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CRISTO REY

Rey de reyes y Señor de señores

Según los escritos de Luisa


Piccarreta

Raúl Avalos Ríos


© Raúl Avalos Ríos 2018

1
Dedicatoria: Al Rey que gobierna en su Amor,
por los siglos de los siglos.

2
C ONTENIDO

Introducción ........................................................................................................................... 4
Advertencia .................................................................................................................................................... 6

Capítulo I: 9
Jesucristo es el proyecto central y principal de dios .............................................................. 9
Capítulo II: 16
Partícipes de la realeza de Cristo.......................................................................................... 16
Capítulo III: 21
El Reinado de Cristo .............................................................................................................. 21
El Reino de la Divina Voluntad anunciado en el profeta Daniel ................................................................... 33
La manera de establecer el Reino ............................................................................................................ 44
Conquista del Reino perdido ........................................................................................................................ 50
Figuras del Reino de Cristo ....................................................................................................................... 57
El día de la victoria .................................................................................................................................... 61
La Fiesta de Cristo Rey .................................................................................................................................. 75

Epílogo .................................................................................................................................. 80

3
I NTRODUCCIÓN

Tú eres el Rey de la gloria, Cristo.


—Tu Rex gloriae, Christe—
(A ti, Dios —Te Deum—).

1. Cristo Rey es la felicidad. Dios es el paraíso mismo, la belleza más encantadora, la


paz infinita, el gozo más exquisito que pueda existir. Él quiere reinar en todo, para que
en todo y en todos Él pueda establecer este paraíso, para hacer de todo un Edén.

2. Si le permites ser Rey de ti, convertirá tu vida en un Cielo donde Él reinará con
mares de amor, de dulzura y de felicidad. Cristo quiere ser Rey para esto, no requiere
otra cosa, Él no necesita de nada, quiere reinar para hacerte feliz.

3. Quizá si alguna cosa le falta a Jesús —porque tienes el libre albedrío— es tu alma,
Él la quiere para convertirla en su palacio, para quitar los desiertos y establecer
jardines edénicos, y crear nuevas tierras y cielos que formarán el más bello de los
reinos en tu interior, que asombrarán incluso a los santos y ángeles del Cielo.

4. Para eso has sido creado, para que tu alma se convierta en una reina que vivirá
amoríos y delicias sin fin con el Divino Amante en los terrenos bellísimos de su Reino,
con el Rey que es también Esposo de quien se deja fusionar en su Divina Voluntad.

5. Todo esto son planes divinos, hermosos, que solamente los puede diseñar el Amor
Divino. Y esto tiene un origen eterno, en la intimidad de Dios que es su Divina
Voluntad:

…la parte más íntima de nuestro interior… es nuestra Voluntad… (Volumen 17,
Julio 16, 1924).

6. En esta profundidad y en el amor más intenso la Divinidad decretó su «obra


Maestra» ad extra1, que es: Jesucristo, para que sea Rey de todo, del Universo entero.
Por lo tanto, «Cristo Rey» es lo primero y central en el proyecto Divino.

Porque sólo el Señor es Rey (Salmo 22, 29).

1
La expresión ad extra se refiere a lo que la Divinidad hace afuera de su interioridad; como puede ser la
Creación, su conservación, entre otras cosas.

4
7. Dios al diseñar su plan Creador, lo primero que decretó fue a Jesucristo, para que
siendo Dios y Hombre, fuera Soberano de todo y estuvieran bajo su dominio amoroso
todo el Universo, toda la Creación.

Y le fue dado el dominio, la gloria y el reino,... Su dominio es un dominio eterno


que no pasará, y su reino no será destruido. (Daniel 7, 14).

8. En la misma Encarnación el Ángel le dice a su Madre:

El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob
para siempre y su Reino no tendrá fin. (Lucas 1, 32-33).

9. Pero este reinado amoroso y feliz de Jesucristo ha tenido contratiempos y


dificultades, debido al libre albedrío de los seres personales —humanos y ángeles—,
que tristemente algunos ángeles escogieron el mal y también los primeros padres
humanos.

10. Esto causó que el mal, el dolor, la imperfección entraran en la obra creadora de
Dios; pero Dios en su infinito amor no nos dejó a merced del mal para nuestra muerte
eterna, sino que ha buscado la manera de restaurar las cosas a como estaban antes
del pecado original.

11. Porque el bien y el mal son opuestos y Jesucristo no puede reinar en el mal, por
eso en este proceso de restauración ha sido necesario primero sanar, purificar, para
poder luego retornar al plan original divino.

12. Por eso Jesucristo es un Rey valiente y conquistador, que quiere reconquistar
nuestra alma, el reino que se perdió por el pecado, pero como es Rey de bondad lo
quiere hacer con ternura, con amor, a pesar de la ingratitud humana:

¡Oh! inicuo mundo, tú estás haciendo de todo para echarme de la faz de la tierra,
para arrojarme de la sociedad, de las escuelas, de las conversaciones, de todo;
estás maquinando cómo abatir los templos y los altares, cómo destruir mi Iglesia y
matar a mis ministros, y Yo te estoy preparando una era de amor, la era de mi
tercer Fiat. Tú harás tu camino para echarme, y Yo te confundiré de amor, te
seguiré por detrás, me haré encontrar por delante para confundirte en amor, y en
donde tú me has arrojado Yo erigiré mi trono, y ahí reinaré más que antes, pero en
modo más sorprendente, tanto, que tú mismo caerás a los pies de mi trono, como
atado por la fuerza de mi amor. (Volumen 12, Febrero 8, 1921).

13. ¡Hermoso! Es la fuerza del Amor Divino que viene a derretirnos, a que quitemos los
malvados obstáculos que el pecado ha hecho en nosotros para que triunfe el Reino del

5
amor y la paz infinita en nosotros y en toda la Creación, y Cristo sea verdadero Rey en
cada criatura y en todo.

14. Esta obra habla precisamente de este Rey maravilloso que quiere compartir su
Reino de amor y felicidad con nosotros, para hacernos semejantes a Él: reyes y reinas.
En este pequeño libro se verá el tema —obviamente— a modo de introducción, ya que
este tema no tiene ni tendrá fin.

15. Y como este Rey tiene un Reino, también se hablará de su Reino que es el Reino de
la Divina Voluntad y cómo todo esto tiene que ver con nosotros.

¡A Él sea la gloria y el poder, por los siglos de los siglos! Amén. (1 Pedro 4, 11).

16. S

A DVERTENCIA
17. Esta obra requiere familiaridad con la obra de Luisa Piccarreta (concretamente los
volúmenes de Libro de Cielo) que nos hablan del Reino de la Divina Voluntad y cómo
vivir en Él. Si alguien no está familiarizado con la obra, le sugerimos que lo haga.

18. Como «introducción» a la obra de Luisa Piccarreta y al Reino de la Divina Voluntad


puede ser de utilidad el libro: “Una pequeña introducción al Reino de la Divina
Voluntad”2.

19. Tanto en ese libro, como aquí mismo, insistimos en la importancia de leer los
volúmenes y el resto de la obra de Luisa Piccarreta para vivir lo que se conoce. El título
que Jesús da a los volúmenes o al Diario es3: El Reino de mi Divina Voluntad en medio
de las criaturas. Libro de Cielo. Llamada a las criaturas al orden, a su puesto y a la
finalidad para la que fueron creadas por Dios, lo cual nos dice mucho; y en esta obra
que Jesús hace a través de Luisa se habla del Reino más amado por Dios y del amor
más exquisito que nuestro Creador tiene por nosotros.

20. Otro aspecto que se menciona en este libro y en la obra de Luisa Piccarreta es el
“Fiat”; este Fiat es el hágase; es decir, es la Voluntad de Dios “hablando”, actuando, lo
que Dios Quiere, el Querer Divino. Y en Dios su Voluntad es precisamente acto puro, es
realidad eterna, acto único, debido a su perfección y omnipotencia.

2
R. Avalos, Una pequeña introducción al Reino de la Divina Voluntad. Según la obra de Luisa Piccarreta.
3
En el volumen 19, Agosto 27, 1926.

6
21. En este tema de la Divina Voluntad es complicado hacer síntesis, ya que el tema del
don del Reino de la Divina Voluntad es vasto y profundo; de hecho es infinito, como
infinita es la Voluntad Divina, pero Dios en su Sabiduría nos ayuda a hacer simples las
cosas a nuestra pequeñez y por eso ha manifestado estas verdades a través de Luisa.

22. Y una vez aclarado que es necesaria la familiaridad con la obra que Jesús hace a
través de Luisa se presenta a continuación una pequeña “síntesis” sobre el don de la
Divina Voluntad, recalcando que es solamente una pequeña síntesis.

Síntesis:

23. Al principio, cuando Dios creó al ser humano, le concedió el don del Reino de la
Divina Voluntad (también se le llama Reino del Querer Divino o Reino del Fiat Supremo,
etcétera); este don es el más grande, no se trataba solamente de que Adán hiciera la
Voluntad Divina en sus actos, sino que vivía en esta Voluntad Suprema, obraba,
actuaba en Ella, poseía la Voluntad Divina como propia y con Ella realizaba sus
acciones; y también, Dios actuaba en Adán con esta Divina Voluntad. Con este don, el
hombre poseía la Vida Divina a plenitud.

24. Es decir, la voluntad humana sumergida, fundida en la Divina, realizaba sus actos:
caminar, alabar, amar, comer, etcétera; con lo cual estos actos eran Divinos y Dios
hacía lo que Adán hacía y Adán hacía lo que Dios hacía con su solo acto Divino,
logrando el hombre con ello una Santidad Divina y también se realizaba una armonía
perfecta entre el ser humano y su Creador, pero también entre el ser humano y la
Creación; de hecho, en la Voluntad Divina Adán tenía un dominio pleno sobre la
Creación, ejerciendo el dominio de Dios en la Creación a través de la Voluntad Divina.
También había una armonía perfecta en el interior del hombre entre su cuerpo, sus
emociones y su espíritu.

25. Pero el hombre al pecar perdió este don de la Divina Voluntad y cayó muy bajo;
perdió la armonía, la inmortalidad, el dominio y surgieron las enfermedades, las
guerras, la muerte... Y ahora la Creación es muchas veces hostil a este ser humano que
traicionó a su Creador. Pero Dios no se cambia en sus designios:

…el designio del Señor permanece para siempre, y sus planes, a lo largo de las
generaciones. (Salmo 33, 11).

Dios cuando decide y propone, todos los eventos en contrario no lo cambian, sino
que permanece inmutable en su inmutabilidad. (Volumen 17, Octubre 30, 1924).

7
26. Por eso Dios en su Firmeza y gran Misericordia quiere darnos de nuevo este don. Y
ha venido a poner las bases, primero en orden cronológico con la Redención, para
darnos su gracia salvadora, las medicinas que puedan sanar nuestro corazón enfermo
de pecado y abrirnos de nuevo las puertas del Cielo.

27. Ahora, en estos tiempos, a través de un alma hermosa, que se ha hecho nada para
recibir al ¡Todo! —Luisa Piccarreta—, Jesucristo ha manifestado el don del Reino de la
Divina Voluntad, para que podamos recuperarlo.

28. Luisa es la depositaria de este Reino, y al ser ella un miembro de la familia humana
con la herencia del pecado original (como nosotros lo somos), ahora también podemos
nosotros recibir este Reino que Jesucristo nos quiere dar, es Su Reino, el Reino de
Cristo, el cumplimento del Fiat Voluntas Tua Sicut in Coelo et in Terra, “el hágase tu
Voluntad aquí en la tierra como en el Cielo” del Padre Nuestro.

29. Antes de continuar asumo las palabras del Padre Pablo Martín:

Antes de hablar de la Divina Voluntad, deberíamos besar siete veces el suelo,


deberíamos lavarnos muy bien la boca. Nos haría falta aquel carbón ardiente, que
tocase nuestros labios para purificarnos, como a Isaías. Confieso ante Dios, ante
todo el Cielo y ante la Iglesia mi nada, mi inmensa ignorancia e indignidad, sobre
todo para hablar de esta Adorable Voluntad… Me esfuerzo por decir lo que sé, y sin
embargo reconozco que no sé lo que digo. Así mismo pido perdón a Dios y a su
Santa Iglesia por mi miserable testimonio, por transmitir de una forma sin duda no
adecuada y quién sabe cuánto imperfecta el mensaje de la Divina Voluntad, y por
ser y vivir aún tan lejos de todo lo que creo y digo. Pero el Señor no quiere que de Él
apartemos la mirada en ningún caso. Por tanto, basta; cuál es su Misericordia
hacia mí, otra tanta pido y espero para todos mis hermanos. (P. Pablo Martín, Luisa
Piccarreta ante la Iglesia. Paradoja, sufrimiento, apología).

30. Bueno, después de esto sigamos con el tema en el capítulo que sigue.

8
C APÍTULO I:
J ESUCRISTO ES EL PROYECTO CENTRAL Y
PRINCIPAL DE DIOS

Rey de tremenda majestad


—Rex tremendae majestatis—
(Misa de Requiem)

31. Dios, en su Amor y Sabiduría Divinas, diseñó —como se decía en la introducción—


Su obra Maestra: un ser que sea Dios y criatura a la vez. Un ser que integre lo Divino y
lo no divino, al Creador y lo creado, lo espiritual y lo material, lo infinito y lo limitado:

Él [Jesucristo] es la Imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda la Creación


(Colosenses 1, 15).

32. Imagen del Dios invisible, ¡cuánto contenido hay en esta frase! Se podría decir
mucho, aquí sólo haremos referencia a que la Divinidad que es por esencia Espíritu, —
ser invisible— se viste de criatura, y al hacerlo existe una Imagen que las criaturas
pueden ver del Dios eterno que es Jesucristo, siendo esta imagen de lo invisible la obra
Maestra de Dios.

33. Si se preguntara ¿si Dios tomará cuerpo a qué se parecería? la respuesta es: a
Jesucristo. Dios es el Soberano de todo, por eso Jesús también. Sigamos analizando la
cita de Colosenses.

34. «Primogénito» de toda la Creación; la Palabra de Dios deja claro que Cristo es lo
primero en la Creación, «lo principal». Y así Él es el modelo de todo lo demás, que
participa en algún grado de la perfección del Dios-Hombre.

35. Por ejemplo: los Ángeles participan de lo espiritual y las rocas de lo material, y así
todo lo creado; así lo expresa la cita anterior con los versículos que siguen, veamos:

Él [Jesucristo] es la Imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda la creación,


porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra los
seres visibles y los invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados y Potestades: todo
fue creado por medio de Él y para Él. (Colosenses 1, 15-16).

9
36. La cita habla tanto del Cielo como de la tierra, tanto de lo visible como lo invisible;
esto es, tanto lo espiritual como lo material.

37. También dice la cita que en Él fueron creadas todas las cosas, es decir, «en» Dios se
crearon las cosas, por tanto la Creación está en el abrazo de Dios, en el abrazo del
Amor; y la Divina Voluntad es Madre del Amor Divino:

…el Amor es hijo de mi Voluntad (Volumen 36, Mayo 15, 1938).

38. Por eso la Voluntad Divina está en la Creación aunque no se identifica con Ella 4, la
Creación es creada y limitada, la Voluntad Divina es increada y eterna; de este modo la
Creación es velo de la Voluntad Divina:

Hija mía,… toda la Creación es velo que esconde mi Voluntad (Volumen 20,
Diciembre 8, 1926).

39. También dice la cita de Colosenses que todo fue creado por medio de Él y para Él,
Jesucristo siendo Dios crea, es la causa de la Creación como Dios, por eso por medio de
Él se ha hecho todo.

40. Pero la cita dice asimismo: todo fue creado… para Él, este «para Él» significa que Él
es la Cabeza de todo lo creado, es el Rey por derecho natural: es Dios y el primero en
la Creación.

41. A través de la obra que Jesús ha realizado en Luisa Piccarreta, queda muy claro
este proyecto central y primero de Dios en Jesucristo, incluso aunque no se hubiera
pecado, aunque no se tuviera que redimir; Jesús lo dice así:

Si Adán no hubiese pecado, el Verbo Eterno, que es la misma Voluntad del Padre
Celestial, debía venir a la tierra glorioso, triunfante y dominador, acompañado
visiblemente por su ejército angélico, que todos debían ver, y con el esplendor de
su gloria debía fascinar a todos y atraer a todos a Sí con su belleza; coronado como
rey y con el cetro de mando para ser rey y cabeza de la familia humana, de modo
de darle el gran honor de poder decir: ‘Tenemos un rey hombre y Dios’. (Volumen
25, Marzo 31, 1929).

42. Jesús dice: tenemos un rey hombre y Dios, ¡maravilloso! Dios ha querido ser Rey de
todo en un ser creado; y ha escogido a una creatura entre todas, que no fue un ángel,
sino un ser humano. Por eso:

4
Lo cual sería panteísmo.

10
Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre. (Catecismo de la Iglesia Católica,
n. 464).

43. ¡Qué honor para nosotros los humanos el que Dios haya tomado la naturaleza
humana para encarnarse! Y en nuestra naturaleza ser el Rey de todo lo creado, incluso
de los ángeles.

44. Jesús continua hablando sobre su venida si el hombre no hubiera pecado a partir
de la cita anterior:

Mucho más que tu Jesús no descendía del Cielo para encontrar al hombre
enfermo, porque si no se hubiera sustraído de mi Voluntad Divina, no debían
existir enfermedades, ni de alma ni de cuerpo, porque fue la voluntad humana la
que casi ahogó de penas a la pobre criatura; el Fiat Divino era intangible de toda
pena y tal debía ser el hombre. Por lo tanto Yo debía venir a encontrar al hombre
feliz, santo y con la plenitud de los bienes con los cuales lo había creado. …si el
hombre no hubiese pecado, no se hubiese sustraído de mi Divina Voluntad, Yo
habría venido a la tierra, pero ¿sabes cómo? Lleno de Majestad, como cuando
resucité de la muerte, que si bien tenía mi Humanidad similar al hombre, unida al
Verbo Eterno, pero con qué diversidad mi Humanidad resucitada era glorificada,
vestida de luz, no sujeta ni a sufrir, ni a morir, era el divino triunfador. (Volumen
25, Marzo 31, 1929).

45. Sí, hubiera venido lleno de Majestad; tristemente por el pecado este «Rey de
tremenda majestad»5 tuvo que vestirse por amor a nosotros de pobre y de doliente:

En cambio, porque quiso hacer su voluntad cambió nuestra suerte, y como estaba
decretado que Yo debía descender sobre la tierra, y cuando la Divinidad decreta,
no hay quien la aparte, sólo cambié modo y aspecto, así que descendí, pero bajo
vestidos humildísimos, pobre, sin ningún aparato de gloria, sufriente, llorando y
cargado con todas las miserias y penas del hombre. (Volumen 25, Marzo 31, 1929).

46. Todo esto a causa de la voluntad humana que se sustrajo de la Divina, que fue lo
que provocó la miseria y el dolor humano:

La voluntad humana me hacía venir a encontrar al hombre infeliz, ciego, sordo y


mudo, lleno de todas las miserias, y Yo para sanarlo lo debía tomar sobre de Mí
(Volumen 25, Marzo 31, 1929).

47. Por eso Jesús es:

5
Rex tremendae majestatis (Misa de Requiem).

11
Varón de dolores y sabedor de dolencias (Isaías 53, 3).

48. Cristo Rey es la Palabra eterna del Padre, el Verbo Divino, la segunda Persona de la
Santísima Trinidad que se viste con la naturaleza humana resultando en Él la Imagen
Humana del Dios invisible —el Emanuel, el Dios con nosotros (ver Mateo 1, 23)—. Y la
Divina Voluntad es la sustancia misma de Dios:

Todo está en mi Voluntad, y si el alma toma Ésta, toma toda la sustancia de mi Ser
(Volumen 11, Marzo 2, 1916).

49. Ya que la Divina Voluntad es el acto único de Dios:

Sólo mi Voluntad es un acto solo, que no tiene sucesión de actos; este acto único
está como fijado en un punto que jamás se cambia, este punto es la eternidad, y
mientras es un acto solo, es acto primero, acto interminable, sin embargo su
circunferencia es tan inmensa que nada le puede escapar, abraza todo y a todos
con un solo abrazo (Volumen 18, Octubre 24, 1925).

…este Querer Eterno es un acto solo (Volumen 12, Abril 8, 1918).

50. Por eso esta Voluntad Divina, este acto único es el que le da la grandeza a Dios:

…este acto único da al Ser Divino toda la grandeza, la magnificencia, la inmensidad,


la eternidad, la potencia, en suma, encierra todo para poder hacer salir de este
acto único todo lo que quiere (Volumen 19, Febrero 23, 1926).

51. Y así como el amar es el amor en acto, en acción, así el Querer Divino es la
Voluntad Divina en acto, el cual es eterno e infinito. Y este Querer Divino al actuar
realiza, obra, crea, etcétera, es un «Hágase», es decir, es el «Fiat Divino».

52. Y ¿quién es el Verbo Divino? ya vimos que es la Palabra del eterno Padre, es decir,
es el Fiat:

…fue mi Divina Voluntad que se encarnó… Fue propiamente Ella, porque Verbo
significa palabra, y nuestra palabra es el Fiat (Volumen 25, Marzo 22, 1929).

53. Como se ve, Dios quiso vestir de criatura, encarnar esta Voluntad Divina en una
naturaleza Humana. Esta Voluntad Divina que es personal:

Yo… el Verbo, la Voluntad Divina en persona (Volumen 34, Mayo 31, 1936).

…el Verbo Eterno, que es la misma Voluntad del Padre Celestial (Volumen 25,
Marzo 31, 1929).

12
54. Entonces en la obra Maestra de Dios que es Jesucristo está unida la Divinidad a lo
creatural, concretamente a lo humano en que la segunda Persona de la Trinidad —el
Verbo— se funde, asume la naturaleza humana. Pero esta Persona Divina se une con
todo y su Voluntad Divina, de tal modo que la Suprema Voluntad se une con la
voluntad humana de Jesús también:

Ha sido costumbre muy general y antigua llamar Rey a Jesucristo,… Así, se dice que
reina en las inteligencias de los hombres, no tanto por el sublime y altísimo grado
de su ciencia cuanto porque Él es la Verdad y porque los hombres necesitan beber
de Él y recibir obedientemente la verdad. Se dice también que reina en las
voluntades de los hombres, no sólo porque en Él la voluntad humana está entera y
perfectamente sometida a la santa Voluntad Divina, sino también porque con sus
mociones e inspiraciones influye en nuestra libre voluntad y la enciende en
nobilísimos propósitos. (Papa Pío XI, encíclica Quas Primas, sobre la Fiesta de Cristo
Rey, n. 6).

55. Dice el Papa: en Él la voluntad humana está entera y perfectamente sometida a la


santa Voluntad Divina; aquí se ve cómo el Espíritu Santo que guía a la Iglesia va
comunicando y preparando las verdades y enseñanzas para restaurar a la humanidad a
la finalidad para la que fue creada: vivir con el don del Reino de la Divina Voluntad.

56. Dios en su amor y generosidad quiere imágenes de su obra Maestra, los cuáles son
los seres humanos.

57. Y si en el modelo de la Creación que es Jesucristo la voluntad humana vive unida,


fundida, a la Voluntad Divina, entonces Dios en su bondad quiere que los seres
humanos vivan teniendo su voluntad humana unida, fundida, en la Voluntad Divina
para vivir con una sola Voluntad —que es la Divina— como en Jesucristo.

58. Por eso la finalidad de crear al ser humano es para que viviera en la Divina
Voluntad, lo cual es un gran honor para nosotros:

…mi Voluntad… finalidad única por la que fue creado el hombre (Volumen 22,
Agosto 28, 1927).

Hija mía, al crear al hombre le infundí el alma con mi aliento, queriéndole infundir
la parte más íntima de nuestro interior, que es nuestra Voluntad, la cual le daba
junto todas las partículas de nuestra Divinidad que el hombre como criatura podía
contener (Volumen 17, Julio 16, 1924).

13
59. Y en este proyecto de Dios, el que la humanidad esté unida al Verbo, a la segunda
Persona de la Trinidad y a través de Ella “de alguna manera” a las otras dos personas
Divinas (el Padre y el Espíritu Santo, ya que siempre están unidos) es a través de un
«Cuerpo Místico» en donde Cristo es Cabeza y los demás son sus miembros, por eso
dice Jesús en el texto antes citado sobre su venida a la tierra aunque no hubiera
existido pecado:

Si Adán no hubiese pecado,… debía venir a la tierra… para ser rey y cabeza de
la familia humana (Volumen 25, Marzo 31, 1929).

60. Para ser Cabeza de la familia humana, que es lo que ha hecho con la Iglesia:

…Cristo, Cabeza de la Iglesia (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 568).

Como Señor, Cristo es también la Cabeza de la Iglesia que es su Cuerpo (cf. Ef 1,


22). (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 669).

…La existencia en Cristo de la persona divina del Hijo, que al mismo tiempo
sobrepasa y abraza a todas las personas humanas, y que le constituye Cabeza
de toda la humanidad,… (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 616).

