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¿Qué es el impedimento de salida del

país? Bien explicado


Sumario: I. Introducción a la problemática, II. Trámite general, II.I. Procedimiento, II.II.
Duración, II.III. Posibilidad de ampliación, II.IV. Modalidades, III. Presupuestos de
aplicación, III.I. Exigibles como medida de coerción general.

I. Introducción a la problemática

Cuando se asume una defensa, sobre todo en etapa de investigación preparatoria,


siempre es latente la posibilidad de que el Ministerio Público requiera la imposición de
alguna medida de coerción, más excepcionalmente en etapa de diligencias preliminares,
y de manera más inminente con la formalización de la investigación preparatoria.

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procesales»

Es más, la defensa siempre se prepara para dejar sentadas las bases que permitan
ayudar en el enfrentamiento de la adopción de la medida de coerción. Por ejemplo, desde
que se
acude a una declaración de investigado se viene ya proyectando la debida entrega de
datos de identificación, pensando en que eso podría ser utilizado por la Fiscalía como un
supuesto
de falta de arraigo domiciliario o laboral. O, a lo largo de la investigación, se deja
constancia de un actuar indebido de parte de la Fiscalía en la programación de
diligencias, o de la actitud colaborativa que tienen el investigado y su defensa.

Sobre esa lógica, en muchos casos la defensa prefiere «allanarse» o no debatir el


requerimiento de medidas de coerción que pueden soportarse, y una de ellas es el
impedimento de salida del país. Es decir, puede que el requerimiento de impedimento de
salida no merezca un debate cuando esto podría ser considerado de manera positiva en
el comportamiento del investigado de manera posterior, si es que la Fiscalía decide
solicitar la imposición de la medida de prisión preventiva.

Esta ausencia de debate constante —aunque no en todos los casos, claro está—, en
nuestra concepción, viene haciendo que el impedimento de salida se convierta en una
medida
de coerción de aplicación casi automática, sin que se analicen profundamente la
concurrencia de sus presupuestos específicos, sobre todo el de «indispensabilidad» de la
medida. No se analiza, por ejemplo, la medida alternativa al impedimento de
salida, reconocida por la propia Corte Suprema, esto es, el solo señalamiento de dirección
precisa y ubicable.

Por ello, en su momento, consideramos importante el debate del requerimiento de


impedimento de salida del país porque, pese a no existir la necesidad de salida al exterior,
considerábamos que el requerimiento fiscal no cumplía con los
requisitos establecidos por la norma procesal.

Aquí presentamos un desarrollo teórico amplio respecto de la institución de impedimento


de salida, con énfasis en sus requisitos específicos, que

II. Trámite general

En la estructura del Código Procesal Penal de 2004 se regulan diversas medidas de


coerción personal de diferentes magnitudes, siendo la más gravosa la prisión preventiva.
En contraste con dicha institución, surgen otras medidas como la detención domiciliaria,
la comparecencia simple o con restricciones y el denominado impedimento de salida del
país.

Lo cierto es que las medidas de coerción deben ser la comparecencia, el impedimento de


salida y otras, y la medida alternativa debe ser la prisión preventiva; y no al revés, como
se entiende actualmente, es decir, que existen medidas alternativas a la prisión
preventiva, como si esta fuera la regla.

Partiendo de dicha noción, y de conformidad con el artículo 253 del Código Procesal
Penal de 2004, se regulan de forma genérica las finalidades de la coerción personal,
centrando dichos lineamientos en prevenir el peligro de fuga y la obstaculización a la
averiguación de la verdad.

Teniendo en consideración dicha finalidad procesal, la institución procesal del


impedimento de salida del país se encuentra regulada específicamente en el Código
Procesal Penal de 2004, en el Libro Segundo, Sección III, Título VI, artículo 295, el cual
desarrolla lo siguiente:

Artículo 295. Solicitud del fiscal

1. Cuando durante la investigación de un delito sancionado con pena privativa de libertad mayor de tres años resulte
indispensable para la indagación de la verdad, el fiscal podrá solicitar al juez expida contra el imputado orden de
impedimento de salida del país o de la localidad donde domicilia o del lugar que se le fije.

Igual petición puede formular respecto del que es considerado testigo importante.

2. El requerimiento será fundamentado y precisará el nombre completo y demás datos necesarios de la persona afectada, e
indicará la duración de la medida.

Lea también: El funcionario de facto en el derecho penal peruano, por Jefferson Moreno

Para determinado sector de la doctrina, el impedimento de salida del país es entendido


como una modalidad de la comparecencia con restricciones, en la medida que, al ser
impuesta por el órgano jurisdiccional, contiene una afectación a la libertad personal.

Así, para el profesor Pablo Sánchez Velarde, «el impedimento de salida del país contiene
una afectación de derechos o libertades personales sin llegar a constituir una privación
de
libertad de manera efectiva en sede penal»[1]. Ello puesto que la persona sobre la que
recae dicha medida goza de un derecho restringido a la libertad de tránsito, ya que se
encuentra delimitado a la localidad en la que habita.

Para el jurista Gonzalo del Río Labarthe, el impedimento de salida del país:

[…] siempre se ha concebido como una medida cautelar personal del proceso penal y, todo indica que la voluntad del
legislador en el NCPP ha sido la misma. Construir una medida alternativa que pretende erigirse en una opción más para
asegurar el proceso y su resultado, atendiendo a la distinta intensidad del peligro de fuga en uno y otro caso.

De los alcances antes señalados se puede arribar a la conclusión de que el impedimento de salida del país se erige como
una medida de coerción personal, de menor intensidad en comparación a la prisión preventiva, siendo así que para su
imposición debe tenerse en consideración la existencia de motivos razonables, tanto más si su finalidad es evitar el peligro
de fuga como obstrucción que pueda representar el procesado.[2]

El sistema de regulación de las medidas cautelares de orden personal en el Código


Procesal Penal considera una diferenciada intensidad del peligro de fuga. No es la misma
intensidad del peligro de fuga en la prisión preventiva la que se debe exigir para las
demás medidas de coerción; de tal modo que en cuanto a la exigencia del peligro de fuga
tenemos, de
mayor a menor: la prisión preventiva, la comparecencia con restricciones y el
impedimento de salida en el mismo nivel de graduación, y, en último lugar, la detención
preliminar, para la que evidentemente se exige una menor intensidad de peligro procesal.

