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Convención sobre la conservación de las

especies migratorias de animales silvestres


(CMS)
La CMS, también conocida como la Convención de Bonn, reúne a los
Estados por los que pasan los animales migratorios, los Estados del
área, y establece las bases legales para medidas de conservación
coordinadas internacionalmente a través de un área de migración.
Como la única convención global especializada en la conservación de
las especies migratorias, sus hábitats y sus rutas de migración, la CMS
complementa y coopera con varias organizaciones internacionales,
ONGs y socios tanto en medios de comunicación como en el sector
empresarial.

Las Partes de la CMS se esfuerzan por proteger estrictamente a estos


animales, conservando y restaurando los lugares donde viven,
atenuando los obstáculos a la migración y controlando otros factores
que puedan ponerlas en riesgo. Por esta razón, la Convención anima
a los Estados del área de distribución a crear acuerdos globales o
regionales. Ante esto, la CMS actúa como una convención marco.

Los acuerdos pueden variar desde tratados legalmente vinculantes a


instrumentos menos formales, como los Memorandos de
Entendimiento, y pueden adaptarse a las necesidades de cada región
en particular.

La CMS tiene por objetivo velar por que el comercio internacional de


especímenes de animales y plantas silvestres no constituya una
amenaza para su supervivencia. Cerca de 5.000 especies de animales
y 30.000 especies de plantas están incluidas en los tres apéndices de
la Convención, y por ende, amparadas por ella.
Las 553 especies migratorias en peligro de extinción y las que
necesitan o se beneficiarían considerablemente de una cooperación
internacional figuran en el Apéndice de la Convención.

Información pública (artículos V.5 y IX.4)

Se establece que todo Acuerdo global o regional establecido en virtud


de la Convención, debería prever en la medida en que sea adecuado
y posible, información al público sobre el contenido y los objetivos del
Acuerdo.

Las funciones de la Secretaría incluirán: obtener de todas fuentes las


fuentes apropiadas informes y otras informaciones útiles para los
objetivos y la realización de la presente Convención, y cuidar de la
difusión de dichas informaciones; llevar y publicar la lista de los
Estados del área de distribución de todas las especies migratorias
enumeradas en los Apéndices I y II; llevar y publicar una relación de
las recomendaciones dadas por la Conferencia de las Partes; e
informar a la opinión pública sobre la presente Convención y sus
objetivos

Intercambio de información (artículo V.5)

Se establece que todo Acuerdo global o regional establecido en virtud


de la Convención, en la medida en que sea adecuado y posible,
debería prever el intercambio de informaciones sobre la especie
migratoria en cuestión, concediendo particular importancia al
intercambio de informaciones relativas a los resultados de las
investigaciones y de las correspondientes estadísticas.

Fecha de entrada en vigor

01/11/1983
CITES
La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies
Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), es un acuerdo
internacional al que los países se adhieren voluntariamente. Entró en
vigor el 1 de julio de 1975 y con 181 miembros durante años ha sido
uno de los acuerdos ambientales que ha contado con el mayor número
de miembros. Tiene por finalidad velar por que el comercio
internacional de especímenes de animales y plantas silvestres no
constituye una amenaza para su supervivencia.

Se estima que anualmente el comercio internacional de vida silvestre


se eleva a miles de millones de dólares y afecta a cientos de millones
de especímenes de animales y plantas. El comercio es muy diverso,
desde los animales y plantas vivas hasta una vasta gama de
productos de vida silvestre derivados de los mismos, como los
productos alimentarios, los instrumentos musicales fabricados con
madera o los artículos de recuerdo para turistas.

Los niveles de explotación de algunos animales y plantas son


elevados y su comercio, junto con otros factores, como la destrucción
del hábitat, es capaz de disminuir considerablemente sus poblaciones
e incluso hacer que algunas especies estén al borde de la extinción.
Con conocimientos de que el comercio sobrepasa las fronteras entre
los países, su reglamentación requiere la cooperación internacional.

En la actualidad, CITES ofrece diversos grados de protección a


más de 35 mil especies de animales y plantas.
Convenio Internacional sobre la Biodiversidad
Biológica
En la Cumbre para la Tierra en 1992 de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU), en Río de Janeiro, los líderes mundiales
acordaron una estrategia amplia para un desarrollo sostenible. En este
marco se ratificó también el Convenio sobre la Diversidad Biológica
(CBD). Sus objetivos son la conservación de la diversidad biológica, la
utilización sostenible de sus componentes, la participación justa y
equitativa en los beneficios que se derivan de la utilización de los
recursos genéticos. Este Pacto convenido entre la gran mayoría de los
gobiernos del mundo es el primer acuerdo global que integra los
recursos genéticos, especies y ecosistemas, así como todos los
aspectos de la diversidad biológica. Este acuerdo establece
compromisos para mantener la diversidad biológica como un bien
mundial para la supervivencia de la humanidad y reconoce que la
conservación de la diversidad biológica es una parte integral del
proceso de desarrollo.

¿QUÉ ES EL PLAN ESTRATÉGICO PARA LA DIVERSIDAD


BIOLÓGICA?

La décima reunión de la Conferencia de las Partes (COP 10),


celebrada en octubre de 2010 en Nagoya, Japón, adoptó para el
período 2011-2020 un Plan Estratégico para la Diversidad Biológica.
Es un marco de acción para todos los países para salvar la diversidad
biológica y mejorar sus beneficios para las personas. Reconociendo la
urgente necesidad de acción, la Asamblea General de Naciones
Unidas ha declarado del 2011 al 2020 como el Decenio de las
Naciones Unidas sobre la Biodiversidad.

DOCUMENTOS DE APOYO:
 Convenio sobre la Diversidad Biológica
 Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 y las
Metas de Aichi
 COP10 Intervención del sector empresarial (Japón ,2010)
 COP11 Sector empresarial y diversidad biológica (India, 2012)
 COP12 Informe final (República de Corea, 2014)
 COP13 Informe final (México, 2016)
 COP14 Informe final (Egipto, 2018)

CBD Decisions and the Business Sector


El Plan Estratégico incluye las Metas de Aichi para la Diversidad
Biológica. Se definen 20 metas ambiciosas para lograr cinco objetivos
estratégicos:

Objetivo estratégico A: Abordar las causas subyacentes de la


pérdida de la diversidad biológica mediante la incorporación de la
diversidad biológica en todo el gobierno y la sociedad.

Meta 1: Para 2020, a más tardar, las personas tendrán conciencia del
valor de la diversidad biológica y de los pasos que pueden dar para su
conservación y utilización sostenible.

Meta 2: Para 2020, a más tardar, los valores de la diversidad biológica


habrán sido integrados en las estrategias y procesos de planificación
de desarrollo y de reducción de la pobreza nacionales y locales y se
estarán integrando en los sistemas nacionales de contabilidad, según
proceda, y de presentación de informes.

Meta 3: Para 2020, a más tardar, se habrán eliminado, eliminado


gradualmente o reformado los incentivos, incluidos los subsidios,
perjudiciales para la diversidad biológica, a fin de reducir al mínimo o
evitar los impactos negativos, y se habrán desarrollado y aplicado
incentivos positivos para la conservación y utilización sostenible de la
diversidad biológica, de conformidad y en armonía con el Convenio y
otras obligaciones internacionales pertinentes, tomando en cuenta las
condiciones socioeconómicas nacionales.

