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LA HISTORIA DE AMOR

DE LA DIVINA Basado en los


escritos de
VOLUNTAD Y DE SU Luisa
Piccarreta
VIDA DIVINA
CON LA CRIATURA
Raúl Avalos Ríos
© Raúl Avalos Ríos 2017

1
Dedicatoria: Al Fiat Supremo que nos quiere llenar de su
Vida Divina

2
PREFACIO _______________________________________________________________________________ 5

ADVERTENCIA __________________________________________________________________________ 11

CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN A LA OBRA ____________________________________________________ 13

CAPÍTULO 2: AL PRINCIPIO… ______________________________________________________________ 17

CAPÍTULO 3: HAGAMOS AL HOMBRE… ______________________________________________________ 41

CAPÍTULO 4: LA PRUEBA __________________________________________________________________ 54

CAPÍTULO 5: LA PÉRDIDA DE LA VIDA DIVINA Y SU RECUPERACIÓN ______________________________ 66

PROMESA DE RESTAURACIÓN ________________________________________________________________ 77

CAPÍTULO 6: LOS TIEMPOS ANTES DE CRISTO Y LA RESTAURACIÓN DE LA ALIANZA PERDIDA _________ 83

CAPÍTULO 7: LA PLENITUD DE LOS TIEMPOS __________________________________________________ 96

LA CONCEPCIÓN DE LA DIVINA VOLUNTAD EN LA SOBERANA DEL CIELO ____________________________________ 96


LA ENCARNACIÓN DEL VERBO (EL FIAT VESTIDO DE CARNE) ___________________________________________ 102
EL NACIMIENTO ________________________________________________________________________ 106

CAPÍTULO 8: LA VIDA OCULTA DE JESÚS ____________________________________________________ 113

CAPÍTULO 9: LA VIDA PÚBLICA DE JESUCRISTO ______________________________________________ 122

EL BAUTISMO _________________________________________________________________________ 122


EL DESIERTO __________________________________________________________________________ 125
EL ANUNCIO DE LA CONVERSIÓN Y LOS PRIMEROS DISCÍPULOS _________________________________________ 127
EL LLAMADO DE LOS DISCÍPULOS _____________________________________________________________ 133
LAS BODAS DE CANÁ _____________________________________________________________________ 135
LA IGLESIA ____________________________________________________________________________ 144
LAS PALABRAS Y OBRAS DE JESÚS ____________________________________________________________ 146
El Padre Nuestro ___________________________________________________________________ 149
LA TRANSFIGURACIÓN ____________________________________________________________________ 152
LA RESURRECCIÓN DE LÁZARO_______________________________________________________________ 157
LA EXPULSIÓN DEL TEMPLO ________________________________________________________________ 159
LA ENTRADA TRIUNFAL A JERUSALÉN __________________________________________________________ 160
LA EUCARISTÍA Y LOS SACRAMENTOS __________________________________________________________ 162
La Vida Divina en el plan original ______________________________________________________ 163
Necesidad de los Sacramentos y preparación en la Antigua Alianza __________________________ 166
La Eucaristía y la Divina Voluntad _____________________________________________________ 176
LA PALABRA Y LA VIDA DIVINA ______________________________________________________________ 181
LA PASIÓN Y MUERTE ____________________________________________________________________ 185
La Pasión de María _________________________________________________________________ 191
LA RESURRECCIÓN ______________________________________________________________________ 193
LOS CUARENTA DÍAS _____________________________________________________________________ 200
LA ASCENSIÓN _________________________________________________________________________ 206

CAPÍTULO 10: PENTECOSTÉS _____________________________________________________________ 212

CAPÍTULO 11: LA ASUNCIÓN DE MARÍA ____________________________________________________ 217

3
CAPÍTULO 12: LA VIDA DE LA IGLESIA EN ESPERA DE LA PARUSÍA DE JESÚS _______________________ 220

EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA ______________________________________________________________ 225


LA EXPANSIÓN DE LA BUENA NUEVA ORAL Y ESCRITA _______________________________________________ 226
LA MUJER VESTIDA DE SOL _________________________________________________________________ 237

CAPÍTULO 13: LA LLEGADA DEL REINO DE LA DIVINA VOLUNTAD A LAS CRIATURAS ________________ 245

LUISA PICCARRETA ______________________________________________________________________ 249


Los Conocimientos y verdades de la Divina Voluntad ______________________________________ 267
LA DIVINA MISERICORDIA _________________________________________________________________ 284
LA PURIFICACIÓN _______________________________________________________________________ 289

CAPÍTULO 14: EL ESTABLECIMIENTO DEL REINO EN LA HUMANIDAD_____________________________ 302

El crecimiento en la Divina Voluntad ___________________________________________________ 307

CAPÍTULO 15: LA RESTAURACIÓN PLENA Y LA CONSUMACIÓN DEL FIAT VOLUNTAS TUA COME IN CIELO
COSÌ IN TERRA _________________________________________________________________________ 324

La unión del Cielo y la tierra __________________________________________________________ 336

CAPÍTULO 16: SU REINO NO TENDRÁ FIN ___________________________________________________ 339

4
Prefacio

Esta es la más grande felicidad del corazón humano,


latir en el latido eterno de su Creador.
(Volumen 17).

1. ¿Sabes lo amado que eres? Existe un Dios maravilloso que tiene el Corazón más grande
que pueda existir, pues es infinito; este Corazón es su adorable Voluntad, y con esta Divina
Voluntad que late para ti, eres infinitamente amado.

2. Has sido creado para vivir la experiencia más grande y sorprendente que un ser puede
vivir, ser absorbido en este amor para ser deleitado con la felicidad más grande que una
criatura puede contener, ya desde aquí en la tierra. El tamaño del universo se queda muy
corto comparado con el amor de esta Voluntad Divina por ti.

3. Este libro trata del amor que esta Voluntad tiene por las personas que las crea para
amarlas y hacerlas felices. Un problema es que estas personas en su libertad han puesto
obstáculos a esta Divina Ternura del Creador, cerrando las puertas a este amor, siendo infieles
y traicioneros a este Ser-Amor; estropeando el plan maravilloso de la Divinidad.

4. Pero este Divino Amante no se cansa de amarnos y con estratagemas divinas transforma
los males en bienes y como el seductor más experto nos busca, nos salva, nos sana y nos
restaura a ese nivel de belleza que eligió para nosotros para poder experimentar su eterno
amor.

5. Este libro trata de esta Historia, de esta Historia de amor del Creador con su criatura y de
cómo quiere colmarla de su misma Vida Divina; esta Vida Divina que contiene gozos,
felicidades y alegrías sin fin.

6. La Historia de amor de la Divina Voluntad es, por tanto, la historia más bella, más
importante y más hermosa. Y para el ser humano es la más relevante, ya que tiene que ver con
el por qué fue creado, es decir, con su origen, sentido de vida y finalidad.

7. Esta Historia de amor de la Divina Voluntad con la criatura está directamente vinculada —
como se dijo— con la Vida Divina que Dios ha querido compartir con su criatura, ya que ha
querido dotarla no solamente de la vida según su naturaleza —en el caso del ser humano de
vida humana— sino además le ha querido dar Su misma Vida Divina, como si nos diera por así
decir, su misma “Sangre Divina”, que en Jesucristo tendrá una realidad humano-Divina para
devolvernos esta Vida Divina perdida por el pecado.

8. Entonces, se hace necesario a cualquier ser humano este conocimiento sobre la Historia
de amor de la Divina Voluntad para saber realmente quién es él, por qué ha sido llamado a la
existencia, ¡cuánto lo ama su Dios!, cuál es su puesto en esta maravillosa Creación, qué ha
hecho la Divina Voluntad por cuidarlo, rescatarlo, elevarlo a la más grande dignidad, dándole
su misma Vida Divina.

5
9. La Historia de amor de la Divina Voluntad con la criatura narra el Amor inmenso de Dios
que se derrama a torrentes sobre nosotros. No hay nada que Dios haga respecto a nosotros
que no sea por amor; de hecho no hace nada, en relación de lo que sea, si no es por amor.

10. Conocer la Historia de amor de la Divina Voluntad con nosotros es conocer la Historia más
sublime y necesaria para nosotros, andaremos perdidos y no lograremos la plena felicidad si
no la conocemos; de aquí su importancia.

11. El ser humano es un diseño de amor y si no se llena de este amor y no lo da, se enferma, va
en contra de lo que es él y no es feliz. Pero este amor la persona solamente lo puede
encontrar en Dios, en su Corazón que es su Divina Voluntad, solamente Dios que es Amor1
puede llenar los anhelos más profundos de nuestro ser y darnos la plenitud de la felicidad.

12. Y la persona sufre y se extravía porque se aleja de esta Voluntad amorosa de su Creador; y
luego trata la criatura de apoyarse y llenar este vacío de Dios con miserias, ya que todo
comparado con el mar inmenso de Dios es como una gota. Y luego la criatura se sorprende y se
desilusiona de no encontrar su felicidad.

13. Por eso la criatura empieza a encontrarse cuando comprende y se decide a establecer
como prioridad esta relación de amor con su Dios, que se convierte para ella en la Historia de
amor entre ella y su Creador, historia de amor que Dios tiene por sus criaturas que en cada
uno de nosotros se quiere convertir en una historia de amor particular y especial.

14. Ya no tenemos que buscar este amor pleno en ningún otro lado, ya que Dios es el único
que nos tiene un amor eterno; de hecho el único amor que es verdaderamente eterno, ya que
Dios es eterno y todo lo que hace con su Divina Voluntad lo hace en su eternidad.

15. Por eso el título de este libro contiene dos temas que son infinitos: la Divina Voluntad y la
Vida Divina; y obviamente, aquí se abordarán los temas sin abarcarlos totalmente. Estos temas
seguramente se abordarán y se profundizarán de generación en generación.

16. Reflexionemos un poco sobre estos aspectos en este prefacio a modo de preámbulo de la
obra. Respecto a la Divina Voluntad se habla de su Historia. La historia tiene un concepto
temporal; es decir, humanamente se habla de historia como el registro de los acontecimientos
del pasado, a partir de que el ser humano aprendió a escribir o registrar sucesos de alguna
manera.

17. Esto da a entender que hubo un tiempo en el que el hombre no sabía escribir y luego
aprendió. Es decir, esto surge de un concepto de evolución en el que se parte de una visión del
ser humano con una evolución desde capacidades muy primitivas a un crecimiento de
capacidades intelectuales que han desarrollado la ciencia y la tecnología.

1
Ver 1 Juan 4, 8.

6
18. Al contar con la Revelación Divina, y ahora con la obra que Jesús hace a través de Luisa
Piccarreta2, podemos ver que esto no es así tal cual. Dios creó todo bueno y perfecto. La
creación del hombre fue su coronación, veamos:

Dios creó al hombre para que fuera incorruptible y lo hizo a imagen de su propia
naturaleza (Sabiduría 2, 23).

Dios dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén
sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos
los animales que se arrastran por el suelo». Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a
imagen de Dios, los creó varón y mujer. Y los bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos,
multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del
cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra». … Dios miró todo lo que había
hecho, y vio que era muy bueno. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el sexto día.
(Génesis 1, 26-31).

19. Aquí se ve cómo Dios crea al ser humano incorruptible, inmortal, a su imagen y semejanza;
y vio Dios que era muy bueno. También le da el dominio sobre la Creación y lo crea en familia
(matrimonio y luego les dice que sean fecundos). Este dominio sobre la Creación requiere
conocimiento, ciencia, gracias especiales, veamos:

La Iglesia… enseña que nuestros primeros padres Adán y Eva fueron constituidos en un
estado "de santidad y de justicia original". Esta gracia de la santidad original era una
"participación de la vida divina". Por la irradiación de esta gracia, todas las dimensiones de
la vida del hombre estaban fortalecidas. Mientras permaneciese en la intimidad divina, el
hombre no debía ni morir ni sufrir. La armonía interior de la persona humana, la armonía
entre el hombre y la mujer, y, por último, la armonía entre la primera pareja y toda la
creación constituía el estado llamado "justicia original". (Catecismo de la Iglesia Católica, n.
375 y 376).

20. Esta cita del Catecismo es muy interesante en la que a lo largo de esta obra se analizarán
ciertos detalles, por lo pronto, se resalta el hecho de que el ser humano fue desde el origen
constituido en estado de santidad y de justicia original; y mientras permaneciese en la
intimidad divina, el hombre no debía ni morir ni sufrir ¿cuál es esta intimidad? Parece que el
Catecismo intuye la Voluntad Divina, al respecto Jesús explica a través de Luisa Piccarreta en
los volúmenes de Libro de Cielo3 de esta manera:

Hija mía, al crear al hombre le infundí el alma con mi aliento, queriéndole infundir la parte
más íntima de nuestro interior, que es nuestra Voluntad (Volumen 17, Julio 16, 1924).

21. Es decir, Dios al llamar al ser humano a la existencia, lo hizo dándole el don del Reino de la
Divina Voluntad. Este don contiene la felicidad plenas y la santidad más alta, ya que es la

2
Los 36 volúmenes (Libro de Cielo), las Horas de la Pasión, La Reina del Cielo en el Reino de la Divina
Voluntad, los Giros del alma, Llamamientos, Memorias de la infancia y sus cartas.
3
Se refiere a los 36 volúmenes (o Diario) que llevan por título dado por el mismo Jesús en el mismo Diario: El
Reino de mi Divina Voluntad en medio de las criaturas. Libro de Cielo. Llamada a las criaturas al orden, a su
puesto y a la finalidad para la que fueron creadas por Dios. (Volumen 19, Agosto 27, 1926).

7
misma Santidad Divina y le daba por supuesto todo el dominio de la Creación, de sí mismo, así
como la armonía con Dios y el prójimo. Y este don incluye —entre otras cosas— el don de
ciencia infusa:

Este don fue dado a Adán en el principio de su creación, junto con nuestra Divina Voluntad
poseía el don de la ciencia infusa, de modo que conocía con claridad nuestras verdades
divinas, y no sólo esto, sino todas las virtudes benéficas que poseían todas las cosas
creadas para bien de la criatura, desde la cosa más grande hasta el más pequeño hilo de
hierba. (Volumen 30, Mayo 22, 1932).

Esto sucedió en Adán, que siendo el primer hombre fue constituido cabeza de todas las
generaciones, y siendo él la cabeza se volvía necesario que debía poseer los gérmenes
para poder dar a los demás lo que es necesario para el desarrollo de la vida humana; …así
que se pude decir que al ser creado por Dios fue dotado de todas las ciencias; lo que los
demás aprenden con tantas fatigas, él lo poseía como don en modo sorprendente; así que
poseía el conocimiento de todas las cosas de esta tierra, tenía la ciencia de todas las
plantas, de todas las hierbas, y la virtud que cada una de ellas contenía; tenía la ciencia de
todas las especies animales y de cómo debía usar de ellos; tenía la ciencia de la música, del
canto, de la escritura, de la medicina, en suma, de todo, y si las generaciones poseen cada
una su ciencia especial, Adán las poseía todas. (Volumen 18, Noviembre 12, 1925).

22. ¡Grandioso! En la Sagrada Escritura hay dos aspectos que reflejan esta realidad, veamos:

Tomó, pues, el Señor Dios al hombre y le dejó en el jardín de Edén, para que lo labrase y
cuidase. (Génesis 2, 15).

Y el Señor Dios formó del suelo todos los animales del campo y todas las aves del cielo y
los llevó ante el hombre para ver cómo los llamaba, y para que cada ser viviente tuviese el
nombre que el hombre le diera. El hombre puso nombres a todos los ganados, a las aves
del cielo y a todos los animales del campo (Génesis 2, 19-20).

23. Esto quiere decir que Adán desde antes del pecado original sabía cultivar la tierra y sabía
qué nombre poner a los animales, pues tenía la ciencia del campo y de todas las especies
animales. Y también —como vimos en la cita de Libro de Cielo— también sabía escribir, entre
otras cosas. Entonces la historia del ser humano empieza con Adán.

24. Y lo que sucedió es que con el pecado original el ser humano cayó considerablemente y
perdió mucha ciencia y sabiduría; y esto explica la caída cultural de algunos grupos humanos
que llegaron a vivir de manera muy primitiva para luego crecer en civilización; pero los
conocimientos originales que tuvo Adán, también explican —a pesar de la diminución debida
al pecado— la existencia de civilizaciones antiguas muy avanzadas (en matemáticas, en
arquitectura, en astronomía, etcétera).

25. Pero aquí no nos referimos solamente a la historia humana temporal que empieza con la
creación del primer hombre, sino a la Historia de la Divina Voluntad; y ¿cuándo empieza esta
historia y cuándo termina? Aquí el concepto temporal de la historia tiene una modificación, ya
que la Divina Voluntad es eterna.

8
26. Quiere decir que la Historia de la Divina Voluntad tiene origen en la eternidad, fuera del
tiempo, en el seno de la Santísima Trinidad y no acabará nunca:

El origen de mi Voluntad es eterno (Volumen 16, Noviembre 24, 1923).

27. Dios hace la Creación y con ello aparece el tiempo (el tiempo es parte de la Creación); y en
este tiempo la Divina Voluntad continua manifestando su designio divino. Todo esto es la
Historia de la Divina Voluntad; historia que tampoco —como se ve—tendrá fin.

28. El otro tema es la Vida Divina. En la cita anterior del Catecismo se dice: Esta gracia de la
santidad original era una "participación de la Vida Divina". (Catecismo de la Iglesia Católica, n.
375). Esto quiere decir que al crear al ser humano Dios le participó su propia Vida Divina; Vida
Divina que es propia de Dios y que por lo tanto es una Vida eterna; y que Dios en su amor
quiso dárnosla. Después por el pecado se perdió.

29. Pues bien, de esto se trata esta obra, de cómo existe una Historia de la Divina Voluntad y
cómo dentro de ella se enmarca la historia del ser humano con la Vida Divina y todo su drama.

30. Con la obra que Jesús ha hecho a través de Luisa Piccarreta, ya nos queda corto hablar
solamente de la Historia de la Salvación; tendríamos que hablar de algo más amplio, algo así
como: la Historia de la Restauración. Y la Historia de la Restauración —que tiene qué ver con la
participación de la Vida Divina en la Creación— sería parte, obviamente, de la historia más
grande y amplia: la Historia de la Divina Voluntad; pero ésta es una Historia de amor, por lo
tanto habría que llamarla: la Historia de amor de la Divina Voluntad.

31. En esta obra en concreto nos enfocamos a cómo en la Historia de amor de la Divina
Voluntad ha sido la relación de la Vida Divina con el ser humano, principalmente. Esta es la
finalidad de esta obra, obviamente a nivel introductorio. Este tema es importante, ya que
conecta con la historia de la salvación, pero en su relación con el Reino de la Divina Voluntad.
Y esta Vida Divina es importante porque tiene que ver tanto con nuestra salvación, como con
el Reino de la Divina Voluntad; todo lo cual es un designio divino.

32. Por lo tanto no es una obra que se enfoque solamente a la historia de la Divina Voluntad,
sino al tema de la Vida Divina dentro de Ella. Con lo cual sí veremos algunos aspectos de esta
Historia de la Divina Voluntad o Historia del Querer Divino, pero en relación con la Vida Divina
en su criatura.

33. Pero ¿por qué es importante esta Historia de la Divina Voluntad? sencillamente es la
historia de lo más importante: la Voluntad Divina. Es importante en sí misma; de hecho lo más
importante y más valioso. Respecto a nosotros es fundamental. Nosotros existimos gracias a
este Querer eterno, nuestra historia, tanto personal como comunitaria (toda la humanidad)
queda enmarcada dentro de esta Historia de amor de la Voluntad Divina. E igualmente toda la
Creación existe por este Divino Querer.

34. Con la obra que Jesús hace a través de Luisa Piccarreta tenemos muchos más elementos
para conocer más de esta Divina Voluntad que es nuestra causa y sentido de existir. Saber
mejor quiénes somos, cuál es la finalidad de nuestra creación, de dónde venimos y a dónde
vamos.

9
35. Por eso aquí nos apoyaremos, además de la Sagrada Escritura, el Magisterio de la Iglesia y
otras fuentes en consonancia, en las verdades que Jesús ha manifestado a través de Luisa
Piccarreta. Todo esto servirá también para ver la unión que hay entre estas diferentes fuentes
de verdades y el plan integral de Dios, no hay desconexión, sino complemento y coronación.

36. Un ser sin historia es como un perrito, una vaca, un gato; se existe y se vive dentro de un
instinto, pero no se sabe nada más. Un animal de este tipo es ajeno a cualquier historia de
manera consciente. Y dentro de esta Historia de amor de la Divina Voluntad, que se entrelaza
con la historia del mundo, cuando se establezca el Reino de la Divina Voluntad en la
humanidad (que ya puede empezar en ti), será la época más bella de todos los siglos:

Por eso todo lo que te he dicho acerca de mi Divina Voluntad, son capitales divinos que he
puesto fuera, así que serán las páginas más bellas de tu vida, que encerrarán la larga
historia de mi Voluntad, y entrelazando la historia del mundo, formarán la época más bella
de todos los siglos. (Volumen 25, Enero 1, 1929).

37. La ignorancia mata, ignorar la Historia de amor de la Divina Voluntad es ignorar lo más
importante, es matar esta belleza que Dios quiere darnos. Pues ¡ha llegado el momento!:

Hija mía, todos están a la expectativa de la narración del gran poema de la Divina Voluntad
(Volumen 27, Octubre 15, 1929).

38. Y ¿el tema de la Vida Divina qué importancia tiene? Igualmente se puede responder: es la
Vida más importante y valiosa que existe. Y esta Vida Divina le da vida a todo cuanto existe. La
muerte es ausencia de vida en cualquier sentido y aspecto. Para nosotros, los seres humanos,
la vida es todo, sin ella estamos muertos. Y cuando nos falta en algún grado, en ese grado
morimos. Jesús es la Vida (ver Juan 14, 6) y vino para dárnosla en abundancia (ver Juan 10,
10).

39. Al respecto de vivir con el don del Reino de la Divina Voluntad, en donde se funde el acto
humano con el acto Divino de manera continua y permanente, y la historia de amor entre
Creador y criatura, Jesús dice:

Estos actos hechos en mi Querer hacen de narradores de la historia de amor que hay entre
el Creador y la criatura, y no hay gusto mayor que oír narrar cuánto he amado, cómo mi
amor llega al exceso, hasta abajarme a querer hacer junto con ella lo que hace, y no sólo
esto, sino que me narra su amor porque ha recibido mi acto en el suyo, por eso se forma
un amor recíproco entre uno y otro, que nos felicita mutuamente. (Volumen 33, Marzo 10,
1935).

40. Con la ayuda de Dios se tratará de narrar esta hermosa Historia de amor, ¡la más bella!
Antes de seguir, quiero asumir las siguientes palabras del Padre Pablo Martín:

Antes de hablar de la Divina Voluntad, deberíamos besar siete veces el suelo, deberíamos
lavarnos muy bien la boca. Nos haría falta aquel carbón ardiente, que tocase nuestros
labios para purificarnos, como a Isaías. Confieso ante Dios, ante todo el Cielo y ante la
Iglesia mi nada, mi inmensa ignorancia e indignidad, sobre todo para hablar de esta
Adorable Voluntad… Me esfuerzo por decir lo que sé, y sin embargo reconozco que no sé lo

10
que digo. Así mismo pido perdón a Dios y a su Santa Iglesia por mi miserable testimonio,
por transmitir de una forma sin duda no adecuada y quién sabe cuánto imperfecta el
mensaje de la Divina Voluntad, y por ser y vivir aún tan lejos de todo lo que creo y digo.
Pero el Señor no quiere que de Él apartemos la mirada en ningún caso. Por tanto, basta;
cuál es su Misericordia hacia mí, otra tanta pido y espero para todos mis hermanos. (P.
Pablo Martín, Luisa Piccarreta ante la Iglesia. Paradoja, sufrimiento, apología).

41. Ahora pasemos a la Advertencia. Es muy importante leerla antes de seguir con esta obra.

Advertencia
42. Esta obra requiere familiaridad con la obra de Luisa Piccarreta (concretamente los
volúmenes de Libro de Cielo) que nos hablan del Reino de la Divina Voluntad y cómo vivir en Él.
Si alguien no está familiarizado con la obra, le sugerimos que lo haga.

43. Como introducción a la obra de Luisa Piccarreta y al Reino de la Divina Voluntad puede ser
de utilidad el libro: “Una pequeña introducción al Reino de la Divina Voluntad”4; en esta obra
también se ve —entre otras cosas— a modo de introducción la manera de vivir en la Divina
Voluntad de acuerdo a lo que Jesús dice en los volúmenes.

44. Tanto en ese libro, como aquí mismo, insistimos en la importancia de leer los volúmenes y
el resto de la obra de Luisa Piccarreta. El título que Jesús da a los volúmenes o al Diario es5: El
Reino de mi Divina Voluntad en medio de las criaturas. Libro de Cielo. Llamada a las criaturas
al orden, a su puesto y a la finalidad para la que fueron creadas por Dios, nos dice mucho; y en
esta obra que Jesús hace a través de Luisa se habla del Reino más amado por Dios y del amor
más exquisito que nuestro Creador tiene por nosotros.

45. Otro aspecto que se menciona en este libro y en la obra de Luisa Piccarreta es el “Fiat”;
este Fiat es el hágase; es decir, es la Voluntad de Dios “hablando” por así decirlo, actuando, lo
que Dios Quiere, el Querer Divino. Y en Dios su Voluntad es precisamente acto puro, es
realidad eterna, acto único, debido a su perfección y omnipotencia.

46. En este tema de la Divina Voluntad es complicado hacer síntesis, ya que el tema del don de
la Divina Voluntad es vasto y profundo; de hecho es infinito, como infinita es la Voluntad
Divina, pero Dios en su Sabiduría nos ayuda a hacer simples las cosas a nuestra pequeñez y por
eso ha manifestado estas verdades a través de Luisa.

47. Y una vez aclarado que es necesaria la familiaridad con la obra que Jesús hace a través de
Luisa se presenta a continuación una pequeña síntesis sobre el don de la Divina Voluntad,
recalcando que es solamente una pequeña síntesis.

Síntesis:

48. Al principio, cuando Dios creó al ser humano, le concedió el don del Reino de la Divina
Voluntad (también se le llama Reino del Querer Divino o Reino del Fiat Supremo, etcétera);

4
“Una pequeña introducción al Reino de la Divina Voluntad. Según la obra de Luisa Piccarreta” (Raúl Avalos
Rios).
5
En el volumen 19, Agosto 27, 1926.

11
este don es el más grande, no se trataba solamente de que Adán hiciera la Voluntad Divina en
sus actos, sino que vivía en esta Voluntad Suprema, obraba, actuaba en Ella, poseía la
Voluntad Divina como propia y con Ella realizaba sus acciones; y también, Dios actuaba en Él
con esta Divina Voluntad. Con este don, el hombre poseía la Vida Divina a plenitud.

49. Es decir, la voluntad humana sumergida, fundida en la Divina realizaba sus actos: caminar,
alabar, amar, comer, etcétera; con lo cual estos actos eran Divinos y Dios hacía lo que Adán
hacía y Adán hacía lo que Dios hacía en un solo acto Divino, logrando con ello una armonía
perfecta entre el ser humano y su Creador, pero también entre el ser humano y la Creación; de
hecho, en la Voluntad Divina Adán tenía un dominio pleno sobre la Creación, ejerciendo el
dominio de Dios en la Creación a través de la Voluntad Divina.

50. Pero el hombre al pecar perdió este don de la Divina Voluntad y cayó muy bajo; perdió la
armonía, la inmortalidad, el dominio y surgieron las enfermedades, las guerras, la muerte... Y
ahora la Creación es muchas veces hostil a este ser humano que traicionó a su Creador.

51. Pero Dios en su Misericordia quiere darnos de nuevo este don. Y ha venido a poner las
bases, primero en orden cronológico con la Redención, para darnos su gracia salvadora, las
medicinas que puedan sanar nuestro corazón enfermo de pecado y abrirnos de nuevo las
puertas del Cielo.

52. Ahora, en estos tiempos, a través de un alma hermosa, que se ha hecho nada para recibir
al ¡Todo! —Luisa Piccarreta—, Jesucristo ha manifestado el don del Reino de la Divina
Voluntad, para que podamos recuperarlo.

53. Luisa es la depositaria de este Reino, y al ser ella un miembro de la familia humana con la
herencia del pecado original (como nosotros lo somos), ahora también podemos nosotros
recibir este Reino que Jesucristo nos quiere dar, es Su Reino, el Reino de Cristo, el cumplimento
del Fiat Voluntas Tua Sicut in Coelo et in Terra, “el hágase tu Voluntad aquí en la tierra como
en el Cielo” del Padre Nuestro.

54. Bueno, después de esta advertencia y esta pequeña síntesis, sigamos con el tema en el
capítulo que sigue.

12
Capítulo 1: Introducción a la obra

55. En la Historia de amor de la Divina Voluntad se dan relaciones entre la Divina Voluntad y
los seres que esta Voluntad Divina ha creado, de un modo o de otro. Y de esta Voluntad Divina
emana precisamente hacia la creación la Vida Divina y cada quien la recibe según su
capacidad, ya que Dios da vida y existencia a todo cuanto existe:

…Dios, que da vida a todas las cosas (1 Timoteo 6, 13).

…en Él *en Dios+ vivimos, nos movemos y existimos (Hechos 17, 28).

56. Entonces la Vida Divina entra en contacto de diversas maneras con la Creación y por tanto
también con los seres personales (como los ángeles y los humanos). Dentro de este contexto
veremos en esta obra, a modo de introducción, una “breve” Historia de amor de la Divina
Voluntad y de su Vida Divina con sus criaturas, especialmente con el ser humano, que es la
finalidad de este libro. Como se mencionó antes, la propagación del conocimiento sobre el
Reino de la Divina Voluntad hará que estos temas se sigan profundizando en la humanidad.

57. Como se decía en el Prefacio de este libro, la Historia de amor de la Divina Voluntad es
eterna, y por tanto esta historia tiene su origen en la eternidad de Dios, en la eternidad de su
Divina Voluntad, y es una historia que no terminará jamás. De hecho en el libro de Cielo Luisa
dice:

*Luisa+: …la historia de su Fiat no tiene límites, no termina jamás, aun en el Cielo tendrá
siempre qué decir sobre su eterno Querer, y siendo eterno encierra lo infinito, y el infinito
tiene cosas y conocimientos infinitos que decir, de manera que no termina jamás
(Volumen 24, Marzo 19, 1928).

58. Ante la inmensidad de la Divina Voluntad y su Historia no nos queda más que reconocer
nuestra nada y si hablamos de Ella que sea por Voluntad de Dios, veamos que dice Luisa al
respecto:

[Luisa]: ¡Oh! Voluntad inigualable, amable y adorable, ¿quién podrá decir todo lo que Tú
eres, y narrar tu larga y eterna historia? Ni los ángeles, ni los santos tendrán palabras
suficientes para hablar de Ti, mucho menos yo que soy la pequeña ignorante, que apenas
sé balbucear de un Querer tan santo. (Volumen 26, Septiembre 20, 1929).

59. Este decir de Dios es también hacer, es realidad. Dios quiere y hace, habla y crea; no es
como en nosotros, criaturas limitadas, que podemos decir y no hacer, planear y no llevar a
cabo, querer y no poder. Por eso la Palabra de Dios, el decir de Dios —su Fiat, como un aliento
eterno— es lo que existe y dentro de este existir ocurre todo:

…mi Divina Voluntad, Ella, si habla crea y forma las obras más bellas (Volumen 25, Febrero
27, 1929).

Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de todo lo
que existe. (Juan 1, 3).

13
60. Esta Divina Voluntad es el Corazón de Dios, su parte más íntima:

Hija mía, al crear al hombre le infundí el alma con mi aliento, queriéndole infundir la parte
más íntima de nuestro interior, que es nuestra Voluntad, la cual le daba junto todas las
partículas de nuestra Divinidad que el hombre como criatura podía contener (Volumen 17,
Julio 16, 1924).

…porque la voluntad es la cosa más íntima que puede existir, tanto en Dios como en la
criatura, es la parte esencial de la vida (Volumen 27, Enero 10, 1930).

61. En este sentido vale la pena resaltar lo que dijo un teólogo, Santo y Doctor de la Iglesia en
el siglo XIII: San Buenaventura, del cual el Papa Benedicto XVI dijo: “San Buenaventura se sitúa
en los inicios de una gran corriente mística, que elevó y purificó mucho la mente humana: es
una cima en la historia del espíritu humano.” (Papa Benedicto XVI, audiencia general, 17 de
marzo de 2010), veamos qué dijo este Santo Doctor:

La voluntad es la facultad más noble del ser racional «voluntas est nobilissimum et
supremum substantiae rationalis» (San Buenaventura, Sent. III, d. 17, a. I, q. 1).

62. Es interesante como San Buenaventura, el doctor seráfico, resalta a la voluntad como la
facultad más noble, a diferencia de otras visiones teológicas que dan más énfasis a la razón. En
este caso San Buenaventura coincide con lo que Jesús dice en Libro de Cielo y por lo mismo ve
a la voluntad como la facultad que permite asimilarse a Dios, unirse plenamente con Dios para
transformarse en Él, coincidiendo también con lo que Jesús dice en los volúmenes, veamos
otra cita del doctor seráfico:

La voluntad es la facultad que permite asimilarse a Dios «qualitas in qua principaliter


assimilatur anima Deo, est in voluntate» (San Buenaventura, Sent., II, d. 16, a. II, q.
3, conclusio).

63. Esta cita se parece mucho a lo que dice Jesús en Libro de Cielo:

La voluntad en el hombre es lo que más lo asemeja a su Creador (Volumen 13, Octubre 9,


1921).

64. En el caso de Dios, como Jesús dice en los volúmenes, la Voluntad también es la parte más
íntima, la sustancia del Ser Divino:

Todo está en mi Voluntad, y si el alma toma Ésta, toma toda la sustancia de mi Ser y me
encierra a todo Yo en ella (Volumen 11, Marzo 2, 1916).

65. Por lo mismo la Divina Voluntad es la rectora de la Santísima Trinidad:

…todo nuestro Ser viene concentrado en el acto que quiere hacer nuestra Voluntad,… así
que Ella tiene la supremacía, el dominio sobre nuestro Ser, y es la dirigente de todos
nuestros atributos. Por eso la cosa más grande que podíamos dar a la criatura era nuestra
Voluntad (Volumen 19, Mayo 3, 1926).

14
66. ¡Maravilloso!, ¿qué más nos podría dar nuestro Creado? Y Jesús explica que es una en la
Santísima Trinidad:

…pero nuestra Voluntad es siempre una que obra en Nosotros (Volumen 26, Abril 12,
1929).

67. Por eso la historia de la Divina Voluntad tiene origen en la intimidad del Ser Divino, donde
todo es perfecta plenitud y gozo, veamos qué dice Jesús:

El origen de mi Voluntad es eterno, jamás entró el dolor en Ella; entre las Divinas Personas
esta Voluntad estaba en suma concordia, es más, era una sola; en cada acto que emitía
fuera, tanto ad intra cuanto ad extra, nos daba infinitas alegrías, nuevos contentos,
felicidad inmensa, y cuando quisimos poner fuera la máquina de la Creación, ¿cuánta
gloria, cuántas armonías y honor no nos dio? (Volumen 16, Noviembre 24, 1923).

68. En esta cita se ve cómo esta historia de la Voluntad de Dios tiene origen en la eternidad y
en el interior de la Santísima Trinidad. La expresión ad intra se refiere a la interioridad de Dios;
como puede ser el conocimiento y el amor entre las tres divinas Personas. En cambio, la
expresión ad extra se refiere a lo que la Divinidad hace afuera de su interioridad; como puede
ser la Creación, su conservación, entre otras cosas.

69. Hablando en términos temporales, podemos decir que “antes” de que Dios creara el
universo —y todo cuanto existe— la Divina Voluntad eterna de Dios actuaba en el interior de
la divinidad como lo ha hecho siempre; incluso es un acto solo, Dios todo lo hace en un acto
único que es eterno, así es de grande, así es Dios:

Pero primero tú debes saber que mi Divinidad es un acto solo, todos los actos suyos se
concentran en uno solo, esto significa ser Dios, el portento más grande de nuestra Esencia
Divina, no estar sujeta a sucesión de actos, y si a la criatura le parece que ahora hacemos
una cosa, y ahora otra, es más bien que hacemos conocer lo que hay en aquel acto solo,
porque la criatura, incapaz de conocerlo todo de un solo golpe, se lo hacemos conocer
poco a poco. (Volumen 16, Diciembre 8, 1923).

70. Es decir, lo que vemos en el tiempo sobre las obras de Dios no es otra cosa más que el
efecto temporal de su acto solo y único que decreta todo desde la eternidad; es decir, ab
eterno6. Para entenderlo desde nuestra perspectiva es como si Dios decide en su interior lo
que va a realizar —decreto— y luego lo realiza exteriormente —hablando por ejemplo de la
Creación— cuándo y cómo Él quiere.

71. Lo grande de Dios es que esto lo realiza en un acto único, y así en todo; es decir, no es un
acto para decretar algo y otro para llevarlo a cabo, sino es el mismo acto con el que decreta y
con el que realiza lo que decreta, aunque incluso aparezcan estos efectos en diferentes
tiempos para nosotros.

Hija mía, Dios es un acto único, y si se ven tantos actos en la Creación, no son otra cosa
que los efectos del acto único de Dios;… porque la fuerza de un acto único tiene virtud de

6
“Ab eterno” significa: desde la eternidad.

15
producir tantos efectos como si fueran tantos actos sucesivos y distintos, como en efecto
son, así que todo lo que tú ves en todo el universo no son otra cosa que los efectos del
acto único de Dios (Volumen 24, Junio 20, 1928).

72. Lo maravilloso de esto es que antes de venir nosotros a tener una existencia en el tiempo,
Dios nos conocía y amaba en su interior desde la eternidad con ese acto único, con el cual
también nos dio la existencia en el tiempo:

Con amor eterno te he amado (Jeremías 31, 3).

73. Así también todo el diseño y toda la Creación, así como todo lo que ha decidido hacer lo
conocía y amaba perfectamente en su interior desde la eternidad (ab eterno) antes de su
existencia temporal:

Hija mía bendita, terminará tu maravilla si viendo bien en este mar de mi Querer ves
dónde, quién, cómo y cuándo fue creada cada criatura. ¿Dónde? En el seno eterno de
Dios. ¿Quién? Dios mismo le daba origen. ¿Cómo? El Ente Supremo, Él mismo formaba la
serie de sus pensamientos, el número de sus palabras, el orden de sus obras, el
movimiento de sus pasos y el continuo palpitar de su corazón, así que Dios le daba tal
belleza, orden y armonía de poderse encontrar Él mismo en la criatura, … Nosotros al verla
quedábamos raptados … y en nuestro énfasis de amor le decíamos: ‘Cuán bella eres, tú
eres obra nuestra, tú serás nuestra gloria, el desahogo de nuestro amor, el reflejo de
nuestra sabiduría, el eco de nuestra potencia, la portadora de nuestro eterno amor’. Y la
amábamos con amor eterno, sin principio y sin fin; ¿y cuándo fue formada esta criatura en
Nosotros? Ab eterno, por eso ella no existía en el tiempo, pero en la eternidad ha existido
siempre, tenía su puesto en Nosotros, su vida palpitante, el amor de su Creador. Así que la
criatura ha sido siempre para Nosotros nuestro ideal, el pequeño espacio dónde
desarrollar nuestra obra creadora, el apoyo de nuestra Vida, el desahogo de nuestro
eterno amor. (Volumen 33, Diciembre 18, 1933).

74. ¡Asombroso! Sobran los comentarios.

16
Capítulo 2: Al principio…

75. Veamos la Historia de la Divina Voluntad siguiendo sus obras de amor por la criatura. El
Génesis nos dice: “Al principio creó Dios los cielos y la tierra.” (Génesis 1, 1), aquí es el punto
en donde Dios inicia la Creación —al principio—, donde empieza el tiempo, aquí comienza
todo el proceso de la Creación que se describe en los dos primeros capítulos del Génesis.

76. Pero ¿quién crea? Dios; y ¿por qué crea? porque quiere, es su Querer, su Voluntad crea la
máquina de la Creación por amor. Y así, todo cuanto Dios hace pertenece a la Historia de amor
de su Voluntad, de su Fiat Supremo; y por eso en la versión en latín de la Biblia —la Nova
Vulgata—aparece:

In principio creavit Deus caelum et terram... Dixitque Deus: “Fiat lux”. Et facta est lux. —Al
principio creó Dios los cielos y la tierra… Dijo Dios: Haya luz, y hubo luz— (Génesis 1, 1-3).

77. Como se ve, aparece este Fiat, este Hágase… Y como dice en esta cita del Génesis: Fiat lux.
Et facta est lux, que significa: Dijo Dios: Haya luz, y hubo luz, es decir, Dios dice: Hágase… y se
hace… Es su Querer Divino, su Voluntad Divina que decreta algo y existe.

78. Entonces, la Historia de amor de la Divina Voluntad en el tiempo empieza con esta
Creación que nos narra el Génesis; veamos qué le dice al respecto Jesús a Luisa en los
volúmenes de Libro de Cielo:

Hija mía, todos están a la expectativa de la narración del gran poema de la Divina
Voluntad, y como la Creación fue el primer acto externo del obrar de mi Fiat, por eso
contiene el principio de su historia de cuanto ha hecho por amor de la criatura. (Volumen
27, Octubre 15, 1929).

Como tú eres mi pequeñita, elegida por Mí para la misión de mi Querer y vives en aquel
Fiat en el cual fuiste creada, quiero hacerte saber la historia de mi Eterno Querer, sus
alegrías y sus dolores, sus efectos, su valor inmenso, lo que hizo, lo que recibió, y quién
tomó a corazón su defensa. Los pequeños son más atentos a escucharme porque no
tienen la mente llena de otras cosas,… ¡oh, cómo es bello verlos ahora sonreír, ahora
alegrarse y ahora llorar al oírme narrar la historia de mi Voluntad! El origen de mi Voluntad
es eterno, jamás entró el dolor en Ella; entre las Divinas Personas esta Voluntad estaba en
suma concordia, es más, era una sola; en cada acto que emitía fuera, tanto ad intra cuanto
ad extra, nos daba infinitas alegrías, nuevos contentos, felicidad inmensa, y cuando
quisimos poner fuera la máquina de la Creación, ¿cuánta gloria, cuántas armonías y honor
no nos dio? En cuanto brotó el Fiat, este Fiat difundió nuestra belleza, nuestra luz, nuestra
potencia, el orden, la armonía, el amor, la santidad, todo, y Nosotros quedamos
glorificados por las mismas virtudes nuestras, viendo por medio de nuestro Fiat el
florecimiento de nuestra Divinidad reflejada en todo el universo. (Volumen 16, Noviembre
24, 1923).

79. Vemos que la Divina Voluntad, el Fiat Divino solamente hace cosas bellas y perfectas. Pero
Jesús nos quiere pequeños para escuchar la Historia de amor de su Voluntad:

17
Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a
los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has
querido. (Mateo 11, 25-26).

Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: «Les aseguro que si ustedes no
cambian o no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos. Por lo tanto, el
que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos. (Mateo
18, 2-4).

80. Veamos qué empieza diciendo el Génesis en los primeros cinco versículos:

Al principio creó Dios el cielo y la tierra. La tierra estaba desordenada y vacía, y las
tinieblas cubrían la faz del abismo, pero el espíritu de Dios se cernía sobre la superficie de
las aguas. Dijo Dios: “Haya luz,” y hubo luz. Y vio Dios ser buena la luz, y la separó de las
tinieblas; y a la luz llamó día y a las tinieblas noche, y hubo tarde y mañana, día primero.
(Génesis 1, 1-5).

81. Dios creó el cielo y la tierra ¿qué significan este cielo y esta tierra? Veamos qué dice el
Catecismo de la Iglesia Católica:

En la Sagrada Escritura, la expresión "cielo y tierra" significa: todo lo que existe, la creación
entera. Indica también el vínculo que, en el interior de la creación, a la vez une y distingue
cielo y tierra: "La tierra", es el mundo de los hombres. "El cielo" o "los cielos" puede
designar el firmamento, pero también el "lugar" propio de Dios: "nuestro Padre que está
en los cielos", y por consiguiente también el "cielo", que es la gloria escatológica.
Finalmente, la palabra "cielo" indica el "lugar" de las criaturas espirituales —los ángeles—
que rodean a Dios. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 326).

82. La cita del Catecismo nos explica que este “cielo” además de significar el firmamento, se
refiere a realidades espirituales, entre otras: la gloria a la que aspiramos en la vida eterna los
seres humanos después del exilio de este mundo y también indica el “lugar” de los ángeles. El
amor maravilloso de Dios prepara una hermosa y espléndida morada para los seres personales
que crea —obviamente con una prueba previa, como veremos—. Dios que es la Sabiduría,
primero hace la casa y luego a los habitantes.

83. Y la “tierra” sería el lugar de los seres personales humanos antes de entrar al Cielo. Y así,
una vez que el Cielo ya estaba preparado para ser habitado por los seres personales, Dijo Dios:
“Haya luz,” y hubo luz. Y vio Dios ser buena la luz. ¿Qué es esta luz? Podemos pensar, desde el
punto de vista material, que es algo así como la energía que estudian los físicos, ya que no se
refiere al sol o las estrellas, ya que según la narración del primer capítulo del Génesis esto
sucede después, hasta el cuarto día.

84. Y desde el punto de vista espiritual ¿qué puede significar esta luz? Al respecto es
interesante un texto de la Venerable Sor María de Jesús de Agreda que el Padre José Antonio
Fortea cita en su obra “Summa Daemoniaca”, veamos:

De la tierra, dice Moisés, que estaba vacía, y no lo dice del cielo; porque en éste crió los
ángeles en el instante cuando dice Moisés: Dijo Dios: sea hecha la luz, y fue hecha la luz;

18
porque no habla sólo de la luz material, sino también de las luces angélicas o intelectuales.
(Venerable María de Jesús de Agreda, Mística Ciudad de Dios, lib 1, cap 7, n. 82; tomado
de P. Fortea, Summa Daemoniaca, Apéndice 1).

85. Es interesante esta información. Nos da a entender que los ángeles fueron creados antes
que el ser humano, el cual fue creado hasta el sexto día (ver Génesis 1, 26-31). Veamos
algunas citas de la Sagrada Escritura respecto a los ángeles:

¡Aleluya!
Alaben al Señor desde el cielo,
alábenlo en las alturas;
alábenlo, todos sus ángeles,
alábenlo, todos sus ejércitos. (Salmo 148, 1-2).

Él [Jesucristo] es la Imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda la creación, porque en


Él fueron creadas todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra los seres visibles y los
invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados y Potestades: todo fue creado por medio de
Él y para Él. (Colosenses 1, 15-16).

86. Los ángeles alaban a Dios y en Jesucristo —el Primogénito de toda la Creación— fueron
creadas todas las cosas. Y dentro de las cosas invisibles, la cita Bíblica menciona coros
angélicos: Tronos, Dominaciones, Principados y Potestades. Sabemos que Jesucristo es
verdadero Dios y verdadero Hombre, y como Dios, con su Divina Voluntad, crea todas las cosas
— todo fue creado por medio de Él—.

87. Pero como hombre es Imagen del Dios invisible y Primogénito de toda la Creación; estas
citas evangélicas son muy ricas y profundas. Si Dios, Espíritu puro y por tanto invisible, quisiera
manifestarse físicamente, visiblemente, ¿cómo lo haría? Pues como Jesucristo; y de esta
manera es el primero —Primogénito— de toda la Creación. Y así, Jesucristo —Hombre y
Dios— es el modelo de toda la Creación.

88. Podemos imaginar, para poder pensarlo un poco a nuestro alcance humano, que dentro
de los planes de Dios su primera creación en la prioridad y en el valor más alto es Jesucristo,
Dios y creatura, concretamente: Dios-Hombre; unión de lo visible e invisible, unión de lo
espiritual y material, y después viene lo demás. Es una prioridad podríamos llamarla en cuanto
a lo más grande o más valioso en la Creación, no a un aspecto cronológico.

89. En el mismo Libro de Cielo se habla de que aunque el ser humano no hubiera pecado, era
plan divino el que Jesucristo viniera al mundo, veamos:

Si Adán no hubiese pecado, el Verbo Eterno, que es la misma Voluntad del Padre Celestial,
debía venir a la tierra glorioso, triunfante y dominador, acompañado visiblemente por su
ejército angélico, que todos debían ver, y con el esplendor de su gloria debía fascinar a
todos y atraer a todos a Sí con su belleza; coronado como rey y con el cetro de mando
para ser rey y cabeza de la familia humana, de modo de darle el gran honor de poder
decir: ‘Tenemos un rey hombre y Dios’. (Volumen 25, Marzo 31, 1929).

19
90. Como se observa, Jesucristo hubiera venido glorioso para ser rey y cabeza de la familia
humana (y también de los ángeles); sin embargo, Jesucristo vino y es cabeza de la humanidad,
pero vino en pobreza a redimirnos por el pecado y ahora a través de Luisa manifiesta el Reino
del don de la Divina Voluntad para que nosotros volvamos al origen y su reinado en nuestras
almas sea pleno con este don del Divino Querer.

91. Y obviamente, este Hombre-Dios tenía que tener una Madre humana, ya que se requiere
la parte humana de Jesucristo. Entonces podemos pensar que la segunda criatura en este
orden de la Creación en cuanto al valor (no cronológicamente), es nuestra Madre Santísima,
Madre de Dios, Madre y Reina de la Divina Voluntad:

Ella [la Virgen María] no podía amar más a sus hijos, con darles este alimento su amor
había llegado al último grado, así que entre tantos títulos que Ella tiene, el más bello título
que a Ella se le podría dar es el de Madre y Reina de la Voluntad Divina. (Volumen 16,
Noviembre 24, 1923).

92. Y todo esto estaba desde la eternidad en la mente de Dios:

El Padre [a la Virgen] la ha "bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los


cielos, en Cristo" más que a ninguna otra persona creada. Él la ha elegido en Él antes de la
creación del mundo para ser santa e inmaculada en su presencia, en el amor. (Catecismo
de la Iglesia Católica, n. 492).

93. Y con el modelo de Jesucristo ha diseñado y creado todo lo demás, que incluye tanto el
mundo material como espiritual, lo visible y lo invisible. Y Jesucristo es el ser que en sí une el
aspecto espiritual y físico en su máxima plenitud, por eso es lo primero y el centro de todo.

94. Entonces —desde el aspecto cronológico— podemos reflexionar a partir del Génesis que
primero creó el Cielo y la tierra; el Cielo el “lugar” de los seres invisibles como ya vimos y la
tierra el lugar de los visibles. Pero en este primer punto o primer día la tierra era muy primitiva
por lo que dice el texto del Génesis: la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas
cubrían la faz del abismo.

95. La tierra desordenada y vacía; desordenado significa falta de orden; es decir, había un
nivel de materia pero sin orden, caótica. Quizá se refiera a los átomos y moléculas muy básicas
sin formar estructuras específicas o cuerpos más acabados y complejos, y además todo
mezclado sin distinción; por lo menos existía la molécula del agua: “…el espíritu de Dios se
cernía sobre la superficie de las aguas”. Y esto coincide con el vacío; ya que pudiera haber
existido mucho espacio entre esta materia caótica al no tener orden y ser muy primitiva.

96. Este vacío es el espacio; se requiere espacio para poner las cosas. Aquí se ve la Sabiduría
de Dios que crea primero el espacio y luego las cosas que irán en ese espacio, en un proceso
de ordenamiento; “Dios es orden” (Volumen 24, Mayo 26, 1928), “Dios no es un Dios de
confusión” (1 Corintios 14, 33). Y si no hubiera espacio ¿dónde se pondrían las cosas? Esto
coincide con lo que dice Jesús en los volúmenes de Libro de Cielo:

Hija mía, ven junto Conmigo y mira el gran vacío que existe entre el Cielo y la tierra. Este
gran vacío antes de que mi Fiat se pronunciara era horrible al verse, todo era desorden, no

20
se veía ni división de tierra ni de aguas, ni de montes, era un amasijo que daba pavor; en
cuanto mi Fiat se pronunció todas las cosas rodaron agitándose entre ellas, y cada una
tomó su puesto, quedando todas ordenadas con la marca de mi Fiat Eterno, y no pueden
apartarse si mi Fiat no quiere. La tierra no daba ya pavor, es más, al ver la vastedad de los
mares, sus aguas ya no fangosas sino cristalinas, su dulce murmullo, como si las aguas
fueran voces que muy quedito hablasen entre ellas, sus olas fragorosas que a veces se
levantan tanto que parecen montes de agua y que después caen en el mismo mar; ¿cuánta
belleza no contiene, cuánto orden y cuánta atención no despierta en la criatura? Y luego,
la tierra toda pintada de verde y florida, ¿cuánta variedad de belleza no contiene? Sin
embargo es nada aún, el vacío no estaba del todo lleno, y así como mi Fiat se movió sobre
la tierra y dividió las cosas y ordenó la tierra, así, moviéndose arriba, en lo alto, extendí los
cielos, los adorné con estrellas, y para llenar el vacío de la oscuridad creé el sol, el que
haciendo huir las tinieblas llenó de luz este gran vacío y puso el realce de toda la belleza a
todo lo creado. Entonces, ¿quién fue la causa de tanto bien? Mi Fiat Omnipotente, pero
este Fiat quiso el vacío para crear esta máquina del universo. (Volumen 16, Julio 19, 1923).

97. Siguiendo un paralelismo espiritual, se puede pensar que todo significa que nosotros
tenemos que vaciarnos de nosotros mismos, liberarnos de apegos, de nuestro egoísmo para
llenarnos enteramente de Dios, para que Dios realice su creación más espléndida en nuestra
alma; y esto se logra plenamente viviendo con el don del Reino de la Divina Voluntad, el don
del Querer Divino.

Hija mía, el mejor modo para hacerme nacer en el propio corazón es vaciarse de todo,
porque encontrando el vacío puedo poner en él todos mis bienes, y sólo puedo
permanecer ahí para siempre si hay lugar para poder poner todo lo que me pertenece,
todo lo mío en ella. Una persona que fuera a habitar a casa de otra persona, sólo se podría
sentir contenta cuando en aquella casa encontrara espacio para poder poner todas sus
cosas, de otra manera se volvería infeliz. Así soy Yo. (Volumen 8, Diciembre 25, 1908).

Ahora hija mía, ¿ves este gran vacío en el que tantas cosas creé? Pues el vacío del alma es
más grande aún, aquél debía servir para habitación del hombre, el vacío del alma debía
servir para habitación de un Dios. No debía pronunciar por seis días mi Fiat como al crear
el universo, sino por cuantos días contiene la vida del hombre, y tantas veces, por cuantas
veces poniendo a un lado su querer hace obrar al mío; por tanto, debiendo mi Fiat hacer
más cosas que las que hizo en la Creación, quería más espacio, ¿pero sabes tú quién me da
campo libre para llenar este gran vacío del alma? Quien vive en mi Querer. Mis Fiat son
repetidamente dichos, cada pensamiento es acompañado por la potencia de mi Fiat, y ¡oh!
cuántas estrellas adornan el cielo de la inteligencia del alma; sus acciones son seguidas por
mi Fiat, y ¡oh! cuántos soles surgen en ella; sus palabras investidas por mi Fiat son más
dulces que el murmullo de las aguas del mar, donde el mar de mis gracias corre para llenar
este gran vacío, y mi Fiat se deleita en formar las olas que llegan hasta más allá del Cielo y
de Él descienden más cargadas para engrandecer el mar del alma. Mi Fiat sopla sobre su
corazón, y de sus latidos forma incendios de amor; mi Fiat no deja nada, inviste cada
afecto, las tendencias, los deseos, y en ellos forma las más bellas florituras. ¿Cuántas cosas
no obra mi Fiat en este gran vacío del alma que vive en mi Querer? ¡Oh! cómo queda atrás
toda la máquina del universo (Volumen 16, Julio 19, 1923).

21
98. ¡Claras y hermosas las citas anteriores! Ahora, siguiendo con la narración del Génesis,
después de crear el Cielo y la tierra, crea la luz. Ya vimos que se puede referir tanto a la
energía, la cual dio más orden a la materia formando estructuras más acabadas: moléculas
más complejas, elementos específicos, cuerpos espaciales, planetas, etcétera; pero —por lo
que vimos— también se refiere a la creación de los ángeles, seres de luz, personas
espirituales. Veamos ahora un extracto de las visones que tuvo la Beata Emmerick respecto a
la creación de los ángeles:

Primeramente he visto levantarse delante de mi vista un espacio inmenso lleno de luz,


muy arriba, como un globo resplandeciente cual un sol, y en el sentí que estaba la unidad
de la Trinidad. Yo la llamo, en mí misma, la Armonía, la Concordancia. Y vi Salir de allí
virtud y poder, y de pronto aparecieron debajo del globo resplandeciente coros luminosos,
anillos, círculos trabados entre sí, de espíritus maravillosamente esplendorosos, fuertes,
de admirable hermosura. Este nuevo mundo de resplandores se levantó y quedó como un
sol de luz debajo de aquel sol más levantado y primero. Al principio estos coros de
espíritus se movían como impulsados por la fuerza del amor que provenía del sol más
elevado. (Beata Ana Catalina Emmerick, Visiones del Antiguo Testamento).

99. Es interesante como coincide lo que dice la Beata con lo que se dice en los volúmenes de
Libro de Cielo con respecto al sol como una “imagen”, signo de Dios, de su Voluntad:

El Eterno miró el cielo y quedó contento al ver las inmensas armonías, las comunicaciones
de amor que abrió entre el Cielo y la tierra, por eso siguió adelante, y con una sola palabra
creadora creó en este cielo el sol como relator continuo de su Ser Supremo (Volumen 12,
Febrero 20, 1919).

Ahora hija mía, el sol es símbolo de mi Voluntad (Volumen 19, Mayo 10, 1926).

Hija mía, mi Divina Voluntad es luz (Volumen 26, Mayo 21, 1929).

100. Entonces de la Luz Increada sale la luz creada y empiezan a existir los ángeles que
son seres semejantes a Dios (personas espirituales). ¿Cuántos ángeles creó Dios? La Sagrada
Escritura habla de muchos, miles y millones:

Ustedes, en cambio, se han acercado a la montaña de Sión, a la Ciudad del Dios viviente, a
la Jerusalén celestial, a una multitud de ángeles, a una fiesta solemne… (Hebreos 12, 22).

Y después oí la voz de una multitud de Ángeles que estaban alrededor del trono, de los
Seres Vivientes y de los Ancianos. Su número se contaba por miles y millones (Apocalipsis
5, 11).

101. Veamos qué se dice Jesús en Libro de Cielo respecto a los ángeles:

Hija mía, ¿quieres tú saber por qué son ángeles, por qué se han conservado bellos y puros
como salieron de mis manos? Porque se han mantenido siempre firmes en el acto primero
en el cual fueron creados, por lo tanto, estando en aquel acto primero de su existencia,
están en el acto único de mi Voluntad, que no conociendo sucesión de actos no se cambia,
ni crece ni decrece, y contiene en sí todos los bienes posibles e imaginables; y los ángeles,

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conservándose en el acto único de mi Voluntad, en el cual los hice salir a la luz, se
mantienen inmutables, bellos y puros, nada han perdido de su primaria existencia, y toda
su felicidad es el mantenerse voluntariamente en el acto único de mi Voluntad. Todo
encuentran en el círculo de mi Querer, no quieren para hacerse felices sino lo que les
suministra mi Voluntad. (Volumen 17, Octubre 30, 1924).

102. Como se ve, los ángeles fueron creados en la Divina Voluntad. La Voluntad de Dios es que
todo tiene que estar lleno de Ella según su naturaleza, esta es la finalidad de la Creación:

…que nuestra Voluntad sea conocida y amada y reine como vida en las criaturas. Esta fue
la finalidad de la Creación… (Volumen 17, Mayo 4, 1925).

Hija mía, toda la Creación fue creada para que todos hicieran mi Voluntad. (Volumen 16,
Marzo 2, 1924).

La razón es clarísima, porque en la Creación nuestra finalidad primera fue que saliendo de
Nosotros esta Suprema Voluntad, que bilocándola en toda la Creación se extendía por
doquier, en el cielo, en el sol, en el mar, en la flor, en las plantas, hasta en la tierra y en
cada ser salido de nuestras manos creadoras, constituyéndose vida de todo para formar su
Vida en cada ser, y bilocándose en cada criatura pudiese tener tantas Vidas suyas y tantos
reinos para dominar por cuantas criaturas salían a la luz. (Volumen 20, Febrero 13, 1927).

…mi Voluntad,… Ella salió fuera en el campo de la Creación como vida de todas las cosas
creadas, así que Ella es vida, base, sostén, vivificación y conservación de todo lo que ha
salido de nuestras manos creadoras (Volumen 19, Marzo 19, 1926).

103. Como se observa, la Divina Voluntad crea y conserva todas las cosas, por eso se habla de la
omnipresencia de Dios en todo. Pero la manera de estar de esta Voluntad Divina en cada ser es
diferente según la forma de ser de cada realidad. Existen seres libres y no libres. Los no libres
no tienen opción de vivir o no en la Divina Voluntad, simplemente son creados así y de esta
manera se conservan: el sol, la luna, las flores, las piedras, los animales, etcétera.

104. Los seres libres que son personas creadas a semejanza de Dios, podemos libremente
decidir si queremos hacer y vivir en la Voluntad Divina o no. En este caso estamos los ángeles y
nosotros, los seres humanos:

Los ángeles y los hombres, criaturas inteligentes y libres, deben caminar hacia su destino
último por elección libre y amor de preferencia. Por ello pueden desviarse. De hecho
pecaron. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 311).

105. Y como se ha observado, Dios quiere que las personas libres vivan en su Divina Voluntad y
así las ha creado en su origen, ya que después decidan salir de esta Voluntad divina es decisión
de la persona, que haría un acto opuesto a la Voluntad Divina. Pero hasta este punto en
nuestra historia —la creación de los ángeles— tenemos a todos en gracia, en la Divina
Voluntad. Esto también coincide con lo que dice la Venerable Sor María de Jesús de Agreda,
veamos:

23
Fueron los ángeles criados en el cielo empíreo y en gracia, para que con ella precediera el
merecimiento al premio de la gloria; que aunque estaban en el lugar de ella, no se les
había mostrado la divinidad cara a cara y con clara noticia, hasta que con la gracia lo
merecieron los que fueron obedientes a la Voluntad Divina. Y así estos ángeles santos,
como los demás apóstatas, duraron muy poco en el primer estado de viadores; porque la
creación, estado y término, fueron en tres estancias o mórulas divididas con algún
intervalo en tres instantes. En el primero fueron todos criados y adornados con gracia y
dones, quedando hermosísimas y perfectas criaturas. A este instante se siguió una mórula,
en que a todos les fue propuesta e intimada la Voluntad de su Criador, y se les puso ley y
precepto de obrar, reconociéndole por supremo Señor, y para que cumpliesen con el fin
para que los había criado. (Venerable María de Jesús de Agreda, Mística Ciudad de Dios, lib
1, cap 7, n. 83; tomado de P. Fortea, Summa Daemoniaca, Apéndice 1).

106. Como aclaración, mórula significa una masa esférica. Hay una coincidencia con lo que dice
la cita anterior al final: “les fue propuesta e intimada la Voluntad de su Criador, y se les puso ley
y precepto de obrar, reconociéndole por supremo Señor, y para que cumpliesen con el fin para
que los había criado” con lo que ya vimos en Libro de Cielo respecto a que la finalidad de la
Creación es que todo esté en la Voluntad Divina y por tanto que también las personas vivan
libremente con el don del Reino de la Divina Voluntad.

107. Aquí también queda claro, por un lado, que Dios todo hace perfecto: Y vio Dios ser buena
la luz (Génesis 1, 4). Es decir, los ángeles fueron creados en la Divina Voluntad y por tanto en
gracia (como veremos después que también sucede con el ser humano). Pero por otro lado, no
fueron creados en visión beatífica:

Esta contemplación de Dios en su gloria celestial es llamada por la Iglesia "la visión
beatífica (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1028).

108. La visión beatifica es ver, contemplar a Dios “cara a cara” (1 Corintios 13, 12), que se
alcanza —como dice el Catecismo— cuando estemos en la gloria celestial. En este estado ya no
se puede pecar, porque al estar contemplando cara a cara al Ser Supremo que es el Bien
absoluto, la persona —libremente— ya no escoge ningún bien en contra o inferior para ponerlo
por encima de Dios. Si algunos ángeles pecaron y también el ser humano —como veremos— es
porque aunque estaban en la Divina Voluntad y por tanto en estado de gracia, no estaban en
visión beatífica o por lo menos confirmados en el bien a través del don de la Divina Voluntad.

109. Esta confirmación se alcanza a través de suficientes actos hechos en la Divina Voluntad. En
este proceso de confirmación, también es necesaria una prueba, que tiene que ver con la
Voluntad Divina, como se percibe en el texto de la Venerable Sor María que acabamos de citar
más arriba: “A este instante se siguió una mórula, en que a todos les fue propuesta e intimada
la Voluntad de su Criador” y también como se explica en los volúmenes de Libro de Cielo,
veamos:

Hija mía, cierto que no hay seguridad sin una prueba (Volumen 24, Abril 1, 1928).

24
Hija mía, nadie puede ser aceptable a Mí sin la prueba. (Volumen 17, Diciembre 8, 1924).

110. Jesús nos dice que es necesaria la prueba para ser aceptables a la Divinidad. Por lo tanto,
los ángeles tuvieron su prueba —el ser humano también e incluso nuestra Santa Madre
también la tuvo, lo veremos más adelante—. La prueba confirmaría en el bien y en el don de la
Divina Voluntad a los ángeles que pasaran la prueba y los que no, se confirmarían en el rechazo
a Dios y a su adorable Voluntad, separados de los buenos. Veamos como describe la Beata
Emmerick esta situación en sus visiones:

De pronto he visto una parte de todos estos coros permanecer inmóviles, mirándose a sí
mismos, contemplando su propia belleza. Concibieron contento propio; miraron toda
belleza en sí mismos; se contemplaron a sí mismos, contemplaron su propia belleza. Al
principio estaban todos en más altas esferas, moviéndose como fuera de sí mismos. Ahora,
una parte de ellos, permanecía quieta, mirándose a sí misma. En el mismo momento he
visto a toda esta parte de espíritus luminosos precipitarse y oscurecerse, y a los demás
coros de ángeles arremeter contra ellos y llenar sus claros. Los círculos quedaron entonces
más reducidos. (Beata Ana Catalina Emmerick, Visiones del Antiguo Testamento).

111. Ya habíamos visto que la Voluntad Divina es luz y es interesante cómo se habla de luz en
los ángeles, espíritus luminosos, creados viviendo en la luz de la Divina Voluntad; y cómo
también los ángeles que no pasaron la prueba, se oscurecieron; esto nos muestra su rechazo a
la Voluntad Divina. En los volúmenes de Libro de Cielo Jesús habla de esta realidad del enemigo
al tranquilizar a Luisa de que las verdades de la Divina Voluntad no pueden venir del demonio:

…si tú supieras el gran bien que llevarán a las criaturas todas las verdades que te he dicho,
te estallaría el corazón de alegría, además no puedes temer de que el enemigo infernal
pudiese osar el manifestarte una sola verdad acerca de la Divina Voluntad, porque él ante
la luz de Ella tiembla, huye, y cada verdad sobre mi Voluntad es para él un infierno de más,
y como no quiso ni amarla ni hacerla, se cambió para él en tormentos que no tendrán fin;
él, ante la sola palabra Voluntad de Dios se siente de tal manera quemar, que monta en
furor y odia aquella Santa Voluntad que lo atormenta más que el infierno. Por eso puedes
estar segura de que Voluntad de Dios y enemigo infernal no están jamás de acuerdo, ni
juntos, ni cerca, su luz lo eclipsa y lo precipita en las profundidades del infierno. (Volumen
23, Septiembre 21, 1927).

112. Aquí se ve como a fin de cuentas la prueba que Dios pone a las personas tiene que ver con
ser fieles a su Voluntad Divina, ya que es precisamente el don del Reino de la Divina Voluntad el
que se confirma al pasar la prueba o se pierde al no pasarla. Jesús dice que el enemigo infernal
no quiso ni amar ni hacer la Divina Voluntad. Con lo cual esto nos tiene que hacer reflexionar
sobre lo grave, tremendo —e incluso diabólico— que es no hacer ni amar la Voluntad Divina:

¡Si tú supieras qué significa no hacer mi Divina Voluntad! ... Ella quiere dar Vida Divina, y
mientras está por darla, si la voluntad humana no la recibe y se opone, se hace cuchillo
para matar y sofocar esta Vida Divina en su alma; parece que sea nada el no hacer mi

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Voluntad, mientras que es todo el mal de la criatura, es la ofensa más grande para nuestra
Majestad Suprema. (Volumen 27, Julio 27, 1931).

113. Son claras y fuertes las palabras de Jesús: el no hacer su Voluntad es todo el mal de la
criatura, es la ofensa más grande para la Majestad Suprema. ¿Por qué entró el dolor en la
existencia? ¿Por qué empezó a existir el infierno? Por no hacer la Voluntad Divina, el infierno es
rechazo de la Voluntad de Dios:

…porque mi Voluntad amada y cumplida, en el alma forma el paraíso; no amada y no


cumplida forma el infierno. (Volumen 16, Abril 23, 1924).

114. En cambio la Voluntad Divina es paraíso, como dice Jesús. Ahora veamos cómo expresa el
Magisterio de la Iglesia esta rebeldía de los ángeles caídos:

Satán o el diablo y los otros demonios son ángeles caídos por haber rechazado libremente
servir a Dios y su designio. Su opción contra Dios es definitiva. Intentan asociar al hombre
en su rebelión contra Dios. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 414).

La Escritura habla de un pecado de estos ángeles. Esta "caída" consiste en la elección libre
de estos espíritus creados que rechazaron radical e irrevocablemente a Dios y su Reino.
(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 392).

115. Rechazar servir a Dios y su designio es otra manera de decir: rechazaron la Voluntad de
Dios. Incluso en la segunda cita del Catecismo se dice: “rechazaron radical e irrevocablemente a
Dios y su Reino”; es decir, considerando ahora las enseñanzas que Jesús hace a través de Luisa
Piccarreta, significa que rechazaron el Reino de la Divina Voluntad. El Catecismo deja claro que
fue una decisión radical e irrevocable, sabían lo que estaban haciendo.

116. Aquí entra un aspecto del misterio de la libertad de los seres personales. Se puede optar
por lo más sublime o por las peores bajezas. Buscar el paraíso, los gozos eternos, vivir una
historia de amor eterna con el Ser más maravilloso que es Dios o rechazar todo esto por la
rebeldía, el dolor y el pecado ¿por qué? Tratemos de reflexionar un poco al respecto.

117. En la penúltima cita que escribimos más arriba de la Beata Emmerick al final se dice: “Al
principio estos coros de espíritus se movían como impulsados por la fuerza del amor que
provenía del sol más elevado.” Y en la última cita —continuando con la narración— dice al
principio de la cita: “De pronto he visto una parte de todos estos coros permanecer inmóviles,
mirándose a sí mismos, contemplando su propia belleza. Concibieron contento propio…” Se ve
claro cómo primero se movían impulsados por el amor del sol más elevado (Dios) y luego se
pararon; esto coincide con lo que dice nuestro Divino Maestro en los volúmenes:

Por eso el todo está en que tu movimiento esté atado al movimiento de tu Creador para
murmurar junto con su movimiento eterno, así seguirás a mi Voluntad en su movimiento
que jamás se detiene, en sus actos que jamás cesan (volumen 20, Noviembre 19, 1926).

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118. Aquí Jesús nos enseña que el movimiento que produce su Voluntad jamás se detiene.
Entonces, con el don del Reino de la Divina Voluntad, al estar la voluntad creada unida, fundida
a la Voluntad Divina, se mueve en este movimiento eterno que nunca cesa (el primer motor que
mueve todo); y así nos quiere Dios a todos. Pero esta parte de los ángeles no quiso moverse en
el movimiento que causa la Voluntad Divina y pararon, luego, al no mirar a Dios, se miraron a
ellos mismos, contemplando su propia belleza; aquí entró la soberbia, se quisieron poner por
encima de su propia naturaleza, por encima de Dios, cometiendo idolatría con ellos mismos:

El hombre que quiere obrar por voluntad propia, prescindiendo de la de Dios, comete una
especie de idolatría, porque en vez de adorar la Voluntad Divina, adora en cierto modo la
suya. (San Alfonso María de Ligorio, Conformidad con la Divina Voluntad).

119. Aunque el Santo doctor de la Iglesia —en la cita anterior— se refiere al hombre, lo que
dice se aplica a cualquier naturaleza racional creada, como los ángeles. Esta idolatría los llevó
—como dice la cita de la Beata Emmerick— a concebir contento en ellos mismos, en vez de
encontrar su contento en Dios; empezaron a vivir para ellos, no para Dios. Como vemos, la
soberbia de la criatura es el origen de toda rebeldía ante la Voluntad Divina y lo que ocasiona
todos los males, eliminando la gracia de Dios:

Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes (Santiago 4, 6).

El principio de la soberbia… es apostatar de Dios, apartándose su corazón de Aquel que le


creó. Así pues el origen de todo pecado es la soberbia (Eclesiástico 10, 14-15).

120. Y en Libro de Cielo Jesús dice respecto a las almas soberbias:

Todo lo contrario en los corazones que apestan de soberbia, ni siquiera puedo entrar en su
corazón, porque inflado de ellos mismos no hay lugar donde poderme poner; las
miserables no toman en cuenta mis gracias y van de caída en caída hasta la ruina.
(Volumen 1, 1899).

121. Se ve que en un espíritu soberbio no hay lugar para Dios y para su adorable Voluntad;
entonces es la soberbia lo que puede llevar a un ser libre a rechazar el Cielo, la felicidad, a Dios,
escogiendo el dolor y el sufrimiento, incluso de manera eterna. Por eso tengamos cuidado con
la soberbia.

122. Entonces, aquí nos queda ya muy claro que Dios crea a los espíritus luminosos —ángeles—
en gracia, en su Voluntad Divina, y luego una parte al rechazar la Divina Voluntad se oscurecen.
La otra parte siguió obrando en la Divina Voluntad, fueron fieles a Dios, pasaron la prueba, y
decidieron seguir moviéndose en la Voluntad Divina para siempre, con lo cual quedaron
confirmados en este Querer Divino. Entonces tenemos luz y oscuridad, con lo cual es
interesante cómo en los primeros versículos del Génesis se menciona:

Y vio Dios ser buena la luz, y la separó de las tinieblas; y a la luz llamó día y a las tinieblas
noche, y hubo tarde y mañana, día primero. (Génesis 1, 4-5).

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123. En este primer día todavía no había creado el sol y la luna, que es hasta el cuarto día (ver
Génesis 1, 14-19), entonces esta separación de la luz y las tinieblas puede también significar —
entre otras cosas— la separación de los ángeles buenos (luz) y los malos (tinieblas):

Porque Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los precipitó en el infierno y
los sumergió en el abismo de las tinieblas, donde están reservados para el Juicio. (2 Pedro
2, 4).

En cuanto a los ángeles que no supieron conservar su preeminencia y abandonaron su


propia morada, el Señor los tiene encadenados eternamente en las tinieblas para el Juicio
del gran Día. (Carta de San Judas 6).

124. La Venerable Sor María de Jesús de Agreda explica esto de la siguiente manera en la obra
arriba citada:

Había de dividir luego el Señor la luz de las tinieblas y llamar a la luz día y las tinieblas
noche; y no sólo sucedió esto entre la noche y día naturales, pero entre los ángeles buenos
y malos, que a los buenos dio la luz eterna de su vista, y la llamó día, y día eterno; y a los
malos llamó noche del pecado y fueron arrojados en las eternas tinieblas del infierno
(Venerable María de Jesús de Agreda, Mística Ciudad de Dios, lib 1, cap 7, n. 82; tomado
de P. Fortea, Summa Daemoniaca, Apéndice 1).

125. En la cita anterior se dice: “a los buenos dio la luz eterna de su vista” lo que significa que
estos ángeles buenos entraron a la visión beatífica, viendo a Dios cara a cara; y así hubo la
separación de unos y de otros.

126. A esta separación de la luz y las tinieblas antecede un momento de decisión de los ángeles.
Los buenos para permanecer, confirmarse en el bien, en la Divina Voluntad, entrar en la visión
beatífica y los malos para cambiar de camino, del bien al mal de manera radical y ser separados
de los buenos. En una cita del Catecismo que pusimos más arriba se hablaba de Satán, veamos:

Satán o el diablo y los otros demonios son ángeles caídos por haber rechazado libremente
servir a Dios y su designio. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 414).

127. El Catecismo resalta a este ángel caído, hablando de “Satán… y los otros demonios”. Satán
es sinónimo de Satanás o Diablo. Pero ¿quién es Satán?

Y así fue precipitado el enorme Dragón, la antigua Serpiente, llamada Diablo o Satanás, y el
seductor del mundo entero fue arrojado sobre la tierra con todos sus ángeles. (Apocalipsis
12, 9).

La Escritura y la Tradición de la Iglesia ven en este ser un ángel caído, llamado Satán o
diablo. La Iglesia enseña que primero fue un ángel bueno, creado por Dios. (Catecismo de
la Iglesia Católica, n. 391).

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128. Aquí queda claro que era un ángel bueno. Hay un texto de la Sagrada Escritura que,
aunque va dirigido al rey de Tiro, se le ha adjudicado para describir a Satanás y su historia que
va de la luz a las tinieblas, veamos:

…Así habla el Señor: Eras un modelo de perfección, lleno de sabiduría y de acabada


hermosura. ... Llevabas adornos labrados en oro y encajes preparados para ti el día en que
fuiste creado. Yo había hecho de ti un querubín protector, con sus alas desplegadas;
estabas en la montaña santa de Dios y te paseabas entre piedras de fuego. Eras
irreprochable en tus caminos desde el día en que fuiste creado, hasta que apareció tu
iniquidad: a fuerza de tanto traficar, tu interior se llenó de violencia y caíste en el pecado.
Por eso yo te expulso como algo profanado lejos de la montaña de Dios; te hago
desaparecer, querubín protector, de entre las piedras de fuego. Tu corazón se llenó de
arrogancia a causa de tu hermosura; corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor.
Pero yo te arrojé por tierra… Con tus numerosas culpas, con tu comercio venal, profanaste
tus santuarios. Pero yo hago brotar de ti mismo el fuego que te devora. Te reduciré a
ceniza sobre el suelo delante de todos los que te miran. Todos los pueblos que te conocen
están consternados por ti; te has convertido en un motivo de espanto (Ezequiel 28, 12-19).

129. Se ve que era un ángel muy hermoso y bello. También se suele identificar a Satán o
Satanás con Lucifer. Algunos Padres exorcistas afirman que son dos ángeles caídos distintos, los
más poderosos y que dirigen a los demás demonios, pero entre ellos ponen en primer lugar en
la jerarquía demoníaca a Satán, veamos:

La inmensa mayoría de los textos eclesiásticos usa el nombre de Lucifer como sinónimo
del Diablo. Sin embargo, el padre Gabriele Amorth considera que es el nombre propio del
demonio segundo en importancia en la jerarquía demoníaca. Soy enteramente de la
misma opinión y lo que conocemos por los exorcismos nos confirmaría que Lucifer es
alguien distinto de Satán. (P. Fortea, Summa Daemoniaca, cuestión 7).

130. Y a Lucifer se le adjudica otro texto de la Sagrada Escritura:

¡Cómo has caído del cielo, Lucero, hijo de la aurora! ¡Cómo has sido precipitado por tierra,
tú que subyugabas a las naciones, tú que decías en tu corazón: «Subiré a los cielos; por
encima de las estrellas de Dios erigiré mi trono, me sentaré en la montaña de la asamblea
divina. En los extremos del norte; escalaré las cimas de las nubes, seré semejante al
Altísimo!». ¡Pero te han hecho bajar al Abismo, a las profundidades de la Fosa! (Isaías 14,
12-15).

131. Ahora, ¿qué pasó en ese lapso de tiempo en que los ángeles decidían amar y vivir en la
Divina Voluntad o rechazarla? Siguiendo el relato de la Venerable María de Jesús de Agreda
veamos qué continua diciendo:

En esta mórula, estancia o intervalo sucedió entre San Miguel y sus ángeles, con el dragón
y los suyos aquella gran batalla que dice san Juan en el cap. 12 del Apocalipsis; y los

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buenos ángeles, perseverando en gracia, merecieron la felicidad eterna y los inobedientes,
levantándose contra Dios, merecieron el castigo que tienen. (Venerable María de Jesús de
Agreda, Mística Ciudad de Dios, lib 1, cap 7, n. 83; tomado de P. Fortea, Summa
Daemoniaca, Apéndice 1).

132. Aquí aparece otra persona angelical importante: San Miguel. Veamos cuál es esta cita del
Apocalipsis que menciona la Venerable María de Jesús en la cita anterior:

Entonces se libró una batalla en el cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron contra el
Dragón, y este contraatacó con sus ángeles, pero fueron vencidos y expulsados del cielo. Y
así fue precipitado el enorme Dragón, la antigua Serpiente, llamada Diablo o Satanás, y el
seductor del mundo entero fue arrojado sobre la tierra con todos sus ángeles. (Apocalipsis
12, 7-9).

133. Nos queda claro, entonces, que hubo una batalla, entre los ángeles buenos encabezados
por San Miguel y los ángeles malos encabezados por Satán, el Dragón. ¿Quién es San Miguel?
Miguel viene del hebreo “Mica´el” que significa: ¿quién como Él?, es decir, ¿quién como Dios?
Es uno de los siete arcángeles y cuyo nombre aparece varias veces en la Biblia junto con los
arcángeles San Rafael y San Gabriel. Su fiesta litúrgica es el 29 de septiembre.

134. En la cita anterior del Apocalipsis al final se dice: “…y el seductor del mundo entero fue
arrojado sobre la tierra con todos sus ángeles”, esto significa que los ángeles caídos, junto con
Satanás, fueron arrojados a la tierra. Y ¿el infierno? El infierno es sobre todo un estado del
espíritu, más que un lugar físico:

…Este estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los


bienaventurados es lo que se designa con la palabra "infierno". (Catecismo de la Iglesia
Católica, n. 1033).

135. Se ve cómo el Catecismo habla de estado de autoexclusión de la comunión con Dios y por
tanto de todos los bienes y bendiciones divinas. Esto coincide con lo que dice el Padre Fortea:

…el Creador no creó el infierno. … Y dado que la condenación es en esencia un estado del
espíritu, es evidente que Él no creó ese estado. Ese estado es obra de seres libres. … El
infierno fue creado por los condenados, cada condenado ha creado su propio estado de
sufrimiento interno y entre todos ellos han creado el conjunto de todos los condenados
que denominamos infierno. Es importante dejar claro que el Altísimo no creó el infierno
(P. Fortea, Exorcística, cuestión 224).

La condenación por tanto es el alejamiento de Dios y es la tortura que cada espíritu se


aplica a sí mismo por la propia deformación del espíritu. Dios no ha creado los
sufrimientos infernales, el infierno es fruto de la deformación de cada espíritu. (P. Fortea,
Summa Daemoniaca, cuestión 95).

136. Este estado infernal en las personas espirituales es consecuencia de rechazar la felicidad y
el paraíso que es la Voluntad Divina, todo esto deforma el espíritu haciéndolo demoniaco,
alejándose de esa imagen primigenia de Dios para parecerse al demonio a través del pecado

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que ofende y es una transgresión a la Voluntad y Querer de Dios. Veamos qué dice Jesús en los
volúmenes:

…cuántos gritos de desesperación se oyen desde el infierno porque mi Querer no ha sido


encontrado en la tierra (Volumen 16, Julio 23, 1923).

Ella [la Voluntad Divina] no deja a ninguno, ni siquiera a los condenados en el infierno, más
bien allí está cumpliendo su Justicia inexorable e irreconciliable, porque en el infierno no
hay reconciliación, más bien forma su tormento; es justo que quien no ha querido recibirla
para ser amado, hecho feliz, glorificado, la reciba para ser atormentado y humillado. Por
eso mi Voluntad no deja a ninguno, ni en el Cielo, ni en la tierra, ni en el infierno (Volumen
21, Marzo 13, 1927).

137. Entonces, el infierno es sobre todo un estado del espíritu, tanto en los ángeles como en el
ser humano, pero como los seres humanos tienen cuerpo, este estado espiritual afectará al
cuerpo a partir de la Resurrección de los muertos: “El infierno, el cielo y el purgatorio son un
estado. Después de la resurrección los cuerpos de los condenados sí que estarán en un sitio
concreto, y por eso el infierno será un lugar. Los cuerpos de los bienaventurados también
ocuparán lugar.” (P. Fortea, Summa Daemoniaca, cuestión 11).

138. Los ángeles caídos, por lo tanto, tienen en ellos su infierno, ellos lo forman. Pero al no
tener cuerpo limitante —pues son espíritus puros— no están restringidos a un lugar físico, por
eso en la cita del Apocalipsis se habla de que los demonios fueron arrojados sobre la tierra. Y en
esta tierra nos tientan para desobedecer a Dios, para no hacer y no vivir en su Divina Voluntad,
como ellos lo hicieron y llevarnos a su infierno para atormentarnos eternamente. Por eso la
Sagrada Escritura dice:

Revístanse de las armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del Diablo. Porque
nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las
Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal
que están en las regiones del aire. (Efesios 6, 11-12).

139. La Biblia nos dice que los demonios están en el aire; es decir, pueden moverse y están en
la tierra para tentarnos y se pueden mover libremente y estar en muchos lugares a la vez, pues
no están restringidos por un cuerpo físico limitante.

140. Pero aunque sabemos que la prueba de los ángeles fue seguir siendo fieles, amando la
Voluntad Divina o rechazarla, ¿en qué consistió exactamente esta prueba? La Venerable María
de Jesús de Agreda en la obra citada da información al respecto hablando de tres aspectos o
preceptos que Dios les pidió.

141. El primero era que adorasen al Creador y sumo Señor; los ángeles buenos obedecieron y
se rindieron por amor a este precepto, pero en el relato se dice que Lucifer lo hizo como a
fuerzas sin amor perfecto, ya que había empezado a mirarse a él mismo y su belleza más que a
Dios. Luego Dios les manifiesta a los ángeles el segundo precepto, veamos la cita:

31
En segundo lugar, les manifestó Dios había de criar una naturaleza humana y criaturas
racionales inferiores, para que amasen, temiesen y reverenciasen a Dios, como a su autor
y bien eterno, y que a esta naturaleza había de favorecer mucho; y que la segunda persona
de la misma Trinidad santísima se había de humanar y hacerse hombre, levantado a la
naturaleza humana a la unión hipostática y persona divina, y que a aquel supuesto hombre
y Dios habían de reconocer por cabeza, no sólo en cuanto Dios, pero juntamente en
cuanto hombre, y le habían de reverenciar y adorar; y que los mismos ángeles habían de
ser sus inferiores en dignidad y gracias y sus siervos. Y les dio inteligencia de la
conveniencia y equidad, justicia y razón, que en esto había; porque la aceptación de los
merecimientos previstos de aquel hombre y Dios les había merecido la gracia que poseían
y la gloria que poseerían; y que para gloria de El mismo habían sido creados ellos y todas
las otras criaturas lo serían, porque a todas había de ser superior; y todas las que fuesen
capaces de conocer y gozar de Dios, habían de ser pueblo y miembros de aquella cabeza,
para reconocerle y reverenciarle. Y de todo esto se les dio luego mandato a los ángeles.
(Venerable María de Jesús de Agreda, Mística Ciudad de Dios, lib 1, cap 7, n. 88; tomado
de P. Fortea, Summa Daemoniaca, Apéndice 1).

142. Esto coincide muy bien con lo que ya habíamos visto sobre Jesucristo que es la Cabeza, el
primogénito y modelo de toda la Creación:

Si Adán no hubiese pecado, el Verbo Eterno, que es la misma Voluntad del Padre Celestial,
debía venir a la tierra glorioso, triunfante y dominador,… coronado como rey y con el cetro
de mando para ser rey y cabeza (Volumen 25, Marzo 31, 1929).

Él [Jesucristo] es la Imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda la creación, porque en


Él fueron creadas todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra los seres visibles y los
invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados y Potestades: todo fue creado por medio de
Él y para Él. (Colosenses 1, 15-16).

143. Todo fue creado para Él; este plan, la majestad y el dominio de un Hombre-Dios sobre todo
—incluyendo a los ángeles— es, como veremos, lo que una parte de los ángeles no quiso
aceptar:

A este precepto todos los obedientes y santos ángeles se rindieron y prestaron asenso y
obsequio con humilde y amoroso afecto de toda su voluntad; pero Lucifer con soberbia y
envidia resistió y provocó a los ángeles, sus secuaces, a que hicieran lo mismo, como de
hecho lo hicieron, siguiéndole a él y desobedeciendo al divino mandato. (Venerable María
de Jesús de Agreda, Mística Ciudad de Dios, lib 1, cap 7, n. 89; tomado de P. Fortea,
Summa Daemoniaca, Apéndice 1).

144. Aquí empieza la división de los ángeles, la palabra diablo significa —entre otras cosas—
división. La rebeldía contra la Voluntad Divina produce división. Lo interesante es que esta
división es respecto al tema del Dios-Hombre, respecto a Jesucristo, confirmando en este
momento de la Historia de la Divina Voluntad, es decir, desde antes de la creación del ser
humano, lo que se dirá después en el Evangelio:

32
Este niño será causa de caída y de elevación para muchos…; será signo de contradicción
(Lucas 2, 34).

145. En la antes mencionada cita de la Venerable María de Jesús de Agreda expresa que Lucifer
con soberbia y envidia resistió y provocó a los ángeles, sus secuaces, a que hicieran lo mismo,
como de hecho lo hicieron, siguiéndole a él y desobedeciendo al divino mandato; provocando
una rebelión contra Dios y convenciendo a otros ángeles a que lo sigan. Unos lo siguieron, otros
no; esta es la batalla, veamos:

Aquí fue la gran batalla, que san Juan dice sucedió en el cielo; porque los ángeles
obedientes y santos, con ardiente celo de defender la gloria del Altísimo y la honra del
Verbo humanado previsto pidieron licencia y como beneplácito al Señor para resistir y
contradecir al dragón, y les fue concedido este permiso. Pero sucedió en esto otro
misterio: que cuando se les propuso a todos los ángeles que habían de obedecer al Verbo
humanado, se les puso otro tercero precepto, de que habían de tener juntamente por
superiora a una mujer, en cuyas entrañas tomaría carne humana este Unigénito del Padre;
y que esta mujer había de ser su Reina y de todas las criaturas y que se había de señalar y
aventajar a todas, angélicas y humanas, en los dones de gracia y gloria. Los buenos
ángeles, en obedecer este precepto del Señor, adelantaron y engrandecieron su
humildad…; pero Lucifer y sus confederados, con este precepto y misterio, se levantaron a
mayor soberbia y desvanecimiento; y con desordenado furor apeteció para sí la excelencia
de ser cabeza de todo el linaje humano y órdenes angélicos y que, si había de ser mediante
la unión hipostática, fuese con él. (Venerable María de Jesús de Agreda, Mística Ciudad de
Dios, lib 1, cap 7, n. 90; tomado de P. Fortea, Summa Daemoniaca, Apéndice 1).

146. Aquí se expresa lo que también ya se había dicho más arriba sobre la segunda persona en
orden en la Creación que sería María, Madre de Jesucristo, Madre de Dios, Reina de los
ángeles, Reina de la Divina Voluntad. Y se ve cómo la soberbia lleva al enemigo a no querer a
Jesús y a María como cabezas, sino él ser la cabeza. Sigamos con el relato:

Y en cuanto al ser inferior a la Madre del Verbo humanado y Señora nuestra, lo resistió con
horrendas blasfemias,… y provocando a los demás, dijo este dragón: Injustos son estos
preceptos y a mi grandeza se le hace agravio; y a esta naturaleza, que tú, Señor, miras con
tanto amor y propones favorecerla tanto, yo la perseguiré y destruiré y en esto emplearé
todo mi poder y cuidado. ... Este soberbio desvanecimiento, enojó tanto al Señor, que
humillando a Lucifer le dijo: Esta mujer, a quien no has querido respetar, te quebrantará la
cabeza y por ella serás vencido y aniquilado. Y si por tu soberbia entrare la muerte en el
mundo, por la humildad de esta mujer entrará la vida y la salud de los mortales; y de su
naturaleza y especie de estos dos gozarán el premio y coronas que tú y tus secuaces
habéis perdido. -Y a todo esto replicaba el dragón con indignada soberbia contra lo que
entendía de la Divina Voluntad y sus decretos; amenazaba a todo el linaje humano. Y los
ángeles buenos conocieron la justa indignación del Altísimo contra Lucifer y los demás
apóstatas y con las armas del entendimiento, de la razón y verdad peleaban contra ellos.

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(Venerable María de Jesús de Agreda, Mística Ciudad de Dios, lib 1, cap 7, n. 91 y 92;
tomado de P. Fortea, Summa Daemoniaca, Apéndice 1).

147. Es interesante lo que se dice de que peleaban con las armas del entendimiento, de la razón
y verdad, ya que los ángeles son espíritus puros sin cuerpo y por lo tanto su lucha es espiritual:

Miguel y sus ángeles peleaban con el dragón, y el dragón y sus ángeles peleaban. …Y fue
admirable esta batalla, porque se peleaba con los entendimientos y voluntades. Con estas
armas peleaban San Miguel y sus ángeles y combatían como con fuertes rayos al dragón y
a los suyos, que también peleaban con blasfemias; pero a la vista del santo Príncipe, y no
pudiendo resistir, se deshacía en furor y por su tormento quisiera huir, pero la Voluntad
Divina ordenó que no sólo fuese castigado sino también fuese vencido, y a su pesar
conociese la verdad y poder de Dios; aunque blasfemando, decía: Injusto es Dios en
levantar a la humana naturaleza sobre la angélica. ... Pero San Miguel le replicó: ¿Quién
hay que se pueda igualar y comparar con el Señor que habita en los cielos? … El que en su
pensamiento hería a las gentes, fue traído a los infiernos (Venerable María de Jesús de
Agreda, Mística Ciudad de Dios, lib 1, cap 9, n. 106, 107 y 110; tomado de P. Fortea,
Summa Daemoniaca, Apéndice 1).

148. Es notable como San Miguel replicó: ¿Quién hay que se pueda igualar y comparar con el
Señor que habita en los cielos? Una expresión que manifiesta adoración, verdad y sumisión, de
aquí el significado de Miguel: “¿Quién como Dios?”.

