Captó un movimiento por el rabillo del ojo, una sombra flotando cerca y luego comenzó a
acercarse a la cama. Intentó desesperadamente volver a llamar a su esposo, tomar su mano,
buscar su protección, pero se quedó congelada sin poder moverse. La sombra se acercó y
justo cuando se acercaba a la cama, el frío que la envolvía se desprendió de ella y voló hacia
la sombra.
Flora dejó escapar un grito espeluznante.
—¡Flora! ¡Flora! Despierta. No es más que un sueño. ¡Despierta!
Los ojos de Flora se abrieron de golpe y corrió a los brazos de su esposo aliviada de sentir su
fuerza envolviéndola protectoramente.
—El frío y la sombra, — dijo con un escalofrío, sintiendo aún como si el frío continuara
abrazándola. —El frío me protegió de la sombra.
—No fue más que un sueño, — dijo Torin, con la esperanza de calmarla.
—O una advertencia, — sugirió. —Los fantasmas eran algo a lo que le daba poca
credibilidad. Eran parte de cuentos contados para entretener y asustar. Desde que llegué a
las Tierras Altas y experimenté cosas que a veces carecen de razón, me pregunto si hay algo
de verdad en esos cuentos.

Traducción: Kalia2101 167


—Un pensamiento que es mejor dejar para la mañana. Duerme ahora, estás a salvo en mis
brazos— dijo, abrazándola fuerte y pasando su mano por su espalda para ahuyentar el frío
de su cuerpo.
Flora se acurrucó contra él, pero no cerró los ojos. Su esposo ciertamente había demostrado
que podía mantenerla a salvo, pero ¿podría mantenerla a salvo de sus sueños?

No había nevado en los últimos días y las cosas habían estado tranquilas alrededor del
torreón y en el pueblo. Muchos dudaron en creer que el fantasma se había ido, pero se
sintieron aliviados de que no se hubiera dado a conocer nuevamente. Para su alivio, no se
habían hecho más atentados contra la vida de Flora, aunque eso podría atribuirse a la
intensa vigilancia de su esposo. Fuera cual fuera el motivo del silencio, Flora lo agradecía.
Le permitió pensar con más claridad y sensatez.
Ella sonrió y se apresuró a la cabaña de Phillip al verlo parado afuera esperándola.
—Para usted, — dijo una vez dentro, entregándole una manta de lana y colocando un bulto
de tela que también llevaba sobre la mesa. —El invierno es demasiado frío aquí para
mantener el calor con una sola manta. — Ella miró su estrecha cama, habiendo notado la
única manta la última vez que estuvo allí.
—Eso es muy generoso de su parte, milady. Mis viejos huesos no soportan el frío tan bien
como cuando era joven, — dijo Phillip y colocó la manta doblada sobre la cama. —Por favor,
siéntese, mi señora, tengo un brebaje caliente listo para nosotros.
Flora desató el nudo del bulto de tela y lo abrió para dejar al descubierto su contenido. —Y
tengo un delicioso pan de miel del cocinero para acompañarlo.
Phillip sonrió con deleite. —El pan de miel ha sido mi favorito desde que era joven.
Ambos se sentaron para disfrutar del brebaje caliente, el pan y adentrarse en la
conversación.
—Mi mamá me dijo que fue la primera comida que comí cuando llegamos aquí al clan y que
nunca dejé de comerla, — dijo Phillip, sonriendo suavemente al recordarlo.
—Pensé que habías nacido aquí, Phillip.

Traducción: Kalia2101 168


—Bien podría haberlo sido. Apenas tenía dos años cuando mi mamá y yo aterrizamos aquí.
Mi pa había muerto de una enfermedad que lo golpeó rápidamente y se lo llevó igual de
rápido por lo que me dijo mi ma. Después de eso, mi ma no pudo trabajar sola en la granja y
tuvimos que irnos. Encontramos un hogar aquí con una tía mayor que nos acogió y estaba
sola. Me casé con Jenny, una chica que conocía desde que era joven, justo después de que
falleciera mi madre. Compartimos lo bueno y lo malo juntos, perdiendo a dos niños, uno
poco después de que naciera, y la niña sucumbiendo a una fiebre que azotó al clan cuando
tenía cinco años. Jenny y yo pasamos muchos años juntos después de eso, pero no los
suficientes cuando amas a alguien. Los extraño todos los días.
Flora se acercó para descansar una mano reconfortante sobre su anciano, viendo lágrimas
acumularse en sus ojos. —Conozco bien el sentimiento. Pienso en mis padres y los extraño
todos los días.
—Es bueno que tengas a Lord Torin para amarte y cuidarte y es bueno tener un gobernante
justo y cariñoso una vez más. A ambos les irá bien con el clan. — Sacudió la cabeza. —Años
más tarde, después de la muerte de Lord Dermid, escuché a alguien decir que esperaba que
Lord Hamish no cambiara como lo había hecho su padre.
—¿Él no era un hombre amable? — preguntó Flora.
Phillip se encogió de hombros. —¿Cómo se juzga a un hombre que debe liderar un clan?
Tanta responsabilidad.
—¿No has escuchado nada a lo largo de los años, ni siquiera un fragmento de chisme, sobre
por qué se selló la habitación de la torre? — preguntó Flora.
—Ojalá pudiera ayudarla, milady, pero con la habitación ya sellada cuando mi ma y yo
llegamos aquí y pocas personas dispuestas a hablar al respecto, o eso dijo mi ma, hay poco
que contar. A medida que crecía, me advirtió que mantuviera mi distancia de la fortaleza,
Lord Dermid se enojaba rápidamente por poca o ninguna razón. Hasta el día de hoy, nunca
he estado dentro de la fortaleza.
—Oh, eso no está bien. Debe venir a visitarla y ver por sí mismo el lugar acogedor en el que
se ha convertido.
Phillip sonrió. —Realmente me gustaría eso, milady.
Flora sonrió y se rió mientras la conversación continuaba, disfrutando de las historias de los
años de juventud de Phillip y aprendiendo más sobre el clan y la fortaleza en el camino.
Dejó a Phillip sonriendo, teniendo suficiente pan de miel para que le durara hasta el día
siguiente, aunque él le advirtió que probablemente no le duraría todo el día.

Traducción: Kalia2101 169


Cerrándose bien la capa para protegerse del frío y viendo que el cielo se había vuelto
considerablemente gris, una promesa segura de nieve tenía un lugar más para detenerse
antes de regresar a la fortaleza. Había planeado hacerlo antes, pero se encontró inventando
excusas para retrasarlo. Ahora, estaba decidida a llevarlo a cabo.
Lo vio caminando por el pueblo y gritó: —Walsh, un momento, por favor.
Se detuvo y se acercó a ella lentamente. —Sabía que llegaría el momento en que querrías
hablar. Que tendrías preguntas, pero no sé si tendré las respuestas que buscas.
—No sé qué respuestas busco, — admitió Flora no solo para él sino para sí misma.
—Entonces te diré lo que tu pa me dijo que te dijera si alguna vez llegaba el momento,
aunque esperaba que no fuera así, que su secreto te fuera revelado y que tuvieras más
preguntas que respuestas.
—Aye, por favor dime lo que me aconsejó mi pa, — dijo, ansiosa por escuchar el mensaje
que su papá le había dejado.
—Estas fueron sus palabras. Me hizo repetirlas una y otra vez para que las acertara. Dijo
que lo entenderías, — dijo Walsh, y tomó aliento para fortalecerse y luego continuó. —
Flora, como buscadores de conocimiento buscamos explicaciones a todo. Sin embargo,
algunas cosas en la vida no se pueden explicar. Simplemente deben ser vividas.
Una sonrisa iluminó el rostro de Flora, escuchar la voz suave pero fuerte de su pa
pronunciando esas palabras y la imagen de sus cejas pobladas casi tocándose mientras se
concentraban la hizo sentir como si él estuviera allí con ella.
—Gracias, Walsh, por transmitir las palabras de mi pa y estoy muy agradecido contigo por
ser su amigo y cumplir tu palabra.
—Todavía tengo que hacer eso. Te veré a salvo antes de despedirme, — dijo Walsh, sus ojos
vagando más allá de sus hombros. Su interés atrapó en otra parte.
Flora siguió su mirada y no se sorprendió al ver que su atención se había centrado en Anwen
sonriendo y hablando con amigos.
—Tal vez es hora de que sigas el consejo de mi pa y simplemente vivas, — dijo Flora y se dio
la vuelta, dejándolo mirándola.
Si la muerte de sus padres no la hubiera obligado a venir a las Tierras Altas al clan de su tío,
dudaba que hubiera entendido el mensaje de su pa. Si bien había pasado un tiempo
interminable hablando y estudiando, no fue hasta que tomó un lado aventurero y realmente
comenzó a vivir, comenzó a experimentar las cosas por completo, que comenzó a obtener el

Traducción: Kalia2101 170


conocimiento que buscaba. La razón por la que había aceptado el puesto del rey como espía.
Lo había desafiado, y había aprendido de ello.
Qué aventura debe haber sido para él y su ma, y Flora se alegró de que hubieran llegado a
vivirla.
Flora sonrió al ver acercarse a su esposo, aunque se preocupó cuando no le devolvió la
sonrisa.
Torin tomó su mano cuando la alcanzó. —Los hombres han regresado de su misión y tienen
noticias de la recompensa por tu cabeza. Pensé que querrías estar allí cuando hable con ellos.

Traducción: Kalia2101 171


CAPÍTULO 22
—Esa es una suma sustancial, — dijo Flora, al enterarse de la cantidad de la recompensa.
—Y, sin embargo, dices que no podrías aprender nada de la persona que ofrece esta
recompensa. — Siguió hablando, sin esperar una respuesta. —¿Por qué alguien buscaría tal
recompensa sin ninguna prueba de que se pagaría? ¿Qué pasa si esta persona anónima inició
un rumor de una recompensa ofrecida cuando no hay ninguna? ¿Y si es su forma de verlo
hecho sin que le cueste unas monedas?
—Eso sería una tontería, milady— se apresuró a decir el guerrero.
—John tiene razón, milady, nadie se arriesgaría así, — dijo el otro guerrero. —Todo el
mundo sabe que uno no traiciona a un mercenario. Te perseguirían y tu muerte no sería fácil.
Torin se apresuró a hacer una pregunta antes de que su esposa pudiera hacerlo. —¿Pudiste
saber dónde se ofreció la recompensa por primera vez, Owen?
—Lo más lejos que pudimos rastrearlo fue cerca de las tierras bajas por lo que compartió un
hombre, mi señor, — dijo Owen.
—¿A quién contactaría el mercenario cuando esté listo para cobrar la recompensa? —
preguntó Torin.
—Nadie lo diría, mi señor, y creo que no lo sabían, — dijo John. —Creo que fue porque solo
los líderes individuales de las tropas mercenarias recibieron la información.
—¿Cómo se le confirmaría mi muerte a esta persona, ya que seguramente la palabra de una
persona por sí sola no sería suficiente para cobrar la moneda? — preguntó Flora, y ambos
hombres miraron a Torin.
—No querrás saberlo, Flora. — advirtió Torin, y la idea de lo que le harían le enviaba una
rabia furiosa a través de él.
—Por supuesto, que quiero saber. Quiero estar preparada para lo que pueda.
—¡OH! — Flora dijo cuando una idea la golpeó. —Me quitarían la cabeza y se la
presentarían a la persona. — Sus ojos se abrieron como platos. —Eso significaría que soy
reconocible para esta persona. — Ella sacudió su cabeza. —Pero he estado en demasiados
lugares para recordar a todos los que me conocieron o me vieron de pasada o con mis padres.

Traducción: Kalia2101 172


—Otro hecho importante, mi señor, — se apresuró a decir Owen cuando Flora hizo una
pausa. —La recompensa solo se ofreció a los grupos de mercenarios más poderosos, y han
dejado bastante claro que cualquier mercenario deshonesto que intente lo contrario sufrirá
las consecuencias.
—Una señal de que esta persona es bastante seria y tiene prisa por hacerlo, — dijo Flora y
se calmó mientras inclinaba la cabeza para pensar, aunque no por mucho tiempo. —¿Por
qué entonces ha estado tranquilo estos últimos días sin que se hayan hecho intentos?
Torin tenía la respuesta a eso. —¡Walsh! Se corre la voz rápidamente y sin duda se ha sabido
que Walsh ha accedido a la isla y con la muerte del primer hombre en los árboles cuando
llegó, el otro hombre que mató supuestamente para ayudarme, y con las tres muertes
recientes, probablemente creyó que los detuvo, con la intención de obtener la recompensa
para él y sus hombres.
—Walsh ha tenido mucho tiempo para matarme y, sin embargo, no lo ha hecho, — dijo
Flora y pensó en el mensaje que le había dado su pa que tenía que haber sido de él o ¿quería
creer que había sido?
—No puedes gastar monedas si no sobrevives a la misión, — dijo John.
Owen asintió con la cabeza. —Walsh es más sabio que la mayoría de los mercenarios. Se
aseguraría de llevar a cabo la misión y escapar.
El silencio de Flora alertó a Torin de que estaba molesta y rápidamente despidió a los dos
hombres. —Vayan a buscar comida y bebida. Lo hicieron bien.
Torin se volvió hacia su esposa, perdida en sus pensamientos, extendió la mano y tomó su
mano entre las suyas. Se alegró de que ella hablara antes de que pudiera hacerlo, sin saber
cómo calmar sus pensamientos problemáticos.
—Acabo de hablar con Walsh. Me dio un mensaje de mi pa. Estaba destinado a ser
entregado a mí si me enteraba de sus actividades adicionales y continuaba preguntando. Mi
pa le dijo a Walsh que lo entendería, y lo hice. No negaré que anhelaba volver a hablar con
mi pa y compartir las cosas que él o yo aprendimos. Quiero creer que no permitió que la
muerte le impidiera acercarse a mí y compartir el conocimiento que había aprendido y
deseaba compartir conmigo. También quiero creer que Walsh era un amigo de mi pa y no
un enemigo. Pero tampoco quiero ser una tonta y confiar ciegamente en un hombre que no
conozco.
—Está siendo vigilado, porque todavía tengo que confiar plenamente en su palabra, — dijo
Torin. —Pero no te acercarás a Walsh sola, y en eso tendré tu palabra, esposa.

Traducción: Kalia2101 173


—Lo prometo, — dijo ella para su alivio. —Estoy perpleja en cuanto a lo que debemos hacer
a continuación. Debemos descubrir quién está detrás de esto, pero ¿cómo lo hacemos
cuando estamos aislados aquí en la isla? Y no tendría sentido para mí viajar de regreso a casa
para ver lo que alguien podría saber allí, porque dudo que sobreviva al viaje.
—No irás a ningún lado. Tu hogar está aquí ahora, y es donde te quedarás— ordenó con
autoridad, un miedo corriendo a través de él, por lo que podría pasarle a ella si se arriesgaba
así.
—Soy lo suficientemente inteligente como para saber que eso sería una tontería, — dijo
Flora, luego se quedó en silencio, aunque no por mucho tiempo. —Podría haber otra manera.
Torin la miró con escepticismo cuando ella le dirigió una sonrisa demasiado dulce, y pensó
que no le iba a gustar lo que estaba a punto de sugerir.
—Si pudiéramos capturar a uno de los mercenarios y hacer que nos dijera dónde está
acampado su líder, podrías enviar una tropa para capturarlo, y él podría decirnos a quién
contactar cuando esté listo para reclamar la recompensa.
Le soltó la mano y se acercó a ella, sus cuerpos casi se tocaban.
Flora luchó por conservar su dulce sonrisa cuando prefería derretirse contra su esposo y que
sus brazos la envolvieran cómodamente. La asombraba cómo los pensamientos íntimos
invadían constantemente su mente. A menudo sacudía la cabeza en vanos intentos de
deshacerse de ellos, por absurdo que fuera, pero nada parecía sensato desde que descubrió
la pura alegría de hacer el amor con su marido.
Casi volvió a negar con la cabeza, al darse cuenta de que había permitido que los
pensamientos de estar en los brazos de su esposo la distrajeran de un asunto importante.
—En primer lugar, esposa, nunca permitiré que te pongan en peligro a propósito. En
segundo lugar, los mercenarios son un grupo vicioso que no debe tomarse a la ligera en la
batalla y, por último, sería necesaria la tortura para que un líder mercenario revele cualquier
información.
—¿Qué pasa si negociamos con él, hacemos algún tipo de trato del que se beneficiaría?
—Nunca, jamás confías en un mercenario. Su palabra no significa nada, — aconsejó Torin.
—Debo estar en desacuerdo contigo en eso, — dijo Flora. —Conocí a un hombre que una
vez fue mercenario y confié en él explícitamente.
—¿Quién es ese?
—Lord Cree del Clan Carrick.

Traducción: Kalia2101 174


Torin sonrió y sacudió la cabeza. —Él es la excepción… un hombre honorable y guerrero que
es respetado y temido y por una buena razón. Su habilidad como guerrero es reconocida al
igual que su valentía en la batalla. No hay muchos que no lucharían a su lado y hay muchos
que no se atreverían a luchar contra él.
—Todavía creo que vale la pena intentarlo, de lo contrario, ¿qué nos queda? — argumentó
Flora. —¿Hasta cuándo debemos seguir viviendo con miedo de lo que pueda pasarme?
¿Debemos hacer algo, o vamos a vivir temerosos para siempre?
—Eso no sucederá, — ordenó Torin.
—¿Y cómo vas a prevenirlo? — ella preguntó.
Torin sonrió y la besó. —Lo que sugeriste generó una idea en mí que podría funcionar.
También nos ayudará a descubrir si Walsh es amigo o enemigo.
Flora abrazó a su esposo con fuerza antes de decir: —Mira lo que puede hacer debatir
asuntos... generar nuevos pensamientos, opciones, soluciones. Estoy encantada de que
discuta asuntos conmigo. Realmente eres un buen marido. Ahora cuéntame tu idea.

—¿Quería verme, mi señor? — dijo Walsh con un movimiento de cabeza, luego se volvió
hacia Flora. —Mi señora.
—Aye, — dijo Torin, y antes de que pudiera decir otra palabra, intervino su esposa.
—Hemos ideado un plan para descubrir quién está detrás de esta recompensa por mi cabeza
y necesitamos su ayuda. — Flora no dio a nadie la oportunidad de hablar. Ella siguió
hablando. —Hemos sabido que solo a los líderes mercenarios se les dijo la identidad de la
persona con la que debían ponerse en contacto cuando hubieran cumplido la misión.
Creemos que los atentados contra mi vida han disminuido debido a su presencia aquí, que
otros mercenarios creen que está aquí para ver la misión cumplida y reclamar la recompensa.
Walsh la interrumpió rápidamente. —No tengo tal información y mi tropa no está conmigo,
como le dije, me fui a buscarle después de hablar con el rey".
—Tal vez sea así, — dijo Flora. —Pero no viajarías solo. Te esperan, sea de cerca o de lejos,
y saben que estás aquí, y sin duda esperan tus órdenes.
—Y sin duda deseas saber si se puede confiar en mí, — dijo Walsh molesto.