En el mismo orden de ideas, debe tenerse presente la existencia de motivos razonables


para su imposición, puesto que significa la afectación a un derecho fundamental de toda
persona, como lo es la libertad de tránsito, amparada en el artículo 2, numeral 11 de la
Constitución Política del Perú.

Del mismo modo, para el jurista Roberto Cáceres Julca, el impedimento de salida del país
constituye:

[…] un mandato cautelar cuya finalidad es asegurar la comparecencia del imputado en el proceso, por lo que el órgano
jurisdiccional solo puede adoptar esta medida cautelar a pedido del fiscal, siempre que existan elementos de juicio
suficientes que permitan razonablemente inferir que el inculpado se sustraerá del proceso penal cuando la situación en el
proceso le sea desfavorable.[3]

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procesales»

II.I. Procedimiento

Teniendo en consideración que se está frente a una medida de coerción personal, su


imposición necesariamente requiere la solicitud previa de parte, siendo que esta facultad
se encuentra conferida al representante del Ministerio Público, de conformidad con la
norma legal prevista en el artículo 295 del Código Procesal Penal.

El procedimiento a seguir para determinar si se deberá o no imponer una medida tal


como la del impedimento de salida se encuentra regulado en el artículo 296 del Código
Procesal Penal, el cual establece:
1. La resolución judicial también contendrá los requisitos previstos en el artículo anterior. Rige lo dispuesto en los
numerales 2 y 3 del artículo 279.

2. La medida no puede durar más de cuatro (4) meses en el caso de testigos importantes.

3. Para el caso de imputados, los plazos de duración son los fijados en el artículo 272.

4. La prolongación de la medida solo procede tratándose de imputados, en los supuestos y bajo el trámite previsto en el
artículo 274. Los plazos de prolongación son los previstos en el numeral 1 del artículo 274.

5. En el caso de testigos importantes, la medida se levantará luego de realizada la declaración o actuación procesal que la
determinó.

6. El juez resolverá de conformidad con lo dispuesto en los numerales 2 y 3 del artículo 279. Para lo dispuesto en el
recurso de apelación rige lo dispuesto en el numeral 2 del artículo 278.

El requerimiento de impedimento de salida presentado por el Ministerio Público deberá


cumplir con presupuestos de carácter formal como material, partiendo incluso por
delimitar los datos de identificación del investigado, motivar debidamente la causal bajo
la cual debería ampararse dicha solicitud y los motivos que permitan razonablemente
determinar
la necesidad de dicha medida, el plazo de la misma y por qué alguna otra medida de
menor intensidad no podría suplir el objetivo del impedimento de salida del país.

Un aspecto relevante de dicha regulación es el contenido del inciso sexto del citado
artículo 296, el cual sostiene que lo resuelto por el órgano jurisdiccional debe ajustarse a
los lineamientos establecidos en los incisos 2 y 3 del artículo 279, que regula la variación
de comparecencia a prisión preventiva.

Sin embargo, el inciso 2 de la citada norma penal establece que, para resolver lo
peticionado, el juzgador deberá necesariamente convocar a audiencia para decidir el
requerimiento fiscal. Dicha audiencia se celebrará con los asistentes que concurran, a
efectos de que el juez resuelva de forma inmediata o, en caso contrario, emita su
resolución en el plazo de 48 horas de celebrada la audiencia.

Dicho ello, la norma procesal penal permite que, a efectos de que el órgano jurisdiccional
emita una decisión debidamente motivada, convoque a una audiencia en determinados
supuestos, donde naturalmente tendrá lugar el contradictorio efectuado entre ambas
partes. En la audiencia serán expuestos los argumentos tanto del Ministerio Público
como los de la defensa, los cuales deben crear determinado grado de convicción en el
juzgador a efectos de que se arribe a una decisión.

Habiéndose dado término a la audiencia correspondiente, la autoridad judicial emitirá


decisión debidamente motivada, para lo cual deberá precisar los siguientes datos en su
resolución judicial:

 Datos de identidad del afectado

 El delito objeto del proceso penal con una sanción mayor de 3 años de pena privativa de la
libertad

 La justificación de la medida, indispensable para la indagación de la verdad

 Lugar donde regirá la medida o en su caso de la localidad específica

 Duración de la medida, según corresponda


La resolución judicial de impedimento de salida del país será notificada inmediatamente
por el órgano jurisdiccional a la División de Requisitorias de la Policía Nacional del Perú
para el registro de la medida en la base de datos correspondiente y para conocimiento de
las unidades policiales a nivel nacional.

II.II. Duración

En cuanto a la duración de la medida, se establecen regulaciones distintas para testigos y


procesados. A aquellas personas que ostenten la calidad de testigos, cuyo testimonio
sea de vital importancia, la medida a imponerse no podrá ser mayor a los cuatro meses.
Situación distinta a la de aquellos individuos que ostenten la condición de investigados,
para quienes, de conformidad con el inciso 3 del artículo 296 del Código Procesal Penal,
los plazos de duración de impedimento de salida son los contemplados en el artículo 272
del citado cuerpo normativo.

Siendo ello así, en el supuesto de que se trate de un caso denominado simple, la duración
de la medida no podrá exceder de los nueve meses; si se estuviese frente a un proceso
declarado previamente complejo, el plazo de duración de la medida no podrá ser mayor a
los dieciocho meses y, finalmente, frente a un proceso de criminalidad organizado, la
duración de la medida deberá versar sobre un máximo de treinta y seis meses.
Sin embargo, el juzgador, al momento de decidir el requerimiento fiscal de impedimento
de salida de conformidad con el inciso 2 del artículo 295 del Código Procesal Penal —el
cual,
como ya hemos visto, regula la institución procesal del impedimento de salida del país—,
deberá contemplar la duración de la medida a imponer. Ello no significa que
necesariamente deba acoger el máximo de los plazos previamente señalados.

La duración de la medida no solo debe ser desarrollada por el representante del


Ministerio Público en su requerimiento fiscal, sino que al mismo tiempo el juzgador, al
momento de decidir, deberá fundamentar su resolución en parámetros de razonabilidad,
a efectos no solo de desestimar o aprobar el requerimiento fiscal, sino que en el caso de
aprobarla deberá fundamentar la duración de la medida impuesta.