149. ¿Qué se puede aprender de todo esto? Por supuesto que muchas cosas. Una pequeña
reflexión podría ser la siguiente: la parte de los ángeles que cayó fue porque empezaron a
mirarse a ellos en vez de mirar a Dios. Es cambiar a Dios por la criatura. Es trastornar el orden
verdadero de la realidad. Por lo tanto, para los seres personales —como nosotros— es muy
dañino vernos a nosotros mismos, hemos sido creados para ver el paraíso, para ver la Voluntad
Divina, para ver a Dios. Veamos qué nos dice la Sagrada Escritura al respecto:

Pero lo que era para mí ganancia, lo he juzgado una pérdida a causa de Cristo. Y más aún:
juzgo que todo es pérdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor,
por quien perdí todas las cosas, y las tengo por basura para ganar a Cristo, (Filipenses 3, 7-
8).

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí
mismo (Mateo 16, 24).

...amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con
todas tus fuerzas. (Marcos 12, 30).

150. Es clara la enseñanza y los mandatos de Jesús sobre la primacía de Dios en nuestra vida.
Que no tiene que quedar solamente en un conocimiento teórico de saber que Dios es lo
primero, sino que tiene que traducirse en obras producto de una espiritualidad y vida interior
acorde a la Palabra de Dios sobre la primacía de Dios en nuestra vida.

34
151. Esta primacía tiene que llenar todo nuestro corazón, toda nuestra mente, toda nuestra
alma, todo nuestro ser. Esto requiere tener en nuestra mente y en nuestro corazón
continuamente a Dios, ¡vivir una verdadera historia de amor con Él, vivir enamorados de la
divinidad, hacer cada acto de nuestra vida por amor a Él! Y con el don de la Divina Voluntad
hacerlo en su misma Voluntad y en su mismo Amor. Veamos qué dice Jesús sobre esto en los
volúmenes:

Hija mía, el pensamiento de sí mismo empequeñece al alma (Volumen 11, Agosto 17,
1912).

Si te haces desaparecer a ti misma, no cometerás pecados jamás. (Volumen 2, Junio 19,


1899).

Hija mía, si supieran las almas el mal que hacen las reflexiones propias, encorvan al alma,
la abajan, la hacen tener el rostro vuelto hacia sí mismas, y mientras más se miran más
humanas se vuelven, más reflexionan, más sienten las miserias y más empobrecen, en
cambio el solo pensamiento de Mí, en amarme, en estarse toda abandonada en Mí, hace
recta al alma, y con tener el rostro dirigido a mirarme sólo a Mí, se elevan y crecen; más
me miran más divinas se hacen, mientras más reflexionan sobre Mí más se sienten ricas,
fuertes y valerosas. (Volumen 11, Septiembre 2, 1912).

Hija mía, si el alma en todas sus acciones obra todo por Dios y para agradar sólo a Dios, la
gracia entra por todas las partes en el alma (Volumen 6, Agosto 20, 1905).

Hija mía, el pensar en ustedes mismos ciega la mente y les forma una especie de encanto
humano, y este encanto humano forma una red en torno al hombre; esta red está
formada de debilidad, de opresiones, de melancolías, de temores y de todo lo que de mal
contiene la naturaleza humana, y por cuanto más se piensa en sí mismo, aun bajo aspecto
de bien, más densa se hace la red y más ciega queda el alma. En cambio, el no pensar en sí
mismo, sino pensar sólo en Mí, sólo en amarme, cualesquiera que sean las cosas, es luz a
la mente y en ella se forma un dulce encanto divino, y este encanto divino también teje en
la mente su red, y esta red está formada toda de luz, de fortaleza, de gozo, de confianza,
en suma, de todos los bienes que poseo Yo mismo, y cuanto menos se piensa en sí mismo,
más densa se forma esta red, así que no se reconoce más. ¡Cómo es bello ver al alma
envuelta en esta red que en ella ha tejido el encanto divino, cómo es agradable, graciosa y
amada por todo el Cielo!, lo contrario para el alma que piensa en sí misma. (Volumen 11,
Agosto 16, 1912).

152. Pienso que las citas anteriores no dejan lugar a dudas. ¡El mirar a Dios es la felicidad, es el
paraíso!, mirar otra cosa, incluyendo a nosotros, es bajar y entrar en las miserias; incluso
tenemos que tener cuidado que aun en las “cosas santas” o religiosas tampoco pase esto.
Podríamos usar la religión o la espiritualidad para buscarnos a nosotros mismos, buscar nuestro
bienestar, comodidad, evasión de otros deberes o lo que sea, en vez de buscar servir a Dios,
hacer su Voluntad y amarlo. A este respecto Jesús dice:

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Amada mía, si tú me amas, no quiero que tú mires ni en ti misma ni fuera de ti, ni si estás
caliente o fría, ni si haces mucho o poco, ni si sufres o gozas, todo esto debe ser destruido
en ti y sólo debes fijarte si haces cuanto más puedes por Mí y todo por agradarme, los
otros modos, por cuan altos, sublimes y laboriosos, no pueden agradarme y contentar mi
amor. ¡Oh! cuántas almas falsifican la verdadera devoción y profanan las obras más santas
con la propia voluntad, buscándose siempre a sí mismas. Y si también en las cosas santas
se busca el modo y el gusto propio y la satisfacción de sí misma, se encuentra a sí misma,
huye Dios, y no lo encuentra. (Volumen 6, Julio 31, 1904).

153. Otro aspecto que se menciona respecto a los ángeles son los coros, veamos que nos dice
Jesús en Libro de Cielo al respecto:

¿Pero sabes tú por qué hay diferentes coros de ángeles, uno superior a otro? Están
aquellos más cercanos a mi Trono, ¿sabes por qué? Porque mi Voluntad, a quién ha
manifestado un acto solo de mi Voluntad y a quién por dos, a quién por tres, a quién por
siete, y en cada cosa del acto que mi Voluntad manifestaba de más se volvían superiores a
los demás, y se volvían más capaces y más dignos de estar cercanos a mi Trono. Así que
por cuanto más mi Voluntad se manifiesta, y en Ella se conservan, tanto más quedan
elevados, embellecidos, felices y superiores a los demás. Mira entonces como todo está en
mi Voluntad y en el saberse conservar, sin jamás salir, en aquella misma Voluntad de la
cual han salido; y del conocer el más y el menos de mi Suprema Voluntad, vienen
constituidos los diversos coros de los ángeles, sus distintas bellezas, los diversos oficios, la
jerarquía Celestial. Si tú supieras qué significa conocer de más mi Voluntad, hacer un acto
de más en Ella, conservarse, obrar en esa mi Voluntad conocida, dónde viene constituida,
el oficio, la belleza, la superioridad de cada criatura, ¡oh! cómo apreciarías de más los
diversos conocimientos que te he manifestado sobre mi Voluntad. (Volumen 17, Octubre
30, 1924).

154. Aquí está la cuestión de los coros angélicos: la Voluntad Divina. Esto nos tiene que llevar a
valorar realmente el conocer y amar la Voluntad Divina; conocerla y hacerla vida en nosotros.
Por eso la obra que Jesús hace a través de Luisa Piccarreta es “el tesoro”:

He aquí a qué servirán las tantas cosas que te he manifestado: Las tantas verdades
sorprendentes, las promesas de los tantos bienes que debo dar a los hijos del Fiat Voluntas
Tua, serán el Evangelio, la base, la fuente inagotable de la cual todos tomarán la Vida
Celestial, la felicidad terrenal y la restauración de su creación. ¡Oh! cómo se sentirán
felices quienes con ansia beban a grandes sorbos en estas fuentes de mis conocimientos,
porque ellas contienen la virtud de llevar la Vida del Cielo y de desterrar cualquier
infelicidad. (Volumen 23, Enero 18, 1928).

Un conocimiento de más sobre mi Voluntad eleva al alma a tal altura sublime, que los
mismos ángeles quedan estupefactos y raptados, y me confiesan incesantemente: ‘Santo,
Santo, Santo’. Mi Voluntad se manifiesta y llama de la nada las cosas, y forma los seres, se
manifiesta y embellece, se manifiesta y eleva más en alto, se manifiesta y engrandece más
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la Vida Divina en la criatura, se manifiesta y en ellas forma los portentos nuevos y nunca
conocidos. … Si la criatura, como el ángel, no saliera jamás del acto primero en el cual mi
Voluntad la hizo salir a la luz, ¿qué orden, qué portentos no se deberían ver sobre la
tierra? (Volumen 17, Octubre 30, 1924).

155. Respecto a los coros ¿por qué Jesús dice que hay ángeles a quién se les ha manifestado un
acto solo de su Voluntad y a quién por dos, a quién por tres, a quién por siete, y así? ¿De qué
depende esto?

156. En los seres humanos podemos entenderlo según los actos en la Divina Voluntad que
hacemos en vida, ¿pero en los ángeles cómo fue?, tuvo que ver con la batalla de los ángeles
que ya vimos; en esta batalla los ángeles con sus decisiones libres realizan su proceso de
elevación en la santidad o de caída en el pecado. El Padre Fortea lo explica en la obra ya citada,
veamos:

Las fases de transformación de ángel a demonio fueron las siguientes: Al comienzo les
entró la duda, la duda de que quizá la desobediencia a la Ley divina fuera lo mejor. En el
momento en que voluntariamente aceptaron la posibilidad de que la desobediencia a Dios
fuera una opción a considerar ya pecaron. Al principio esa aceptación de la duda
constituiría un pecado venial que poco a poco fue evolucionando al pecado grave. (P.
Fortea, Summa Daemoniaca, cuestión 1).

157. Aquí se ve el proceso de los ángeles caídos, veámoslo a más detalle junto con la lucha con
los ángeles buenos en la misma obra citada:

Esa lucha fue una lucha intelectual. Dios enviaba la gracia a cada ángel para que volviera a
la fidelidad o se mantuviera en ella. Los ángeles daban argumentos a los rebeldes para que
volvieran a la obediencia. Los ángeles rebeldes daban sus razones para fundamentar su
postura y para introducir la rebelión entre los fieles. En esta angelical conversación de
miles de millones de ángeles hubo bajas por ambos lados: ángeles rebeldes regresaron a la
obediencia, ángeles fieles fueron convencidos con la seducción de los razonamientos
malignos. (P. Fortea, Summa Daemoniaca, cuestión 1).

158. Aquí se ve que fue un proceso en donde intervinieron muchos actos en los ángeles y cada
uno tomaba sus decisiones respecto a amar a Dios o rechazarlo, sigamos:

Unos se hicieron más soberbios, otros no tanto. Cada ángel rebelde fue deformándose
más y más, cada uno en unos pecados específicos. Así como, por el contrario, los ángeles
fieles se fueron santificando progresivamente. Unos ángeles se santificaron más en una
virtud otros en otra. Cada ángel se fijó en un aspecto u otro de la divinidad. Cada ángel
amó con una medida de amor. Por eso en el bando de los fieles comenzó a haber muchas
distinciones, según la intensidad de las virtudes que cada ángel practicó más. Cada ángel
tenía su propia naturaleza dada por Dios, pero cada uno se santificó en una medida propia
según la gracia de Dios y la correspondencia de la propia voluntad. Esto es válido pero al

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revés, para los demonios. Cada uno recibió de Dios una naturaleza, pero cada uno se
deformó según sus propios caminos extraviados. Por eso la batalla acabó cuando ya cada
uno quedó encasillado en su postura de forma irreversible. (P. Fortea, Summa
Daemoniaca, cuestión 1).

159. Esta cita ayuda a clarificar lo que Jesús dice en Libro de Cielo en la cita mencionada
anteriormente sobre los coros angélicos. Significa que hubo ángeles que aunque fueron
creados viviendo en la Divina Voluntad pudieron haber hecho algún o algunos actos en Ella,
pero al momento de dudar en desobedecer a Dios y cometer el pecado venial salen de la Divina
Voluntad, pero algunos de ellos pudieron arrepentirse y regresar a la obediencia antes de llegar
a un punto irreversible.

160. Otros decidieron ya no volver y rechazar las gracias de Dios, así como los buenos
argumentos de los ángeles fieles y se fueron deformando más hasta llegar a la decisión
irrevocable y se convirtieron en demonios, ángeles caídos.

161. Y pudieron existir otros que siempre fueron fieles e hicieron todos sus actos en la Divina
Voluntad, fueron creciendo en santidad. El P. Fortea dice en la cita que se fueron: santificando
progresivamente, cada uno amó y se santificó en una medida según su respuesta a Dios; es
decir, según los actos que haya hecho en la Divina Voluntad: quién uno, quién dos, quién tres,
quién siete, por eso Jesús en la cita mencionada sobre los coros angélicos dice:

…y se volvían más capaces y más dignos de estar cercanos a mi Trono. Así que por cuanto
más mi Voluntad se manifiesta, y en Ella se conservan, tanto más quedan elevados,
embellecidos, felices y superiores a los demás. (Volumen 17, Octubre 30, 1924).

162. Sigamos ahora con lo que relata el Génesis después del “Hágase la luz…”. En los días
siguientes se describe un proceso en donde se ordena y van apareciendo otras cosas de la
Creación: el firmamento, la separación de las aguas, la tierra firme, vegetales, semillas, árboles
frutales, el sol, la luna, las estrellas, los animales, etcétera. Todo esto haciéndolo la Divina
Voluntad con sabiduría y amor. ¿Amor para quién? para su criatura amada: el ser humano,
para ti y para mí:

La Creación fue hecha por amor del hombre, es más, fue tanto nuestro amor, que si
hubiera sido necesario hubiéramos creado tantos cielos, tantos soles, estrellas, mares,
tierras, plantas, y todo lo demás, por cuantas criaturas debían venir a la luz de este
mundo, a fin de que cada una tuviera una Creación para sí, un universo todo suyo, como
en efecto cuando todo fue creado, sólo Adán fue el espectador de todo lo creado, él podía
gozar todo el bien que quería. Y si no lo hicimos fue porque el hombre podía gozar
igualmente todo como si fuera de él, a pesar de que los demás también lo gozan.
(Volumen 18, Agosto 9, 1925).

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Hija mía, nuestro amor en la Creación fue exuberante, pero siempre hacia el hombre, en
cada cosa creada poníamos tantos actos de amor por cuantas veces se debía servir de ellas
la criatura. (Volumen 28, Abril 1, 1930).

Desahogo de amor fue la Creación y, ¡oh, cuántos bienes no salieron de este desahogo!
Cielos, estrellas, soles, mares, tierra florida,... (Volumen 26, Mayo 31, 1929).

163. Como se ve, Dios ha puesto sus dosis de amor en cada cosa creada para nosotros.
Solamente que recibimos estas dosis de amor cuando vivimos en su Querer Divino:

Hija mía, todas las cosas creadas fueron creadas por Nosotros con una dosis de felicidad,
distinta la una de la otra, así que cada cosa creada lleva al hombre el beso, el aire
felicitante, la vida de nuestra felicidad; ¿pero sabes tú quién siente descender en su
interior todos los efectos de nuestras tantas felicidades esparcidas en lo creado, hasta
quedar empapado por ellas como una esponja? Quien vive en nuestro Querer Divino,
nuestras felicidades no le son extrañas, porque teniendo el gusto purificado por nuestro
Fiat y no corrompido por el querer humano, su gusto y todos sus sentidos tienen la virtud
de gustar todas las felicidades que hay en las cosas creadas, y Nosotros sentimos tal
felicidad y alegría al ver a quien hace nuestro Querer como sentarse a la mesa de nuestras
felicidades, y alimentarse con tantos bocados distintos por cuantas felicidades hay en las
cosas creadas. ¡Oh, cómo es bello ver feliz a la criatura! (Volumen 25, Diciembre 13, 1928).

164. Y esta hermosa Creación manifiesta la Historia de amor de la Divina Voluntad para el ser
humano, veamos:

Hija mía bendita, la Creación es el más dulce encanto de la manifestación de nuestro amor
hacia las criaturas, está el azul del cielo con sus estrellas, el refulgente sol, el aire, el
viento, el mar, siempre fijos, jamás se apartan, para decir al hombre nuestro amor que
jamás cesa. Hay además en la baja tierra: plantas, flores, árboles, hierba, y todos tienen
una voz, un movimiento, una vida de amor de su Creador, para decir a todos, aun al más
pequeño hilo de hierba, la historia de amor de Aquél que los ha creado para el hombre.
(Volumen 36, Mayo 2, 1938).

165. Sobre la Creación, su finalidad, el amor que Dios ha puesto en ella para el hombre, que es
plan de Dios que sea un medio de unión con Dios y no usada con abuso o visiones idólatras o
panteístas, se puede hablar mucho; sobre todo ahora que tenemos la obra que Jesús ha hecho
a través de Luisa Piccarreta. Una pequeña obra —para el que le interese— que tiene la
finalidad de hablar sobre esta Creación a la luz de la tradición eclesiástica y de la obra de la
Divina Voluntad de Luisa es: “La Creación en la Divina Voluntad (basado en los escritos de Luisa
Piccarreta)”7.

7
De Raúl Avalos Ríos. Es una pequeña introducción a este tema, que obviamente cada vez se profundizará
más.

39
166. Con esto terminamos esta parte de la Historia de amor de la Divina Voluntad que
corresponde a la Creación que narra el Génesis sobre el día primero. Ya hemos advertido que
todo esto es apenas un breve relato de la grandeza de esta Historia, que es la Historia de las
historias. En el sexto día sucede algo muy especial, veamos...

40
Capítulo 3: Hagamos al hombre…

167. Continuemos con la grandiosa Historia de amor la Divina Voluntad siguiendo sus increíbles
obras. A pesar de las oposiciones de una parte de los ángeles, de la batalla y de la división entre
ángeles buenos y ángeles caídos (demonios); Dios no se echa para atrás, sigue con sus planes:

…el designio del Señor permanece para siempre, y sus planes, a lo largo de las
generaciones. (Salmo 33, 11).

Hija, esta es la naturaleza del verdadero Amor, este es el obrar como Dios: La firmeza y el
no retirarse a costa de cualquier sacrificio. Esta firmeza en mis obras es mi victoria y mi
más grande gloria (Volumen 17, Diciembre 24, 1924).

168. Entonces, después de crear las demás cosas, el sexto día Dios volvió a hablar:

Dios dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza… (Génesis 1,
26).

169. ¡Cuánto contenido existe en esta Palabra de Dios! Veamos aquí algunos aspectos. Por un
lado, Dios entra en una solemnidad e intimidad especial, ya que cuando creaba las cosas que
debían servir de habitación al ser humano decía: “Haya firmamento…”, “Haya luceros…”,
“Haya…”, pero al crear al ser humano dice: “Hagamos al hombre…”. Es muy clara la diferencia
entre crear las demás cosas y crear a la persona humana que es alguien.

170. Y este “Hagamos” es una presencia especial del Nosotros trinitario: el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo, que es la Familia Divina, que al crear al ser humano refleja un amor muy
singular. La doctrina católica y la teología han meditado mucho sobre este aspecto del
“Hagamos al hombre…”; aquí resaltaremos dos cuestiones: la semejanza individual y la
familiar.

171. Recordemos que el plan de Dios sobre la Creación inicia —no en sentido temporal sino en
jerarquía— con el Dios-Hombre, con Jesucristo: “el Primogénito de toda la creación”
(Colosenses 1, 15), el cual es el modelo de toda la Creación, tanto de lo visible como invisible, y
por lo tanto el modelo de los seres humanos, ya que Jesucristo es ser humano perfecto,
además de ser Dios. Esto quiere decir que para Dios la creación del ser humano es un
acontecimiento central en su Creación.

172. Esto nos puede hacer pensar que Adán en su inocencia original —sobre todo— pudo haber
sido muy parecido a Jesucristo, incluso en sus rasgos físicos. Adán iba a ser cabeza del género
humano hasta la llegada de Jesucristo, ya que más arriba vimos que de todos modos el Verbo
Eterno vendría a Encarnarse en gloria para ser cabeza y rey de la familia humana (ver Volumen
25, Marzo 31, 1929), aunque no hubiera existido pecado.

41
173. Esto nos habla de lo especial que fue la creación de Adán con todos los dones y bellezas
que Dios quiso poner en él, incluyendo por supuesto el don que incluye a todos: el don del
Reino de la Divina Voluntad. Veamos qué dice el Génesis:

Entonces el Señor Dios modeló al hombre con polvo de la tierra y sopló en su nariz un
aliento de vida. Así el hombre se convirtió en un ser viviente. Luego el Señor Dios plantó
un jardín en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado. (Génesis 2, 7-8).

174. Aquí se nos habla de los dos aspectos del ser humano: alma espiritual y cuerpo. El polvo de
la tierra es sustancia orgánica y sabemos que todos los seres orgánicos están formados
prácticamente por los mismos elementos: carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno; y por lo
tanto también nuestro cuerpo. También se habla en la cita que Dios plantó un jardín en Edén y
que allí puso al hombre, veamos que se dice en las visiones de la Beata Ana Catalina Emmerick:

He visto que Adán no fue creado en el Paraíso, sino en el lugar que más tarde fue
Jerusalén. Lo he visto surgiendo, luminoso y blanco, de una pequeña elevación de tierra
amarilla, como saliendo de un molde. …El no salió de repente de la tierra; tardó algún
tiempo en aparecer. (Beata Ana Catalina Emmerick, Visiones del Antiguo Testamento).

175. En esta cita llama la atención el aspecto de que Adán no salió de repente, sino que tardó
tiempo. Veamos qué se dice en los volúmenes de Libro de Cielo:

Nosotros mientras formábamos la naturaleza del hombre, antes de infundirle la vida,


hacíamos como un padre o una madre cuando duermen a su hijo, que llevados por la
ternura, por amor irresistible, contemplan, besan y estrechan a su seno al hijo que
duerme, y el hijo, como duerme no sabe nada. Si supieras hija mía cuántos besos, cuántos
abrazos amorosos dimos a la naturaleza humana antes que le diéramos la vida, y fue en la
hoguera de nuestro amor que infundiéndole el aliento le dimos la vida dándole el alma, y
al cuerpo el respiro, el latido, el calor (Volumen 24, Junio 3, 1928).

Hija mía, Nosotros al crear a la criatura, conforme con nuestras manos creadoras la íbamos
formando, así nos sentíamos salir de nuestro seno una alegría, un contento, porque debía
servir para mantener nuestro entretenimiento sobre la faz de la tierra y nuestra fiesta
continua, por eso conforme formábamos los pies, así pensábamos que debían servir a
nuestros besos, porque debían encerrar nuestros pasos y debían ser medio de encuentro
para entretenernos juntos; conforme formábamos las manos, así pensábamos que debían
servir a nuestros besos y abrazos, porque debíamos ver en ellas las repetidoras de
nuestras obras; conforme formábamos la boca, el corazón, que debían servir al eco de
nuestra palabra y de nuestro amor, y conforme con nuestro aliento le infundimos la vida,
viendo que esa vida había salido de Nosotros, que era vida toda nuestra, lo estrechamos a
nuestro seno besándolo como confirmación de nuestra obra y de nuestro amor, y para
hacer que se mantuviese íntegro en nuestros pasos, en nuestras obras, en el eco de
nuestra palabra y amor y de la vida de nuestra imagen impresa en él, le dimos como
herencia nuestro Divino Querer, a fin de que lo conservase tal como lo habíamos sacado

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para poder continuar nuestros entretenimientos, nuestros besos afectuosos, nuestras
dulces conversaciones con la obra de nuestras manos. (Volumen 20, Noviembre 20, 1926).

176. Estas citas coinciden con lo que expresa la Beata Emmerick, dan a entender que Dios
modeló al ser humano poco a poco. Expresa esto una gran ternura y amor de Dios. Quiso
tomarse su tiempo, como cuando alguien quiere hacer una obra especial, magnífica y quiere
además deleitarse en ella durante su formación.

177. En estas últimas citas Jesús dice que Ellos (la Santísima Trinidad) hacían: como un padre o
una madre cuando duermen a su hijo, que llevados por la ternura, por amor irresistible,
contemplan, besan y estrechan a su seno, son palabras realmente enternecedoras; y así dice
que dieron muchos abrazos y besos a la naturaleza humana aun antes de darle la vida.

178. También se dice en estas citas que fueron formando poco a poco el cuerpo: los pies, las
manos, etcétera, ¡desbordando de amor en cada parte del proceso!, dándole como culminación
y herencia: ¡el Querer Divino! La Divinidad dio todo lo que podía dar al ser humano. Y no
pensemos que al crear a Adán este amor era solamente para él, ya que se dice en las citas
antes citadas: la naturaleza humana, donde todos los seres humanos pertenecemos a esta
naturaleza; y además está lo que dice jesús:

…tú debes saber que en el acto de crear a Adán, todas las criaturas venían creadas en él,
todas estuvieron presentes, ninguna faltó; amábamos como él y en él a todas las criaturas.
Y cuando con tanto amor formábamos su humanidad, plasmándola y modelándola con
nuestras manos creadoras, formando los huesos, extendiendo los nervios, cubriéndolos de
carne, formando todas las armonías de la vida humana, en Adán venían plasmadas,
manejadas todas las criaturas, en todas formábamos los huesos, extendíamos los nervios y
cubriéndolos de carne dejábamos el toque de nuestras manos creadoras, la marca de
nuestro amor, la virtud vivificadora de nuestro Querer, e infundiéndole el alma con la
potencia de nuestro aliento omnipotente, venían formadas las almas en todos los cuerpos
con la misma potencia con la que venía formada el alma de Adán. (Volumen 28, Agosto 24,
1930).

179. Queda claro el amor de Dios por todos y cada uno de nosotros desde la creación de Adán;
dice la cita anterior: amábamos como él y en él a todas las criaturas. La cita del Génesis que
vimos arriba dice que después de que Dios modeló al hombre con polvo de la tierra, sopló en su
nariz un aliento de vida (Génesis 2, 7). En este aliento hay cosas sorprendentes, veamos:

Hija mía, al crear al hombre le infundí el alma con mi aliento, queriéndole infundir la parte
más íntima de nuestro interior, que es nuestra Voluntad (Volumen 17, Julio 16, 1924).

180. Aquí Jesús deja claro que al crear al ser humano le dio la parte más íntima de Dios: su
Voluntad Divina. Esto significa que este aliento divino es algo muy grande, muy profundo y es
precisamente su Voluntad adorable. Por eso el ser humano fue desde su origen creado para
vivir en este Divino Fiat:

43
…la naturaleza humana… fue creada por el Ente Divino para vivir unida con el Fiat Divino,
(Volumen 29, Agosto 10, 1931).

181. Por eso el ser humano no llegará a la plenitud de la felicidad terrena, hasta que regrese a
vivir en esta Voluntad Divina. Pero veamos que más aspectos hay en este aliento íntimo de Dios
que puso en el ser humano:

Tú debes saber que en la Creación, para infundir la vida al hombre no se necesitó más que
nuestro aliento omnipotente, ¡pero cuántos prodigios encerrados en aquel aliento!
Creamos al alma dotándola con las tres potencias, verdadera imagen de nuestra Trinidad
adorable (Volumen 35, Diciembre 21, 1937).

Al crear al hombre lo doté con tres potencias, inteligencia, memoria y voluntad. (Volumen
12, Febrero 22, 1921).

182. Aquí está la imagen trinitaria en el ser humano en su aspecto individual, Dios nos dio las
potencias de inteligencia, memoria y voluntad. ¿Qué representa cada una?

Yo doté al hombre de voluntad, inteligencia y memoria; en la primera refulgía mi Padre


Celestial, el cual como acto primero comunicaba su potencia, su santidad, su altura, por lo
cual elevaba a la voluntad humana invistiéndola de su misma santidad, potencia y
nobleza,… Después, como acto segundo concurrí Yo, Hijo de Dios, dotando al hombre de
inteligencia, comunicándole mi sabiduría, la ciencia de todas las cosas, a fin de que
conociéndolas pudiese gustar y hacerse feliz en el bien. … Y después, como acto tercero
concurrió el Espíritu Santo, dotándolo de memoria, a fin de que recordándose de tantos
beneficios, pudiera estar en continuas corrientes de amor, en continuas relaciones, el
amor debía coronarla, abrazarla e informar toda su vida. (Volumen 14, Abril 8, 1922).

183. Otro aspecto —que ya venimos hablando— de esta semejanza divina en el hombre es que
Dios —lo sabemos— obra con su Voluntad Divina y nos regaló esta adorable Voluntad para
obrar en nosotros:

¿Cómo se pueden explicar aquellas palabras dichas por Mí al crear al hombre: “Hagamos al
hombre a nuestra imagen y semejanza?” ¿Pero cómo la criatura, tan inhábil podía
asemejarme y ser mi imagen? Sólo en mi Voluntad podía llegar a esto, porque haciéndola
suya viene a obrar a lo divino, y con la repetición de estos actos divinos viene a asemejarse
a Mí, a volverse mi perfecta imagen. (Volumen 11, Agosto 24, 1915).

184. También existe otro aspecto y es que Dios es un ser personal y nos hizo también a
nosotros seres personales. Somos personas, no cosas. Todas estas son semejanzas en el orden
individual. Pero antes de pasar a ver el aspecto familiar de la semejanza divina, veamos qué
pasó después de que Dios le dio el aliento de vida a Adán con todas las maravillas que
acabamos de ver:

44
Tú debes saber que apenas Adán sintió la vida, el movimiento, la razón, vio a su Dios ante
él, comprendió que Él lo había formado, sentía en sí, en todo su ser todavía frescas las
impresiones, el toque de sus manos creadoras, y agradecido, en un ímpetu de amor
pronunció su primera palabra: ‘Te amo Dios mío, Padre mío, autor de mi vida’. Pero no fue
sólo la palabra, sino que el respiro, el latido, las gotas de su sangre que corrían por sus
venas, el movimiento, todo su ser unido, a coro dijeron: ‘Te amo, te amo, te amo’. Así que
la primera lección que aprendió de su Creador, la primera palabra que aprendió a decir, el
primer pensamiento que tuvo vida en su mente, el primer latido que formó en su corazón,
fue: ‘Te amo, te amo’. Se sentía amado y amó. (Volumen 33, Diciembre 10, 1933).

185. ¡Qué hermosas palabras!: ‘Te amo Dios mío, Padre mío, autor de mi vida’, aquí están las
primeras palabras pronunciadas por nuestro primer padre Adán; palabras que también
podemos pronunciar nosotros. Y una vez que Adán pronunció estas palabras ¿qué más pasó?,
veamos:

Por eso nuestra Divinidad se sintió herida al oír sobre los labios del hombre, te amo, te
amo, era la misma palabra que Nosotros habíamos creado en el órgano de su voz que nos
decía: ‘Te amo’. Era nuestro amor, creado por Nosotros en la criatura que nos decía te
amo, ¿cómo no quedar herido, cómo no corresponderlo con un amor más abundante, más
fuerte, digno de nuestra magnificencia? En cuanto lo oímos decir te amo, así Nosotros le
repetimos ‘te amo’, pero en nuestro ‘te amo’ hicimos correr en todo su ser la Vida obrante
de nuestra Divina Voluntad, así que encerramos en el hombre, como dentro de nuestro
templo, nuestra Voluntad, para que encerrada en el círculo humano, mientras permanecía
en Nosotros, obrara cosas grandes y fuera Ella el pensamiento, la palabra, el latido, el
paso, la obra del hombre; nuestro ‘te amo’ no podía dar cosa más santa, más bella, más
potente, que pudiera formar la Vida del Creador en la criatura, que nuestra Voluntad
obrante en él, y ¡oh! cómo nos resultaba agradable ver que nuestra Voluntad tenía su
puesto de actriz, y el querer humano deslumbrado por su luz gozaba su paraíso, y dándole
plena libertad lo hacía hacer lo que quería, dándole el primado en todo, y el puesto de
honor que a un Querer tan Santo convenía. Ve entonces cómo el principio de la vida de
Adán fue un acto pleno de amor hacia Dios de todo su ser, qué lecciones sublimes, cómo el
principio del amor debía correr en todo lo obrado por la criatura. (Volumen 33, Diciembre
10, 1933).

186. ¡Qué hermosa realidad! Una realidad fundida de amor, felicidad y plenitud; este es nuestro
origen sublime. Y esta perfección y sublimidad está en la Divina Voluntad que se nos dio como
don para asemejarnos lo más posible como criatura a nuestro Dios-Amor. Y ¿qué fue lo primero
que aprendió Adán?

La primera lección que recibió de nuestro Ser Supremo en la correspondencia de su ‘te


amo’, fue que mientras la amaba tiernamente respondiéndole ‘te amo’, le daba la primera
lección sobre nuestra Divina Voluntad, y mientras lo instruía le comunicaba la Vida de Ella
y la ciencia infusa de qué significaba nuestro Fiat Divino, y cada vez que nos decía ‘te amo’,

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nuestro amor le preparaba otras lecciones más bellas sobre nuestro Querer; él quedaba
raptado y Nosotros nos deleitábamos en conversar con él, y hacíamos correr sobre él ríos
de amor y de alegrías continuas, así que la vida humana era encerrada por Nosotros en el
amor y en nuestra Voluntad. (Volumen 33, Diciembre 10, 1933).

187. La primera lección la recibió Adán directamente de Dios, y fue sobre ¡la Divina Voluntad!,
todo esto le comunicó la Vida y la ciencia infusa de esta Voluntad adorable. Y se observa cómo
a través de esta comunicación de amor, que era toda una comunión plena entre Dios y el
hombre, una fusión de la voluntad humana en la Voluntad Divina, todo esto hacía que existiera
un deleite divino y por otro lado corrían alegrías y amor hacia el hombre.

188. Ahora, en ¿qué consiste la semejanza familiar del ser humano con Dios? La Santísima
Trinidad es la Familia Divina, está la Persona del Padre, la Persona del Hijo y la Persona del
Espíritu Santo; es una comunidad de Personas. En el Credo decimos:

Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo… (Credo
de Nicea-Constantinopla)

189. ¿Qué significa esto de que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo? El Papa San Juan
Pablo II dice:

El Espíritu Santo… es el amor del Padre y del Hijo (San Juan Pablo II, Encíclica sobre el
Espíritu Santo, n. 39).

190. Aquí está la respuesta, el Espíritu Santo es el amor del Padre y del Hijo, por eso procede de
Ellos; es decir, tenemos dos Personas que se aman —el Padre y el Hijo— y de ese amor procede
una tercera Persona: el Espíritu Santo, de manera obviamente eterna, y por eso el Espíritu
Santo también es Dios; todo esto en una perfecta unidad. Esta unidad trinitaria la expresan así
los volúmenes de Libro de Cielo:

[Luisa]: El sol es fuego, pero al mismo tiempo es luz y es calor, así que la Santísima Trinidad
está representada en el sol: El fuego es el Padre, la luz es el Hijo, el calor es el Espíritu
Santo, pero uno es el sol, y así como no se puede dividir el fuego de la luz y del calor, así
una es la potencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, que entre Ellos no se pueden
realmente separar. Y así como el fuego en el mismo instante produce la luz y el calor, así
que no se puede concebir el fuego sin concebirse también la luz y el calor, así no se puede
concebir al Padre antes del Hijo y del Espíritu Santo y así recíprocamente, tienen los Tres el
mismo principio eterno. (Volumen 2, Febrero 28, 1899).

191. Entonces, ¿qué es una familia? Una unidad —comunión— de personas que se aman. Y de
esa manera es así la Familia Divina: Tres Personas divinas que se aman en una perfecta
comunión. Y ¿cómo quiso Dios hacer al ser humano? Lo quiso hacer en familia desde un
principio:

46
Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer. Y los
bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra… (Génesis 1, 27-28).

192. Dios los crea varón y mujer y les da el encargo de ser fecundos; es decir, Dios crea al ser
humano en familia: instituye el matrimonio y les da el mandato de ser fecundos para que
existan hijos. Entonces la semejanza con la Santísima Trinidad es impresionante: de dos
personas: el esposo y la esposa, fruto de su amor viene una tercera persona: “el hijo”. Se hace
énfasis en el hecho de que son personas, ya que la Santísima Trinidad es una unidad de amor
de Personas, no estamos hablando de una unidad de cosas, o de plantas, o de toros y de vacas.

193. De hecho solamente los seres personales pueden amar en el sentido estricto de la palabra,
ya que se requiere de la libertad para entregarse y donarse libremente al otro. Entonces esta
imagen Trinitaria en la familia humana es también un don de Dios y otra semejanza con el
Creador.

194. Algo de llamar la atención es que esta semejanza Dios no la hizo con los ángeles, a ellos no
los creó en familia de este tipo, no es el caso de que dos ángeles tengan angelitos y formen así
familias, Dios no quiso hacerlo así con los ángeles sino con los seres humanos; lo cual es un
privilegio que tenemos que valorar y agradecer a Dios. Obviamente los ángeles son personas
que se aman y en este sentido también son familias y quizá los coros angélicos sean sub-
familias de la gran familia angelical, pero no son familias al estilo humano que tienen una
imagen trinitaria particular en cada matrimonio con cada uno de sus hijos.

195. El Magisterio de la Iglesia expresa la imagen trinitaria de la familia humana de esta


manera:

"En efecto, la familia es una comunidad de personas, para las cuales el propio modo de
existir y vivir juntos es la comunión: communio personarum. También aquí, salvando la
absoluta trascendencia del Creador respecto de la criatura, emerge la referencia ejemplar
al «Nosotros» divino." (Juan Pablo II, Carta a las Familias, n. 7).

"El concilio Vaticano II habla de la semejanza con Dios usando términos muy significativos.
…En las palabras del Concilio, la «comunión» de las personas deriva, en cierto modo, del
misterio del «Nosotros» trinitario… La familia, que se inicia con el amor del hombre y la
mujer, surge radicalmente del misterio de Dios." (Juan Pablo II, Carta a las Familias, n. 8).

"La familia cristiana es una comunión de personas, reflejo e imagen de la comunión del
Padre y del Hijo en el Espíritu Santo." (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2205).

196. Esta es la semejanza familiar con Dios en nuestra creación como seres humanos. Ahora,
desglosando un poco este inicio tenemos ciertas etapas en esta creación del ser humano: la
creación de Adán, la creación de Eva y la misión de Dios de que sean fecundos; podríamos
decir: individuo, matrimonio e hijos, y con los hijos formándose la familia (comunidad de
personas que se aman). Por eso pretender un amor conyugal sin fecundidad o una fecundidad

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que no se realiza conforme a la Voluntad de Dios acaba dañando al matrimonio, a la familia y a
la misma sociedad.

197. Respecto a la creación del ser humano ya hemos hablado ciertos aspectos, y uno que es
muy importante resaltar es el amor con el cual Dios creó a Adán y nos ha creado a cada uno de
nosotros. Ya vimos que fue poco a poco esta creación, veamos que más nos dice Jesús en Libro
de Cielo:

Hija mía, este acto de formar y de infundir la vida en el hombre con nuestro aliento
omnipotente, fue tan tierno, conmovedor y de alegría tan grande para Nosotros, que todo
nuestro Ser Divino desbordó fuera tanto en amor, que con fuerza raptora raptó nuestras
cualidades divinas para infundirlas en el hombre (Volumen 23, Octubre 23, 1927).

Hija mía, nuestra Divinidad al crear al hombre concentró todo en él; como si nada
hubiésemos hecho en todo el resto de la Creación, hicimos todo a un lado y nos ocupamos
sólo de él, nuestro Amor llegó al exceso, lo miramos, lo volvimos a mirar para ver si era
bello, si trasparentaba nuestra belleza en él, nuestro Ser Divino llovía como aguacero
sobre de él, ¿y sabes qué llovía? Santidad, luz, sabiduría, gracia, amor, belleza, fuerza, y
mientras nos descargábamos sobre él, nuestras miradas estaban fijas sobre el hombre
para ver si todas nuestras cualidades estaban concentradas en él, en modo que nada debía
faltarle para amarlo y para ser reamado, tanto, que su belleza nos raptaba, su amor nos
investía, todas nuestras cualidades puestas en él hacían eco en nuestro Ser Divino y nos
ataban y nos llevaban a él. Qué tiempo solemne, qué punto inolvidable, qué hoguera de
amor fue la creación del hombre, todas nuestras cualidades divinas desbordaron fuera y
festejaron su creación, y para cumplimiento de nuestra fiesta, alegría y felicidad, sacudidos
por nuestro mismo amor, miramos la máquina de todo el universo y le hicimos don de
todo, constituyéndolo rey de todas las cosas creadas, para poder decir a Nosotros y a él:
‘Rey dominante somos Nosotros, rey y dominante es la obra de nuestras manos, el amado
hijo dado a luz en el desahogo de nuestro Amor’. (Volumen 23, Enero 13, 1928).

198. En estas citas se ve el gran amor de Dios al crearnos y Jesús menciona que fue un ¡tiempo
solemne! esta creación, que es un ¡punto inolvidable! y que fue una ¡hoguera de amor!
También se menciona en la última cita que le hizo don de todo constituyéndolo rey de todas las
cosas creadas, el Génesis habla de este dominio:

Dios dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén
sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos
los animales que se arrastran por el suelo». …los creó varón y mujer. Y los bendijo,
diciéndoles: …llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo
y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra». (Génesis 1, 26-28).

199. En la cita anterior se ve clara la Voluntad de Dios de que el ser humano domine sobre la
Creación: la tierra, los animales…, lo dice en el versículo 26 y 28. En otro lugar de los volúmenes
se dice respecto al tema:

48
…él *el hombre] fue creado por Nosotros como rey de la creación, porque debiendo
habitar en él su Creador, el Rey de reyes, era justo que aquél que formaba la habitación a
nuestro Ente Supremo, debía ser el pequeño rey que debía dominar las mismas cosas
creadas por Nosotros, y él mismo por amor nuestro debía tener el poder de hacer no una
sola obra, sino muchas obras nuevas, ciencias para poder iniciar cosas nuevas, también
para dar honor a Aquél que lo habitaba dentro, y que entreteniéndose con él en familiar
conversación, le enseñaba tantas cosas bellas que hacer y qué decir. (Volumen 30,
Diciembre 14, 1931).

Hija mía, al poner fuera la Creación, mi Voluntad puso en vínculos de unión a todos los
seres, así que todos estaban en relaciones entre ellos, cada uno poseía su hilo eléctrico de
comunicación entre una y la otra; el hombre poseía tantos hilos eléctricos por cuantas
cosas creadas existían, porque siendo el rey de todo, era justo y necesario que tuviese la
comunicación con toda la Creación para tener dominio sobre ella. (Volumen 21, Abril 12,
1927).

Hija mía, mi amor me hace sentir la necesidad de hablar de la creación del hombre, toda la
Creación … es la más grande narradora de nuestro amor hacia el hombre, y … cuando todo
estuvo completo en la Creación, creamos al hombre, pero antes de crearlo, escucha la
historia de nuestro amor hacia él: Nuestra Majestad adorable había establecido el
constituir al hombre rey de toda la Creación, darle el dominio sobre todo y hacerlo
señorear sobre todas nuestras obras, pero para decirse verdadero rey, de hecho no de
palabras, debía poseer en él todo lo que habíamos esparcido en la Creación,… Y conforme
lo íbamos modelando, así encerrábamos en él el cielo de la razón, el sol de la inteligencia,
la rapidez del viento en el pensamiento; la extensión del espacio, la fuerza, el imperio en la
voluntad; el movimiento en el alma, en la cual encerrábamos el mar de la Gracia, el aire
celestial de nuestro amor y todos los sentidos del cuerpo como la más bella floración. ¡Oh!
hombre, cómo eres bello, pero no contentos con esto poníamos en él el gran Sol de
nuestra Voluntad (Voluntad 33, Agosto 5, 1934).

200. El dominio del hombre era porque la Divina Voluntad domina sobre todo y el hombre al
poseerla, poseía también ese dominio con el Creador. Aquí se ve claramente cómo el verdadero
dominio, la verdadera realeza y reinado es en la Voluntad Divina, fuera de ella nos volvemos
esclavos.

201. Ahora veamos qué dice la Escritura respecto a la creación de Eva:

Después dijo el Señor Dios: «No conviene que el hombre esté solo. Voy a hacerle una
ayuda adecuada». … Entonces el Señor Dios hizo caer sobre el hombre un profundo sueño,
y cuando este se durmió, tomó una de sus costillas y cerró con carne el lugar vacío. Luego,
con la costilla que había sacado del hombre, el Señor Dios formó una mujer y se la
presentó al hombre. El hombre exclamó: «¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de
mi carne! Se llamará Mujer, porque ha sido sacada del hombre». Por eso el hombre deja a

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su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser una sola carne. Los dos, el
hombre y la mujer, estaban desnudos, pero no sentían vergüenza. (Génesis 2, 18-25).

202. No profundizaremos en esta cuestión de que Eva sale de la costilla de Adán, solamente
comentaremos algunos aspectos. Por un lado, que el hecho de que Eva salga de Adán establece
que la humanidad tiene un origen, un solo principio, semejanza de las obras divinas que tienen
un solo principio: la Voluntad Divina que es una.

203. Por otro lado Dios quería una unidad muy grande en el matrimonio: ¡Esta sí que es hueso
de mis huesos y carne de mi carne! Se llamará Mujer, porque ha sido sacada del hombre; es
decir, Dios no quería que Eva viniera de algo externo de Adán, sino que saliera de él mismo,
para que la ame como a él mismo:

Maridos, amen a su esposa, como Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella,… Del mismo
modo, los maridos deben amar a su mujer como a su propio cuerpo. El que ama a su
esposa se ama a sí mismo. Nadie menosprecia a su propio cuerpo, sino que lo alimenta y
lo cuida. Así hace Cristo por la Iglesia, por nosotros, que somos los miembros de su
Cuerpo. Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los
dos serán una sola carne. …En cuanto a ustedes, cada uno debe amar a su mujer como así
mismo (Efesios 5, 25-33).

204. Es notable lo que dice la carta a los Efesios respecto que los maridos deben amar a su
mujer como a su propio cuerpo, ya que salió del cuerpo del varón. Por eso el matrimonio es una
unidad: una sola carne, que lleva a una “sola alma”, un “solo amor”. Podemos decir que en el
plan de Dios es que los cónyuges se amen con el mismo Amor y Voluntad de Dios al vivir con el
don del Reino de la Divina Voluntad; y así también entre las demás relaciones personales. Y que
los hijos sean procreados y educados en este Amor y Voluntad Divinas.

205. Entonces, el ser humano fue creado con el don de la Divina Voluntad; es decir, fundida su
voluntad humana con la Voluntad Divina para así obrar en todo; esto fue un esponsalicio entre
Dios y el hombre:

Hija mía, el verdadero esponsalicio con la humanidad fue en la Creación, nada faltó ni al
alma ni al cuerpo, todo fue hecho con suntuosidad real, a la naturaleza humana le fue
preparado un palacio grandísimo, que ningún rey ni emperador puede tener uno igual, el
cual es todo el universo,… amenos jardines donde la pareja feliz, Dios y el hombre, debía
pasear, recrearse y mantener la fiesta continua, no interrumpida jamás de nuestro
esponsalicio… Mi Voluntad Divina que dominaba a la humanidad, le llevaba el acto nuevo
continuado y la semejanza de Aquél que lo había creado y esposado (Volumen 24, Junio
12, 1928).

… mi amor es tanto, que estoy siempre en acto de hacer don de mi Voluntad en todos los
actos que hace la criatura para recibir el don de la suya… Se puede decir que en este
intercambio de voluntad, en estos dones recíprocos de ambas partes, sucede un

50
esponsalicio entre el alma y Dios, esponsalicio repetido, siempre nuevo, y cuando hay
boda todos hacen fiesta a los nuevos esposos, y alaban a su Creador, porque con este don
de mi Fiat no es sólo un don que hago, sino que junto con el don doy mi Vida, que forma el
vínculo de la inseparabilidad, en el cual consiste la sustancia del verdadero esponsalicio
entre lo humano y lo Divino (Volumen 31, Diciembre 21, 1932).

206. Y son dobles nupcias, porque también está el esponsalicio de Adán y Eva, veamos lo que se
dice en la obra los Giros, dónde el alma le dice a Jesús:

Siento que tu corazón late de ternura…, porque recuerda el haber bendecido otras nupcias
en el edén, las de Adán y Eva inocentes. Es más, aquellas nupcias fueron dobles: Nupcias
entre tu Divina Voluntad y la voluntad humana, y nupcias entre el hombre y la mujer, a los
cuales dabas por dote toda la Creación, pero sobre todo tu Divina Voluntad palpitante en
sus corazones y en cada cosa creada. (Giros, décima Sexta Hora).

207. Así, podemos decir que el matrimonio humano es “signo” de las nupcias del alma con Dios,
es decir, de la voluntad humana y la Voluntad Divina, y por eso es algo muy grande. Y Dios
quiso que de estas dobles nupcias se generara la humanidad. Posteriormente —como
veremos— por el pecado se rompió el esponsalicio entre el ser humano y Dios, y siglos después
Dios-Hijo se desposa con su Humanidad para realizar las nupcias con la naturaleza humana y
recuperar la alianza original entre la voluntad humana y la Voluntad Divina a través de las
nupcias de Jesucristo con la Iglesia.

Mi Humanidad reordenaba y establecía la verdadera unión entre Creador y criatura, y


vinculaba a todas entre ellas como miembros unidos con la cabeza, y era Yo mismo el que
me hacía cabeza de toda la familia humana. (Volumen 30, Junio 17, 1932).

208. Esta unión8 de la segunda Persona de la Trinidad —el Verbo— con la naturaleza humana
en Jesucristo, es una alianza muy especial, que no hizo con los ángeles (como se vio en el
capítulo 2, causa de la división angélica):

La alianza nupcial entre Dios y su pueblo Israel había preparado la nueva y eterna alianza
mediante la que el Hijo de Dios, encarnándose y dando su vida, se unió en cierta manera
con toda la humanidad salvada por Él, preparando así "las bodas del cordero" (Catecismo
de la Iglesia Católica, n. 1612).

209. A los ángeles también los llamó a vivir con el don del Reino de la Divina Voluntad (como
vimos en el capítulo anterior), pero Dios no se hizo ángel, en cambio sí se hizo Hombre.
Entonces en la humanidad existen tres modalidades de nupcias (se ve el sello trinitario): la de la
Voluntad Divina con la voluntad humana, la del hombre con la mujer y la de la naturaleza
Divina que se une con la naturaleza humana en Jesucristo. ¡Todo sea para la gloria de Dios!

8
Unión que se le llama hipostática, en donde «el Verbo… ha "asumido la carne"» (Catecismo de la Iglesia
Católica, n. 2602).

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210. Y en este inicio de la vida de Adán y Eva todo es fiesta continua. Otro aspecto interesante
que dice el Génesis en la cita de arriba sobre la creación de Eva es: “Los dos, el hombre y la
mujer, estaban desnudos, pero no sentían vergüenza.” (Génesis 2, 25); ¿de qué estaban
desnudos? de las ropas de tela que conocemos hoy, ¿por qué no sentían vergüenza?
obviamente por la inocencia y santidad que tenían.

211. Pero además hay un aspecto notable aquí, en la cita de la Beata Emmerick que ya vimos
arriba dice: “Lo he visto [a Adán] surgiendo, luminoso y blanco, de una pequeña elevación de
tierra amarilla” (Beata Ana Catalina Emmerick, Visiones del Antiguo Testamento), es muy
interesante esto de que lo vio luminoso, en otra parte de las visiones la Beata también dice:
“He visto a Adán… Su cuerpo era de una blancura tenuemente luminosa” (en el mismo libro);
veamos qué dice el Libro de Cielo:

Hija mía, al crear al hombre la Divinidad lo ponía en el Sol de la Divina Voluntad, y en él a


todas las criaturas, este Sol le servía de vestidura no sólo al alma, sino que sus rayos eran
tantos, que cubrían también el cuerpo, de modo que le servía más que vestidura, para
volverlo tan adornado y bello, que ni reyes ni emperadores han aparecido jamás tan
adornados como aparecía Adán con esta vestidura de luz fulgidísima. Se equivocan
aquellos que dicen que Adán antes de pecar estaba desnudo, falso, falso, si todas las cosas
creadas por Nosotros están todas adornadas y vestidas, él que era nuestro joyel, la
finalidad por la cual todas las cosas fueron creadas, ¿no debía tener la más bella vestidura
y el más bello atavío entre todas? Por eso a él le convenía la bella vestidura de la luz del
Sol de nuestra Voluntad, y como poseía esta vestidura de luz no tenía necesidad de
vestidos materiales para cubrirse. (Volumen 20, Diciembre 12, 1926).

Hija mía, el verdadero esponsalicio con la humanidad fue en la Creación, nada faltó ni al
alma ni al cuerpo, todo fue hecho con suntuosidad real, … vestidos no tejidos de materia,
sino formados por nuestra potencia de purísima luz, como convenía a personas reales
(Volumen 24, Junio 12, 1928).

212. ¡Qué hermoso! ¡Qué amor de nuestro Dios! Cubrió también nuestro cuerpo con la luz de
su adorable Voluntad. Por eso el Génesis al decir que: el hombre y la mujer, estaban desnudos,
pero no sentían vergüenza (Génesis 2, 25) se refiere —como ya se mencionó— a vestidos de
tela como los conocemos hoy, porque estaban vestidos de luz, con la luz de la Divina Voluntad.
Por eso la Beata Emmerick también dice en la misma obra:

“Eran *Adán y Eva+ como dos niños inocentes, maravillosamente hermosos y nobles.
Estaban luminosos, cubiertos de luz como si fuera un vestido florescente.” (Beata Ana
Catalina Emmerick, Visiones del Antiguo Testamento).

213. Todas estas maravillas pertenecen al estado del hombre antes del pecado original. Vivían
en una gran perfección, santidad y felicidad. Todo era armonía entre Dios y el ser humano,
entre la santa pareja y de ellos con las cosas creadas; todo esto gracias a la Voluntad Divina:

52
Mi Voluntad le era un dulce encanto que lo tenía absorbido en una luz purísima que no le
hacía conocer otra cosa que a su Dios, del cual había salido, quien no le daba otra cosa que
felicidad sin medida, y estaba tan absorbido por lo mucho que le daba su Dios, que no se
daba ningún pensamiento de sí mismo. ¡Oh! cómo era feliz el hombre y cómo la Divinidad
se deleitaba en darle tantas partículas de su Ser por cuanto la criatura puede recibir, para
hacerlo semejante a Él. (Volumen 16, Enero 14, 1924).

En el Edén era siempre fiesta entre el Creador y la criatura, el hombre se había vuelto el
entretenimiento divino, la alegría, la felicidad más estimada por el Padre Celestial. Con la
posesión de la Divina Voluntad en la cual vivía, la criatura gozaba el primado sobre el
universo, todo era orden y armonía, el cielo, las estrellas, el sol, el mar, se sentían
honrados de servir y obedecer a sus señales. Adán era la sonrisa, la alegría de toda la
Creación; cada cosa le recordaba a su Creador, y Dios que era todo ojos sobre él, hacía que
nada faltase a la plenitud de su felicidad. (Giros, cuarta Hora).

214. Estas son las maravillas de la Divina Voluntad, todo lo hace perfecto, todo lo hace bueno.
Aquí una pequeña reflexión, ya vimos la creación de los ángeles y la del ser humano. En la
naturaleza angélica Dios ha elevado a estos seres lo más cercano a la propia naturaleza Divina
en el sentido de que son espíritus puros, no corporales9, a semejanza de Dios. Sin embargo, al
crear al ser humano y decidir hacerse hombre y no ángel, el Creador se abaja a tomar la
naturaleza humana que incluye lo corporal; este es un acto de amor muy especial que hizo con
el ser humano y no con los ángeles:

…¿qué es el hombre para que pienses en él,


el ser humano para que lo cuides?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y esplendor;
le diste dominio sobre la obra de tus manos,
todo lo pusiste bajo sus pies (Salmo 8, 5-7).

215. Ahora, estamos en el Edén en el que el hombre gozaba de una plenitud muy especial ¿qué
pasó después?, pasemos a la siguiente sección para seguir viendo la historia de lo que ha hecho
la Divina Voluntad y cómo el ser humano con su libertad ha respondido.

9
(ver Catecismo de la Iglesia Católica, n. 328).

53
Capítulo 4: La prueba

216. Ya habíamos visto de la necesidad de la prueba: “Hija mía, nadie puede ser aceptable a Mí
sin la prueba.” (Volumen 17, Diciembre 8, 1924). Los ángeles —como ya vimos— también
tuvieron su prueba, ahora que Dios ya creó al ser humano, sigue su prueba.

217. Dios hace siempre todo bueno y perfecto. Él es el Amor (ver 1 Juan 4, 8) y todo lo hace por
amor. El ser humano había recibido de Dios pura bondad, un universo inmenso y perfecto para
él, incluso lo constituyó rey de todo este universo dándole además felicidades inmensas en
cada acto o acción que hacía gracias al don del Reino de la Divina Voluntad.

218. ¿Qué se merecería este Dios de parte del ser humano? ¡Amor y agradecimientos eternos!
Pero veamos qué hemos hecho, y digo hemos hecho porque en el pecado de Adán están
también todos nuestros pecados.

219. ¿Qué hemos recibido cada uno de nosotros de Dios? Puro amor y cuidados; y ¿qué
hacemos cuando pecamos? Lo traicionamos, usando sus mismas bondades para ofenderlo
(horrible), es decir, nos ha dado la vista, el poder escuchar, la boca para hablar, las manos para
obrar y más cosas, y cada una de estas cosas son maravillas, maravilla es el ojo, maravilla es el
oído, maravilla son las manos, etcétera, y con esas maravillas que Dios en su amor nos ha
donado, lo ofendemos, lo ofendemos con la vista, lo ofendemos con las manos, lo ofendemos
con el pensamiento, etcétera. Es morder literalmente la mano que nos da de comer, pero más
que comer, nos ha dado y nos continúa dando la existencia.

220. Por eso el pecado es el mal, es la oposición a la Divina Voluntad que es la felicidad, por eso
“el salario del pecado es la muerte” (Romanos 6, 23). Y todo el mal de las criaturas que produce
el dolor es y ha sido —obviamente— oponerse a esta Voluntad Divina amorosa y llena de
felicidad. Es decir, si nos oponemos a la felicidad, obtenemos —evidentemente— la infelicidad.
Veamos entonces que pasó con nuestros primeros padres:

El Señor Dios plantó un jardín en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había
formado. Y el Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles, que eran atrayentes
para la vista y apetitosos para comer; hizo brotar el árbol del conocimiento del bien y del
mal. *…+ El Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín de Edén, para que lo cultivara
y lo cuidara. Y le dio esta orden: «Puedes comer de todos los árboles que hay en el jardín,
exceptuando únicamente el árbol del conocimiento del bien y del mal. De él no deberás
comer, porque el día que lo hagas quedarás sujeto a la muerte». (Génesis 2, 8-17).

221. Esta cita deja claro por un lado el jardín del Edén con todas las delicias de felicidad para el
hombre, cuya fuente de estas felicidades es la Voluntad Divina en su corazón; por otro lado una
prohibición —una prueba— de no comer únicamente de un árbol: el árbol del conocimiento del
bien y del mal. El fruto de este árbol hacía conocer el bien y el mal; es decir, no solamente el

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bien que ya lo conocían, sino también el mal en combinación con el bien (el trigo y la cizaña,
ver Mateo 13, 24-30).

222. Y además no sería un conocimiento teórico, sino vivido en su ser, en su misma naturaleza,
como un veneno que se hace parte de la misma humanidad. Veamos qué dice Jesús en los
volúmenes de Libro de Cielo al respecto:

Hija mía, cierto que no hay seguridad sin una prueba, y cuando el alma resiste a la prueba
recibe la confirmación de mis designios y todo lo que le es de necesidad y conviene para
desarrollar el estado al cual es llamada por Mí. Por eso quise probar a Adán, para
confirmar su estado feliz y el derecho de rey sobre toda la Creación, pero como no fue fiel
en la prueba, por justicia no podía recibir la confirmación de los bienes que quería darle su
Creador, porque en la prueba el hombre adquiere el sello de la fidelidad, el cual lo pone en
derecho de recibir los bienes que Dios había establecido darle en el estado al cual el alma
era llamada por Él. Quien no es probado, se puede decir que no tiene ningún valor, ni ante
Dios, ni ante los hombres, ni siquiera ante sí mismo; Dios no puede fiarse de un hombre
sin prueba, él mismo, esto es, el hombre, no sabe qué fuerza tiene. Entonces, si Adán
hubiese resistido a la prueba, todas las generaciones humanas habrían sido confirmadas
en su estado feliz y de realeza. (Volumen 24, Abril 1, 1928).

223. La prueba —como se ve— es necesaria para recibir la confirmación de los designios
divinos. Son reclamos de la misma Justicia Divina que está en equilibrio con sus demás
atributos de Belleza, Perfección, Misericordia, Santidad, etcétera. Dios en su amor siempre nos
da más de lo que merecemos. ¿Qué méritos había hecho Adán para recibir todo el universo
como regalo? ¿Qué méritos había hecho Adán para recibir el don del Reino de la Divina
Voluntad que lo llenaba de éxtasis de felicidad a cada instante? ¿Qué méritos hemos hecho
nosotros para recibir todas las bondades de Dios, su Creación, la muerte de su Hijo para
abrirnos el Cielo, etcétera?

224. La realidad es que Dios nos pide a nosotros, incluyendo a Adán, algo pequeño, comparado
con las inmensas riquezas que siempre nos da, solamente un corazón muy enfermo de egoísmo
y de pecado impide ver esta realidad. Además es una oportunidad para la criatura de
corresponder a tanto bien. Es como cuando alguien da a una persona muchas bondades y la
persona agradecida desea corresponder aunque sea con algo según sus posibilidades.

225. Entonces, si Adán hubiera pasado la prueba —dice Jesús en la cita— en justicia hubiera
sido confirmado en su estado feliz y el derecho de ser rey de toda la Creación y también todas
las generaciones humanas. Es decir, nunca hubiera existido el mal en la humanidad: ni vejez, ni
enfermedad, ni muerte, ni violencia, ni guerras, ni dolor, etcétera; sino felicidad en expansión.

226. Dios no puede fiarse de un hombre sin prueba. La relación de amor con Dios, como toda
relación de amor, se basa en la confianza, en fiarse uno del otro, y aquí Dios manifiesta su
necesidad de probar a la criatura para consolidar esta confianza:

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Hija mía, son las disposiciones de mi Sabiduría infinita, y es mi costumbre que cuando pido
a la criatura un pequeño sacrificio por su bien, y ella ingrata me lo rechaza, no quiero más
fiarme de ella, interrumpo mis designios de elevarla a cosas grandes y la dejo como
criatura olvidada y que ninguno la señala ni por obras grandes, ni por heroísmo, ni para
Dios, ni para sí, ni para los pueblos. Además tú debes distinguir lo que quise de Adán, el
pequeño sacrificio de privarse de un fruto y no me fue concedido, ¿cómo podía fiarme de
él y pedirle un sacrificio más grande? En cambio a Abraham no le pedí un fruto por
sacrificio, sino que primero le pedí que fuera a tierra extraña donde no había nacido, y
pronto me obedeció. Después quise fiarme más de él, lo abundé de Gracia y le pedí el
sacrificio de su único hijo, al que amaba más que a sí mismo, y él pronto me lo sacrificó. En
esto lo conocí, por medio de la prueba, que podía fiarme de él, que podía todo a él confiar.
Se puede decir que fue el primer reparador al cual venía confiado el cetro del futuro
Mesías y por eso lo elevé a cabeza de las generaciones con gran honor de Dios, de sí
mismo y de los pueblos. (Volumen 22, Agosto 15, 1927).

227. Es claro cómo Dios va ensanchando nuestro espíritu con pequeñas pruebas para luego
darnos más; Él nos quiere mucho y no quiere darnos poco, por eso dice Jesús en el Evangelio:
"Está bien, servidor bueno y fiel, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de
mucho más: entra a participar del gozo de tu señor" (Mateo 25, 23).

228. Por eso es hermoso y profundo lo que Dios dice respecto a Abraham, qué no le pidió un
pequeño sacrificio como a Adán, sino el sacrificio de su único hijo. Una imagen clara de Dios
Padre que ha sacrificado a su Hijo unigénito por amor a nosotros. Por eso ¡Abraham en su
fidelidad es grande!

229. Aquí en Abraham, aunque no hemos llegado al tiempo de recuperar el don de la Divina
Voluntad, hay un ejemplo magnífico de fidelidad a la Voluntad Divina, aun en la prueba más
dolorosa, y por tanto una manifestación especial del Querer Divino en la historia, porque de
Abraham vendrá el Redentor —el Mesías esperado— que nos salvará y nos recuperará el don
del Reino de la Divina Voluntad.

230. Volvamos con Adán, le fue manifestada la prohibición del fruto del “árbol del conocimiento
del bien y del mal”, ¿qué pasó con él y Eva al respecto?:

La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que el Señor Dios había
hecho, y dijo a la mujer: «¿Así que Dios les ordenó que no comieran de ningún árbol del
jardín?». La mujer le respondió: «Podemos comer los frutos de todos los árboles del jardín.
Pero respecto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho: «No coman de él
ni lo toquen, porque de lo contrario quedarán sujetos a la muerte». La serpiente dijo a la
mujer: «No, no morirán. Dios sabe muy bien que cuando ustedes coman de ese árbol, se
les abrirán los ojos y serán como dioses, conocedores del bien y del mal». (Génesis 3, 1-5).

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231. ¡Aquí está la tentación de la serpiente! Es interesante como la tentación está llena de
mentira y de veneno, pero presentada de manera atrayente. Jesús habla en el Evangelio de
cómo es el demonio:

Ustedes tienen por padre al demonio y quieren cumplir los deseos de su padre. Desde el
comienzo él fue homicida y no tiene nada que ver con la verdad, porque no hay verdad en
él. Cuando miente, habla conforme a lo que es, porque es mentiroso y padre de la
mentira. (Juan 8, 44).

232. Es el padre de la mentira y no tiene nada que ver con la verdad. Esto se ve en las palabras
falsas e intrigosas que le dice a Eva desde el principio: «¿Así que Dios les ordenó que no
comieran de ningún árbol del jardín?» ¡falso!, Dios les dio todo y solamente les prohibió comer
de uno. Aquí el demonio trata con su mentira de meter la desconfianza en Dios.

233. Luego la mujer responde con verdad de que pueden comer de los demás árboles,
corrigiendo al demonio, y diciéndole que si comen del árbol prohibido morirán; con lo cual Eva
estaba consciente de la Voluntad de Dios. El demonio contesta con otras mentiras: «No, no
morirán. Dios sabe muy bien que cuando ustedes coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y
serán como dioses, conocedores del bien y del mal»; mentira fue decirle que no iban a morir, ya
que es todo lo contrario como de hecho pasó y pasa hasta la actualidad.

234. Otra mentira es que seremos como dioses y la realidad es que en vez de elevarnos más,
caímos muy bajo con el pecado. Pero aquí una cuestión fundamental es el tema de la
confianza. El enemigo nos introduce desconfianza a nuestro amado Creador. Lo triste es que le
hacemos caso al mentiroso, y así todos los pecadores estamos representados en el pecado de
Adán y Eva.

235. ¿Qué razones tenían Adán y Eva para desconfiar de Dios? Ninguna. ¿Qué razones tenemos
nosotros para desconfiar de nuestro Dios? Ninguna. Dios solamente dio bondades, amor,
felicidad y un paraíso a Adán y Eva, sin embargo, acaban haciéndole caso a alguien que no les
ha dado ni un gramo de bien. Y eso mismo nos pasa a nosotros en cada pecado.

236. En el fondo es como si el enemigo dijera: no confíes en la Voluntad Divina que tanta
felicidad te ha dado, más bien confía en la tuya o… ¡en la mía! Realmente es un absurdo, pero
es la realidad de todos los pecadores de la historia. Esta es la guerra desde el principio con los
seres personales, es decir, libres; es una lucha entre confiar y amar la Voluntad Divina que es
fuente de todas las felicidades o rechazarla y construir el infierno.

237. El demonio rechazó esta Voluntad Divina y quiere que nosotros también la rechacemos,
que no hagamos la Voluntad Divina sino la de él, quiere él ponerse en el lugar de Dios. Y un
arma infernal es que desconfiemos de la Voluntad Divina, de la Voluntad perfecta y
absolutamente buena. El demonio nos hace ver como si la Voluntad Divina fuera una limitante
para nuestra plenitud, para nuestra felicidad, como si fuera dura, dolorosa; al meter la

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desconfianza nos hace incluso temer de esa Voluntad adorable que solamente quiere nuestra
felicidad.

238. Cuando la verdad es que el dolor, el temor, los sufrimientos vienen por rechazar la
Voluntad Divina y hacer la nuestra o la de otro. El dolor y la infelicidad viene por hacerle caso al
demonio y pecar; sustrayéndonos de la Voluntad Divina: “sustrayéndonos libremente de la
felicidad”. Veamos qué sigue diciendo el Génesis respecto a esta prueba:

Cuando la mujer vio que el árbol era apetitoso para comer, agradable a la vista y deseable
para adquirir conocimiento, tomó de su fruto y comió; luego se lo dio a su marido, que
estaba con ella, y él también comió. Entonces se abrieron los ojos de los dos y
descubrieron que estaban desnudos. Por eso se hicieron unos taparrabos, entretejiendo
hojas de higuera. Al oír la voz del Señor Dios que se paseaba por el jardín, a la hora en que
sopla la brisa, se ocultaron de Él, entre los árboles del jardín. Pero el Señor Dios llamó al
hombre y le dijo: «¿Dónde estás?». «Oí tus pasos por el jardín, respondió él, y tuve miedo
porque estaba desnudo. Por eso me escondí». (Génesis 3, 6-10).

239. Aquí la Sagrada Escritura nos sigue enseñando sobre la tentación. El demonio presenta la
tentación como algo atractivo: “Cuando la mujer vio que el árbol era apetitoso para comer,
agradable a la vista y deseable para adquirir conocimiento…” Esta parte es muy interesante. El
demonio estaba tentando a gente buena, personas que tenían poco de ser creadas y que vivían
con el don del Reino de la Divina Voluntad; por lo tanto la tentación tenía que contener muchos
aspectos buenos, como suele hacer el tentador, mezclados con uno o unos cuantos aspectos
malos.

240. Una pregunta que podría uno plantearse es ¿por qué pecó el hombre en su inocencia
original si tenía el don del Reino de la Divina Voluntad? Es un tema que Jesús mismo aborda en
los volúmenes del Libro de Cielo. Aquí no lo desarrollaremos, si alguien quiere ver un desarrollo
se puede consultar la obra arriba citada: “Una pequeña introducción al Reino de la Divina
Voluntad. Según la obra de Luisa Piccarreta”, en el capítulo V, en la sección que lleva por título:
“Comentario al pecado de Adán”.

241. Siguiendo con la reflexión de las palabras del Génesis, vemos que se mencionan valores
que Eva capta en la tentación: el árbol era apetitoso para comer, es decir, era bueno. Y por
supuesto que era bueno, ya que Dios que es el sumo Bien lo había hecho (Dios todo hizo
bueno). También dice el Génesis: agradable a la vista, es decir, era bello. Y por supuesto que
era bello, pues Dios que es la Belleza lo hizo. Y también dice: deseable para adquirir
conocimiento, es decir, se podía adquirir la verdad, ya que Dios, la Verdad misma, lo hizo.

242. Aquí están tres de los valores trascendentales y universales que el pensamiento humano y
la espiritualidad católica los han conocido desde hace muchos siglos: Verdad, Bien y Belleza.
Son aspectos en sí mismos valiosos y con ellos tentó el demonio al hombre. ¿Dónde está
entonces el pecado? En este momento se nos revela algo más grande que la verdad, el bien, la
belleza, etcétera; es nada menos y nada más que: ¡la Voluntad Divina!

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243. No se trata de la verdad, el bien o la belleza al capricho de una voluntad creada, sino la
verdad, el bien y la belleza de acuerdo a la Voluntad de Dios. Es decir, no es suficiente hacer un
bien en sí mismo, sino hacer el bien en sí mismo que Dios quiere que hagamos. No se trata de
cultivar nuestro ser con cualquier verdad, aunque cualquier verdad manifiesta a la Verdad
Suprema, sino enfocarnos a las verdades que la Voluntad Divina quiere para nosotros. Y así en
todo.

244. Pongamos algunos ejemplos. Supongamos que una persona decide irse el seminario para
ser sacerdote, ¿es malo ser sacerdote? No, es bueno en sí mismo. Pero la pregunta
fundamental es: ¿por qué quiere irse al seminario? ¿Porque Dios se lo pidió? o ¿porque se
fueron sus amigos? o ¿porque es el sueño de la mamá o del abuelo y no quiere decepcionarlos?
o ¿porque es la manera de salirse de una familia disfuncional inaguantable?

245. Si en nuestro ejemplo la persona se va al seminario por las razones que sean, pero no
porque es Voluntad de Dios que sea sacerdote, entonces esta persona está actuando como
Adán y Eva al comer un fruto que tiene cosas buenas, “hecho por Dios”, pero que no es
Voluntad Divina que lo coman. “La Voluntad Divina es por tanto el máximo valor”.

246. Y lo mismo podríamos decir de casarse, irse de religioso, ser ingeniero, artista, etcétera. Y
así de cada cosa que decidimos o hacemos. Es la Voluntad Divina la que da valor a nuestras
acciones, haciéndolas nobles y grandes para Dios, veamos:

Así que no es la diversidad de las acciones o de los oficios por lo que la criatura puede
decir que hace cosas grandes, sino mi Voluntad que da el valor a las naderías, las pone en
el orden divino, y pone en ellas su imagen como sello de sus obras. En referencia a la
diversidad de oficios y de acciones, más bien es orden, armonía de mi sabiduría infinita,…
Sobre la tierra mi providencia mantiene tantos oficios diversos, quién es rey, quién es juez,
quién sacerdote, quién es pueblo, quién manda, quién depende, si todos tuvieran un solo
oficio, ¿qué sería de la tierra? Un desorden completo. ¡Oh! si todos entendieran que sólo
mi Divina Voluntad sabe hacer las cosas grandes, y aunque fueran pequeñas e
insignificantes, ¡oh! cómo estarían todos contentos y cada uno amaría el lugarcito, el oficio
en el cual Dios la ha puesto (Volumen 33, Octubre 4, 1935).

247. Por eso lo grande para la criatura es hacer y vivir en la Divina Voluntad y no lo que
nosotros pensamos que es lo grande, ya que muchas veces interviene nuestro egoísmo y
soberbia, sigue hablando Jesús en el Libro de Cielo:

…pero como se hacen dominar por el querer humano, quisieran dar de ellos, hacer
acciones grandes que no pueden hacer, por eso están siempre descontentos de la
condición o puesto en el cual la Divina Providencia los ha puesto para su bien. Por eso
conténtate de hacer lo poco unida con mi Voluntad, y no lo grande sin Ella,... He aquí el
por qué con vivir en mi Querer corren juntos tales prodigios que llega a lo increíble, la
nada de la criatura en poder del Todo, la nada presa por una Voluntad que puede hacer
todo. ¿Qué cosa no hará de esta nada? Hará obras dignas de un Fiat Supremo. Por eso el

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acto más bello, más solemne, más agradable para Nosotros, es la nada de la criatura dada
a Nosotros libremente para hacernos hacer lo que queramos. (Volumen 33, Octubre 4,
1935).

248. Entonces la santidad no es hacer cosas buenas que se nos ocurran, sino en hacer las cosas
buenas que Dios quiere que hagamos:

No todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga
la Voluntad de mi Padre celestial. (Mateo 7, 21).

249. La entrada al Reino de la plena felicidad, al Reino de la Divina Voluntad que reina en los
Cielos y que Dios quiere que reine también en la tierra es haciendo la Voluntad de Dios.

250. En este sentido nuestra Santa Madre dice:

Mientras la santidad no está en el oficio que les toca, sino en el cumplir la Voluntad Divina
en cualquier oficio asignado a ellas, porque es la pacificadora de las almas, fuerza y sostén
en los sacrificios más duros. (La Virgen María en el Reino de la Divina Voluntad, día 14).

Ahora hija mía escúchame, Yo continuaba mi vida en Nazaret, el Fiat Divino continuaba
extendiendo en Mí su reino, para ello se servía de los más pequeños actos míos, incluso de
los más indiferentes, como era mantener el orden de la pequeña casita, encender el fuego,
barrer, y todos aquellos servicios que se acostumbran en las familias,… porque donde
reina el Divino Querer, tiene la potencia de formar de las pequeñas naderías, nuevos cielos
de belleza encantadora, porque Él, siendo inmenso, no sabe hacer cosas pequeñas, sino
que con su potencia da valor a las pequeñeces y de ellas forma las cosas más grandes, de
dejar atónitos cielos y tierra. Todo es santo, todo es sagrado para quien vive de Voluntad
Divina. (La Virgen María en el Reino de la Divina Voluntad, día 17).

251. Por eso en los volúmenes de Libro de Cielo se abunda sobre el tema, algunas citas son:

Hija mía, tú has escogido lo mejor, porque quien está siempre en mi Voluntad, me ata en
modo de hacer salir de Mí una continua virtud para tenerla en continua actitud hacia Mí,
tanto, que ella forma mi alimento y Yo el suyo. En cambio, aunque el alma hiciese cosas
grandes, santas y buenas, como no es virtud que haya salido de Mí, no podrá ser para Mí
alimento sabroso, porque no las reconozco como obras de mi Voluntad. (Volumen 4,
Marzo 18, 1903).

Hija mía, mi Voluntad es el centro, las otras virtudes son la circunferencia. Imagínate una
rueda en la que en el centro están concentrados todos los rayos, si uno de estos rayos
quisiera separarse del centro, ¿qué sería de él? Primero que haría el ridículo, y segundo
quedaría inoperante, porque no estando más unido al centro no recibiría más vida y
quedaría muerto, y la rueda al rodar se desharía de él, así es para el alma mi Voluntad, mi
Voluntad es el centro, cualquier cosa, aun santa, virtudes, obras buenas que no son hechas
en mi Voluntad y sólo para cumplir mi Querer, son como rayos separados del centro de la

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rueda, y son obras y virtudes sin vida, por tanto jamás pueden agradarme (Volumen 11,
Abril 4, 1912).

Pero la cosa principal de cada uno es que en cada pensamiento suyo, palabra y obra, no
busque el propio interés, ni la estima y el agradar a los demás, sino sólo y únicamente el
agradar a Dios. (Volumen 4, Marzo 16, 1902).

252. Y en este sentido San Pablo dice en la Escritura:

Pero lo que era para mí ganancia, lo he juzgado una pérdida a causa de Cristo. Y más aún:
juzgo que todo es pérdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor,
por quien perdí todas las cosas, y las tengo por basura para ganar a Cristo, (Filipenses 3, 7-
8).

253. Por lo tanto, lo más grande que alguien puede hacer en su vida es agradar a Dios, conocer,
hacer y vivir en su Divina Voluntad, vivir en su Santo Querer:

Por esto no hay cosa más sublime, más grande, más divina, más santa, que el vivir en mi
Querer (Volumen 16, Marzo 2, 1924).

No hay cosa más bella, más querida, más grande, más santa, que sentir correr el dominio
de mi Voluntad en todos los actos, y en todo el conjunto de la criatura, podría decir que el
Cielo queda atrás ante el dominio de mi Voluntad en el corazón de la criatura viadora
(Volumen 30, Enero 12, 1932).

254. La criatura viadora es la que vive en la tierra; es el alma que está en estado de prueba en
la tierra, en camino al Cielo y por eso sus actos buenos, haciendo con amor la Divina Voluntad o
sobre todo viviendo ya en Ella, tienen un gran valor meritorio para ella y para la comunión de
los santos (la unión de la Iglesia en la tierra, en el purgatorio y en el Cielo).

255. Y esta adorable Voluntad es precisamente lo que el demonio rechazó junto con los ángeles
que le siguieron convirtiéndose en ángeles caídos; y es lo que quiere que nosotros —los
viadores— también hagamos.

256. Siguiendo con el relato del Génesis citado más arriba, vemos que después que la mujer
comió del fruto prohibido: luego se lo dio a su marido…que también comió; para las
generaciones humanas el hecho de que Adán hubiera pecado es y ha sido todo el drama y el
dolor de la humanidad. En cuanto a pecado personal, tanto pecado es el de Eva como el de
Adán, pero Adán al ser la cabeza de la humanidad, ya que de él —de su costilla— salió Eva, su
pecado, además de ser personal, afectó a toda la humanidad:

Todos los hombres están implicados en el pecado de Adán. San Pablo lo afirma: "Por la
desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores" (Romanos 5,19):
"Como por un solo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la

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muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron..." (Romanos 5,12).
(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 402).

257. De alguna manera al ser Adán cabeza de todo el género humano, es como si todos
estuviéramos en él y así al pecar, como dice la cita de Romanos, citada por el Catecismo: todos
fuimos constituidos pecadores. Por eso Jesús dice en Libro de Cielo:

Su caída [de Adán] trajo más graves consecuencias porque era la cabeza de todas las
generaciones, por tanto todos los miembros debían sentir como connaturalmente los
efectos del mal de su cabeza. (Volumen 21, Abril 8, 1927).

258. En la siguiente cita se ve cómo a Adán le pasó lo mismo que a Eva respecto a que también
conoció los valores del fruto prohibido, pero que no eran de acuerdo a la Voluntad de Dios. Y
Jesús explica que esto sucedió porque Adán dejó de mirar a Dios, de enfocarse al atractivo
divino. Y también explica que pudo haber corregido a Eva y él haber permanecido fiel a Dios:

Adán, ¿por qué pecó? Porque separó su mirada del atractivo divino, y en cuanto Eva le
presentó el fruto para hacerlo comer, miró el fruto y la vista sintió placer al mirarlo, el oído
sintió deleite al oír las palabras de Eva, de que si comía el fruto se volvería semejante a
Dios, la garganta sintió gusto al comerlo, así que el gusto fue el primer acto de su ruina. Si
en cambio hubiese sentido desagrado al mirarlo, aburrimiento, fastidio al oír las palabras
de Eva, disgusto al comerlo, Adán no habría pecado, más bien habría hecho el primer acto
heroico en su vida, resistiendo y corrigiendo a Eva por haber hecho eso, y él habría
permanecido con la corona imperecedera de la fidelidad hacia Aquél a quién tanto debía y
que tenía todos los derechos de su sujeción. (Volumen 15, Junio 6, 1923).

259. Y si Adán hubiera permanecido fiel ¿qué hubiera pasado?

Entonces, si Adán hubiese resistido a la prueba, todas las generaciones humanas habrían
sido confirmadas en su estado feliz y de realeza. (Volumen 24, Abril 1, 1928).

260. Así es, si Adán no hubiera pecado, hubiera corregido a Eva y en Adán habría permanecido
fiel hacia Dios; y de esta manera las generaciones humanas habrían sido confirmadas en su
estado feliz y de realeza. Esto quiere decir que no hubiera existido el pecado original y el mal no
se hubiera propagado por la humanidad y estaríamos viviendo en el maravilloso paraíso.
Paraíso interno y externo poseyendo toda la humanidad el don del Reino de la Divina Voluntad:
estado feliz y de realeza.

261. Sigamos con el relato del Génesis 3, 6-10 citado más arriba. En la cita se menciona dos
veces la realidad de la desnudez; en el primero se dice: “Entonces se abrieron los ojos de los dos
y descubrieron que estaban desnudos. Por eso se hicieron unos taparrabos, entretejiendo hojas
de higuera” ¿qué ojos se abrieron? Seguramente los de la voluntad humana; la voluntad
humana tomó el reinado en el hombre rebelándose de la Voluntad Divina y saliendo del Reino
de la Divina Voluntad. Por eso en ese momento se desnudaron de este Reino junto con todos

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sus bienes, se desnudaron de la gracia divina, de la inocencia, del domino amoroso sobre la
Creación y perdieron sus vestiduras reales de luz.

262. Es decir, al perder el don del Reino de la Divina Voluntad se desnudaron de sus vestidos de
luz que les proporcionaba la Voluntad Divina, teniendo que hacerse unos taparrabos de hojas
de higuera: de vestidos divinos de luz a hojas de higuera, así cayó el ser humano.

263. Y con esto también perdieron la confianza y se alimentaron del veneno diabólico de la
desconfianza a Dios: “Al oír la voz del Señor Dios que se paseaba por el jardín, a la hora en que
sopla la brisa, se ocultaron de Él, entre los árboles del jardín. Pero el Señor Dios llamó al hombre
y le dijo: «¿Dónde estás?». «Oí tus pasos por el jardín, respondió él, y tuve miedo porque estaba
desnudo. Por eso me escondí».”

264. Dios no había cambiado, seguía y seguirá siendo amor, pero la consecuencia a la rebeldía a
la Voluntad Divina construye todos los miedos en el ser humano, miedos que el enemigo
aprovechará en nuestra historia personal y comunitaria. Veamos qué dice Jesús en Libro de
Cielo respecto a la pérdida y desnudez del don del Reino de la Divina Voluntad:

Mi Voluntad le era un dulce encanto que lo tenía absorbido en una luz purísima... ¡Oh!
cómo era feliz el hombre y cómo la Divinidad se deleitaba en darle tantas partículas de su
Ser por cuanto la criatura puede recibir, para hacerlo semejante a Él. Ahora, en cuanto
rompió la unión de nuestra Voluntad con la suya, perdió la vestidura real, perdió el
encanto, la luz, la felicidad; se miró a sí mismo sin la luz de mi Voluntad y viéndose sin el
encanto que lo tenía absorto, se conoció, tuvo vergüenza, tuvo miedo de Dios, tanto que
su misma naturaleza sintió sus tristes efectos, sintió el frío y la desnudez y sintió la viva
necesidad de cubrirse; y así como nuestra Voluntad lo tenía en el puerto de felicidades
inmensas, así la suya lo puso en el puerto de las miserias. (Volumen 16, Enero 14, 1924).

265. Aquí Jesús habla de esta desnudez, de esta pérdida de la vestidura real, de luz de su
Voluntad Divina. En el volumen 20 Jesús relaciona esta pérdida de los vestidos de luz con la
repartición de sus vestidos y el rifarse su túnica en el Calvario:

Cómo me fue doloroso el ver repartidos mis vestidos entre mis mismos verdugos y echada
a juego mi túnica; era el único objeto que Yo poseía, que me había dado con tanto amor
mi Mamá doliente, y ahora no sólo me han despojado de ella, sino que hicieron de ella un
juego. ¿Pero sabes tú que me traspasó mayormente? En aquellos vestidos se me hizo
presente Adán, vestido con el vestido de la inocencia y cubierto con la túnica indivisible de
mi Suprema Voluntad. La increada Sabiduría al crearlo hizo más que una madre
amorosísima, lo vistió más que con una túnica con la luz interminable de mi Voluntad,
vestido no sujeto a descomponerse, ni a dividirse ni a consumirse, vestido que debía servir
al hombre para conservar la imagen de su Creador, sus dotes recibidas, y que debía
volverlo admirable y santo en todas sus cosas, y no sólo esto, sino que lo recubrió con la
sobrevestidura de la inocencia. Y Adán dividió en el Edén con sus pasiones los vestidos de
la inocencia y se jugó la túnica de mi Voluntad, vestido incomparable y de luz

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deslumbrante. Esto que hizo Adán en el Edén, se repitió ante mis ojos en el monte Calvario
al ver repartidos mis vestidos y sorteada mi túnica, símbolo de la vestidura real dada al
hombre, mi dolor fue intenso, tanto que por ello di un lamento. (Volumen 20, Diciembre
12, 1926).

266. Aquí descubrimos parte de los misterios de Jesús, gracias a los volúmenes sabemos el
significado profundo de la repartición de sus vestidos y la rifa de su túnica. Jesús continua
hablando respecto a este pecado de origen:

En cuanto se sustrajo del Fiat Divino, se retiró la luz del alma y del cuerpo y perdió su
hermosa vestidura, y no viéndose más circundado de luz se sintió desnudo, y
avergonzándose al verse solamente él desnudo en medio de todas las cosas creadas, sintió
la necesidad de cubrirse y se sirvió de las cosas superfluas, de las cosas creadas, para
cubrir su desnudez. (Volumen 20, Diciembre 12, 1926).

267. Todo esto nos habla de la grandeza del don del Reino de la Divina Voluntad y del amor del
Creador a nosotros que nos quiere dar lo más valioso y llenarnos de bendiciones, de regalos
excelsos y de sus ternuras. Es nuestra ingratitud y nuestras malas decisiones lo que ha
convertido el paraíso que Dios nos hizo en un valle de lágrimas.

268. Entonces queda claro que el pecado original en el ser humano, igual que en los ángeles,
fue la sustracción de la voluntad creada de la Voluntad Divina; y se ve cómo esto es la causa de
los males, de las miserias y de los dolores. Porque la Voluntad Divina es la fuente de todas las
felicidades:

Hija mía,… quien vive en mi Voluntad aflora sobre todo su ser la sonrisa del Cielo, el
contento de los bienaventurados, la paz de los santos. Mi Voluntad contiene la sustancia
de todas las alegrías, la fuente de todas las felicidades (Volumen 13, Agosto 13, 1921).

…mi Voluntad contiene todos los bienes posibles e imaginables (Volumen 11, Septiembre
3, 1913).

La infelicidad, las amarguras, las debilidades, las pasiones, no entran en mi Voluntad, están
fuera de Ella; su aire balsámico endulza y fortifica todo, y por cuanto más el alma vive en
Ella y repite sus actos en mi Querer Divino, tantos más grados de felicidad, de santidad, de
fuerza y belleza divina adquiere, y también en las mismas cosas creadas siente la felicidad
que le llevan de su Creador. Mi Divina Voluntad quiere hacer sentir la naturaleza de su
felicidad a la criatura que vive en Ella (Volumen 28, Mayo 2, 1930).

269. Porque esta Voluntad Divina es Vida y Vida Divina:

Mi Voluntad es Vida, y no sabe obrar, ni hacer nada, si no genera Vida, ni puede hacer
menos. (Volumen 34, Marzo 14, 1937).

64
El poseer mi Voluntad es Vida Divina que el alma desarrolla en su alma (Volumen 23,
Febrero 12, 1928).

270. Por eso el hombre, al sustraerse de la Divina Voluntad perdió la Vida, la Vida Divina; y de
ser inmortal, murió esta Vida Divina en su alma y su cuerpo empezó a morir, perdiendo las
felicidades, los gozos divinos y entrando el dolor y las desgracias en la historia humana.

271. ¿Qué hizo el Amor Divino ante esta desgracia de su criatura? Veamos el siguiente capítulo.

65
Capítulo 5: La pérdida de la Vida Divina y su recuperación

272. Los hijos son semejantes a sus padres. No solamente en un sentido físico superficial, sino
más profundo. Los padres tienen hijos con su misma naturaleza; por ejemplo, los perros tienen
perritos, no moscas o arañas. Igualmente las arañas tienen arañitas, no piedras o gotas de
agua.

273. Es decir, los padres humanos tienen hijos humanos, de naturaleza humana. Los padres
transmiten el mismo tipo de vida que ellos tienen a sus hijos: por eso los padres humanos
transmiten vida humana a sus hijos, no vida canina o arácnida. De hecho, los hijos tienen los
mismos genes humanos que sus padres: 50% de la madre y 50% del padre.

274. Dios Padre engendra a Dios Hijo eternamente. Y ¿de qué naturaleza es el Hijo? De
naturaleza divina por supuesto, igual que el Padre y el Espíritu Santo. Por eso ¿de qué
naturaleza es la Vida de la Santísima Trinidad? Divina, por supuesto, es Vida Divina. La Familia
Divina tiene Vida Divina por naturaleza. Las familias humanas tienen vida humana por
naturaleza.

275. Pero Dios en su amor quiso que los seres personales que llamó a la existencia —ángeles y
humanos— tuvieran también Vida Divina, de esta manera serían miembros de la Familia Divina,
ya que tendrían también esta Vida. Sólo que en estas criaturas sería por gracia, no por
naturaleza.

276. Pero Dios en su generosidad y magnanimidad no se conformó con darnos su Vida Divina
de alguna manera, sino que quiso la unión más íntima y estrecha, y esto es con unir, fundir,
cada una de las voluntades de estos seres personales con su Voluntad Divina, lo cual es el don
del Reino de la Divina Voluntad dado a cada ser personal. Y de esta manera estos seres
personales recibirían la mayor Vida Divina posible que la criatura puede poseer, con lo cual
gozarían de todos los bienes posibles e imaginables, de las felicidades más grandes.

277. Esta fue la propuesta divina a las criaturas personales; una propuesta bellísima, magnífica,
llena de un amor infinito, digna de Dios. Tristemente la ingratitud aparece en la criatura y
rechaza esto, no pasa las pruebas. Obviamente no todos, hubo ángeles (los buenos) que sí
acogieron el plan maravilloso de Dios, y otros ya sabemos que no; ya vimos que esto también
llevó un cierto tiempo10 en los ángeles al tomar sus decisiones.

278. En el caso humano, Adán y la humanidad contenida en él —por el pecado— rechazó este
plan, pero Dios en su Misericordia da también un tiempo de posibilidad de redención al ser
humano en su corta vida para revertir este rechazo. Ya que el pecado original trasmitido no es
un pecado personal, sino heredado; y quizá —entre otras cosas— esto mueve a Dios
misericordioso en darnos una oportunidad, una oportunidad en términos personales, y a nivel

10
Al tiempo de los ángeles se le ha llamado evo, del latín: aevum.

66
humano y universal, restaurar las cosas —a través de la Redención y del Reino de la Divina
Voluntad— para que se logre la finalidad de la Creación y del hombre: el establecimiento pleno
del reinado de la Divina Voluntad:

Hija mía de mi Querer, si tú supieras cuál es nuestro contento al ver entrar en el alma
nuestra Voluntad,… ¿pero sabes por qué? Porque entrando en nuestro Querer, no para
vivir del suyo sino del nuestro, Nosotros recibimos lo que salió de Nosotros, nos sentimos
restituir la finalidad por la cual la creamos y por eso hacemos fiesta. *…+ Hija mía, no te
maravilles, son nuestras miras, la finalidad para la cual fue creada la criatura, de encontrar
en ella nuestra Vida, nuestra Voluntad reinante (Volumen 34, Junio 28, 1937).

…el hombre fue hecho por Nosotros para vivir en nuestro Querer (Volumen 35, Marzo 28,
1938).

…nuestro Ente Supremo quiere que la criatura haga vida en nuestra Voluntad, siendo este
el único fin por el cual le hemos dado la vida. (Volumen 34, Junio 6, 1937).

…el único fin de la Creación fue propiamente esto: Que nuestro Querer Divino debía reinar
como en el Cielo así en la tierra. (Volumen 27, Enero 26, 1930).

279. Aquí vale la pena ver de nuevo la cita del Catecismo que vimos en el Prefacio:

La Iglesia… enseña que nuestros primeros padres Adán y Eva fueron constituidos en un
estado "de santidad y de justicia original". Esta gracia de la santidad original era una
"participación de la vida divina". Por la irradiación de esta gracia, todas las dimensiones de
la vida del hombre estaban fortalecidas. Mientras permaneciese en la intimidad divina, el
hombre no debía ni morir ni sufrir. La armonía interior de la persona humana, la armonía
entre el hombre y la mujer, y, por último, la armonía entre la primera pareja y toda la
creación constituía el estado llamado "justicia original". (Catecismo de la Iglesia Católica, n.
375 y 376).

280. Esta cita da para mucha reflexión. No podemos agotarla toda en esta obra. Lo que es
interesante es la conexión natural con las manifestaciones que Jesús hace a través de Luisa
Piccarreta. Nos centraremos de momento en la expresión: Esta gracia de la santidad original
era una "participación de la vida divina".