Meta 4: Para 2020, a más tardar, los gobiernos, empresas e


interesados directos de todos los niveles habrán adoptado medidas o
habrán puesto en marcha planes para lograr la sostenibilidad en la
producción y el consumo y habrán mantenido los impactos del uso de
los recursos nacionales dentro de límites ecológicos seguros.

Objetivo estratégico B: Reducir las presiones directas sobre la


diversidad biológica y promover la utilización sostenible.

Meta 5: Para 2020, se habrá reducido por lo menos a la mitad y,


donde resulte factible, se habrá reducido hasta un valor cercano a
cero, el ritmo de pérdida de todos los hábitats naturales, incluidos los
bosques, y se habrá reducido de manera significativa la degradación y
fragmentación.

Meta 6: Para 2020, todas las reservas de peces e invertebrados y


plantas acuáticas se gestionarán y cultivarán de manera sostenible,
lícita y aplicando enfoques basados en los ecosistemas, de manera tal
que se evite la pesca excesiva, se hayan establecido planes y
medidas de recuperación para todas las especies agotadas, las
actividades pesqueras no tengan impactos perjudiciales importantes
en las especies amenazadas y en los ecosistemas vulnerables, y el
impacto de la actividad pesquera en las reservas, especies y
ecosistemas se encuentren dentro de límites ecológicos seguros.

Meta 7: Para 2020, las zonas destinadas a agricultura, acuicultura y


silvicultura se gestionarán de manera sostenible, garantizándose la
conservación de la diversidad biológica.

Meta 8: Para 2020, se habrá llevado la contaminación, incluida aquella


producida por exceso de nutrientes, a niveles que no resulten
perjudiciales para el funcionamiento de los ecosistemas y para la
diversidad biológica.

Meta 9: Para 2020, se habrán identificado y priorizado las especies


exóticas invasoras y vías de introducción, se habrán controlado o
erradicado las especies prioritarias, y se habrán establecido medidas
para gestionar las vías de introducción a fin de evitar su introducción y
establecimiento.

Meta 10: Para 2015, se habrán reducido al mínimo las múltiples


presiones antropógenas sobre los arrecifes de coral y otros
ecosistemas vulnerables afectados por el cambio climático o la
acidificación de los océanos, a fin de mantener su integridad y
funcionamiento.

Objetivo estratégico C: Mejorar la situación de la diversidad biológica


salvaguardando los ecosistemas, las especies y la diversidad
genética.

Meta 11: Para 2020, al menos el 17% de las zonas terrestres y de las
aguas interiores y el 10% de las zonas marinas y costeras,
especialmente las que revisten particular importancia para la
diversidad biológica y los servicios de los ecosistemas, se habrán
conservado por medio de sistemas de áreas protegidas administrados
de manera eficaz y equitativa, ecológicamente representativos y bien
conectados, y de otras medidas de conservación eficaces basadas en
áreas, y estas estarán integradas a los paisajes terrestres y marinos
más amplios.

Meta 12: Para 2020, se habrá evitado la extinción de especies


amenazadas identificadas y se habrá mejorado y sostenido su estado
de conservación, especialmente el de las especies en mayor
disminución.

Meta 13: Para 2020, se habrá mantenido la diversidad genética de las


especies vegetales cultivadas y de los animales de granja y
domesticados y de las especies silvestres emparentadas, incluidas
otras especies de valor socioeconómico y cultural, y se habrán
desarrollado y puesto en práctica estrategias para reducir al mínimo la
erosión genética y para salvaguardar su diversidad genética.

Objetivo estratégico D: Aumentar los beneficios de los servicios de la


diversidad biológica y los ecosistemas para todos.

Meta 14: Para 2020, se habrán restaurado y salvaguardado los


ecosistemas que proporcionan servicios esenciales, incluidos servicios
relacionados con el agua, y que contribuyen a la salud, los medios de
vida y el bienestar, tomando en cuenta las necesidades de las
mujeres, las comunidades indígenas y locales y las personas pobres y
vulnerables.

Meta 15: Para 2020, se habrá incrementado la capacidad de


recuperación de los ecosistemas y la contribución de la diversidad
biológica a las reservas de carbono, mediante la conservación y la
restauración, incluida la restauración de por lo menos el 15% de los
ecosistemas degradados, contribuyendo así a la mitigación del cambio
climático y a la adaptación a este, así como a la lucha contra la
desertificación.

Meta 16: Para 2015, el Protocolo de Nagoya sobre acceso a los


recursos genéticos, participación justa y equitativa en los beneficios
que se deriven de su utilización estará en vigor y en funcionamiento,
conforme a la legislación nacional.

Objetivo estratégico E: Mejorar la aplicación a través de la


planificación participativa, la gestión de los conocimientos y la creación
de capacidad.

Meta 17: Para 2015, cada Parte habrá elaborado, adoptado como un
instrumento de política, y comenzado a poner en práctica una
estrategia y un plan de acción nacionales en materia de diversidad
biológica eficaces, participativos y actualizados.

Meta 18: Para 2020, se respetarán los conocimientos, las


innovaciones y las prácticas tradicionales de las comunidades
indígenas y locales pertinentes para la conservación y la utilización
sostenible de la diversidad biológica, así como su uso consuetudinario
de los recursos biológicos. Este respeto estará sujeto a la legislación
nacional y a las obligaciones internacionales pertinentes y se integrará
plenamente y estará reflejado en la aplicación del Convenio a través
de la participación plena y efectiva de las comunidades indígenas y
locales en todos los niveles pertinentes.

Meta 19: Para 2020, se habrá avanzado en los conocimientos, la base


científica y las tecnologías relativas a la diversidad biológica, sus
valores y funcionamiento, su estado y tendencias y las consecuencias
de su pérdida, y tales conocimientos y tecnologías serán ampliamente
compartidos, transferidos y aplicados.

Meta 20: Para 2020, a más tardar, debería aumentar de manera


sustancial, en relación con los niveles actuales, la movilización de
recursos financieros para aplicar de manera efectiva el Plan
Estratégico para la Diversidad Biológica (2011-2020), provenientes de
todas las fuentes y conforme al proceso refundido y convenido en la
Estrategia para la movilización de recursos. Esta meta estará sujeta a
cambios según las evaluaciones de recursos necesarios que las
Partes hayan llevado a cabo y presentado en sus informes.
ESTADO DE LOS MERCADOS DE
BIODIVERSIDAD – PROGRAMAS DE
COMPENSACIÓN Y SUSTITUCIÓN A NIVEL
MUNDIAL
Desde el año 2004 el Ecosystem Marketplace’s Biodiversity Program
está investigando y reportando sobre los mercados de biodiversidad,
que pueden ser difícil de definir, fragmentados, cambiando
rápidamente. Para afrontar estos desafíos hemos desarrollado este
reporte sobre el estado de los mercados de biodiversidad para proveer
políticos, especialistas, inversionistas y otros participantes del mercado
con informaciones relevantes, actuales y con ello, ayudarlos a tomar
decisiones y aprender de las experiencias de otros. Este reporte se
focaliza en el espectro de mercados de biodiversidad que son
diseñados para reducir los impactos negativos del desarrollo
económico para la biodiversidad, una práctica conocida como
mitigación compensatoria.

