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GRUPO EDUCACIONAL Colegios Profesor


Guillermo González Heinrich / New Heinrich High
“Llegarás a ser lo que logres aprender”

GUIA DE ESTUDIO Nº 3 : QUIMICA FORMACION DIFERENCIADA


Nombre:_____________________________________Curso: 3ºelectivo
Aprendizajes Conocen la historia de la química
Esperados Comprender las ideas alquimistas de griegos, árabes.
Comprender la importancia de la Alquimia en el desarrollo de la química como ciencia
Comparar las diversas orientaciones alquimistas a lo largo de la historia
Contenidos La Alquimia

HISTORIA DE LA QUIMICA

La historia de la química está intensamente unida al desarrollo del hombre ya que embarca desde todas las
transformaciones de materias y las teorías correspondientes. A menudo la historia de la química se
relaciona íntimamente con la historia de los químicos y - según la nacionalidad o tendencia política del autor
- resalta en mayor o menor medida los logros hechos en un determinado campo o por una determinada
nación.

Química en la Edad Antigua

La Historia de la Química en la Edad Antigua comprende los avances de la química desde las primeras
civilizaciones humanas hasta el siglo V d.C.

LA ALQUIMIA
La alquimia comenzó a desarrollarse entorno del siglo III A.C. en la región de Alejandría y se
extinguió casi por completo en el siglo XVI. Su existencia se dio por la mezcla de tres
corrientes: filosofía griega, misticismo oriental y tecnología egipcia. La misma palabra,
alquimia, parece tener una procedencia dudosa. Muchos afirman que la expresión actual,
legada directamente por los árabes, puede ser dividida en dos partes: el artículo "al" y el
término "chemia" que significa "tierra o suelo negro". Según esta hipótesis,
los musulmanes se referían a las oscuras tierras de Egipto donde habrían aprendido los primeros secretos
de la misteriosa ciencia. La figura del filósofo egipcio Hermes Trimegistus se consideraría entonces como
padre del saber humano y de ahí derivaría el término "hermético" que con tanta frecuencia aparece
relacionado con la alquimia
Pero no solo del país egipcio provienen los primeros escritos sobre esta actividad, sino también de las
lejanas tierras de China. En el año 140 apareció en aquel país el primer tratado alquímico y las ideas que
contiene aparecen estrechamente relacionadas con el Taoísmo.
El hecho es que se han hallado tanto escritos griegos citando a los orientales como referencias egipcias en
los textos árabes. En la actualidad los principales documentos se hallan en la Biblioteca Nacional de París y
en Leyden, donde se han ordenado los textos alquímicos en dos grandes grupos: aquellos de origen griego
y aquellos otros firmados por un misterioso personaje llamado Jabir ibn- Hayyan, también llamado Geber,
que se supone vivió en el siglo VIII de nuestra era. Estudios más cuidadosos han demostrado que no todas
las obras atribuidas originariamente a Geber fueron en realidad escritas por el científico árabe.
A medida que el influjo árabe se iba adentrando en Europa, nuevos hombres se dedicaron al estudio de la
nueva disciplina. Los nombres que la historiaseñala son bien conocidos y entre ellos destacan los de
Nicolás Flamel (1330-1417) , Robert Boyle e incluso Newton, el primer gran científico moderno que, aunque
no se dedicó por completo a la alquimia, la citó con frecuencia en sus obras y se dice que mandó construir
un pequeño laboratorio en el Trinity College para estudiar los misterios de la transmutación.
Dejando aparte su faceta misteriosa y oculta, hay que hacer notar que la alquimia contribuyó de forma muy
importante al progreso de la química de laboratorio.
Nuevos aparatos como el alambique y nuevas técnicas como la destilación se convirtieron el algo de uso
cotidiano, al mismo tiempo que se descubrían sustancias hasta entonces ignoradas como el aceite de
vitriolo (ácido sulfúrico), el agua regia, el agua fuerte (ácido nítrico), el amoníaco, etc.
Pero la alquimia era ante todo una ciencia hermética alrededor de la cual se fue tejiendo un halo de misterio
y secreto, originado en parte por las aspiraciones extrañas y a menudo incomprensibles de algunos de sus
seguidores, así como por la forma simbólica y casi indescifrable de sus escritos. No es fácil resumir en
pocas palabras la labor de un alquimista. Esta se centraba especialmente en tres facetas distintas: por una
parte la búsqueda de la piedra filosofal, en presencia de la cual todos los metales podían ser convertidos
en oro; en segundo lugar el descubrimiento del elixir de larga vida, imaginado como una sustancia capaz de
evitar la corrupción de la materia y por último la consecución de la "Gran Obra", cuyo objetivo era elevar al
propio alquimista a un estado superior de existencia, en una situación privilegiada frente al Universo.
La alquimia, como sucedió con el resto de la ciencia árabe, se transmitió a Europa a través de España,
gracias al extraordinario florecimiento que las ciencias y las artes experimentaron en Al-Ándalus durante la