281. Aquí el Catecismo nos enseña que esta santidad —que vimos en el Prefacio que es la
misma Santidad de Dios a través del don del Reino de la Divina Voluntad— es una gracia que
Dios nos regaló; y que es una "participación de la Vida Divina", Vida Divina que, como ya vimos,
es la Voluntad Divina:

…mi Voluntad es Vida Divina (Volumen 23, Febrero 12, 1928).

282. Esta participación de la Vida Divina es una participación de la naturaleza Divina (divinae
consortes naturae11):

11
Versión “Nova Vulgata”.

67
Su poder divino [de Jesucristo], en efecto, nos ha concedido gratuitamente todo lo
necesario para la vida y la piedad, haciéndonos conocer a aquel que nos llamó por la
fuerza de su propia gloria. Gracias a ella, se nos han concedido las más grandes y valiosas
promesas, a fin de que ustedes lleguen a participar de la naturaleza divina (2 Pedro 1, 3-4).

283. Aquí San Pedro nos habla de esta participación en la naturaleza divina gracias al poder
divino de Jesucristo, nuestro Salvador. Esto significa que esta participación en la Vida Divina de
Dios nos hace participar de alguna manera en su naturaleza divina. Con lo cual queda de
manifiesto el gran amor de Dios que quiere donarse lo más posible a su criatura:

Hija mía, este es mi objetivo, quiero que mi Voluntad sea vida de la criatura, para tenerla
junto Conmigo para hacerla amar con mi amor, obrar en mis obras, en suma, es la
compañía que quiero en mis actos (Volumen 33, Julio 8, 1935).

284. Entonces así fuimos creados con esta participación en la naturaleza divina con el don del
Reino de la Divina Voluntad que nos participaba la misma Vida Divina de Dios, haciéndonos
hijos de Dios plenamente a lo que es posible a la criatura; obviamente no del mismo modo que
la filiación de Dios Hijo respecto a Dios Padre, pero participando en lo que a criatura es posible
de esta filiación divina. Por eso la nobleza y grandeza del ser humano antes del pecado original
era muy grande:

…y como lo dotamos [a Adán] de todos los bienes y su voluntad era la nuestra, y la nuestra
la suya, todo era armonía entre él y Nosotros, lo que quería tomaba de Nosotros:
Santidad, sabiduría, potencia, felicidad, etc., era nuestro prototipo, nuestro retrato,
nuestro hijo feliz, así que Adán en el principio de su existencia tuvo una época en que
cumplía a maravilla la finalidad para la cual fue creado, probó qué significa vivir del Querer
de su Creador, éramos felices mutuamente al ver reproducir en nuestra imagen nuestros
mismos actos. (Volumen 15, Abril 25, 1923).

285. Entonces los hijos legítimos de Dios son los que viven con su misma Vida y su misma
Voluntad: “porque lo que es del Padre es de los hijos” (Volumen 20, Diciembre 22, 1926); es
decir, esta Vida Divina se realiza en ellos porque hacen la Voluntad de su Padre Dios, haciendo
estos actos con la misma Voluntad Divina, con su Querer Supremo; por lo tanto sus actos son
actos divinos:

…debes saber que al crear al hombre, nuestra primera Suprema Voluntad fue que debía
vivir en nuestro Querer, y debiendo vivir en Él debía tomar de lo nuestro para vivir a
nuestras expensas, correspondiendo a nuestra Voluntad con tantos actos divinos por
cuantos actos humanos hacía en la nuestra, y esto para enriquecerlo con todos los bienes
que nuestra Voluntad contiene (Volumen 5, Marzo 18, 1923).

Hija mía, mi Voluntad es eterna, y sólo para quien vive en Ella, abrazando lo eterno, todos
sus actos, desde el más pequeño hasta el más grande, siendo animados por una Voluntad
eterna, todos adquieren el valor, el mérito, la forma de actos divinos y eternos. (Volumen
16, Mayo 19, 1924).

68
286. Por lo tanto la persona que vive con el don del Reino de la Divina Voluntad es un hijo
legítimo de Dios porque posee la misma Vida Divina de Dios Padre y hace lo que hace su Padre,
de la manera como lo hace: con la Voluntad Divina, produciendo actos semejantes al Padre:
actos divinos. Y para hacer esto necesita poseer la Voluntad Divina como propia, vivir en Ella, lo
cual es su herencia; y la Voluntad Divina es Vida Divina, por lo que posee la misma Vida del
Padre a su máxima plenitud, a lo más posible que su ser de criatura puede recibir. Porque los:

…hijos legítimos, buenos, *tienen+ en común los bienes del Padre (Volumen 15, Mayo 2,
1923).

287. Las siguientes palabras de Jesús sintetizan muy bien lo que estamos hablando, veamos:

…los actos hechos por mi Voluntad, son nuestro ejército divino que, ordenados en torno al
Ser Supremo forman nuestra gloria, nuestra defensa, nuestra felicidad sin fin; lo que sale
del Fiat Divino lleva la marca divina, y conforme salen, más que nuestros hijos legítimos,
no pierden jamás la vida. Si tú no das jamás vida a tu voluntad, también tú podrás llamarte
un acto de la Divina Voluntad, y como acto de Ella vendrás a adquirir el derecho sobre
todos sus actos, tomarás lugar en nuestro ejército, serás nuestra hija legítima (Volumen
22, Julio 10, 1927).

Entonces, quien no hace y no vive en nuestra Voluntad Divina se vuelve extraña de la


familia celestial, no conoce los bienes de su Padre Celestial, y apenas las gotitas toma del
amor y de los bienes de su Creador, ella misma se vuelve hija ilegítima que no tiene plenos
derechos en las posesiones de su Padre Divino. Sólo mi Voluntad da el derecho de filiación,
y la libertad de tomar lo que quiere de la casa de su Padre Celestial. (Volumen 30, Enero
24, 1932).

288. Entonces Adán antes de pecar; es decir, de sustraerse del Querer Divino, era un hijo
legítimo. Al salir de la Divina Voluntad salió de su filiación divina y se hizo siervo, una criatura
más en todo lo creado, pero ya no el rey del universo, ya no el hijo de Dios:

Por eso, hasta en tanto que el hombre vivió en nuestro Fiat Divino, no conoció
servidumbre; en cuanto pecó, sustrayéndose de nuestro Querer Divino, perdió el señorío y
se redujo a esclavitud. ¡Qué cambio, de hijo a siervo! Perdió el mando sobre las cosas
creadas, se volvió el siervo de todos. (Volumen 28, Febrero 26, 1930).

289. El Catecismo así lo expresa:

La armonía en la que se encontraban [Adán y Eva], establecida gracias a la justicia original,


queda destruida; el dominio de las facultades espirituales del alma sobre el cuerpo se
quiebra; la unión entre el hombre y la mujer es sometida a tensiones; sus relaciones
estarán marcadas por el deseo y el dominio. La armonía con la creación se rompe; la
creación visible se hace para el hombre extraña y hostil. A causa del hombre, la creación es
sometida "a la servidumbre de la corrupción". Por fin, la consecuencia explícitamente
anunciada para el caso de desobediencia, se realizará: el hombre "volverá al polvo del que

69
fue formado". La muerte hace su entrada en la historia de la humanidad. (Catecismo de la
Iglesia Católica, n. 400).

290. En la siguiente cita de Libro de Cielo se expresa la belleza de esta relación Paterno-filial
entre Dios y Adán antes del pecado y cómo cambió:

¿No sabes tú que a Adán hasta en tanto que se mantuvo como hijo primogénito de mi
Voluntad, y por consecuencia tenía el primado sobre todo, Yo lo visitaba frecuentemente?
Mi Voluntad reinante en él le suministraba todos los modos necesarios para entretenerse
Conmigo como hijo que forma la consolación de su Padre, así que Yo hablaba con él como
a un hijo, y él Conmigo como a su Padre, pero en cuanto se sustrajo de mi Voluntad perdió
el primado, la primogenitura y junto con eso perdió todos mis bienes, no sentía ya en él la
fuerza de sostener mi presencia, ni Yo me sentía atraído por una fuerza y Voluntad Divina
para ir a él, por eso todos sus vínculos Conmigo quedaron despedazados, por derecho ya
nada le tocaba, y no más me pudo ver develado, sino entre rayos y eclipsado en mi luz, en
aquella luz de mi Voluntad que él había rechazado. (Volumen 20, Octubre 12, 1926

291. Es hermoso ver en la cita anterior el como Dios visitaba al hombre frecuentemente. En este
sentido los primeros capítulos del Génesis expresan que existía un diálogo entre Dios y el
hombre que viene para menos cuando peca, y entonces la presencia de Dios resulta temerosa
para el hombre, como habíamos visto más arriba: “Al oír la voz del Señor Dios que se paseaba
por el jardín, a la hora en que sopla la brisa, se ocultaron de Él, entre los árboles del jardín. Pero
el Señor Dios llamó al hombre y le dijo: «¿Dónde estás?». «Oí tus pasos por el jardín, respondió
él, y tuve miedo” (Génesis 3, 8-10).

292. En la cita anterior de Libro de Cielo se nos expresa que Dios estaba develado para el
hombre, porque vivía en la Divina Voluntad y que Dios era atraído a él porque poseía
precisamente esta Voluntad Divina. Pero al salir de esta Voluntad, el hombre ya no tuvo la
misma relación, ya no pudo ver a Dios —aparecieron los velos— y se convirtió en siervo.
Obviamente no se trataba de una visión beatífica, ya que si así hubiera sido, el hombre nunca
hubiera pecado (algo semejante a lo que pasó con los ángeles que se vio en el Capítulo 2).

293. Sin embargo el hombre —antes de pecar— sí veía a Dios de alguna manera, que para los
que no viven con el don del Reino de la Divina Voluntad les es impedido (a menos claro que
Dios otorgue una gracia especial). En los volúmenes se expresa un “mirar “de voluntades: “…la
luz de nuestra Voluntad hará vibrar más fuerte sus rayos brillantísimos, se acercará en modo de
mirar a la cara a la voluntad humana” (Volumen 24, Junio 12, 1928).

294. Pero a pesar del pecado, en cuanto el hombre salió de la Divina Voluntad, Dios en su Amor
y Misericordia promete la victoria sobre este mal que entró en la vida de los seres personales y
a través de ellos en la Creación:

Y el Señor Dios dijo a la serpiente: «Por haber hecho esto, maldita seas entre todos los
animales domésticos y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre,

70
y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu
linaje y el suyo. Él te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón». (Génesis 3, 14-15).

295. La humanidad no será destruida, a pesar de haber caído, esta humanidad caída tiene la
esperanza de redención, de restauración; la descendencia —el Mesías y su Iglesia— de esta
pareja (Adán y Eva) acabará con el mal, haciendo hincapié en “la mujer” —la Virgen María,
Luisa como segunda madre, la Iglesia como Madre también—. En este sentido Jesús dice en los
volúmenes:

Hija mía, tú debes saber que Adán antes de pecar hacía sus actos en el Fiat Divino, esto
significaba que la Trinidad le había dado la posesión de este Reino, porque para poder
poseer un reino se necesita quién lo forme, quién lo done y quién lo reciba. La Divinidad lo
formó y lo donó, el hombre lo recibió, así que Adán en su primera época de la Creación
poseía este Reino del Fiat Supremo, y como él era la cabeza de todo la generación
humana, todas las criaturas recibían el derecho de esta posesión; y si bien Adán con
sustraerse de nuestra Voluntad perdió la posesión de este Reino, porque con hacer su
voluntad se puso como en estado de guerra con el eterno Fiat… Todo esto no quitó los
derechos a sus descendientes de poder readquirir el Reino de mi Voluntad. (Volumen 21,
Marzo 10, 1927).

296. ¡Excelente noticia! Aunque Adán perdió el Reino de la Divina Voluntad, esto no quitó los
derechos a sus descendientes de readquirirlo; gracias al Hijo de la Mujer: Jesucristo. Pero Jesús
hizo la salvación-restauración en un proceso adaptado a nuestra naturaleza humana caída; Él
es Dios, nosotros criaturas enfermas por el pecado, por eso nosotros podemos recibir las cosas
poco a poco.

297. Por eso, aunque Dios ya ha hecho todo en su eternidad, en su acto único, nosotros lo
recibimos en un proceso temporal adaptado a nuestra naturaleza de criatura caída. Y así
nosotros hemos recibido primero la Redención y luego el Reino de la Divina Voluntad. La
Redención nos ha dado la salvación, el Reino de la Divina Voluntad nos ha dado la restauración,
es decir, el volver a vivir con el don con el que vivió Adán antes de pecar, a vivir de acuerdo a la
finalidad por la que fuimos creados.

298. Otra manera de decirlo es que la Vida Divina que poseía Adán antes del pecado, Jesucristo
nos la ha recuperado totalmente, pero nosotros la recibimos progresivamente a través de la
historia humana enlazada con la Historia de amor de la Divina Voluntad. Porque Jesucristo,
cuando vino al mundo hizo todo, Dios no hace cosas a medias:

Cristo nuestro Señor, plenitud de la revelación (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 75).

Dios se ha revelado plenamente enviando a su propio Hijo, en quien ha establecido su


alianza para siempre. El Hijo es la Palabra definitiva del Padre, de manera que no habrá ya
otra Revelación después de Él. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 73).

71
299. El Hijo en su Persona contiene todo: Redención, Restauración, Santidad en la Divina
Voluntad, todo. Y el Hijo en Jesucristo es plenitud y nos ha dado todo, a Él mismo. Pero como
decimos, nosotros en nuestra pequeñez dañada por el pecado, lo recibimos gradualmente a
través de un proceso histórico. Esta realización plena de Jesucristo la expresa así en los
volúmenes:

En mi venida a la tierra vine a formar la Redención del hombre y al mismo tiempo vine a
formar el reino de mi Voluntad (Volumen 33, Mayo 31, 1935).

Es más, te digo que la Divinidad, antes de que Yo descendiera del Cielo había decretado la
Redención y el reino de mi Voluntad, debiendo servir la una al desembolso de la otra,
porque siendo Ella Divina y de valor infinito, se necesitaba un Hombre Dios que pudiese
pagar y adquirir un Querer Divino, para darlo de nuevo a quien lo había perdido, y si esto
no fuese, no me habría movido del Cielo para venir sólo a redimir, sobre todo que me
interesaba más el restituir los derechos a nuestra Voluntad ofendida y rechazada que la
misma Redención, y además no habría actuado como Dios si ponía a salvo a mis criaturas,
y mi Voluntad la hacía a un lado, no dándole los derechos debidos y de restituirle su reino
en medio a las criaturas. (Volumen 32, Septiembre 10, 1933).

300. Aquí se ve cómo es un mismo proyecto divino la Redención y la recuperación del don del
Reino de la Divina Voluntad:

…la Redención y el reino de mi Voluntad son uno, inseparables entre ellos. (Volumen 33,
Mayo 31, 1935).

301. Pero la finalidad es el Reino de la Divina Voluntad; es decir, es la prioridad —la finalidad
principal—, como lo vemos también en las siguientes palabras de Jesús:

Por tanto mi venida a la tierra no fue por la sola Redención, más bien, la primera finalidad
fue para formar el Reino de mi Voluntad en mi Humanidad, para darlo nuevamente a las
criaturas; si esto no fuera así, mi venida sobre la tierra sería una obra incompleta, no digna
de un Dios, que nada menos no habría podido restablecer la obra de la Creación, el orden
como salió de nuestras manos creadoras, que en todo debía reinar nuestra Voluntad.
(Volumen 21, Marzo 16, 1927).

Es verdad que vine a la tierra para redimir al hombre, pero mi finalidad principal fue que la
Voluntad Divina triunfase sobre la voluntad humana poniendo de acuerdo estas dos
voluntades y hacer de ellas una sola, con llevarla en aquella Voluntad de donde había
salido. (Volumen 15, Abril 28, 1923).

302. Pero Jesús aclara que como el ser humano estaba caído por el pecado, tenía que limpiarlo
y levantarlo, para luego cuando estuviera preparado y llegara el tiempo adecuado, manifestarle
el Reino de la Divina Voluntad que ya Cristo lo adquirió para nosotros desde su primera venida;
por eso Jesús sigue diciendo, retomando la cita anterior:

72
Pero para obtener la primera finalidad debí primero poner fuera la segunda, esto es,
salvarlo, darle la mano porque estaba caído, lavarlo del fango en el cual yacía; ¿cómo
podía decir ven a vivir en mi Querer, si era horrible al verse y estaba bajo la esclavitud del
enemigo infernal? (Volumen 15, Abril 28, 1923).

303. Y también en la siguiente cita:

Mi Redención debía servir para plantar el árbol de mi Voluntad, el cual regado con mi
sangre, cultivado y trabajado con mis sudores y penas inauditas, abonado con los
Sacramentos, debía primero hacer desarrollar el árbol, después florecer, y al final hacer
madurar los frutos celestiales de mi Voluntad. Pero para hacer madurar estos frutos
preciosos no bastaba el curso de mis treinta y tres años, ni las criaturas estaban
preparadas, dispuestas para tomar un alimento tan delicado que daba todo el Cielo. Por
eso me contenté con plantar el árbol, dejando todos los medios posibles para hacerlo
crecer bello y gigantesco, y a tiempo oportuno, cuando los frutos están por madurar, a fin
de que sean cortados, te he escogido a ti en modo todo especial para hacerte conocer el
bien que contiene, y cómo quiero levantar de nuevo a la criatura a su origen, y que
poniendo a un lado su voluntad, causa por la que descendió de su estado feliz, comerá de
estos frutos preciosos, los cuales le darán tanto gusto, que servirán para quitarle toda la
infección de las pasiones y del propio querer, y restituirle el dominio a mi Voluntad.
(Volumen 19, Junio 6, 1926).

304. En este sentido también vamos recuperando la filiación con Dios; con la Redención, de
siervos pasamos a hijos adoptivos en Jesucristo:

Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en
Cristo con toda clase de bienes espirituales... Él nos predestinó a ser sus hijos adoptivos
por medio de Jesucristo, conforme al beneplácito de su Voluntad (Efesios 1, 3-5).

305. Entonces, ¿cómo llegamos a ser hijos adoptivos? Por medio de Jesucristo. En la misma
carta a los Efesios dice:

En Él hemos sido redimidos por su Sangre y hemos recibido el perdón de los


pecados, según la riqueza de su gracia (Efesios 1, 7).

306. Dice que hemos sido redimidos por su Sangre, según la riqueza de su “Gracia”; en la misma
carta en el capítulo dos dice:

Porque ustedes han sido salvados por su gracia, mediante la fe. (Efesios 2, 8).

307. Significa, por tanto, que somos salvados y somos hijos adoptivos por la gracia que nos ha
dado Jesucristo. El Catecismo lo expresa así:

La gracia es el auxilio que Dios nos da para responder a nuestra vocación de llegar a ser sus
hijos adoptivos. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2021).

73
Dios, que "habita una luz inaccesible" quiere comunicar su propia vida divina a los
hombres libremente creados por Él, para hacer de ellos, en su Hijo único, hijos adoptivos.
(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 52).

308. Esto quiere decir que llegamos a ser hijos adoptivos en el Hijo único —Jesucristo— a través
de la gracia. ¿Qué es la gracia? Las citas anteriores nos dan la respuesta; si observamos la
primera habla de “la gracia”, la segunda habla de la “vida divina”; es decir, la gracia es la Vida
Divina que gracias a la Redención realizada por Cristo nos es comunicada. Obviamente el ser
humano libremente debe querer recibir esta Vida Divina y unirse a Jesús mediante la fe. No
pretendemos aquí hacer una catequesis básica, pero para recordar:

Celebrados dignamente en la fe, los sacramentos confieren la gracia (Catecismo de la


Iglesia Católica, n. 1127).

309. Y la gracia es la Vida Divina:

Los sacramentos son signos eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la
Iglesia por los cuales nos es dispensada la vida divina. (Catecismo de la Iglesia Católica, n.
1131).

310. Ya veíamos anteriormente que los hijos tienen el mismo tipo de “vida” que sus padres; por
lo tanto en Jesucristo podemos recibir la gracia que es Vida Divina y por eso podemos ser hijos
adoptivos del Padre en Cristo. ¿Por qué adoptivos? porque como veremos más adelante,
todavía no es plena esta Vida Divina, sino hasta que se viva en la Divina Voluntad.

311. Pero esta gracia requiere unidad, comunión con Jesucristo y por lo tanto con su Voluntad,
por eso en la misma carta a los Efesios en donde se menciona lo de la gracia y la adopción de
hijos, se dice:

Él nos hizo conocer el misterio de su Voluntad (Efesios 1, 9).

312. Y Jesús en una de las citas centrales del Evangelio dice:

No todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga
la Voluntad de mi Padre celestial. (Mateo 7, 21).

313. Por eso el Catecismo habla de las disposiciones:

…los frutos de los sacramentos dependen también de las disposiciones del que los recibe.
(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1128).

314. Y estas disposiciones tienen que ver con el amor con el cuál hacemos las cosas, sobre todo
para Dios; y el amor a Dios tiene que ver con la fidelidad y unión con su Voluntad Divina, por
eso Jesús en libro de Cielo dice:

74
Es más, te digo que los mismos Sacramentos producen sus frutos según las almas están
sujetas a mi Voluntad, y según la conexión que tienen con mi Querer así producen sus
efectos, y si conexión con mi Querer no hay, me comulgarán pero quedarán en ayunas; se
confesarán, pero quedarán siempre sucias; vendrán a mi presencia Sacramental, pero si
nuestros quereres no se identifican estaré para ellas como muerto, porque sólo mi
Voluntad en el alma que se hace sojuzgar por Ella produce todos los bienes y da vida a los
mismos Sacramentos, y quien esto no comprende, significa que es niño en la religión.
(Volumen 11, Septiembre 25, 1913).

315. Quiere decir que esta gracia que nos da la Iglesia se recibe y se hace crecer en función con
la unidad que tenga el alma con la Divina Voluntad; el hacer —por lo menos— la Voluntad de
Dios, si el anuncio del Reino del Querer Divino no ha llegado todavía a nosotros.

316. Quiere decir que con la Redención hemos empezado a recibir la Vida Divina perdida por el
pecado de Adán, pero no a plenitud como la tenía Adán antes de pecar, ya que hemos visto
que la naturaleza humana caída por el pecado no puede recibir todo junto. Esta Vida Divina nos
alcanza para salvarnos (que no es poca cosa), para crecer en las virtudes evangélicas, en el
amor que Dios quiere que produzcamos y así mismo logremos vencer nuestras pasiones
desordenadas y tentaciones malignas.

317. Y este crecimiento es la santidad que conocemos hasta antes de la manifestación del Reino
de la Divina Voluntad a través de Luisa Piccarreta; ya que incluso el saber que con esta santidad
—en la Divina Voluntad— vivieron Jesús y María, lo conocemos hasta ahora claramente a
través de la obra que Jesús hizo en Luisa, así también como conocer en qué consiste esta
manera de vivir en la Divina Voluntad.

318. Por eso, aunque ya se realizó la Redención y la Iglesia está en nuestras vidas, es obvio que
no tenemos la santidad, la armonía en este mundo y en el universo que tenía Adán antes de
pecar. Por eso hace falta la restauración del don del Reino de la Divina Voluntad para volver a
la santidad y armonía originarias. Por eso Jesús hace también una diferencia entre los
sacramentos y la vida en su Voluntad:

…en los sacramentos hay parte de mi Gracia, en cambio en mi Voluntad está toda la
plenitud (Volumen 9, Marzo 23, 1910).

…sólo en mi Querer la criatura puede decir: ‘Poseo todo, más bien el todo es mío’. En
cambio quien no vive en mi Querer Divino, no estando su ser bajo el imperio de una fuerza
creadora, no puede poseer toda la plenitud de una Vida Divina, ni se sentirá hasta el borde
de su alma toda llena de luz, de santidad, de amor, hasta desbordar fuera, y formar mares
en torno a ella, de sentirse que el todo es suyo; a lo más sentirá las pequeñas partecitas
divinas, la impresión de la gracia, del amor, de la santidad, pero no todo. (Volumen 26,
Septiembre 20, 1929).

75
319. Quiere decir que con los sacramentos se recupera la Vida Divina en parte, en cambio, con
el don del Reino de la Divina Voluntad se tiene la Vida Divina a plenitud. Coincidiendo todo esto
con el proceso gradual de restauración de lo que se perdió en el paraíso de acuerdo a las
limitantes de la naturaleza humana caída y los designios de la justicia, amor y misericordias
divinas. También en este sentido están las siguientes palabras de Jesús respecto a su Voluntad
y los sacramentos:

…mi Voluntad encierra todos los Sacramentos y los efectos de ellos, por eso abandónate
del todo en mi Voluntad, hazla toda tuya (Volumen 16, Noviembre 5, 1923).

Hija mía, ¿y por qué los sacramentos se llaman sacramentos? Porque son sagrados, tienen
el valor y el poder de conferir la gracia, la santidad, pero estos sacramentos obran según
las disposiciones de las criaturas, tanto que muchas veces quedan hasta infructuosos, sin
poder conferir los bienes que contienen. Ahora, mi Voluntad es sagrada, es santa, y
contiene toda junta la virtud de todos los sacramentos, y… qué hacen los sacramentos sino
unir al alma con Dios. Y ¿qué cosa es hacer mi Voluntad? ¿No es acaso unir la voluntad de
la criatura con su Creador? Perderse en el Querer eterno, la nada subir al Todo, el Todo
descender en la nada; es el acto más noble, más divino, más puro, más bello, más heroico
que la criatura puede hacer. ¡Ah! sí, te lo confirmo, te lo repito, mi Voluntad es
sacramento y sobrepasa a todos los sacramentos juntos, pero en modo más admirable,…
el sacramento de mi Voluntad se forma entre mi Voluntad y la del alma, las dos voluntades
se anudan juntas y forman el sacramento; mi Voluntad es Vida y el alma está ya dispuesta
a recibir la Vida; es santa, y recibe la santidad; es fuerte, y recibe la fuerza, y así de todo lo
demás. … ¡Ah! sí, sólo el sacramento de mi Voluntad puede cantar gloria y victoria, sólo él
es pleno en sus efectos y es intangible de ser ofendido por la criatura, porque para entrar
en mi Voluntad debe dejar su voluntad, sus pasiones; y sólo entonces mi Voluntad se abaja
a ella, la inviste, la funde, y de ella hace portentos. (Volumen 12, Diciembre 26, 1919).

320. Ahora, ¿esto quiere decir que los sacramentos no tendrán sentido en el Reino de la Divina
Voluntad? No es así; Luisa Piccarreta frecuentó los sacramentos toda su vida. Veamos qué dice
Jesús al respecto:

…mi Vida Sacramental espera pacientemente que el hombre tome el pan de la Voluntad
Suprema para poder dar todo el bien de mi Vida Sacramental. Ve entonces cómo el
Sacramento de la Eucaristía, y no sólo éste, sino todos los Sacramentos dejados a mi
Iglesia e instituidos por Mí, darán todos los frutos que contienen y tendrán pleno
cumplimiento cuando el Pan Nuestro, esto es, la Voluntad de Dios, se haga como en el
Cielo así en la tierra. (Volumen 15, Mayo 2, 1923).

Ahora quien vive en mi Voluntad haciéndola reinar como en su propio reino, poseyendo
Ella la fuente de los Sacramentos, ¿qué maravilla que quien viva en mi Querer Divino
poseerá la fuente de todos los Sacramentos y sentirá en sí la naturaleza de los
Sacramentos con todos los efectos y bienes que contienen? Y recibiéndolos de la Iglesia
sentirá que es alimento que ella posee, pero que lo toma para darle aquella gloria
76
completa a aquellos Sacramentos de los cuales ella posee la fuente, para glorificar aquella
misma Voluntad Divina que los instituyó, porque sólo en ella se dará la perfecta gloria a
todas nuestras obras. Por eso suspiro tanto el reino del Fiat Supremo, porque sólo él
pondrá el equilibrio a todo, dará a las criaturas todos los bienes que quiere y recibirá la
gloria que ellas le deben. (Volumen 22, Julio 4, 1927).

321. Queda claro, entonces, que en el Reino de la Divina Voluntad, del Fiat Supremo, los
Sacramentos seguirán existiendo y las personas que los reciban teniendo el don de la Divina
Voluntad recibirán todo el bien de la Vida Sacramental, permitiendo a los Sacramentos dar todo
el fruto que contienen y darán además gloria completa a los Sacramentos y a la Divina Voluntad
que los instituyó.

322. Y continuando con el aspecto de la filiación, volveremos a ser hijos legítimos de Dios
cuando volvamos a vivir con el don del Reino de la Divina Voluntad que, como ya hemos visto
antes, es la finalidad de la Creación:

Así que hija mía, sólo aquellos que habrán conservado en ellos la finalidad íntegra de la
Creación serán mis verdaderos hijos legítimos;… por lo que será muy fácil reconocerlos
como nuestros legítimos hijos. Nuestra Voluntad los conservará nobles, puros, frescos,
todo amor para Aquél que los ha creado (Volumen 16, Marzo 2, 1924).

Hija querida de nuestra Suprema Voluntad, mira toda esta máquina del universo, el cielo,
el sol, los mares, y todo lo demás, fue creado por Nosotros para hacer un don, … dándolas
en don a nuestros hijos legítimos,… nuestra Voluntad, que con un Fiat los había creado y
que conocía todos sus secretos, habitante en nuestros hijos legítimos, con otro Fiat les
habría develado nuestros secretos que están en todas las cosas creadas (Volumen 15,
Mayo 25, 1923).

323. Entonces, históricamente hemos pasado de ser creados siendo hijos legítimos en Adán
antes de pecar, a luego ser siervos con el pecado, después a ser hijos adoptivos en Cristo con la
Redención y luego, con el advenimiento del Reino de la Divina Voluntad a través de Luisa
Piccarreta, se nos da la oportunidad de volver a ser hijos legítimos; teniendo a plenitud la
misma Vida Divina del Padre en cuanto a criatura es posible ¿dónde? ¡ya aquí en la tierra!

Promesa de restauración
324. Esta recuperación de la Vida Divina que acabamos de ver es lo que está contenida en la
promesa de Dios de restauración que vimos en el Génesis (capítulo 3, 14-15) después del
pecado de Adán. El pecado se dio en el interior del ser humano, en su alma espiritual; pero
tuvo repercusiones en todas las demás realidades: con Dios, en los aspectos humanos y en las
cosas creadas.

325. Con Dios se rompió la hermosa relación de máxima unidad en esta vida al estar fundida la
voluntad humana con la Voluntad Divina. Al romperse, el hombre sintió hasta miedo de Dios.
Destrozó esta unión que le permitía obrar como Dios, haciendo actos divinos, amando a Dios

77
con su misma Voluntad y su mismo Amor, y en esta fusión con el Querer Divino el hombre
experimentaba felicidades y gozos continuos en su interior. Toda esta maravilla se perdió.

326. En la misma humanidad, el ser humano perdió la inmortalidad, su cuerpo empezó a


envejecer y enfermarse para morir, sintiendo además las debilidades, las pasiones que lo
afectan y tiranizan, las miserias, etcétera. Las relaciones con los demás seres humanos también
se fracturan, empieza la discordia, el asesinato desde Caín con Abel, las divisiones, las guerras,
las crueldades, los abusos, los divorcios, las injusticias, etcétera.

327. Con las cosas creadas se perdió el dominio real, la armonía, la recepción de las dosis de
amor que Dios puso en las cosas creadas; aparecen los daños que las cosas creadas hacen al ser
humano como los ataques de los animales feroces o ponzoñosos, las catástrofes como los
terremotos, huracanes, tsunamis, sequías, inundaciones, etcétera.

328. Entonces la restauración de esta Vida Divina plena en el ser humano como estaba en un
principio —viviendo con el don del Reino del Querer Divino— con todos los efectos positivos en
el resto de las realidades ha sido gradual y todavía no llegamos (al momento de escribir esta
obra) al estado como estaba la humanidad en Adán antes del pecado.

329. Y por supuesto, esta restauración tiene que empezar primero en el interior del ser
humano, ya que aquí fue donde se inició el mal. Después del pecado comienza Dios su promesa
de restauración con acciones concretas que se van dando a lo largo del tiempo histórico: la
Antigua Alianza con los patriarcas, profetas, reyes hasta la venida de Jesucristo que restaura
todo en Él y nos da primero (cronológicamente) su Redención dándonos la filiación adoptiva
con parte de su Vida Divina a través de la gracia de la Redención que ha dejado en su Iglesia y
en esta misma Iglesia, llegando el tiempo decretado por Dios, nos ha manifestado el don del
Reino de la Divina Voluntad a través de Luisa Piccarreta para que al acogerlo individual y
comunitariamente la humanidad vuelva a entrar a este Reino volviendo a la armonía original y
cumpliéndose el único fin por la cual se creó al ser humano:

Hija mía, si tú supieras que ímpetu de amor siento porque quiero establecer el reino de mi
Divina Voluntad sobre la tierra, para realizar el único fin por el cual fue creado el hombre;
todo lo que ha sido hecho por las Divinas Personas, desde que fue creado el mundo y lo
que haremos, nuestro principio será siempre aquél, no lo dejaremos jamás, que el hombre
regrese a su herencia del reino de nuestro Fiat que nos rechazó. (Volumen 26, Mayo 16,
1929).

…sólo quien vive en mi Voluntad se eleva al estado de Adán inocente antes de caer en el
pecado, porque hay gran distancia entre quien hace mi Voluntad y entre aquellos que la
poseen, hay la distancia entre Adán inocente y Adán después del pecado. (Volumen 18,
Diciembre 20, 1925).

330. En las Sagradas Escrituras hay varios textos en donde se habla sobre la restauración,
veamos algunos, empecemos con el de Hechos:

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Él debe permanecer en el Cielo hasta el momento de la restauración universal, que Dios
anunció antiguamente por medio de sus santos profetas. (Hechos 3, 21).

331. En esta cita se dice textualmente: restauración universal; es decir, se restaura todo a
plenitud: la relación con Dios, la humanidad interior y exterior, las relaciones humanas y la
armonía con las cosas creadas.

332. Con la obra que Jesús hace a través de Luisa Piccarreta queda claro que esta restauración
será con el don del Reino de la Divina Voluntad:

…con estos conocimientos estoy preparando la renovación y la restauración de la familia


humana (Volumen 24, Marzo 19, 1928),

He aquí a qué servirán las tantas cosas que te he manifestado: Las tantas verdades
sorprendentes, las promesas de los tantos bienes que debo dar a los hijos del Fiat Voluntas
Tua, serán el Evangelio, la base, la fuente inagotable de la cual todos tomarán la Vida
Celestial, la felicidad terrenal y la restauración de su creación. (Volumen 23, Enero 18,
1928).

333. Sigamos con otra cita de la Escritura al respecto:

El lobo habitará con el cordero y el leopardo se recostará junto al cabrito; el ternero y el


cachorro de león pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá, la vaca y la osa vivirán
en compañía, sus crías se recostarán juntas, y el león comerá paja lo mismo que el buey. El
niño de pecho jugará sobre el agujero de la cobra, y en la cueva de la víbora, meterá la
mano el niño apenas destetado. No se hará daño ni estragos en toda mi Montaña santa,
porque el conocimiento del Señor llenará la tierra como las aguas cubren el mar. (Isaías 11,
6-9).

334. En esta cita se habla de la armonía en las cosas creadas entre ellas y con el ser humano; se
habla también que no se hará daño; es decir, desaparecerá el mal, el perjuicio. Y se habla de su
Montaña santa, la montaña es un signo de elevación, de la elevación espiritual; podemos
entender que nadie hará daño porque el ser humano habrá llegado a un alto grado espiritual
(con el don del Fiat Supremo) que tendrá efecto también en las cosas creadas.

335. Y también en la cita se da una explicación del porqué: porque el conocimiento del Señor
llenará la tierra como las aguas cubren el mar; ¿a qué conocimiento se refiere la cita? Sin
descartar el conocimiento que Dios ha dado a la humanidad antes de Luisa Piccarreta, resulta
obvio que se refiere tanto al anterior que ha manifestado, como a la obra que Jesús ha hecho a
través de ella, es decir, a los conocimientos de la Divina Voluntad: “…con estos conocimientos
estoy preparando la renovación y la restauración de la familia humana” (Volumen 24, Marzo
19, 1928). En este sentido también está la siguiente cita de la Sagrada Escritura que expresa la
misma idea en otro profeta:

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Porque la tierra se llenará del conocimiento de la gloria del Señor, como las aguas cubren
el mar. (Habacuc 2, 14).

336. Veamos otra cita:

Él [el Señor] será juez entre las naciones y árbitro de pueblos numerosos. Con sus espadas
forjarán arados y podaderas con sus lanzas. No levantará la espada una nación contra otra
ni se adiestrarán más para la guerra. (Isaías 2, 4).

337. En esta cita se hace énfasis en que las guerras y disputas entre los seres humanos se
terminarán ¿por qué? Porque los seres humanos actuarán con la Divina Voluntad y se amarán
con el mismo Amor de Dios. En estos sentidos también está la siguiente cita:

Ya no habrá allí niños que vivan pocos días ni ancianos que no completen sus años, porque
el más joven morirá a los cien años y al que no llegue a esa edad se lo tendrá por maldito.
Edificarán casas y las habitarán, plantarán viñas y comerán sus frutos: no edificarán para
que habite otro ni plantarán para que coma un extraño, porque mi pueblo vivirá tanto
como los árboles y mis elegidos disfrutarán de la obra de sus manos. Ellos no se fatigarán
en vano ni tendrán hijos para un fin desastroso, porque serán la estirpe de los bendecidos
por el Señor, ellos y sus vástagos junto con ellos. Antes que llamen, yo les responderé;
estarán hablando, y ya los habré escuchado. El lobo y el cordero pacerán juntos, el león
comerá paja como el buey y la serpiente se alimentará de polvo: No se hará daño ni
estragos en toda mi Montaña santa, dice el Señor. (Isaías 65, 20-25).

338. Se expresa aquí que los seres humanos vivirán más años, lo cual indica que habrá mejoras
en la salud, al respecto Jesús dice en los volúmenes:

Hija mía, ¿cuál será el gran bien? ¿Cuál será el gran bien? El Reino de mi Fiat encerrará
todos los bienes, todos los milagros, los portentos más estrepitosos, más bien los
sobrepasará a todos juntos, y si milagro significa dar la vista a un ciego, enderezar a un
cojo, sanar un enfermo, resucitar un muerto, etc., el Reino de mi Voluntad tendrá el
alimento preservativo, y cualquiera que entrará en Él, no habrá ningún peligro de que
pueda permanecer ciego, cojo y enfermo, la muerte en el alma no tendrá más poder, y si
lo tendrá sobre el cuerpo no será muerte, sino paso, y faltando el alimento de la culpa y la
voluntad humana degradada que produce la corrupción en los cuerpos, y estando el
alimento preservativo de mi Voluntad, tampoco los cuerpos estarán sujetos a
descomponerse y a corromperse tan horriblemente de infundir temor aun a los más
fuertes, como es ahora, sino que quedarán compuestos en sus sepulcros esperando el día
de la resurrección de todos. (Volumen 20, Octubre 22, 1926).

339. Como se observa, el Reino de la Divina Voluntad encerrará todos los bienes y habrá
modificaciones incluso en el cuerpo; porque falta el alimento de la culpa y la voluntad humana
degradada que produce la corrupción en los cuerpos; sí, nuestra voluntad humana sin la fusión
con la Divina Voluntad produce nuestra propia corrupción e infelicidad, sigamos con la cita:

80
Esta es la gran diferencia del Reino de la Redención y del Reino del Fiat Supremo, en el
primero fue milagro para los pobres desventurados, como lo es todavía ahora que yacen,
quién en una desventura y quién en otra, y por eso Yo di el ejemplo también en lo exterior,
haciendo tantas diferentes curaciones que eran símbolo de las curaciones que Yo hacía en
las almas, y que fácilmente regresan a su enfermedad. El segundo será milagro
preservativo, porque mi Voluntad posee la milagrosa Potencia que quien se hace dominar
por Ella no estará sujeto a ningún mal, por lo tanto no tendrá ninguna necesidad de hacer
milagros, porque los conservará siempre sanos, santos y bellos, dignos de aquella belleza
que salió de nuestras manos creadoras al crear a la criatura. El Reino del Fiat Divino hará el
gran milagro de desterrar todos los males, todas las miserias, todos los temores, porque Él
no hará el milagro a tiempo y a circunstancia, sino que se mantendrá sobre sus hijos de su
Reino con un acto de milagro continuado para preservarlos de cualquier mal y hacerlos
distinguir como hijos de su Reino, esto en el alma, pero también en el cuerpo habrá
muchas modificaciones, porque es siempre la culpa el alimento de todos los males, y
quitada la culpa faltará el alimento al mal, mucho más que mi Voluntad y pecado no
pueden existir juntos, por lo tanto, también la naturaleza humana tendrá sus benéficos
efectos. (Volumen 20, Octubre 22, 1926).

340. Es muy claro el vínculo entre las citas de la Biblia y lo que Jesús dice en los volúmenes de
Libro de Cielo. En la cita anterior de Isaías también se habla que cada quien será independiente
respecto a lo laboral. Otro aspecto interesante es que dice: Antes que llamen, yo les
responderé; estarán hablando, y ya los habré escuchado; y precisamente con el don del Reino
de la Divina Voluntad la unidad entre Creador y criatura llega a la mayor plenitud posible, con lo
cual la cita expresa muy bien esta realidad.

341. El Catecismo también habla de esta restauración, veamos:

La obediencia de Cristo en lo cotidiano de la vida oculta inauguraba ya la obra de


restauración de lo que la desobediencia de Adán había destruido (Catecismo de la Iglesia
Católica, n. 532).

342. Respecto a esta cita sobre la vida oculta de Jesús y la restauración está lo que dice Jesús en
los volúmenes:

La Redención, podría decir que me costó poco, habrían bastado mi Vida externa, las penas
de mi Pasión, mis ejemplos, mi palabra, y la habría hecho en muy poco tiempo; pero para
formar el gran plano de la voluntad humana en la Divina, para unir todas las relaciones y
vínculos por ella rotos, debí poner todo mi interior, toda mi Vida oculta, todas mis penas
íntimas, que son de más duración y más intensas que mis penas externas, y que aún no
son conocidas; basta decir que no era el solo perdón lo que impetraba, la remisión de las
culpas, el refugio, la salvación, la defensa en los graves peligros de la vida del hombre,
como lo impetré en mi Pasión, sino era el resurgimiento de todo el interior, debía hacer
surgir ese Sol del Querer Eterno, que atando con fuerza raptora todo el interior del

81
hombre, aun las más íntimas fibras, debía conducirlo al seno de mi Padre Celestial como
renacido en su Eterno Querer. (Volumen 16, Agosto 13, 1923).

Por eso en esta Vida oculta de treinta años, primero pensé en el reino de mi Voluntad, y
después con la pequeña Vida pública de apenas tres años pensé en la Redención,… Mira
entonces cómo el reino de mi Querer Divino, por necesidad, por razón y por consecuencia
era formado con mi venida sobre la tierra en primer orden, no habría podido formar la
Redención si no hubiese satisfecho a mi Padre Celestial del primer acto ofensivo que le
había hecho la criatura (Volumen 23, Marzo 11, 1928).

343. Y sobre la restauración sigue hablando el Catecismo:

La Iglesia... sólo llegará a su perfección en la gloria del Cielo... cuando llegue el tiempo de
la restauración universal y cuando, con la humanidad, también el universo entero, que
está íntimamente unido al hombre y que alcanza su meta a través del hombre, quede
perfectamente renovado en Cristo (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1042).

344. El Catecismo habla de restauración universal; es decir todo, incluyendo el universo entero.
De esta manera el tema de la restauración universal es parte la doctrina católica auténtica; esto
es bueno aclararlo porque a veces hay confusiones. Confusiones porque el cómo de esta
restauración ha estado velado por mucho tiempo hasta la obra que Jesús hace a través de Luisa
Piccarreta que arroja tesoros de luz sobre este tema.

345. Bueno, con este capítulo se espera que haya quedado clara la conexión de la Divina
Voluntad con la Vida Divina, que Jesús mismo lo expresa: “…mi Voluntad es Vida Divina”
(Volumen 23, Febrero 12, 1928); y por lo tanto cómo a través de la Historia de amor de la
Divina Voluntad existe una dinámica de la relación de la Vida Divina con las personas, en
concreto con el ser humano. Esto servirá para los siguientes capítulos.

82
Capítulo 6: Los tiempos antes de Cristo y la restauración de la
alianza perdida

346. Después del pecado original y la promesa de restauración, el hombre empieza su vida en el
destierro —del Reino de la Divina Voluntad—. Pero aunque cayó muy bajo, siguen frescos de
cierta manera aquellos tiempos esplendorosos, el amor de Dios que no lo ha abandonado y
trata el hombre, a pesar de su naturaleza caída, de ser fiel a Dios. En el Libro de Cielo Jesús dice
respecto a esta situación de Adán antes y después del pecado:

Hija mía, tú debes saber que los actos hechos en mi Divina Voluntad son imperecederos e
inseparables de Dios, y permanecen como continuo recuerdo de que el alma ha tenido el
bien de obrar junto con una Voluntad Divina… Esto le sucedió a Adán, porque el principio
de su vida fue hecho en mi Voluntad Divina; a pesar de que pecó y fue expulsado del Edén,
que estuvo vagando toda su vida, pero ¿acaso él se perdió? ¡Ah no! Porque sentía sobre
de sí la potencia de nuestra Voluntad en la cual él había obrado, sentía nuestro ojo que lo
miraba y que atraía su ojo a vernos, y el amado recuerdo que las primicias que sus actos
habían tenido vida en nuestra Voluntad. (Volumen 29, Abril 16, 1931).

Adán antes de que pecara poseía mi Voluntad, y con la posesión de mi Voluntad crecía en
la semejanza de su Creador, y crecía tanto que formaba el encanto de todo el Cielo y todos
se sentían honrados en servirlo; después del pecado perdió la posesión de mi Querer, y a
pesar de que lloró su culpa y no pecó más, pudo hacer mi Voluntad, pero no poseerla,
porque faltaba el Divino Ofendido [Jesucristo] que debía formar el nuevo injerto divino
entre la criatura y el Creador, para poder atravesar de nuevo los umbrales de las
posesiones del Eterno Querer. (Volumen 18, Diciembre 20, 1925).

347. Algo muy interesante de la cita anterior es que nos dice que Adán no pecó más; es decir,
Adán solamente hizo un solo pecado en toda su vida, vida de 930 años12. ¿Qué significa esto?
que haciendo a un lado la santidad de vivir en la Divina Voluntad que ya se había perdido, Adán
fue muy bueno y santo, hizo siempre la Voluntad de Dios, aunque no la poseyó más, entonces
¿cuántos santos canonizados podrían decir que solamente hicieron un pecado en su vida? La
Biblia dice que el justo (el santo) peca siete veces al día13; además están sus actos que hizo en
la Divina Voluntad antes del pecado y por tanto tiene un lugar muy especial en el Cielo,
veamos:

…tú debes saber que verdaderamente Adán posee en el Cielo una gloria que ningún otro,
por cuan santo sea, le es dada, fuera de la Mamá Celestial, porque ningún otro posee un
solo acto en la unidad de mi Voluntad Divina; era justo y decoroso para nuestra Majestad
Divina que la primera criatura salida de nuestras manos creadoras, poseyera más gloria
que todos los demás, mucho más que el primer período de su vida fue hecho como

12
Ver Génesis 5, 5.
13
Ver Proverbios 24, 16.

83
Nosotros queríamos, se puede decir que era Vida nuestra, Voluntad y obras nuestras que
corrían en él;… Nosotros estábamos raptados al ver a nuestro amado hijo, la obra de
nuestras manos viviendo en nuestra Voluntad, como en casa nuestra, tomando de lo
nuestro nos podía llevar nuevas felicidades y alegrías sin fin; hija mía, el primer período de
la vida de Adán es un período inolvidable para Nosotros, para él y para todo el Cielo. …
Entonces Adán en virtud del primer período de su vida inocente y hecha toda en la unidad
de nuestro Fiat, posee tal gloria y belleza que ninguno lo puede igualar, y sólo al verlo,
todos los bienaventurados reconocen cuan bella fue, majestuosa, enriquecida de tanta
gracia, la creación del primer hombre, al mirarlo se ve en él el bien incalculable de la
Divina Voluntad en la criatura, la alegría y la felicidad que puede poseer, y sólo en él, como
dentro de un espejo, ven los bienaventurados cómo fue creado el hombre, el amor
exuberante que le dimos, las riquezas con las que lo enriquecimos, cómo todo le dimos,
por cuanto la criatura podía contener, hasta desbordar fuera y poder inundar toda la
tierra. (Volumen 24, Septiembre 10, 1928).

348. En esta fidelidad a la Voluntad de Dios —aunque ya no la poseía— Adán cumplió la


Voluntad Divina de: “Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra” (Génesis 1, 28), y así “tuvo
hijos e hijas” (Génesis 5, 4) y se formó su descendencia. En esta descendencia que hereda su
pecado se manifiesta la lucha entre el bien y el mal, aspectos afortunados y desafortunados, los
abeles y los caínes, las descendencias fieles a Dios y las que no, el trigo y la cizaña; la tensión
entre el Cielo y la tierra, entre la Voluntad Divina y la voluntad de la criatura, la Cruz.

349. Aquí podría haber una pregunta. Si el primer hombre traicionó a Dios, salió del Reino de la
Divina Voluntad, que causó mucho dolor y daño ¿por qué Dios permitió que la humanidad se
propagara y siguiera existiendo? Detengámonos a analizarlo un poco.

350. En las Sagradas Escrituras se dice:

Yo reconocí que todo lo que hace Dios dura para siempre (Eclesiastés 3, 14).

Dios no se goza en que perezcan los seres vivos; pues Él hizo todas las cosas para la
existencia (Sabiduría 1, 13).

351. A Dios no le gusta crear algo para luego aniquilarlo, iría en contra de su infinita Sabiduría.
También podemos pensar que es porque Él ama lo que crea, y es verdad; Dios es amor14 y todo
lo hace por amor. Pero por otro lado si nos crea para siempre, y por el pecado nuestro destino
eterno es el infierno, no sería nada esperanzadora la vida del ser humano sobre la tierra si no
existiera la posibilidad de salvación.

352. Afortunadamente para nosotros Dios realiza la Redención y tenemos la oportunidad de


llegar al Cielo eterno. Pero Dios no estaba obligado a realizarla, entonces ¿por qué la realiza?
Por amor, por misericordia, por supuesto; pero este amor y misericordia ¿tiene algún otro
aspecto que lo alimente? Veamos qué dice Jesús en Libro de Cielo:
14
1 Juan 4, 8.

84
…la Creación, como fue hecha por Nosotros, con tanto alarde y suntuosidad y con la
plenitud de la felicidad, nada ha perdido, porque esperamos a nuestros hijos, los hijos de
nuestra Voluntad, que con derecho gozarán las alegrías, la felicidad terrestre que posee
toda la Creación, y puedo decir que por amor de éstos existe aún, y las criaturas disfrutan,
si no la plenitud de la felicidad, pero al menos las cosas necesarias para poder vivir. Este
existir aún la Creación después de tantas ingratitudes humanas, culpas que hacen
horrorizar, da la certeza del reino de mi Voluntad sobre la tierra, porque la criatura,
poseyéndola, se volverá capaz de recibir las alegrías de la Creación, de darnos la gloria, el
amor, la correspondencia de cuanto hemos hecho por ella, y de hacer todo el bien posible
e imaginable que puede hacer la criatura. (Volumen 34, Agosto 2, 1937).

353. Esta cita es fuerte, gracias a los hijos de la Divina Voluntad —que Dios espera— es por lo
que no se ha destruido la Creación. Significa que si estos hijos no existieran, después que Adán
salió de la Divina Voluntad, la Creación hubiera dejado de existir. Significa que las generaciones
existen gracias a que en algún momento histórico existirán los hijos de la Divina Voluntad, al
modelo de Jesús y de María. Y ya llegó el tiempo de que existan estos hijos, porque la persona
por la que se nos da de nuevo este don perdido, como una segunda madre, ya llegó al mundo;
es decir, Luisa Piccarreta:

Qué atención no se requiere de ti y de ellos, tú en recibir de Mí, como una segunda madre
mía, el gran don de mi Querer, y conocer de Él todas sus cualidades; y ellos en recibirlas de
ti para hacer que se cumpla en mi Iglesia el Fiat Voluntas Tua como en el Cielo así en la
tierra. (Volumen 15, Julio 11, 1923).

354. Aquí se podría meditar en las palabras de Jesús: “Así, los últimos serán los primeros y los
primeros serán los últimos” (Mateo 20, 16), pero no lo haremos, lo dejaremos para el lector o si
Dios quiere en otra ocasión.

355. Bueno, sigamos con los tiempos antes de Cristo. No veremos todos los detalles,
obviamente, pero nos detendremos en algunos puntos clave para la finalidad de esta obra. Las
descendencias de Adán empiezan a crecer —como decíamos arriba, algunas fieles a Dios y
otras no— y llegamos a un punto en donde la maldad, originada por salir del Querer Divino,
llega a niveles muy grandes, veamos:

Cuando el Señor vio qué grande era la maldad del hombre en la tierra y cómo todos los
designios que forjaba su mente tendían constantemente al mal, se arrepintió de haber
hecho al hombre sobre la tierra, y sintió pesar en su corazón. Por eso el Señor dijo: «Voy a
eliminar de la superficie del suelo a los hombres que he creado —y junto con ellos a las
bestias, los reptiles y los pájaros del cielo— porque me arrepiento de haberlos hecho».
Pero Noé fue agradable a los ojos del Señor. … Noé era un hombre justo, irreprochable
entre sus contemporáneos, y siguió siempre los caminos de Dios. (Génesis 6, 5-9).

356. Como vemos, la maldad era grande en la tierra en tiempos de Noé y Dios se arrepintió de
haber hecho al hombre, no le gusta a Dios la maldad, Él es perfecta pureza, amor y bien. Y en su

85
justicia y misericordia tiene que detener el mal; se requiere una purificación. Sin embargo, así
como hay mucha cizaña, también hay trigo: Noé, agradable al Señor, hombre justo,
irreprochable entre sus contemporáneos, que siguió los caminos de Dios.

357. Noé agradaba a Dios, es decir, hacia su Voluntad; por eso se salvó él con su familia. Jesús,
hablando de los tiempos del diluvio, dice:

…obligaban a nuestra Justicia a exterminarlos de la faz de la tierra, como sucedió en el


diluvio, que sólo Noé mereció, con el obedecer a nuestra Voluntad y con la prolijidad de su
largo sacrificio de fabricar el arca, el salvarse con su familia y encontrar en sus actos la
continuación de la nueva generación en la cual debía venir el prometido Mesías. (Volumen
28, Marzo 12, 1930).

358. Aquí se ve cómo un hombre que obedece la Voluntad de Dios logra salvarse, a su familia y
a la humanidad para la llegada del Mesías, la Redención y el Reino del Fiat Divino. Obviamente
esto requiere a veces sacrificios:

Hija mía, todo el bien de la historia del mundo está fundado en el sacrificio querido para
las criaturas por mi Voluntad suprema, y cuanto más grande es el sacrificio que pedimos
de ella, tanto más bien encerramos dentro. Y estos grandes sacrificios los pedimos cuando
con sus pecados merecen que el mundo fuera destruido, haciendo salir de dentro del
sacrificio, en vez de la destrucción, la nueva vida de las criaturas. Ahora, tú debes saber
que en este punto de la historia del mundo, merecía que las criaturas no existieran más,
todos debían perecer. Noé con aceptar nuestro mandato y con disponerse al gran
sacrificio, y por tan largos años, de fabricar el arca, recompró el mundo y todas las futuras
generaciones; conforme se sacrificaba en un tiempo tan largo, de esfuerzos, de trabajos,
de sudores, así desembolsaba las monedas, no de oro o de plata, sino de todo su ser en
acto de seguir nuestro Querer, así ponía bastantes monedas para recomprar lo que estaba
por destruirse. Así que si el mundo existe hasta ahora, lo deben a Noé, que con sus
sacrificios y con hacer nuestra Voluntad como Nosotros queríamos que la hiciera, salvó al
hombre y todo lo que debía servir al hombre (Volumen 30, Junio 26, 1932).

359. ¡Agradezcamos a Dios lo que hizo en Noé por la humanidad! Un aspecto que empieza a
suceder con Noé después del pecado —obviamente—, y que tiene que ver con la restauración,
es la Alianza, la alianza entre Dios y el ser humano. ¿Qué significa alianza? Viene del verbo
“aliar” y este del latín alligare: ”atar, unir”. Respecto a personas significa: unir personas para un
mismo fin.

360. Existe la Alianza original, también se le podría llamar Protoalianza15: “la plena unión de la
Voluntad Divina con la voluntad humana con el don del Reino de la Divina Voluntad con el cual
fue creado el hombre”, como ya vimos; luego se rompe por el pecado. Y por eso en el proceso

15
Proto es un prefijo griego que significa: “primero”; en este caso de la Protoalianza sería: “Primera
Alianza”.

86
de restauración Dios introduce la realidad de la alianza, alianza que va teniendo diversos
matices, apuntando a un acercamiento cada vez más estrecho entre Dios y la humanidad, hasta
culminar de nuevo con el don del Reino de la Divina Voluntad vuelto a ganar para el hombre en
Jesucristo, y manifestado a través de Luisa Piccarreta al final de los tiempos —fin del reinado de
la voluntad humana—para dar inicio a este Reino de la Divina Voluntad en la humanidad; en
donde la voluntad humana se vuelve a fundir con la Voluntad Divina para vivir de una sola
Voluntad.

361. Y es obvio que esta alianza y cualquier alianza con Dios, funcionan en la medida en que el
ser humano se une a Dios; y ¿cómo se une? uniendo su voluntad con la Divina. Y como en los
tiempos de Noé todavía no había llegado el tiempo del don del Reino de la Divina Voluntad, la
unión con Dios era solamente haciendo su Voluntad, y como Noé seguía los caminos de Dios, es
decir, hacia la Voluntad Divina, por eso Dios le dice:

…contigo estableceré mi alianza (Génesis 6, 18).

362. Aquí con Noé se ve, por tanto, el aspecto de la alianza que Dios quiere restablecer con la
humanidad. Y quizá, aunque Noé no supo en vida que esta alianza terminaría con el don del
Reino de la Divina Voluntad en Jesucristo (incluyendo la redención) y manifestada a la
humanidad a través de Luisa Piccarreta, con Noé inicia este tema de la alianza después del
pecado original en las Sagradas Escrituras de manera explícita, ya que de manera implícita está
en la promesa de restauración que Dios hace al hombre después del pecado:

Tras la caída, el hombre no fue abandonado por Dios. Al contrario, Dios lo llama (cf. Gn
3,9) y le anuncia de modo misterioso la victoria sobre el mal y el levantamiento de su caída
(cf. Gn 3,15). Este pasaje del Génesis ha sido llamado "Protoevangelio", por ser el primer
anuncio del Mesías redentor, anuncio de un combate entre la serpiente y la Mujer, y de la
victoria final de un descendiente de ésta. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 410).

363. Y esta alianza con Noé trae la salvación a él, a su familia y al género humano, con lo cual se
garantiza la llegada del Mesías, por eso, a través de esta alianza entre Dios y un hombre que
hace su Voluntad, la realidad del Mesías en la humanidad se salva, es decir, existirá este Mesías
para redimirnos y restaurar el Reino de la Divina Voluntad.

364. Veamos el versículo 18 completo del Génesis donde se ve la unión entre la alianza con Noé
y la salvación-restauración del ser humano en Noé y su familia:

Pero contigo estableceré mi alianza: tú entrarás en el arca con tus hijos, tu mujer y las
mujeres de tus hijos. (Génesis 6, 18).

365. Y también “la salvación” de la creación:

También harás entrar en el arca una pareja de cada especie de seres vivientes, de todo lo
que es carne, para que sobrevivan contigo; deberán ser un macho y una hembra. Irá
contigo una pareja de cada especie de pájaros, de ganado y de reptiles, para que puedan

87
sobrevivir. Además, recoge víveres de toda clase y almacénalos, para que te sirvan de
alimento, a ti y a ellos». Así lo hizo Noé, cumpliendo exactamente todo lo que Dios le había
mandado. (Génesis 6, 19-22).

366. La última frase de la cita anterior afirma el poder y la bendición de hacer la Voluntad de
Dios: así lo hizo Noé, cumpliendo exactamente todo lo que Dios le había mandado; porque al
obrar así Noé, colaboró en la salvación de Dios. Frase que puede recordar lo que se dirá en el
Evangelio en labios de nuestra Santa Madre: “Hagan lo que Él les diga” (Juan 2, 5) y "He aquí la
esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra" (Lucas 1, 38), que reflejan que la salvación, la
restauración y el lograr que el Cielo baje a la tierra se consigue: haciendo la Voluntad del Señor.

367. Después del diluvio Dios vuelve a hablarle a Noé sobre la alianza:

Dios siguió diciendo a Noé y a sus hijos: «Además, yo establezco mi alianza con ustedes,
con sus descendientes (Génesis 9, 8-9).

368. Es decir, la alianza no es solamente para Noé, sino para sus descendientes, y todos somos
descendientes de Noé; por lo tanto Dios no ha discriminado a nadie, la salvación y la
restauración es para todos.

369. Como unos 300 años después del diluvio aparece otro personaje fundamental: Abraham.

El Señor dijo a Abram: «Deja tu tierra natal y la casa de tu padre, y ve al país que yo te
mostraré. Yo haré de ti una gran nación y te bendeciré; engrandeceré tu nombre y serás
una bendición. Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré al que te maldiga, y por ti se
bendecirán todos los pueblos de la tierra». Abram partió, como el Señor se lo había
ordenado (Génesis 12, 1-4).

370. En estos pocos versículos de la Escritura se encierran aspectos muy grandes y profundos;
reflexionaremos solamente en algunos. Jesús le pide a Abraham “dejar algo”, su tierra y la casa
de su padre, para ir a otro país que Dios le mostrará. Le pide el Señor que confíe en Él sin saber
Abram a qué tierra va, y además dejando algo bueno: su tierra y la casa de su padre, pero se
impone algo más bueno y grande: “la Voluntad de Dios”; Voluntad que le pide dejar algo e irse
a otro lado, ¿qué hizo Abram?: Abram partió, como el Señor se lo había ordenado.

371. Es decir, Abram obedeció al Señor, hizo la Voluntad Divina. Aquí se conoce quién es
Abram: su fe, su confianza en Dios, así como su amor, fidelidad y obediencia a la Voluntad de
Dios. Todo esto lo hará grande, acreedor a las bendiciones divinas y así mismo será bendición
para todos los pueblos de la tierra. Esta fidelidad de Abraham a la Voluntad de Dios se confirma
con más heroísmo en la siguiente prueba:

Dios puso a prueba a Abraham: «¡Abraham!», le dijo. El respondió: «Aquí estoy». Entonces
Dios le siguió diciendo: «Toma a tu hijo único, el que tanto amas, a Isaac; ve a la región de
Moria, y ofrécelo en holocausto sobre la montaña que yo te indicaré». A la madrugada del
día siguiente, Abraham ensilló su asno, tomó consigo a dos de sus servidores y a su hijo

88
Isaac, y después de cortar la leña para el holocausto, se dirigió hacia el lugar que Dios le
había indicado. (Génesis 22, 1-3).

372. Aquí está de nuevo la obediencia de Abraham a Dios, incluso a costa de su hijo. Abraham
le dice a Dios: Aquí estoy [y luego]… tomó consigo… a su hijo Isaac, y… se dirigió hacia el lugar
que Dios le había indicado; ¡qué gran fidelidad! Así Abraham, mucho antes de la llegada del
Mesías —que será su descendiente— vive cabalmente las palabras de Cristo:

Cualquiera que venga a mí y no me ame más que a su padre y a su madre, a su mujer y a


sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a su propia vida, no puede ser mi discípulo.
El que no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo. (Lucas 14, 26-27).

373. Ya sabemos que una vez que la fidelidad a la Voluntad del Señor es probada en Abraham,
Dios le indica que no le sacrifique a su hijo. Abraham es así signo de Dios Padre que sacrifica a
su único Hijo Jesucristo por nosotros. Al respecto de esta prueba —como ya habíamos visto—
Jesús dice en los volúmenes:

…a Abraham no le pedí un fruto por sacrificio, sino que primero le pedí que fuera a tierra
extraña donde no había nacido, y pronto me obedeció. Después quise fiarme más de él, lo
abundé de Gracia y le pedí el sacrificio de su único hijo, al que amaba más que a sí mismo,
y él pronto me lo sacrificó. En esto lo conocí, por medio de la prueba, que podía fiarme de
él, que podía todo a él confiar. Se puede decir que fue el primer reparador al cual venía
confiado el cetro del futuro Mesías y por eso lo elevé a cabeza de las generaciones con
gran honor de Dios, de sí mismo y de los pueblos. (Volumen 22, Agosto 15, 1927).

374. Dios vuelve a hablar con Abram sobre la alianza:

…el Señor hizo una alianza con Abram diciendo: «Yo he dado esta tierra a tu descendencia
desde el Torrente de Egipto hasta el Gran Río, el río Éufrates (Génesis 15, 18).

375. Aquí Dios habla de dar una tierra, una heredad a la descendencia de Abram. Esto tiene el
significado del lugar donde se construye una ciudad, un reino. En este caso será más tarde
Jerusalén, la tierra de Israel.

376. En el plano espiritual es nuestra alma en donde gracias al don de la Divina Voluntad se
formará su Reino en nuestro interior. El Cielo, la Voluntad Divina, se une a la tierra, a nuestra
voluntad que es una facultad de nuestra alma; por eso pedimos en el Padre Nuestro: venga tu
Reino para que se haga la Voluntad de Dios aquí en la tierra como en el Cielo.

377. Y este Reino de la Divina Voluntad Dios lo quiere para todos; este “todos” Dios quisiera en
su generosidad que sean muchos —ojalá todos—, por eso le vuelve más tarde a decir a Abram
y le cambia el nombre por Abraham:

«Esta será mi alianza contigo: tú serás el padre de una multitud de naciones. Y ya no te


llamarás más Abram: en adelante tu nombre será Abraham, para indicar que yo te he

89
constituido padre de una multitud de naciones. Te haré extraordinariamente fecundo: de
ti suscitaré naciones, y de ti nacerán reyes. Estableceré mi alianza contigo y con tu
descendencia a través de las generaciones. Mi alianza será una alianza eterna, y así yo seré
tu Dios y el de tus descendientes. (Génesis 17, 4-7).

378. Dice que nacerán reyes, es decir, se empieza a hablar de reinos, que teniendo en un
primer momento un significado terreno, apuntan a realidades más profundas: reinos
espirituales en las almas a través del don del Reino de la Voluntad Divina. Se empieza a
entender con mayor claridad los acontecimientos de la historia de la restauración gracias a las
verdades luminosas de la obra que Jesús hace a través de Luisa Piccarreta.

379. Después de la caída por el pecado empieza todo un proceso educativo, pedagógico, de
parte de Dios para ir llevando a este hombre, que tiene una razón dañada por el pecado, a
entender realidades más profundas, primero a través de realidades más accesibles y terrenas a
su inteligencia caída para llevarlo poco a poco a entender las realidades más grandes y
sublimes de su realidad para la que fue llamado a la existencia, realidades que Adán antes del
pecado comprendía.

380. Otro aspecto interesante de la cita anterior del Génesis es que Dios le dice a Abraham
respecto a la alianza que establece con él: Mi alianza será una alianza eterna; significa que esta
alianza no tendrá fin, a pesar de las infidelidades humanas y de tantas adversidades, la alianza
se mantendrá, porque Dios es grande, es poderoso y misericordioso, “hace todo lo que quiere
en el cielo y en la tierra”16, y por supuesto es eterno, como eterna es su Voluntad con la que
hace esta alianza precisamente para volver a dar este Reino de su Querer a la humanidad.

381. Abraham también es cabeza de lo que será el pueblo judío, cabeza y pueblo por el que
vendrá el Mesías a la humanidad. Este pueblo representa por tanto a quienes serán fieles a
Dios a lo largo de la historia, el “Resto Fiel”:

Les daré un corazón nuevo y pondré en ustedes un espíritu nuevo: les arrancaré de su
cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne. Infundiré mi espíritu en
ustedes y haré que sigan mis preceptos, y que observen y practiquen mis leyes. Ustedes
habitarán en la tierra que yo he dado a sus padres. Ustedes serán mi Pueblo y yo seré su
Dios. (Ezequiel 36, 26-28).

382. Otro personaje del Antiguo Testamento en el que nos detendremos es en el rey David.
Después de la etapa de los jueces en el pueblo de Israel aparece el tiempo de los reyes y el
personaje central es el rey David, que vivió unos 800 años aproximadamente después de
Abraham y unos 1000 años antes de Cristo.

383. Si el objetivo de la historia de la restauración dentro de la historia de la Divina Voluntad es


devolver a la humanidad el reino de la Divina Voluntad perdido por Adán, no podía faltar el

16
Salmo 135, 6.

90
reinado en el pueblo judío, en el pueblo de Dios. El primer rey fue Saúl, pero se apartó de la
Voluntad de Dios:

La palabra del Señor llegó entonces a Samuel en estos términos: «Estoy arrepentido de
haber hecho rey a Saúl, porque se ha apartado de mí y no ha cumplido mis palabras». (1
Samuel 15, 10-11).

384. Dios manifiesta su arrepentimiento de haber hecho rey a Saúl porque se apartó de Él, de
cumplir sus palabras, es decir, su Voluntad. Queda claro que se reina solamente en la Voluntad
de Dios, fuera de ella estamos destronados, esclavizados y nos convertimos en siervos. Por esta
desobediencia de Saúl, el profeta Samuel le dice a Saúl:

«¿Quiere el Señor holocaustos y sacrificios o quiere que se obedezca su voz? La obediencia


vale más que el sacrificio; la docilidad, más que la grasa de carneros. Como pecado de
hechicería es la rebeldía; como crimen de idolatría es la contumacia17. Porque tú has
rechazado la palabra del Señor, Él te ha rechazado a ti para que no seas rey». (1 Samuel
15, 22-23).

385. Y Dios elegirá a otro rey, el profeta Samuel se lo dice a Saúl:

«Hoy el Señor te ha arrebatado el poder real sobre Israel, y se lo ha conferido a otro mejor
que tú». (1 Samuel 15, 28).

386. ¿A otro mejor que tú? Será acaso que este otro ¿hará la Voluntad de Dios?

El Señor dijo a Samuel: «¿Hasta cuándo vas a estar lamentándote por Saúl, si yo lo he
rechazado para que no reine más sobre Israel? ¡Llena tu frasco de aceite y parte! Yo te
envío a Jesé, el de Belén, porque he visto entre sus hijos al que quiero como rey». *…+
Samuel hizo lo que el Señor le había dicho. *…+ purificó a Jesé y a sus hijos y los invitó al
sacrificio. Cuando ellos se presentaron, Samuel vio a Eliab y pensó: «Seguro que el Señor
tiene ante él a su ungido». Pero el Señor dijo a Samuel: «No te fijes en su aspecto ni en lo
elevado de su estatura, porque yo lo he descartado. Dios no mira como mira el hombre;
porque el hombre ve las apariencias, pero Dios ve el corazón». (1 Samuel 16, 1-7).

387. ¿Qué es lo que Dios quiere ver en el corazón? Regresando un poco a la desobediencia de
Saúl, veamos:

Samuel replicó a Saúl: «¡Has obrado neciamente! Si hubieras observado el mandamiento


que te dio el Señor, tu Dios, Él había afianzado para siempre tu reinado sobre Israel. Pero
ahora tu reino no subsistirá. El Señor se ha buscado un hombre según su corazón y lo ha
constituido jefe de su pueblo, porque tú no has observado lo que el Señor te mandó». (1
Samuel 13, 13-14).

17
Significa rebelde, obstinado.

91
388. De nuevo aparece esta realidad de la tensión entre el reinado de la voluntad humana y el
reinado de la Voluntad Divina, y cómo todo se pierde y se destruye fuera de la Voluntad de
Dios. Y en esta cita se nos da una clave respecto a cómo el Señor quiere el corazón: lo quiere
según el corazón de Dios mismo. Un corazón como el de Dios, lo cual significa un corazón unido
al de Dios para que se funda y sea como el de Él.

389. Y este corazón significa precisamente la voluntad; en el caso del hombre la voluntad
humana y en el caso de Dios la Voluntad Divina; y la finalidad de Dios es la fusión de la voluntad
humana en la Voluntad Divina para que se establezca el Reino de la Divina Voluntad en al alma
del ser humano y así se restaure este Reino en el alma y también se restaure el universo
entero. Por eso en el Nuevo Testamento se da este testimonio de David:

Y cuando Dios desechó a Saúl, les suscitó como rey a David, de quien dio este testimonio:
He encontrado en David, el hijo de Jesé, a un hombre conforme a mi corazón que cumplirá
siempre mi Voluntad. (Hechos 13, 22).

390. Como David cumple la Voluntad de Dios, y solamente en Ella existe el verdadero reinado,
por eso Dios consolida el reino de David:

El edificará una casa para mi Nombre, y yo afianzaré para siempre su trono real. Seré un
padre para él, y él será para mí un hijo. Si comete una falta, lo corregiré con varas y golpes,
como lo hacen los hombres. Pero mi fidelidad no se retirará de él, como se la retiré a Saúl,
al que aparté de tu presencia. Tu casa y tu reino durarán eternamente delante de mí, y su
trono será estable para siempre». (2 Samuel 7, 13-16).

391. David empezará la edificación de la casa de Dios, de su Templo. En el templo habita Dios,
significado del alma que debe ser habitación, templo de Dios, pero Dios en su amor también
quiere ser nuestro templo, veamos:

Ahora, tú debes saber que el alma en gracia es el templo de Dios, pero cuando el alma vive
en nuestra Voluntad, Dios se hace templo del alma (Volumen 33, Marzo 11, 1934).

392. ¡Maravillas de la Divina Voluntad, Dios se hace templo del alma! Además de esto de la
edificación de la casa de Dios, en la cita última de Samuel, se dice: Tu casa y tu reino durarán
eternamente delante de mí, y su trono será estable para siempre; significa que la fidelidad de
David a la Voluntad Divina afianza, consolida su trono, su reino del cual vendrá el Mesías que
será el Rey por excelencia el Rey de reyes y Señor de señores (Apocalipsis 19, 16). Por eso el
Ángel le dice a María:

El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para
siempre y su reino no tendrá fin. (Lucas 1, 32-33).

393. El reinado de Jesús es sobre todo en el alma a través del reinado de su Divina Voluntad en
cada persona, esta es la finalidad y sentido de nuestra existencia; de esta manera el reinado de
David tiene este significado, un rey según el corazón de Dios, que a pesar de sus debilidades y

92
caídas se esforzó en seguir al Señor y hacer su Voluntad; y en esta unión con Dios logró muchas
cosas y victorias. Por eso solamente en la Divina Voluntad lograremos la plena victoria sobre el
mal.

394. Para terminar con David continuemos con lo que sucedió cuando Samuel fue a ungirlo rey
en casa de su padre Jesé:

Así Jesé hizo pasar ante Samuel a siete de sus hijos, pero Samuel dijo a Jesé: «El Señor no
ha elegido a ninguno de estos». Entonces Samuel preguntó a Jesé: «¿Están aquí todos los
muchachos?». El respondió: «Queda todavía el más joven, que ahora está apacentando el
rebaño». Samuel dijo a Jesé: «Manda a buscarlos, porque no nos sentaremos a la mesa
hasta que llegue aquí». Jesé lo hizo venir: era de tez clara, de hermosos ojos y buena
presencia. Entonces el Señor dijo a Samuel: «Levántate y úngelo, porque es este». Samuel
tomó el frasco de óleo y lo ungió en presencia de sus hermanos. Y desde aquel día, el
espíritu del Señor descendió sobre David. (1 Samuel 16, 10-13).

395. David era pastor y llegó a ser rey; Jesús es el buen pastor, es una figura de Cristo
significativa en la redención. En el Apocalipsis —como vimos— se manifiesta a Jesucristo como
el Rey de reyes18, porque llega el tiempo de su reinado a través del don del Reino del Fiat
Supremo en las almas de los hombres.

396. Veamos ahora como una “síntesis” que hace Jesús en los volúmenes respecto a los
personajes del antiguo testamento:

Hija mía, las más grandes figuras del antiguo testamento, mientras eran figuras y figuraban
al futuro Mesías, encerraban al mismo tiempo los dones, la figura, y simbolizaban todos
los dones que habrían poseído los hijos del Fiat Supremo. Adán fue la verdadera y perfecta
imagen, cuando fue creado, de los hijos de mi Reino. Abraham fue símbolo de los
privilegios y del heroísmo de los hijos de mi Querer y así como llamé a Abraham a una
tierra prometida que manaba leche y miel, haciéndolo dueño de aquella tierra, tierra tan
fecunda que era envidiable y ambicionada por todas las otras naciones, era todo símbolo
de lo que habría hecho con los hijos de mi Voluntad. Jacob fue otro símbolo de ellos,
porque descendiendo de él las doce tribus de Israel, debía nacer en medio de ellos el
futuro Redentor que debía reanudar de nuevo el Reino del Fiat Divino a mis hijos. José fue
símbolo del dominio que habrían tenido los hijos de mi Voluntad, y así como él no dejó
morir de hambre a tantos pueblos y aun a sus ingratos hermanos, así los hijos del Fiat
Divino tendrán el dominio y serán causa de no dejar perecer a los pueblos que pedirán de
ellos el pan de mi Voluntad. Moisés fue figura de la potencia, Sansón símbolo de la fuerza
de los hijos de mi Querer. David simbolizaba el reinar de ellos. Todos los profetas
simbolizaban la gracia, las comunicaciones, las intimidades con Dios, que más que ellos
habrían poseído los hijos del Fiat Divino. Mira, todos estos no eran más que símbolos,
figuras de ellos, ¿qué será cuando sean puestas fuera la vida de estos símbolos? Después

18
Apocalipsis 19, 16.

93
de todos aquellos vino la Celestial Señora, la Soberana Emperatriz, la Inmaculada, la sin
mancha, mi Madre, Ella no era símbolo ni figura, sino la realidad, la verdadera Vida, la
primera hija privilegiada de mi Voluntad, y Yo miraba en la Reina del Cielo la generación de
los hijos de mi Reino, era la primera incomparable criatura que poseía íntegra la Vida del
Querer Supremo, y por eso mereció concebir al Verbo Eterno y madurar en su corazón
materno la generación de los hijos del eterno Fiat. Después vino mi misma Vida, en la cual
venía establecido el Reino que debían poseer estos hijos afortunados. Por todo esto
puedes comprender que todo lo que Dios hizo desde el principio desde la Creación del
mundo, que hace y que hará, su finalidad principal es de formar el Reino de su Voluntad
en medio de las criaturas. Esta es toda nuestra mira, esta es nuestra Voluntad y a estos
hijos serán dados todos nuestros bienes, nuestras prerrogativas, nuestra semejanza; y si te
llamo a que sigas todos los actos que ha hecho mi Voluntad tanto en la creación del
universo como en las generaciones de las criaturas, no excluyendo aquellos que hizo en mi
Madre Celestial, ni los que hizo en mi misma Vida, es para concentrar en ti todos sus actos,
hacerte don de ellos para poder hacer salir de ti todos juntos los bienes que posee una
Voluntad Divina para poder formar con decoro, honor y gloria, el Reino del eterno Fiat.
(Volumen 21, Abril 8, 1927).

397. Esta cita es toda una síntesis de la Historia de la Divina Voluntad en relación con el ser
humano en cuanto a la posesión, pérdida y recuperación de la Vida Divina en la humanidad.
Vemos como Adán perfecta imagen de los hijos del Reino de la Divina Voluntad, poseía la Vida
Divina a plenitud antes de pecar, luego se pierde esta Vida con el pecado al salir del Reino del
Querer Divino y empieza el proceso de recuperación y restauración de esta Vida y este Reino
con las alianzas y purificaciones (como el diluvio) que Dios tiene que hacer en la humanidad;
para que en la plenitud de los tiempos Jesucristo obrara la recuperación de la Vida Divina con la
restauración del Reino de la Divina Voluntad y nuestra redención que la recibimos en ese
tiempo histórico para nosotros; Jesucristo que vino a través de nuestra Santa Madre, Madre del
Verbo y Reina del Fiat. Posteriormente llega el tiempo del Reino de la Divina Voluntad para ser
manifestado al mundo a través de Luisa Piccarreta y así la humanidad pueda volver a entrar en
este Reino.

398. Y respecto a estos tiempos en que se van desarrollando los eventos que Dios establece en
la historia humana para lograr la finalidad de la Creación que es vivir en la Divina Voluntad, y
construyen esta Historia de la Restauración, tenemos lo que dice Jesús en el libro de Cielo
respecto a la necesidad de renovación:

Hija amada mía, quiero hacerte saber el orden de mi providencia. En cada período de dos
mil años he renovado al mundo, en los primeros lo renové con el diluvio; en los segundos
dos mil lo renové con mi venida a la tierra, en la que manifesté mi Humanidad, de la cual
como de tantas fisuras se traslucía mi Divinidad, y los buenos y los mismos santos de estos
terceros dos mil años han vivido de los frutos de mi Humanidad, y como a gotas han
gozado de mi Divinidad. Ahora estamos cerca del final de los terceros dos mil años y habrá
una tercera renovación, he aquí el porqué de la confusión general, no es otra cosa que la

94
preparación a la tercera renovación, y si en la segunda renovación manifesté lo que hacía y
sufría mi Humanidad y poquísimo lo que obraba la Divinidad, ahora en esta tercera
renovación, después de que la tierra haya sido purgada y en gran parte destruida la
presente generación, seré aún más magnánimo con las criaturas y llevaré a cabo la
renovación con manifestar lo que hacía mi Divinidad en mi Humanidad, cómo obraba mi
Querer Divino con mi querer humano (Volumen 12, Enero 29, 1919).

399. Esta cita nos manifiesta los tiempos en la historia humana en cuanto a las renovaciones
que hace Dios en el mundo. Dice Jesús que lo renueva cada dos mil años, primero con el
diluvio, en los siguientes dos mil después del diluvio (y cuatro mil después de Adán) con su
venida a la tierra, y ahora en los siguientes dos mil después de Jesucristo (y seis mil después de
Adán) habrá una tercera renovación, que es precisamente la recuperación, la restauración, el
advenimiento del Reino de la Divina Voluntad en la humanidad.

400. Dice Jesús que esta tercera renovación requerirá que la tierra sea purgada (purificada)
para que precisamente el Reino del don de su Voluntad Divina sea acogido por las personas
humanas y quien se oponga o lo que se oponga sea quitado:

Así como fue decreto la Creación, la Redención, así es decreto nuestro el reino de nuestra
Voluntad sobre la tierra, por eso, para cumplir este nuestro decreto, Yo debía manifestar
los bienes que hay en él, sus cualidades, sus bellezas y maravillas, he aquí la necesidad por
la cual Yo debía hablarte tanto, para poder cumplir este decreto. Hija, para llegar a esto Yo
quería vencer al hombre por caminos de amor, pero la perfidia humana me lo impide, por
eso usaré la justicia, barreré la tierra, quitaré a todas las criaturas nocivas, que como
plantas venenosas envenenan las plantas inocentes. Cuando haya purificado todo, mis
verdades encontrarán el camino para dar a los sobrevivientes la Vida, el bálsamo, la paz
que mis verdades contienen, y todos las recibirán, les darán el beso de paz, y para
confusión de quien no las haya creído, más bien las ha condenado, reinará y tendré mi
reino sobre la tierra: ‘Que mi Voluntad se haga como en el Cielo así en la tierra’. (Volumen
36, Octubre 2, 1938).

401. Ahora pasemos precisamente a la venida del Mesías en la historia humana.

95
Capítulo 7: La plenitud de los tiempos

…el Señor mismo les dará un signo. Miren, la joven está embarazada y dará a luz un hijo, y
lo llamará con el nombre de Emanuel. (Isaías 7, 14).

402. La Divina Voluntad en la plenitud de los tiempos realiza sus maravillas. Ya habíamos visto
en el capítulo 2 que Jesucristo es el primogénito, el modelo de toda la Creación; y que si Adán
no hubiera pecado, de todos modos Jesucristo hubiera venido al mundo, como vimos que lo
manifiesta Jesús en Libro de Cielo en el Volumen 25, en Marzo 31, de 1929.

403. Y mencionábamos que este Hombre-Dios tenía que tener una Madre humana, y que por
eso Santa María era la criatura segunda en el orden de la Creación en cuanto al valor y los
planes de Dios. Pues nos acercamos ya a estos tiempos en que estos dos seres —que desde la
eternidad estaban en la mente de Dios— harán entrada en el tiempo histórico de la criatura.

La Concepción de la Divina Voluntad en la Soberana del Cielo


404. Jesús dice en Libro de Cielo:

Mi Mamá vino al mundo después de cuatro mil años, sin embargo delante a Dios fue
primero que Adán; sus actos, su amor, están en el primer orden de las criaturas, así que
sus actos están primero que todos los actos de las criaturas, porque fue Ella la más cercana
a Dios, vinculada con los vínculos más estrechos de santidad, de unión y de semejanza, y
con el vivir en nuestro Querer sus actos se volvían inseparables de los nuestros, y como
son inseparables se vuelven los actos más cercanos, como cosas connaturales a su
Creador. (Volumen 19, Mayo 6, 1926).

405. Por eso, después de cuarenta siglos de espera después del pecado de Adán, por fin un ser
humano se concibe, nace, crece y sube al Cielo con el don de la Divina Voluntad: ¡María
Santísima! Y así, por los méritos de Jesucristo, que como Dios vive en un eterno presente, obró
Dios estas maravillas en la Virgen Santísima. Y estas maravillas son hechas por la Divina
Voluntad, en este sentido Jesús le dice a Luisa un ocho de diciembre —día de la Inmaculada
concepción— de 1928, respecto a una lectura que hizo un sacerdote sobre la Inmaculada
concepción del volumen 15 de libro de Cielo:

Hija mía, cómo estoy contento, se puede decir que hoy mi Mamá Soberana recibe de la
Iglesia los honores divinos, honrando en Ella, como primer acto de su vida, la Vida de la
Divina Voluntad. Estos son los honores más grandes que se le pueden dar, porque el
querer humano no tuvo jamás vida en Ella, sino siempre, siempre la Divina Voluntad. El
secreto de su Santidad, de su altura, potencia, belleza y grandeza, y todo lo demás, fue mi
Fiat, que con su calor extinguió la mancha de origen y la concibió inmaculada y pura, y mi
Iglesia, en vez de honrar a mi Voluntad Divina, causa primaria y acto primero, honraba los
efectos de Ella y la proclamaba Inmaculada, concebida sin pecado. Se puede decir que la
Iglesia le daba los honores humanos y no los honores divinos, los cuales justamente se

96
merece, porque una Voluntad Divina tuvo Vida continua en Ella. (Volumen 25, Diciembre
8, 1928).

406. Aquí Jesús deja claro que es la Divina Voluntad la que hizo los prodigios en la Reina del
Cielo, el secreto de su Santidad, sus prerrogativas y privilegios son consecuencia de los efectos
de este Querer Divino. Y el que esto no se honrara en la Iglesia (ya que no se sabía) era un dolor
para Él y para la Virgen, continuemos con la cita de Libro de Cielo:

Y esto era un dolor para Mí y para Ella, porque ni Yo recibía de mi Iglesia los honores de
una Voluntad Divina habitante en la Reina del Cielo, ni Ella los honores debidos por haber
dado en Ella el lugar para formar la Vida del Fiat Supremo. Por eso, hoy, con hacer conocer
que todo fue en Ella el prodigio de mi Querer, y que todas sus otras prerrogativas y
privilegios fueron en orden secundario y como consecuencia de los efectos de aquella
Voluntad Divina que la dominaba, se puede decir que hoy se festeja con decoro, gloria
divina y magnificencia la fiesta de la Inmaculada Concepción, que se puede llamar con más
verdad: “La Concepción de la Divina Voluntad en la Soberana del Cielo”. Y esta Concepción
fue la causa de todo lo que es e hizo, y de los grandes prodigios de esta Celestial Niña.
(Volumen 25, Diciembre 8, 1928).

407. Aquí Jesús manifiesta el nombre que con más propiedad, de acuerdo a esta sublime
verdad, debería llamarse esta fiesta: La Concepción de la Divina Voluntad en la Soberana del
Cielo, y seguramente llegará un momento en la Iglesia universal que de manera oficial llame así
a esta fiesta. Veamos qué prodigios sucedieron en la concepción de nuestra Santa Madre:

Hija mía, la Inmaculada Concepción de mi amada Mamá fue prodigiosa y del todo
maravillosa, tanto que Cielos y tierra quedaron estupefactos e hicieron fiesta. Las Tres
Divinas Personas hicieron competencia: El Padre hizo salir un mar inmenso de potencia;
Yo, Hijo, saqué un mar infinito de sabiduría; y el Espíritu Santo un mar inmenso de eterno
amor, que fundiéndose formaron un solo mar y en medio de este mar fue formada la
Concepción de esta Virgen, elegida entre las elegidas, así que la Divinidad suministró la
sustancia de esta Concepción, y no sólo era centro de vida de esta admirable y singular
criatura, sino que este mar le estaba alrededor, no sólo para tenerla defendida de todo lo
que pudiera ensombrecerla, sino para darle a cada instante nuevas bellezas, nuevas
gracias, potencia, sabiduría, amor, privilegios, etc. (Volumen 15, Diciembre 8, 1922).

408. Por eso en el Evangelio se dice:

¡Tú eres bendita entre todas las mujeres… (Lucas 1, 42).

409. Y María responde:

Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi


salvador, porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora. En adelante todas las
generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas:
¡su Nombre es santo! (Lucas 1, 46-49).

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410. Y como ya hemos visto que toda persona que viene a la existencia tiene que pasar por una
prueba, María no fue la excepción. Ella vivió siempre en la Divina Voluntad y fue confirmada en
vida en este Fiat Supremo, pero tuvo que pasar por la prueba. Veamos este fragmento de Libro
de Cielo en donde Luisa está reflexionando sobre este asunto y luego Jesús le responde:

[Luisa:] Estaba pensando acerca de la Inmaculada Concepción de mi Soberana Reina


Mamá, a mi mente afluían los méritos, las bellezas y los prodigios de su Inmaculada
Concepción, prodigio que supera todos los demás prodigios hechos por Dios en toda la
Creación. Ahora, mientras esto pensaba decía entre mí: “Grande es el prodigio de la
Inmaculada Concepción, pero mi Mamá Celestial no tuvo ninguna prueba en su
Concepción, todo le fue propicio, tanto de parte de Dios como de parte de su naturaleza
creada por Dios tan feliz, tan santa, tan privilegiada; entonces, ¿cuál fue su heroísmo y su
prueba? Si de la prueba no fue excluido el ángel en el Cielo, ni Adán en el Edén, ¿acaso
sólo la Reina de todos debía ser excluida de la aureola más bella, que la prueba debía
poner sobre su cabeza augusta de Reina y de Madre del Hijo de Dios?” Mientras esto
pensaba, mi amable Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

[Jesús:] Hija mía, nadie puede ser aceptable a Mí sin la prueba. Si no hubiera estado la
prueba habría tenido una Madre esclava, no libre, y la esclavitud no entra en nuestras
relaciones ni en nuestras obras, ni puede tomar parte en nuestro libre amor. Mi Mamá
tuvo su primera prueba desde el primer instante de su Concepción, en cuanto tuvo su
primer acto de razón, conoció su voluntad humana por una parte y la Voluntad Divina por
la otra, y fue dejada libre para elegir a cuál de las dos voluntades debía adherirse, y Ella,
sin perder un instante y conociendo toda la magnitud del sacrificio que hacía, nos donó su
voluntad sin quererla conocer más, y Nosotros le hicimos don de la nuestra, y en este
intercambio de donación de voluntades por ambas partes, concurrieron todos los méritos,
las bellezas, los prodigios, los mares inmensos de gracia en la Inmaculada Concepción de la
más privilegiada de todas las criaturas. (Volumen 17, Diciembre 8, 1924).

411. Como se ve, María también tuvo su prueba y la pasó. En este párrafo se da a entender que
tuvo uso de razón desde su concepción, y ¡así es!; la siguiente cita de Libro de Cielo lo deja
claro:

Así que su pequeña naturaleza [de la Virgen] fue concebida en el centro de este mar, y se
formó y creció bajo el influjo de estas olas divinas, tanto, que no apenas fue formada esta
noble y singular criatura, la Divinidad no quiso esperar como es su costumbre con las
demás criaturas, quería sus abrazos, la correspondencia de su amor, sus besos, gozarse sus
inocentes sonrisas, y por eso no apenas fue formada su Concepción le di el uso de razón, la
doté de todas las ciencias… (Volumen 15, Diciembre 8, 1922).

412. Vale la pena comentar —si estamos hablando de historia— que estos cuarenta siglos de
espera de Adán a María para que alguien en la humanidad viviera con el don del Reino de la
Divina Voluntad serán significativos en la vida de Jesús:

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Hija mía, el número de cuarenta días de mi vida aquí abajo es simbólico y significativo.
Cuarenta días desde que nací quise estar en la gruta de Belén, símbolo de mi Voluntad
Divina que mientras estaba en medio de las criaturas, estaba como escondida y fuera de la
ciudad de sus almas, y Yo para reparar los cuarenta siglos de voluntad humana, quise estar
por cuarenta días fuera de la ciudad en una vil choza a llorar, gemir y orar, para llamar de
nuevo mi Voluntad Divina a la ciudad de las almas para darle su dominio, y después de
cuarenta días salí para presentarme al templo y revelarme al santo anciano Simeón; era la
primera ciudad que llamaba al conocimiento de mi Reino, y fue tanta su alegría que cerró
los ojos a la tierra para abrirlos a la eternidad. Cuarenta estuve en el desierto (Volumen 22,
Septiembre 8, 1927).

Yo fui al desierto para llamar de nuevo a mi misma Voluntad Divina, que por cuarenta
siglos las criaturas habían desterrado de en medio de ellas, y Yo por cuarenta días quise
estarme solo, para reparar los cuarenta siglos de voluntad humana en los cuales la mía no
había poseído su reino en medio a la familia humana, y con mi misma Voluntad Divina la
quise llamar de nuevo en medio a ellos para hacer que reinara. Al regresar del desierto la
deposité en mi Mamá con todos los actos de Voluntad Divina que las criaturas habían
rechazado y tenido como en el desierto, a fin de que fuera Ella la fiel depositaria, la
reparadora y la imploradora del Reino de mi Voluntad. Sólo la Soberana Señora podía
poseer este depósito tan grande, porque poseía en Sí la misma Voluntad Divina en la cual
se podía contener la misma Voluntad desterrada por la criatura. (Volumen 22, Septiembre
8, 1927).

