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mismo que para el caso de cualquier otro contrato, entonces, deben concurrir - en el lenguaje
del Código Civil – todos los requisitos de validez: consentimiento, capacidad, objeto, causa y
forma.
Desde el punto de vista funcional, por su celebración todos los contratantes se obligan a
ponerse de acuerdo, en el futuro, para formar el contrato definitivo. Se obligan, en suma, a
prestar su cooperación para hacer posible el definitivo.
En ese orden de ideas, esta celebración futura del contrato definitivo puede ser asegurada
obligándose ambas partes a su celebración - como en el caso del compromiso de contratar -, o
quedando vinculada, una o ambas partes, a su celebración - como en el caso del contrato de
opción -, o de cualquier otra manera que las partes lo conciban.
EFECTOS Y CARACTERÍSTICAS. –
El único efecto del contrato preparatorio es el de obligar a la celebración de un contrato
definitivo (se crea una obligación de contratar). Se trata de un vínculo instrumental y provisional
con miras a la celebración de un contrato definitivo. En Doctrina, al contrato preliminar se le
atribuye los caracteres siguientes:
Existencia provisoria
En cuanto que el vínculo jurídico creado por el contrato preliminar desaparece con la
conclusión del contrato definitivo.
La falta de una causa propia
Dado a que su función consiste solamente en preparar un contrato definitivo.
Determinación del contrato futuro.
Con esta característica, la doctrina explica la necesidad existente de que el contrato preliminar
determine el tipo y los elementos esenciales del contrato definitivo previsto, sin los cuales no
podría surgir, por indeterminación del objeto, la obligación de concluirlo.
El citado autor, menciona que el contrato preliminar para que sea válido y eficaz requiere de
todos los elementos esenciales y requisitos de validez comunes a todo contrato, como son el
consentimiento, capacidad de las partes, objeto posible, lícito y determinado, fin lícito, y si para
el contrato definitivo la ley establece que se debe observar una forma determinada bajo pena
de nulidad, el contrato preliminar también se debe celebrar observando la misma solemnidad.
Para la aplicación de la excesiva onerosidad de la prestación basta que exista un lapso entre el
nacimiento del contrato y su cumplimiento, puesto que en ese escenario pueden ocurrir
acontecimientos imprevisibles que irrumpan en el contrato y que tornen a una de las
prestaciones en excesivamente onerosa, no importando que el contrato sea de compraventa,
arrendamiento, suministro, etc.
REQUISITOS. –
El contrato es con prestaciones recíprocas cuando engendra obligaciones para todas las
partes, hay prestación y contraprestación, las mismas que son interdependientes. Por ejemplo,
a la prestación del vendedor consistente en transferir la propiedad del bien que se vende
corresponde la contraprestación del comprador de pagar el precio en dinero. Como la
compraventa, son contratos con prestaciones recíprocas el arrendamiento, el suministro, el
mutuo con intereses, el mandato remunerado, el contrato de locación de servicios, el de
trabajo, en fin, la mayoría de los contratos nominados o innominados.
El contrato es con prestación a cargo de una sola de las partes cuando genera obligaciones
para una sola de las partes, una de ellas es solamente acreedora y la otra solamente deudora;
hay prestación sin contraprestación, por ejemplo, la donación.
El contrato es conmutativo, en una primera acepción, cuando existe cierta equivalencia entre
prestación y contraprestación, ejemplo, en la compraventa, el precio corresponde más o menos
al valor real de cambio que tiene el bien vendido en el mercado, en el arrendamiento, la renta
que paga el arrendatario corresponde más o menos al valor de uso que tiene el bien en el
mercado. En una segunda acepción, la conmutatividad significa que el valor de las
prestaciones queda fijado ab initio, o sea, las partes conocen si el contrato les va a reportar o
no beneficios, por ejemplo, la compraventa (contrato con prestaciones recíprocas), la donación
(contrato con prestaciones a cargo de una sola de las partes). Esta última significación de la
conmutatividad se contrapone a los contratos aleatorios o riesgosos en los que las partes
desconocen los efectos del contrato, no saben si les reportará beneficios o pérdidas, lo que es
ganancia para el uno será pérdida para el otro, por ejemplo, el juego y apuesta, la renta
vitalicia).