Traducción: Kalia2101 175


—Aye, es lógico que lo hagamos. Sin embargo, debo admitir que tiendo a confiar en ti
cuando probablemente debería ser más cautelosa. Mi esposo, sin embargo, es el más sabio
en esta situación.
Torin no podía dejar de sonreír. Ella lo elogió, incluso de una manera lógica. Sin embargo, le
complació.
—¿Dónde esperan tus hombres? — preguntó Torin.
Walsh no dudó en responder. —A una distancia de aquí. Donde no pueden ser detectados.
Soy consciente de que patrullas mucho el bosque más allá del puente, así que no me
arriesgué a que los encontraras.
—¿Cuándo regresarán tus hombres con noticias de la recompensa? — preguntó Flora.
Walsh le lanzó un ceño fruncido. —¿Fue una artimaña para que admitiera lo que
sospechabas?
—Idea de mi esposo, — dijo Flora con orgullo. —Y honestamente puedo decir que nunca lo
hubiera pensado… porque confiaba en ti. Torin me advirtió que no confiara en los
mercenarios.
—Debes confiar en pocas personas, porque la mayoría miente, — aconsejó Walsh.
—Yo no miento. No veo razón para ello, — dijo Flora.
—Una esposa honesta, — dijo Walsh con una mirada a Torin. —Es usted un hombre
afortunado.
—Más de lo que nunca pensé que sería posible, — dijo Torin. —Entonces, ¿cuándo esperas
a tus hombres?
—Podrían ser tres semanas o más, a menos que tengan suerte en el camino y se enteren de
algo.
—Mueve tu tropa más cerca de la isla. Pueden ayudar a unirse a mis guerreros para evitar
que alguien obtenga acceso, — dijo Torin.
—Y que sean la primera línea si atacan, — dijo Walsh, y Torin sonrió.

—¿Crees que funcionará? — Flora preguntó más tarde esa noche, acostada en la cama con
su esposo desnudo.

Traducción: Kalia2101 176


—Ya veremos, — dijo, su mano vagando perezosamente sobre ella bajo las varias mantas
que los mantenían calientes.
—¿Crees que es cierto? — ella preguntó.
Él le dio a su trasero un suave apretón. —¿Si qué, es verdad?
—Lo que Walsh dijo sobre mi pa, que espió para el rey, y ¿él mismo realmente espía para el
rey o también es una mentira?
Pasó la mano lentamente por su espalda para acariciarla, sintiendo su frustración en su
cuerpo tenso. —Creo que dice la verdad cuando se trata de eso. No habría ninguna razón
para contar tal historia. Que fuera amigo de tu pa hubiera sido suficiente.
Flora suspiró. —Esto me tiene frustrada y perpleja y es molesto que no podamos hacer nada
más que esperar noticias de los hombres de Walsh.
—Tienes suficiente para mantenerte ocupada aquí, — dijo, su mano fue a rozar su pecho.
—Debería pensar más en esto. Me he perdido algo, — dijo.
La mano de Torin se soltó de ella y cayó de espaldas. —Aye, tu esposo tratando de hacerte
el amor.
Flora lo miró atónita y se subió encima de él para sentarse a horcajadas sobre él.
Torin estaba igualmente atónito por su acción.
—Nay, has despertado mi pasión de la manera más que adecuada.
—¿Adecuadamente?
—No quise insultar, — dijo ella, al escuchar la ofensa que él había tomado. —Solo quise
decir que disfruté bastante de tu toque incluso con mi mente divagando.
¿Por qué no recordó que su esposa nunca buscó juzgarlo, sino que simplemente le expresaba
sus pensamientos y opiniones abiertamente? Y que sus toques íntimos hubieran atravesado
sus pensamientos errantes decía mucho. Lo mismo hizo ella sentada a horcajadas sobre él.
—No debería haberlo tomado como tal, — dijo. —Mi deseo por ti anuló todo lo demás.
—¿De verdad?— ella preguntó.
—Aye, — dijo, plantando sus manos en sus caderas. —Siempre permaneces en mis
pensamientos.
Sus ojos se agrandaron. —Tú siempre permaneces en mis pensamientos también.

Traducción: Kalia2101 177


Él sonrió. —Estoy encantado de escuchar eso. Y me complace tenerte encima de mí, aunque
sería mucho más placentero para los dos si me deslizara dentro de ti.
—¿Me está permitido estar encima de ti? — preguntó con una inocencia que lo puso más
duro de lo que ya estaba.
—Lo que tú y yo elijamos está permitido, — dijo Torin. Y me gustas justo donde estás.
—También me gusta dónde estoy, — dijo Flora y se levantó lo suficiente como para alcanzar
su eje para deslizarse dentro de ella. Ella titubeó un poco y se apresuró a disculparse. —
Perdóname, no soy experto en esto.
—A mi eje le gustas bastante, incluso titubeante, — dijo en broma.
—Me encanta tocar tu eje. Se siente tan hermoso en mi mano.
Sus tentadoras palabras provocaron un gemido que él, que mantuvo en silencio hasta que
ella accidentalmente rozó la punta de su virilidad contra su lugar de placer y dejó escapar
un gemido. Y ella no se detuvo, siguió dándose placer con su eje, con la cabeza inclinada
hacia atrás mientras seguía gimiendo, y su pasión se disparó rápidamente.
Sus propios sonidos de pasión pronto se unieron a los de ella después de que ella comenzó
a acariciar su eje hasta que su agarre se volvió más fuerte y sus caricias más rápidas.
Sintiéndose demasiado cerca de derramar su semilla sobre su mano, Torin la agarró por la
cintura con fuerza y la levantó. —Deslízalo dentro ahora, — ordenó.
Flora hizo lo que le dijo, necesitándolo dentro de ella, muy dentro de ella. Dejó caer la cabeza
hacia adelante, sus ojos en él, mientras guiaba su eje hacia ella y se deslizaba a lo largo de él
hasta que su eje desaparecía por completo y cómodamente dentro de ella.
—Maldita sea, esposa, te sientes tan bien, — dijo Torin, aunque sonaba más como si gritara
de placer sin fin. Él fue a ayudarla, guiarla para montarlo por primera vez, pero ella ya estaba
subiendo y bajando sobre él. Él mantuvo sus manos en sus caderas en caso de que necesitara
su ayuda o guía, pero ella lo estaba haciendo bastante bien por su cuenta.
Se dejó caer sobre él para besarlo profundamente y con un desenfreno que él no esperaba
pero que agradeció mucho.
Cuando se levantó de nuevo, susurró: —Tócame.
Sus manos fueron a sus pechos, ahuecándolos y jugueteando con sus duros pezones con sus
dedos mientras ella subía y bajaba sobre él otra vez.
Flora dejó escapar un gemido que rivalizó con el del fantasma, la exquisita sensación era
casi demasiado para soportar.

Traducción: Kalia2101 178


Las manos de Torin se movieron para agarrar su cintura, sintiendo, viendo su pasión a punto
de estallar, pero también la suya. La abrazó con fuerza y tomó el control, llevándola arriba y
abajo sobre él con una fuerza que la hizo jadear una y otra vez hasta que... estalló en un grito.
Él se unió a ella incapaz de detenerse mientras gemía con los dientes apretados ante el
clímax que sacudió su cuerpo con un placer interminable.
Se estremeció cuando lo último de su placer se desvaneció y se derrumbó sobre su marido.
Los brazos de Torin la envolvieron, manteniéndola allí, no listo para dejarla ir, no listo para
que ella se desprendiera de él. Su pecho subía y bajaba contra él en respiraciones laboriosas
mientras se recostaba contenta sobre él.
—Sigo pensando que hacer el amor contigo no puede ser más increíble y, sin embargo, cada
vez lo es, — dijo con un suave suspiro.
—Siento lo mismo, — dijo, pasando la mano por su espalda y bajando a lo largo de su trasero
para encontrar que contenía un escalofrío. Fue a apartarla de él para poder cubrirlos con las
suaves mantas de lana.
—Todavía no, — dijo ella, deteniéndolo. —Un momento más, para que pueda mantenerlo
fuerte en mi memoria.
—Haremos muchos más recuerdos, — dijo y besó la parte superior de su cabeza.
Ella se estremeció contra él, y él no esperó, la abrazó con fuerza mientras los acomodaba a
sus costados, deslizándose fuera de ella a medida que avanzaban. Luego tiró de las mantas
sobre ellos y la arropó con fuerza contra él.
Se acurrucó contra él, no sólo por su calor, sino por el consuelo y el amor que sentía cuando
estaba en sus brazos.
—Deberías ponerte el camisón. Hace frío esta noche.— dijo, aunque la prefería desnuda
contra él.
Ella sacudió su cabeza. —Nay, te tengo a ti para mantenerme caliente y nuestra copulación
ha calentado bastante bien la ropa de cama.
Torin mantuvo sus brazos apretados alrededor de ella, con la intención de continuar
manteniéndola caliente y pronto ambos estuvieron profundamente dormidos.
—¡Debes ayudarnos!— Gritó la madre de Flora. —Ayúdanos, Flora.
—Es imperativo que nos ayudes, Flora,— gritó su padre.

Traducción: Kalia2101 179


—Lo haré, pero díganme cómo. Díganme cómo puedo ayudarlos,— gritó Flora frenéticamente sin poder
ver a sus padres, sin saber dónde estaban, la niebla a su alrededor era demasiado espesa.
—¡Ayúdanos, Flora!— suplicó su madre. —¡Ayúdanos a encontrarte! ¡Estás en peligro!
Flora se levantó de un salto en la cama con un grito ahogado, el brazo de Torin la rodeó
rápidamente mientras se sentaba a su lado.
—Mis padres están desesperados por encontrarme. Saben que estoy en peligro y quieren mi
ayuda para encontrarme, para poder ayudarme, — dijo, apoyándose en su esposo,
temblando. —Y creo que saben por qué.

Traducción: Kalia2101 180


CAPÍTULO 23
—Con el frío intenso y los combates de nieve que nos han acosado en las últimas semanas,
me pregunto si retrasará el regreso de los hombres de Walsh, — dijo Flora, que se quedó en
el Gran Comedor con su esposo después de la comida de la mañana.
—Sin duda les causará algún retraso, pero también les causará retrasos y problemas a
aquellos que buscan hacerte daño, — dijo Torin, contento de que el clima también los haya
beneficiado. Él le dedicó una sonrisa maliciosamente burlona. Además, prefiero la nieve y el
frío, ya que nos ha proporcionado mucho tiempo a solas en nuestra alcoba.
Flora sonrió con deleite. —También, tiempo a solas en mi solar y tu solar. Debo admitir que
disfruto de esos momentos y los lugares inesperados para hacer el amor.
Torin rozó sus labios con los de ella y susurró: —Son mis favoritos.
Ella capturó sus labios en un breve y tentador beso. —Tal vez deberíamos recorrer la
fortaleza hoy para ver qué más se necesita hacer.
—Hay algunos rincones y grietas que pueden haber sido descuidados, — sugirió, y luego le
mordisqueó el cuello juguetonamente.
El gemido aullador que corría por el Gran Comedor los desgarró e hizo que los sirvientes
corrieran hacia las puertas.
Torin se puso de pie de un salto, su voz resonando con autoridad cuando gritó:
—¡QUÉDENSE DONDE ESTÁN!
Todos se detuvieron, sin atreverse a moverse.
El gemido disminuyó y comenzó a desvanecerse mientras Torin hablaba, su voz se mantuvo
fuerte. —Ningún gigante o fantasma ronda esta fortaleza o nuestro clan. Es el viento que
atraviesa el torreón en días excepcionalmente ventosos y hoy el viento es fuerte.
Un sirviente valientemente preguntó: —Pero, mi señor, hemos reparado todas las persianas
rotas. ¿No debería el viento correr con tanta fuerza a través de la fortaleza?
A Torin no le sorprendió que su esposa hablara antes de que él pudiera hacerlo.

Traducción: Kalia2101 181


—Hay algunas áreas en las que aún es necesario colgar tapices sobre las ventanas cerradas
y donde se necesitan reparaciones de mortero en las piedras. Sin embargo, puedo asegurarte
que no hay ninguna criatura fantasmal o gigante mítico en esta fortaleza que te haga daño.
Estáis todos a salvo aquí. Pero si alguno de ustedes se siente incómodo trabajando en una
habitación en particular, entonces dígame y le asignaré una tarea diferente y no pensaré
menos de ustedes por ello.
Anwen dio un paso adelante. —Me he sentido más cómoda aquí que nunca, milady. Si me
cae un frio repentino, miro a mi alrededor y veo que o proviene de una chimenea fría o de
una persiana suelta o si la puerta de la habitación está abierta, fluye desde la escalera que
siempre está fría. Me ha enseñado a buscar una explicación razonable en lugar de una que
provoque un miedo innecesario.
Flora sonrió. —Estoy tan feliz de escuchar eso, Anwen.
—Yo también estoy más cómodo aquí, — dijo otro sirviente.
—He estado cómodo aquí también, pero ese gemido…— El sirviente que había hablado negó
con la cabeza.
—Es aterrador escucharlo, y el instinto te hace correr. Tu reacción es lógica, — dijo Flora.
—Pero ahora sabes que no hay ningún fantasma, ningún gigante que frecuenta este lugar.
Hay una explicación razonable para ello y una vez que se hayan hecho todas las
reparaciones, no volveremos a escucharlo.
Las cabezas se balancearon y todos se alejaron para regresar a sus tareas.
Flora llamó a Anwen con un gesto. —Me deleita saber que usas la razón en lugar del miedo
para guiarte.
Anwen sonrió suavemente. —Fue su conocimiento y guía lo que me enseñó, mi señora.
Torin estaba orgulloso de su esposa. No solo había devuelto la vida a la fortaleza, sino que
también había devuelto la vida al clan con su naturaleza habladora e inquisitiva.
Flora aceptó amablemente el cumplido. —Es generoso de tu parte decirlo, Anwen. Y ahora
las tareas de hoy. Revisé las cosas con Verena en la cocina y hay dos cuartos de
almacenamiento que necesitan mucha atención, y hace mucho que la cocina necesita una
limpieza a fondo. Los pisos superiores pueden esperar otro día.
—Aye, mi señora, — dijo Anwen y se alejó rápidamente, llamando a los sirvientes con un
movimiento de su mano mientras se marchaba.
—Estás siendo generosa al hacer que los sirvientes eviten los pisos superiores ya que siguen
algo temerosos, — dijo Torin.

Traducción: Kalia2101 182


Flora se inclinó más cerca de su esposo para susurrar: —Tengo una razón más egoísta.
Quiero que los pisos superiores queden solos para nosotros hoy.
Él se rió. —¿No quieres tener que sofocar tus gritos de placer?
Sus ojos se redondearon. —¿Grito tan fuerte? ¿Crees que me escuchan? Debo ser más
consciente de eso, aunque todo es culpa tuya.
Su risa se hizo más fuerte. —Aye, acepto que es mi culpa porque estoy orgulloso de traer
tanto placer a mi esposa.
Flora suspiró y apoyó la frente contra la de su esposo. —Placer sin fin.
—Haces lo mismo por mí, esposa.
Ella echó la cabeza hacia atrás para mirarlo, sus ojos oscuros e intensos capturaron su
corazón como siempre lo hacían. —¿No te decepciono?
—Nunca y sería mi culpa si lo hicieras desde que soy quien te enseña. Aunque debo admitir
que no necesitas lecciones de mí. El instinto y la curiosidad te hacen tomar la iniciativa y
aprender mucho por ti misma.
—¿No te importa que haga eso?
—Nay, esposa, — dijo con una amplia sonrisa. —No me importa eso en absoluto. Ahora
creo que deberíamos recorrer la fortaleza y tal vez encontrar uno de esos rincones o grietas
que quería mostrarte.
Flora se apresuró a ponerse de pie, tomando rápidamente la mano de su esposo. —No
perdamos tiempo.
Él la siguió, esperando el placer que pronto sería suyo.
Encontraron el camino justo a una pequeña habitación que Flora aún tenía que pedir a los
sirvientes que limpiaran. Contenía varios cofres, bancos, escudos de madera con cicatrices,
cestas y más.
—¿Para qué se usaba esta habitación? — preguntó Flora, permaneciendo en las afueras de
la habitación ya que estaba bañada en oscuridad.
—Realmente no lo sé, — dijo Torin. —Con este piso justo debajo de la habitación de la torre
y ordenado desde que era joven para mantener mi distancia, nunca vine aquí.
Lamentablemente, incluso lo evité después de la muerte de mi padre, ya que no tenía
motivos para venir aquí.
—¿Nunca viniste aquí, ni una sola vez?

Traducción: Kalia2101 183


—No le ordenas a un joven que se mantenga alejado de un área particular de su casa, porque
eso es como darle permiso para que averigüe por qué no se le permite allí.
—Entonces, te escabulliste aquí, — dijo Flora con un susurro como si no se arriesgara a que
su secreto fuera revelado.
Torin sonrió. —Culpable.
—¿Y qué encontraste?
Sacudió la cabeza. —Nada más que decepción. — Apoyó la mano en su cintura. —Sin
embargo, recuerdo este pequeño rincón en el que me escondí cuando creí escuchar a alguien
en las escaleras.
—Muéstrame, — lo alentó, no es que él lo necesitara. Se apresuró a llevarla allí.
Había suficiente luz de una antorcha en un soporte de pared para arrojar un poco de luz
sobre el rincón.
—Esto es pequeño, — dijo Flora, mirando el espacio confinado. —¿Cuál fue su propósito?
—No lo sé ni me importa, ya que sea lo que sea, vamos a hacer un mejor uso de él, — dijo
Torin, su brazo se enganchó en su cintura para entrar en el pequeño espacio y plantar sus
labios sobre los de ella antes de que pudiera pronunciar una palabra.
Los brazos de Flora le rodearon el cuello, cualquier pensamiento sobre el uso del rincón se
desvaneció rápidamente, reemplazado por una sacudida de pasión que los besos de su
esposo siempre despertaban en ella.
—Parece que nunca puedo tener suficiente de ti, — dijo Torin, apoyando su frente en la de
ella después de terminar el beso, lo que lo dejó deseando más.
—Ni yo de ti —dijo ella. —¿Soy una esposa demasiado codiciosa por desearte tanto?
Él rozó sus labios sobre los de ella. —Me gusta que seas codiciosa, esposa, y me gusta que
podamos ser codiciosos juntos.
Se besaron de nuevo y se volvieron más necesitados, más impacientes.
Flora apartó su boca de la de él para decir: —Es demasiado pequeño aquí para nosotros,
¡OH! — Se encontró a sí misma levantada y apuntalada contra la pared de piedra.
Ella no perdió tiempo en agacharse para separar su tartán lo suficiente para liberar su
virilidad que la había empujado ansiosamente cuando la levantó. Luego se apresuró a
quitarse la ropa del camino, su pasión creciendo rápidamente.

Traducción: Kalia2101 184


Torin tomó el mando después de eso, levantándola un poco más para poder deslizarse
fácilmente dentro de ella. —Agárrate a mí.
Ella enganchó sus brazos firmemente alrededor de su cuello, su cuerpo listo, anticipando el
placer que estaba a punto de llegar y su esposo no la defraudó. Sus manos estaban de repente
en su trasero desnudo, agarrándolo con firmeza mientras la mantenía apoyada contra la
pared y entraba y salía de ella con una intensidad que envió un placer infinito a través de
ella.
Aunque un gemido anhelaba escapar de sus labios, los mantuvo cerrados con fuerza. No se
arriesgaría a que los sirvientes la oyeran gritar.
Torin bajó la cabeza para susurrar: —Nadie te escuchará aquí. Estamos demasiado arriba,
demasiado lejos de todo y de todos, y nadie se atreve a subir aquí.
Flora dejó escapar un pequeño gemido, pero a medida que su unión se hizo más intensa, no
pudo contenerse, su grito lleno de pasión pareció resonar en el pequeño espacio.
Torin no pudo contener su propio deseo, tanto que lo abrumó, y dejó escapar un poderoso
gemido. Nunca tuvo la intención de quedarse. No era lo que su esposa quería o necesitaba y
él tampoco. Una unión rápida pero satisfactoria era lo que pretendía.
—¡Ahora, Torin, ahora! — Flora gritó con un dolor de necesidad.
Torin se unió a ella, explotando juntos en un poderoso clímax que hizo que ambos se
abrazaran con fuerza y, mientras lo hacían, escucharon un sonido, uno inconfundible.
—Pisadas, — dijo Flora, su clímax interrumpido.
Torin negó con la cabeza, maldiciendo en silencio la interrupción y gruñendo una palabra.
—Imposible.
Desafortunadamente, no podía correr el riesgo de ser atrapado en una posición tan delicada
que podría resultar peligrosa. De mala gana se escapó de su esposa y maldijo en silencio de
nuevo al ver la decepción en su rostro.
El sonido vino de nuevo.
—Pasos sobre nosotros, — advirtió Flora.
Y una vez más, Torin dijo: —Imposible. Habríamos oído a alguien subiendo las escaleras.
Habrían tenido que pasar junto a nosotros.
—Estábamos ocupados, — le recordó.