61. Entonces Dios ha querido en el ser humano unir Voluntad Divina y voluntad
humana, y también las Personas Divinas a través de la Segunda Persona de la Trinidad
al tomar, asumir, la naturaleza humana unirse lo más posible a las personas humanas;
primero en Cristo (el Primogénito) y luego a través de Él al resto de los humanos a
través de la Iglesia, Cuerpo Místico del que Él es Cabeza.

62. Estableciendo así una Alianza eterna entre el Creador y la criatura, una Alianza
esponsal:

Toda la vida cristiana está marcada por el amor esponsal de Cristo y de la


Iglesia. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1617).

63. Realizando las bodas del Cordero6:

Alegrémonos, regocijémonos y demos gloria a Dios, porque han llegado las


bodas del Cordero: su esposa ya se ha preparado, y la han vestido con lino fino
de blancura resplandeciente. (Apocalipsis 19, 7-8).

6
Sobre las bodas del Cordero y su relación con el Reino de la Divina Voluntad se ha tratado en R. Avalos, La
Historia de amor de la Divina Voluntad y de su Vida Divina con la criatura, en el Capítulo 3, Capítulo 9
sección: “Las bodas de Caná”, y en el capítulo 15.

14
64. Todo esto son los planes maravillosos de Dios que por el pecado han sufrido
ciertos ajustes, pero los designios de Dios y sus decretos permanecen para siempre,
como vimos en la sección de la “Advertencia”.

«Al que está sentado sobre el trono y al Cordero, alabanza, honor, gloria y
poder, por los siglos de los siglos». (Apocalipsis 5, 13).

15
C APÍTULO II:
P ARTÍCIPES DE LA REALEZA DE C RISTO

Tú has hecho de ellos un Reino sacerdotal para nuestro Dios,


y ellos reinarán sobre la tierra.
(Apocalipsis 5, 10).

65. El que Dios decidiera en su infinito Amor hacerse criatura, trae como consecuencia
el divinizar, de algún modo, a la criatura; ¡maravilloso!

…se nos han concedido las más grandes y valiosas promesas, a fin de que
ustedes lleguen a participar de la naturaleza divina (2 Pedro 1, 4).

El Verbo se encarnó para hacernos "partícipes de la naturaleza divina"


(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 460).

66. En este sentido el Catecismo sigue diciendo citando a San Atanasio:

…"Porque el Hijo de Dios se hizo hombre para hacernos Dios" (S. Atanasio, Inc.,
54, 3). (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 460).

67. Y también el Catecismo citando a Santo Tomás de Aquino dice:

…"El Hijo Unigénito de Dios, queriendo hacernos participantes de su divinidad,


asumió nuestra naturaleza, para que, habiéndose hecho hombre, hiciera dioses
a los hombres" (Santo Tomás de A., opusc 57 in festo Corp. Chr., 1). (Catecismo
de la Iglesia Católica, n. 460).

68. La Sagrada Escritura dice:

Yo dije: Ustedes son dioses,


e hijos todos del Altísimo. (Salmo 82, 6).

69. Obviamente en la frase: hijos del Altísimo (hijos de Dios) se entiende que si el
Padre es Dios, los hijos también. En el caso del Verbo Divino, la segunda Persona de la
Trinidad, es Hijo que es tan Dios como el Padre —de la misma naturaleza divina—, el
cual se encarna en Jesucristo.

16
70. Nosotros —simples criaturas— somos hijos que por «gracia» participamos de la
naturaleza divina7, y así podemos ser llamados dioses:

Jesús les respondió: «¿No está escrito en la Ley: "Yo dije: Ustedes son dioses"?
… la Ley llama dioses a los que Dios dirigió su Palabra —y la Escritura no puede
ser anulada— (Juan 10, 34-35).

71. Este ser «dioses» por participar de la naturaleza divina es una gracia que Dios en
su amor nos hace y que no significa la mentira del tentador: “…pues bien sabe Dios que
el día en que coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y serán como Dios,
conocedores del bien y del mal” (Génesis 3, 5), Dios no quiere esta semejanza que
propone el enemigo.

72. En cambio, este participar de la naturaleza divina que Dios sí quiere es


precisamente el don del Reino de la Divina Voluntad, que vimos en el Capítulo I que
para eso nos creó Dios: para vivir en la Divina Voluntad, y así creó Adán.

73. Entonces somos dioses al vivir en la Divina Voluntad. Al respecto Jesús dice en los
volúmenes:

Si todos la pudiesen ver quedarían estupefactos al ver que en mi Voluntad el


alma llega a ser un pequeño dios, pero todo en virtud de la potencia de mi
Voluntad. (Volumen 14, Abril 6, 1922).

…nuestra Voluntad que debía hacerse guía y actor de su obrar *del hombre+, a
fin de que no sólo lo hiciera crecer a nuestra semejanza, sino que le diese la
forma de un pequeño dios. (Volumen 19, Marzo 9, 1926).

74. Esta es la verdadera realeza del ser humano, vivir a semejanza de Dios, Dios vive,
actúa en su Divina Voluntad, y Dios en su amor también quiere que nosotros vivamos
como Él, de tal manera que podemos participar de su dominio y realeza.

75. Por eso la Creación fue hecha para el hombre:

La Creación fue hecha por amor del hombre (Volumen 18, Agosto 9, 1925).

Hija mía, nuestro amor en la Creación fue exuberante, pero siempre hacia el
hombre, en cada cosa creada poníamos tantos actos de amor por cuantas
veces se debía servir de ellas la criatura. (Volumen 28, Abril 1, 1930).

76. Pero Jesús se refiere al hombre que viva en la Divina Voluntad, en el Divino Querer:

7
Ver 2 Pedro 1, 4.

17
…¿pero sabes tú quién siente descender en su interior todos los efectos de
nuestras tantas felicidades esparcidas en lo creado, hasta quedar empapado
por ellas como una esponja? Quien vive en nuestro Querer Divino (Volumen
25, Diciembre 13, 1928).

Así que quien vive en mi Querer es como reina en medio de la Creación, y Yo


gozo sumamente al verla reinante en medio de mis bienes. (Volumen 19, Mayo
1, 1926).

77. Dios es el dueño absoluto de todo, y por supuesto este dominio lo tiene también
Jesucristo: Dios y Hombre; y a través de Jesucristo y su misión de Rey y Cabeza de todo
le participa este dominio de la Creación al ser humano; pero al ser humano que vive en
la Divina Voluntad a semejanza de Jesucristo:

Dios dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y


que le estén sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las
fieras de la tierra, y todos los animales que se arrastran por el suelo». (Génesis
1, 26).

78. En Libro de Cielo Jesús dice:

Así que todo lo que ves en lo creado es nada en comparación a la creación del
hombre;… basta decir que [Dios] miró al hombre creado y lo encontró tan
bello, que se enamoró de él, y celoso de este su portento, Él mismo se hizo
custodio y poseedor del hombre y dijo: “Todo lo he creado para ti, te doy el
dominio de todo, todo es tuyo, y tú serás todo mío”. (Volumen 12, Febrero 24,
1919).

…la Creación fue hecha para el hombre, en la cual debía ser él el rey de todas
las cosas creadas (Volumen 19, Julio 29, 1926).

79. Pero el hombre en donde habitase Dios, la Divina Voluntad, el Rey de reyes8:

…él *el hombre+ fue creado por Nosotros como rey de la creación, porque
debiendo habitar en él su Creador, el Rey de reyes, era justo que aquél que
formaba la habitación a nuestro Ente Supremo, debía ser el pequeño rey que
debía dominar las mismas cosas creadas por Nosotros (Volumen 30, Diciembre
14, 1931).

8
Ver Apocalipsis 19, 16.

18
80. De tal manera que la Creación fue hecha como morada del hombre y el hombre
como morada de Dios:

La Creación debía servir como habitación del hombre, y el hombre debía servir
como habitación nuestra (Volumen 35, Septiembre 6, 1937).

81. Por eso la Sagrada Escritura expresa el orden establecido por Dios:

Todo es de ustedes, pero ustedes son de Cristo y Cristo es de Dios. (1 Corintios


3, 22-23).

82. Entonces en el plan original de Dios, la Creación es del ser humano (viviendo en la
Divina Voluntad), el hombre de Cristo y Cristo de Dios. Tristemente por el pecado el
hombre perdió este señorío e incluso la Creación a veces le es adversa:

En cambio el hombre, con sustraerse de nuestro Querer perdió su puesto,


quedó sin nuestra casa, expuesto a los peligros, todos lo pueden tocar para
hacerle daño (Volumen 20, Septiembre 17, 1926).

…el alma en la cual no reina mi Querer no tiene ningún derecho [de las cosas
creadas], y si las goza es un usurpador, porque no son suyas, es un intruso en
mis bienes, pero como mi bondad es tanta le dejo gozar a título de limosna,
pero no de derecho. He aquí por qué muchas veces los elementos se descargan
en daño del hombre, porque no tiene derecho, y de las cosas de la tierra le
queda la limosna que el Creador le manda. (Volumen 19, Mayo 1, 1926).

83. La Redención nos ha ido levantando, nos ha ido recuperando parte de las gracias
perdidas, por eso con el Bautismo recibimos la gracia, la incorporación al Cuerpo
Místico de Cristo y vamos recuperando parte de la realeza que nos participó la
Divinidad y que se perdió por el pecado:

La unción con el santo crisma, óleo perfumado y consagrado por el obispo,


significa el don del Espíritu Santo al nuevo bautizado. Ha llegado a ser un
cristiano, es decir, "ungido" por el Espíritu Santo, incorporado a Cristo, que es
ungido sacerdote, profeta y rey (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1241).

…Por el Bautismo participan del sacerdocio de Cristo, de su misión profética y


real, son "linaje elegido, sacerdocio real (Catecismo de la Iglesia Católica, n.
1268).

84. Y al vivir con la Divina Voluntad se restaura la finalidad original en nosotros y nos
lleva a recuperar la realeza y dominio en la Creación perdidos por el pecado:

19
Hija mía, te recomiendo que no salgas de dentro de mi Voluntad, porque mi
Voluntad contiene tal potencia, que es un nuevo bautismo para el alma, es
más, más que el mismo bautismo, porque en los sacramentos hay parte de mi
Gracia, en cambio en mi Voluntad está toda la plenitud; en el bautismo se quita
la mancha del pecado original pero quedan las pasiones, las debilidades; en mi
Voluntad, destruyendo el alma el propio querer, destruye las pasiones, las
debilidades y todo lo que es humano, y vive de las virtudes, de la fortaleza y de
todas las cualidades divinas. (Volumen 9, Marzo 23, 1910).

…por eso suspiro tanto a quien vive en mi Querer, porque sólo ella no me
dejará desilusionado en el fin de la Creación, sólo ella gozará por derecho las
cosas creadas por Mí, porque siendo una mi Voluntad con la suya, lo que es
mío es suyo, y con derecho puede decir: ‘El cielo, el sol, la tierra y todas las
otras cosas son mías, por eso quiero gozármelas, y también para dar honor a la
Suprema Voluntad que las ha creado y que reina en mí’. (Volumen 19, Mayo 1,
1926).

85. Se va viendo cada vez con más claridad que Dios siendo Rey absoluto ha querido
en su infinito amor comunicarnos esta realeza, para que también nosotros tengamos
el dominio en nuestro interior, en la Creación, hagamos lo que hace Dios en su Divina
Voluntad y así seamos reyes y reinas:

Ahora, en la Creación toda y en los hijos que pertenecerán al Reino del Fiat
Divino correrá en ellos más que sangre la Vida de Él, que les dará el derecho de
pertenecer a la familia real y celestial, de modo que todos serán reyes y reinas,
todos ocuparán puestos nobles, dignos de la familia a la que pertenecen.
(Volumen 20, Febrero 11, 1927).

86. Se concluye por tanto que solamente viviendo con el don del Reino de la Divina
Voluntad seremos reyes y reinas como Dios quiere.

…honren a la Sabiduría y reinarán para siempre. (Sabiduría 6, 21).

Tampoco existirá la noche, ni les hará falta la luz de las lámparas ni la luz del
sol, porque el Señor Dios los iluminará, y ellos reinarán por los siglos de los
siglos. (Apocalipsis 22, 5).

20
C APÍTULO III:
E L R EINADO DE C RISTO

Te alabaré, Dios mío, a ti, el único Rey,


y bendeciré tu Nombre eternamente
(Salmo 145, 1).

87. El mismo Cristo en su conversación con Pilato afirma que es Rey:

Pilato le dijo: «¿Entonces tú eres rey». Jesús respondió: «Tú lo dices: yo soy
Rey. Para esto he nacido y he venido al mundo: para dar testimonio de la
verdad. El que es de la verdad, escucha mi voz». (Juan 18, 37).

88. Jesús dice que para eso ha nacido y venido al mundo; coincidiendo con lo que ya
vimos en Libro de Cielo en el Capítulo I que Él de todas manera hubiera venido al
mundo a ser Rey y Cabeza de la familia humana (volumen 25, Marzo 31, 1929).

89. Esta es por tanto la razón de ser del Primogénito de la Creación: ser Rey y Cabeza.
La cuestión de venir a juzgar es una consecuencia del pecado, pero no es el plan
original. El Papa Pío XI lo expresa así:

Mas, entrando ahora de lleno en el asunto, es evidente que también en sentido


propio y estricto le pertenece a Jesucristo como hombre el título y la potestad de
Rey; pues sólo en cuanto hombre se dice de Él que recibió del Padre la potestad, el
honor y el reino; porque como Verbo de Dios, cuya sustancia es idéntica a la del
Padre, no puede menos de tener común con Él lo que es propio de la divinidad y,
por tanto, poseer también como el Padre el mismo imperio supremo y
absolutísimo sobre todas las criaturas. (Papa Pío XI, encíclica Quas Primas, sobre la
Fiesta de Cristo Rey, n. 6).

90. Volviendo al diálogo de Jesús con Pilato que se acaba de ver al inicio de este
capítulo, Jesús relaciona su realeza con la verdad. Ha venido al mundo a reinar, pero
no es un reinado arbitrario y caprichoso como muchos en el mundo, sino en la verdad;
por eso dice: he venido al mundo para dar testimonio de la verdad.

91. Porque Él mismo es «la Verdad»: Yo soy… la Verdad (Juan 14, 6). Dice también que
el que es de la verdad, escucha su voz; ¿para que escuchamos su voz? Para conocer su
adorable Voluntad y vivirla.

21
92. Solamente así seremos libres: «conocerán la verdad y la verdad los hará libres»
(Juan 8, 32). ¿Libres de qué? De lo que nos hace infelices, de lo que nos degrada:
nuestra voluntad humana que impide el Reinado feliz y paradisiaco de la Voluntad
Divina en nuestro ser; el mismo Jesús lo dice así:

Vengo como Rey en medio de los pueblos, más no para exigir impuestos y tributos,
no, no; vengo porque quiero vuestra voluntad, vuestras miserias, vuestras
debilidades, todos vuestros males. Esta es mi Soberanía, precisamente: quiero
todo lo que os hace infelices, inquietos, atormentados, para esconder todo y
quemarlo con mi Amor; y Rey bueno, pacífico, generoso cual soy, quiero a cambio
daros mi Voluntad, con el Amor más tierno, con mis riquezas y felicidad, con la más
pura paz y alegría. (Llamamiento del Rey Divino al Reino de su Voluntad).

93. La ignorancia, el error, mata; la Verdad nos da luz y vida: «Yo soy el Camino, la
Verdad y la Vida» (Juan 14, 6). Jesús nos trae la verdad de nuestra realidad perdida por
el pecado.

94. La verdad de nuestra creación, la verdad de la finalidad por la cual existimos, la


verdad del gran don que Dios nos dio desde la creación de Adán que es su Divina
Voluntad y la verdad de que aunque se perdió por el pecado nos lo quiere volver a dar,
la verdad de la restauración completa de toda la creación, entre otras cosas.

95. Es la verdad de que el reinado pleno de Cristo en nosotros es cuando la Divina


Voluntad vive y domina en nosotros con el don del Reino de la Divina Voluntad; porque
la Voluntad Divina tiene el dominio incluso en la Santísima Trinidad:

…todo nuestro Ser viene concentrado en el acto que quiere hacer nuestra
Voluntad, en cambio si nuestra Voluntad no quiere, ninguno de nuestros atributos
se mueve, parece que no tienen vida para todo lo que no quiere hacer nuestra
Voluntad, así que Ella tiene la supremacía, el dominio sobre nuestro Ser (Volumen
19, Mayo 3, 1926).

96. Y así mismo en todo lo creado:

Hija mía, en la Creación una fue la Voluntad que salió en campo al crear todas las
cosas, y con derecho sólo a ésta le correspondía el dominio, el régimen y el
desarrollo de su misma Vida en cada cosa y ser por Ella creados.

97. Y por tanto, para gran honor y felicidad nuestra, también lo quiere en nosotros,
que en todo nuestro ser y actuar reine su Voluntad, su Fiat Divino:

22
Hija mía, no te maravilles, mi Fiat Divino quiere tomar su dominio en todos los
actos humanos, quiere que todo sea propiedad y territorio suyo,… en suma, debe
poder decir y hacer: ‘Lo que hago por Mí mismo en mi Voluntad, lo debo poder
hacer junto con mi pequeña hija, porque dándome el dominio de todo, todo se
vuelve Voluntad mía’. Así que puedo decir: Todo es propiedad de mi Fiat en ella,
nada le queda que sea suyo, todo a Mí me pertenece, y Yo en correspondencia le
doy a ella lo que pertenece a mi Voluntad Divina. (Volumen 24, Julio 10, 1928).

98. Así fue en el origen con Adán inocente:

Hija mía, al crear al primer hombre… me infundí a Mí mismo en el fondo del


hombre para regirlo, dominarlo y custodiarlo, así que aquel hombre formaba un
reino para Mí, en el cual Yo como Rey debía extender mis confines. Mi alegría fue
a lo sumo al ver en este hombre la generación de tantos otros seres, casi
interminable, que me debía dotar de tantos otros reinos por cuantas criaturas
debían salir a la luz, en los cuales Yo debía reinar y ensanchar en ellos mis confines
divinos (Volumen 14, Septiembre 9, 1922).

99. Se ve claro que la realeza de Cristo viene de la Divina Voluntad y con esa misma
Voluntad Divina quiere reinar en nosotros, porque nuestro ser ha sido creado para ser
un reino para Él; y al hacerlo así nosotros reinamos con Él en toda la Creación y también
dentro de nosotros:

Hija mía, mi Voluntad es orden, y en el alma donde Ella reina pone su orden divino,
y en virtud de este orden la criatura siente el orden en sus pensamientos, en sus
palabras, en sus obras y pasos, todo es armonía. (Volumen 24, Agosto 12, 1928).

Así que puestas en armonía la Divina Voluntad y la voluntad humana, dándole el


dominio, el régimen, como es querido por Nosotros, la naturaleza humana pierde
los tristes efectos y queda bella como salió de nuestras manos creadoras.
(Volumen 26, Julio 30, 1929).

100. Es decir, al reinar Jesús en nosotros con su Divina Voluntad, nosotros también nos
volvemos dominadores también de todo nuestro interior:

…ponte en el círculo de mi Voluntad… y esto te traerá un gran provecho, porque


estando tú en mi Voluntad no tendrás necesidad de combatir con tus pasiones y de
estar siempre en armas contra ellas,… sino que sin combatir, sin estrépito,
dulcemente se mueren, porque ante la Santidad de mi Voluntad las pasiones no se
atreven a presentarse, y pierden por sí mismas la vida (Volumen 4, Diciembre 23,
1900).

23
101. Dándonos con este dominio interior el ser reyes de nosotros mismos, de las cosas
creadas y pertenencia íntima con el Creador:

…el vivir en nuestra Voluntad es un don que nuestra magnanimidad quiere dar a
las criaturas, y con este don la criatura se sentirá transformada de pobre en rica, de
débil en fuerte, de ignorante en docta, de esclava de viles pasiones, dulce y
voluntaria prisionera de una Voluntad toda santa que no la tendrá prisionera, sino
reina de sí misma, de los dominios divinos y de todas las cosas creadas. … Él es don
de Cielo dado por nuestra gran magnanimidad y por nuestro amor inextinguible.
Ahora, con este don, la familia humana se sentirá de tal manera vinculada con su
Creador, que no se sentirá más lejana de Él, sino de tal manera cercana como si
fuera de su misma familia y conviviera en su misma morada real. Con este don se
sentirá de tal manera rica, que nunca más sentirá las miserias, las debilidades, las
pasiones turbulentas, sino que todo será fuerza, paz, abundancia de gracia, y
reconociendo el don, dirá en la casa de mi Padre Celestial: ‘Nada me falta, tengo
todo a mi disposición, siempre en virtud del don que he recibido’. (Volumen 30,
Abril 30, 1932).

102. Este reinado de Cristo se traduce, por tanto, en felicidad para nosotros:

Hija bendita, ánimo, no te aflijas demasiado, por ahora quiero que tu Cielo sea mi
Divina Voluntad, Ella será tu patria celestial en la tierra, y no dejará de felicitarte y
de darte las puras alegrías de allá arriba; donde Ella reina tiene múltiples modos
para dar nuevas sorpresas de alegrías, de contentos, para hacer que el alma que la
posee pueda gozar su paraíso en la tierra, y por eso ahora toma modos
dominantes, y su dominio se extiende en la mente, en la palabra, en el corazón, en
todo el ser de la criatura, hasta en el más pequeño movimiento, y ¡oh! cómo es
dulce su dominio, es dominio y vida, es dominio y fuerza, es dominio y luz que se
hace camino, y su luz aleja las tinieblas, quita las barreras que pueden impedir el
bien, y su dominio pone en fuga a los enemigos, en suma, la criatura se siente
llevada por el dominio de la Divina Voluntad, y mientras es dominada queda
dominadora de sí misma, de sus actos y de la misma Divina Voluntad que mientras
domina e impera, es tanta su suavidad, fuerza y dulzura, que se funde con la
criatura y quiere que domine junto, porque su dominio es pacífico, y a todos los
actos que hace la criatura da su beso de paz dominante. (Volumen 30, Enero 12,
1932).

103. ¡Hermoso! Esto nos recuerdan las palabras de Jesús en el Evangelio:

24
Vengan a mí… Carguen sobre ustedes mi yugo… y así encontrarán alivio. Porque mi
yugo es suave y mi carga liviana. (Mateo 11, 28-30).

104. Sí, encontraremos alivio a la infelicidad y tiranía de nuestras pasiones


desordenadas que ha provocado nuestro horrible y pesado yugo de nuestra voluntad
humana que se ha apartado de la Divina.

105. Y a través de las verdades que ha manifestado a través de Luisa nos quitará este
yugo pesado de nuestro querer humano:

…el hacer la propia voluntad es la verdadera y perfecta ruina del hombre y el


desorden de la familia humana. Por eso me interesa tanto que mi Voluntad sea
conocida, a fin de que la criatura regrese a su puesto, no más se arrastre con la
cabeza abajo, sino que camine con los pies, no forme más mí y su deshonor, sino
mí y su honor. (Volumen 19, Agosto 27, 1926).

Mis manifestaciones sobre Él [el Querer Divino] serán como bálsamo que
cicatrizarán las llagas que ha producido la voluntad humana; quien tenga el bien de
conocerlas se sentirá correr en él una nueva vida de luz, de gracia, de fortaleza,
para cumplir en todo mi Voluntad, y no sólo esto, sino que comprendiendo el gran
mal del propio querer lo aborrecerán y se sacudirán del durísimo yugo de la
voluntad humana, para ponerse bajo el suave dominio de la mía. (Volumen 19,
Agosto 14, 1926).

106. Jesús continúa hablando de este dominio de la Voluntad Divina en donde da su


beso de paz a cada acto de criatura que posee este don:

…es tanta su suavidad, fuerza y dulzura *de la Divina Voluntad+, que se funde con la
criatura y quiere que domine junto, porque su dominio es pacífico, y a todos los
actos que hace la criatura da su beso de paz dominante. Este beso, suavidad y
dulzura raptan la voluntad humana en la Divina y extienden el dominio juntos para
formar el reino divino en el fondo del alma. *…+ ¿Y cuántos cielos, mares de
riquezas, variedad de bellezas pone en la afortunada criatura que posee su dulce y
feliz dominio? (Volumen 30, Enero 12, 1932).

107. Queda claro que este reino de Cristo es esencialmente en el alma, es aquí donde
Cristo quiere reinar, ya que en la naturaleza, en el cosmos, ya domina:

…la cosa es grande, es establecer mi reino en el alma aún en la tierra,… ahora


como rey vengo Yo para reinar (Volumen 13, Diciembre 3, 1921).

25
108. Dice Jesús: ahora como rey vengo Yo para reinar, porque este Reino ya retornó,
primero en Luisa, con lo cual ahora nosotros ya podemos entrar:

…estaba reservado el abrir las puertas de mi Eterno Querer a la pequeña hija mía
[Luisa], para unificar sus actos a los míos y a los de mi Mamá, y volver triples todos
nuestros actos ante la Majestad Suprema y para bien de las criaturas. Ahora,
habiendo abierto las puertas, pueden entrar otros, con tal que se dispongan a un
bien tan grande. (Volumen 15, Enero 24, 1923).