Resulta preciso señalar que el juzgador, al momento de resolver, únicamente podrá


pronunciarse respecto del plazo señalado en el requerimiento fiscal, el mismo que deberá
respetar el plazo previsto en la norma procesal penal. En efecto, no puede acogerse la
medida imponiendo un plazo desproporcional que se ubique por encima del máximo
solicitado por el representante del Ministerio Público, el mismo que se encuentra
delimitado por su requerimiento y por la norma procesal penal.

II.III. Posibilidad de ampliación

Cierto es que existe la posibilidad de prolongar la situación jurídica concerniente al


impedimento de salida del país, ya sea del testigo o del investigado sujeto a un proceso
penal. Ambos escenarios encuentran una regulación distinta por parte del
Código Procesal Penal.

Ya hemos delimitado previamente el contenido del artículo 296 del Código Procesal
Penal, siendo que en los incisos 4 y 5, respectivamente, desarrolla los supuestos de
prolongación de la medida. En ese orden de ideas, resulta procedente la posibilidad de
que se amplíe dicha situación jurídica únicamente frente a aquella persona que ostente la
condición de investigado, pues la norma procesal resulta ser clara al señalar que, en el
caso de testigos importantes, la medida se levantará luego de realizada la declaración o
actuación procesal que la determinó.
Ello resulta lógico porque, respecto del testigo, la finalidad que se busca es que pueda
brindar su relato con las garantías necesarias de las que es titular, careciendo así de
lógica
que permanezca vigente o se amplíe la medida coercitiva de impedimento de salida si se
ha cumplido con dicho objetivo.

Situación distinta se presenta en el supuesto de aquellas personas con sujeción a un


proceso penal. La norma procesal penal de forma expresa ha señalado que la
prolongación únicamente procederá contra los investigados; sin embargo, solo se dará
en determinados supuestos y bajo el trámite previsto en el artículo 274 del código
adjetivo, el cual regula la prolongación de la prisión preventiva.

No se está, por tanto, frente a una prolongación automática de la medida, dado que esta
únicamente será prolongada siempre y cuando concurran circunstancias de especial
dificultad que hagan necesaria la vigencia de la medida o se desprenda que el
investigado pueda rehuir el actuar de la justicia u obstaculizar la actividad probatoria.

Asimismo, teniendo en consideración que el trámite a seguir es el previsto en el inciso 3


del artículo 274 del Código Procesal Penal, debe tenerse en consideración que, a efectos
de resolver el requerimiento fiscal de prolongación de la medida de impedimento de
salida del país, se deberá convocar a audiencia, a la cual deben acudir el representante
del Ministerio Público, el procesado, así como su abogado defensor; es decir, la
concurrencia de las partes no resulta ser facultativa, siendo que, una vez efectuados los
alegatos de las partes, el juzgador deberá resolver de forma inmediata o en el plazo de
las 72 horas siguientes.

II.IV. Modalidades

La imposición de una medida como el impedimento de salida del país suele ser estudiada
desde diversos aspectos en lo que respecta a su aplicación, puesto que son distintos los
escenarios cuando dicha medida recae sobre testigos o cuando es impuesta a
investigados, o si su imposición requerirá o no de audiencia pública.

1. Sobre las personas


En atención a la primera clasificación, la Corte Suprema de la República ha expresado en
el Acuerdo Plenario 03-2019/CIJ-116, específicamente en el considerando 23, el mismo
que ha sido establecido como doctrina legal, lo siguiente:

Puede advertirse que el impedimento de salida en el ordenamiento jurídico nacional tiene


doble manifestación de una medida de coerción personal que tiene por finalidad
garantizar la presencia del imputado frente a una persecución penal —esto es, controlar
el riesgo de fuga—, incluso desde las diligencias preliminares; y, también, de una medida
de aseguramiento personal destinada a los testigos importantes.

Como se ha precisado, la naturaleza jurídica de la institución procesal del impedimento


de salida del país implica una doble manifestación. Se trata, por tanto, de una medida de
coerción personal cuando esta es impuesta a aquellas personas que ostenten la
condición de investigados, y se está frente a una medida de aseguramiento personal
cuando sea aplicable a testigos importantes.

a. En imputados

La regulación para la imposición del impedimento de salida del país como medida de
coerción personal sobre imputados se da con la finalidad de asegurar su permanencia en
el proceso mismo, evitando lo que debería significar un potencial peligro de fuga u
obstrucción a la actividad probatoria.

En la misma línea de ideas se ha pronunciado el jurista César San Martín, para quien:

[…] el impedimento de salida constituye un medio para evitar el riesgo de fuga del imputado, en especial al extranjero, a
partir de la cual pone fuera del alcance de la justicia nacional o dificulta gravemente la persecución del delito. Esta medida
se justifica como modo de asegurar su pronta y segura ubicación cada vez que se requiera su presencia en el proceso y
siempre que la mera fijación del domicilio no sea suficiente para tal fin.[4]

Como se evidencia, la finalidad que se persigue en dicho supuesto difiere de la finalidad


de dicha medida cuando es impuesta a aquellos testigos importantes, encontrándose a
su vez una regulación distinta en cuanto al plazo de duración de la medida como al
supuesto de prolongación de la misma.

Ahora bien, en un inicio la norma procesal contemplaba como plazo máximo de duración
de dicha medida un periodo de cuatro meses; sin embargo, tras la entrada en vigencia de
la Ley 30077, Ley contra el Crimen Organizado, la cual modificara la Ley 27379, trajo
consigo una modificación en cuanto a los plazos máximos del impedimento de salida del
país.

Tras la citada modificatoria, se ha determinado que, al tratarse de casos simples, la


duración de la medida deberá versar sobre un máximo de nueve meses; en el supuesto
de casos que previamente han sido catalogados como complejos, la medida tiene un
máximo de duración de dieciocho meses; y, finalmente, sobre los denominados casos de
criminalidad organizada, el plazo de duración tendrá un máximo de treinta y seis meses.

Así pues, el plazo de duración de la medida, como la prolongación de la misma en los


supuestos de aplicación a los imputados, de conformidad con el artículo 296, se da bajo
los lineamientos que regulan la prisión preventiva, así como su prolongación, siendo que
estos se encuentran previstos en el artículo 274 del código adjetivo.

b. En testigos

Cuando se trate de testigos, la norma procesal penal contenida en el artículo 296 del
código adjetivo regula que el plazo de duración no deberá ser mayor a cuatro meses, no
dando cabida a ningún supuesto de prolongación de dicha medida.