Traducción: Kalia2101 185


—No lo suficiente como para dejar de escuchar pasos. — Se dio la vuelta, manteniendo a su
esposa detrás de él, y se asomó. Al no ver a nadie, como había sospechado, se volvió hacia su
esposa. —Quédate aquí.
—No tiene sentido que espere aquí, — dijo y tomó su mano. —Alguien podría estar
esperando para agarrarme mientras estás distraído.
Quería negar con la cabeza hacia ella, pero ella tenía razón. Y aunque dudaba que ese fuera
el caso, no se arriesgaría.
—Quédate detrás de mí, — ordenó.
—Aye, — dijo ella y lo siguió detrás, manteniendo su mano.
Torin se detuvo un momento para sacar una daga de su bota, luego subió las escaleras
curvas.
La luz de la antorcha los alcanzó cuando doblaron la curva.
—¿Encendiste tú la antorcha? — preguntó Flora en un susurro.
—Nay, — dijo y como ella le preguntó, supo que ella tampoco dio tales órdenes.
Torin se acercó con cautela a los últimos escalones que los dejarían abiertos para
quienquiera que estuviera allí y asomó la cabeza lentamente antes de permitir que su esposa
siguiera adelante.
No había nadie ahí.
—Pero ambos escuchamos las pisadas, — dijo Flora una vez que se quedaron allí mirando
el espacio vacío.
—Lo hicimos, — estuvo de acuerdo Torin, mirando a su alrededor desconcertado.
Flora también miró, sintiendo como si se hubiera perdido algo y algo le llamó la atención.
Fue a la puerta sellada. —Torin, ven a mirar.
Torin se paró al lado de su esposa y miró hacia donde ella señalaba. La piedra que se había
derrumbado un poco la última vez que estuvo aquí ahora casi se había derrumbado.
Flora, curiosa como era, empujó la sección y la esquina de la piedra se rompió por completo,
cayendo en la habitación sellada, su dedo desapareció por el agujero.
Torin se apresuró a agarrar su muñeca y apartar su mano, temeroso de lo que su dedo
pudiera encontrar allí. Mientras lo hacía, una ráfaga de aire frío salió disparada del agujero,
enfriándolos a ambos.

Traducción: Kalia2101 186


—Parece que la habitación es donde la ráfaga de aire frío está encontrando su entrada, —
dijo Flora y acercó su rostro al agujero para mirar a través de él.
Torin tiró de ella hacia atrás. —¡No! No mires ahí. No sabemos lo que contiene.
—Bueno, ciertamente no podemos reparar el mortero sabiendo que la ráfaga de viento
proviene de la habitación. Lo que sea que lo esté causando debe ser reparado. Los años de
abandono ya no se pueden ignorar, o es muy posible que empeore y deje la fortaleza
vulnerable al frío, la descomposición y las historias de fantasmas.
Torin se quedó mirando la puerta sellada. —Sé que tienes razón, pero los interminables años
de recibir órdenes de no abrir nunca me dejan preocupado por hacerlo.
Flora colocó una mano gentil sobre el brazo de su esposo. —Entonces tómate un tiempo
para pensar en ello, aunque no demasiado, y haz lo que sientas que debes hacer. Sin embargo,
tengo curiosidad por las pisadas que escuchamos.
—No puedo negar que las escuchamos. Estaba claro que lo hicimos, pero no puedo
explicarlo yo mismo.
—Tal vez el sonido resonó en otro lugar, — sugirió Flora.
—Supongo, aunque no parece probable ya que ordenaste a los sirvientes que se quedaran
abajo.
—Estábamos perdidos en un ataque de pasión, tal vez escuchamos la piedra en
descomposición desmoronándose en el piso, y pensamos erróneamente que eran pasos, —
dijo.
—Otra posibilidad, — admitió, aunque sonaba dudoso.
Otro viento gélido salió a borbotones por el agujero y Flora se estremeció.
—Hemos terminado aquí, — dijo Torin. Y necesitas un brebaje caliente para calentarte.
—Hay otra posibilidad que no hemos considerado, — dijo Flora mientras su esposo
colocaba su mano en su espalda para guiarla hacia las escaleras.
—¿Qué es eso? — preguntó.
— Que un fantasma existe y quiere que la habitación y sus secretos sean revelados.

Traducción: Kalia2101 187


Torin yacía en la cama sin poder dormir, su esposa se acurrucó contra él. Se había quedado
dormida fácilmente después de haber hecho el amor. No había sido apresurado como antes
en el día. Se habían tomado su tiempo, hablando, tocándose, bromeando, besándose hasta
que ninguno de los dos pudo esperar más.
Ahora, sin embargo, no podía dejar de pensar en las pisadas que habían oído. Su esposa le
había ofrecido explicaciones factibles y también estimulantes. Sin embargo, ninguno
parecía apaciguarlo. Recordó las palabras de su abuelo cuando preguntó una vez más sobre
la habitación de la torre.
—Algunas cosas es mejor dejarlas solas.
Había tratado de imaginar qué podría haber sucedido para que la habitación se sellara.
Había oído historias de hombres que habían encerrado a enemigos, incluso a una esposa, en
una habitación para hacerlos sufrir y deshacerse de ellos. Y luego se habló de que la
habitación era un lugar de tortura. ¿Qué fantasmas demoníacos liberaría si le hubieran
hecho cosas horribles a la gente allí?
No era una decisión fácil de tomar y lo preocupaba mucho.
Cerró los ojos con la esperanza de que el sueño lo rescatara y sintió que se estaba quedando
dormido, hasta que el frío se apoderó de él, helando su cuerpo hasta los huesos.
Sus ojos se abrieron de golpe, se incorporó de golpe en la cama y vio una figura fantasmal
brillando al pie de la cama. La aparición estaba demasiado distorsionada para distinguir una
figura clara. Se quedó mirando, sin saber qué hacer.
De repente, su esposa estaba sentada a su lado.
—¿Qué pasa, Torin? ¿Qué ocurre?— preguntó ella, enganchando su brazo alrededor de él,
un poco desorientada por el brazo de su esposo soltándola tan repentinamente que la había
despertado.
—¿Lo ves? — preguntó, sin dejar de mirar.
—¿Ver qué? — preguntó ella, mirando hacia donde él lo hacía.
—La imagen flotando al pie de la cama.
Flora se quedó mirando por un momento esperando ver algo y cuando no lo hizo, palmeó el
brazo de su esposo. —Despierta, Torin, estás soñando.
¿Soñando? Aye, estaba soñando. No era real.

Traducción: Kalia2101 188


—Despierta, — instó de nuevo.
Volvió los ojos hacia su esposa. —Estoy soñando.
—Aye, lo estás. Despierta, — instó de nuevo.
Dirigió su mirada una vez más al pie de la cama... la aparición se había ido.

Traducción: Kalia2101 189


CAPÍTULO 24
—Algo te preocupa mucho, — dijo Kinnell a la mañana siguiente mientras caminaba por el
pueblo con Torin.
—¿Alguna vez piensas en ese momento en que vimos a mi abuelo en el bosque y regresamos
a la fortaleza solo para descubrir que había muerto horas antes?
—Pienso en ello, porque sigo preguntándome cómo vimos lo que vimos. Tu abuelo estaba
muerto. ¿Cómo podría aparecerse frente a nosotros? Y, sin embargo, ambos lo vimos claro
como el día y lo vimos desaparecer ante nuestros ojos con la misma claridad.
—Verlo como lo hicimos me hace preguntarme si los fantasmas son reales, — dijo Torin.
—¿Viste un fantasma en la fortaleza? — preguntó Kinnell nerviosamente.
—Nay, no fue más que un sueño, probablemente causado por un problema en la habitación
de la torre.
—¿Qué problema? — Kinnell preguntó cuando Torin no explicó.
—Una piedra en la puerta sellada se ha derrumbado y ha dejado un agujero. El viento frío lo
atraviesa y, para reparar el problema, sería necesario abrir la habitación.
—¡Nay! ¡Nay! — argumentó Kinnell. —Tu papá y tu abuelo te advirtieron que nunca
abrieras esa habitación. Estaba sellado por una razón. Debe permanecer sellado.
—Si hago eso, es posible que la situación del fantasma nunca se resuelva, ya que el viento
que causa el gemido podría provenir de la habitación. Además, no se puede decir la
decadencia que ha tenido lugar allí. ¿Causo más problemas a la fortaleza si reparo el sello
que el daño que se pudo haber causado durante todos estos años por negligencia?
—Eso es un enigma, — estuvo de acuerdo Kinnell. —¿Qué piensa tu esposa? Solo pregunto
porque tiene un sinfín de opiniones, y estoy seguro de que te ofreció una.
—Flora me dijo que era mi decisión y que apoyaría cualquier cosa que decidiera hacer. Pero
creo que a ella le gustaría ver la habitación abierta y debo admitir que una parte de mí siente
lo mismo. He tenido curiosidad al respecto desde que era joven y me gustaría saber la verdad.
—¿Pero desafiarías las órdenes de aquellos que vinieron antes de ti? — preguntó Kinnell.

Traducción: Kalia2101 190


—Exactamente—dijo Torin y vio a su esposa caminando con una anciana en el pueblo.
—El clan la ama. Charla con todo el mundo, les hace un sinfín de preguntas, da su opinión
tanto si le preguntan como si no, y da con generosidad todo lo que le piden. Mucha gente
afirma que no hay mejor dama de la fortaleza que Lady Flora.
—Elegí sabiamente, — dijo Torin con una sonrisa de suficiencia.
Kinnell se rió. —¿Debería recordarte por qué la elegiste?
Torin mantuvo los ojos en su esposa. —Nay, me alegro de haberlo hecho.

Flora vio a su esposo y sonrió, lo saludó con la mano y luego volvió a hablar con Enid.
Hablaba con todos, pero estaba particularmente interesada en hablar con los hombres y
mujeres mayores del clan. Esperaba averiguar todo lo que pudiera sobre la habitación de la
torre para que la decisión de su marido fuera menos problemática para él.
Ella había estado preocupada la noche anterior, después de haber sido despertada tan
abruptamente cuando sus brazos se apartaron de ella para encontrarlo sentado en la cama
mirando lo que ella pensó que era la puerta. Ella había asumido que estaba soñando cuando
le preguntó si había visto la aparición, pero al pensar en ello esta mañana, se preguntó si se
había equivocado. Había sido la razón por la que decidió hablar con los ancianos del clan
además de Phillip. Aunque no eran tan mayores como él, aún podrían saber algo que podría
ayudarla.
—Entonces, ¿naciste durante el reinado de Lord Hamish? — preguntó Flora.
Enid sonrió y asintió. —Lo fui y estoy agradecido por ello como lo estoy ahora que reina
Lord Torin. Es muy parecido a su abuelo, un hombre bueno y honorable. No es que hable
mal de Lord Evander o Lord Dermid. — Ella se apresuró a agregar.
—Di la verdad, Enid, ambos no eran buenos hombres.
Enid negó con la cabeza. —No es bueno hablar mal de los muertos, Marna.

Traducción: Kalia2101 191


—Lord Evander solo se preocupaba por sí mismo y por el poder que podía obtener, y Lady
Amelia era inútil, se mantenía sola y no se preocupaba por nadie, ni siquiera por su hijo, —
dijo Marna con disgusto.
—¿Sabes algo sobre Lord Dermid y su esposa? — preguntó Flora, esperando poder obtener
una pista de por qué la puerta había sido sellada.
—Lady Roanna, — dijo Marna, dándole un nombre a la mujer. —Recuerdo que mi
seanmhair6 dijo algo acerca de que ella había sido una mujer enfermiza que estuvo a punto de
morir cuando dio a luz a Lord Hamish. Imagino que por eso nunca tuvo otro hijo.
—¿Se dijo algo sobre la habitación de la torre? — preguntó Flora, decidiendo ser más
directa.
—Mi seanmhair trabajaba en la fortaleza y se negaba a hablar sobre la habitación de la torre,
— dijo Enid. —Lo que sea que ella pudo haber sabido al respecto, se lo llevó a la tumba.
—Probablemente por miedo, — dijo Marna, —muchos susurran sobre la tortura que tuvo
lugar allí.
—¿Alguna de sus abuelas o mamás dijo quién fue torturado allí? — preguntó Flora, dándose
cuenta de que la tortura se había mencionado repetidamente, pero nadie había mencionado
a las personas que podrían haber sido torturadas.
Ambas mujeres se miraron perplejas.
—No que yo recuerde, — dijo Enid.
Marna pensó un poco más antes de responder. —No puedo recordar tampoco, pero
entonces nuestras abuelas podrían haber sido demasiado temerosas para decirlo.
—Cierto— asintió Enid.
—¿Qué edad tenía Hamish cuando sellaron la habitación? — preguntó Flora.
—Diez y dos años tal vez, — dijo Marna, sonando insegura.
¿Qué le había dicho su marido a Flora acerca de decirle a un muchacho que no hiciera algo?
Que era una invitación para que él hiciera exactamente lo que le estaba prohibido. Hamish
debe haber sabido lo que estaba pasando en esa habitación de la torre y tal vez por miedo
guardó el secreto que contenía no solo en ese momento sino en los años venideros.
Flora cambió la conversación y aprovechó la oportunidad para aprender más sobre las
Tierras Altas.

6 Seanmhair: Abuela, en Gaélico escocés.

Traducción: Kalia2101 192


Las mujeres respondieron ansiosas a sus interminables preguntas y una vez hecho esto se
despidieron con sonrisas y esperanzas de volver a hablar pronto con ellas, lo que ambas
mujeres expresaron cuánto disfrutarían eso.
Flora vio que su marido se había quedado en la zona y estaba segura de que esperó para
asegurarse de que estaba a salvo. Ella corrió hacia él.
—¿Aprendiste mucho de Enid y Marna? — preguntó mientras ella se empujaba en el hueco
de su brazo y él la abrazaba ansiosamente contra él.
—Lo hice. Estoy asombrada por el amor que todos sienten por las Tierras Altas, aunque
están de acuerdo en que no es un lugar fácil para vivir. Que puede ser duro y exigente, pero
que no vivirían en otro lugar. No puedo esperar a que pase el invierno. Estoy ansiosa por que
las mujeres me enseñen sobre las plantas curativas que crecen en el bosque…
—Un lugar al que no irás sin mí, — ordenó Torin.
Flora siguió hablando, ignorando su orden. —También me enseñarán a teñir e hilar la lana
y a hacer un tapiz. Soy experta en coser, mi madre insistiría en que aprenda algunas
habilidades de esposa. — Ella sonrió. —Me gustan más las habilidades de esposa que me
enseñas tú.
—A mi también, — dijo Torin y le robó un beso rápido antes de dirigirlos hacia la fortaleza.
—¡Lord Torin! — Kinnell gritó, haciendo que Torin y Flora se dieran la vuelta.
—Los hombres de Walsh han capturado a dos mercenarios. Los traen aquí ahora, — dijo
Kinnell, una vez que lo alcanzó.
Torin le hizo una seña a uno de sus guerreros que estaba cerca y se apresuró. —Lleva a Lady
Flora a la fortaleza y quédate con ella hasta que yo diga lo contrario.
—¡Nay! — Flora protestó. —Estoy yendo contigo. Quiero escuchar lo que estos hombres
tienen que decir.
—Ninguno de los dos recibirá respuestas y a usted, esposa, no le gustará lo que se debe
hacer para obtener esas respuestas.
—No importa, voy contigo, — insistió, cruzando los brazos sobre el pecho para demostrar
que no cedería en esto. Eso sí, preocupándose de lo que pudieran sufrir los hombres,
pensarlo le revolvía el estómago.
Torin la miró, molesto por su terquedad. —Has visto la belleza de las Tierras Altas, tal vez
sea hora de que veas su lado oscuro.

Traducción: Kalia2101 193


Flora siguió a su esposo ya que estaba ocupado hablando con Kinnell caminando junto a él.
Tuvo que apresurar sus pasos para seguir el ritmo de los dos hombres, sus zancadas mucho
más poderosas de lo habitual. Una vez más, recordó la fuerza que se necesitaba para vivir
aquí en una tierra que exigía mucho para sobrevivir.
Los hombres de Walsh acababan de terminar de asegurar a los mercenarios capturados a
estacas clavadas en el suelo. Flora había pasado junto a ellos a menudo y se preguntaba sobre
su uso y ahora lo sabía. Los brazos de los hombres habían sido colocados detrás de sus
espaldas y atados en las muñecas mientras más cuerda aseguraba sus tobillos a la estaca y
aún más cuerda estaba enrollada alrededor de su cintura.
Flora se dio cuenta a primera vista de que eran mercenarios experimentados, con cicatrices
que estropeaban sus rostros y que no mostraban ni un poco de miedo. Miraron
descaradamente a Torin, quien los miró con una frialdad que hizo que Flora lo mirara dos
veces ya que por un momento le pareció irreconocible. Se dio cuenta de que estaba viendo
al guerrero en su esposo. El hombre que se enfrentaba a una posible muerte cada vez que
entraba en batalla. El hombre que tuvo que dejar de lado el miedo para sobrevivir.
Ese era el hombre que estos dos hombres necesitaban ver. Un hombre que haría cualquier
cosa para conseguir lo que quería.
—Ustedes dos saben cómo va esto, — dijo Torin. —Me lo dices, o sufres hasta que
finalmente te rompes y me lo dices de todos modos.
—Y luego nos matas, — dijo el hombre al que le faltaba un diente frontal.
Flora dio un paso adelante. —¿Prefieres enfrentarte a la muerte que decirle a mi esposo lo
que pide? ¿Por qué?
Todos los ojos se volvieron hacia ella, incluidos los de su esposo, cuyo ceño oscuro la
intimidaba tanto que le hacía temblar las piernas. Pero su naturaleza curiosa era la que era,
y siguió hablando.
—¿Qué sentido tendría tu muerte? Al hombre que te envió aquí no le importa lo que te pase.
Enviará otro y otro después de ese, dejando que todos mueran, mientras espera que uno
finalmente tenga éxito. Sus vidas significan poco para él y, si es así, ¿qué les hace pensar que
compartirá la generosa recompensa con ustedes? Entonces, ¿por qué entregar su vida por
alguien que sin duda terminará con ella de todos modos?
Ambos hombres la miraron un poco desconcertados.
—Él no haría eso, — dijo el hombre con cabello rojo escaso.
—¿Estás seguro? — preguntó Flora. —¿Realmente confías en él? ¿Puedes decir
honestamente que ha compartido toda la generosidad contigo por igual? ¿Sabías que solo

Traducción: Kalia2101 194


los mejores mercenarios fueron contactados para esta tarea? ¿Por qué razón el hombre haría
eso? Tal vez sepa que los líderes de los mercenarios más exitosos harán cualquier cosa para
completar la tarea y cobrar la recompensa, incluso matarán al que completó la tarea para
que no pueda presumir de ello.
—Hablas demasiado. Intentas confundirnos. Nos dijo que te matáramos antes de que
pudieras pronunciar una palabra, luego te cortamos la cabeza o hablarías sin parar incluso
mientras te cortamos la cabeza, — dijo el hombre desdentado con una risita.
Torin pasó a toda velocidad junto a su esposa y le dio un poderoso golpe con el puño en la
mandíbula del hombre que tenía sangre saliendo de su boca mientras su cabeza volaba hacia
un lado.
—Habla de cortarle la cabeza a mi esposa de nuevo y la próxima vez te clavarán un cuchillo
en el estómago que te dejará morir lentamente mientras los pájaros picotean tus entrañas.
El otro hombre palideció mientras miraba al hombre desdentado que estaba ocupado
escupiendo sangre que no dejaba de salir de su boca.
—Gracias por ese poco de información, — dijo Flora. —Estoy segura de que su líder estará
feliz de saber que lo compartió con nosotros.
—¿Qué información? — preguntó el pelirrojo, desconcertado. —Gordy no te dio ninguna
información.
—Gracias por su nombre. Será más fácil identificarlo cuando se envíe la noticia a su líder de
que ha hablado con nosotros, — dijo Flora.
—Mantén la boca cerrada, Lester —ordenó Gordy y escupió otra bocanada de sangre. —
Ella está tratando de engañarnos. No le dije nada.
—Me acabas de decir el nombre de tu amigo, — dijo Flora con una sonrisa.
—¡Maldición! — Gordy murmuró y se burló (despectivamente) de los que se reían a su
alrededor.
—También me dijiste que tu líder te advirtió acerca de hablar conmigo, lo que me dice que
el hombre que colocó la recompensa por mi cabeza está familiarizado conmigo, muy
probablemente un amigo de mi familia ya que hablaba sin parar en casa, pero nunca cuando
salía con mis padres. Estoy segura de que su líder estará encantado de saber que nos pasó
información que nos ayudará a localizar al hombre.
—Maldita sea, Gordy, si Lord Torin no nos mata, Mordred lo hará. — Los ojos de Lester se
abrieron cuando se dio cuenta de que había revelado el nombre de su líder.

