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E l eco de otra A l i na .

I ntertextua l i dades e n « Lej a na », de


J u l i o Cortáza r

Vilma Arrieta Vargas


Universidad Nacional de Costa Rica

El análisis del conoc i do cuento de Cortázar demuestra l a exis­


tenc i a de vínculos intertextuales, al gunos evidentes y otros ocultos
entre los meandros del lenguaje. Ali na, la protagoni sta, uti liza esta
técnica como parte de l j uego de i denti dade s y al ude a di versas obras
rel aci onadas entre sí por l a misma temátic a del desdobl amiento de
identi dades, en di ferentes n i veles de referencia que van desde l a
duplicación e n e l espejo h asta ni veles más profundos de l a concienci a.
El retrato de Dorian Gray menciona al inicio del Diario «Oh , esa
cara de foca bal buceante , de retrato de Dori an Gray a l o ú l ti mo» (90) l .
Se refiere a l a nove l a escri ta por el poeta Osear Wi lde en 1 89 1 , en l a
cual , como s e sabe , Dori an conserva su extremada bel leza física
graci as al envejeci miento expeIi mentado por el retrato que l e obsequia
su amigo B asi le. La dup l i c ación se real iza a través de esa pintura que
representa el alma de l j oven y expresa el l ado oscuro y mal igno de la
personali dad.
Entre l os textos que A l i na repite para conci l i ar el sueño están l os
versos : «Tengo que repetIr versos» (90 ) . También recuerda una
plegari a en inglés : «No\\' 1 l ay me down to sleep» (90) , c uyo signifi ­
cado, s i n embargo. no al ude a la reali dad d e Alina puesto que e l

l. « Lejana». en Bestia ri" ( 1 95 1 ) . En adelanto! Sé c i tará la s i g u i e n te ed ic i ó n : J u l i o Cortázar. LOI


r�/a/os. Pasajes ( M adri d : A l i a n z a Edi tori a l . 1 976) 88-98.

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Arrieta I El eco de otra Alina. Intertextualidades en « Lejana», de Cortazar LETRAS 38 (2005)

insomnio es uno de sus primeros sín tomas de i nconfonnidad con su


propi a vida cotidi ana. Pero el sentido repetiti vo de la oración, Alina
pretende entrar en una especie de sueño creado l i ngüísticamente,
medi ante l a repetición de ténninos para crear nuevas realidades. En
esta plegari a se hace una relación directa entre el estado de la muerte
y el sueño, por l o cual se le pide a Dios que guarde el alma mientras
duerme . En concl usi ón , el sueño se i nterpreta como un estado seme­
j ante a la muerte :

Now I lay me down to sleep


I pray my Lord my soul to keep
If I should die before I wake
1 pray the Lord my soul to take.

Jesualdo explica l a presencia de los poemas infanti les, así como


la necesi dad de repeti r pal abras o síl abas annoniosas o secretas,
principalmente a l a hora del sueño, como parte de l a necesidad del ser
humano de evadir la realidad por medio del mito, la magi a y l os j uegos
de l lenguaje 2 • En esto consi ste la necesi dad de Alina, quien evade su
cotidianeidad, mientras crea a su doble en horas de vigi l i a y soledad.
Otros versos que emplea A l i n a para conci l i ar el sueño reprodu­
cen con algunas vari antes parte del «Romance de la luna, luna» de
Fedel;co García Lorca: «La luna bajó a la fragua con su polisón de nardos,
el niño la mira mira, el niño l a está mirando» (90-9 1 ) 3 .
De nuevo se conciben el sueño y l a muerte como estados
paralelos, con la i m agen de un niño muerto, cuyos oj os abiertos
retlej an la luna, símbolo ella también de la muerte porque es de fría
pI ara. Además, el agua posee el si mboli smo del naci miento, que se
invierte porque se refiere a l a muerte. Por su parte, l a luna se dupl ica
en el retlej o del agua, al igual que l a muerte se dobla en l a mirada del

2. Jesualdo. La literalllra ÍI¡;t/ll1l1 ( B uenos Alfes: Losada. 1 963) 228-236 .


.' . E n e l poema d e Larca: " E l niño vino a la fragua con su poli són d e nardos . El niño la mira. mira.
El niño la está mi rando» .

