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RODRIGUEZ DE MENDOZA
CURSO:
TEMA:
HABEAS CORPUS
DOCENTE:
CICLO:
ESTUDIANTES:
CHACHAPOYAS, 2023
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
EXP.N°.00869-2015-PHC/TC SANTA
Que el recurrente Luis Amílcar Palomino Morales fundamenta su demanda con los
siguientes hechos a) Que se encuentra amenazado de su libertad, por una orden de
captura, emanada del proceso penal especial EXP N° 03-2015 por los presuntos delitos
de: 1) Asociación ilícita para delinquir 2) Cohecho pasivo especifico y 3)
Encubrimiento personal en agravio del estado b) Que con fecha 8 de enero del 2014
durante su ejercicio como juez de investigación preparatoria, dicto sentencia sobre un
habeas corpus, anulando el auto de apertura de instrucción y el proceso penal, contra
Guillermo Isaac Alarcón Meléndez, anuló dicho perjuicio jurisdiccional sin generar
consecuencias jurídicas, dado que siguió vigente la orden de captura de Guillermo Isaac
Alarcón Meléndez quien finalmente fue condenado , C) Que por estos hechos, se le
apertura una investigación preparatoria en un proceso especial, por lo delitos antes
señalados. El 20 de mayo del 2015 se dictó mandato de prisión preventiva por 18 meses
la cual se encuentra vigente d) Que tiene 65 años de edad y se encuentra e reposos
absoluto e inmovilizado por causa de la enfermedad que padece (hernia inguinal
avanzada) en estado de operación, por lo que solicita que se le cambie la detención
carcelaria por una de arresto domiciliario, conforme al art 290 de c.p.p
Igualmente refiere el recurrente que, es irracional dicha pretensión señalan que la edad
de 65 años, debe calcularse al momento en el que se dicta la prisión preventiva, y no
cuando se solicite el cese de la misma, por el de detención domiciliaria.
PRIMERA INSTANCIA
El pronunciamiento del juez es que declara infundada la solicitud de cesación de prisión
preventiva del recurrente Palomino Morales por ende tácitamente también, la detención
domiciliaria del mismo, siendo los argumentos de la mencionada lo siguientes a)Que la
verificación de los supuestos objetivos que establece el art 290 ya acotado para la
procedencia de la detención domiciliaria no determina automáticamente la detención
domiciliaria, si no también debe verificar el peligro procesal b) Que en este sentido, al
tener el mismo la condición jurídica de no habido, está vigente el peligro procesal c)
Que además no tiene arraigo domiciliario d) Que no está acreditada instrumentalmente
la incapacidad física o grave enfermedad del imputado Palomino Morales .
Que, se desarrolle los temas referidos a las diligencias relacionadas con Palomino
Morales, se han llevado a cabo en el proceso penal, en el sentido que si las mismas han
perjudicado más o han favorecido la situación del mismo. Que también se desarrolle el
tema relacionado a las fuentes de pruebas ya sean de cargo o de descargo.
Que finalmente el juez emita una nueva resolución, y que tenga en cuenta especialmente
los fundamentos referidos a la motivación de las detenciones previstas y el peligro
procesal, razones por las cuales la resolución examinada debe ser declarada nula.
SEGUNDA INSTANCIA
a) Que, en primer lugar, esta Judicatura celebra y hace suyos los fundamentos que
esgrime el Colegiado, principalmente en los numerales cuatro y quinto de la resolución
analizada; y también comparte el criterio en el sentido que la libertad individual, puede
ser restringida de acuerdo a ley, pero en casos de extrema necesidad, no por algo se
sostiene que, esta debe ser excepción y no la regla;
b) Que, por otro lado, la exigencia de la materia de 65 años, como requisito para aspirar
a una detención domiciliaria, según el art. 290 del C.P.P., en concordancia con el Art
VII del T.P, del mismo Código. Es la edad con que se cuenta al momento de aspirar a
acogerse a esta derecho, por lo tanto, al solicitarlo el mismo; en tal sentido, no se debe
confundir lo que exige la ley sustantiva, el que por una lado, hace alusión a la vigencia
de la ley al momento de la actuación procesal (en este caso al momento de la solicitud
del cese de la prisión preventiva, por el cambio de una Detención Domiciliaria);
también a que, tratándose de derechos individuales, se debe aplicar la ley procesal más
favorable; y finalmente a la interpretación restrictiva aplicar la ley procesal más
favorable
c) Que, al haberse señalado en el apartado VI. 4., que los requisitos exigidos por el art.
290, para que proceda la detención domiciliaria son excluyentes, el uno del otro, carece
de objeto hacer análisis alguno, relacionado con el tema, de la real o aparente
enfermedad del recurrente; d) que , en torno a la condición jurídica de “no habido” del
hoy accionante, esta judicatura también ya ha fijado su posición, al analizar la
resolución de la primera instancia, debiendo solo acotar que, más allá de colaborar con
la administración de justicia, la presencia física del imputado no es imprescindible, y
menos obligatoria; pue la carga de la prueba corresponde al Ministerio Público, y el no
asistir o no presentarse a los requerimientos judiciales, simplemente se debe de tener en
cuenta que, el requerido no quiere colaborar con la justicia, circunstancia que el
Juzgador tendrá en cuenta que, el requerido no quiere colaborar con la Justicia;
circunstancia que el Juzgador tendrá en cuenta, al momento de imponerle la condena, si
fuera el caso; y así como no se requiere estar privado de su libertad físicamente, como
para impugnar una decisión jurisdiccional, que la viole o amenace, de igual modo, se
puede solicitar un arresto domiciliario o simplemente una comparecencia; en
conclusión, para determinar si la orden de prisión preventiva, que pesa sobre el
recurrente Palomino Morales, es idónea, necesaria y proporcional, para esta Judicatura
Constitucional es, indispensable que en sede penal, el juez emita una nueva resolución,
teniendo en cuenta los lineamientos generales de esta decisión, expuestos en las partes
pertinentes de la misma, por tal razón, esta demanda debe ser también estimatoria en
este extremo; por ende, debe ser declarada nula, para los efectos que el Juez expida un
nuevo pronunciamiento.