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edad media. Los primeros trabajos existentes de la alquimia europea son los del monje inglés Roger Bacón
y el filósofo alemán Alberto Magno; ambos creían en la posibilidad de transmutar metales inferiores en oro.  
Roger Bacón creía que el oro disuelto en agua regia era el elixir de la vida. Alberto Magno dominaba la
práctica química de su época. En el siglo XV, el filósofo escolástico italiano santo Tomás de Aquino, el
polígrafo mallorquín Ramón Llull y el monje benedictino Basil Valentine también contribuyeron mucho, por la
vía de la alquimia, al progreso de la química, con sus descubrimientos de los usos del antimonio, la
fabricación de amalgamas y el aislamiento del espíritu del vino, o alcohol etílico.
La alquimia, entre los siglos III a.C. y el siglo XVI d.C Se buscaba la piedra filosofal para transformar
metales en oro. Se desarrollaron nuevos productos químicos y se utilizaban en la práctica, sobre todo en los
países árabes Aunque los alquimistas estuvieron equivocados en sus procedimientos para convertir por
medios químicos el plomo en oro, diseñaron algunos aparatos para sus pruebas, siendo los primeros en
realizar una "Química Experimental".
La alquimia fue una de las principales precursoras de las ciencias modernas, y muchas de las sustancias,
herramientas y procesos de la antigua alquimia han servido como pilares fundamentales de las modernas
industrias químicas y metalúrgicas.
Aunque la alquimia adopta muchas formas, en la cultura popular es citada con mayor frecuencia en
historias, películas, espectáculos y juegos como el proceso usado para transformar plomo (u otros
elementos) en oro. Otra forma que adopta la alquimia es la de la búsqueda de la piedra filosofal, con la que
se era capaz de lograr la habilidad para transmutar oro o la vida eterna.
En el plano espiritual de la alquimia, los alquimistas debían transmutar su propia alma antes de transmutar
los metales. Esto quiere decir que debían purificarse, prepararse mediante la oración y el ayuno
La percepción popular y de los últimos siglos sobre los alquimistas, es que eran charlatanes que intentaban
convertir plomo en oro, y que empleaban la mayor parte de su tiempo elaborando remedios milagrosos,
venenos y pociones mágicas. Por otra parte, existían también en estos medios muchos charlatanes e
impostores que buscaban aprovecharse del ocultismo alquímico e inclusive de vender fórmulas de
fabricación de la piedra filosofal como la de Ortholain en 1358:
“Se hace durante 12 días digerir, dentro del estiércol de caballo, jugos mercuriales de púrpura y de
celidonia. Al fin de este tiempo se obtiene un jugo rojizo. Este jugo obtenido es nuevamente colocado en
estiércol de caballo; Tal operación debe ser realizada con particular cuidado: se deja el estiércol nutrirse con
el jugo rojizo hasta que se vuelva corpulento y semejante a un tumor; Se coloca la mezcla en un frasco
tapado y se lleva al fuego, enseguida de haber matado al animal que produjo el estiércol, hasta que todo el
material quede reducido a un fino polvo; Este polvo debe ser mezclado con aceite de vitriolo (ácido sulfúrico)
hasta obtenerse una consistencia pastosa. Como ensayo, se dispensa una parte de esta masa sobre plomo
fundido, si este se transforma en oro puro, entonces la experiencia está perfecta”.
Los verdaderos alquimistas fundaban su ciencia en que el universo estaba compuesto de cuatro elementos
clásicos a los que llamaban por el nombre vulgar de las sustancias que los representan, a saber: tierra, aire,
fuego y agua, y con ellos preparaban un quinto elemento que contenía la potencia de los cuatro en su
máxima exaltación y equilibrio.
Para los alquimistas toda sustancia se componía de tres partes mercurio, azufre y sal siendo estos los
nombres vulgares que comúnmente se usaban para designar al espíritu, alma y cuerpo, estas tres partes
eran llamadas principios. Por manipulación de las sustancias y a través de diferentes operaciones,
separaban cada una de las tres partes que luego debían ser purificadas individualmente, cada una de
acuerdo al régimen de fuego , la sal con fuego de fusión y el mercurio y el azufre con destilaciones
recurrentes y suaves. Tras ser purificadas las tres partes en una labor que solía conllevar mucho tiempo y
que debían vigilarse los aspectos planetarios las tres partes debían unirse para formar otra vez la sustancia
inicial. Una vez hecho todo esto la sustancia adquiría ciertos poderes.
Los aprendices de alquimistas, a lo largo de la historia de la disciplina, se esforzaron en entender la
naturaleza de estos principios y encontraron algún orden y sentido en los resultados de sus experimentos
alquímicos, que a menudo eran socavados por reactivos impuros o mal caracterizados, falta de medidas
cuantitativas y nomenclatura hermética. Esto motivaba que muchos después de años de intensos esfuerzos
acabaran arruinados y maldiciendo la alquimia. Los aprendices por lo general debían empezar por trabajar
en el reino vegetal hasta dominar el régimen del fuego, las diversas operaciones y el régimen del tiempo.

