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Ps Alex Donnelly
Introducción
Al dar la Gran Comisión, Cristo enfatizó la importancia del poder del Espíritu Santo para
efectuar la obra (Lucas 24:49; Hch 1:8).
Hoy se habla mucho de ‘poder espiritual’. Vemos supuestos ejemplos de ellos en programas
cristianos, eventos en la ciudad, libros (“Buenos Días Espíritu Santo”), etc.
Cristo advirtió de falsos profetas, que tendían poder para hacer cosas dramáticas (Mat 7:15-16,
21-23). Pero también ejemplificó la realidad de un ministerio efectuado en el poder del
Espíritu Santo (Lucas 4:14-15).
Los cuatro evangelios hablan del bautismo de Cristo en agua., y mencionan la manifestación del
Espíritu Santo como paloma (Mateo 3:16-17; Marcos 1:9-11; Lucas 3:21-22; Juan 1:32-33).
Por estar en los cuatro evangelios, debe ser de gran importancia. Es el modelo para el
ministerio cristiano (Juan 20:21-22).
Esto fue profetizado en el Antiguo Testamento, en la figura que tenemos del ‘Siervo de Jehová’
(Is 42:1; Mateo 12:18; Is 61:1; Lucas 4:16-19).
Pedro prometió el don del Espíritu Santo a toda persona que se arrepintiera y creyera en
Cristo (Hch 2:38). Pablo afirma que todo creyente tiene el Espíritu Santo (Rom 8:9);
Juan lo confirma (1 Juan 2:20, 27). Pablo describe este momento en 1 Cor 12:13.
Todo creyente debe tener ciertas evidencias de la presencia del Espíritu Santo en su vida
(ver Hch 19:1-2).
Los apóstoles recibieron la unción en Hch 2. Sin embargo, en días posteriores, Dios les
concedió nuevas llenuras del Espíritu Santo (ver Hch 3:3-4, 12; 4:31; 5:3; etc). Lo
mismo pasó con Pablo (ver Hch 9:17; 13:9). Por ende, no se debe depender únicamente
de la experiencia del nuevo nacimiento.
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c. Posteriormente, Como Resultado de una Búsqueda
¿Cómo se manifestó el poder del Espíritu Santo en la vida de Cristo? En dos maneras
principales:
Lucas afirma, que no solo los apóstoles, sino otros líderes cristianos de la Iglesia primitiva, eran
hombres marcados por la presencia del Espíritu Santo. Su vida lo testimoniaba. Por ejemplo:
Esteban (Hch 6:3, 8, 10, 55), y Bernabé (Hch 11:24).
El liderazgo requiere mucho de la vida; nos expone a muchos riesgos, dificultades, tentaciones,
etc. Por eso, es necesario contar con la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas.
Es interesante notar que cuando Cristo fue lleno del Espíritu Santo, este le guió al desierto, para
ser tentado (Lucas 4:1-2). Durante toda Sui vida fue tentado (Heb 2:18; 4:15); resistió por el
poder del Espíritu. No solo eso, sino que el Espíritu Santo produjo en Él, todos los frutos de Su
presencia (Gal 5:22-23). Isaías describe esto (proféticamente), en Is 11:2. Cristo tuvo una
calidad de vida, que ganó el respeto de muchos, e hizo que la gente se acercara a Él.
Al fin, aun entregó Su vida por el poder del Espíritu Santo (Heb 9:14).
Uno de los problemas en la iglesia contemporánea es que, aunque hay un tremendo énfasis
sobre el poder del Espíritu Santo para efectuar milagros, en demasiados casos, las personas
que manifiestan este poder, no manifiestan los frutos del Espíritu Santo. Avaricia, orgullo, y
otras evidencias de carnalidad marcan la vida de estos grandes líderes espirituales; no
sencillez, humildad, y quebrantamiento de espíritu.
DESAFIO: Como líderes, tenemos que aprender a ‘adornar’ la doctrina de Dios (Tito 2:10).
Para ello, es necesario recibir la llenura del Espíritu (Juan 7:37-39).