…y después, súbito hice mi vida pública para dar a las criaturas los remedios y los medios
para alcanzar el reino de mi Querer. Cuarenta días quise estar sobre la tierra después de
mi Resurrección para confirmar el reino del Fiat Divino y sus cuarenta siglos de reino que
debía poseer. Así que todo lo que Yo hice en este mundo, el primer acto era el
restablecimiento de Él, todas las otras cosas entraban en el orden secundario, pero el
primer anillo de conjunción entre Yo y las criaturas era el reino de mi Voluntad. (Volumen
22, Septiembre 8, 1927).

413. Y es esta Divina Voluntad en María Santísima, la que logró traer al Verbo Divino a la tierra:

Hija mía, mi Mamá Celestial poseía mi Voluntad, de Ella estaba tan llena que rebosaba de
luz, pero tanto, que sus olas de luz se alzaban hasta el seno de nuestra Divinidad, y
haciéndose vencedora con la potencia de nuestro Querer Divino que poseía, venció al
Padre Celeste y en su luz raptó la luz del Verbo y lo hizo descender a su seno en la misma
luz que se había formado en virtud de mi Voluntad Divina; jamás habría podido descender
del Cielo si no hubiera encontrado en Ella nuestra misma luz, nuestra misma Voluntad
reinante en Ella, si esto no fuera, sería descender desde el primer momento en casa
extraña, en cambio Yo debía descender en mi casa, debía encontrar dónde debía
descender mi luz, mi cielo, mis alegrías sin número, y la Soberana Celestial con poseer mi

99
Voluntad Divina me preparó esta morada, este cielo nada desemejante de la Patria
Celestial (Volumen 23, Diciembre 18, 1927).

Jamás habría podido Yo, Verbo Eterno, descender del Cielo si no hubiera encontrado en
Ella [Santa María] mi Voluntad reintegrada, tal como había sido querido por Nosotros que
existiera en la criatura. ¿Cuál fue entonces la causa que me hizo venir sobre la tierra? Mi
Voluntad existente en una pequeña criatura. Qué me importaba a Mí que fuese pequeña,
lo que me interesaba es que mi Voluntad estuviera a salvo en Ella, sin ninguna rotura por
parte de su voluntad humana (Volumen 16, Noviembre 15, 1923).

Si Ella [la Virgen] no poseyera mi Querer no podía ser mi Madre en el orden humano, ni en
el orden divino. (Volumen 29, Julio 2, 1931).

414. Gracias a las manifestaciones hechas por Jesús a Luisa Piccarreta para el mundo, nos
queda claro que fue la Divina Voluntad teniendo su Vida plena en nuestra Madre Reina la que
atrajo al Verbo Divino a la tierra, no otra cosa, ni siquiera su Inmaculada Concepción, esto entra
en orden secundario, vemos:

¿Pero quieres saber tú cuál fue el más grande prodigio obrado por Nosotros en esta
criatura tan santa, y el más grande heroísmo que ninguno, ninguno podrá jamás igualar de
tan bella criatura? Su vida la comenzó con nuestra Voluntad, la siguió y la cumplió, así que
se puede decir que cumplió desde que comenzó, y comenzó desde que cumplió; y nuestro
más grande prodigio fue que en cada pensamiento suyo, palabra, respiro, latido,
movimiento y paso, nuestro Querer desahogaba sobre de Ella y Ella nos ofrecía el
heroísmo de un pensamiento, de una palabra, de un respiro, de un latido divino y eterno
obrante en Ella, esto la elevaba tanto, que lo que Nosotros éramos por naturaleza, Ella lo
era por gracia; todas sus demás prerrogativas, sus privilegios, su misma Inmaculada
Concepción, habrían sido un bello nada en comparación de este gran prodigio; más bien,
fue esto lo que la confirmó y la volvió estable y fuerte durante toda su vida. Mi Voluntad
continua, desbordante sobre de Ella, le participaba la Naturaleza Divina, y su continuo
recibirla la hizo fuerte en el amor, fuerte en el dolor, distinta entre todos. Fue esta nuestra
Voluntad obrante en Ella la que atrajo al Verbo a la tierra, lo que formó la semilla de la
fecundidad divina para poder concebir un Hombre y Dios sin obra humana, y la hizo digna
de ser Madre de su mismo Creador. (Volumen 17, Diciembre 8, 1924).

Si esta Virgen Inmaculada no hubiera tenido el Querer Divino como centro de vida, todas
las demás prerrogativas y privilegios con los cuales tanto la enriquecimos habrían sido una
nada frente a eso. Fue esto lo que le confirmó y le conservó los tantos privilegios, y no
sólo, sino que a cada instante le multiplicaba nuevos. He aquí la causa por la que la
constituimos Reina de todos, porque cuando Nosotros obramos lo hacemos con razón,
sabiduría y justicia, porque jamás dio vida a su querer humano, sino que nuestro Querer
fue siempre íntegro en Ella. (Volumen 15, Diciembre 8, 1922).

100
415. Exceptuando a Jesucristo, Santa María es la cumbre de la santidad entre los seres
humanos, ya que —aunque siendo humana— su santidad era toda Divina, ya que poseía a
plenitud la Vida Divina del Fiat Supremo, y poseyó esta Vida sin interrupción, continuamente,
cada instante de su existencia en la tierra y continúa en el Cielo, superando por tanto a Adán y
a Eva en su estado de inocencia.

416. Ella es el modelo perfecto de criatura que Dios hubiera querido para la humanidad, ya que
Ella modeló, se asemejó a Jesucristo en su máximo nivel; y así Ella es modelo para nosotros,
pues ya es una realidad que la humanidad puede hoy entrar en este Reino de la Divina
Voluntad. Y así María es la que nos lleva a Jesús y al Reino de la Divina Voluntad. Y además de
que poseyó la Voluntad Divina siempre, Dios la adornó y la dotó de manera maravillosa por ser
elegida para ser Madre del Verbo. Cúspide de santidad que de todos modos María hubiera
tenido si Adán no hubiera pecado.

417. Aquí una reflexión que podría ser tema de análisis en otra obra. Se podría plantear la
siguiente hipótesis: sabemos que si Adán hubiera pasado la prueba habría sido confirmado en
el bien él y toda la descendencia humana; y sabemos que de todos modos el Verbo se hubiera
encarnado para ser Cabeza y Rey de la humanidad.

418. Entonces se pudiera pensar —hipótesis— que la humanidad hubiera tenido una evolución
muy grande en la Santidad de la Divina Voluntad; imaginemos todas y cada una de las personas
humanas haciendo sus actos divinos en el Querer Divino, haciendo vida continua en este Fiat
Supremo, ¡qué santidad! ¡qué perfección y crecimiento espiritual de toda la humanidad!
Entonces toda esta santidad hubiera preparado la creación de la Virgen María para ser Madre
del Verbo (aquí terminamos la hipótesis).

419. Al pecar Adán esto no fue posible, lo que pasó entonces fue que para lograr esta cúspide
en la Santidad de María en la Divina Voluntad para ser Madre del Verbo y Reina del Fiat
Supremo se recurrió a los méritos del futuro Redentor Jesucristo, veamos:

…la Soberana del Cielo fue agraciada en virtud de los méritos del futuro Redentor
(Volumen 24, Julio 19, 1928).

A lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que María "llena de gracia" por
Dios había sido redimida desde su concepción. *…+ Esta "resplandeciente santidad del todo
singular" de la que ella fue "enriquecida desde el primer instante de su concepción", le
viene toda entera de Cristo: ella es "redimida de la manera más sublime en atención a los
méritos de su Hijo". (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 491-492).

420. Y así nuestra Santa Madre es la cumbre de la Santidad entre las criaturas, gracias a los
méritos de Jesucristo. Por eso, la plenitud de los tiempos empiezan de algún modo con María
Santísima, pero se coronan con la llegada del Mesías —ya que como hemos visto— la llegada
del Mesías ya estaba prevista en la Voluntad de Dios. Esta maravillosa alianza, llamada también

101
alianza nupcial, esta increíble unión del Creador con su criatura en Jesucristo, veamos cómo
fue.

La Encarnación del Verbo (el Fiat vestido de carne)


421. Una vez que todo estaba preparado y María en su interior había llegado a engrandecer
tanto la Vida Divina a través de sus actos realizados en la Divina Voluntad desde su concepción
hasta el momento en que a la Soberna Divinidad tuvo a bien que llegara el momento adecuado,
llegamos a lo que en la Historia de la Divina Voluntad —que incluye la historia de la
restauración— sería este clímax de la plenitud de los tiempos:

Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer para
rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva. La
prueba de que ustedes son hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu
de su Hijo que clama: ¡Abba!, Padre! De modo que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo,
también heredero por Voluntad de Dios. (Gálatas 4, 4-7).

422. Al inicio de la cita aparece la filiación adoptiva por la redención (el rescate), pero en los
siguientes versículos de la cita se habla de hijos de Dios llanamente y de que ya no somos
esclavos (siervos) sino hijos herederos por Voluntad de Dios; que conociendo ahora las
verdades de Libro de Cielo, estos versículos apuntan a la filiación plena al ser hijos legítimos al
vivir con el don del Reino de la Divina Voluntad, nuestra más grande y hermosa heredad:

Hija mía, esta luz, este lugar tan encantador que no conoce ni ocaso ni noche es mi
Voluntad, todo está completo en Ella, felicidad, fuerza, belleza, conocimiento del Ser
Supremo, etc. Esta luz interminable que es nuestra Voluntad, salió del seno de la Divinidad
como herencia del hombre, la más bella herencia que podíamos darle (Volumen 19, Marzo
31, 1926).

423. Veamos otra cita de la Escritura que habla de esta plenitud de los tiempos:

Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo
con toda clase de bienes espirituales en el cielo, y nos ha elegido en Él, antes de la
creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia, por el
amor. […] En Él hemos sido redimidos por su sangre y hemos recibido el perdón de los
pecados, según la riqueza de su gracia *…+ Él nos hizo conocer el misterio de su Voluntad,
conforme al designio misericordioso que estableció de antemano en Cristo, para que se
cumpliera en la plenitud de los tiempos: reunir todas las cosas, las del cielo y las de la
tierra, bajo una sola Cabeza, que es Cristo. En Él hemos sido constituidos herederos
(Efesios 1, 3-11).

424. Por lo tanto, la plenitud de los tiempos es cuando hace irrupción en la historia humana el
Verbo Divino para restaurar el Reino de la Divina Voluntad y Redimirnos del pecado; y así reunir
todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, bajo una sola Cabeza, que es Cristo. Reunir, unir

102
todas las cosas, unir el Cielo y la tierra, el “Fiat Voluntas Tua Sicut in Coelo et in Terra” —el
hágase tu Voluntad aquí en la tierra como en el Cielo—.

425. Por lo que ya se ha visto, tendría que quedar claro que la Encarnación de Jesucristo es el
centro de todo, ya vimos que es la obra cumbre de toda la Creación, el primogénito, la Imagen
del Dios invisible19, la cúspide y modelo de todo lo creado, de todo lo visible e invisible; la
primera creación en el orden divino.

426. Y ya vimos que, sin pecado o con pecado, Jesucristo iba a venir al mundo a ser Cabeza y
Rey; por eso su Encarnación en el tiempo, hace de este tiempo la plenitud:

En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada
Nazaret, a una virgen que estaba desposada con un hombre perteneciente a la familia de
David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la
saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo». Al oír estas palabras,
ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le
dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le
pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le
dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no
tendrá fin». María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, pues no conozco varón?». El Ángel
le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con
su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. *…+ María dijo entonces:
«He aquí la esclava del Señor: hágase en mí (Fiat Mihi) según tu palabra». (Lucas 1, 26-38).

427. Obviamente esta cita del Evangelio da para mucha reflexión, pero nos detendremos
solamente en algunos aspectos. Jesús se encarna en María —y como ya hemos visto— esto es
gracias a la Vida Divina plena que poseía esta Virgen, gracias a la Divina Voluntad que habitaba
colmadamente en Ella.

428. El Ángel le deja claro a María que es Hijo del Altísimo, Hijo de Dios, la Segunda Persona de
la Trinidad, el Verbo Divino, la Divina Palabra, el Fiat Supremo; es la Divina Voluntad hecha
carne, el Fiat Divino encarnado, que se viste de la naturaleza humana:

¿Y crees tú que en la Redención no fue mi Divina Voluntad que se encarnó para venir a
encontrar al hombre perdido? Fue propiamente Ella, porque Verbo significa palabra, y
nuestra palabra es el Fiat, que como en la Creación dijo y creó, así en la Redención quiso y
se encarnó (Volumen 25, Marzo 22, 1929).

429. Pero también Jesús viene al mundo dentro de una familia, no es Hijo de una Madre
soltera, sino de María, desposada con José de la familia de David. David, signo del Reinado de la
Divina Voluntad. Por eso el Ángel le dice a María que el Señor le dará el trono de David y que su
Reino no tendrá fin; alusión clara al Reino de la Divina Voluntad, que se entiende mejor al
conocer la obra que Jesús hace a través de Luisa Piccarreta.
19
Colosenses 1, 15.

103
430. Todo esto es por obra del Espíritu Santo, el Amor de Dios en Persona. Y todo está listo para
el acontecimiento más grande de la historia humana: el Dios Creador que se hace criatura. Y
así, en este momento de la Anunciación del Ángel, la restauración del don del Reino de la
Divina Voluntad y la Redención están solamente esperando un Fiat, un ¡hágase!, semejante al
del comienzo de la Creación que pronunció el Creador, solamente que ahora de la criatura más
esplendida: ¡de María Santísima!

431. Y ¿qué dijo María? Fiat Mihi: “Hágase en mí”; hágase en mí la Voluntad de Dios. Este Fiat
que estuvo en todos sus actos y formó la Vida Divina a la máxima altura que a criatura es
posible. Este hermoso y esplendoroso Fiat originó al Verbo Divino en el tiempo:

Mi origen en el tiempo fue el Fiat Mihi de mi Inmaculada Mamá, por eso todo mi obrar
lleva el sello de su Fiat Mihi. (Volumen 12, Enero 17, 1921).

432. Jesús describe su Encarnación en María Santísima en el Libro de Cielo de la siguiente


manera, veamos:

Entonces, en cuanto la luz de mi Fiat me atrajo a su seno [al de la Virgen], y la luz del
Verbo descendió, estas luces se fundieron juntas, y la Virgen pura, Reina y Madre, con
pocas gotas de sangre que hizo correr de su corazón ardiente formó el velo de mi
Humanidad en torno a la luz del Verbo, la encerró dentro, pero mi luz era inmensa, y
mientras mi Mamá Divina encerró su esfera dentro del velo de mi Humanidad que me
formó, no pudo contener los rayos, ellos desbordaban fuera, y más que sol, que de la
altura de su esfera cuando surge expande sus rayos sobre la tierra para encontrar las
plantas, las flores, el mar, a todas las criaturas para dar a todos los efectos que contiene su
luz, y como triunfante desde la altura de su esfera mira el bien que hace y la vida que
infunde en cada cosa que inviste, así hice Yo, más que sol que surge, desde dentro del velo
de mi Humanidad los rayos que desbordaba fuera iban buscando a todas las criaturas,
para dar a cada una mi Vida y los bienes que había venido a traer sobre la tierra. Estos
rayos desde dentro de mi esfera tocaban a cada corazón, llamaban fuerte para decirle:
‘Ábranme, tomen la Vida que he venido a traeros’. (Volumen 23, Diciembre 18, 1927).

433. En esta hermosa cita se expresa la belleza de este misterio de la Encarnación que viene a
besar su Creación a través de asumir la naturaleza humana para darle —recuperarle— la Vida
Divina que Él es: “Yo soy… la Vida” (Juan 14, 6). Y de esta manera devolverle al ser humano la
divinidad que había perdido por el pecado:

Hija mía, en la Creación Yo di al alma mi imagen, en la Encarnación di mi Divinidad,


divinizando a la humanidad. (Volumen 6, Diciembre 22, 1903).

434. Y en el inmenso amor que nos tiene Dios, el Verbo Divino, al encarnarse nos concibió, nos
hizo renacer a todos:

Hija mía, mira el gran prodigio de la Encarnación, en cuanto fui concebido y se formó mi
Humanidad, así hacía renacer a todas las criaturas en Mí (Volumen 13, Octubre 16, 1921).

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435. El Amor de Jesús en la Encarnación fue inmenso:

Hija mía bendita, mi Amor fue tanto al Encarnarme en el seno de mi Madre Celestial, que
Cielos y tierra no podían contenerlo, el acto de Encarnarme ocurrió en un acto de amor
tan intenso, tan fuerte, tan grande, que era más que suficiente para quemar todo y a
todos de amor. Tú debes saber que antes de Encarnarme, mi Padre Celestial vio en Sí
mismo, y en el ímpetu de su Amor, no pudiendo contenerlo sacaba de Sí torrentes, mares
de Amor, en este ímpetu de amor vio a su Hijo, y Yo me encontraba en sus mismas llamas
de amor y me ordenó que me encarnara; Yo lo quería, y en un ímpetu de amor, sin dejar a
mi Padre ni al Espíritu Santo, sucedió el gran portento de la Encarnación. Quedé con mi
Padre, y al mismo tiempo descendí al seno de mi Madre. Las tres Divinas Personas eran
inseparables, no sujetas a separarse, por eso puedo decir: ‘Quedé en el Cielo y descendí a
la tierra, y el Padre y el Espíritu Santo descendieron Conmigo a la tierra y quedaron en el
Cielo’. Por eso, en este acto tan grande nuestro Ser Divino desbordó tanto en amor, que
los Cielos quedaron maravillados y los ángeles sorprendidos y mudos, todos envueltos en
nuestras llamas de amor. La Encarnación no fue otra cosa que un acto de nuestra Divina
Voluntad, ¿qué cosa no sabe hacer y puede hacer? Todo; llega con su Potencia y con su
Amor infinito hasta obrar el prodigio jamás oído, ni hecho, de hacernos quedar en el Cielo
y descender en la prisión del seno Materno. Así quiso nuestra Voluntad que se hiciera.
(Volumen 34, Marzo 1, 1926).

436. Y Jesús nos deja claro que la finalidad principal es el Reino de la Divina Voluntad, único fin
por el cual fue creado el hombre:

Hija mía, si tú supieras que ímpetu de amor siento porque quiero establecer el reino de mi
Divina Voluntad sobre la tierra, para realizar el único fin por el cual fue creado el hombre;
todo lo que ha sido hecho por las Divinas Personas, desde que fue creado el mundo y lo
que haremos, nuestro principio será siempre aquél, no lo dejaremos jamás, que el hombre
regrese a su herencia del reino de nuestro Fiat que nos rechazó. Tanto, que en mi misma
encarnación, cuando descendí del Cielo a la tierra, la primera finalidad fue el reino de mi
Divina Voluntad, los primeros pasos los di en el reino de Ella, esto es, en mi Madre
Inmaculada que lo poseía, mi primera morada fue en su seno purísimo, en el cual mi Fiat
tenía su dominio absoluto y su reino íntegro y bello, y en este reino de mi Querer que
poseía mi Mamá Celestial, comencé y formé mi Vida acá abajo, de penas, de lágrimas y de
expiaciones. (Volumen 26, Mayo 16, 1929).

437. Jesús nos habla en la cita anterior que al encarnarse comenzaron sus penas, lágrimas y
expiaciones; y es verdad, todo esto es conocido desde el primer volumen de Libro de Cielo
donde se encuentra la conocida novena de Navidad; en donde se nos narra que desde el
vientre materno, nuestro salvador ya sufría penas y dolores. Estas penas ocultas, que ya vimos
que: toda su Vida oculta, todas sus penas íntimas, son de más duración y más intensas que sus
penas externas (ver volumen 16, Agosto 13, 1923).

105
438. Y así, en este amor que llega a lo incomprensible, incluso —como vemos— con penas y
dolores, Jesús nos quiere regresar nuestra herencia: el Reino del Fiat Supremo, Reino de dichas
y felicidades:

He aquí el porqué de mis premuras para que mi Voluntad sea conocida y forme su reino en
medio a las criaturas, porque quiero verlas felices, pero con aquella felicidad con la que las
saqué al crearlas (Volumen 22, Septiembre 3, 1927).

Debes saber que donde reina mi Voluntad, Ella, cual noble Reina Divina posee alegrías
inmensas y felicidad sin fin (Volumen 23, Diciembre 6, 1927).

Ella [la Divina Voluntad] quiere venir a reinar en medio a las criaturas para restituirles el
derecho de su reino perdido, para abundarlos de todos los bienes y de todas las felicidades
que Ella posee. (Volumen 26, Julio 27, 1929).

439. Sí, Dios nos quiere felices; y su Voluntad, su Querer es la verdadera felicidad:

…la verdadera felicidad la lleva mi Voluntad, sólo Ella encierra todos los bienes en el alma,
y haciéndose corona en torno al alma, la constituye reina de la verdadera felicidad
(Volumen 12, Abril 15, 1919).

…donde Ella reina [la Divina Voluntad] tiene múltiples modos para dar nuevas sorpresas de
alegrías, de contentos, para hacer que el alma que la posee pueda gozar su paraíso en la
tierra (Volumen 30, Enero 12, 1932).

…mi Querer es la suerte más feliz e indescriptible (Volumen 20, Diciembre 24, 1926).

440. Y llegado el momento, Jesucristo nace para el mundo…

El Nacimiento
El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz: sobre los que habitaban en
el país de la oscuridad ha brillado una luz. … Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha
sido dado. La soberanía reposa sobre sus hombros y se le da por nombre: «Consejero
maravilloso, Dios fuerte, Padre para siempre, Príncipe de la paz». Su soberanía será
grande, y habrá una paz sin fin para el trono de David y para su reino; Él lo establecerá y lo
sostendrá por el derecho y la justicia, desde ahora y para siempre. (Isaías 9, 1-6).

441. Las profecías se cumplen:

En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara
un censo *…+ José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea,
y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, para inscribirse con María, su esposa, que
estaba embarazada. Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y
María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre,
porque no había lugar para ellos en el albergue. (Lucas 2, 1-7).

106
442. Nace en la ciudad del rey David, el que es el Rey de reyes20 en un pesebre, enseñándonos
la humildad, el ser nada para que Dios sea todo. El nacimiento de Cristo fue un desahogo del
Amor Trinitario:

El amor fue la causa, y no sólo esto, sino que mi nacimiento en el tiempo fue el desahogo
de amor de la Santísima Trinidad hacia las criaturas. (Volumen 6, Diciembre 24, 1903).

443. Ahora, ¿para qué nació Jesús?

…ámame, ámame, he nacido para amar y para ser amado (Volumen 31, Diciembre 25,
1932).

444. Jesús nos habla también de la solemnidad de su nacimiento:

Hija mía, el acto de mi nacimiento fue el acto más solemne de toda la Creación, Cielo y
tierra sentían sumergirse en la más profunda adoración a la vista de mi pequeña
Humanidad, que tenía como amurallada a mi Divinidad, así que en el acto de mi
nacimiento hubo un acto de silencio y de profunda adoración y oración: Oró mi Mamá y
quedó arrebatada por la fuerza del prodigio que de Ella salía, oró san José, oraron los
ángeles y toda la Creación; sentían la fuerza del amor de mi potencia creadora renovada
en ellos, todos se sentían honrados y recibían el verdadero honor, porque Aquél que los
había creado debía servirse de ellos para lo que era necesario a su Humanidad. Se sintió
honrado el sol al tener que dar su luz y calor a su Creador, reconocía a Aquél que lo había
creado, a su verdadero Señor y le hacía fiesta y honor con darle su luz; se sintió honrada la
tierra cuando me sintió que estaba acostado en un pesebre, se sintió tocada por mis
tiernos miembros y exultó de alegría con signos prodigiosos; todas las cosas creadas veían
a su verdadero Rey y Señor en medio de ellas, y sintiéndose honradas, cada una quería
darme su oficio: El agua quería quitarme la sed, los pájaros con sus trinos y gorjeos querían
recrearme, el viento quería acariciarme, el aire quería besarme, todos querían darme su
inocente tributo. Sólo el hombre ingrato, a pesar que todos sintieron en ellos una cosa
insólita, una alegría, una fuerza potente, fueron reacios, y sofocando todo no se movieron,
y a pesar de que los llamaba con lágrimas, con gemidos y sollozos, no se movieron, a
excepción de pocos pastores. No obstante era por el hombre que venía a la tierra, venía
para darme a él, para salvarlo y para llevarlo conmigo a la patria celestial. Por esto Yo era
todo ojos para ver si venía ante Mí para recibir el gran don de mi Vida Divina y humana, así
que la Encarnación no fue otra cosa que darme en poder de la criatura. En la Encarnación
me di en poder de mi amada Mamá; en mi nacimiento se agregó San José, al cual hice don
de mi Vida, y como mis obras son eternas y no están sujetas a terminar, esta Divinidad,
este Verbo que descendió del Cielo, no se retiró más de la tierra, para tener ocasión de
darme continuamente siempre a todas las criaturas. Mientras viví me di develadamente y
después, pocas horas antes de morir realicé el gran prodigio de dejarme Sacramentado,
para que quien quisiera pudiera recibir el gran don de mi Vida; no puse atención ni a las

20
Apocalipsis 19, 16.

107
ofensas que me habrían hecho, ni a los rechazos de no quererme recibir, dije entre Mí:
‘Me he dado, no quiero retirarme más, aunque me hagan lo que quieran, pero seré
siempre de ellos y estaré siempre a su disposición”. (Volumen 17, Diciembre 24, 1924).

445. El sol, la tierra, el agua, los pájaros, el aire se sintieron honrados con el nacimiento de
Cristo, aquí cabría una reflexión ¿me siento honrado con el nacimiento de Jesucristo? Las cosas
creadas se sintieron honradas porque el Creador se hizo criatura y como tal necesitaba de ellas
—para lo que era necesario a su Humanidad—; pero de entre los seres creados el Verbo Divino
escogió hacerlo en la naturaleza humana, no en el sol, en los pájaros o en otro ser. Quiere decir
que los seres humanos tendríamos que ser los más honrados de que Cristo se hiciera hombre.

446. Sin embargo parece que no logramos entender este desahogo del amor de Dios por
nosotros. No correspondemos a Dios como se merece. Su Divinidad se vistió de nosotros, de
nuestra piel; ¡cuánto no deberíamos adorar y agradecer! ¡qué honor para los seres humanos!
Dios se dio en poder de la criatura y se quedó con nosotros más allá de su vida mortal en el
Sacramento Eucarístico. Se queda para estar siempre a nuestra disposición, ¡qué Amor! Es
verdaderamente el Emanuel, el «Dios con nosotros» (ver Mateo 1, 23).

447. El sol le daba su luz, la tierra el apoyo para sus pies, el agua le quitaba la sed, nosotros
¿qué podemos darle? ¿qué quisiera Dios que le diéramos? Toda nuestro ser, toda nuestra vida,
toda nuestra voluntad, para que su Voluntad Divina nazca en nosotros y nos dé la Vida de Cielo
que nos trae, y de esta manera se elimine toda oscuridad, desdicha y empiece la fiesta, la fiesta
entre el Cielo y la tierra, el inicio de la fiesta de la Divina Voluntad:

«Gloria a Dios en las alturas, y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad» (Lucas 2,
14).

Hija pequeña de mi Querer, la fiesta de mi Nacimiento fue la fiesta y como el inicio de la


fiesta de mi Divina Voluntad. Conforme los ángeles cantaron gloria a Dios en lo más alto de
los Cielos, y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad, los ángeles, la Creación, se
pusieron en actitud de fiesta, y mientras festejaban mi Nacimiento festejaban la fiesta de
mi Divina Voluntad, porque con mi Nacimiento nuestra Divinidad recibía la verdadera
gloria, hasta en lo más alto de los Cielos, y los hombres tendrán la verdadera paz cuando
reconozcan mi Voluntad, le den el dominio y la hagan reinar, entonces su voluntad se hará
buena, sentirán la fuerza divina. Entonces cantarán juntos Cielos y tierra, gloria a Dios en
lo más alto de los Cielos y paz en la tierra a los hombres que poseerán la Divina Voluntad;
todo se abonará en ellos y poseerán la verdadera paz. (Volumen 35, Diciembre 25, 1937).

448. En esta cita Jesús nos dice que tendremos verdadera paz cuando reconozcamos su
Voluntad, le demos el dominio y la hagamos reinar, y que así nuestra voluntad se hará buena;
porque sin su Voluntad, la nuestra se vuelve fea; ya que fuimos hechos para que la nuestra
viviera fundida a la Suya, porque la naturaleza humana fue creada para vivir unida con el Fiat
Divino:

108
Hija mía, fea es la naturaleza humana que vive sin mi Voluntad, porque ella fue creada por
el Ente Divino para vivir unida con el Fiat Divino, así que con vivir sin Él se da un cambio en
la naturaleza humana… Así que la criatura ha sido creada y ha tenido en su principio:
Cuerpo, alma, voluntad humana y Divina, todo junto, los cuales debían hacer vida en
común con sumo acuerdo. Y nuestra Voluntad que tenía el primado debía hacerse
alimentadora, conservadora y dominadora de esta criatura. (Volumen 29, Agosto 10,
1931).

[La Virgen]: Dios al crearla [a la criatura] la había creado unida, como en naturaleza, con su
Voluntad Divina, de modo que Ella debía ser la fuerza, el movimiento primario, el sostén,
el alimento, la vida de la voluntad humana, así que con no dar vida a la Voluntad Divina en
la nuestra, se rechazan los bienes recibidos de Dios en la Creación y los derechos recibidos
en naturaleza en el acto en que fuimos creados (La Reina del Cielo en el Reino de la Divina
Voluntad, día 5).

449. Gracias a las manifestaciones que Jesús hace a través de Luisa Piccarreta nos queda más
claro el sentido de: Gloria a Dios en las alturas, y paz en la tierra a los hombres de buena
voluntad21, la gloria a Dios se realiza porque las personas que vivan en la Divina Voluntad le
darán la gloria plena que Él espera y se merece; y los hombres de buena voluntad no son
solamente los que hacen la Voluntad de Dios, sino sobre todo los que viven en Ella gracias al
don del Reino de la Divina Voluntad, de acuerdo a la finalidad para la que fuimos creados.

450. Las personas que viven en la Divina Voluntad hacen la Voluntad de Dios, queriendo lo que
Él Quiere, pero con la Voluntad Divina; es decir, hacen la Voluntad de Dios como Él la hace,
porque se vive con una sola Voluntad, la Divina; por eso Jesús le dice a Luisa:

Ahora hija mía, también para ti será como connatural la concentración de todo lo que a mi
Voluntad pertenece si llegas a hacer la Divina Voluntad como la hace el mismo Dios. La
Voluntad de Dios en ti y aquélla que reina en Dios mismo será una sola (Volumen 19,
Marzo 31, 1926).

451. Un aspecto muy interesante en esta venida al mundo del Verbo Divino es lo que
mencionamos de que llegó en una familia, la Sagrada Familia. Y para que exista familia se
necesita además de madre e hijo, un esposo, un padre, una cabeza:

…la cabeza de todo varón es Cristo; y la cabeza de la mujer, el varón; y la cabeza de Cristo,
Dios. (1 Corintios 11, 3).

452. Dios eligió a San José para ser cabeza —nada menos y nada más— que de la Sagrada
Familia. Fue guía, custodio, protector de esta Santa Familia; obviamente Dios actuando a través
de él. Jesús, en la obra que hace a través de Luisa Piccarreta siempre se expresa de San José
con gran respeto y veneración, así también María y por supuesto Luisa, veamos algunas citas:

21
Lucas 2, 14.

109
[Luisa]: San José, amado protector mío, asísteme en esta circunstancia. (Volumen 1, 1899).

*Virgen+: …especialmente porque me dio por compañía un hombre tan santo, como era
san José. (La Reina del Cielo en el Reino de la Divina Voluntad, día 15).

[Virgen]: San José debía ser el cooperador, el tutor que debía tomar el interés de aquel
poco de humano que se necesitaba, y la sombra de la Paternidad celestial, en la cual debía
ser formada nuestra pequeña familia celestial sobre la tierra. (La Reina del Cielo en el
Reino de la Divina Voluntad, día 15).

Mi Celestial Mamá fue la depositaria del Reino de la Redención y por eso tomó parte en
todos los sacrificios, en todos los dolores; sólo San José sabía lo que estábamos haciendo
(Volumen 21, Abril 30, 1927).

…además estaba mi amado padre San José que me hacía de padre, y Yo sentía todas las
alegrías que él sentía por causa mía. (Volumen 20, Diciembre 25, 1926).

…todo el bien se desarrollaba entre Yo y el Padre Celestial, mi Celestial Madre y el amado


San José, porque sabían quién era Yo; todos los otros nada. (Volumen 30, Marzo 20, 1932).

453. La obra que Jesús ha hecho a través de Luisa Piccarreta también nos introduce en el
interior de la Sagrada Familia, veamos:

Después de esto continuaba mis actos en el Fiat Divino, y mi pobre mente se ha detenido
en la pequeña casa de Nazaret, donde la Reina del Cielo, el Celestial Rey Jesús, y San José,
estaban en posesión y vivían en el reino de la Divina Voluntad, así que este reino no es
extraño a la tierra, la casa de Nazaret, la pequeña familia que vivía en Ella, pertenecían a
este reino y lo tenían en pleno vigor; pero mientras esto pensaba, mi gran Rey Jesús me ha
dicho: Hija mía, cierto que el reino de mi Divina Voluntad ha existido sobre la tierra, y por
eso hay la esperanza cierta que regrese de nuevo en su pleno vigor; nuestra casa de
Nazaret era su verdadero reino (Volumen 29, Mayo 31, 1931).

…tú debes saber que la pequeña casa de Nazaret, para tu Mamá, para el querido y dulce
Jesús y para san José, era un paraíso. *…+ en esta casa de Nazaret estaba en pleno vigor el
reino de la Divina Voluntad. Cada pequeño acto nuestro, esto es: el trabajo, el encender el
fuego, el preparar el alimento, estaban todos animados por el Querer Supremo y formados
sobre la solidez de la santidad del puro amor. Por eso, de todos nuestros actos, del más
pequeño al más grande, salían alegrías, felicidad, bienaventuranzas inmensas, y Nosotros
quedábamos de tal manera inundados, que nos sentíamos como bajo una fuerte lluvia de
nuevas alegrías y contentos indescriptibles. Hija mía, tú debes saber que la Divina
Voluntad posee en naturaleza la fuente de las alegrías, y se deleita cuando reina en la
criatura, de dar en cada acto suyo el acto nuevo continuo de sus alegrías y felicidad. ¡Oh!
cómo éramos felices, todo era paz, suma unión, y el uno se sentía honrado de obedecer al
otro, también mi querido Hijo hacía competencia, porque quería ser mandado en las
pequeñas labores, por Mí y por el querido san José. ¡Oh! cómo era bello verlo en el acto

110
en que ayudaba a su padre putativo en las labores del trabajo, verlo que tomaba el
alimento, pero ¿cuántos mares de gracia hacía correr en aquellos actos a favor de las
criaturas? (La Reina del Cielo en el Reino de la Divina Voluntad, día 25).

454. Estas citas son maravillosas, ya que nos introducen en la atmósfera paradisiaca de la
Sagrada Familia y nos presenta el modelo para las familias que quieran vivir con el don del
Reino de la Divina Voluntad. Se ve cómo Jesús quería ser mandado por María y José y cómo era
respetada la posición de San José como cabeza de la Sagrada Familia. Jesús le da a San José
varios títulos, veamos:

Y así como junto conmigo y mi Mamá escogí a San José junto con Nosotros, como nuestro
cooperador, tutor y vigilante centinela de Mí y de la Soberana Reina, así he puesto cerca
de ti la vigilante asistencia de mis ministros como cooperadores (Volumen 19, Junio 15,
1926).

Hija mía, cierto que en esta casa de Nazaret reinaba mi Voluntad Divina como en el Cielo
así en la tierra,… tuve a San José como primer ministro (Volumen 24, Julio 7, 1928).

455. San José es por tanto cooperador, tutor y vigilante centinela de Jesús y de la Soberana
Reina en la Sagrada Familia donde reina la Divina Voluntad; de este modo San José es un santo
especial en el camino de las familias para vivir con el don del Reino de la Divina Voluntad que
las hará a imagen y semejanza de la Sagrada Familia, como cabeza, cooperador, tutor y
vigilante centinela de estas familias.

456. Y el otro hermoso título de San José es primer ministro del Reino de la Divina Voluntad; por
tanto podemos recurrir a él en ayuda y auxilio en nuestro viaje al don del Reino de la Divina
Voluntad. De hecho puede estar en nuestros labios y corazón la jaculatoria del día 25 de La
Reina del Cielo en el Reino de la Divina Voluntad:

Jesús, María y José, pónganme a vivir en el reino de la Voluntad de Dios. (La Reina del Cielo
en el Reino de la Divina Voluntad, día 25, jaculatoria).

457. Dios en su Divina Providencia prepara todo. Igualmente la llegada de Jesús al mundo tuvo
una preparación larga desde la promesa de restauración por parte de Dios después del pecado
de Adán, pero tiene una preparación próxima y cercana en todo un personaje: San Juan
Bautista.

Pero el Ángel le dijo: «No temas, Zacarías; tu súplica ha sido escuchada. Isabel, tu esposa,
te dará un hijo al que llamarás Juan. El será para ti un motivo de gozo y de alegría, y
muchos se alegrarán de su nacimiento, porque será grande a los ojos del Señor. No beberá
vino ni bebida alcohólica; estará lleno del Espíritu Santo desde el seno de su madre, y hará
que muchos israelitas vuelvan al Señor, su Dios. Precederá al Señor con el espíritu y el
poder de Elías, para reconciliar a los padres con sus hijos y atraer a los rebeldes a la
sabiduría de los justos, preparando así al Señor un Pueblo bien dispuesto». (Lucas 1, 13-
17).

111
458. El Bautista preparará al Señor un Pueblo bien dispuesto; es decir, preparará a las almas
para recibir el mensaje de Jesús y la Redención. Esto es una constante de Dios, prepara sus
obras y nos dice lo que piensa hacer con la humanidad, el problema es que muchas veces
nosotros no queremos o no nos interesa escuchar.

459. La preparación de San Juan Bautista —según lo que dice la Beata Emmerick— se realiza
incluso es aspectos materiales:

La frase: “Preparad los caminos del Señor”, no eran sólo figuras retóricas. He visto que
Juan recorría todos los caminos que Jesús y los apóstoles hicieron después, removiendo
los obstáculos y allanando las dificultades. Limpiaba de matorrales y piedras los caminos y
hacía sendas nuevas. Colocaba piedras en ciertos lugares de vado, limpiaba los canales,
cavaba pozos, arreglaba fuentes obstruidas, hacía asientos y comodidades, que después el
Señor usó en sus viajes. Levantó techados donde Jesús más tarde reunió a sus oyentes o
donde descansó de sus fatigas. (Beata Ana Catalina Emmerick, Visiones de la vida de
Jesucristo y de su Madre Santísima, Predicación y viajes de Juan Bautista).

460. Es decir, San Juan Bautista, además de la preparación espiritual que hizo con la gente,
también preparó los caminos terrenos al Señor. Esta preparación que hace Dios a través del
Bautista en tierras de Israel, también la hace en el mundo.

461. Jesús llega al mundo después del desarrollo de la cultura griega y su influencia en muchas
regiones a través de la expansión de Alejandro Magno —rey de Macedonia que vivió 33 años—
dando lugar a la cultura helenística. Esta cultura con sus desarrollos filosóficos será muy útil
para el trabajo teológico que se hará después con el mensaje Evangélico de Jesucristo.

462. Dando origen a descubrimientos importantes para la humanidad: el conocimiento más


profundo de Dios, la formación de una sólida doctrina católica y la aparición de los dogmas en
la Iglesia, que son luces en nuestro caminar hacia la vida eterna.

463. Además de esta preparación cultural para recibir el mensaje de Cristo, Dios en su sabia
providencia también prepara los caminos por los que se anunciará la Buena Nueva de Jesús por
el mundo —semejante a San Juan Bautista—.

464. Esto lo hará a través del imperio Romano que construyó una red de caminos a través de su
imperio de cerca de 100, 000 km, para conectar las regiones de su imperio a Roma “todos los
caminos llevan a Roma”.

465. En Roma se establecerá la cede del Vicario de Cristo, es como si Dios quisiera llevar a todos
hacia Él. En este contexto greco-romano nace el Mesías con su mensaje de salvación.

112
Capítulo 8: La vida oculta de Jesús

466. Poco después del nacimiento el Querer Divino “esconde” a Jesús en su vida oculta; de la
cual no hay mucha información en los Evangelios. Aquí veremos sólo algunos aspectos.

Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le
dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te
avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo». José se levantó, tomó de noche
al niño y a su madre, y se fue a Egipto. (Mateo 2, 13-14).

467. En esta cita se destaca cómo el Cielo le da su lugar a José de cabeza de familia al dirigirse
el Ángel a él para que se vaya a Egipto para proteger al niño Jesús. En el Libro de Cielo Jesús
dice respecto a Egipto:

Pequeño aún quise huir a Egipto, una voluntad tirana, inicua, quería asesinarme, símbolo
de la voluntad humana que quiere matar la mía, y Yo huí para decir a todos: ‘Huyan de la
voluntad humana si no quieren que sea asesinada la mía’. Toda mi vida no fue otra cosa
que la llamada de la Voluntad Divina en la humana. En Egipto vivía como un extraño en
medio de aquel pueblo, símbolo de mi Voluntad, que la tienen como extraña en medio de
ellos (Volumen 20, Enero 1, 1927).

468. Aquí Jesús expresa lo maligno de la voluntad humana que quiere matar la Divina. Y así es,
si la voluntad humana decide reinar, Dios que respeta la libertad de la persona, aparta su
Voluntad, como sucede cuando la persona hace cosas que nos son la Voluntad de Dios. Y estos
actos humanos no son investidos con la Vida Divina que trae la Voluntad Divina cuando domina
y reina en cada acto de criatura. De esta manera se mata la Voluntad Divina y la Vida Divina en
el acto de la persona:

Ella [la Voluntad Divina] quiere dar Vida Divina, y mientras está por darla, si la voluntad
humana no la recibe y se opone, se hace cuchillo para matar y sofocar esta Vida Divina en
su alma (Volumen 27, Julio 27, 1931).

469. También en Egipto Jesús hizo su primera predicación, veamos:

Ahora, tú debes saber que mi exilio en Egipto no estuvo exento de conquistas, cuando
llegué a la edad de cerca de tres años, desde nuestra pequeña casita oía a los niños que
jugaban,… a estos pequeños Yo les di mi primera predicación,… Yo les decía: ‘Niñitos míos,
escúchenme, Yo os amo mucho, y quiero haceros conocer vuestro origen. Miren el cielo,
allá arriba tienen un Padre Celestial que os ama mucho, pero os ama tanto que no se
contentó con haceros de Padre desde el Cielo, de miraros, de crearos un sol, un mar, una
tierra florida para volveros felices, sino que amándoos con un amor exuberante quiso
descender en vuestros corazones, formar su morada real en el fondo de vuestra alma,
haciéndose dulce prisionero de cada uno de ustedes, ¿pero para hacer qué? Para dar vida

113
a vuestro latido, respiro y movimiento; así que caminan ustedes, y Él camina en vuestros
pasos, se mueve en vuestras manitas, habla en vuestra voz; y mientras camináis, os
movéis, etc., como os ama mucho, ahora os besa, os estrecha, os abraza y os lleva como
en triunfo, porque sois sus amados hijos. Cuántos besos y abrazos escondidos no os da
este nuestro Padre Celestial, y ustedes por estar desatentos no habéis hecho que vuestro
beso encuentre al suyo, vuestros abrazos a su paterno abrazo, y Él ha quedado con el
dolor de que sus hijos no lo han ni besado ni abrazado. Ahora, niñitos míos amados,
¿sabéis qué quiere de ustedes este Padre Celestial? Quiere ser reconocido en ustedes, que
tiene su sede en el centro de vuestra alma, y como Él ha dado todo, no hay cosa que Él no
os dé, quiere vuestro amor en todo lo que hacéis. Ámenlo, que el amor no se aparte jamás
de vuestros corazoncitos, de vuestros labios, de vuestras obras, de todo, y esto será el
alimento delicioso que daréis a su Paternidad. Él os ama mucho y quiere ser amado.
Ninguno puede llegar a amaros como Él os ama, tan es verdad, que tenéis también un
padre terreno, pero cómo es diferente del amor del Padre Celestial, él no os sigue
siempre, no vigila vuestros pasos, no duerme junto con ustedes, no late en vuestro
corazón, y si os caéis ni siquiera lo sabe; en cambio el Padre Celestial no os deja jamás, si
estáis por caer os da la mano para no dejaros caer, si dormís os vigila, y también si jugáis o
hacéis impertinencias está con ustedes y conoce todo lo que hacéis. Por eso ámenlo
mucho, mucho’. Y encendiéndome de más en amor les decía: ‘Denme su palabra de que lo
amaréis siempre, siempre, digan junto Conmigo: Os amamos, Padre nuestro que estás en
los Cielos, os amamos Padre nuestro que resides en nuestros corazones’. (Volumen 35,
Enero 10, 1938).

470. ¡Qué hermosa predicación! Jesús dice que los niños se conmovían y lloraban de alegría:

Hija mía, por estas palabras dichas a los niños, quién se conmovía, quién lloraba de alegría,
quién quedaba arrobado, quién se estrechaba tan fuerte a Mí, que no me querían dejar
más. Yo les hacía sentir la Vida palpitante de mi Padre Celestial en sus corazoncitos, y ellos
gozaban por esto, hacían fiesta porque tenían no ya un Padre lejano, sino en su propio
corazón… y veía en ellos las primicias de mi Vida acá abajo, porque de estos niños que me
escuchaban ninguno se perdió. El conocer que tenían un Padre en sus corazones fue como
una garantía y prenda de poder poseer la patria celestial, para amar a aquel Padre que ya
estaba también en el Cielo. (Volumen 35, Enero 10, 1938).

471. También explica Jesús que esta predicación contiene la doctrina más necesaria:

El conocer que tenían un Padre en sus corazones fue como una garantía y prenda de poder
poseer la patria celestial, para amar a aquel Padre que ya estaba también en el Cielo. Hija
mía, esta predicación que Yo, pequeño niño, hacía a los niños de Egipto, era el
fundamento, la sustancia de la creación del hombre, contiene la doctrina más necesaria, la
santidad más alta, hace surgir el amor a cada instante para amarse el Creador y la criatura.
Qué dolor al ver tantas pequeñas vidas que no conocen la Vida de un Dios en sus almas,
crecen sin Paternidad Divina, como si estuviesen solos en el mundo, no sienten ni conocen

114
cuánto son amados; ¿cómo pueden amarme? Por eso, quitado el amor, el corazón se
endurece, la vida se afea y, pobre juventud, se da en brazos de los más graves delitos. Esto
es un dolor para tu Jesús, y quiero que sea un dolor para ti, a fin de que ruegues por tantos
que enseñan que estoy en sus corazones, que amo y quiero ser amado. (Volumen 35,
Enero 10, 1938).

472. Aquí se ve claro el porqué del mal en los corazones y específicamente en la juventud. Se
crece huérfano, sin Paternidad Divina. Los papás terrenos pueden fallar, pero tenemos un
Padre celestial que nos ama más que todos los padres o madres juntos:

Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me recibirá. (Salmo 27, 10).

¿Se olvida una madre de su criatura, no se compadece del hijo de sus entrañas? ¡Pero
aunque ella se olvide, yo [el Señor] no te olvidaré! Yo te llevo grabada en las palmas de mis
manos, tus muros están siempre ante mí. (Isaías 49, 15-16).

473. El no ser amado, crecer sin saberse amado es uno de los dramas más dañinos de nuestro
mundo y de la época actual. No suframos más, arrojémonos en los brazos de nuestro Padre
Dios que es Amor y su ternura nos sanará:

El Señor… sana a los de roto corazón, y venda sus heridas. (Salmo 147, 2-3).

Señor, Dios mío, clamé a ti y tú me sanaste. (Salmo 30, 3).

474. Respecto a Egipto, nuestra Santa Madre dice:

Egipto simboliza la voluntad humana, tierra llena de ídolos, y por donde pasaba el niño
Jesús, echaba por tierra estos ídolos y los metía en el infierno. ¡Cuántos ídolos posee el
querer humano! Ídolos de vanagloria, de estima propia y de pasiones que tiranizan a la
pobre criatura (La Reina del Cielo en el Reino de la Divina Voluntad, día 24).

475. Después de su estancia en Egipto, la Sagrada Familia regresa a tierra de Israel, dirigiéndose
de nuevo el Ángel a San José:

Cuando murió Herodes, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José, que estaba en
Egipto, y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y regresa a la tierra de Israel,
porque han muerto los que atentaban contra la vida del niño». José se levantó, tomó al
niño y a su madre, y entró en la tierra de Israel. (Mateo 2, 19-21).

476. La Sagrada Familia vivió en la austeridad y en la pobreza. Respecto a la pobreza Jesús dice
al respecto:

Hija mía, pobreza verdadera es cuando una criatura tiene necesidad, quiere tomar y no
tiene qué tomar y está obligada a pedir a los demás un estrecho medio para vivir, esta
pobreza es de necesidad y casi forzada; en cambio, tanto en Mí como en la Mamá Celestial
que era toda la plenitud del Fiat Eterno, era no pobreza de necesidad, mucho menos

115
forzada, sino pobreza voluntaria, pobreza espontánea, exprimida por la prensa del amor
Divino. Todo era nuestro, a una señal nuestra se habrían edificado suntuosos palacios,
servido mesas con alimentos jamás vistos y gustados, como en efecto cuando era
necesario, a una pequeña señal nuestra los mismos pájaros nos servían, trayéndonos en
sus picos frutos y peces y más, y hacían fiesta porque servían a su Creador y a su Reina;
con sus trinos, cantos y gorjeos, nos hacían las músicas más bellas, tanto que para no
llamar la atención de las demás criaturas debíamos darles la orden de que se alejaran,
siguiendo su vuelo bajo la bóveda del cielo donde nuestro Querer los esperaba, y ellos
obedientes se retiraban. Por eso nuestra pobreza fue de amor, pobreza de ejemplo para
enseñar a las criaturas el desapego de las cosas bajas de la tierra, no fue pobreza de
necesidad, ni podía serlo absolutamente, porque donde reina la plenitud, la Vida de mi
Voluntad, todos los males terminan como de un solo golpe y pierden la vida. (Volumen 20,
Enero 28, 1927).

477. Como dice Jesús, fue una pobreza de amor, y como con amor hay que hacer lo que nos
pida el Señor. Otro evento que cuenta el Evangelio de la vida oculta de Jesús es el siguiente:

Sus padres iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. Cuando el niño
cumplió doce años, subieron como de costumbre, y acababa la fiesta, María y José
regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta. Creyendo
que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre
los parientes y conocidos. Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él. Al
tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y
haciéndoles preguntas. Y todos los que los oían estaban asombrados de su inteligencia y
sus respuestas. Al ver, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: «Hijo mío,
¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados». Jesús
les respondió: «¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos
de mi Padre?». (Lucas 2, 41-49).

478. Obviamente este pasaje no se refiere a una desobediencia de Jesús hacia José y María, ya
que Él era perfectamente obediente, el mismo Evangelio lo atestigua: “…vivía sujeto a ellos”22;
sino de que por encima de todo está la Voluntad del Padre Dios: ¿No sabían que yo debo
ocuparme de los asuntos de mi Padre? (algo semejante a Hechos 5, 29: “Hay que obedecer a
Dios antes que a los hombres.”); la Virgen María explica lo siguiente respecto a este evento de
la infancia de Jesús:

En Jerusalén nos dirigimos directamente al templo, y habiendo llegado nos postramos con
la cara en tierra, adoramos profundamente a Dios y oramos largamente. Nuestra oración
era de tal manera fervorosa y recogida, que abría el Cielo, atraía y ataba al celestial
Padre… Ahora hija mía, te quiero confiar una pena que me tortura: Desgraciadamente hay
tantos que van a la Iglesia para rogar, pero la plegaria que ellos dirigen a Dios se queda en

22
Lucas 2, 51.

116
sus labios, porque su corazón y su mente están lejos de Él. *…+ Solamente la plegaria que
sale de un alma en la cual reina la Divina Voluntad, obra en modo irresistible sobre el
corazón de Dios, ella es tan poderosa de vencerlo y de obtener de Él las máximas gracias.
(La Reina del Cielo en el Reino de la Divina Voluntad, día 25).

479. Nuestra Santa Madre continúa el relato:

Después de haber cumplido nuestro deber en el templo y de haber celebrado la Pascua,


nos dispusimos a regresar a Nazaret. En la confusión de la multitud nos perdimos; Yo
quedé con las mujeres y José se unió a los hombres. Miré a mi alrededor para asegurarme
si mi querido Jesús se había venido conmigo, pero no habiéndolo visto pensé que Él habría
permanecido con su padre san José. Cual no fue mi asombro e inquietud que sentí cuando
llegados al punto donde nos debíamos reunir y no lo vi a su lado. Sin saber lo que había
sucedido, sentimos tal espanto y tal dolor que nos quedamos mudos los dos.
Quebrantados por el dolor regresamos apresuradamente… Hija querida, si Jesús era mi
Hijo, Él era también mi Dios, por eso mi dolor fue todo en el orden divino, se puede decir,
tan potente e inmenso, de superar todos los otros posibles dolores juntos. *…+ Yo era toda
ojos y buscaba por todos lados, cuando de repente, finalmente, con gozo descubrí a mi
Hijo que estaba en medio de los doctores de la ley, Él hablaba con tal sabiduría y majestad,
que cuantos lo escuchaban permanecían raptados y sorprendidos… (La Reina del Cielo en
el Reino de la Divina Voluntad, día 25).

480. Después de describir este hecho, nuestra Reina Madre nos explica la enseñanza de este
misterio:

En este misterio mi Hijo quiere darnos a Mí y a ti una enseñanza sublime. ¿Podrías acaso
suponer que Él ignorase lo que Yo sufría? Todo lo contrario, porque mis lágrimas, mi
búsqueda, mi crudo e intenso dolor se repercutían en su corazón, sin embargo, durante
aquellas horas tan penosas, Él sacrificaba a su Divina Voluntad a su propia Mamá, a
Aquella que Él amaba tanto, para demostrarme cómo también Yo, un día debía sacrificar
su misma Vida al Querer Supremo. (La Reina del Cielo en el Reino de la Divina Voluntad,
día 25).

481. María aquí nos exhorta a que ante el valor del Querer Supremo todo lo demás tiene un
valor menor. Y que siempre la Divina Voluntad es lo perfecto en nuestra vida, aunque en este
mundo de prueba a veces no entandamos este Querer Divino o incluso pueda haber dolor o
sufrimiento, pero estos sufrimientos en Dios son muy benéficos:

Hija mía, las mortificaciones, miserias, privaciones, dolores, cruces, sirven a quien se sirve
de ellos para imprimir mi santidad en el alma, y para irse embellecido de todas las
variedades de los colores divinos; además no son otra cosa que tantos perfumes de Cielo,
con los cuales el alma queda toda perfumada”. (Volumen 9, Mayo 5, 1909).

117
482. Incluso estos sufrimientos y dolores vividos en amor y en la Voluntad Divina se llevan con
paz y con gozo:

Hija mía, no te turbes por esto, los sufrimientos que me vienen del amor del alma
contienen a la vez grandes gozos, porque el amor verdadero por cuanto lleva sufrimientos,
no está jamás separado de gran gozo y de indecibles contentos”. (Volumen 11, Agosto 27,
1913).

…mi Voluntad vuelve al alma feliz aun en medio de las más grandes tempestades, más
bien se eleva tan alto, que las tempestades no la pueden tocar, si bien las ve y las siente. El
lugar donde ella mora no está sujeto a tempestades, sino que es siempre sereno y con sol
radiante, porque su origen está en el Cielo, su nobleza es divina, su santidad está en Dios,
donde está custodiada por Dios mismo (Volumen 12, Agosto 6, 1917).

Hija mía, quien vive en mi Voluntad entra en el orden divino, y así como nuestra Divinidad
es incapaz de dolor,… así para quien vive en mi Voluntad el dolor no puede entrar en su
alma, y mucho más, pues sintiendo en ella la luz, la fuerza, la felicidad de la naturaleza de
mi Voluntad Divina, se siente ya en posesión de aquel Jesús… Por eso el dolor queda fuera
del alma,… el alma por estar investida por el Fiat Divino parece que no puede dolerse, por
eso siente dolor sin dolor, pena sin pena, porque el dolor, las penas, no pueden entrar en
el sagrario de mi Voluntad y están obligadas a quedar fuera, y el alma las siente, las ve, las
toca, pero no entran a su centro (Volumen 24, Mayo 10, 1928).

483. Otro aspecto que nos manifiesta Jesús en los volúmenes respecto a su vida oculta es
sobre el sentido de su infancia. Adán fue creado adulto, si Jesús hubiera querido venir adulto lo
podría haber hecho, sin embargo quiso ser perfecto hombre, plenamente solidario con
nosotros y no se saltó ninguna etapa del crecimiento natural de un ser humano. Precisamente
Luisa meditaba sobre esto y Jesús le dice:

Hija mía, mis obras son perfectas; quise venir pequeño infante para divinizar todos los
sacrificios y todas las pequeñas acciones que hay en la infancia; así que, hasta en tanto que
los niños no llegan a cometer pecados, todo queda absorbido en mi infancia y divinizado
por Mí. Cuando después comienza el pecado, entonces comienza la separación entre Yo y
la criatura, separación dolorosa para Mí, y para ella luctuosa.

Y yo [es decir, Luisa]: Cómo puede ser esto, si los niños no tienen uso de razón y no son
capaces de merecer.

Y Él [Jesús]: El mérito lo doy, primero por gracia mía, segundo porque no es de su voluntad
el no querer merecer, sino que es porque así es el estado de infancia dispuesto por Mí. Y
además, no sólo queda honrado sino que también recoge el fruto un jardinero que ha
plantado una planta, a pesar de que la planta no tiene razón; el escultor que hace una
estatua, y tantas otras cosas. Sólo el pecado es lo que destruye todo y separa a la criatura

118
de Mí, pues todo lo demás, de Mí parte hacia las criaturas y a Mí regresa, aun las acciones
más triviales, con la marca del honor de mi Creación. (Volumen 8, Diciembre 30, 1908).

484. Como se ve, Jesús en su infancia divinizó la infancia de todos los seres humanos y aunque
antes del uso de razón el ser humano no es capaz de merecer, Jesús les da sus propios méritos
que el hizo en su infancia ¡maravillas de maravillas! Pues así de grande y amoroso es nuestro
Dios. Todo esto da mucho a que meditar y reflexionar, sobre todo en los niños que mueren
antes del uso de razón respecto a los méritos que tendrán en el Cielo, pero este es un tema que
no corresponde tocar en esta obra.

485. Jesús también habla de que su vida oculta fue un prodigio de gracia y santidad:

Mi Voluntad tiene como alineadas en Sí las penas de mi infancia, todos mis actos internos
de mi Vida oculta, que son prodigios de gracia y de santidad (Volumen 18, Octubre 4,
1925).

486. En los Evangelios se menciona que Jesús crecía:

El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con Él.
*…+ Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia, delante de Dios y de los
hombres. (Lucas 2, 40 y 52).

487. En el Libro de Cielo Jesús explica en qué consistía este crecimiento en Él y cómo es posible
también en los demás seres humanos:

Hija mía, cada vez que el alma hace sus actos en mi Voluntad, crece siempre más ante Mí
en sabiduría, en bondad, potencia y belleza, porque conforme va repitiendo los actos en
mi Voluntad, tantos bocados toma de sabiduría, de bondad, etc., y el alma crece de aquel
alimento del cual se alimenta, por eso de Mí está escrito en el santo Evangelio que crecía
en sabiduría ante Dios y ante los hombres; como Dios no podía ni crecer ni decrecer, mi
crecer no era otra cosa que mi Humanidad, que conforme crecía en los años venía a
multiplicar mis actos en el Querer Supremo, y un acto de más que hacía era un crecer de
más en la Sabiduría de mi Padre Celestial, y era tan verdadero este mi crecimiento, que
aun las criaturas lo notaban. Cada acto mío corría en el mar inmenso de la Voluntad
Divina, y conforme obraba me nutría de este alimento celestial; sería demasiado extenso
el decirte los mares de sabiduría, de bondad, de belleza, de potencia que recibía mi
Humanidad en cada acto de más que hacía, así le sucede al alma. (Volumen 13,
Septiembre 14, 1921).

488. Es impresionante como con el don de la Divina Voluntad el ser humano puede crecer como
crecía la Humanidad de Jesús en la Sabiduría, Santidad y demás atributos Divinos.
Efectivamente como Dios, Jesús no podía crecer o decrecer, pero como Humano sí crecía
haciendo sus actos en la Divina Voluntad; y así quiere Dios que nosotros —miembros de su
Cuerpo Místico— crezcamos viviendo en su Divina Voluntad. Respecto a esta vida oculta sigue
hablando Jesús en Libro de Cielo:

119
Hija, la vida oculta que hice en Nazaret no es valorizada por los hombres, sin embargo no
podía haberles hecho más bien que con esa vida, después de la Pasión, porque
abajándome Yo a todos aquellos actos pequeños y bajos, a aquellos actos que los hombres
hacen en su vida diaria, como el comer, el dormir, el beber, el trabajar, el encender fuego,
el barrer, etc., actos todos que nadie puede dejar de hacer, Yo hacía correr en sus manos
una monedita divina y de precio incalculable. Así que si la Pasión los redimió, mi vida
oculta cortejaba cada acción humana, aun la más indiferente, con mérito divino y de
precio infinito. (Volumen 11, Agosto 14, 1912).

489. Aquí Jesús nos habla del valor de sus actos sencillos de una vida ordinaria para que
nosotros en su Voluntad unamos nuestros actos sencillos y ordinarios a los de Jesús que tienen
valor infinito y mérito divino, aunque sea barrer, dormir, beber, etcétera.

490. También Jesús deja claro —como ya hemos empezado a ver— que la prioridad, aún en la
Redención, es la Divina Voluntad; incluso dice que el Reino de la Redención fue sacado del
Reino de la Divina Voluntad, veamos:

Hija mía, sería absurdo y contra el orden divino no dar el primado a nuestra Voluntad,
como de hecho lo dimos. Puedo decir que primero comenzó el reino de la Voluntad Divina
en mi Madre Celestial, después en mi misma Humanidad, la cual poseía toda la plenitud de
la Voluntad Suprema, y después vino la Redención, y como Yo y la Reina del Cielo, en
virtud de este reino que poseíamos en su pleno vigor, representábamos a toda la humana
familia, como cabezas para reunir todos los miembros esparcidos, por eso pudo venir la
Redención. Fue propiamente de adentro del reino de mi Voluntad que saqué la Redención;
si Yo y mi Madre no lo hubiéramos poseído, habría sido un sueño y quedado en nuestra
mente divina. (Volumen 33, Mayo 6, 1934).

491. Se ve claro cómo primero comenzó el Reino de la Divina Voluntad en María y Jesús; y luego
de adentro de este Reino del Querer Divino se sacó el Reino de la Redención. Esta prioridad de
su Divina Voluntad también la menciona así Jesús:

Y si Yo vine a la tierra fue precisamente este el primer acto, el hacer conocer la Voluntad
de mi Padre para reanudarla de nuevo con las criaturas. Las penas, las humillaciones, mi
Vida oculta y todo el mar inmenso de las penas de mi Pasión, fueron remedios, medicinas,
auxilios, luz para hacer conocer mi Voluntad, porque con esto no sólo tendría al hombre
salvo, sino santo; con mis penas lo ponía a salvo, con mi Voluntad le restituía la santidad
perdida en el edén terrenal. (Volumen 17, Junio 3, 1925).

492. Jesús nos quiere, además de salvos, santos, pero con una Santidad Divina viviendo en su
Voluntad; y manifiesta incluso que el Reino de la Redención fue más fácil que el Reino de la
Divina Voluntad en donde tiene que reordenarle todo el interior del ser humano en su Divino
Querer:

120
¡Oh! cómo me fue más fácil conseguirle la salvación que reordenarle su interior en mi
Supremo Querer, y si esto no lo hubiera hecho, la Redención no habría estado completa, ni
hubiera sido obra digna de un Dios, ni habría ajustado ni ordenado todas las partidas del
hombre, ni restituido aquella santidad perdida con haberse sustraído y roto las relaciones
con la Divina Voluntad. (Volumen 16, Agosto 13, 1923).

493. Las siguientes citas sintetizan lo que se ha mostrado de la vida oculta de nuestro Señor:

Hija mía, toda mi Vida oculta, y tan larga, no fue otra cosa que el llamado del reino de mi
Voluntad Divina sobre la tierra, quise rehacer en Mí todos los actos que debían hacer las
criaturas en Ella, para después dárselos a ellos, y lo quise hacer junto con mi Mamá, la
quise siempre junto en mi Vida oculta para formar este reino. Dos personas habían
destruido este reino de mi Fiat Divino, Adán y Eva; otras dos, Yo y la Soberana Reina
debíamos rehacerlo. Así que primero pensé en el reino de mi Voluntad Divina, porque la
voluntad humana había sido la primera en ofender a la mía con sustraerse de Ella, todas
las otras ofensas vinieron en segundo grado, como consecuencia del primer acto. … Por
eso en esta Vida oculta de treinta años, primero pensé en el reino de mi Voluntad, y
después con la pequeña Vida pública de apenas tres años pensé en la Redención, y
mientras que al formar el reino de mi Fiat Divino tuve conmigo siempre junto a la Mamá
Celestial, en la Vida pública no la tuve, al menos su presencia corporal, porque para el
reino de mi Fiat me constituía Yo Rey y a la Virgen Reina, para ser primero Yo y después
Ella el fundamento del reino destruido por la voluntad humana. Mira entonces cómo el
reino de mi Querer Divino, por necesidad, por razón y por consecuencia era formado con
mi venida sobre la tierra en primer orden, no habría podido formar la Redención si no
hubiese satisfecho a mi Padre Celestial del primer acto ofensivo que le había hecho la
criatura, así que el reino de mi Voluntad está formado, no queda otra cosa que hacerlo
conocer (Volumen 23, Marzo 11, 1928).

Ahora hija querida escúchame, en esta casa de Nazaret fue formado en tu Mamá y en la
Humanidad de mi Hijo el reino de la Divina Voluntad, para hacer don de él a la familia
humana cuando se hubieran dispuesto a recibir el bien de este reino. (La Reina del Cielo en
el Reino de la Divina Voluntad, día 25).

494. Aquí queda clara la supremacía de la Divina Voluntad en todo, incluso en la Redención. Ya
que la misma Redención vino porque Adán perdió el Reino de la Divina Voluntad, si no lo
hubiera perdido no habría necesidad de redención. También queda claro que este Reino se
recuperó con la venida de Jesús a la tierra, solamente que antes de Luisa Piccarreta no fue
manifestado a la humanidad porque el ser humano primero tenía que ser redimido para poder
recibir este don tan excelso, y a fin de cuentas porque la Suprema Voluntad de Dios no había
decretado el tiempo de su manifestación al mundo hasta la llegada de Luisa Piccarreta.

121
Capítulo 9: La vida pública de Jesucristo

495. Jesús en su vida pública se hace conocer dentro del contexto de Israel, y Él mismo nos dice
que incluso en lo que hizo para redimirnos llamaba al Reino del Fiat Divino:

Hija mía, mira como todos los actos que hice al redimir al hombre, aun mis mismos
milagros que hice en mi vida pública, no eran otra cosa que llamar el reino del Fiat
Supremo en medio de las criaturas, en el acto de hacerlos pedía a mi Padre Celestial que lo
hiciera conocer y lo restableciera en medio de las generaciones humanas. (Volumen 20,
Octubre 26, 1926).

496. Jesús continua la cita dando algunos ejemplos:

Si daba la vista a los ciegos, mi primer acto era el de poner en fuga las tinieblas de la
voluntad humana, causa primaria de la ceguera del alma y del cuerpo, y que la luz de la
mía iluminara las almas de tantos ciegos, a fin de que obtuvieran la vista para mirar mi
Voluntad para amarla, a fin de que también sus cuerpos estuvieran exentos de perder la
vista; si daba el oído a los sordos, primero pedía a mi Padre que adquirieran el oído para
escuchar las voces, los conocimientos, los prodigios de mi Querer Divino, a fin de que
entrase en sus corazones como camino para dominarlos, a fin de que no más sordos
existieran en el mundo, ni en el alma ni en el cuerpo; también cuando resucité a los
muertos pedía que resucitasen las almas en mi Eterno Querer, también aquellas
putrefactas y vueltas más que cadáveres por la voluntad humana. Y cuando tomé las
cuerdas para arrojar a los profanadores del templo, era a la voluntad humana que
arrojaba, a fin de que entrase la mía, reinante y dominante, para que fuesen
verdaderamente ricos en el alma y no más sujetos a pobreza natural. Y hasta cuando entré
triunfante en Jerusalén, en medio de la muchedumbre, rodeado de honor y de gloria, era
el triunfo de mi Voluntad que establecía en medio de los pueblos, no hubo un acto que Yo
hiciera estando en la tierra en que no pusiera mi Voluntad como acto primero para
restablecerla en medio de las criaturas, porque era la cosa que más me importaba.
(Volumen 20, Octubre 26, 1926).

497. Veamos de qué manera la Divina Voluntad inicia la vida pública de Jesús.

El Bautismo
El comienzo de la vida pública de Jesús es su bautismo por Juan en el Jordán (Catecismo de
la Iglesia Católica, n. 535).

Entonces Jesús fue desde Galilea hasta el Jordán y se presentó a Juan para ser bautizado
por él. (Mateo 3, 13).

498. ¿Qué significado tiene este bautismo? El Papa Benedicto XVI dice:

122
El bautismo comportaba la confesión de las culpas... Era realmente un reconocimiento de
los pecados y el propósito de poner fin a una vida anterior malgastada para recibir una
nueva. ¿Podía hacerlo Jesús? ¿Cómo podía reconocer sus pecados? ¿Cómo podía
desprenderse de su vida anterior para entrar en otra vida nueva? Los cristianos tuvieron
que plantearse estas cuestiones. La discusión entre el Bautista y Jesús, de la que nos habla
Mateo, expresa también la pregunta que él hace a Jesús: "Soy yo el que necesito que me
bautices, ¿y tú acudes a mí?" (Mt 3, 14). Mateo nos cuenta además: "Jesús le contestó:
"Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así toda justicia. Entonces Juan lo permitió" (Mt
3, 15). No es fácil llegar a descifrar el sentido de esta enigmática respuesta. … Para
interpretar la respuesta de Jesús, resulta decisivo el sentido que se dé a la palabra
"justicia": debe cumplirse toda "justicia". En el mundo en que vive Jesús, "justicia" es la
respuesta del hombre a la Torá, la aceptación plena de la Voluntad de Dios, la aceptación
del "yugo del Reino de Dios", según la formulación judía. … Puesto que este bautismo
comporta un reconocimiento de la culpa y una petición de perdón para poder empezar de
nuevo, este sí a la plena Voluntad de Dios encierra también, en un mundo marcado por el
pecado, una expresión de solidaridad con los hombres, que se han hecho culpables, pero
que tienden a la justicia. Sólo a partir de la cruz y la resurrección se clarifica todo el
significado de este acontecimiento. (Papa Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, I, capítulo 1).

499. Son muy interesantes las palabras del Papa Benedicto y de cómo relaciona el bautismo de
Jesús con el “sí a la plena Voluntad de Dios”; ya que Jesús todo lo hace para cumplir la Voluntad
de Dios:

Jesús les respondió: «Mi alimento es hacer la Voluntad de aquel que me envió y llevar a
cabo su obra. (Juan 4, 34).

…todo lo que hice y sufrí en el curso de mi Vida, todo fue parto de la Voluntad del Padre,
por eso mis méritos son innumerables, porque todos fueron constituidos por la obediencia
divina. (Volumen 6, Agosto 9, 1904).

500. Por eso la Encarnación, la vida oculta, la vida pública, etcétera, todo lo hace Jesús para
cumplir la Voluntad del Padre; y lo hace en la Divina Voluntad. Por eso en el Libro de Cielo Jesús
dice:

Hija mía, también Yo amaba el ocultamiento, pero cada cosa tiene su tiempo, cuando el
honor y la gloria del Padre y el bien de las almas lo requirió, me manifesté e hice mi vida
pública. (Volumen 10, Diciembre 25, 1910).

501. Jesús en todos sus actos busca agradar, complacer y dar gloria al Padre:

Apenas fue bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se abrieron los cielos, y vio al
Espíritu de Dios descender como una paloma y dirigirse hacia Él. Y se oyó una voz del Cielo
que decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco». (Mateo 3, 16-17).

123
502. Y Jesús al vivir para complacer al Padre también nos señala el Camino23. Y en este
bautismo, de alguna manera Jesús prepara el bautismo de su Divina Voluntad:

Hija mía, te recomiendo que no salgas de dentro de mi Voluntad, porque mi Voluntad


contiene tal potencia, que es un nuevo bautismo para el alma, es más, más que el mismo
bautismo, porque en los sacramentos hay parte de mi Gracia, en cambio en mi Voluntad
está toda la plenitud; en el bautismo se quita la mancha del pecado original pero quedan
las pasiones, las debilidades; en mi Voluntad, destruyendo el alma el propio querer,
destruye las pasiones, las debilidades y todo lo que es humano, y vive de las virtudes, de la
fortaleza y de todas las cualidades divinas. (Volumen 9, Marzo 23, 1910).

503. El bautismo que Dios quiere en nosotros, que se apoya en el bautismo sacramental
requerido por el pecado original, es el cambio profundo de nuestra vida a una vida plenamente
nueva: dejar la vida dominada por el querer humano a una vida nueva dominada, regida por la
Divina Voluntad; para no solamente quitar el pecado original, sino la restauración plena de
todo nuestro ser, sin pasiones desordenadas y debilidades para adquirir —son palabras
fuertes— las virtudes y las cualidades divinas a semejanza de Adán inocente.

504. Bautismo viene del griego baptizein que significa "sumergir", "introducir dentro del
agua"24; entonces cuando Jesús dice que su Voluntad es un nuevo bautismo para el alma
significa que quiere que nos sumerjamos en el agua de su Voluntad Divina, ya que:

…el agua se puede decir reina de la tierra, porque simbolizando a mi Voluntad no hay
punto donde no entre, ni hay criatura que pueda estar sin Ella;… se puede decir que el
agua no sólo es reina, sino que es como el alma de la tierra, sin el agua la tierra sería como
un cuerpo muerto. Tal es mi Voluntad, no sólo es reina, sino es más que alma de todas las
cosas creadas, es vida de cada latido, de cada fibra del corazón. (Volumen 13, Julio 26,
1921).

505. El agua simboliza la Voluntad Divina, el agua da vida y la Divina Voluntad es Vida25, por lo
tanto Dios quiere que nos sumerjamos en la Vida de su Divina Voluntad y en esta Vida hagamos
—precisamente— nuestra vida.

506. Pero Jesús en la cita anterior también habla de que el agua es reina y también lo es su
Voluntad adorable. Aquí conectamos con lo que se dijo más arriba sobre el reinado de Jesús a
través de su Divina Voluntad en cada alma para que Él sea Rey de reyes y Señor de señores26,
haciéndonos reyes con el don del Reino de la Divina Voluntad y Él rigiendo plenamente en
nosotros.

23
Ver Juan 14, 6.
24
(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1214).
25
(ver volumen 34, Marzo 14, 1937)
26
(Apocalipsis 19, 16).

124
507. Entonces el bautismo de Jesús —como Cabeza de su Cuerpo Místico: la Iglesia— tiene este
sentido para levantarnos de la esclavitud y la servidumbre del pecado al reinado en su
Voluntad. Por eso el Papa Benedicto XVI habla del Ungido, de la unción, sabemos que
antiguamente se ungía a los reyes, sacerdotes y profetas:

La palabra "Cristo-Mesías" significa "el Ungido"… La conclusión de la escena del bautismo


nos dice que Jesús ha recibido esta "unción" verdadera, que Él es el Ungido esperado, que
en aquella hora se le concedió formalmente la dignidad como rey y como sacerdote para
la historia y ante Israel. (Papa Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, I, capítulo 2).

508. Por eso en nuestro bautismo somos ungidos como sacerdotes, profetas y reyes:

La unción con el santo crisma, óleo perfumado y consagrado por el obispo, significa el don
del Espíritu Santo al nuevo bautizado. Ha llegado a ser un cristiano, es decir, "ungido" por
el Espíritu Santo, incorporado a Cristo, que es ungido sacerdote, profeta y rey (Catecismo
de la Iglesia Católica, n. 1241).

509. Como se observa, el bautismo de Jesús nos llama de nuevo a través de su Reino
(Redención y Divina Voluntad) a la realeza de vivir en el Reino de la Divina Voluntad. ¿Qué pasa
después del bautismo?

El desierto
Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio.
Después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, sintió hambre. (Mateo 4, 1-2).

510. Además de lo que ya se ha dicho a través de la historia de la Iglesia sobre la estancia del
Mesías en el desierto, veamos que dice Jesús en el Libro de Cielo:

Yo fui al desierto para llamar de nuevo a mi misma Voluntad Divina, que por cuarenta
siglos las criaturas habían desterrado de en medio de ellas, y Yo por cuarenta días quise
estarme solo, para reparar los cuarenta siglos de voluntad humana en los cuales la mía no
había poseído su reino en medio a la familia humana, y con mi misma Voluntad Divina la
quise llamar de nuevo en medio a ellos para hacer que reinara. (Volumen 22, Septiembre
8, 1927).

511. Son los cuarenta siglos de espera que ya habíamos comentado en el capítulo 7: “La
Plenitud de los tiempos”. También Jesús dice que fue al desierto a debilitar al enemigo:

Yo para formar todos los remedios posibles e imaginables para todos los redimidos, para
después disponerlos a recibir el gran bien de mi Voluntad reinante en medio a ellos, hice
todo, sufrí todo y consumí todo,… y es tanto mi amor por él *el reino del Fiat+, que si
permití al enemigo infernal penetrar en el Edén, no permitiré que ponga un pie en el Edén
del reino del Fiat, y por eso permití que se acercase a Mí en el desierto, para debilitarlo y
ponerle termino a sus pasos y cerrarle el camino para que no osase entrar en él. ¿No

125
sientes tú misma cómo tu presencia aterroriza al enemigo y se pone en fuga para no
verte? Es la fuerza de mi victoria que lo precipita, y sintiéndose confundido huye. Todo
está preparado, no queda otra cosa que hacerlo conocer. (Volumen 23, Febrero 9, 1928).

512. ¡Qué interesante! todo está preparado, solamente hay que dar a conocer este Reino. Jesús
también fue al desierto para sentir en su Humanidad la crudeza del aislamiento de la Divina
Voluntad y quitar la división entre el hombre y Dios:

Yo quise ir solo al desierto para sentir en mi Humanidad toda la crudeza del aislamiento
que había sufrido mi Divina Voluntad por tantos siglos por parte de las criaturas. Mi
Humanidad debía ascender en el orden divino y descender en el orden humano para
poder encerrar las penas del uno y del otro, y tomando Yo toda la parte penosa que dividía
al hombre y a Dios, hacerlos entrar de nuevo al abrazo, al beso de su Creador. (Volumen
24, Junio 25, 1928).

513. Y Jesús continúa dando otras finalidades de la ida al desierto, veamos:

Pero no fue sólo ésta la finalidad de mi ida al desierto, tú debes saber que nuestra
Majestad adorable al formar la Creación, establecía que todo debía estar poblado de
habitantes, la tierra debía ser fertilísima, rica de abundantes plantas, de modo que todos
debían abundar de sus bienes. En cuanto pecó el hombre, se atrajo la indignación de la
Justicia divina, y la tierra permaneció desértica, infecunda, y en muchos lugares
despoblada, imagen de aquellas familias estériles donde no hay sonrisas, ni fiestas, ni
armonía,… Mira cómo el cielo está poblado de estrellas, la tierra debía ser el eco del cielo,
llena de habitantes y debía producir tanto, de volverlos ricos y felices a todos. Entonces,
en cuanto el hombre se sustrajo de mi Voluntad cambió su suerte, y Yo quise ir al desierto
para volver a llamar las bendiciones de mi Padre Celestial, y volviendo a llamar a mi
Voluntad a reinar, restablecer la tierra, poblarla en todas partes y fecundarla, de modo
que la tierra producirá otras semillas más bellas para volverla centuplicada, más fecunda y
de belleza deslumbrante. ¡Cuántas cosas grandes hará el reino de mi Fiat Divino, tanto,
que todos los elementos están a la espera… (Volumen 24, Junio 25, 1928).

514. En otros lados de Libro de Cielo Jesús dice respecto al desierto:

Cuarenta años los hebreos caminaron el desierto sin poder alcanzar la tierra prometida, su
patria, pero después de cuarenta años de sacrificios tuvieron el bien de tomar posesión de
ella, pero cuántos milagros, cuántas gracias, hasta llegar a alimentarlos con el maná
celestial en tal tiempo; un sacrificio prolongado tiene virtud y fuerza de obtener cosas
grandes de Dios. Yo mismo en mi vida acá abajo quise estar cuarenta días en el desierto,
apartado de todos, hasta de mi Mamá, para salir en público a anunciar el Evangelio que
debía formar la vida de mi Iglesia (Volumen 25, Octubre 10, 1928).

515. En la siguiente cita Jesús habla del desierto que se forma en la criatura al no ser conocida
la Divina Voluntad:

126
De Nazaret pasé al desierto donde había máxima soledad, la mayor parte habitado por
animales feroces que ensordecían el desierto con sus rugidos que me rodeaban, símbolo
de mi Divina Voluntad, que cuando no es conocida se forma el desierto en torno a la
criatura y una soledad que da horror y espanto, se aridece el bien y el alma se siente
circundada más que por animales feroces, esto es, por sus pasiones brutales que mandan
rugidos de rabia, de bestial furor, de crueldad, de toda suerte de males. Mi Santa
Humanidad iba paso a paso buscando y encontrando todos los dolores que había sufrido
mi Divina Voluntad para repararla y llamarla de nuevo a reinar de nuevo en medio a las
criaturas, puedo decir que cada latido, respiro, palabra, paso y pena míos, era el llamado
continuo a mi Voluntad a hacerse conocer por las criaturas para hacerla reinar, y las
llamaba a ellas en Ella para hacerles conocer el gran bien, la santidad, la felicidad del vivir
en el Fiat. (Volumen 34, Mayo 31, 1936).

516. Ahora pasemos a otro acontecimiento importante que hace la Divina Voluntad en Jesús.

El anuncio de la conversión y los primeros discípulos


517. Jesucristo en la Divina Voluntad con un gran amor a la humanidad proclama:

«Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca». (Mateo 4, 17).

518. ¡Cuánto contenido hay en este anuncio! El Rey de este Reino —Jesús— nos está invitando
a entrar. No se puede entrar al Reino de los Cielos sin conversión. Es obvio que el Reino de los
Cielos es el Reino de la Divina Voluntad:

…mi Voluntad forma la beatitud del Cielo (Volumen 11, Noviembre 27, 1913).

…venga tu Reino, que se haga tu Voluntad en la tierra como en el Cielo. (Mateo 6, 10).

519. Pero para entrar a este Reino de los Cielos primero necesitamos entrar al Reino de la
Redención para sanarnos del pecado y sus consecuencias.

520. Para que la voluntad de nuestra alma se funda con la Voluntad Divina, requiere estar
rehabilitada del pecado de muerte y estar caminando en el hacer con amor la Voluntad de Dios,
mediante los auxilios que Cristo dejó en su Iglesia (Sacramentos, Biblia, Rosario, oración,
Magisterio, devociones, etcétera), para que la gracia vaya preparando nuestro querer para
fundirse con el Querer Divino, Jesús así lo manifiesta:

Hija mía, mira entonces el por qué al venir a la tierra no di el Reino de mi Querer ni lo hice
conocer, pues había una necesidad, quise someter a una nueva prueba a la criatura, quise
darle cosas menores de aquéllas que le di en la Creación, remedios y bienes para curarla,
porque al crearlo, el hombre no estaba enfermo sino sano y santo, por lo tanto podía muy
bien vivir en el Reino de mi Querer, pero sustrayéndose del Querer Supremo cayó
enfermo, y Yo vine a la tierra como médico celestial para ver si aceptaba los remedios, las
medicinas para su enfermedad, y después de haberlo probado en esto, entonces le habría

127
dado la sorpresa de manifestar el Reino de mi Voluntad, que en mi Humanidad tenía
preparado para él. (Volumen 19, Julio 18, 1926).

521. Como se ve, Dios sabe hacer las cosas con sabiduría. Jesús —el Rey de este Reino— lo
explica así:

Yo soy como un rey que quiere entrar en una casa, pero aquella casa está llena de cosas
inmundas, de podredumbre y de muchas otras porquerías. El rey, como rey tiene el poder
de entrar, no hay nadie que se lo pueda impedir y aun puede limpiar aquella habitación
con sus propias manos, pero no quiere hacerlo, porque no es decoroso a su real persona
descender a tantas bajezas, y mientras que la habitación no sea limpiada por otros, con
todo y que tenga el poder, el querer y un gran deseo, hasta a sufrir, no se dignará poner en
ella el pie. Así soy Yo. Soy Rey que puedo y quiero, pero quiero su voluntad, quiero que
quiten la podredumbre de las culpas para entrar y hacer la paz con ellos. (Volumen 2,
Octubre 7, 1899).

Ahora, tú debes saber que Nosotros amamos mucho a la criatura, pero a pesar de que la
amamos, no toleramos que esté junto a Nosotros indecente, sucia, sin belleza, desnuda, o
bien cubierta con míseros andrajos. (Volumen 36, Diciembre 28, 1938).

522. Es así que el Reino de la Redención se requiere para entrar al Reino de la Divina Voluntad;
por eso:

…el reino de la Redención y el reino de mi Fiat Divino se dan la mano (Volumen 25, Enero
13, 1929).

…del reino de mi Voluntad salió la Redención como acto primero, y la Redención servirá
como medio potente para comunicar a los miembros el reino que posee la Cabeza, el uno
y el otro se dan la mano. (Volumen 33, Mayo 6, 1934).

523. Y para entrar en estos reinos que en el fondo, como ya hemos visto, son uno: “…la
Redención y el reino de mi Voluntad son uno, inseparables entre ellos.” (Volumen 33, Mayo 31,
1935), se requiere conversión. Sin conversión no hay entrada al Reino de felicidad y de la
plenitud:

…donde Ella [la Divina Voluntad] reina tiene múltiples modos para dar nuevas sorpresas de
alegrías, de contentos, para hacer que el alma que la posee pueda gozar su paraíso en la
tierra (Volumen 30, Enero 12, 1932).

Nuestra Voluntad es paraíso terrestre en la tierra, y celestial en el cielo (Volumen 30,


Diciembre 6, 1931).

524. Al respecto Luisa —que vivió en la Divina Voluntad— dice en los volúmenes:

La feliz criatura que se encuentra en la Divina Voluntad se encuentra como en una


atmósfera celestial, toda feliz, en la plenitud de la paz de los santos y si quiere alguna cosa,

128
es sólo que todos conocieran un Querer tan amable, tan santo, quisiera que todos vinieran
a gozar su felicidad (Volumen 30, Abril 30, 1932).

525. Pero ¿qué es la conversión, que es tan poderosa para abrirnos el Reino de tantas
felicidades? Sobre la conversión —que se ha llamado también del griego: “metanoia”— se ha
hablado bastante en estos aproximadamente dos mil años de catolicismo.

526. Aquí daremos un breve resumen. La conversión es un proceso, un camino de perfección


que tendremos que recorrerlo toda la vida:

Conversión no es sólo un momento, un instante de la vida; es un camino (Benedicto XVI,


Asís, junio 2007).

527. Pero se inicia con una decisión ¿qué tipo de decisión? La decisión de cambiar de vida de
acuerdo a la Voluntad de Dios, no de la nuestra o de alguien más (el mundo, los apegos, el
enemigo, etcétera). Por lo tanto para recorrer este camino y no pararnos, ni retroceder, ni
desviarnos, se requiere que esta decisión de cambio permanezca y sea continua a lo largo de
nuestra vida (por eso es un proceso: conversión y re-conversión).

528. La Palabra de Dios dice que esta conversión nos transforma —nos convierte— en hombres
nuevos:

Despojaos del hombre viejo con sus obras, y revestíos del hombre nuevo, que se va
renovando hasta alcanzar un conocimiento perfecto, según la imagen de su Creador
(Colosenses 3, 9-10).

529. El hombre viejo es el hombre dominado por el pecado, por el egoísmo, por el querer
humano deteriorado y todo lo que esto trae. El hombre nuevo es el que se va perfeccionando
según la imagen del Creador, que nos va precisamente santificando ya que:

Ustedes, pues, sean perfectos como es perfecto su Padre celestial. (Mateo 5, 48).

Sean santos, porque yo soy santo. (1 Pedro 1, 16).

530. Pero recuperar esta imagen divina dañada por el pecado no es posible con las solas fuerzas
humanas, y menos si esta naturaleza humana está estropeada por el mismo pecado. Por eso
Jesús dice:

…separados de mí, nada pueden hacer. (Juan 15, 5).

531. Es decir, sin la ayuda de Dios no podemos santificarnos, ni volver a adquirir la imagen
divina con la que fuimos creados. Por eso Dios dice:

Les daré un corazón nuevo y pondré en ustedes un espíritu nuevo: les arrancaré de su
cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne. Infundiré mi espíritu en
ustedes y haré que sigan mis preceptos, y que observen y practiquen mis leyes. Ustedes

129
habitarán en la tierra que yo he dado a sus padres. Ustedes serán mi Pueblo y yo seré su
Dios. Los salvaré de todas sus impurezas. (Ezequiel 36, 26-29).

532. Como se ve en la cita, es Dios quien hace el proceso de transformación, nosotros


colaboramos con nuestro sí, con lo que humanamente podemos y nos toque hacer, con
nuestro Fiat. Por eso el Reino de la Redención nos ayuda en esta purificación del pecado, del
egoísmo, del querer humano dañado, a través de la ayuda de Jesucristo, con el amor del Padre
y en la acción del Espíritu Santo:

…fueron enseñados según la verdad que reside en Jesús. De Él aprendieron que es preciso
renunciar a la vida que llevaban, despojándose del hombre viejo, que se va corrompiendo
por la seducción de la concupiscencia, para renovarse en lo más íntimo de su espíritu y
revestirse del hombre nuevo, creado a imagen de Dios en la justicia y en la verdadera
santidad. (Efesios 4, 21-24).

533. Por eso Jesús en la Redención nos va enfocando en lo que sería la meta evangélica del
Reino de la Redención: hacer la Voluntad de Dios, condición para entrar al Reino:

No todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga
la Voluntad de mi Padre celestial." (Mateo 7, 21).

534. Y para que se cumpla la Voluntad de Dios en nosotros, tanto aceptarla con amor, como
hacerla con amor —lo cual implica conocerla y saber decidir en cada opción que se nos
presenta de acuerdo a la Voluntad de Dios— se requieren luces y fuerza para hacerla bien. Por
eso necesitamos de los auxilios que Dios ha dejado en la Iglesia (Sacramentos, Biblia, Rosario,
oración, Magisterio, devociones, etcétera), pero estos funcionan según nuestras disposiciones y
principalmente el llenarnos de Cristo para que Él vaya reinando en nuestra vida.

535. Porque se podría pensar que al recibir y frecuentar los auxilios de la Iglesia es suficiente,
pero no es así, se frecuentan y se reciben para el objetivo de: hacer la Voluntad de Dios; si no
es así, aunque vayamos a Misa, comulguemos, leamos la Biblia, oremos, tengamos incluso
dones o carismas extraordinarios, Jesús no nos reconocerá, ni entraremos al Reino:

No todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga
la Voluntad de mi Padre celestial. Muchos me dirán aquel Día: "Señor, Señor, ¿no
profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre
hicimos muchos milagros?" Y entonces les declararé: «¡Jamás los conocí; apártense de mí,
agentes de iniquidad!» (Mateo, 7, 21-23).

…desde afuera, se pondrán a golpear la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos". Y Él les


responderá: "No sé de dónde son ustedes". Entonces comenzarán a decir: "Hemos comido
y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras plazas". Pero Él les dirá: «No sé de dónde son
ustedes; ¡apártense de mí todos los que hacen el mal! ». (Lucas 13, 26-27).

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Más bien la cosa que más aborrece [la serpiente infernal] es que el alma haga mi Voluntad;
a él no le importa si el alma reza, si se confiesa, si comulga, si hace penitencia, si hace
milagros, sino la cosa que más lo daña es que el alma haga mi Voluntad, porque en cuanto
se rebeló a mi Voluntad fue creado en él el infierno, su estado infeliz, la rabia que lo corroe
(Volumen 16, Septiembre 9, 1923).

536. En este sentido de hacer con amor la Voluntad de Dios, el Papa Benedicto XVI reflexiona lo
siguiente:

Queridos hermanos y hermanas, cada día en la oración del Padrenuestro pedimos al


Señor: «hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo» (Mt 6, 10). Es decir, reconocemos
que existe una Voluntad de Dios con respecto a nosotros y para nosotros, una Voluntad de
Dios para nuestra vida, que se ha de convertir cada día más en la referencia de nuestro
querer y de nuestro ser; reconocemos, además, que es en el «Cielo» donde se hace la
Voluntad de Dios y que la «tierra» solamente se convierte en «Cielo», lugar de la presencia
del amor, de la bondad, de la verdad, de la belleza divina, si en ella se cumple la Voluntad
de Dios. (Benedicto XVI, Audiencia, 1-2-2012).

537. Hermosa la cita del Papa. También en este sentido está la siguiente cita de San Alfonso
María de Ligorio:

…si bien son del agrado de Dios las mortificaciones, las meditaciones, las comuniones, las
obras de caridad hacia el prójimo, pero, ¿cuándo lo son? cuando van conformes con su
Voluntad; pues cuando no hay en ellas la Voluntad de Dios, no solo deja de agradecerlas,
sino que las abomina... Si hubiese en una casa dos criados, el uno de los cuales trabajase
todo el día sin descanso, pero lo hiciese todo a su gusto, y el otro, trabajando menos,
obedeciese en todo a su amo, sin duda que este amaría al segundo y no al primero. ¿De
qué sirven nuestras obras a la gloria de Dios, cuando no son según su beneplácito?… El
hombre que quiere obrar por voluntad propia, prescindiendo de la de Dios, comete una
especie de idolatría, porque en vez de adorar la Voluntad Divina, adora en cierto modo la
suya. La mayor gloria, pues, que podemos dar a Dios es cumplir en todo con su Santa
Voluntad. (San Alfonso María de Ligorio, Conformidad con la Voluntad de Dios).

538. Queda claro que las prácticas espirituales no son suficientes para entrar al Reino, sino
hacerlas teniendo como objetivo hacer la Voluntad de Dios; si no buscamos hacer la Voluntad
Divina, las prácticas espirituales no tienen sentido. Todo esto implica que para seguir a
Jesucristo haciendo su Voluntad y llenarnos de Él es necesario renunciar, eliminar el egoísmo,
vaciarnos de los apegos y cosas que no pertenecen a Él, para ponerlo en primer lugar:

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí
mismo (Mateo 16, 24).