Los contratos de ejecución continuada y las de ejecución periódica son una subclasificación de
los contratos de tracto sucesivo, en los que la duración de la ejecución de la prestación, en
forma continuada o periódica, es de la esencia del contrato.
Como tanto en los contratos de tracto sucesivo, sean de ejecución continuada o periódica,
como en los de ejecución instantánea, cuyo cumplimiento de la prestación se ha diferido, existe
un escenario entre la estipulación del contrato y su cumplimiento, lapso en el que pueden
acaecer eventos extraordinarios e imprevisibles que tornen a una de las prestaciones en
excesivamente onerosa, es razonable que a todos ellos se les aplique el principio de la
excesiva onerosidad de la prestación por mandato expreso del art. 1440.
Conforme lo mencionado por el autor, para que sobrevenga la excesiva onerosidad de una de
las prestaciones se requiere que sean distintos los momentos de celebración y de ejecución del
contrato, ya porque la ejecución de la prestación es duradera, pues debe ejecutarse durante un
cierto período de tiempo, continuadamente o periódicamente, o ya porque se difiere la
ejecución de la prestación para un momento ulterior al de la celebración del contrato; sólo en
estos contratos es posible que la equivalencia originaria entre las prestaciones, fijada por las
partes, se modifique profundamente por circunstancias posteriores imprevisibles.
Consiguientemente, la excesiva onerosidad no tiene cabida en los contratos de ejecución
inmediata a la celebración del contrato, sin solución de continuidad, y que se agoten en una
ejecución única, v. gr., una compraventa al contado, puesto que en estos contratos la
prestación y contraprestación se ejecutan tan luego que se perfecciona el contrato, no
mediando un lapso en el cual una de las prestaciones pueda sobrevenir en excesivamente
onerosa, salvo que la prestación a cargo de una de las partes haya sido diferida por causa no
imputable a ella (art. 1441.1).
Como dice Messineo, citado por el autor, “la excesiva onerosidad provocada por la imprevisión
no ha de concebirse solamente como agravación de la onerosidad de la prestación (lo que es
obvio), sino también como "disminución de la utilidad de la contraprestación".
La determinación de la sobrevenida excesiva onerosidad debe hacerse sobre la base de
criterios objetivos, a la luz de la situación real del mercado, y no en base a la situación de un
deudor en particular. La ley no puede señalar apriorísticamente reglas fijas sobre la excesiva
onerosidad, por lo que en cada caso concreto se determinará si los hechos extraordinarios e
imprevisibles han trastocado el equilibrio original de las prestaciones, a tal punto que, de
imponerse el acatamiento inflexible del pacto, una de las partes resultaría excesivamente
favorecida en desmedro de la otra que quedaría notoriamente perjudicada.
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Es el contrato en virtud del cual una de las partes (promesa unilateral) o ambas partes
(promesa bilateral) se obligan a celebrar en el futuro un contrato definitivo.
Artículo 1415 del C.C..- El compromiso de contratar debe contener, por lo menos, los
elementos esenciales del contrato definitivo.
Por su parte, (CABENELLAS DE LAS CUEVAS, 2010), refiere que no puede existir contrato de
promesa si no contiene por lo menos los elementos esenciales del contrato definitivo. Nada
impide que el contrato de promesa contenga todos los elementos (esenciales y accesorios) del
contrato definitivo. Así como nada impide que, en el contrato definitivo, las partes (en ejercicio
de su autonomía y en consideración a que el contrato de promesa y el contrato definitivo son
dos contratos diferentes, autónomos el uno del otro) modifiquen el contenido (sea en lo relativo
a los elementos esenciales o accesorios) del contrato de promesa.
PLAZO. –
Artículo 1416 del C.C.- El plazo del compromiso de contratar debe ser determinado o
determinable. Si no se estableciera el plazo, éste será de un año.
El plazo del compromiso de contratar lo establecen libremente las partes contratantes. Ese
plazo puede ser determinado o determinable. Solamente si las partes no hubieran establecido
el plazo de duración del contrato de promesa, rige el plazo de un año establecido por el art.
1416. Vencido el plazo convencional o legal, el contrato de compromiso de contratar se
extingue automáticamente, es decir, el plazo de duración del mismo es resolutorio.