Además informa sobre el estado y las tendencias sobre los programas


de reducción y compensación del impacto sobre la biodiversidad,
según la región geográfica. Por ejemplo, en Centroamérica y
Sudamérica existen cinco programas de compensación, con dos en
desarrollo.

Número de programas a nivel mundial:

39 activos y 25 en desarrollo.

Pagos regionales anuales conocidos en total:

Entre 1.8 - 2.9 billones de dólares.

Área protegida o restaurada cada año:

Más 86 mil hectáreas.


Protocolo de Nagoya
El Protocolo de Nagoya sobre acceso a recursos genéticos,
participación justa y equitativa en los beneficios provenientes de su
utilización (APB) de la Convención sobre la Diversidad Biológica es un
acuerdo complementario al Convenio sobre la Diversidad Biológica
(CBD). Proporciona un marco jurídico transparente para la aplicación
efectiva de uno de los tres objetivos del CDB: la participación justa y
equitativa de los beneficios derivados de la utilización de los recursos
genéticos.

Las áreas protegidas de Panamá contienen altos niveles de diversidad


biológica y genética globalmente importante cuya efectiva
conservación depende de la asignación de niveles adecuados de
recursos financieros y apoyo político para la administración de estas
áreas. Aparte del valor global de su existencia, estos recursos
genéticos tienen una mayor opción y valor de uso como fuente de
productos basados en la naturaleza, con el potencial de contribuir
significativamente al control de enfermedades y al suministro
alimentario a nivel mundial. El gobierno de Panamá y el Grupo
Internacional Cooperativo de la Biodiversidad de Panamá (ICBG por
sus siglas en inglés) han establecido una base sólida de experiencia y
entendimiento de la exploración, pruebas y uso de esta biodiversidad
basado en los principios de patrimonio consagrado en la Convención
sobre Diversidad Biológica.

El Protocolo de Nagoya sobre APB fue aprobado el 29 de octubre de


2010 en Nagoya, Japón, y entró en vigor el 12 de octubre de 2014, 90
días después del depósito del quincuagésimo instrumento de
ratificación. Al promover el uso de recursos genéticos y de los
conocimientos tradicionales correspondientes, y al fortalecer las
oportunidades para compartir de manera justa y equitativa los
beneficios que se deriven de su uso, el Protocolo generará incentivos
para conservar la diversidad biológica y para utilizar de manera
sostenible sus componentes, y mejorará aún más la contribución de la
diversidad biológica al desarrollo sostenible y al bienestar del ser
humano.

Convenio Ramsar relativo a los humedales de


importancia internacional
Convención de Ramsar Los humedales son indispensables por los
innumerables beneficios o "servicios ecosistémicos" que brindan a la
humanidad, desde suministro de agua dulce, alimentos y materiales de
construcción, y biodiversidad, hasta control de crecidas, recarga de
aguas subterráneas y mitigación del cambio climático. La Convención
sobre los Humedales, llamada la Convención de Ramsar, es un
tratado intergubernamental que sirve de marco para la acción nacional
y la cooperación internacional en pro de la conservación y el uso
racional de los humedales y sus recursos.

La Convención se adoptó en la ciudad iraní de Ramsar en 1971 y


entró en vigor en 1975. Desde entonces, casi el 90% de los Estados
miembros de las Naciones Unidas de todas las regiones geográficas
del planeta se han adherido al tratado, pasando a ser "Partes
Contratantes".

Escazú
Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la
Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos
Ambientales en América Latina y el Caribe.
Adoptado en Escazú, Costa Rica, el 4 de marzo de 2018, el Acuerdo
Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y
el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el
Caribe tiene como objetivo garantizar la implementación plena y
efectiva en América Latina y el Caribe de los derechos de acceso a la
información ambiental, participación pública en los procesos de toma
de decisiones ambientales y acceso a la justicia en asuntos
ambientales, así como la creación y el fortalecimiento de las
capacidades y la cooperación, contribuyendo a la protección del
derecho de cada persona, de las generaciones presentes y futuras, a
vivir en un medio ambiente sano y al desarrollo sostenible. Es el único
acuerdo vinculante emanado de la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre Desarrollo Sostenible (Río+20), el primer acuerdo
regional ambiental de América Latina y el Caribe y el primero en el
mundo en contener disposiciones específicas sobre defensores de
derechos humanos en asuntos ambientales. El Acuerdo Regional está
abierto a los 33 países de América Latina y el Caribe. El período de
firma tuvo lugar entre el 27 de septiembre de 2018 y el 26 de
septiembre de 2020 en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva
York. Tras alcanzar los requisitos establecidos en su artículo 22, el
Acuerdo de Escazú entró en vigor el 22 de abril de 2021.

Países Firman

Antigua y Barbuda, Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa


Rica, Dominica, Ecuador, Granada, Guatemala, Guyana, Haití,
Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paragua, Perú, República
Dominicana, San Vicente y las Granadinas, Saint Kitts y Nevis, Santa
Lucía, Uruguay, Panamá.

Fecha de entrada en vigor

22/04/2021
Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes
Orgánicos Persistentes
El convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos
Persistentes, que entró en vigor en el 2004, tiene como objetivo
proteger la salud humana y el medio ambiente de Contaminantes
Orgánicos Persistentes (COPs). El convenio requiere que las Partes
tomen medidas para eliminar o reducir la producción, utilización,
importación, exportación y emisión al medio ambiente de COPs e
incluye disposiciones en cuanto al acceso a la información, la
sensibilización y formación del público y la participación en el
desarrollo de planes de aplicación.

Acceso a la información (artículos 9 y 10)

A los fines del presente Convenio, la información sobre la salud y la


seguridad humanas y del medio ambiente no se considerará
confidencial.

Cada parte, dentro de sus capacidades, velará por que el público


tenga acceso a la información disponible sobre los contaminantes
persistentes y sus efectos para la salud y el medio ambiente y porque
esa información se mantenga actualizada.

Intercambio de información (artículo 9)

Cada Parte facilitará o llevará a cabo el intercambio de información en


relación con: a) la reducción o la eliminación de la producción,
utilización y liberación de contaminantes orgánicos persistentes; y b)
las alternativas a los contaminantes orgánicos persistentes, incluida la
información relacionada con sus peligros y con sus costos económicos
y sociales. Cada Parte designará un centro nacional de coordinación
para el intercambio de ese tipo de información.

Sensibilización y formación del público / educación ambiental/ género


(artículo 10)

Cada parte, dentro de sus capacidades, promoverá y facilitará la


comunicación al público de toda la información disponible y la
elaboración y aplicación de programas de formación y de
sensibilización del público, especialmente para las mujeres, los niños y
las personas menos instruidas sobre los contaminantes orgánicos
persistentes y sus efectos para la salud y el medio ambiente.

Información en manos de privados (artículo 10.3)

Cada Parte, dentro de sus capacidades, alentará a la industria y a los


usuarios profesionales a que promuevan y faciliten el suministro de
información a nivel nacional y, según proceda, a los niveles
subregional, regional y mundial.