ANALISIS DE LA SENTENCIA
EXP.N°.02054-2017-PHC/TC ICA
Que el recurrente alegó que la resolución habría sido expedida tomando como base la
incautación del material ilícito, que habría sido obtenido en violación de su derecho a la
privacidad, por lo que se trata de un supuesto de prueba ilícita. Asimismo, invocó la
presunta vulneración del derecho a la debida motivación y del artículo 2.10 de la
Constitución.
Así mismo agrega que se le ha privado de su libertad, por una resolución cuya prueba
constituye en prueba prohibida, emanada la afectación del derecho fundamental a la
vida privada.
El tribunal hace una distinción entre prueba ilícita y prueba ilegal, agregando que la
prueba ilícita es aquella que se obtiene afectando derechos constitucionales y que la
prueba irregular es aquella que en su obtención transgrede normas legales tal como lo
establece el código procesal penal; la prueba ilícita constituye en una prueba prohibida.
Acto seguido hace una diferencia entre justica ordinara y justicia constitucional respecto
a la prueba ilegal, agregado que la justicia ordinaria se encarga de ver su admisibilidad o
inadmisibilidad al proceso (se dirige directamente contra el medio de prueba), la justicia
constitucional por su parte se dirige directamente contra a resolución que dicta una
prisión basándose en pruebas ilícitas o transgresoras de derechos fundamentales.
El recurrente agrega que su registro personal es irregular e ilegal pues tal y como
obraría en el acta de intervención, nunca se le pidió su identificación, ni se le comunico
el motivo de su intervención, así mismo en los actuados no obra ningún documento que
motive la intervención como la persecución de algún ilícito penal. Hecho que para este
Tribunal llama la atención que el juez penal haya admitido como elemento de
convicción un documento sin contrastar lo que en ella se menciona.
Sobre la intervención policial al vehículo el articulo 206 C.P.P. señala que existen
restricciones sobre esta medida, y que los agentes policiales solo estarán facultados para
intervenir vehículos en la medida que estas estén orientadas a la incautación de
instrumentos, efectos o pruebas de un delito concreto, no procede una intervención
vehicular inopinada y sin justificación alguna, esto constituiría un acto arbitrario y
violatorio de derechos fundamentales, como se alega en el presente caso, así lo regula el
Decreto Legislativo 1216, indicando que la Policía Nacional solo puede intervenir en
materia de transporte en dos supuestos:
FUNDAMENTOS DESTACADOS
1. El registro de personas puede llevarse a cabo por la Policía Nacional sin la orden
del juez, siempre que se cumpla con lo previsto en el artículo 210 del Código
Procesal Penal.
2. Dicho artículo autoriza el registro cuando existan fundadas razones para
considerar que una persona oculta en su cuerpo o ámbito personal bienes
relacionados con el delito.
3. El hecho de que se hayan encontrado objetos que podrían configurar la comisión
de un delito (tenencia ilegal de armas) no convierte una actuación ilegal en legal.
La actuación de las fuerzas de seguridad se legitima por cuanto lleva a cabo su
tarea de conformidad con el ordenamiento jurídico en pleno respeto de la
legalidad y los derechos fundamentales.
4. De lo actuado no es posible determinar a este Tribunal si se cumplió o no con lo
previsto en el numeral 4 del artículo 210 del Código Procesal Penal que
establece que antes de iniciar el registro se expresará al intervenido las razones
de su ejecución y se le indicará el derecho de hacerse asistir en el acto por una
persona mayor de edad de su confianza. No obstante, de lo dicho hasta este
punto, queda claro que se dictó la resolución judicial que dispone la prisión
preventiva tomando como base el acta de intervención en el que se da cuenta del
registro del imputado sin que el órgano jurisdiccional haya hecho un control de
la legalidad de dicha intervención, lo que determina que la demanda sea fundada
en este extremo también.
FALLO DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Esta este tipo de sentencias debe servir de doctrina en las escuelas de formación
policial. inclusive para oficiales que desconocen e interpretan equívocamente el código
procesal penal. por ejemplo el numeral 42 y 43 de la sentencias del TC señalan:
En este sentido, conforme a lo previsto en el artículo 205 del Código Procesal Penal de
2004, está habilitado el control de identidad policial cuando considere que resulta
necesario para prevenir un delito o para obtener información útil para la averiguación
de un hecho punible.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
https://static.legis.pe/wp-content/uploads/2019/04/Exp-00869-2015-HC-
Legis.pe_.pdf
https://img.lpderecho.pe/wp-content/uploads/2016/11/Exp.-N%C2%B0-
1622-2016-HCPJ-Condici%C3%B3n-de-%C2%ABno-habido%C2%BB-
no-habilita-una-calificaci%C3%B3n-de-peligro-procesal-para-as
%C3%AD-imponer-prisi%C3%B3n-preventiva-ilovepdf-compressed.pdf
https://lpderecho.pe/tc-prision-preventiva-valorar-objetos-ilegal-registro-
prueba-prohibida-expediente-02054-2017-phc-tc/