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Presentado por:

Yuvelys Cuesta Murillo

Cursos:
Practica Formativa I

Tema:
Marco Legal-Reseña

Docente:

Yerledis Palacios

Apartado –Antioquia Marzo/2022


Marco legal y reseña de la Educación Preescolar en Colombia

La educación es el proceso de facilitar el aprendizaje o la adquisición de conocimientos, así

como habilidades, valores, creencias y hábitos.

Los principales fundamentos legales y conceptuales que rigen la educación colombiana se

en marcan en la constitución política de Colombia. Le ley general y el derecho 2247 que

establece las normas relativas a la prestación del servicio educativo del nivel preescolar.

La constitución política de Colombia de 1991, en el artículo 67, estableció que la educación

seria obligatoria entre los cinco y los quince años de edad y que comprendían, como

mínimo, un año de preescolar.

En el articulo 15, se define la Educación Preescolar como aquella que es “ofrecida al niño

para su desarrollo integral en los aspectos bilógico, cognoscitivo, psicomotriz y

socioafectivo, a través de experiencias de socialización pedagógicas y recreativas.”

El Articulo 16. Se mencionan diez objetivos específicos del nivel preescolar. Ellos se

refieren al niño su desarrollo y aspectos básicos de aprendizaje como para la lectoescritura,

la solución de problemas, habilidades y destrezas propias de la edad. Como elementos

relación con los demás de su entorno natural y cultural.

El 11 de septiembre de 1997, el decreto 2247 establece normas relativas a la educación

preescolar. En cuanto a la organización general decreta

Articulo 1. La educación preescolar hace parte del servicio público educativo formal y esta

regulada por la Ley 115 de 1994 y sus normas reglamentarias, especialmente por el Decreto

1860 de 1994. Como por lo dispuesto en el presente decreto.


Articulo 2. La prestación del servicio público educativo del nivel preescolar se ofrecerá a

las educandas de tres (3) a cinco (5) años de edad y comprenderá tres (3) grados así.

La exploración del medio

Artículos donde nos enseñan los requisitos técnicos oficiales que se equivalen al grado

transición

Los Artículos 6, 7, 8,9, 10. En cuanto a las orientaciones curriculares, este mismo decreto

establece:

A) Integridad

B) Participación

C) Lúdica

Articulo 12. El currículo del nivel preescolar se concibe como un proyecto permanente de

construcción e investigación pedagógica, que integre los objetivos establecidos por el

artículo 16 de la Ley 115 de 1994 y debe permitir continuidad y articulación con los

procesos y estrategias pedagógicas de la educación básica.

Articulo 13. Para la organización y desarrollo de sus actividades y de los proyectos lúdico

pedagógicos, las instituciones educativas deberán atender las siguientes directrices.

Artículo 14. La evaluación en el nivel preescolar es un proceso integral, sistemático,

permanente, participativo y cualitativo que tiene entre otros propósitos.

Finalmente, es necesario resaltar que la normatividad de los últimos años ha estado

encaminada
A fortalecer y priorizar los derechos de los niños, la vinculación del nivel transición en el

sistema educativo y el reconocimiento de los niños como sujetos de aprendizaje que

permite su inclusión social y disfrute de sus potencialidades y desarrollo sano.

Título: lineamiento pedagógico y curricular para la educación inicial en el distrito

Autor: secretaria distrital de integración social

Publicación: 2013

Pilares de la educación inicial

Arte

el arte como uno de los pilares de la educación inicial, es importante pensar en él, como un

potencial generador de una gran variedad de experiencias significativas, que vivenciadas a

partir de la plástica, la música, el arte dramático y la expresión corporal, aportan al

fortalecimiento del desarrollo integral de los niños y las niñas de cero a cinco años.