Dicha imposibilidad de prolongar la medida aplicable a testigos radica en que una de las
manifestaciones del impedimento de salida del país la concibe como una medida de
aseguramiento personal, la cual tiene como finalidad salvaguardar la permanencia del
testigo importante en tanto sea necesario su testimonio.

La norma procesal hace referencia a la condición de testigo importante; sin embargo, no


hace una distinción de los supuestos que deberán concurrir para catalogar a un individuo
como testigo importante.

Lo cierto es que la medida de aseguramiento personal se levantará luego de realizada la


investigación o actuación procesal que determinó la necesidad de imponer dicha medida
en
la figura del testigo importante.

En ese mismo orden de ideas, Del Río Labarthe ha sostenido que:


La limitación de la libertad de tránsito de un testigo no constituye una medida cautelar personal del proceso penal porque
no se asegura el desarrollo y resultado del proceso vía una neutralización de conductas que, desde la perspectiva del
principio de proporcionalidad, deben partir necesariamente del imputado. Se restringen determinados derechos
fundamentos con el objeto de asegurar un acto de investigación.[4]

2. Sobre la forma

Resulta necesario también estudiar el contexto bajo el cual se determina la imposición


del impedimento de salida del país, ya sea como medida de coerción personal o como
medida
de aseguramiento personal. El estadio procesal en el que se solicita dicha medida
implicará, pues, un punto de partida para delimitar el desarrollo del proceso para su
imposición.

No siempre la imposición de dicha medida se da con la realización de audiencia en la


cual, en esencia, debería efectuarse el contradictorio entre las partes. Ya sobre ello la
Corte Suprema de la República se ha pronunciado en su oportunidad, en el Acuerdo
Plenario 03-2019/CIJ-116, siendo que el fundamento jurídico 34 (el cual incluso ha sido
catalogado como doctrina legal) señala lo siguiente:

El impedimento de salida del país en diligencias preliminares permite su imposición sin


necesidad de audiencia y en investigación preparatoria formal autoriza su imposición
mediante la previa realización de una audiencia de acuerdo a lo estipulado en el apartado
6 del artículo 296 del CPP. Será el Ministerio Público el que, de los supuestos de hecho y
objetivos concretos en el marco de sus funciones constitucionales en el ámbito penal,
invoque una u otra posibilidad en los casos concretos.

a. Con audiencia

Se estará frente a la obligatoriedad de realización de una audiencia, en la cual se debatirá


el requerimiento fiscal de impedimento de salida del país, cuando nos encontremos en el
estadio procesal correspondiente a la investigación preparatoria formalizada, puesto que,
de conformidad con el artículo 295 del Código Procesal Penal, dicha institución procesal
como medida de coerción personal es dirigida contra el imputado.

Cabe precisar que la condición de imputado no solo hace referencia a aquella persona
cuya responsabilidad se encuentra delimitada en la disposición de formalización de la
investigación preparatoria, sino que también involucra a aquella persona contra la que
desde un inicio se dispuso el inicio de las diligencias preliminares. Al menos así lo ha
entendido la Corte Suprema de la República en el Acuerdo Plenario 03-2019/CIJ-116,
fundamento 36, al señalar lo siguiente:

a. Si normativamente se precisa que las diligencias preliminares también son propiamente investigación preparatoria y que
la denominación de «imputado» también alcanza al sujeto pasivo de las diligencias preliminares, no es de recibo sostener
la existencia de una interpretación extensiva o analógica.

b. Como puede verse, es el propio Código Procesal Penal el que trata como imputado al involucrado, de uno u otro modo,
en una causa penal desde las diligencias preliminares, tan es así que el apartado 4 del artículo 336 del CPP denominado
«imputado» a aquel contra quien se dictó las diligencias preliminares, a tal extremo que estipula que puede producirse
determinados supuestos de acusación directa.

Por tanto, se hace referencia a que, cuando el requerimiento fiscal sea presentado ante el
órgano jurisdiccional en el marco de la denominada investigación preparatoria
formalizada, será necesaria la celebración de una audiencia a efectos de debatir el
requerimiento de impedimento de salida del país.

b. Sin audiencia

Situación distinta es aquella en que la medida es solicitada en el marco de las llamadas


diligencias preliminares, las cuales, si bien es cierto implican una subfase de la
investigación preparatoria, no hacen de obligatorio cumplimiento la realización de una
audiencia a efectos de resolver el requerimiento de impedimento de salida del país.

Dicho mandato no implica que se debe generar un estado de indefensión al individuo


inmerso en un proceso penal, pues únicamente se establece que, atendiendo al estadio
procesal, no resultan de observancia obligatoria los lineamientos propios de una
audiencia, como sí lo es en el estadio procesal de investigación preparatoria formalizada.

Esto ha sido reconocido por la legislación especial vigente para un ámbito de aplicación
específico en la subfase de investigación preliminar o diligencias preliminares, conforme
a la Ley 27379 y sus normas conexas y modificatorias. Sobre esa base, la Corte Suprema
ha señalado que: «La primera (Ley 27379) permite su imposición sin necesidad de
audiencia»[5].

3. Sobre la etapa procesal


Inicialmente existía un vacío legal respecto de si la medida de impedimento de salida del
país debía ser solicitada solo en el marco de la investigación preparatoria formal o si esta
podía ser solicitada incluso en el marco de las diligencias preliminares.

Sobre ello, la Corte Suprema de Justicia la República se ha pronunciado, en su


oportunidad, en el Acuerdo Plenario 03-2019/CIJ-116, siendo que el fundamento jurídico
34, catalogado como doctrina legal, señala lo siguiente:

Es de destacar, de un lado, la existencia de una ley especial vigente para un ámbito de aplicación específico en la subfase
de investigación preliminar o diligencias preliminares, conforme a la Ley 27379 y sus normas conexas y modificatorias: y,
de otro lado del Código Procesal Penal que disciplina el impedimento de salida del país en la subfase de investigación
preparatoria formal, en ambos casos a través de un régimen común y solo con algunas diferencias específicas, de suerte
que es factible dictar la medida de impedimento de salida tanto a nivel de diligencias preliminares —en los supuestos
legalmente previstos— como ya instaurada la investigación preparatoria formal.

a. En diligencias preliminares

Siendo así, resulta pertinente la imposición de una medida tal como el impedimento de
salida del país en el desarrollo de las denominadas diligencias preliminares. Claro está
que el nivel de convicción al que deberá arribar el representante del órgano jurisdiccional
no deberá ser similar al de una sospecha grave como se da en los supuestos de prisión
preventiva.

