Está en la página 1de 9

FORNERÓN & HIJA VS ARGENTINA.

Desarrollo de los fallos.


El litigio sobre la hija de Fornerón, busca que el estado le otorgue el reconocimiento de la guarda y
potestad de su hija, la cual a consecuencia de su ex pareja sentimental que nunca manifestó que
estaba en estado de gestación o que la hija le pertenecía como padre biológico, restringiéndole el
registro, se añadía que la menor se había entregado por parte de la madre a una familia B-Z, en una
localidad a más de 100 Km de su lugar de residencia habitual.

En el presente caso, fueron aplicados a grandes rasgos, la convención americana y la convención


sobre los derechos de los niños. Disposiciones de derecho internacional, que en su rigor hace amplia
disposición sobre la aplicación. Situación que se demuestra cuando el juez, antes de fallar la
paternidad del señor Forneron por su prueba positiva de ADN, decidió sobreponer los derechos y la
integridad de la menor, sobre los del padre biológico y someter a M a una consultoría de naturaliza
psicológica, que le permitiera trascender más allá de las condiciones físicas que saltan a la vista. En
este fallo de primera instancia el Juez, adopto cinco ítems de relevancia:

1. la inexistencia de un “noviazgo formal de más de 12 meses” entre el señor Fornerón y la señora


Enríquez, el hecho de que la niña “no fue resultado del amor” ni “del deseo de formar una
familia”, y la existencia de una fuerte oposición de la madre biológica a la posible entrega de la
niña a su padre, son circunstancias que “acredita[ban] un real conflicto” entre los progenitores de
la niña y “la ausencia de una familia biológica”.

2. El señor Fornerón no había demostrado ningún tipo de interés ni colaboración con la madre antes
del nacimiento de la niña, ni realizó ninguna presentación judicial para resguardar el vínculo con
la niña.

3. Resulta excesivo el plazo contado desde el nacimiento de la niña o del reconocimiento de la misma
hasta la fecha de presentación en autos para reclamar la entrega de M.D

4. De entregarse la niña al padre biológico, no contaría con una familia biológica, faltándole la
presencia maternal.

5. Sin dejar de evaluar los derechos del padre, prima el interés superior de la niña, quien, a criterio
de la perita, sufriría un daño irreparable si fuese entregada al señor Fornerón. Concluyó que “de
así acceder en un futuro el padre biológico […], se podría instrumentar un régimen de visitas para
mantener un contacto con la niña”

La decisión judicial fue objeto de recurso por parte del progenitor de M, debido a que el
comportamiento arrogante e impregnado de malicia de su expareja, no le permitió conocer ninguna
de las etapas de su gestación y que de la niña solo conoció el nacimiento, momento en el cual,
empezó a proyectar las primeras acciones administrativas y legales. En esos términos, el recurrente
consideró desaforada la decisión del juez.

En ese recurso, propone seis ítems importantes para revisión, en el que hace fuerte insistencia de su
posición como progenitor y de su deseo de conservar a su cuidado su hija. Y marcaría el primer
momento en el que se hace expreso el reconocimiento por parte del mismo, que, de conformidad a
la norma argentina, es suficiente para la asignación de su potestad, excepto en los casos en los que
se demuestra disposiciones contrarias, mediante una impugnación de la paternidad, bajo método
científico. Es de anotar, que el dictamen científico aplicado por parte del juez no presento ningún
tipo de indagación a M, Forneron o la familia B-Z. Lo que solo propone una identidad teórica, que
priva de forma indiscriminada el derecho a la unificación familiar y el derecho a que esa menor, con
tan solo un año, se sienta identificada con su entorno y adquiera el debido acceso al registro por el
reconocimiento de su padre y el cuidado del mismo. Suposiciones y doctrinas permeadas de vicios,
fueron las que ofertaron la opción mas relevante para esta decisión:

El juez supone que será más beneficioso para M crecer con el matrimonio que con la presencia del
padre, de manera que se prejuzga y se menosprecia la situación del señor Fornerón, quien soltero,
pero con todo el apoyo familiar, reclama para sí a su hija.

PRIMERA SALA – SEGUNDA INSTANCIA.