Registro de emisiones (artículo 10.5)

Cada Parte estudiará con buena disposición la posibilidad de concebir


mecanismos, tales como registros de liberaciones y transferencias,
para la reunión y difusión de información sobre estimaciones de las
cantidades anuales de productos químicos incluidos en los anexos A,
B o C que se liberan o eliminan.

Participación del público/ género (artículos 7 y 10)

Las partes, cuando proceda, consultarán a los interesados directos


nacionales, incluidos los grupos de mujeres y los grupos que se
ocupan de la salud de los niños, a fin de facilitar la elaboración,
aplicación y actualización de sus planes de aplicación para el
cumplimiento de sus obligaciones emanadas del Convenio.

Cada Parte también promoverá y facilitará la participación del público


en el tratamiento del tema de los contaminantes orgánicos
persistentes y sus efectos para la salud y el medio ambiente y en la
elaboración de respuestas adecuadas.

Fecha de entrada en vigor

16/05/2004

Convenio de Rotterdam Para la Aplicación del


Procedimiento de Consentimiento
Fundamentado Previo a Ciertos Plaguicidas y
Productos Químicos Peligrosos Objeto de
Comercio Internacional
El Convenio de Rotterdam, en vigor desde 2004, tiene por objetivo
promover la responsabilidad compartida y los esfuerzos conjuntos de
las Partes en la esfera del comercio internacional de ciertos productos
químicos peligrosos a fin de proteger la salud humana y el medio
ambiente frente a posibles daños. El convenio establece un
procedimiento de consentimiento previo informado (CPI) para la
importación de productos químicos peligrosos.

Acceso a la información (Artículo 15.2)


Cada parte velará porque, en la medida de lo posible, el público tenga
acceso a la información sobre manipulación de productos químicos y
gestión de accidentes y sobre alternativas que sean más seguras para
la salud humana o el medio ambiente que los productos químicos
enumerados en el anexo III del Convenio.

Información y etiquetado (preámbulo, artículo 13)

Se destaca el deseo de asegurar que los productos químicos


peligrosos que se exporten estén envasados y etiquetados en forma
que proteja adecuadamente la salud humana y el medio ambiente, en
consonancia con los principios establecidos en las Directrices de
Londres en su forma enmendada y el Código de Conducta
Internacional de la FAO.

Asimismo, cada Parte, sin perjuicio de cualesquiera requisitos


impuestos por la Parte importadora, requerirá que los productos
químicos enumerados en el anexo III y los que estén prohibidos o
rigurosamente restringidos en su territorio estén sujetos, cuando se
exporten, a requisitos de etiquetado que aseguren la presencia de
información adecuada con respecto a los riesgos y/o peligros para la
salud humana o el medio ambiente, teniendo en cuenta las normas
internacionales pertinentes.

Registro de Emisiones (Artículo 15.1)

Cada Parte tomará las medidas necesarias para establecer y fortalecer


su infraestructura y sus instituciones nacionales para la aplicación
efectiva del presente Convenio. Esas medidas podrán incluir, entre
otras, el establecimiento de registros y bases de datos nacionales,
incluida información relativa a la seguridad de los productos químicos.
Consentimiento previo informado para la importación de productos
químicos peligrosos (artículo10)

Cada parte transmitirá a la Secretaria respuestas con respecto a cada


uno de los productos químicos enumerados en el anexo III del
Convenio. Cada Parte pondrá todas las respuestas formuladas en
virtud del presente artículo a disposición de todos los interesados
sujetos a su jurisdicción, de conformidad con sus disposiciones
legislativas o administrativas. Las Partes que, con arreglo a las
disposiciones del Convenio, tomen la decisión de no otorgar su
consentimiento a la importación de un producto químico, o de
consentirla sólo bajo determinadas condiciones, simultáneamente
prohibirán o someterán a las mismas condiciones, si no lo hubieran
hecho con anterioridad.

Información no confidencial (artículo 14)

A los efectos del presente Convenio, no se considerará confidencial la


información a la que se hace referencia en los anexos I y IV (sobre
notificaciones hechas con arreglo a lo dispuesto en el artículo 5
referido a procedimientos relativos a los productos químicos prohibidos
o rigurosamente restringidos; e información y criterios para la inclusión
de formulaciones plaguicidas extremadamente peligrosas en el Anexo
III); la información que figura en la hoja de datos de seguridad (art.
4.13); la fecha de caducidad del producto químico; la información
sobre medidas de precaución, incluidas la clasificación de los peligros,
la naturaleza del riesgo y las advertencias de seguridad pertinentes; y
el resumen de los resultados de los ensayos toxicólogos y
exotoxicólogicos. La fecha de producción no se considerará
normalmente confidencial.

Fecha de entrada en vigor

24/02/2004
Convención Marco De Las Naciones Unidas
Sobre el Cambio Climático
Ratificada por los 33 países de América Latina y el Caribe, la
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
entró en vigor en marzo de 1994. El objetivo del Convenio es lograr la
estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero
en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropógenas
peligrosas en el sistema climático. La Convención establece un marco
general para los esfuerzos intergubernamentales para hacer frente los
desafíos provocados por el cambio climático.

Convenio sobre la Diversidad Biológica


Ratificado por los 33 países de América Latina y el Caribe, el
Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) fue adoptado en la
Cumbre para la Tierra en 1992. La meta del CDB es lograr la
conservación de la diversidad biológica mediante el uso sostenible de
sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios
derivados de la utilización de la utilización de los recursos genéticos.
En el Convenio se reconoce la función decisiva que desempeña la
mujer en la conservación y la utilización sostenible de la diversidad
biológica y se afirma la necesidad de la plena participación de la mujer
en todos los niveles de la formulación y ejecución de políticas
encaminadas a la conservación de la diversidad biológica.
Participación de la mujer en la formulación de políticas / Género
(Preámbulo)

Se reconoce la función decisiva que desempeña la mujer en la


conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica y se
afirma la necesidad de la plena participación de la mujer en todos los
niveles de la formulación y ejecución de políticas encaminadas a la
conservación de la diversidad biológica.

Participación y Pueblos indígenas (artículo 8j)

Cada Parte con arreglo a su legislación nacional, respetará,


preservará y mantendrá los conocimientos, las innovaciones y las
prácticas de las comunidades indígenas y locales que entrañen estilos
tradicionales de vida pertinentes para la conservación y la utilización
sostenible de la diversidad biológica y promoverá su aplicación más
amplia, con la aprobación y la participación de quienes posean esos
conocimientos, innovaciones y prácticas, y fomentará que los
beneficios derivados de la utilización de esos conocimientos,
innovaciones y prácticas se compartan equitativamente.

Educación ambiental (artículos 12a, 13)

Las Partes establecerán y mantendrán programas de educación y


capacitación científica y técnica en medidas de identificación,
conservación y utilización sostenible de la diversidad biológica y sus
componentes y prestarán apoyo para tal fin centrado en las
necesidades específicas de los países en desarrollo. Asimismo,
promoverán y fomentarán la comprensión de la importancia de la
conservación de la diversidad biológica y de las medidas necesarias a
esos efectos, así como su propagación a través de los medios de
información, y la inclusión de esos temas en los programas de de
educación. Las Partes también cooperarán, según proceda, con otros
Estados y organizaciones internacionales en la elaboración de
programas de educación y sensibilización del público.