Traducción: Kalia2101 195


—De cualquier manera, estamos acabados, — dijo Gordy, bajando la cabeza, la sangre
chorreando por su camisa.
Flora se volvió hacia su marido. —Eso fue mucho más fácil de lo que esperaba.
Kinnell apartó la cabeza riéndose, y los guerreros y los mercenarios de Walsh y el propio
Walsh se rieron más.
—Creo que su esposa detendría una batalla solo con palabras, — dijo Walsh, tratando de
contener la risa.
—Fuimos advertidos, — dijo Lester. —No la dejes hablar. Mordred nos advirtió a todos
repetidamente. Advirtió que sus palabras son como armas, y siempre da en el blanco.
Torin notó el ceño fruncido de su esposa, pero no dijo nada. Algo en las palabras de Lester
la había perturbado. Esperaría hasta que estuvieran solos para preguntarle, sin estar seguro
de que fuera algo que ella quisiera compartir con los demás.
—¿Qué vas a hacer con nosotros? — Lester preguntó.
—Nos llevarás a Mordred, y él nos dará aún más información, — dijo Torin.
Gordy levantó la cabeza. —Él nunca hablará.
—¿Igual que ustedes dos no hablaron? — Torin desafió.
Ambos negaron con la cabeza.
—Tienen razón, — dijo Walsh. —La reputación de Mordred se arruinará si habla. Nadie
confiará en él, no es que se pueda confiar en él para empezar, pero noticias como esta lo
acabarán.
—El simple hecho de hablar con él puede darnos la información que necesitamos sin que él
se dé cuenta, — dijo Flora.
—Ella habla con Mordred, y él está condenado, — dijo Lester, sacudiendo la cabeza.
—Gracias de nuevo por hacerme saber que es vulnerable a las preguntas, — dijo Flora, con
una amplia sonrisa.
—Nunca puedes mantener la boca cerrada, Lester, — dijo Gordy. —Siempre hablando y
hablando, alardeando de que sabes cosas que nadie más sabe.
—¿Qué sabes que nadie sabe, Lester? — preguntó Torin, dando un paso hacia el hombre.
—Mira quién está hablando demasiado ahora, — le gritó Lester a Gordy.

Traducción: Kalia2101 196


—Puedo decirte lo que él sabe, — dijo Flora, y todos los ojos se volvieron hacia ella una vez
más.
—No sabes nada. Nada en absoluto, — dijo Lester presa del pánico.
—Tu frenética preocupación acaba de confirmar mi sospecha, — dijo Flora.
—Ahora obtiene más información, — dijo Gordy con disgusto.
—Esta información te beneficia, Gordy, — dijo Flora, y el hombre la miró sorprendido.
—Le dijeron a Lester que obtendría tu parte de la recompensa si te mataba una vez que el
trabajo estaba hecho y tenía mi cabeza.
—Bastardo, — dijo Gordy.
—Eso no es justo, Gordy, — regañó Flora, —ya que te ofrecieron el mismo trato.
—¡Maldita sea, Gordy! — Lester dijo.
—Eso no es todo, — dijo Flora. —Tu líder probablemente ofreció el mismo trato a otros en
tu tripulación. Sin duda, nunca tuvo la intención de compartir una recompensa tan
considerable con ninguno de ustedes. Esa cantidad de monedas le permitiría ir a cualquier
parte del mundo y nunca ser encontrado.
—¡Infierno sangriento! — gritaron los dos hombres.
—Eso suena como algo que Mordred haría. — Walsh sonrió y apoyó la mano en la
empuñadura de su espada. —Entonces, ¿cuál de ustedes nos lleva a Mordred y cuál muere?

Traducción: Kalia2101 197


CAPÍTULO 25
—Casi puedo ver los pensamientos dando vueltas en tu cabeza, esposa, — dijo Torin.
—No quiero que te vayas y, sin embargo, sé que debes hacerlo, — admitió Flora, preocupada
al ver a su esposo prepararse para una posible batalla, con la espada atada a la espalda, las
dagas metidas en la cintura y en las botas. —Diría que dejes que Kinnell dirija a los guerreros
junto con Walsh y sus hombres, pero probablemente no confíes completamente en Walsh
y te preocupe que pueda ponerse del lado de Mordred y dominar a tu gente. Si bien no lo
creo, entiendo que hagas lo mejor para tus guerreros y tu clan.
—Me siento aliviado de tener una esposa tan sabia, — dijo.
—Estudiante, razonable, — corrigió, sacudiendo la cabeza. —Ninguno de los cuales me
ayuda a temer menos por tu seguridad.
Él enganchó su cintura con el brazo y la atrajo hacia él, algo que hacía a menudo, disfrutando
la sensación de ella descansando contra él y el dulce y seductor aroma que siempre emanaba
de ella.
—No te preocupes, esposa. Mordred es hábil en la batalla y sabe cuándo tomar las armas y
cuándo es una tontería.
—Pero, ¿y si no te da la información que buscas?
Torin la besó suavemente. —Él lo hará, no tengas ninguna duda al respecto.
Flora no quería pensar en lo que se le podría hacer al hombre para obtener la información.
—Quería preguntarte, — dijo Torin, alejándose de ella, listo para montar su caballo. —
Parecías perpleja cuando Lester comentó que tus palabras eran como armas y siempre daban
en el blanco.
Flora arrugó la frente nuevamente al escucharlo. Esas palabras me son familiares. Los he
escuchado antes, pero no recuerdo dónde. — Ella sacudió su cabeza. —Es otra información
que me dice que conozco a esta persona, aunque no puedo entender cómo. Mi pa tenía un
pequeño grupo de amigos cercanos pero una plétora de conocidos, y luego estaban sus
compañeros académicos. Podría ser cualquiera y, sin embargo, no tiene sentido. ¿Por qué?
¿Por qué alguien encuentra necesario hacerme daño?

Traducción: Kalia2101 198


—Con la captura de Mordred, estaremos un paso más cerca de averiguarlo, — le aseguró
Torin y la besó de nuevo antes de montar su caballo.
—Asegúrate de regresar a mí, esposo, porque las Tierras Altas nunca podrán ser mi hogar
sin ti, — le advirtió, con el corazón ya dolorido, y él aún no se había ido de su lado.
—Regresaré, con suerte esta noche o antes, mientras tú, esposa, permanecerás en la
fortaleza o al menos cerca de ella y permanecerás siempre vigilante, — ordenó, sabiendo que
llevarla a la fortaleza era un esfuerzo inútil.
—No te preocupes, me mantendré vigilante, — le aseguró y notó que se le llenaban los ojos
de lágrimas mientras lo observaba cabalgar para llevar a sus hombres a una posible batalla.
—Hábiles guerreros o no, las mujeres se preocupan cuando sus hombres van a la batalla.
Flora se volvió para ver a Iona con los ojos un poco llorosos, aunque se apresuró a evitar que
las lágrimas cayeran con un rápido roce de la mano.
—Te preocupas por Kinnell, — dijo Flora, estirando la mano para enganchar los brazos de
la mujer.
—Cada vez que se va de aquí, me duele el corazón y me preocupo sin parar. Mi alivio es
grande cuando finalmente regresa a casa sano y salvo.
—¿Habéis hablado vosotros dos? — preguntó Flora.
—Hablamos, pero decimos poco. No sé si los dos tememos decir algo y equivocarnos en lo
que uno pueda sentir, o simplemente somos unos cobardes cuando se trata de amar.
—Si el amor encontró la manera de llevarme de las Tierras Altas a Torin, entonces el amor
encontrará la manera de unirte a ti y a Kinnell, — dijo Flora con confianza.
—Así lo ruego, mi señora. Ruego que así sea, — dijo Iona, mirando a lo lejos para ver cómo
la gran tropa abandonaba el pueblo.

Torin se sentó con Walsh a horcajadas sobre sus caballos esperando que Kinnell regresara
de explorar el campamento de Mordred.
—Tenías a Lester y Gordy peleándose por quién nos traería aquí, permitiéndoles pensar que
el que lo hiciera sobreviviría mientras que el otro encontraría su destino, — dijo Torin,
mirando a los dos hombres en la distancia discutiendo en silencio entre ellos.

Traducción: Kalia2101 199


—Ellos lo merecen. Son idiotas. ¿Por qué crees que Mordred envió a la pareja? Sabía que
nunca tendrían éxito, pero al menos habría dos hombres menos con los que compartir la
recompensa. También podría haberlos usado como una distracción mientras planeaba algo
que podría resultar exitoso, — dijo Walsh.
—Pero no hemos visto señales que nos hagan pensar eso. Es más bien lo contrario. El bosque
está mucho más tranquilo de lo que esperaba, y ¿qué pasa con ese pequeño campamento
abandonado por el que pasamos? Las cenizas cálidas indican que fue desierta recientemente,
pero ninguna señal mostró que sus ocupantes se acercaran a la isla. Es casi como si hubieran
huido.
—Mordred podría haberlos asustado. Es un hombre intimidante, — sugirió Walsh.
La repentina aparición de Kinnell hizo que ambos hombres silenciaran.
—El campamento está vacío. Nadie a la vista, — dijo Kinnell, perplejo. —Seguí el rastro, y
parece que Mordred está en retirada, ansioso.
—¿Retirada? — Walsh cuestionó. —¿Por qué se retiraría de repente?
—Solo hay una razón, — dijo Torin.
Los ojos de Walsh se abrieron como platos. —¡No hay recompensa!

Torin encontró a su esposa sentada frente a la chimenea en su solar a su regreso. Cuando se


volvió para ver quién había entrado en la habitación y vio que era él, corrió hacia él y lo
abrazó.
Lo abrazó con fuerza casi como si al hacerlo nunca pudiera escapar de ella. —No sé cómo
me las arreglaré cuando sea necesario que cabalgues hacia la batalla. Me preocupé sin cesar
por tu regreso a salvo, temiendo no volver a verte nunca más. No puedo soportar vivir sin ti.
El solo pensamiento me revuelve el estómago y me hiere el corazón. He tratado de
entenderlo, razonarlo, pero he llegado a aceptar lo obvio de que el amor no está destinado a
ser entendido… está destinado a sentirse. Y lo siento profundamente, hasta el fondo de mi
alma...

Traducción: Kalia2101 200


Torin la besó, agarrando su barbilla para levantar su rostro para que sus labios alcanzaran
los de ella y la silenciaran. De lo contrario, le preocupaba que nunca dejara de hablar.
Además, había pensado en besarla durante todo el camino a casa.
Necesitaba sentir sus labios sobre los suyos, su cuerpo descansando contra él, sus brazos
rodeándolo, y saber que estaba a salvo y que era suya y que siempre lo estaría.
Flora permaneció en silencio solo por un breve tiempo después de que terminó el beso.
—Debes estar cansado y hambriento. Tengo comida y bebida esperándote en nuestro
dormitorio. Comerás, descansarás y me contarás todo lo que pasó. — Continuó hablando
mientras lo conducía fuera de la habitación hacia su dormitorio. —Tengo curiosidad por lo
que pudo haber sucedido. No pareces haber luchado, un alivio, eso seguro. Pero ¿qué
impidió la batalla? No creo que Mordred fuera un hombre, por lo que dijeron Lester y Gordy,
que se rendiría. Entonces, ¿qué impidió la batalla? — Se detuvo abruptamente al entrar en
la habitación y lo miró con ojos muy abiertos. —Él no estaba allí. No lo encontraste, pero
encontraste algo.
Le había prometido que nunca le mentiría, y ahora podía ver que era una sabia decisión,
porque dudaba que hubiera un secreto que pudiera ocultarle.
—Retirada, — dijo, yendo a la mesa y llenando una jarra hasta el tope con cerveza, sedienta
del camino a casa. Bebió una buena porción y su esposa llenó el silencio con su charla.
—Eso es raro. ¿Por qué se retiraría Mordred cuando estaba tan interesado en la recompensa?
— Su ceja se levantó. —Algo pasó con la recompensa. Se descubrió que era falso. La persona
demostró no tener fondos suficientes. O la persona que lo ofreció tuvo un final misterioso.
—O podría ser tan simple como que se alertó a Mordred sobre otra misión que resultaba
menos difícil, — sugirió Torin.
—No creo que sea una buena teoría, — dijo —ya que he llegado a comprender que la gran
cantidad de monedas significan mucho para un mercenario. Podría haber enviado hombres
para que se encargaran de otra tarea mientras seguía realizando la de aquí, asegurándole aún
más monedas. — Ella sacudió su cabeza. —Lo único que tiene sentido de su salida es que
no le benefició quedarse aquí. Supongo que enviaste hombres para ver qué podían averiguar.
Continuó asombrándolo lo rápido que trabajaba la mente de su esposa, brindándole buenos
consejos.
—Aye, — dijo Torin. —Dos de mis guerreros y dos de Walsh fueron a ver qué podían
averiguar. Hasta que sepamos con certeza qué sucede, continuaremos tomando
precauciones.

Traducción: Kalia2101 201


—Por supuesto, — estuvo de acuerdo Flora. —Sin embargo, no puedo evitar preguntarme
sobre eso. ¿Qué pasó para que se rescindiera la recompensa? A menos que solo lo hagan
parecer de esa manera.
—Pensé lo mismo, así que nos dispersamos y buscamos en el área, que fue lo que retrasó mi
regreso. Otro campamento fue encontrado desierto, aunque había pasado un día o más
desde que había sido abandonado.
—¿Por qué ese grupo se iría antes que Mordred? — preguntó, apartándose de su marido
como haciéndose a sí misma la pregunta y esperando una respuesta, que siguió
contemplando. —Podrían haber recibido noticias de lo que creían que era una fuente
confiable, mientras que la fuente de Mordred tardó más en confirmar, ya que dudo que
alguien no confirme tales noticias. La mayoría pensaría que es una forma de deshacerse de
aquellos que compiten por la recompensa. A menos que…— Ella negó con la cabeza mientras
miraba directamente a su marido. —El campamento pertenecía a alguien que simplemente
estaba de paso.
—¿Sabes lo que pienso, esposa? — Torin dijo, colocando su jarra sobre la mesa.
—¿Qué? — preguntó ella, ansiosa por escuchar su opinión.
—Que ha pasado demasiado tiempo desde que te besé. — Estaba a punto de acercarse a ella
y se detuvo cuando ella comenzó a quitarse la ropa. Sorprendido, se quedó mirándola.
—Y creo, esposo, que ha pasado demasiado tiempo desde que hicimos el amor, — dijo
mientras se despojaba ansiosamente de sus prendas.
Su esposa lo sorprendió para siempre con su entusiasmo por la intimidad.
—¿Por qué esperas? — regañó ella, poniendo una mano en su cadera desnuda. —¿No quieres
hacer el amor? — Parecía desconcertada. —Pero tú nunca me rechazas. ¿He sido demasiado
exigente? Depende de ti decírmelo, porque no sé si una esposa debería molestar a su esposo
con demasiada frecuencia con sus necesidades y…
Torin se apresuró a silenciarla con un beso, sus manos fueron a su trasero desnudo para
apretarla contra él, luego se maldijo en silencio por no quitarse la ropa primero.
—No hay un momento en que te rechazaría, Flora, — dijo después de terminar el beso de
mala gana para poder darse prisa y quitarse la ropa.
Flora lo ayudó, deseándolo desnudo, deseando que sus cuerpos se unieran, deseando sentir
la potencia de su virilidad dentro de ella.
Las manos ansiosas de su esposa dispararon su pasión ya acalorada y cuando su mano se
posó ansiosamente en su eje, no estaba seguro de cuánto tiempo podrían aguantar.

Traducción: Kalia2101 202


—Me encanta sentirlo, ya sea en mi mano o dentro de mí, — dijo, acariciando su eje y
sintiéndolo agrandarse en su mano.
Torin atrapó el gemido que subió por su garganta y lo tragó, con la esperanza de contener
su pasión y no precipitarse al clímax, aunque temía que eso podría ser difícil para ambos.
Llevó sus labios a los de ella para besarlo mientras sus manos recorrían su trasero, dándole
un firme apretón mientras ella continuaba acariciándolo y frotando su eje contra ella. Ella
encendía su pasión con cada embestida, sus gemidos crecían en su pecho, anhelando
liberarse, hasta que...
Torin dejó escapar un gemido, luego le apartó la mano y la levantó en brazos. —Mi turno,
esposa.
La dejó caer sobre la cama, agarró sus piernas para levantarlas y descansar sobre sus
hombros, luego tomó su trasero para levantarlo más alto de la cama y permitirle penetrarla
fácil y lentamente.
—Ahora puedo ver lo bien que encajamos, — dijo con una sonrisa maliciosa y comenzó a
deslizarse dentro y fuera de ella.
—Te burlas, — dijo en un suspiro agradable.
—Aye, lo hago, — estuvo de acuerdo y continuó haciéndolo, llevándole un tormento
persistente lleno de pasión.
Flora agarró la manta debajo de ella mientras su gran y potente eje la llenaba de placer como
siempre. Cerró los ojos con cada empujón lento dejándose llevar, dejándose disfrutar,
dejándose querer.
A medida que sus gemidos crecían, también lo hacían sus embestidas y ella agarraba la ropa
de cama con más y más fuerza. No se dio cuenta de que estaba gritando su nombre, se le
escapó instintivamente de los labios. Su pasión la llevó a volar más y más alto y anhelaba la
caída devastadora que traería.
Ella gritó llamando a su esposo cuando su pasión la golpeó y comenzó a girar en espiral en
un placer interminable y cuando pensó que se estrellaría, su esposo golpeó contra ella
mientras llegaba al clímax, y ella se elevó nuevamente para que se estrellaran juntos en un
final sin aliento.
No podía recordar cuándo su marido vino a descansar sobre ella, y ella lo hubiera abrazado
si hacer el amor no la hubiera dejado tan flácida y saciada o tan sin aliento. Ella sonrió,
sintiendo a su esposo esforzarse por respirar y su cuerpo agotado contra ella sabiendo que
él sentía lo mismo que ella.