El Código distingue con precisión entre plazo suspensivo y plazo resolutorio. Es suspensivo
cuando el acto no surte efecto mientras se encuentre pendiente el plazo, y es resolutorio
cuando los efectos del acto cesan al vencimiento del plazo (art. 178).
Artículo 1417 del C.C.- El compromiso de contratar puede ser renovado a su vencimiento por
un plazo no mayor que el indicado como máximo en el artículo 1416 y así sucesivamente.
Vencido el plazo de duración del contrato de promesa acordado por las parles, o, a falta de
convenio, vencido el plazo máximo legal de un año establecido por el art. 1416, las partes de
común acuerdo podrán renovarlo, cuantas veces lo deseen, por plazos no mayores de un año
NEGATIVA INJUSTIFICADA. –
Artículo 1418 del C.C.- La injustificada negativa del obligado a celebrar el contrato definitivo
otorga a la otra parte alternativamente el derecho a:
Artículo 1419 del C.C.- Por el contrato de opción, una de las partes queda vinculada a su
declaración de celebrar en el futuro un contrato definitivo y la otra tiene el derecho exclusivo de
celebrarlo o no.
Desde perspectiva propia, el compromiso de contratar (arts. 1414 y ss), se configura como una
figura contractual de aplicación concreta mediante la cual las partes se obligan a concluir en el
futuro un ulterior contrato, ya enteramente determinado en sus elementos esenciales.
Artículo 1420 del C.C.- Es válido el pacto en virtud del cual el contrato de opción recíproca
puede ser ejercitado indistintamente por cualquiera de las partes.
El art. 1420 regula la opción recíproca que es el contrato por el cual se pacta que cualquiera de
las partes puede perfeccionar el contrato definitivo, manifestando su voluntad en dicho sentido.
Por ejemplo, si A y B celebran un contrato de opción recíproca de compraventa, cualquiera de
los contratantes, A o B, puede ejercer en un marco de total libertad su derecho de perfeccionar
(concluir) el contrato definitivo de compraventa, con la sola notificación de su voluntad a la otra
parte.
Artículo 1421 del C.C.- Es igualmente válido el pacto conforme al cual el optante se reserva el
derecho de designar la persona con la que se establecerá el vínculo definitivo.
El derecho que adquiere el optante puede ser para sí o puede transferirlo a un tercero si es que
en el contrato se ha reservado el derecho de designar la persona con la que se establecerá el
vínculo definitivo. La designación de la persona con quien queda perfeccionado el contrato
definitivo vendrá con la aceptación de la persona designada (art.1474).
Artículo 1422.- El contrato de opción debe contener todos los elementos y condiciones del
contrato definitivo.
Al igual que el compromiso de contratar, el contrato definitivo queda perfeccionado con la sola
declaración de voluntad del optante sin requerirse para nada de la intervención del concedente,
es necesario que el contrato de opción contenga todos los elementos, tanto los esenciales
como los accesorios, del contrato definitivo. Si no fuera así, el optante no podría perfeccionar el
contrato definitivo con su sola declaración de voluntad.
PLAZO. –
Artículo 1423 del C.C.- El plazo del contrato de opción debe ser determinado o determinable. Si
no se estableciera el plazo, éste será de un año.
El plazo del contrato de opción es establecido libremente por las partes. Ese plazo puede ser
determinado o determinable.
Solamente si las partes no han establecido el plazo de duración del contrato de opción regirá el
plazo de un año fijado por el art.1423.El plazo del contrato de opción debe ser determinado o
determinable. Si no se estableciera el plazo, éste será de un año.
RENOVACIÓN. –
Artículo 1424 del C.C.- Al vencimiento de la opción, las partes pueden renovarla por un plazo
no mayor al máximo señalado en el artículo 1423 y así sucesivamente.
Artículo 1425.- Los contratos preparatorios son nulos si no se celebran en la misma forma que
la ley prescribe para el contrato definitivo bajo sanción de nulidad.
2.3.1. CONCEPTO. –
Del art. 1425 se deduce que más que hablar de una división entre contrato preliminar y
definitivo, nos encontramos ante distintos momentos de un mismo negocio. Se trata en buena
cuenta de dos momentos continuados que guardan identidad funcional.