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LETRAS 38 (2005) Arrieta / El eco de otra Alina. Intertextualidades en « Lejana» , de Cortázar

niño. La muerte, l ímite entre la concienc i a y la inconsciencia, permite


percibir l a vigi lia como un doble del sueño, estados que se oponen y
complementan en el c uento de Cortázar.
El otro poema al que Alina hace alusión es «Clair de Lune» de
Paul Verl aine: «Votre ame est un paysage c h oisi . . . » (92). Lo menci o­
na cuando toca el pi ano y desea expresar sus senti mientos más all á de
l as palabras que forman l a vida cotidiana, mientras Nora toca Fauré,
es decir, l a musicalización del poema:

Votre ame est un paysage choisi


que vont charmamt masques et bergamasques,
j ouant du luth el dansant et quasi
tri stes sous leurs dégui sements fantasques.

Tout en chantant sur le mode mineur


l'amour vainqueur et la vie opportune,
i l s n 'ont pas l 'air de croire a leur bonheur
et leur chanson se mele au c 1 ai r de l une,

au calme c1air de l une tri ste et beau,


qui fai t rever les oi seaux dans les arbres
et sangloter d'extase les jets d'eau
les grands jets d'eau sveltes parmi les marbres.

Según se ha mencionado, en poemas como este, «la medi a l uz es


más rica en fuerza sugesti va y más estimulante para la imaginación que la
plena l uz del sol , y (que) l as pal abras que « i mplican» emoci ón tienen
más poder comunicati vo que las pal abras que designan la emoción
mi sma» 4 . Para Verl aine los senti mientos se expresan como música y
símbolos uni versales. En «Clair de Lune» el alma es un l ugar escogi ­
do, especial ; más al l á de 10 visible hay una presencia oscura, etérea y

4. Anna Ba1akian. El ll101 'imiel1To simbolista ( 1 96 7 ) ( M adrid: G uadalTama, 1 969) 8 3 .

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Arricta I El eco de otra Alina, Intertextualidades en « Lejana » , de Cortázar LETRAS 38 (2005)

para encontrarla el yo real debe sufrir un cambio. En ocasi ones este


poema ha sido rel acionado con el ensueño, la fasci n ación de Diana que
indica el aniquil amiento temporal 5 .
En estos' textos recordados por Alina, la sensac i ón de irrealidad,
la alusión a la muerte, el paisaj e lunar, todo convoca la nocturnidad, el
mundo oscuro del que proviene la lej ana.

Dos narradoras de cuentos


Junto a estas menci ones, el lector avi sado descubre una curi osa
relación entre «Lej ana» y «La hi stori a de Alí-Sar y la escl ava Zumu­
rrud» , de Las mil y U1la 1loclze i . En esta hi stori a se menciona al otro
como el lejano, el innombrable que sólo puede perc i birse por medio de
la lectura codi ficada, como los anagramas, pal índromos y l a cábal a,
como sucede con «esa que es A l i n a Reyes pero no la reina del
anagrama» (9 1 ) . En el cuento orien tal , Zumurrud, l a protagoni sta se
vale de la geomancia o adi vinac i ón por medio de líneas y puntos
trazados en la tierra o en una tabl a, con la final i dad de esconder el
verdadero yo: «Con la geoman c i a has vi sto la verdad: en reali dad
el lej ano es un cri sti ano» 7 . El término lej ano es aclarado por el
traductor porque «el narrador musulmán no quiere pronunciar, ni siquiera
por boca de otro, las palabras 'soy un cristiano'». El lej ano es «yo» 8 .
De igual manera en el cuento de Cortázar, la Lej ana y el yo son
10 mi smo, pero solamente se i dentifican graci as a la lectura codificada.
Asimi smo, Alina es una espe C ie de Scherezada, personaj e central de
Las mil y Hna n oches. Las dos son narradoras de c uentos: como
Scherezada, cada noche Alina crea una hi stori a en tomo a la exi stenci a

5, Jaime G i ordano. La edad de/ el/sl/el;o ( Santiago de Chile: Editorial U n i versitaria. 1 970) 1 66 ,
(j , AIí. amante de Zu murrud. se dej a an'ebatar a la j o v e n p o r un cristiano y su hermano, E l cristia­
no, que simula ser musulmán. la esc laviza. R aptada l uego por un ladrón , huye, se disfraza de
hombre y se convierte en rey. En esta posición. para vengarse de sus ultrajadores finge conocer
la geomancia. Finalmente. los amantes se reencuentran . Las mil ." l/l/a I/oches (traducido por
Maria Pia de l l a Rocca. Barcelona: Sopena. 1 975) 3 1 -50,
7, La.\' m i l .v l / I l a Ilo('he" . 45 ,
8, Nota d e M aria P i a della Roca. La s mi/ y l/Ila 1l0dle.I'. 4 5 ,