No se ha establecido, por tanto, un estándar de sospecha, como sí se ha dado a nivel de


otras instancias, como lo evidencia la Sentencia Plenaria Casatoria 01-2017-CIJ-433; sin
embargo, la Corte Suprema ha tenido a bien precisar en el Acuerdo Plenario 03-2019-
CIJ que, en los supuestos que dicha medida sea solicitada en el marco de las
denominadas diligencias preliminares, y teniendo en consideración que el
estándar requerido en dicho estadio procesal es el de sospecha inicial, la misma tendría
que ser aplicable para la imposición de dicha medida de coerción personal.

En este sentido, el citado Acuerdo Plenario, en el fundamento jurídico 38, consagra lo


siguiente:

Cuando en sede de diligencias preliminares ya se cuenta con un determinado nivel, siempre dentro de la noción de
sospecha inicial simple, de imputación contra una persona debidamente individualizada —incluso más allá del debate
teórico acerca de si debe denominársele «imputado» o no— es razonable permitir que en los casos de necesidad y/o
urgencia y para tutelar la propia investigación, desde el criterio rector de eficacia, se dicten determinadas medidas
limitativas de derechos, siempre que la ley lo prevea y en el modo, oportunidad y forma que lo establezca. Desde la
legitimidad constitucional de la medida, desde luego, es aceptable tal conclusión siempre y cuando se cumplan los
presupuestos del principio de intervención indiciaria y los de proporcionalidad.[7]

Resulta permisible que, en el marco de las diligencias preliminares, y a efectos de


salvaguardar la permanencia del imputado al proceso, o ya sea para evitar que pueda
perturbar la actividad probatoria, se podrá disponer como medida de coerción personal la
imposición del impedimento de salida del país. Ello, en la medida que resulta
proporcional su aplicación y siempre que concurran circunstancias que lleven al juzgador
a concretar cierto grado de sospecha propia de las diligencias preliminares, ello para los
supuestos de imputados.

Situación distinta es la que se evidencia cuando dicha medida recae sobre los
denominados testigos importantes, a quienes se les dictará dicha medida únicamente en
tanto resulte necesaria la realización de un determinado acto de investigación que
involucre su participación.

Dicha concepción que posibilita la aplicación del impedimento de salida, ya sea como
medida de coerción personal o como medida de aseguramiento respecto de testigos, se
fundamenta en la unidad del proceso mismo, entendiendo que las diligencias
preliminares forman parte intrínseca de la investigación preparatoria formalizada.

b. En investigación preparatoria formalizada

Distinto es el escenario cuando se está frente a la investigación preparatoria formalizada,


es decir, cuando de por medio se encuentra el título objeto de imputación, el mismo que,
de conformidad con la Sentencia Plenaria Casatoria 01-2017-CIJ-433, para su emisión
necesariamente se deberá llegar a un estándar de sospecha reveladora.

Sin embargo, dicho estándar no solo es requerido para la emisión de la disposición de


formalización de la investigación preparatoria, sino que, al tratarse de por medio de un
requerimiento de impedimento de salida en el marco de dicho estadio procesal, dicho
estándar también deberá ser aplicable para la imposición de una medida de tal magnitud.

Incluso la Sala Penal Especial de la Corte Suprema de la República, en la causa tramitada


en el Expediente 32-2019-2, ha considerado que, estando en el marco de la investigación
preparatoria formalizada, es indispensable contar con dicho estándar de criminalidad a
efectos de que el órgano jurisdiccional avale dicho requerimiento; siendo así, ha
establecido en el fundamento jurídico 2.1 lo siguiente:

Sobre el particular, trasciende que la comparecencia con restricciones y el impedimento de salida del país tienen un
margen de justificación amplio, bastando para su establecimiento la sospecha reveladora de criminalidad, vale decir,
constatándose mínimamente: «indicios reveladores de la existencia de un delito, que la acción penal no ha prescrito, que se
ha individualizado al imputado y que, si fuera el caso, se han satisfecho los requisitos de procedibilidad».

Dicho estándar de sospecha reveladora ha sido desarrollado en su momento en el literal


B del fundamento jurídico 24 de la Sentencia Plenaria Casatoria 01-2017/CIJ-433,
comprendiendo así lo siguiente:

Los elementos de convicción han de ser racionales, descartándose por ello de vagas indicaciones o livianas sospechas, de
suerte que la aludida disposición debe apoyarse en datos de valor fáctico que, representando más que una posibilidad y
menos que una certeza, supongan una probabilidad de la existencia de un delito —no se exige un inequívoco testimonio de
certidumbre—.[8]

Por tanto, a diferencia de lo que ocurre cuando se está frente al desarrollo de las
diligencias preliminares, la imposición de una medida como el impedimento de salida del
país en un estadio procesal correspondiente a una imputación de carácter formal, implica
un mayor desarrollo en cuanto al grado de criminalidad atribuido a la persona sometida a
una investigación.

En esencia, se trata de imposibilitar que la imposición de dicha medida resulte


desproporcional a los fines del proceso. Siendo así, no resultaría viable la imposición de
dicha medida contra un imputado que a lo largo del proceso se ha mostrado colaborador
con la actividad desplegada por el Ministerio Público, cuya responsabilidad penal no se
encuentra debidamente delimitada, o no resulta penalmente relevante. Dicho estándar de
sospecha es requerido a un nivel mayor, puesto que se entiende que ha existido un
desarrollo mayor a ese nivel de investigación.

III. Presupuestos de aplicación

El impedimento de salida del país como medida de coerción personal requiere la


concurrencia de presupuestos, siendo dichos presupuestos de carácter formal y material.