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3. La Unción del Espíritu en el Ministerio
Cristo, lleno del Espíritu Santo, volvió del desierto, y comenzó a desarrollar un ministerio en el
poder del Espíritu (Lucas 4:14-15, 32, 35-36, 38-39, 40-41; 5:17). ¡Esta fue la marca
característica del ministerio de Cristo – poder! ¿La clave? La investidura y la manifestación
del Espíritu Santo en Su ministerio (Mat 12:28).
Encomendó el mismo ministerio a los apóstoles. Indicó que su ministerio sería aun mayor, por
la presencia del Espíritu Santo en sus vidas y ministerios (Juan 14:12; Marcos 16:17-18).
REFLEXIÓN
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“Liderazgo al Estilo de Jesús”
Ps Alex Donnelly
LIDERANDO EN EQUIPO
Introducción
Durante Sus años de ministerio, el Señor se mantuvo tremendamente ocupado. Con el poder del
Espíritu Santo, Su ministerio alcanzaba mucha gente. Sin embargo, el Señor llamó a un grupo
de seguidores, los formó como equipo ministerial, los entrenó, y luego los envió a trabajar,
como una extensión de Su ministerio (Mat 10:1-8). ¿Por qué lo hizo?
i. Como Dios encarnado, no podía estar en todo lugar; por ende, no se abastecía para
todo el trabajo (Mat 9:35-38).
ii. Para enseñar que el plan de Dios es usarnos para el cumplimiento de la Gran
Comisión, de anunciar el evangelio en todo el mundo.
1. Seleccionando
Desde los primeros días de Su ministerio, vemos al Señor seleccionando y llamando discípulos.
Lo hizo por etapas:
a. Primera Etapa – ver qué tenían en su corazón (Juan 1:35-51). Conversar, preguntar,
hacer cosas juntos, etc.
b. Segunda Etapa – llamando a un mayor compromiso, que implicaba dejar muchas cosas,
y buscar primero el reino de Dios (Mateo 4:18-22; 6:33).
i. Tomar contacto con personas; buscar personas que manifiestan mayor grado de
sensibilidad y aspiración espiritual (ver Juan 1:47-48).
iii. Desafiarles a un mayor compromiso, para ver su reacción (Mat 4:18-22; Marcos
2:14).
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APLICACIÓN:
2. Modelando
Al llamar este grupo de discípulos íntimos, ¿cuál era la meta de Cristo? NO era que hagan
cosas inmediatamente, sino que estuvieran con Él para aprender de Su modelo de ministerio
(Marcos 3:14). ¿Qué cosas aprendieron? Tantas cosas – solo podemos señalar algunas:
APLICACIÓN:
¿Permitimos que otras personas se acerquen a nuestras vidas, para que vean de cerca cómo
vivimos y ministramos?
3. Enseñando
Cristo no solo enseñó a este grupo por medio de Su vida diaria, sino que deliberadamente tomó
tiempo para enseñarles cosas verbalmente.
i. El mensaje del reino de Dios, que incluye los valores de este reino (Mat 5:1ss).
ii. El significado de Su vida, muerte y resurrección (Marcos 8:31; 9:31; 10:32-34, 45).
Otro momento de enseñanza, fueron los 40 días después de la resurrección (Hch 1:3).
APLICACIÓN:
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4. Delegando
Una vez que estaban preparados (en cierta medida), Cristo los envió a trabajar, delegando Su
ministerio (Marcos 6:7-13). Cumplieron la misma misión que Cristo (Mat 10:5-11; Lucas 9:6).
Los envió de dos en dos; no como ‘llaneros solitarios’, sino como pequeños equipos.
5. Resolviendo Problemas
Cuando uno involucra a otros en el ministerio, muy pronto aparecen problemas. Vemos esto en
relación con el ministerio de los Doce.
APLICACIÓN:
¿Cómo reaccionamos cuando surgen problemas en los que están bajo nuestra responsabilidad?
¿Ayudamos a los que colaboran con nosotros en la resolución de problemas?
Para el fin de Su vida, estos hombres llegaron a ser los amigos de Cristo (Juan 15:15);
hombres de Su confianza. Cuando fue al cielo, les encomendó la totalidad de Su misión
terrenal.