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LETRAS 38 (2005) Arrieta I El eco de otra Alina. Intertextualidades en « Lejana » . de Cortázar

de Lej an a y la escri be en su Di ario. Ambas como narradoras, se


reservan el derecho de contar el final otro día o en otra oportunidad.
Alina nos advierte en su Diario: «No escribiré el fi nal de lo que había
pensado» (96), y Scherezada, por su parte, al llegar el día suspende l a
narración : «se dio cuenta d e que amaneCÍa y , discreta, s e cal ló» 9 .
La esclava Zumun'ud es n arradora de cuentos, como Alina es
repeti dora de versos :

Mi s lágrimas son una auténtica hi stori a, con desvanecimientos


1 0.
y abandonos, trasmitida por una l arga c adena de narradores

Con grandes muestras de asombro recitó estos versos I I .

No te admires de l as maravi l losas poesías que conoce de


memori a l ::! .

S c herezada se desdobl a en Zumurrud, quien al mismo ti empo


se desdobla para esconder su verdadera i denti dad: es como si Alina se
duplicara en la nan'adora también desdoblada de otro c uento.
El personaje femenino, Zumurrud, es una esclava que llega a
converti rse en rey. Es deci r, no sólo se dupl ica para cambi ar de clase
social sino que se «con vi el1e» en varón para sal var su vida. En estas
alusiones a la duplicación y el desdobl amiento, se menciona la
posi bi lidad de no encontrar la integración o unificación del ser, ya que
«el fi nal de toda compañía es la separación» 1 3 .
E n uno de los desdoblamientos que sufre Zumurrud es una mujer
a quien por las noches envían a cuidar las ceni zas de l a cocina, una
especie de Cenicienta: «an'astradla por los píes y tiradl a a la cocina» 1 4,

9. La.' l/IiI Y l/Ila ¡/(J(·hes. 3 1 .


1 0. Las I/Iil y l/Ila Ilo('hes. � 1 .
11. Las l/IiI r l/Ila //()('hes. 3�.
1 2. u/s I/Iil y l/Ila ¡/(Jches. 36 . .
1 3. Las I/Iil y l/Ila Iloche.\"' 3 8 .
I �. Las I/Iil y l/Ila llo('he.I·. 3 9 .

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Arrieta / El eco de otra Alina. Intertextualidades en « Lejana » . de Cortázar LETRAS 38 (2005)

situación que puede relacionarse con la expresión de Alina: «aquel l a


que odio de noche» (9 1 ).
También el enunciado «el eco de otra Alina», en referenci a a
Lej ana como su otro está incluido en el discurso de Zumurrud: «El l a
s e paró para i nterrogar el l ugar, que le contestó como u n eco: ya e s
i mposi ble encontrarse» 1 5 .
Cuando Alí y Zumurrud son obl igados a separarse, para l ograr
el encuentro si guen un laberi nto formado fundamentalmente por los
mi smos elementos simbólicos que se presentan en «Lej ana» : el
mercado, la plaza, el puente. l a c iudad, l a boda.
En relación con el puente se dice, por ejemplo : «No vol verás a
ver a tu amada más que sobre el puente as-Sirát» , que según nota del
traductor s i g n i fi c a «puente afi l ado y estrecho tendi do sobre el infier­
no, por el cual deben cruzar las almas camino al cielo» 1 6 .
y también Alina y Lej ana se encuentran en el puente sobre el río
Danubio, el cual , en el momento del desdoblamiento, presenta i guales
connotaciones: «y del Danubio crece un vi ento de abajo, difíci l , que
engancha y hostiga» (97).
Ambos puentes se encuentran en la ci udad. AJí realiza un l argo
viaje a este l ugar, mientras que en el cuento es Alina quien viaj a a
B udapest para encontrarse con Lej ana.
En cuanto a l a boda, Zumurrud se vale de AJí y se casa con é l para
cumplir sus propósitos de liberarse, igual que sucede con Luis Matía.
Sin embargo, A J í sí realiza el amor sexual , de un modo parecido al que
señala Nora en el cuento de Cortázar: «no sabe 1 0 que se echa enci ma.
O debajo, como dice Nora» (96). Este j uego de palabras de Alina se
relaciona con la experiencia sexual de AH con ZumUl,.ud di sfrazada de
rey. AH desconoce la identidad de su seductor y, por lo tanto, no sabe
qué actitud tomar:

15. Las 1111/ y I/lla I/ot'ilt's. 40.


16. Las lIIi/ y IlIIa /UJr'/lt's. '¡8.

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LETRAS 38 (2005) Arrieta I El eco de otra Alina. Intertextualidades en « Lejana» . de Corta zar

B áj ate los pantalones y tiéndete boca abajo, si no quieres que te


corte la cabeza. Obedeci ó y e l l a subió sobre sus caderas. La
sintió lisa como la seda y pensó para sus adentros: este rey es más
delicado que todas l as muj eres I 7 .

En este caso, el rey es el yo que se convierte en el otro:


Zumurrud: así Alina, por medio del m atri moni o se transformará en
Lej ana, su otro yo.
Además de estas cercanías exi sten otras más escondidas . Por
ejemplo, los cuentos de Scherezada están numerados de acuerdo con
cada noche. Las siete fechas del Di ari o de Alina pueden referi rse a una
numeraci ón de tipo cronológico y están representadas por días y
meses, en una simbol ogía, tal vez, cabalística:

noche 1 2 1 ( 1 2 de enero: 1 2 - 1 ) , noche 20 1 (20 de enero : 20- 1 ),


noche 25 1 (25 de enero : 25- 1 ) , noche 28 1 (28 de enero: 28- 1 ),
noche 300 (30 de enero: 30- 1 ) , noche 30 1 (3 1 de enero : 3 1 - 1 ),
noche 72 (7 de febrero : 7-2).

Como puede apreci arse , se si gue un orden numérico lógico de


acuerdo con la cronología; la noche 7 2 nos orienta a creer que l a
ruptura del orden numérico s e debe al momento d e la relectura del
Di ario reali zada por Alina: «Era peor, un deseo de ir conocer al ir
releyendo» (96) y la enunciación del desdobl amiento: «En el puente
la hall aré y nos miraremos» (97) .

L a Cenicienta
En el complej o j uego de al usi ones l i terari as de «Lej ana» se
encuentra una mención vel ada al cuento tradicional «La Cenicienta» ,
recopi l ado, entre otros, por Basi le y Pen"aul t .

i7. La s 1IIi1 ) ' l//la /lo('iles. 5 0 .

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Arr ieta I El eco de otra Alina, Intertextualidades en « Lejana», de Cartazar LETRAS 38 (2005)

Las hi storias de «Cenicienta» y «Lej ana» están codificadas en


forma diferente, pues el texto se duplica asimismo en un j uego de
oposiciones, en forma externa. De la misma manera se da esa duplica­
ción cuando Alina crea a Lej ana en su propio D i ari o .
Parece q u e l a Cenicienta proviene d e l a cultura c h i n a en los
alrededores del siglo IX después de Cri sto; es sabi do que esta sociedad
considera como modelo de bel leza el pie pequeño de las muj eres, de
aquí la i mportanci a que adquiere el zapato o zapati l l a , como elemento
para identi ficar al personaj e auténtico. En l a mayoría de las versiones,
Cenicienta es reconocida gracias al zapato, razones por las cuales, tanto
el pie como el zapato «son símbolos de virtud, distinción y belleza» 1 8 .
El cuento infanti l se escribió en 1 697, pero su existenci a es
l
an terior, pues pertenece a l a tradi ción oral . Según Soriano 9 , La Gatta
Cenerelltola de B asi le fue la inspiración de Perrault. En B asi le, l a
heroína e s culpable de l delito y sus consecuencias. Por ejemplo, e n un
momento determi nado, degüella a la madrastra al cerrar un baúl en el cual
ella había metido su cabeza; en otras versiones es inocente y víctima.
La «Cenicienta» de Perraul t es una versión radicalmente dife­
rente a la de B asi le. Perrault produj o un texto más pul i do, acorde con
l a época cortesana; por ejemplo, introduce la zapati l l a de cristal no
sólo por factores estéticos sino para levantar l a imagen de la heroína
y evitar aspectos desagradables de l as hi stori as anteriores, como l as
muti laciones. Ade � ás, Cenicienta adquiere características sumisas
que coinciden con el desempeño de oficios domésticos y de la actitud
de las mujeres en la corte. Por otra parte, en l a hi stori a de los hermanos
Grimm la heroína es más decidi da y auténtica, incluso el príncipe l a
acepta vestida d e h arapos.
A pesar de las diferencias, todas las hi stori as tienen en su esenci a
las mi smas características: a l principio l a heroína goza d e respeto, pero
se degrada repentinamente, ya sea por la muerte de su madre o por l a