…cualquiera de ustedes que no renuncie a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.
(Lucas 14, 33).

131
Cualquiera que venga a mí y no me ame más que a su padre y a su madre, a su mujer y a
sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a su propia vida, no puede ser mi discípulo.
El que no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo. (Lucas 14, 26-27).

Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y
con todo tu espíritu (Lucas 10, 27).

539. El poner a Cristo en primer lugar en nuestra vida y dejar de vivir para nosotros para
empezar a vivir para Él, es un aspecto esencial en la conversión. Esto nos lleva a entregarle
todo, el cien por ciento de nuestra vida, para que en todo sea como Él quiere y Jesús empiece a
tener dominio en nuestra vida. Es decir, aquí empieza un reinado de Cristo en nuestras almas,
cuando dejamos que Él guíe nuestra vida y sea todo como Él quiere, todo conforme a su
Voluntad, de tal manera que digamos con el apóstol:

…ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí (Gálatas 2, 20).

540. Esta expresión de San Pablo adquirirá toda su altura y plenitud cuando vivamos con el don
del Reino de la Divina Voluntad, aquí Cristo reinará completamente en cada acto nuestro,
teniendo completo dominio su Querer en el nuestro, estableciendo su Vida plena en nosotros; y
así recobraremos totalmente la imagen divina con la que Dios nos creó en un principio antes
del pecado.

Hija mía, tú debes saber que quien vive en mi Voluntad da trabajo a todos; mi Padre
Celestial viendo a la criatura en su Querer Divino, se pone alrededor para formar el trabajo
de su imagen y semejanza, mucho más que encontrando su Voluntad en ella, encuentra
las materias adaptables que se prestan a recibir su trabajo para formar la más bella
imagen que le asemeje (Volumen 33, Mayo 14, 1935).

541. Como se ve, el tema de la conversión es esencial y fundamental en nuestra vida espiritual y
para poder acceder al Reino de Dios, tanto en el de la Redención como en el de la Divina
Voluntad. En este sentido son significativas las palabras del Papa San Juan Pablo II:

"...la «conversión», tema fundamental de la vida cristiana." (San Juan Pablo II, ángelus,
Domingo 24 de enero de 1993).

542. Por eso el Reino de la Redención levanta y prepara al hombre caído por el pecado, para
llevarlo a la finalidad por la cual fue creado: no solamente hacer la Divina Voluntad sino vivir en
Ella, vivir en el Reino de la Divina Voluntad. Por eso:

…los bienes que traerá *el Reino de la Divina Voluntad+ sobrepasarán Creación y
Redención, es más, será corona tanto de una como de la otra (Volumen 20, Octubre 22,
1926).

543. Las palabras de Jesús en las primicias de su vida pública tienen también ahora un sentido
muy especial (la palabra de Dios es eterna):

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«El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena
Noticia». (Marcos 1, 15).

544. Ahora, en esta época de la historia en que se escribe esta obra (al principio del tercer
milenio de la era de Cristo y al principio del séptimo milenio de la era de Adán) la cita anterior
tiene un matiz muy interesante: el tiempo se ha cumplido ¿cuál tiempo? El del Reino de Dios, el
del Reino de la Divina Voluntad; y este Reino está hoy cerca, muy cerca, en la obra que Jesús ha
hecho en Luisa Piccarreta, y que ya podemos acceder a ella para vivir lo que se enseña en ella y
de esta manera vivamos en este Reino maravilloso, ¡gloria a Dios!

545. Este Reino de la Divina Voluntad es la Buena Nueva, la Buena Nueva (Evangelio) a
plenitud. La Redención es la Buena Noticia de la salvación, el Reino de la Divina Voluntad —es
ahora— la Buena Noticia de la restauración al estado original y a la finalidad para la que fue
creado el hombre, en la que encuentra su auténtica identidad, su realización y su felicidad
plenas. En este sentido el Reino del Querer Divino abraza la redención pero va más allá:

…el vivir en mi Querer no es sólo salvación, sino es santidad que debe elevarse sobre todas
las demás santidades, que debe llevar el sello de la santidad de su Creador (Volumen 13,
Diciembre 3, 1921).

546. Y es el Evangelio del Fiat Divino (la Buena Noticia del Reino de la Divina Voluntad):

Ahora, lo que Yo manifiesto acerca de mi Voluntad Divina y que tú escribes, se puede


llamar el Evangelio del reino de la Voluntad Divina, nada se opone ni a las sagradas
escrituras ni al Evangelio que Yo anuncié estando en la tierra, más bien se puede llamar el
sostén del uno y del otro (Volumen 23, Enero 18, 1928).

Las verdades sobre mi Fiat son el nuevo Evangelio del reino de mi Querer Divino, en el cual
encontrarán las normas, el sol, las enseñanzas cómo ennoblecerse, elevarse a su origen y
tomar el estado dado a ellos por Dios en el principio de la Creación, encontrarán el
Evangelio que tomándolos de la mano los conducirá a la verdadera felicidad en la paz
constante, la única ley será mi Voluntad, la cual con su pincel de amor entintado en los
vivos colores de su luz, restituirá al hombre la semejanza de su Creador. ¡Oh, cómo
deberían haber codiciado el recibir y el hacer conocer un bien tan grande (Volumen 24,
Agosto 23, 1928).

El llamado de los discípulos


547. Jesús no hace sus obras en el aire, además la instauración de su Reino es para nosotros los
seres humanos. Dice Jesús que le gusta primero hacer sus obras con una criatura, luego a partir
de ella a un pequeño núcleo y luego al mundo entero, veamos:

Así hago Yo, cuando quiero dar un bien a las criaturas primero me fío de una sola, pongo
en ella todo el valor de aquel bien, y después doy el bien que ella me pide para las otras
criaturas. (Volumen 23, Diciembre 14, 1927).

133
Por eso para tener nuestras obras más grandes, nuestro modo de actuar es el de comenzar
primero solos, al tú por tú con una sola criatura; cuando hemos formado a ésta, la
hacemos canal para encerrar en nuestra obra otras dos, tres criaturas, después
agrandamos formando un pequeño núcleo, y después lo agrandamos tanto de tomar todo
el mundo entero; nuestras obras comienzan en el aislamiento de Dios y el alma, y
terminan continuando su vida en medio a pueblos enteros. (Volumen 29, Mayo 31, 1931).

548. La depositaria de la Redención fue nuestra Santa Madre, y a partir de Ella a los apóstoles:

Hija mía, toda la ley y los bienes de la Redención fueron escritos por Mí y depositados en
el corazón de mi amada Mamá. Era justo que, como fue Ella la primera que vivió en mi
Querer y por eso me atrajo del Cielo y me concibió en su seno, conociera todas las leyes y
fuera depositaria de todos los bienes de la Redención, y… cuando saliendo a mi vida
pública la manifesté a las gentes, a los apóstoles… (Volumen 16, Febrero 24, 1924).

…mi Redención, porque quería salvar al hombre a cualquier costo y esto lo confié a mis
apóstoles como depositarios de los frutos de la Redención. (Volumen 13, Diciembre 3,
1921).

549. Por eso, Jesús llama a sus primeros discípulos:

Al día siguiente, estaba Juan otra vez allí con dos de sus discípulos y, mirando a Jesús que
pasaba, dijo: «Este es el Cordero de Dios». Los dos discípulos, al oírlo hablar así, siguieron
a Jesús. Él se dio vuelta y, viendo que lo seguían, les preguntó: «¿Qué quieren?». Ellos le
respondieron: «Rabbí –que traducido significa Maestro– ¿dónde vives?». «Vengan y lo
verán», les dijo. ... Uno de los dos que oyeron las palabras de Juan y siguieron a Jesús era
Andrés, el hermano de Simón Pedro. Al primero que encontró fue a su propio hermano
Simón, y le dijo «Hemos encontrado al Mesías», que traducido significa Cristo. Entonces lo
llevó a donde estaba Jesús. Jesús lo miró y le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan: tú te
llamarás Cefas», que traducido significa Pedro. (Juan 1, 35-42).

Entonces les dijo: «Síganme, y yo los haré pescadores de hombres». Inmediatamente, ellos
dejaron las redes y lo siguieron. Continuando su camino, vio a otros dos hermanos: a
Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca de Zebedeo, su
padre, arreglando las redes; y Jesús los llamó. Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a
su padre, y lo siguieron. (Mateo 4, 19-22).

Al día siguiente, Jesús resolvió partir hacia Galilea. Encontró a Felipe y le dijo: «Sígueme».
Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro. (Juan 1, 43-44).

550. Posteriormente en el Evangelio se dice:

Después subió a la montaña y llamó a su lado a los que quiso. Ellos fueron hacia Él, y Jesús
instituyó a doce para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar con el poder de
expulsar a los demonios. Así instituyó a los Doce: Simón, al que puso el sobrenombre de

134
Pedro; Santiago, hijo de Zebedeo, y Juan, hermano de Santiago, a los que dio el nombre de
Boanerges, es decir, hijos del trueno; luego, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás,
Santiago, hijo de Alfeo, Tadeo, Simón, el Cananeo, y Judas Iscariote, el mismo que lo
entregó. (Marcos 3, 13-19).

551. Y sabemos que a partir de estos hombres Jesús transmite su mensaje al mundo. Respecto
a este aspecto de la elección se pueden comentar muchas cosas, aquí lo enfocaremos al hecho
de que nosotros hemos sido llamados a existir, luego a vivir el Evangelio de Cristo, de
redimirnos con su Redención, privilegio que en la historia de la humanidad e incluso ahora en la
época en que se escribe este libro, no todo mundo conoce o tiene acceso. Con lo cual resuenan
en nuestros oídos las palabras de Jesús:

Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará


mucho más. (Lucas 12, 48).

552. Y ¿qué será ahora que hemos sido elegidos para vivir en una época donde el mensaje del
Reino de la Divina Voluntad ya ha sido manifestado al mundo a través de Luisa Piccarreta? La
exigencia y responsabilidad hacia nosotros será más grande, pues se nos ha dado todo. Si
hemos nacido en esta época y conocemos la obra que Jesús ha hecho a través de Luisa es
porque así Dios lo ha querido, su Querer Divino así lo ha decretado, porque nada sucede sin la
Voluntad de Dios:

¿Acaso no se vende un par de pájaros por unas monedas? Sin embargo, ni uno solo de
ellos cae en tierra, sin el consentimiento del Padre que está en el Cielo. (Mateo 10, 29).

553. Por lo tanto, somos elegidos, somos llamados a vivir en el Reino de la Divina Voluntad,
¡qué responsabilidad, pero qué privilegio, qué dicha!

554. ¿Qué haremos? ¿dejaremos todo por este Reino, por este tesoro? ¿dejaremos las redes y
las barcas? Los discípulos dejaron su forma de vivir por seguir a Jesús en el Reino de la
Redención, ¿qué tendríamos que dejar nosotros por seguir a Jesús en este Reino de la
Redención, pero además —y sobre todo— por el Reino de la Divina Voluntad que es todavía
más grande y valioso?

Las bodas de Caná


555. El amor de la Divina Voluntad en Jesús realizó su primer signo en Caná de Galilea. Veamos
qué sucedió:

Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba
allí. Jesús también fue invitado con sus discípulos. Y como faltaba vino, la madre de Jesús
le dijo: «No tienen vino». Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi
hora no ha llegado todavía». Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan todo lo que Él les
diga». Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos,
que contenían unos cien litros cada una. Jesús dijo a los sirvientes: «Llenen de agua estas

135
tinajas». Y las llenaron hasta el borde. «Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven al encargado
del banquete». Así lo hicieron. El encargado probó el agua cambiada en vino y como
ignoraba su origen, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al
esposo y le dijo: «Siempre se sirve primero el buen vino y cuando todos han bebido bien,
se trae el de inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este
momento». Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así
manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él. (Juan 2, 1-11).

556. ¿Por qué el Divino Querer decidió realizar el primer signo de Jesús en una boda? Nuestra
Madre nos lo explica a través de Luisa de la siguiente manera:

Hija mía queridísima, mi corazón está lleno de amor y sentía la necesidad de decirte la
causa, el por qué junto con mi Hijo Jesús quise asistir a esta boda de Caná. ¿Tú crees que
fue por una ceremonia cualquiera? No hija, en esto hay profundos misterios *…+ Mi Hijo
había regresado del desierto y se preparaba para la vida pública, pero primero quiso asistir
a este esponsal, y por eso permitió ser invitado. Fuimos, no para festejar, sino para obrar
cosas grandes en provecho de las generaciones humanas; mi Hijo tomaba el puesto de
Padre y de Rey en las familias, Yo tomaba el puesto de Madre y Reina. Con nuestra
presencia renovamos la santidad, la belleza, el orden del matrimonio formado por Dios en
el edén, esto es, de Adán y Eva desposados por el Ser Supremo para poblar la tierra y para
multiplicar y hacer crecer las futuras generaciones. (La Reina del Cielo en el Reino de la
Divina Voluntad, día 26).

557. En estas bodas —como se ve— se tomaron dos puestos importantes en la familia: Jesús
tomaba el de Padre y Rey y María el de Madre y Reina. Jesús y María son reyes de la Divina
Voluntad y al ser reyes de las familias significa que quieren reinar en ellas a través del Querer
Divino, lo cual implica que quieren que las familias sean santuarios de la Vida de la Divina
Voluntad, con lo cual las otras vidas y fecundidades vendrán por añadidura. La Virgen continúa
diciendo:

Además de esto hija mía, con el haber asistido a esta unión, Yo veía los siglos futuros, veía
el reino de la Divina Voluntad sobre la tierra, miraba a las familias e impetraba a ellas que
simbolizaran el amor de la Trinidad Sacrosanta, para hacer que su reino estuviera en pleno
vigor, y con mis derechos de Madre y Reina tomaba a pecho el régimen de él, y poseyendo
la fuente ponía a disposición de las criaturas todas las gracias, las ayudas, la santidad que
se requiere para vivir en un reino tan santo. (La Reina del Cielo en el Reino de la Divina
Voluntad, día 26).

558. Ya habíamos visto —a groso modo— en el capítulo 3 de “Hagamos al hombre…” el plan de


Dios sobre la familia humana, su imagen con la Familia Trinitaria (comunidad de personas
unidas en una sola Voluntad y un solo Amor) y cómo este plan —obviamente— estaba inmerso
en la Vida de la Divina Voluntad, ya que así fue creado el hombre en su origen. Y en este plan
existía un esponsalicio entre la Voluntad Divina y la voluntad humana, pero que se rompió con

136
el pecado, afectando también las relaciones entre las personas, entre ellas una muy
importante: el matrimonio, y con ello la familia.

559. Por eso las bodas de Caná son el lugar de encuentro de la Divina Voluntad con el
matrimonio y la familia gracias a Jesús y María que son reyes de este Reino que lo poseen.
Podemos decir más específicamente: re-encuentro, después de tantos siglos de separación
entre la Voluntad Divina y el matrimonio y la familia.

560. Ya que por el pecado, el matrimonio y la familia habían sufrido mucho en su comprensión
y estructura originales antes de la primera venida de Jesús, al grado que existió la poligamia y
también el libelo de repudio (divorcio), incluso en el pueblo judío. Y con la primera venida de
Jesús, con su Redención, el matrimonio y la familia empieza a re-ordenarse:

Se acercaron algunos fariseos y, para ponerlo a prueba, le plantearon esta cuestión: «¿Es
lícito al hombre divorciarse de su mujer?». El les respondió: «¿Qué es lo que Moisés les ha
ordenado?». Ellos dijeron: «Moisés permitió redactar una declaración de divorcio y
separarse de ella». Entonces Jesús les respondió: «Si Moisés les dio esta prescripción fue
debido a la dureza del corazón de ustedes. Pero desde el principio de la creación, Dios los
hizo varón y mujer. Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre y los dos no serán
sino una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Que el hombre no
separe lo que Dios ha unido». … «El que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete
adulterio contra aquella; y si una mujer se divorcia de su marido y se casa con otro,
también comete adulterio». (Marcos 10, 2-12).

561. Como se ve, Jesús recuerda cómo el Creador estableció el principio del matrimonio y re-
establece su indisolubilidad. Es interesante como Jesús recuerda el modo de como Dios hizo las
cosas al principio de la Creación; la obra de la Redención y de la Restauración es llevar a la
criatura a la altura a la que fue creado en un principio, obviamente llegar a vivir en la Divina
Voluntad.

562. Y a pesar de que en el momento de escribir esta obra el matrimonio en términos generales
está en crisis (pues la humanidad en general se ha alejado de Dios), la verdad del matrimonio
como Cristo lo restablece en el Evangelio permanece, ya que “…donde abundó el pecado,
sobreabundó la gracia” (Romanos 5, 20). En este sentido del matrimonio Jesús dice en Libro de
Cielo:

El matrimonio fue elevado por Mí a Sacramento para poner en él un vínculo sagrado, el


símbolo de la Trinidad Sacrosanta, el amor divino que Ella encierra, así que el amor que
debía reinar en el padre, en la madre y en los hijos, la concordia, la paz, debía simbolizar a
la Familia Celestial. Así que debía tener sobre la tierra tantas otras familias semejantes a la
Familia del Creador, destinadas a poblar la tierra como otros tantos ángeles terrestres,
para conducirlos a poblar las regiones Celestes. (Volumen 18, Noviembre 5, 1925).

137
563. Así que los misterios de la presencia de Jesús y María en las bodas de Caná son profundos.
Es restablecer el orden del matrimonio, la unidad adecuada del hombre con la mujer en el
amor y en la dignidad de ver en el otro a Jesús27 y de amarse en un mismo amor: el amor de
Dios; y de vivir con una sola voluntad: la Voluntad de Dios.

564. Pero para que en el matrimonio los esposos lleguen amarse en el Querer Divino, necesitan
vivir con el don del Reino de la Divina Voluntad; y esto requiere que cada miembro del
matrimonio esté unido con la Voluntad Divina haciendo vida en Ella (es decir, que posea el
don). Y esto requiere que cada miembro del matrimonio tenga su esponsalicio con la Divina
Voluntad, con su Creador; esto fue así en el inicio de la Creación, se pierde por el pecado y Dios
restaura las cosas a este inicio a través de la Redención y el Reino de la Divina Voluntad, así lo
explica Jesús en los volúmenes:

Así que, hija mía, el hombre se degradó, perdió todos los bienes porque salió de mi
Voluntad Divina; ahora, para ennoblecerse, para readquirir todo y para recibir la
rehabilitación del esponsalicio con su Creador, debe reentrar de nuevo en el Fiat Divino de
donde salió, no hay caminos intermedios, ni siquiera mi misma Redención es suficiente
para hacer regresar al hombre al principio de la era feliz de su creación; mi Redención es
medio, camino, luz, ayuda, pero no fin, el fin es mi Voluntad, porque Ella fue el principio, y
por justicia quien es el principio debe ser el fin. Así que la humanidad debe ser encerrada
en mi Querer Divino para que le sea restituido su noble origen, su felicidad, y poner de
nuevo en vigor el esponsalicio con su Creador. (Volumen 24, Junio 16, 1928).

Así para quien vive en nuestro Querer, forma el nuevo, verdadero, real matrimonio con el
Ser Supremo, y con esto viene formada una unión con todo lo que a Él pertenece.
(Volumen 30, Junio 17, 1932).

El querer humano y el Querer Divino se besan continuamente, se funden juntos, y Dios


desarrolla su Vida en la criatura y ella desarrolla su vida en Dios. (Volumen 30, Junio 17,
1932).

565. En las bodas de Caná todo estaba bien en un inicio: había vino. El vino que es signo de
fiesta, alegría; por eso se usa en las bodas:

Se puede decir que en este intercambio de voluntad, en estos dones recíprocos de ambas
partes, sucede un esponsalicio entre el alma y Dios, esponsalicio repetido, siempre nuevo,
y cuando hay boda todos hacen fiesta a los nuevos esposos (Volumen 31, Diciembre 21,
1932).

En el Edén era siempre fiesta entre el Creador y la criatura (Giros, cuarta Hora).

27
Mateo 25, 40: Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron
conmigo.

138
566. Como se ve, el vino al inicio de las bodas de Caná nos evoca la fiesta del inicio de la
Creación en donde estaba en pleno vigor el esponsalicio entre la voluntad humana y la
Voluntad Divina; y también la unión conyugal, el matrimonio de Adán y Eva inocentes en esta
armonía. Pero el vino se acabó, la fiesta se acabó, porque el hombre rompió con la Divina
Voluntad: ¡ya no hay vino!

567. Y pasan cuarenta siglos donde no hay fiestas, no hay matrimonio entre la voluntad
humana y la Voluntad Divina, hay agua (incluso diluvio), por el pecado. Hasta que llegan otra
vez las fiestas, las bodas, el agua se convierte en vino otra vez en Jesús y María que viven y
poseen el Reino de la Divina Voluntad.

568. Por eso su presencia cambia el agua en vino en las bodas de Caná que es cada matrimonio
y cada persona que si deciden hacer lo que Jesús dice: “Hagan todo lo que Él les diga” (Juan 2,
5) lograrán entrar otra vez en esta fiesta, el vino de la Divina Voluntad volverá a sus vidas a
través del don que ya está manifestado a través de Luisa Piccarreta y ya se puede obtener.

569. Y al volver el esponsalicio entre la voluntad humana y la Voluntad Divina en cada miembro
del matrimonio, también volverá la Divina Voluntad a tener su reinado en cada matrimonio y
en cada familia para que vivan a imagen y semejanza de la Santísima Trinidad (Familia por
excelencia que vive con una sola Voluntad) y de la Sagrada Familia (Trinidad humana), modelo
de toda familia:

…es en la sagrada Familia, en esta originaria «iglesia doméstica», donde todas las familias
cristianas deben mirarse. En efecto, «por un misterioso designio de Dios, en ella vivió
escondido largos años el Hijo de Dios: es pues el prototipo y ejemplo de todas las familias
cristianas» (San Juan Pablo II, Sobre la Figura y Misión de San José, n. 7).

570. Pero con la Encarnación del Verbo en Jesucristo se agregan otras nupcias a las otras dos (la
de la voluntad humana con la Voluntad Divina y la del hombre con la mujer en el matrimonio
humano), que son las bodas del Cordero, que ya habíamos empezado a mencionar en el
capítulo 3:

La alianza nupcial entre Dios y su pueblo Israel había preparado la nueva y eterna alianza
mediante la que el Hijo de Dios, encarnándose y dando su vida, se unió en cierta manera
con toda la humanidad salvada por Él, preparando así "las bodas del cordero" (Catecismo
de la Iglesia Católica, n. 1612).

571. En estas nupcias —decíamos en ese capítulo 3: “Hagamos al hombre…”— la naturaleza


Divina se une con la naturaleza humana en Jesucristo; la persona del Verbo se viste con la
naturaleza humana, se une a su Santa Humanidad; de este modo Jesús es la Cabeza de la
Iglesia, su Esposa, que es su Cuerpo Místico. Veamos lo que dice la Biblia sobre estas bodas del
Cordero:

Y oí algo parecido al clamor de una enorme multitud, al estruendo de una catarata y al


estallido de violentos truenos. Y decían: «¡Aleluya! Porque el Señor, nuestro Dios, el

139
Todopoderoso, ha establecido su Reino. Alegrémonos, regocijémonos y demos gloria a
Dios, porque han llegado las bodas del Cordero: su esposa ya se ha preparado, y la han
vestido con lino fino de blancura resplandeciente». El lino simboliza las buenas acciones de
los santos. Después el Ángel me dijo: «Escribe esto: Felices los que han sido invitados al
banquete de bodas del Cordero». (Apocalipsis 19, 6-9).

572. En la anterior cita se dicen varios aspectos importantes que pueden abarcar diferentes
momentos de la misma realidad, reflexionemos sobre algunos versículos. Cuando se dice:
¡Aleluya! Porque el Señor, nuestro Dios, el Todopoderoso, ha establecido su Reino, nos habla de
que hay regocijo porque el Reino de Dios se ha establecido; es decir, el Reino de la Divina
Voluntad se ha establecido ¿dónde? cronológicamente primero en María y luego en Jesucristo;
desde otro aspecto, primero en Jesucristo, ya que por los méritos anticipados de Él, se concibe
en María el don del Reino de la Divina Voluntad.

573. Entonces, el Reino de la Divina Voluntad se ha establecido en Jesucristo Cabeza y Esposo


de la Iglesia, por eso en el siguiente enunciado de la cita se dice: Alegrémonos, regocijémonos y
demos gloria a Dios, porque han llegado las bodas del Cordero; lo cual significa que han llegado
las bodas porque el Esposo ya está con nosotros28, ya se encarnó, la segunda Persona de la
Trinidad se une, hace Alianza Eterna con la naturaleza humana en su Humanidad, y así Él es el
Cordero de Dios:

Al día siguiente, Juan vio acercarse a Jesús y dijo: «Este es el Cordero de Dios, que quita el
pecado del mundo. (Juan 1, 29).

574. Por eso, al Encarnarse el Verbo, la humanidad puede unirse de manera esponsal con Cristo
a través de la Iglesia:

…la Iglesia se une a Cristo como a su esposo (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 772).

575. Pero esta unión conyugal mística llegará a su plenitud con la restauración del Reino de la
Divina Voluntad aquí en la tierra, ya que en el Cielo los bienaventurados ya viven con el don de
la Divina Voluntad, pero Dios quiere que este don ya se viva desde aquí en la tierra. Por lo
tanto, con Luisa Piccarreta estas bodas llegan a una plenitud especial en el tiempo histórico
humano, porque ya vimos que vivir con el don del Reino de la Divina Voluntad —donde se
funde la voluntad humana con la Voluntad Divina— es el verdadero esponsalicio.

576. En la cita del Apocalipsis sigue diciendo: su esposa ya se ha preparado, y la han vestido con
lino fino de blancura resplandeciente ¿a qué preparación se refiere? A la preparación de
nuestras almas que caídas en pecado son feas (oscuras) para desposarse con quien es la
Santidad y Belleza absolutas. Por eso Jesús dice:

28
Mateo 1, 23: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que
traducido significa: «Dios con nosotros». Marcos 2, 19: Jesús les respondió: ¿Acaso los amigos del esposo
pueden ayunar cuando el esposo está con ellos?

140
Yo debo levantar al hombre caído y restablecerlo, porque el querer humano dejó en ruinas
la obra de nuestras manos creadoras. (Volumen 24, Junio 12, 1928).

577. El Cantar de los Cantares que habla del amor humano, y se le ha visto también como el
amor entre Cristo y su Iglesia, y por tanto del matrimonio místico entre Cristo y el alma,
expresa lo siguiente:

[La Amada]: ¡Que me bese ardientemente con su boca! Porque tus amores son más
deliciosos que el vino; sí, el aroma de tus perfumes es exquisito, tu nombre es un perfume
que se derrama: por eso las jóvenes se enamoran de ti. Llévame contigo: ¡corramos! El rey
me introdujo en sus habitaciones: ¡gocemos y alegrémonos contigo, celebremos tus
amores más que el vino! ¡Cuánta razón tienen para amarte! Soy morena, pero hermosa,
hijas de Jerusalén, como los campamentos de Quedar, como las carpas de Salmá. ¡No se
fijen en mi tez morena: he sido tostada por el sol. (Cantar de los Cantares 1, 2-6).

578. La “Amada” al expresar que es morena puede significar el estado del alma que peca —que
no hace la Voluntad de Dios— y quita la “blancura” al alma; porque ha sido tostada por el sol.
Pero conserva cierta hermosura original, pues salió de las manos del Creador. En los volúmenes
se dice algo semejante:

¡Pobre criatura sin mi Voluntad, en qué abismo de miserias y de tinieblas se arroja! Le


sucede como a la flor que no es regada, ésta siente que pierde la vida, se decolora, declina
sobre su tallo para esperar la muerte, y si el sol la inviste, no encontrándola regada la
quema y la termina de secar. Así es el alma sin mi Voluntad, es como flor sin agua, mis
mismas verdades, que son más que espléndido sol, no encontrándola regada por la Vida
de mi Voluntad, la queman de más, la ciegan y se vuelve incapaz de comprenderlas y de
recibir el bien, la vida que poseen (Volumen 36, Septiembre 18, 1938).

579. Pero el Rey ama a su Amada, entonces realiza el Reino de la Redención y el Reino de la
Divina Voluntad para regresar a su amada a su blancura original: vestida con lino fino de
blancura resplandeciente». El lino simboliza las buenas acciones de los santos. El lino blanco
representa, por tanto, las buenas acciones —actos— de los santos. ¿Y cuál es el acto más
santo? El acto hecho en la Divina Voluntad:

Hija mía, el fundirte en mi Voluntad es el acto más solemne, más grande, más importante
(Volumen 17, Enero 4, 1925).

…el alma debe estar habituada a la Voluntad querida y ordenada, éstas preparan el vacío
en el acto humano para recibir el acto obrante del Fiat Divino, pero no se detiene ahí, el
acto obrante llama al acto cumplido y completo, y éste es el acto más santo, más potente,
más bello, más refulgente de luz que puede hacer mi Divina Voluntad (Volumen 30, Enero
7, 1932).

141
Hija mía, sólo en mi Voluntad el alma puede llegar al ápice de la santidad más alta, y
encerrar en sí, por cuanto a criatura es posible, un acto completo, de llenarse tanto, de no
dejar ningún vacío en ella (Volumen 34, Julio 12, 1937).

…el vivir en mi Querer no es sólo salvación, sino es santidad que debe elevarse sobre todas
las demás santidades, que debe llevar el sello de la santidad de su Creador (Volumen 13,
Diciembre 3, 1921).

580. Por tanto, la Redención —como ya hemos visto— tiene la finalidad de salvar al ser
humano y de preparar su alma con las medicinas y nutrientes que la sanen del daño por el
pecado, del daño de su querer humano para embellecerla, blanquearla, para el Esposo y poder
desposarse con Él para formar el verdadero esponsalicio en la Divina Voluntad y se establezca
su Reino en nuestro ser. Y Dios quiere que así sea en cada ser humano que son los miembros de
su Cuerpo Místico.

Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella, para santificarla. Él la purificó con el bautismo
del agua y la palabra, porque quiso para sí una Iglesia resplandeciente, sin mancha ni
arruga y sin ningún defecto, sino santa e inmaculada. (Efesios 5, 25-27).

581. Al final de la cita del Apocalipsis se dice: Felices los que han sido invitados al banquete de
bodas del Cordero. Pues bien, doblemente felices los que lo han sido desde la tierra con el don
del Reino de la Divina Voluntad para vivir el verdadero esponsalicio, gracias a las verdades que
Jesús ha hecho a través de Luisa; la siguiente cita de los volúmenes sintetiza muy bien lo que
venimos diciendo:

Ningún joven toma por esposa a una joven enferma, a lo más espera que se cure, ni a una
joven débil y que frecuentemente lo ofenda; y si el esposo es un rey y la ama, a lo más
espera que la esposa cure, que lo ame y que las condiciones de ella sean en algún modo
satisfactorias y no tan inferiores a las de él. Ahora, las condiciones en las cuales se
encuentra la pobre humanidad es aún de una pobre enferma, y espero que mi Voluntad
sea conocida y reine en medio de las criaturas, la cual les dará la verdadera santidad, los
vestidos reales, la belleza digna de él, y entonces formaré de nuevo el verdadero y primer
esponsalicio. (Volumen 24, Junio 16, 1928).

582. Dios tiene qué sanarnos y embellecernos para realizar el esponsalicio con Él. Y, además,
todo esto ilumina grandemente la realidad familiar. Familia que se fundamenta en el
matrimonio que Dios instituyó en la Divina Voluntad al inicio de la Creación en Adán y Eva
inocentes. Es el plan original de Dios con la humanidad: a través de la Familia… Al respecto
Benedicto XVI —retomando a San Juan Pablo II— dijo:

De hecho, la familia es el camino de la Iglesia porque es «espacio humano» del encuentro


con Cristo. Los cónyuges, «no sólo reciben el amor de Cristo, convirtiéndose en comunidad
salvada, sino que están también llamados a transmitir a los hermanos el mismo amor de

142
Cristo, llegando a ser así comunidad salvadora». (Benedicto XVI, Discurso al Consejo
Pontificio para la Familia, 1 diciembre 2011).

583. Con la obra que Jesús hace a través de Luisa Piccarreta podríamos parafrasear la cita
anterior del Papa y decir: la familia es el camino de la Iglesia porque es «espacio humano» del
encuentro con la Voluntad Divina. Los cónyuges, no sólo reciben la Divina Voluntad,
convirtiéndose en comunidad que vive con el don del Reino de la Divina Voluntad, sino que
están también llamados a transmitir a los hermanos este mismo Reino de amor de Cristo,
llegando a ser así comunidad restauradora y transmitadora de este Reino.

584. El plan de Dios original era que la familia humana viviera en este Reino de la Divina
Voluntad y lo transmitiera de generación en generación. Ahora con el don que nos hace a
través de Luisa Piccarreta es retomar este plan original restaurando este Reino en la familia y
transmitirlo a las siguientes generaciones.

585. Por lo tanto la finalidad de la familia sigue siendo amor-procreación-educación; pero ¿para
qué? Para que los miembros de la familia vivan en el Reino de la Divina Voluntad y lo
transmitan de nuevo, haciendo crecer este Reino. Queda claro que el sentido real de nuestra
vida no es otro que vivir en la Divina Voluntad y a partir de aquí se justifica nuestra existencia.
Por eso Jesús dice:

Así que cada acto, palabra, respiro, latido en mi Voluntad, son tantos pasos de Vida Divina
que hace la criatura, y Ella suspira estos actos para tener su campo de acción, para poder
formar tantas Vidas Divinas en la criatura. Fue esta la finalidad de la Creación, formar
nuestra Vida en la criatura, tener nuestro campo de acción divino en ella, y por eso
amamos tanto que haga nuestra Divina Voluntad, para poner a salvo nuestra Vida, no en
Nosotros, pues no tenemos necesidad de ninguno, somos más que suficientes a Nosotros
mismos, sino en la criatura. Este era el gran portento que queríamos y queremos hacer en
virtud de nuestra Voluntad, formar nuestra Vida en la vida de la criatura, por eso si esto no
hacemos, la Creación quedaría sin nuestra finalidad inicial, sería un obstáculo a nuestro
amor, una amargura continua el observarla y ver una obra tan grande y de tanta
magnificencia, y no realizada, y fallida nuestra finalidad. Y si no estuviera en Nosotros la
certeza que nuestra Voluntad debe reinar en la criatura para formar nuestra Vida en ella,
nuestro amor quemaría la Creación toda y la reduciría a la nada, y si tanto soporta y se
tolera, es porque vemos más allá de los tiempos nuestra finalidad realizada. (Volumen 30,
Mayo 30, 1932).

586. Pues aquí está la grandeza, el deber y la responsabilidad del matrimonio y la familia: ser
santuarios de la Vida de la Divina Voluntad en las generaciones humanas, ya que por esta
humanidad que vivirá en el Reino del Querer Divino es la razón por la que Dios no ha terminado
con la Creación.

587. Otro aspecto que nos puede enseñar el milagro de Caná es ver la analogía del agua como
nuestra voluntad y el vino como la Voluntad Divina. En el milagro el agua desaparece para que

143
aparezca el vino. El milagro del don de la Divina Voluntad es que nuestra voluntad desaparezca
en la Divina Voluntad; como si lo humano se diluyera en lo divino:

…mi Voluntad es que lo humano no exista más en ti, sino sólo mi Vida Divina. (Volumen
11, Marzo 24, 1913).

Mi Querer vacía todo lo humano del interior de la criatura, y pone todo lo divino (Volumen
12, Mayo 15, 1920).

588. El vino contiene agua, pero el agua ya no se ve, sino solamente el vino. También lo
podríamos enfocar al acto. En el don de la Divina Voluntad el acto humano desaparece para
que aparezca el acto divino:

Ahora si la criatura hace los actos buenos en mi Voluntad Divina en virtud de la razón que
tiene, le damos el mérito de actos divinos,… Si quiere obrar en la nuestra, ella se eleva
tanto que no queda en lo bajo de las acciones humanas, aun buenas, sino que viene en
nuestro Querer Divino, y como esponja se sumerge dentro e impregna sus actos de luz, de
santidad, de amor, de modo que su acto desaparece en el nuestro y reaparece nuestro
acto divino (Volumen 33, Febrero 24, 1935).

589. Este aspecto del agua y del vino tiene una analogía también cuando la lanza atraviesa el
Corazón de Jesús en la Cruz y brota agua y sangre (el vino se convierte en Sangre en la
consagración Eucarística), y por eso también cuando antes de la consagración Eucarística el
sacerdote pone un poco de agua en el vino (se une el agua y el vino, como Dios quiere que se
una la voluntad humana con la Divina).

590. Hasta aquí dejamos esta sección sobre las bodas de Caná, ahora pasemos a otros actos de
la Divina Voluntad en la vida pública de Jesús.

La Iglesia
591. Una de las grandes obras de amor de la Divina Voluntad para con la humanidad es la
realidad de la Iglesia. Jesucristo instituye la Iglesia para hacernos miembros de Él, como el
cuerpo a la cabeza, formando un Cuerpo Místico para desposarse con nosotros:

Cristo es la Cabeza y el Salvador de la Iglesia, que es su Cuerpo… Maridos, amen a su


esposa, como Cristo amó a la Iglesia y se entregó por Ella… Nadie menosprecia a su propio
cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida. Así hace Cristo por la Iglesia, por nosotros, que
somos los miembros de su Cuerpo. (Efesios 5, 23-30).

592. La realidad de la Iglesia va más allá de ser “sacramento universal de salvación”29; es ante
todo:

…comunión de los hombres con Dios (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 773).

29
(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 776).

144
593. Porque ya se citó en esta obra las palabras de Jesús de que aunque Adán no hubiera
pecado Él hubiera venido, veamos:

Si Adán no hubiese pecado, el Verbo Eterno, que es la misma Voluntad del Padre Celestial,
debía venir a la tierra glorioso, triunfante y dominador, … coronado como rey y con el
cetro de mando para ser rey y cabeza de la familia humana, de modo de darle el gran
honor de poder decir: ‘Tenemos un rey hombre y Dios’. (Volumen 25, Marzo 31, 1929).

594. Venía a ser cabeza de la familia humana, a desposarse con su naturaleza. Con lo cual la
Iglesia era parte también del plan original. En el plan original era plenitud y coronación, en la
situación de haber caído por el pecado es en un primer momento medicina, salvación, para
luego —en cierto momento— llegar a esa plenitud y coronación.

595. Dios por tanto quería y quiere tres unidades muy especiales: la unidad de la naturaleza
divina y la naturaleza humana en Jesucristo, que a través de la Iglesia lo hace con los demás
seres humanos; también la unidad de la Voluntad Divina con la voluntad humana. Y la que ya
hemos también mencionado, la unidad del hombre y la mujer en el matrimonio de acuerdo a
su Voluntad (que es signo y además camino de las otras dos).

596. Veamos qué dice el Catecismo respecto a la Iglesia:

Corresponde al Hijo realizar el plan de Salvación de su Padre, en la plenitud de los tiempos;


ese es el motivo de su "misión". "El Señor Jesús comenzó su Iglesia con el anuncio de la
Buena Noticia, es decir, de la llegada del Reino de Dios prometido desde hacía siglos en las
Escrituras". Para cumplir la Voluntad del Padre, Cristo inauguró el Reino de los cielos en la
tierra. La Iglesia es el Reino de Cristo "presente ya en misterio". (Catecismo de la Iglesia
Católica, n. 763).

597. El Reino de Cristo que es el Reino de la Divina Voluntad (que incluye el Reino de la
Redención) está en la Iglesia —Cuerpo de Cristo— porque está plenamente en la Cabeza y de
esta Cabeza se transmite a sus miembros a través de un tiempo histórico, según las
disposiciones de sus miembros y las intervenciones divinas. Veamos que sigue diciendo el
Catecismo:

Este Reino se manifiesta a los hombres en las palabras, en las obras y en la presencia de
Cristo". Acoger la palabra de Jesús es acoger "el Reino". El germen y el comienzo del Reino
son el "pequeño rebaño", de los que Jesús ha venido a convocar en torno suyo y de los
que Él mismo es el pastor. Constituyen la verdadera familia de Jesús. A los que reunió así
en torno suyo, les enseñó no sólo una nueva "manera de obrar", sino también una oración
propia. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 764).

598. Dice el Catecismo que este Reino se manifiesta a los hombres en las palabras, en las obras
y en la presencia de Cristo. Por eso pasemos a la siguiente sección.

145
Las Palabras y obras de Jesús
…porque he bajado del Cielo, no para hacer mi voluntad, sino la del que me envió. (Juan 6,
38).

Quien hace mi Voluntad representa a lo vivo el periodo de mi Vida en la tierra, que


mientras externamente parecía hombre, al mismo tiempo era siempre el Hijo amado de
mi querido Padre. Así el alma que hace mi Voluntad, externamente tiene la piel de la
humanidad, pero por dentro se encuentra mi persona, inseparable como Yo en el Amor y
en la Voluntad de la Trinidad Sacrosanta (Volumen 11, Abril 2, 1913).

599. La vida de Jesús es un cumplimiento perfecto de la Voluntad del Padre y así quiere que
seamos nosotros:

Quien dice que permanece en Él [en Jesucristo], debe vivir como vivió Él. (1 Juan 2, 6).

600. Cuanta profundidad hay en esta cita de la Escritura; que ahora con la luz que nos dan las
verdades del Libro de Cielo, nos queda claro que significa no solamente hacer la Voluntad de
Dios, sino vivir en la Divina Voluntad como vivió Él.

601. La Misión de Jesucristo se deriva de lo que Él mismo Es. Es el Verbo encarnado, es la


Palabra hecha carne:

Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. *…+ La
Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre. Y la
Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. (Juan 1, 1. 9. 14).

602. Ya se había visto en el capítulo 7 que es el Fiat Supremo, la Palabra eterna, el Verbo Divino,
la Divina Voluntad la que se encarnó; y por eso el Fiat es la Palabra de la Santísima Trinidad:

…fue mi Divina Voluntad que se encarnó… Fue propiamente Ella, porque Verbo significa
palabra, y nuestra palabra es el Fiat (Volumen 25, Marzo 22, 1929).

603. Por eso la Palabra viene a decirnos sus palabras de Vida, sus palabras de Verdad para
llevarnos en esta Palabra —que es el Camino30— a la finalidad para la cual fuimos creados. Por
eso Jesús ha venido a hablarnos, a anunciarnos, a enseñarnos, a iluminarnos, para llenarnos de
su Vida:

Yo he venido para que tengan Vida y la tengan en abundancia (Juan 10, 10).

604. Y Jesús para cumplir esta misión, continúa su anuncio de la conversión profundizando su
mensaje y enseñando en las ciudades:

Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, proclamando
la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias. (Mateo 9, 35).

30
Yo soy el camino, la verdad y la vida (Juan 14, 6).

146
605. Como se ve en la cita, además de darnos su enseñanza, cura las enfermedades y dolencias.
Jesús une su Palabra a los signos y milagros que hace por la criatura, también con su misma
Palabra sanadora y creadora. Veamos algunos extractos de los Giros (otra obra que Jesús ha
realizado en Luisa) que manifiestan este hecho:

Amado Bien mío, durante tu vida pública, Tú esparces incesantemente tu divina palabra y
en todas partes consuelas a los afligidos. (Giros, décima Séptima Hora).

606. Las enfermedades y dolencias son consecuencia de la voluntad humana que salió —se
sustrajo— del “Edén” de la Divina Voluntad, y Jesús es el médico que nos sana y nos restituye
esta Voluntad Suprema, por eso sus sanaciones y milagros son actos de amor de su Querer
Divino que quiere eliminar el reinado tiránico e infeliz de la voluntad humana:

Es siempre un espectáculo conmovedor el verte rodeado de ciegos, mudos, sordos, cojos,


paralíticos, leprosos. Todas estas miserias humanas traspasan tu corazón divino, y lo hacen
temblar. ¡Oh, cómo se desgarra el corazón al ver transformada en miseria aquella misma
naturaleza humana que salió tan bella y tan perfecta de tus manos creadoras! Es la
voluntad degradada la que produciendo sus pésimos efectos vuelve tan infeliz a la
humanidad. ¡Ah, Amor mío, haz que tu Fiat vuelva a reinar en medio de nosotros, y ponga
en fuga la infelicidad que ha producido el querer humano! (Giros, décima Séptima Hora).

607. Y Jesús enseña en los volúmenes la grandeza y superioridad de su Palabra, que es el más
grande milagro, de la cual vienen incluso los milagros que hizo para sanar los cuerpos, veamos:

Hija mía, ¿qué crees tú que haya sido más milagro cuando vine a la tierra: Mi palabra, el
evangelio que anuncié, o bien que di la vida a los muertos, la vista a los ciegos, el oído a los
sordos, etc.? ¡Ah! hija mía, fue más grande milagro mi palabra, mi evangelio, mucho más
que los mismos milagros salieron de mi palabra; la base, la sustancia de todos los milagros
salió de mi palabra creadora, los Sacramentos, la misma Creación, milagro permanente,
tuvieron vida de mi palabra y mi misma Iglesia tiene por régimen, por fundamento mi
palabra, mi evangelio. Así que fue más milagro mi palabra, mi evangelio, que los mismos
milagros, los cuales si tuvieron vida, fue por mi palabra milagrosa. Por lo tanto debes estar
segura que la palabra de tu Jesús es el más grande milagro;... Por eso ten por seguro que
cada palabra y manifestación que te hago sobre el Fiat Eterno es el más grande milagro,
que servirán para el reino de mi Voluntad. He aquí por qué tanto te incito y tanto me
interesa que ni siquiera una palabra mía no sea manifestada y escrita por ti, porque me
veo regresar un milagro mío que tanto bien llevará a los hijos del Fiat Supremo. (Volumen
20, Octubre 22, 1926).

608. En la cita anterior Jesús habla de su “Palabra creadora”, esto significa que su Palabra crea,
como de hecho así ha sido en la Creación, pero también crea en nuestro ser, en nuestra alma:

Así que la Creación no ha terminado, tengo que hacer las obras más bellas. Por eso hija
mía hazme trabajar, pero ¿sabes cuándo trabajo? Cuando te manifiesto una verdad sobre

147
mi Divina Voluntad súbito la hago de artífice, y con mis manos creadoras trabajo en ti para
hacer que esa verdad se haga vida en tu alma y, ¡oh, cómo gozo en el trabajo! (Volumen
35, Febrero 7, 1938).

Por lo tanto la Creación no ha terminado, sino que continúa aún en las almas que viven en
nuestro Querer, y si en la Creación se ve el orden, la belleza, la potencia de nuestras obras,
en la criatura se verá el amor, el orden, la belleza, nuestra virtud creadora que repite
tantas Vidas nuestras por cuantas veces nos ha prestado sus actos para hacernos obrar.
(Volumen 36, Agosto 12, 1938).

609. Jesús crea la verdad de su Palabra en las almas que quieren recibir esta verdad con amor,
la cual es portadora de Vida Divina:

Y he aquí que sale en campo nuestra Divina Voluntad, y con su Fiat habla y crea, habla y
siembra Vida Divina (Volumen 35, Marzo 12, 1938).

Mi palabra es vida y forma en ti la Vida Divina, es luz y te ilumina y queda en ti la virtud


iluminadora que te da siempre luz, es fuego y te hace surgir el calor, es alimento y te
alimenta. (Volumen 32, Junio 15, 1933).

610. Por lo mismo Jesús dice: “mi palabra es la sustancia y mi Vida palpitante en el seno de la
Iglesia.” (Volumen 30, Diciembre 21, 1931).

611. Jesús en sus palabras y en sus obras —en su misión— trabajaba cumpliendo la Voluntad
Divina, en unión con su Padre en el amor del Espíritu Santo:

«Mi Padre trabaja siempre, y yo también trabajo». (Juan 5, 17).

612. Al respecto Jesús dice en el libro de Cielo:

Hija mía, nuestro trabajo hacia la criatura comenzó con la Creación, y nuestro trabajo está
en la palabra, porque conteniendo ella nuestra fuerza creadora habla y crea, habla y forma
las obras más bellas y maravillosas. (Volumen 27, Febrero 13, 1931).

613. Dice Jesús: nuestro trabajo está en la palabra; y expresa la realidad de su Palabra
creadora, pero sigue diciendo:

En efecto, con el trabajo de seis Fiat que pronunciamos fue formada toda la gran máquina
del universo, comprendido el hombre que debía habitarlo y ser el rey de las tantas obras
nuestras. Entonces, después de haber ordenado todo, nuestro amor nos llamó al reposo,
pero el reposo no es cumplimiento de trabajo, sólo significa un breve alto para volver de
nuevo al trabajo. Ahora, ¿quieres tú saber cuándo reemprendemos de nuevo nuestro
trabajo? Cada vez que manifestamos una verdad volvemos al trabajo de la creación, así
que todo lo que fue dicho en el antiguo testamento fueron otros tantos reinicios de
trabajo; mi venida sobre la tierra no fue otra cosa que reemprender el trabajo por amor de
las criaturas; mi doctrina, las tantas verdades dichas por mi boca, señalaban claramente mi

148
intenso trabajo por las criaturas. Y así como en la Creación nuestro Ser Divino se reposó,
así con mi muerte y resurrección quise reposarme también para dar tiempo a hacer
fructificar entre las criaturas los frutos de mi trabajo, pero es siempre reposo, no
cumplimiento de trabajo, nuestro trabajo hasta el fin de los siglos estará alternado de
trabajo y reposo, de reposo y trabajo. Ves entonces hija buena qué largo trabajo he debido
hacer contigo al manifestarte tantas verdades sobre mi Divina Voluntad, y cómo la cosa
que más interesa a nuestro Ser Supremo es el hacerla conocer, por eso no he escatimado
nada para un trabajo tan largo, si bien he tomado frecuentemente los pequeños altos de
reposo para darte tiempo a recibir mi trabajo y prepararte a las otras sorpresas del trabajo
de mi palabra creadora. Por eso sé atenta en conservar y a no perder nada del trabajo de
mi palabra, que contiene un valor infinito que basta para salvar y santificar un mundo
entero. (Volumen 27, Febrero 13, 1931).

614. Queda claro que Jesús trabaja con la Creación y con la criatura a través de su Palabra.
Ahora con las Palabras de Libro de Cielo quiere hacer una nueva Creación en nosotros dañados
por el pecado para llevarnos al estado que Dios pensó para nosotros desde la eternidad al
restaurarnos:

…vi un cielo nuevo y una tierra nueva… (Apocalipsis 21, 1).

615. Como se observa, todas las obras de Jesús vienen de su Divina Palabra, y esta Palabra
contiene su Vida. Hay muchas cosas que decir sobre las Palabras y obras de Jesús, pero no nos
extenderemos, basta resaltar aquí la primacía de su Palabra Divina y creadora. Veamos ahora la
oración que Jesús nos enseñó.

El Padre Nuestro
Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le
dijo: «Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos». Él les dijo
entonces: «Cuando oren, digan: *…+ Padre nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea tu
Nombre, que venga tu Reino, que se haga tu Voluntad en la tierra como en el Cielo. Danos
hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los
que nos han ofendido. No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal. (Lucas 11,
1-2 y Mateo 6, 9-13).

616. En Libro de Cielo Jesús manifiesta el sentido de esta oración más profundamente,
principalmente el: “venga tu Reino, que se haga tu Voluntad en la tierra como en el Cielo”
(“adveniat Regnum Tuum, Fiat Voluntas Tua sicut in Coelo et in terra”).

617. Obviamente la Iglesia en su historia ha profundizado en esta oración y en esta parte del
Padre Nuestro, el Catecismo, citando a un Padre de la Iglesia —Orígenes— así lo expresa:

Adheridos a Cristo, podemos llegar a ser un solo espíritu con Él, y así cumplir su Voluntad:
de esta forma ésta se hará tanto en la tierra como en el cielo (Orígenes, or. 26). (Catecismo
de la Iglesia Católica, n. 2825).

149
618. Aunque los Padres de la Iglesia no tenían las verdades que Jesús ha manifestado a través
de Luisa, ya se encaminaban a esta realidad; veamos ahora qué dice Jesús al respecto en Libro
de Cielo:

Ahora, para disponer a las almas a vivir en mi Querer y darles parte de los bienes que Él
contiene y hacer regresar al hombre sobre el camino de su origen, como fue creado por
Mí, quise ser el primero en rogar, haciendo resonar mi voz de un punto al otro de la tierra
y hasta en lo alto del Cielo diciendo: ‘Padre nuestro que estás en los Cielos’. No dije Padre
mío, sino que lo llamé Padre de toda la familia humana, para comprometerlo en lo que
debía agregar: ‘Que todos santifiquen tu nombre, a fin de que venga tu reino sobre la
tierra y tu Voluntad se haga como en el Cielo así en la tierra’. Era esta la finalidad de la
Creación, y Yo pedía al Padre que se cumpliera. En cuanto Yo recé, el Padre cedió a mis
súplicas y formé el germen de tanto bien, y para hacer que este germen fuera conocido,
enseñé a los apóstoles mi oración, y estos la transmitieron a toda la Iglesia, a fin de que así
como el pueblo del futuro Redentor encontraba la salvación en Él y se disponían a recibir
al Mesías prometido, así con este germen formado por Mí, la Iglesia ruega y repite tantas
veces mi misma oración y se dispone a recibir, el que reconozcan y amen a mi Celestial
Padre como Padre de ellos, de manera de merecer ser amados como hijos y reciban el
gran bien de que mi Voluntad se haga como en el Cielo así en la tierra. (Volumen 15, Abril
14, 1923).

619. En el Cielo los ángeles y los santos viven con el don de la Divina Voluntad y Dios quiere que
aquí en la tierra se viva igual, solamente que sin visión beatífica; y Jesús dice claramente que
esto es la finalidad de la Creación. De tal manera que todo sea un paraíso, si reina su Voluntad:

Nuestra Voluntad es paraíso terrestre en la tierra, y celestial en el cielo (Volumen 30,


Diciembre 6, 1931).

620. Y a través de esta oración del Padre Nuestro Jesús quiso disponer a su Iglesia para recibir el
don del Reino de la Divina Voluntad:

Y para confirmarlo mayormente [el Reino de la Divina Voluntad] enseñé el Padre Nuestro,
a fin de que con la plegaria se dispusieran y adquirieran los derechos para recibirlo, y Dios
se sintiera como con el deber de darlo. Con enseñar el Padre Nuestro, Yo mismo ponía en
sus manos el derecho de recibirlo, y me empeñaba en dar un reino tan santo, y cada vez
que la criatura recita el Padre Nuestro adquiere una especie de derecho de entrar en este
reino (Volumen 29, Junio 30, 1931).

621. Y es a través de Luisa Piccarreta que nos manifiesta el Reino, por eso Jesús le dice a ella:

…así ahora, la Iglesia cuando recita el Padre Nuestro es propiamente por ti que ruega, para
hacer que concentre en ti todo el bien que contiene mi Querer, el modo, el cómo la
Voluntad Divina tenga vida en la tierra como en el Cielo. Y si bien no eres conocida, la
Iglesia haciendo eco a mi oración: ‘Sea hecha tu Voluntad como en el Cielo así en la tierra’,

150
me ruega, me apresura a que concentre todo este bien en una segunda virgen, a fin de
que como otra salvadora salve a la humanidad en peligro, y haciendo uso de mi
inseparable amor y misericordia oiga favorablemente mi misma plegaria unida a aquella
de toda la Iglesia y hago regresar al hombre a su origen, a la finalidad con la que lo he
creado, esto es, que mi Voluntad se haga en la tierra como en el Cielo. (Volumen 15, Abril
14, 1923).

622. En los volúmenes Luisa tiene una pregunta que Jesús le responde que vale la pena citarla
respecto al Padre Nuestro:

*Luisa+: Ahora pensaba entre mí: “Nuestro Señor en el Padre Nuestro nos enseña a decir, a
pedir, ‘hágase tu Voluntad’, ¿entonces por qué dice que quiere que se viva en Ella?” Y
Jesús siempre benigno, moviéndose en mi interior me ha dicho:

[Jesús]: Hija mía, el ‘hágase tu Voluntad’ que Yo enseñé a pedir en el Padre Nuestro,
significaba que todos debían rogar que al menos hicieran la Voluntad de Dios, y esto es de
todos los cristianos y de todos los tiempos, no se puede decir cristiano si no se dispone a
hacer la Voluntad de su Padre Celestial. Pero tú no has pensado en la frase que viene
inmediatamente después: ‘Como en el Cielo así en la tierra’. El como en el Cielo así en la
tierra significa vivir en el Querer Divino, significa rogar que venga el Reino de mi Voluntad
a la tierra para vivir en Él. En el Cielo no sólo hacen mi Voluntad sino que viven en Ella, la
poseen como cosa y Reino propio, y si la hicieran y no la poseyeran no sería plena su
felicidad, porque la verdadera felicidad comienza en el fondo del alma. Hacer la Voluntad
de Dios no significa poseerla, sino someterse a sus órdenes, en cambio vivir en Ella es
posesión. Por eso en el Padre Nuestro está la petición: En las palabras ‘Hágase tu
Voluntad’, que todos hagan la Voluntad Suprema; y en el ‘como en el Cielo así en la tierra’,
que el hombre regrese en aquella Voluntad de donde salió, para readquirir su felicidad, los
bienes perdidos y la posesión de su Reino divino. (Volumen 20, Octubre 15, 1926).

623. Vemos como el Querer Divino va disponiendo todo para nuestro bien31, su amor nunca se
cansa, nos quiere felices y por eso nos restaura el Reino de la Divina Voluntad:

He aquí por qué todo nuestro interés, por qué queremos hacer conocer nuestra Voluntad
y que reine en medio de ellas, porque queremos dar, queremos verlas felices de nuestra
misma felicidad, y sólo nuestra Voluntad puede hacer todo esto, realizar la finalidad de la
Creación y hacernos poner en común nuestros bienes. (Volumen 20, Febrero 21, 1927).

624. Ahora veamos otros tesoros que Jesús nos dejó cuando vino al mundo.

31
Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman (Romanos 8, 28).

151
La Transfiguración
625. La Transfiguración es un acontecimiento muy especial en la vida pública de Jesús. Es algo
que sucede una sola vez, a diferencia de otros aspectos como curación de enfermedades,
expulsión de demonios, multiplicación de panes y peces, etcétera.

626. Y este tema de la Transfiguración tiene conexiones muy interesantes con el Reino de la
Divina Voluntad. Empecemos viendo el texto del Evangelio, pero empezaremos desde un
versículo antes; es decir, desde Mateo 16, 28:

Yo les aseguro: entre los aquí presentes hay algunos que no gustarán la muerte hasta que
vean al Hijo del hombre venir en su Reino. (Mateo 16, 28).

627. Este versículo es interesante y puede tener varios sentidos profundos, no pretendemos
agotarlos todos, veremos algunos. Uno es que puede referirse a que el Reino está en el mismo
Jesucristo, otro a la existencia de la Iglesia, otro a la manifestación de Jesús del Reino de la
Divina Voluntad, y puede haber más.

628. Nos detendremos en el tercero mencionado. ¿Qué tiene que ver la Transfiguración con el
Reino de la Divina Voluntad? Trataremos de analizarlo (obviamente sin agotar el tema); veamos
el texto evangélico:

Seis días después, toma Jesús consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los lleva
aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como
el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. En esto, se les aparecieron Moisés y
Elías que conversaban con Él. Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús: «Señor, bueno es
estarnos aquí. Si quieres, haré aquí tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para
Elías.» Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y de
la nube salía una voz que decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco;
escuchadle.» Al oír esto los discípulos cayeron rostro en tierra llenos de miedo. Mas Jesús,
acercándose a ellos, los tocó y dijo: «Levántense, no tengan miedo.» Ellos alzaron sus ojos
y ya no vieron a nadie más que a Jesús solo. Y cuando bajaban del monte, Jesús les
ordenó: «No cuenten a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de
entre los muertos.» (Mateo 17, 1-9).

629. Jesús elige a estos tres apóstoles, se podría reflexionar en el porqué de estos tres pero no
lo haremos en esta obra, solamente es interesante observar que son tres; es decir, hay una
imagen Trinitaria en el número de apóstoles.

630. También es significativo que los lleva a un monte alto; ya habíamos visto en el capítulo 5
en la sección: “Promesa de restauración” que la montaña, el monte, es un signo de elevación,
de la elevación espiritual, y ¿qué hay más elevado que la Divina Voluntad?

631. Dice el texto de Mateo que Jesús se transfiguró delante de ellos, su rostro se puso brillante
como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz; Jesús deja ver su luminosidad a estos

152
testigos. ¿De dónde viene esta luz? Ya hemos visto que la Divina Voluntad es luz, por tanto
viene de la Divina Voluntad, aquí se manifiesta la Voluntad Suprema a los apóstoles.

632. Habla el Evangelio de que su rostro se puso brillante como el sol. En esta obra ya hemos
visto que el sol es un símbolo de la Divina Voluntad, y en los volúmenes son muchas las veces
que Jesús habla del sol como imagen de su Voluntad, por eso esta transfiguración de Jesús
conecta con la manifestación del Reino de la Divina Voluntad que Jesús ya poseía en Él, y que
en su venida al mundo lo recuperó para nosotros.

633. Ahora, ¿por qué el rostro como sol? Quizá porque Jesús nos transmite el Reino de la Divina
Voluntad con su Palabra que sale de su boca a través de la acción del Espíritu Santo en Luisa. Y
el texto también habla de que sus vestidos se volvieron blancos como la luz, esto ¿a qué nos
recuerda? En el capítulo 3: “Hagamos al hombre…” se había visto lo siguiente que Jesús dice:

…al crear al hombre la Divinidad lo ponía en el Sol de la Divina Voluntad, y en él a todas las
criaturas, este Sol le servía de vestidura no sólo al alma, sino que sus rayos eran tantos,
que cubrían también el cuerpo, de modo que le servía más que vestidura, para volverlo
tan adornado y bello, que ni reyes ni emperadores han aparecido jamás tan adornados
como aparecía Adán con esta vestidura de luz fulgidísima. …a él le convenía la bella
vestidura de la luz del Sol de nuestra Voluntad, y como poseía esta vestidura de luz no
tenía necesidad de vestidos materiales para cubrirse. (Volumen 20, Diciembre 12, 1926).

634. El paralelismo es perfecto: el primer hombre, Adán, vestido con la luz fulgidísima —
brillante, resplandeciente— del sol de la Divina Voluntad, “el segundo Adán”32 con el rostro
brillante como el sol y sus vestidos blancos como la luz; también originado por la Divina
Voluntad, que en el caso de Jesús la tiene por naturaleza:

…mi Voluntad es todo y puede todo, y no poner en nuestras condiciones a quien vive en
Ella no es de nuestro Ser Supremo, a lo más se puede ver que en Nosotros es naturaleza, y
para quien vive en Ella es gracia, participación, desahogo de nuestro amor, Voluntad
nuestra que quiere que así sea la criatura. (Volumen 35, Agosto 15, 1937).

…mi Humanidad no sólo poseía la plenitud de mi Voluntad como virtud propia, sino al
mismo Verbo, y por consecuencia de la inseparabilidad, al Padre y al Espíritu Santo, por
eso superó en modo más perfecto tanto a Adán inocente cuanto a mi misma Mamá,
porque en ellos era gracia, en Mí era naturaleza (Volumen 19, Mayo 31, 1926).

635. Es como si Jesús quisiera recordar por un lado el origen luminoso de la creación del
hombre en la Divina Voluntad, y por otro el futuro del hombre, que es un hombre renovado,
que deja las vestiduras oscuras del pecado, se despoja del hombre viejo con sus obras y se
reviste del hombre nuevo, que se va renovando según la imagen de su Creador (ver Colosenses
3, 9-10).

32
Ver 1 Corintios 15 y San Juan Pablo II, audiencia del 3 de febrero de 1982.

153
636. Es interesante como en Colosenses habla de revestirse, hay que vestirse con la Luz y el
Amor de la Divina Voluntad para recuperar la imagen de nuestro Creador, como se dice en
Efesios:

…revestirse del hombre nuevo, creado a imagen de Dios en la justicia y en la verdadera


santidad. (Efesios 4, 21-24).

637. Este futuro del hombre que Jesús lo deja ver en Él, en esta manifestación de la
transfiguración, es la imagen del ser humano renovado en el don del Reino de la Divina
Voluntad, que con la manifestación de Jesús a través de Luisa ya llegó el tiempo de recuperar
estos vestidos originarios de luz que nuestro Creador pensó para nosotros.

638. Sabemos que el don del Reino de la Divina Voluntad nos traerá la felicidad perdida por el
pecado ya desde aquí en la tierra (además el pecado fue aquí en la tierra), y al experimentar
este anticipo vemos que en el texto evangélico Pedro dice: “Señor, bueno es estarnos aquí”33;
los Apóstoles experimentan algo de la dicha de vivir en la Divina Voluntad. Es como si Pedro
nos dijera desde esa experiencia: ¡ánimo, vivan en la Divina Voluntad, porque es muy bueno
estar en Ella!

639. Esta recuperación, esta restauración del hombre caído ha tenido que pasar por un proceso
que de Adán a Cristo pasa por la ley y los profetas; en el texto citado de la transfiguración,
Moisés representa la ley y Elías a los profetas. La obediencia a la ley es la obediencia a la
Voluntad de Dios, que lo prepara para esta recuperación del don; y los profetas que anuncian al
Mesías, al Redentor, al Restaurador del hombre para llevarlo a la altura en que lo concibió.

640. También los profetas dan pinceladas de estos nuevos tiempos en que el ser humano
recuperará este don del Reino de la Divina Voluntad que perdió, en el capítulo 5 vimos algunas:
Isaías 2, 4 y 11, 6-9.

641. En el relato de la transfiguración, cuando Pedro estaba hablando de hacer tres tiendas,
una nube luminosa los cubrió con su sombra y de la nube salió una voz; la nube representa a
Dios, recordemos que en el Antiguo Testamento, en el viaje del Pueblo elegido de Egipto a la
tierra prometida, Dios los guiaba a través de una columna de nube en el día y una de fuego en
la noche (ver Éxodo 13, 21-22).

642. Dios Padre, a través de la voz de la nube dice: «Este es mi Hijo amado, en quien me
complazco; escuchadle.» ¿Qué nos recuerda esta frase que dice el Padre? La frase que también
dice Dios Padre en el bautismo de Jesús: “Este es mi Hijo amado, en quien me complazco”
(Mateo 3, 16-17); ¿por qué tanta coincidencia? En el bautismo nos revestimos de Cristo:

…todos los bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo (Gálatas 3, 27).

33
Mateo 17, 4.

154
643. Por lo tanto el bautismo ya está ordenado hacia la Divina Voluntad, a través de este
sacramentos empezamos a recibir —recuperar— la gracia, la Vida Divina. Y con el don del
Reino de la Divina Voluntad recibiremos la Vida Divina plena a cuanto es posible a criatura y
nos vestiremos con la misma luz de la Divina Voluntad, gracias a los méritos de Jesucristo.

644. Por eso son muy parecidas las frases de nuestro Padre Dios tanto en el bautismo de Jesús
como en su transfiguración; la diferencia es que en la transfiguración Dios Padre agrega:
“escuchadle”.

645. ¿Qué es lo que quiere que escuchemos? Al tiempo en que la Divina Voluntad realiza en
Jesús la transfiguración, el Maestro ya tenía tiempo hablado y predicando. Y curiosamente los
Evangelios en el bautismo de Jesús no dicen que el Padre dijera que lo escucháramos, sino
hasta la transfiguración.

646. Obviamente el Padre se refiere a todo lo que ya ha dicho (y dirá), pero al ver que la
transfiguración manifiesta aspectos sobre el Reino de la Divina Voluntad, puede referirse —o
querer dar énfasis— a lo que Jesús hable sobre la Divina Voluntad a través de Luisa con la
acción del Espíritu Santo.

647. Al oír las palabras de la nube los discípulos cayeron rostro en tierra, Jesús les dice que se
levanten y no tengan miedo: "No hay temor en el amor; sino que el amor perfecto expulsa el
temor" (1 Juan 4, 18), y el amor perfecto es en la Divina Voluntad.

648. Después Jesús les dice que no cuenten a nadie la visión hasta que resucite de entre los
muertos; Dios conecta la Transfiguración —además de con el Bautismo— con la Resurrección.
La Resurrección de Cristo tiene mucho que ver con el Reino de la Divina Voluntad, veamos:

Ahora, mi Resurrección es símbolo de las almas que formarán la santidad en mi Querer; los
santos de los siglos pasados son símbolos de mi Humanidad,… de mi Humanidad antes de
la Resurrección,… pero los santos del vivir en mi Querer,… simbolizarán mi Humanidad
resucitada (Volumen 12, Abril 15, 1919).

¿Pero quieres saber en dónde consiste la verdadera resurrección de la criatura? No al final


de los días, sino mientras aún vive en la tierra; quien vive en mi Voluntad resurge a la luz y
puede decir: ‘Mi noche ha terminado’; resurge en el amor de su Creador,… resurge a la
santidad,… resurge a todo lo que es Cielo (Volumen 36, Abril 20, 1938).

649. En la Resurrección Cristo se vistió de luz y sufre una transfiguración de su cuerpo muerto y
llagado a un cuerpo bello y glorioso; semejante a la transfiguración de nuestra alma fea por el
pecado a bella al vivir en la gracia y más con el don de la Divina Voluntad.

650. Jesucristo siempre es belleza pero de seguro en la transfiguración y en la resurrección la


luz y la belleza de su Divina Voluntad que en Él es naturaleza se ha de haber manifestado con
una grandeza sublime.

155
651. Veamos cómo nuestra Madre y Luisa describen la belleza de Jesús:

Él es todo amable, sus bellos ojos azules resplandecen de luz y hablan al corazón; su
mirada golpea, rapta, encadena; su frente es majestuosa, su rostro es bello, de una belleza
encantadora; su voz dulcísima desciende hasta el corazón y endulza todas las amarguras;
sus cabellos rizados, y como de oro finísimo lo hacen hermoso, gracioso; todo es majestad,
dignidad, santidad en Él; Él es el más bello entre los hijos de los hombres. (La Reina del
Cielo en el Reino de la Divina Voluntad, día 25).

El bendito Jesús viene de prisa, casi como un relámpago, y en ese relámpago hace salir de
dentro de su interior, ahora un distintivo especial de un atributo suyo, y ahora algún otro,
cuántas cosas hace comprender en aquel relámpago;… Ahora, en un relámpago mostraba
un distintivo especial de su belleza; ¿pero quién puede decir cuán bello es? Sólo sé decir
que comparadas todas las bellezas angélicas y humanas, las bellezas de la variedad de las
flores y de los frutos, el espléndido azul y estrellado cielo, que parece que mirándolo nos
hipnotiza y nos habla de una belleza suprema, son sombras o aliento que Dios ha mandado
de la belleza que en Él contiene, o sea, como pequeñas gotas de rocío comparadas con las
inmensas aguas del mar. (Volumen 4, Octubre 14, 1901).

652. Dios nos ha hecho a su semejanza y nos ha creado lo más bellos posible, pero el pecado, el
alejarnos de la Voluntad Divina no roba, deforma y mata esta belleza:

He creado al alma de una belleza singular, la he dotado de una luz superior a cualquier luz
creada, no obstante el hombre destruye esta belleza en la fealdad y esta luz en las
tinieblas. (Volumen 6, Agosto 12, 1904).

653. Y la máxima belleza a la que podemos aspirar como criaturas es recuperando la vida en la
Divina Voluntad :

Así que mi Voluntad tiene esta virtud y potencia de volver al alma de una belleza tan rara,
tan preciosa que ningún otro podrá igualar su belleza, es tan fascinante que atrae mis ojos
y los ojos de todos a mirarla y a amarla. (Volumen 17, Abril 9, 1925).

654. Por eso la transfiguración —junto con la Resurrección— es tan especial en manifestar la
restauración de la criatura a su bello origen viviendo en el Reino del Querer Divino, porque
pasa de estar fea por el pecado a recuperar su original belleza a través de una transfiguración;
porque los actos hechos en la Divina Voluntad transfiguran al alma, veamos:

Así, en cuanto surge mi Querer, todos los actos humanos quedan investidos de luz, toman
su puesto de honor en mi Voluntad, cada uno recibe su especial tinte de belleza y la
vivacidad de los colores divinos, de modo que el alma queda transfigurada y cubierta de
una belleza indescriptible. (Volumen 21, Marzo 22, 1927).

655. ¡Las maravillas de amor de una Voluntad Divina enamorada de su criatura!

156
La resurrección de Lázaro
656. Jesús resucitó a varias personas en su vida pública; y todas ellas son en cierto aspecto
semejante a la suya, pero también muy diferentes. Las personas a las que resucitó, no lo
hicieron de manera gloriosa, ni sus cuerpos se convirtieron en inmortales y con los dones que
tendrán en la Resurrección de los muertos para estar con estos cuerpos en el Cielo:

Cristo resucitó con su propio cuerpo: "Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo"; pero El
no volvió a una vida terrenal. Del mismo modo, en El "todos resucitarán con su propio
cuerpo, que tienen ahora", pero este cuerpo será "transfigurado en cuerpo de gloria", en
"cuerpo espiritual" (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 999).

En su vida pública [Jesús] ofrece ya un signo y una prenda de la resurrección devolviendo


la vida a algunos muertos, anunciando así su propia Resurrección que, no obstante, será
de otro orden. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 994).

657. Como se ve, en las citas del Catecismo, la resurrección que Jesús hizo con ciertas personas
fue de otro orden; incluso aunque volvieron a la vida, después —cuando la Voluntad de Dios lo
decidió— volvieron a morir. En cambio Jesús resucitó para ya nunca más morir, fue una
resurrección diferente y gloriosa:

Jesús resucitado establece con sus discípulos relaciones directas... Este cuerpo auténtico y
real posee sin embargo al mismo tiempo las propiedades nuevas de un cuerpo glorioso: no
está situado en el espacio ni en el tiempo, pero puede hacerse presente a su Voluntad
donde quiere y cuando quiere (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 645).

658. En la penúltima cita del Catecismo dice que Jesús ofrece un signo y una prenda de la
resurrección al devolver la vida a algunas personas, anunciando su Resurrección.

659. Esto es lo que queremos resaltar aquí, estas resurrecciones prefiguran la próxima
resurrección de Jesús. En esta sección nos enfocaremos en la resurrección de Lázaro; y gran
parte de lo que digamos sobre ella también se podría aplicar a las otras resurrecciones que hizo
con las otras personas, sin excluir detalles propios de cada resurrección, que por supuesto nos
enseñan cosas, pero aquí nos enfocaremos específicamente a la de Lázaro.

660. Esta resurrección es poco antes de la Pasión y Muerte de Jesús, sabemos que Él
frecuentaba el hogar de Lázaro, Marta y María y era amigo de ellos, de hecho el Evangelio dice
explícitamente que los amaba34. Veamos el evangelio al respecto:

Había un cierto enfermo, Lázaro, de Betania, pueblo de María y de su hermana Marta.


…Cuando llegó Jesús, se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro. ... y
dijo [Jesús]: «¿Dónde lo han puesto?» Le responden: «Señor, ven y lo verás.» Jesús se echó
a llorar. …Entonces Jesús se conmovió de nuevo en su interior y fue al sepulcro. Era una

34
Ver Juan 11, 5.

157
cueva, y tenía puesta encima una piedra. Dice Jesús: «Quitad la piedra.» Le responde
Marta, la hermana del muerto: «Señor, ya huele; es el cuarto día.» Le dice Jesús: «¿No te
he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?» Quitaron, pues, la piedra. Entonces Jesús
levantó los ojos a lo alto y dijo: «Padre, te doy gracias por haberme escuchado. Ya sabía yo
que tú siempre me escuchas; pero lo he dicho por estos que me rodean, para que crean
que tú me has enviado.» Dicho esto, gritó con fuerte voz: «¡Lázaro, sal fuera!» Y salió el
muerto, atado de pies y manos con vendas y envuelto el rostro en un sudario. Jesús les
dice: «Desátenlo y déjenlo andar.» (Juan 11, 1-44).

661. Lázaro nos representa a todos nosotros que hemos muerto por el pecado y gracias al amor
y misericordia de Dios nos resucita. Primero a la vida de la gracia que nos da parte de su Vida
Divina, y ahora a través de Luisa nos quiere resucitar plenamente a la Vida Divina,
devolviéndonos el don de la Divina Voluntad que se había perdido. En los Giros el alma le dice
al Señor:

Oh, sí, vida de mi corazón, deja que también yo llore Contigo y que invista cada una de tus
palabras con mi “te amo” y con mi “te adoro” para inducirte a repetir a cada alma lo que
dijiste a Lázaro: “¡Sal fuera del sepulcro de tu voluntad humana y entra de nuevo en la
Vida de mi Voluntad Divina!” (Giros, décima Octava Hora).

662. Definitivamente la voluntad humana sin la Voluntad Divina es un sepulcro que nos lleva al
sufrimiento y la perdición. Requerimos que nuestro Redentor con su potencia nos saque de
este sepulcro y nos resucite a la Vida de la Divina Voluntad. Jesús lo expresa así en los
volúmenes:

…como en todos mis actos corría mi potencia,… llamé a vida a Lázaro, muerto desde hacía
cuatro días, el cual ya se había corrompido y despedía un hedor insoportable; ordené que
le quitaran las vendas y después lo llamé con el imperio de mi voz: ‘Lázaro, ven fuera.’ A mi
voz imperante Lázaro resucitó, la corrupción desapareció, el hedor cesó y regresó sano y
vigoroso como si no hubiera muerto. Verdadero ejemplo de cómo mi potencia puede
hacer resurgir el reino de mi Fiat en medio a las criaturas, este es un ejemplo palpable y
cierto de cómo mi potencia, a pesar de que el hombre esté corrompido, el hedor de sus
culpas más que a cadáver lo infecte, se puede llamar un pobre vendado que tiene
necesidad del imperio divino para quitarse las vendas de sus pasiones, pero si el imperio
de mi potencia lo inviste y quiere, su corrupción no tendrá más vida, y resurgirá sano y
más bello que antes. (Volumen 30, Abril 2, 1932).

663. ¡Qué maravilla!, Jesús con el imperio de su poderosa Voluntad puede hacernos sanos y
más bellos que antes, con lo cual, la resurrección de Lázaro prefigura la resurrección que el
Querer Divino puede hacer en nosotros; el antes y el después, el antes en el sepulcro oscuro de
la voluntad humana y el después en la Vida feliz y luminosa de la Voluntad Divina.

664. Cuando resucita a Lázaro Jesús dice: Desátenlo y déjenlo andar; queda claro que el yugo de
la voluntad humana es tiránico y esclavizante:

158
¿Ves entonces lo que significa vivir en mi Querer Divino? Ser dueña; quien hace su
voluntad es siervo. (Volumen 28, Febrero 26, 1930).

665. Se requiere, por tanto, que nos desaten para andar ¿andar cómo? Andar en la Divina
Voluntad, andar de manera divina —a semejanza de Jesús— para experimentar la felicidad
celestial ya en este mundo.

666. Antes de entrar en su Pasión y Muerte, Jesús quería dejarnos este testimonio de victoria
de la Vida sobre la muerte en la resurrección de Lázaro, apoyado también en el acontecimiento
de su Transfiguración.

La expulsión del Templo


667. Jesús se dirige a Jerusalén y llega hasta el Templo, todos los evangelios hablan de la
expulsión, aquí se verá la narración del evangelio de San Juan:

Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a Jerusalén y encontró en el Templo a los
vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas.
Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y sus bueyes;
desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas y dijo a los vendedores de
palomas: «Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio».
Y sus discípulos recordaron las palabras de la Escritura: El celo por tu Casa me consumirá.
(Juan 2, 13-17).

668. Este episodio de la vida de Jesús también tiene gran significado en lo que respecta al Reino
de la Divina Voluntad en el alma.

669. Es claro que el Templo original y preciado de Dios es nuestra alma y a través de ella en
todo nuestro ser. Aquí llegó la dolorosa desolación35 cuando con el pecado, en vez de que
reinara la Voluntad Divina en el templo de nuestras almas, nuestra voluntad humana decidió
quitarla y ponerse ella misma, por encima de la Voluntad Divina. Por eso la voluntad humana
sin la Divina es miserable y capaz de las peores bajezas.

670. Por eso Jesús tuvo que venir a expulsar de nuestras almas este reinado que ha sido causa
del dolor, la desdicha y la condenación del ser humano. En los Giros se describe de la siguiente
manera:

Amado Bien mío, veo que diriges nuevamente tus pasos hacia Jerusalén, y por esto te
acompaño con mi “te amo, te adoro, te bendigo, te agradezco". Pero, ¿qué dolor no sufre
tu corazón divino cuando descubre que el templo, casa de tu Padre, es profanado como si
fuese un lugar de mercado? Ante tal vista te encolerizas, tomas unas cuerdas y con
autoridad divina golpeas a diestra y siniestra, derribas todo y arrojas fuera a los
profanadores. A la fuerza de tu acto imperante, ninguno se opone y todos huyen. Jesús

35
Ver: Daniel 9, 27; 11, 31; Mateo 24, 15; Marcos 13, 14. Esto sin dejar de considerar otros sentidos que
tengan estos versículos.

159
mío, invisto aquellas cuerdas con mi "te amo", para rogarte que las empuñes de nuevo y
saques a nuestra voluntad humana que osó profanar tu templo vivo de nuestras almas.
¡Ah, golpéala de manera tal, que no tenga más la temeridad de dominar nuestras almas,
sino que ceda totalmente su puesto a tu Divina Voluntad! (Giros, décima Octava Hora).

671. La voluntad humana ha sido una cruel tirana de nosotros siendo causa de los males que
hemos experimentado; por eso ahora, gracias a Jesús podemos quitar esta tiranía para que
venga a reinar de nuevo la Divina Voluntad y se devuelvan los bienes al alma y por tanto
también al cuerpo:

Por eso hija mía, quitada la causa, los efectos terminan. ¡Oh, si mi Divina Voluntad entra
en las criaturas y reina en ellas, expulsará todos los males en ellas y le participará todos los
bienes en el alma y en el cuerpo! (Volumen 26, Julio 30, 1929).

672. En esta expulsión del templo vemos otro hecho que el Querer Divino hizo en Jesús por
amor a nosotros, para seguir tejiendo esta hermosa Historia de amor de la Divina Voluntad que
tiene con la criatura porque quiere llenarla de su Vida Divina y llevarla a la mayor felicidad
posible.

La entrada triunfal a Jerusalén


673. Esta entrada es muy significativa en la obra de la Redención y de Restauración que hace el
Querer Divino en Jesucristo por las almas amadas. Los cuatro Evangelios narran este
acontecimiento cuando Jesús entra sentado en un pollino (un asno), veamos uno de los textos:

Traen el pollino donde Jesús, echaron encima sus mantos y se sentó sobre él. Muchos
extendieron sus mantos por el camino; otros, lo cubrían con ramas que cortaban en el
campo. Los que iban delante y los que le seguían, gritaban: «¡Hosanna! ¡Bendito el que
viene en nombre del Señor! ¡Bendito sea el Reino que ya viene, el Reino de nuestro padre
David! ¡Hosanna en las alturas!». Y entró en Jerusalén, en el Templo (Marcos 11, 7-11).

674. Jesús entra triunfante a Jerusalén en un asno; es decir, Jesús —a diferencia de la


arrogancia y poder del mundo— viene en la sencillez. Pero en esta simplicidad Él es el Rey de
reyes y Señor de señores36 que viene a salvarnos y a restaurarnos el Reino más grande y
sublime: el Reino de la Divina Voluntad, por eso la gente proclama: ¡Bendito sea el Reino que ya
viene, el Reino de nuestro padre David!

675. Aquí hay un vínculo al reinado de David que prefiguraba el de Cristo en la Divina Voluntad
en medio a sus criaturas. En el Evangelio de Lucas se dice respecto a lo que también decía la
gente:

«Bendito el Rey que viene en nombre del Señor! Paz en el cielo y gloria en las alturas.»
(Lucas 19, 38).

36
Apocalipsis 19, 16.

160
676. Jesucristo es el Rey de este Reino y por eso puede dárnoslo. Y esta obra, este Reino:
Redención-Divina Voluntad es lo que traerá paz; dice paz en el cielo, el Cielo estará en paz con
la criatura cuando ella viva en la Divina Voluntad y al hacerlo será la gloria de Dios:

Después de esto ha agregado: “Hija mía, quien vive en mi Querer se convierte en la


pacificadora entre Dios y las criaturas, todos sus actos, palabras, pasos, sus plegarias, sus
pequeños sacrificios, son como tantos vínculos de paz entre el Cielo y la tierra, son como
armas pacificadoras que combaten a su Creador con armas de paz y de amor para
desarmarlo y hacerlo propicio, y cambiar los flagelos en misericordia. … Así que de ella sale
como una nubecita blanca, que elevándose se expande y se eleva hasta el trono divino, y
prorrumpiendo en tantas voces por cuantos actos ha hecho dice: ‘Gran Dios, paz te llevo
de la tierra, y Tú dame tu paz para llevarla como vínculo de paz entre Tú y las generaciones
humanas’. Esta nubecita sube y desciende, desciende y sube y hace el oficio de
pacificadora entre el Cielo y la tierra”. (Volumen 29, Julio 13, 1931).

677. El Evangelio citado de Lucas también dice gloria en las alturas, al respecto en Libro de
Cielo se dice:

…porque la criatura, poseyéndola *la Divina Voluntad+, se volverá capaz de recibir las
alegrías de la Creación, de darnos la gloria, el amor, la correspondencia de cuanto hemos
hecho por ella, y de hacer todo el bien posible e imaginable que puede hacer la criatura.
(Volumen 34, Agosto 2, 1937).

…tú debes saber que cada paso que haces en mi Divina Voluntad, son Vidas Divinas que
encierras,… ¡y si supieras qué significa darnos la gloria, el amor, la felicidad de nuestra
misma Vida! (Volumen 27, Noviembre 26, 1929).

678. El texto de Marcos citado al inicio de esta sección termina diciendo: Y entró en Jerusalén,
en el Templo, ¿qué significa esto, además del hecho de que entró en el Templo de Jerusalén? El
Reino de la Divina Voluntad tiene que instaurarse en los corazones humanos, este es el Templo
buscado por Jesucristo y en donde quiere permanecer reinando.

679. Tenemos que reconocer y querer a Jesús como el Rey auténtico de todo nuestro ser,
dejándolo ejercer plenamente su dominio en nosotros a través de su Fiat Supremo; solamente
así encontraremos la suavidad y las verdaderas delicias, porque nos dice Jesús: "mi yugo es
suave y mi carga ligera" (Mateo 11, 30), y en este dominio encontramos nuestra verdadera paz
y descanso: "Tomen sobre ustedes mi yugo,… y hallarán descanso para sus almas." (Mateo 11,
29):

Entonces quien trata de vivir en mi Voluntad Divina… cada acto suyo en Ella suprime los
caminos infelices que se ha formado, hace desaparecer los pasos dolorosos, sofoca la
noche, surge el reposo y pone término a todos sus males. Es más, mi mismo Querer en
cuanto ve que quiere vivir en Él, la acaricia, la pone en fiesta… cierra las puertas a sus
males, porque no queremos, ni amamos a la criatura infeliz, esto nos deshonra y forma

161
nuestro dolor y el suyo, por eso la queremos ver feliz y de nuestra misma felicidad.
(Volumen 29, Septiembre 21, 1931).

680. Esta entrada triunfal a Jerusalén unos días antes de su Pasión, Muerte y Resurrección, es
decir, un poco antes de su misterio Pascual, es como un reconocimiento, alegría, manifestación
de victoria sobre el mal, sobre el pecado de nuestra voluntad humana que nos aleja y/o quita la
salvación y el Reino de la Divina Voluntad, fuentes de nuestra verdadera felicidad.

La Eucaristía y los Sacramentos


681. La Divinidad con su Querer Divino nos ama con un amor tan grande que nos cuesta mucho
trabajo comprender. Y en este amor nos ha dejado la vida sacramental para empezar a
recuperarnos la Vida Divina que se perdió por el pecado, como vimos en el capítulo 5: “La
pérdida de la Vida Divina y su recuperación”.

682. Por eso Jesús instituye los Sacramentos que nos empiezan a dar esta Vida Divina que es la
manera en que Dios también empieza a prepararnos para ir recobrando su Voluntad, ya que
como dice Jesús:

…mi Voluntad es Vida Divina (Volumen 23, Febrero 12, 1928).

637. En el capítulo 5 mencionado ya habíamos visto que Dios va haciendo esta recuperación de
la Vida Divina y el Reino de la Divina Voluntad de manera gradual para adaptarse a nuestras
limitaciones. Se va recuperando porque —como ya se ha visto— Adán fue creado con el don de
la Divina Voluntad:

…al crear al hombre, nuestra primera Suprema Voluntad fue que debía vivir en nuestro
Querer (Volumen 5, Marzo 18, 1923).

Hija mía, la creación del hombre fue el centro donde nuestra Divinidad concentraba todos
los bienes que debían surgir en la criatura, poníamos en ella Vida Divina y Voluntad Divina
(Volumen 29, Agosto 3, 1931).

…al crear al hombre le dimos el don más grande, la heredad más preciosa, la más rica, le
dimos nuestra Voluntad (Volumen 21, Mayo 8, 1927).

638. Este don del Reino de la Divina Voluntad llenaba a Adán de felicidad:

…al crear al hombre, sin que él tuviera ningún mérito, por dote, por fundamento, por
sustancia de todos los bienes, alegrías y felicidades, le dimos por reino nuestra Voluntad, a
fin de que nada le faltase, teniendo a su disposición una Voluntad Divina, y junto con Ella
nuestro Ser Supremo. (Volumen 23, Octubre 30, 1927).

Ahora, si tanta felicidad pusimos en toda la Creación, al crear al hombre no sólo lo


creamos doblemente feliz, dándole la vena de la felicidad en la mente, en la mirada, en la
palabra, en el latido, en el movimiento, en el paso, sino que le dimos en su poder la misma

162
felicidad, para que la multiplicara en cada acto bueno, palabra, paso, y lo demás que
hubiera hecho, no hubieron límites de felicidad para él como en las cosas creadas, al
hombre le fue dada la virtud de crecer siempre más en la felicidad, pero esto siempre y
cuando se hiciera dominar por mi Divina Voluntad; sin Ella no puede reinar la felicidad.
(Volumen 28, Mayo 10, 1930).

639. ¡Qué bondad de nuestro Dios!

La Vida Divina en el plan original


640. Además de proporcionarle felicidad, también el don de la Divina Voluntad llenaba —como
se ha visto— de Vida Divina a Adán:

Tú debes saber que al crear al hombre fue puesta nuestra Vida en él (Volumen 33, Mayo
31, 1935).

…el vivir en el Querer Supremo es la cosa más grande, es el vivir Vida Divina. (Volumen 18,
Diciembre 25, 1925).

641. Porque la Divina Voluntad que vive en la criatura le renueva la Vida Divina:

Hija mía, en cuanto la criatura llama mi Voluntad en sus actos para vivir en Ella, Ella inviste
a la criatura y a su acto con su fuerza creadora, y ahí renueva su Vida Divina (Volumen 34,
Mayo 23, 1937).

642. Porque la criatura en cada acto que hace viviendo en la Divina Voluntad se llena de Vida
Divina, se crea la Vida Divina en cada acto transformándolos en actos divinos:

Hija bendita del Querer Divino, tú debes saber que donde reina mi Voluntad con su
potencia creadora, su movimiento es palabra, habla en las obras, en los pasos, habla en la
mente, en el respiro; y como quiere extender su reino, así habla para crear su Vida Divina
en cada acto de criatura. (Volumen 35, Octubre 19, 1937).

Nuestra Voluntad es la fecundadora y la inseminadora de nuestra Vida, y donde encuentra


almas dispuestas…, con su amor las fecunda y siembra en ellas sus actos divinos, los
cuales, unidos juntos forman el gran prodigio de la Vida Divina en la criatura. (Volumen 35,
Octubre 19, 1937).

Debes saber que cada vez que la criatura entra en mi Voluntad para hacer sus actos, tantas
veces le doy mi Vida Divina, y ella tantas veces me da su vida humana, así que ella queda
dotada de tantas Vidas Divinas por cuantos actos ha hecho en mi Voluntad (Volumen 36,
Agosto 6, 1938).

643. Adán fue creado por tanto en la plenitud de la Vida Divina, por eso no requería
Sacramentos, ni requería leyes, pues la Divina Voluntad reinaba en él:

163
Hija mía, mi Voluntad es todo y contiene todo, y además es principio, medio, y fin del
hombre. Por eso al crearlo no le di leyes ni instituí Sacramentos, sino sólo le di al hombre
mi Voluntad, porque era más que suficiente, estando en el principio de Ella, para
encontrar todos los medios para llegar no a una santidad baja, sino a la altura de la
santidad divina, y así encontrarse en el puerto de su fin. (Volumen 17, Junio 10, 1924).

644. Como vemos, Adán al vivir en el Reino de la Divina Voluntad llegaba a la altura de la misma
santidad de Dios. Por eso no requería otra cosa (pues la Voluntad Divina contiene todo). La
Divina Voluntad reinando en el corazón del hombre le suministraba esta Vida Divina y también
externamente a través de la Creación, ya que está llena del amor y de la Voluntad de Dios:

Hija mía,… toda la Creación está llena de nuestro amor (Volumen 33, Agosto 5, 1934).

...toda la Creación está preñada de mi Voluntad (Volumen 19, Julio 14, 1926).

…toda la Creación es velo que esconde mi Voluntad (Volumen 20, Diciembre 8, 1926).

645. Por eso la Creación le suministraba a Adán la Vida de la Voluntad de Dios, porque para
quien vive en la Divina Voluntad, recibe la Vida Divina que le da la Divina Voluntad en las cosas
creadas, veamos:

Así que cada cosa creada es una llamada que hace a la criatura para recibir el don que
quiere hacerle mi Divina Voluntad, cada cosa creada es un nuevo amor que quiere
comunicarle, y un acto de su Vida de más que quiere desarrollar alrededor y dentro de la
criatura. … Por eso hija mía, sé tú su reparadora, síguela en todas las llamadas que te hace
por medio de cada cosa creada, para darle amor por amor y recibir todos los sorbos de su
Vida Divina en el fondo de tu alma (Volumen 28, Agosto 29, 1930).

646. Todo esto porque Dios se deleita en formar su Vida en la pequeñez de la criatura:

Hija mía, tú debes saber que nuestra potencia es tanta, que tomamos deleite en formar
nuestra Vida en la pequeñez de la criatura, siempre y cuando no esté obstruida por otras
cosas que no nos pertenezcan, es más, muchas veces obramos sobre la pura nada las cosas
más grandes, y como es Voluntad nuestra que forme y posea en su alma esta Vida de
nuestro Querer, todo lo que hemos creado y que existe en el cielo y en la tierra, tienen el
mandato de Nosotros, que todas deben ayudar y servir a la criatura como medios para
formar y hacer crecer esta Vida en ella. (Volumen 34, Marzo 6, 1937).