Después, a tu eslabón de conjunción Conmigo serán unidos los demás eslabones


de las criaturas, y tendré una multitud de almas, que viviendo en mi Querer
reharán todos los actos de las criaturas (Volumen 12, Enero 29, 1919).

109. Y este dominio, esta soberanía de Cristo a través de la Divina Voluntad en el alma
es su fiesta y felicidad:

Por eso nuestra única fiesta y felicidad que tenemos sobre la tierra, es el alma que
se hace poseer por el dominio de mi suprema Voluntad, en ella encuentra lugar
nuestra palabra, nuestra Vida, nuestras alegrías, se puede decir que la obra de
nuestras manos creadoras está en el orden, donde fue establecido por nuestra
sabiduría infinita, esto es en nuestra Divina Voluntad, está en su puesto de honor.
(Volumen 30, Enero 12, 1932).

110. Por eso si queremos que realmente Cristo reine, vivamos en el Reino de la Divina
Voluntad. Y para esto Jesús nos ha dejado sus verdades de la Divina Voluntad a través de
la obra que ha realizado en Luisa Piccarreta.

111. Ya se vio que su Reino está relacionado con la Verdad que es Él mismo, por tanto
sus verdades sobre la Divina Voluntad nos dan los conocimientos necesarios para recibir
este don del Reino de la Divina Voluntad, ya que no se ama lo que no se conoce. Por eso
le dice Jesús a Luisa:

…el milagro que quiere mi Voluntad Divina que tú hagas es el de dar mi Voluntad a
las criaturas, de hacerla conocer para hacerla reinar (Volumen 22, Junio 1, 1927).

Cada conocimiento que te he dado sobre mi Voluntad contiene una potencia


creadora, y el todo está en poner fuera estos conocimientos, que la potencia que
contienen sabrá hacer brecha en los corazones para someterlos a su dominio.
(Volumen 19, Junio 15, 1926).

112. Estos escritos al leerlos para vivir lo que se conoce tienen el poder de llevarnos a
nuestro origen que es vivir en la Divina Voluntad:

26
…porque estos conocimientos sobre mi Fiat, para quien tiene el bien de conocerlos
para hacer de ellos vida propia, tienen virtud de ennoblecer a la criatura y hacer
correr en su alma los humores vitales de la Vida Divina, y de elevarla a su origen
primero (Volumen 23, Febrero 28, 1928).

113. Porque poseeremos la Divina Voluntad según la conozcamos:

…porque les será dado según conozcan. (Volumen 35, Noviembre 7, 1937).

114. Renovarán la Iglesia y el mundo entero:

…en mi Omnividencia veo que estos escritos serán para mi Iglesia como un nuevo
sol que surgirá en medio de Ella, y los hombres atraídos por su luz deslumbrante se
aplicarán para transformarse en esta luz y salir espiritualizados y divinizados, por lo
cual renovándose la Iglesia, transformarán la faz de la tierra. (Volumen 16, Febrero
10, 1924).

115. Aquí se entienden mejor las palabras que Jesús le dice a Pilato:

«Mi Reino no es de este mundo. …mi Reino no es de aquí.» (Juan 18, 36).

116. Su Reino no es de este mundo, porque la Voluntad Divina es de la Divinidad que


está en el Cielo. Por eso la doctrina de la Divina Voluntad es toda de Cielo:

Ahora, con el haberte dicho tantos conocimientos sobre mi Divina Voluntad, no ha


sido para darte una bella noticia, no, no, ha sido para formar la ciencia de Ella
primero en ti, y después en medio a las criaturas, a fin de que conocida esta ciencia
divina y toda de cielo, pueda hacer madurar la Vida de mi Fiat Divino y formar su
reino. (Volumen 28, Marzo 9, 1930).

Hija mía, tú agradéceme que te he hecho escribir lo que respecta a mi Voluntad,


doctrina toda de Cielo y que tiene virtud de comunicar la Vida palpitante y toda
celestial de Ella a quien leerá estos escritos. (Volumen 23, Enero 29, 1928).

117. Dios en su amor dio este don al hombre en el inicio de la historia, pero fue
rechazado; por eso este mundo con la voluntad humana reinando en el ser humano ha
hecho en la Creación de Dios un mundo de maldad, por eso no es de este mundo el
Reino de Cristo.

118. Pero Dios en su amor y misericordia quiere darlo de nuevo; por eso nos ha invitado
a pedir que este Reino venga:

27
Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea
tu Nombre, que venga tu Reino, que se haga tu Voluntad en la tierra como en el
Cielo. (Mateo 6, 9-10).

119. En este sentido Jesús dice en Libro de Cielo:

Ahora, para disponer a las almas a vivir en mi Querer y darles parte de los bienes
que Él contiene y hacer regresar al hombre sobre el camino de su origen, como fue
creado por Mí, quise ser el primero en rogar, haciendo resonar mi voz de un punto
al otro de la tierra y hasta en lo alto del Cielo diciendo: ‘Padre nuestro que estás en
los Cielos’. No dije Padre mío, sino que lo llamé Padre de toda la familia humana,
para comprometerlo en lo que debía agregar: ‘Que todos santifiquen tu nombre, a
fin de que venga tu reino sobre la tierra y tu Voluntad se haga como en el Cielo así
en la tierra’. Era esta la finalidad de la Creación, y Yo pedía al Padre que se
cumpliera. En cuanto Yo recé, el Padre cedió a mis súplicas y formé el germen de
tanto bien,… así con este germen formado por Mí, la Iglesia ruega y repite tantas
veces mi misma oración y se dispone a recibir, el que reconozcan y amen a mi
Celestial Padre como Padre de ellos, de manera de merecer ser amados como hijos
y reciban el gran bien de que mi Voluntad se haga como en el Cielo así en la tierra.
(Volumen 15, Abril 14, 1923).

Y para confirmarlo mayormente [el Reino de la Divina Voluntad] enseñé el Padre


Nuestro, a fin de que con la plegaria se dispusieran y adquirieran los derechos para
recibirlo, y Dios se sintiera como con el deber de darlo. Con enseñar el Padre
Nuestro, Yo mismo ponía en sus manos el derecho de recibirlo, y me empeñaba en
dar un reino tan santo, y cada vez que la criatura recita el Padre Nuestro adquiere
una especie de derecho de entrar en este reino (Volumen 29, Junio 30, 1931).

120. Este vivir en la Divina Voluntad crea en el interior del ser humano nuevos cielos,
nueva tierra9, nuevos soles…:

Por eso en la criatura que vive en mi Voluntad se verán nuevos cielos, soles más
brillantes que los de la misma Creación (Volumen 29, Agosto 22, 1931).

…así son las almas que viven en Él *en el Querer Divino+, son los nuevos cielos, los
nuevos soles, la nueva tierra toda florida, más multiformes en belleza y en
encanto. (Volumen 13, Mayo 1, 1921).

121. En este sentido dice el Papa San Juan Pablo II en la Solemnidad de Jesucristo Rey
del universo:
9
Como los que se mencionan en: Isaías 65, 17; 2 Pedro 3, 13; Apocalipsis 21, 1.

28
…la solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo Rey del universo va unida al domingo
último del año eclesiástico. Y está bien así. Efectivamente, las verdades de la fe que
queremos manifestar, el misterio que queremos vivir encierran, en cierto sentido,
cada una de las dimensiones de la historia, cada una de las etapas del tiempo
humano, y abren al mismo tiempo la perspectiva "de un cielo nuevo y de una tierra
nueva" (Ap 21, 1), la perspectiva de un Reino que "no es de este mundo" (Jn 18,
36). … Debemos admitir que el Reino de Cristo, gracias al cual se abren ante el
hombre las perspectivas extraterrestres, las perspectivas de la eternidad, se forma
en el mundo y en la temporalidad. Se forma, pues, en el hombre mismo mediante
"el testimonio de la verdad" (Jn 18, 37) que Cristo dio en ese momento dramático
de su Misión mesiánica: ante Pilato (San Juan Pablo II, Homilía, 25 de noviembre de
1979).

122. Muy interesantes las palabras de Papa, se nota la acción del Espíritu Santo que
sopla los vientos de la Divina Voluntad en la Iglesia.

123. Ahora que ya se ha visto que Jesús ha formado este Reino en Luisa y que ya
podemos entrar, también cobran relevancia las siguientes palabras de Cristo:

«El Reino de Dios no viene espectacularmente, y no se podrá decir: «Está aquí» o


«Está allí». Porque el Reino de Dios está entre ustedes». (Lucas 17, 20-21).

124. Cristo lo decía en su época porque el Reino de la Divina Voluntad estaba


totalmente y plenamente en Él, también estaba este Reino en María; luego ellos se van
al Cielo y la Iglesia pide en el Padre Nuestro que venga este Reino a la humanidad:

Él debe permanecer en el Cielo hasta el momento de la restauración universal,


que Dios anunció antiguamente por medio de sus santos profetas. (Hechos 3,
21).

125. Y Jesús dice en Libro de Cielo:

…quise subir al Cielo con mi Humanidad bella, vestida de luz como salió de
nuestras manos creadoras, para decir al Padre Celestial: ‘Padre mío, mira cómo
mi Humanidad está rehecha, cómo el reino de nuestra Voluntad está al seguro
en Ella, soy Yo la cabeza de todos, y quien te ruega tiene todos los derechos de
pedir y de dar lo que Yo poseo.’ Hija mía, se necesitaba una humanidad
inocente, con todas las dotes con las cuales salió de nuestras manos creadoras
para conseguir de nuevo el reino de nuestra Voluntad en medio a las criaturas,
que hasta entonces faltaba, y Yo lo adquirí con mi muerte, y subí al Cielo para
cumplir, después de mi primer trabajo, el segundo trabajo mío de impetrar y

29
dar el reino de mi Divina Voluntad sobre la tierra. Son cerca de dos mil años
que esta mi Humanidad ruega, y nuestra Majestad Divina, sintiéndose
regurgitar de nuevo, más bien, con más intensidad el amor de la Creación que
tuvimos al crear al hombre, y sintiéndose raptar y fascinar por la belleza de mi
Humanidad, ha desbordado fuera de nuevo, y abriendo los Cielos ha hecho
llover a torrentes la lluvia de luz de los tantos conocimientos sobre mi Fiat, a fin
de que como lluvia descienda sobre las almas, y con su luz vivifique y sane al
querer humano, y transformándolo, arroja la raíz de mi Voluntad en los
corazones, y ahí extiende su reino sobre la tierra. (Volumen 26, Mayo 12,
1929).

126. Desde los corazones Jesús extenderá su reino sobre la tierra. Por tanto, este tiempo
de la restauración del Reino de la Divina Voluntad —como se ha visto— ya llegó, ya todo
está listo, basta que nos decidamos a entrar, viviendo bien el Reino de la Redención y
luego conociendo las verdades de la obra que Jesús ha realizado en Luisa para «vivir» lo
que dicen; y así este maravilloso Reino de la Divina Voluntad irá entrando en nuestra
vida, por eso Jesús dice:

Así que como tú ves, los materiales están ya prontos, los edificios existen, los
conocimientos de mi Querer que más que sol deben iluminar su reino y hacer
construir por los materiales formados por Mí edificios más vastos, así que no se
requiere otra cosa que los pueblos que deben poblar este reino de mi Fiat, y los
pueblos se formarán y entrarán conforme se vayan publicando los conocimientos
de Él. (Volumen 26, Julio 27, 1929).

Ahora, después que hemos hecho don de nuestro Fiat a un miembro de esta
familia humana, ella adquiere el vínculo y el derecho de este don, porque Nosotros
no hacemos jamás obras y dones para una sola, sino que cuando hacemos obras y
dones los hacemos siempre en modo universal, por lo tanto este don estará listo
para todos, con tal que lo quieran y se dispongan. (Volumen 30, Abril 30, 1932).

127. Este Reino está en las verdades de la obra que Jesús ha hecho en Luisa, basta que
conozcamos y vivamos esas verdades y el don del Reino de la Divina Voluntad irá siendo
una realidad en nosotros.

128. Y en este Reino se requiere que le demos plena libertad a Jesús de actuar con su
Divina Voluntad en nosotros, al respecto dice Jesús en Libro de Cielo:

A Mí me agradan las cosas espontáneas, no forzadas; me agrada que el alma haga


suyo lo que Yo quiero y como si fuese cosa suya, no mía, libremente y con amor me
done lo que Yo quiero; lo forzado es de los esclavos, de los siervos y de quien no

30
ama, por eso Yo paso de largo ante aquellas almas como ante aquellos betlemitas
[las personas que habitaban en Belén], porque no están prontas a hacerme entrar
en ellas y darme plena libertad de hacerme hacer lo que Yo quería de ellas.
(Volumen 16, Abril 11, 1924).

Ahora, si todas las cosas creadas, pequeñas o grandes, porque han sido creadas en
virtud de mi Fiat Omnipotente pueden llamarse obras divinas, mucho más pueden
llamarse actos divinos y eternos lo que mi Voluntad obra en el alma, la que
poniendo a los pies de mi Querer su humano querer, me da plena libertad de hacer
obrar a mi Voluntad. (Volumen 16, Mayo 19, 1924).

129. De esta manera también Jesús reina en el Universo desde el alma en donde reina y
vive la Divina Voluntad. Precisamente Luisa pensaba sobre este aspecto en Libro de Cielo
y Jesús le explica, veamos:

Después, yo estaba pensando en lo que Jesús me había dicho y decía entre mí:
“¿Será posible todo esto, que el Divino Querer llega hasta bilocarse para reinar en
la criatura como en su propia sede, en su seno divino?” Y Jesús ha agregado: “Hija
mía, ¿sabes cómo sucede? Supón un pequeño y pobre tugurio, donde un rey,
llevado por amor a este tugurio quiere habitar dentro, así que desde dentro de
aquel tugurio se escucha la voz del rey, parten las órdenes del rey, salen sus obras,
dentro de aquel tugurio están los alimentos adecuados para alimentar al rey, la
silla para sentarse digna de él, así que el rey nada ha cambiado de lo que le
conviene a su real persona, sólo ha cambiado la habitación de la morada real, por
su voluntad y con sumo placer ha escogido el tugurio. El pequeño tugurio es el
alma, el rey es mi Voluntad. ¿Cuántas veces escucho la voz de mi Voluntad que
ruega, que habla, que enseña en el pequeño tugurio de tu alma? ¿Cuántas veces
veo salir mis obras, y rijo, vivifico y conservo todas las cosas creadas desde tu
pequeño tugurio? Mi Voluntad no toma en cuenta la pequeñez, más bien le agrada
sumamente, lo que va buscando es el absoluto dominio, porque con el absoluto
dominio puede hacer lo que quiere y poner lo que le agrada”. (Volumen 19, Mayo
3, 1926).

130. ¡Impresionante! Jesús quiere reinar y hacer lo que hace en su sede, en su seno
divino, también desde la criatura que vive en su Voluntad; quiere poner su trono de Rey
en el alma de cada uno de nosotros ¡qué amor!

131. Quiere desde nuestra alma crear nuevas almas humanas, crear y conservar la
Creación (en la Divina Voluntad se entra en la eternidad), vivificar a las almas, realizar la
santificación, etcétera.

31
132. Pero Jesús resalta que necesita el absoluto dominio, que la criatura le dé plena
libertad:

Pequeña hija de mi Querer, tú debes saber que son derechos absolutos de mi Fiat
Divino el tener el primado sobre cada uno de los actos de la criatura, y quien le
niega el primado le quita sus derechos divinos que por justicia le son debidos,
porque es creador del querer humano. (Volumen 25, Marzo 31, 1929).

133. En otro lado de Libro de Cielo Jesús toma de nuevo el tema del rey y del tugurio,
expresando cómo el gran Rey que ama tanto al que vive en el tugurio está dispuesto a
vivir allí y compartirle sus alimentos reales, pero necesita que el que vive en el tugurio le
dé total libertad:

Sucede como a un rey, que amando con amor excesivo a un súbdito suyo quiere
abajarse a hacer vida en su pequeño tugurio, pero quiere ser libre, quiere poner en
el pequeño tugurio sus cosas reales, quiere mandar, quiere que coma junto con él
sus buenos y delicados alimentos, en suma, quiere hacer su vida de rey, pero el
súbdito no quiere que el rey ponga sus cosas reales, ni que mande, ni quiere
adaptarse a los alimentos del rey. El rey no se siente libre y por amor de la libertad
se vuelve a su palacio real. Donde no reina mi Voluntad no soy libre, la voluntad
humana pone continua oposición a la mía y por eso no teniendo a salvo nuestros
derechos, no podemos reinar y por eso nos estamos en nuestra morada real.
(Volumen 21, Marzo 5, 1927).

134. Jesús resalta que la iniciativa de Dios de reinar en nuestro ser con su Divina
Voluntad es un acto de amor excesivo:

¿No se admiraría de más, no sería más sacrificio, más intensidad de amor, actuar
como rey en el pequeño tugurio que en el reino? En el palacio todas las cosas se
prestan a hacerlo actuar como rey, en cambio en el tugurio el rey debe adaptarse
al tugurio e ingeniarse mucho para hacer las mismas acciones que haría en su
palacio. Así somos Nosotros, obrar en el palacio real de nuestra Divinidad, hacer
cosas grandes, en Nosotros es naturaleza, pero hacerlas en el tugurio del humano
querer llega a lo increíble, es el exceso de nuestro amor más grande. (Volumen 33,
Junio 17, 1935).

135. Agradezcamos a Dios por tanto amor y dejemos que Cristo Rey haga su trono
sagrado en nosotros.

Canten, canten a nuestro Dios,


canten, canten a nuestro Rey:

32
Dios es el Rey de toda la tierra,
cántenle un hermoso himno.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado. (Salmo 47, 7-9).

E L R EINO DE LA D IVINA V OLUNTAD ANUNCIADO EN EL


PROFET A D ANIEL

136. Hacia el año 607 a. C. los ciudadanos de Jerusalén son deportados a Babilonia,
entre ellos el profeta Daniel, el cual interpretó un sueño al rey Nabucodonosor en su
segundo año de reinado.

137. Este sueño es muy interesante. Por un lado, lo tiene un rey, el rey Nabucodonosor,
un rey importante de la antigüedad, soberano de Babilonia; y por otro lado el sueño
trata sobre reinos.

138. Está claro, por tanto, que el tema está enfocado al reinado, y también como se
verá a un reino específico. El rey Nabucodonosor pide a los magos, a los adivinos, a los
encantadores y a los caldeos (ver Daniel 2, 2) que se le diga qué soñó y cuál es su
interpretación; y en caso de que no lo logren, habrá severas consecuencias, entre ellas la
muerte (ver Daniel 2, 5).

139. Daniel habla con sus compañeros (Ananías, Misael y Azarías) para que imploren la
misericordia de Dios para que les ayude en este asunto (ver Daniel 2, 17), y el Dios del
Cielo responde revelándole el secreto a Daniel (ver Daniel 2, 19).

140. Daniel bendice a Dios y exclama un himno de alabanza y agradecimiento (ver


Daniel 2, 20-23); en este himno se dice entre otras cosas:

¡Bendito sea el nombre de Dios


de eternidad a eternidad;
porque suya es la sabiduría y la fortaleza!
Él cambia los tiempos y los momentos,
quita reyes y los pone,
da sabiduría a los sabios y ciencia a los inteligentes. (Daniel 2, 20-21).

141. En estas palabras se expresa la soberanía de Dios y cómo Él domina todo, incluso Él
cambia los tiempos y los momentos, quita reyes y los pone; es decir, la Voluntad de Dios
rige todo, semejante a lo que dice el Evangelio:

33
¿Acaso no se vende un par de pájaros por unas monedas? Sin embargo, ni uno solo
de ellos cae en tierra, sin el consentimiento del Padre que está en el Cielo. Ustedes
tienen contados todos sus cabellos. (Mateo 10, 29-30).

142. Pero aunque Dios gobierna todo, Él respeta nuestra libertad y podemos hacer mal
uso del libre albedrío y sustraernos en nuestras decisiones y elecciones de esta bendita
Voluntad, impidiendo el dominio divino en nuestros actos y en lo profundo de nuestro
ser; creando una especie de disonancia, desafinación, desorden, en la obra creadora de
Dios, ocasionándonos los dolores y sufrimientos de las consecuencias de esta rebeldía:

Como pecado de hechicería es la rebeldía; como crimen de idolatría es la


contumacia10. Porque tú has rechazado la palabra del Señor, Él te ha rechazado a ti
para que no seas rey. (1 Samuel 15, 22-23).

143. Sí, la rebeldía a la Voluntad de Dios nos quitó el reinado de la Divina Voluntad con
el que el ser humano sería siempre rey. Gracias a la bondad de Dios Cristo restaura este
Reino.

144. Veamos ahora en qué consistió el sueño que Daniel le revela al rey. Daniel le
empieza diciendo:

Tú, oh rey, estando en tu cama, pensabas en lo que sucedería después de estos


(tiempos), y El que revela los secretos te hizo saber lo que ha de venir. (Daniel 2,
29).

145. Como se ve, el sueño tiene que ver —en gran medida— con lo que ha de venir; es
decir, es para un tiempo futuro. Daniel continúa:

Tú, oh rey, estabas mirando, y veías una gran estatua. Esta estatua era inmensa y
de un esplendor extraordinario. Se erguía frente a ti, y su aspecto era espantoso.
La cabeza de esta estatua era de oro fino; su pecho y sus brazos de plata; su
vientre y sus caderas de bronce; sus piernas de hierro; sus pies en parte de hierro,
y en parte de barro. Mientras estabas todavía mirando, se desgajó una piedra —no
desprendida por mano de hombre— e hirió la imagen en los pies, que eran de
hierro y de barro, y los destrozó. Entonces fueron destrozados al mismo tiempo el
hierro, el barro, el bronce, la plata y el oro, y fueron como el tamo de la era en
verano. Se los llevó el viento, de manera que no fue hallado ningún rastro de ellos:
pero la piedra que hirió la estatua se hizo una gran montaña y llenó toda la tierra.
(Daniel 2, 31-35).

10
Significa rebelde, obstinado.

34
146. Es muy gráfico este sueño. Hasta aquí se observa que la estatua, que está formada
de diferentes elementos y que tiene forma humana, en algún momento es destruida por
una «piedra» —sin intervención humana— que se hizo una gran montaña y llenó toda la
tierra.

147. Una vez que Daniel le dice el sueño al rey, procede a darle la interpretación,
veamos:

Tú, oh rey, eres rey de reyes, a quien el Dios del Cielo ha dado el imperio, el poder,
la fuerza y la gloria. Dondequiera que habiten los hijos de los hombres, las bestias
del campo y las aves del cielo. Él los ha puesto en tu mano, y a ti te ha hecho señor
de todos ellos. Tú eres la cabeza de oro. Después de ti se levantará otro reino
inferior a ti; y otro tercer reino de bronce, que dominará sobre toda la tierra. Luego
habrá un cuarto reino fuerte como el hierro. Del mismo modo que el hierro todo lo
destroza y rompe, y como el hierro todo lo desmenuza, así él desmenuzará y
quebrantará todas estas cosas. Si tú viste que los pies y los dedos eran en parte de
barro de alfarero y en parte de hierro, (esto significa) que el reino será dividido.
Habrá en él algo de la fortaleza del hierro, según viste en el hierro mezclado con
barro de lodo. Los dedos de los pies eran en parte de hierro, y en parte de barro,
(esto significa) que el reino será en parte fuerte, y en parte endeble. Así como viste
el hierro mezclado con barro, así se mezclarán por medio de simiente humana;
pero no se pegarán unos con otros; así como el hierro no puede ligarse al barro. En
los días de aquellos reyes el Dios del cielo suscitará un reino que nunca jamás será
destruido, y que no pasará a otro pueblo; quebrantará y destruirá todos aquellos
reinos, en tanto que él mismo subsistirá para siempre, conforme viste que de la
montaña se desprendió una piedra —no por mano alguna—, que desmenuzó el
hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. (Daniel 2, 37-45).

148. En la interpretación Daniel se refiere a Nabucodonosor como rey de reyes; es una


expresión que denota un rey grande y poderoso; es decir, no es cualquier rey, como de
hecho Daniel lo explica diciendo: a quien el Dios del Cielo ha dado el imperio, el poder, la
fuerza y la gloria...

149. Nótese que Daniel dice claramente: : a quien el Dios del Cielo ha dado…; es decir,
como ya se vio en el versículo 21 de este capítulo 2 de Daniel: que Dios quita y pone
reyes. Por tanto es Dios Soberano que da la soberanía.

150. Esta expresión rey de reyes también aparece en otros lados de las Sagradas
Escrituras, por ejemplo: en Ezequiel 26, 7 (que también se refiere al rey de Babilonia), en

35
Esdras 7, 12 (que el rey Artajerjes se lo adjudica en el documento que le envía a Esdras),
en 2 Macabeos 13, 4 (que se le adjudica a Dios mismo), etcétera.