En conocimiento de la autoridad judicial de segunda instancia fueron adoptadas las consideraciones


de la apelación en la que se propone un inadecuado manejo del proceso de entrega a guarda y
adopción de la familia B-Z y que las consideraciones del juez de primera instancia, no toma las
medidas exepcionales ajustadas al caso, al proponer una sentencia que basa su decisión en un
estudio psicológico de carácter teórico y poco práctico. (Tres jueces – Dos a favor- Uno en contra)¸
Con esas consideraciones que saltaban a la luz, más las pesquisas de un expediente sesgado por
malas aplicaciones de la ley, la sala adopta consideraciones mas ajustadas a derecho que benefician
a M y su padre bilógico en el proceso de cuidado y reconocimiento de la menor en el registro,
adicionalmente, se hacen las anotaciones de que si hay un proceso penal pendiente por el
comportamiento poco ortodoxo de la progenitora de M, en síntesis sus decisiones se centran en lo
siguiente:

a) La presencia del Defensoría de Menores al momento de entrega de la niña no cumplía


estrictamente con los requisitos establecidos por ley, puesto que “solo es admisible la
[guarda] otorgada judicialmente”

b) El Juez de Primera Instancia debió advertir la existencia de un proceso penal sobre los hechos,
circunstancia que requería “prolijidad” en las actuaciones procesales del juez civil;

c) El informe psicológico considerado por el Juez de Primera Instancia no realizó un examen de los
vínculos de la niña con el matrimonio B-Z, no consta que hubiera entrevistado al padre biológico
ni al referido matrimonio, y no tuvo en cuenta el derecho a la identidad de la niña, como tampoco lo
hizo el Juez de Primera Instancia;

d) No se puede atribuir desidia al señor Fornerón en su actuación y, además, el reconocimiento de


la niña en el registro civil “jurídica y legalmente, y mientras no fuera impugnada su
paternidad, le otorgaba el carácter invocado [,] con todos los derechos y deberes que ello
conllevaba”.

e) En la causa no existió el consentimiento que necesariamente debía dar el señor Fornerón como
padre para la guarda en adopción.

APELACION ANTE EL TRUBUNAL DE JUSTICIA.

Decisión que fue tomada como polémica por parte de los padres B-Z, que conservaban la guarda de
M, quienes adoptaron un recurso de Inaplicabilidad de la norma, ante el Superior Tribunal de
justicia. Acción judicial, que obtuvo sus efectos de reversar la decisión de la sala primera y
confirma le decisión del juez en su primer conocimiento.

Los datos de ley configuran el siguiente andamiaje de ley que motivó el fallo:
De conformidad a lo propuesto por el noveno artículo de la convención sobre los derechos del niño
“Obliga al estado no separa a los niños de sus padres”, el análisis del mismo permite concluir que
los vínculos biológicos no significativos cuando se hace la aplicación sobre el interés superior M.
En ese orden de ideas, se fija un verdadero litigio entre el interés subjetivo del padre biológico y el
interés superior de la niña.

El tribunal manifiesta, que sería contraproducente para M retirar a la menor del abrigo de B-Z
después de 3 años de convivencia y los efectos que causaría la decisión ocasionaría daños
irreversibles sobre la salud e integridad de M, debido a que se afectaría bruscamente la psiquis y la
conformación de la personalidad.

CONSIDERACIONES DE LA CORTE –

La consideración prioritaria de la corte, se basa en los fundamentos propios de la convención para la


niñez y la convención interamericana, en el que se establece el cuidado y la adopción de medidas
que protejan al niño de parte del estado, los progenitores, la comunidad y la sociedad a la que el
pertenece.

En ese orden de ideas el niño debe permanecer en su núcleo familiar (No refiere que los padres sean
los biológicos), salvo cuando por razones excepcionales y en función del interés superior del niño,
este deba ser separado.

En entonces como esta corporación se sujeta al principio regulador del interés superior y obliga a
que la normativa se aplique cono base a la dignidad humana, sujeto a las características propias de
los niños. Los cuales se enmarca en la respectiva convención sobre los derechos de los niños y la
convención americana.

En prospectiva una de las consideraciones adoptadas por la corte, corresponde a la definida por la
sala primera de segunda instancia en la que no se admitían estereotipos, pero se aferraba al manto
de que los padres biológicos debían conservar la patria potestad del niño “Tradicionalista”

Lla Corte ha señalado que la determinación del interés superior del niño, en casos de cuidado y
custodia de menores de edad se debe hacer a partir de la evaluación de los comportamientos
parentales específicos y su impacto negativo en el bienestar y desarrollo del niño según el caso, los
daños o riesgos reales, probados y no especulativos o imaginarios, en el bienestar del niño. Por
tanto, no pueden ser admisibles las especulaciones, presunciones, estereotipos o consideraciones
generalizadas sobre características personales de los padres o preferencias culturales respecto a
ciertos conceptos tradicionales de la familia.

COMISIÓN INTERAMERICANA.