647. Aquí Jesús nos dice que es Voluntad de Ellos [de la Trinidad] que el alma posea la Vida de
su Querer, y por eso sigue diciendo que todo lo creado tiene mandato de ayudar y servir como
medio para formar y hacer crecer la Vida Divina en la criatura; y por eso es la Creación la que
comunica el amor y la Vida de su Voluntad:

Así que la primera que se presta a comunicar y a hacer sentir la potencia, el amor de
nuestra Voluntad, es toda la Creación; ella tiene la virtud dada por Nosotros, de que

164
mientras hace crecer, alimenta, ayuda y sostiene la vida natural, así mismo, penetrando en
el interior del alma a través de los actos humanos, penetran en el alma y hacen doble
oficio, y si encuentran la pequeña Vida de mi Voluntad, mi misma Voluntad que se
encuentra en las cosas creadas besa a mi Voluntad que encuentra en ella, la forma, le da el
aliento, ensancha la capacidad, y encontrando su pequeño paraíso se reposa y suministra
las ayudas, los medios que contiene aquella cosa creada para hacer que nada le falte para
hacer crecer y mantener la Vida de mi Voluntad en la criatura. (Volumen 34, Marzo 6,
1937).

648. En la cita anterior Jesús dice que la Creación tienen doble oficio: crecer, alimentar, ayudar
y sostener la vida natural y también la Vida de su Voluntad en la criatura; esta Vida de su
Voluntad crece y se mantiene a través de la Creación siempre y cuando el alma tenga la Vida de
su Voluntad, porque de esta manera se besa la Voluntad Divina que está en la Creación con la
que está en la criatura, porque como dice Jesús:

…sin mi Voluntad no circula la Vida Divina en el alma (Volumen 19, Agosto 31, 1926).

649. Por eso Jesús sigue diciendo en este capítulo de Libro de Cielo:

Se puede decir que cada vez que el sol inviste a la criatura, mi Voluntad visita a la criatura
para ver si quiere alguna cosa, si no le falta nada para hacer crecer su Vida en ella;… Por
eso, el aire mientras sirve para dar el respiro al cuerpo, sirve para dar el respiro de mi
Voluntad al alma; el viento mientras sirve para purificar el aire a la naturaleza, sirve para
dar las caricias, los besos, el imperio de mi Voluntad a mi Vida que ella posee. Así que no
hay cosa creada, que saliendo de dentro de ella mi Querer, no corra dentro del interior del
alma para ayuda, defensa, y para hacerla crecer como Yo la quiero. Pero esto no es todo,
mi Voluntad en las cosas creadas va velada para formar esta su Vida en ellos (Volumen 34,
Marzo 6, 1937).

650. Entonces las cosas creadas —que están llenas de la Divina Voluntad—comunican la Vida
Divina de esta adorable Voluntad y forma esta Vida para extender su reino en el alma:

…todas las cosas creadas están preñadas de mi Divina Voluntad,… Ella, haciendo de
verdadera madre quería asaltar a las criaturas con tanto amor por cuantas cosas sacaba a
la luz del día, quería darse a cada instante sin interrupción, para darse a sorbos para
formar su Vida y extender su reino en cada alma, por eso tú ves que no hay cosa donde mi
Fiat no quiera darse, y se puede decir que cada cosa creada forma su trono de amor, de
donde hace descender su misericordia, sus gracias, y camino para comunicar su Vida
Divina. (Volumen 28, Agosto 29, 1930).

651. Y esta Vida Divina que da la Voluntad de Dios a través de la Creación transmite —como
hemos visto— su propia felicidad a la criatura que vive en Ella:

Mi Divina Voluntad quiere hacer sentir la naturaleza de su felicidad a la criatura que vive
en Ella, y por eso le da la felicidad en la luz del sol, en el aire que respira, en el agua que

165
bebe, en el alimento que come, en la flor que la recrea, en suma, en todo hace sentir que
no sabe dar más que felicidad a la criatura, por eso el cielo no está lejano de ella, sino
dentro de ella, porque en cualquier cosa la quiere volver feliz. (Volumen 28, Mayo 2,
1930).

652. Aquí queda muy claro el por qué Adán inocente no tenía necesidad de sacramentos, pues
la Divina Voluntad que reinaba dentro de él y la Divina Voluntad que está en la Creación lo
llenaban, lo alimentaban y le comunicaban la Vida Divina.

Necesidad de los Sacramentos y preparación en la Antigua Alianza


653. Al sustraerse Adán de esta Divina Voluntad por el pecado, se perdió esta Vida Divina; pero
Dios en su infinito amor y misericordia quiere devolvernos esta Vida Divina y empieza un
proceso de recuperación, de restauración.

654. Esta restauración de la Vida Divina transcurre a través de una pedagogía divina, un trabajo
educativo, que va poco a poco preparando a la humanidad para esta recuperación. Con el don
de la Divina Voluntad el hombre adoraba, amaba, glorificaba a Dios en cada uno de sus actos
naturales y voluntarios. Ahora, a partir del pecado ya no sucede esto, y el ser humano tiene
que aprender a darle gloria y honra a Dios sin la posesión de la Divina Voluntad. Este darle
gloria y honra a Dios aparece en las Sagradas Escrituras desde el Génesis 4, veamos:

Abel fue pastor de ovejas y Caín agricultor. Al cabo de un tiempo, Caín presentó como
ofrenda al Señor algunos frutos del suelo, mientras que Abel le ofreció las primicias y lo
mejor de su rebaño. El Señor miró con agrado a Abel y su ofrenda (Génesis 4, 2-4).

655. Aquí se ve cómo después del pecado original el hombre ofrece sacrificios, ofrendas a Dios;
reconociendo su dependencia del Creador, agradeciéndole, cumpliendo de alguna manera la
honra que en justicia Dios se merece:

Es justo ofrecer a Dios sacrificios en señal de adoración y de gratitud, de súplica y de


comunión (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2099).

656. Y así se empieza a restablecer una relación entre Dios y la humanidad que poco a poco irá
creciendo y la criatura irá redescubriendo el amor de Dios a través de los siglos, teniendo una
corona en Jesús y en María.

657. El sacrificio, la ofrenda, además de lo anterior, también tenía un sentido de expiación por
los pecados, pero esto más que una realidad era más bien una preparación y una petición para
que llegara el tiempo del gran Sacrificio que realmente expiará los pecados del mundo y poder
readquirir así la Vida Divina perdida por el pecado.

La venida del Hijo de Dios a la tierra es un acontecimiento tan inmenso que Dios quiso
prepararlo durante siglos. Ritos y sacrificios, figuras y símbolos de la "Primera Alianza, todo
lo hace converger hacia Cristo; anuncia esta venida por boca de los profetas que se

166
suceden en Israel. Además, despierta en el corazón de los paganos una espera, aún
confusa, de esta venida. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 522).

658. En este sentido el pueblo elegido tiene un papel especial:

El pueblo elegido fue constituido por Dios como "un reino de sacerdotes y una nación
consagrada". Pero dentro del pueblo de Israel, Dios escogió una de las doce tribus, la de
Leví, para el servicio litúrgico; Dios mismo es la parte de su herencia. Un rito propio
consagró los orígenes del sacerdocio de la Antigua Alianza. En ella los sacerdotes fueron
establecidos "para intervenir en favor de los hombres en lo que se refiere a Dios para
ofrecer dones y sacrificios por los pecados". (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1539).

659. Como se ve, los sacerdotes de la Antigua Alianza fueron establecidos para interceder por
los hombres ofreciendo dones y sacrificios por los pecados. Sin embargo estos sacrificios no
eran suficientes para la salvación:

…porque es imposible que la sangre de toros y chivos quite los pecados. (Hebreos 10, 4).

660. Por eso el Catecismo dice:

Instituido para anunciar la palabra de Dios y para restablecer la comunión con Dios
mediante los sacrificios y la oración, este sacerdocio de la Antigua Alianza, sin embargo,
era incapaz de realizar la salvación, por lo cual tenía necesidad de repetir sin cesar los
sacrificios, y no podía alcanzar una santificación definitiva, que sólo podría ser lograda por
el sacrificio de Cristo. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1540).

661. Jesucristo realiza el Sacrificio definitivo que nos devuelve la Vida Divina:

Este sacrificio de Cristo es único, da plenitud y sobrepasa a todos los sacrificios (Catecismo
de la Iglesia Católica, n. 614).

Por eso, Cristo, al entrar en el mundo, dijo: "Tú no has querido sacrificio ni oblación; en
cambio, me has dado un cuerpo. No has mirado con agrado los holocaustos ni los
sacrificios expiatorios. Entonces dije: Aquí estoy, yo vengo… para hacer, Dios, tu
Voluntad"… Así declara abolido el primer régimen para establecer el segundo. Y en virtud
de esta Voluntad quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha de
una vez para siempre. (Hebreos 10, 5-10).

Yo he venido para que tengan Vida y la tengan en abundancia (Juan 10, 10).

662. Ya se había visto en el capítulo 5 que los Sacramentos nos dan la Vida Divina, la gracia:

Los Sacramentos son signos eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la
Iglesia por los cuales nos es dispensada la Vida Divina. (Catecismo de la Iglesia Católica, n.
1131).

167
663. El Catecismo nos dice que los sacramentos son signos eficaces de la gracia (de la Vida
Divina). ¿Qué es un signo? En este sentido el signo es algo que los seres humanos podemos
percibirlo con los sentidos; con lo cual es una realidad física, material: agua, aceite, pan, vino,
etcétera; pero esta realidad física, por la potestad que Cristo dejó en su Iglesia, transportan,
comunican, la gracia, la Vida Divina.

664. Es algo semejante a lo que pasaba con la Creación antes del pecado de Adán: realidad
física que comunicaba la Vida Divina.

665. Entonces aquí vemos que Dios nos quiere llevar gradualmente, y adaptándose a nuestras
limitaciones —y más con el pecado— a introducirnos a esta realidad sacramental, de que a
través de ciertas cosas creadas (agua, aceite, pan, vino, etcétera) y por la acción del Espíritu
Santo, se nos da la Vida Divina, para prepararnos y llevarnos de nuevo a como fue en un inicio
cuando Adán poseía el don de la Divina Voluntad.

666. Los sacramentos de la Nueva Alianza están enfocados por tanto a la restauración del Reino
de la Divina Voluntad. Y por lo mismo en este proceso gradual de recuperación de la Vida
Divina los Sacramentos nos dan esta Vida Divina en parte, como vimos en el capítulo 5 que nos
dice Jesús:

…en los Sacramentos hay parte de mi Gracia, en cambio en mi Voluntad está toda la
plenitud (Volumen 9, Marzo 23, 1910).

667. La misma Luisa se pregunta sobre la diferencia entre los Sacramentos y la Divina Voluntad,
y el Señor le explica, veamos:

[Luisa]: Después de esto continuaba la multitud de mis pensamientos sobre la Divina


Voluntad, y habiendo recibido la santa Comunión pensaba entre mí: “¿Qué diferencia hay
entre los Sacramentos y la Divina Voluntad?” Y mi Soberano Jesús rompiendo sus velos
eucarísticos se ha hecho ver, y dando un suspiro doloroso me ha dicho:

[Jesús]: Hija mía bendita, la diferencia es grande entre el uno y la otra. Los Sacramentos
son los efectos de mi Voluntad, en cambio Ella es Vida, y como Vida, con su potencia
creadora forma y da vida a los Sacramentos. (Volumen 30, Mayo 30, 1932).

668. Jesús deja clara la diferencia: los Sacramentos son los efectos de su Voluntad, en cambio la
Divina Voluntad es Vida; es decir, la Voluntad de Dios es la Vida misma, la fuente de toda vida,
y por tanto la Voluntad Divina es la que forma y da vida a los Sacramentos con su potencia
creadora. Jesús sigue explicando:

Se puede decir que la diferencia es como una imagen entre el sol y los efectos que
produce el sol, éstos no dan vida al sol, sino que reciben la vida del sol y deben estar a su
disposición, porque la vida de los efectos viene producida por el sol. (Volumen 30, Mayo
30, 1932).

168
669. Siguiendo este ejemplo del sol como signo de la Divina Voluntad —que Jesús usa mucho
en los volúmenes— se podría decir que vivir de los Sacramentos es como ser luna, que recibe la
luz del sol y eso es lo que refleja, en cambio vivir de Voluntad Divina es ser sol, tener luz propia;
y así es, porque al tener el don del Reino de la Divina Voluntad es poseer como propia a la
misma Voluntad Divina:

Hija mía, no te maravilles, porque el alma con poseer el Reino del Supremo Querer
poseerá una Voluntad Divina, infinita, eterna, que encierra todos los bienes (Volumen 19,
Julio 2, 1926).

Hija mía, quien posee mi Voluntad es como si tuviera concentrado el Sol en sí mismo, pero
no el sol que se ve en lo alto de los cielos, sino el Sol Divino, aquel mismo Sol que está
concentrado en Dios (Volumen 20, Febrero 6, 1927).

Por eso quien posee mi Voluntad posee todo (Volumen 33, Abril 28, 1934).

Así que cuando la criatura ha entendido qué significa Voluntad Divina y siente correr en
ella su Vida, no siente más necesidad de nada, porque poseyendo mi Querer posee todos
los bienes posibles e imaginables (Volumen 33, Noviembre 26, 1933).

670. Jesús sigue hablando sobre la diferencia de los Sacramentos y la Divina Voluntad:

Y además, los Sacramentos se reciben a tiempo, lugar y circunstancia: El bautismo se da


una sola vez y no más, el Sacramento de la penitencia se da cuando se cae en el pecado,
mi misma Vida Sacramental se da una sola vez al día, y la pobre criatura en este intervalo
de tiempo no siente sobre sí la fuerza, la ayuda de las aguas bautismales que la regeneran
continuamente, ni las palabras sacramentales del sacerdote que la fortalecen de manera
continua con decirle: ‘Yo te absuelvo de tus pecados’, ni encuentra en sus debilidades y
pruebas de la vida, ni siquiera a su Jesús Sacramentado que pueda recibirlo en todas las
horas del día. En cambio mi Divina Voluntad poseyendo el acto primero de vida y de
poder dar vida, con su imperio tiene el acto continuo sobre la criatura, a cada instante se
da como vida, vida de luz, de santidad, de amor, vida de fortaleza, en suma, para Ella como
vida no existen tiempos, circunstancias, lugares, horas, no hay restricciones, ni leyes,
especialmente porque debe dar vida y la vida se forma con actos continuos, no a
intervalos. Y por eso en el ímpetu de su amor, con su imperio continuo, se puede decir
que es bautismo continuado, absolución jamás interrumpida, y comunión a cada instante.
(Volumen 30, Mayo 30, 1932).

671. Jesús hace clara diferencia entre la continuidad de recibir la Vida Divina con el don del
Reino de la Divina Voluntad y recibirla interrumpidamente en los Sacramentos; y como bien
dice Jesús: la vida se forma con actos continuos, no a intervalos y la Voluntad Divina puede
realizar esta continuidad en la persona, los Sacramentos no. Algo que nos ayuda también a
entender esta gran diferencia es entender la enorme desigualdad entre un acto humano (un

169
acto de criatura) y un acto divino —como los que se hacen en la Divina Voluntad—, veamos lo
que Jesús dice:

…el alma que pudiese poseer un solo acto hecho en mi Voluntad, si se pudieran poner
juntas todas las obras buenas de todas las criaturas de todos los siglos, no podrán jamás
igualar este solo acto hecho en mi Voluntad, porque en éste reina la Vida (Volumen 24,
Agosto 6, 1928).

Qué maravilla entonces si el alma se hace más santa en un día que viva en mi Querer, que
en cien años fuera de mi Voluntad (Volumen 12, Marzo 12, 1919).

672. Continuemos con la explicación que le da Jesús a Luisa sobre la diferencia entre los
Sacramentos y la Divina Voluntad:

Mucho más que esta nuestra Voluntad fue dada al hombre en el principio de su creación
como vida perenne habitante en él. Esta era la sustancia, el fruto de la Creación, nuestra
Voluntad que debía formar nuestra Vida en la criatura. Con esta Vida Nosotros dábamos
todo, no había cosa de la que él pudiera tener necesidad, que no pudiera encontrar en
nuestra Voluntad, se puede decir que habría tenido a su disposición todo lo que quisiera:
ayuda, fuerza, santidad, luz, todo venía puesto en su poder, y mi Voluntad tomaba el
empeño de darle todo lo que quería, con tal que le diera el dominio y la hiciera habitar en
su alma; por eso no era necesario instituir los Sacramentos cuando fue creado el hombre,
porque en mi Voluntad poseía el principio y la vida de todos los bienes; los Sacramentos
como medios de ayuda, de medicina, de perdón, no tenían ninguna razón de existir; pero
cuando el hombre rechazó nuestra Voluntad, retirándose Ella el hombre quedó sin Vida
Divina, por lo tanto sin la virtud alimentadora, sin el acto continuo de recibir nueva y
creciente vida, y si no moría del todo, eran los efectos que de acuerdo a sus disposiciones,
circunstancias y tiempos, le daba mi Divina Voluntad. (Volumen 30, Mayo 30, 1932).

673. Queda claro como los Sacramentos son ayuda, medicina y perdón para el hombre caído y
que por eso no eran necesarios antes del pecado. Jesús continúa diciendo:

Ahora viendo nuestra paterna bondad que el hombre iba siempre precipitándose más,
para darle un sostén, una ayuda, le dio la ley como norma de su vida, porque en la
Creación no le dio ni leyes, ni ninguna otra cosa, sino mi Voluntad Divina, la cual con dar
vida continua le daba en naturaleza nuestra ley divina, de modo que debía sentirla en sí
mismo como vida propia, sin tener necesidad que Nosotros le dijéramos, ni mandáramos.
Mucho más que donde reina mi Voluntad no hay leyes, ni mandatos, las leyes son para los
siervos, para los rebeldes, no para los hijos; entre Nosotros y aquellos que viven en
nuestro Querer, todo se resuelve en amor. (Volumen 30, Mayo 30, 1932).

674. ¡Qué hermosas palabras!: entre Nosotros y aquellos que viven en nuestro Querer, todo se
resuelve en amor; precisamente como se hace entre padres e hijos que se aman. Ya habíamos

170
visto que el don de la Divina Voluntad nos convierte en hijos legítimos de Dios y es lo que aquí
manifiesta Jesús al hacer la comparación con los siervos que necesitan leyes.

675. Por eso Adán cuando vivía en la Divina Voluntad no requería leyes, pues tenía en
naturaleza la ley divina como vida propia. Las tablas de la ley dadas a Moisés, los Santos
Evangelios se hicieron necesarios al hombre caído, los cuales también nos orientan y preparan
—además de indicarnos el camino de la salvación— para la recuperación del don de la Divina
Voluntad.

676. Aquí también podría preguntarse ¿en la Divina Voluntad se requerirán los mandamientos y
los Evangelios? La respuesta la da el mismo Jesús, considerando sus palabras aplicadas en este
caso al advenimiento del Reino de la Divina Voluntad:

No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar
cumplimiento. (Mateo 5, 17).

677. Este cumplimiento es un llevar hacia la plenitud, hacia la perfección. Y la necesidad de


leyes y Sacramentos manifiestan que no hay esta perfección y por eso se necesitan. Cuando la
criatura vive en la Divina Voluntad, las leyes y los Evangelios no son abolidos, sino que la Divina
Voluntad es una santidad mayor que engloba la ley y los Evangelios, es como si quedaran
absorbidos en la Divina Voluntad que es la perfección. Continuemos con la rica explicación de
Jesús sobre esta diferencia entre Sacramentos (junto con la ley) y la Voluntad Divina:

Pero con toda la ley el hombre no se rehízo, y como nuestro ideal de la Creación había sido
el hombre, y sólo por él todo fue hecho, por eso quise venir a la tierra en medio a ellos, y
para darles apoyos más válidos, medicinas más saludables, medios más seguros, ayudas
más potentes, instituí los santos Sacramentos, y éstos obran a tiempos y circunstancias, y
según las disposiciones de las criaturas, como efectos y obras de mi Divina Voluntad. Pero
si con todo este gran bien el alma no hace entrar a la Divina Voluntad en ella como vida,
tendrá siempre sus miserias, una vida mediocre, sentirá a lo vivo sus pasiones, la santidad,
la misma salvación estarán siempre peligrando, porque sólo mi Voluntad que se da como
vida continua forma el dulce encanto a las pasiones, a las miserias y forma los actos
opuestos de santidad, de fortaleza, de luz, de amor, en los males de las criaturas, de
manera que el querer humano, sintiendo el dulce encanto, siente correr en sus males lo
bello, lo bueno, lo santo del acto continuo de vida, que bajo su suave y dulce imperio le da
mi Voluntad y se deja hacer lo que Ella quiere, porque un acto continuo que da vida
perenne no puede jamás ser alcanzado por otros actos, ayudas y medios, por cuan fuertes
y santos sean, para hacer el bien que puede hacer un acto continuo. (Volumen 30, Mayo
30, 1932).

678. Vemos cómo Jesús explica que a pesar de leyes y Sacramentos (que sirven para salvarse),
el hombre no se rehízo y sigue experimentando sus pasiones, sus miserias hasta que no se viva
con el don de la Divina Voluntad. Un gran santo —San Pablo— expresa esta realidad; sabemos
que fue santo, pero con las verdades que Jesús ha manifestado a Luisa Piccarreta sabemos que

171
después de que pecó Adán solamente Él (Jesús) y María han vivido en la Divina Voluntad hasta
que vino al mundo Luisa Piccarreta; por eso sabemos que San Pablo no vivió con el don de la
Divina Voluntad, porque no había llegado el tiempo decretado por la divinidad para
manifestarlo a la humanidad (que es lo que ha pasado con Luisa Piccarreta, años: 1865-1947).

679. San Pablo —que practicaba el Evangelio y recibía los Sacramentos— obviamente para
hacer la Voluntad de Dios, expresa esta realidad que habla Jesús de que las leyes y los
Sacramentos no son suficientes para rehacer aquí en la tierra al hombre caído de acuerdo al
plan original —como vivió Adán inocente—, veamos:

Descubro, pues, esta ley: aun queriendo hacer el bien, es el mal el que se me presenta.
Pues me complazco en la ley de Dios según el hombre interior, pero advierto otra ley en
mis miembros que lucha contra la ley de mi razón y me esclaviza a la ley del pecado que
está en mis miembros. ¡Pobre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo que me lleva a la
muerte? (Romanos 7, 21-24).

680. Aquí San Pablo manifiesta esta rebeldía en sus miembros; es decir, de sus pasiones, de sus
impulsos, de la naturaleza caída que experimenta en su ser, aunque apoyándose en los auxilios
de la Palabra, de la oración y de los Sacramentos venciera en Cristo sobre todo esto, para
esforzarse según sus circunstancias en hacer la Voluntad de Dios lo mejor posible.

681. Y aquí surge otra diferencia: no es lo mismo hacer la Voluntad Divina que vivir en Ella.
Hacer la Voluntad de Dios es necesario para salvarnos y entrar al Reino, pero no es suficiente
para rehacer al hombre caído hasta su estado original antes del pecado aquí en la tierra.
Obviamente el vivir en la Divina Voluntad incluye, engloba (absorbe por así decirlo) el hacer la
Divina Voluntad, pero no es exactamente lo mismo. Por eso Jesús le explica a Luisa esta
diferencia entre hacer y vivir en la Divina Voluntad:

Hija mía, no se quiere entender. El vivir en mi Voluntad es reinar, el hacer mi Voluntad es


estar a mis órdenes; lo primero es poseer, lo segundo es recibir mis órdenes y cumplirlas.
El vivir en mi Querer es hacer suya mi Voluntad como cosa propia, es disponer de Ella; el
hacer mi Voluntad es tenerla en cuenta como Voluntad de Dios, no como cosa propia, ni
poder disponer de Ella como se quiere. El vivir en mi Voluntad es vivir con una sola
Voluntad, la cual es la de Dios, la cual, siendo una Voluntad toda Santa, toda pura, toda
paz, y siendo una sola Voluntad la que reina, no hay contrastes, todo es paz; las pasiones
humanas tiemblan ante esta Suprema Voluntad y quisieran rehuirla, no se atreven a
moverse ni a oponerse, viendo que ante esta Santa Voluntad tiemblan Cielos y tierra. Así
que el primer paso del vivir en el Querer Divino, ¿qué hace? Poner el orden divino en el
fondo del alma, vaciarla de lo que es humano, de tendencias, de pasiones, de inclinaciones
y de otras cosas. (Volumen 17, Septiembre 18, 1924).

682. Jesús nos dice: siendo una sola Voluntad la que reina, no hay contrastes, todo es paz; las
pasiones humanas tiemblan ante esta Suprema Voluntad y quisieran rehuirla, no se atreven a
moverse ni a oponerse, viendo que ante esta Santa Voluntad tiemblan Cielos y tierra, quiere

172
decir que al vivir en la Divina Voluntad todo es paz, las pasiones no se mueven ni se oponen, no
se siente la rebeldía de las pasiones que hay luchar contra ellas, porque el Querer Divino pone
el orden divino en el fondo del alma, la vacía de tendencias, de pasiones, de inclinaciones.

683. ¡Qué maravilla! si viviéramos con el don de la Divina Voluntad nos acercaríamos al orden
que tenía Adán inocente. ¿Por qué acercarnos? Porque Adán inocente no tenía ningún pecado,
ni el original. Nosotros —al igual que Luisa— hemos nacido con el pecado original; entonces
¡qué gran noticia!, ¡qué gran Buena Nueva! podemos vivir en la Divina Voluntad aunque
hayamos nacido con el pecado original.

684. El Bautismo quita el pecado y el pecado original, pero quedan consecuencias del pecado
en la naturaleza humana:

Por el Bautismo, todos los pecados son perdonados, el pecado original y todos los pecados
personales (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1263).

No obstante, en el bautizado permanecen ciertas consecuencias temporales del pecado,


como los sufrimientos, la enfermedad, la muerte o las fragilidades inherentes a la vida
como las debilidades de carácter, etc., así como una inclinación al pecado que la Tradición
llama concupiscencia (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1264).

685. Se ve claro que los Sacramentos ayudan al ser humano a salvarse y a trabajar en una
perfección, pero no lo rehacen al estado original, el ser humano siente el peso de sus pasiones y
debilidades —consecuencias del pecado original— y que tiene que luchar contra ellas.

686. No es así con el don del Reino de la Divina Voluntad, este don tiene poder de quitar —
aunque se haya nacido con el pecado original— el peso a las pasiones desordenadas, a las
debilidades, a las miserias, pues el Querer Divino realmente reina en todo el ser humano y la
feliz criatura que vive con este don al poseer la Voluntad Divina, posee también su potencia;
veamos lo que dice Jesús al respecto:

…quien vive en nuestro Querer vive de luz, y Él tiene virtud, con la fuerza de su luz, de
destruir todos los males, de quitar la vida a las pasiones, de hacer huir las tinieblas. Así que
la Divina Voluntad con su luz tiene virtud de volver incapaz a la criatura para hacer y recibir
algún mal (Volumen 24, Septiembre 21, 1928).

…porque estando tú en mi Voluntad no tendrás necesidad de combatir con tus pasiones y


de estar siempre en armas contra ellas, pues mientras parece que mueren renacen
nuevamente más fuertes y vivas, sino que sin combatir, sin estrépito, dulcemente se
mueren, porque ante la Santidad de mi Voluntad las pasiones no se atreven a presentarse,
y pierden por sí mismas la vida, y si el alma siente los movimientos de sus pasiones, es
señal que no hace morada continua en los confines de mi Querer, que hace sus salidas, sus
escapaditas a su propio querer, y está obligada a sentir la peste de la naturaleza corrupta.
Mientras que si estás fija en mi Voluntad, estarás libre del todo y tu única ocupación será
el amarme y ser amada por Mí. (Volumen 4, Diciembre 23, 1900).

173
Hija mía, el vivir en mi Voluntad es un don que hacemos a la criatura, don grande que
supera en valor, en santidad, en belleza y en felicidad todos los otros dones, en modo
infinito e inenarrable. Cuando hacemos este don tan grande, no hacemos otra cosa que
abrir las puertas para hacerla poseedora de nuestras posesiones divinas, lugar donde no
tienen más vida las pasiones, los peligros, ni ningún enemigo la puede dañar o hacerle
algún mal; este don confirma a la criatura en el bien, en el amor, en la misma Vida de su
Creador, y el Creador queda confirmado en la criatura, por tanto se da la inseparabilidad
entre uno y el otro; con este don la criatura sentirá cambiada su suerte: De pobre, rica; de
enferma, perfectamente curada; de infeliz, sentirá que todas las cosas se cambian para
ella en felicidad. (Volumen 29, Septiembre 29, 1931).

687. La humanidad que viene dañada por el pecado original y sus consecuencias, ahora puede
entrar a vivir en este Reino maravilloso de la Divina Voluntad, con lo cual la humanidad en su
proceso histórico crecerá en santidad y perfección como nunca antes. Llegará el día —cuando
lo decrete la divinidad— en que será eliminado el pecado original causante de la muerte:

Porque es necesario que Cristo reine hasta que ponga a todos los enemigos debajo de sus
pies. El último enemigo que será vencido es la muerte (1 Corintios 15, 25-26).

688. El Reino de Cristo va ganando plenitud en la humanidad, en la medida en que se va


extirpando el mal generado desde el pecado de Adán. El don del Reino de la Divina Voluntad
eliminará todo pecado y en su momento también la muerte física:

En mi Voluntad no puede haber pecados; mi Voluntad hace pedazos todas las pasiones y
pecados, más bien los pulveriza hasta destruir sus mismas raíces. (Volumen 9, Julio 29,
1910).

…el Reino de mi Voluntad tendrá el alimento preservativo, y cualquiera que entrará en Él,
no habrá ningún peligro de que pueda permanecer ciego, cojo y enfermo, la muerte en el
alma no tendrá más poder, y si lo tendrá sobre el cuerpo no será muerte, sino paso
(Volumen 20, Octubre 22, 1926).

...en mi Voluntad no entran ni arideces, ni tentaciones, ni defectos, ni inquietudes, ni


frialdades, porque mi Voluntad es luz y contiene todos los gustos posibles (Volumen 8,
Julio 19, 1907).

689. Si Jesús (o incluso María) fue tentado es debido a que voluntariamente se expuso para
enseñarnos a vencer la tentación, para debilitar al enemigo, para cerrarle el paso al reino del
Fiat37 y también por los designios divinos que muchas veces son impenetrables. Hay muchas
cosas que Jesús y María al vivir en la Divina Voluntad no las externaron o incluso se privaron
por el objetivo de la Redención y los designios divinos.

37
Ver sección: “El desierto”, volumen 23, Febrero 9, 1928.

174
690. Con esto ya nos queda claro que no es lo mismo hacer la Voluntad de Dios que vivir con el
don de la Divina Voluntad; y así podemos entender mejor la siguiente cita de Jesús en donde
hace referencia a la expresión de San Pablo —que se vio arriba— que siente el peso de una
tendencia al mal en su interior a pesar de que él quiere el bien:

En cambio el hacer mi Voluntad es vivir con dos voluntades, y cuando doy las órdenes de
seguir la mía, la criatura siente el peso de su voluntad que le pone contrastes, y a pesar de
que siga las órdenes de mi Voluntad con fidelidad, siente el peso de la naturaleza rebelde,
sus pasiones e inclinaciones. Y cuántos santos, a pesar que han llegado a la perfección más
alta, sienten esta su voluntad que les hace guerra, que los tiene oprimidos, y muchos están
obligados a gritar: ‘¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? Esto es, de esta mi
voluntad que quiere dar muerte al bien que quiero hacer’. El vivir en mi Voluntad es vivir
como hijo, el hacer mi Voluntad es vivir como siervo. (Volumen 17, Septiembre 18, 1924).

691. Terminemos de ver la enseñanza de Jesús sobre la diferencia entre Sacramentos y


Voluntad Divina del volumen 17 que hemos estado citando:

…la criatura al no hacer reinar nuestra Voluntad en su alma, nos cierra la puerta en la cara
y nos lanza las piedras de sus culpas contra Nosotros, y Nosotros con paciencia invencible
y divina esperamos, y no queriendo en sí nuestra Voluntad como vida, con paterna bondad
le damos los efectos de Ella, como son las leyes, los sacramentos, el evangelio, las ayudas
de mis ejemplos y plegarias, pero todo este gran bien no puede igualar el gran bien que
puede hacer mi Voluntad como vida perenne de la criatura, porque Ella es todo junto:
Leyes, sacramentos, evangelio, vida. Ella significa todo, poder dar todo, poseer todo, y
esto basta para poder comprender la gran diferencia que hay entre mi Voluntad como vida
continua en la criatura, y entre sus efectos que puede producir no en modo perenne, sino
a circunstancia, a tiempo, en los mismos Sacramentos, y si bien los efectos pueden hacer
gran bien, pero jamás pueden llegar a producir todos los bienes que puede producir la
Vida de mi Divina Voluntad reinante y dominante en la criatura (Volumen 30, Mayo 30,
1932).

692. Jesús lo deja claro: las leyes, los Sacramentos, el Evangelio, las ayudas de sus ejemplos y
plegarias, y todo este gran bien no puede igualar el gran bien que puede hacer su Voluntad
como vida perenne de la criatura; ya que la criatura viviendo en la Divina Voluntad en cada uno
de sus actos —conscientes o naturales— se llena de Vida Divina:

Tú debes saber que en cada acto que la criatura hace en nuestra Voluntad, una fuerza
irresistible nos llama, la miramos, nos reflejamos en ella y con un amor que no nos es dado
resistir, creamos nuestra Vida, y si tú supieras qué significa crear nuestra Vida. En eso
entra un desahogo de amor tan grande, que en nuestro énfasis de amor decimos: ‘¡Ah, la
criatura nos ha hecho formar nuestra Vida en su acto.’ Sentimos paridad de amor, de
santidad, de gloria nuestra, y quedamos con ansia esperando la continua repetición de sus
actos hechos en nuestro Querer para repetir nuestra Vida, para tener en su acto a
Nosotros mismos, que nos amamos, que nos glorificamos, y sólo entonces tenemos el
175
verdadero fin de la Creación: el que todo debe servir a Nosotros, aun el más pequeño acto
de la criatura sirve para repetir nuestra Vida y para hacer desahogo de nuestro amor. Por
eso el vivir en nuestro Querer será todo para Nosotros, y todo para la criatura. (Volumen
35, Diciembre 28, 1937).

693. Por eso con el don del Reino de la Divina Voluntad nos llenamos plenamente de Vida
Divina en cada uno de nuestros actos, y no solamente con parte de la Vida Divina cuando
recibimos algún Sacramento. Por eso la Voluntad Divina es el Sacramento por antonomasia:

¡Ah! sí, te lo confirmo, te lo repito, mi Voluntad es Sacramento y sobrepasa a todos los


Sacramentos juntos, pero en modo más admirable (Volumen 12, Diciembre 26, 1919).

694. Cada acto humano le sirve de “materia” a la Divina Voluntad para llenarla de Vida Divina
cuando se vive con el don de la Divina Voluntad. Es como si en cada acto que hacemos
comulgáramos, pero con las disposiciones más excelentes. ¿Y cuántos actos hacemos al día?:
¡muchísimos!

Así en cada acto hecho en mi Voluntad, el alma me encierra dentro y Yo quedo sellado
dentro de la voluntad del alma, así que estos actos hechos en mi Querer son comuniones
eternas, no sujetas como las hostias sacramentales a consumirse las especies, y con el
consumirse las especies mi Vida Sacramental termina; en cambio en las hostias de mi
Voluntad no entra ni harina, ni ninguna otra materia, el alimento, la materia de estas
hostias de mi Voluntad es mi misma Voluntad eterna unida con la voluntad del alma,
eterna Conmigo, no sujetas estas dos voluntades a consumirse. Entonces, ¿qué de extraño
tiene el que se vea tantas veces multiplicada toda mi persona por cuantos actos ha hecho
en mi Voluntad, mucho más que Yo he quedado sellado en ella, y ella tantas veces en Mí?
Así que también en Mí quedará multiplicada tantas veces el alma por cuantos actos ha
hecho en mi Querer, son los prodigios de mi Querer (Volumen 12, Enero 1, 1920).

695. Veamos ahora la relación entre Eucaristía y Divina Voluntad.

La Eucaristía y la Divina Voluntad


Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la Vida eterna
[…] porque el pan de Dios es el que desciende del cielo y da Vida al mundo. (Juan 6, 27-33).

696. Sabemos que de entre los siete Sacramentos, la Sagrada Eucaristía es el centro y la cima
de la vida cristina y de la Iglesia:

La Eucaristía es "fuente y cima de toda la vida cristiana". "Los demás sacramentos, como
también todos los ministerios eclesiales y las obras de apostolado, están unidos a la
Eucaristía y a ella se ordenan. La sagrada Eucaristía, en efecto, contiene todo el bien
espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua". (Catecismo de la Iglesia
Católica, n. 1324).

176
El modo de presencia de Cristo bajo las especies eucarísticas es singular. Eleva la Eucaristía
por encima de todos los sacramentos (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1374).

697. La sagrada Eucaristía contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo mismo;
en la Eucaristía está Cristo entero:

En el santísimo sacramento de la Eucaristía están "contenidos verdadera, real y


substancialmente el Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor
Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero" (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1374).

La presencia eucarística de Cristo comienza en el momento de la consagración y dura todo


el tiempo que subsistan las especies eucarísticas. Cristo está todo entero presente en cada
una de las especies y todo entero en cada una de sus partes, de modo que la fracción del
pan no divide a Cristo. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1377).

698. Al estar Cristo entero en la Eucaristía significa que también está su Divina Voluntad:

¿Quién forma mi Vida Divina en la Eucaristía? Mi Voluntad. Si no fuera porque la hostia


sacramental está animada por mi Voluntad Suprema, la Vida Divina no existiría en ella,
sería una simple hostia blanca que no merecería la adoración de los fieles. (Volumen 21,
Febrero 26, 1927).

699. Por eso este magnífico Sacramento nos guía hacia la Divina Voluntad:

…en la tercera cárcel, la de la Eucaristía, estoy madurando el reino de mi Fiat Divino.


(Volumen 27, Diciembre 22, 1929).

700. Aunque la Iglesia en casi dos mil años no sabía del Reino de la Divina Voluntad como lo ha
manifestado Jesús en Luisa, de todos modos nuestro Señor estaba preparando este Reino en la
Eucaristía, porque comulgar con Cristo es estar en comunión con Él y por tanto con su
Voluntad.

701. Otro aspecto que nos va enseñando la Eucaristía es la realidad de que el Todo, lo infinito,
se “encierra” en lo pequeño y finito. Primero así pasó en Jesucristo; Dios “encerrado” en una
humanidad, en su Humanidad:

Mira, también de todo lo que se desarrolló en mi Humanidad, el más grande milagro fue el
restringir toda la inmensidad de mi Voluntad Divina en Ella …para Mí el gran milagro fue
restringir en Mí a mi Divinidad, la inmensidad de mi Voluntad, su luz interminable, su
belleza y santidad inalcanzables. (Volumen 21, Mayo 8, 1927).

702. Como se ve, Jesús habla de que restringir su Voluntad en su Humanidad es un milagro, y
en la Eucaristía también pasa esto, Él está todo entero en un espacio reducido. Esto nos va
preparando para entender —por lo menos con la fe— cómo la Divina Voluntad eterna e
inmensa puede “encerrarse” en nosotros, y comprender —también, aunque sea con la fe—
cómo el acto de la criatura encierra el acto inmenso del Creador:

177
Hija mía, nuestro Ser Divino es grande, inmenso, potente, etc., esto no despierta tanta
maravilla porque… en naturaleza somos inmensos en la potencia, inmensos en el amor, en
la belleza, en la sabiduría, en la misericordia, y así de lo demás, y como somos inmensos en
todas las cosas, todo lo que sale de Nosotros queda en las redes de nuestras inmensas
cualidades divinas. Ahora, lo que despierta la más grande admiración, es ver al alma que
vive en nuestra Divina Voluntad, la cual encierra en su pequeño acto el acto poderoso e
inmenso de su Creador, ver como ordenados en los pequeños actos del ser finito el amor
inmenso, la sabiduría inmensa, la belleza infinita, la misericordia sin límites, la santidad
interminable de Aquél que la ha creado. (Volumen 29, Octubre 4, 1931).

703. Jesús dice que lo que despierta la más grande admiración, no es tanto lo pequeño en lo
grande, sino lo grande en lo pequeño, veamos:

Lo pequeño encerrar a lo grande es más maravilloso que lo grande que encierra a lo


pequeño; a nuestra grandeza le es fácil abrazar todo, encerrar a todos, no se requiere arte
ni ingenio, porque de nuestra inmensidad ninguno puede huir, pero que lo pequeño
encierre a lo grande, se requiere un arte especial, un ingenio divino que sólo nuestra
potencia y nuestro grande amor puede formar en la criatura; si no ponemos de lo nuestro,
por sí sola no podría hacerlo (Volumen 29, Octubre 4, 1931).

704. Por eso Jesús dice que vivir en el Fiat Divino es el más grande de los prodigios:

…por eso el vivir en nuestro Fiat Divino es la maravilla de las maravillas, es el más grande
de los prodigios; el alma se hace tan hermosa, que es un encanto verla, se puede decir que
en cada pequeño acto suyo concurre un milagro nuestro, de otra manera no podría ser
que lo pequeño encierre a lo grande, y nuestra bondad es tanta, que toma sumo placer y
espera con tanto amor que la criatura le dé la ocasión de hacerle hacer este arte divino de
milagros continuos. (Volumen 29, Octubre 4, 1931).

705. Otro aspecto que nos prepara el Sacramento de la Eucaristía para el Reino del Querer
Divino es la capacidad que tiene Jesucristo de multiplicarse en este Sacramentos, en cada
hostia consagrada, en cada parte de Ella, en donde Cristo está todo entero. Los actos hechos en
la Divina Voluntad también tienen virtud de multiplicarse:

He aquí el por qué quiero que el alma viva en la unidad de mi Voluntad, para hacer
adquirir los caracteres divinos, que son incancelables y eternos y como luz se difunden, se
extienden, se multiplican, se dan a todos, es más, tienen el primado sobre los actos de
todos. (Volumen 23, Diciembre 30, 1927).

…el hacer vida en mi Querer, donde todo brota, las cosas se multiplican por cuantas se
quieran (Volumen 12, Enero 15, 1920).

…quiero que la criatura entre en mi Voluntad y en modo divino venga a besar mis actos,
sustituyéndose a todo como hice Yo;… que hago fiesta cuando veo que la criatura entra en

178
este ambiente divino y multiplicándose junto Conmigo se multiplica en todos, y ama,
repara, sustituye a todos y por cada uno en modo divino. (Volumen 12, Febrero 13, 1919).

706. Por eso Jesús en esta pedagogía conecta el Sacramento de la Eucaristía con el don del
Reino la Divina Voluntad en donde se realizan los actos de la criatura en el Querer Divino, y así
la Vida de Jesús se multiplica en cada acto de criatura, por eso nuestro adorable Maestro nos
dice:

Hija mía, conforme el alma hace sus actos en mi Querer, así multiplica mi Vida, de manera
que si hace diez actos en mi Voluntad, diez veces me multiplica; si hace veinte, cien, mil, o
aún más, tantas veces de más quedo multiplicado. Sucede como en la Consagración
Sacramental, cuantas hostias ponen, tantas veces quedo multiplicado, la diferencia que
hay es que en la Consagración Sacramental tengo necesidad de las hostias para
multiplicarme y del sacerdote que me consagre. En mi Voluntad para quedar multiplicado,
tengo necesidad de los actos de la criatura, donde más que hostia viva, no muerta como
las hostias antes de Consagrarme, mi Voluntad me Consagra y me encierra en el acto de la
criatura, y Yo quedo multiplicado en cada acto suyo hecho en mi Voluntad, por eso mi
amor tiene su desahogo completo con las almas que hacen mi Voluntad y viven en mi
Querer, son siempre ellas las que suplen no sólo a todos los actos que me deben las
criaturas, sino a mi misma Vida Sacramental. (Volumen 14, Marzo 24, 1922).

707. Como se ve, el acto de la criatura sirve como de hostia a la Divina Voluntad, Ella Consagra
y encierra a Jesús en el acto de la persona. Y así —como ya vimos— cada acto de criatura hecho
en la Divina Voluntad recibe la Vida Divina a plenitud:

Debes saber que cada vez que la criatura entra en mi Voluntad para hacer sus actos, tantas
veces le doy mi Vida Divina, y ella tantas veces me da su vida humana, así que ella queda
dotada de tantas Vidas Divinas por cuantos actos ha hecho en mi Voluntad (Volumen 36,
Agosto 6, 1938).

708. Por eso, el objetivo de Dios no es solamente que comulguemos la hostia Sacramental para
recibir parte de la Vida Divina (que nos sirve de medicina y preparación), sino que nos
convirtamos cada uno en hostia viva, en sagrario, en tabernáculo viviente de la Vida Divina
plena al poseer la Voluntad Divina como propia en nuestro ser, porque la Gracia en al alma no
es suficiente para una presencia real de Dios:

Así me encuentro en los corazones, que mientras pueden poseer mi Gracia, pero no viven
del todo en mi Querer, estoy en ellos por Gracia, pero no realmente. (Volumen 16,
Noviembre 5, 1923).

709. Pero el vivir en el Querer Divino sí produce una presencia real de Dios en nosotros, la
querida siempre por Dios y así vivimos para realizar todos nuestros actos que se convierten en
actos divinos llenos precisamente de Vida Divina que nos llena hasta donde es posible a la
criatura y se desborda afuera para impregnar Cielos y tierra.

179
El obrar en mi Fiat es Vida que el alma toma en sí, es Vida Divina, y esta Vida con la
plenitud y fuente de todos los bienes; a cada acto hecho en mi Voluntad el alma encierra
en sí una Vida que no tiene principio ni fin, encierra un acto del que todo surge, fuente
que jamás se agota (Volumen 24, Agosto 6, 1928).

…en cada acto que [el alma] ha hecho en mi Voluntad me ha encerrado a todo Yo, y esta
vestidura estará adornada de tantos espejos, y en cada uno se verá todo Yo mismo, así que
desde donde sea mirada, por delante, por detrás, por la derecha, por la izquierda, me
verán a Mí y multiplicado en tantos por cuantos actos ha hecho en mi Querer. *…+ ¿Qué no
sucede lo mismo en las hostias sacramentales? Si hay mil hostias, mil Jesús hay, y a mil
almas me doy en comunión todo entero; y si hay cien hostias, hay cien Jesús y me puedo
dar en comunión sólo a cien. Así en cada acto hecho en mi Voluntad, el alma me encierra
dentro y Yo quedo sellado dentro de la voluntad del alma, así que estos actos hechos en
mi Querer son comuniones eternas, no sujetas como las hostias sacramentales a
consumirse las especies, y con el consumirse las especies mi Vida Sacramental termina; en
cambio en las hostias de mi Voluntad no entra ni harina, ni ninguna otra materia, el
alimento, la materia de estas hostias de mi Voluntad es mi misma Voluntad eterna unida
con la voluntad del alma, eterna Conmigo, no sujetas estas dos voluntades a consumirse.
(Volumen 12, Enero 1, 1920).

710. Por eso el Reino Eucarístico culminará y encontrará su plenitud en el Reino de la Divina
Voluntad, por eso Jesús le dice a Luisa:

Tú estás en tu lecho, sólo por imperio de mi Fiat, ¡ah! no son los males corporales los que
te tienen impedida, no, sino sólo mi Voluntad que así quiere, que formando de ti un velo
me esconde a Mí y me forma una hostia viva, un tabernáculo viviente. (Volumen 25,
Octubre 17, 1928).

Entonces, cada vez que hagas correr tu voluntad en la mía, en tus deseos y en todo lo que
eres y puedes hacer, Yo renovaré la consagración, y como en hostia viviente, no muerta
como son las hostias sin Mí, Yo continuaré mi Vida en ti. Pero esto no es todo, en las
hostias consagradas, en los copones, en los sagrarios, todo está muerto, mudo, no hay
sensiblemente un latido, un ímpetu de amor que pueda responder a tanto amor mío. Si no
fuera porque espero a los corazones para darme a ellos, Yo sería bien infeliz, quedaría
defraudado en mi Amor y sin finalidad mi Vida Sacramental; y si esto lo tolero en los
tabernáculos, no lo toleraré en las hostias vivientes. A la vida le es necesaria la nutrición, y
Yo en el Sacramento quiero ser alimentado, pero quiero ser nutrido y alimentado con mi
mismo alimento, esto es, el alma hará suya mi Voluntad, mi Amor, mis oraciones, las
reparaciones, los sacrificios, y me los dará a Mí como cosas suyas, y Yo me nutriré. El alma
se unirá Conmigo, escuchará atenta para oír lo que estoy haciendo para hacerlo junto
Conmigo, y conforme repita mis mismos actos me dará su alimento, y Yo por ello seré feliz,
y sólo en estas hostias vivientes encontraré la compensación de la soledad, del ayuno y de
lo que sufro en los tabernáculos”. (Volumen 11, Diciembre 17, 1914).

180
711. Pero como ya vimos (capítulo 5), no hay que malinterpretar que esto signifique que los
sacramentos terminarán con el advenimiento del Reino de la Divina Voluntad, sino que es en
este Reino en donde tendrán su pleno cumplimiento:

…mi Vida Sacramental espera pacientemente que el hombre tome el pan de la Voluntad
Suprema para poder dar todo el bien de mi Vida Sacramental. Ve entonces cómo el
Sacramento de la Eucaristía, y no sólo éste, sino todos los Sacramentos dejados a mi
Iglesia e instituidos por Mí, darán todos los frutos que contienen y tendrán pleno
cumplimiento cuando el Pan Nuestro, esto es, la Voluntad de Dios, se haga como en el
Cielo así en la tierra. (Volumen 15, Mayo 2, 1923).

712. Más adelante, en este libro, se verá la relación de esto con las palabras de Jesús: “…les
aseguro que desde ahora no beberé más del fruto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios.”
(Lucas 22, 18). Ahora pasemos a ver otra manifestación de amor del Dios que nos ama con su
infinita Voluntad.

La Palabra y la Vida Divina


713. En la sección “Las Palabras y obras de Jesús” ya se había hablado de la Palabra de Jesús y
de que esta Palabra crea y trabaja permanentemente; y se había visto que es Vida Divina:

Mi palabra es vida y forma en ti la Vida Divina (Volumen 32, Junio 15, 1933).

714. Como se observa, esta Palabra tiene poder de formar la Vida Divina en nosotros. Todo lo
creado y todo bien viene de la Voluntad Divina y por tanto también la Vida Divina; la cual se
difunde a través de la Palabra de Dios. Esta Palabra Divina —como ya vimos más arriba38— es la
pronunciación Divina de su Querer, es su Fiat Divino, con el que hace lo que Quiere:

Mientras no pronunciamos Fiat todo estaba en Nosotros; en cuanto se pronunció pobló


cielos y tierra de tantas obras bellas (Volumen 27, Diciembre 25, 1929).

715. Y, como hemos visto, la Palabra de Dios nos da su Vida Divina a través de la Creación, y
también en el centro de nuestro ser al estar fundida nuestra voluntad con la Voluntad Divina,
obrando en Ella.

716. Pero como ya vimos, al pecar, al sustraernos de la Voluntad Divina, perdimos estas
maneras de recibir y hacer crecer esta Vida Divina en nosotros; y se necesitó la Redención y la
institución de los Sacramentos que empezaron a darnos parte de esta Vida Divina a través de la
gracia.

717. Ahora, con la manifestación de la obra que Jesús hace a través de Luisa Piccarreta, la
humanidad puede ir recuperando la plenitud de la Vida Divina como lo era antes del pecado,
pero los Sacramentos —como ya vimos— seguirán para darles pleno cumplimiento en el Reino
de la Divina Voluntad.

38
Ver sección: “Las Palabras y obras de Jesús”.

181
718. Es importante entender que todo esto viene de su Palabra, su Palabra hizo la Creación, su
Palabra infundió el don del Reino de la Divina Voluntad en Adán, su Palabra hizo la Redención,
los Sacramentos se realizan en su Palabra y su Palabra nos devuelve el Reino de la Divina
Voluntad.

719. Y también a través de esta Palabra, que es su Fiat, podemos recibir su Vida Divina al
recibirla directamente con las disposiciones adecuadas. Escuchando su Palabra para hacerla
precisamente vida en nosotros, la cual se transformará en Vida Divina en nuestro ser:

Hija mía, cuando Yo hablo sale de Mí una Vida, el don más grande, y debo ver si hay
disposición por parte de las criaturas para poner en ellas esta Vida, y no viéndola estoy
obligado a callar, porque no hay lugar donde poner este gran don. (Volumen 21, Abril 14,
1927).

720. Las Sagradas Escrituras también así lo manifiestan:

Les aseguro que el que escucha mi Palabra y cree en aquel que me ha enviado, tiene Vida
eterna (Juan 5, 24).

721. Su Palabra está en la Biblia, en la Tradición Apostólica y también está en la obra que Jesús
ha hecho a través de Luisa Piccarreta (sin descartar también las revelaciones privadas
auténticas a las que la Iglesia está abierta). Esta obra, que hace a través de Luisa, está llena de
Vida Divina que quiere transmitir a la criatura, ya que habla de la fuente de esta Vida, su Divina
Voluntad:

…así que cada palabra que te he dicho sobre mi Querer Divino ha sido un Fiat pronunciado
por Nosotros, el cual ha salido como un hijo del seno de nuestro Querer. Este Fiat es el
mismo Fiat de la Creación, que formando su eco hace sentir su fuerza vital donde reside
nuestra Voluntad. Cuando nuestro Fiat quiere obrar, quiere pronunciarse con hacerse
conocer y manifestar otras verdades suyas (Volumen 27, Enero 26, 1930).

722. Por eso Jesús quiere a través de las verdades que ha manifestado sobre su Divina
Voluntad, infundirle a la criatura su Divinidad:

Cuando Yo hablo de mi Voluntad para hacerla conocer a la criatura, Yo quiero infundirle mi


Divinidad, por eso otro Yo mismo, y mi amor se desborda todo para hacerlo, y la amo a ella
como a Mí mismo. He aquí por qué tú ves que mientras hablo de mi Querer, mi amor
parece como si se saliera de sus confines para formar la sede de mi Voluntad en el corazón
de la criatura (Volumen 15, Febrero 16, 1923).

723. ¡Asombroso!: formar la sede de mi Voluntad en el corazón de la criatura; pero recibir la


Vida Divina de la Palabra de Dios requiere que nosotros tengamos —como se ha dicho— las
disposiciones adecuadas; que queramos escucharla y amarla para hacer vida de Ella, solamente
así recibiremos la Vida Divina:

182
Hija mía, cuando Yo hablo hago salir luz de verdad, y quiero que sea aceptada y acariciada
por el alma; si esta Luz es aceptada y puesta en el puesto de honor en el interior de ella,
llama a otra luz, así que una llama a otra, de otra manera regresa a su fuente. (Volumen
27, Diciembre 24, 1929).

724. Jesús dice que cuando Él habla hace salir luz y quiere que sea aceptada y acariciada por el
alma; aquí se ve la necesidad de las disposiciones para que esta Palabra forme su Vida Divina y
morada en nosotros:

Mis palabras son Vidas que pongo fuera de Mí, y la vida debe tener su morada y producir
sus efectos (Volumen 23, Diciembre 18, 1927).

Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y


vendremos a él, y haremos morada en él» (Juan 14, 23).

725. También su Palabra forma nuestra felicidad y nuestra capacidad de dar mucho fruto:

Jesús le respondió: "Felices más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la practican".
(Lucas 11, 28).

Lo que cayó en tierra fértil son los que escuchan la Palabra con un corazón bien dispuesto,
la retienen, y dan fruto gracias a su constancia (Lucas 8, 15).

726. La actitud que quisiera Jesús de nosotros es que queramos y nos enamoremos de su
Palabra, que es más dulce que la miel:

¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca. (Salmo 119, 103).

727. Veamos lo que dice Jesús sobre la importancia de no solamente leer sus verdades, sino
releerlas, obviamente para hacer vida de ellas; y respecto a las palabras y a las verdades que
Jesús manifiesta a través de la obra que Jesús ha hecho a través de Luisa Piccarreta (aunque se
pueden aplicar también a otras verdades que ha manifestado), dice:

…cuando el alma vuelve a leerlas si están escritas, y a ponderarlas, mis verdades son como
el fierro forjado, que con golpearlo se incendia y hace salir chispas de luz; en cambio, si no
es golpeado, el fierro es duro, negro y un metal helado. Así es de mis verdades: ‘Si el alma
las lee y relee para extraer de ellas la sustancia que hay dentro, mis verdades que han sido
comunicadas a su alma, que simboliza el fierro, lo negro y su hielo, queda incendiada, y
con el ponderarlas da los golpes sobre de sí misma, porque ha recibido el bien de oír mi
verdad, la cual sintiéndose honrada centellea luz de otras verdades. (Volumen 27,
Diciembre 24, 1929).

…mis verdades, por cuanto más se piensan, se leen, se escriben, se habla de ellas, se
difunden, tanto más perfume expanden, de modo que perfuman todo, hasta el Cielo
(Volumen 14, Agosto 26, 1922).

183
728. Queda claro que Dios no quiere que sus verdades se lean solamente por leerlas, sino que
las meditemos, las contemplemos, nos gocemos en ellas, las hagamos vida, las comuniquemos,
por eso Jesús continua diciendo:

Si tú supieras cuánta luz hay en todo lo que te he manifestado acerca de mi Divina


Voluntad, y cuánta más luz resplandecería si fueran leídas y releídas, tú misma quedarías
eclipsada y maravillada por el gran bien que harían. (Volumen 27, Diciembre 24, 1929).

Mira entonces cuántas Vidas mías he puesto fuera, por cuantas verdades te he
manifestado, son Vidas mías que he puesto fuera con la fuente del sol, no simple luz, y me
he quedado en medio de ellas para hacer que todos sientan la fuerza, la virtud creadora en
estas verdades, y las amo tanto a cada una de ellas, cuanto me amo a Mí mismo... Cómo te
debería ser de gran consolación el que posees en ti tantas Vidas mías por cuantas
verdades te he manifestado, por eso reconoce este gran bien, tesoro más grande no podía
confiarte (Volumen 24, Agosto 2, 1928).

El valor de una sola palabra sobre nuestro Fiat es tanto, que toda la Creación, ¡oh! cómo
queda atrás, porque la Creación es obra nuestra, en cambio una palabra sobre nuestro Fiat
es Vida, y la vida vale siempre más que todas las obras. (Volumen 35, Marzo 12, 1938).

729. ¡Cuánto amor y valor contienen estas verdades! ¡Valen más que toda la Creación! Nuestro
Dios se nos da con inmensa ternura, generosidad y magnanimidad. Verdades que nos
restaurarán a nuestro estado original y nos dan la Vida Divina, que a su vez nos dan una
felicidad especial; ¡maravillosas son las obras y actos de la Divina Voluntad que hace por amor a
nosotros!

Hija mía, gracias grandes te he hecho a ti, y por medio tuyo a todo el mundo al
manifestarte tantas verdades acerca de mi Divina Voluntad, porque no sólo mis verdades
son Vidas Divinas que mi suma bondad pone fuera, y biloca esta su Vida por cuantas
verdades manifiesta, sino que cada una de estas Vidas contiene una felicidad distinta la
una de la otra para comunicar a las criaturas, y una gloria diversa la una de la otra que las
criaturas pueden dar a Aquél que las ha manifestado; pero estas felicidades serán
comunicadas a las criaturas cuando conozcan estas verdades. (Volumen 24, Septiembre
28, 1928).

…los conocimientos sobre mi Fiat Divino son Vidas Divinas que salen del seno de nuestra
Divinidad (Volumen 25, Marzo 13, 1929).

730. Como se observa, los conocimientos sobre el Fiat Divino salen del seno Divino; Dios nos da
—en su gran amor— estas verdades desde la intimidad de su ser y nos da su misma Vida
Divina. Dejémonos amar por este Dios amante y conozcamos y vivamos estas verdades que nos
traen a la tierra las felicidades celestiales.

184
La Pasión y Muerte
731. Una de las manifestaciones más grandes del amor de la Divina Voluntad a nosotros es la
Pasión y Muerte del Hombre-Dios para redimirnos. Aquí la Santísima Trinidad desborda su
amor en penas y dolores en Jesucristo.

732. Lo que se nos manifiesta a través de la obra que Jesús ha hecho a través de Luisa
Piccarreta es que Jesús no solamente sufrió en los días u horas que conocemos como su Pasión
y Muerte: desde el jueves santo en la tarde-noche hasta el viernes santo en la tarde. Su Pasión
empezó desde su Encarnación, desde su Concepción:

Así que mi Pasión fue concebida junto Conmigo. Mírame bien en el seno de mi Celestial
Mamá. Oh cómo mi pequeña Humanidad era desgarrada, mira bien como mi pequeña
cabecita está circundada por una corona de espinas, que ciñéndome fuerte las sienes me
hace derramar ríos de lágrimas de los ojos, y no puedo moverme para secarlas. (Volumen
1, 1899).

733. Como se observa, Jesús empezó a vivir la cruz y llevar nuestros pecados desde el momento
de la Encarnación:

Y en el mismo acto en que se encarnó la Divinidad en la humanidad, en aquel mismo


instante se encarnó en la cruz, así que desde que fui concebido me concebí unido con la
cruz (Volumen 6, Diciembre 22, 1903).

Cada alma concebida me llevó el fardo de sus pecados, de sus debilidades y pasiones, y mi
Amor me ordenó tomar el fardo de cada uno, y no sólo concebí a las almas, sino las penas
de cada una, las satisfacciones que cada una de ellas debía dar a mi Celestial Padre.
(Volumen 1, 1899).

734. Podemos pensar que Jesús sufrió una sola muerte el viernes santo, pero la realidad es que
sufrió una muerte por cada uno de nosotros, por todas las personas del pasado, del presente y
del futuro:

En cuanto fui concebido concebí junto Conmigo todas las almas, pasadas, presentes y
futuras, como mi propia Vida, y concebí al mismo tiempo las penas y las muertes que por
cada una debía sufrir. (Volumen 12, Marzo 18, 1919).

735. Jesucristo tenía que dar satisfacción a la Divina Justicia por cada persona y por cada
pecado nuestro, esto significa sufrir una pena, un dolor por cada pecado cometido por cada
uno y por toda la humanidad de todos los tiempos, por eso nadie ha amado y sufrido —ni lo
hará— como Jesús:

No tenía apariencia ni presencia;… varón de dolores y sabedor de dolencias,…


despreciable, y no le tuvimos en cuenta. ¡Y con todo eran nuestras dolencias las que Él
llevaba y nuestros dolores los que soportaba!... Él ha sido herido por nuestras rebeldías,

185
molido por nuestras culpas. Él soportó el castigo que nos trae la paz, y con sus llagas
hemos sido curados. (Isaías 53, 2-5).

736. Aquí se entiende bien su título de: varón de dolores. Además de que “soportó el castigo,
pagó” por nuestros pecados, la cita dice que eran nuestras dolencias las que Él llevaba y
nuestros dolores los que soportaba, ¿qué significa exactamente esto?

737. Sabemos que Jesús es la Cabeza del Cuerpo Místico que es la Iglesia, Él está unido a
nosotros como la Cabeza a sus miembros, y como bien dice San Pablo refiriéndose
precisamente a la Iglesia en la primera carta a los Corintios:

Si sufre un miembro, todos los demás sufren con él (1 Corintios 12, 26).

738. Jesús ha sufrido también nuestros dolores y penas; es decir, si a alguien le duele la cabeza,
también Jesús siente este dolor; si alguien agoniza, Jesús sufre también la agonía; si alguien
tiene un dolor por una enfermedad u otro motivo, también Jesús lo sufre; si alguien tiene un
dolor moral, también Jesús lo sufre. ¡Qué amor de nuestro Señor!, Él sufre junto con nosotros
cualquier tipo de pena o dolor, física o moral; de todos los tiempos y de todas las épocas.

Debía incorporar todo en Mí, almas, penas y muertes que cada una debía sufrir (Volumen
12, Marzo 18, 1919).

…y ¡oh! cómo siento a lo vivo las culpas, las miserias, las penas de todos. (Volumen 27,
Diciembre 18, 1929).

…la Voluntad Divina hacía encontrar a mi Humanidad todas esas penas y cruces, tanto, que
Ella me extendía sobre toda la familia humana, desde el primero hasta el último hombre, y
Yo absorbía todas las especies de penas en Mí, y cada criatura formaba mi cruz (Volumen
15, Febrero 16, 1923).

739. Por todo esto Jesús dice en Libro de Cielo:

Hija mía, cuántas cosas hará conocer mi Voluntad de lo que obró mi Humanidad en esta
Voluntad Divina; mi Humanidad para obrar la Redención completa y perfecta debía hacerla
en el ámbito de la eternidad, he aquí la necesidad de una Voluntad Eterna. Si mi voluntad
humana no hubiera tenido consigo una Voluntad eterna, todos mis actos habrían sido
actos limitados y finitos; en cambio con Ella eran interminables e infinitos, por esto mis
penas, mi cruz, debían ser interminables e infinitas,… así que mi cruz fue tan larga por
cuanta es y será la largura de todos los siglos, y tan ancha por cuanto son las humanas
generaciones. (Volumen 15, Febrero 16, 1923).

No fue sólo la pequeña cruz del Calvario donde me crucificaron los hebreos, ésta no era
otra cosa que una similitud de la gran cruz en la cual me tenía crucificado la Suprema
Voluntad, así que cada criatura forma el largo y el ancho de la cruz, y conforme la
formaban quedaban injertadas en la misma cruz, y el Querer Divino extendiéndome sobre

186
de ella y crucificándome, no sólo formaba mi cruz, sino la de todos aquellos que formaban
dicha cruz. … ¡Oh, cuánto me amarán cuando conozcan lo que hizo mi Humanidad en la
Divina Voluntad, lo que me hizo sufrir por su amor. Mi cruz no fue de madera, no, fueron
las almas, eran ellas que me las sentía palpitantes en la cruz en la que me extendía la
Divina Voluntad, y ninguna se me escapaba, a todas daba su lugar, y para dar lugar a todas
me distendía en modo tan desgarrador y con penas tan atroces, que las penas de la Pasión
podría llamarlas pequeñas y alivios. (Volumen 15, Febrero 16, 1923).

740. Jesús también habla que tuvo tres Pasiones, veamos:

Hija mía, mi primera Pasión fue el amor, porque el hombre al pecar, el primer paso que da
en el mal es la falta de amor, por lo tanto, faltando el amor se precipita en la culpa; por
eso, el Amor para rehacerse en Mí de esta falta de amor de las criaturas, me hizo sufrir
más que todos, casi me trituró más que bajo una prensa, me dio tantas muertes por
cuantas criaturas reciben la vida. (Volumen 11, Enero 22, 1913).

741. Dios es Amor39 y todo gira en Él en torno al Amor. Y el pecado es lo contrario, es una
ofensa a Él que es amor, por eso la primera justificación que tenía que hacer nuestro amado
Redentor era al Amor Divino. Veamos la segunda Pasión:

El segundo paso que sucede en la culpa es defraudar la gloria de Dios, y el Padre para
rehacerse de la gloria quitada por las criaturas me hizo sufrir la Pasión del pecado, esto es,
que cada culpa me daba una pasión especial; si la pasión fue una, el pecado en cambio me
dio tantas pasiones por cuantas culpas se cometerán hasta el fin del mundo; y así se rehizo
la gloria del Padre. (Volumen 11, Enero 22, 1913).

742. La segunda Pasión, como se ve, tiene que satisfacer la gloria de nuestro Padre. Y aquí
vemos como cada pecado fue una pasión especial, ¿cuántos pecados se han hecho y se harán
por todos y cada uno de los seres humanos de todos los tiempos? ¡Pues están han sido las
pasiones de Jesús! Veamos la tercera:

El tercer efecto que produce la culpa es la debilidad en el hombre, y por eso quise sufrir la
Pasión por manos de los judíos, esta es mi tercera Pasión, para rehacer al hombre de la
fuerza perdida. (Volumen 11, Enero 22, 1913).

743. Aquí el gran amor de Jesús que no se cansa, quiere a través de la Pasión visible que hemos
conocido mejor, nos quiere dar la fuerza para nuestra debilidad causada por la culpa. Jesús
continúa recapitulando estas tres Pasiones:

Así que con la Pasión del amor se rehizo y se puso en justo nivel el Amor, con la Pasión del
pecado se rehizo y se puso a nivel la gloria del Padre, con la Pasión de los judíos se puso a
nivel y se rehizo la fuerza de las criaturas. Todo esto lo sufrí en el huerto, fue tal y tanto el

39
1 Juan 4, 8.

187
sufrimiento, las muertes que sufrí, los espasmos atroces, que habría muerto de verdad si
la Voluntad del Padre hubiera llegado a que Yo muriera. (Volumen 11, Enero 22, 1913).

744. Aquí vemos la grandeza del dolor y de la Pasión de Jesús en el Huerto de los Olivos
(Getsemaní) y de toda su vida desde su concepción. La solidaridad y el amor que tiene la Divina
Voluntad con la humanidad a través de Jesucristo es inmensa. Es un amor tan grande que llega
a ser en muchos casos incomprensible ¡gracias por tanto amor!

745. Y es precisamente en este Getsemaní en donde Jesús nos manifiesta el abandono que hay
que tener en la Voluntad del Padre:

Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya (Lucas
22, 42).

746. Los contenidos sobre los abismos de dolor que sufrió nuestro Salvador son abundantes en
la obra que Jesús hace a través de Luisa, la cual se invita a profundizarla, vivirla y acompañar en
amor y agradecimiento a nuestro adorable Redentor en su inmenso dolor; con lo cual no nos
extenderemos aquí en más detalles, sino en recalcar su eterno amor:

Con amor eterno te he amado (Jeremías 31, 3).

747. Y también cómo al observar lo que Jesús sufrió, podemos entender lo maligno del pecado,
lo doloroso, destructivo y cruel que es. Meditar en la manera en que quedó el cuerpo de Jesús
después de las torturas y la muerte que sufrió, nos ayuda a entender el estado de nuestra alma
por el pecado.

748. Este pecado que además de transformar nuestra alma en oscuridad y fealdad, nos mata la
Vida Divina y nos hace perder Edén y Cielo. Ahora, ¿con qué hacemos el pecado? con nuestra
voluntad humana, aquí se ve lo dañino de nuestra voluntad humana sin la de Dios:

Hija mía, fea es la naturaleza humana que vive sin mi Voluntad, porque ella fue creada por
el Ente Divino para vivir unida con el Fiat Divino, así que con vivir sin Él se da un cambio en
la naturaleza humana, en éste viene cambiado el orden, la fuerza, el amor, la luz, la
santidad, la misma razón;... La naturaleza humana sin la Divina Voluntad se transforma en
fea, se trastorna, y en su desorden hace guerra a su Creador. (Volumen 29, Agosto 10,
1931).

749. Por eso no llegaremos a nuestra verdadera realización, ni tendremos la felicidad plena y
paz profunda en esta tierra, como la tuvo Adán antes de pecar, hasta que no regresemos a vivir
con el don de la Divina Voluntad. Recordemos la frase de San Agustín: «Nos hiciste, Señor, para
ti, y nuestro corazón está inquieto, hasta que descanse en ti» (Confesiones I, 1, 1).

750. En este sentido podríamos parafrasear la cita de San Agustín con un sentido más pleno al
conocer el don del Reino de la Divina Voluntad: Señor, nos creaste para vivir en tu Divina

188
Voluntad y nuestra alma no encontrará la plenitud de la felicidad hasta que viva con el don de
tu Divino Querer.

751. Por eso tenemos que tener mucho cuidado con nuestra voluntad humana —el querer
humano— porque es quien nos puede llevar a la condenación, y es lo que ha causado tanto
dolor y sufrimiento en nuestra historia humana, y la causa del inmenso dolor de Jesús; por eso
no podemos dejar de ver en las siguientes palabras del Evangelio una alusión al querer
humano, sin descartar por supuesto otros significados:

No teman a los que sólo pueden matar el cuerpo, pero no el alma; teman más bien al que
puede destruir alma y cuerpo en el infierno. (Mateo 10, 28).

752. En este sentido Jesús dice en Libro de Cielo:

…la noche del querer humano… [la+ voluntad humana,… es el origen de todos los males
(Volumen 27, Diciembre 18, 1929).

753. Por eso Jesús se hizo pecado:

A quien no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros (2 Corintios 5, 21).

754. Aunque Jesús nunca cometió pecado, Dios lo hizo pecado para salvarnos a nosotros; es
decir, Jesucristo padece (su Pasión) el dolor del pecado para librarnos de él, justificarnos y
darnos la gracia que nos salva de la condenación al arrepentirnos de nuestros pecados y
aceptar a Jesús como nuestro salvador.

755. Y el pecado también es muerte: “el salario del pecado es la muerte” (Romanos 6, 23), por
eso el Dios-Hombre murió para absorber —por así decirlo— nuestras muertes y a cambio
darnos la Vida: Yo he venido para que tengan Vida y la tengan en abundancia (Juan 10, 10):

…mi muerte es fuente de donde brota la Vida a provecho de todos. (Volumen 24, Abril 12,
1928).

Yo sufrí la pena de la muerte, para hacer resurgir en la pena de mi muerte a todas las
criaturas (Volumen 25, Diciembre 13, 1928).

756. Por eso Jesús desde el principio está consciente de que Él, que es la Vida, viene a morir,
para restaurarnos, para darnos su Reino y sus bienes:

Mira, en el seno de mi Mamá, Conmigo están todas las criaturas concebidas junto
Conmigo. Yo estoy con ellas todo amor, quiero decirles cuánto las amo, quiero hablar con
ellas para decirles mis alegrías y mis dolores, para decirles que he venido en medio de ellas
para hacerlas felices, para consolarlas, y que estaré en medio de ellas como su hermanito
dando a cada una todos mis bienes, mi reino, a costa de mi muerte. (Volumen 1, 1899).

757. Su Muerte viene a sellar su obra:

189
En cuanto morí, mi muerte selló todo mi obrar, mis palabras, mis penas, los Sacramentos,
y el fruto de mi muerte confirmó todo lo que Yo hice, e hizo resurgir a vida mis obras, mis
penas, mis palabras, mis Sacramentos instituidos por Mí y la continuación de la vida de
ellos hasta la consumación de los siglos, así que mi muerte puso en movimiento todas mis
obras y las hizo resurgir a vida perenne. (Volumen 17, Junio 29, 1925).

758. También la Muerte de nuestro Rey llamó de nuevo al Sol de su Voluntad, de su Querer a
reinar de nuevo en nosotros, recuperando lo perdido en el Edén:

…en el Edén se oscureció y se retiró el Sol del Fiat Divino y para el hombre fue siempre
noche, símbolo del sol que se retiró de la faz de la tierra en las tres horas de mi tremenda
agonía sobre la cruz, porque no pudiendo sostener la vista del desgarro de su Creador,
causado por el querer humano que con tanta perfidia había reducido a mi Humanidad a
este estado, horrorizado se retiró, y cuando Yo expiré reapareció de nuevo y continuó su
curso de luz; así el Sol de mi Fiat, mis dolores, mi muerte, llamaron nuevamente al Sol de
mi Querer a reinar en medio de las criaturas, así que el Calvario formó la aurora que
llamaba al Sol de mi Eterno Querer a resplandecer de nuevo en medio a las criaturas.
(Volumen 24, Abril 12, 1928).

759. Entonces, lo que Jesús hizo en este mundo, incluyendo su Muerte, sirve para su Reino de
la Divina Voluntad, para ganarlo, disponer y preparar a las criaturas a un bien tan grande:

Por eso mi Redención, mi Vida, mis penas, mi muerte, servirán para disponer a las
criaturas a un bien tan grande y como preparativo al gran portento del reino de mi
Voluntad en las generaciones humanas, y si aún no se ven los frutos, la vida de él, esto no
dice nada, porque en mi Humanidad está el germen, la Vida de mi Fiat, y este germen
posee la virtud de formar la gran generación de tantas otras semillas en los corazones,
para regenerar en ellos el restablecimiento de la Vida de mi Voluntad en las criaturas.
(Volumen 33, Mayo 6, 1934).

760. Para llegar a la Resurrección hay que pasar por la Pasión y Muerte, Jesucristo cumple así
fielmente su misión de salvarnos y restaurarnos el Reino de la Divina Voluntad para llevar al ser
humano al estado original que haga cumplir el plan que Dios ha establecido desde la eternidad.
Pues nadie le puede impedir a Dios sus decretos:

…el designio del Señor permanece para siempre, y sus planes, a lo largo de las
generaciones. (Salmo 33, 11).

761. Este cumplimiento fiel y perfecto hasta el final se encierra en las siguientes palabras de
Cristo en la Cruz:

Cuando tomó Jesús el vinagre, dijo: «Todo está cumplido.» E inclinando la cabeza entregó
el espíritu. (Juan 19, 30).

762. ¡Adoremos los excesos de amor de la Divina Voluntad en Jesucristo por nosotros!

190
La Pasión de María
763. María es la inseparable de Jesús, en donde después de cuatro mil años se concibe la Divina
Voluntad en la Reina del Cielo:

… se necesitó una Virgen concebida sin mancha original, inocente, santa y enriquecida por
Dios con todas las gracias, la cual hizo como suyos todos los actos buenos del curso de los
cuatro mil años, los cubrió con su inocencia, santidad y pureza, de modo que la Divinidad
veía aquellos actos a través de los actos de esta inocente y santa Criatura, la cual no sólo
abrazó todos los actos de los antiguos, sino que Ella con los suyos los superó a todos, y por
eso obtuvo el descendimiento del Verbo a la tierra. (Volumen 18, Noviembre 12, 1925).

764. Y nuestra Santa Madre en esta unidad perfecta con Jesucristo abrazó las penas de Jesús y
fue Corredentora de la humanidad junto con su Hijo:

Además de Mí está mi Celestial Mamá, que tuvo la misión única de Madre del Hijo de Dios
y el oficio de Corredentora del género humano. …abrazó a todas las criaturas, amó,
reparó, adoró a la Majestad Suprema por todas, de manera de poder hacer Ella sola todo
lo que las generaciones humanas debían hacer hacia Dios;... Cuando la Divinidad encontró
en esta Virgen la compensación del amor de todos, se sintió raptar y en Ella hizo su
Concepción, y al concebirme Ella tomó el oficio de Corredentora y tomó parte y abrazó
junto Conmigo todas las penas, las satisfacciones, las reparaciones, el amor materno hacia
todos; así que en el corazón de mi Mamá había una fibra de amor materno hacia cada
criatura. (Volumen 17, Mayo 1, 1925).

Yo vine a la tierra para expiar, para redimir, para salvar al hombre, para hacer esto me
tocaban las penas de las criaturas, tomarlas sobre Mí como si fuesen mías; mi Mamá
Divina que debía ser corredentora no debía ser desemejante de Mí, es más, las cinco gotas
de sangre que me dio de su corazón purísimo para formar mi pequeña Humanidad,
salieron de su corazón crucificado; para Nosotros las penas eran oficios que venimos a
cumplir, por eso todas eran penas voluntarias, no imposición de la frágil naturaleza.
(Volumen 20, Enero 30, 1927).

765. María con todo amor voluntario se ofreció junto con Jesús a sufrir las penas que la Divina
Voluntad decretara para Ella para cumplir su Querer y colaborar en los planes de Redención y
del Reino de la Divina Voluntad, por amor a Dios y a las criaturas que somos también sus hijos.

766. Jesús hablando de las heridas que sufre su corazón pone en primer lugar a nuestra Madre
Reina y de cómo Ella en su corazón sintió las penas de muerte de Él, veamos:

Cuando veo a un alma toda mía sufrir por causa mía, torturada, humillada, dispuesta a
sufrir aun la muerte más dolorosa por Mí, Yo siento sus penas como si fueran mías,... En
esta primera herida entra en primer lugar mi querida Mamá, ¡oh! cómo su corazón
traspasado por causa de mis penas se vertía en el mío, y Yo sentía a lo vivo todas sus
heridas, y al verla agonizante y no morir por causa de mi muerte, Yo sentía en mi corazón

191
el desgarro, la crudeza de su martirio, y sentía las penas de mi muerte que sentía el
corazón de mi amada Mamá, y por ello mi corazón moría junto, así que todas mis penas
unidas con las penas de mi Mamá, sobrepasaban todo; por eso era justo que mi Celestial
Mamá tuviera el primer puesto en mi corazón, tanto en el dolor como en el amor, porque
cada pena sufrida por amor mío, abría mares de gracias y de amor que se volcaban en su
corazón traspasado (Volumen 12, Enero 27, 1919).

767. Aquí Jesús habla de cómo las penas de Él y las de María sobrepasan todo; Ellos al vivir
perfectamente en la Divina Voluntad sus actos y penas tienen un poder infinito. Así se cumple
en María las palabras del Evangelio:

…¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! (Lucas 2, 35).

768. La Divina Voluntad en Jesús y en María nos ha amado tanto que Ellos sufrían por nosotros:

Ella [María] era crucificada por mis penas, Yo era crucificado por las suyas, pero la causa de
todo, ¿quién era? El amor de las almas. Por amor de ellas mi querida Mamá toleraba todas
mis penas, y hasta mi muerte, y Yo por amor de las almas toleraba todas sus penas, hasta
privarla de Mí. ¡Oh! cuánto costó a mi amor y a su amor materno el privar de Mí a mi
inseparable Mamá, pero el amor por las almas triunfó sobre todo. (Volumen 12, Abril 15,
1920).

192
769. ¡Qué amor nos tiene Dios! nos da a Jesús y a María para sufrir por nosotros y darnos a
cambio nuestra felicidad.

La Resurrección
770. Pero la noche se hizo de día, y la oscuridad se convirtió en luz:

Yo soy la Resurrección y la Vida (Juan 11, 25).

771. Aquí llegamos a un punto culminante de la Historia de amor de la Divina Voluntad y su


Vida Divina con nosotros. El Catecismo dice:

La Resurrección de Jesús es la verdad culminante de nuestra fe en Cristo (Catecismo de la


Iglesia Católica, n. 638).

772. La vida se opone a la muerte, y la agonía es el paso de la vida a la muerte; como ya vimos,
causado por el pecado. Y ¿qué es el pecado? la oposición de una voluntad creada a la Voluntad
de su Creador, una rebeldía40; esto acaba con la vida y produce la muerte.

773. La resurrección es el proceso inverso, es el paso de la muerte a la vida. Ya habíamos visto


en la sección: “La resurrección de Lázaro” que la Resurrección de Jesucristo es de otro orden a
las resurrecciones milagrosas que hizo a algunas personas que narran los Santos Evangelios,
incluyendo la de Lázaro.

774. Jesucristo da su vida y la recupera cuándo y cómo Él decide hacerlo; y resucita de manera
gloriosa para ya nunca más morir. Él carga con todos los pecados de todos los tiempos y muere
por cada uno de nosotros; es decir, toma nuestras muertes en Él para vencer sobre ellas y
darnos la vida en su Resurrección.

775. Toma las muertes de nosotros que nos llevarían a la condenación, para al resucitar darnos
la vida eterna al abrirnos el Cielo y darnos la salvación. Por eso la Resurrección de Cristo es la
victoria de la Vida sobre la muerte, es la manifestación de que la Vida y el Amor tienen la última
palabra, es la realidad de que la Vida es más fuerte que la corrupción del pecado.

776. Es la confirmación de la derrota del mal, nos salva del destino oscuro del pecado que lleva
a la muerte eterna. Esta salvación requiere —por supuesto— nuestra colaboración, el
arrepentimiento de nuestros pecados y recibir a Jesús con su gracia en nuestro corazón para
hacerlo nuestro salvador:

Hija mía, quise que mi carne fuera esparcida en pedazos, mi sangre vertida por toda mi
Humanidad para reunir a toda la humanidad dispersa, en efecto, con haber hecho que
todo lo que de mi Humanidad fue arrancado: Carne, sangre, cabellos, quedara disperso, en
la Resurrección nada quedará disperso sino todo reunido de nuevo en mi Humanidad, con
esto Yo reincorporaba a todas las criaturas en Mí; así que después de esto, quien de Mí

40
“Como pecado de hechicería es la rebeldía” (1 Samuel 15, 23).

193
queda separado, es por su obstinada voluntad que de Mí se arranca para ir a perderse.
(Volumen 8, Septiembre 6, 1908).

777. También con su Resurrección Cristo manifiesta su divinidad y todo lo que dijo e hizo:

…si Cristo no resucitó, es vana nuestra predicación y vana también la fe de ustedes. (1


Corintios 15, 14).

778. Pero el Sacrificio y la Resurrección de Cristo va más allá de esto, significa también el
restaurarnos la Vida de su Divina Voluntad, reconquistar el Reino perdido del Querer Divino
para nosotros, veamos:

Hija mía, el hombre con sustraerse de mi Divina Voluntad, dio muerte a los bienes que mi
Querer Divino habría hecho surgir en él si no hubiese sido rechazado. …ahora, donde ha
estado la muerte del bien, se requiere el sacrificio de la vida para hacer resurgir el bien
destruido. …Yo mismo al venir a la tierra quise morir, pero con el sacrificio de mi muerte
llamaba al resurgimiento de tantas vidas y el bien que la criatura había hecho morir, y
quise resucitar para confirmar la vida del bien y la resurrección a la familia humana.
(Volumen 28, Febrero 22, 1930).

Así como fue necesaria mi muerte, fue necesaria a mi amor la Resurrección, porque el
hombre con hacer su voluntad perdió la Vida de mi Querer, y Yo quise resucitar para
formar no sólo la resurrección de los cuerpos, sino la resurrección de la Vida de mi
Voluntad en ellos, así que si Yo no hubiese resucitado, la criatura no podría resurgir de
nuevo en mi Fiat, le faltaría la virtud, el vínculo de la resurrección en la mía y por tanto mi
amor se sentiría incompleto, sentiría que podría hacer más y no lo hacía y habría quedado
con el duro martirio de un amor no completado; que después el hombre ingrato no se
sirva de todo lo que he hecho, el mal es todo suyo, pero mi amor posee y goza su pleno
triunfo. (Volumen 24, Abril 12, 1928).

779. Como se ve, Jesús nos dice que quiso resucitar para formar la resurrección de la Vida de su
Voluntad en nosotros; se requería esta Resurrección de Jesús para recuperarnos el Reino del
Fiat Supremo, lo dice claramente en la última cita: “si Yo no hubiese resucitado, la criatura no
podría resurgir de nuevo en mi Fiat” ¡Maravilla de maravillas, ya podemos resurgir en su Fiat,
en su Voluntad, gracias a su bendita Resurrección!

780. Jesús —obviamente— todo lo hizo en la Divina Voluntad: Encarnación, vida oculta, vida
pública, Pasión, Muerte y Resurrección, etcétera; con lo cual, antes, durante y después de su
Resurrección vive en la Divina Voluntad.

781. Lo que es interesante reflexionar es que resucita en su Divina Voluntad para seguir
viviendo en la Divina Voluntad; esto es lo que Dios quiere hacer con nosotros, que nosotros
resurjamos —gracias a la Resurrección de Jesús— a vivir con el don del Reino de la Divina
Voluntad ya desde aquí en la tierra, como Jesús resucitó y vivió cuarenta días en la tierra antes
de su Ascensión.

194
782. Jesús quiere resucitarnos al don de la Divina Voluntad vinculándonos a su Resurrección,
como dice en la última cita. En este sentido se puede entender mejor la siguiente cita de la
Escritura:

Cristo resucitó de entre los muertos, el primero de todos. (1 Corintios 15, 20).

783. Es el primero no en el sentido de la resurrección de Lázaro y otros, ya que ellos volvieron a


morir, sino el primero para vivir ya desde la tierra con el don del Reino de la Divina Voluntad. Y
si nos preguntamos por nuestra Madre Reina, Ella vivió en la tierra con el don de la Divina
Voluntad por los méritos de su Hijo, por tanto, el primero es Jesucristo.

784. Además, Jesús resucita de entre los muertos; viene del estado de muerte para vivir en la
Divina Voluntad en la tierra (comía y bebía resucitado). ¿Quiénes son los muertos? El tema de
la muerte es amplio y no nos extenderemos en esto. Basta reflexionar un poco sobre que existe
la muerte del alma, que es la condenación, sin tener nada de gracia, ni de Vida Divina; también
está la muerte física: separación de alma y cuerpo.

785. Pero también está la muerte de la Vida de la Divina Voluntad en el alma, la separación de
la Voluntad Divina de la voluntad humana, esta muerte ocasionada por el pecado, provocó las
demás (incluyendo la física, que es una consecuencia):

…tú debes saber que mi Voluntad es Vida, y cada vez que las criaturas no la hacen, la
rechazan, es una Vida Divina que rechazan y que destruyen en ellas, ¿y te parece poco el
dolor, el martirio continuado de mi Querer al sentirse arrancar como por un golpe de un
fierro asesino tantos actos de Vida que con tanta bondad quiere hacer surgir en las
criaturas? …rechazar mi Querer es rechazar los medios para vivir, destruir la fuente de la
vida, es el más grande mal que puede existir, y por eso quien hace tanto mal no merece
vivir, más bien merece morir a todos los bienes. (Volumen 20, Octubre 6, 1926).

786. Por eso la criatura lejos de la Voluntad Divina muere:

La muerte en la criatura es cuando quiero que haga un bien, y no haciéndolo, su voluntad


muere a aquel bien, así que si la criatura no está en continuo acto de hacer mi Voluntad,
por cuantas veces no la hace, tantas muertes sufre, muere a aquella luz que debería tener
haciendo ese bien, muere a aquella gracia, muere a aquellos carismas. (Volumen 12,
Diciembre 22, 1920).

787. Y Jesús en su Humanidad viviendo en el Querer Divino tuvo que sufrir estas muertes:

…mi Humanidad gemía y se sentía triturar por tantas muertes por cuantas veces habían
osado dar muerte en ellas a la luz y santidad de mi Querer Divino. (Volumen 24, Abril 22,
1928).

También Yo sufrí la pena de la muerte, para hacer resurgir en la pena de mi muerte a


todas las criaturas; la muerte sufrida en orden divino y para cumplir la Divina Voluntad

195
produce la Vida Divina, para hacer que esta Vida Divina la pudiesen recibir todas las
criaturas. Y además, después de que Yo sufrí tantas muertes, quise morir verdaderamente,
¿cuántos bienes no produjo mi Resurrección? (Volumen 25, Diciembre 13, 1928).

788. Entonces la Resurrección de Jesús nos llama a recuperar el don del Reino de la Divina
Voluntad, y por eso es símbolo de las almas que vivirán en su Voluntad, en su Divino Querer:

Finalmente la muerte, que maduró mi Resurrección, la que llamaba a todas a resurgir en


mi Fiat Divino, y ¡oh! cómo simboliza a lo vivo mi Resurrección el reino de mi Voluntad,...
Ella preparaba el triunfo, la gloria a mi Voluntad, llamando a todos en Ella e impetrando
que todos resurgieran en mi Querer, de muertos vivos, de feos bellos, de infelices felices.
Mi Humanidad resucitada asegura el reino a mi Voluntad sobre la tierra, fue mi único acto
lleno de triunfo y de victoria (Volumen 34, Mayo 31, 1936).

789. La Humanidad resucitada de Jesús nos asegura el reino de su Voluntad sobre la tierra, es
también por tanto la Pascua, el Paso de no tener este Reino a poderlo recuperar:

Por eso mi Resurrección es la confirmación del Fiat Voluntas Tua come in Cielo così in
terra. (Volumen 25, Marzo 31, 1929).

790. Es, como se ve, la confirmación del Padre Nuestro. Porque como vimos en la sección de
“La Transfiguración”, nuestra verdadera resurrección no es al final de los días sino cuando ya
vivimos en la Divina Voluntad:

¿Pero quieres saber en dónde consiste la verdadera resurrección de la criatura? No al final


de los días, sino mientras aún vive en la tierra; quien vive en mi Voluntad resurge a la luz y
puede decir: ‘Mi noche ha terminado’; resurge en el amor de su Creador,… resurge a la
santidad,… resurge a todo lo que es Cielo (Volumen 36, Abril 20, 1938).

791. Veamos cómo Jesús explica esta resurrección en nosotros con el don del Reino de la Divina
Voluntad:

Mi Voluntad es más que sol que eclipsa todo, fecunda todo, convierte todo en luz y forma
la completa resurrección del alma en Dios. (Volumen 19, Abril 4, 1926).

792. Su Voluntad más que sol, convierte todo en luz en la persona, y de esta manera forma la
completa resurrección del alma en Dios; es la completa resurrección del alma. Se vuelve a unir
la Voluntad Divina con la voluntad humana; esta unidad es la unidad esencial.

793. Quiere decir que mientras no vivamos con el don del Fiat Divino nuestra alma no resucita
de manera completa, la gracia de la Redención nos resucita del estado de pecado mortal y nos
da la salvación, pero no nos resucita de manera completa; para esto requerimos además vivir
en la Divina Voluntad, que precisamente así vivió Adán antes del pecado y así nos quiere
restaurar nuestro divino Creador.

196
794. Pero, ¿cómo recibe esta resurrección el alma con el don de la Divina Voluntad, del Querer
Divino? nuestro celestial Maestro nos explica:

Ahora, si mi Resurrección simboliza a los santos del vivir en mi Querer, es con razón,
porque cada acto, palabra, paso, etc., hecho en mi Querer es una resurrección divina que
el alma recibe, es la marca de gloria que recibe, es un salir de sí para entrar en la Divinidad
y esconderse en el refulgente sol de mi Querer, y ahí ama, obra, piensa; ¿qué maravilla
entonces si el alma queda toda resucitada y fundida en el mismo sol de mi gloria y
simboliza mi Humanidad resucitada? (Volumen 12, Abril 15, 1919).

795. ¡Qué grandioso! viviendo en la Divina Voluntad (las voluntades unidas, fundidas, reinando
la Voluntad de Dios) en cada acto de la criatura, en cada acción: palabra, paso, etcétera, se
realiza una resurrección divina que el alma recibe ya aquí en la tierra. Jesús explica, por tanto,
que su Voluntad es germen de resurrección tanto para el alma como para el cuerpo, para la
más alta santidad y gloria:

Ahora quiero encadenarte y envolverte en esta luz, para poner en ti tantos gérmenes de
resurrección por cuantos actos vas haciendo en mi Voluntad, Ella es la única que hace
resurgir el alma y el cuerpo a la gloria, Ella es germen de resurrección a la gracia, germen
de resurrección a la más alta y perfecta santidad, germen de resurrección a la gloria.
(Volumen 15, Abril 2, 1923).

796. Como ya vimos, la Divina Voluntad es Vida Divina, por lo tanto, al hacer los actos en la
Voluntad de Dios se recibe la Vida Divina que forma la gloria de la Resurrección, veamos:

Hija mía, cada acto hecho en mi Voluntad, tantas veces hace resurgir en la Vida Divina, y
por cuantos más actos hace en Ella, tanto más crece la Vida Divina y tanto más se
completa la gloria de la Resurrección. (Volumen 21, Marzo 26, 1927).

797. Y a través de todos estos actos en la Voluntad Suprema que nos llenan de Vida Divina, Dios
quiere formar en nosotros una Vida toda completa de Voluntad Divina:

Hija mía, cada acto hecho en mi Divina Voluntad forma una resurrección divina en el alma.
La vida está formada no de un solo acto, sino de muchos actos unidos juntos, así que por
cuantos más actos se hacen, tantas veces resurge en mi Querer, en modo de poder formar
una Vida completa toda de Divina Voluntad. (Volumen 28, Octubre 18, 1930).