Traducción: Kalia2101 203


Con esfuerzo, Torin se apartó de su esposa temeroso de que su peso fuera demasiado para
ella, y se dejó caer de espaldas, ya que el hecho de haber hecho el amor le había robado las
fuerzas, aunque lo había dejado más que saciado.
No sabía cómo su esposa encontró aliento para hablar, aunque debería saberlo mejor al
pensar que algo podría impedirle hablar.
—No tengo palabras para lo increíble que fue, — dijo.
Torin sonrió porque sabía que ella encontraría las palabras.
—Fue increíblemente gratificante y aunque hacer el amor contigo siempre es gratificante,
el placer parece crecer cada vez, haciéndome mirar hacia adelante, a menudo anhelando
nuestro próximo encuentro. — Se detuvo, necesitando tomar un respiro. —No puedo
expresar lo feliz que estoy de que nos hayamos casado y de que hayas resultado ser el esposo
perfecto para mí. Mi pa me dijo que me cuestionara lo que el destino nos depara a veces,
pero que vea al final si el destino demuestra ser más sabio. Sin duda, el destino demostró ser
más sabio uniéndonos.
Torin se puso de lado, sonriendo, la charla interminable de su esposa le había dado tiempo
para recuperar el aliento. —Aye, esposa, estoy de acuerdo. Somos perfectos el uno para el
otro.
Flora también se puso de lado, con una suave sonrisa en el rostro. —Nunca pensé sentir
tanto por alguien como lo siento por ti. A veces me asusta, porque no puedo soportar pensar
en la vida sin ti.
—Ni yo sin ti— admitió Torin. —Pero de una cosa estoy seguro, esposa, tienes el coraje de
sobrevivir y cuidar de nuestros hijos, y tienes un clan, una familia, que te ama y siempre te
protegerá.
—Supongo, pero preferiría morir antes que tú que sufrir tal dolor...— Ella arrugó la frente.
—Pero te extrañaría donde sea que vaya y estaría impaciente por reunirme nuevamente
contigo. Solo hay una solución, debemos morir con un breve lapso de tiempo uno del otro,
para que no nos mantengamos separados por mucho tiempo. Y preferiría que fuera en la
vejez, para que tengamos muchos, muchos años juntos.
—Eso suena perfecto para mí, — dijo y la besó en la mejilla. Se preocupó cuando ella
permaneció en silencio, sin mirarlo. —¿Qué pasa, Flora?
—Estaba pensando en mi ma y mi pa. Recé cuando mi papá murió para que mi mamá viviera,
temerosa de perderlos a ambos. Pero ella murió poco después que él y ahora veo que así lo
habrían querido. No lo habrían hecho bien sin el otro, y mi padre a menudo me recordaba lo
capaz y sabia que era. Creo que estaba tratando de prepararme para cuando llegara el día en

Traducción: Kalia2101 204


que no estarían aquí. Sin embargo, me aconsejó que casarme con el hombre adecuado sería
algo bueno para mí. Se alegraría de saber que el destino me había encontrado el hombre
perfecto y que, sin darme cuenta, había seguido su consejo.
Torin acurrucó a su esposa contra él. —Desearía haber conocido a tus padres y que ellos me
hubieran conocido a mí para que supieran que su hija sería bien amada y bien protegida.
—Me gustaría creer que lo saben y están felices por mí, — dijo y sonrió cuando su estómago
gruñó.
—¿No comiste, esposa? — preguntó.
—Te esperé. Además, mi estómago no toleraría ningún alimento mientras no estuvieras.
—Entonces comamos y hablemos, — dijo, —aunque probablemente serás tú quien hable
más.
—Moderaré mi charla, — dijo, y Torin se echó a reír. —Ya verás. Lo haré.
Torin volvió a reírse.
Más tarde esa noche, mientras se metían en la cama, Flora dijo con un bostezo: —Necesito
practicar para controlar mi lengua.
Torin se rió, incapaz de parar… hasta que su esposa lo besó.

Traducción: Kalia2101 205


CAPÍTULO 26
—Más piedras se desmoronarán y colapsarán si no se hace algo, — dijo Flora, con los ojos
fijos en la puerta sellada de la habitación de la torre. —Sé que no estás seguro, pero tu
decisión no puede esperar mucho más.
Torin negó con la cabeza, asombrado de cómo otras piedras mostraban signos de rápido
deterioro desde la última vez que estuvo frente a la puerta sellada. Su esposa expresó su
pensamiento inquietante.
—Uno pensaría que algo lo estuvo consumiendo desde adentro.
Torin había prestado poca atención al asunto, los asuntos más críticos, como la seguridad
de su esposa, tenían prioridad. Pero al ver esto, se dio cuenta de que no tenía más remedio
que decidir qué hacer.
—¿Qué dices, esposa? — preguntó, valorando su opinión.
—No tengo antecedentes con esta habitación como tu familia. Mi curiosidad impulsaría mi
decisión, así que abriría la habitación.
Le encantaba que su esposa presentara una opinión honesta, admitiendo que veía la decisión
de manera muy diferente a él.
—¿Y si fuera tu historia familiar? ¿Cuál sería entonces tu decisión? — preguntó.
Flora pensó un momento, sin dejar de mirar las piedras que se desmoronaban. —Yo pensaría
que las piedras desmoronadas han elegido por mí. Algo quiere ser liberado después de todos
estos años y no creo que sea lo que sea signifique daño. Creo que simplemente desea ser
liberado.
—Por extraño que parezca, esposa, estoy de acuerdo. Es hora de que el pasado se libere y el
presente comience de nuevo, — dijo Torin.
Flora dirigió una generosa sonrisa a su marido. —Una sabia elección hecha por un hombre
bien informado.
Torin la atrajo en un abrazo. —Me alegro de que finalmente se haya resuelto. Lo veré hecho
en los próximos días, ya que no sé cuántos estarían dispuestos a asumir la tarea.

Traducción: Kalia2101 206


—Lord Torin, — gritó Anwen desde el piso de abajo. —Se le necesita en el Gran Comedor.
Una tropa de guerreros de Strathearn se acerca al puente.
—Estaré allí, — respondió Torin.
—¿Mi tío está aquí? — preguntó Flora, frunciendo el ceño en cuestión. —Espero que no
sean noticias desagradables y que todo esté bien con Tavia y Fia también.
—Pronto lo sabremos, — dijo Torin, dirigiéndose al Gran Comedor con su esposa.
Con casi una semana pasada desde que descubrieron que Mordred se había retirado del área,
no hubo atentados contra la vida de Flora y no se encontraron campamentos en el bosque.
Torin todavía esperaba noticias sobre los hombres que habían seguido a Mordred. Entonces,
aún tenía que saber si lo que pensaba podría ser el motivo de la partida del mercenario... la
recompensa ya no era viable. Aunque lo que estaba haciendo una tropa de Strathearn aquí
también era desconcertante.
Torin colocó una capa sobre los hombros de su esposa antes de ponerse una y salir de la
fortaleza para recibir a sus visitantes. Se sorprendió al ver una pequeña tropa, no más de
una docena de guerreros, y no vio al jefe Newlin.
Notó la mirada de sorpresa en el rostro de su esposa cuando sus ojos se posaron en uno de
los hombres de la tropa. Bajó corriendo las escaleras antes de que él pudiera detenerla.
Corrió tras ella para escuchar claramente sus palabras cuando la tropa se detuvo.
—Henry, ¿qué estás haciendo aquí? — preguntó Flora, desconcertada.
—He venido a recoger a mi esposa, — dijo el hombre alto, delgado y de facciones sencillas.
—¿Esposa? — preguntó Flora, perpleja.
—Aye, Flora, — dijo Henry con firmeza. —Tu eres mi esposa.
Torin dio un paso adelante, con furia en sus ojos. —Flora es mi esposa.
Henry se deslizó de su caballo, más que desmontó, y se enfrentó a Torin con una elevación
de la barbilla. —Aunque puedas creer eso… no es así. El pa de Flora la casó en un matrimonio
por poder antes de que él se fuera de viaje, preocupado de que no regresara. Él la quería bien
cuidada y sabía que yo me encargaría de eso. Él era consciente de que somos muy adecuados
el uno para el otro, y ella no se opondría una vez que viera la razonabilidad de ello. Planeaba
decírselo cuando regresara. Desafortunadamente, recientemente regresé a casa después de
un largo viaje y descubrí que sus padres habían muerto y que la enviaron a vivir con su tío
en las Tierras Altas. Entonces, verá, nuestro matrimonio precedió al suyo. Flora es mi esposa
y he venido a llevarla a casa.

Traducción: Kalia2101 207


Torin agarró el brazo de Flora y la atrajo hacia él. —Flora es mi esposa y se queda aquí
conmigo.
—Tengo documentos para probar lo que digo, y tengo la intención de ver que se vaya de
aquí conmigo, — dijo Henry con autoridad.
—No me importa lo que creas que tengas que demuestre que Flora es tu esposa. Ella no irá
a ninguna parte contigo— dijo Torin con mucha más autoridad.
—No quiero ir contigo, Henry, — dijo Flora. —Estoy felizmente casada con Lord Torin, y
lo amo con todo mi corazón. No hay forma de que lo deje.
La gente había comenzado a reunirse alrededor, muchos haciendo muecas cuando
escucharon que Flora no era la esposa de Lord Torin y sonriendo y asintiendo cuando Flora
anunció su amor por su esposo.
—No es tu decisión, Flora. Eres mi esposa y tienes un deber para conmigo, — dijo Henry.
—Flora no tiene ningún deber contigo y si persistes en hacer demandas escandalosas, me
encargaré de que te entierren aquí en las Tierras Altas, — advirtió Torin.
Henry dio un paso atrás, horrorizado por la amenaza.
—¿Qué haces aquí, Henry? — Walsh preguntó, caminando hacia él.
—¡Walsh! — dijo Henry, aliviado. —Finalmente, un hombre erudito que puede explicar la
ley a este pagano.
Torin dio un rápido paso hacia Henry, haciéndolo retroceder tambaleándose asustado.
—Yo soy la ley aquí. Y puedo verte ahorcado si así lo deseo.
Henry se llevó la mano a la garganta y se apresuró a lanzar una mirada temerosa a Walsh.
—Sabes cómo Ethan, el padre de Flora, se preocupaba por su hija si le pasaba algo. Él se
encargó de que ella fuera atendida al casarla conmigo por poder antes de partir en su viaje.
Explícale a este Highlander que Flora está legalmente ligada a mí.
—No me importa lo que digas, o qué derecho legal creas que tienes. Las reglas de los
habitantes de las tierras bajas no se aplican aquí en las Tierras Altas, — dijo Torin antes de
que Walsh pudiera hablar.
—Tonterías, — argumentó Henry. —El gobierno del rey se aplica en todo el país.
—Intenta hacerlo cumplir, — desafió Torin.
Flora se había quedado en silencio escuchando el intercambio, tratando de encontrarle
sentido a todo. Finalmente dio un paso alrededor de su esposo para encarar a Henry.
—Pierdes tu tiempo aquí, Henry. No iré contigo. No seré tu esposa. Rechacé tu oferta de

Traducción: Kalia2101 208


matrimonio una vez y la rechazo de nuevo. Solicitaré a la iglesia que anule nuestro
matrimonio.
La ira se apoderó de Torin al escuchar que su esposa había rechazado una oferta de
matrimonio con Henry una vez antes de esto. Ella nunca se lo había mencionado, y tenía la
intención de hablar con ella al respecto.
—Sería más fácil aceptar lo que es, ya que tendrás que ir a Edimburgo para hacerlo, — dijo
Henry, manteniendo una actitud tranquila mientras la frustración se reflejaba en su rostro.
—Y no hay garantía de que se conceda.
—Flora no va a ninguna parte, — ordenó Torin, moviéndose para pararse al lado de su
esposa.
—Tal vez se podría traer a un magistrado aquí para confirmar los documentos que tiene
Henry y ver si el matrimonio puede ser absuelto, — sugirió Walsh.
—Si se puede hacer o no, no importa, — argumentó Torin. —Mi esposa no se va a ninguna
parte.
—¿Temes lo que un magistrado pueda concluir? — preguntó Henry.
—Mi esposo no le teme a nada, — dijo Flora, su voz aguda para sorpresa de todos, incluso
de Henry. —Él es un hombre fuerte y valiente que me ama y me mantiene a salvo y no hay
otro hombre que tome como mi esposo. Entonces, haz traer un magistrado aquí porque yo
le diré lo mismo que te digo a ti. Ni ahora ni nunca serás mi marido.
—Solo hago lo que tu pa me pidió, — dijo Henry, —pero parece obvio que eres inflexible en
seguir siendo la esposa de Lord Torin. Tu pa y tu ma querían no solo lo mejor para ti, sino
también que fueras feliz. Pensaron que podrías encontrar eso conmigo. Veo que lo has
encontrado con Lord Torin. Por lo tanto, creo que sería prudente para todos los
involucrados si trajeran a un magistrado aquí y nuestro matrimonio fuera absuelto, para que
ambos seamos libres.
—Siempre aprecié tus sabias decisiones, Henry, — dijo Flora, aliviada. —Si mi esposo da
permiso, puede quedarse aquí hasta que se resuelva este asunto.
Torin se mostró reacio. No confiaba en el hombre, pero era mejor que se quedara donde
pudiera vigilarlo en lugar de perderlo de vista y no saber lo que podría estar tramando.
—Él puede quedarse. Enviaré a alguien para que traiga un magistrado aquí, — dijo Torin y
se volvió hacia Kinnell. —Dale a Henry una cabaña, luego ve que los guerreros de Strathearn
sean alimentados y acampen para pasar la noche. Pueden irse a casa mañana por la mañana.
—Ellos están aquí para escoltar y protegerme, — protestó Henry.

Traducción: Kalia2101 209


—Mis guerreros se encargarán de que regreses al Clan Strathearn cuando hayamos
terminado, — ordenó Torin, sin dejar ninguna duda de que su palabra sería obedecida.
—Hablaremos más tarde en la cena.
Torin despidió y ordenó a Henry en pocas palabras y no teniendo otra opción éste siguió a
Kinnell.
—¿Cómo conoces a Henry? — Flora le preguntó a Walsh tan pronto como el hombre estuvo
lo suficientemente lejos para no escucharla.
—Él estaba allí, creo, dos veces cuando hablé con tu pa, aunque él pensaba que no era más
que un conocido suyo. Tu pa se mordía la lengua cuando se trataba de sus misiones.
Ciertamente tenía razón en eso, el aguijón del secreto de sus padres todavía la perturbaba.
—¿Y mi pa nunca mencionó su intención de casarme cuando te pidió que me cuidaras? —
preguntó Flora.
—Nay, ni una palabra, — dijo Walsh.
—Él miente, — dijo Torin, tomando la mano de su esposa y cerrando la suya firmemente
alrededor de la de ella. —Por lo que me dijiste de tu pa, no parece probable que te case sin
consultarte primero. Además, ¿por qué pedirle a Walsh que te cuide si te casó con Henry?
Esa sería su responsabilidad como tu marido. ¿Y un mensaje? Tu pa seguramente le habría
dejado un mensaje a Henry para ti como lo hizo con Walsh.
—Pensé lo mismo, — coincidió Flora. —¿Cómo es posible que mi pa no tenga un mensaje
para mí si me casa con Henry? Y como sugeriste, ¿por qué le pediría a Walsh que me
protegiera si ya me había casado con Henry? Algo simplemente no parece estar bien al
respecto. Pero Henry ha sido amigo de mi familia y no me gusta pensar que me engañaría.
Pero, ¿por qué viajar hasta aquí si no es más que una mentira?
—No confío en él, — dijo Torin, con los ojos todavía en Henry, aunque estaba a una buena
distancia.
Walsh se rió entre dientes. —Puedo entender eso ya que amenazó con llevarse a tu esposa.
—Algo que nunca sucederá, — advirtió Torin. —Lo veré muerto primero.
—No deseo que Henry se enfrente a un destino tan terrible, pero creo que no dice la verdad,
aunque no puedo entender por qué. Siempre fue sincero, al menos eso creía yo. Quizás he
juzgado mal su carácter. Aprenderé más mientras hablemos con él.
—NOSOTROS, esposa. No debes hablar con él a solas— ordenó Torin.
—Como tú digas, esposo.

Traducción: Kalia2101 210


Torin dio un paso atrás para mirar a su esposa con los ojos muy abiertos, su mano aún unida
a la de ella. —Creo que nunca he escuchado esas palabras salir de tu boca.
—Eso es porque en esto estamos de acuerdo, — explicó, pensando que era obvio.
—Deberíamos hablar con el guerrero Strathearn que dirigió la tropa aquí para ver si tiene
algo que decirnos.
—Algo que pretendo hacer mientras permaneces en la fortaleza, — dijo Torin.
—En eso no estamos de acuerdo, — dijo Flora y tiró de su mano. —Ven, no queremos perder
el tiempo.
Torin estaba a punto de detenerla con un ligero tirón cuando se lo pensó mejor. Tenía una
pregunta privada que hacerle.
—¿Rechazaste una oferta de matrimonio con Henry? — preguntó mientras caminaban.
—Aye, — dijo ella. —Pensó que con nuestro interés compartido en el conocimiento
haríamos una buena pareja. Mi ma incluso me aconsejó que lo considerara ya que creía que
Henry era un hombre maleable que no me exigiría nada. Pero él no era más que un amigo, y
no podía verme siendo algo más para él o él para mí. Además, no quería casarme y estar
sujeta al gobierno de un marido.
—Debes haber estado enojada cuando no tuviste más remedio que casarte conmigo.
—Para ser honesta, Torin, creo que estaba bastante insensible a todo después de la muerte
de mis padres y me enteré de que tenía que viajar a las salvajes Tierras Altas y vivir con un
tío que no conocía, un tío que tendría pleno control sobre mí, sobre mi futuro. Un tío que
me casó con un Highlander que acababa de conocer y me envió a vivir mi vida con él. Fue
aterrador y, sin embargo, el destino lo supo mejor y nos unió y estaré eternamente
agradecida.
Torin atrajo a su esposa a sus brazos y la besó. —Eres mía. Ahora y siempre.
—Aye, esposo, lo soy, — confirmó ella, dándose cuenta de que él necesitaba escucharlo y
que necesitaba escucharlo ella misma.
—Veamos que se haga esto y tomemos un tiempo para nosotros solos antes de la cena, —
sugirió Torin con una sonrisa burlona.
—Aye, he estado pensando en montarte de nuevo. Lo disfruté bastante, — dijo, envolviendo
su brazo alrededor de él y apoyándose ligeramente contra él mientras continuaban
caminando.
—Maldita sea, esposa, — se quejó en voz baja para que nadie pudiera escuchar. —Hablar
así muestra una imagen en mi cabeza que me pone duro.

Traducción: Kalia2101 211


—Bien, — dijo con una dulce sonrisa.
—¿Quieres que sufra?
—Deseo que tengas una razón para llevarnos de prisa a la fortaleza, porque ya estoy mojada
por ti.
—Maldita sea, — murmuró y les dio la vuelta para dirigirse a la fortaleza. —Enviaré por el
tipo más tarde. — Tan pronto como ella fue a hablar, él se apresuró a decir: —Y no me digas
que es una sabia elección. Es una necesario… una extremadamente necesario.
—No iba a decir eso, aunque tienes razón. Iba a sugerir que aceleráramos el paso. Tengo una
necesidad desesperada de ti, esposo.
Torin sonrió, levantó en brazos a su esposa, la arrojó sobre su hombro y corrió hacia la
fortaleza.