Al conocer del caso, la comisión resalto algunas vicisitudes que se vivieron den el proceso de
primera instancia, en la cual desconocen el legítimo derecho que tienen los niños a estar con sus
padres biológicos, o el de contar con un padre y una madre. Que si bien es cierto que el estado de
argentina tiene alguna normatividad interna al que se esta aferrando para la entrega de la patria
potestad, con ocasión al cuidado de la convención, la norma se constituye como temeraria e
injerente sobre los derechos protegidos contemplados por la convención.

La comisión ratificó en primer conocimiento, el desaforado fallo de primera instancia, al basar su


decisión en un informe pericial incompleto y pasar por alto que un padre (Científicamente probado
por ADN), se opuso a la entrega y guarda por adopción de M a la familia B-Z. Esta decisión se
constituyó como una limitación ilegitima del derecho a la familia por parte del estado de argentina,
por lo que M y el señor Foneron, son clasificados como los victimas dentro de un proceso que se ha
inmerso en doctrinas propias de los jueces dentro del orden interno de argentina.

Este tipo de actuaciones por parte de las cortes en Argentina, comprometieron seriamente la
responsabilidad internacional del estado, debido a que no solo existe una limitación sobre la familia,
sino que también se constituye como una limitación al desarrollo de la identidad de la menor M, la
cual se vio seriamente afectada por el proceso de carácter interno. Lo gravoso del caso, se reafirma
sobre el régimen de convivencia de la familia, la cual solo se dio por primera y única vez, después
de la asignación de la guarda y a la familia B-z. Lo que desnaturalizaría la figura de una familia
genuina, en el entendido que se llevaba un proceso judicial que discutía el elemento de la guarda.

La discusión obtuvo sus primeros avances en la siguiente expresión:

“La ley argentina no exige otro requisito para confirmar la paternidad y la titularidad de los
derechos y obligaciones de la patria potestad [que] el reconocimiento”
Ese mero acto de reconocer a la menor antes de practicarse la prueba de ADN, era suficiente para el
padre pudiera interrumpir la entrega a la guarda de M, estado legal, que fue negado por las cortes y
que incurrieron en un devastador proceso por mas de 10 años, sin la concesión de ningún tipo de
régimen de convivencia entre M y el señor Forneron.

En el presente caso no se cumplió con el requisito de excepcionalidad de la separación. El


juez que otorgó la guarda judicial y posterior adopción no tuvo en cuenta la voluntad del
señor Fornerón de cuidar y de no continuar separado de su hija. Ello a pesar de que el
padre biológico manifestó dicha voluntad de manera expresa y reiterada ante diversas
autoridades y particularmente ante dicho funcionario en los procesos de guarda y de
adopción. Por otra parte, el referido juez tampoco determinó, a criterio de esta Corte, la
existencia de alguna de las circunstancias excepcionales establecidas por la Convención
sobre los Derechos del Niño, tales como “casos en los que el niño sea objeto de maltrato o
descuido por parte de sus padres”, que hubieran permitido, excepcionalmente, la separación
del padre de su hija.

SINTESIS DE LA INTERVENCION DEL ESTADO ARGENTINO.

El estado argentino, en actuación mediante sus delegados, manifestó que no existía un fundamento
legal para la venta de niños y niñas dentro de la circunscripción nacional, al que principalmente se
vio inmerso M y su padre. Debido a que en el estado estaban dadas todas las condiciones para esas
practicas incluso antes del nacimiento de M, por lo que reiteraron “El estado tenía y tiene la
responsabilidad de proteger a los niños y niñas de su territorio, de prevenir, investigar y sancionar el
tráfico de niños y niñas” y que no haberlo hecho “continúa generando la creación de un riesgo,
promoviendo la impunidad y agravando su responsabilidad”.

DECISIÓN.

En ese sentido La corte afirmo que el estado de argentina Violo flagrantemente el derecho a la
unificación familiar entre el padre Biológico Forneron y su hija M, derechos que se reconocen en el
artículo 17.1 de la Convención Americana, en relación con los artículos 1.1, 8.1 y 25.1 del mismo
instrumento en perjuicio del señor Fornerón y de su hija M, así como en relación con el artículo 19
de dicho tratado respecto de esta última.
Por lo que el estado declara que:

DECLARACIÓN:

El Estado es responsable por la violación de los derechos a las garantías judiciales y a la


protección judicial consagrados en los artículos 8.1 y 25.1 de la Convención Americana, en
relación con los artículos 1.1 y 17.1 de la misma, en perjuicio del señor Fornerón y de su
hija M, así como en relación con el artículo 19 del mismo instrumento en perjuicio de esta
última, de conformidad con lo establecido en los párrafos 44 a 57 y 65 a 111 de esta
Sentencia.