Participación en evaluación de proyectos (artículo 14a)

Cada Parte Contratante, en la medida de lo posible y según proceda,


establecerá procedimientos apropiados por los que se exija la
evaluación del impacto ambiental de sus proyectos propuestos que
puedan tener efectos adversos importantes para la diversidad
biológica con miras a evitar o reducir al mínimo esos efectos y, cuando
proceda, permitirá la participación del público en esos procedimientos.

Información transfronteriza (artículo 14 c, d)

Cada Parte Contratante promoverá, con carácter recíproco, la


notificación, el intercambio de información y las consultas acerca de
las actividades bajo su jurisdicción o control que previsiblemente
tendrían efectos adversos importantes para la diversidad biológica de
otros Estados o de zonas no sujetas a jurisdicción nacional, alentando
la concertación de acuerdos bilaterales, regionales o multilaterales,
según proceda; y notificará inmediatamente, en caso de que se
originen bajo su jurisdicción o control peligros inminentes o graves
para la diversidad biológica o daños a esa diversidad en la zona bajo
la jurisdicción de otros Estados o en zonas más allá de los límites de la
jurisdicción nacional, a los Estados que puedan verse afectados por
esos peligros o esos daños, además de iniciar medidas para prevenir
o reducir al mínimo esos peligros o esos daños.

Consentimiento previo (artículo 15.5, 19.3)

El acceso a los recursos genéticos estará sometido al consentimiento


fundamentado previo de la Parte Contratante que proporciona los
recursos, a menos que esa Parte decida otra cosa.
Las Partes estudiarán la necesidad y las modalidades de un protocolo
que establezca, procedimientos adecuados, incluido en particular el
consentimiento fundamentado previo, en la esfera de la transferencia,
manipulación y utilización de cualesquiera organismos vivos
modificados resultantes de la biotecnología que puedan tener efectos
adversos para la conservación y la utilización sostenible de la
diversidad biológica.

Intercambio de información (artículo 17)

Las Partes Contratantes facilitarán el intercambio de información de


todas las fuentes públicamente disponibles pertinente para la
conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica,
teniendo en cuenta las necesidades especiales de los países en
desarrollo.

Información sobre organismos vivos modificados (artículo 19.4)

Cada Parte Contratante proporcionará, directamente o exigiéndoselo a


toda persona natural o jurídica bajo su jurisdicción que suministre
organismos vivos modificados resultantes de la biotecnología, toda la
información disponible acerca de las reglamentaciones relativas al uso
y la seguridad requeridas por esa Parte Contratante para la
manipulación de dichos organismos, así como toda información
disponible sobre los posibles efectos adversos de los organismos
específicos de que se trate, a la Parte Contratante en la que esos
organismos hayan de introducirse.

Fecha de entrada en vigor

29/12/1993
Panamá y Honduras firman convenio para proteger los recursos
naturales forestales y continuar con lineamientos firmes para la
restauración y recuperación de suelos

Firmado en la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio


Climático (COP26), Panamá ha dejado claro su interés en establecer
proyectos y alianzas que reduzcan los impactos del calentamiento
global.

Panamá suma otro importante logro, promoviendo en conjunto con


Honduras un convenio marco para formalizar un instrumento de
trabajo que permita a las partes compartir, colaborar, gestionar,
investigar, intercambiar y capacitar en los diversos temas ligados al
Sector Forestal.

Con este convenio se pretende garantizar el manejo forestal en


bosques naturales, plantaciones forestales, así como el
fortalecimiento de la Industria Forestal y monitoreo de bosques.
El acuerdo fue firmado por el ministro de Ambiente, Milciades
Concepción y su homólogo Hondureño Mario Martínez.

Durante la firma, el ministro Concepción aludió a la importancia de


este convenio para continuar impulsando las acciones de restauración
en ambos países, a través del intercambio de experiencia y experticia
de ambos, con el objetivo de que logremos una real restauración del
paisaje forestal a través de la restauración. “

Otra finalidad de este acuerdo es desarrollar acciones y actividades


conjuntas entre los Ministerios de Ambiente de Panamá y Honduras,
encaminadas a fortalecer el trabajo que ambas realizan en lo relativo a
la conservación, protección de la calidad ambiental y el
aprovechamiento sostenible de los recursos naturales con base a la
conservación de la biodiversidad de Panamá, con el objetivo de lograr
un impulso real en la actividades del sector forestal en ambos países.

Mediante el convenio se formalizan las tareas y actividades de gestión


integral que incluyen el intercambio de especialistas; desarrollo de
investigaciones conjuntas, uso de facilidades físicas para seminarios,
cursos cortos de adiestramiento; desarrollo de actividades conjunta en
temas de mutuo interés y que amplíen la gestión en esas zonas y
otras, que ambas partes consideren posteriormente.

ANEXO DE INTERES
El biólogo Héctor Guzmán ha impulsado numerosas normativas para
proteger el océano no solo en su país, sino en toda Latinoamérica.

Con los datos levantados para su tesis de maestría logró que la


Reserva Biológica Isla del Caño, en Costa Rica, se ampliara para
proteger los arrecifes. En Honduras, Guzmán logró que se creara el
área marina protegida en la isla Cayo Cochinos.

En Panamá, sus estudios permitieron que se protegiera al tiburón


ballena y que se creara un santuario para esa especie. Guzmán
también participó en las gestiones que permitieron que se dictara una
veda para la extracción de caracol en su país y que se prohibiera la
comercialización de los pepinos de mar. Consiguió también que se
crearan las áreas protegidas de Coiba, del archipiélago de las Perlas y
que, en junio 2021, se ampliara el Área de Recursos Manejados de la
Cordillera de Coiba, refugio de tortugas, tiburones y ballenas en
peligro de extinción, pasando de 17 224 km2 a 67 742 km2.

Se trata de una expansión clave para lograr la protección de los


corredores marinos que permitan unir los santuarios de Malpelo en
Colombia, Coiba en Panamá, Isla Cocos en Costa Rica y Galápagos
en Ecuador, todas áreas marinas protegidas que se encuentran
conectadas geológicamente y que comparten las mismas especies.

La ampliación de Área de Recursos Manejados de la Cordillera de


Coiba ha llevado a que los demás gobiernos concreten medidas que
apunten hacia esa dirección. De hecho, durante la COP 26, Ecuador
anunció que crearía un nueva área marina protegida en Galápagos,
cosa que se oficializó el pasado 14 de enero.

Mongabay Latam conversó con Héctor Guzmán, quien es investigador


del Instituto Smithsonian y vicepresidente de la ONG Migramar, sobre
el trabajo detrás de la expansión de la reserva marina de Coiba y los
desafíos que siguen para asegurar su protección.
¿Qué rol juega el área marina protegida Cordillera de Coiba en la
creación de los corredores marinos que unen los diferentes santuarios
ubicados en Panamá, Colombia, Costa Rica y Ecuador?

