1: EL PROBLEMA DE LOS MENORES DELINCUENTES
- Inaugurada en 1902 en una vieja casona del centro de
- En los años de 1900 la situación de los menores de
edad que cometían delitos e infracciones se encontraban
en una especio de vació legal e institucional, o sea los
legisladores y autoridades judiciales prestaban muy
poca atención a este problema de estos menores
delincuentes.
-. en el año 1901, después de un largo periodo de
preocupación se aprobó la creación de una escuela
correccional para menores varones. Aun así, este
problema sigue siendo latente hasta nuestros días.
3: LA GRANJA-ESCUELA DE SURCO
-reemplazó a la escuela correccional de
menores.
- esta nueva escuela fue descrita como
“desastrosa”, porque algunos internos dormían
en el suelo por falta de camas, la mayoría
ingresaba y permanecía totalmente analfabeta,
puesto que el énfasis estaba puesto
exclusivamente para el trabajo agrícola mas no
en su entrenamiento intelectual.
2: LA ESCUELA CORRECIONAL DE MENORES
“PEQUEÑOS ASPIRANTES
A PRESIDIO” MENORES
DELINCUENTES Y
REFORMATORIOS
4: LA LÓGICA PUNITIVA
- El problema más serio fue el uso constante y
extendido de la violencia en el tratamiento de los
internos, tanto en la escuela correccional como en la
granja-escuela.
-Posteriormente se incluyó en los castigos el rapado
de cabello y la alimentación a media ración, pero
realmente los castigos empleados en los hechos eran
mucho más crueles y revelan el persistente uso de la
violencia física como un componente central del
repertorio disciplinario.
-la justificación era que ellas permitían adquirir y
consolidar valores supuestamente masculinos.
Lima, eran alojados los menores que cometían delitos e
infracciones, el objetivo era reformar, a través de la
educación y el trabajo.
- El primer interno de esta escuela fue el famoso ratero
juvenil de aquellos años llamado “TONGUITO”, este
personaje había iniciado su actividad criminal a los 11
años
-se produjo uno de los incidentes más violentos, un
interno “PREFERENTE” insertó una corta pluma a un
guardia, esto ocasiono una gran trifulca en el patio de
formación.
CONCLUSIONES
- Las ideas dominantes, puestas en práctica en hogares y
escuelas, sobre cómo tratar a los niños e imponerles la
obediencia; las nociones comúnmente aceptadas sobre
cómo tratar a los niños e imponerles la obediencia; las
nociones comúnmente aceptadas sobre cómo castigar a los
delincuentes; la imposición de formas de control
militarizadas, con su combinación de despotismo y
corrupción; la flagrante negligencia estatal en el ejercicio
de sus deberes de contraloría de estas instituciones; y los
intereses privados que buscaban explotar el trabajo de los
menores, fueron todos los factores que se combinaron para
dar forma a instituciones correccionales que en lugar de
reformar, reforzaba a que los menores sigan con prácticas
punitivas y de socialización que conducían a seguir
teniendo conductas indisciplinadas y delictivas tanto
dentro de las escuelas como fuera de la escuela.
1: EL PROBLEMA DE LOS MENORES DELINCUENTES:
En los años de 1900 la situación de los menores de edad que cometían delitos e infracciones se encontraban en una especio de vació legal e institucional, o sea
los legisladores y autoridades judiciales prestaban muy poca atención a este problema de estos menores delincuentes. EL CP de 1983 establecía que los
menores entre 9 y 15 años estaban exentos de responsabilidad criminal, pero el art. No disponía ninguna medida respecto al cumplimiento de las penas de
cárcel para los menores. Fue en la década de 1870 cuando este tema empezó a recibir más atención con el fin de modernizar los regímenes punitivos. Por
ejemplo, en 1873 el presidente de aquel entonces, Manuel Pardo dictó una serie de medidas para combatir la vagancia, incluyendo pues a los menores de edad,
aquellos menores eran enviados a la escuela de grumetes, escuela de cabos o a la escuela de agricultura.
Actualmente el problema con los menores ha llegado a un punto incontrolable, los menores entran a los prostíbulos a practicar ese tan peligroso vicio que los
vuelve inmorales y contribuye a la formación del futuro criminal, los menores tienen acceso a las drogas en varios sectores de la localidad donde viven, etc. De
tal manera que, en el año 1901, después de un largo periodo de preocupación se aprobó la creación de una escuela correccional para menores varones. Aun así,
este problema sigue siendo latente hasta nuestros días.

2: LA ESCUELA CORRECCIONAL DE MENORES:

Inaugurada en 1902 en una vieja casona del centro de Lima, aquí eran alojados los menores que cometían delitos e infracciones, el objetivo era reformar, a
través de la educación y el trabajo. La estadía mínima era de 2 años y los que tenían buena conducta eran premiados con permisos para recibir visitas y acceder
a la lectura, por otro lado, los que tenían mala conducta, según su gravedad eran suspendidos de las visitas y enviados al calabozo. El primer interno de esta
escuela fue el famoso ratero juvenil de aquellos años llamado “TONGUITO”, este personaje había iniciado su actividad criminal a los 11 años, era el más
audaz, llegó a ser detenido unas 37 veces por diversas causas, algunos pensaron que si se llegaba a reformar a Tonguito la escuela demostraría una anhelada
eficacia de aquel modelo disciplinario. Los menores internos de esta escuela seguían una estricta rutina que incluía pues instrucción en la mañana y trabajo en
los talleres por la tarde, pero aquella rutina estricta enfrentó numerosos obstáculos como, por ejemplo, los continuos cambios de personal, cada vez más el
ingreso de nuevos internos, de tal manera que a 6 años del funcionamiento de la escuela se produjo uno de los incidentes más violentos, el interno denominado
“Preferente” se negaba a cumplir su castigo que se le había impuesto, es así que le regente le ordenaba a cumplir su castigo, pero “preferente” seguía terco, de
ese modo el regente al acercarse a referente y pedirle que mostrará la mano izquierda para que éste reciba golpes, “preferente” le insertó un cortaplumas al
regente. Todo ello ocasionó que haya una gran trifulca en el patio de formación, ataques entre internos y guardias, a tal punto que un policía quiso usar su arma,
pero fue desarmado por el famoso interno Tonguito, quien hizo un disparo y empeoró más el asunto, a consecuencia de esto, varios maestros y guardias
resultaron heridos y 4 internos lograron escapar. Este episodio convenció a las autoridades de que era tiempo de hacer algo con aquella escuela, de tal manera
que la propuesta era reemplazar la escuela correccional por La escuela Agrícola.

3:LA GRANJA-ESCUELA DE SURCO:

Fue en 1918 luego de algunos años que tomó concretar este nuevo objetivo, que más adelante sería llamada “reformatorio de menores de Surco”, funcionaba en
el valle de Surco, un área básicamente rural, donde existía chacras y haciendas. Algunos de los objetivos de esta nueva escuela agrícola era el “nuevo instituto
agrícola industrial” funcionaría en un local más apropiado, también que lo que era la primera escuela correccional que causaba más problemas de los que
resolvía y cuyos escándalos generaban alarma vergüenza entre los residentes de las áreas céntricas de la ciudad serían pues removidas de ahí; también que los
internos podrían tener empleo permanente en las haciendas de los alrededores, puesto que el trabajo agrícola se consideraba mucho más apropiado para estos
menores que el trabajo artesanal, porque se decía que lima tenía un exceso de artesanos. Las condiciones en que eran tratados los de la nueva escuela no fueron
muy diferentes de la anterior, porque en 1923 esta nueva escuela fue descrita como “desastrosa”, porque algunos internos dormían en el suelo por falta de
camas, la mayoría ingresaba y permanecía totalmente analfabeta, puesto que el énfasis estaba puesto exclusivamente para el trabajo agrícola mas no en su
entrenamiento intelectual. Según un reporte de mayo del año 1928, los internos enfrentaban una gran crisis de falta de ropa, calzados, atención médica y otros
bienes materiales de suma necesidad, sumado a esto la nueva escuela no contaba con todos los documentos legales que justificaran cada una de las detenciones
de los menores a su cargo. La higiene de la escuela era deplorable, telarañas en el techo expuestos a todos los agravios de la insalubridad y víctimas de los más
tristes factores de daño moral, algunos trabajadores y guardias aparecían ebrios o simplemente no iban a trabajar, sumado a que los menores recluidos eran
sometidos a explotación laboral, todo ello nos hace suponer que esta nueva escuela era un mecanismo muy rentable tanto para los contratistas privados como
para los administradores de la escuela.

4: LA LOGICA PUNITIVA:
El problema más serio fue el uso constante y extendido de la violencia en el tratamiento de los internos, tanto en la escuela correccional como en la granja-
escuela, como vimos anteriormente, los castigos estaban legalmente limitados a ciertas prohibiciones (de visitas y lectura) y en el peor de los casos el
aislamiento en los calabozos. Posteriormente se incluyó en los castigos el rapado de cabello y la alimentación a media ración, pero realmente los castigos
empleados en los hechos eran mucho más crueles y revelan el persistente uso de la violencia física como un componente central del repertorio disciplinario,
especialmente en el caso de los menores. Pasaba que en la granja escuela había castigos de palizas nocturnas, el uso del temible cepo volador y otras formas de
tortura, a tal punto que cierto día encontraron a un niño de 12 años encerrado en una celda de aislamiento oscuro en compañía de un esqueleto humano, a veces
los empleados castigaban con una correa en el rosto de los internos. Una de las justificaciones de estas prácticas era que ellas permitían adquirir y consolidar
valores supuestamente masculinos.

CONCLUSIÓN:
Las ideas dominantes, puestas en práctica en hogares y escuelas, sobre cómo tratar a los niños e imponerles la obediencia; las nociones comúnmente aceptadas
sobre cómo tratar a los niños e imponerles la obediencia; las nociones comúnmente aceptadas sobre cómo castigar a los delincuentes; la imposición de formas
de control militarizadas, con su combinación de despotismo y corrupción; la flagrante negligencia estatal en el ejercicio de sus deberes de contraloría de estas
instituciones; y los intereses privados que buscaban explotar el trabajo de los menores, fueron todos los factores que se combinaron para dar forma a
instituciones correccionales que en lugar de reformar, reforzaba a que los menores sigan con prácticas punitivas y de socialización que conducían a seguir
teniendo conductas indisciplinadas y delictivas tanto dentro de las escuelas como fuera de la escuela.