2. El Estado es responsable por la violación del derecho a la protección a la familia


reconocido en el artículo 17.1 de la Convención Americana, en relación con los artículos
1.1, 8.1 y 25.1 de la misma, en perjuicio del señor Fornerón y de su hija M, así como en
relación con el artículo 19 del mismo instrumento en perjuicio de esta última, de
conformidad con lo establecido en los párrafos 44 a 57 y 116 a 124 de esta Sentencia.

3. El Estado incumplió su obligación de adoptar las disposiciones de derecho interno,


establecida en el artículo 2 de la Convención Americana, en relación con los artículos 19,
8.1, 25.1 y 1.1 de la misma, en perjuicio de la niña M y del señor Fornerón, de conformidad
con lo establecido en los párrafos 129 a 144 de esta Sentencia.

Y DISPONE:

1. Esta Sentencia constituye per se una forma de reparación.

2. El Estado debe establecer de manera inmediata un procedimiento orientado a la efectiva


vinculación entre el señor Fornerón y su hija M, de conformidad con lo establecido en los
párrafos 156 a 166 de la presente Sentencia. Asimismo, Argentina deberá presentar un
informe dentro de los tres meses siguientes a la notificación de la presente Sentencia sobre
las características, el desarrollo y los avances del proceso de vinculación. Posteriormente,
Argentina deberá remitir un informe actualizado sobre dichos aspectos cada cuatro meses
durante los dos siguientes años, de conformidad con el párrafo 167 de la presente Sentencia.
3. El Estado debe verificar, de acuerdo con la normativa disciplinaria pertinente, a partir de
la notificación de la presente Sentencia y en un plazo razonable, la conformidad a derecho
de la conducta de los funcionarios que intervinieron en los distintos procesos internos
relacionados con el presente caso y, en su caso, establecerlas responsabilidades que
correspondan, de conformidad con lo establecido en el párrafo 172 de la presente Sentencia.

4. El Estado debe adoptar las medidas que sean necesarias para tipificar la venta de niños y
niñas, de manera que el acto de entregar un niño o niña a cambio de una retribución o
cualquier otra compensación, cualquiera que sea su forma o fin, constituya una infracción
penal, de conformidad con los estándares internacionales y lo establecido en los párrafos
176 y 177 de la presente Sentencia.

5. El Estado debe implementar, en el plazo de un año y con la respectiva disposición


presupuestaria, un programa o curso obligatorio dirigido a operadores judiciales, incluyendo
jueces, defensores, fiscales, asesores y demás funcionarios de la Provincia de Entre Ríos
vinculados a la administración de justicia respecto de niños y niñas que contemple, entre
otros, los estándares internacionales en derechos humanos, particularmente, en materia de
los derechos de los niños y niñas y su interés superior y el principio de no discriminación,
de conformidad con lo establecido en el párrafo 182 de la presente Sentencia.

6. El Estado debe publicar, en el plazo de seis meses, contado a partir de la notificación de


este Fallo, el resumen oficial de la presente Sentencia elaborado por la Corte, por una sola
vez, tanto en el Boletín Oficial del Estado como en el Boletín Oficial de la Provincia de
Entre Ríos, de conformidad con lo establecido en el párrafo 183 de la presente Sentencia.

7. El Estado debe pagar las cantidades fijadas en los párrafos 191, 192, 197 y 204 a 206 de
la presente Sentencia, por concepto de indemnización por daño material e inmaterial y por
el reintegro de costas y gastos, según corresponda, en los términos de los párrafos 207 y 211
a 217 de la misma, así como reintegrar al Fondo de Asistencia Legal de Víctimas la
cantidad establecida en el párrafo 210 de la presente Sentencia.
8. El Estado debe, sin perjuicio de lo indicado en el punto resolutivo segundo, dentro del
plazo de un año contado a partir de la notificación de esta Sentencia, rendir al Tribunal un
informe sobre las medidas adoptadas para cumplir con la misma.

9. La Corte supervisará el cumplimiento íntegro de esta Sentencia, en ejercicio de sus


atribuciones y en cumplimiento de sus deberes conforme a la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, y dará por concluido el presente caso una vez que el Estado haya dado
cabal cumplimiento a lo dispuesto en la misma. Redactada en español e inglés, haciendo fe
el texto en español, en Guayaquil, Ecuador, el 27 de abril de 2012

También podría gustarte