La Cordillera de Coiba es una cadena montañosa submarina que sale


desde la isla de Coiba, que está muy cerca de tierra firme, hacia mar
afuera en dirección a Malpelo en Colombia, Galápagos en Ecuador y
Cocos en Costa Rica por lo que hay una conectividad volcánica que
conecta a todas estas islas. De hecho, recientemente se detectó flujo
del magma subterráneo que conecta Coiba y la península de Azuero
en Panamá, con las islas Galápagos.

Al crear esta área marina protegida, lo que hizo Panamá fue promover
una presión internacional hacia el resto de los países, Costa Rica,
Colombia y Ecuador para que ellos hicieran lo mismo.

Nosotros los científicos estamos tratando de apoyar la justificación


técnica de estas ampliaciones, pero nos hemos tenido que involucrar
también en la parte política y en el cabildeo político que a veces es
muy comprometedor para nuestro tiempo de investigación. Sin
embargo, lo seguimos haciendo.

¿Por qué ha decidido hacerlo?

Yo estudié biología, saqué mi doctorado y la definición más elemental,


básica y sencilla de biología es estudiar la vida. Sin embargo, en un
momento de mi carrera sentí que lo que había estudiado era patología
porque todas mis publicaciones eran del tipo mortalidad masiva, el
muerto este, la enfermedad aquella. Entonces empecé a ver si podía
informar a los tomadores de decisiones acerca de mis resultados. El
Instituto Smithsonian me ha dado esa libertad y hasta la fecha tengo
más de 25 normativas que están sustentadas en mis publicaciones
científicas.

¿Cómo fue la historia de la creación del área marina protegida


Cordillera de Coiba?

En el 2015, con el apoyo del instituto de Smithsonian, me aproximé al


gobierno de ese entonces y logramos que se creara el área marina
protegida Cordillera de Coiba. Era de apenas 17 mil kilómetros
cuadrados, pero con ella Panamá lograba alcanzar la meta de los
acuerdos de biodiversidad de Aichi en la que los países se
comprometieron a proteger el 10 % de sus mares.

Dos años después, en el 2017, me enteré de que el gobierno


colombiano tenía la intención de ampliar el Santuario de Flora y Fauna
de Malpelo y de crear, justo a su lado, un área protegida que se
llamaría Yurupari. El área marina protegida Cordillera de Coiba
limitaba con el mar de Colombia. Lo diseñé así a propósito. Sin
embargo, el límite más norte de la ampliación de Malpelo y de
Yuruparí no alcanzaba la frontera Panameña por lo que territorios
protegidos de ambos países no iban a quedar conectados.

Hablé entonces con una organización no gubernamental muy conocida


y con una colega que es parte también de la red Migramar y logramos
que el expresidente colombiano Juan Manuel Santos ampliara la
propuesta de tal manera que las áreas protegidas se extendieran
hasta la frontera marítima con Panamá.
En pocas palabras, en el 2017 logramos que la Cordillera de Coiba,
Yurupari y Malpelo se unan en la primera área protegida binacional.

¿Cómo llega la ampliación?

El decreto que creaba el área marina protegida Cordillera de Coiba


contenía un artículo que ordenaba que en menos de un año había
que tener listo un plan de manejo, pero cinco años después de su
creación no había nada, ni siquiera un título.

A finales del 2020 yo me acerqué al gobierno y les dije “vean, no


tenemos plan de manejo”. Respondieron “sí, es que no hay fondos, no
hay interés”, etc. Entonces yo les ofrecí buscar los fondos para hacer
el plan de manejo y le planteé al ministro de medio ambiente si él
consideraría la oportunidad de que lográramos justificar la ampliación,
de forma que tal vez Panamá lograra el 30 % de su mar (la nueva
meta a la que muchos países se han comprometido alcanzar de aquí
al 2030). Le pareció muy buena idea y le pedimos que lo solicitara por
escrito. Fue así que el ministro de medio ambiente firmó una carta
dirigida a mí y al Instituto Smithsonian en la que nos piden que
busquemos los fondos y que procedamos en dos cosas: evaluar la
justificación de la ampliación del área ya existente y de una vez
redactar su plan de manejo.

Comencé a trabajar en ese proyecto a finales del 2020 y en junio del


año pasado el presidente creó el decreto que expande el área marina
protegida Cordillera de Coiba en hasta casi 68 mil kilómetros
cuadrados logrando que Panamá alcance la meta del 30 %.

Pero, además, con ello se logró incrementar todavía más el área


protegida binacional brincando de 70 mil kilómetros cuadrados a 122
mil kilómetros cuadrados como área binacional legalmente
establecida.

¿Qué es lo que está conservando esta área marina protegida


Cordillera de Coiba?

Básicamente, encontramos las mismas especies migratorias que en


Galápagos, Cocos en Costa Rica y Malpelo en Colombia porque se
mueve entre estos espacios.

Aquí es donde se encuentra una enorme cantidad de cordilleras y


montes submarinos, es decir, lugares donde existe una gran
productividad en el océano, abundante alimentación, que es lo que
atrae precisamente, durante todo el año, una enorme cantidad de
especies migratorias como tiburones, ballenas, delfines, peces como
el atún, el marlin (pariente del pez espada), tortugas, aves, etcétera.

¿Cuáles son las especies amenazadas más emblemáticas?

Hasta cinco especies de tiburón, todas en la lista de la Convención


sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y
Flora Silvestres (CITES). Cetáceos como el cachalote, la ballena azul,
la jorobada, también todas las especies de tortugas marinas,
incluyendo algunas que están críticamente amenazadas. Todo eso lo
tenemos en común con Galápagos en Ecuador, Cocos en Costa Rica
y Malpelo en Colombia.

¿Y esta vez cómo avanza el plan de manejo?


Tuvimos alrededor de 25 consultas públicas para el plan de manejo.
La última terminó el pasado 4 de enero. Estamos esperando que el
Ministerio de Ambiente nos diga cuáles son las últimas sugerencias
que se nos dan para ya publicarlo. Es decir el plan de manejo está ya
redactado y pronto, en un plazo yo calculo de un mes, debería ser
parte de un instrumento legal.

¿Cómo se financió?

Los fondos los obtuve de la Wyss Foundation, que es una fundación


suiza y también con el apoyo de Mission Blue que me ayudó a hacer
ese contacto.

Los fondos fueron entregados a la ONG Migramar para evitar que


cayeran en la burocracia del gobierno panameño. Queríamos tener la
garantía de que podíamos controlar el uso de esos fondos en el
momento en que lo necesitáramos para poder trabajar rápido y
obtener resultados.

¿Qué es lo que se puede y no hacer en esa área marina protegida?

El Estado decidió que la reserva se llamaría Área de Manejo de


Recursos Cordillera de Coiba. Esa categoría se refiere a áreas muy
grandes, de ecosistemas relativamente prístinos, donde dos tercios
deben ser de no extracción. Solo un tercio puede ser destinado a
desarrollar algún tipo de actividad comercial de bajo impacto. Eso está
explícito en el decreto que crea el área protegida.

Además, en ese documento logramos precisar dos cosas importantes.


La primera es que se prohíbe todo tipo de pesca, incluyendo el
longline o palangre, la pesca de arrastre, y la de cerco porque
habíamos detectado pesca ilegal en el área, entonces era muy
importante que eso quedara muy claro.