—¿Y tu tío no mandó palabra alguna con este Henry? — preguntó Iona, habiéndose unido
a Flora en el estrado.
—Solo que Henry llegó allí con noticias importantes para mí y mi tío lo envió aquí, — dijo
Flora, observando a su esposo caminar por el Gran Comedor hablando con los guerreros de
Strathearn que habían sido invitados a cenar aquí junto con algunos de los guerreros del
clan y los hombres de Walsh también.
—Henry habla fácilmente con los hombres, — dijo Iona, al verlo conversando con un par de
mercenarios.
—Él busca aprender cosas de ellos. Será la comidilla de Edimburgo entre sus colegas cuando
regrese y esté invitado a dar charlas sobre su experiencia en las Tierras Altas.
—Entonces su viaje no será completamente en vano, — dijo Iona. —Te das cuenta de que
tu marido nunca dejará que nadie te aleje de él, ¿no? Él luchará por ti si es necesario.
—Yo mismo, nunca dejaría que nadie me alejara de él y no quiero que luche y se arriesgue a
perder la vida. Esto se resolverá civilmente, y Henry se marchará, — dijo Flora y apartó una
jarra que un sirviente había sentado frente a ella en la mesa.

Traducción: Kalia2101 212


—¿No más bebida para ti? — preguntó Iona.
Flora se palmeó el estómago. —No puedo poner más bebida o comida en mí. Estoy llena. —
Empujó la jarra hacia Iona. —Tómalo si quieres.
Iona tomó la jarra, disfrutando de la bebida. Se lamió los labios después de varios tragos y
arrugó la frente.
—¿Ocurre algo? — preguntó Flora.
—El sabor,— dijo Iona, y sus ojos se abrieron como platos cuando su mano fue a su
estómago.
—Iona,— preguntó Flora ansiosamente, dándose cuenta de que algo andaba mal.
—Veneno, — dijo Iona mientras se ponía de pie, murmurando algo a Flora.
Flora salió corriendo de la silla cuando Iona se desplomó hacia ella y gritó: —¡TORIN,
VENENO!

Traducción: Kalia2101 213


CAPÍTULO 27
Kinnell corrió hacia el estrado, lo alcanzó antes que Torin y saltó sobre la mesa para tomar
a Iona en sus brazos antes de que Torin llegara al lado de su esposa. Se hundió en el suelo
con ella, el corazón le latía con fuerza en el pecho cuando la vio luchar por mantener los ojos
abiertos.
—No te me mueras, Iona, — le gritó Kinnell como si no pudiera escucharlo. —No puedes
morir antes de que tengamos la oportunidad de amarnos, casarnos, tener hijos y envejecer
juntos. ¿Me escuchas? No lo harás. No me dejarás, he sido un tonto. Debería habértelo dicho
antes. No debería haber perdido el tiempo. — Él inclinó la cabeza y la besó en la frente. —
Por favor, Iona, por favor, te lo ruego. No me dejes.
Las lágrimas se acumularon en los ojos parpadeantes de Iona y se derramaron por sus
mejillas, arrastrándose lentamente por ellas.
—¡Henry! — Flora gritó para consternación de su marido. —Beleño negro— repitió lo que
Iona le había murmurado. —¿Lo recuerdas?
—Aye, — dijo Henry, habiéndose apresurado hacia adelante. —Ese erudito de Innerbrook
creía que podía evitar que una persona sintiera un dolor horrible. Desafortunadamente, a
través de prueba y error, descubrió que demasiado podría matar a una persona. ¿Cuánto
bebió?
Flora señaló la jarra para que él la mirara y se dio cuenta de que la bebida era para ella.
Henry miró dentro de la jarra. —Queda más de la mitad de lleno. Solo puede dormir, aunque
depende de cuánto se haya usado. Sólo el tiempo dirá.
—¿No hay nada que se pueda hacer por ella? — Kinnell rogó con desesperación, abrazando
el cuerpo inerte de Iona contra él.
—Tiempo. O se despertará o caerá en un sueño profundo y no despertará más, — dijo Henry.
—Iona ni siquiera bebió la mitad, — dijo Flora, tratando de tranquilizar a Kinnell y a sí
misma y rezando en silencio para que Iona sobreviviera.
—La llevaré a su cabaña, — dijo Kinnell. —Cuando se despierte, puede decirme qué hacer
para ayudarla.

Traducción: Kalia2101 214


Torin convocó a varios guerreros para que lo ayudaran y protegieran a Kinnell, pero Kinnell
no permitió que nadie se acercara a Iona, manteniéndola apretada entre sus brazos mientras
la sacaba de la fortaleza, susurrándole mientras se alejaba.
—Era para mí, — dijo Flora, volviéndose hacia su esposo, su brazo apretado alrededor de
ella. —Estaba demasiado llena para comer o beber y se lo ofrecí a Iona. Es mi culpa.
—No es tu culpa. No tenías forma de saber que estaba envenenado. ¿Quién te lo dio? —
preguntó Torin, furioso y asustado, pensando en lo cerca que había estado de perder a su
esposa y que los atentados contra su vida continuaban y demasiado cerca en casa.
—No recuerdo. Estaba ocupada hablando con Iona.
—¿Quién le dio la jarra a Lady Flora? — Torin gritó.
Un sirviente tembloroso se adelantó.
—¿Alguien te dijo que le dieras la jarra a Lady Flora? — preguntó Torin.
—Aye, señor, Verena— dijo la joven.
Verena fue rápidamente traída.
—¿Por qué le diste una jarra específica a mi esposa? — preguntó Torin, impaciente por una
respuesta sobre cómo llegó el veneno a ella.
—Hadwin me dio algunas hojas secas que me dijo que le gustarían a Lady Flora, así que las
preparé por separado para que las probara.
—Era veneno— dijo Torin, y Verena jadeó. —Iona bebió un poco y enfermó.
Verena se volvió de un blanco puro. —No lo sabía, mi señor, juro que no lo sabía.
—Voy a buscar a Hadwin, — dijo Walsh y salió corriendo de la habitación, Torin asintió
con la cabeza y dos de sus guerreros lo siguieron. No sabía en quién confiar, así que no
confiaría en nadie.
Ayudó a su esposa a sentarse, preocupado por su silencio. Esperaba escuchar su parloteo
interminable para tratar de determinar qué había sucedido, pero ella no dijo ni una palabra.
Hadwin entró con una mirada de preocupación en su rostro. —¿Deseaba verme, mi Lord?
Torin recogió la jarra que contenía el brebaje venenoso. —¿Le diste hojas a Verena para
preparar una bebida especial para Lady Flora?
—Lo hice. Estaba revisando mi carrito, buscando una capa forrada de piel que había
adquirido y encontré el saco de hojas que compré a otro comerciante. Recordé que dijo que

Traducción: Kalia2101 215


las hojas calmaban y con todo lo que Lady Flora ha pasado últimamente, pensé que podrían
ayudarla.
—¿Has probado el brebaje? — preguntó Torin.
—Lo hice, mi Lord. Nunca vendería un brebaje que no haya probado yo mismo. Pensé que
era bastante relajante, — dijo Hadwin.
Torin le entregó la jarra. —Verena le hizo una jarra. ¿Es este el brebaje?
Hadwin lo tomó sin dudarlo y se lo llevó a la boca.
Torin se lo arrebató de la mano. —Eso es todo, Hadwin, tu acción me dijo lo que necesitaba
saber.
—No entiendo señor, — dijo Hadwin.
—Esta jarra de tu brebaje fue envenenada, — dijo Torin.
Los ojos de Hadwin se abrieron en estado de shock y se llevó la mano al pecho. —¿Veneno?
No sé nada de veneno, mi señor. — Se apresuró a mirar a Flora. —Mi señora, nunca te haría
daño.
—Nunca pensé que lo harías, Hadwin, — dijo con una sonrisa amable. —Supongo que el
veneno se deslizó de alguna manera en la bebida o posiblemente se mezcló con las hojas
mientras estaba en la cocina. — Flora miró a Verena. —Trae la bolsa de hojas aquí, Verena.
No queremos que nadie más se enferme si el veneno se ha mezclado con las hojas.
La mujer asintió y salió corriendo.
—Siéntate y bebe un poco de cerveza, Hadwin— dijo Flora al ver temblar al hombre.
—Gracias, milady, — dijo y con una inclinación de cabeza hacia Lord Torin, fue a una mesa
y se sentó, un sirviente llenó una jarra para él.
—Bebed y comed— gritó Torin a los guerreros que habían permanecido en silencio durante
toda la prueba. —Todo está siendo atendido y el culpable será atrapado, en eso tienen mi
palabra.
Sonó una ovación y pronto volvieron las conversaciones, pero no se escucharon risas como
antes.
Henry se acercó al estrado, manteniendo la voz baja. —Estoy seguro de que sabe que Walsh
es un mercenario, lo que lo hace poco confiable. Y me hace preguntarme cómo alguna vez
fue amigo de tu pa. Si no hubiera visto con mis propios ojos que él conocía a tu pa, sería
escéptico al creer que compartían una amistad. A menos, por supuesto, que no fuera la

Traducción: Kalia2101 216


amistad lo que los uniera y tu pa de alguna manera se volviera en deuda con el hombre y se
viera obligado a ayudarlo de solo Dios sabe qué formas nefastas.
—¿Alguna vez lo viste en otro lugar que no fuera con mi pa? — preguntó Flora.
Henry negó con la cabeza. —Los de su clase no serían tolerados en presencia de aquellos
que conocemos.
—¿Te refieres a los Highlanders? — preguntó Torin, la ira brillando en sus ojos.
—Debería despedirme, — dijo Henry. —Ha sido un día agotador. — Se apresuró a
marcharse sin decir una palabra más.
Torin se sentó al lado de su esposa y le tomó la mano, y ella la apretó con fuerza. —¿Estás
bien?
—Temo por la vida de Iona y por la mía, ya que quien quiera que me muera está aquí entre
nosotros.
—Y puede que acabe de llegar, — dijo Torin.
—O podría haber estado siempre aquí y con sus oponentes despachados, ahora puede
terminar el trabajo sin interferencias y reclamar la recompensa.

Flora se despertó en los brazos de su marido a la mañana siguiente y en camisón. Se había


despertado temblando de un sueño y él había insistido en que se lo pusiera para calentarse.
Ella discutió, pero al final, él había ganado, se lo puso él mismo, más a fuerzas que por
haberla ayudado.
—Debería quitarme esto, — dijo, ansiosa por sentir el calor de su cuerpo contra el de ella.
Se apresuró a negar con la cabeza. —No, hace frío, déjalo puesto.
Ella inclinó la cabeza hacia él. —Por lo general, estás ansioso por tenerme desnuda.
—Lo estoy, pero están sucediendo tantas cosas ahora que no es el momento para que
ninguno de nosotros se distraiga.
Ella sonrió. —¿Te distraigo?

Traducción: Kalia2101 217


—Todo el tiempo, — dijo, su sonrisa amplia y burlona.
Su mano recorrió su pecho, siempre disfrutando de la sensación de sus músculos duros, y
luego se deslizó más abajo.
Él agarró su muñeca, deteniéndola. —No quiero comenzar algo que quizás no podamos
terminar, o mis pensamientos estarán distraídos todo el día.
—¿Por qué no podríamos terminar? — preguntó ella, ansiosa por tocarlo.
Un golpe en la puerta hizo que Torin dijera: —Interrupciones. Ya hemos sufrido suficiente
de ellas.
—Mi lord y mi lady, Iona está despierta y pregunta por ustedes dos, — gritó Anwen.
—Estaremos allí, — gritó Flora, luego liberó su muñeca y agarró rápidamente su virilidad
excitada y le dio un apretón. —Terminaremos esto más tarde, esposo.
—No voy a discutir con eso, — dijo y se deslizó fuera de la cama junto con su esposa.
Se vistieron y bajaron rápidamente al Gran Comedor, ambos ansiosos por ver a Iona.
Torin colocó la capucha de su esposa sobre su cabeza una vez que salieron y el viento los
golpeó.
—No me sorprendería si más de un gemido atraviesa la fortaleza hoy, — dijo Flora mientras
se acurrucaba contra el costado de su esposo para combatir el viento que helaba los huesos.
—Nunca pensé que apreciaría el gemido fantasmal, pero disfruto bastante el tiempo privado
que nos brinda, — admitió, haciendo todo lo posible para evitar que el viento azotara a su
esposa.
Las mejillas de Flora estaban rojas cuando entraron en la cabaña de Iona. Se alegró de ver a
la mujer sentada en la cama, pero luciendo desgastada y cansada, algo que no suele verse en
ella. Kinnell se sentó en una silla cerca de la cama.
—Ni siquiera pienses en levantarte de la cama para saludarlos, — ordenó Kinnell.
—No iba a hacerlo, — dijo Iona.
—Iba a asegurarme de que no lo hicieras, — respondió Kinnell.
—Agradece que no la perdiste anoche, porque estoy agradecido de que salvó la vida de mi
esposa al beber ese brebaje, — dijo Torin.
—Beleño negro. Es utilizado por muchos curanderos para una variedad de cosas, pero con
mucho cuidado puede envenenar fatalmente en grandes cantidades. No estaba segura de

Traducción: Kalia2101 218


cuánto había ingerido. Sabía que el sueño forzado me reclamaría, pero no sabía si alguna vez
volvería a despertar.
—El destino tenía otros planes para ti, — dijo Flora y miró de Iona a Kinnell.
Iona sonrió. —Una solución más fácil habría funcionado para mí, pero, no obstante, aprecio
el plan del destino.
—¿Qué plan? — exigió Kinnell. —Mejor me incluyes porque no te voy a dejar ir. Eres mía
ahora.
La sonrisa de Iona se amplió y le tendió la mano a Kinnell.
Él la tomó y la sostuvo con fuerza.
—Desperté hace horas, afortunadamente. Cuando la niebla que me envolvía finalmente se
disipó, le pedí a Kinnell que me trajera la bolsa de hojas sospechosas. El beleño se mezcla
con hojas que no causan daño.
—Me encargaré de que se elimine para que no cause más daño, — dijo Torin.
—Preferiría quedármelo, mi señor, — dijo Iona. —Podría ofrecer ayuda en ciertas
situaciones si se tiene cuidado y conocimiento al usarlo. No es fácil de conseguir, crece junto
al mar y en suelo arenoso.
—Entonces, quienquiera que tuviera este beleño tenía que haber pasado un tiempo junto al
mar, — dijo Torin.
—A menos que alguien se lo haya dado a la persona, — dijo Flora, —y él también tendría
que haber tenido una buena razón para visitar la cocina.
—Walsh se puede encontrar allí recogiendo la comida de Phillip de vez en cuando y lo he
visto hablando a menudo con Anwen, — dijo Kinnell.
—Hadwin es otro que visita la cocina a menudo y habla con Verena, — dijo Iona.
—Probé a Hadwin para ver si bebería el brebaje preparado para Flora y se lo llevó a los
labios, — dijo Torin.
—Podría haberse arriesgado a que lo detuvieras para protegerse, — dijo Kinnell.
—Luego está Henry, — dijo Torin.
—Que apenas llegó y ni siquiera sabe dónde está ubicada la cocina, — dijo Kinnell.
—Pero sí conocía el beleño negro, — recordó Torin.
—La pregunta sigue siendo... ¿por qué alguien me querría muerto? — Flora dijo.

Traducción: Kalia2101 219


—Verena probó el brebaje de la olla antes de que me permitiera llevárselo, — dijo Anwen,
colocando la jarra sobre la mesa en el Gran Comedor.
Flora apresuró sus manos heladas alrededor de la jarra caliente. —Por favor dile a Verena,
que te estoy muy agradecido.
Anwen asintió y luego se apresuró a atender su tarea.
El viento frío y azotador había dejado a Flora temblando cuando Torin la devolvió a la puerta
de la fortaleza y no quería nada más que calentarse junto a la chimenea. Esperaría para
comer hasta que su esposo regresara. Había ido a hablar con Walsh y había enviado a
Kinnell a hablar con Hadwin. Tenía la intención de que ella estuviera presente cuando
volviera a hablar con Henry. Posteriormente, Kinnell se uniría a ellos en el solar de Torin y
discutirían las conversaciones con la esperanza de encontrar incluso la pista más pequeña
que les ayudaría a encontrar al culpable y resolver este desconcertante misterio.
Sus pensamientos se trasladaron a la noche anterior cuando se despertó de otro sueño de su
mamá y papá. Esta vez, buscó frenéticamente a sus padres, sintiendo que estaban en peligro
y aterrorizada de no poder alcanzarlos a tiempo para salvarlos. Se había sentido aliviada de
despertar en los cálidos brazos de su esposo, después de haberse sentido helada hasta los
huesos.
—Me encantaría saber tus pensamientos, ya que aprendí que cuando te pierdes en ellos
encuentras soluciones a las cosas, — dijo Henry y asintió hacia el banco frente a ella en la
mesa. —¿Puedo unirme a ustedes?
La advertencia de su esposo de no hablar a solas con Henry sonaba en su cabeza, pero sería
de mala educación negarlo, y no estaba sola, varios sirvientes estaban ocupados
reemplazando velas y colocando la mesa del estrado con un mantel blanco limpio.
—Por favor, hazlo, — dijo Flora, tratando de entender por qué Henry podría ser un enemigo
en lugar de un amigo.

Traducción: Kalia2101 220


—Un par de días aquí y aunque las Tierras Altas ciertamente fascinan, todavía no puedo
entender por qué renunciarías a la vida en Edimburgo o Inglaterra. La vida bulle en esos
lugares. El conocimiento está a la vuelta de cada esquina y su poder crece, los hombres
eruditos ayudan a forjar un liderazgo sabio. Tu pa era uno de ellos. Muchos respetaban sus
opiniones. Sus salas de conferencias se llenaron de hombres ansiosos por escucharlo hablar.
¿No echas de menos esos días? ¿No te gustaría volver a participar de ellos? Te llevaría
conmigo a las conferencias tal como lo hizo tu pa. Podrías continuar obteniendo el
conocimiento que buscabas con tanta pasión.
—Hubo un tiempo en el que habría pensado que no podría haber vivido de otra manera,
Henry. Pero entonces no conocía otra forma de vida y ahora me doy cuenta de que era una
vida aislada. Aquí en las Tierras Altas se me abrió una inmensidad de conocimiento, y me
despierto todos los días ansiosa por lo que aprenderé, para hablar con la familia que he
ganado y, lo más importante, para compartir un futuro amoroso con mi esposo. Pero basta
de eso, Henry, dime lo que has estado haciendo. Mencionaste un viaje. ¿Por qué te fuiste?
—Francia, — dijo.
—Ahí es donde estaban mi ma y mi pa. ¿Los viste allí?
—Ellos estaban en París. Yo estaba en la costa, — dijo. —Estaba devastado cuando regresé
y descubrí que habían muerto y tú te habías ido. Desearía haber estado allí para ti. Las cosas
habrían sido diferentes si yo hubiera estado.
—Lord Simon me ayudó mucho. No sé qué hubiera hecho sin él.
Henry extendió la mano y la apoyó sobre la de Flora. —Lamento decirte esto, pero no mucho
después de tu partida de Edimburgo, Lord Simon murió inesperadamente.
—¡Oh, no! — dijo Flora, horrorizada por la noticia. —Era un buen amigo de mi pa y mi ma,
y también de mí. ¿Qué le sucedió?
—Me dijeron que los médicos creen que fue su corazón. Simplemente se rindió. Aunque soy
un hombre erudito y aceptaría su palabra, creo que su corazón se rompió y nunca sanó
después de perder a Lady Adare.
—En eso estamos de acuerdo, Henry, — dijo Flora, con el corazón dolorido por un amigo al
que había respetado profundamente.
—Escuché que tienes un fantasma en la fortaleza, — dijo Henry con una sonrisa. —Sabes
que eso es una tontería. No existen cosas como los fantasmas.
Como si la palabra de Henry lo hubiera insultado, un poderoso rugido atravesó el Gran
Comedor con tanta fuerza que apagó todas las velas, casi apagó las llamas del hogar y dejó
la habitación helada. Los sirvientes no dudaron, salieron corriendo gritando de la fortaleza.

Traducción: Kalia2101 221


Y también lo hizo Henry.

