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El Espíritu Santo

Elmer Usuga

Mateo Rodriguez

Sebastian Rodriguez

Cristian Robayo

Asesor

Pastor Jhon Jairo Garcia

Instituto Biblico Wesleyano

Distrito de Occidente, Teologia Pastoral

Teología IV – Pneumatologia

1er bimestre 2024


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Tabla de Contenido

Introducción .....................................................................................................................................3

Cómo es conocido el Espíritu Santo ................................................................................................4

Cómo obra el Espíritu Santo ............................................................................................................5

Cómo guía el Espíritu Santo ........................................................................................................ 6-7

Cúal es el papel del Espiritu Santo en la iglesia y el creyente ..................................................... 8-9

Bibliografía ....................................................................................................................................10
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Introducción

El Espíritu Santo es una figura divina que se presenta como una fuerza activa y transformadora.

Considerado como la tercera persona de la Trinidad, junto con Dios Padre y Dios Hijo

(Jesucristo), su papel abarca desde la creación del mundo hasta la guía espiritual de los creyentes

en la actualidad. Representado en las Escrituras como una presencia que obra en el mundo y en

la vida de los individuos, el Espíritu Santo es entendido como el agente de la revelación divina,

el consolador en tiempos de dificultad y el catalizador de la transformación espiritual. Esta

introducción nos permitirá explorar sus obras, su guía y su papel en la actualidad, así como su

relevancia continua en la vida y la fe de los seguidores de Jesús.


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Cómo es conocido el Espíritu Santo

El libro de los Hechos nos sumerge en la poderosa influencia del Espíritu Santo, quien guía,

fortalece y capacita a los creyentes para llevar a cabo la misión de Jesucristo en el mundo. Las

citas bíblicas en Hechos ilustran esta realidad:

Hechos 1:8 nos presenta la promesa de Jesús a sus discípulos: serán empoderados por el Espíritu

Santo para testificar de él en todas partes.

Hechos 2:4 muestra cómo el Espíritu Santo desciende sobre los discípulos en Pentecostés,

capacitándolos para comunicarse efectivamente en diferentes idiomas.

En Hechos 4:31, vemos a los creyentes fortalecidos por el Espíritu Santo para proclamar

audazmente la Palabra de Dios, a pesar de la persecución.

Hechos 8:17 destaca la transmisión del Espíritu Santo a nuevos creyentes a través de la

imposición de manos.

Hechos 13:2 revela al Espíritu Santo dirigiendo activamente a la iglesia en la selección y envío

de misioneros.

La tarea del Espíritu Santo es manifestar la presencia activa de Dios en el mundo y en la iglesia.

A lo largo de las Escrituras, el Espíritu Santo es la principal manifestación de la presencia de la

Trinidad, particularmente en la era del nuevo pacto. En Génesis 1:2, vemos al Espíritu presente

desde el principio de la creación. En Pentecostés, con el inicio de la nueva creación en Cristo, el

Espíritu Santo desciende con poder. Pablo lo llama "las primicias" y la "garantía" de la plena

manifestación de la presencia divina que conoceremos en el nuevo cielo y nueva tierra. Así, el

Espíritu Santo sigue siendo la manifestación primaria de la presencia de la Trinidad entre

nosotros.
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Cómo obra el Espíritu Santo

En el relato bíblico, desde el Génesis hasta el Nuevo Testamento, el Espíritu Santo desempeña

un papel crucial en la obra de Dios en el mundo y en la vida de los creyentes. Desde la creación

del hombre en Génesis hasta el ministerio de Jesús y más allá, el Espíritu Santo está activo:

En Génesis 2:7, vemos cómo el Espíritu de Dios participa en la creación del hombre, dando vida

a su ser formado del polvo de la tierra.

Job 33:4 también nos muestra cómo el Espíritu de Dios es el dador de vida, infundiendo aliento

en la humanidad.