¿Qué tipo de pesca ilegal?

Se metían barcos de bandera extranjera a pescar sin autorización al


territorio panameño. El problema es que la autoridad competente no
tiene una capacidad instalada, una guardia costera para que vaya y
actúe.

Además, se supone que desde el 2010 está totalmente prohibido en


toda la zona económica exclusiva de Panamá la pesca con redes de
cerco. Sin embargo, seguía ocurriendo y la Comisión Interamericana
del Atún Tropical (CIAT) —el organismo internacional conformado por
representantes de diversos países que administran la pesquería de
atún en aguas internacionales— también lo sabía.

¿Los barcos registrados en la CIAT ingresaban a pescar?

Sí. La data que yo obtuve era de observadores de la CIAT y por eso


tengo hasta las coordenadas de las embarcaciones. Esa información
se la pasamos al gobierno y se incluyó a la hora de justificar la
ampliación del área protegida.

¿Cuál fue el otro punto importante que quedó precisado en el decreto?

Metimos un concepto, yo no sé si llamarlo novedoso o no, pero por lo


menos es único por ahora en la región y en Panamá, y habla de las
tres dimensiones. En aquel tercio donde se permiten actividades se
puede pescar, pero solo hasta los 70 metros de profundidad. Hasta
abajo usted ya no puede irse. Entonces, realmente el 100 por ciento
de esos 68 mil kilómetros del fondo marino y hasta los 70 metros está
100 % protegido.

¿Qué tipo de pesca se permitiría en esos primeros 70 metros?

Lo que proponemos es que se trate de implementar un arte de pesca


más sostenible y que no existe en la normativa panameña hasta el
presente. Es lo que se llama la pesca con caña. Es un sistema
altamente dirigido al atún, 100 % selectivo, es decir, no hay pesca
incidental de otras especies. No vas a sacar tortugas, no vas a sacar
tiburones, ni delfines, ni nada que no sea atún.

¿Y funciona como una caña, tal cual dice a su nombre?

Es un barco grande donde en la parte de atrás van hasta 20 cañeros


con una caña que tiene un anzuelo que permite nada más cierto
tamaño de animal, pero el anzuelo no tiene la punta donde se
enganchan los peces, es decir, ellos pican y el pescador los jala para
atrás hacia la cubierta del barco donde caen vivos.

Eso te permite también tener control sobre las tallas que se extraen.
Por ejemplo, si por accidente una persona sube a bordo del barco un
animal pequeño, cae en la cubierta vivo entonces inmediatamente otra
persona lo tira al mar de regreso.

¿Cómo van a evitar que haya pesca ilegal?

Yo continué buscando fondos y logré que una organización, The Blue


Nature Alliance, nos dieran cerca de 200 000 dólares para instalar un
satélite que monitorea día y noche pesca ilegal. Ese contrato lo
firmamos, obtuvimos el dinero, pero de igual forma que hicimos
anteriormente, los fondos serán destinados a una ONG para que los
administre de tal forma que no terminen siendo utilizados en otra cosa.
Hemos estado tratando de asegurar el manejo del área protegida para
que no se convierta en otro paper park o “parque de papel”.

Obviamente el que tiene la palabra en temas de gobernanza es el


Ministerio de Ambiente. Van a ser entrenados funcionarios, también se
van a entrenar a las autoridades de pesca, a la guardia costera
panameña para que, si se detecta un barco de pesca ilegal haya algún
tipo de acción que se va a definir en el protocolo que hay que redactar.

Pero además se van a entrenar a dos ONG que van a estar de


observadores para que si, por ejemplo, se hace la vista gorda frente a
un evento de pesca ilegal, se pueda recordar a las autoridades que el
barco tal se vio tal día a tal hora y preguntar cuáles son las acciones
que se están tomando.

Tortuga verde (Chelonia mydas agassizii) alimentándose cerca de Los


Túneles, Isla Isabela, Galápagos, Ecuador. Foto: Informe Planeta Vivo
2020 – Antonio Busiello WWF-US.

¿Qué puede observar ese satélite? Porque hay evidencia de que los
barcos apagan su sistema satelital para no ser vistos.

El satélite capta la señal del Sistema de Identificación Automática


(AIS) que tienen los barcos, pero también funciona como un radar que
tiene la habilidad de detectar embarcaciones incluso si estas
desconectan su AIS. Tiene una forma de crear algoritmos muy rápido
para saber con mayor seguridad y más velocidad.

¿Y los datos van a ser públicos?

Se supone, pero el protocolo tiene que desarrollarse cuando comience


el programa de capacitación. Todas esas preguntas y todas esas
respuestas saldrán de esos talleres.

Lo que sí seguiría ahorita es concretar políticas regionales que se


apliquen en todos los países de una forma coherente. Por ejemplo, si
está prohibido la pesca con redes en esta área protegida de Panamá,
lo ideal sería que las otras áreas tampoco se permitiera. Tratar de
homogeneizar nuestros planes de manejo, aceptando que cada país
tiene su propia jurisdicción y toma sus decisiones, pero que
empecemos a coordinar mejor estos esfuerzos a nivel internacional.
¿Por qué? Porque al ser especies altamente migratorias, si Costa Rica
lo hace bien y Panamá lo hace mal, continuamos en el mismo
desorden regional característico. Lo que nosotros vamos a aportar
como investigadores es motivar ese tipo de acciones.

AUTORIDAD DE TURISMO DE PANAMA Y


AUDUBON SUSCRIBEN CONVENIO QUE
FORTALECE RUTA PATRIMONIAL “AVES EN
ELMPARAISO”

El administrador de la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP), Iván


Eskildsen, y la presidenta de la Sociedad Audubon Panamá (SAP),
Loyda Sánchez, suscribieron, un convenio marco de cooperación para
desarrollar programas y proyectos, con miras a impulsar el aviturismo,
un elemento clave para el posicionamiento del turismo patrimonial y
sostenible del país.

El Plan Maestro de Turismo Sostenible (PMTS 2020-2025), que


ejecuta la ATP, propone implementar el modelo Turismo-
Conservación-Investigación (TCI), estrategia de diferenciación para
fortalecer a Panamá como destino turístico.

Con este convenio marco a cinco 5 años, se aprovechará la


información derivada de estudios, la experiencia de campo y el
conocimiento adquirido a través de los años por la Sociedad Audubon
Panamá sobre las aves para el turismo panameño.

Por su parte, la ATP desarrollará iniciativas relacionadas a la ruta


patrimonial “Aves en el Paraíso”, establecida en el PMTS, y Audubon
colaborará con cooperación técnica en proyectos de investigación,
programas de capacitación y actualización con becas y pasantías.

La presidenta de la SAP resaltó que Panamá tiene más de 50 años


estudiando las aves en el istmo y promoviendo la conservación en su
hábitat natural. “Estamos comprometidos en convertir el turismo de
naturaleza, en especial el de observación de aves, en uno de los
principales motivos de visita al país. De ahí, que surge nuestro interés
de colaborar con la ATP en la implementación de la ruta patrimonial
“Aves en el Paraíso», creando las condiciones que permitan el logro
de los objetivos trazados en el PMT».
Gracias al posicionamiento geográfico del istmo de Panamá, este es
un puente de biodiversidad, un lugar ideal para observar aves. En el
territorio se han reportado 1,009 especies de aves, 10% de las
especies del mundo y 107 especies endémicas, lo que supera la lista
combinada de Estados Unidos y Canadá.