Traducción: Kalia2101 222


CAPÍTULO 28
Flora se sentó sola en el Gran Comedor por un momento y se alegró cuando entró Anwen,
que no parecía asustada en absoluto.
—Temía que esto sucediera con lo mal que está el viento hoy, mi señora.
—Yo también lo esperaba, Anwen, — dijo Flora mientras se ponía de pie. —Denles tiempo
para que se calmen, luego vean que regresen a sus tareas. Necesitan aprender que no hay
nada que temer en la fortaleza, aunque debo admitir que ese fue el gemido más fuerte hasta
ahora.
—Y a diferencia de los demás, más triste, — dijo Anwen. —¿Se quedará aquí, mi señora?
—Aye, Anwen, y por favor dile a mi esposo si lo ves que he ido a la torre. Me preocupa lo
que el fuerte viento podría haber hecho con esas piedras que se desmoronan.
—No deberías ir allí sola, milady, — advirtió Anwen.
—No hay nada que temer allí, Anwen. Estaré bien.
—Llevaré el mensaje a Lord Torin, justo después de hablar y calmar a los sirvientes, — dijo
Anwen y se fue rápidamente.
Flora alcanzó una de las antorchas más pequeñas en el Gran Comedor mientras se dirigía a
las escaleras, pensando que Anwen tenía razón. El gemido era diferente a los demás, con
gran pesar en él. Subió la escalera con cautela sospechando que el viento probablemente
apagó algunas, si no todas, las antorchas a lo largo de la escalera.
Como sospechaba, se detuvo para encender algunas antorchas en el camino. Se sorprendió
de que Henry corriera como lo hizo. Su temperamento a veces podía malinterpretarse por
falta de fuerza, pero al ser un hombre bien informado, ciertas cosas no lo asustarían
fácilmente. Había esperado curiosidad de él, no esa retirada. Se detuvo, su frente se arrugó
mientras trataba de recordar un recuerdo sobre Henry. ¿Fue algo que hizo? ¿Algo que dijo?
¿Algo dicho sobre él?
—No creo que Henry sea un marido adecuado para Flora.

Traducción: Kalia2101 223


Había olvidado que había escuchado a Lord Simon decir eso mientras esperaba afuera de su
solar para que se fueran a la abadía mientras él hablaba en privado con alguien. ¿Pero quién?
Su papá y su mamá ya se habían ido a Francia.
Henry sabría cómo manejar su charla interminable, incluso con sus palabras como armas,
dando en el blanco cada vez.
Ahí fue donde ella había oído ese comentario, pero ¿quién lo había dicho? Luchó por
recordar.
—Flora solo apunta y golpea a quienes lo merecen, y dudo que ningún hombre lo tolere por mucho tiempo,
incluso tu sobrino. Lamento decir que no puedo ayudarte en tu intento de ver a Henry casarse con Flora.
¡El tío de Henry!
Ella negó con la cabeza incapaz de recordar su nombre. Henry apenas lo mencionaba. Nunca
lo había visto en reuniones. En realidad, ella nunca había conocido al hombre. ¿Por qué se
acercaría a Lord Simon en busca de ayuda y lo había hecho a instancias de Henry? No podría
haberlo hecho si lo que Henry decía era cierto y su padre la hubiera casado con él. A menos
que Henry nunca hablara del matrimonio con su tío.
Empezó a subir los escalones de nuevo, con la mente agitada. ¿Era una coincidencia que él
hubiera estado en Francia al mismo tiempo que sus padres? Pero él había estado en la costa,
a cierta distancia de París, donde ellos habían estado.
La costa.
Flora se detuvo de nuevo, las palabras de Iona se precipitaron en su cabeza.
—Crece junto al mar y suelo arenoso.
Donde uno encontraría beleño negro.
Se giró para volver a bajar. Tenía que decírselo a Torin. Debería saberlo de inmediato. No
quería creerlo, pero temía que fuera Henry quien la quería muerta, aunque todavía no
entendía por qué.
Apenas dio unos pasos cuando escuchó pasos subiendo las escaleras. Anwen debe habérselo
dicho a Torin y vino a ver si estaba a salvo.
—¡Torin! — ella gritó. —Creo que conozco al culpable. Creo que es...— Su boca se cerró de
golpe cuando Henry dio la vuelta a la curva.
Él sonrió y sacudió la cabeza. —Sabía que era solo cuestión de tiempo antes de que lo
descubrieras.

Traducción: Kalia2101 224


Se reprendió a sí misma en silencio por no haberle dado prioridad a que su esposo le
enseñara cómo defenderse en cualquier situación. Pero una vez que Torin supiera que estaba
sola en la fortaleza, no dejaría de buscarla. Tenía que permanecer con vida el tiempo
suficiente para que él la alcanzara y solo tenía un arma para usar... sus palabras.
—No lo entiendo, explícamelo, Henry, — le dijo animándolo a hablar.
—Si piensas demorarme para que tu esposo venga a rescatarte, te equivocas. Está en un
animado debate con Walsh y no le presta atención a nadie más.
Su corazón se sintió como si se detuviera por un momento, pero no permitiría que las
noticias la derrotaran. Henry no sabía que Anwen hablaría con Torin después de que ella
hablara con los sirvientes. Simplemente tenía que sobrevivir hasta que su marido la
alcanzara, sin importar lo que costara.
—Entonces tienes tiempo para satisfacer mi curiosidad, — dijo, manteniendo oculto el
miedo de su voz.
—Siempre admiré tu coraje y audacia. Habrías sido una buena esposa para mí… hasta que
ya no te necesitara.
Flora vio lo que Henry nunca había mostrado antes, arrogancia e ira. —Has usado una
máscara todo este tiempo.
—Y no ha sido fácil mostrar un lado débil mientras me hacía amigo de personas que
encontraba repugnantes.
—¿Mi pa era uno de ellos? — ella preguntó.
—No hasta que descubrí que espiaba para el rey. — La frente de Henry se arqueó cuando
no obtuvo la respuesta sorprendida que esperaba. —No es una sorpresa para ti. — Sacudió
la cabeza. —Walsh te lo dijo, él mismo es un espía. Aunque no es bueno ya que nunca se dio
cuenta de que espío para Inglaterra.
—¿Inglaterra? Por lo que sea, ¿espiarías para Inglaterra?
—Es la patria de mi madre y a través de los años he llegado a amarla. Es un país poderoso, y
expande su poder para crecer aún más y, como otros que son verdaderos ingleses, haré todo
lo que pueda para ayudarlo y verlo victorioso en todos sus esfuerzos. Eso significa
asegurarse de que ningún espía obtenga información válida que pueda dañar a Inglaterra.
—Y esa es la razón por la que me quieres muerta. Tienes miedo de que mi pa haya
compartido información conmigo antes de morir, — dijo, comenzando a tener sentido.
—Nay, me aseguré de que tu pa y tu ma estuvieran demasiado enfermos para hablar de algo
contigo.

Traducción: Kalia2101 225


Flora se llevó rápidamente una mano al estómago, sintiendo como si él le hubiera dado un
puñetazo allí, dándose cuenta de lo que aludía. —¿Envenenaste a mis padres?
—No me dejaron opción. Contraté a un compañero espía para que envenenara a algunos
miembros del grupo de tu padre en Francia, luego les di el veneno a tus padres lentamente
para que estuvieran enfermos y fuera de toda ayuda cuando llegaran a casa, sin dejar nada
infame para que sospecharan. Verás, la información que tu padre descubrió eventualmente
los habría llevado a mí y no podía permitir que eso sucediera.
Su mano se cerró en un puño con ira en su cintura porque él le había quitado a sus padres
cuando aún les quedaba tanta vida.
—Pero no participé en poner una recompensa por tu cabeza. Eso lo hizo mi tío, el hermano
de mi madre, un idiota inútil. Fui yo quien rescindió la recompensa. Tras la muerte de Lord
Simon, mi tío descubrió que, dado que no tenía familia, Simon te nombró a ti como única
beneficiaria de su patrimonio y riqueza. Eres una mujer rica, Flora.
—Pero las mujeres no pueden heredar...
—Lord Simon era un hombre sabio. Él te reclamó como su pupila después de que tus padres
murieran e hizo provisiones para que heredases todo. Creo que quería que tuvieras la
libertad negada a las mujeres. Naturalmente, cuando te cases, tu esposo tendrá acceso a tu
riqueza. Mi tío vio esto como una oportunidad y creó un documento de matrimonio falso
que mostraba que estábamos casados tras la muerte de tus padres. Luego colocó una
recompensa extremadamente grande por tu cabeza para que yo heredara todo, pensando
que estaría complacido y lo compartiría con él.
—¿No estabas complacido?
—Encontré su plan tentador, pero no como él lo imaginó. Hice rescindir la recompensa de
inmediato, me encargué de que mi tío idiota nunca más me molestara, aunque aproveché la
oportunidad que me había dado. Planeé rescatarte de una vida que creía que aborrecías aquí
en las Tierras Altas y hacer un buen uso de tu dinero para ayudarme con mis misiones...
hasta que no pudiera soportar más tu parloteo interminable.
—Pero el amor arruinó tus planes, — dijo Flora.
—Cuando tu tío me dijo que te había casado con un Highlander, pensé que te sentirías
aliviada de verme y saber que estábamos casados, y que aceptarías con entusiasmo nuestro
matrimonio y regresarías a casa. Nunca hubiera esperado que te enamoraras de un bárbaro.
—Entonces, no tuviste más remedio que verme muerta.
—Simplemente tuve que adaptar mis planes. No estaba dispuesto a perder toda esa riqueza.

Traducción: Kalia2101 226


—¿Y cómo planeas escapar después de matarme? — ella preguntó.
—Yo no te maté, querido corazón. Tuviste un trágico accidente. Te caíste por las escaleras
y te rompiste el cuello.
—Mi esposo nunca lo creerá.
—¿Qué elección tendrá cuando esté a su lado mientras descubre tu cuerpo? — Henry dijo
con una sonrisa de suficiencia y dio un paso hacia ella.
Varias formas posibles de escapar habían pasado por su cabeza, ninguna de las cuales era
sensata o exitosa. Dejó que el instinto se hiciera cargo y lo atrapó con la guardia baja
mientras levantaba el pie para darle una poderosa patada en el pecho, enviándolo rodando
por las escaleras. Temerosa de no poder pasarlo a salvo, subió las escaleras, rezando para
que su esposo viniera a rescatarla.
¿Dónde se escondería? El pensamiento pasó por su cabeza, pero escuchar a Henry ponerse
de pie con un gemido y una maldición la mantuvo en vuelo hasta que llegó a la habitación
de la torre.
Se había atrapado a sí misma... hasta que.
Vio que varias piedras se habían derrumbado a lo largo del costado de la puerta sellada hasta
el punto de que se habían caído. Era un espacio estrecho por el que deslizarse, pero no tenía
otra opción. Arrojó la antorcha por las escaleras, dejando el área en la oscuridad y se dirigió
a tientas hasta la delgada abertura y con un gran esfuerzo y sufriendo algunos rasguños, se
deslizó y entró en la habitación.

—Piensas que estoy involucrado de alguna manera, pero te digo y continuaré diciéndote
que estoy aquí para hacer lo que el padre de Flora me pidió… para mantener a su hija a salvo,
— dijo Walsh.
Anwen fue a interrumpir por segunda vez y, una vez más, Torin agitó la mano para
silenciarla.

Traducción: Kalia2101 227


—Ethan había encontrado información relacionada con un posible espía enviado desde
Inglaterra mientras estaba en otra misión. El rey estaba ansioso por descubrir finalmente la
identidad del escurridizo hombre. A Ethan le llegó la noticia de que el hombre podría estar
en Francia buscando información. Usó una reunión de eruditos como excusa para viajar a
París y ver qué podía averiguar. Y ni siquiera debería compartir eso contigo, pero dudo que
te importe esa información.
—Henry estaba en Francia, pero en la costa, — dijo Anwen, sin esperar permiso para hablar.
Torin se volvió hacia ella. —¿Dónde sacas eso?
—Escuché que le dijo eso a Lady Flora.
—¿Él está con ella? — preguntó Torin con ansiedad.
—Eso es lo que vine a decirle. El viento lanzó un poderoso gemido a través de la fortaleza y
todos salieron corriendo, incluido Henry.
—¿Mi esposa está sola en la fortaleza? — preguntó Torin, ya dirigiéndose hacia allí, seguido
por Anwen y Walsh.
—Fue lo último que vi, pero me apresuré a decírtelo tan pronto como di las órdenes de Lady
Flora a los sirvientes, — dijo Anwen.
—¿Alguien ha visto al hombre que llegó con los guerreros de Strathearn el otro día? — Torin
gritó mientras mantenía un paso rápido hacia la torre.
—Lo vi, — gritó Philip.
Torin se detuvo.
Phillip señaló. —Estaba entrando en la fortaleza.
Torin echó a correr, Walsh y Anwen no muy lejos detrás de él.

Flora chocó contra las cosas mientras se dirigía a la habitación oscura. Un toque rápido aquí
y allá los identificaba, un baúl, una silla, el borde de una cama. Su rápida evaluación le hizo
darse cuenta de que había sido un dormitorio, no un lugar de tortura. Palpó a lo largo de la

Traducción: Kalia2101 228


ropa de cama y retiró la mano cuando tocó lo que pensó que era una pierna. Alguien estaba
en la cama. Valientemente dejó vagar su mano de nuevo y descubrió que era un esqueleto.
Alguien había sido encerrado aquí y no podía imaginar la horrible muerte que la persona
debió haber sufrido.
—¡Flora!
Saltó ante el sonido del grito de Henry que se había acercado. Tenía que encontrar un lugar
para esconderse hasta que su esposo la alcanzara. Pero ¿por qué estaba oscuro aquí? Debería
haber algo de luz incluso con el cielo gris afuera. Las persianas seguramente ya se habían
podrido. Miró hacia arriba para ver si podía ver las ventanas. No podía ver nada, y entonces
se dio cuenta. No solo la puerta había sido sellada con piedra, sino también las ventanas.
Entonces, ¿qué causaba que el viento gimiera a través de la fortaleza con esta habitación tan
herméticamente cerrada?
Un escalofrío la recorrió y le puso la piel de gallina. ¿Y si fuera un fantasma, no el del gigante
sino el del esqueleto en la cama?
Su cabeza giró bruscamente hacia la luz que de repente se filtró a través de la delgada
abertura por la que se había deslizado.
—¿Por qué tienes que hacer las cosas tan difíciles, Flora? — Henry dijo mientras miraba a
través de la estrecha abertura.
Oyó caer una piedra.
—Maravilloso, el mortero se ha descompuesto lo suficiente como para que varias de las
piedras se derrumben cuando se les da un empujón fuerte. Me uniré a ti en breve. — Cayó
otra piedra. —Me aseguraré de derramar lágrimas cuando le diga a tu esposo que empujaste
la pared y te caíste en la habitación golpeándote la cabeza antes de que pudiera alcanzarte.
Ella no podía permitir que eso sucediera. Tenía que mantenerse fuerte. Un arma. ¿Podría
haber un arma en la habitación? Eso habría sido lo más amable de hacer por la persona que
había sido dejada aquí para morir, dejar un arma para que no sufriera una muerte
prolongada.
De repente, escuchó piedra tras piedra colapsar, la luz de la antorcha se hizo más brillante
hasta que... un fuerte viento salió de la habitación y apagó la llama. Aunque con la habitación
completamente sellada, Flora no podía comprender dónde podría haberse originado.
Las maldiciones volaron de la boca de Henry y Flora se apresuró a presionarse contra la
pared. Las yemas de sus dedos rozaron un pequeño cuenco que casi lo tira. Lo agarró con
fuerza, sin saber cómo ayudaría, pero sin soltarlo. Se apoyó contra la pared y se dio cuenta
de que su única oportunidad era pasar sigilosamente a Henry mientras él se aventuraba más

Traducción: Kalia2101 229


adentro de la habitación y salir rápidamente antes de que él se diera cuenta de que ella se
había ido. Pero, ¿podría hacerlo lo suficientemente silenciosamente para que él no la
escuchara?
—¡FLORA! — El rugido de Torin resonó escaleras arriba.
—¡Maldición! — Henry murmuró. —Debería haberlo sabido mejor antes que seguir el
esquema de mi tío idiota. Ahora ambos moriremos porque no seré capturado con vida.
—¡FLORA! — gritó Torin, sonando más cerca.
Un momento fue todo lo que necesitó y cuando escuchó a Henry moverse, arrojó el tazón.
Él se abalanzó ante el sonido, y ella permaneció apretada contra la pared mientras se dirigía
a la puerta. Se detuvo un momento al escuchar un sonido de gorgoteo, luego vio una luz
débil que venía de lo que quedaba de la puerta sin sellar y corrió hacia ella, gritando por su
esposo.
—¡TORIN!
De repente, la luz brilló en la habitación y Flora se detuvo dónde estaba mirando la cama.
Henry yacía sobre el esqueleto, con el cuello atravesado por un hueso, sangre por todas
partes y los ojos muy abiertos por la muerte.

Traducción: Kalia2101 230


CAPÍTULO 29
Torin tomó a su esposa en sus brazos tan pronto como entró en la habitación, aliviado de
no haber llegado demasiado tarde. El corazón que latía salvajemente, comenzó a
desacelerarse mientras la abrazaba con fuerza contra él, asegurándose de que estaba a salvo.
—Estoy bien, esposo, no te preocupes, — le aseguró Flora. —Sabía que vendrías una vez
que Anwen te dijera que estaba sola aquí. Solo necesitaba esperar el momento.
Él la besó suavemente, luego apoyó su frente contra la de ella. —Te amo, Flora, y nunca
quiero vivir sin ti.
—Ya hemos resuelto eso, Torin. Moriremos con un breve lapso de tiempo el uno del otro al
igual que mis padres...— Cerró los ojos pensando en lo que Henry les había hecho.
—¿Flora? — Torin cuestionó cuando de repente se quedó callada, y él echó la cabeza hacia
atrás para ver que ella había cerrado los ojos.
Abrió los ojos y sonrió levemente. —Tengo mucho que decirte, pero primero debes ver esto.
Torin la soltó de mala gana y se hizo a un lado para mirar lo que ella estaba ansiosa para que
él viera.
No era el único que miraba desconcertado la cama. Walsh se quedó sosteniendo la antorcha
que llevaba en alto para arrojar mejor luz. Kinnell hizo lo mismo, después de haberlo seguido
cuando vio a Torin y Walsh corriendo hacia la fortaleza.
Flora se acercó a la cama, mirando alrededor mientras lo hacía, viendo cosas que le contaban
una historia y la dejaban con demasiadas preguntas.
—Es una mujer en la cama, y me salvó la vida, — dijo Flora. Se acercó para observar el
esqueleto y a Henry. —Lo escuché tropezar. Cuando cayó sobre ella, sus huesos debieron
romperse en la muñeca, enviando el hueso del brazo disparado hacia arriba y hacia su cuello.
Kinnell se estremeció. —Parece más bien que ella lo agarró y le metió el hueso.
—Ella está muerta. Eso no sería posible, — dijo Walsh, sin dejar de mirar la extraña escena.
—Tal vez, pero no me digas que no te parece así, — argumentó Kinnell.