Los alquimistas para diferenciar las sustancias vulgares de aquellas fabricadas por el arte alquímico, que
siendo designadas por el mismo nombre de acuerdo a alguna de sus propiedades, procedían a usar el
apelativo de «filosófico» o «nuestro». Así, se hablaba de «nuestra agua» para diferenciarla del agua
corriente, pero a lo largo de los textos alquímicos se asume que el aprendiz ya sabe diferenciar una de otra
y, en ocasiones, explícitamente no se usa, ya que de acuerdo al arte hermético «no se debe dar perlas a los
cerdos», razón por la que muchos fracasaban al seguir al pie de la letra las diferentes recetas. La
«iluminación» sólo se alcanzaba tras arduos años de riguroso estudio y experimentación. Una vez que el
aprendiz lograba controlar el fuego, el tiempo de los procesos y los procesos mismos en el reino vegetal,
estaba listo para acceder a los arcanos mayores, esto es, los mismos trabajos en el reino animal y mineral.
Sostenían que la potencia de los remedios era proporcional a cada naturaleza.
Los trabajos de los alquimistas se basaban en las naturalezas, a cada reino le correspondía una meta: al
reino mineral la transmutación de metales vulgares en oro o plata, al reino animal la creación de una
«panacea», un remedio que supuestamente curaría todas las enfermedades y prolongaría la vida
indefinidamente. Todas ellas eran el resultado de las mismas operaciones donde lo que cambiaba eran la
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materia prima, la duración de los procesos y la vigilancia y fuerza del fuego. Una meta intermedia era crear
lo que se conocía como menstruo y que lo que ofrecía era multiplicación de sí mismo por inmersión de otras
substancias semejantes en fusión/disolución (según su naturaleza) con estas. De modo que se conseguía
tanto la generación como la regeneración de las substancias elementales. Estos no son los únicos usos de
esta ciencia, aunque sí son los más conocidos y mejor documentados. Desde la Edad Media, los
alquimistas europeos invirtieron mucho esfuerzo y dinero en la búsqueda de la piedra filosofal