El arte involucra el descubrimiento y el disfrute de diversas sensaciones, invita a niños y

niñas con la orientación de maestros y maestras a experimentar a partir de las diferentes

posibilidades que les ofrece su cuerpo y el manejo de distintos materiales, les permite

también comenzar a identificar y a discriminar las características propias de éstos,

percibiendo diferentes sonidos, texturas, olores, colores y sabores, además de aprender a

relacionar su cuerpo y los objetos con respecto al espacio y al tiempo, transformado,

construyendo y encontrando nuevas maneras de interactuar con ellos.


Sobre esto, Ausubel (como se citó en Akoschky et al, 2002) manifiesta que la escuela debe

ser un lugar que fomente la creatividad, proporcionando oportunidades adecuadas para las

expresiones, las cuales se asocian a la originalidad de cada ser humano. Estas actividades

pueden ser vinculadas en todas las áreas básicas, generando espacios agradables para los

estudiantes, motivándolos a pensar y crear desde los lenguajes artísticos, que en muchas

ocasiones ayuda a expresar sentimientos y emociones que no se comunican verbalmente.

De acuerdo con Lowenfeld (1961) “La introducción de la educación artística en los

primeros años de la infancia podría muy bien ser la causa de las diferencias visibles entre

un hombre con capacidad creadora propia y otro que, a pesar de cuanto haya sido capaz de

aprender, no sepa aplicar sus conocimientos, carezca de recursos o iniciativa propia y tenga

dificultades en sus relaciones con el medio en que actúa. Puesto que percibir, pensar y

sentir se hallan igualmente representados en todo proceso creador, la actividad artística

podría muy bien ser el elemento necesario de equilibrio que actúe sobre el intelecto y las

emociones infantiles”.

Juego

El juego ha sido un tema recurrente en la Educación de la Infancia, al analizar los diferentes

documentos expuestos en la primera parte, la mayoría muestra el juego como actividad

rectora en la infancia; así mismo, en las diferentes instituciones que atienden niños y niñas

de 0-6 años, se encuentra que en las programaciones y planeaciones, siempre está presente

ya sea como principio pedagógico, como estrategia o como condición de desarrollo. Este

interés parece responder a una formación docente basada en las teorías psicológicas y

pedagógicas que le han otorgado al juego un valor formativo.


Segun, Piaget (como se citó en Herrero et al,2010) expone que el juego se convierte en un

aporte fundamental en la vida de toda persona; sin embargo, tiene varias etapas, tales como:

el juego funcional o de ejercicio, el juego simbólico y el juego de reglas. Cada uno de ellos

cumple funciones importantes en la asimilación de conocimientos nuevos, acomodación y

adaptación al mundo en el que habitan los niños y niñas.

Desde esta misma mirada, Winnicot (1982), expone que para: “entender la idea del juego

resulta útil pensar, en la preocupación que caracteriza el jugar de un niño pequeño. El

contenido no importa. Lo que interesa es el estado de casi alejamiento, afín a la

concentración de los niños mayores y de los adultos. El niño que juega habita en una región

que no es posible abandonar con facilidad, y en la que no se admiten intrusiones” (p.76).

En el juego el niño está en un lugar diferente que le permite crear, imaginar, soñar. Por otra

parte, Maturana y Verden Zoller (1993), proponen también la idea del juego por el juego,

resaltando como, cuando se juega: “se atiende a lo que se hace en el momento en que se

hace. Jugar es atender el presente. Un niño que juega está involucrado en lo que hace

mientras lo hace, un niño que juega a cabalgar un caballo con palo; cabalga un caballo.

(p144).

Para los autores, el juego es una actividad humana vivida en el aquí y en el ahora,

disfrutada en el momento de su realización, sin ningún propósito exterior a ella.

Literatura

De igual modo, la literatura es un medio que implica familiarizarse con la cultura oral y

escrita, permitiendo a los niños la exploración de sus convenciones, su valor connotativo, la

expresión a través de gestos, dibujos, trazos y garabatos; la interpretación y construcción de


historias y juegos de palabras, disfrutando de los libros informativos, narrativos y la poesía;

pero, ante todo, implica experimentar las conexiones de la lectura con la vida (Ministerio de

Educación Nacional, 2014c).