Del mismo modo, dicha medida deberá fundamentarse debidamente en tanto que por
medio de ella se busca asegurar en la práctica judicial la presencia del procesado durante
el desarrollo mismo del proceso. Asimismo, la norma procesal ha sostenido que dicha
medida será solicitada cuando resulte indispensable la averiguación de la verdad, es
decir, la recopilación de elementos de convicción por parte del Ministerio Público.

El legislador ha considerado conveniente que, con la imposición de la medida de coerción


personal referida al impedimento de salida del país, se busque no solo la sujeción del
imputado al proceso, sino que adicionalmente se evite el entorpecimiento a la actividad
probatoria por parte de este.

Dentro de los presupuestos formales se establece que «el requerimiento fiscal (de
impedimento de salida del país) esté fundamentado que incluso fije el tiempo de su
duración. Además se requiere la realización de una audiencia».

De este modo, el requerimiento formalizado ante el juez de investigación preparatoria


debe contener lo siguiente:

 Datos de identificación de la persona sobre la que se


solicita la medida

 El delito investigado

 La prognosis de pena

 La justificación de la medida, indispensable para la indagación de la verdad

 Precisión del lugar donde regirá la medida o en su caso de la localidad específica

 La fijación del límite temporal de esta medida


Asimismo, se requiere la realización de una audiencia, a efectos de ejercer un cabal
cumplimiento de principios y garantías constitucionales, como lo son el principio
acusatorio, la oralidad y la contradicción.

Impedimento de salida

Los presupuestos de impedimento de salida, en líneas generales puede disponerse en contra de un imputado o un
testigo importante para los fines de la investigación.

en cuanto a los presupuestos puntualmente son: 3

1. Apariencia del buen derecho- la existencia de suficientes elementos de convicción que vinculen al imputado
con el delito que se le está imputando
2. La prognosis de la pena que supere los 3 años de la pena privativa de la libertad-
3. La medida de impedimento de salida Resulte indispensable para la averiguación de la verdad.
Por otro lados los plazos son:

Sin se trata de un testigo importante la medida puede durar hasta 4 meses.

Del imputado en una investigación común hasta 9 meses, en un proceso complejo hasta los 18 meses y si es de
investigación contra una organización criminal el plazo puede ser hasta 36 meses.

En cuanto al tramite el primer termino el juez lo dispone a pedido del fiscal, aquí rige el principio rogatorio, el juez
no puede imponer de oficio.

La oportunidad procesal para solicitar el impedimento de salida es durante la investigación, (preliminar o


investigación preparatoria).

Una vez que el fiscal solicita al juez, este tiene que convocar de inmediato a una audiencia citando a los sujetos
procesales, (fiscalía, imputado, abogado defensor y testigo).

Una vez llevado a cabo la audiencia, el juez tiene que escuchar a las partes y al final de la misma, decide si lo
resuelve inmediato o se resuelva la decisión en un plazo de 72 horas

TRAMITE GENERAL

En la estructura del Código Procesal Penal de 2004 se regulan diversas medidas de


coerción personal de diferentes magnitudes, siendo la más gravosa la prisión preventiva,

ASI COMO TAMBIEN DETENCION DOMICILIARIA, COMPARECENCIA SIMPLE O CON


RESTRICCIONES Y COMO ULTIMO IMPEDIMENTO DE SALIDA DEL PAIS.

EN NUESTRA REALIDA, LOS FISCALES EMPLEAN LA MAGNITUD MAS GRAVOSA QUE ES


LA PRISION PREVENTIVA, CUANDO DEBERIAN EMPLEAR OTRAS MEDIDAS, las
finalidades de la coerción personal es para prevenir el peligro de fuga y obstaculización a
la averiguación de la verdad.

En el articulo 295 de CPP, menciona que la investigación de un delito sancionado con


pena privativa de libertad mayor de 3 años resulta indispensable para la indagación de la
verdad y por lo tanto el fiscal podrá solicitar al juez, orden de impedimento de salida,
contra el imputado como también para el testigo clave

en cuanto a la exigencia del peligro de fuga tenemos, de


mayor a menor: la prisión preventiva, la comparecencia con restricciones y el
impedimento de salida en el mismo nivel de graduación, y, en último lugar, la detención
preliminar, para la que evidentemente se exige una menor intensidad de peligro procesal.

PROCEDIMIENTO
frente a la medida de coerción personal, esta facultad se encuentra conferida al
representante del Ministerio Público, de conformidad con la norma legal prevista en el
artículo 295 del Código Procesal Penal. Para determinar si deberá o no imponer una
medida de impedimento tiene que cumplirse el artículo 296 del código procesal penal que
son las siguientes.

1. La resolución judicial también contendrá los requisitos previstos en el artículo anterior. Rige lo dispuesto en los
numerales 2 y 3 del artículo 279.

(279-2) El
Juez de la Investigación Preparatoria citará a una audiencia para
decidir sobre el requerimiento Fiscal. La audiencia se celebrará con los
asistentes que concurran. El Juez emitirá resolución inmediatamente o
dentro de las cuarenta y ocho horas de su celebración.

3) Contra la resolución que se emita procede recurso de apelación, que


se concederá con efecto devolutivo.

2. La medida no puede durar más de cuatro (4) meses en el caso de testigos importantes.

3. Para el caso de imputados, los plazos de duración son los fijados en el artículo 272.

4. La prolongación de la medida solo procede tratándose de imputados, en los supuestos y bajo el trámite previsto en el
artículo 274. Los plazos de prolongación son los previstos en el numeral 1 del artículo 274.

-Cuando concurran circunstancias que importen una especial dificultad o


prolongación de la investigación o del proceso y que el imputado pudiera
sustraerse a la acción de la justicia u obstaculizar la actividad probatoria,
el plazo de la prisión preventiva podrá prolongarse:

a) Para los procesos comunes hasta por nueve (9) meses adicionales.

b) Para los procesos complejos hasta dieciocho (18) meses adicionales.

c) Para los procesos de criminalidad organizada hasta doce (12) meses


adicionales.

En todos los casos, el fiscal debe solicitarla al juez antes de su


vencimiento.
5. En el caso de testigos importantes, la medida se levantará luego de realizada la declaración o actuación procesal que la
determinó.

6. El juez resolverá de conformidad con lo dispuesto en los numerales 2 y 3 del artículo 279. Para lo dispuesto en el
recurso de apelación rige lo dispuesto en el numeral 2 del artículo 278.