151. Esta expresión (rey de reyes) se la adjudicaban los reyes orientales11, que la
Sagrada Escritura empieza a aplicar este Título a Dios y luego a Cristo en el Nuevo
Testamento.

152. Y esto es obvio, ya que el verdadero «rey de reyes» es Dios. Existen al respecto
expresiones muy bellas en las Sagradas Escrituras:

Den gracias al Rey de todos los reyes,


porque es eterno su amor. (Eclesiástico 51, 12 (n) texto hebreo).

¡Den gracias al Dios de los Dioses,


porque es eterno su amor!
¡Den gracias al Señor de los señores,
porque es eterno su amor! (Salmo 136, 2-3).

153. Sí, Dios es el Rey del amor mismo, puesto que Él es el Amor. Su reinado es por
tanto en el amor. Y este Amor es la felicidad misma y nosotros hemos sido creados para
este Amor y solamente en Él encontraremos nuestra realización, felicidad y descanso
verdaderos.

154. ¿Qué significa este sueño y su interpretación? Las diferentes partes de la estatua
significan reinos como dice Daniel. Son reinos humanos, reinos gobernados por la
voluntad humana.

155. El primer reino —como dice Daniel— es el de Nabucodonosor. Luego se describen


los siguientes reinos aunque no se dan nombres. La interpretación tradicional12 ve en
esos reinos a los medos y persas en el segundo reino; en el tercero a Alejandro Magno,
en el cuarto al de los romanos y luego de aquí surgieron diversos reinos (países
europeos que han dado origen a la cultura actual). Existen otras interpretaciones pero
en general son semejantes.

156. La cuestión es que el sueño y la interpretación es una descripción de los grandes


reinos humanos y cómo van a desaparecer. Son reinos producto de la voluntad humana,
reinos posteriores al pecado original y por lo tanto defectuosos, como de hecho así han
sido.

11
Ver Biblia Straubinger, nota del versículo 4 de 2 Macabeos capítulo XIII.
12
Ver Biblia Straubinger, nota del versículo 37 ss. de Daniel capítulo 2.

36
157. Entonces no es muy difícil ver cuál es el Reino que nunca jamás será destruido.
Gracias a los escritos de Luisa Piccarreta sabemos que Dios había dado al hombre el don
más grande que puede dar a la criatura: el Reino de la Divina Voluntad.

158. Es un Reino eterno y poderoso, como lo es la misma Voluntad Divina. Pero


sabemos que por el pecado el ser humano rechazó este Reino y entonces entró la
desarmonía y el dolor en la humanidad, estableciéndose los reinos imperfectos e
injustos de la voluntad humana, tanto en los gobiernos como en los corazones de las
criaturas.

159. Pero Dios en su eterno Amor y bendita Misericordia ha querido restaurar13,


restablecer, de nuevo este Reino de la Divina Voluntad en la humanidad, así lo anuncia a
través de Luisa.

160. Entonces ¿cuál es esa feliz «piedra» que destruye los reinos humanos? Es
Jesucristo:

La piedra que desecharon los constructores


es ahora la piedra angular (Salmo 118, 22).

Jesús agregó: ¿No han leído nunca en las Escrituras: "La piedra que los
constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular: esta es la obra del
Señor, admirable a nuestros ojos"? (Mateo 21, 42).

…sepan ustedes y todo el pueblo de Israel: este hombre está aquí sano delante de
ustedes por el nombre de nuestro Señor Jesucristo de Nazaret, al que ustedes
crucificaron y Dios resucitó de entre los muertos. Él es la piedra que ustedes, los
constructores, han rechazado, y ha llegado a ser la piedra angular. (Hechos 4, 10-
11).

161. Sí, el Señor Jesucristo es la piedra angular. Piedra angular en las construcciones es
la piedra base de una cimentación en donde las demás piedras se ponen en referencia a
esta piedra o la piedra fuerte de una esquina que le da rigidez al sostener o unir dos
muros.

162. Cristo ¿por qué es piedra angular? Porque es el fundamento, Cabeza de la Iglesia y
de toda la Creación, es el Primogénito. Es el Hijo engendrado por el Padre eternamente,
es el Hijo que Es siempre, en el eterno hoy, en el eterno presente de Dios:

13
Este tema de la restauración del Reino de la Divina Voluntad se ha tratado en R. Avalos, La Historia de
amor de la Divina Voluntad y de su Vida Divina con la criatura.

37
"Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy"… "Yo seré un Padre para Él y Él será
para mí un Hijo"… Y al introducir a su Primogénito en el mundo, Dios nos dice:
"Que todos los ángeles de Dios lo adoren". …En cambio, a su Hijo le dice: "Tu
trono, Dios, permanece para siempre. (Hebreos 1, 5-8).

163. Y porque es a través de Jesucristo Dios y Hombre que nos viene la salvación y la
restauración del Reino de la Divina Voluntad.

164. En la Divina Voluntad Jesucristo rehízo todos los actos de todos los seres humanos
para repararlos y tenerlos suspendidos para los que entren a vivir en la Divina Voluntad
los tomen de Él:

Ahora bien, el primer eslabón que conjuntó el verdadero vivir en mi Querer fue mi
Humanidad, mi Humanidad fundida con mi Divinidad nadaba en el Querer Eterno e
iba encontrando todos los actos de las criaturas para hacerlos suyos, y dar al Padre
por parte de las criaturas una gloria divina, y dar a todos los actos de las criaturas
el valor, el amor y el beso del Querer Eterno. En este ambiente del Querer Eterno
Yo veía todos los actos de las criaturas posibles de hacerse y no hechos, los mismos
actos buenos malamente hechos, y Yo hacía los no hechos y rehacía los malamente
hechos. Ahora, estos actos no hechos y hechos sólo por Mí, están todos
suspendidos en mi Querer, y espero a las criaturas que vengan a vivir en mi Querer
y repitan en mi Voluntad lo que hice Yo. (Volumen 12, Enero 29, 1919).

Hija mía, toda mi Vida oculta, y tan larga, no fue otra cosa que el llamado del reino
de mi Voluntad Divina sobre la tierra, quise rehacer en Mí todos los actos que
debían hacer las criaturas en Ella, para después dárselos a ellos (Volumen 23,
Marzo 11, 1928).

165. Así que Jesús extendió el Reino de la Divina Voluntad en Él, y como Cabeza puede
dar este Reino a sus miembros, esta fue la primera finalidad, la Redención viene como
consecuencia:

…en el edén las dos voluntades, humana y Divina quedaron como en rivalidad,
porque la humana se opuso a la Divina, todas las otras ofensas fueron como
consecuencia de esto, por eso debí primero rehacer en Mí todos los actos opuestos
al Fiat Divino, hacerlo extender en Mí su reino. Si no reconciliaba estas dos
voluntades en rivalidad, ¿cómo podía formar la Redención? Por eso todo lo que Yo
hice sobre la tierra, su primera finalidad era restablecer la armonía, el orden entre
las dos voluntades, para formar mi reino, la Redención fue consecuencia de esto
(Volumen 23, Febrero 12, 1928).

38
166. Entonces Jesucristo es la piedra fundamental de su Iglesia, de su Reino, puesto que
Él es el Rey; para que exista reino tiene que haber un rey que lo gobierne. En la
conversación con Pilato que vimos al inicio del presente capítulo se vio que Jesús le dice:
«Mi Reino no es de este mundo. …mi Reino no es de aquí» (Juan 18, 36).

167. Esto coincide con el sueño de Nabucodonosor en donde Daniel le dice: Mientras
estabas todavía mirando, se desgajó una piedra —no desprendida por mano de
hombre— y también: conforme viste que de la montaña se desprendió una piedra —no
por mano alguna—; se ve claro que la piedra viene de arriba.

168. En la segunda expresión se habla que la piedra se desprende de la montaña.


Montaña en la Sagrada Escritura es signo de elevación, de unión con el Cielo. Es claro por
tanto que la piedra viene del Cielo; piedra que viene a salvarnos y restaurarnos:

¡Vengan, cantemos con júbilo al Señor,


aclamemos a la Roca que nos salva! (Salmo 95).

169. Esta piedra es, por tanto, «Jesucristo Rey» que viene a establecer su Reino, el Reino
de la Divina Voluntad. Y este Reino es perfecto, no puede mezclarse con las
imperfecciones del reino de la voluntad humana:

Es propiamente el alma la flor celestial, que el sol eterno con el aliento de su luz ha
coloreado tan bien, de perfumar Cielo y tierra y alegrar con su belleza a la misma
Divinidad y a toda la corte celestial. Los rayos de mi Querer la vacían de lo que es
humano y la llenan de lo que es Divino (Volumen 16, Julio 30, 1923).

…todo es divino en el alma donde reina mi Divina Voluntad (Volumen 25, Octubre
10, 1928).

170. Por eso Cristo Rey tiene que destruir los reinos de la voluntad humana en la
Creación y en las almas, para que el Reino de la Divina Voluntad se establezca:

…mi Voluntad, la primera cosa que echa por tierra es la voluntad humana, y no
tolera ningún fin que sea humano, Ella es de Cielo y quiere poner en el alma lo que
es Divino y pertenece al Cielo (Volumen 19, Abril 9, 1926).

Hija mía, todo lo que tú has visto servirá para purificar y preparar a la familia
humana; los trastornos servirán para reordenar, y las destrucciones para edificar
cosas más bellas; si un edificio en mal estado no cae por tierra, no se puede formar
el nuevo que será más bello sobre aquellas mismas ruinas; Yo todo lo dirigiré hacia
el cumplimiento de mi Divina Voluntad. (Volumen 24, Abril 30, 1928).

39
171. Esto que dice Jesús coincide con lo que dice Daniel de la piedra: hirió la imagen en
los pies, que eran de hierro y de barro, y los destrozó. Entonces fueron destrozados al
mismo tiempo el hierro, el barro, el bronce, la plata y el oro,… Se los llevó el viento, de
manera que no fue hallado ningún rastro de ellos.

172. Dios destruye estos reinos de la voluntad humana imperfectos, para establecer su
Reino Divino y perfecto de la Divina Voluntad; en este sentido Daniel continúa: pero la
piedra que hirió la estatua se hizo una gran montaña y llenó toda la tierra.

173. Es interesante la expresión: se hizo una gran montaña y llenó toda la tierra, ya que
es muy gráfico. La montaña de nuevo aparece, signo de elevación espiritual y unión con
el Cielo.

174. Y ¿qué es más elevado espiritualmente que vivir en la Divina Voluntad? Esta
montaña es, por tanto, el Reino de la Divina Voluntad que llena toda la tierra. El Reino
de la Divina Voluntad estará, por consiguiente, en toda la tierra ¡maravilloso!

175. Entonces Daniel estaba profetizando lo que va a pasar, por eso al final de la
interpretación le dice al rey Nabucodonosor:

El Dios ha mostrado al rey lo que ha de suceder en lo porvenir. El sueño es


verdadero, y es fiel la interpretación. (Daniel 2, 45).

176. Profecía que Jesús aclara en Libro de Cielo:

Cuando haya purificado todo, mis verdades encontrarán el camino para dar a los
sobrevivientes la Vida, el bálsamo, la paz que mis verdades contienen, y todos las
recibirán, les darán el beso de paz, y para confusión de quien no las haya creído,
más bien las ha condenado, reinará y tendré mi reino sobre la tierra: ‘Que mi
Voluntad se haga como en el Cielo así en la tierra’. (Volumen 36, Octubre 2, 1938).

177. Jesús dice: tendré mi reino sobre la tierra: ‘Que mi Voluntad se haga como en el
Cielo así en la tierra’; sí, el Reino de la Divina Voluntad será restaurado en la humanidad.
Aquí se ve cómo gracias a la obra que Jesús hace en Luisa Piccarreta esta profecía de
Daniel que está en este modo tan gráfico cobra mucha luz y claridad.

178. Y el Reino de la Divina Voluntad viene a través del conocimiento —obviamente


para vivir lo que se conoce— de las verdades que Jesús ha manifestado a Luisa, la
relación «conocimiento-Reino de la Divina Voluntad» es esencial; lo interesante es que
así se expresa desde las profecías de Daniel:

40
Tú, Daniel, encierra estas palabras, y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos
buscarán y se acrecentará el conocimiento. (Daniel 12, 4).

179. Se habla de que se acrecentará el conocimiento, ¿qué conocimiento? No es difícil


ver que se alude —sin descartar otros aspectos— a los conocimientos sobre la Divina
Voluntad dados a Luisa.

180. También en la cita anterior de Daniel se dice: encierra estas palabras, y sella el
libro hasta el tiempo del fin, lo cual significa que en el tiempo de Daniel no se entendían
muchas cosas, sino que se entenderán mejor en el tiempo del fin:

Anda, Daniel; pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin.
(Daniel 12, 9).

181. Está claro que habrá un tiempo histórico14 donde aspectos misteriosos y difíciles de
entender en la Sagrada Escritura se harán más claros; y ahora vemos que gracias a las
verdades de Libro de Cielo esto se está haciendo realidad.

182. Con lo cual estamos llegando al tiempo del fin, del fin de los tiempos gobernados
por la voluntad humana para dar inicio al glorioso y feliz Reino de la Divina Voluntad ya
aquí en la tierra: «hágase tu Voluntad aquí en la tierra como en el Cielo».

183. Y queda claro que esta montaña, este Reino de la Divina Voluntad, durará para
siempre, nunca será destruido, como ya vimos que dijo el profeta Daniel:

En los días de aquellos reyes el Dios del Cielo suscitará un reino que nunca jamás
será destruido, y que no pasará a otro pueblo; quebrantará y destruirá todos
aquellos reinos, en tanto que él mismo subsistirá para siempre (Daniel 2, 44).

184. Y su Rey es Jesucristo, el Rey que se establece en la Montaña santa, del Reino de la
Divina Voluntad:

«Yo mismo establecí a mi Rey


en Sión, mi santa Montaña».
Voy a proclamar el decreto del Señor:
Él me ha dicho: «Tú eres mi Hijo,
yo te he engendrado hoy

14
Sobre esta época de mayor iluminación sobre las Escrituras y de mayor vida contemplativa que también la
había vislumbrado el Santo y Doctor de la Iglesia San Buenaventura se analiza a más detalle en R. Avalos, La
Grandeza de la Madre y Reina de la Voluntad Divina, Capítulo II sección: “Vida Contemplativa”, sección:
“Época Seráfica” y sección: “Comprensión de la Palabra de Dios”.

41
Pídeme, y te daré las naciones como herencia,
y como propiedad, los confines de la tierra.
Los quebrarás con un cetro de hierro,
los destrozarás como a un vaso de arcilla» (Salmo 2, 6-9).

185. Los quebrarás con un cetro de hierro, los destrozarás como a un vaso de arcilla —
dice el salmista—, vuelve aparecer la necesidad de eliminar los reinos humanos
(contaminados con la voluntad humana) para establecer el Reino perfecto de la Divina
Voluntad. Todo esto tiene eco en las palabras de San Pablo:

Porque es necesario que Cristo reine hasta que ponga a todos los enemigos debajo
de sus pies. (1 Corintios 15, 25).

186. Esto se vincula también con otras profecías de Daniel (y por supuesto de otras que
están en la Biblia) pero obviamente no analizaremos todas. Solamente mencionaremos
que Daniel en el capítulo 7 tuvo un sueño que tiene semejanzas con la profecía de la
estatua de Nabucodonosor.

187. En este sueño ve cuatro animales —bestias— que salían del mar. Estas bestias se
explican en el versículo 17 que son cuatro reyes que habrá en la tierra. Se describe que
el cuarto será terrible, de este reino surgirán diez reyes y luego otro que derribará a tres
y que:

Hablará contra el Altísimo y maltratará a los Santos del Altísimo. Tratará de


cambiar los tiempos festivos y la Ley, y los Santos serán puestos en sus manos por
un tiempo, dos tiempos y la mitad de un tiempo. (Daniel 7, 25).

188. Pero este rey y reinos también serán destruidos por esta «piedra» que es Cristo:

El que caiga sobre esta piedra quedará destrozado, y aquel sobre quien caiga será
aplastado (Mateo 21, 44).

Pero se sentará el tribunal, y entonces se le quitará su dominio, a fin de destruirlo y


aniquilarlo para siempre. Y el reino y el imperio y la magnificencia de los reinos que
hay debajo de todo el cielo, será dado al pueblo de los santos del Altísimo; su reino
será un reino eterno; y todas las potestades le servirán y le obedecerán. (Daniel 7,
26-27).

189. Y así aparece de nuevo la victoria del verdadero Rey de Reyes que reinará con sus
santos:

42
En su manto y en su muslo lleva escrito este nombre: Rey de los reyes y Señor de
los señores. (Apocalipsis 19, 16).

190. Esto también se relaciona con lo que dice San hablo respecto a la siguiente venida
de Cristo:

Acerca de la Venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con Él,… Que
nadie los engañe de ninguna manera. Porque antes tiene que venir la apostasía y
manifestarse el hombre impío, el Ser condenado a la perdición, el Adversario, el
que se alza con soberbia contra todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de
culto, hasta llegar a instalarse en el Templo de Dios, presentándose como si fuera
Dios. … y entonces se manifestará el Impío, a quien el Señor Jesús destruirá con el
aliento de su boca y aniquilará con el resplandor de su Venida. (2 Tesalonicenses 1-
8).

191. …el Señor Jesús destruirá con el aliento de su boca y aniquilará con el resplandor de
su Venida, la Palabra de Dios dice que la aniquilación de la maldad y su dominio coincide
con la venida de Cristo, de la «piedra» que viene a establecer su reino, y se habla
también de que se destruirá con el aliento de su boca, el Espíritu Santo que toma de
Jesucristo15 y nos trae el Fiat, la Palabra de la Divina Voluntad.

192. Porque ya vimos —en el Capítulo II— que Jesús al reinar en nosotros con su Divina
Voluntad, nosotros también reinamos con Él, haciendo de cada uno de nosotros un
pequeño Dios como se vio en el Capítulo II: “Partícipes de la realeza de Cristo”.

…y llegó el tiempo en que los santos tomaron posesión del reino. (Daniel 7, 22).

Mas los santos del Altísimo recibirán el reino, y poseerán el reino hasta la
eternidad y por los siglos de los siglos. (Daniel 7, 18).

193. Esto coincide a lo que se dice en el Apocalipsis:

Todos están de acuerdo en poner a disposición de la Bestia su autoridad y su


poder. Ellos lucharán contra el Cordero, pero el Cordero los vencerá, porque es
Señor de los señores y Rey de los reyes. Con Él triunfarán también los suyos, los
que han sido llamados, los elegidos, los fieles. (Apocalipsis 17, 13-14).

15
“Cuando venga el Espíritu de la Verdad, Él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí
mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo. El me glorificará, porque recibirá
de lo mío y se lo anunciará a ustedes. Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: «Recibirá de lo mío y
se lo anunciará a ustedes».” (Juan 16, 13-14).

43
194. Y la Sagrada Escritura menciona en muchos lugares este dominio de Jesús en este
feliz Reino que durará para siempre, algunos son:

Cuando el séptimo Ángel tocó la trompeta, resonaron en el cielo unas voces


potentes que decían: «El dominio del mundo ha pasado a manos de nuestro Señor
y de su Mesías, y Él reinará por los siglos de los siglos». (Apocalipsis 11, 15).

Su soberanía será grande, y habrá una paz sin fin para el trono de David y para su
reino; Él lo establecerá y lo sostendrá por el derecho y la justicia, desde ahora y
para siempre. El celo del Señor de los ejércitos hará todo esto. (Isaías 9, 6).

Te damos gracias, Señor, Dios todopoderoso –el que es y el que era– porque has
ejercido tu inmenso poder y has establecido tu Reino. (Apocalipsis 11, 17).

195. Y el mismo rey Nabucodonosor expresa:

El rey Nabucodonosor, a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan sobre
toda la tierra: ¡Tengan ustedes paz en abundancia! Me ha parecido bien publicar
los signos y prodigios que ha realizado en mi favor el Dios Altísimo: ¡Qué grandes
son sus signos! ¡Qué poderosos sus prodigios! ¡Su reino es un reino eterno y su
dominio dura de generación en generación! (Daniel 3, 31-33).

196. Y también como el Ángel le dice a nuestra Santa Madre en el momento de la


Encarnación, en que el Verbo Divino viene a redimirnos y restaurarnos el Reino perdido:

Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y
darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; Él será grande y será llamado
Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la
casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin». (Lucas 1, 30-33).

197. ¡Amén!

LA M AN E R A D E E ST A BL E C ER E L R EI N O

198. Jesús en Libro de Cielo explica cómo se establecerá este Reino de la Divina
Voluntad en este mundo, empecemos con uno de sus textos que iremos analizando:

Ahora, así como fue decreto nuestro mi venida sobre la tierra, así es decreto
nuestro el reino de nuestra Voluntad sobre la tierra, más bien se puede decir que
el uno y el otro es un solo decreto, y que habiendo cumplido el primer acto de este
decreto, nos queda por cumplir el segundo. (Volumen 30, Enero 3, 1932).

44
199. Deja claro Jesús que la venida del Reino de la Divina Voluntad es un decreto; es
decir, es un hecho. No depende de los hombres, solamente pueden variar los tiempos
según las buenas o malas disposiciones de las gentes:

Es verdad que nos sujetamos a la buena disposición de las criaturas para dar el
gran bien que puede producir un acto de nuestra Voluntad, y por eso, a lo más
tomamos tiempo y nos abrimos camino en medio a sus males para disponerlos.
(Volumen 30, Enero 3, 1932).

200. Luego Jesús describe la situación lamentable del mundo:

Es verdad que los tiempos son tristes, los mismos pueblos están cansados, se ven
cerrados todos los caminos, no encuentran caminos de salida, aun para los
necesarios medios naturales, las opresiones, las exigencias de los gobernantes son
insoportables, justa pena por haber elegido por gobernantes hombres sin Dios, de
mala vida, sin justo derecho para ser cabezas, que merecían más una cárcel que el
derecho de regir. (Volumen 30, Enero 3, 1932).

201. Posteriormente nuestro Señor habla de los reinos de la tierra:

Muchos tronos e imperios han sido arrollados, y los pocos que han permanecido
están todos vacilantes y a punto de destruirse, así que la tierra permanecerá casi
sin rey, en manos de hombres inicuos. Pobres pueblos, pobres hijos míos, bajo el
régimen de hombres sin piedad, sin corazón, y sin la gracia de poder servir de guía
a sus dependientes; se está repitiendo la época del pueblo hebreo, que cuando Yo
estaba próximo a venir sobre la tierra, estaba sin rey, y estaba bajo el dominio de
un imperio extranjero, hombres bárbaros e idólatras que ni siquiera conocían a su
Creador, sin embargo era esta la señal de mi próxima venida en medio a ellos.
(Volumen 30, Enero 3, 1932).

202. Jesús habla de que los tronos e imperios que quedan están vacilantes y a punto de
destruirse. Hemos visto cómo las monarquías han desaparecido y las naciones de una
ideología u otra tampoco están seguras y han sufrido en las últimas décadas muchas
transformaciones.

203. Se cumple por tanto la profecía de Daniel: sus pies en parte de hierro, y en parte de
barro (Daniel 2, 33) y: los dedos de los pies eran en parte de hierro, y en parte de barro,
(esto significa) que el reino será en parte fuerte, y en parte endeble (Daniel 2, 42).

204. Como se ve, estamos ya en el tiempo en que viene la «Piedra» a establecer el


Reino de la Divina Voluntad. Al respecto Jesús sigue diciendo haciendo la comparación
entre la época de su primera venida y ésta:

45
Entre aquella época y ésta, en muchas cosas se dan la mano, y la desaparición de
los tronos y de los imperios, es el anuncio de que el reino de mi Divina Voluntad no
está lejano. Debiendo ser un reino universal, pacífico, no habrá necesidad de rey
que lo domine, cada uno será rey para sí mismo; mi Voluntad será para ellos ley,
guía, sostén, vida y Rey absoluto de todos y de cada uno, y todas las cabezas
arbitrarias y sin derecho se reducirán a pedazos, como polvo al viento. (Volumen
30, Enero 3, 1932).

205. …y todas las cabezas arbitrarias y sin derecho se reducirán a pedazos, como polvo
al viento, dice Jesús; impresionante la relación de esto con lo que vimos que dice Daniel:
se desgajó una piedra… e hirió la imagen en los pies, que eran de hierro y de barro, y los
destrozó. Entonces fueron destrozados al mismo tiempo el hierro, el barro, el bronce, la
plata y el oro, y fueron como el tamo de la era en verano. Se los llevó el viento, de
manera que no fue hallado ningún rastro de ellos (Daniel 2, 34-35) y también con: se
desprendió una piedra —no por mano alguna—, que desmenuzó el hierro, el bronce, el
barro, la plata y el oro (Daniel 2, 45).

206. Queda claro por tanto que la segunda venida de Jesucristo ya inició. Ya empezó
con Luisa y con la obra que Jesús hace en Ella. Ya volvió Jesús a reinar. La Divina
Voluntad ya empezó a reinar en Luisa como lo fue en el hombre antes del pecado
original, cuando Dios reinaba plenamente en todo su ser con su Divino Querer
¡grandioso, demos gracias a Dios!