Además, Bonnafé afirma que “antes de saber leer, los niños que se beneficiaron de

animaciones de lecturas regulares tienen comportamiento diferente: están más

familiarizados con los libros y los cuentos” (2007, p. 188), es por esto que la literatura es

importante en el desarrollo integral de los niños en primera infancia, la cual les permite

conocer y comprender el mundo que le rodea.

Exploración del entorno

Los niños están inmersos en un mundo desconocido, por lo cual se ven en la necesidad de

interactuar, reconocer y explorar todo lo que los rodea, gracias a la curiosidad que los

acompaña desde que nacen. Esta exploración es realizada a través de los órganos de los

sentidos tales como: tacto, vista, escucha y gusto, los cuales posibilitan el reconocimiento

de las propiedades de los objetos, comprendiendo su ambiente social y la cultura en la que

nació. Estas curiosidades aumentan a medida que los niños desarrollan habilidades motrices

básicas, como: gatear, reptar, marchar y andar.

Es así, como resulta natural que los niños y las niñas suelan dedicar una gran parte de su

tiempo al acto de explorar, el cual está íntimamente relacionado con sus intereses, los

diferentes ambientes en los que suelen encontrarse, los objetos y materiales que están a su

alcance, sus experiencias previas o sencillamente las oportunidades que les ofrecen los

adultos para hacerlo.


“La acción de un niño… depende de muchas más cosas que de los conceptos y

técnicas que posea, depende de si ha tenido la oportunidad de ver cosas iguales o

semejantes anteriormente, del interés que tenga por estas u otras cosas, de cómo y

de quien se las presenta, de si está solo o acompañado, de lo que hizo

inmediatamente antes, de lo cansado o atento que se muestre” (Harlen, 1989: 40)

De acuerdo con Lowenfeld (1961) “La introducción de la educación artística en los

primeros años de la infancia podría muy bien ser la causa de las diferencias visibles entre

un hombre con capacidad creadora propia y otro que, a pesar de cuanto haya sido capaz de

aprender, no sepa aplicar sus conocimientos, carezca de recursos o iniciativa propia y tenga

dificultades en sus relaciones con el medio en que actúa. Puesto que percibir, pensar y

sentir se hallan igualmente representados en todo proceso creador, la actividad artística

podría muy bien ser el elemento necesario de equilibrio que actúe sobre el intelecto y las

emociones infantiles”.

Dimensiones del desarrollo del niño

Las dimensiones del ser humano comprenden todos aquellos ámbitos que encierran las

potencialidades propias de los hombres y mujeres. El desarrollo de dichas potencialidades

se traduce en el crecimiento personal, integral y completo del ser humano.

La naturaleza del ser humano encierra los ámbitos biológico, psicológico y social, por ello,

se considera que el ser humano es un ser biopsicosocial. Lo ideal es que el ser humano

pueda desarrollarse cabalmente en todas sus dimensiones, lo que le permitirá un

crecimiento integral individual e, incluso, fomentará el desarrollo global de la especie, dado

que se promoverá el progreso.


El desarrollo de la dimensión corporal en la niñez y adolescencia se dirige a:

 Cuidar del propio cuerpo y del cuerpo de los demás.

 Respetar el propio cuerpo sin prácticas de autoagresión.

 Practicar hábitos de vida saludable.

 Desarrollar armónicamente la corporalidad.

El desarrollo de la dimensión afectiva en la niñez y adolescencia se dirige a:

 Tener alto grado de autoestima.

 Ser autocrítico y reflexivo.

 Estar en condiciones de expresar sus propios sentimientos.

 Ser empático y respetuoso con los demás y con la naturaleza.