I lí , B ¡' uno Bettelheim. AI/áli.�is de los ('/11'1110,1' de liadas ( 1 97 5 ) ( Madrid: Crítica. 1 988) 3 3 1 ,
19, Marc Soriano. Los ( '/11'1110,1' de Perra/llt, Emdil'itll/ y tradil 'iollt!s pop/l/are,\' ( B uenos A i res:
Siglo XXI. 1 968) 1 46- 1 49 ,

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LETRAS 38 (2005) Arrieta I E l eco de otra Alina. Intertextualidades en « Lejana » , de Cortázar

boda de su padre. En todo caso, la rel ac i ón con la m adre resulta


conflicti va pues, como se sabe, el cuento de hadas desarro l l a relacio­
nes de amor-odio entre padres e hijos. Otro elemento común es que
Cenicienta es reconocida por la zapati l la. En cuanto a la causa de l a
degradación, esta difiere e n las di versas versiones (incesto, agresión
física o culpabi lidad de la heroína) .
El vocablo Cenicienta está ligado c o n pureza, virginidad y con
tradici ones muy anti guas. en las cuales se uti lizaban vírgenes vestales:
muj eres j óvenes absol utamente puras dedicadas al sagrado oficio de
cui dar el fuego. Parece que desempeñaban esta función de sacerdoti­
sas durante un tiempo determinado y al concluir adquirían el derecho
de casarse con hombres de la nobleza. También Cenicienta es una
virgen que está al cui dado del fuego y de ahí su nombre . Bettel heim
expl ica que, posiblemente con el advenimiento del cri stiani smo, este
trabaj o sagrado se degradó, pues los cultos femeninos fueron sustitui ­
dos por un dios padre servido por varones. En este sentido, Cenicienta
se puede considerar también como la diosa madre degradada, que, al
fi nal de la hi stori a, renace de l as cenizas 2o .
Como en un j uego de espejos infi n i tos, las dos Cenicientas del
cuento de Perrault, la si rviente y la pri ncesa, son una dupl i c ac i ón
del mismo personaje, en tanto que Alina y Lejana son una duplicación de
sí mi smas y, a la vez, el desdoblamiento de Cenicienta. Sin embargo,
como se verá a continuación, l a hi stori a de Alina invierte el signo de
estos elementos: la mujer elige l levar una existenci a entre cenizas y
renunc i a a la sexuali dad. Veamos cómo se refleja, de manera inverti ­
da, una hi stori a en l a otra Z I .

20. Cfr. Bettelhei m. 3 5 6 - 3 6 9 .


21. En este cuento. como en otros de hadas. existen elementos cuya repetición da la idea de la
multiplicidad. Cenicienta tiene dos madres. la biológica y la madrastra. quien a su vez tiene dos
hijas. las hermanastras «que en todo se le parecian» : el padre se casa dos veces : Cenicienta es
el doble de su madre « y en todo parecida a su madre » . asiste dos veces al bai l e y el hada se aparece
dos veces para darle un traje e n cada ocas ión: la boda se realiza doblemente. porque Cenicienta
hace casar a sus hermanas e l mISmO dia. Charles PelTault. « La Cen i cienta» . en Titalles de la
lit('mll/m ill(alllil ( M éxico: DIana. 1 96 3 ) .