Traducción: Kalia2101 231


Walsh lo ignoró, aunque su estremecimiento respondió por él.
—Me pregunto quién es ella y qué hizo para ser encerrada y sellada, — dijo Kinnell.
—Sea quien sea, murió aquí dando a luz y este es su santuario, — dijo Flora.
—¿Cómo sabes eso? — preguntó Torin.
—Mira a tu alrededor, — dijo. —Hay una cuna vacía, los restos de la corona que alguna vez
adornó su cabeza se desmoronaron y ahora se mezclan con el cabello que le queda en la
cabeza. Sus brazos han sido cruzados sobre su pecho y no me sorprendería encontrar restos
de flores allí una vez que retiren el cuerpo de Henry. Quienquiera que haya sido esta mujer,
ella era muy amada, el hombre que la amaba no la dejó ir ni siquiera en la muerte.
—Mi bisabuelo, Lord Dermid, — dijo Torin.
—Es hora de que la liberen, — dijo Flora, —y la entierren adecuadamente.
Todos se quedaron en silencio un momento como si tuvieran respeto por la mujer en la cama.
Walsh fue el primero en hablar. —Entonces, ¿Henry puso la recompensa por tu cabeza?
—Nay, — dijo Flora, volviendo al lado de su esposo. —Es toda una historia para contar...
secretos, espías, veneno, mentiras y más.
—Estoy ansioso por escucharlo todo, esposa, — dijo Torin, luego miró a Walsh y Kinnell.
—¿Pueden ambos encargarse de que Henry sea sacado de aquí? No quiero que nadie sepa lo
que se encontró en esta habitación todavía.
—Lady Flora y yo los esperaremos a ambos en mi solar donde podemos escuchar la historia
juntos.
Después de asegurarle a Anwen que estaba ilesa cuando entró al Gran Comedor, Flora
ordenó que trajeran comida y bebida al solar de Torin y los sirvientes regresaron a sus
deberes en la fortaleza.
Torin tomó a su esposa en sus brazos una vez que estuvieron solos en su solar. —¿Hay algo
que quieras decirme solo a mí antes de que los demás se unan a nosotros?
Flora estaba agradecida de que su esposo hubiera considerado que tal vez no quisiera
compartir todo lo que Henry le había dicho. Había una cosa que ella quería que él supiera
antes que los demás.
—Soy rica, — dijo.
Torin parecía confundido, su ceño fruncido. —¿Rica?

Traducción: Kalia2101 232


—Aye, — dijo ella. —Lord Simon murió y me dejó su riqueza, esa es la razón por la que
Henry mintió acerca de que él y yo nos casamos. Quería mi riqueza. Simon me lo dejó a mí
para que tuviera la libertad negada a las mujeres… para vivir como yo elija.
Torin se alejó de ella, con una mirada extraña en su rostro, luego se pasó la mano por el
cabello y sacudió la cabeza. —Entonces escoge.
Flora parecía tan confundida como su esposo. —¿Escoger qué?
—Elige si deseas seguir casada conmigo o irte y vivir tu vida como prefieras. No te obligaré
a un matrimonio que fue elegido para ti. Elige. Ahora.
—¿Me das a elegir? — ella preguntó.
—Aye, lo hago, — dijo. —No tuviste otra opción que casarte conmigo cuando te ofrecí
matrimonio. Tienes una opción ahora. Quiero que lo hagas libremente. Quiero saber que
sigues casada conmigo porque quieres estar casada conmigo. Que es tu elección ser mi
esposa. Entonces, vete o quédate. Es tu decisión.
Flora lo miró un momento y luego sonrió. —Eso es noble de tu parte, esposo, darme una
opción y lo aprecio. Pero me temo que estás atrapado conmigo porque te amo demasiado
como para alejarme de ti. Además— dijo, llevándose la mano al estómago. —Existe la
posibilidad de que esté embarazada.
Los ojos de Torin se abrieron de par en par, y una vez más tomó a su esposa en sus brazos.
—Pero me dijiste que estabas tomando algo para evitarlo.
—Me detuve poco después de que hicimos el amor por primera vez. Estaba segura de que
quería quedarme contigo, darte muchos hijos y seguir amándote más allá de la vida misma.
Él la besó rápido. —Estoy más que emocionado por tales noticias y me siento aliviado de
que hayas elegido quedarte conmigo, ya que realmente no sé si podría haberte dejado ir.
—Y yo, esposo, no tengo la intención de dejarte ir, — dijo ella y lo abrazó fuerte para
demostrarlo.
Un golpe en la puerta hizo que Anwen entrara con la comida y la bebida y poco después
entraron Walsh y Kinnell.
—Tomen asiento, — dijo Flora, señalando las sillas mientras permanecía de pie frente a la
chimenea. —Hay mucho que contar.

Traducción: Kalia2101 233


El misterio de la habitación de la torre mantuvo a la gente hablando tres semanas después,
el clan especulaba quién era la mujer y qué le pasó al niño que pudo haber tenido. Y por qué
nadie nunca supo de ella. Sus huesos habían sido recogidos, envueltos y almacenados para
enterrarlos en primavera, cuando el suelo estaba lo suficientemente blando para cavar una
tumba.
A Torin no le gustaba pensar que sería necesario que su esposa viajara a Edimburgo para
reclamar su herencia y Walsh sugirió que con su conexión con los altos funcionarios y con
el mismo rey, podría encargarse de que se hiciera por ella. Sin embargo, tenía una
estipulación. Cuando regresara, deseaba permanecer con el Clan Norham. Henry se encargó
de que terminaran sus días de espionaje y también estaba cansado de sus días de mercenario.
Deseaba establecerse y tomar una esposa.
Flora sabía que Walsh hablaba de Anwen, pero eso quedó entre los dos para resolverlo.
Kinnell e Iona estaban bien. Se había recuperado completamente del veneno y tenían planes
de casarse.
Ningún viento había rugido a través de la fortaleza desde que se abrió la habitación y todos
creían que no volverían a escucharlo desde que la mujer desconocida finalmente fue
liberada. Aunque algunos creían que fue el fuerte aliento del gigante lo que la ayudó.
Flora sonrió pensando en cómo la historia del gigante viviría para siempre con fuerza en la
Isla de Outerson y en el Clan Norham.
La nieve caía ligeramente cuando llamó a la puerta de Phillip y él la recibió con una sonrisa,
ya que la esperaba.
—Ha habido tanta emoción últimamente que temí que no tuvieras tiempo de visitarme, —
dijo Phillip mientras Flora les servía un brebaje a ambos y extendía la tela doblada para
revelar rebanadas de pan de miel.
Flora le dio un mordisco a uno, sabiendo que Philip no tocaría el pan hasta que ella lo hiciera.
Hablaron de varias cosas, compartieron risas y se relajaron en silencio.
Tengo algo que mostrarte, Philip. Lo encontré cuando limpiaba la habitación de la torre.
Flora dijo y sacó algo de una bolsa que colgaba de su cinturón. Extendió un pequeño trozo
de tela. En el medio estaba bordado, con bastante destreza, un caballo. Ella sonrió
suavemente. —En latín, Phillip significa aficionado a los caballos.

Traducción: Kalia2101 234


Phillip lo miró fijamente, con lágrimas en los ojos. Se levantó lentamente de la mesa y fue a
un pequeño cofre y sacó algo de él. Regresó a la mesa y después de sentarse, desplegó un
paño idéntico al que Flora había puesto sobre la mesa.
—Era tu madre, ¿verdad, Phillip? — Flora dijo. —Eres hijo de Lord Dermid.
Las lágrimas se deslizaron por las mejillas envejecidas de Phillip mientras asentía. —Poco
antes de que Lord Dermid muriera, me encontró pescando y me dijo que teníamos que
hablar. Me explicó todo y luego me dio esta tela. Mi ma, Annora, me lo había bordado
mientras esperaba que naciera. Sabía que tendría un hijo y había elegido mi nombre. Ella
creía que era un buen nombre para un alma gentil pero fuerte, muy parecida a la naturaleza
de un caballo. Mi pa me dijo que yo era como mi ma, un alma gentil pero fuerte. Dijo que
tenía sus ojos, pero se sintió aliviado de que no poseyera su magia.
—¿Ella era una bruja? — Flora susurró como si alguien pudiera escuchar.
—Muchos lo creían así, no así mi pa. La creía una mujer sabia y la amaba con todo su
corazón. Su mundo se hizo añicos cuando ella murió dándome a luz. Ella le advirtió que
moriría, pero él se negó a creerle. Ella le dijo lo que había que hacer para salvarme y que
algún día estarían juntos de nuevo. — Se secó las lágrimas que caían. —Mi madre le dijo que
me enviara lejos después de que naciera y que me mantuviera alejado durante al menos dos
años, y luego me devolviera aquí. Pero jamás iba a reconocer que yo era su hijo, porque habría
quienes creyeran a su hijo tan malo como a ella y me querrían muerto. Me entregaron a una
mujer en la que se podía confiar y que haría lo que mi pa le pidiera, y ella hizo exactamente
eso. Mi pa me cuidó desde lejos, haciendo lo que mi ma le pidió y me dijo que mantuviera el
secreto para siempre a menos que la habitación fuera abierta en mi tiempo.
Flora esperó cuando Phillip se quedó en silencio por un momento.
—Mi pa se encontró con mi ma un día en lo profundo del bosque y se enamoró de ella. La
visitaba a menudo y me dijo que pasaron tres años gloriosos juntos, luego ella quedó
embarazada y sucedió algo que puso su vida en peligro. Fue entonces cuando la llevó a
esconderse en la habitación de la torre. Deliberadamente dejó correr rumores de que era un
lugar de tortura para que nadie se acercara. Había dos sirvientas en las que mi ma confiaba,
una de ellas es la mujer que me crió.
—Él encerró y selló a tu madre para mantenerla a salvo incluso en la muerte, — dijo Flora.
—Nay, — dijo Phillip. —Mi ma le dijo que la sellara una vez que ella falleciera y le indicó
que se asegurara de que nadie abriera el sello de la habitación. Ella le dijo que la habitación
la liberaría cuando fuera el momento adecuado.
Las lágrimas rodaron por las mejillas de Flora y estiró la mano para agarrar la mano de
Phillip. —Y lo hizo. Tu ma me salvó la vida.

Traducción: Kalia2101 235


—Y ahora finalmente es libre, — dijo Phillip. —¿Lord Torin lo sabe?
—Todavía no, pero estoy segura de que le gustaría saber que tiene un tío abuelo. Te unirás
a nosotros para cenar esta noche y puedes contarle todo al respecto.
—Me gustaría eso porque significa que la predicción de mi ma se hace realidad. Ella le dijo
a mi pa que un día en el futuro lejano me darían la bienvenida a la fortaleza y me aceptarían
como familia.
— Y así lo harás, Phillip, así lo harás, — dijo Flora mientras compartían lágrimas juntos.

—Todavía no puedo creer que tengo un tío, — dijo Torin mientras él y Flora se acostaban
juntos más tarde esa noche. —Estoy tan contento de que haya vivido tantos años. Tengo
tantas preguntas para él.
—Le preguntaste bastantes en la cena— dijo Flora.
—Tengo hambre de saberlo todo, aunque me cuesta creer que mi abuelo, Lord Hamish, no
supiera nada al respecto. Tenía doce años y dos años en ese momento y sin duda era muy
curioso.
—Si lo sabía, sabiamente guardó el secreto, lo que significaba que mantuvo a su medio
hermano a salvo, — dijo Flora.
—Me preguntaba qué había convertido a mi bisabuelo en un hombre desagradable cuando
alguna vez había sido bueno. Es bueno saber que no era malo como decían algunos. Solo era
un hombre enojado por la pérdida de la mujer que amaba. Ojalá pudiera decir lo mismo de
mi pa. No tenía excusa para ser desagradable. Simplemente no se preocupaba por nadie más
que por sí mismo. — Se puso de lado para mirar a su esposa. —Lo siento por mi bisabuelo
porque estaría enojado si perdiera a la mujer que amo. No sé cómo vivió tantos años sin ella.
—Me imagino que ahora están juntos y felices, — dijo Flora.
—Eso espero. Espero que tengan en la muerte lo que no tuvieron en la vida… tiempo juntos
sin miedo ni confusión. — Él colocó un mechón de cabello que le había caído sobre la mejilla

Traducción: Kalia2101 236


detrás de la oreja. —Nos amaremos todos los días, esposa, y compartiremos una buena vida
juntos, porque no lo tendré de otra manera.
Él la besó y ella sonrió.
—No tardes en deslizarte dentro de mí, esposo, porque tengo urgencia por ti, — dijo.
—Como digas, esposa, — dijo, bromeando e hizo exactamente lo que ella le pidió.

El frío helado despertó a Torin. Le rodeó las piernas y se deslizó a lo largo de su cuerpo. Se
estremeció al abrir los ojos. Una luz emanó desde el final de la cama, y se sentó. Brillaba y
vio como empezaba a tomar forma. Un hombre y una mujer, una mujer bastante hermosa,
estaban parados allí, el brazo del hombre envuelto alrededor de ella.
Sonrieron y él podría haber jurado que escuchó al hombre decir: —Estoy agradecido,
bisnieto, y estoy orgulloso del hombre en el que te has convertido.
La mujer habló y él la escuchó claramente en su cabeza. —Serás bendecido con seis hijos
maravillosos, y ellos enorgullecerán al Clan Norham.
Comenzaron a desvanecerse cuando su esposa de repente se sentó a su lado.
—¿Los ves? — preguntó Torin, sin dejar de mirar mientras se desvanecían lentamente.
—¿Ver qué? — preguntó Flora, entrecerrando los ojos para mirar hacia donde él miraba, con
la esperanza de ver lo que sea que él veía.
—Mi bisabuelo y Annora. Están juntos y felices, — dijo con una gran sonrisa.
—¿De verdad? Eso es maravilloso y ¿los ves? — preguntó emocionada.
El asintió. —Se han ido ahora, pero los vi claramente.
—Mis padres también están en paz. Vinieron a mí en un sueño. Saben que estoy a salvo y
son felices.
Torin deslizó su brazo alrededor de su esposa y se recostó para descansarla contra él.
—Estoy feliz de que ellos también estén en paz.

Traducción: Kalia2101 237


—Estamos bendecidos, — dijo Flora.
—Lo estamos, y Annora dice que seremos bendecidos con seis niños maravillosos que
enorgullecerán al clan.
Flora apoyó la mano sobre su estómago. —El primero ya está dentro de mí.
La mano de Torin se apresuró a cubrir la de ella. —¿Con toda seguridad?
—Aye, esposo, cuando llegue el verano nacerá nuestro primer hijo.
—Te amo, esposa, — susurró y la besó en la frente.
—Y yo a ti, esposo. Deberíamos pensar en nombres ahora para estar preparados, ya sea un
muchacho o una muchacha, estaremos listos. Comenzaré a hablar con las mujeres que
tienen hijos y aprenderé todo lo que pueda sobre qué esperar. Estaba pensando en hacer un
área en mi solar, un lugar donde podría tener al bebé mientras estoy allí.
Torin sonrió, escuchando la charla de su esposa y feliz de escucharla. Es posible que haya
querido una esposa tranquila, pero el destino lo supo mejor y le envió una mujer a la que no
pudo evitar amar.

Traducción: Kalia2101 238


CAPÍTULO 30
EPÍLOGO Dos años después

—¿Qué es? ¿qué es? ¿qué es, pa?”


Torin sonrió a su hija Alina, de dos años, llamada así por la madre de Flora, sosteniéndola
cómodamente con un brazo. Era tan curiosa y habladora como Flora, y él la quería mucho.
Alina colocó sus diminutas manos en la cara de su padre y giró su cabeza, luego señaló con
su dedo meñique. “Eso, pa. ¿Qué es eso?
—Un árbol, Alina, — dijo.
—¿Y eso? — preguntó, señalando a otra parte.
—Una flor, — dijo Torin.
—¿Y eso? — preguntó, señalando hacia arriba.
—Una nube, — respondió Torin pacientemente.
—Tienes que ser más específico, Torin, — dijo Flora, extendiendo su mano hacia él para
ayudarla a levantarse de donde había estado arrodillada para desenterrar un lote de ortigas.
Torin tomó su mano y la ayudó a levantarse. —¿Estás bien? —, Preguntó preocupado, al
verla frotarse la parte baja de la espalda.
—Estoy bien, un dolor de espalda por agacharme, — le aseguró.
Él apoyó la mano en su estómago redondeado. —¿Estás segura de que el niño no te da
problemas?
—Aye, — dijo ella, apoyando su mano sobre la de él. —Tenemos dos meses antes de que
nazca y mientras está activo, me causa pocas molestias.
Torin sonrió cuando sintió que el niño se movía contra su mano. A menudo había puesto su
mano sobre el estómago de su esposa cuando llevaba a su hija, asombrado de sentirla

Traducción: Kalia2101 239


moverse y saber que su amor la había creado. No era diferente con este segundo niño.
Todavía lo asombraba.
Él besó su mejilla.
—Yo, papá. Yo— dijo Alina, volviendo la mejilla hacia él para un beso que él no dejó de darle.
—Besos de amor, — dijo Alina con una risita.
—Mis besos, Alina, solo mis besos, — le advirtió, ya preocupado por el momento en que
llegaría a la edad casadera y tendría que buscarle marido.
—Hemos discutido esto, Torin. Ella elegirá a su propio esposo, — dijo Flora como si leyera
sus pensamientos.
—¿Qué pasa si ella elige mal? — preguntó.
—Le enseñaremos bien y elegirá sabiamente, — dijo Flora con seguridad. Tal como lo hice
yo.
Torin sonrió. —Eso es porque elegiste a un hombre excepcionalmente sabio.
—Aye, y sin siquiera saberlo, — dijo con una risita y recogió la canasta de ortigas.
Torin mantuvo un paso suave mientras su esposa caminaba junto a él por el bosque para
regresar a casa.
—Ahora, Alina, escucha bien para que sepas, — le ordenó Flora a su hija, quien miró a su
madre con los ojos muy abiertos y permaneció en silencio. —Ese árbol…— Señaló el que
Alina le había preguntado a su papá. —Es un roble, un poderoso árbol sagrado aquí en las
Tierras Altas que nos ayuda de muchas maneras y del cual aprenderás todo. La flor azul
violeta que señalaste es una campanilla y, junto con la flor del viento, son las primeras en
florecer en primavera en las Tierras Altas. Si tienes la suerte de ver una campanilla blanca,
entonces es donde ha estado un hada.
Alina aplaudió y giró la cabeza para mirar alrededor. —Ver hada.
—Las hadas solo se muestran a quienes eligen, — dijo Flora.
A Torin le encantó que su esposa hubiera venido a aprender sobre las Tierras Altas y sus
mitos y creencias y que se los estuviera transmitiendo a sus hijos junto con su propio
conocimiento aprendido.
Flora señaló hacia arriba. —Las nubes.
—Bonitas, — exclamó Alina, echando la cabeza hacia atrás para mirarlos y Torin apretó
rápidamente su agarre sobre ella.

Traducción: Kalia2101 240


—Aye, son bonitas, Alina, pero debes aprender que cuando cambian de color, de gris claro
a gris oscuro, nos advierten de una posible tormenta de lluvia o nevada dependiendo de la
estación.
Alina levantó la cabeza y tomó las mejillas de su padre con sus pequeñas manos. —Bolas de
nieve.
Torin sonrió, enseño a su hija cómo hacer y lanzar bolas de nieve el invierno pasado y había
pasado un tiempo maravilloso con ella.
Flora arrancó con cuidado una planta de la cesta que llevaba. —Esta hija, — dijo, agitándola
hacia ella. —Es una ortiga. Los brotes jóvenes son los mejores y hacen un buen brebaje, así
como una deliciosa sopa. También es una planta que ayuda a curar varios malestares o
enfermedades, pero Iona te enseñará sobre eso.
—¿Qué es, mami? — preguntó Alina, señalando.
Torin sonrió mientras su esposa continuaba explicando en detalle y con paciencia todo lo
que su hija señalaba. Incluso había llegado a aprender cosas que nunca supo. Una cosa que
sí sabía, sobre la que estaba seguro, era que no solo tenía una esposa habladora, sino también
una hija habladora y las amaba más allá de lo creíble, y le encantaba, para su asombro,
escucharlas charlar.

FIN…
Pero no te pierdas la historia de Fia
The Legendary Highlander
(El Legendario Highlander)

Traducción: Kalia2101 241


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Traducción: Kalia2101 242


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Traducción: Kalia2101 244


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Traducción: Kalia2101 245

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