La Sala Penal se pronunciará previa vista de la causa, que tendrá lugar, dentro de las
setenta y dos horas de recibido el expediente, con citación del Fiscal Superior y del
defensor del imputado. La decisión, debidamente motivada, se expedirá el día de la vista
de la causa o dentro de las cuarenta y ocho horas, bajo responsabilidad.

Dicho ello, en la audiencia serán expuestos los argumentos tanto del Ministerio Público
como los de la defensa, los cuales deben crear determinado grado de convicción en el
juzgador a efectos de que se arribe a una decisión.

Una vez concluido la audiencia, la autoridad judicial emitirá decisión debidamente


motivada, para lo cual deberá precisar los siguientes datos:

 Datos de identidad del afectado

 El delito objeto del proceso penal con una sanción mayor de 3 años de pena
privativa de la libertad

 La justificación de la medida, indispensable para la indagación de la verdad

 Lugar donde regirá la medida o en su caso de la localidad específica

 Duración de la medida, según corresponda


 La resolución judicial de impedimento de salida del país será notificada
inmediatamente por el órgano jurisdiccional a la División de Requisitorias
de la Policía Nacional del Perú para el registro de la medida en la base de
datos correspondiente y para conocimiento de las unidades policiales a
nivel nacional.

LA DURACION:
En cuanto a la duración del impedimento de salida serán reguladas de distintas formas
de acuerdo a la condición, por ejemplo, para testigos la medida a imponerse no podrá ser
mayor a los cuatro meses.

Para lo que están en condición de investigada duración de la medida no podrá exceder de los
nueve meses, si fuera un caso complejo el plazo de duración no será mayor de dieciocho
mese y finalmente si fuera el proceso de criminalidad organizado será un máximo de 36
meses, Ello no significa que necesariamente deba acoger el máximo de los plazos
previamente señalados.

La duración de la medida no solo debe ser desarrollada por el fiscal, sino que al mismo
tiempo el juzgador, deberá fundamentar en parámetros de razonabilidad respetando el
plazo previsto en la norma.

POSIBILIDAD DE AMPLIACIÓN

La posibilidad de prolongar el impedimento de salida del país, ya sea de testigo o


investigado, se encuentran una regulación distinta del CPP.

Para testigo esta regulado en el articulo 296 inciso 5 y para el imputado el inciso 4 del
CCP.

respecto del testigo, la finalidad que se busca es que pueda brindar su relato con las
garantías necesarias, la situación es distinta para personas con sujeción a un proceso
penal, la norma señala que la prolongación es únicamente contra los investigados.

MODALIDAD:

Son distintos los escenarios cuando dicha medida recae sobre testigos o cuando es
impuesta a investigados, o si su imposición requería o no de audiencia publica

1.- SOBRE LA PERSONA


En atención a la primera clasificación, la Corte Suprema de la República ha expresado en
el Acuerdo Plenario 03-2019/CIJ-116, específicamente en el considerando 23, el mismo
que ha sido establecido como doctrina legal, lo siguiente:

Puede advertirse que el impedimento de salida en el ordenamiento jurídico nacional tiene


doble manifestación de una medida de coerción personal que tiene por finalidad
garantizar la presencia del imputado frente a una persecución penal —esto es, controlar
el riesgo de fuga—, incluso desde las diligencias preliminares; y, también, de una medida
de aseguramiento personal destinada a los testigos importantes.

a. En imputados

La regulación para la imposición del impedimento de salida del país como medida de
coerción personal sobre imputados se da con la finalidad de asegurar su permanencia en
el proceso mismo, evitando lo que debería significar un potencial peligro de fuga u
obstrucción a la actividad probatoria.

plazo máximo de duración de dicha medida un periodo de cuatro meses; sin embargo,
tras la entrada en vigencia de la Ley 30077, Ley contra el Crimen Organizado, la cual
modificara la Ley 27379, trajo consigo una modificación en cuanto a los plazos máximos
del impedimento de salida del país.

Tras la citada modificatoria, se ha determinado que, al tratarse de casos simples, la


duración de la medida deberá versar sobre un máximo de nueve meses; en el supuesto
de casos que previamente han sido catalogados como complejos, la medida tiene un
máximo de duración de dieciocho meses; y, finalmente, sobre los denominados casos de
criminalidad organizada, el plazo de duración tendrá un máximo de treinta y seis meses.

b. En testigos

Dicha imposibilidad de prolongar la medida aplicable a testigos radica en que una de las
manifestaciones del impedimento de salida del país la concibe como una medida de
aseguramiento personal, la cual tiene como finalidad salvaguardar la permanencia del
testigo importante en tanto sea necesario su testimonio.
Lo cierto es que la medida de aseguramiento personal se levantará luego de realizada la
investigación o actuación procesal que determinó la necesidad de imponer dicha medida
en la figura del testigo importante.

2. Sobre la forma

No siempre la imposición de dicha medida se da con la realización de audiencia en la


cual, en esencia, debería efectuarse el contradictorio entre las partes. Ya sobre ello la
Corte Suprema de la República se ha pronunciado en su oportunidad, en el Acuerdo
Plenario 03-2019/CIJ-116, siendo que el fundamento jurídico 34 (el cual incluso ha sido
catalogado como doctrina legal) señala lo siguiente:

El impedimento de salida del país en diligencias preliminares permite su imposición sin


necesidad de audiencia y en investigación preparatoria formal autoriza su imposición
mediante la previa realización de una audiencia de acuerdo a lo estipulado en el apartado
6 del artículo 296 del CPP.

a. Con audiencia

Se estará frente a la obligatoriedad de realización de una audiencia, en la cual se debatirá


el requerimiento fiscal de impedimento de salida del país, Cabe precisar que la condición
de imputado no solo hace referencia a aquella persona cuya responsabilidad se
encuentra delimitada en la disposición de formalización de la investigación preparatoria,
sino que también involucra a aquella persona contra la que desde un inicio se dispuso el
inicio de las diligencias preliminares. Al menos así lo ha entendido la Corte Suprema de la
República en el Acuerdo Plenario 03-2019/CIJ-116, fundamento 36, al señalar lo
siguiente:

a. Si normativamente se precisa que las diligencias preliminares también son propiamente investigación preparatoria y que
la denominación de «imputado» también alcanza al sujeto pasivo de las diligencias preliminares, no es de recibo sostener
la existencia de una interpretación extensiva o analógica.

b. Como puede verse, es el propio Código Procesal Penal el que trata como imputado al involucrado, de uno u otro modo,
en una causa penal desde las diligencias preliminares, tan es así que el apartado 4 del artículo 336 del CPP denominado
«imputado» a aquel contra quien se dictó las diligencias preliminares, a tal extremo que estipula que puede producirse
determinados supuestos de acusación directa.

b. Sin audiencia
Situación distinta es aquella en que la medida es solicitada en el marco de las llamadas
diligencias preliminares, las cuales, si bien es cierto implican una subfase de la
investigación preparatoria, no hacen de obligatorio cumplimiento la realización de una
audiencia a efectos de resolver el requerimiento de impedimento de salida del país.