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1\1 1 1t!l¡¡ / L I cco de otra Alina. Intertextualidades en « Lejana», de Cortazar LETRAS 38 (2005)

Los dos personajes presentan una realidad cotidiana con la cual


no están sati sfechas, ambas se mueven uni formemente, pues las dos
realizan oficios domésticos. Cenicienta está al servicio de su madras­
tra y sus hermanas, con quienes mantiene cierta ri validad, que se
advierte únicamente en su interi or: «Le mandó fregar los pl atos y el
suelo, atTeglar todas las habi taci ones y los vestidos» . «Este fue un
nuevo trabaj o para Cenicienta, tenía que preparar l os trajes de sus
hermanastras, planchar la ropa blanca y peinarlas y arreglarlas» 22 . Por
su parte, Alina es una joven dedicada a l as labores de la casa, l as cuales
realiza por compromiso o por complacer a su madre, con quien
presenta una rel ación ambi gua de rechazo y dependencia. Por un lado,
la complace en todo momento : «corto un vestido o son l as horas de
recibo de m a m á y yo si rvo el té» (9 1 ) . Por otro, se expresa así en
re lación con su progenitora: «Me acosté con gusto a bombón de menta,
al Boggie del B l anco Rojo, a mamá bostezada y cenicienta (como
queda ella a l a vuelta de las fiestas), cenicienta y durmiéndose,
pescado enormísimo y tan no e l l a» (90). Y menci ona, en algún
momento, a «una madre furiosa» (93) . La connotación negativa de la
madre parte de la i nconformi dad que siente Alina, y que se representa
en la bipartición madre-anima l , alude a problemas sexuales ocultos.
En este caso, el significado del pez asexual iza el nacimiento y
si mboliza el abandono del naci miento 23 .

Los za p atos de cristal


Desde los orígenes, los zapatos consti tuyen un elemento central
del cuento de Cenicienta. Como se dijo, fue Perrault quien cambió l as
chi nelas ori ginales propi as de l a tradición por zapati l l as de cri stal .
En ambos c uentos, e l calzado es prueba de la i dentidad real . En
el caso de Cenicienta, los zapatos de cri stal , símbolo de riqueza y
abolengo, pertenecen a la parte de Cenicienta que es princesa: \<Así

22. « La Cenicienta» . 103.


23. En los mitos y los cuentos de hadas. las relaciones familiares siempre son perturbadas y se
re lacionan con sentimientos de insatisfacción y rivalidad sexua l .

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LETRAS 38 (2005) Arrieta / E l eco de otra Alina. Intertextualidades en « Lejana». de Cartazar

era, en efecto, pues, pocos días después, el hij o del rey hizo publicar
a son de trompetas que estaba dispuesto a casarse con l a muj er a quien
le quedara bien el zapati to» 24 .
En el caso de Ali na, los zapatos no son de cri stal como los de
Cenicienta, sino parte del vestuario de mendi ga: «Ahora l a n i e ve me
entra por los zapatos rotos» (9 1 ) . Están rotos y helados, pertenecen a
su identidad de mendi ga que es su otro yo, el que fi nal mente se
i mpone: «Ahora sí gritó. De frío, porque la nieve le estaba entrando por
los zapatos rotos» (98).
Los zapatos son, entonces, tanto elementos de duplicidad como
parte del j uego de opuestos, pues no son de cri stal . Cenicienta rec l ama
su reconocimiento como pri ncesa y esposa del príncipe por medio de
los zapatos de cri stal , A l i n a se reconoce al fi n como una mendi ga por
medi o de los zapatos rotos que dej an pasar el frío.

El vestido
Cenicienta y Alina tienen vestidos diferentes que si rven para
otorgarles su condición de reali dad. En «Cenicienta» , el c ambi o de
vesti do testi monia la asunción de una situación pri vi legi ada, de los
harapos cenicientos pasa a vestidos cortesanos pri morosos . Los hara­
pos la identifican como una mendiga en su vida cotidi ana, lo maravi ­
l l oso i rrumpe y se convi erte en una princesa, con nuevo vestido : «No
hizo su madri na más que tocarla con la vari ta mágica y sus míseros
harapos se convirtieron en preciosos vestidos de oro y pl ata, incrusta­
dos de piedras preciosas» 25 . El vestido reafirma el poder y consol ida
l a personalidad: «Y en esto l legó el hada m adrina que tocando con su
vari ta mágica los andraj os de Cenicienta, los convirtió en un traj e
todavía más hermoso y rico que l o s dos q u e había llevado a los bai les
del rey» 26 .

24. " La Cenicienta» , 1 08 .


25. « La Cenicienla» , 1 05 .
26. <., La Cenicienta;> , 1 08 .