La extraordinaria diversidad del país se fortalece por ser un punto de


intersección dentro de las rutas migratorias entre Norte y Sur América,
al igual que entre el Pacífico y Atlántico.

Es importante destacar que en el proyecto 1,000 Km de Senderos, que


ejecutan la ATP y el Ministerio de Ambiente, se realizan mejoras de
infraestructuras en áreas protegidas de especial importancia por su
valor para el aviturismo, como es el caso del sendero Camino del
Oleoducto (Pipeline Road).

Lugares para el aviturismo

En la ciudad de Panamá las opciones son: el Parque Nacional


Chagres, Parque Nacional Soberanía, Isla de Barro Colorado, Parque
Nacional Camino de Cruces, Parque Nacional y Reserva Biológica
Altos de Campana, el Natural Metropolitano y el área costera del
Canal de Panamá.

En Bocas del Toro pueden visitar la vertiente del Caribe, en Swan Cay
o isla Pájaro, el Parque Nacional Marino. En el Caribe panameño,
también se encuentra la provincia de Colón, donde se han registrado
más de 350 especies. Punta Galera y el sector de Achiote que es
parte de los límites del Parque San Lorenzo.
También está: RVS Playa La Barqueta y Boca Vieja, Parque Nacional
Volcán Barú, en Chiriquí; en Darién, Parque Nacional Darién (Reserva
de la biófera por la UNESCO); en Herrera, la Ciénaga de Las Macanas
y El Cenegón del Mangle, entre otros.

Ley N°41 o Ley general del ambiente

la Ley No. 41 de 1 de julio de 1998, General de Ambiente de la


República de Panamá, crea la Autoridad Nacional del Ambiente
(ANAM) como la entidad autónoma rectora del Estado en materia de
recursos naturales y del ambiente, para asegurar el cumplimiento y
aplicación de las leyes, los reglamentos y la política nacional del
ambiente.

La ley establece los principios y normas básicas para la protección,


(conservación y recuperación del ambiente, promoviendo el uso
sostenible de los recursos naturales. Además, ordena la gestión
ambiental y la integra a los objetivos sociales y económicos, a electo
de lograr el desarrollo humano sostenible en el país. Asimismo,
establece un marco general sobre información y participación en
asuntos ambientales, y la responsabilidad por daño ambiental.

Ley N°1 o Ley forestal


Esta ley establece la Legislación Forestal de la República de Panamá
teniendo entre sus objetivos la protección, conservación,
mejoramiento, acrecentamiento, educación, investigación, manejo y
aprovechamiento racional de los recursos forestales de la República.

Queda prohibido el aprovechamiento forestal; el dañar o destruir


árboles o arbustos en las zonas circundantes al nacimiento de
cualquier cauce natural de agua, así como en las áreas adyacentes a
lagos, lagunas, ríos y quebradas.

Ley N°24 o Ley de la vida silvestre

La presente Ley establece que la vida silvestre es parte del patrimonio


natural de Panamá y declara de dominio público su protección,
conservación, restauración, investigación, manejo y desarrollo de los
recursos genéticos así como especies, raras y variedades de la vida
silvestre, para beneficio y salvaguarda de los ecosistemas naturales,
incluyendo aquellas especies y variedades introducidas en el país y
que, en su proceso de adaptación, hayan sufrido cambios genéticos
en los diferentes ecosistemas.

Ley 44 o Ley de las cuencas hidrográficas

La presente Ley tiene como objetivo principal establecer en el país un


régimen administrativo especial para el manejo, la protección y
conservación de las cuencas hidrográficas, que permita el desarrollo
sostenible en los aspectos sociales, culturales y económicos,
manteniendo la base de los recursos naturales para las futuras
generaciones, con fundamento en el Plan de Ordenamiento Ambiental
Territorial de la Cuenca Hidrográfica.

Leyes que protegen al medio ambiente en


Panamá - MIAMBIENTE

Ley N°41

Ley General del Ambiente (Ley No. 41). (s/f). Cepal.org. Recuperado
el 30 de octubre de 2021, de
https://observatoriop10.cepal.org/es/instrumentos/ley-general-
ambiente-ley-no-41

a Ley No. 41 de 1 de julio de 1998, General de Ambiente de la


República de Panamá, crea la Autoridad Nacional del Ambiente
(ANAM) como la entidad autónoma rectora del Estado en materia de
recursos naturales y del ambiente, para asegurar el cumplimiento y
aplicación de las leyes, los reglamentos y la política nacional del
ambiente.

La ley establece los principios y normas básicas para la protección,


(conservación y recuperación del ambiente, promoviendo el uso
sostenible de los recursos naturales. Además, ordena la gestión
ambiental y la integra a los objetivos sociales y económicos, a electo
de lograr el desarrollo humano sostenible en el país. Asimismo,
establece un marco general sobre información y participación en
asuntos ambientales, y la responsabilidad por daño ambiental.
Ley N°1

Ley 1 de 3 de Febrero de 1994. (s/f). Fao.org. Recuperado el 30 de


octubre de 2021, de
http://extwprlegs1.fao.org/docs/html/pan26788.htm

Esta ley establece la Legislación Forestal de la República de Panamá


teniendo entre sus objetivos la protección, conservación,
mejoramiento, acrecentamiento, educación, investigación, manejo y
aprovechamiento racional de los recursos forestales de la República.

Queda prohibido el aprovechamiento forestal; el dañar o destruir


árboles o arbustos en las zonas circundantes al nacimiento de
cualquier cauce natural de agua, así como en las áreas adyacentes a
lagos, lagunas, ríos y quebradas.

Ley N°24

(S/f). Vertic.org. Recuperado el 30 de octubre de 2021, de


http://www.vertic.org/media/National%20Legislation/Panama/PA_Ley_
24_Vida_Silvestre_1995.pdf

La presente Ley establece que la vida silvestre es parte del patrimonio


natural de Panamá y declara de dominio público su protección,
conservación, restauración, investigación, manejo y desarrollo de los
recursos genéticos así como especies, raras y variedades de la vida
silvestre, para beneficio y salvaguarda de los ecosistemas naturales,
incluyendo aquellas especies y variedades introducidas en el país y
que, en su proceso de adaptación, hayan sufrido cambios genéticos
en los diferentes ecosistemas.
Ley N°44

Ejecutivo, D. (s/f). Ley 44 de 5 de agosto de 2002. Gob.pa.


Recuperado el 30 de octubre de 2021, de
https://cuencas.miambiente.gob.pa/wp-content/uploads/2020/08/Ley-
44-MiAMBIENTE.pdf

La presente Ley tiene como objetivo principal establecer en el país un


régimen administrativo especial para el manejo, la protección y
conservación de las cuencas hidrográficas, que permita el desarrollo
sostenible en los aspectos sociales, culturales y económicos,
manteniendo la base de los recursos naturales para las futuras
generaciones, con fundamento en el Plan de Ordenamiento Ambiental
Territorial de la Cuenca Hidrográfica.

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