urante siglos , el valle donde hoy se encuentra nuestro
munic ipio fue una z ona de pas o para varias culturas
como la O lmeca, O tomí o Teotihuacana, de las cuales te -
nemos restos arqueológicos y que nos permiten hacer esta
suposición. S in embargo, el grupo más importante que llegó
a estas tierras fueron los chichimecas , mismos que tuvieron
distintas interacciones con otras civiliz aciones de la región
y ello les permitió transformar tanto su estilo de vida como
sus costumbres .

Diosa Itzpapalotl
Imagen editada por el Archivo de la Crónica Municipal

Dice el mito que de C hicomoz-
toc s alieron los c hic hime c as por
instrucc ión de Itz papalotl (que en
náhuatl s ignific aría “maripos a de
obs idiana” y e s D ios a madre de
la guerra, de los sacrificios huma-
nos , patrona de la muerte y re gi-
dora del Paraíso Tamoanchan). Los
chichimecas eran guiados por 400
mix coas y así llegaron a las nueve
colinas , a las nueve llanuras . A hí It-
z papalotl les dio alcance y devoró
a los mix c oas , de los cuales sólo
Iz tac mix c oatl (o M ix c oax oc oy otl)
quedó con vida y se escondió. E l
dios M ix coatl llegó al lugar, flechó
a la diosa e invocó a los mix coas
para que ellos también la flec ha-
ran. Tras la muerte de la dios a, la
que maron y c on sus c e niz as s e
embijaron el rostro y s e pintaron
de negro las cuencas de los ojos .
E n es e momento inic ió la cuenta
de los años de la his toria de los
chichimecas cuauhtitlancalcas .
Nos dicen 
 que este grupo llegó al valle
en el año 5 A catl (691 d.C .) y que
les tomó 364 años . E ste grupo fun-
dador de la futura ciudad de C uau-
htitla n tuv o p or p rim e r s e ñor a
C hicontontiuh en 687, cuando aún
andaban su camino y no eran tan
conocidos .
S ig u ie n d o e s ta h is to ria , lo s
cuauhtitlanc alc as no tuv ieron un
lugar fijo donde hayan establecido
su altepetl (c entro s agrado), s ino
que c ada nuevo s eñor ele gía un
lugar diferente. Los lugares fueron
numerosos y mencionaremos tres
por su pos ible relevanc ia históri-
c a : T ianquiz z olc o, C uauhtlaapan
y X allan. A s í, e s pos ible suponer
que algunos de los actuales pue -
blos deban su origen a estas se -
des temporales . E n esta etapa su
identidad se bas aba en el s acrifi-
cio y la conquista de territorios , por
lo que se consideraban guerreros
y caz adores y practicaban única-
mente una agricultura itinerante de
roz a y quema.
De esta manera impusieron su
presencia en el valle durante varios
siglos . Para su posterior desarrollo
son importantes tres grandes mo-
mentos históricos : su relación con
los c olhuas , la guerra c ontra X al-
tocan y el surgimiento del imperio
mex ica.
Durante el s iglo IX el altepetl
de C ohuac an c ay ó y los c olhuas
(de c ultura tolte c a) s e dis pers a-
ron por la región. Un grupo migró
al valle de C uauhtitlan, pues ante -
riormente ya había tenido relacio-
nes con ellos e incluso uno de los
tlatoque s (s eñor) de C uauhtitlan
era descendiente por madre de un
tlatoque colhua. De este encuen-
tro dos aspectos son importantes .
E l primero es que, c on la lle gada
de los c olhuas , los c hic hime c as
c uauhtitlanc alc as c ome nz aron a

1
elaborar templos para hacer aho-
ra sus sacrific ios frente a los dio-
s e s , s iendo M ix c oatl el princ ipal;
también comenz aron a cultivar el
maíz . E ste hecho supone la funda-
ción real de la ciudad de C uauhtit-
lan, acontecida en el año 1347. E n
segundo lugar, se cuenta el cam-
bio en el curso del río C uauhtitlan,
lo cual supuso una ex pansión en el
territorio cuauhtitlancalca. E ste he-
c ho no es menor, pues más ade -
lante la misma haz aña es vuelta a
contar con nuevos actores .
E l s e gundo momento his tóri-
co de gran relevancia se encuen-
tra en la guerra c ontra el altepetl
de X altocan. É sta duró c ien años
(entre los s iglos X III-X IV ) y s irv ió
para definir los límites del altepetl
de C uauhtitlan, el cual abarc aba
muc hos de los munic ipios actua-
les en esta región.
E l te rc e r m o m e nto his tó ric o
fue su relac ión c on los mex ic as ,
la fundac ión de Tenoc htitlan y su
ex pans ión. L os cuauhtitlanens e s
Mapa de Vaillant, 1941
Imagen editada por el Archivo de la Crónica Municipal
ya habían tenido relac ión con los
mex icas en el siglo X III, cuando es-
tos últimos no eran tan poderosos
y varios pueblos alrededor de ellos
los atacaron en C hapoltepec , sien-
do los cuauhtitlanc alc as quienes
fuera en su aux ilio. Un par de siglos
después , durante la guerra contra
los tepanec as , el imperio mex ic a
aprovechó el momento e incorpo-
ró al altepetl de C uauhtitlan a su
zona de influencia. C omo resultado
de esto los tlatoanis de C uauhtitlan
comenz aron a ser nombrados por
Tenoc htitlan a través de alianz as
matrimoniales y esto permanec ió
hasta el siglo X V I.
Por otro lado, hay fuentes que
s eñalan que el altepetl de C uau-
htitlan quedó dividido en dos tras
la guerra tepaneca y uno era va-
sallo de Tenochtitlan mientras que
el otro lo era de A z capotz alc o. O
bien, cada fuente sirve a una jus-
tificación histórico-política distinta.
C omo sea, este encuentro su-
pus o varios c ambios , tanto en la
Dios Mixcoatl
Imagen editada por el Archivo de la Crónica Municipal
adoración a los dioses como en su
organiz ación política. O tro dato de
gran importancia es que el cambio
en el curso de río también se adju-
dica a la influenc ia mex icas pues
los mismos anales señalan que se
“ordenó que s e hic ieran ex c ava-
ciones para desviar el curso del río
a donde ahora corre ; durante dos
años se estuvo ex cavando, y des-
pués se represaron las aguas . L a
obra hidráulica concluyó en 1435.
E ste fue el panorama en el valle
de C uauhtitlan previo a la invasión
española. Nuestra historia comien-
z a c on un grupo de c hic himec as
provenientes de C hicomoz toc , se
nutre de la cultura tolteca a través
de los colhuas y mex icas para fun-
dar el altepetl que nos antecede, y
transforma el paisaje para dar paso
a una nueva forma de entender su
entorno cultural y político.