798. Y nuestra Reina Madre que siempre vivió en la Divina Voluntad, que formó una Vida
completa toda de Divina Voluntad, por supuesto que acompañó a Jesús en su gloriosa
Resurrección, ya que Ella al vivir en la Divina Voluntad vivía unida plenamente a Jesús en todo,
nuestra Santa Madre así nos lo explica:

Yo era inseparable de mi Hijo, y ni siquiera la muerte me lo podía quitar,... Por tanto, en


vista de que los ojos de mi alma siguieron a mi Hijo, jamás lo perdí de vista, tampoco en
los tres días que estuvo sepultado; Yo sentía tal ansia de verlo resucitado que iba

197
repitiendo en mi ímpetu de amor: “Resucita gloria mía, resucita vida mía” Mis deseos eran
ardientes, mis suspiros de fuego, hasta hacerme sentir consumir. (La Reina del Cielo en el
Reino de la Divina Voluntad, día 29).

799. Así con María, roguemos a Dios para que nos resucite al don del Reino de la Divina
Voluntad. Para que esta humanidad sea lo que Dios quiere y se cumpla la finalidad para la que
fuimos creados. La celestial Señora sigue explicando:

Ahora, en estas ansias vi que mi querido Hijo, acompañado de aquella gran turba de gente
salió del limbo triunfante y se la llevó al sepulcro. Era el amanecer del tercer día, y así
como toda la naturaleza lo lloró, así ahora se alegraba tanto, que el sol anticipó su curso
para estar presente en el momento en que mi Hijo resucitaba. *…+ Ahora hija mía, ¡oh!
cómo te quisiera presente en el acto en que resucitó mi Hijo, Él era todo majestad, su
Divinidad unida a su alma manaba mares de luz y de belleza encantadora, de llenar Cielo y
tierra, y como triunfador, haciendo uso de su poder, ordenó a su muerta Humanidad que
recibiera de nuevo su alma y que resucitara triunfante y gloriosa a la vida inmortal. ¡Qué
acto tan solemne! Mi querido Jesús triunfaba sobre la muerte diciendo: “Muerte, tu no
serás más muerte, sino vida.” ... Hija mía, la Resurrección de mi Hijo encierra todo, dice
todo, confirma todo y es el acto más solemne que Él hizo por amor de las criaturas. (La
Reina del Cielo en el Reino de la Divina Voluntad, día 29).

800. De esta manera el triunfo de Cristo es completo, falta en nosotros nuestra decisión de que
se realice en nosotros este resurgimiento al don de la Divina Voluntad, a la nueva vida, a la
finalidad para la que hemos sido creados para experimentar la gran felicidad que solamente
puede experimentarse en este Reino maravilloso que nuestro Creador quiere que vivamos ya
aquí en la tierra:

Hija mía, en mi Resurrección venía constituido el derecho a todas las criaturas de resurgir
en Mí a nueva vida, era la confirmación, el sello de toda mi Vida, de mis obras, de mis
palabras, y confirmación de que si vine a la tierra fue para darme a todos y a cada uno
como Vida que les pertenecía. Mi Resurrección era el triunfo de todos y la nueva conquista
que todos hacían de Aquél que había muerto por todos, para darles vida y hacerlos
resurgir en mi misma Resurrección. (Volumen 35, Abril 20, 1938).

801. Su Resurrección es por tanto el triunfo completo de Jesús, Él nos invita a este triunfo
Pascual; es darle muerte al reinado tiránico y doloroso de la voluntad humana para dar paso al
Reinado victorioso y feliz de la Divina Voluntad en todo nuestro ser. Y por eso, a la criatura que
resurge en la Divina Voluntad, resucita en el Querer Divino, le sucede lo siguiente:

Por eso quien vive en mi Querer, puede decir como dijo el ángel a las piadosas mujeres
cuando fueron al sepulcro: ‘Ha resucitado, no está más aquí’, y dice: ‘Mi voluntad no está
más conmigo, ha resucitado en el Fiat’. Y si las circunstancias de la vida, las ocasiones, las
penas, circundan a la criatura como buscando su voluntad, ella puede responder: ‘Mi
voluntad ha resucitado, no la tengo más en mi poder, en sustitución tengo a la Divina

198
Voluntad y con su luz quiero investir todo lo que me circunda: Circunstancias, penas, para
formar en ellas tantas conquistas divinas’. Quien vive en nuestro Querer encuentra la vida
en los actos de su Jesús, y corre siempre en ella nuestra Voluntad obrante, conquistante y
triunfante, y nos da tal gloria que el Cielo no la puede contener. (Volumen 35, Abril 20,
1938).

802. La Iglesia —el Cuerpo Místico de Cristo— sigue a su Maestro que hizo milagros, evangelizó,
entro triunfante a Jerusalén, pero fue apresado, padeció y murió crucificado; pero ¡resucitó
más glorioso! Igualmente la Iglesia pasa por estas etapas, la Iglesia ha padecido, ha sido
perseguida, actualmente está pasando por momentos difíciles que podrían significar una
Pasión y Muerte, pero con las manifestaciones hechas de Jesús en los escritos de Luisa
Piccarreta se prepara la Resurrección de la Iglesia, ya que vivir en con el don de la Divina
Voluntad es la verdadera resurrección para la criatura, y los miembros de la Iglesia son las
criaturas.

803. Con los escritos de Luisa la Iglesia resurgirá, resucitará más pura y más santa, con la
santidad de su Creador, la santidad de la Divina Voluntad, dando luz a toda la tierra para
transformarla:

…en mi Omnividencia veo que estos escritos serán para mi Iglesia como un nuevo sol que
surgirá en medio de Ella, y los hombres atraídos por su luz deslumbrante se aplicarán para
transformarse en esta luz y salir espiritualizados y divinizados, por lo cual renovándose la
Iglesia, transformarán la faz de la tierra. (Volumen 16, Febrero 10, 1924).

804. Esto es semejante a lo que dice la Sagrada Escritura:

El sol ya no será tu luz durante el día, ni la claridad de la luna te alumbrará de noche: el


Señor será para ti una luz eterna y tu Dios será tu esplendor. (Isaías 60, 19).

805. Por eso ahora vemos como velado muchas cosas, pero cuando resurjamos a la Divina
Voluntad, veremos como son las cosas y gozaremos plenamente el amor de nuestro Creador:

Por eso hasta en tanto que no reine mi Voluntad en las criaturas, todo está velado, los
mismos sacramentos, que más que nueva creación, con tanto amor dejé en mi Iglesia,
están velados para ellas, cuántas sorpresas, cuántos bellos secretos y cosas maravillosas
impide comprender, ver, gustar, una pupila velada, mucho más que este velo es el
humano querer el que lo forma e impide ver las cosas cual son en sí mismas. Entonces, mi
Voluntad reinante en las criaturas como vida quitará este velo y todas las cosas serán
develadas, y entonces verán las caricias que les hacemos por medio de las cosas creadas,
los besos, los abrazos amorosos, en cada cosa creada sentirán nuestro latido ardiente que
los ama, verán en los sacramentos correr nuestra Vida para darse continuamente a ellos, y
sentirán la necesidad de darse a Nosotros. Este será el gran prodigio que hará mi Divina
Voluntad, romper todos los velos, abundar de gracias inauditas, tomar posesión de las

199
almas como vida propia, de modo que ninguno le podrá resistir, y así tendrá su reino sobre
la tierra”. (Volumen 33, Noviembre 24, 1935).

806. Terminemos esta sección de la Resurrección con esta cita de Jesús que sintetiza su
Misterio Pascual en relación con el Reino de la Divina Voluntad y con un hermoso himno de la
Sagrada Escritura para alabar las maravillas que Dios hace por nosotros:

…mis mismas penas, mi muerte y mi Resurrección, confirmación de la Redención, es


preparativo del reino de mi Querer Divino (Volumen 26, Julio 27, 1929).

«¡Bendito tú, oh Señor, Dios de nuestro padre Israel, desde siempre hasta siempre!
Tuya, oh Señor, es la grandeza, la fuerza, la magnificencia, el esplendor y la majestad;
pues tuyo es cuanto hay en el cielo y en la tierra.
Tuyo, oh Señor, es el reino; tú te levantas por encima de todo.
De ti proceden las riquezas y la gloria.
Tú lo gobiernas todo; en tu mano están el poder y la fortaleza, y es tu mano la que todo lo
engrandece y a todo da consistencia.
Pues bien, oh Dios nuestro, te celebramos y alabamos tu Nombre magnífico.
(1 Crónicas 29, 10-13).

Los cuarenta días


807. La Divina Voluntad en Jesucristo estuvo cuarenta días en la tierra después de la
Resurrección:

Después de su Pasión, Jesús se manifestó a ellos [a los Apóstoles] dándoles numerosas


pruebas de que vivía, y durante cuarenta días se les apareció y les habló del Reino de Dios.
(Hechos 1, 3).

808. Ya hemos visto que el número cuarenta es especial y que tiene que ver con los cuarenta
siglos de Adán a Jesús y María que no existió la Divina Voluntad viviendo en personas aquí en la
tierra. También Jesús dice que lo hizo para confirmar su Resurrección:

…cuarenta días quise permanecer resucitado para confirmar mi Resurrección (Volumen 25,
Octubre 10, 1928).

809. Se apareció también a otras personas:

Cristo murió por nuestros pecados, conforme a la Escritura. Fue sepultado y resucitó al
tercer día, de acuerdo con la Escritura. Se apareció a Pedro y después a los Doce. Luego se
apareció a más de quinientos hermanos al mismo tiempo, la mayor parte de los cuales vive
aún, y algunos han muerto. Además, se apareció a Santiago y de nuevo a todos los
Apóstoles. Por último, se me apareció también a mí (1 Corintios 15, 3-8).

200
810. Dice la Palabra que se apareció a más de quinientas personas. Es decir, Jesús estuvo
conviviendo resucitado con personas de carne y hueso, Él también convivía con sus carnes y sus
huesos (solamente que resucitados). Jesús hablaba, comía y se le podía tocar:

Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo. Tóquenme y vean. Un espíritu no tiene carne
ni huesos, como ven que yo tengo». Y diciendo esto, les mostró sus manos y sus pies. …
Jesús les preguntó: «¿Tienen aquí algo para comer?». Ellos le presentaron un trozo de
pescado asado; Él lo tomó y lo comió delante de todos. (Lucas 24, 39-43).

811. Durante este tiempo Jesús con su cuerpo resucitado hablaba, daba instrucciones, comía
con los Apóstoles y otras personas. Jesús no era un espíritu puro —como Él mismo aclara— o
un fantasma, es un ser humano real y completo que vive en la Divina Voluntad, que la tiene
además por naturaleza pues es también Dios.

812. En Libro de Cielo Jesús explica cómo era su cuerpo resucitado, habla que era cómo Él
hubiera venido en gloria si el hombre no hubiera pecado (ya hemos visto que de todos modos
el Verbo se iba a encarnar):

Escucha mi pequeña recién nacida de mi Divina Voluntad, si el hombre no hubiese pecado,


no se hubiese sustraído de mi Divina Voluntad, Yo habría venido a la tierra, pero ¿sabes
cómo? Lleno de Majestad, como cuando resucité de la muerte, que si bien tenía mi
Humanidad similar al hombre, unida al Verbo Eterno, pero con qué diversidad mi
Humanidad resucitada era glorificada, vestida de luz, no sujeta ni a sufrir, ni a morir, era el
divino triunfador. En cambio mi Humanidad antes de morir estaba sujeta, si bien
voluntariamente, a todas las penas, es más, fui el hombre de los dolores. Y como el
hombre tenía aún los ojos ofuscados por el querer humano, y por eso aún enfermo, pocos
fueron los que me vieron resucitado, lo que sirvió para confirmar mi Resurrección.
(Volumen 25, Marzo 31, 1929).

813. Jesús habla que su Humanidad estaba vestida de luz, esto nos recuerda su Transfiguración
y la vestidura de Adán inocente.

814. En la cita también Jesús habla que su Humanidad antes de morir estaba sujeta —
voluntariamente, claro— a todas las penas. En ese mismo capítulo de Libro de Cielo, Jesús dice:
“…y para no infundirle espanto [a la criatura] debía mostrarme como uno de ellos, para
hermanarlos y darles las medicinas y remedios que se necesitaban”41; ¡qué delicadeza de Jesús!,
no quiere espantarnos y por eso se hizo como el hombre pecador para verlo como somos
nosotros.

815. Por eso muchas manifestaciones de la Divina Voluntad —que vivía plenamente en Jesús—
se ocultaban por delicadeza a nosotros, salvo en algunas excepciones y no con todas las
personas, como por ejemplo en la Transfiguración.

41
Volumen 25, Marzo 31, 1929.

201
816. También Jesús explica en la cita que el hombre ofuscado por el querer humano y por lo
mismo enfermo, fue lo que ocasionó que fueran pocos los que lo vieron resucitado; pero dice
que esto sirvió —como ya vimos— para confirmar su Resurrección.

817. El que sean más de quinientas personas que lo vieron resucitado no son tantas
considerando que por ejemplo en una de las multiplicaciones de los panes se dio de comer a
cinco mil personas sin contar mujeres y niños42 (considerando a las mujeres y niños quizá
hablamos de alrededor de 15,000 personas, y eso en una de las regiones en las que anduvo
Jesús predicando).

818. En otra parte de los volúmenes da más detalles sobre el porqué fueron pocos quienes lo
vieron resucitado:

…hija mía, la verdadera felicidad la lleva mi Voluntad, sólo Ella encierra todos los bienes en
el alma, y haciéndose corona en torno al alma, la constituye reina de la verdadera
felicidad; solamente ellas [las almas viviendo en la Divina Voluntad] serán reinas de mi
trono, porque son parto de mi Querer. Tan es verdad esto, que aquella gente no fue feliz,
muchos me vieron, pero no me conocieron, porque mi Querer no residía en ellos como
centro de vida, por tanto, a pesar de que me vieron permanecieron infelices, y sólo
aquellos que tuvieron el bien de recibir en sus corazones el germen de mi Querer, se
dispusieron a recibir el bien de verme resucitado. (Volumen 12, Abril 15, 1919).

819. Para ver a Jesús resucitado tenemos que recibir en nuestros corazones el germen del
Querer Divino. Estas personas que lo vieron resucitado sabemos que no conocían lo que está
manifestado en los escritos de Luisa Piccarreta que se elaboraron dos mil años después, pero
seguramente se esforzaban por hacer la Voluntad de Dios, tratando de vivir lo que dijo Jesús:

No todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga
la Voluntad de mi Padre celestial. (Mateo 7, 21).

820. También dice Jesús que estuvo cuarenta días después de resucitar para confirmar el Reino
de la Divina Voluntad, el Reino del Fiat Divino:

Cuarenta días quise estar sobre la tierra después de mi Resurrección para confirmar el
reino del Fiat Divino y sus cuarenta siglos de reino que debía poseer. (Volumen 22,
Septiembre 8, 1927).

821. Aquí Jesús vincula los cuarenta siglos de ausencia de Voluntad Divina en el corazón de los
seres humanos como vida propia, con otros cuarenta siglos de Voluntad Divina en el corazón de
los seres humanos como vida propia. Con la vida de Luisa Piccarreta en este mundo, con las
verdades que Dios ha manifestado a través de ella, podemos pensar que este periodo de
cuarenta siglos de Divina Voluntad en la humanidad ya empezó, de hecho Jesús le dice a ella:

42
Ver Lucas 14, 21.

202
Y antes de decidirme a hablarte, ya me había decidido a quedarme en ti para custodiar lo
que ponía en ti, tú entras en el orden secundario, el primer custodio soy Yo. Ahora, siendo
estas mis visitas portadoras de cosas celestiales, te las llevarás contigo a la patria celestial
como triunfo de mi Voluntad, y como garantía de que su reino no sólo vendrá sobre la
tierra, sino que ha establecido el principio de su reinar. (Volumen 30, Enero 24, 1932).

822. Jesús lo dice claramente: que el Reino de la Divina Voluntad ha establecido el principio de
su reinar. Por lo tanto ya inició.

823. Ahora, si las personas que trataron de vivir el Evangelio de Jesús y por lo tanto hacer su
Voluntad, vieron a Jesús resucitado ¿qué pasará si además de hacer la Voluntad de Dios,
vivimos en Ella, a través del don del Reino de la Divina Voluntad? Por supuesto que lo veremos
¡y más!, nos asemejaremos a Cristo resucitado, pues ya vimos que vivir en la Divina Voluntad es
nuestra verdadera resurrección:

¿Pero quieres saber en dónde consiste la verdadera resurrección de la criatura? No al final


de los días, sino mientras aún vive en la tierra; quien vive en mi Voluntad (Volumen 36,
Abril 20, 1938).

824. Por eso Jesús dice:

…mi Resurrección es símbolo de las almas que formarán la santidad en mi Querer


(Volumen 12, Abril 15, 1919).

825. Obviamente Jesús se puede manifestar a quien sea, pero no quiere decir que cualquier
persona disfrute y goce la presencia de Jesús; unas citas más arriba Él le explicaba a Luisa que
no todos los que lo vieron se gozaron en Él o quisieron conocerlo: “aquella gente no fue feliz,
muchos me vieron, pero no me conocieron, porque mi Querer no residía en ellos como centro de
vida”43.

826. Así pasó por ejemplo con los fariseos y también con personas indiferentes o incluso que
estaban apegados a los bienes materiales como el joven rico que no lo quiso seguir44. Por eso Él
es “signo de contradicción” (Lucas 2, 34).

827. ¿Quiénes gozan realmente a Jesús y se dan cuenta que esta es la verdadera felicidad para
la que han sido creados? Los que viven en la Divina Voluntad. Ellos gozan a Dios desde el centro
de su ser, y en todo lo que Dios les da a través de cada acto que hacen en esta adorable
Voluntad, a través de cada cosa creada y de los actos mismos de Dios, ya que al poseer la
Divina Voluntad, se poseen los actos de Ella.

828. Ahora, ¿quién es este modelo de gozarse en la presencia de Jesús, de verlo, de abrazarlo y
ser abrazada, de besarlo y ser besada, de platicar, de comer con Él y verlo directamente porque

43
Volumen 12, Abril 15, 1919.
44
Ver Lucas 10, 22.

203
se vive en la Divina Voluntad, a pesar incluso de que se nació con el pecado original? Luisa
Piccarreta:

Jesús al venir me ha dicho: “Hija mía, te traigo el beso de todo el Cielo”. Y mientras esto
decía me ha besado… (Volumen 18, Octubre 21, 1925).

…lo he visto [a Cristo] que estaba estrechado a mi cuello, rodeándome con sus brazos, y
con su rostro que tocaba el mío, y con una luz que quería infundir en mi mente; yo, como
atraída lo he besado (Volumen 16, Agosto 13, 1923).

…mi amable Jesús ha salido de dentro de mi interior, y tomando mis manos entre las suyas
las ha besado con un amor indecible, después se las ha estrechado a su pecho, fuerte,
fuerte, y todo ternura me ha dicho… (Volumen 18, Febrero 11, 1926).

Entonces yo me he abrazado a Él, y apoyaba mi cabeza sobre su corazón para reposarme…


(Volumen 16, Agosto 1, 1923).

Jesús me ha dicho: “Hija mía, tengo hambre, dame alguna cosa”. Y yo: “No tengo nada que
darte”. Pero en ese mismo instante he visto un pan y se lo he dado, y parecía que Él con
todo gusto se lo comía. (Volumen 2, Septiembre 30, 1899).

829. Entonces podemos pensar que al vivir con el don del Reino de la Divina Voluntad, la
relación con Jesús, el verlo, el tocarlo, el abrazarlo, etcétera, será como Luisa y Él. Y esto es lo
que Dios quiere con la humanidad, quiere que vivamos con el don de la Divina Voluntad para
que Jesús conviva de esta manera con la humanidad y con cada uno de nosotros; y esto es la
“Parusía” de Jesús, que etimológicamente parusía significa: llegada, presencia.

830. Pero para esto requerimos prepararnos y entrar a vivir en la Divina Voluntad, poniendo
por obra, practicando en vida los conocimientos que Jesús ha dejado a través de Luisa. De
alguna manera podemos decir que Jesús está aquí ya, pues lo dijo:

Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo. (Mateo 28, 20).

831. Y sabemos desde el catecismo elemental que Dios está en todas partes. Porque como dijo
el Papa Benedicto XVI refiriéndose a la Ascensión de Jesús:

El Jesús que se despide no va a alguna parte en un astro lejano. Él entra en la comunión de


vida y poder con el Dios viviente, en la situación de superioridad de Dios sobre todo
espacio. Por eso «no se ha marchado», sino que, en virtud del mismo poder de Dios, ahora
está siempre presente junto a nosotros y por nosotros. (Papa Benedicto XVI, Jesús de
Nazaret, II, Perspectiva).

832. Entonces, ¿por qué no vemos a Jesús y lo abrazamos y lo besamos y comemos con Él, de la
manera en que lo hacía Luisa? Porque la voluntad humana nos ha hecho ciegos y enfermos, y a
pesar de que sus manos divinas nos conservan y nos mantienen en la existencia en cada
instante de nuestra vida, no vemos, no oímos, no sentimos. Jesús lo dice:

204
La voluntad humana me hacía venir a encontrar al hombre infeliz, ciego, sordo y mudo,
lleno de todas las miserias, y Yo para sanarlo lo debía tomar sobre de Mí… Y como el
hombre tenía aún los ojos ofuscados por el querer humano, y por eso aún enfermo, pocos
fueron los que me vieron resucitado (Volumen 25, Marzo 31, 1929).

833. Al hacer su Voluntad nos vamos acercando, y al vivir en Ella, podemos interactuar con
Jesús, como lo hizo Luisa con Él. Al entrar la Divina Voluntad en nosotros como Luz, como Vida,
nos va quitando lo ciego, lo sordo, lo enfermo, que nos impide el que Jesús se manifieste, se
haga presente (Parusía) en nosotros de esta manera que nos ha dejado como modelo a Luisa. Y
Jesús nos dirá:

…si el alma se decide a hacer siempre, siempre mi Divina Voluntad y vivir en Ella, cambiará
su suerte y mi Divina Voluntad se lanzará sobre la criatura, la hará su presa y dándole el
beso de la Creación cambiará aspecto y modo, y estrechándola a su seno le dirá:
‘Pongamos todo a un lado, para ti y para Mí han regresado los primeros tiempos de la
Creación, todo será felicidad entre tú y Yo, vivirás en nuestra casa, como hija nuestra, en la
abundancia de los bienes de tu Creador.’ (Volumen 25, Marzo 31, 1929).

834. Entonces estos cuarenta días entre la Resurrección de Cristo y su solemne Ascensión,
apareciéndose a unas quinientas personas, es la manera semejante —pero mejor todavía,
porque se vivirá en la Divina Voluntad, al modo de Luisa— en cómo será el Reino de la Divina
Voluntad en la tierra, cuando reine en medio de sus criaturas, el Reino de Cristo en la tierra.

835. A veces esperamos45 que este Reino nos venga como de fuera, pero no es así, este Reino
se tiene que formar primero en los corazones de las criaturas para luego manifestarse
exteriormente en todo lo creado, en todo el Universo. Veamos:

…en mi Humanidad está el germen, la Vida de mi Fiat, y este germen posee la virtud de
formar la gran generación de tantas otras semillas en los corazones, para regenerar en
ellos el restablecimiento de la Vida de mi Voluntad en las criaturas. (Volumen 33, Mayo 6,
1934).

Que nuestro Fiat abrace a todos, haga a un lado todos los males de las criaturas, y con su
soplo omnipotente se haga lugar en los corazones de todos para hacerse vida de cada
criatura (Volumen 33, Marzo 11, 1934).

[Luisa]: ¡Oh, Voluntad Divina, cómo eres amable, potente y admirable! ¡Ah, desciende en
los corazones de todos y pon en ellos este germen divino, a fin de que su germen fecundo
te forme tu reino y te haga reinar como en el Cielo así en la tierra! (Volumen 24,
Septiembre 2, 1928).

836. Es claro que este Reino se establece en los corazones y que de aquí se manifiesta hacia
afuera.

45
Parecido a los discípulos en Emaús: “Nosotros esperábamos…” (Lucas 24, 21).

205
837. Aquí se ve la importancia que tiene vivir en su Divino Querer para convertirnos en
auténticas hostias vivientes, sagrarios vivos; llevando la presencia real de Jesús en nosotros,
como el caso de Luisa Piccarreta, cuántas veces no dice Luisa: “Jesús saliendo de mi
interior…”46. Ella era un sagrario viviente, la primera de los que nacen con el pecado original.

838. Ahora pasemos a la solemne Ascensión de Jesús en su Divina Voluntad.

La Ascensión
Después Jesús los llevó hasta las proximidades de Betania y, elevando sus manos, los
bendijo. Mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo. Los discípulos, que
se habían postrado delante de Él, volvieron a Jerusalén con gran alegría, y permanecían
continuamente en el Templo alabando a Dios. (Lucas 24, 50-51)

839. Todo lo hace Dios por amor a nosotros, vemos que Jesús, mientras asciende al Cielo, nos
bendice, todo lo hace la Divina Voluntad para nuestro bien:

Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman (Romanos 8, 28).

840. ¿Qué significa ascender? Etimológicamente (del latín ascendere) significa: subir a un sitio
más alto.

841. Jesús que es el Camino47 nos señala que hemos sido creados para ascender, para crecer en
amor, en actos buenos, en santidad. Las cosas creadas, en cambio, son ya lo que Dios ha
establecido en ellas, no tienen capacidad de hacer actos conscientes y crecer en santidad; a las
personas sí las dotó con esta posibilidad.

842. Y es posibilidad porque la persona puede decidir hacer el bien o hacer el mal; y si hace el
mal no crece, sino decrece. Respecto a esta diferencia entre las cosas creadas y el hombre,
Jesús explica:

En las cosas creadas nuestra Divinidad está en acto creante y conservante, ni agrega ni
quita nada de lo que ha hecho, porque cada una de las cosas creadas posee la plenitud del
bien que encierra, el sol posee la plenitud de la luz, el cielo la totalidad de la extensión de
su manto azul, el mar la plenitud de las aguas, y así de todo lo demás (Volumen 32, Abril 2,
1933).

He aquí por esto la gran diferencia que nuestro Ser Supremo tuvo al crear el cielo, el sol, la
tierra y lo demás, con el crear al hombre; en las cosas creadas puso un basta, de modo que
no pueden ni crecer ni decrecer (Volumen 30, Diciembre 14, 1931).

843. Las cosas creadas poseen la plenitud del bien que Dios encerró en ellas y de ahí ya no se
mueven, ya no crecen ni decrecen, Dios les puso un basta. Por eso —por ejemplo— el perro no
46
Ver por ejemplo: volumen 12, Enero 7, 1921; volumen 16, Enero 14, 1924; volumen 25, Marzo 22, 1929;
entre otros.
47
Ver Juan 14, 6.

206
puede aprender inglés, ni la piedra aprender a caminar, ni pueden realizar actos conscientes de
amor a su Creador. Y la Divinidad está en acto creante y conservante, ni agrega ni quita nada de
lo que ha hecho en las cosas creadas; en cambio, respecto al hombre Jesús dice:

En cambio en la criatura humana, nuestro acto divino es creante, conservante, obrante y


creciente, nuestro amor no dijo basta para ella, no, sino que quiere siempre dar y obrar
cosas nuevas, y si nos corresponde, nuestra virtud obrante está siempre en movimiento,
ahora le damos nuevo amor, ahora nueva luz, ahora nueva ciencia, nueva santidad, nueva
belleza, nuestra virtud obrante no cesa jamás, queremos dar siempre, y con el dar
obramos. (Volumen 32, Abril 2, 1933).

844. Jesús habla que a la criatura humana, además del acto creante y conservante, le dio el
acto obrante y creciente. Por eso, al recibir la persona humana más amor, más santidad,
etcétera de Dios, puede crecer en todo esto a través de sus diferentes actos:

…en cambio al crear al hombre, debiendo tener nuestra sede en él, y por tanto nuestra
Voluntad dominante y obrante, no puso un basta, no, sino le di virtud de hacer
multiplicidad de obras, de pasos, de palabras, pero una diferente de la otra. (Volumen 32,
Abril 2, 1933).

845. Aquí se ve que al hombre le dio la capacidad de crecer, de ascender, a través de hacer sus
acciones, si no fuera así la Voluntad Divina quedaría obstaculizada:

Nuestra Voluntad en el hombre quedaría obstaculizada si no le diera virtud de hacer obras


siempre nuevas, no sujeto a hacer una sola obra, de decir la misma palabra, de caminar
sobre un mismo camino, él fue creado por Nosotros como rey de la creación, porque
debiendo habitar en él su Creador, el Rey de reyes, era justo que aquél que formaba la
habitación a nuestro Ente Supremo, debía ser el pequeño rey que debía dominar las
mismas cosas creadas por Nosotros, y él mismo por amor nuestro debía tener el poder de
hacer no una sola obra, sino muchas obras nuevas, ciencias para poder iniciar cosas
nuevas, también para dar honor a Aquél que lo habitaba dentro, y que entreteniéndose
con él en familiar conversación, le enseñaba tantas cosas bellas qué hacer y qué decir.
(Volumen 32, Abril 2, 1933).

846. ¡Qué amor de Dios con nosotros! nos quiere en un crecimiento constante para ser reyes
con Él, entretenernos con Dios de tú a tú. ¡Qué gran diferencia con una piedra o un gato!
Entonces, con el don del Reino de la Divina Voluntad en cada acto ascendemos ¿para dónde?
para el Cielo, para nuestra felicidad, para nuestra plenitud, creciendo en Vida Divina:

La infelicidad, las amarguras, las debilidades, las pasiones, no entran en mi Voluntad, están
fuera de Ella; su aire balsámico endulza y fortifica todo, y por cuanto más el alma vive en
Ella y repite sus actos en mi Querer Divino, tantos más grados de felicidad, de santidad, de
fuerza y belleza divina adquiere (Volumen 28, Mayo 2, 1930).

207
Por esto todos los actos de la criatura hechos en virtud, y en nuestra Voluntad Divina,
servirían para alimentar y hacer crecer nuestra Vida Divina en ella (Volumen 29, Agosto 3,
1931).

Mucho más que cada acto hecho en mi Voluntad es una unión de más que viene formada
entre la Voluntad Divina y humana, es un paso de más que hace en el mar del Fiat
(Volumen 29, Septiembre 12, 1931).

847. Este significado tiene la Ascensión de Jesús para nosotros, Él vivió en la Divina Voluntad y
por eso va al Cielo, igualmente quiere que nosotros vivamos y realicemos nuestros actos en la
Divina Voluntad —a semejanza de Él— para llenarnos cada vez más de Vida Divina y en cada
uno de estos actos avancemos, ascendamos hacia el Cielo:

Mi buena hija, tú debes saber que cada acto hecho en mi Querer, es tanta su potencia, que
abre un camino para el Cielo, para sí mismo y para los demás que vienen detrás, así que
cada acto es un camino que conduce al Cielo. (Volumen 36, Julio 11, 1938).

848. Todo esto es causa de alegría y alabanza a Dios, por eso en el Evangelio de Lucas que se
cita al inicio de esta sección se dice: “Los discípulos, que se habían postrado delante de Él,
volvieron a Jerusalén con gran alegría, y permanecían continuamente en el Templo alabando a
Dios.” (Lucas 24, 52-53).

849. Los Hechos de los Apóstoles también habla de la Ascensión de Jesús, veamos:

Los que estaban reunidos le preguntaron: «Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el
reino de Israel?». Él les respondió: «No les corresponde a ustedes conocer el tiempo y el
momento que el Padre ha establecido con su propia autoridad. Pero recibirán la fuerza del
Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda
Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra». Dicho esto, los Apóstoles lo vieron
elevarse, y una nube lo ocultó de la vista de ellos. Como permanecían con la mirada puesta
en el cielo mientras Jesús subía, se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco, que
les dijeron: «Hombres de Galilea, ¿por qué siguen mirando al cielo? Este Jesús que les ha
sido quitado y fue elevado al cielo, vendrá de la misma manera que lo han visto partir».
(Hechos 1, 6-11).

850. Es interesante cómo en este texto se vincula el momento de la Ascensión de Jesús con la
restauración del reino de Israel. Sabemos que el asunto del “Reino” en los discípulos y
apóstoles de Jesús, en un principio, no estaba muy claro, se confundía con un reino político y
terreno (ver por ejemplo los discípulos de Emaús en Lucas 24, 21).

851. Pero Jesús no niega que Él es Rey y que existe un Reino, sencillamente les dice a los
discípulos que no les corresponde a ellos conocer el tiempo y el momento que el Padre ha
establecido para ello, e inmediatamente les dice que recibirán la fuerza del Espíritu Santo para
ser sus testigos; se requiere en este momento extender el Reino de la Redención en la
humanidad como medicina y preparación del Reino de la Divina Voluntad:

208
…la Redención es el camino preparatorio para el reino de mi Voluntad (Volumen 24, Abril
30, 1928).

852. Pero también el aspecto del Espíritu Santo se relaciona con el Reino de la Divina Voluntad,
ya que es este Espíritu el que nos llevará a la verdad completa, a toda la verdad:

Cuando venga el Espíritu de la Verdad, Él los introducirá en toda la verdad,… El me


glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes. (Juan 16, 13-14).

853. No cabe duda que las verdades que Jesús transmite a Luisa Piccarreta a través de la acción
del Espíritu Santo en su Iglesia nos manifiestan la plenitud de la verdad de la razón de nuestra
creación, existencia y la manera en que Dios quiere que vivamos con Él, ya desde la tierra.
Veamos qué dice Jesús respecto a su Ascensión en Libro de Cielo:

Hija mía bendita, no hay suceso de mi Vida que no simbolice el reino de mi Divina
Voluntad, en este día de mi Ascensión Yo me sentía victorioso y triunfante, mis penas
habían terminado, más bien dejaba mis penas ya sufridas en medio a mis hijos que dejaba
sobre la tierra, como ayuda, fuerza y sostén, y como refugio dónde esconderse en sus
penas, para tomar de las mías el heroísmo en sus sacrificios, puedo decir que dejaba mis
penas, mis ejemplos y mi misma Vida como simiente, que madurándose y creciendo debía
hacer surgir el reino de mi Divina Voluntad. Así que partía y quedaba, quedaba en virtud
de mis penas, quedaba en sus corazones para ser amado,… quedé en el Santísimo
Sacramento para darme continuamente a ellos, y ellos a darse a Mí para hacerles
encontrar el reposo, el descanso y el remedio a todas sus necesidades. (Volumen 34, Mayo
20, 1936).

854. Se ve claro que Jesús parte, pero se queda; nos da los auxilios necesarios para preparar el
Reino de la Divina Voluntad. Jesús también habla que en el día de su Ascensión tenía doble
corona:

Además de esto, en este día de mi Ascensión Yo tenía doble corona, la corona de mis hijos
que llevaba Conmigo a la Patria Celestial, y la corona de mis hijos que dejaba en la tierra,
símbolo ellos de aquellos pocos que serán el principio del reino de mi Divina Voluntad
(Volumen 34, Mayo 20, 1936).

855. El texto de los Hechos de los Apóstoles habla que los apóstoles se quedaron con la mirada
puesta en el cielo mientras Jesús subía, Jesús explica el porqué de este hecho:

Una nube de luz me invistió, la cual quitó de la vista de los discípulos mi presencia, los
cuales estaban estáticos viendo mi persona, que era tanto el encanto de mi belleza que
tenía raptadas sus pupilas, no sabían bajar su mirada para ver la tierra, tanto que se
requirió de un ángel para sacudirlos y hacerlos regresar al cenáculo. También esto es
símbolo del reino de mi Querer, será tal y tanta la luz que investirá a sus primeros hijos,
que llevarán lo bello, el encanto, la paz de mi Fiat Divino, de modo que fácilmente se
dispondrán a querer conocer y amar un bien tan grande. (Volumen 34, Mayo 20, 1936).

209
856. Aquí se ve la belleza que tiene la Voluntad Divina, de modo que embellece a las personas
que viven en Ella, y Dios quiere que realmente la imagen y la semejanza con Él sea una realidad
a través de la Divina Voluntad. ¡Ascendamos con Jesús a una felicidad cada vez más grande!

857. Mientras Jesús parte para el Cielo, ¿qué hacía nuestra Reina Madre?, veamos qué nos dice
Jesús al respecto:

Ahora, en medio a los discípulos estaba mi Mamá que asistía a mi partida para el Cielo,
este es el más bello símbolo. Así que Ella es la Reina de mi Iglesia, la asiste, la protege, la
defiende, así se pondrá en medio a los hijos de mi Voluntad, será siempre Ella el motor, la
vida, la guía, el modelo perfecto, la Maestra del reino del Fiat Divino que tanto aprecia,
son sus ansias, sus deseos ardientes, sus delirios de amor materno, que quiere a sus hijos
en la tierra en el reino donde Ella vivió, no está contenta con tener a sus hijos en el Cielo
en el reino de la Divina Voluntad, sino que los quiere también sobre la tierra, siente que la
tarea dada a Ella por Dios como Madre y Reina no la ha completado, su misión no ha
terminado hasta en tanto que no reine la Divina Voluntad sobre la tierra en medio a las
criaturas. Quiere a sus hijos que la semejen y que posean la herencia de su Mamá, por eso
la gran Señora es toda ojos para mirar, todo corazón para amar, para ayudar a quien ve en
algún modo dispuesto a querer vivir de Voluntad Divina. (Volumen 34, Mayo 20, 1936).

858. ¡Qué maravilla que tengamos a nuestra Madre para ayudarnos a vivir en la Divina
Voluntad! Como nos dice Jesús: su misión no ha terminado hasta en tanto que no reine la
Divina Voluntad sobre la tierra en medio a las criaturas.

859. Por eso Ella es nuestra Maestra y guía para ayudarnos a entrar y vivir en este Reino de
perfección y de gozos celestiales. Para terminar esta sección y este capítulo de la Vida Pública
de Jesucristo lo haremos con la siguiente cita que habla de por qué se fue Jesús al Cielo:

Hija mía, se necesitaba una humanidad inocente, con todas las dotes con las cuales salió
de nuestras manos creadoras para conseguir de nuevo el reino de nuestra Voluntad en
medio a las criaturas, que hasta entonces faltaba, y Yo lo adquirí con mi muerte, y subí al
Cielo para cumplir, después de mi primer trabajo, el segundo trabajo mío de impetrar y
dar el reino de mi Divina Voluntad sobre la tierra. Son cerca de dos mil años que esta mi
Humanidad ruega, y nuestra Majestad Divina, sintiéndose regurgitar de nuevo, más bien,
con más intensidad el amor de la Creación que tuvimos al crear al hombre, y sintiéndose
raptar y fascinar por la belleza de mi Humanidad, ha desbordado fuera de nuevo, y
abriendo los Cielos ha hecho llover a torrentes la lluvia de luz de los tantos conocimientos
sobre mi Fiat, a fin de que como lluvia descienda sobre las almas, y con su luz vivifique y
sane al querer humano, y transformándolo, arroja la raíz de mi Voluntad en los corazones,
y ahí extiende su reino sobre la tierra. Para venir mi reino sobre la tierra primero debía
hacerlo conocer, debía hacer saber que quiere venir a reinar, y Yo, como un hermano
mayor de la familia humana, estoy haciendo todas las diligencias necesarias en el Cielo
junto a la Divinidad, para darle una adquisición tan grande. Por eso era necesario que Yo

210
subiera al Cielo con mi Humanidad glorificada, para poder readquirir de nuevo el reino de
mi Fiat para mis hermanos e hijos. (Volumen 26, Mayo 12, 1929).

860. ¡Gracias Jesús por hacer estas diligencias desde el Cielo y darnos tus ternuras infinitas!

211
Capítulo 10: Pentecostés

Sin embargo, les digo la verdad: les conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el
Paráclito no vendrá a ustedes. Pero si me voy, se los enviaré. (Juan 16, 7).

861. El Amor de la Divina Voluntad no nos deja ni un instante, siempre está pensando cómo
amarnos más y darnos bienes y dones; pero no solamente nos da dones, sino se nos da Ella
misma como el don más espléndido en las Personas Trinitarias, dándonos por tanto el don más
grande, su misma Voluntad, su mismo Corazón.

862. Jesús se va para darnos el Espíritu Santo (el Paráclito: el Consolador), la tercera Persona de
la Santísima Trinidad. Y es a través de la acción del Espíritu Santo que se santifica a la Iglesia:

El Espíritu Santo que Cristo, Cabeza, derrama sobre sus miembros, construye, anima y
santifica a la Iglesia. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 747).

863. Pentecostés es, por tanto, la consumación de la Pascua de Cristo:

El día de Pentecostés (al término de las siete semanas pascuales), la Pascua de Cristo se
consuma con la efusión del Espíritu Santo que se manifiesta, da y comunica como Persona
divina (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 731).

864. En Pentecostés se cumple la promesa de Cristo que confirma en su Ascensión a los


Apóstoles: “Pero recibirán la fuerza del Espíritu” para ser sus “testigos”48. Y esta gracia de
Pentecostés se perpetúa en la Iglesia a través del sacramento de la Confirmación:

Desde aquel tiempo, los Apóstoles, en cumplimiento de la voluntad de Cristo,


comunicaban a los neófitos, mediante la imposición de las manos, el don del Espíritu
Santo, destinado a completar la gracia del Bautismo. …Es esta imposición de las manos la
que ha sido con toda razón considerada por la tradición católica como el primitivo origen
del sacramento de la Confirmación, el cual perpetúa, en cierto modo, en la Iglesia, la gracia
de Pentecostés. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1288).

865. ¿Qué hicieron los Apóstoles entre la Ascensión de Jesús y la venida del Paráclito? Además
de elegir al doceavo apóstol (Matías)49, la Palabra nos dice lo siguiente:

Los Apóstoles regresaron entonces del monte de los Olivos a Jerusalén... Cuando llegaron
a la ciudad, subieron a la sala donde solían reunirse. Eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés,
Felipe y Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago, hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, hijo de
Santiago. Todos ellos, íntimamente unidos, se dedicaban a la oración, en compañía de
algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos. (Hechos 1, 12-14).

48
Hechos 1, 8.
49
Ver Hechos 1, 15-26.

212
866. Los Apóstoles se dedicaron a la oración con algunas mujeres junto a nuestra Santa Madre.
La clave para llenarnos de la fuerza del Espíritu Santo que se nos da en la Confirmación es
dedicarnos a la oración junto a nuestra Reina Madre, esto logró el primer Pentecostés y
también logrará el segundo; en nuestra vida y en la humanidad.

867. Pentecostés es una gran alegría porque ya está la Persona que a través de su acción nos
llevará a toda la verdad, que ya habíamos visto que Jesús dijo:

Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora.
Cuando venga el Espíritu de la Verdad, Él los introducirá en toda la verdad, porque no
hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo. El
me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes. (Juan 16, 12-14).

868. Como decíamos, en la sección: “La Ascensión”, estas palabras de Jesús del Evangelio de
San Juan se refieren —además de otros aspectos que pueden existir— a las manifestaciones de
Jesús sobre el Reino de la Divina Voluntad a través de Luisa. Y el versículo 12 donde dice Jesús
que tiene muchas cosas que decir, pero que no se pueden comprender en ese momento
coincide con lo que dice en los volúmenes en un diálogo entre Luisa y Jesús:

*Luisa+: …si tanto te agrada que tu Querer reine sobre la tierra, ¿por qué has esperado
tanto tiempo, y por qué Tú mismo cuando viniste a la tierra no hiciste una cosa y otra, esto
es, la Redención y el Fiat Voluntas Tua como en el Cielo así en la tierra?

[Jesús]: Podía Yo muy bien hacer una y otra cosa cuando vine a la tierra, pero la criatura no
es capaz de recibir todo junto el obrar de su Creador, …y además la criatura había
profanado su gusto con su voluntad, había apestado el aliento de su alma con tantas
suciedades de darme asco,... Por tanto, debía primero con mi Redención pensar en todo
esto, darle todos los remedios, a estos males darles el baño de mi sangre para lavarlos; si
Yo hubiese querido hacer una cosa y la otra, estando el hombre muy sucio, ciego y sordo,
tal como lo había hecho el querer humano, no habría tenido los ojos de la inteligencia para
comprender, oídos para escuchar, corazón para recibirla, y mi Voluntad no comprendida,
no encontrando lugar donde morar, habría tomado de nuevo el camino para el Cielo por
eso era necesario que el hombre primero comprendiera los bienes de la Redención, para
disponerse a comprender el bien del Fiat Voluntas Tua como en el Cielo así en la tierra.
(Volumen 16, Noviembre 15, 1923).

869. Jesús deja claro —coincidiendo con lo que dice en el Evangelio de San Juan— que cuando
Él vino a la tierra la humanidad no estaba preparada para comprender el Reino de la Divina
Voluntad. El comprender y vivir el Reino de la Redención prepara para comprender y vivir el
Reino de la Divina Voluntad.

870. Entonces queda claro que se requería que la Iglesia recibiera al Espíritu Santo con su luz
para hacernos comprender a nosotros primero el Reino de la Redención y luego llevarnos a
toda la verdad con el Reino de la Divina Voluntad.

213
871. Por eso la tercera Persona de la Trinidad —el Espíritu Santo— es muy importante en el
Reino de Dios y en este proceso de restaurar de nuevo en la humanidad el Reino de la Divina
Voluntad, en este sentido es interesante lo que dice el Catecismo:

En la oración del Señor, se trata principalmente de la venida final del Reino de Dios por
medio del retorno de Cristo. Pero este deseo no distrae a la Iglesia de su misión en este
mundo, más bien la compromete. Porque desde Pentecostés, la venida del Reino es obra
del Espíritu del Señor "a fin de santificar todas las cosas llevando a plenitud su obra en el
mundo". (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2818).

872. La venida del Reino es obra del Espíritu del Señor, lo dice claramente el Catecismo y en este
sentido Jesús dice en el Libro de Cielo:

Hija mía, a lo que has dicho sobre el fundirte en mi Querer se le necesita dar otro nombre,
cual es el de fundirte en el orden de la gracia, en todo lo que ha hecho y hará el
Santificador a los santificantes, el Cual es el Espíritu Santo. Mucho más, pues si la Creación
se atribuye al Padre, mientras estamos siempre unidas las Tres Divinas Personas en el
obrar, la Redención al Hijo, el Fiat Voluntas Tua se atribuirá al Espíritu Santo; y es
propiamente en el Fiat Voluntas Tua que el Divino Espíritu hará desahogo de su
obra. (Volumen 17, Mayo 17, 1925).

873. Jesús dice que mientras obran unidas las Tres Divinas Personas, el Fiat Voluntas Tua se le
atribuirá al Espíritu Santo; quiere decir que la restauración del Reino perdido de la Voluntad
Divina lo hará —en atribución— el Espíritu Santo. Por eso era necesario que nos fuera enviado.

874. No es posible entender el Reino de la Redención ni el Reino de la Divina Voluntad sin la


acción del Espíritu Santo en nosotros, respecto a esto está un relato de Luisa en Libro de Cielo:

[Luisa]: Después ha llamado [Jesús] a los ángeles, los cuales se han puesto rostro en tierra
a rezar, y como estaban presentes dos padres que debían ver los escritos, Jesús ha dicho a
los ángeles que tocaran sus frentes para imprimir en ellos el Espíritu Santo, y así
infundirles la luz para poderlos hacer comprender las verdades y el bien que hay en estos
escritos. Los ángeles lo han cumplido y Jesús, bendiciéndonos a todos ha desaparecido.
(Volumen 17, Septiembre 17, 1924).

875. El Espíritu Santo es el Santificador y puesto que el don de la Divina Voluntad nos dará la
Santidad misma de Dios, se ve claro entonces su obra, por eso Jesús le dice a Luisa respecto al
fundirse en su Querer y el ruego al Espíritu Santificador:

Y por cuanto está en ti, buscas en nuestra Voluntad los actos de la gracia del Espíritu
Santificador, para hacer tuyo su dolor, sus gemidos secretos, sus suspiros angustiosos en el
fondo de los corazones al verse tan mal acogido; y como el primer acto que hace es llevar
nuestra Voluntad como acto completo de su santificación, al verse rechazado gime con
gemidos inenarrables, y tú en tu infantil sencillez le dices: ‘Espíritu Santificador, hazlo
pronto, os suplico, os imploro, haced conocer a todos vuestra Voluntad, a fin de que

214
conociéndola la amen y acojan vuestro primer acto de su santificación completa, el cual es
la Santa Voluntad vuestra’. Hija mía, las Tres Divinas Personas somos inseparables y
distintas, así queremos manifestar a las generaciones humanas nuestras obras hacia ellas,
que mientras estamos unidos entre Nosotros, cada uno de Nosotros quiere manifestar
distintamente su amor y su obra hacia las criaturas. (Volumen 17, Mayo 17, 1925).

876. Volvamos al momento en que los discípulos están en torno a María orando después de la
Ascensión de Jesús, ¿qué piden y qué esperan?, la promesa que Jesús les había dicho:

Y yo les enviaré lo que mi Padre les ha prometido. Permanezcan en la ciudad, hasta que
sean revestidos con la fuerza que viene de lo alto. (Lucas 24, 49).

877. Esta es la fuerza que necesitamos para ser testigos del Reino de la Redención y del Reino
de la Divina Voluntad. Y ser testigo en este orden no es decir cosas de teoría, sino poner la vida
para que se cumpla la Voluntad de Dios, como Él lo disponga. Y esto es la verdadera felicidad.

878. Esta promesa hecha realidad se describe en el capítulo 2 de los Hechos de los Apóstoles:

Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De pronto, vino
del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa
donde se encontraban. Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que
descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu
Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía
expresarse. Había en Jerusalén judíos piadosos, venidos de todas las naciones del mundo.
Al oírse este ruido, se congregó la multitud y se llenó de asombro, porque cada uno los oía
hablar en su propia lengua. …Unos a otros se decían con asombro: «¿Qué significa esto?».
Algunos, burlándose, comentaban: «Han tomado demasiado vino». (Hechos 2, 1-13).

879. La Biblia dice que algunas personas pensaban que habían tomado demasiado vino, ¿qué
significa esto? ¡que estaban felices! ¡llenos del amor de Dios y de sus dones! Como cuando
alguien está un poco subido de copas se pone “alegre”, aquí estaban “borrachos” del amor de
Dios ¡qué maravilla!

880. Aquí San Pedro tiene que aclarar precisamente esto:

Entonces, Pedro poniéndose de pie con los Once, levantó la voz y dijo: «Hombres de Judea
y todos los que habitan en Jerusalén, presten atención, porque voy a explicarles lo que ha
sucedido. Estos hombres no están ebrios, como ustedes suponen, ya que no son más que
las nueve de la mañana, sino que se está cumpliendo lo que dijo el profeta Joel: "En los
últimos días, dice el Señor, derramaré mi Espíritu sobre todos los hombres y profetizarán
sus hijos y sus hijas… (Hechos 2, 14-17).

881. El Catecismo habla que Pentecostés es una manifestación de la Iglesia:

215
El día de Pentecostés, por la efusión del Espíritu Santo, la Iglesia se manifiesta al mundo.
(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1076).

882. La Iglesia se manifiesta al mundo por la fuerza del Espíritu que ilumina, transforma y
anuncia el Reino de la Redención. Por eso el segundo Pentecostés está asociado con otra
manifestación más grande, con el Reino de la Divina Voluntad, donde la Iglesia tendrá una
Resurrección a otro nivel de “Santidad”: la Santidad Divina.

883. Por eso este Reino del Divino Fiat sobrepasará todo lo demás:

…este reino del Fiat Divino, los bienes que traerá sobrepasarán Creación y Redención, es
más, será corona tanto de una como de la otra (Volumen 20, Octubre 22, 1926).

Y mi amor contenido gemía, deliraba y era devorado por llamas inextinguibles, porque
quería hacer conocer que quería darles este gran bien, bien que sobrepasa todos los
demás bienes, cual es el reino de mi Fiat Divino. (Volumen 26, Mayo 31, 1929).

Mira, la obra de la Creación es grande, la obra de la Redención es más grande aún, pero mi
Fiat, el hacer vivir a la criatura en mi Voluntad supera a la una y a la otra (Volumen 13,
Junio 6, 1921).

884. Por lo cual el Reino de la Divina Voluntad será formado con mayor esplendor que el de la
Redención:

…el reino de mi Querer Divino será formado con más magnificencia, con pompa y
esplendor mayor que el mismo reino de la Redención (Volumen 25, Octubre 7, 1928).

885. Dejémonos ungir por el Espíritu Santo para vivir en este Reino maravilloso del Supremo
Fiat y de esta manera se renueve la faz de nuestra tierra (nuestra particular humanidad y toda
la humanidad):

Ven Espíritu Santo,


llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos el fuego de tu amor,
envía Señor tú Espíritu,
y se renovará la faz de la tierra.

886. Una oración semejante a la que dice Luisa:

¡Ah! devélate, oh Fiat Omnipotente, y la faz de la tierra se cambiará. (Volumen 27, Febrero
11, 1930).

216
Capítulo 11: La Asunción de María

Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada libre de toda mancha de pecado original,


terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada a la gloria del Cielo y elevada al trono
por el Señor como Reina del universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo,
Señor de los Señores y vencedor del pecado y de la muerte. (Catecismo de la Iglesia
Católica, n. 966).

887. El Querer Divino realizó una obra maestra en nuestra Santa Madre por amor a nosotros. La
vida de nuestra Reina Madre es el modelo de lo que Dios quisiera para nosotros y que el
pecado nos lo ha impedido; por eso nos la dejó como Madre en el momento culminante de la
Cruz:

Al ver a la Madre y cerca de ella al discípulo a quien Él amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí
tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu Madre». (Juan 19, 26-27).

888. ¡Qué amor de Jesús, nos da a su Madre precisamente en medio de los atroces sufrimientos
que padece por nosotros! y ¿por qué es el modelo? Porque su vida es precisamente lo que Dios
hubiera querido para todos sus hijos: realizar todos sus actos en el Querer Divino.

889. Si Adán no hubiera pecado, habría sido confirmado en el bien y en su estado feliz, como
vimos en el capítulo 4: “La Prueba”; y de esta manera la humanidad descendiente de él
también, ya que todos estábamos de alguna manera en Adán para bien o para mal, como se vio
en ese capítulo 4.

890. Esto significa que los descendientes de Adán nacerían sin pecado, sin pecado original. No
habría corrupción, vejez ni muerte; y las personas, después de una vida en donde hicieran sus
actos en la Divina Voluntad, alcanzando la santidad prevista por Dios, pasarían al Cielo en
cuerpo y alma, la muerte no existiría.

891. La vida sería una asunción al Cielo en cada uno de nuestros actos en la Divina Voluntad
que nos llenarían tanto de la Vida Divina que llegaría un momento —establecido por Dios— en
que pasaríamos a la bienaventuranza eterna “naturalmente” sin la muerte.

892. Esto es María, nace sin pecado original y realiza todos los actos de su vida en la Divina
Voluntad, llenándose de tal manera de la Vida Divina que es la Reina de todo, Reina de la
Voluntad Divina50, Reina de los Ángeles, Reina de los Patriarcas, Reina… Es la llena de gracia51,
de Vida Divina.

50
Volumen 16, Noviembre 24, 1923
51
Ver Lucas 1, 28.

217
893. Claro que también tuvo gracias especiales por ser la Madre del Verbo, pero sabemos por
lo que Jesús nos dice en Libro de Cielo, que fueron sus actos, su vida en la Divina Voluntad lo
que lo atrajo a la tierra.

894. Por eso la Soberana Reina es la Madre que quiere que la vida de sus hijos sea una continua
asunción al Cielo viviendo en la Divina Voluntad, siguiendo por tanto su mismo camino en el
Fiat Supremo, así lo dice Jesús:

Ahora, en el Reino del Fiat Supremo tendremos las copias de la Soberana Reina, así que
también Ella suspira, espera este Reino Divino sobre la tierra para tener sus copias. Qué
bello Reino, porque será Reino de luz, de riquezas infinitas, reino de perfecta santidad y de
dominio, nuestros hijos de este Reino serán todos reyes y reinas, todos pertenecerán a la
familia Divina y real, encerrarán en ellos toda la Creación, tendrán la semejanza, la
fisonomía de nuestro Padre Celestial, y por eso serán el cumplimiento de nuestra gloria y
la corona de nuestra cabeza. (Volumen 20, Noviembre 4, 1926).

895. Veamos qué dice nuestro Divino Maestro en los volúmenes sobre la Asunción de su Santa
Madre:

Hija mía, el verdadero nombre de esta fiesta, debería ser: ‘La fiesta de la Divina Voluntad’.
… Así que es mi Voluntad la que más que todo fue y es festejada en el día de la Asunción al
Cielo de mi Madre Santísima; fue mi Voluntad únicamente la que la hizo ascender tan alto
que la distinguió entre todas las criaturas, todo lo demás habría sido nada si no hubiera
poseído el prodigio de mi Querer. (Volumen 15, Agosto 15, 1925).

896. Por eso un 15 de agosto de 1938 Jesús le habla a Luisa de que la fiesta la Asunción es la
fiesta más bella:

Hija mía bendita, hoy, la fiesta de la Asunción, es la fiesta más bella, más sublime, más
grande, en la cual quedamos más glorificados, amados y honrados. Cielos y tierra son
investidos por una alegría insólita, jamás sentida; los ángeles, los santos, se sienten
investidos por mares de nuevas alegrías y nueva felicidad, y alaban con nuevos cánticos a
la Soberana Reina, que con su imperio impera sobre todo y da alegría a todos. Hoy es la
fiesta de las fiestas, y la única y nueva fiesta que no ha habido otra que la iguale. Hoy, el
día de la Asunción, venía festejada por primera vez la Divina Voluntad obrante en la
Soberana Señora; las maravillas son encantadoras, en cada pequeño acto suyo, aun en su
respiro, en su movimiento, se ven tantas Vidas Divinas nuestras que corren como tantos
Reyes en sus actos, que más que refulgentes soles la inundan, la circundan, la embellecen
y la vuelven tan bella, que forma el encanto de las regiones Celestiales. (Volumen 36,
Agosto 15, 1938).

897. María corona la obra de Dios en ser un ser humano sin pecado original que ha vivido en
todos sus actos en la Voluntad Divina, y además es Madre del Verbo; de tal manera que en Ella
la Divina Voluntad es glorificada plenamente y por eso es fiesta de la Voluntad Divina:

218
Por eso la fiesta de la Asunción es la más bella, porque es la fiesta de mi Voluntad obrante
en esta gran Señora, que la hizo tan rica y bella que los Cielos no pueden contenerla, los
mismos ángeles se sienten mudos, no saben hablar de lo que hace mi Voluntad en la
criatura. (Volumen 36, Agosto 15, 1938).

898. ¡Bendita sea la Reina de la Voluntad Divina52!

52
Ver volumen 16, Noviembre 24, 1923.

219
Capítulo 12: La vida de la Iglesia en espera de la Parusía de Jesús

Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que,
ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda
perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador, Jesucristo.
(Ordinario de la Misa, Rito de la comunión)

899. Después de la Ascensión de Jesús y la Asunción de María al Cielo en cuerpo y alma se inicia
un periodo especial en la Historia de amor de la Divina Voluntad con nosotros. Inicia en la
Iglesia un periodo de espera, ¿espera de qué o de quién? En la Ascensión ya habíamos visto
que los ángeles dicen:

«Hombres de Galilea, ¿por qué siguen mirando al cielo? Este Jesús que les ha sido quitado
y fue elevado al cielo, vendrá de la misma manera que lo han visto partir». (Hechos 1, 6-
11).

900. Los ángeles —mensajeros— de Dios nos dicen que Jesús vendrá de la misma manera que
lo han visto partir; por lo tanto es un hecho real que vendrá. El texto de los Hechos dice: “…los
Apóstoles lo vieron elevarse, y una nube lo ocultó de la vista de ellos.”53 Jesús se eleva y fue
ocultado por una nube; es decir, nos indica el camino de elevación hacia el Cielo y deja de
hacerse presente, deja de manifestarse —de cierta manera a nosotros—, esto sucede hasta
cierto punto de una manera suave.

901. Deja de hacerse presente y dicen los ángeles que así vendrá; es decir, llegará un momento
que se hará presente a semejanza de sus apariciones de resucitado y conviviendo de la manera
en que lo hizo con María y Luisa, como ya lo habíamos dicho en la sección de “Los cuarenta
días”, para hacer realidad su Reino entre nosotros, el Reino de la Divina Voluntad.

902. ¿Qué hará la Iglesia mientras tanto? Preparar esta llegada, este retorno de la presencia
resucitada de Jesucristo entre nosotros, su parusía. Esto se realiza a través de la Evangelización
de la humanidad:

Esta Buena Noticia del Reino será proclamada en el mundo entero como testimonio
delante de todos los pueblos, y entonces llegará el fin. (Mateo 24, 14).

903. Llegará el fin del mundo gobernado por la voluntad humana, para dar inicio a un mundo
nuevo renovado en la Divina Voluntad, llevando a su máxima profundidad las siguientes
palabras:

El que vive en Cristo es una nueva criatura: lo antiguo ha desaparecido, un ser nuevo se ha
hecho presente. (2 Corintios 5, 17).

53
(Hechos 1, 9).

220
904. Esta meta clara existe desde el inicio de la predicación de los Apóstoles, encontramos en
ellos las siguientes expresiones:

Por eso, mientras esperan la Revelación de nuestro Señor Jesucristo, no les falta ningún
don de la gracia. El los mantendrá firmes hasta el fin, para que sean irreprochables en el
día de la Venida de nuestro Señor Jesucristo. (1 Corintios 1, 7-8).

En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, y esperamos ardientemente que venga
de allí como Salvador el Señor Jesucristo. (Filipenses 3, 20).

Tengan paciencia y anímense, porque la Venida del Señor está próxima. (Santiago 5, 8).

No mantengas ocultas las palabras proféticas de este Libro porque falta poco tiempo.
(Apocalipsis 22, 10).

Feliz el que lea, y felices los que escuchen las palabras de esta profecía y tengan en cuenta
lo que está escrito en ella, porque el tiempo está cerca. (Apocalipsis 1, 3).

«¡Sí, volveré pronto!». (Apocalipsis 22, 10).

905. Este retorno de Jesús puede tener varios significados: su Resurrección al tercer día, la
liturgia y comunión Eucarística, la venida para establecer y restaurar su Reino de la Divina
Voluntad en la tierra (incluso en sus diferentes fases), el juicio final, etcétera. También en la
muerte de cada quien Jesús se le hace presente.

906. Sin embargo, cuando los apóstoles, después de la Resurrección del tercer día y de que
celebran la comunión Eucarística con frecuencia, hablan de la venida de Jesús y su Reino como
en un futuro, se refieren sobre todo —quizá no con toda la claridad para ellos— a su venida
para establecer el Reino de la Divina Voluntad.

907. Respecto a esta venida se habla de que está próxima, falta poco tiempo, está cerca,
etcétera. Esto es verdad de varias maneras, primero porque —como ya hemos visto— se
requería para nosotros primero instaurar el Reino de la Redención para luego instaurar el Reino
de la Divina Voluntad, por lo tanto si Jesús ya realizó la Redención, lo que sigue es el Reino de la
Divina Voluntad.

908. En los tiempos antes de Cristo el Reino de la Divina Voluntad estaba espiritualmente lejos,
porque no se había realizado la Redención, además ya vimos que Jesús en Él realizó la
restauración del Reino de la Divina Voluntad y la Redención en su primera venida, por eso el
Reino del Fiat supremo está ya cerca de nosotros.

909. También sabemos que “delante del Señor, un día es como mil años y mil años como un
día.” (2 Pedro 3, 8). Ahora somos unos grandes afortunados ya que hoy el Reino de la Divina
Voluntad ya llegó en Luisa y en la obra que Jesús hizo en ella: y, por tanto, Jesús ya está
llegando.

221
910. Entonces en estos dos mil años la presencia de la Iglesia en el mundo es una preparación
para este Reino de la Divina Voluntad, de aquí la petición incesante del Padre Nuestro: “Venga
tu Reino…”.

911. Y esta preparación la hace la Iglesia extendiendo la Redención a toda criatura a través de
la evangelización, por eso el Papa dijo:

Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más


profunda. Ella existe para evangelizar (Papa Beato Pablo VI, Evangelii Nuntiandi, para
anunciar el Evangelio, n. 14).

912. Y de esta manera el amor de Dios en su Divina Voluntad se derrama a la humanidad a


través de la Iglesia. Y así el Querer Divino guía y va cumpliendo sus designios a través del
tiempo de la Iglesia.

913. ¿Qué ha pasado en estos dos mil años de Iglesia en el mundo? Muchas, muchas cosas que
no alcanzaríamos a ver en esta obra, veremos aquí algunos aspectos que manifiestan las
maravillas de la Divina Voluntad que hace por nosotros por el amor inmenso que nos tiene.

914. Además ahora que podemos conocer la obra del Reino de la Divina Voluntad que Jesús
hizo a través de Luisa, nos es más fácil ver toda la providencia Divina que lleva a la humanidad
—a pesar de su rebeldía y pecado— a este punto culminante del Reino del Fiat Supremo.

915. La Iglesia en espera de la parusía derrama la gracia a través de la Palabra de Dios que se
manifiesta en la liturgia, los Sacramentos, las Sagradas Escrituras, la oración, etcétera. Y
además al ser el Cuerpo Místico de Cristo tiene un crecimiento a lo largo de los siglos.

916. La primera etapa está marcada por la predicación de los Apóstoles, y así van surgiendo las
primeras comunidades:

…anunciaban decididamente la Palabra de Dios. La multitud de los creyentes tenía un solo


corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo era
común entre ellos. Los Apóstoles daban testimonio con mucho poder de la resurrección
del Señor Jesús y gozaban de gran estima. Ninguno padecía necesidad, porque todos los
que poseían tierras o casas las vendían y ponían el dinero a disposición de los Apóstoles,
para que se distribuyera a cada uno según sus necesidades. (Hechos 4, 31-35).

917. La Evangelización es en un principio en tierra de Israel, y luego se realiza más allá de sus
fronteras, siguiendo el mandato de Jesús en su Ascensión: “serán mis testigos en Jerusalén, en
toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra”54, “Vayan, y hagan que todos los
pueblos sean mis discípulos…”55; en este sentido es relevante la figura de San Pablo con su

54
Hechos 1, 8.
55
Mateo 28, 19.

222
conversión y su evangelización a los gentiles. Incluso San Pedro y San Pablo mueren mártires en
Roma.

918. Un poco después del martirio de estos grandes apóstoles, con diferencia entre ellos de
pocos años (hablamos de alrededor del año 60 d. C. aproximadamente), sucede un
acontecimiento muy serio y significativo en Jerusalén en el año 70 d. C., se cumple una profecía
de Jesús, analicémosla.

919. Ya hemos visto algunos aspectos sobre la cuestión del “Templo” de Dios en el capítulo 6:
“Los tiempos antes de Cristo y la restauración de la alianza perdida” y en la sección: “La
expulsión del Templo” y se decía que el templo material es un signo del templo espiritual de
nuestras almas en donde Dios quiere realmente morar y reinar.

920. Como Dios en Adán —antes del pecado— reinaba con su Divina Voluntad en su interior,
Adán era un Templo vivo de Dios, pero al pecar este templo ya no lo es porque Dios sale del
hombre. Entonces la tienda del Arca, y después los templos de la Antigua Alianza son parte de
la pedagogía divina para enseñarnos esta realidad de que Dios quiere habitar en su Templo.

921. En la Nueva Alianza ya no es un Templo vinculado a un lugar geográfico —Jerusalén— sino


en cualquier parte se pueden construir lugares en donde se hacen diversas celebraciones a
Dios, principalmente la liturgia Eucarística, y Jesús Sacramentado habita realmente en los
sagrarios para darle el culto debido.

922. De esta manera se va viviendo con más sentido las palabras que expresa Jesús en el
diálogo con la samaritana, veamos:

La mujer le dijo: «Señor, veo que eres un profeta. Nuestros padres adoraron en esta
montaña, y ustedes dicen que es en Jerusalén donde se debe adorar». Jesús le respondió:
«Créeme, mujer, llega la hora en que ni en esta montaña ni en Jerusalén se adorará al
Padre. Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque
la salvación viene de los judíos. Pero la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los
verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque esos son los
adoradores que quiere el Padre. Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en
espíritu y en verdad». (Juan 4, 19-24).

923. Como vemos, este adorar al Padre tiene que ser cada vez más en espíritu y en verdad;
¿dónde tendrá su culminación? Cuando el ser humano viva con el don del Reino de la Divina
Voluntad; de esta manera —como ya vimos— el hombre se convierte en un sagrario viviente
de la presencia real de Dios y además, como se vio en el capítulo 6: “cuando el alma vive en
nuestra Voluntad, Dios se hace templo del alma” (Volumen 33, Marzo 11, 1934).

924. Todo esto tiene su fundamento en el espíritu del hombre y en Dios que es Espíritu, y así
cobran pleno sentido las palabras: adorar en espíritu y en verdad; además que cada acto que la
persona hace en la Divina Voluntad es un acto infinito y pleno de adoración a Dios; no importa
el lugar geográfico donde esté ubicada la persona.

223
925. En este proceso de la realidad del Templo que va desde Adán antes de pecar hasta el ser
humano restaurado en la Divina Voluntad, Jesús anuncia una profecía a los apóstoles sobre el
templo de Jerusalén:

Jesús salió del Templo y, mientras iba caminando, sus discípulos se acercaron a Él para
hacerle notar las construcciones del mismo. Pero Él les dijo: «¿Ven todo esto? Les aseguro
que no quedará aquí piedra sobre piedra: todo será destruido». Cuando llegó al monte de
los Olivos, Jesús se sentó y sus discípulos le preguntaron en privado: «¿Cuándo sucederá
esto y cuál será la señal de tu Venida y del fin del mundo?». (Mateo 24, 1-3).

926. Jesús dice que del Templo de Jerusalén no quedará piedra sobre piedra, que todo será
destruido; ¿por qué? Este tema da para mucho pero aquí diremos brevemente que el Templo
de Jerusalén para los judíos es muy importante, es la presencia de Dios con ellos.

927. Pero históricamente —se ve en la Biblia— cuando ellos se alejaban de Dios las cosas no
iban bien y el Templo anterior al de Jesús fue destruido, como si Dios dejara de estar en el
Templo. Cuando Jesús vino la mayoría de los judíos y sobre todo la clase sacerdotal y dirigente
lo rechazó y perpetraron su muerte, a pesar que Él es la Luz: “Vino a los suyos,
y los suyos no la recibieron.” (Juan 1, 11).

928. Por estas razones y porque existe un proceso hacia una adoración más íntima y espiritual
con Dios, es decir, con Jesús se inicia otro tiempo espiritual, profetiza que ese Templo será
destruido. Los apóstoles preguntan que cuándo será eso y juntan la pregunta con cuál será la
señal de su Venida; Jesús contesta las dos cosas dando todo un discurso en donde habla de
diversas señales.

929. Luego en el versículo 32 de este capítulo 24 de San Mateo da una comparación con la
higuera respecto a darnos cuenta de los signos de los tiempos “cuando sus ramas se hacen
flexibles y brotan las hojas, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano.”56, para después
decir en el versículo 34: “Les aseguro que no pasará esta generación, sin que suceda todo esto”.
¿Cuánto es una generación? La Biblia nos lo dice:

Nuestra vida dura apenas setenta años (Salmo 90, 10).

930. ¿Y qué pasa precisamente en el año 70 de nuestra era cristiana? Lo que Jesús profetizó: el
sitio de Jerusalén que daría como resultado la destrucción del Templo por parte de los
romanos. Todo esto significa que una nueva era ya ha empezado, que de hecho así fue; una era
en donde el culto y la adoración a Dios será cada vez más íntima y personal.

931. El culto sacrificial de los animales en el Templo desaparece para dar inicio al único
sacrificio que nos da realmente la redención, el de Jesucristo que celebramos en la liturgia
Eucarística, como lo vimos en la sección: “Necesidad de los Sacramentos…”.

56
Mateo 24, 32.

224
932. Y en esta celebración liturgia se nos da como alimento a Jesús en la Eucaristía, propiciando
con esto una intimidad y unión mayor con nuestro Dios.

El Magisterio de la Iglesia
933. Dentro de los grandes dones que el Fiat Supremo nos da a través de la Iglesia hay uno —
que tiene que ver con el cuidado y la unidad de la fe recibida— que Jesús establece un poco
antes de irse, en su Ascensión, es El Magisterio de la Iglesia:

Por su parte, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había
indicado. Y al verle le adoraron; algunos sin embargo dudaron. Jesús se acercó a ellos y les
habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced
discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy
con vosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mateo 28, 16-20).

934. Aquí Jesús se dirige a los “once”; esto es importante porque Jesús tenía muchos discípulos,
pero aquí la Escritura nos indica que son los once: Pedro y los diez apóstoles (Judas ya se había
quitado la vida). De esta manera el Magisterio de la Iglesia no queda ambiguo. Y a estos once
les dice que vayan y hagan “discípulos” que “enseñen” a guardar lo que Él ha mandado;
enseñanza es magisterio. Hay que recalcar que Cristo no dice que ellos enseñarán sus propias
doctrinas, sino lo que Él ha mandado.

935. Para esto Jesús les da autoridad. Es interesante como Cristo dice que “Le ha sido dado
todo poder en el cielo y en la tierra” y luego les da la misión, el mandato de “ir”; aquí trasmite
su autoridad a ellos. Por eso en algún otro momento Jesús dice:

El que los escucha a ustedes, me escucha a mí; el que los rechaza a ustedes, me rechaza a
mí; y el que me rechaza, rechaza a aquel que me envió. (Lucas 10, 16).

936. Aquí se ve la importancia del Magisterio de la Iglesia y nuestra respuesta de escucha


amorosa a este Magisterio, al grado que escuchar este Magisterio es escuchar a Cristo, como
Jesús mismo lo dice en la cita anterior (no entraremos en explicar los diferentes aspectos de
sumisión a este Magisterio y del carisma de infalibilidad que está claramente establecido en la
Iglesia).

937. Entonces ¿dónde está el Magisterio de la Iglesia?, en Pedro y los diez apóstoles. Pero Jesús
dice que estará con ellos “todos los días hasta el fin del mundo”, entonces el Magisterio de la
Iglesia trasciende la vida de los primeros apóstoles, ¿en quiénes? en el Papa y los Obispos en
unión con el Papa:

Para que este Evangelio se conservara siempre vivo y entero en la Iglesia, los apóstoles
nombraron como sucesores a los obispos, «dejándoles su cargo en el magisterio»
(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 77).

225
938. Y el Magisterio tiene el oficio de guiarnos e interpretarnos la Palabra de Dios, su
Revelación:

Pero tengan presente, ante todo, que nadie puede interpretar por cuenta propia una
profecía de la Escritura (2 Pedro 1, 20).

El oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios, oral o escrita, ha sido


encomendado sólo al Magisterio vivo de la Iglesia, el cual lo ejercita en nombre de
Jesucristo, es decir, a los obispos en comunión con el sucesor de Pedro, el obispo de Roma.
(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 85).

939. Hay que ser humildes y así como la Revelación nos sobrepasa, también su interpretación.
Por eso Jesús deja en su Iglesia al Magisterio para ayudarnos y guiarnos en este aspecto tan
importante de comprender y vivir la Palabra Divina, su mensaje, que nos lleva al Cielo:

El Magisterio no está por encima de la palabra de Dios, sino a su servicio, para enseñar
solamente lo transmitido, pues por mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo, lo
escucha devotamente, lo custodia celosamente, lo explica fielmente; y de este único
depósito de la fe saca todo lo que propone como revelado por Dios para ser creído
(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 86).

La expansión de la Buena Nueva oral y escrita


940. Esta nueva era del Reino de la Redención tendrá muchas riquezas a través de la
evangelización de los pueblos, que en esta primera época está acompañada por persecuciones
y hay muchos mártires, cuya sangre fecunda conversiones y la misma expansión del mensaje de
Cristo:

Es así como la sangre de los mártires es semilla de cristianos (Catecismo de la Iglesia


Católica, n. 852).

941. Poco a poco la Buena Noticia de Cristo se expande por las diferentes regiones del mundo,
un don del amor de Dios a través de la acción del Espíritu Santo. En un primer momento la
evangelización se realiza oralmente de discípulos a discípulos; Jesucristo no dejó nada escrito y
el Nuevo Testamento no estaba elaborado como lo conocemos actualmente en el momento de
su Ascensión.

942. Poco a poco se empezó a través de los años y décadas a escribir algunas cosas de las que
Jesucristo habló e hizo; estas dos maneras las recopila el Catecismo, veamos:

La transmisión del Evangelio, según el mandato del Señor, se hizo de dos maneras:
oralmente: «los apóstoles, con su predicación, sus ejemplos, sus instituciones,
transmitieron de palabra lo que habían aprendido de las obras y palabras de Cristo y lo
que el Espíritu Santo les enseñó»; por escrito: «los mismos apóstoles y otros de su

226
generación pusieron por escrito el mensaje de la salvación inspirados por el Espíritu
Santo» (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 76).

943. El Antiguo Testamento se había traducido al griego un poco antes de la venida de Cristo en
la famosa versión de los setenta. Respecto al mensaje de Jesús empezaron a circular varias
versiones de evangelios, apocalipsis, cartas, etcétera, en diversos dialectos y lenguas a través
del tiempo; hasta que se hizo necesario un orden y selección de lo que se considera auténtica
Revelación (ya que humanamente sabemos que existe el teléfono descompuesto).

944. La Biblia tal como la conocemos el día de hoy, incluyendo el Antiguo y Nuevo Testamento,
existió y fue establecida hasta el año 382 después de Cristo en el Concilio de Roma bajo el
Pontificado del Papa San Damaso I y traducida al latín por San Jerónimo.

945. En este proceso de pasar de lo oral a lo escrito no todo quedó en la Biblia, ya que como
dijo el Apóstol San Juan al final de su evangelio:

Jesús hizo también muchas otras cosas. Si se las relatara detalladamente, pienso que no
bastaría todo el mundo para contener los libros que se escribirían. (Juan 21, 25).

946. ¿Dónde quedó? En sucesores de los apóstoles, obispos, discípulos piadosos, algunos muy
cultos, muchos de ellos santos y mártires, a ellos se les llama Santos Padres o Padres de la
Iglesia. Al ir escribiendo el mensaje de Cristo transmitido dan origen a la Tradición Apostólica:

Esta transmisión viva, llevada a cabo en el Espíritu Santo es llamada la Tradición en cuanto
distinta de la Sagrada Escritura, aunque estrechamente ligada a ella. … Las palabras de los
Santos Padres atestiguan la presencia viva de esta Tradición, cuyas riquezas van pasando a
la práctica y a la vida de la Iglesia que cree y ora. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 78).

La Tradición y la Sagrada Escritura están íntimamente unidas y compenetradas. Porque


surgiendo ambas de la misma fuente, se funden en cierto modo y tienden a un mismo fin.
Una y otra hacen presente y fecundo en la Iglesia el misterio de Cristo que ha prometido
estar con los suyos "para siempre hasta el fin del mundo" (Mt 28,20). (Catecismo de la
Iglesia Católica, n. 80).

947. De aquí resulta que para la Iglesia la Tradición Apostólica y la Sagrada Escritura tienen el
mismo valor de Revelación Divina y por tanto la Iglesia no saca solamente de la Escritura lo
Revelado, sino también de la Tradición:

La Tradición recibe la palabra de Dios, encomendada por Cristo y el Espíritu Santo a los
apóstoles, y la transmite íntegra a los sucesores; *…+ De ahí resulta que la Iglesia, a la cual
está confiada la transmisión y la interpretación de la Revelación no saca exclusivamente de
la Escritura la certeza de todo lo revelado. Y así se han de recibir y respetar con el mismo
espíritu de devoción. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 81-82).

227
948. Muchos de los Santos Padres, además de ser santos y sabios, fueron muy cultos, formados
sobre todo en los conocimientos y disciplinas heredados sobre todo de la cultura griega en
donde a nivel doctrinal empieza un proceso de estructura y profundización del mensaje de
Cristo.

949. Los Santos Padres con el tesoro de la Revelación de Dios y el aparato filosófico de la
cultura griega empiezan a profundizar las verdades divinas, dando origen a la teología y a un
conocimiento orgánico y sistemático de la fe, lo cual se deriva en lo que podemos llamar
catequesis; para formar y desarrollar la doctrina de Cristo:

…en la gran época de los Padres de la Iglesia, vemos a santos obispos consagrar una parte
importante de su ministerio a la catequesis. Es la época de S. Cirilo de Jerusalén y de S.
Juan Crisóstomo, de S. Ambrosio y de S. Agustín, y de muchos otros Padres cuyas obras
catequéticas siguen siendo modelos. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 8).

950. La cita anterior menciona a algunos Padres de la Iglesia, otros son: San Jerónimo, San
Atanasio, San Gregorio Magno, San Atanasio de Alejandría, San Basilio de Cesarea, Orígenes,
entre otros. Este periodo de los Padres va desde el siglo I al siglo VIII de nuestra era.

951. Estos Santos Padres profundizan temas como el hecho de que hay un solo Dios, pero Jesús
nos revela que hay tres Personas Divinas; esto dará origen a la doctrina de la Santísima
Trinidad, el cual en su momento la Iglesia a través de su Magisterio declarará dogma. Lo mismo
pasará con el tema de Jesucristo que es Dios y es Hombre, entre otras cuestiones.

952. Estos temas llevarán a estos ilustres pensadores a estudiar y profundizar diversas
realidades —por ejemplo— la realidad de lo que es una “persona”; ya que esta realidad es
clave para profundizar el misterio de la Santísima Trinidad (tres Personas y un solo Dios) o el
misterio de Jesucristo (Dios y Hombre verdaderos).

953. Este tipo de estudio teológico tendrá gran trascendencia en la humanidad. Tomando el
ejemplo anterior del estudio de lo que es persona, es un acontecimiento que revolucionó el
pensamiento humano.

954. Al no saber lo que es una persona y su dignidad, antes de Cristo era muy común la
esclavitud. La Revelación del mensaje evangélico y el trabajo de los Santos Padres aportan al
mundo el gran valor que tiene una persona humana y por tanto su dignidad que la hace objeto
de derechos y obligaciones, aspectos que no tienen otras cosas de la realidad (una piedra, una
planta, etcétera).

955. Incluso la cultura griega con toda su ciencia no llegó a percatarse de esto plenamente. Por
eso después de Cristo la realidad de la esclavitud —aunque ha existido— se ha disminuido y su
prohibición está en muchas constituciones y leyes de las naciones.

228
956. Este es un ejemplo del antes y después de Cristo que da origen a una nueva era de la
humanidad. Los Padres de la Iglesia también desarrollaron mucho la ciencia teológica al verse
en la necesidad de defender la fe de doctrinas y herejías contrarias a la sana doctrina:

También debe estar [el que preside la comunidad] firmemente adherido a la enseñanza
cierta, la que está conforme a la norma de la fe, para ser capaz de exhortar en la sana
doctrina y refutar a los que la contradicen. (Tito 1, 9).

957. Pero la influencia del mensaje de Cristo no solamente tuvo una influencia fuerte en la
doctrina, moral y costumbres de las gentes, sino también en la arquitectura, escultura, pintura,
literatura, etcétera.

958. La profundización teológica hace realidad lo que dice la Palabra:

…glorifiquen en sus corazones a Cristo, el Señor. Estén siempre dispuestos a defenderse


delante de cualquiera que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen. (1 Pedro 3,
15).

959. El mensaje de Cristo no es un mensaje ambiguo, ni producto de fábulas; sino que es la


Verdad misma que es Dios, que en Cristo se nos revela y comunica. Es un mensaje verdadero y
por lo tanto racional, aunque muchas veces nos sobrepase y la fe viene en nuestro auxilio. Por
eso San Juan Pablo II dijo:

La fe y la razón (Fides et ratio) son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se
eleva hacia la contemplación de la verdad. (San Juan Pablo II, Encíclica sobre la Fe y la
Razón, en el inicio).

960. El desarrollo teológico y los diversos caminos espirituales que fortalecen y alimentan
nuestra fe lo han hecho lo que la Iglesia llama Doctores, “Doctores de la Iglesia”; que son
reconocidos como eminentes maestros de la fe.

961. Uno de estos doctores es por ejemplo San Buenaventura (s. XIII), que fue un santo teólogo
franciscano que ya se había citado en este libro en la “Introducción a la obra”; en donde vimos
que él dijo que la voluntad es la facultad más noble que tenemos y que coincide con lo que se
dice en Libro de Cielo.

962. Este doctor seráfico tenía la visión de la teología como un camino para conocer mejor al
amado —a Dios— para amarlo más. Escribió diversas obras espirituales, teológicas y también
biografías de San Francisco de Asís.

963. Otro gran Doctor de la Iglesia fue Santo Tomás de Aquino, teólogo perteneciente a la
orden de predicadores, la Orden Dominica. Una de sus obras más conocida es la Suma
Teológica. Santo Tomás también aporta de manera significativa a la teología y a la doctrina
católica.

229
964. Otros Doctores de la Iglesia son por ejemplo: San Alberto Magno, San Alfonso Ligorio
(tiene una pequeña obra muy interesante llamada “Conformidad con la Voluntad de Dios”), San
Antonio de Padua, San Bernardo de Claraval, Santa Catalina de Siena, San Juan de la Cruz, Santa
Teresa de Avila, San Roberto Belarmino, Santa Teresa de Liseux, entre otros.

965. También en esta gran riqueza que ha dejado el desarrollo de la Iglesia a la humanidad, está
la multitud de santos que son modelos espirituales de vida evangélica que han buscado con
amor hacer la Voluntad de Dios para vivir para Él, para agradarlo en todo, según lo de: “No
todo el que me diga: «Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la
Voluntad de mi Padre celestial.”57 Todo esto también se ha manifestado en todas las obras de
caridad a los más necesitados: pobres, huérfanos, enfermos, etcétera.

966. Cada santo es un don del amor de Dios para nosotros, y Dios quisiera que fuéramos todos:
“Sean santos, porque yo soy santo”58. En este sentido, y sin desvalorar a los demás santos, ya
que no analizaremos —obviamente— la vida de cada santo que ha existido, ya que va más allá
de la finalidad y posibilidad de este libro, veremos algunos que han tenido una injerencia
especial en la vida de la Iglesia en cierto sentido (y no quiere decir que cualquier santo no haya
tenido una influencia particular en la vida de la Iglesia, ya que por supuesto que lo ha tenido).

967. Y es necesario entender que la Iglesia no es una sociedad puramente humana o algo así
como una “sociedad civil” con ciertos fines nobles; sino una Persona Mística59, y como
cualquier persona tiene vitalidad, crecimiento y una riqueza en sus manifestaciones.

968. En este sentido dentro de la Iglesia no se da un único camino para lograr nuestra
perfección o santidad, sino diversos. Es decir, Dios llama a cada quien a cumplir su Voluntad en
diferentes vocaciones o misiones.

969. Y todo se conjunta en una riqueza, como en un cuerpo, no todo es ojo, ni todo es mano, ni
todo es pie, sino que se requiere de los diferentes miembros que juntos forman una unidad, un
solo cuerpo.

970. Y en este sentido todo se requiere para los planes de Dios y también entre nosotros nos
servimos y nos ayudamos como en una familia. A este respecto del Cuerpo de Cristo —la
Iglesia— San Pablo dice:

Ciertamente, hay diversidad de dones, pero todos proceden del mismo Espíritu. Hay
diversidad de ministerios, pero un solo Señor. Hay diversidad de actividades, pero es el
mismo Dios el que realiza todo en todos. En cada uno, el Espíritu se manifiesta para el bien
común. (1 Corintios 12, 4-7).

57
Mateo 7, 21.
58
1 Pedro 1, 16.
59
Ver Catecismo de la Iglesia Católica, n. 795, 1119, 1474.

230
971. Aquí la Escritura nos deja claro que es Voluntad de Dios a través del Espíritu que existan
diversas actividades y ministerios en la Iglesia, y para estas misiones Dios dota a sus hijos con
los dones que se requieren para esas misiones específicas; y todo esto es para el bien común.
Más adelante en el mismo capítulo sigue diciendo San Pablo:

Así como el cuerpo tiene muchos miembros, y sin embargo, es uno, y estos miembros, a
pesar de ser muchos, no forman sino un solo cuerpo, así también sucede con Cristo.
Porque todos hemos sido bautizados en un solo Espíritu para formar un solo Cuerpo… El
cuerpo no se compone de un solo miembro sino de muchos. Si el pie dijera: «Como no soy
mano, no formo parte del cuerpo», ¿acaso por eso no seguiría siendo parte de él? Y si el
oído dijera: «Ya que no soy ojo, no formo parte del cuerpo», ¿acaso dejaría de ser parte de
él? Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿dónde estaría el oído? Y si todo fuera oído, ¿dónde estaría
el olfato? Pero Dios ha dispuesto a cada uno de los miembros en el cuerpo, según un plan
establecido. Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? De hecho,
hay muchos miembros, pero el cuerpo es uno solo. (1 Corintios 12, 12-20).

972. Aquí se ve que aunque seamos distintos o tengamos diferentes caminos por los que nos
llama Dios, somos partes del Cuerpo que es la Iglesia en un único plan. ¿Quién realiza el plan?
Dios, como dice San Pablo: según un plan establecido (esforcémonos por cooperar con amor en
el plan de Dios). La exposición de Corintios continúa y expresa cómo todos los miembros son
necesarios:

El ojo no puede decir a la mano: «No te necesito», ni la cabeza, a los pies: «No tengo
necesidad de ustedes». Más aún, los miembros del cuerpo que consideramos más débiles
también son necesarios,… a fin de que no haya divisiones en el cuerpo, sino que todos los
miembros sean mutuamente solidarios. ¿Un miembro sufre? Todos los demás sufren con
él. ¿Un miembro es enaltecido? Todos los demás participan de su alegría. Ustedes son el
Cuerpo de Cristo, y cada uno en particular, miembros de ese Cuerpo. (1 Corintios 12, 21-
27).

973. Así el Querer Divino a través del Espíritu Santo va suscitando estos caminos en la Iglesia:
evangelizadores, misioneros, obispos, vida contemplativa, etcétera. Ya el matrimonio y la
familia existen desde el principio instituidos por Dios directamente en la Creación del ser
humano.

974. En este sentido la Divina Voluntad propició personas y decidió circunstancias para
inaugurar la vida contemplativa apartada del mundo para orar y ofrecer sacrificios por amor a
Dios y la salvación de la humanidad.

975. El inicio de este camino de vida en la Iglesia empieza por el siglo III d. C. con la vida
ermitaña, cuya palabra viene del latín eremita y del griego erimitis-erimos que significa
solitario, desierto.

231
976. Ya hemos visto algo sobre el significado del desierto y cómo Jesús estuvo cuarenta días en
él. Espiritualmente también tiene mucho significado, se refiere a vaciarnos de todo lo que no es
Dios, de todo lo que no es su Voluntad en nuestra vida, hacer el vacío —el desierto— para que
Él lo llene.

977. Desierto también es silencio para poder escuchar la voz de nuestro Creador, saber
escuchar su Voluntad.

978. El primero que se conoce de esta vida ermitaña es San Pablo de Tebas, nació en Tebaida,
una región que queda junto al río Nilo en Egipto en el 228 y murió en el 342. En la persecución
del emperador Decio que estalló por el año 250 a él no le importa perder sus bienes y entre
diversas circunstancias huye al desierto, en el cual pasó 90 años en solitario, en relación íntima
con Dios, en oración y penitencia por la conversión de los pecadores.

979. Vivía en una cueva cerca de una fuente de agua y una palmera, cuyos dátiles le servían de
alimento. Dice San Jerónimo que cuando la palmera no daba dátiles, llegaba un cuervo que le
traía pan.

980. San Pablo de Tebas tuvo contacto con otro gran ermitaño: San Antonio Abad. San Antonio
nació hacia el 250 en Queman, al sur de Menfis, en Egipto. A los 18 años queda huérfano con
un gran patrimonio; después en una Iglesia escucha el Evangelio sobre: «Si quieres ser
perfecto, ve y vende todo lo que tienes y dalo a los pobres…», y así lo hace y se retira a vivir en
el desierto en una tumba excavada en oración y penitencia.

981. La gente acudía a él por consejo y algunos quisieron imitarlo, creándose en torno a él una
comunidad de ermitaños. De esta manera va naciendo la vida monástica. San Antonio muere
aproximadamente en el 356.

982. Posteriormente aparece otra figura importante: San Benito; nace en Nursia en el 480 y
muere en Montecasino en el 547. De joven vivió como ermitaño, después funda su primer
monasterio en el 529 en Cassino y escribe su Regla; funda numerosos monasterios. Tenía el
don de someter a los espíritus malignos con su Cruz como sacramental, la Cruz de San Benito.

983. Su lema era “Ora y Labora”. Con él nace la vida en conventos en occidente, por eso se le
llama patriarca de los monjes en occidente. Que es una vida contemplativa de oración y
penitencia.

984. Con esto se ve que el Espíritu, propiciando la conversión del corazón con el mensaje
evangélico, nos recuerda la vida de oración y contemplación que todos estamos llamados a
vivir en el camino que Dios haya elegido para nosotros.

985. Sencillamente los monjes están llamados por este camino a orar y ofrecerse por toda la
Iglesia y el mundo, a través de su oración y sacrificios Dios cuida y derrama gracias a toda la
humanidad. Este es un tipo de vocación.

232
986. La vida de oración, desprendimiento e intimidad con Dios no es solamente para los
monjes, sino para todos. La Biblia abunda de citas al respecto, veamos algunas:

No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los consumen, y los


ladrones perforan las paredes y los roban. (Mateo 6, 19).

No se puede servir a Dios y al Dinero. (Mateo 6, 24).

Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que
está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. (Mateo 6, 6).

Eleven constantemente toda clase de oraciones y súplicas, animadas por el Espíritu.


Dedíquense con perseverancia incansable a interceder por todos los hermanos (Efesios
6,18).

Pidan y se les dará (Mateo 7, 7).

Tenemos plena confianza de que Dios nos escucha si le pedimos algo conforme a su
Voluntad. (1 Juan 5, 14).

También les aseguro que si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo, mi Padre
que está en el Cielo se los concederá. Porque donde hay dos o tres reunidos en mi
Nombre, yo estoy presente en medio de ellos. (Mateo 18, 19-20).

987. Así vivieron los miembros de la Sagrada Familia, ¿quién ha orado y tenido una vida de
intimidad con Dios como ellos? Y sin embargo vivieron una vida ordinaria de familia.

988. También existen dos figuras muy importantes por el siglo XII y XIII: San Francisco de Asís y
Santo Domingo de Guzmán. Fueron figuras de una gran talla espiritual que vinieron a oxigenar
a la Iglesia, a recordar las bases evangélicas.

989. San Francisco nació en Asís Italia en 1182, hijo de un rico comerciante que en su juventud
vivió una vida disipada en diversiones, gastando dinero sin medida. Después de su incursión en
la guerra, de enfermedades y ciertas circunstancias empieza su proceso de conversión.