207. Y Jesús en el último texto citado de los volúmenes dice que en este Reino de la
Divina Voluntad no habrá necesidad de rey que lo domine, y es verdad ya que la
Voluntad Divina será para la humanidad ley, guía, sostén, vida y Rey absoluto de todos y
de cada uno.

208. Esto es lógico, si la Divina Voluntad reina ¿qué necesidad se tiene de otro rey? Se
ve que la necesidad de gobiernos humanos vino por el pecado. Y representan de alguna
manera en sus malos, abusivos e injustos gobiernos, en la mayoría de los casos, lo que es
el reinado doloroso de la voluntad humana.

209. Porque solamente —como hemos visto— el yugo, el reinado de Jesús es suave (ver
Mateo 11, 30), por eso Jesús dice:

¡Oh, cuántas cosas tiene mi Voluntad preparadas y establecidas para dar a quien
quiera venir a vivir en su Reino, bajo su liberal y dulce régimen… (Volumen 19,
Agosto 31, 1926).

210. Por eso se entiende mejor lo que se dice en Isaías:

46
Edificarán casas y las habitarán, plantarán viñas y comerán sus frutos: no edificarán
para que habite otro ni plantarán para que coma un extraño, porque mi pueblo
vivirá tanto como los árboles y mis elegidos disfrutarán de la obra de sus manos.
(Isaías 65, 21-22).

211. …no edificarán para que habite otro ni plantarán para que coma un extraño,
claramente se ve que no existirá subordinación entre los seres humanos como las que
existen ahora; porque reinará la Divina Voluntad en cada uno.

212. Sigamos con la explicación de Jesús en el texto que se está analizando:

Las naciones continuarán debatiéndose entre ellas, quién para guerra, quién para
revoluciones entre ellas y contra mi Iglesia, tienen un fuego que las devora en
medio a ellas que no les da paz, y no saben dar paz, es el fuego del pecado y el
fuego del hacer sin Dios lo que no les da paz, y no harán jamás la paz si no llaman a
Dios en medio a ellos, como régimen y vínculo de unión y de paz, y Yo los dejo
hacer, y haré tocar con la mano qué significa hacer sin Dios. Pero esto no impide
que venga el reino de mi Fiat Supremo, estas son cosas de la criatura, del bajo
mundo, que mi potencia cuando quiere, arroja por tierra y destruye, y hace surgir
de la tempestad el cielo más sereno y el sol más refulgente. En cambio, el reino de
mi Divina Voluntad es de lo alto, de los Cielos, formado y decretado en medio a las
Divinas Personas, ninguno nos lo pueda tocar ni destruir. (Volumen 30, Enero 3,
1932).

213. Aquí entramos nosotros. El entender y vivir que sin Dios nunca habrá paz
verdadera. Y Jesús dice que permitirá que experimentemos qué significa hacer sin Dios.
Hemos querido un mundo sin Dios ¿qué es eso? Pues el infierno.

214. Al separarnos de Dios y no hacerlo el centro de nuestra vida estamos haciendo de


este mundo, de la convivencia humana, un infierno. Si hiciéramos a Dios el centro de
nuestra vida y viviéramos con el don del Reino de la Divina Voluntad haríamos un Cielo
de este mundo, que es lo que Jesús quiere, pero depende también de nuestras
disposiciones.

215. En este sentido hay un texto del Papa Benedicto XVI que describe muy bien lo que
se está diciendo:

Queridos hermanos y hermanas, cada día en la oración del Padrenuestro pedimos


al Señor: «hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo» (Mt 6, 10). Es decir,
reconocemos que existe una Voluntad de Dios con respecto a nosotros y para
nosotros, una Voluntad de Dios para nuestra vida, que se ha de convertir cada día

47
más en la referencia de nuestro querer y de nuestro ser; reconocemos, además,
que es en el «Cielo» donde se hace la Voluntad de Dios y que la «tierra» solamente
se convierte en «Cielo», lugar de la presencia del amor, de la bondad, de la verdad,
de la belleza divina, si en ella se cumple la Voluntad de Dios. (Benedicto XVI,
Audiencia, 1-2-2012).

216. Y en la última cita de Libro de Cielo Jesús vuelve a expresar que este Reino viene de
arriba —de lo alto— para triunfar sobre los otros reinos que serán eliminados de la
tierra: esto no impide que venga el reino de mi Fiat Supremo, estas son cosas de la
criatura, del bajo mundo, que mi potencia cuando quiere, arroja por tierra y destruye, y
hace surgir de la tempestad el cielo más sereno y el sol más refulgente. En cambio, el
reino de mi Divina Voluntad es de lo alto, de los Cielos, formado y decretado en medio a
las Divinas Personas, ninguno nos lo pueda tocar ni destruir.

217. Luego Jesús explica que para hacer sus cosas y por tanto en este caso de establecer
su Reino en la tierra, primero le gusta tratar con una sola persona:

Primero lo trataremos con una sola criatura, formando el primer reino en ella,
después con pocos, y después, haciendo uso de nuestra Omnipotencia lo
divulgaremos por todas partes. … Y después, cuando tengamos la gran gloria de
formar este reino dentro de una sola criatura, ella será como sol, que todos tienen
derecho de gozar y poseer su luz, más que sol dará el derecho a todas las criaturas
de hacer poseer un reino tan santo, y Nosotros con sabiduría infinita abundaremos
de gracias, de luz, de ayudas, de medios sorprendentes, para que hagan reinar el
reino de mi Voluntad en medio a ellos. Por eso déjame hacer, si te lo ha dicho
Jesús, es suficiente, es como si ya estuviera hecho. Todas las criaturas y todos los
males juntos no tienen poder ni derecho sobre nuestra Voluntad, ni pueden
impedir un solo acto de nuestra Voluntad querida con decretos de nuestra
sabiduría. (Volumen 30, Enero 3, 1932).

218. Sí, el reino de Cristo ya llegó en Luisa Piccarreta16 y a través de ella para la
humanidad (Jesús y María vivieron en este Reino pero no había llegado el tiempo para la
humanidad), por tanto Luisa es el primer reino como dice Jesús en la cita anterior. Se
comprueba lo que se había comentado en la sección: “El Reinado de Cristo”:

El Reino de Dios no viene espectacularmente (Lucas 17, 20-21).

16
Este tema de que el Reino ya llegó en Luisa se ve también en: R. Avalos, La Historia de amor de la Divina
Voluntad y de su Vida Divina con la criatura, en el Capítulo 13 y capítulo 14.

48
219. Luego dice Jesús que: con pocos y que después se divulgará por todas partes
gracias a su Omnipotencia. Hay otro texto donde Jesús toca este tema de cómo se
establecerá su Reino, veamos:

Ahora tú debes saber que cada criatura es un reino, por eso quien hace reinar mi
Voluntad en ella se puede llamar un pequeño reino del Fiat Supremo, así que es
una pequeña casita de Nazaret que tenemos sobre la tierra,... Ahora para formar el
gran reino de nuestra Voluntad sobre la tierra, haremos primero las tantas casitas
de Nazaret, esto es las almas que la querrán conocer para hacerla reinar en ellas.
Yo y la Soberana Reina estaremos a la cabeza de estas pequeñas casitas, porque
habiendo sido Nosotros los primeros que hemos poseído este reino en la tierra, es
nuestro derecho que no cederemos a ninguno el ser los dirigentes de ellas.
Entonces estas pequeñas casitas, repetidoras de nuestra casa de Nazaret,
formarán tantos pequeños estados nuestros, tantas provincias, que después de
que se hayan formado bien, y ordenadas como tantos pequeños reinos de nuestra
Voluntad, se fundirán juntos y formarán un solo reino y un gran pueblo. (Volumen
29, Mayo 31, 1931).

220. Esta explicación tiene similitudes con la anterior y se ve que Jesús establecerá su
Reino de una manera gradual a través de un proceso que empieza sin llamar la atención
(como suelen ser las obras del Señor), como una semilla que se planta y no se percibe:

Y decía: «El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra: sea
que duerma o se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo, sin
que él sepa cómo. La tierra por sí misma produce primero un tallo, luego una
espiga, y al fin grano abundante en la espiga. Cuando el fruto está a punto, él aplica
en seguida la hoz, porque ha llegado el tiempo de la cosecha». (Marcos 4, 26-29).

221. Así pasó en la Encarnación, Jesucristo ya había venido a la tierra y solamente lo


sabía su Madre en un inicio; después y durante muchos años unos cuantos, después
algunos en la tierra de Israel, y luego se ha conocido en el mundo a través de un proceso
gradual.

222. Jesús deja claro que cada criatura es un reino, reino en dónde Él quiere reinar con
su Divina Voluntad; al hacerlo el alma se convierte en una casita de Nazaret. Poco a poco
se irán formando varias casitas con las personas que querrán entrar en este Reino y
luego se fundirán todas formando un solo reino y un gran pueblo:

49
Les daré un corazón nuevo y pondré en ustedes un espíritu nuevo… Ustedes
habitarán en la tierra17 que yo he dado a sus padres. Ustedes serán mi Pueblo y yo
seré su Dios. (Ezequiel 36, 26-28).

223. También Jesús dice en la última cita de Libro de Cielo: Yo y la Soberana Reina
estaremos a la cabeza de estas pequeñas casitas, porque habiendo sido Nosotros los
primeros que hemos poseído este reino en la tierra, es nuestro derecho que no
cederemos a ninguno el ser los dirigentes de ellas; se confirma de nuevo que en este
Reino Ellos serán los dirigentes —obviamente— y nadie más.

224. Por eso es esencial una espiritualidad fundamentada en Jesús y María para que nos
lleven a conocer y vivir las verdades de la Divina Voluntad para poder entrar en este
bendito Reino.

Digan entre las naciones: «¡el Señor es Rey!…


Alégrese el cielo y exulte la tierra,...
Griten de gozo delante del Señor,
porque Él viene a gobernar la tierra:
Él gobernará al mundo con justicia,
y a los pueblos con su verdad. (Salmo 96, 10-13).

225. Y viene para establecer su Reino de felicidad:

¡Oh! Voluntad Divina, hazte conocer, poseer y amar, para que todos sean felices,
pero de felicidad celestial, no terrenal. (Volumen 29, Octubre 20, 1931).

C ONQUISTA DEL R EINO PERDIDO

El Señor manifestó su victoria (Salmo 98, 2).

226. El Reino de la Divina Voluntad que Dios regaló al hombre en el Edén, y que con el
pecado se perdió, se requiere conquistarlo para tenerlo de nuevo; ya que la voluntad
humana con todos sus males se ha entronizado en el alma del ser humano.

227. Ya hemos visto que la criatura es un reino18, un reino donde puede reinar la
Voluntad Divina o puede reinar la voluntad humana. Sabemos que cada organización
solamente puede tener una cabeza en la misma posición, si no es así es un caos.

17
Se puede entender esta expresión como la tierra de la humanidad de Adán antes del pecado que vivía en
la Divina Voluntad.

50
228. Una empresa tiene un Director General, la Iglesia tiene un Papa en funciones, una
parroquia tiene un párroco, etcétera. Igualmente en nosotros solamente puede haber
un gobernante de nuestra vida.

229. Y nosotros decidimos, puesto que Dios nos ha dado el libre albedrío, quién
queremos que reine en nuestra vida, en cada una de nuestras decisiones y actos. Las
opciones fundamentales son: yo o Dios.

230. Obviamente el enemigo puede ir reinando en nuestra alma, pero eso fue una
decisión de nosotros —de nuestro yo—, de la voluntad humana, no de Dios. El Señor no
nos obliga a que Él reine, nosotros tenemos que decidirlo.

231. Pero es obvio que si nosotros reinamos, Jesucristo no lo hace; y nuestra relación
con Él es débil o nula. Incluso en personas devotas puede existir esta relación débil
debido a que ellas reinan habitualmente, toman las decisiones de su vida al margen de
Jesús, incluso en la vida espiritual y en las cosas santas como dice Jesús:

¡Oh! cuántas almas falsifican la verdadera devoción y profanan las obras más
santas con la propia voluntad, buscándose siempre a sí mismas. Y si también en las
cosas santas se busca el modo y el gusto propio y la satisfacción de sí misma, se
encuentra a sí misma, huye Dios, y no lo encuentra. (Volumen 6, Julio 31, 1904).

Hija mía, qué tontería, hasta en las cosas santas piensan en cómo contentarse a sí
mismos, si en las cosas santas me hacen a un lado, ¿dónde encontraré Yo un lugar
en las acciones de mis criaturas? (Volumen 6, Octubre 18, 1905).

232. Incluso hasta en los mismos Sacramentos, al respecto Jesús enseña:

Es más, te digo que los mismos Sacramentos producen sus frutos según las almas
están sujetas a mi Voluntad, y según la conexión que tienen con mi Querer así
producen sus efectos, y si conexión con mi Querer no hay, me comulgarán pero
quedarán en ayunas; se confesarán, pero quedarán siempre sucias; vendrán a mi
presencia Sacramental, pero si nuestros quereres no se identifican estaré para ellas
como muerto, porque sólo mi Voluntad en el alma que se hace sojuzgar por Ella
produce todos los bienes y da vida a los mismos Sacramentos, y quien esto no
comprende, significa que es niño en la religión. (Volumen 11, Septiembre 25,
1913).

¿No sabes tú que lo que menos sabe de Mí la serpiente infernal es de mi


Voluntad?… Más bien la cosa que más aborrece es que el alma haga mi Voluntad; a

18
Ver volumen 29, Mayo 31, 1931.

51
él no le importa si el alma reza, si se confiesa, si comulga, si hace penitencia, si
hace milagros, sino la cosa que más lo daña es que el alma haga mi Voluntad
(Volumen 16, Septiembre 9, 1923).

233. Por eso tenemos que tomar una elección: o Cristo o yo, y si nosotros queremos que
Jesús reine, nosotros tenemos que renunciar a reinar, renunciar a que las cosas se hagan
como nosotros queremos para que se hagan como Dios quiere… ¡en todo!

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «El que quiera venir detrás de mí, que
renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque él que quiera salvar
su vida, la perderá; y el que pierda su vida a causa de mí, la encontrará. (Mateo 16,
24-25).

234. Salvar nuestra vida es vivir con la voluntad humana, perder nuestra vida es
renunciar al reinado de nuestra voluntad humana para que reine la Voluntad Divina, lo
cual es encontrar la Vida, la Vida Divina.

Así es de mi Voluntad, para hacerse vida del alma ella debe hacer desaparecer la
propia voluntad en la mía, su querer no debe existir más, mi Voluntad debe entrar
en todos sus actos como acto primero,… no solo para calentarla sino para destruir
en ella todo lo que es humano, y reedificar en ella la Vida de mi Voluntad;… ¡Oh!
cómo es difícil encontrar una criatura que ceda todos sus derechos para dar sólo a
mi Querer el derecho de reinar

235. Pero es una renuncia feliz —porque se encuentra la verdadera Vida—:

Por eso quien toma mi Voluntad toma todo, es más, puede decir que su vida ha
terminado, terminadas las debilidades, las tentaciones, las pasiones, las miserias,
porque en quien hace mi Querer todas las cosas pierden sus derechos, porque mi
Querer tiene el primado sobre todo y derecho a todo. (Volumen 11, Octubre 2,
1913).

236. Como se puede ver, el interior de la criatura —desde el pecado original— ha sido
una lucha entre la voluntad humana y la Voluntad Divina. Una voluntad humana
debilitada y acechada por el enemigo.

237. Y así la Voluntad Divina lucha pero no con la imposición, sino con el amor y la
verdad. Cristo es el Rey que viene a reclamar este Reino perdido por el pecado del
hombre. Ha luchado valientemente, con sus actos, con sus penas, con su Sangre, con su
Vida que ha entregado para restaurar este Reino de felicidad en nosotros:

52
Si el hombre hubiera perdido una cosa humana, dada a él por Dios, un ángel, un
santo se la habría podido restituir, pero como perdió una Voluntad Divina, se
necesitó un Hombre y Dios que la pudiese restituir. Ahora, si hubiese venido a la
tierra solamente para redimirlo, habría bastado una gota de mi sangre, una
pequeña pena para ponerlo a salvo, pero como vine no sólo para salvarlo, sino
para restituirle mi Voluntad perdida, quiso descender esta Divina Voluntad en
todas mis penas, en mis lágrimas, en mis suspiros y gemidos, en todo lo que Yo
hacía y sufría para readquirir de nuevo el dominio en todos y sobre todos los actos
humanos, y así poder formar de nuevo su Reino en medio a las criaturas. (Volumen
19, Julio 29, 1926).

238. Por lo cual este Reino ya está formado, pero Jesús necesita nuestro fiat, nuestro sí,
para que libremente Él restaure su Reino de la Divina Voluntad en nuestro ser, y aquí se
establece la lucha:

Así que si en el Cielo mi Fiat es triunfador y ninguno puede decir en la región


celestial que ha hecho una obra para atestiguar su amor, su sacrificio al Fiat
Supremo; aquí en la tierra es conquistador, y si gusta el trono, mucho más gustan
las nuevas conquistas, y ¿cuánto no haría mi Fiat para conquistar un alma, para
hacerla obrar en su Querer? (Volumen 19, Abril 25, 1926).

239. Conquista que Jesús ha hecho junto con nuestra Santa Madre y también con Luisa,
como Jesús se lo dice precisamente a ella:

Pero mientras todas las cosas me reconocieron, y Yo con majestad y decoro en


ellas habito, sólo el hombre me arrojó; pero Yo quiero conquistarlo y vencerlo, y
por eso mi misión no ha terminado, por eso te he llamado a ti, confiándote mi
misma misión, a fin de que pongas en el regazo de mi Voluntad al que me arrojó, y
todo me regrese en mi Querer. (Volumen 17, Mayo 4, 1925).

Y como tu ideal y el mío son uno solo, también tú has sostenido la batalla de largos
años para conquistar el Reino de mi Voluntad, has debido soportar penas,
privaciones y has estado hasta prisionera en tu habitación, atada a tu pequeño
lecho para conquistar aquel Reino tan querido y suspirado por Mí y por ti; a los dos
nos ha costado mucho y ahora somos los dos triunfadores y conquistadores, así
que también tú eres la pequeña reinita en el Reino de mi Voluntad, y si bien
pequeña eres siempre reina, porque eres la hija del gran Rey, de nuestro Padre
Celestial; por eso, como conquistadora de tan gran Reino toma posesión de toda la
Creación, de toda la Redención y de todo el Cielo, todo es tuyo, porque
dondequiera que reina mi Voluntad íntegra y permanente, se extienden tus

53
derechos de posesión, todos te esperan para darte los honores que convienen a tu
victoria. (Volumen 19, Junio 20, 1926).

240. Sí, es un Reino que ha costado mucho y que fue formado en la Humanidad de
Jesús, en su Corazón:

…mucho más que para las criaturas formé este reino de mi Voluntad Divina en mi
Humanidad (Volumen 33, Mayo 31, 1935).

…fue propiamente en mi interior, en el centro de este corazón, donde formé el


Reino del Querer Supremo; y como el hombre lo había perdido no había esperanza
de poderlo readquirir, mi Humanidad lo readquirió con penas íntimas e inauditas,
dándole todos los honores debidos y la gloria que le había sido quitada por la
criatura, para darlo de nuevo a ella. Así que el Reino de mi Voluntad fue formado
dentro de mi Humanidad (Volumen 19, Julio 14, 1926).

241. Dejémonos conquistar por nuestro Rey en la Divina Voluntad, para que nos diga a
semejanza de Luisa:

Hija mía, si bien eres pequeña y recién nacida en mi Voluntad y vives en el reino de
mi Querer, tu pequeñez es mi triunfo, y cuando te veo obrar en Él Yo me encuentro
en el Reino de mi Voluntad como un rey que ha sostenido una larga guerra, y como
su ideal era la victoria, al verse victorioso se siente aliviado de la sangrienta batalla,
de las fatigas sufridas y de las heridas aun impresas en su persona, y su triunfo
viene formado al verse circundado de las conquistas que ha hecho. El rey quiere
mirar todo, su mirada quiere recrearse en el Reino conquistado, y triunfante sonríe
y hace fiesta. …Ahora mi pequeña hija, cuando te veo obrar en el Reino de mi
Voluntad, y conforme obras, el Reino de Ella se establece siempre más en ti, Yo me
siento victorioso de mi larga batalla y todo toma la actitud en torno a Mí de triunfo
y fiesta, mis penas, mis cansancios, las heridas, me sonríen y mi misma muerte me
da nuevamente la Vida de mi Voluntad en ti. (Volumen 19, Junio 20, 1926).

242. ¡Gloria y agradecimiento al Rey! Por otro lado, vemos que pasan muchas cosas en
este mundo, pero:

Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman (Romanos 8, 28).

243. Así que la Sabiduría Divina sabrá disponer las cosas para que el Rey tome posesión
con su Divina Voluntad en nuestro ser:

Hija mía, todas las cosas en mis manos pueden ser medios para obtener el intento
de que mi Divina Voluntad sea conocida y reine en medio a las criaturas. Yo haré

54
como un rey cuando quiere que una ciudad se rinda a su dominio, pone el asedio,
le hace tocar con la mano que si no se rinden los hará morir de hambre, y aquel
pueblo, cuando ve que le faltan los medios de la vida para vivir, se rinden y el rey
quitará el asedio, y dominante entrará en la ciudad, y provee en modo
sobreabundante a todos los medios de la vida, les da las fiestas, las diversiones y
vuelve a aquel pueblo feliz. Así haré Yo, pondré el asedio a la voluntad humana,
amargaré y destruiré lo que sirve para alimentarla y por eso sucederán muchos
castigos, los cuales no serán otra cosa que el asedio que haré a todo lo que es
humano, de modo que cansados, desilusionados, sentirán la necesidad de que mi
Fiat Divino reine en medio a ellos, y Él, no apenas vea que lo suspiran, tomará el
dominio, los abundará de todo y los volverá felices. Por eso tú no te preocupes, Yo
sé cómo debo disponer todos los eventos para obtener el intento. (Volumen 24,
Septiembre 21, 1928).

244. Porque la vida en el Reino de la Divina Voluntad es un dar y recibir:

Hija mía, la vida, la santidad, consisten en dos actos: Dios en dar su Voluntad, y la
criatura en recibirla, y después que ha formado la vida en sí de aquel acto de
Voluntad Divina que ha recibido, darlo de nuevo como acto de su voluntad, para
recibirla de nuevo, dar y recibir, recibir y dar, en esto está todo. Dios no podría dar
de más que su acto continuo de su Voluntad a la criatura; la criatura no podría dar
de más a Dios, por cuanto a criatura es posible, que su Voluntad Divina recibida en
ella como formación de Vida Divina. (Volumen 29, Octubre 26, 1931).

245. Por lo tanto, la santidad querida por Dios en la criatura es precisamente ésta: Dios
en dar su Voluntad, y la criatura en recibirla; para luego la criatura dársela a Dios y
luego Dios a la criatura, en un juego amoroso sin fin. Y así se forma el reino en el
interior de la criatura:

En este modo, dar y recibir, recibir y dar, mi Fiat Divino toma el dominio y ahí
forma su reino, y todo el interior de la criatura forma como el pueblo del reino de
la Divina Voluntad: La inteligencia, pueblo fiel que se gloría de ser dirigida por el
Soberano Comandante del Fiat Divino, y la multitud de los pensamientos que se
estrechan en torno y ambicionan conocer siempre más y amar al gran Rey que se
sienta como en un trono en el centro de la inteligencia de la criatura; los deseos,
los afectos, los latidos que salen del corazón, aumentan el número al pueblo de mi
reino, y ¡oh! cómo se juntan alrededor de su trono, están todos atentos para
recibir las órdenes divinas, y poner aun la vida para seguirlas; qué pueblo
obediente, y ordenado, es el pueblo del reino de mi Fiat, no hay discusiones, no
divergencias, sino toda esta multitud de pueblo del interior de esta afortunada

55
criatura quieren una sola cosa, y como ejército aguerrido se ponen en la fortaleza
del reino de mi Querer Divino. (Volumen 29, Octubre 26, 1931).

246. ¡Qué belleza! Ahora, este Reino interior también sale fuera:

Entonces, cuando el interior de la criatura se convierte todo en pueblo mío, sale


fuera del interior y aumenta el pueblo de las palabras, el pueblo de las obras, de
los pasos, se puede decir que cada acto que forma este pueblo celestial, contiene
la palabra de orden escrita con caracteres de oro: ‘Voluntad de Dios’. Y cuando
esta multitud de pueblo se mueve para ejercitar cada uno su oficio, ponen
enfrente la bandera con el emblema Fiat, seguido de las palabras escritas de viva
luz: ‘Pertenecemos al gran Rey del Fiat Supremo’. Ve entonces, cada criatura que
se hace dominar por mi Querer forma un pueblo para el reino de Dios. (Volumen
29, Octubre 26, 1931).