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“Liderazgo al Estilo de Jesús”
Ps Alex Donnelly
LIDERANDO EN ORACIÓN
Introducción
Una de las cosas más claras en el ministerio de Cristo, es la importancia que dio a la oración,
tanto en Su vida personal, como para desarrollar Su ministerio. Hoy en día, se escriben muchos
libros acerca de liderazgo espiritual, pero pocos enfocan sobre la importancia de la oración.
Lucas indica que la unción del Espíritu para el ministerio de Cristo vino en el contexto de la
oración (Lucas 3:21-22). Posteriormente, el Señor afirmó que el Espíritu Santo sería dado en
respuesta a la oración (Lucas 11:13).
Por ende, al fin de Su ministerio, el Señor indicó que los apóstoles debieran quedar en Jerusalén
hasta ser investidos de poder de lo alto. Se sobre entiende, que mientras esperaban, tenían que
estar orando – cosa que hicieron (Hch 1:12-14). Al fin, la unción para el ministerio
evangelístico vino cuando “estaban todos unánimes juntos” (Hch 2:1) – se supone, orando.
Luego leemos que los apóstoles oraron, y Dios les concedió una nueva unción (Hch 4:24, 29-
31).
REFLEXIÓN ¿Oramos para recibir esta unción de lo alto? ¿Nos interesa ello?
Oró también, buscando dirección en el nombramiento de los Doce apóstoles (Lucas 6:12)
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3. Oración para Poder
El ministerio requiere la unción del Espíritu Santo. Pero dentro de esa unción general, a veces
se requiere una porción extra de poder y autoridad espiritual. Esto también se obtiene por
medio de la oración (ver Marcos 9:29).
Luego de tiempos de ministerio, el Señor se retiraba para orar (Marcos 1:35-36; 6:30-31, 45-
48).
Pablo pidió a la Iglesia de Efeso que oraran por él, y por su ministerio (Efe 6:19.20).
Sería un error pensar que el Señor solo oraba para buscar cosas de Dios. Un elemento clave en
Su vida de oración, era la comunión que Él gozaba con el Padre Celestial. Era el deleite de esa
comunión, que le hacía pasar toda la noche en oración, o levantarse temprano para orar.
Será difícil desarrollar una vida significativa de oración, a no ser que experimentemos una
buena dosis de comunión íntima con Dios en la oración. Allí es donde hallamos el deleite para
orar. Sin eso, la oración se vuelve un deber espiritual, más que un deleite.
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PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR
b. ¿Cómo se manifestó esa recepción? ¿Qué evidencias hubo de la presencia del Espíritu Santo
en tu vida?
e. ¿Qué podrías hacer para buscar más la llenura del Espíritu Santo en tu vida y ministerio?
2. Liderando en Equipo
a. ¿Sientes que estás trabajando ‘en equipo’ en la Iglesia, o te sientes aislado en el ministerio?
¿Cuál es tu don espiritual? ¿Estas usando ese don con otras personas que tienen el mismo don?
b. ¿Tienes un modelo a seguir en la Iglesia? ¿Alguien a quien admiras, y cuyo ejemplo quieres
seguir?
c. ¿Sientes que alguien se está preocupando por ayudarte a crecer, tanto en la vida cristiana,
como en el ministerio cristiano? ¿Cómo lo hace?
d. ¿Has escogido a una o más personas, para ayudarle a él (ellos) a crecer en su vida espiritual, y
a desarrollar un ministerio en la iglesia?
3. Liderando en Oración
b. ¿Sientes la presencia de Dios cuando oras? ¿Sientes que Él te habla? ¿Qué cosas te dice?
c. ¿Has sentido alguna vez que Dios te ha guiado específicamente acerca de un asunto, en
respuesta a una oración tuya? Descríbelo.
d. ¿Has tenido momentos en los cuales te has sentido muy débil, por estar sirviendo a Dios, y
has recibido fuerza espiritual por medio de la oración? Is 40:31
e. ¿Has recibido una nueva unción de poder de lo alto, en respuesta a un tiempo de oración?
Lucas 11:13; Hch 4:29-31.
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