Esto ha sido reconocido por la legislación especial vigente para un ámbito de aplicación
específico en la subfase de investigación preliminar o diligencias preliminares, conforme
a la Ley 27379 y sus normas conexas y modificatorias. Sobre esa base, la Corte Suprema
ha señalado que: «La primera (Ley 27379) permite su imposición sin necesidad de
audiencia». Se dan en casos de estricto necesidad de urgencia, art.2 - si es indispensable
para la indagación de la verdad y no sea necesaria ni proporcional una limitación de la
libertad mas intensa

Sobre la etapa procesal

Sobre ello, la Corte Suprema de Justicia la República se ha pronunciado, en su


oportunidad, en el Acuerdo Plenario 03-2019/CIJ-116, siendo que el fundamento jurídico
34, catalogado como doctrina legal, señala lo siguiente:

Es de destacar, de un lado, la existencia de una ley especial vigente para un ámbito de aplicación específico en la subfase
de investigación preliminar o diligencias preliminares, conforme a la Ley 27379 y sus normas conexas y modificatorias: y,
de otro lado del Código Procesal Penal que disciplina el impedimento de salida del país en la subfase de investigación
preparatoria formal, en ambos casos a través de un régimen común y solo con algunas diferencias específicas, de suerte
que es factible dictar la medida de impedimento de salida tanto a nivel de diligencias preliminares —en los supuestos
legalmente previstos— como ya instaurada la investigación preparatoria formal.

a. En diligencias preliminares

No se ha establecido, por tanto, un estándar de sospecha, como sí se ha dado a nivel de


otras instancias, como lo evidencia la Sentencia Plenaria Casatoria 01-2017-CIJ-433; sin
embargo, la Corte Suprema ha tenido a bien precisar en el Acuerdo Plenario 03-2019-
CIJ que, en los supuestos que dicha medida sea solicitada en el marco de las
denominadas diligencias preliminares, y teniendo en consideración que el
estándar requerido en dicho estadio procesal es el de sospecha inicial, la misma tendría
que ser aplicable para la imposición de dicha medida de coerción personal.

En este sentido, el citado Acuerdo Plenario, en el fundamento jurídico 38, consagra lo


siguiente:
Cuando en sede de diligencias preliminares ya se cuenta con un determinado nivel, siempre dentro de la noción de
sospecha inicial simple, de imputación contra una persona debidamente individualizada —incluso más allá del debate
teórico acerca de si debe denominársele «imputado» o no— es razonable permitir que en los casos de necesidad y/o
urgencia y para tutelar la propia investigación, desde el criterio rector de eficacia, se dicten determinadas medidas
limitativas de derechos, siempre que la ley lo prevea y en el modo, oportunidad y forma que lo establezca. Desde la
legitimidad constitucional de la medida, desde luego, es aceptable tal conclusión siempre y cuando se cumplan los
presupuestos del principio de intervención indiciaria y los de proporcionalidad.[7]

b. En investigación preparatoria formalizada

Distinto es el escenario cuando se está frente a la investigación preparatoria formalizada,


es decir, cuando de por medio se encuentra el título objeto de imputación, el mismo que,
de conformidad con la Sentencia Plenaria Casatoria 01-2017-CIJ-433, para su emisión
necesariamente se deberá llegar a un estándar de sospecha reveladora.

Incluso la Sala Penal Especial de la Corte Suprema de la República, en la causa tramitada


en el Expediente 32-2019-2, ha considerado que, estando en el marco de la investigación
preparatoria formalizada, es indispensable contar con dicho estándar de criminalidad a
efectos de que el órgano jurisdiccional avale dicho requerimiento; siendo así, ha
establecido en el fundamento jurídico 2.1 lo siguiente:

Sobre el particular, trasciende que la comparecencia con restricciones y el impedimento de salida del país tienen un
margen de justificación amplio, bastando para su establecimiento la sospecha reveladora de criminalidad, vale decir,
constatándose mínimamente: «indicios reveladores de la existencia de un delito, que la acción penal no ha prescrito, que se
ha individualizado al imputado y que, si fuera el caso, se han satisfecho los requisitos de procedibilidad».

Dicho estándar de sospecha reveladora ha sido desarrollado en su momento en el literal


B del fundamento jurídico 24 de la Sentencia Plenaria Casatoria 01-2017/CIJ-433,
comprendiendo así lo siguiente:

Los elementos de convicción han de ser racionales, descartándose por ello de vagas indicaciones o livianas sospechas, de
suerte que la aludida disposición debe apoyarse en datos de valor fáctico que, representando más que una posibilidad y
menos que una certeza, supongan una probabilidad de la existencia de un delito —no se exige un inequívoco testimonio de
certidumbre—.[8]

PRESUPUESTOS DE APLICACIÓN

Dentro de los presupuestos formales se establece que «el requerimiento fiscal (de
impedimento de salida del país) esté fundamentado que incluso fije el tiempo de su
duración. Además, se requiere la realización de una audiencia».
De este modo, el requerimiento formalizado ante el juez de investigación preparatoria
debe contener lo siguiente:

 Datos de identificación de la persona sobre la que se


solicita la medida

 El delito investigado

 La prognosis de pena

 La justificación de la medida, indispensable para la indagación de la verdad

 Precisión del lugar donde regirá la medida o en su caso de la localidad específica

 La fijación del límite temporal de esta medida


Asimismo, se requiere la realización de una audiencia, a efectos de ejercer un cabal
cumplimiento de principios y garantías constitucionales, como lo son el principio
acusatorio, la oralidad y la contradicción.

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