El papel del Espíritu Santo en la concepción y nacimiento es evidente en la historia de Ana en 1

Samuel 1:17, donde sus oraciones por un hijo son respondidas por Dios.

El Salmo 104:30 nos revela que el Espíritu Santo no solo crea, sino que también renueva la faz

de la tierra y alimenta su creación.

Las diversas formas en que el Espíritu Santo interactúa con los seres humanos se describen en el

Antiguo Testamento, donde vemos que viene sobre, se posa sobre y llena a las personas (2

Crónicas 24:20; Números 11:25; Éxodo 31:3).

La obra del Espíritu Santo continúa en el Nuevo Testamento, especialmente en el ministerio de

Jesús y en el nacimiento de la iglesia en Pentecostés. Lucas registra estos eventos en el libro de

los Hechos, donde vemos cómo el Espíritu Santo capacita a los creyentes para testificar de

Cristo, guía en la toma de decisiones, fortalece en la persecución, dirige en la misión y capacita

para realizar milagros y señales (Hechos 1:8; 10:19-20; 4:31; 13:2; 8:6-7).
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Cómo guía el Espíritu Santo

Al descubrir y buscar dones espirituales, surge una pregunta que a menudo los miembros de una

iglesia desconocen: ¿Qué dones espirituales les ha dado Dios? En este caso, es necesario

preguntarse si se les brindan suficientes oportunidades para utilizar una variedad de dones. ¿Ya

se han involucrado en algún ministerio para empezar a descubrirlos?

Más allá de identificar los dones que poseen, surge la cuestión de buscar dones espirituales

adicionales. Pablo instruye a los cristianos a procurar los dones mejores, y luego enfatiza la

importancia de perseguir el amor, teniendo ambición por los dones espirituales, especialmente el

de profecía. En este contexto, Pablo aclara lo que significa por "don mejor" o "don mayor", ya

que en 1 Corintios 14:5 repite la palabra "mayor" al decir que "mayor es el que profetiza que el

que habla en lenguas". Por lo tanto, no deben evaluar la madurez espiritual basándose

únicamente en los dones espirituales.

La madurez espiritual se alcanza al caminar junto a Jesús y obedecer sus mandamientos en la

vida diaria. Cuando el Espíritu Santo nos otorga dones espirituales, lo hace para el ministerio en

ese momento específico, y son simplemente herramientas para ser utilizadas con ese propósito.

Nunca deben ser motivo de orgullo personal ni considerarse como señales de madurez. En

cambio, debemos esforzarnos por destacar en el amor hacia los demás, atender sus necesidades,

edificar la iglesia y vivir en conformidad con las normas de vida en Cristo.

Espíritu Santo guía a los creyentes capacitándolos, revelando la voluntad de Dios,

fortaleciéndolos en la adversidad, dirigiéndolos en la obra misionera y produciendo fruto en sus

vidas. Esto se evidencia claramente a lo largo del libro de los Hechos y es fundamental en la vida

cristiana según las enseñanzas cristianas. Aquí hay algunas formas en que se describe esta guía:

1. Capacitación para la predicación: El Espíritu Santo capacita a los discípulos para ser
testigos de Jesús en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra (Hechos 1:8).
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El Espíritu Santo capacita a los creyentes para testificar de Jesucristo con valentía y
poder. En el día de Pentecostés, el Espíritu Santo desciende sobre los discípulos,
capacitándolos para predicar con valentía y efectividad (Hechos 2:1-4).
2. Liderazgo en la iglesia primitiva y dirección: El Espíritu Santo guía a la iglesia en la
elección de líderes y en la toma de decisiones importantes (Hechos 6:3-6).
El Espíritu Santo guía a la iglesia primitiva en la toma de decisiones importantes. Por
ejemplo, en Hechos 13:2-4, el Espíritu Santo dirige a la iglesia de Antioquía para enviar a
Pablo y Bernabé en su primer viaje misionero.
3. Confirmación de la Palabra: El Espíritu Santo confirma las decisiones de la iglesia
mediante la guía de los apóstoles y los ancianos (Hechos 15:28).
4. Revelación de la Voluntad de Dios: El Espíritu Santo revela la voluntad de Dios a
través de visiones y profecías. En Hechos 10, el Espíritu Santo le muestra a Pedro una
visión que lo lleva a comprender que el evangelio es para todas las naciones, no solo para
los judíos.
5. Guía en los viajes misioneros: El Espíritu Santo dirige a los líderes de la iglesia en sus
viajes misioneros, impidiendo que vayan a ciertos lugares y llevándolos a donde él quiere
que vayan (Hechos 16:6-10).
6. Consuelo en tiempos de persecución: La iglesia experimenta paz y crecimiento bajo la
consolación del Espíritu Santo, a pesar de la persecución que enfrentan (Hechos 9:31).
7. Manifestación de dones espirituales: El Espíritu Santo capacita a los creyentes con
diversos dones espirituales para edificar la iglesia y llevar a cabo la obra de Dios (a lo
largo de todo el libro de los Hechos).
8. Fortaleza en la Persecución: El Espíritu Santo fortalece a los creyentes para enfrentar la
persecución y la oposición. En Hechos 4:31, después de que los apóstoles son
amenazados, la iglesia ora y el lugar donde están reunidos es sacudido, y todos son llenos
del Espíritu Santo, lo que les da valentía para seguir predicando el evangelio.
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Cúal es el papel del Espiritu Santo en la iglesia y el creyente

La tarea actual del Espíritu Santo en el mundo es de suma importancia y abarca diversas áreas de

influencia. En primer lugar, su labor radica en convencer al mundo de pecado, justicia y juicio,

como se menciona en Juan 16:7–11. Esta tarea es crucial, ya que todos hemos pecado y estamos

separados de la gloria de Dios, como afirma Romanos 3:23. El Espíritu Santo trabaja para

despertar la conciencia del pecado en las personas, mostrándoles la necesidad de redención a

través de Jesucristo.

En segundo lugar, el Espíritu Santo detiene el crecimiento de la iniquidad en el mundo,

ejerciendo un ministerio de preservación. Según 2 Tesalonicenses 2:7, el Espíritu Santo

interviene para frenar el avance del mal y preservar la integridad moral de la humanidad. Esta

labor es vital para mantener el equilibrio y la moralidad en la sociedad.

En cuanto a su función en la iglesia, el Espíritu Santo desempeña varios roles esenciales. En

primer lugar, él es quien da vida a la iglesia, como se menciona en 1 Corintios 12:13,

infundiéndole unidad y propósito. Además, el Espíritu Santo mora en la iglesia, haciendo de ella

un templo vivo para la presencia de Dios, como se expresa en Efesios 2:22. Esta realidad inspira

reverencia y adoración en los creyentes.

En tercer lugar, el Espíritu Santo otorga dones espirituales a los miembros de la iglesia para

edificación mutua y para llevar a cabo la obra del ministerio, según Efesios 4:12. Estos dones

capacitan a los creyentes para servir a Dios de manera efectiva y para edificar el cuerpo de

Cristo.

En la vida del creyente individual, el Espíritu Santo realiza una obra transformadora y continua.

En primer lugar, ilumina la mente del creyente, como se describe en 1 Corintios 2:10 y Romanos

12:2, permitiéndole comprender la verdad de Dios y renovar su pensamiento. Además, el


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Espíritu Santo habita en el cuerpo del creyente, como un templo sagrado, según 1 Corintios 6:19,

convocando a una vida de consagración y pureza.


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Bibliografía

Biblia de Estudio la Misión de Dios , Reina Valera 1960

Teologia Sistematica, Wayne Grudem

El Espíritu Santo de Billy Graham

Poder del Espíritu Santo de Charles Spurgeon

El Espíritu Santo de John Bevere

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