Alquimia China
Durante el reino de Loulan se acuñaron las primeras monedas durante el milenio VI a.C.
La primer dinastía china, la dinastía Shang (1600 a.C. a 1046 a.C.) elaboró muchos objetos rituales de
bronce durante el milenio II a.C. En la capital de Yin se encontraron miles de objetos de bronce y cerámica
correspondientes al siglo XIV y XIII a.C. La producción de espadas en China se documenta desde la Edad
del Bronce.
La dinastía Zhou (1050 a.C. a 256 a.C.) comienza cuando el pueblo Zhou vence a la dinastía Shang,
elaboraban objetos con aleaciones metálicas como el bronce para darles formas de animales y aves como
el búho durante el milenio I a.C.
Al primer emperador de la tercer dinastía china Qin Shi Huang (siglo III a.C.), se le recomendó ingerir
mercurio para poder alcanzar la inmortalidad, pero en lugar de darle salud le produjo gradualmente locura y
posiblemente su muerte (siglo III a.C.). Aunque ciertos compuestos de mercurio como el yoduro mercúrico y
el cloroyoduro mercúrico poseen propiedades antisépticas, pero se utilizan sobre la piel, no se ingieren.
Todos los libros de ciencia e historia escritos durante siglos en China fueron por quemados por el
emperador Qin Shi Huang en el año 212 a. C.
Los alquimistas chinos han variado sus recetas para los elixires de la inmortalidad o tal vez sólo cambiaron
sus nombre; de todas formas se han encontrado aproximadamente 1000 recetas. En occidente había
conflictos entre los partidarios de la farmacia química y de hierbas. En China los remedios minerales fueron
siempre aceptados. En Europa había conflictos entre los que pensaban que el objetivo principal de la
alquimia era hacer oro y los que creían que era el desarrollo de nuevas medicinas. En China este último fue
el dominante.
La alquimia china está relacionada con el taoísmo, consecuentemente, sus practicantes utilizan conceptos
tales como: los Cinco Elementos; el Tao, la relación entre el Yin y el Yang; el Qi; el I Ching; la astrología
china; los principios del Feng Shui, la Medicina Tradicional China etc. Mientras la alquimia occidental
terminó centrándose en la transmutación de metales corrientes en otros nobles, la alquimia china tuvo una
conexión más obvia con la medicina. La piedra filosofal de los alquimistas europeos puede ser comparada
con el gran elixir de la inmortalidad perseguido por los alquimistas chinos. Sin embargo, en la visión
hermética, estas dos metas no estaban desconectadas y la piedra filosofal era con frecuencia equiparada a
la panacea universal. Por tanto, las dos tradiciones pueden haber tenido más en común de lo que
inicialmente parece.La pólvora (mezcla de salitre, azufre y carbón) puede haber sido una importante
invención de los alquimistas chinos. Descrita en textos del siglo IX y usada en fuegos artificiales en el siglo
X, fue empleada en cañones sobre 1290. Desde China, el uso de la pólvora se extendió a Japón, los
mongoles, el mundo árabe y Europa. La pólvora fue usada por los mongoles contra los húngaros en 1241 y
en Europa a partir del siglo XIV. La alquimia china estaba estrechamente relacionada con las formas
taoístas de la medicina tradicional china, tales como la acupuntura, y con artes marciales como el Tai Chi
Chuan y el Kung Fu (aunque algunas escuelas de Tai Chi creen que su arte deriva de las ramas filosófica o
higiénica del taoísmo, no de la alquímica). De hecho, al principio de la dinastía Song, los seguidores de esta
idea taoísta (principalmente la élite y la clase alta) ingerían cinabrio, que, aunque tolerable en bajas dosis,
llevó a muchos a la muerte. Creyendo que estas muertes llevaría a la libertad y el acceso a los cielos
taoístas, las consiguientes muertes animaron a la gente a evitar esta forma de alquimia en favor de fuentes
externas (el antes mencionado Tai Chi Chuan, el dominio del Qi, etcétera).