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Arrieta / El cco de otra Alina. Intertextualidades en « Lejana», de Cortázar LETRAS 38 (2005)

Lo anteri or se rel aciona con un rasgo de los c uentos de hadas y


los mitos, en los que contrastan l os vestidos de l as rei n as y los reyes
con los de los mendigos, para reafirmar la diferenc i a entre e l los.
En un se.n tido i nverso, en el desdoblamiento de A l i n a quien lleva
el mejor vestido es l a pri ncesa del anagrama, es decir, Lej ana -la otra
Ali na: «Iba Alina Reyes lindísi ma en su sastre gri s» (98) . Así, l a
degradación de Alina s e subraya con s u vesti menta, otro elemento de
duplicación y reconoci miento.
El color del vestido es un símbolo de bienestar y autenticidad, en
el caso de Cenicienta pasa de ser «ceniciento» , es decir, �<gri s» a ser de
oro, plata y piedras preci osas. En «Lej ana» , el vestido de Alina Reyes
que era un «sastre azul » , en el momento de la fusión es «un sastre gri s » ,
o sea, ceniciento. Es i mportante anotar que el gri s simboliza pobreza
y malestar físico. mientras que el azul significa espi ri tuali dad.

El baile
El bai le es otro elemento retórico de duplicidad. Para Cenicienta
forma parte de lo fantástico y lo maravi lloso, pues se escapa de su
rutina. En la real i dad Cenicienta se dedica a oficios domésticos y no
a los placeres de l a corte : « ¡ Ay por Dios ! ¿Por qué os reís de mí? ¡ El
bai le del rey no es si ti o adecuado para una pobre como yo ! » 27
A pesar de su queja, asi ste a dos bai les, ambos l igados l ógica­
mente a la presencia masculina, l a cual constituye la recompensa de l a
j oven . E l bai le forma parte del parecer-querer d e Cenicienta, quien
intenta transformarse por medio de l as fiestas cortesanas, la ropa y los
zapatos con l a intención de lograr su boda con e l príncipe 28 .
Alina, por el contrmio, es unajoven moderna, le gusta ir a fiestas,
bai les y conciertos que son parte de su vida coti di ana, de su ruti na:
\<Lui s María bai l a conmi go» (9 1 ) .

'2 7 . .. La Cenicienta». 104.


'2 8 . Joseph COlll'les. "Une leclure sémiolique de Cendri l lon», en 11II1'II"1II'/iOlI a l a .l'ém iologiq//t'
I/arra/h't' t'/ di.mlr.l'i,·t'. mt'/I/Odologie e/ aplim/iol/ ( París : Hacchclle. 1976) 109- 137.

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LETRAS 38 (2005) Arrieta I E l eco de otra Alina. Intertextualidades en « Lejana», de Cortazar

También será en el espacio del bai le donde ocurran l os encuen­


tros de Alina con 10 fantástico, ya que empieza a percibir la soledad y
la pobreza de Lej ana mientras bai l a con su novio: «cuando conozco
sobre el l a y j usto estoy bai lando con Lui s María» (92).

El príncipe
Cenicienta encuentra un príncipe, la parej a se conoce en el bai le;
el personaj e masculino será el medi o para que Cenicienta alcance su
transformación : «El hij o del rey la hizo sentar en el puesto de honor y
enseguida le pi di ó que le concediera el h onor de bai lar con e l l a» 29 .
Por el contrari o, quien ayuda a Alin� es un «peófl» , un subordi ­
nado, en el j uego de ajedrez 30 que representa el Di ari o de Ali na, y en
el cual una reina despl aza a otra: «Me pareció que él entraba fáci I mente
en ese j uego» (96). «Lui s María, al I ado de su reina» (96). «Es como
un peoncito de dama que retoma la parti da sin sospecharlo» (96) .

La boda
De alguna manera, la boda permite un desdoblamiento porque
los personajes se convi erten en otra persona : Cenicienta se transforma
en princesa y Alina en mendi ga.
Hay, sin embargo, i mportantes di ferencias. Al fi nal del cuento,
Cenicienta contrae matri monio, de esta manera adquiere poder y
reconoci miento soci a l , autentica su verdadera categoría de princesa,
se da un cambio posi tivo. Es una joven bel l a aun en sus h arapos, que
externa su bondad y su be l leza reales por medi o del matri monio: «Así
vestida, l a condujeron los pajes del rey a donde el príncipe l a esperaba.
Al príncipe le pareci ó más bel l a que nunca y pocos días después se
celebraron sus bodas» 3 1 . Al ina, por el contrario, en su afán de buscar
a la Lej ana, se casa con «un peón» .