247. Sí, cada criatura que se hace dominar por el Querer Divino forma un pueblo para el
reino de Dios y realiza la victoria de Dios, del gran Rey aquí en la tierra, en el ama
viadora (alma que camina en la tierra):

El dominio total de mi Voluntad Divina en la criatura es nuestra victoria


continuada, por cada acto suyo que hace en ella con su dominio, tantas victorias
hacemos, y la criatura queda vencedora de mi Divina Voluntad en sus actos; en
cambio en el Cielo no tenemos nada qué vencer, porque todo es nuestro, y cada
bienaventurado cumple su trabajo en el acto de expirar, por eso nuestra obra
conquistante es sobre la tierra, en las almas viadoras, no en el Cielo; en el Cielo no
tenemos ni qué perder ni qué adquirir. (Volumen 30, Enero 12, 1932).

248. De esta manera la Voluntad Divina triunfa en la criatura, pero también la criatura
vence y triunfa en el Querer Divino:

Así el alma que vive en nuestro Querer, conforme obra le da ocasión de formar
otras obras dignas de Él, por eso es nuestro continuo triunfo y el desarrollo de
nuestras obras, mantiene la actitud divina. Así que mientras forma nuestro triunfo
y nuestra victoria, al mismo tiempo el alma triunfa y vence la Voluntad Divina, por
eso se ve el uno y el otro victoriosos, Dios y la pequeñez de la criatura. (Volumen
22, Julio 10, 1927).

249. ¡Maravilloso! Dios quiere que la criatura sea victoriosa junto con Él; para recuperar
el Reino preparado desde el principio y que se perdió por el pecado.

250. Así Jesús nos podrá decir las siguientes palabras que, de nuevo, gracias a las
verdades que manifestó a través de Luisa Piccarreta adquieren una mayor luz y

56
comprensión, ya que la expresión: “desde el comienzo del mundo” se puede entender —
entre otros aspectos— en el Edén antes del pecado cuando el ser humano vivía en el
Reino de la Divina Voluntad:

Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue


preparado desde el comienzo del mundo (Mateo 25, 34).

F I GU R AS DE L R EI N O DE C RI S T O

251. A pesar de que el mal apareció en la historia del ser humano con el pecado original
y sus reinos han sido contaminados con la voluntad humana, estos reinos no dejan de
ser figuras, en cierto modo, del Reino por venir, del Reino restaurado por Cristo.

252. Veremos algunos modelos. Estos ejemplos tienen cualidades y circunstancias que
nos hablan de manera figurada, simbólica, en ciertos aspectos del Reino de Cristo. Como
si Dios quisiera dejar huellas o señales de lo que será su Reino, para prepararnos y
guiarnos hacia Él.

253. Obviamente cualquier reino humano está muy lejos del Reino de Cristo, como lo
está el Cielo de la tierra, por eso se dice que es en ciertos aspectos; pero se entiende la
pedagogía de Cristo, ya que al fin de cuentas quiere unir el Cielo con la tierra, claro, una
tierra renovada, nueva; ya que todo esto es imagen de Él: Dios y Hombre, Cielo y tierra,
Espíritu y materia.

254. Veamos dos ejemplos Uno gentil, pagano, como fue Alejandro Magno. Fue rey de
Macedonia y vivió aproximadamente «33» años (356 a. C. – 323 a. C.). Los años de su
existencia en la tierra lo hace semejante a los años que también vivió Jesús en este
mundo.

255. Fue un conquistador. Obviamente este tipo de conquistas que invaden territorios
ajenos, matando y haciendo guerras es producto del pecado. Ahora, tomándolo como
símbolo —manera alegórica— es figura de la conquista de Cristo Rey que quiere
extender su dominio en nuestro ser, luchando, incluso derramando su Sangre.

256. Jesucristo en su corta vida de 33 años redimió a toda la humanidad de todos los
tiempos y restauró el Reino de la Divina Voluntad que se había perdido por el pecado. En
el caso de Alejandro Magno los estudiosos se sorprenden del imperio que formó siendo
tan joven y en un tiempo tan corto.

257. Alejandro tenía también planes culturales en sus conquistas, fundó muchas
ciudades (como 70), dándoles a la mayoría el nombre de Alejandrías en donde expandía
la cultura griega, proporcionando a los pueblos una cultura de la que carecían. Esto

57
después influyó en la expansión y desarrollo del cristianismo, en la teología y en la
cultura impregnada de valores cristianos que se extendió en occidente.

258. Alejandro también tenía una visión de unidad, de unir a los diferentes pueblos y
razas. Ya vimos que el Reino de la Divina Voluntad formará un solo pueblo, una sola
familia mundial con Dios como su Rey.

259. Ya hemos visto que Daniel hace referencia a Alejandro Magno, la mayoría de los
estudiosos están de acuerdo que una parte de la estatua de Nabucodonosor se refiere al
rey macedónico (generalmente lo identifican con las caderas de bronce).

260. Pero además del capítulo 2 hay referencias a Alejandro Magno en otras partes del
Libro de Daniel. En el capítulo 7 se piensa que alguna de las bestias representa al
imperio de Alejandro. Algunos dicen que el oso, otros que el leopardo con cuatro alas y
cuatro cabezas.

261. Respecto al leopardo con alas dicen que las alas representan la velocidad de sus
conquistas y las cabezas los cuatro reinos en que se dividió su imperio: Siria, Egipto, Asia
Menor y Macedonia19.

262. En siguientes capítulos de Daniel también se hace referencia a Alejandro Magno.


En el capítulo 8 en la visión del carnero y macho cabrío de nuevo se hace alusión a
Alejandro Magno y los cuatro reinos en que se dividiría su imperio, que para el tiempo
de Daniel esto era profecía, ahora es historia.

263. Igualmente en el capítulo 11 de Daniel se describe claramente a Alejandro de esta


manera:

…habrá todavía tres reyes en Persia, y el cuarto será mucho más rico que todos los
(otros), y cuando se haya hecho fuerte por medio de sus riquezas, incitará a todos
contra el reino de Grecia. Pero se levantará un rey poderoso, que reinará con gran
poder y hará cuanto quiera. Mas apenas establecido, será deshecho su reino y
repartido hacia los cuatro vientos del cielo, pero no entre sus descendientes, y no
con el poder que él había tenido; porque quedará hecho trozos su reino, que
pasará a otros y no a aquéllos. (Daniel 11, 2-4).

264. También es interesante notar que el imperio dividido en cuatro de Alejandro duró
aproximadamente cuarenta años. Número importante en la Revelación de Dios:
cuarenta años del pueblo judío en el desierto después de salir de Egipto, cuarenta días
de Jesús en el desierto, cuarenta días de Jesús desde su Resurrección a su Ascensión,

19
Ver Biblia Straubinger, nota del versículo 6 de Daniel capítulo 7.

58
entre otros; y también Jesús en Libro de Cielo comenta este número cuarenta, por
ejemplo en: volumen 22, Septiembre 8, 1927; y en volumen 25, Octubre 10, 1928.

265. Y al terminar sus días, Alejandro muere en Babilonia, en donde reinó


Nabucodonosor en tiempo de Daniel.

266. Otra figura, que es judía, del Reino de Cristo muy importante es el rey David (1040
a. C. - 970 a. C.); que vivió siglos antes que Alejandro Magno. Empieza a reinar en Judá a
los 30 años y como a los 33 sobre el reino unido de Israel:

David tenía treinta años cuando comenzó a reinar y reinó cuarenta años. En
Hebrón reinó siete años y seis meses sobre Judá, y en Jerusalén, treinta y tres años
sobre todo Israel y Judá. (2 Samuel 4-5).

267. También aquí la edad en que empieza a reinar David hace referencia a la vida
pública de Jesús que la empieza a los 30 y la termina a los 33 años. Y otro dato
interesante es que su reinado duró cuarenta años como dice la anterior cita; aparece de
nuevo esta cifra importante en el plan de Dios.

268. Y sabemos que Jesús es descendiente del rey David:

El Señor Dios le dará el trono de David, su padre (Lucas 1, 32).

Yo Jesús, he enviado a mi mensajero para dar testimonio de estas cosas a las


Iglesias. Yo soy el Retoño de David y su descendencia, la Estrella radiante.
(Apocalipsis 22, 16).

269. La historia del rey David también nos enseña cómo a través de dificultades y
obstáculos se abre paso para reinar. Lo hace porque David confiaba en Dios y derrota
enemigos más fuertes que él, y era porque ponía su confianza en el señor:

David dijo a Saúl: ...he matado leones y osos, y ese filisteo incircunciso será como
uno de ellos, porque ha desafiado a las huestes del Dios viviente». Y David añadió:
«El Señor, que me ha librado de las garras del león y del oso, también me librará de
la mano de ese filisteo». (1 Samuel 17, 34-37).

David replicó al filisteo: «Tú avanzas contra mí armado de espada, lanza y jabalina,
pero yo voy hacia ti en el nombre del Señor de los ejércitos, el Dios de las huestes
de Israel, a quien tú has desafiado. Hoy mismo el Señor te entregará en mis manos;
yo te derrotaré, te cortaré la cabeza, y daré tu cadáver y los cadáveres del ejército
filisteo a los pájaros del cielo y a los animales del campo. Así toda la tierra sabrá
que hay un Dios para Israel. (1 Samuel 17, 45-46).

59
270. La Sagrada Escritura da testimonio que David hacía la Voluntad de Dios y de que
fue un hombre según el corazón de Dios (obviamente sin ser perfecto):

Y cuando Dios desechó a Saúl, les suscitó como rey a David, de quien dio este
testimonio: He encontrado en David, el hijo de Jesé, a un hombre conforme a mi
corazón que cumplirá siempre mi Voluntad. (Hechos 13, 22).

271. El rey David también compuso muchos salmos y en ellos se contiene una gran
espiritualidad que nos enseña a relacionarnos con Dios, también nos dan profecías,
cómo debemos comportarnos, alabar al Señor, etcétera; y revelan la persona de Jesús:

Además de esto, se dice de David que fue imagen mía, tanto, que todos sus salmos
revelan mi Persona (Volumen 17, Abril 15, 1925).

272. El rey David traslada el Arca de Dios al monte de Jerusalén, haciendo un


tabernáculo, iniciando la idea del proyecto del templo de Jerusalén:

Cuando David se estableció en su casa y el Señor le dio paz, librándolo de todos sus
enemigos de alrededor, el rey dijo al profeta Natán: «Mira, yo habito en una casa
de cedro, mientras el Arca de Dios está en una tienda de campaña». Natán
respondió al rey: «Ve a hacer todo lo que tienes pensado, porque el Señor está
contigo». (2 Samuel 7, 1-3).

273. Los templos de Jerusalén nos sirven de figuras del «templo» que Dios quiere
habitar y que se habite:

…así que encerramos en el hombre, como dentro de nuestro templo, nuestra


Voluntad, para que encerrada en el círculo humano, mientras permanecía en
Nosotros, obrara cosas grandes y fuera Ella el pensamiento, la palabra, el latido, el
paso, la obra del hombre; nuestro ‘te amo’ no podía dar cosa más santa, más bella,
más potente, que pudiera formar la Vida del Creador en la criatura, que nuestra
Voluntad obrante en él (Volumen 33, Diciembre 10, 1933).

Ahora, tú debes saber que el alma en gracia es el templo de Dios, pero cuando el
alma vive en nuestra Voluntad, Dios se hace templo del alma (Volumen 33, Marzo
11, 1934).

274. Y el reinar de David simboliza también el reinar de los que vivan con el don del
Reino de la Divina Voluntad, que será un Reino santo y feliz:

Qué bello Reino, porque será Reino de luz, de riquezas infinitas, reino de perfecta
santidad y de dominio, nuestros hijos de este Reino serán todos reyes y reinas,

60
todos pertenecerán a la familia Divina y real, encerrarán en ellos toda la Creación,
tendrán la semejanza, la fisonomía de nuestro Padre Celestial, y por eso serán el
cumplimiento de nuestra gloria y la corona de nuestra cabeza. (Volumen 20,
Noviembre 4, 1926).

Hija mía, las más grandes figuras del antiguo testamento, mientras eran figuras y
figuraban al futuro Mesías, encerraban al mismo tiempo los dones, la figura, y
simbolizaban todos los dones que habrían poseído los hijos del Fiat Supremo. …
David simbolizaba el reinar de ellos. (Volumen 21, Abril 8, 1927).

275. La sabiduría del Señor es infinita, es perfecta, y así nos va preparando a través de la
Historia de la Restauración para recibir su Reino, santo, glorioso, que será estable para
siempre porque es el Reino de su Divina Voluntad, por eso en boca del profeta Natán
Dios le dice al rey David:

Tu casa y tu reino durarán eternamente delante de mí, y tu trono será estable para
siempre (2 Samuel 7, 16).

EL DÍ A D E LA V I CT O RI A

276. El día de la Resurrección de Cristo se proclama su victoria:

…mi Resurrección proclamó mi pleno triunfo (Volumen 29, Junio 5, 1931).

277. Al respecto Luisa dice:

Entonces, encontrándome en este estado, por poco tiempo he visto a mi adorable


Jesús en el momento de su Resurrección, con un rostro tan resplandeciente que no
se puede comparar a ningún otro esplendor, y me parecía que la Humanidad
Santísima de Nuestro Señor, si bien era carne viva, pero estaba resplandeciente y
transparente de modo que se veía con claridad la Divinidad unida a la Humanidad.
(Volumen 4, Abril 7, 1901).

278. Por eso San Pedro dice:

Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran


misericordia, nos hizo renacer, por la resurrección de Jesucristo, a una esperanza
viva, a una herencia incorruptible, incontaminada e imperecedera, que ustedes
tienen reservada en el Cielo. Porque gracias a la fe, el poder de Dios lo conserva
para la salvación dispuesta a ser revelada en el momento final. (1 Pedro 1, 3-5).

279. La cita anterior también cobra riqueza y profundidad con las verdades que Jesús ha
manifestado a través de Luisa Piccarreta. En un primer momento el texto se refiere a

61
que gracias a la Resurrección de Cristo tenemos una herencia reservada en el Cielo; es
decir, podemos ir al Cielo y vivir en allí.

280. Pero en el Cielo todos viven en la Divina Voluntad, así lo explica Jesús:

En el Cielo no sólo hacen mi Voluntad sino que viven en Ella, la poseen como cosa y
Reino propio, y si la hicieran y no la poseyeran no sería plena su felicidad, porque
la verdadera felicidad comienza en el fondo del alma. Hacer la Voluntad de Dios no
significa poseerla, sino someterse a sus órdenes, en cambio vivir en Ella es
posesión. Por eso en el Padre Nuestro está la petición: En las palabras ‘Hágase tu
Voluntad’, que todos hagan la Voluntad Suprema; y en el ‘como en el Cielo así en la
tierra’, que el hombre regrese en aquella Voluntad de donde salió, para readquirir
su felicidad, los bienes perdidos y la posesión de su Reino divino. (Volumen 20,
Octubre 15, 1926).

281. Entonces, ese mismo tipo de vida que existe en el Cielo Dios lo quiere en la tierra
—claro, excepto sin la visión beatífica— y por eso nos lo enseñó a pedir en el Padre
Nuestro.

282. Pero esta herencia celestial del don del Reino de la Divina Voluntad le fue dado al
ser humano desde el origen:

Hija mía, Nosotros al crear a la criatura, conforme con nuestras manos creadoras la
íbamos formando, así nos sentíamos salir de nuestro seno una alegría, un
contento,… y conforme con nuestro aliento le infundimos la vida, viendo que esa
vida había salido de Nosotros, que era vida toda nuestra, lo estrechamos a nuestro
seno besándolo como confirmación de nuestra obra y de nuestro amor, y para
hacer que se mantuviese íntegro en nuestros pasos, en nuestras obras, en el eco
de nuestra palabra y amor y de la vida de nuestra imagen impresa en él, le dimos
como herencia nuestro Divino Querer (Volumen 20, Noviembre 20, 1926).

Hija mía, esta luz, este lugar tan encantador que no conoce ni ocaso ni noche es mi
Voluntad, todo está completo en Ella, felicidad, fuerza, belleza, conocimiento del
Ser Supremo, etc. Esta luz interminable que es nuestra Voluntad, salió del seno de
la Divinidad como herencia del hombre, la más bella herencia que podíamos darle;
Ella salió de lo íntimo de nuestro seno, llevando Consigo parte de todos nuestros
bienes para hacerlos heredar por la criatura, y formarla toda bella y santa y a
semejanza de Aquél que la había creado. (Volumen 19, Marzo 31, 1926).

283. Como se ve, el don de la Divina Voluntad, del Querer Divino, es nuestra herencia.
Cuando San Pedro habla de esta herencia en su primera carta que hemos citado,

62
menciona unas cualidades de esta herencia que se aplican perfectamente a la Divina
Voluntad: una herencia incorruptible, incontaminada e imperecedera; por eso Jesús dice:

…quiero que la criatura comprenda que su puesto, asignado a ella por Dios, es en
mi Voluntad, y hasta en tanto no entre en Ella estará sin puesto, sin orden, sin
finalidad, será una intrusa en la Creación, sin derecho de permanencia, y por eso
irá errante, sin paz, sin herencia, y Yo, movido a compasión de ella le gritaré
continuamente: ‘Entra en tu puesto, ven al orden, ven a tomar tu herencia, a vivir
en tu casa, ¿por qué quieres vivir en casa extraña? ¿Por qué quieres ocupar un
terreno que no es tuyo? Y no siendo tuyo vives infeliz y eres el siervo y el
hazmerreír de todas las cosas creadas. (Volumen 19, Agosto 27, 1926).

284. Y luego dice Pedro que: ustedes tienen reservada en el Cielo, es decir, cuando
Cristo termina su misión aquí en la tierra ya había recuperado el don del Reino de la
Divina Voluntad, pero no había llegado el momento de explicitarlo, manifestarlo, en su
Iglesia, estaba reservado para otro tiempo:

Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender
ahora. Cuando venga el Espíritu de la Verdad, Él los introducirá en toda la verdad,
porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que
irá sucediendo. El me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a
ustedes. (Juan 16, 12-14).

285. Y el don está en el Cielo, en la Santísima Trinidad, que es su adorable Voluntad; por
eso es un don todo celestial, viene del Cielo.

286. Respecto a esta herencia hay una narración que Jesús hace en Libro de Cielo
poniendo la imagen de un rey, que luego ese rey es símbolo de Dios, veamos:

¿Sabes tú que sucederá con relación a esta santidad del vivir en mi Querer, a tu
Creador? Sucederá como a un rey que no tiene hijos, este rey no goza jamás el
afecto de un hijo, ni se siente llevado a prodigar todas sus caricias paternas, ni sus
besos afectuosos, porque no descubre en ninguno su parto, sus facciones, y a
quién confiar la suerte de su Reino. ¡Pobrecito! vive siempre con un clavo en el
corazón, vive siempre rodeado por siervos, por personas que no se le asemejan, y
si están a su alrededor no es por puro amor, sino por interés propio, para hacer
adquisición de riquezas, de gloria y tal vez aun para traicionarlo. (Volumen 19, Julio
2, 1926).

287. Aquí Jesús describe el dolor de este rey al no tener un hijo de sus entrañas, veamos
qué sigue:

63
Ahora, supón que tenga un hijo suyo después de largo tiempo, ¿cuál no será la
alegría de este rey? Lo besa, lo acaricia, no sabe separar su mirada de su hijo en el
cual reconoce su imagen; apenas nacido le hereda su Reino y todos sus bienes, y su
completo gozo y fiesta es que su Reino no será más de los extraños, de sus siervos,
sino de su amado hijo, así que se puede decir que lo que es del padre es del hijo, y
que lo que es del hijo es del padre. (Volumen 19, Julio 2, 1926).

288. Como se ve, después el rey tiene un hijo al cual lo rodea de su amor paterno y le
hereda su Reino; de tal amera que se puede decir que lo que es del padre es del hijo, y
que lo que es del hijo es del padre; todo esto es lo natural en una relación paterno-filial.
Luego Jesús aplica esta historia con lo que sucede con el don del Reino de la Divina
Voluntad:

Ahora, quien llegue a poseer el Reino de mi Voluntad será para Nosotros como un
hijo nacido después de cerca de seis mil años, qué alegría, qué fiesta no será para
Nosotros al ver en él nuestra imagen íntegra, bella, tal como la sacamos de nuestro
seno paterno, todas las caricias, los besos, los dones, serán para este hijo, mucho
más, pues habiendo dado al hombre en la Creación como herencia especial el
Reino de nuestra Voluntad, y habiendo estado este nuestro Reino en manos de
extraños, de siervos, de traidores, por tan largo tiempo, al ver a este hijo que lo
poseerá como hijo y nos dará la gloria del Reino de nuestra Voluntad, nuestra
herencia será puesta a salvo por parte de este hijo; entonces, ¿no es justo que
todo le demos, aun a Nosotros mismos, y que encierre todo y a todos? (Volumen
19, Julio 2, 1926).

289. En la cita anterior Jesús dice: habiendo estado este nuestro Reino en manos de
extraños, este “Reino” puede referirse a la Creación, ya que la Divina Voluntad está en la
Creación:

Hija mía, mira cómo es bello el orden del cielo, así cuando el Reino de la Divina
Voluntad tenga su dominio sobre la tierra en medio de las criaturas, también en la
tierra habrá orden perfecto y bello. Entonces tendré tres Reinos, uno en la Patria
Celestial, otro en la Creación, y el tercero entre las criaturas, y uno será el eco del
otro, uno el reflejo del otro. (Volumen 20, Enero 28, 1927).

290. Al no reconocer al Creador cuando recibimos la vida de Él y los bienes de la


Creación, actuamos como usurpadores:

Es verdad que todos viven en mi Voluntad, porque no hay punto donde Ella no se
encuentre, pero casi todos viven en Ella como extraños, o como mercenarios, otros
forzados, otros rebeldes; estos tales viven en Ella y no la conocen ni poseen sus

64
bienes, más bien son usurpadores de aquella misma vida que han recibido de mi
Voluntad. (Volumen 18, Noviembre 22, 1925).

…si bien aquellos que no hacen nuestra Voluntad parece que gozan y toman parte,
pero los dones no son de ellos, sino que es por causa indirecta, como usurpadores
y como hijos ilegítimos;… Verdadera gente extranjera, que mientras viven de las
cosas que me pertenecen, ni siquiera me quieren reconocer. (Volumen 15, Mayo
25, 1923).

291. Porque solamente la criatura que vive en la Divina Voluntad tiene derecho a las
cosas creadas:

…quien vive en mi Querer… no me dejará desilusionado en el fin de la Creación,


sólo ella gozará por derecho las cosas creadas por Mí, porque siendo una mi
Voluntad con la suya, lo que es mío es suyo, y con derecho puede decir: ‘El cielo, el
sol, la tierra y todas las otras cosas son mías, por eso quiero gozármelas, y también
para dar honor a la Suprema Voluntad que las ha creado y que reina en mí’. En
cambio el alma en la cual no reina mi Querer no tiene ningún derecho, y si las goza
es un usurpador, porque no son suyas, es un intruso en mis bienes, pero como mi
bondad es tanta le dejo gozar a título de limosna, pero no de derecho. He aquí por
qué muchas veces los elementos se descargan en daño del hombre, porque no
tiene derecho, y de las cosas de la tierra le queda la limosna que el Creador le
manda. (Volumen 19, Mayo 1, 1926).

292. Volviendo a la cita de San Pedro, se dice al final: el poder de Dios lo conserva para
la salvación dispuesta a ser revelada en el momento final. Se habla de una salvación,
pero no es la de la Redención, ya que ésta ya había sido hecha en el momento que Pedro
escribe esta carta, entonces ¿a qué salvación se refiere? a la salvación de nuestra
voluntad humana pecadora para ser restaurados en la Voluntad Divina.

293. Se habla también del momento final, es el final de los “tiempos” en donde ha
reinado la voluntad humana en este mundo, para dar paso al Reino glorioso de Cristo de
la Divina Voluntad.

294. Es el final de los reinos de la tierra de la estatua de Nabucodonosor, para dar paso
al Reino que forma la «Piedra» que englobará todo el Universo en la «Montaña santa»:

El lobo habitará con el cordero y el leopardo se recostará junto al cabrito; el


ternero y el cachorro de león pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá, la
vaca y la osa vivirán en compañía, sus crías se recostarán juntas, y el león comerá
paja lo mismo que el buey. El niño de pecho jugará sobre el agujero de la cobra, y

65
en la cueva de la víbora, meterá la mano el niño apenas destetado. No se hará
daño ni estragos en toda mi Montaña santa, porque el conocimiento del Señor
llenará la tierra como las aguas cubren el mar. (Isaías 11, 6-9).

Con sus espadas forjarán arados y podaderas con sus lanzas. No levantará la
espada una nación contra otra ni se adiestrarán más para la guerra. (Isaías 2, 4).