Alquimia Griega
Los orígenes de la química se pierden en la noche de los tiempos. Estos orígenes son técnicos y mágicos a
la vez. Cuando se funda la civilización griega, ya se conocen el cobre, el bronce y el hierro; el oro y la plata
se usan para ornamentos y el plomo fácil de trabajar está lejos de ser ignorado. Se conoce la manera de
obtener
tintes (púrpura del múrex), de fundir los esmaltes y desde la más remota antigüedad, se extrae el cinabrio
(sulfuro rojo), un líquido brillante como la plata, muy pesado y que posee todas las propiedades de un metal.
Los primeros filósofos griegos, cuyo método de planteamiento de la mayor parte de los problemas era
teóricoeamiento de la mayor parte de los problemas era teórico y especulativo, llegaron a la conclusión de
que la tierra estaba formada por unos cuantos elementos o sustancias básicas. Empedocles de Agriento,
alrededor del 430 a.C. estableció que tales elementos eran cuatro: tierra, aire, agua y fuego. Un siglo más
tarde, Aristóteles supuso que el cielo constituía un quinto elemento, el éter. Los griegos creían que las
substancias de la tierra estaban formadas por las distintas combinaciones de estos elementos en distintas
proporciones.
Los primeros filósofos griegos, cuyo método de planteamiento de la mayor parte de los problemas era
teóricoeamiento de la mayor parte de los problemas era teórico y especulativo, llegaron a la conclusión de
que la tierra estaba formada por unos cuantos elementos o sustancias básicas. Empedocles de Agriento,
alrededor del 430 a.C. estableció que tales elementos eran cuatro: tierra, aire, agua y fuego. Un siglo más
tarde, Aristóteles supuso que el cielo constituía un quinto elemento, el éter. Los griegos creían que las
substancias de la tierra estaban formadas por las distintas combinaciones de estos elementos en distintas
proporciones.
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Los griegos se planteaban la cuestión de si la materia era continua o discontinua, es decir si podía ser
dividida y subdividida indefinidamente en un polvo cada vez más fino, o si, al término de este proceso se
llegaría a un punto en el que las partículas fuesen indivisibles. Leucipo de Mileto y su discípulo Demócrito de
Abdera (aprox 450 a.C.) insistían en que la segunda hipótesis era la verdadera. Demócrito dio a éstas
partículas el nombre de átomos (o sea no divisible). Llegó incluso a sugerir que algunas substancias
estaban compuestas por diversos átomos o combinaciones de éstos. También pensaba que una sustancia
podía convertirse en otra al ordenar sus átomos de diferente manera. Si tenemos en cuenta que es sólo
una sutil hipótesis, es sorprendente la exactitud de esta intuición. Pese a que la idea pueda parecer hoy
evidente, estaba muy lejos de serlo en la época en que Platón y Aristóteles la rechazaron.
En el 600 a.C. el filósofo griego Tales de Mileto descubrió que una resina fósil descubierta en las playas del
Báltico, a la cual nosotros llamamos ámbar y ellos llamaron elektron tenía la propiedad de atraer plumas,
hilos o pelusa al ser frotada con un trozo de piel.
El pensamiento alquímico de la antigua Grecia se basó en teorías y especulaciones y muy pocas veces en
la experimentación. Muchas de las escrituras griegas del tema se conservaron y despertó el estudio de ésta
ciencia en la edad media.
Demócrito en el siglo V a.C desarrolló el atomismo, un sistema filosófico, según el cual el universo está
constituido por combinaciones de pequeñas partículas indivisibles denominadas átomos. El átomo (en
griego significa que no se puede dividir) se definía como el elemento más pequeño, a la vez extenso e
indivisible, del que están hechas todas las cosas.
Según el atomismo los átomos son unas partículas materiales indestructibles, desprovistas de cualidades,
que no se distinguen entre sí más que por la forma y dimensión, y que por sus diversas combinaciones en el
vacío constituyen los diferentes cuerpos, también redujo las propiedades sensoriales de las cosas a las
diferencias cuantitativas de los átomos. Pero debido a la influencia de Aristóteles, la teoría atómica fue
ignorada y olvidada, pero fue retomada dos mil trescientos años después por John Dalton en el año 1808.
Teofrasto en el siglo IV a.C. describió coma actuaba el vinagre sobre los metales, produciendo pigmentos
útiles en el arte, entre ellos el plomo blanco (carbonato de plomo) y el verdín, una mezcla de sales de cobre
verde incluido el cobre (II) de acetato.
El filósofo Arquímedes desarrolló en el siglo III a.C. el conocido principio de Arquímedes, el cual afirma que
un cuerpo total o parcialmente sumergido en un fluido estático, será empujado con una fuerza vertical
ascendente igual al peso del volumen de fluido desplazado por dicho cuerpo. La medalla de Fields trae en
su anverso una imagen de Arquímedes.
Algunos metales comenzaron a nombrarse con los nombres de los astros conocidos, el oro se designaba
como "el Sol", la plata como "la Luna", el cobre como "Venus", el mercurio mantiene el nombre del astro en
nuestra lengua, su nombre antiguo era hydrargyrum o "plata líquida", similar a su nombre en inglés antiguo,
"quicksilver".