29. « La Cenicienta». 1 Q<> .


30. A l i n a es la reina blanca. Lej ana. l a negra. A mbas s e m u e v e n desde extremos opuestos d e l tablero
(día·noche) hacia el centro de este. que corresponde al día 24 de enero. Una reina será
desplazada: «Y será la \'ictoria de la re ina sobre esa adherencia mal igna» (97 ) . Hay incl uso un
rey. aunque prisionero : «La cadena que Rex alTastra toda la noche contra los ligustros» (90) .
31. " La Cen icient.¡ " . 1 08 .

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Ameta I El eco de otra Alina. Intertextualidades en « Lejana», de Cortázar LETRAS 38 (2005)

En ambas hi stori as, el amor no constituye un enlace con l a


parej a, más bien está sustituido por i ntereses personales. A Cenicienta
la mueve el afán de cambi ar su yo. El matrimon i o es un medio, su
reali zación l ogra un único obj eti vo. Para 'Courtes «el cuento es una
hi stori a de un matri monio», sin embargo, l a deci si ón de l a boda no
procede del príncipe , sino que es provocada por Cenicienta32 . A Alina
l a mueve el deseo de encontrar su otro yo en una mendi ga: «Decirle a
Lui s María: Casémonos y me l l e vas a B udapest a un puente donde hay
nieve y alguien» (93) , participa del matri mon i o únicamente como un
obstáculo que debe vencer para l l egar a Lej ana. Una vez obtenido su
objetivo de i mponerse a l a parte l uminosa de la muj er, l a otra Alina,
l a Lej ana, se di vorcia.
En los cuentos de hadas, l a parej a sexual se representa baj o l a
forma de u n ani mal (ani mal-novio), debi do a l tabú sexual . Una
si tuación semej ante sucede con Alina: «Ahora estará mi cachorro. Mi
bobo, basta de pensar y a ser al fi n y para bien» (97).
El personaje masculino sol amente se humaniza si logra el amor
de la mujer. En el caso de Lui s Matía no se completa el proceso de
h umanización , por cuanto una vez alcanzado el fin , se prescinde del
personaje masculino: «Eso era dos meses antes de su di vorcio» (97).
El matri monio no es realización de la parej a, sino el eslabón básico
para encontrar al doble, lograr este encuentro con el Otro, l a realiza­
ción y objeti vo pri mero de todo esfuerzo. La personalidad fragmenta­
da tiene di ficul tades para crear l azos afecti vos, pues su único objeto es
l a l ucha por l a supremacía entre el yo y el otro, razón por l a cual no
exi ste expresión de l o sexual como complemento de la relación de
parej a. Como explica Freud, el desdoblamiento es provocado por «un
conflicto entre l as aspiraciones de la sexualidad y l as del yo que no
permi te mantener l a rel ación afectuosa» 33 .

32. Joseph Courtes. 1 37 .


33. Sigmund Freud. El maltmar d e l a ('lIlllIra ( t raducción de Ramón Pérez Ardid y Luis López
Bal lesteros. M adrid: A l ianza. 1 994) 1 39 .

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LETRAS 38 (2005) Arrieta / E l eco de atra Alina. Intertextualidades en « Lejana» . de Cartazar

En los dos cuentos el desdoblamiento se logra por l a repetició n


de elementos retóricos que dan la idea de multiplicidad. Ambos
personajes deben atravesar un largo camino y vencer una seri e de
obstáculos para alcanzar sus objeti vos rel acionados con e l encuentro,
su yo verdadero o el Otro que debe aceptarse e integrarse. Sin
embargo, en el caso de Alina, incapaz de asumir su sexualidad y de
superar una relación conflictiva con su madre, se i mpone l a persona­
lidad oscura de la Lej ana, la que la tortura en sueños : el viaj e de Alina
repite de manera inversa el periplo de Cenicienta.
En resumen , Alina y Cenicienta �on los opuestos a sí mi smas.
Cenicienta se transformará en una Alina c uando se case, mientras que
Alina se converti rá en una Cenicienta cuando se enc uentre con Lej ana:
Lej ana, vestida de h arapos, mal tratada, hambri enta y soli tari a es la
sirvienta del cuento y Ali na, espléndida, amada, feliz y acompañada
es la princesa. Así el mito se revel a como el trasfondo del cuento.

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