295. Y al hablar San Pedro de que esta salvación será «revelada», se habla entonces de
una «revelación», lo cual da a entender una luz, un conocimiento —como dice Isaías—,
entendiéndola como una nueva inteligencia que hace contemplar más profundamente
las Escrituras; como Joseph Ratzinger —Papa Benedicto XVI— menciona sobre la visión
del Santo Doctor Buenaventura:

Pero esta contemplatio es una nueva inteligencia de la Escritura, que sólo ahora
será abierta completa y verdaderamente, de tal manera que se pueda hablar de
una nueva, amplia «revelación» que consiste en una comprensión nueva de la
antigua Escritura. (Joseph Ratzinger —Papa Benedicto XVI—, La Teología de la
Historia en San Buenaventura, Capítulo 1, n. 5, 3, a)).

Pero cuando llegue este tiempo será un tiempo de la contemplatio, un tiempo de


la plena comprensión de la Escritura y, por eso mismo, un tiempo del Espíritu
Santo, que introduce en toda la verdad de Jesucristo. (Joseph Ratzinger —Papa
Benedicto XVI—, La Teología de la Historia en San Buenaventura, Capítulo 1, n. 5,
3, c)).

296. Es la época histórica de una mayor comprensión e inteligencia de las Sagradas


Escrituras20 que ya se había mencionado antes en la sección: “El Reino de la Divina
Voluntad anunciado en el profeta Daniel”, que ahora vemos que gracias a la luz que nos
dan las verdades que Jesús ha manifestado a través de Luisa se está haciendo realidad.

297. Es una mayor iluminación que nos hará comprender la finalidad para la que fuimos
creados: vivir en el Reino de la Divina Voluntad. Se ve, entonces, cómo se conecta lo que
dijo San Pedro con el Reino del Querer Divino, y a la vez con la Resurrección de Cristo,
como dice San Pedro en la cita señalada: Dios nos hizo renacer, por la Resurrección de
Jesucristo.

298. Por eso la Resurrección de Cristo es la victoria, el triunfo; y por tanto, el día de la
Resurrección es «el día de la victoria» de toda su misión en la tierra, porque además de

20
Como se había mencionado, sobre este tema de una mayor iluminación sobre las Escrituras se analiza a
más detalle en R. Avalos, La Grandeza de la Madre y Reina de la Voluntad Divina, Capítulo II sección: “Vida
Contemplativa”, sección: “Época Seráfica” y sección: “Comprensión de la Palabra de Dios”.

66
redimirnos nos recupera el don del Reino de la Divina Voluntad, para que así como la
Cabeza de la familia humana resucitó, también el resto de los miembros también lo
hagan, por eso dice Jesús:

…mi resurrección en la cual todos debían encontrar la vida, y la resurrección de


todos los bienes. (Volumen 36, Septiembre 18, 1938).

299. Sí, en la Resurrección de Jesús encontramos todos nuestros bienes, incluyendo


nuestra propia resurrección. Esta resurrección integra varios aspectos, algunos son los
siguientes:

Hija mía, mi Resurrección completó, selló, me restituyó todos los honores y llamó a
vida a todas mis obras que hice en el curso de mi Vida sobre la tierra, y formó el
germen de la resurrección de las almas, y hasta la de los cuerpos en el juicio
universal (Volumen 19, Abril 4, 1926).

En el Edén mi amor quedó derrotado por parte de las criaturas, aquí en el Calvario
triunfa y vence a la criatura; en el primer Edén el hombre recibe la condena de
muerte para el alma y el cuerpo, en el segundo queda libre de la condena y viene
reconfirmada la resurrección de los cuerpos con la resurrección de mi Humanidad.
(Volumen 24, Abril 12, 1928).

300. Como se ve, la Resurrección de Cristo redime a la criatura en cuerpo y alma y


reconfirma la resurrección de los cuerpos en el juicio universal; pero hay más, veamos:

…mi Resurrección es la confirmación del Fiat Voluntas Tua come in Cielo così in
terra. (Volumen 25, Marzo 31, 1929).

301. Es decir, también nos devuelve el Reino perdido de la Divina Voluntad. Por lo tanto,
como ya se ha visto, este Reino ya estaba recuperado desde la Resurrección de Cristo,
pero fue necesario esperar el tiempo propicio. Tiempo que ha llegado con Luisa
Piccarreta.

302. Pero Jesús habla de una resurrección que es la más importante, esto se lo explica a
Luisa cuando ella estaba girando en la Resurrección de nuestro Señor, veamos:

[Luisa]: Después de esto continuaba mi giro en todo lo que hizo Nuestro Señor
sobre la tierra, y me he detenido en el acto de la Resurrección. ¡Qué triunfo, qué
gloria! El Cielo se volcó sobre la tierra para ser espectador de una gloria tan
grande. Y mi amado Jesús ha regresado y me ha dicho:

67
[Jesús]: Hija mía, en mi Resurrección venía constituido el derecho a todas las
criaturas de resurgir en Mí a nueva vida, era la confirmación, el sello de toda mi
Vida, de mis obras, de mis palabras, y confirmación de que si vine a la tierra fue
para darme a todos y a cada uno como Vida que les pertenecía. Mi Resurrección
era el triunfo de todos y la nueva conquista que todos hacían de Aquél que había
muerto por todos, para darles vida y hacerlos resurgir en mi misma Resurrección.
¿Pero quieres saber en dónde consiste la verdadera resurrección de la criatura? No
al final de los días, sino mientras aún vive en la tierra; quien vive en mi Voluntad
resurge a la luz y puede decir: ‘Mi noche ha terminado’; resurge en el amor de su
Creador, de modo que no existe más para ella el frío, las nieves, sino que siente la
sonrisa de la primavera celestial; resurge a la santidad, la cual pone en precipitosa
fuga a las debilidades, a las miserias, a las pasiones; resurge a todo lo que es Cielo,
y si mira la tierra, el cielo, el sol, los mira para encontrar las obras de su Creador,
para tener ocasión de narrarle su gloria y su larga historia de amor. (Volumen 35,
Abril 20, 1938).

303. Como se observa, para Jesús la verdadera resurrección de la criatura es cuando


vive en su Divina Voluntad. Por lo tanto se recibe el fruto pleno de la Resurrección de
nuestro Señor cuando se vive en el Reino del Querer Divino. Jesús continúa explicando:

Por eso quien vive en mi Querer, puede decir como dijo el ángel a las piadosas
mujeres cuando fueron al sepulcro: ‘Ha resucitado, no está más aquí’, y dice: ‘Mi
voluntad no está más conmigo, ha resucitado en el Fiat’. Y si las circunstancias de la
vida, las ocasiones, las penas, circundan a la criatura como buscando su voluntad,
ella puede responder: ‘Mi voluntad ha resucitado, no la tengo más en mi poder, en
sustitución tengo a la Divina Voluntad y con su luz quiero investir todo lo que me
circunda: Circunstancias, penas, para formar en ellas tantas conquistas divinas’.
Quien vive en nuestro Querer encuentra la vida en los actos de su Jesús, y corre
siempre en ella nuestra Voluntad obrante, conquistante y triunfante, y nos da tal
gloria que el Cielo no la puede contener. (Volumen 35, Abril 20, 1938).

304. ¡Bellísimo! Al vivir en la Divina Voluntad nuestra voluntad resucita en el Fiat y a


cambio tenemos —vivimos— con la Voluntad Divina, ¡demos gracias a Dios! Esta es la
verdadera resurrección.

305. Y esto es así porque, como Jesús explica:

…cada acto hecho en mi Divina Voluntad forma una resurrección divina en el alma.
La vida está formada no de un solo acto, sino de muchos actos unidos juntos, así
que por cuantos más actos se hacen, tantas veces resurge en mi Querer, en modo

68
de poder formar una Vida completa toda de Divina Voluntad. (Volumen 28,
Octubre 18, 1930).

306. Estos actos que la criatura hace gracias al don de la Divina Voluntad son actos
divinos:

Hija mía, cómo es bello ver a un alma obrar en mi Voluntad, ella sumerge su
acción, su pensamiento, su palabra en mi Voluntad, es como una esponja que
impregnándose de todos los bienes que el Querer Supremo contiene, se ven en el
alma tantos actos divinos que irradian luz (Volumen 17, Junio 14, 1924).

Si tú supieras con cuánto celo de amor estoy en torno al alma cuando la veo
dispuesta a hacer sus actos en mi Voluntad, antes de que comience el acto, en él
hago correr la luz y la virtud de mi Voluntad, a fin de que el acto tenga su principio
sobre la virtud que contiene mi Voluntad; conforme la criatura lo va formando, así
la luz y la virtud divina lo inviste y desenvuelve, y conforme lo cumple, la luz se
sella sobre él y le da la forma de un acto divino, y ¡oh! cómo goza mi suprema
bondad al ver que la criatura posee este acto divino; a estos actos mi eterno amor
no dice jamás basta, da y da siempre, porque ante estos actos divinos formados
por la criatura en mi Voluntad, mi amor no sabe limitarse, porque siendo divinos
debe recompensarlos con amor infinito y sin límites. (Volumen 19, Agosto 18,
1926).

307. Es lo más grande que podemos ofrecer a Dios:

…un solo acto de nuestra Voluntad es tanta su grandeza, que sobrepasa a todos los
seres posibles e imaginables, encierra y abraza a todos y a todo, por eso la gloria
que recibimos cuando la criatura ofrece su acto y lo hace investir por nuestro
Querer es tan grande, que supera toda la Creación (Volumen 36, Noviembre 6,
1938).

308. Por eso lo mejor que podemos ofrecer a Dios es vivir en su adorable Voluntad para
ofrecerle de manera continua en cada uno de nuestros actos naturales (respirar, dormir,
el latido del corazón,…) y conscientes (trabajar, orar, amar,…) actos divinos.

309. Y así podremos ejercer nuestro sacerdocio bautismal al máximo grado; ya que un
sacerdote es el que ofrece (sacrificios, acción de gracias, etcétera). De este modo se
logra el cumplimiento pleno del siguiente texto de la Sagrada Escritura:

…y de Jesucristo, el Testigo fiel, el Primero que resucitó de entre los muertos, el


Rey de los reyes de la tierra. Él nos amó y nos purificó de nuestros pecados, por

69
medio de su sangre, e hizo de nosotros un Reino sacerdotal para Dios, su Padre. ¡A
Él sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos! Amén. (Apocalipsis 1, 5-6).

310. Y estos actos realizados en la Divina Voluntad hacen resurgir también la Vida
Divina en la criatura:

Hija mía, cada acto hecho en mi Voluntad, tantas veces hace resurgir en la Vida
Divina, y por cuantos más actos hace [la criatura] en Ella, tanto más crece la Vida
Divina y tanto más se completa la gloria de la Resurrección. Así que la base, la
sustancia, la luz, la belleza, la gloria, viene formada por los actos hechos en mi
Voluntad (Volumen 21, Marzo 26, 1927).

311. Logrando así la resurrección del alma en Dios:

Mi Voluntad es más que sol que eclipsa todo, fecunda todo, convierte todo en luz y
forma la completa resurrección del alma en Dios. (Volumen 19, Abril 4, 1926).

312. También la Resurrección de Jesús simboliza el reino de su Voluntad:

…mi Resurrección, la que llamaba a todas a resurgir en mi Fiat Divino, y ¡oh! cómo
simboliza a lo vivo mi Resurrección el reino de mi Voluntad, mi Humanidad llagada,
deformada, irreconocible, resurgía sana, de una belleza encantadora, gloriosa y
triunfante. Ella preparaba el triunfo, la gloria a mi Voluntad, llamando a todos en
Ella e impetrando que todos resurgieran en mi Querer, de muertos vivos, de feos
bellos, de infelices felices. Mi Humanidad resucitada asegura el reino a mi Voluntad
sobre la tierra, fue mi único acto lleno de triunfo y de victoria, y esto me convenía
porque no quería partir para el Cielo si primero no daba todas las ayudas a las
criaturas para hacerlas entrar en el reino de mi Querer, y toda la gloria, el honor, el
triunfo a mi Fiat Supremo para hacerlo dominar y reinar. (Volumen 33, Octubre 7,
1935).

313. En la cita anterior Jesús nos enseña que su Resurrección asegura el reino de su
Voluntad sobre la tierra ¡maravilloso!; es su triunfo, por eso también dice:

¿Podrías tú tener la mínima duda de que faltase el Rey del triunfo en un Reino tan
suspirado por Mí? (Volumen 19, Junio 29, 1926).

314. Esta victoria de Cristo Cabeza tendrá también su victoria en el Cuerpo de Él que es
la Iglesia, respondiendo a la oración de la misma Iglesia que desde antiguo pide que sea
completada en el Amor de Dios, como se manifiesta en la enseñanza de los doce
Apóstoles:

70
Acuérdate de tu Iglesia, para librarla de todo mal y para completarla en tu amor.
¡Reúnela de los cuatro vientos del cielo, porque ha sido santificada para el reino
que le has preparado; porque a Ti solo pertenece el poder y la gloria por los siglos
de los siglos! (Didache o Enseñanza de los Doce Apóstoles, Capitulo X).

315. Esta Iglesia —Cuerpo Místico de Cristo— al igual que su Cabeza, pasará asimismo
por una pasión que culminará también en Resurrección y victoria:

Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que
sacudirá la fe de numerosos creyentes. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 675).

Al fin de los tiempos el Reino de Dios llegará a su plenitud. [...] La Iglesia... sólo
llegará a su perfección... cuando llegue el tiempo de la restauración universal y
cuando, con la humanidad, también el universo entero, que está íntimamente
unido al hombre y que alcanza su meta a través del hombre, quede perfectamente
renovado en Cristo. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1042).

316. Por eso Jesús dice en Libro de Cielo:

Hija mía, la Iglesia en estos tiempos está agonizante, pero no morirá, más bien
resurgirá más bella. (Volumen 10, Enero 28, 1911).

…para hacer que se cumpla en mi Iglesia el Fiat Voluntas Tua como en el Cielo así
en la tierra. (Volumen 15, Julio 11, 1923).

¡Ah! hija mía, la criatura se hace cada vez más perversa en el mal, cuántos
artefactos de ruina están preparando, llegarán a tanto que agotarán al mal mismo,
pero mientras ellas se ocupan en hacer su camino, Yo me ocuparé en que mi Fiat
Voluntas Tua tenga su cumplimiento, que mi Voluntad reine sobre la tierra, pero
en modo todo nuevo; me ocuparé en preparar la era del tercer Fiat, en la cual mi
amor se desahogará en modo maravilloso e inaudito. (Volumen 12, Febrero 8,
1921).

317. Y así Cristo será el Rey que reconquistó el Reino de su Voluntad que se había
perdido en nuestros corazones, para restablecer el orden y dominio de su Querer Divino
en toda la existencia:

…mi amor regurgitando e inundando a todo el mundo, restablecerá el orden de la


Creación y el dominio de mi Querer en medio de la familia humana. (Volumen 24,
Marzo 25, 1928).

71
318. Sí, en este día de triunfo de la Resurrección de Cristo Dios manifestó su poder para
darle todo el dominio:

Este es el mismo poder que Dios manifestó en Cristo, cuando lo resucitó de entre
los muertos y lo hizo sentar a su derecha en el cielo, elevándolo por encima de
todo Principado, Potestad, Poder y Dominación, y de cualquier otra dignidad que
pueda mencionarse tanto en este mundo como en el futuro. Él puso todas las
cosas bajo sus pies y lo constituyó, por encima de todo, Cabeza de la Iglesia, que es
su Cuerpo y la Plenitud de aquel que llena completamente todas las cosas. (Efesios
1, 19-23).

319. Este día de victoria lo celebramos cada «Domingo», palabra que viene del latín:
“dies Dominicus” que significa: «día del Señor». Es día del Señor porque es el día de su
triunfo, tanto de la Redención como del Reino de la Divina Voluntad como ya se vio.

320. En el siguiente texto, el Papa San Juan Pablo II hace una maravillosa síntesis de este
día, veamos:

El día del Señor —como ha sido llamado el domingo desde los tiempos
apostólicos— ha tenido siempre, en la historia de la Iglesia, una consideración
privilegiada por su estrecha relación con el núcleo mismo del misterio cristiano. En
efecto, el domingo recuerda, en la sucesión semanal del tiempo, el día de la
resurrección de Cristo. Es la Pascua de la semana, en la que se celebra la victoria
de Cristo sobre el pecado y la muerte, la realización en Él de la primera creación y
el inicio de la «nueva creación» (cf. 2 Co 5,17). Es el día de la evocación adoradora
y agradecida del primer día del mundo y a la vez la prefiguración, en la esperanza
activa, del «último día», cuando Cristo vendrá en su gloria (cf. Hch 1,11; 1 Ts 4,13-
17) y «hará un mundo nuevo» (cf. Ap 21,5). (San Juan Pablo II, Carta Apostólica: El
día del Señor (Dies Domini), n. 1).

321. Esta cita del Papa que está bien fundamentada en la Escritura, que incluso es el
primer párrafo de su documento, leída a la luz de las verdades que Jesús ha manifestado
a través de Luisa, sintetiza muy bien la Historia de la Restauración, que pertenece
también a la Historia de amor que Dios tiene por nosotros.

322. Se habla de la victoria de Cristo, que incluye todo: la Redención, pero también la
Restauración; ya que se hace mención de la victoria sobre el pecado y la muerte, pero
también de la nueva creación.

72
323. Nueva creación que llega a su plenitud cuando el ser humano vive en la Divina
Voluntad. Así también las siguientes Palabras de la Escritura adquieren sentido profundo
a la luz de los escritos de Luisa:

…hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de


Dios, al estado de hombre perfecto y a la madurez que corresponde a la plenitud
de Cristo. (Efesios 4, 13).

324. Se ve claro ya que el hombre perfecto y la madurez que corresponde a la plenitud


de Cristo es la persona que vive con el don del Reino de la Divina Voluntad. El Papa
también habla de cuando Cristo vendrá en su gloria y hará un mundo nuevo.

325. Y como vemos, Cristo ya está regresando con el don del Reino de la Divina
Voluntad para hacer este mundo nuevo, renovado, que nos dará «la Pascua», el Paso de
la muerte a la vida; el Paso del reinado de la voluntad humana al reinado bendito de la
Voluntad Divina.

326. Así que la pedagogía divina nos ha preparado durante dos mil años cada domingo
al celebrar la victoria de la Resurrección de nuestro Señor para el gran domingo sin
ocaso21 que será su Reino de la Divina Voluntad establecido en la humanidad.

327. Con lo cual queda claro que la celebración dominical siempre ha tenido una
estrecha relación con el don del Reino de la Divina Voluntad aunque antes no se
conociera de manera explícita.

328. Y este domingo sin ocaso se hace realidad en cada persona que al vivir con el don
de la Divina Voluntad realiza todos sus actos en la Divina Voluntad, donde estos actos
divinos son el incienso y la ofrenda pura para Dios:

Pero desde la salida del sol hasta su ocaso, mi Nombre es grande entre las
naciones y en todo lugar se presenta a mi Nombre un sacrificio de incienso y una
ofrenda pura; porque mi Nombre es grande entre las naciones, dice el Señor de los
ejércitos. (Malaquías 1, 11).

329. Por tanto, los que vivan en la Divina Voluntad alabarán en cada acto al Señor:

Desde la salida del sol hasta su ocaso,


sea alabado el nombre del Señor. (Salmo 113, 3).

330. Así que para ellos cada acto realizado en la Divina Voluntad será un domingo:
resurrección, victoria, plenitud. Así se cumplen las siguientes palabras de la Escritura que
21
Prefacio Dominical.

73
ahora pueden entenderse mejor y sintetizan lo que hemos visto, incluyendo la Historia
de la Restauración de la Divina Voluntad:

En efecto, así como todos mueren en Adán, así también todos revivirán en Cristo,
cada uno según el orden que le corresponde: Cristo, el primero de todos, luego,
aquellos que estén unidos a Él en el momento de su Venida. En seguida vendrá el
fin, cuando Cristo entregue el Reino a Dios, el Padre, después de haber aniquilado
todo Principado, Dominio y Poder. Porque es necesario que Cristo reine hasta que
ponga a todos los enemigos debajo de sus pies. El último enemigo que será
vencido es la muerte, ya que Dios todo lo sometió bajo sus pies. Pero cuando Él
diga: «Todo está sometido», será evidentemente a excepción de aquel que le ha
sometido todas las cosas. Y cuando el universo entero le sea sometido, el mismo
Hijo se someterá también a aquel que le sometió todas las cosas, a fin de que Dios
sea todo en todos. (1 Corintios 15, 22-28).

331. Sí, solamente en la Divina Voluntad Dios será todo en todos. Vivamos por tanto en
este Reino para que Cristo se constituya verdadero Rey de nosotros y estemos en sus
mismas obras sin importar tiempo ni espacio:

Ahora, tú debes saber que estas almas que viven o vivirán en mi Fiat, siendo
inseparables de Nosotros, cuando Yo, Verbo Eterno, en el exceso de mi amor
descendía del Cielo a la tierra, ellas descendían junto Conmigo, y con la Celestial
Reina a la cabeza formaban mi pueblo, mi ejército fiel, mi morada real viviente en
la cual Yo me constituía verdadero Rey de estos hijos de mi Querer Divino
(Volumen 36, Mayo 6, 1938).

332. ¡Maravilloso! El amor de Dios es grande por nosotros, usa su poder para hacernos
partícipes lo más posible de su divinidad y felicidad:

He aquí por qué todo nuestro interés, por qué queremos hacer conocer nuestra
Voluntad y que reine en medio de ellas [de las criaturas], porque queremos dar,
queremos verlas felices de nuestra misma felicidad, y sólo nuestra Voluntad puede
hacer todo esto, realizar la finalidad de la Creación y hacernos poner en común
nuestros bienes. (Volumen 20, Febrero 21, 1927).

333. Por ello:

Canten al Señor un canto nuevo,


cante al Señor toda la tierra;
canten al Señor, bendigan su Nombre,
día tras día, proclamen su victoria. (Salmo 96, 1-2).

74
L A F IESTA DE C RIST O R EY

¡Reina el Señor, revestido de majestad!


El Señor se ha revestido,
se ha ceñido de poder.
(Salmo 93, 1).

334. Existe una cita de la Sagrada Escritura que relaciona el hecho de que Cristo es Rey
con su Manifestación, veamos:

Yo te ordeno delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y delante de Cristo
Jesús, que dio buen testimonio ante Poncio Pilato: observa lo que está prescrito,
manteniéndote sin mancha e irreprensible hasta la Manifestación de nuestro
Señor Jesucristo, Manifestación que hará aparecer a su debido tiempo el
bienaventurado y único Soberano, el Rey de los reyes y Señor de los señores, el
único que posee la inmortalidad y habita en una luz inaccesible, a quien ningún
hombre vio ni puede ver. ¡A Él sea el honor y el poder para siempre! Amén. (1
Timoteo 6, 15).

335. Vuelve aparecer la expresión: Rey de los reyes y Señor de los señores, y se relaciona
con su Manifestación, esta Manifestación que es advenimiento, presencia, parusía de
Jesús; ya que se está hablando después de que Jesús ascendió al Cielo.

336. Y como ya se ha visto, queda claro que Cristo vuelve al mundo principalmente a
reinar, y la manera en que Dios decretó este reinado desde antes de crear el Universo
fue en la Divina Voluntad, la cual también reina en la Divinidad:

Hija mía, la santidad de nuestro Ser Divino; la potencia única de nuestra Voluntad
de la cual estamos investidos, de modo que somos distintos en las Personas, pero
nuestra Voluntad es siempre una que obra en Nosotros, que domina, que rige
(Volumen 26, Abril 12, 1929).

337. Por eso el que la Divina Voluntad reine en nosotros nos hace divinos y nos asemeja
a nuestro Creador. Por otro lado, Dios dirige a su Iglesia:

El Espíritu Santo guía a la Iglesia en el mundo y en la historia. (Papa Benedicto XVI,


Discurso a la Conferencia Episcopal Italiana, 27 de mayo de 2010).

75
338. La dirige —como también hemos visto— a través de la historia hacia su plenitud,
hacia la restauración universal que será para restaurar el Reino de la Divina Voluntad; y
en este aspecto se ve la intervención divina preparando y anunciando este Reino,
veamos.

339. Por un lado la existencia de Luisa Piccarreta y su misión, por el otro la liturgia de la
Iglesia que inaugura una fiesta importantísima y que en dos mil años de Iglesia no
existía: la Fiesta de Cristo Rey.

340. Esta realidad del reconocimiento de Cristo como Rey está en el Evangelio:

Él les dijo: «Un hombre de familia noble fue a un país lejano para recibir la
investidura real y regresar en seguida. Llamó a diez de sus servidores y les entregó
cien monedas de plata a cada uno, diciéndoles: "Háganlas producir hasta que yo
vuelva". Pero sus conciudadanos lo odiaban y enviaron detrás de él una embajada
encargada de decir: "No queremos que este sea nuestro rey". Al regresar, investido
de la dignidad real, hizo llamar a los servidores a quienes había dado el dinero,
para saber lo que había ganado cada uno. El primero se presentó y le dijo: "Señor,
tus cien monedas de plata han producido diez veces más". "Está bien, buen
servidor,… En cuanto a mis enemigos, que no me han querido por rey, tráiganlos
aquí y mátenlos en mi presencia"». (Lucas 19, 12-27).