 Compartir con los demás cuando las circunstancias así lo permitan

El desarrollo de la dimensión lingüística comunicativa en la niñez y adolescencia se dirige

a:

 Ser abierto al diálogo y a la confianza.

 Ser respetuoso de la palabra del otro.

 Ser capaz de interactuar significativamente e interpretar mensajes con sentido

crítico.

 Tener y usar vocabulario respetuoso y adecuado.


El desarrollo de la dimensión cognitiva en la niñez y adolescencia se dirige a:

 Comprender el mundo (tener claridad crítica de la realidad en que se desenvuelve la

vida).

 Comprender a la gente y las cosas.

 Comprender el cuerpo y sus sentimientos, y cómo cuidarse a sí mismo.

 Ser inquieto por la investigación.

 Tener conocimiento suficiente de los diferentes saberes.

 Tener capacidad de comprender, analizar y aplicar creativamente los saberes en

constante interacción consigo mismo, con el otro y con la naturaleza.

 Ser emprendedor.

El desarrollo de la dimensión ética moral en la niñez y adolescencia se dirige a:

 Tomar decisiones libres, responsables y autónomas.

 Conocer sus responsabilidades y derechos como miembro de una comunidad.

 Comprometerse con la sociedad que, a su vez, espera su aporte transformador y

renovador de justicia y solidaridad.

 La realización personal mediante el ejercicio permanente de valores que dan sentido

a la existencia.

 Ser honesto.

El desarrollo de la dimensión estética en la niñez se dirige a:

 El asombro por la belleza de lo que hay alrededor.

 La admiración y el reconocimiento de las manifestaciones artísticas.

 La valoración de la cultura.
 El respeto de las tradiciones culturales.

 El interés por la belleza, el cuidado y la transformación del entorno.

El desarrollo de la dimensión espiritual o trascendente en la niñez y adolescencia se dirige

a:

 La integridad.

 Los valores auténticos.

 La solidez de los principios éticos y morales.

 La riqueza interior, que se evidencia en un humanismo abierto y trascendente en las

relaciones.

El ser humano actual y desde siempre ha necesitado y necesitará estos 4 pilares de la

educación, pero claramente no los desarrollamos o, si no, no estaríamos como estamos, no

viviríamos en una sociedad con tantas carencias y una urgencia tan grande de mejorías.

El aprendizaje a lo largo de toda la vida se sustenta en los cuatro pilares de la educación:

aprender a conocer, aprender a ser, aprender a vivir juntos y aprender a ser. Es necesaria

una educación apoyada en estos cuatro pilares para adaptar el sistema educativo a la

actualidad y preparar a futuros trabajadores aptos para cubrir las nuevas necesidades del

mundo moderno. ¿Cómo lo hacemos? A través de la metodología. Las competencias clave

reflejan los principios de los cuatro pilares de la educación. Si diseñamos actividades que

favorezcan el desarrollo de competencias, estaremos trabajando sobre los citados pilares.

Aprender a conocer, a hacer, a vivir juntos y a ser contribuye a educar a personas

competentes que puedan desenvolverse en la sociedad actual.


La educación en el futuro tiende a fortalecer los 4 pilares de la educación para un

aprendizaje y desarrollo integral de la persona. De esta manera, el aprendizaje en base a

competencias promueve aprender tomando en cuenta conocimientos, habilidades o

destrezas y actitudes o valores, es decir, el saber conocer, saber hacer y saber convivir, que

nos llevará a "ser" personas.

Por otra parte las dimensiones del ser se fundamenta en los cuerpos y las mentes ejercitados

periódicamente están preparados para llevar a cabo esfuerzos. La conciencia, cuando se le

escucha y se le sigue consistentemente, se vuelve sumamente sensible. Las relaciones,

cuando se las atiende con lealtad, crecen. Cuando las personas equilibran y afilan las cuatro

dimensiones, mejoran su efectividad en todos los hábitos. Al hacerlo, crecen, cambian y

mejoran.

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