Alquimia árabe

Los alquimistas árabes trabajaron con oro y mercurio, arsénico y azufre, y sales y ácidos, y se familiarizaron
con una amplia gama de lo que actualmente llamamos reactivos químicos. Ellos creían que los metales eran
cuerpos compuestos, formados por mercurio y azufre en diferentes proporciones
El alquimista árabe más grande fue seguramente AR Razí (850-923), un científico persa que vivía en
Baghdad. Ar Razí clasificó a los materiales usados por el alquimista en cuerpos (a los metales): piedras,
vidrio, sales, etc. Y espíritus: mercurio, azufre, amoníaco, etc. El real objetivo de éstos alquimistas era el de
producir oro por medio de reacciones catalíticas de ciertos elementos. Ar Razí escribió un libro sobre las
aguas fuertes que según los estudiosos del tema no eran más que soluciones de sal corrosiva.
Las escrituras de Ar Razí representan el apogeo de la alquimia árabe. No se sabe si se dedicó a la medicina
que siguió siendo independiente aunque hubo una tendencia árabe de dar mayor énfasis a los remedios
minerales que a los provenientes de plantas que fueron los remedios por excelencia en la cultura griega.
Allá por el año 670 d.C., un alquimista sirio, Calínico, inventó según se cree el fuego griego. Era una mezcla
de cal viva, petróleo y azufre a la que se le atribuye la salvación de Constantinopla cuando los musulmanes
le pusieron sitio por primera vez. Al entrar en contacto con el agua la cal viva se encendía y el petróleo ardía
en llamas. Muchos de los escritos árabes revelaban un carácter místico que contribuía poco al avance de la
química, pero otros intentaban explicar la transmutación en términos físicos.
Los árabes basaban sus teorías de la materia en las ideas aristotélicas, pero su pensamiento tendía a ser
más específico, sobre todo en lo referente a la composición de los metales. Ellos creían que los metales
consistían en azufre y mercurio, no propiamente estas sustancias que conocían muy bien, sino más bien el
principio del mercurio, que confería la propiedad de fluidez a los metales, y el principio del azufre que
convertía en combustibles a las sustancias y corroía a los metales. Las reacciones químicas se explicaban
en términos de cambios en las cantidades de esos principios dentro de las sustancias materiales

Alquimia Hindu

La Alquimia China está muy relacionada con la hindú, durante el auge de éstas civilizaciones éstas se
mantuvieron en estrecho contacto por lo que muchas ideas acerca de la alquimia coinciden. Se cree que las
heredaron de los Griegos traídas por Alejandro Magno en sus conquistas.
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Las Vedas (las más antiguas escrituras sagradas hindúes), contienen algunas pistas sobre la alquimia en la
antigua India que presentan semejanzas con la alquimia de la antigua China. Los Chinos e hindúes
planteaban la relación entre el oro y la larga vida.
El mercurio que fue tan importante en la alquimia occidental es mencionado por Arthashastra durante los
siglos 3ro y 4to a.C. se planteaba la posible conversión de metales comunes en oro.
Pero la alquimia de la medicina y la inmortalidad eran los principales intereses de los hindúes. No parecía
los hindúes. No parecía muy importante la conversión de metales. En la India los elixires de la inmortalidad
no eran de gran importancia y se trataba de simples remedios minerales para algunas enfermedades.
Los Chinos e Hindúes asociaban a la alquimia con el misticismo religioso aunque a partir de los siglos 10 al
12 esto cambió. Se encontraron escrituras claramente alquímicas pertenecientes a estos siglos.
Los primeros pensamientos filosóficos hindúes (siglo5 a.C.) planteaban a la naturaleza como una
concepción de elementos materiales (fuego, viento, agua, tierra y espacio). China e India poseían grandes
recursos de salitre.
Uno de los grandes descubrimientos fue la sal de amoníaco descubierto durante los siglos 1 y 2 d.C. Su
importancia se basó en su capacidad de sublimación disociándose en 2 materiales corrosivos, amoníaco y
ácido clorhídrico los cuáles atacan fuertemente a los metales.

ACTIVIDAD:
1.- Lea atentamente la guía y luego complete el cuadro que aparece a continuación.

Cultura Principales ideas, objetivo Representantes

Griega

Árabe

Hindú

China

2.- Explica los dos objetivos de la alquimia:

3.- Según los alquimistas, explica en forma clara y completa como se podía obtener el elixir de la vida y la
piedra filosofal.

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