341. Esta parábola de Jesús da para mucha reflexión, pero nos enfocaremos solamente
en dos aspectos. Uno es que al final de la cita habla de la eliminación de sus enemigos. El
enemigo de fondo en la humanidad es la voluntad humana que ha usurpado un trono
que no le corresponde, pero como se ve, será eliminado también este reinado ilegítimo.

342. El otro aspecto del texto es el hecho de que Jesús habla de Él mismo que se va y
viene, pero viene como Rey: Un hombre de familia noble fue a un país lejano para recibir
la investidura real y regresar en seguida.

343. Por eso es significativo que mientras Jesús a través de Luisa Piccarreta estaba
manifestando las verdades sobre su Reino de la Divina Voluntad, la Iglesia instituye la
fiesta de Cristo Rey en 1925:

Ahora bien: para que estos inapreciables provechos se recojan más abundantes y
vivan estables en la sociedad cristiana, necesario es que se propague lo más
posible el conocimiento de la regia dignidad de nuestro Salvador, para lo cual nada
será más eficaz que instituir la festividad propia y peculiar de Cristo Rey. (Papa Pío
XI, encíclica Quas Primas, sobre la Fiesta de Cristo Rey, n. 20).

76
344. Como se observa, el Papa Pío XI ve la necesidad de instituir esta fiesta y lo hace:

…en verdad que sobran motivos para convencernos de que por fin ha llegado el
día, tan vehementemente deseado, en que anunciemos que se debe honrar con
fiesta propia y especial a Cristo como Rey de todo el género humano. (Papa Pío XI,
encíclica Quas Primas, sobre la Fiesta de Cristo Rey, n. 28).

Por tanto, con nuestra autoridad apostólica, instituimos la fiesta de nuestro Señor
Jesucristo Rey, y decretamos que se celebre en todas las partes de la tierra... (Papa
Pío XI, encíclica Quas Primas, sobre la Fiesta de Cristo Rey, n. 30).

345. Como dato interesante, el Padre Pablo Martín en su Biografía sobre Luisa: “Luisa
Piccarreta, la pequeña Hija de la Divina Voluntad” menciona que en esta fecha de 1925
cuando se instituye la fiesta de Cristo Rey se coincide con el final del volumen 18, es
decir, la mitad de los volúmenes.

346. Se ve claramente la acción del Espíritu Santo que guía a la Iglesia a su plenitud22. La
fiesta por tanto es una señal de que ha llegado el tiempo del Reinado de Cristo. Esta
fiesta ha sido llamada posteriormente: solemnidad de Jesucristo, rey del Universo23.

347. Es verdad que existe mucha maldad, pero: “…donde abundó el pecado,
sobreabundó la gracia” (Romanos 5, 20).

348. Un día en que se celebraba la fiesta de Cristo Rey Luisa estaba pensando sobre la
fiesta y Jesús le dice precisamente:

Hija mía, la Iglesia no hace otra cosa que intuir lo que debe conocer sobre mi
Divina Voluntad y cómo debe venir su reino. Por eso esta fiesta es el preludio del
reino de mi Fiat Divino. (Volumen 25, Octubre 28, 1928).

349. En este texto Jesús deja claro que esta fiesta manifiesta ya el comienzo del Reino
de la Divina Voluntad, que de hecho ya empezó en Luisa:

…ahora como rey vengo Yo para reinar, por lo que debía elegir un alma donde
hacer mi primera morada y fundar este reino de mi Voluntad. (Volumen 13,
Diciembre 3, 1921).

Y antes de decidirme a hablarte, ya me había decidido a quedarme en ti para


custodiar lo que ponía en ti, tú entras en el orden secundario, el primer custodio
soy Yo. Ahora, siendo estas mis visitas portadoras de cosas celestiales, te las

22
Ver Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1042.
23
Ver Papa Pablo VI, carta Apostólica Mysterii Paschalis, n. 6.

77
llevarás contigo a la patria celestial como triunfo de mi Voluntad, y como garantía
de que su reino no sólo vendrá sobre la tierra, sino que ha establecido el principio
de su reinar. (Volumen 30, Enero 24, 1932).

350. Queda claro, por tanto, que ya ha tenido principio el Reino de la Divina Voluntad en
Luisa Piccarreta. Jesús continua diciendo sobre su fiesta de Cristo Rey:

Así que la Iglesia no está haciendo otra cosa que honrar a mi Humanidad con
aquellos títulos que con justicia se me deben, y cuando me hayan dado todos
los honores que me convienen, pasará a honrar y a instituir la fiesta al reino de
mi Divina Voluntad, por la cual mi Humanidad estaba animada. La Iglesia va
poco a poco, y ahora instituye la fiesta a mi corazón, ahora consagra con toda
solemnidad el siglo al Cristo Redentor, y ahora pasa con más solemnidad a
instituir la fiesta al Cristo Rey. Cristo Rey significa que debe tener su reino,
debe tener pueblos dignos de tal Rey, ¿y quién podrá formarme este reino sino
mi Voluntad? Entonces sí podré decir: ‘Tengo mi pueblo, mi Fiat me lo ha
formado.’ (Volumen 25, Octubre 28, 1928).

351. Aquí deja claro Jesús que será Rey cuando tenga sus pueblos, su reino formado por
su Voluntad. Aquí podemos reflexionar: Cristo es Rey pero ¿realmente es mi Rey?, ¿me
he dejado conquistar por Él, por su adorable Voluntad? Jesús prosigue:

¡Oh, si las cabezas de la Iglesia conocieran lo que te he manifestado sobre mi


Divina Voluntad, lo que quiero hacer, sus grandes prodigios, mis ansias, mis
latidos dolientes, mis suspiros angustiosos porque quiero que mi Voluntad
reine, que haga felices a todos, restablezca a la familia humana, en esta fiesta
de Cristo Rey sentirían no ser otra cosa que el eco secreto de mi corazón, que
haciendo eco en el de ellos para atraer su atención y reflexión, sin saberlo me
instituyen la fiesta de Cristo Rey. Cristo..., Rey, ¿y su verdadero pueblo dónde
está? Y dirían: Apresurémonos a hacer conocer su Voluntad Divina, hagámosla
reinar a fin de que demos el pueblo a Cristo que hemos llamado Rey, de otra
manera lo habremos honrado con el nombre, pero no con los hechos.
(Volumen 25, Octubre 28, 1928).

352. Y Jesús, como se observa, quiere reinar ¡para hacernos felices! quiere restablecer a
la familia humana. Pero a nosotros nos corresponde trabajar en conocer su Voluntad
Divina para hacerla vida en nosotros.

353. Solamente de esta manera podremos pertenecer al Reino de Cristo y así le


formaremos su Reino para que sea un hecho y no sólo de nombre como dice Jesús.

78
354. Afortunadamente ahora que estamos cerca del centenario de la institución de esta
fiesta de Cristo Rey (que sería en el año de 1925) se conoce cada vez más el Reino de la
Divina Voluntad, ¡gloria a Dios!24

355. Por eso junto con el salmista digamos:

Sea bendito eternamente su Nombre glorioso


y que su gloria llene toda la tierra.
¡Amén! ¡Amén! (Salmo 72, 19).

24
Al respecto de este centenario es interesante lo que dice el Padre Pablo Martín en su obra: “Sinfonía de la
Creación” donde comenta un pasaje de Libro de Cielo del volumen 16 (22 de Marzo de 1924) en el número
18 ¿A dónde vamos?

79
E PÍLOGO
Canten al Señor con el arpa
y al son de instrumentos musicales;
con clarines y sonidos de trompeta
aclamen al Señor, que es Rey. (Salmo 98, 5-6).

356. Cristo Rey —como se ha visto— es el proyecto central y primario de Dios. Y en este
proyecto, gracias al amor infinito de Dios, somos invitados a participar. De esta manera
se nos invita a ser reyes con el Rey, a dominar y regir con Él; lo cual es un gran honor
para nosotros, ¡agradezcamos al Señor por tan gran bondad!

357. Esto significa que el ser humano también fue creado para regir, para ser rey con el
Rey. Y somos reyes destronados por nuestra propia voluntad humana e infelices hasta
que no reinemos con Dios de acuerdo al plan original.

358. Y esta participación en la realeza de Cristo trae como consecuencia la participación


en su misma felicidad:

¡El Señor reina! Alégrese la tierra (Salmo 97, 1).

359. Pero este participar del pleno reinado y felicidad de Cristo se logra plenamente al
vivir en su Divina Voluntad:

He aquí por qué todo nuestro interés, por qué queremos hacer conocer
nuestra Voluntad y que reine en medio de ellas [de las criaturas], porque
queremos dar, queremos verlas felices de nuestra misma felicidad (Volumen
20, Febrero 21, 1927).

…la especialidad característica de mi Voluntad es precisamente esta: ‘Hacer


felices a Dios y al hombre’. (Volumen 17, Junio 20, 1924).

360. Existe una cita de la Sagrada Escritura que a la vez que sintetiza lo que se ha dicho,
es como una profecía del Reino de la Divina Voluntad. Obviamente esto se ve más claro
gracias a las verdades que Jesús ha manifestado a través de Luisa, veamos:

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en
Él con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en Cristo,
antes de crear el mundo, para que fuéramos santos e irreprochables a sus ojos,
por el amor, y determinó, porque así lo quiso, que, por medio de Jesucristo,
fuéramos sus hijos, para que alabemos y glorifiquemos la gracia con que nos ha

80
favorecido por medio de su Hijo amado. Pues por Cristo, por su sangre, hemos
recibido la redención, el perdón de los pecados. Él ha prodigado sobre nosotros
el tesoro de su gracia, con toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el
misterio de su Voluntad. Éste es el plan que había proyectado realizar por
Cristo, cuando llegara la plenitud de los tiempos, de recapitular en Cristo todas
las cosas, las del cielo y las de la tierra. Con Cristo somos herederos también
nosotros. Para esto estábamos destinados, por decisión del que lo hace todo
según su Voluntad: para que fuéramos una alabanza continua de su gloria,
nosotros, los que ya antes esperábamos en Cristo. En Él, también ustedes,
después de escuchar la palabra de la verdad, el Evangelio de su salvación, y
después de creer, han sido marcados con el Espíritu Santo prometido. Este
Espíritu es la garantía de nuestra herencia, mientras llega la liberación del
pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su gloria. (Efesios: 1, 3-14).

361. La cita empieza diciendo que Dios nos ha bendecido en Cristo con toda clase de
bienes espirituales, celestiales y que fuimos elegidos en Cristo, antes de crear el mundo,
para que fuéramos santos e irreprochables a sus ojos, por el amor.

362. ¿Esta clase de bienes espirituales y celestiales dónde están? Pues en la Divina
Voluntad:

…la cosa más grande, como era mi Voluntad, que contiene… todos los bienes
posibles que hay en el Cielo y en la tierra (Volumen 19, Marzo 28, 1926).

363. Y ¿cómo se puede ser irreprochable y santo ante Dios? solamente con la misma
santidad que nos da el don del Reino de la Divina Voluntad como ya se vio.

364. La cita sigue diciendo: que por medio de Jesucristo fuéramos sus hijos; y solamente
en la Divina Voluntad podemos ser hijos legítimos como se enseña en Libro de Cielo (ver
volumen 16, Marzo 2, 1924; volumen 15, Mayo 2, 1923; volumen 15, Mayo 25, 1923;
volumen 22, Julio 10, 1927; volumen 30, Enero 24, 1932; volumen 20, Diciembre 22,
1926)25.

365. Después el texto habla de la redención y luego dice: Él ha prodigado sobre nosotros
el tesoro de su gracia, con toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio
de su Voluntad.

366. En su primera venida ya nos había empezado a hablar de Voluntad, pero como dice
Jesús, eran las vocales:

25
Este tema de hijos legítimos se trata en R. Avalos, La Historia de amor de la Divina Voluntad y de su Vida
Divina con la criatura, en el Capítulo 5: “La pérdida de la Vida Divina y su recuperación”.

81
…debía preparar, disponer a las criaturas a pasar de los conocimientos
menores a los mayores, debía hacer como un maestro que debía enseñar las
vocales, las consonantes, después pasar a las composiciones. Hasta ahora no se
sabía otra cosa de mi Voluntad que las vocales y las consonantes, era necesario
que pasara a las composiciones, y esto me desarrollará la Vida de mi Voluntad.
(Volumen 14, Octubre 19, 1922).

Es más, todo lo que fue hecho por Mí y por la Soberana del Cielo no son otra
cosa que materiales y edificios que preparan su reino; mi evangelio se puede
llamar las vocales, las consonantes, que haciendo de heraldos llamaban la
atención de los pueblos a esperar algunas lecciones más importantes, que
debían llevarles un bien más grande que la misma Redención; mis mismas
penas, mi muerte y mi Resurrección, confirmación de la Redención, es
preparativo del reino de mi Querer Divino, eran lecciones más sublimes y ponía
a todos atentos para esperar lecciones más altas, y después de tantos siglos ya
lo he hecho, son las tantas manifestaciones que te he dado sobre mi Divina
Voluntad, y aquello que más te he hecho conocer: Cómo Ella quiere venir a
reinar en medio a las criaturas para restituirles el derecho de su reino perdido,
para abundarlos de todos los bienes y de todas las felicidades que Ella posee.
(Volumen 26, Julio 27, 1929).

367. De esta manera, con Luisa Piccarreta, las enseñanzas del misterio de la Voluntad de
Dios se ha ampliado y profundizado.

368. Luego el texto de Efesios habla de la recapitulación (palabra que aparece en la


Biblia nuova Vulgata) de todas las cosas en Cristo.

369. Recapitular viene del latín recapitulare: “recordar pactos o convenios”. ¿Qué pacto
viene a recapitular Cristo? La Alianza original —la Protoalianza26— que es «la plena
unión de la Voluntad Divina con la voluntad humana con el don del Reino de la Divina
Voluntad con el cual fue creado el hombre»27.

370. Jesús viene a recordar este pacto para restablecerlo y ser con Él herederos,
precisamente de la Divina Voluntad y todos sus bienes; ya que para esto estábamos
destinados según su Voluntad.

26
Proto es un prefijo griego que significa: “primero”; en este caso de la Protoalianza sería: “Primera
Alianza”.
27
Este tema de la Protoalianza se trata en R. Avalos, La Historia de amor de la Divina Voluntad y de su Vida
Divina con la criatura, en el Capítulo 6: “Los tiempos antes de Cristo y la restauración de la alianza perdida”.

82
371. Y continúa el texto diciendo: para que fuéramos una alabanza continua de su
gloria, lo cual queda claro que esta continua alabanza sólo se logra en la Divina Voluntad
como ya se ha visto.

372. Luego habla de la promesa del Espíritu Santo y que hemos sido marcados, y que es
la garantía de nuestra herencia en lo que llega la liberación del pueblo adquirido por
Dios. Esta liberación es la de nuestra voluntad humana para vivir en la libertad de la
Divina Voluntad.

373. La obra que Jesús ha realizado, con su amor y su sufrimiento ha conquistado el


dominio que le ha dado —otorgado— el Padre, por eso dice la Palabra:

Todo lo sometiste bajo sus pies. Si Dios le ha sometido todas las cosas, nada ha
quedado fuera de su dominio. De hecho, todavía no vemos que todo le está
sometido. Pero a aquel que fue puesto por poco tiempo debajo de los ángeles,
a Jesús, ahora lo vemos coronado de gloria y esplendor, a causa de la muerte
que padeció. Así, por la gracia de Dios, Él experimentó la muerte en favor de
todos. Convenía, en efecto, que aquel por quien y para quien existen todas las
cosas, a fin de llevar a la gloria a un gran número de hijos, perfeccionara, por
medio del sufrimiento, al jefe que los conduciría a la salvación. Porque el que
santifica y los que son santificados, tienen todos un mismo origen. …Y ya que
los hijos tienen una misma sangre y una misma carne, Él también debía
participar de esa condición, para reducir a la impotencia, mediante su muerte,
a aquel que tenía el dominio de la muerte, es decir, al demonio, y liberar de
este modo a todos los que vivían completamente esclavizados por el temor de
la muerte. (Hebreos 2, 8-15).

374. En el texto anterior es interesante que al principio se habla del dominio que tiene
Cristo aunque no vemos que todo le está sometido; porque aunque Cristo ya realizó su
obra, ya restauró todo en Él, sin embargo en el tiempo histórico esta restauración se
lleva a cabo a través de un proceso donde el trigo y la cizaña conviven hasta el tiempo de
la cosecha28.

375. En este proceso somos nosotros invitados a colaborar para el Reino de Cristo, por
eso Jesús dice:

Así como fue decreto la Creación, la Redención, así es decreto nuestro el reino
de nuestra Voluntad sobre la tierra, por eso, para cumplir este nuestro decreto,
Yo debía manifestar los bienes que hay en él, sus cualidades, sus bellezas y

28
Ver Mateo 13, 24-30.

83
maravillas, he aquí la necesidad por la cual Yo debía hablarte tanto, para poder
cumplir este decreto. (Volumen 36, Octubre 2, 1938).

Ahora hija mía, el reino de la Redención y el reino de mi Fiat Divino se dan la


mano, y siendo también éste un bien universal, que queriendo, todos pueden
entrar en él, es necesario que su noticia la sepan muchos y quede concebido en
las mentes, en las palabras, en las obras y corazones de muchos, a fin de que se
dispongan con las oraciones, con los deseos y con una vida más santa, a recibir
el reino de mi Divina Voluntad en medio de ellos; si la noticia no se divulga, mis
manifestaciones no hacen de heraldos, ni vuelan de boca en boca los
conocimientos sobre mi Fiat Divino que formarán la concepción de Él en las
mentes, oraciones, suspiros y deseos de las criaturas, mi Querer Divino no hará
el ingreso triunfal de venir a reinar sobre la tierra. Cómo es necesario que los
conocimientos sobre mi Fiat se conozcan, y no sólo eso, sino que se haga
conocer que mi Divina Voluntad ya quiere venir a reinar como en el Cielo así en
la tierra en medio a las criaturas (Volumen 25, Enero 13, 1929).

376. En el texto también se mencionan los sufrimientos de Cristo y que venimos del
mismo origen, ya que los hijos tienen una misma sangre y una misma carne. Además de
que Cristo tiene nuestra humanidad, su Humanidad nos diviniza, como ya se vio.

377. Y como lo más íntimo de Dios es la Divina Voluntad, quiere que compartamos y
vivamos en Ella; como dice Jesús:

…entre Nosotros y el hombre, le dábamos nuestra misma Voluntad que


regulaba nuestro Ser Divino, a fin de que uno fuera el régimen y la regla entre
Dios y la criatura. (Volumen 29, Julio 23, 1931).

378. Para compartirlo todo:

En nuestro Fiat no hay tuyo ni mío entre Creador y criatura, sino que todo es
común, y por eso con derecho puede pedir lo que quiere. (Volumen 27,
Octubre 30, 1929).

En mi Voluntad no hay tuyo ni mío, el acto del uno debe unificarse con el del
otro y hacer uno solo (Volumen 32, Marzo 12, 1923).

379. Después la cita de Hebreos habla también de la liberación que nos dio nuestro Rey.
Sí, el viene a liberarnos de todo lo que nos causa infelicidad y miseria.

380. Dejémonos conquistar por Él y dejar que reine en nosotros. Jesús ha preparado
armas poderosas para triunfar en esto:

84
Hija mía, el Reino de mi Voluntad es inquebrantable y en estos conocimientos
sobre Ella he puesto tanta luz, gracia y atracciones para volverlo victorioso, de
modo que conforme sean conocidos harán dulce batalla a la voluntad humana
y quedarán vencidas. Estos conocimientos serán muro altísimo y fortísimo, más
que en el Edén terrestre, que impedirán al enemigo infernal el entrar dentro
para molestar a aquellos que vencidos por mi Voluntad pasarán a vivir en el
Reino de Ella (Volumen 19, Agosto 14, 1926).

381. Como se ve, si quieres vivir en este Reino maravilloso es necesario conocer y vivir
las verdades que Jesús ha manifestado a través de Luisa Piccarreta. Nuestro Rey lo ha
puesto sencillo, hay que leer esta obra maravillosa tratando lo mejor posible de vivir lo
que conocemos y Jesús hará el resto:

…sé que muchas cosas te faltan para vivir junto Conmigo, pero no temas, Yo
pensaré en todo, te vestiré con mis vestiduras reales de luz, te armaré con mi
potencia, te haré alarde de mi amor haciendo correr en tus más íntimas fibras
la Vida, el amor de mi Voluntad, basta con que tú lo quieras y todo está hecho.
(Volumen 35, Octubre 12, 1937).

Tú tienes razón en que no puedes nada, no temas, Yo haré todo, dame tu


voluntad y eso me basta. (Volumen 1).

382. Jesús nos pide darle nuestra voluntad y Él hace lo demás, quiere nuestro abandono
y nuestra confianza plena en Él; así seremos todos felices:

Si Me dais vuestra voluntad, ya está hecho todo; Me haréis feliz y seréis felices.
No deseo sino que mi Voluntad reine en medio de vosotros. El Cielo y la tierra
os sonreirán. (Llamamiento del Rey Divino al Reino de su Voluntad).

383. Porque Jesús es el Emanuel, el «Dios con nosotros» (ver Mateo 1, 23) que quiere
vivir nuestra vida y quiere que nosotros vivamos la de Él:

Yo no soy el Dios aislado, no, quiero a la criatura junto Conmigo, mi eco debe
resonar en el suyo y el suyo en el mío y hacer de los dos uno solo (Volumen 14,
Octubre 19, 1922).

384. ¡Qué amor! Jesús quiere reinar en ti para que en cada acto que realices establecer
los bienes de este Reino en tu interior: gozo, amor, deleite, luz, felicidad sin límite; no
has sido creado para otra cosa, que para ser la reina del Rey:

…mi Voluntad…, en el alma donde reina quiere hacer su curso de luz,…


comunicar sus efectos, …, y mi Fiat Divino más que sol se siente rey que puede

85
ejercitar su oficio real, …y esto es todo su triunfo, transformar al alma en reina
y ataviarla con las vestiduras reales. (Volumen 20, Febrero 9, 1927).

385. Para ataviarte, como dice tu Rey, con las vestiduras reales, las vestiduras del Reino
de la Divina Voluntad y tengas a tu disposición todo el Amor Divino que puedas recibir,
toda la Belleza que quieras, la Santidad y perfección más grandes, para que domines con
el Rey en todo, en Cielo y tierra.

386. Al ser tu alma llamada a ser la reina del Primogénito serás la primera también:

Yo te veo como la primera criatura salida de nuestras manos, porque quien


vive en mi Voluntad es siempre la primera ante su Creador (Volumen 20,
Octubre 12, 1926).

387. Habitarás en el palacio real:

Hija mía, quien vive en mi Divina Voluntad no desciende de su origen, y como


todo fue creado para quien debía vivir en Ella, todos los bienes de la Creación
son suyos, que son más extensos que los bienes de la Redención, porque a
quien se mantiene en el estado de origen con vivir en el Fiat Supremo, le es
debido el estado de reina, y como reina conviene que posea, mucho más que
es reina que habita en el palacio real de nuestro Querer, entonces le conviene
que posea reinos, soles, cielos, mares, y que el mismo Rey haga vida junto con
ella, haciendo feliz a su reina, y ella haciendo feliz a su Rey. (Volumen 23,
Noviembre 6, 1927).

388. …que el mismo Rey haga vida junto con ella, haciendo feliz a su reina, y ella
haciendo feliz a su Rey, ¡bellísimas palabras!, pero más bellas porque si tú quieres esto
se convierte en una realidad. Así tu alma será primera en el acto único —solo— de la
Divinidad:

…todos aquellos que vivirán en mi Querer se encontrarán en su acto solo, y


todos como primero delante a la Majestad Adorable. Así que en mi Voluntad
no habrá ni primero ni después, sino todos fundidos juntos en un solo acto;
¡qué honor, qué gloria, que la criatura pueda tener un lugar en este acto solo
de la Voluntad de su Creador, del cual, como fuente brotan todos los bienes,
todas las felicidades posibles e imaginables! (Volumen 23, Noviembre 6, 1927).

389. Para que tengas, como dice tu Rey: todas las felicidades posibles e imaginables.
¡Qué afortunada es tu alma! afortunada de ser elegida para existir, para ser reina de

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manera eterna con el Rey de la Voluntad y Amor Divinos. Para que se cumplan en ti las
siguientes palabras de Jesús:

…nuestra Voluntad la vincula a toda la Creación haciéndole hacer todo el bien


que hace mi misma Voluntad. Así que todo es suyo, y Yo la amo tanto que no
sé hacer nada sin ella, porque en virtud de mi Voluntad tenemos la misma
Vida, el mismo amor, un solo latido y un solo respiro. (Volumen 19, Mayo 1,
1926).

390. Dejémonos pues conquistar por el verdadero Rey para agradecerle que establezca
con su poder su Reino bendito de su Voluntad en nosotros:

Te damos gracias, Señor, Dios todopoderoso —el que es y el que era— porque
has ejercido tu inmenso poder y has establecido tu Reino. (Apocalipsis 11, 17).

Amén, Fiat

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