990. Un día encontró a un leproso, cuyas llagas le causaban repulsión, pero se acercó y lo beso,
este hecho tuvo un impacto interior en su vida y empieza a asistir a enfermos en hospitales.
Después renuncia a la herencia de su padre, abrazando la pobreza, viviendo una vida de
acuerdo al Evangelio, anunciando a los demás el amor de Dios y decía: “El Amor no es amado”.

991. Hay otras personas que se le van uniendo a este tipo de vida evangélica y funda la orden
de los frailes Franciscanos, de las Clarisas (con Santa Clara) y la orden seglar. Tenía también un
gran aprecio por la Creación de Dios. Se le atribuye a él la representación navideña del
“Nacimiento” o “Belén”.

233
992. En 1224 Francisco recibe los estigmas del Señor en las manos, en los pies y en el costado.
Muere unos pocos años después en 1226. San Francisco contribuyó mucho en los momentos
difíciles de la Iglesia para darle vitalidad y recordar los principios evangélicos.

993. Santo Domingo nace en Caleruega, en España, en el año 1170. Recibió su primera
educación de su madre, la Beata Juana de Aza. Estudiando teología sobrevino en la región en
que estaba una gran hambre y entregó sus pertenencias a los pobres. Cuando ya no tenía más
que dar, una mujer llorando le dijo que su hermano había sido prisionero con los moros, no
teniendo nada más, Domingo decide vender sus libros y venderse como esclavo para salvar a
esa persona; las personas de su ciudad se conmueven y se realiza un movimiento para ayudar
a esa persona y Domingo no tiene necesidad de vender sus libros y darse como esclavo.

994. A los 25 años es ordenado sacerdote y en 1207 se entrega a la vida apostólica, viviendo de
limosnas. Para instruir a las gentes y no caer en herejías funda la orden de Predicadores
(Dominicos) y luego funda la orden femenina.

995. En 1208, estando una noche en oración, le fue revelado el Rosario por la Virgen como
arma para la conversión de las almas y contra los enemigos de la Fe; le pide que lo propague
por todos lados. Muere el 6 de agosto de 1221.

996. Otro personaje que da un impulso especial al Rosario es el Beato Alano de Rupe que
perteneció precisamente a la orden de Santo Domingo. Este dominico nació en 1428 y murió
en 1475. A él la Virgen le reitera las promesas del Rosario dadas a Santo Domingo.

997. Algunas de estas promesas hechas por la Virgen son:

 Quien rece constantemente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.


 Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen
mi Rosario.
 El Rosario es el escudo contra el infierno, destruye el vicio, libra de los pecados y abate
las herejías.
 Todo cuanto se pida por medio del Rosario se alcanzará prontamente.
 Socorreré en sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.
 El alma que se me encomiende por el Rosario no perecerá.
 Etcétera.

998. Estas son solamente algunas de las promesas de Rosario dadas por nuestra Santa Madre.
El Rosario es una oración muy poderosa, veamos lo que dice Luisa referente al Rosario en Libro
de Cielo:

…habiendo llegado la noche de este día consagrado a la Reina del Rosario, Reina de las
victorias y de los triunfos, pensaba que éste es otro bello signo, que así como la Soberana
Señora venció a su Creador, y entretejiéndolo con sus cadenas de amor lo atrajo del Cielo

234
a la tierra para hacerle formar el reino de la Redención, así la corona dulce y potente de su
Rosario la hará de nuevo victoriosa y triunfadora hacia la Divinidad, tanto, de conquistar el
reino del Fiat Divino para hacerlo venir en medio a las criaturas. (Volumen 25, Octubre 7,
1928).

999. Luisa afirma que la corona dulce y potente del Rosario logrará conquistar el reino del Fiat
Divino para hacerlo venir en medio a las criaturas. Esto significa que nos unamos a nuestra
Reina Madre con el rezo del Santo Rosario para pedir que venga el Reino de la Divina Voluntad.

1000. Otro aspecto interesante del Rosario es el aspecto de la meditación:

El Rosario forma parte de la mejor y más reconocida tradición de la contemplación


cristiana. Iniciado en Occidente, es una oración típicamente meditativa (San Juan Pablo II,
El Rosario de la Virgen María, n. 6).

1001. María es la primera contempladora y meditadora de la vida de Jesús: “Mientras tanto,


María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón.” (Lucas 2, 19). Y el Rosario nos invita
a meditar y contemplar la vida de Jesús —los misterios— desde la Encarnación hasta la
Coronación de nuestra Reina Madre.

1002. ¿A qué se parece esto? a los Giros que se hace en los actos y obras de la Divina Voluntad,
en este caso en los actos de la Redención:

Mi buena hija, hija de mi Voluntad, tú debes saber que mi amor es tanto, que para
desahogarme quiero repetir mis obras, pero ¿en quién puedo repetirlas? ¿En quién puedo
encontrar lugar para encerrarlas para sentirme amar? En quien vive en mi Voluntad.
Conforme la criatura gira en mis obras para conocerlas, amarlas y llamarlas a sí, se
reproducen en ella *…+ cuando ella gira en los actos de la Redención para hacerlos suyos,
Yo repito mi Vida, así que repito mi concepción, mi nacimiento, en el cual los ángeles
repiten el gloria en los Cielos y paz a los hombres de buena voluntad,... Por eso paso a
repetir mi Vida, mis pasos, mis lecciones… (Volumen 34, Enero 22, 1936).

1003. El Rosario por tanto nos invita a meditar y recordar continuamente lo que Jesús ha hecho y
sufrido por amor nuestro. Es acompañarlo es estas obras y amarlo, corresponderle, agradecerle
toda su donación y amor. Por lo tanto el Rosario es una preparación en la Iglesia para los giros.

1004. De los giros en los actos de la Divina Voluntad en la Creación y en la Redención es algo que
sabemos hasta Luisa Piccarreta. Sin embargo, esto no quiere decir que al empezar a realizar los
giros dejemos el Rosario, de hecho Luisa rezaba el Rosario y además giraba por los actos del
Querer Divino.

1005. ¿Qué son los giros? No es la finalidad de esta obra profundizar en este tema pero daremos
una pequeña explicación. Dios ha hecho la obra de la Creación para nosotros y también la
Redención que nos ha salvado; entonces girar es pasar por cada una de estas obra y actos que

235
ha hecho la Divina Voluntad por amor a nosotros para darle a Dios nuestro pequeño amor, gloria
y agradecimiento.

1006. Cuando la persona vive con el don de la Divina Voluntad estos giros hacen que la criatura
realmente selle con su amor estas obras y actos de la Divina Voluntad y además las realiza junto
con Ella; ya que en la Divina Voluntad lo que es de Dios es de la criatura y lo que es de la criatura
es de Dios, y lo que hace Dios lo hace la criatura y lo que hace la criatura lo hace Dios: “en el
verdadero amor no hay tuyo y mío, sino todo es en común”60, veamos:

Por eso hija mía, cada vez que te fundes en mi Voluntad y giras por todas las cosas creadas
para sellar en ellas tu amor hacia Mí, tu gloria, tu adoración sobre cada una de las cosas
que he creado para hacerte feliz, me siento renovar la alegría, la felicidad, la gloria, como
en el acto cuando pusimos fuera toda la Creación; tú no puedes entender la fiesta que nos
haces al ver tu pequeñez, que queriendo abrazar todo en nuestra Voluntad nos
corresponde en amor, en gloria por todas las cosas creadas; es tanta nuestra alegría, que
ponemos todo a un lado para gozarnos la alegría, la fiesta que nos das. Por eso el vivir en
el Supremo Querer es la cosa más grande para Nosotros y para el alma (Volumen 19, Abril
9, 1926).

Hija mía, tú debes saber que este modo de orar, esto es, corresponder a Dios en amor por
todas las cosas creadas por Él, es un derecho divino y entra en el primer deber de la
criatura. (Volumen 18, Agosto 9, 1925).

Entonces, el alma que posee mi Voluntad es el llamamiento a todos los actos de Ella y en
cuanto se encuentran, súbito se reconocen, y por eso cuando tú giras en la Creación y en
la Redención todas las cosas te hablan, son los actos de mi Voluntad que te hablan en
ellas, porque es justo que quien la posee conozca la vida de Ella (Volumen 21, Marzo 26,
1927).

1007. De hecho Luisa tiene una pequeña obra que se llama “los Giros”, que se mencionó en una
cita a pie de página en el prefacio de esta obra al nombrar las obras de Luisa (que pueden ayudar
en este sentido para ir aprendiendo a hacerlos). De esta manera vemos de nuevo la delicadeza y
pedagogía divinas que nos llevan y preparan poco a poco para lograr el crecimiento espiritual
que quiere Dios para nosotros. Confiemos en Dios y hagamos lo que nos pide, ¡todo es para
nuestro bien!61

1008. Otros personajes significativos en esta Historia de amor de la Divina Voluntad que se
entrelaza con la historia de Iglesia son San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Ávila, ambos
Doctores de la Iglesia, sabios en la vida mística, grandes escritores y reformadores de la orden
carmelita para avivarlas en sus principios originales.

60
Volumen 28, Febrero 26, 1930.
61
Ver Romanos 8, 28.

236
1009. Esta expansión de la Buena Nueva de Cristo en la vida de la Iglesia en espera de la Parusía
del Señor —como se observa— está llena de vitalidad y riqueza, pero no menos de cruz y de
adversidades que dan luz, crecimiento y solidez a las obras de Dios.

1010. En este sentido la Iglesia ha pasado también por rupturas dolorosas, cismas, que son como
una flagelación mística al Cuerpo del Señor. En contra de la Voluntad de Jesús que dice:

Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en
nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. (Juan 17, 21).

1011. Dios es una unidad perfecta de amor en su Santísima Trinidad y así quiere que sea cada
familia y también la familia humana en su única Iglesia. El espíritu de división del enemigo
trabaja para romper esta unidad; pero tristemente nuestra tibieza y alejamiento de Dios le
permiten realizar estas divisiones.

1012. Existió un gran cisma en el siglo XI en el 1054 entre la Iglesia de Occidente y la Iglesia de
Oriente (a la que se le llama Iglesia ortodoxa). Posteriormente en el siglo XVI vienen otros
cismas, uno es el de Inglaterra con Enrique VIII en los años 1531-1534, donde nacerá el
anglicanismo.

1013. Otro es el que viene por la Reforma Protestante en este mismo siglo XVI iniciado en
Alemania por Martín Lutero que dio origen a numerosas religiones y sectas. Otro personaje que
intervino en la Reforma Protestante fue Juan Calvino.

1014. Por esta época surge en la Iglesia Católica una figura relevante que fue San Ignacio de
Loyola que funda la Compañía de Jesús (los Jesuitas) y que tuvieron un papel importante en la
Reforma Protestante con la Contrarreforma católica.

La mujer vestida de sol


Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies
(Apocalipsis 12, 1).

1015. Precisamente en este siglo XVI —en el 1531— una Mujer vestida del sol, con la luna bajo
sus pies se aparece a un indígena mexicano (San Juan Diego), en lo que actualmente es la ciudad
de México, en el cerro del Tepeyac.

1016. Este es el acontecimiento Guadalupano, el cual es muy relevante en la Iglesia y en su


expansión. La conquista de México por los españoles ya había tenido lugar y los misioneros, en
gran parte franciscanos, evangelizaban estas tierras, el “Nuevo Mundo” para Europa.

1017. A pesar de que varios indígenas habían acogido el catolicismo, el sacrificio de seres
humanos acostumbrado por las culturas prehispánicas continuaba. Pero el 9 de diciembre de
1531 se le aparece a San Juan Diego la Virgen María, “Madre del verdaderísimo Dios por quien se

237
vive”62. La Virgen pide un templo para Ella, dice: “mucho quiero, mucho deseo que aquí me le-
vanten mi casita sagrada”63.

1018. Ya hemos visto la cuestión del “Templo” que es nuestra alma donde Dios quiere reinar y
también Dios es nuestro Templo donde quiere que vivamos y reposemos.

1019. Pero Jesús vino a nosotros a través de María, Ella fue su “Templo” durante nueve meses
en su vientre y toda su vida fue Templo de la Divina Voluntad. Y nosotros iremos a Jesús a través
de Ella, para que de alguna manera también Ella sea nuestro “Templo”; ya que donde está Dios
está María y viceversa. Por eso el homónimo masculino de Luisa, San Luis de Montfort dice:

El Altísimo descendió de manera perfecta y divina hasta nosotros por medio de la humilde
María, sin perder nada de su divinidad y santidad. Del mismo modo, deben subir los
pequeñuelos hasta el Altísimo perfecta y divinamente y sin temor alguno a través de
María. (San Luis María de Montfort, Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima
Virgen, n. 157).

1020. Y Ella como Madre y Reina de la Voluntad Divina nos quiere llevar a vivir en ese Reino.
María le dice a San Juan Diego que en este Templo Ella quiere manifestarnos a este Dios
verdadero por el que se vive:

En donde lo mostraré, lo ensalzaré al ponerlo de manifiesto: lo daré a las gentes en todo


mi amor personal, en mi mirada compasiva, en mi auxilio, en mi salvación (Antonio
Valeriano, Nican Mopohua, n. 27-28).

1021. En esta aparición en tierras mexicanas nuestra Santa Madre nos habla de manera muy
cálida y protectora:

Porque yo en verdad soy vuestra madre compasiva, tuya y de todos los hombres que en
esta tierra estáis en uno, y de las demás variadas estirpes de hombres, mis amadores, los
que a mí clamen, los que me busquen, los que confíen en mí, porque allí les escuchare su
llanto, su tristeza, para remediar, para curar todas sus diferentes penas, sus miserias, sus
dolores. Y para realizar lo que pretende mi compasiva mirada misericordiosa (Antonio
Valeriano, Nican Mopohua, n. 29-33).

1022. Con esta aparición de María de Guadalupe se extinguen los sacrificios humanos y se
realizan conversiones en masa al catolicismo; en solo siete años se habla de ocho a nueve
millones de personas convertidas, consideradas estas conversiones como de las más o quizá más
grande de la historia de la Iglesia.

1023. Luego la influencia de este acontecimiento Guadalupano en el catolicismo del continente


ha sido decisiva, hoy en día —por mucho— es el continente con más católicos en el mundo; de

62
Así se presenta la Santísima Virgen a Juan Diego (Antonio Valeriano, Nican Mopohua, n. 26).
63
En el mismo lugar (Antonio Valeriano, Nican Mopohua, n. 26).

238
los cinco continentes representa alrededor del 51% de católicos. De hecho se le ha llamado por
el Papa: “continente de esperanza”64; todo esto dentro del contexto de la lucha entre el trigo y la
cizaña.

1024. Otro aspecto peculiar de la aparición Guadalupana, a diferencia de otras apariciones


marianas, es que la Virgen deja su imagen de manera permanente, no pintada por ningún ser de
la tierra, en la tilma de San Juan Diego.

1025. Esta imagen que está en la Basílica de Guadalupe en México es visitada por millones de
personas, entre 22 y 25 millones al año, convirtiendo a este Santuario Mariano en el más
visitado del mundo; y como Basílica el segundo después de la Basílica de San Pedro de Roma.

1026. La ternura de nuestra Madre se expresan en sus palabras llenas de amor y de protección
que llaman a todos como un imán:

¿No estoy aquí yo, que soy tu madre? ¿No estas bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy yo
la fuente de tu alegría? ¿No estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos?
¿Tienes necesidad de alguna otra cosa? Que ninguna otra cosa te aflija, te perturbe
(Antonio Valeriano, Nican Mopohua, n. 119-120).

1027. Esta Madre es la que nos guía a Jesús con su luz y calor, pues está vestida de sol. ¿A qué
sol se refiere? Ya se ha mencionado que en los volúmenes Jesús usa muchas veces el sol como
signo de su adorable Voluntad, de hecho utiliza mucho la expresión: el Sol de mi Voluntad,
veamos algunas:

Hija mía, mira cómo es bello el Sol de mi Voluntad, qué Potencia, qué maravilla (Volumen
17, Septiembre 17, 1924).

Por eso sé atenta si quieres que la plenitud de la luz sea suficiente para poder iluminar con
el Sol de mi Voluntad a todas las gentes. (Volumen 18, Noviembre 12, 1925).

Mira qué significa hacer los actos en mi Voluntad, esto es el vivir en mi Querer: Que el Sol
de mi Voluntad, transformando en Sol a la voluntad humana, obre en ella como en su
propio centro. (Volumen 17, Septiembre 17, 1924).

…Ahora, si esto hace el sol para cumplir su oficio que le dio Dios, mucho más el Sol de mi
Voluntad que fue dado al hombre para infundirle la Vida de su Creador. ¡Oh, cómo es más
encantador y bello el surgir del Sol de mi Voluntad sobre la criatura! (Volumen 19, Mayo
10, 1926).

1028. Entonces la expresión vestida de sol significa que María, la llena de gracia65, la llena de
Vida Divina, está por tanto llena, vestida del Sol de la Divina Voluntad; este Sol que es Luz y
Amor Divinos; por eso Jesús dice:

64
San Juan Pablo II, Discurso CELAM, Puebla 28 de enero de 1979.

239
…mi Mamá Reina poseía el Sol de mi Voluntad (Volumen 22, Septiembre 8, 1927).

…mi Mamá… es la habitación investida por la luz, se hizo presa suya y el Sol de mi
Voluntad le daba siempre, siempre, la nutrió de luz y crecía en los rayos interminables del
Sol eterno de mi Fiat (Volumen 23, Marzo 11, 1928).

1029. Esto también nos recuerda que al vivir en la Divina Voluntad la persona se viste de luz
(como la vestidura de luz antes del pecado en el Edén, y también la Transfiguración y la
Resurrección de Cristo).

1030. El texto del Apocalipsis habla que esta mujer vestida de sol está embarazada66, es
interesante como en la imagen que la Virgen deja en la tilma de San Juan Diego está embarazada
(nos lo indica la cinta en la cintura) y que va a dar a luz67.

1031. ¿A quién va a dar a luz? Sabemos que a Jesucristo, y Él es Cabeza de la Iglesia, y ¿quién es
Madre de la Iglesia? María. Entonces María va a dar a luz a la Iglesia; y aunque Ella es Madre de
todos, Ella quiere a sus hijos semejantes a Ella, es decir, viviendo en la Divina Voluntad; por lo
cual hay en el tiempo histórico un nacimiento de la Iglesia referente a los miembros de la Iglesia
que vivan en la Divina Voluntad. Veamos que dice Libro de Cielo:

Ahora, en el Reino del Fiat Supremo tendremos las copias de la Soberana Reina, así que
también Ella suspira, espera este Reino Divino sobre la tierra para tener sus copias. Qué
bello Reino, porque será Reino de luz, de riquezas infinitas, reino de perfecta santidad y de
dominio, nuestros hijos de este Reino serán todos reyes y reinas (Volumen 20, Noviembre
4, 1926).

Ella, por ser la Emperatriz Celestial, la heredera de la gran herencia de nuestra Voluntad,
cuando este reino se forme sobre la tierra, la gran Señora llamará a sus hijos a poseer su
herencia y le daremos la gran gloria de hacerla formar la nueva jerarquía, semejante a los
nueve coros de los ángeles, así que tendrá el coro de los serafines, el de los querubines, y
así de todos los demás coros, como también formará el orden de los santos que han vivido
de su heredad, y después que los haya formado en la tierra, los transportará al Cielo,
circundándose de la nueva jerarquía, regenerados en el Fiat Divino, en su mismo amor,
habiendo vivido en su heredad. (Volumen 35, Agosto 9, 1937).

Si tú supieras cuánto ama a las almas esta Celestial Reina,... Ver a los hijos pobres mientras
la Madre es tan rica, y sólo porque no viven en la heredad de la Madre, es un dolor, Ella los
quisiera ver en sus mares de amor que amaran a su Creador como Ella lo ama, escondidos
en su santidad, embellecidos con su belleza, llenos de su gracia, y no viéndolos así, si no
fuese por el estado de gloria en que se encuentra, donde las penas no tienen lugar, por

65
Lucas 1, 28.
66
Ver Apocalipsis 12, 2.
67
Ver Apocalipsis 12, 2.

240
puro dolor habría muerto por cada criatura que no viviera en el Querer Divino. (Volumen
35, Agosto 9, 1937).

1032. El suspiro y el dolor que Jesús menciona respecto a María porque sus hijos no viven en la
Divina Voluntad se conecta muy bien con lo que dice Apocalipsis 12, veamos los versículos
completos:

Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y
una corona de doce estrellas en su cabeza. Estaba embarazada y gritaba de dolor porque
iba a dar a luz. (Apocalipsis 12, 1-2).

1033. El texto bíblico dice gritaba de dolor; precisamente —sin descartar otros significados
legítimos— significa este dolor que nuestra Madre tiene por no vernos vivir en el Querer Divino,
falta poco pero todavía no ha llegado este Reino a toda la humanidad; es decir, son como los
dolores de parto (ya pronto, pero todavía no):

Por eso Ella [la Virgen] ruega incesantemente, pone en oración todos sus mares, para
impetrar que la Divina Voluntad se haga como en el Cielo así en la tierra. …y ¡oh! cómo ora
en cada uno de los corazones a nuestra Majestad adorable diciéndonos: “Hacedlo pronto,
mi amor no puede más contenerse, quiero ver a mis hijos vivir junto Conmigo en esa
misma Voluntad Divina que forma toda mi gloria, mi riqueza, mi gran herencia, confiad en
Mí y Yo sabré defender tanto a mis hijos como a la misma Voluntad vuestra que es
también mía”. (Volumen 35, Agosto 9, 1937).

1034. Y en este momento que se escribe este libro estamos en este proceso de parto, de dar a
luz la Iglesia que vivirá en el Reino de la Divina Voluntad. Y aquí el papel de nuestra Reina Madre
es fundamental, caminemos junto con Ella, con el significado profundo de la manifestación de
Guadalupe y el Santo Rosario hacia este Reino de la Divina Voluntad.

1035. Como hemos visto históricamente, mientras había crisis y cismas en el catolicismo
europeo, en América había un nacimiento fuerte de este catolicismo de la mano de María de
Guadalupe. Después, acercándonos al siglo XXI parece que la crisis se globaliza, aunque América
sigue siendo el continente —como vimos— de mayor cantidad de católicos.

1036. “…pero donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia”68 y por eso la Providencia
amorosa de Dios se expresa en que esta Mujer vestida de sol aumenta su presencia de forma
manifiesta cada vez más frecuente al acercarse el siglo XXI.

1037. Esta realidad de la Mujer está mencionada desde el principio, recordemos lo que Dios dijo
al enemigo después del pecado de nuestros primeros padres:

Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo. Él te aplastará la cabeza y tú


le acecharás el talón. (Génesis 3, 15).

68
Romanos 5, 20.

241
1038. El linaje de la Mujer, empezando por Jesucristo y junto con la Iglesia, le aplasta la cabeza al
enemigo. La Mujer es nuestra Madre Reina, ¿quién es el talón? sus hijos miembros de la Iglesia
que se dejan formar por Ella, para crecer en una conversión profunda y poder salir victoriosos de
la lucha (enemistad entre el linaje de la Virgen y el de la serpiente), y aunque la serpiente
acechará el talón, será derrotada.

1039. Por eso ya en el siglo XIX la presencia de la Virgen se hace presente de manera cada vez
más progresiva —por ejemplo— en las apariciones de Francia: Nuestra Señora de la Medalla
Milagrosa, 1830; Nuestra Señora de la Salette, 1846; Nuestra Señora de Lourdes, 1858; Madre
de la Esperanza, 1871.

1040. En Irlanda: Nuestra Señora de Knock, 1879; la conocida aparición en Fátima Portugal de
Nuestra Señora de Fátima en 1917; en Bélgica: Madre de Dios en 1932, y siguen y siguen
apariciones cada vez más frecuentes.

1041. Las anteriores han tenido aprobación de la Iglesia, otras apariciones posteriores también o
están en proceso de serlo; obviamente algunas no son auténticas, pero muchas sí. Lo que es
verdad es que la presencia y las apariciones de la Virgen en los últimos tiempos ha aumentado
muchísimo en comparación con el pasado.

1042. Esto tiene que llamarnos la atención de que los tiempos son especiales, ya que nuestra
Madre nos está preparando. En las diferentes apariciones, aunque tienen su mensaje propio,
tienen en común el llamado de nuestra Madre a la conversión del corazón y a vivir una vida más
espiritual y llena de oración. La insistencia de estar en Gracia, la Misa y el Rosario, así como la
Palabra de Dios es muy significativa e insistente.

1043. ¿Qué está preparando nuestra Madre? Aplastarle la cabeza a la serpiente infernal para
establecer el Reino de la Divina Voluntad; estos aspectos van muy unidos. Esta cuestión de
aplastarle la cabeza a la serpiente es un proceso de la Iglesia de Jesucristo, empezando primero
por la Cabeza misma que es Jesucristo con su Vida, Pasión, Muerte y Resurrección; y luego por el
resto del Cuerpo Místico en un proceso histórico que tiene que llegar a la instauración plena del
Reino de la Divina Voluntad. Y esto es así porque a Dios le gusta hacer partícipes en sus obras a
sus criaturas, y por supuesto lo hará también en su victoria sobre el mal (además que lo hace por
nosotros).

1044. En la obra de Luisa Piccarreta se nos da información respecto al papel de María en estos
tiempos, veamos lo que dice Jesús:

Mi Madre Celestial les será Madre y Reina. Ya Ella —conociendo el bien inmenso que les
restituirá el Reino de mi Querer, para satisfacer mis deseos ardientes y poner fin a mis
lágrimas, y amándoles como verdaderos hijos suyos— va visitando a todos los pueblos y
naciones, para prepararlos a recibir el Reino de mi Voluntad. Ella fue la que Me preparó los
pueblos, para hacerme bajar del Cielo a la tierra; y a Ella, a su Amor materno encargo que

242
Me prepare las almas y los pueblos, para recibir un Don tan grande. (Llamamiento del Rey
Divino al Reino de su Voluntad).

1045. Jesús nos dice que su Madre está preparando las almas y los pueblos para recibir
precisamente el Reino de la Divina Voluntad. Ahora veamos qué dice nuestra Santa Madre:

Has de saber que Yo recorreré todo el mundo, iré a cada individuo, a todas las familias, a
las comunidades religiosas, a cada nación, en todos los pueblos, y si hace falta emplearé
siglos enteros, hasta que no haya formado como Reina a mi pueblo y como Madre a mis
hijos, para que conozcan y hagan reinar por todas partes la Divina Voluntad. (Llamamiento
materno de la Reina del Cielo al Reino de la Divina Voluntad, Tomado de “La Virgen María
en el Reino de la Divina Voluntad”, 1930).

1046. De esta manera la Mujer vestida de sol será modelo de las criaturas que vivan en la Divina
Voluntad, Ella vivió con este don del Reino de la Divina Voluntad y quiere que sus hijos también.
Esto a semejanza de Jesús que es verdadero Dios y verdadero Hombre, y como Dios tiene su
Voluntad Divina en naturaleza, en cambio en la Virgen es por gracia, y es por gracia como
nosotros también podemos vivir en esta Divina Voluntad:

Mucho más que mi Mamá Reina poseía el Sol de mi Voluntad por gracia y Yo lo poseía por
naturaleza (Volumen 22, Septiembre 8, 1927).

…la Reina del Cielo,… con su imperio ruega continuamente que venga el reino de la Divina
Voluntad sobre la tierra,… Ella tiene todo el derecho de impetrarlo, porque lo poseía en la
tierra y lo posee en el Cielo, por eso como poseedora puede dar lo que es suyo, tanto que
este reino será llamado el reino de la Emperatriz Celestial, hará de Reina en medio a sus
hijos en la tierra, pondrá a su disposición sus mares de gracias, de santidad, de potencia,
pondrá en fuga a todos los enemigos, los crecerá en su regazo, los esconderá en su luz,
cubriéndolos con su amor, alimentándolos con sus propias manos, con el alimento de la
Divina Voluntad. ¿Qué no hará esta Madre y Reina en medio a este su reino, con sus hijos
y con su pueblo? Dará gracias jamás oídas, sorpresas jamás vistas, milagros que sacudirán
Cielos y tierra, le daremos todo el campo libre para que nos forme el reino de nuestra
Voluntad sobre la tierra, será la guía, el verdadero modelo, será también el reino de la
Soberana Celestial. (Volumen 33, Julio 14, 1935).

1047. Para terminar esta sección y este capítulo lo haremos con la siguiente cita del Libro de
Cielo sobre nuestra Reina Madre:

Ahora, esta criatura, Reina de todos, con hacer siempre y en todo la Voluntad del Eterno,
es más, se puede decir que su vida fue sólo la Voluntad Divina, abrió el Cielo, se vinculó
con el Eterno e hizo volver las fiestas en el Cielo con la criatura; cada acto que hacía en la
Voluntad Suprema era una fiesta que iniciaba en el Cielo,… ‘¿De dónde tanta gloria, tanto
honor, tanta grandeza y tantos prodigios jamás vistos, en esta excelsa Criatura? No
obstante es del exilio que viene’. Y atónitos reconocían la Voluntad de su Creador como

243
vida y obrante en Ella, y estremeciéndose decían: ‘¡Santa, Santa, Santa, honor y gloria a la
Voluntad de nuestro Soberano Señor y gloria y tres veces Santa Aquélla que ha hecho
obrar a esta Suprema Voluntad!’ (Volumen 18, Agosto 15, 1925).

244
Capítulo 13: La llegada del Reino de la Divina Voluntad a las
criaturas

Miren a las naciones y observen, asómbrense y queden pasmados,


porque en estos días realizaré una obra que si se la contaran, no la creerían.
(Habacuc 1, 5).
…la Paterna Bondad quiere abrir otra era de gracia, poniendo en común con la
criatura sus bienes que posee en el Cielo y restituyéndole la felicidad perdida
(Volumen 15, Julio 11, 1923).

1048. Lo que más le importa a Dios es el Reino de la Divina Voluntad:

…el Reino de mi Voluntad … siendo la cosa que más me interesa, que más me glorifica … y
no sólo esto, sino que llevará a la criatura el bien más grande que pueda existir en el Cielo
y en la tierra (Volumen 19, Julio 1, 1926).

…mi Voluntad… es la cosa que más me importa, que más me interesa; todas las otras cosas
no me interesan, ni aun las cosas más santas, y cuando obtengo que el alma viva de mi
Voluntad me siento triunfante, porque encierra el mayor bien que puede haber en el Cielo
y en la tierra. (Volumen 9, Marzo 23, 1910).

1049. Lo que tiene que quedar claro al llegar a este capítulo de la obra es que la Divina Voluntad
viviendo en la criatura es el punto de llegada, es la meta a la que Dios quiere que lleguemos,
para eso fuimos creados:

Al crear a la criatura mi única finalidad fue que ella hiciera en todo mi Querer, con esto
quería dar a la existencia nuevos partos de Mí mismo; quería hacer de ella un prodigio
portentoso, digno de Mí y todo semejante a Mí (Volumen 13, Noviembre 4, 1921).

…para cumplimiento de nuestra finalidad, queremos que nuestra Voluntad Divina reine en
el hombre como principio, vida y fin de todo su ser. (Volumen 24, Septiembre 24, 1928).

1050. Jesús explica esta finalidad y la restauración de su Reino de esta manera:

Hija mía, es cierto que es Voluntad mía que quiero dar el reino de mi Querer Divino, no
puedo hacer menos que querer y suspirar de haceros el gran don de Él, si esto no fuera así,
o sea, que no suspirara el regreso del hombre en la morada de mi Divina Voluntad, iría
contra el orden de nuestra obra creadora, que con suma sabiduría creó al hombre para
que viviese de lo nuestro y morase en el reino de nuestro Fiat, dado a él, por Nosotros,
como su herencia. Por eso el hombre saliendo de Él formó el desorden en nuestra obra
creadora, ¿y cómo podemos tolerar el que quede desordenada nuestra obra más bella?
Han pasado siglos y siglos, pueden pasar otros siglos, pero no nos cambiaremos, será
siempre nuestro punto más importante, nuestra única finalidad e interés especial, el que

245
nuestra obra creadora sea restaurada y reordenada tal y como salió de nuestras manos
creadoras y viva en el reino de nuestro Querer Divino. (Volumen 24, Septiembre 24, 1928).

1051. Y por tanto en este Reino de la Divina Voluntad está nuestra felicidad terrestre y eterna:

Nuestra Voluntad es paraíso terrestre en la tierra, y celestial en el cielo (Volumen 30,


Diciembre 6, 1931).

La feliz criatura que se encuentra en la Divina Voluntad se encuentra como en una


atmósfera celestial, toda feliz (Volumen 30, Abril 30, 1932).

1052. Es en este Reino donde se realizará a plenitud nuestra relación de amor entre cada uno de
nosotros y Dios, en donde tendrá lugar la maravillosa Historia de amor de la Divina Voluntad con
cada uno en particular de la manera como Dios quiere.

1053. Después del pecado de Adán, Dios se ha enfocado a recuperar este Reino para nosotros, a
través de un proceso histórico. Todo esto significa que cuando sea anunciado este Reino de la
Divina Voluntad a las criaturas ha empezado una nueva época, como Luisa lo expresa:

[Luisa]: Jesús ama tanto que este modo de vivir en el Divino Querer sea conocido, y que
debe ser una nueva época que tanto bien debe traer, de sobrepasar los mismos bienes de
la Redención (Volumen 15, Abril 20, 1923).

1054. Luisa habla de esta nueva época y que traerá mucho bien, más que la Redención. Jesús lo
dice claramente:

Será demasiado pérfido e ingrato quien no reconozca en estas manifestaciones mías el eco
del Cielo, la larga cadena de amor del Querer Supremo, la comunidad de los bienes de
nuestro Padre Celestial que quiere dar a las criaturas, y como queriendo poner todo a un
lado lo que ha pasado en la historia del mundo, quiere comenzar una era nueva, una
nueva creación, como si ahora empezara la nueva historia de la Creación. (Volumen 20,
Enero 30, 1927).

1055. Jesús se refiere a las manifestaciones que ha tenido con Luisa y por supuesto a las
verdades que a través de ella se anuncian al mundo respecto al Reino de la Divina Voluntad, lo
cual significa que Dios quiere comenzar una era nueva, una nueva creación, como si ahora
empezara la nueva historia de la Creación.

1056. Por tanto la era nueva ya empezó y estas adorables manifestaciones y conocimientos
sobre el Fiat Divino son expresión de la larga cadena de amor del Querer Supremo que tiene con
sus criaturas.

1057. ¿Qué momento escoge Dios para anunciar este Reino de la Divina Voluntad? momentos
difíciles para la humanidad. La vida de Luisa incluye la época de las dos Guerras Mundiales, el

246
fascismo dictador en Italia, entre otros. Pero “…donde abundó el pecado, sobreabundó la
gracia”69, por eso Jesús dice (cinco años después de terminar la primera Guerra Mundial):

Hija mía, todo el mundo está trastornado y todos están a la expectativa de cambios, de
paz, de cosas nuevas;… y mientras esperan, cansados de la era triste que los envuelve,
turbia y sangrienta, esperan y tienen la esperanza de una nueva era de paz y de luz. El
mundo se encuentra precisamente en el punto como cuando Yo debía venir a la tierra,
todos estaban en espera de un gran acontecimiento, de una era nueva, como en efecto
sucedió. Así ahora, debiendo venir el gran advenimiento, la era nueva en la que la
Voluntad de Dios se haga en la tierra como en el Cielo, todos están a la expectativa de una
era nueva, cansados de la presente, pero sin saber cuál es esta novedad, este cambio,
como no lo sabían cuando Yo vine a la tierra. Esta expectativa es una señal cierta de que la
hora está cercana, pero la señal más segura es que Yo voy manifestando lo que quiero
hacer, y que dirigiéndome a un alma, como me dirigí a mi Mamá al bajar del Cielo a la
tierra, le comunico mi Voluntad y los bienes, los efectos que Ella contiene, para hacer de
ello un don a toda la humanidad". (Volumen 15, Julio 14, 1923).

1058. Jesús “bautiza”, le da el nombre, a este tiempo a partir de Luisa Piccarreta: “el gran
advenimiento, la era nueva en la que la Voluntad de Dios se haga en la tierra como en el Cielo” y
dice que la hora está cercana y que la señal más segura es que manifiesta a un alma [a Luisa] su
Voluntad junto con sus bienes como don a la humanidad.

1059. ¿Qué significa esto? que la hora ya llegó, porque Luisa ya acabó su trabajo aquí en la tierra
y ahora lo sigue en el Cielo; y la prueba segura son las tantas verdades que ha manifestado a
través de la obra de Luisa Piccarreta, que desde 1947 (año en que se va al Cielo) ya está
completada para que la humanidad se sirva de ella para recibir de nuevo este don del Reino de
la Divina Voluntad que perdió Adán.

Tú debes saber que cada vez que te manifiesto una verdad de más sobre mi Voluntad, es
una unión de más que formo entre tú y Yo y con toda la familia humana; es una unión
mayor, un vínculo más estrecho, es un mayor participar en mi herencia, y conforme las
manifiesto formo la escritura de donación, y viendo a mis hijos más ricos y que toman
parte en la herencia, siento nuevos contentos y hago fiesta. …hasta ahora he hecho
conocer lo que hizo mi Humanidad, sus virtudes, sus penas, para constituir a la familia
humana heredera de los bienes de mi Humanidad, pero ahora quiero ir más allá, quiero
hacerles conocer lo que hacía mi Voluntad en mi Humanidad para constituir herederas de
mi Voluntad, de los efectos, del valor que Ella contiene a las nuevas generaciones
(Volumen 13, Septiembre 6, 1921).

1060. Como se ve, estas verdades nos darán el don de la Voluntad Divina que es la herencia llena
de amor de nuestro Dios que nos ha hecho a través de Luisa. Y con Luisa empieza esta era nueva

69
Romanos 5, 20.

247
en la historia de la Iglesia y de la humanidad, el Reino de Cristo tan esperado ya está entre
nosotros en sus primeras fases70.

1061. A veces pensamos que Dios hará las cosas espectacularmente, pero aunque a veces pueda
hacerlo así, en la mayoría de los casos vemos que le gusta trabajar en lo sencillo, incluso a veces
en lo oculto, y sobre todo en las primeras etapas de una obra; pero esto no significa que su obra
o su presencia sean menos reales:

Es mi costumbre cubrir con las cosas más ordinarias mis obras más grandes, a fin de que
nadie me las señale, y Yo quedo más libre para obrar, y cuando he realizado todo,
entonces doy la sorpresa y las manifiesto a todos, haciendo maravillarse a todos.
(Volumen 14, Marzo 16, 1922).

1062. Y esto coincide con lo que dice Jesús en el Evangelio respecto a su Reino:

«El Reino de Dios no viene espectacularmente, y no se podrá decir: «Está aquí» o «Está
allí». Porque el Reino de Dios está entre ustedes». (Lucas 17, 20-21).

1063. Estas palabras en nuestros tiempos son reales también para el Reino de la Divina Voluntad
para nosotros. Y como observamos Dios hace las cosas a través de procesos en los que primero
trabaja con un alma, luego a través de ella comunica su obra a algunas más y después al resto de
la humanidad. Pero suelen empezar en lo oculto, así pasó también con la Redención, en un
primer momento, por ejemplo en la Encarnación, solamente sabía la Reina Madre, después San
José, cuando nació unos pocos más y así:

¿No sucedió tal vez lo mismo en la Redención? Hasta en tanto que estuve con mi Mamá en
mi Vida escondida de Nazaret, todo callaba en torno a Mí, si bien este escondimiento mío
junto con la Celestial Reina sirvió admirablemente para formar la sustancia de la
Redención, y poderme anunciar que ya estaba en medio a ellos; pero los frutos de Ella,
¿cuándo se comunicaron en medio de los pueblos? Cuando salí en público, me hice
conocer, les hablé con la Potencia de mi palabra creadora, y conforme todo lo que Yo hice
y dije se divulgó y se divulga todavía ahora en medio de los pueblos, así los frutos de la
Redención tuvieron y tienen sus efectos. … Así será de mi Voluntad, el conocimiento dará
la vida a los frutos de mi Voluntad y por eso he querido renovar lo que hice en la
Redención, escoger otra virgen,… y decirle toda la historia, los prodigios, los bienes que
hay en mi Voluntad y así poder formar en ti la Vida de mi Voluntad. Y así como junto
conmigo y mi Mamá escogí a San José junto con Nosotros, como nuestro cooperador,
tutor y vigilante centinela de Mí y de la Soberana Reina, así he puesto cerca de ti la
vigilante asistencia de mis ministros como cooperadores, tutores y depositarios de los
conocimientos, bienes y prodigios que hay en mi Voluntad, y como Ella quiere establecer
su reino en medio de los pueblos, quiero por medio tuyo deponer en mis ministros esta
doctrina celestial, como a nuevos apóstoles, a fin de que primero forme con ellos el anillo

70
En el momento en que se escribe este libro.

248
de conjunción con mi Voluntad, y después la transmitan en medio a los pueblos. (Volumen
19, Junio 15, 1926).

1064. Como se ve, el Reino ya llegó; y evitemos que nos pase como a los discípulos de Emaús
que estaban tristes el día de la Resurrección de Jesús porque ellos esperaban que la liberación
de parte del Mesías se ajustara a sus criterios:

Nosotros esperábamos que fuera Él quien librara a Israel. Pero a todo esto ya van tres días
que sucedieron estas cosas… (Lucas 24, 21).

1065. Pero Dios nos dice:

Porque los pensamientos de ustedes no son los míos, ni los caminos de ustedes son mis
caminos —oráculo del Señor—. Como el cielo se alza por encima de la tierra, así
sobrepasan mis caminos y mis pensamientos a los caminos y a los pensamientos de
ustedes. (Isaías 55, 8-9).

Porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres. (Marcos 8, 33).

1066. Y así como la obra de la Redención es un proceso que dura varios años desde la
Encarnación de Jesús y de alguna manera también desde la concepción de María Santísima, así
la llegada del Reino de la Divina Voluntad es también un proceso que inicia con la vida de Luisa
Piccarreta. Por eso Jesús dice:

Hija mía, no quieras perder el ánimo, esta es mi costumbre, el obrar la perfección paso a
paso y no todo en un instante (Volumen 2, Septiembre 5, 1899).

1067. Vemos por tanto que es costumbre de Jesús obrar paso a paso la perfección en nosotros;
designios de su Sabiduría y delicadeza con sus criaturas débiles y limitadas.

Luisa Piccarreta
¡Ah! sí, quiero confundir al hombre todo en amor, por eso sé atenta, te quiero Conmigo a
preparar esta era de amor, celestial y divina, nos ayudaremos mutuamente y
obraremos juntos. (Volumen 12, Febrero 8, 1921).

1068. Esta sublime y santa mujer es la elegida por la Voluntad Divina para darse a conocer al
mundo. Fue una mujer de vida oculta y sencilla (como le suele gustar a Dios hacer las cosas);
nació el 23 de abril de 1865. Ese día era el segundo Domingo de Pascua "In Albis" (actual fiesta
de la Divina Misericordia) y fue bautizada ese mismo día.

1069. Luisa murió el 4 de marzo de 1947. Este año coincide con la decisión de la ONU de partir a
Palestina en dos Estados: uno árabe y otro judío, lo que daría lugar a que en 1948 se estableciera
el Estado de Israel.

249
1070. No nos detendremos en más detalles biográficos, ya que existen biografías al respecto,
además de su cuaderno de la infancia, y también los volúmenes son su Diario. En un primer
momento Jesús la llama a ser un alma víctima que comparta los sufrimientos de la Pasión por
amor a Él y por la humanidad, ella acepta.

1071. Jesús la va preparando a una unidad cada vez mayor con Él, efectuando con ella un místico
desposorio71, que se renueva ante la Santísima Trinidad y posteriormente se realiza también el
desposorio de la cruz.

1072. También la prepara y, llegado el momento querido por la Divina Voluntad, le manifiesta el
don del Reino de la Divina Voluntad, le hace entender que a través de ella lo dará al mundo y
que dará inicio a la era de su Voluntad:

Hasta ahora te he tenido junto Conmigo para aplacar mi justicia e impedir que castigos
más duros llovieran sobre la tierra; ahora dejemos correr la corriente de la maldad
humana, y tú junto Conmigo, en mi Querer, quiero que te ocupes en preparar la era de mi
Voluntad. Conforme te adentrarás en el camino de mi Querer se formará el arco iris de
paz, el cual formará el anillo de conjunción entre la Voluntad Divina y la humana, por lo
cual tendrá vida mi Voluntad en la tierra y tendrá principio el cumplimiento de mi oración
y de toda la Iglesia: “Venga tu Reino, hágase tu Voluntad como en el Cielo así en la tierra”.
(Volumen 12, Marzo 2, 1921).

…tú debes saber que he puesto más gracia en ti que no puse en Adán, para hacer que mi
Querer te poseyera y con triunfo te dominara, y el tuyo se sintiese honrado de no tener
jamás vida y cediera el puesto a mi Voluntad. (Volumen 20, Octubre 26, 1926).

1073. Ya habíamos visto en el capítulo 10: “Pentecostés” lo siguiente:

Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora.
Cuando venga el Espíritu de la Verdad, Él los introducirá en toda la verdad, porque no
hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo. El
me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes. (Juan 16, 12-14).

1074. Y que obviamente —además de otros significados— se refieren a las verdades que Jesús
ha manifestado a través de Luisa Piccarreta, explicitando las Palabras del Padre Nuestro: “Venga
a nosotros tu Reino, hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo”. Existen 36 volúmenes y
otros escritos más de Luisa que explican esta frase de la oración del Señor y que transformará la
humanidad.

1075. Ya se había comentado en la sección: “La expansión de la Buena Nueva oral y escrita” que
Jesús no dejó nada escrito; en los Evangelios se narra que escribió algo en la tierra cuando le
llevan a la mujer adúltera para apedrearla72, pero ¿qué escribió? es un misterio.

71
Ver volumen 1.

250
1076. Pero el misterio de por qué no escribió nada, para dejarnos algo escrito en aquél tiempo,
se aclara en Libro de Cielo, veamos:

Hija mía, ¿quieres saber por qué Yo no escribí? Porque debía escribir por medio tuyo, soy
Yo el que animo tu inteligencia, que te pongo las palabras, que doy movimiento con mi
mano a la tuya para hacerte sostener la pluma y hacerte escribir las palabras en el papel,
así que soy Yo el que escribo, no tú (Volumen 20, Enero 30, 1927).

1077. ¡Aquí está dicha la importancia de Luisa Piccarreta en la Historia de amor de la Divina
Voluntad con nosotros!, lo que Jesús quería decirnos para llevarnos a toda la verdad lo ha dicho
a través de Luisa con la acción del Espíritu Santo.

1078. Es evidente que es cosa de tiempo y se verá que Luisa Piccarreta no es solamente una
buena mujer que recibió algunos mensajes o devociones del Cielo, sino un punto de inflexión
que cambiará la historia de la humanidad (obviamente Cristo a través de ella).

1079. Por eso algunos santos de la época de Luisa han dicho cosas importantes respecto a esta
obra de Dios en ella; veamos lo que dijo San Aníbal María de Francia, que fue su confesor
extraordinario, censor, propagador y publicador de parte de su obra, del cual Jesús dijo: “primer
apóstol del Fiat Divino y anunciador de Él” (Volumen 20, Noviembre 6, 1926), fundador de dos
familias religiosas, entre otras cosas, le dice a Luisa en una carta:

Actualmente en mi meditación de la mañana, además de las “Horas de la Pasión de


Nuestro Señor Jesucristo”, leo con mucha calma y reflexión dos o tres capítulos de sus
escritos sobre la Divina Voluntad y las impresiones que recibo son íntimas y profundas. Yo
veo en ellos una ciencia sublime y divina... Son escritos que es necesario que ya se den a
conocer al mundo. Creo que harán muchísimo bien… Y según mi parecer ninguna
inteligencia humana habría podido formularlos. (Extracto de Carta de San Aníbal María de
Francia a Luisa Picarreta, año 1924).

1080. El Santo incluye la obra de Luisa Piccarreta en su vida espiritual y dice que ve en los
escritos una ciencia sublime y divina y se da cuenta en su visión espiritual profunda de santo que
es necesario que ya se den a conocer al mundo porque harán muchísimo bien, también considera
que ninguna inteligencia humana habría podido formularlos; es decir, vienen del Cielo.

1081. Otro aspecto notable de este Santo es lo que le dice a Luisa en otra carta de 1927:

Sepa que yo ya no me ocupo casi para nada de mis institutos desde que me he dedicado
totalmente a la grande obra de la Divina Voluntad. Hablo de ella con personas espirituales,
me entretengo sobre este asunto con quien mejor puedo, hago la mayor propaganda que
puedo, incluso en mis institutos. (Extracto de Carta de San Aníbal María de Francia a Luisa
Picarreta, año 1927).

72
Ver Juan 8, 6-8.

251
1082. Esto es relevante en el sentido de que fundó dos familias religiosas, y sin embargo delega
esas obras para dedicarse a otra que considera más grande e importante, en sus palabras: a la
grande obra de la Divina Voluntad. San Aníbal sabe cuál es el tesoro escondido, la perla de más
valor73.

1083. Otro Santo es San Pío de Pietrelcina. Estos testimonios están en la Colección de Memorias
de Luisa Piccarreta del Fraile Menor Capuchino Bernardino Giuseppe Bucci, veamos:

El Santo Padre Pío enviaba a muchas personas a Luisa Piccarreta y decía a los habitantes
de Corato que iban a San Giovanni Rotondo: «¿Qué venís a hacer aquí? Tenéis a Luisa.
Acudid a ella».

Luisa dijo a mi tía: «Tú serás mi testigo» y el Padre Pío un día le dijo a quemarropa, en su
dialecto de Benevento, estas palabras: «Rosaria, sigue adelante, sigue adelante, pues Luisa
es grande y el mundo se llenará de Luisa». (Bernardino Giuseppe Bucci, Luisa Piccarreta,
Colección de Memorias sobre la Sierva de Dios).

1084. Las palabras del Padre Pío son: Luisa es grande y el mundo se llenará de Luisa. Que un
Santo como el Padre Pío diga que el mundo se llenará de Luisa es una afirmación para
considerarla, obviamente se trata de alguien grande, de influencia universal.

1085. No de todos los santos que han partido de esta vida llenan al mundo, muchos sólo son
conocidos regionalmente. A este respecto se dice en la Colección de Memorias:

Después de la muerte del venerado Padre Pío, mi tía dijo un día: «El Padre Pío profetizó
que Luisa sería conocida en todo el mundo». Y repetía la frase que el Padre Pío había
pronunciado en su dialecto.

Yo le respondí que el caso de Luisa Piccarreta no tendría fácil solución. En efecto, incluso
en Corato, ya no se hablaba de ella y la frase del Padre Pío podía considerarse un gesto de
consolación. Pero mi tía rebatió: «¡No! El Padre Pío durante la confesión me dijo que Luisa
no es un hecho humano, sino una obra de Dios, y Él mismo hará que salga a la luz. El
mundo quedará asombrado ante su grandeza; no pasarán muchos años antes de que esto
suceda. El nuevo milenio verá la luz de Luisa». (Bernardino Giuseppe Bucci, Luisa
Piccarreta, Colección de Memorias sobre la Sierva de Dios).

1086. Palabras mayores: Luisa no es un hecho humano, sino una obra de Dios; es decir, la vida de
Luisa se inserta en un plan muy importante para Dios (claro, Luisa coopera libremente):

En cambio, el reino de mi Divina Voluntad es de lo alto, de los Cielos, formado y decretado


en medio a las Divinas Personas, ninguno nos lo pueda tocar ni destruir. Primero lo
trataremos con una sola criatura, formando el primer reino en ella, después con pocos, y

73
Ver Mateo 13, 44-46.

252
después, haciendo uso de nuestra Omnipotencia lo divulgaremos por todas partes.
(Volumen 30, Enero 3, 1932).

1087. Esta sola criatura de la que habla Jesús es precisamente Luisa, única en la historia en este
sentido.

Mi Humanidad formó el plano de todos los actos humanos en la Voluntad Divina, mi


Mamá me siguió fielmente, así que todo está preparado; ahora no se necesita otra cosa,
que otra criatura [Luisa] que queriendo vivir perennemente en este Querer, venga a tomar
la posesión del plano hecho por Mí, y abra este camino real a todos, el cual conduce a la
felicidad terrenal y Celeste. (Volumen 15, Abril 25, 1923).

…así por medio tuyo haré resurgir el Sol de mi Voluntad, para que haga su camino en
medio de las criaturas. (Volumen 19, Marzo 9, 1926).

1088. Siguiendo con la cita, de la Colección de Memorias, dice el Santo Padre Pío que Dios
mismo hará que Luisa —casi olvidada— salga a la luz y que el mundo quedará asombrado ante
su grandeza; ¡vaya! si ya hemos visto en veinte siglos muchos santos ¿qué tendrá Luisa de
especial?

1089. Tiene de especial que siendo una persona como cualquier otra que nace con el pecado
original, llega a vivir con el don del Reino de la Divina Voluntad, como lo hizo Adán antes del
pecado y como vivieron Jesús y María.

1090. Y esto significa que vivió no con una santidad humana, sino con la misma Santidad de Dios:

…la santidad de mi Voluntad es Santidad Divina (Volumen 21, Mayo 26, 1927).

…sólo mi Voluntad es la que forma esta Santidad divina en el alma. (Volumen 14, Junio 6,
1922).

Ahora, el inicio de la santidad del vivir en mi Querer quiero que seas tú. (Volumen 12,
Noviembre 27, 1917).

1091. Es la primera que naciendo con el pecado original vive con la Santidad misma de Dios ¡esto
es un prodigio divino! Y lo maravilloso es que Dios quiere que nosotros sigamos el modelo de
Luisa, ya está disponible para el que quiera.

1092. Al final de la cita el Santo Padre Pío dice: El nuevo milenio verá la luz de Luisa; y esto es
verdad, en este siglo XXI Luisa está siendo cada vez más conocida, a pesar de las oposiciones, ya
que sabemos que las obras de Dios son perseguidas y probadas.

1093. Vimos un poco más arriba que Jesús dice que para el Reino de la Divina Voluntad primero
se tratará con una sola criatura, después con pocos y después será divulgado por todas partes;
es decir, es costumbre de Dios empezar sus obras —sobre todo las más grandes— primero con
una persona y luego a partir de ella irla extendiendo:

253
Hija mía, es mi costumbre, el orden de mi eterna sabiduría, manifestar mis obras más
grandes primero a una sola alma, concentrar en ella todo el bien que mi obra contiene,
vérmelas con ella de tú a tú como si ninguna otra existiera; cuando lo he hecho todo, de
modo que puedo decir que mi obra la he completado del todo en ella, tanto que nada
debe faltarle, entonces la hago correr como en un vasto mar en favor de las demás
criaturas. (Volumen 17, Junio 25, 1925).

1094. Jesús dice que así fue con su Mamá y la Redención:

Esto lo hice con mi Celestial Mamá, primero traté con Ella al tú por tú la obra de la
Redención, ninguna de las demás criaturas sabía nada; Ella se dispuso a todos los
sacrificios, a todos los preparativos necesarios para hacerme descender del Cielo a la
tierra; hice todo como si Ella fuera la única redimida, pero después que me hizo salir a la
luz, de manera que todos podían verme y tomar los bienes de la Redención, me di a todos,
con tal que me quisieran recibir. Así será de mi Voluntad, cuando todo lo haya completado
en ti, de modo que mi Voluntad triunfará sobre ti y tú sobre Ella, entonces como agua
correrá a bien de todos, pero es necesario formar la primera alma para tener las segundas.
(Volumen 17, Junio 25, 1925).

1095. Como vemos, así es con la Voluntad Divina, Jesús escogió a Luisa para completar todo en
ella y luego dárnosla a nosotros. De esta manera Luisa es la depositaria del Reino de la Divina
Voluntad, a semejanza de María que lo fue en la Redención, veamos:

En la Redención la depositaria de todos mis actos fue mi inseparable Mamá, se puede


decir que cuando debía respirar, llorar, rezar, sufrir, y todo lo demás que Yo hice, primero
la llamaba a Ella a recibir mis respiros, mis lágrimas, mi sufrir, etc., para depositarlos en
Ella, y después respiraba, lloraba y rezaba, me hubiera resultado insoportable y de un
dolor tal, que sobrepasaría cualquier otro dolor, si no hubiese tenido a mi Mamá, en la
cual podía depositar mis actos. Ahora, estando encerrados en todos los actos de la
Redención los del reino de mi Voluntad Divina, desde entonces te llamaba a ti, y así como
depositaba en la Soberana del Cielo todo lo que correspondía al reino de la Redención, así
depositaba en ti lo que corresponde al reino del Fiat Supremo. (Volumen 23, Enero 27,
1928).

1096. Luisa es la depositaria de este Reino para darlo a las humanas generaciones, que en la
medida en que vivan en la Divina Voluntad también reciben en depósito este Reino: “Porque
quienes viven en mi Querer son las depositarias, las conservadoras, las sostenedoras, las
defensoras de mi Voluntad”74, pero Luisa es la depositaria total de este Reino que vendrá a la
tierra, Jesús concentra todo en ella de lo que dará a cada persona que vivirá en este Reino en la
tierra.

74
Volumen 14, Abril 25, 1922.

254
1097. Semejante a María que contiene totalmente toda la riqueza de la Redención en donde
nosotros participamos por así decir en “parte” según nuestra capacidad particular, pero María
contiene lo de todos; igualmente Luisa tiene que poseer todo lo que concentra este Reino de la
Divina Voluntad en donde los demás que vivan en este Reino tomarán según su capacidad,
porque Luisa es “la portadora” de este bien a la humanidad:

Ahora, tú debes saber que quien debe ser portador de un bien debe concentrar en sí toda
la plenitud de aquel bien, de otra manera el bien no encontraría el camino para salir.
Ahora, debiendo concentrar en ti el reino de mi Voluntad, nada debe faltar de Ella, porque
su luz te dispone a recibir todas las verdades necesarias para formar su reino,… a ti, como
depositaria, nada debe faltarte. Esto sucedió con la Reina del Cielo, porque debiendo ser
Ella la depositaria del Verbo encarnado, que debía darme a las generaciones humanas,
concentré en Ella todos los bienes de los redimidos y todo lo que convenía para poder
recibir la Vida de un Dios, por eso la alteza de mi Mamá posee la soberanía sobre todas las
criaturas y sobre cada uno de los actos y bienes que pueden hacer (Volumen 23, Febrero
20, 1928).

1098. Podemos ver a nuestra Santa Madre y a Luisa como fuentes de donde se sacan los bienes
del Cielo para las generaciones humanas y Dios tiene que asegurarse que alcancen para todos,
por eso nada puede faltar.

1099. Pero esto también tiene otro aspecto importante para nosotros. Los bienes que Dios nos
da son muy valiosos y nosotros somos pobres pecadores y el Evangelio dice: “No den las cosas
sagradas a los perros, ni arrojen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen”75; ¿cómo
entonces podríamos recibir algo santo siendo pecadores? Y ¿cómo podríamos dejar el pecado y
volvernos santos si no recibimos lo santo? El ingenio de Dios es maravilloso, en Libro de Cielo se
da la respuesta, veamos:

Entonces, cuando vi en la Soberana Reina el amor completo de todas las criaturas y todos
los actos que se necesitaban para merecer que el Verbo fuese concebido, encontré en Ella
la correspondencia del amor de todos, nuestra gloria reintegrada, y todos los actos de los
redimidos, hasta los de aquellos a los que mi Redención debía servir de condena por su
ingratitud, y entonces mi amor hizo el último desahogo y quedé concebido. Por eso el
derecho de nombre de Madre para Ella es connatural, es sagrado, porque con abrazar
todos los actos de las generaciones, sustituyéndose por todos, sucedió como si a todos los
hubiese parido a nueva vida desde sus entrañas maternas. (Volumen 19, Mayo 18, 1926).

1100. Aquí dice que nuestra Reina Madre contenía el amor completo de todas las criaturas; es
decir, ama a Dios por todos, por todos los seres humanos de todas las épocas, incluso por los
condenados y también por eso es Madre de todos. Entonces Jesús puede dar bienes celestiales a
los hombres para santificarlos aunque no se los merezcan porque hay alguien que responde por
ellos, es como ser fiador:

75
Mateo 7, 6.

255
…la gran obra de la Redención y todo el costo y el valor infinito e incalculable del Verbo
Eterno, era una obra única, no se podía repetir un nuevo descendimiento del Verbo Eterno
sobre la tierra, y por eso debíamos ponerla al seguro en la Soberana Celestial. Y así como
todo a Ella le confiamos, hasta la misma Vida de un Dios, así Ella, como poseedora de
nuestra confianza debía respondernos por todos, hacerse fiadora y responsable de esta
Vida Divina confiada a Ella, como en efecto lo hizo. (Volumen 19, Mayo 18, 1926).

1101. María es fiadora del Verbo encarnado y de los bienes que vino a traer al mundo, con Luisa
pasa algo semejante con el Reino de la Divina Voluntad dado a las generaciones, incluso nacidas
con el pecado original, por Jesús continua diciendo después de la cita anterior:

Ahora hija mía, lo que hice y quise de mi Celestial Mamá en la gran obra de la Redención,
quiero hacer contigo en la gran obra del Fiat Supremo. La obra del Fiat Divino es una obra
que debe abrazar todo: Creación, Redención y Santificación, esta obra es la base de todo,
es la vida que corre en todo y todo encierra ella, porque no tiene principio, es principio de
todas las cosas y fin y cumplimiento de nuestras obras. Mira entonces, el capital que
queremos confiarte es exuberante, tú no lo has calculado, ¿pero sabes tú qué te
confiamos en el Fiat Supremo? Te confiamos toda la Creación, todo el capital de la
Redención y aquél de la Santificación;… y así como a la Reina Celestial con darle al Verbo
concentró en Sí sus obras y sus bienes, así a ti, con darte nuestra Suprema Voluntad
reinante y dominante en ti te damos todas las obras que a Ella pertenecen, por eso te
estamos dando tantas gracias, conocimientos, capacidad, a fin de que el Fiat Supremo,
desde el principio, no pueda recibir ningún fallo, y tú, poniéndolo al seguro debes darle la
correspondencia del amor y de la gloria de toda la Creación, de la Redención y de la
Santificación; así que tu trabajo es grande, es universal y debe abrazar a todos y a todo, de
modo que si nuestra Voluntad comunicada a las otras criaturas sufriera cualquier tropiezo,
en ti debemos encontrar el resarcimiento del vacío de los otros, y poniéndola al seguro en
ti, con el darnos el amor, la gloria y todos los actos que las otras criaturas deberían darnos,
nuestra gloria será siempre completa y nuestro Amor rescatará su justo interés. Así que
también en ti depositaremos nuestra confianza, serás la responsable de la Voluntad Divina
confiada a ti y su fiadora. (Volumen 19, Mayo 18, 1926).

…tú continúa tu vida y tus actos en mi Voluntad, esto es lo más necesario de todo, formar
la moneda para pagar por tus hermanos un reino tan santo. (Volumen 30, Julio 14, 1932).

Escucha hija mía, quiero que dejes todo a un lado, tu misión es grandísima (Volumen 13,
Enero 20, 1922).

1102. ¡Impresionante misión de Luisa! Pero Dios sabe muy bien a quien elige. Aquí podemos
entender mejor las palabras del Padre Pío: “El mundo quedará asombrado ante su grandeza”.

1103. Podemos ver entonces que es posible recibir los bienes celestiales del Reino de la
Redención y del Reino de la Divina Voluntad aunque seamos pecadores porque tenemos quién
responda por nosotros, esto nos debe llenar de confianza.

256
1104. Pero a la vez de respeto y amor por lo que han amado y sufrido nuestros fiadores para que
nosotros recibamos estos bienes sin merecerlos. Pero esto no quiere decir que los recibamos sin
ninguna mínima preparación.

1105. Por ejemplo, en la Eucaristía tenemos que estar en gracia de Dios para recibirla; Dios no
nos pide ser santos para recibirla, pero como mínimo requerimos estar en gracia, para que a
través de la Eucaristía, Jesús con la acción de su Santo Espíritu nos vaya santificando según
nuestras disposiciones. Si María no fuera la fiadora, seguramente la Eucaristía no hubiera llegado
a nosotros.

1106. Por otro lado, si no cuidamos este mínimo que nos pide Jesús para recibirlo en la
Eucaristía, cometemos sacrilegio del que tenemos que dar cuentas. Y así de los demás bienes de
la Redención podemos recibirlos con fruto con las disposiciones debidas.

1107. En pocas palabras, no tenemos que tener la Santidad de María para comulgar, pero con las
disposiciones debidas al recibir los bienes celestiales podemos ir adquiriendo —en un proceso—
la santidad querida por Dios.

1108. Igualmente el vivir con el don del Reino de la Divina Voluntad está a nuestro alcance, no
pensemos que es algo inalcanzable o que tenemos que pasar exactamente y vivir la misma vida
de Luisa para obtenerla; nada más lejos de la realidad que Jesús ha preparado para nosotros, de
hecho en algún momento Luisa también se lo pregunta y Jesús le responde:

*Luisa+: …pensaba entre mí: “Si el vivir en el Reino supremo de la Voluntad Divina requiere
tanta atención, tantos sacrificios, serán poquísimos los que querrán vivir en un Reino tan
santo”. Y mi dulce Jesús regresando me ha dicho:

[Jesús]: Hija mía, quien es llamado como cabeza de una misión debe abrazar no sólo todos
los miembros, sino debe regirlos, dominarlos y constituirse vida de cada uno de ellos;
mientras que los miembros no son los que dan vida a la cabeza ni hacen todo lo que hace
ella, sino que cada uno hace su oficio. Así quien es llamado como cabeza de una misión,
abrazando todo lo que conviene para poder desarrollar el trabajo que le ha sido confiado,
sufriendo más que todos y amando a todos, prepara el alimento, la vida, las lecciones, los
oficios, según la capacidad de quien querrá seguir su misión. Lo que es necesario a ti que
debes formar el árbol con toda la plenitud de las ramas y multiplicidad de los frutos, no
será necesario a quien debe ser solo rama o fruto, su trabajo será de estar incorporado al
árbol para recibir los humores vitales que él contiene, o sea, hacerse dominar por mi
Voluntad, no dando jamás vida al propio querer en todas las cosas, sean internas o
externas; conocer mi Voluntad y recibirla como vida propia para hacerla desarrollar su
Vida Divina, en suma, hacerla reinar y dominar como Reina. Así hija mía, quien debe ser
cabeza conviene que sufra, que trabaje y que haga él solo todo lo que los demás harán
todos juntos. ... He aquí lo que significa ser cabeza, es verdad que se sufre mucho, se
trabaja demasiado, se debe preparar el bien a todos, pero todo lo que se posee sobrepasa
todo y a todos, hay tal distancia entre quien es cabeza de una misión y entre quien debe

257
ser miembro, como si se comparara al sol como cabeza y a una pequeña luz como
miembro. Por eso te he dicho tantas veces que tu misión es grande, porque no se trata de
la sola santidad personal, sino se trata de abrazar todo y a todos, y preparar el Reino de mi
Voluntad a las generaciones humanas. (Volumen 19, Agosto 22, 1926).

1109. Jesús dice que Luisa es “cabeza” de este Reino de la Divina Voluntad para los que vivan en
Él ahora que ya ha sido manifestado a través de ella. Y Jesús para dejar claro que Luisa es la
cabeza, que es única en la historia en este sentido, y que gracias a ella (y también al amor y
entrega de Jesús y María por supuesto) podemos entrar nosotros sin mucha complicación a este
Reino, lo dice en otros lugares de Libro de Cielo:

Hija mía, hay diferencia grandísima entre quien debe formar un bien, un reino, y quien
debe recibirlo para gozarlo. … quien debe formar un bien, un reino, conviene que haga una
cosa, que sufra, que prepare las cosas necesarias y que venza a Dios para hacérselo dar;
quien debe recibirlo es conveniente que haga otra cosa, o sea, recibirlo, apreciarlo y ser
agradecidos con quien ha luchado, ha sufrido, y habiendo vencido da a ellos sus conquistas
para volverlos felices. (Volumen 20, Enero 30, 1927).

…porque lo que es necesario para ti que debes ser como causa primaria para formar el
Reino del Fiat Eterno, no será necesario para quien sólo debe vivir en él. Contigo no se
trata sólo de vivir, sino de formarlo, y por eso tu Jesús debe abundar tanto, para darte las
materias primas para la formación de un Reino tan santo. …y los sacrificios que debe hacer
quien debe formar un reino, no son necesarios para quien se decide a querer vivir en tal
reino. Por eso quiero sólo que trabajes en la formación del Reino del Fiat Supremo, y tu
Jesús pensará en todo lo demás. (Volumen 20, Octubre 2, 1926).

1110. Todo esto nos tiene que llenar de confianza de que no es difícil entrar nosotros al Reino de
la Divina Voluntad, el amor bondadoso de Dios nos hace las cosas simples, fáciles; veamos:

Nosotros no sabemos hacer cosas difíciles, nuestra potencia facilita todo; con tal que la
criatura viva en nuestro Querer, todo está hecho. (Volumen 36, Diciembre 25, 1938).

Hija mía buena, está decretado en el consistorio de la Trinidad Sacrosanta, que mi


Voluntad Divina tendrá su reino sobre la tierra, y cuantos prodigios se necesiten, los
haremos, no ahorraremos nada para tener lo que Nosotros queremos. Pero Nosotros en el
obrar usamos siempre los modos más simples, pero potentes, tanto de arrollar Cielo y
tierra, todas las criaturas en el acto que queremos. (Volumen 35, Diciembre 21, 1937).

En mi Voluntad las cosas son simples, fáciles e inmensas (Volumen 11, Octubre 2, 1913).

1111. Jesús dice que —en el obrar— la divinidad usa siempre los modos más simples, pero
potentes; de hecho Jesús explica en Libro de Cielo que son tantos los suspiros de Dios que todo
facilitan a la criatura para vivir en la Divina Voluntad:

258
Mucho más si quiere la Vida de nuestra Voluntad en la suya, querido, ordenado por
Nosotros con tantos suspiros, si de veras la quiere tendrá el gran bien de poseer nuestra
Voluntad como vida, y si esto no fuera, la santidad del vivir en mi Querer sería una
santidad difícil y casi imposible, y Yo no sé ni enseñar cosas difíciles, ni quiero cosas
imposibles, más bien es mi costumbre facilitar por cuanto es posible a la criatura las cosas
más arduas y los sacrificios más duros, y si es necesario pongo de lo mío para hacer que la
pequeña potencia de su querer venga sostenida, ayudada, animada por la invencible
potencia del mío, y así volver fácil el bien, o la Vida de mi Querer que quiere poseer la
criatura, y es tanto mi amor, que para facilitarla mayormente le susurro al oído del
corazón: ‘Si de veras quieres hacer este bien, lo haré Yo junto contigo, no te dejaré sola,
pondré a tu disposición mi gracia, mi fuerza, mi luz, mi santidad, seremos dos en hacer el
bien que quieres poseer’. Por eso no se necesita mucho para vivir de mi Voluntad, el todo
está en el querer, si éste se decide y lo quiere firmemente y perseverantemente, ya ha
vencido a la mía y la ha hecho suya. (Volumen 33, Marzo 19, 1935).

Hija mía buena, para entrar en mi Voluntad el modo es simplísimo, porque tu Jesús no
enseña jamás cosas difíciles, mi amor me hace adaptarme mucho a la capacidad humana,
a fin de que la criatura sin dificultad pueda hacer lo que Yo le enseño y quiero. (Volumen
36, Mayo 6, 1938).

1112. Incluso Luisa en una carta a la Sra. Antonieta Savorani le dice:

Vivir en el Querer Divino no es tan difícil como usted y otros creen, ni el dulce Jesús quiere
cosas imposibles, ni sabe enseñar cosas difíciles, más bien en lo que enseña es tanto su
amor, que no sólo facilita sus enseñanzas, sino que para volver fácil lo que quiere y nos
enseña, se pone a nuestra disposición, haciendo junto con nosotros lo que Él quiere y
enseña. (Carta de Luisa a la Sra. Antonieta Savorani, viuda de Faenza, 1935).

1113. ¡¿No son grandiosas las obras de nuestro Dios?! todo nos facilita en su infinita bondad y
ternura.

“Dios no es un Dios de confusión” (1 Corintios 14, 33).

1114. Luisa, por tanto, se entrega con amor a Dios y al prójimo a esta misión que la Voluntad
Divina escogió para ella:

Y así como mi Humanidad fue formada por la sangre purísima del corazón crucificado de la
Soberana Reina, y la Redención fue formada por mi continua crucifixión, y sobre el calvario
puse el sello de la cruz al Reino de los redimidos, así el Reino del Fiat Supremo saldrá de un
corazón crucificado, del cual mi Voluntad, crucificando la tuya, hará salir su Reino y la
felicidad a los hijos de su Reino. (Volumen 20, Enero 30, 1927).

1115. Esta inmolación de Luisa para que la humanidad vuelva a recibir el don del Reino de la
Divina Voluntad —a semejanza de María— es lo que la convierte como en una segunda Madre:

259
Ahora, para hacer conocer mi Voluntad, para que reinara, no era necesario que Yo hiciera
una segunda madre según el orden natural, más bien necesito una segunda madre en el
orden de la gracia, porque para hacer que reine mi Voluntad no tengo necesidad de otra
Humanidad, sino de dar tal conocimiento de Ella… Si hubiese querido liberarte de la
mancha de origen, como a mi Celestial Mamá, para hacer que mi Voluntad tomase vida en
ti, ninguno hubiera pensado en que mi Querer reinase en ellos, habrían dicho: ‘Se necesita
ser una segunda Madre de Jesús, tener sus privilegios para hacer reinar la Vida de la
Voluntad Suprema en nosotros’. En cambio con conocer que eres de la estirpe de ellos,
concebida como ellos, queriéndolo, podrán también ellos, ayudándose con su buen
querer, conocer la Voluntad Suprema, lo que deben hacer para hacerla reinar en ellos, el
bien que les viene, la felicidad terrestre y celeste preparada en modo distinto para
aquellos que harán reinar a mi Voluntad. (Volumen 19, Junio 6, 1926).

Así tendré dos mamás, la primera que me hizo formar el reino de la Redención, la segunda
que me hará formar el reino de mi Divina Voluntad. (Volumen 27, Diciembre 22, 1929).

Así será de mi Voluntad, para hacerla amar, desear, es necesario el conocimiento, por eso
sé atenta, recibe en ti este depósito de mi Querer, a fin de que cual segunda Madre
prepares el alimento a nuestros hijos, así imitarás a mi Mamá. (Volumen 16, Noviembre
24, 1923).

1116. María es Madre de Jesús y Madre de nosotros, Luisa es como una segunda Madre para
Jesús y también para nosotros. También vemos que Jesús dice que no libró a Luisa de la mancha
de origen para que nos sirva de modelo a nosotros que nacemos con esta mancha del pecado
original, que a pesar de ello, podemos vivir con el don del Reino de la Divina Voluntad gracias a
Dios, a Nuestra Santa Madre María y a nuestra segunda Madre Luisa.

Mi pequeña hija de mi Voluntad, cómo es bello, honor más grande no puede recibir la
criatura que aquél de ser admitida dentro de Ella;... Además de esto, tú debes saber que
los actos hechos en mi Voluntad forman los caminos que deben servir a las almas para
hacerlas entrar en Ella,… Ahora, la ciudad sin caminos es la voluntad humana, que
encerrada en su cárcel ha cerrado todos los caminos para entrar en la ciudad celestial de
mi Divina Voluntad. Ahora, el alma que entra en Ella rompe la cárcel, derriba la infeliz
ciudad sin caminos, sin salidas, y unida con la potencia de mi Querer, Ingeniero Divino,
forma el plano de la ciudad, ordena los caminos, las comunicaciones, y haciéndola de
artífice insuperable, forma la nueva ciudadela del alma, con tal maestría, de formar las vías
de comunicación para hacer entrar a las otras almas y formar tantas ciudades para poder
formar un reino, la primera será el modelo de las otras. Ve entonces para qué sirven los
actos hechos en mi Voluntad, me son tan necesarios, que sin ellos faltaría el camino para
hacerla reinar. Por eso siempre en mi Voluntad te quiero, no salgas jamás si quieres volver
contento a tu Jesús. (Volumen 33, Marzo 4, 1934).

260
He aquí por qué te llamo en medio de mis obras en toda la Creación, para formar el
modelo sobre el cual deben modelarse las otras criaturas para regresar en mi Fiat.
(Volumen 23, Noviembre 10, 1927).

1117. Por eso Luisa es la modelo de los que ya pueden entrar a vivir en este Reino tan santo y
feliz.

1118. Pero con la vida y misión de Luisa no solamente llega el Reino de la Divina Voluntad, el
Reino de Cristo, sino llega el mismo Rey, no existe Reino sin Rey. Si la llegada del Reino es a
través de un proceso temporal, la llegada, la Parusía de Cristo, su presencia entre nosotros es
también a través de un proceso temporal e histórico.

1119. Ya habíamos visto que el Reino llega de manera suave (no espectacular76), y más en sus
primeras fases; por tanto la Parusía de Cristo —que es el Rey del Reino— ya llegó de manera
suave en sus primeras etapas, ¿en quién llegó? En Luisa, veamos estas claras palabras de Jesús:

Por eso de dos humanidades tengo necesidad: De la mía para formar la Redención, y la
otra para formar el Fiat Voluntas Tua como en el Cielo así en la tierra. Una más necesaria
que la otra, porque si en la primera debía venir a redimirlos, en la segunda debía venir a
restaurarlo a la finalidad única por la cual fue creado y abrir la corriente de las gracias
entre la voluntad humana y la Divina, y hacerla reinar como en el Cielo así en la tierra. Y
como mi Humanidad para redimir al hombre hizo reinar mi Voluntad como en el Cielo así
en la tierra, ahora voy buscando otra humanidad, que haciéndola reinar como en el Cielo
así en la tierra, me haga cumplir todos los designios de mi Creación. Por eso sé atenta en
hacer reinar en ti mi sola Voluntad, y Yo te amaré con el mismo Amor con el cual amé a mi
Santísima Humanidad. (Volumen 17, Junio 20, 1924).

1120. ¡Qué fuertes palabras!: Yo te amaré con el mismo Amor con el cual amé a mi Santísima
Humanidad; ¿por qué este amor? Porque tiene necesidad de otra humanidad para Él, así como
necesitó la primera para la Redención, para su primera venida; y en esta segunda humanidad
Jesús la llenará tanto de Sí mismo con su Divina Voluntad que se verá a Sí mismo, y la amará a la
par de su primera Humanidad.

1121. Ahora la requiere de manera más necesaria para restaurar al ser humano a la finalidad
única por la cual fue creado, y que la Voluntad Divina reine en la tierra como lo es en el Cielo y la
comunicación de gracias entre la voluntad humana y la Divina se abra.

1122. ¿A qué humanidad se refiere? A la de Luisa, que fue una hostia viviente77. En ella —ya
vimos— Jesús sufre, construye el Reino de la Divina Voluntad para los seres humanos, la
constituye depositaria y cabeza de este Reino, escribe en ella, manifiesta sus verdades al mundo
a través de ella y como dice la cita anterior: cumple en ella todos los designios de su Creación.
Por eso dice Jesús:

76
Ver Lucas 17, 20-21.
77
Ver volúmenes: 25, Octubre 17, 1928; 11, Diciembre 17, 1914.

261
…ahora como rey vengo Yo para reinar, por lo que debía elegir un alma donde hacer mi
primera morada y fundar este reino de mi Voluntad. (Volumen 13, Diciembre 3, 1921).

1123. Así como Jesús ya estaba en la primera venida con nosotros desde el momento de la
Encarnación, aunque en un primer momento nadie sabía en la tierra excepto María, igualmente
Jesús ya está volviendo, su Parusía ya ha llegado en sus primeras etapas, ya llegó en Luisa,
aunque en un primer momento no sabía nadie más que Luisa y después algunos pocos
sacerdotes. Jesús habla de los paralelismos —la analogía— entre el Reino de la Redención y el
Reino de la Divina Voluntad:

Hija mía, hay mucha analogía del modo como se desarrolló la Redención y el cómo se
desarrollará el reino de mi Divina Voluntad. Mira, en mi Redención escogí una Virgen,
aparentemente no tenía ninguna importancia según el mundo, ni de riqueza, ni de altura
de dignidad o de puestos que la señalaran, la misma ciudad de Nazaret no era importante,
una pequeña casita era toda su habitación, pero a pesar de que la escogí de Nazaret, quise
que perteneciera a la ciudad capital de Jerusalén, en la cual estaba el cuerpo de los
pontífices y sacerdotes que entonces me representaban y anunciaban mis leyes. Para el
reino de mi Divina Voluntad he escogido otra virgen, que aparentemente no tiene ninguna
importancia, ni de grandes riquezas, ni de altura de dignidades, la misma ciudad de Corato
no es ciudad importante, pero pertenece a Roma, donde reside mi representante en la
tierra, el romano Pontífice, del cual parten mis leyes divinas, el cual, así como se hace un
deber el hacer conocer a los pueblos mi Redención, así se hará un deber el hacer conocer
el reino de mi Divina Voluntad. Se puede decir que la una y el otro irán a la par en el modo
y en el cómo, cómo se debe desarrollar el reino de mi Fiat Supremo. (Volumen 27, Enero
30, 1930).

1124. Y hoy en día, aunque Luisa cada vez es más conocida, mucha gente —incluyendo muchos
católicos— no la conocen, pero eso no significa que Jesús no esté volviendo desde la vida de
Luisa y en la obra tan maravillosa que hizo en ella y la cual está ya disponible para nosotros para
ir estableciendo y expandiendo su Reino de la Divina Voluntad que restaurará la humanidad y el
universo entero.

1125. Para esto Luisa ruega y ora para que este Reino venga a la humanidad:

Por eso las oraciones hechas en nuestro Fiat Divino se pueden llamar decisiones, órdenes,
que llevan el reescrito firmado de lo que se quiere, y si no se ve al instante lo que se
quiere, es porque estamos disponiendo las causas secundarias para sacar de Nosotros lo
que hemos decidido dar. ... Por eso continúa las oraciones en nuestro Fiat, oraciones que
mueven Cielos y tierra, y hasta al mismo Dios, si amas ver mi reino sobre la tierra, y Yo
rogaré junto contigo para obtener el intento. (Volumen 27, Enero 26, 1930).

1126. Y todo esto sucede sin nada extraordinario —como le suele gustar a Dios— en la misma
persona de Luisa:

262
Ahora, así estoy haciendo contigo para preparar el Reino del Fiat Supremo. Te tengo
Conmigo, te hago navegar el mar interminable de Él para darte el acceso junto al Padre
Celestial a fin de que le ruegues, lo venzas, lo imperes, para obtener el Fiat de mi Reino. Y
para cumplir y consumar en ti toda la fuerza milagrosa que se necesita para un Reino tan
santo, te tengo continuamente ocupada en tu interior en el trabajo de mi Reino, te hago
girar continuamente para hacer, para rehacer, para completar todo lo que se necesita y
que todos deberían hacer, para formar el gran milagro de mi Reino, y externamente nada
dejo aparecer de milagroso en ti, excepto la luz de mi Voluntad. Algunos podrán decir:
¡Cómo! Tantos portentos que manifiesta el bendito Jesús a esta criatura de este reino del
Fiat Divino, los bienes que traerá sobrepasarán Creación y Redención, es más, será corona
tanto de una como de la otra, y a pesar de tanto bien ninguna cosa milagrosa en el
exterior se ve en ella [en Luisa] como confirmación del gran bien de este Reino del Eterno
Fiat, mientras que los otros santos, sin el portento de este gran bien, han hecho milagros a
cada paso. (Volumen 20, Octubre 22, 1926).

1127. Como se ve, Luisa al vivir con el don del Reino de la Divina Voluntad y ser cabeza de esta
manera de vivir para las generaciones que vivan con este don, es la que ruega incansablemente
para que este Reino de la Divina Voluntad venga a la tierra; es decir, para que la humanidad
terrestre —la Iglesia militante— viva en este Reino del Querer Divino. Pero sin llamar la atención
hace estas cosas en Luisa, sin nada ostensible o espectacular.

1128. Asimismo, en la cita anterior Jesús menciona que hace girar a Luisa para formar el gran
milagro de su Reino, al respecto también Jesús dice en otras partes de Libro de Cielo:

He aquí para qué sirven tus giros en mi Fiat, los actos que haces en Él, el pedir y volver a
pedir que venga su reino, todas son cosas necesarias y que se requieren para su gran
adquisición (Volumen 24, Julio 4, 1928).

He aquí por esto que mi Divina Voluntad con el dominarte, y tú con hacerte dominar, ha
puesto nuevamente su virtud vivificante en tu alma y llamándote a su morada te alimenta,
para volver a llamar en ti todos sus bienes; y todos tus actos que haces en Ella, tus giros en
sus actos, tu pedir continuamente su reino sobre la tierra, no son otra cosa que alimentos
que te da, y constituye el derecho a las otras criaturas de poder recibir de nuevo el reino
de mi Divina Voluntad con la vida de todos sus bienes. (Volumen 28, Abril 18, 1930).

1129. Pero a nosotros nos corresponde acompañar esta oración para pedir que este Reino de la
Divina Voluntad se instaure en toda la humanidad. En la sección: “El Padre Nuestro” vimos que
Jesús enseñaba esta oración para que, aunque no tuviéramos mucha conciencia de lo que
pedíamos, de todos modos nos preparáramos y rogáramos por el Reino de la Divina Voluntad;
en ese lugar vimos que Jesús decía: “cada vez que la criatura recita el Padre Nuestro adquiere
una especie de derecho de entrar en este reino” (Volumen 29, Junio 30, 1931).

263
1130. Por eso roguemos a través del Padre Nuestro y a través de las maneras en que nos inspire
el Espíritu, pero ahora con más conocimiento de causa, que venga el Reino de la Divina Voluntad
a establecerse en la humanidad entera, por eso Jesús dice:

Por eso el pedir el reino de mi Voluntad Divina es la cosa más grande, más perfecta, más
santa, y por eso todos reverentes responden a tu eco y resuena en la patria celestial la
bella armonía: Fiat Voluntas Tua come in Cielo così in terra”. (Volumen 23, Noviembre 23,
1927).

1131. Hay que entender que pedir que venga el Reino de la Divina Voluntad no es cualquier cosa,
de hecho ya hemos visto que este Reino es el don más grande78, por eso pedirlo —como dice la
cita anterior— es la cosa más grande, más perfecta, más santa.

1132. Este don hará que las relaciones de la humanidad con su Creador se restablezcan como al
estado original, y con ello se terminarán los males que son consecuencia de haber perdido este
don: dolores, discordias, guerras, injusticias, catástrofes naturales, enfermedades, muerte,
etcétera.

1133. En relación al hecho de que roguemos, ofrezcamos y nos dispongamos para que venga
este bien que beneficiará a toda la humanidad, Jesús dice:

Hija mía, cuando un bien es universal y debe y puede llevar bien a todos, es necesario que
pueblos enteros, y si no en todos, en gran parte, sepan el bien que deben recibir, y con las
oraciones, suspiros, deseos y obras impetren un bien tan grande, de manera que el bien
que quieren quede concebido primero en las mentes, en los suspiros, en los deseos, en las
obras y hasta en los corazones, y después les viene dado en realidad el bien que
suspiraban. Cuando un bien que se debe recibir es universal, se requiere la fuerza del
pueblo para conseguirlo, en cambio cuando es individual o local, puede bastar uno para
obtener el intento. (Volumen 25, Enero 13, 1929).

1134. Aquí Jesús nos dice sobre la necesidad de que gran parte de la humanidad ruegue para
recibir un bien universal; debe quedar concebido en las mentes, en los corazones, en las obras
para recibirlo. Así pasó con su primera venida:

Así que antes de venir sobre la tierra y quedar concebido en el seno de la Soberana del
Cielo, puedo decir que fui concebido en las mentes de los profetas, y Yo confirmaba y daba
valor a esta especie de concepción en ellos, con mis manifestaciones del cuándo y del
cómo debía venir sobre la tierra para redimir al género humano. Y los profetas, fieles
ejecutores de mis manifestaciones, hacían de heraldos, manifestando con sus palabras a
los pueblos lo que Yo había manifestado de mi venida a la tierra… con esto no sólo
quedaba concebido en la palabra de los profetas, sino también quedaba concebido en la
palabra del pueblo,… Y cuando fue difundida en los pueblos la noticia de mi venida sobre

78
Ver la sección: “La Eucaristía y los Sacramentos” y también en los volúmenes: 16 (Marzo 2, 1924); 18
(Diciembre 25, 1925) y 21 (Mayo 8, 1927).

264
la tierra, y un pueblo casi entero, a cuya cabeza estaban los profetas, rogaba, suspiraba
con lágrimas y penitencias quedando en la voluntad de ellos como concebido, entonces
hice venir a la vida a la Reina en la cual debía concebirme en realidad, para hacer el
ingreso en un pueblo que desde hacía cuarenta siglos me suspiraba y me deseaba.
(Volumen 25, Enero 13, 1929).

1135. Y así pasa con el Reino de la Divina Voluntad:

Ahora hija mía, el reino de la Redención y el reino de mi Fiat Divino se dan la mano, y
siendo también éste un bien universal, que queriendo, todos pueden entrar en él, es
necesario que su noticia la sepan muchos y quede concebido en las mentes, en las
palabras, en las obras y corazones de muchos, a fin de que se dispongan con las oraciones,
con los deseos y con una vida más santa, a recibir el reino de mi Divina Voluntad en medio
de ellos; si la noticia no se divulga, mis manifestaciones no hacen de heraldos, ni vuelan de
boca en boca los conocimientos sobre mi Fiat Divino que formarán la concepción de Él en
las mentes, oraciones, suspiros y deseos de las criaturas, mi Querer Divino no hará el
ingreso triunfal de venir a reinar sobre la tierra. Cómo es necesario que los conocimientos
sobre mi Fiat se conozcan, y no sólo eso, sino que se haga conocer que mi Divina Voluntad
ya quiere venir a reinar como en el Cielo así en la tierra en medio a las criaturas (Volumen
25, Enero 13, 1929).

1136. ¡Qué importante es saber que la Divina Voluntad ya quiere venir a reinar como en el Cielo
así en la tierra en medio a las criaturas! En esta última cita también Jesús habla de las
disposiciones que tenemos que trabajar: oraciones, deseos y una vida más santa; pero también
es esencial los conocimientos sobre la Divina Voluntad, para que Ella se conciba en las mentes,
oraciones, suspiros y deseos de las criaturas para que venga a reinar sobre la tierra. En este
sentido Jesús le dice a Luisa:

Ahora, con el haberte dicho tantos conocimientos sobre mi Divina Voluntad, no ha sido
para darte una bella noticia, no, no, ha sido para formar la ciencia de Ella primero en ti, y
después en medio a las criaturas, a fin de que conocida esta ciencia divina y toda de cielo,
pueda hacer madurar la Vida de mi Fiat Divino y formar su reino. (Volumen 28, Marzo 9,
1930).

1137. Luisa escribió por obediencia a sus confesores, de hecho a ella le costaba hacerlo, pero lo
hacía por agradar a Jesús y para que el Reino de la Divina Voluntad venga a la humanidad; y Él le
explica que sus sacrificios no serán en vano:

No hay sacrificio que hayas hecho que no tendrá su valor, sus preciosos efectos,… Cuando
después mi Voluntad sea conocida y su reino efectuado, entonces todas las palabras que
has escrito, las noches en vela, tus incesantes oraciones, tus giros en la obra de la Creación
y Redención, tus largos años de cama, tus penas y sacrificios, brillarán como rayos de sol,
como diamantes y piedras preciosas de valor infinito, que poco a poco reconocerán
aquellos que tendrán el gran bien de conocer mi Querer, y de vivir en su reino; es más,

265
conocerán que los fundamentos, las construcciones, están cimentadas por los tantos
sacrificios de aquélla a quien le ha sido confiada la misión de hacer conocer el reino de mi
Querer, todo se conocerá claramente, también aquellos que han contribuido, te han
dirigido, te han ordenado escribir y se han interesado en hacer conocer con palabras o con
escritos lo que respecta a mi Fiat Divino, y esto es nada, todo el bien que harán aquellos
que poseerán el reino de mi Fiat, la gloria que me darán, descenderá y subirá de nuevo a
aquellos que han sido principio y causa de tanto bien, y aunque tú estés en el Cielo, la
virtud comunicativa de mi Querer que ha hecho vida en ti sobre la tierra, te pondrá en
comunicación, tendrá todas las vías abiertas entre tú y ellos, así que tu vida y todo lo que
has hecho y sufrido estará en medio a ellos, y todo lo que harán ellos tendrá su principio
en ti, porque una es la Voluntad Divina de la una y del otro, y si tú supieras la gloria, los
contentos, las satisfacciones que te vendrán, amarías el sacrificarte de más para que mi
Voluntad sea conocida y domine en medio a las criaturas. (Volumen 24, Septiembre 8,
1928).

1138. Aquí se ve también la misión de Luisa como cabeza y como una segunda Madre de las
criaturas que vivirán en este Reino, desde el Cielo ella tendrá comunicación con ellos y todo lo
que harán ellos tendrá su principio en ella. De hecho, Jesús vincula a Luisa con Él y nuestra
Madre Santísima:

… en la tierra habrá tres personas que por su misión serán distintas e inseparables entre
ellas: la Virgen con su Maternidad, que refleja la Paternidad del Padre Celestial y encierra
su potencia para cumplir su misión de Madre del Verbo Eterno y Corredentora del género
humano; mi Humanidad para la misión de Redentor encerró la Divinidad, y el Verbo sin
separarse jamás del Padre y del Espíritu Santo para manifestar mi Sabiduría celestial,
agregando el vínculo de hacerme inseparable con mi Mamá; tú, para la misión de mi
Voluntad, el Espíritu Santo hará desahogo de su amor manifestándote los secretos, los
prodigios de mi Querer, los bienes que contiene para hacer felices a aquellos que querrán
conocer cuánto bien contiene esta Voluntad Suprema, para amarla y hacerla reinar entre
ellos, ofreciendo sus almas para hacerla habitar en sus propios corazones para poder
formar su Vida en ellos, agregando el vínculo de la inseparabilidad entre tú, la Madre y el
Verbo Eterno. (Volumen 17, Mayo 4, 1925).

1139. Para la misión de la Voluntad Divina, el Espíritu Santo hará desahogo de su amor
manifestando los secretos, los prodigios, los bienes del Querer Divino; ¿a qué nos recuerda esto?
a: Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora.
Cuando venga el Espíritu de la Verdad, Él los introducirá en toda la verdad79. Jesús también habla
de cómo las dos primeras misiones preparan la tercera:

Estas tres misiones son distintas e inseparables, y las primeras dos han preparado las
gracias, la luz, el trabajo, y penas inauditas para la tercera misión de mi Voluntad, para

79
Juan 16, 12-13.

266
fundirse ambas en ella, sin dejar su oficio para encontrar reposo, porque sólo mi Voluntad
es reposo celestial. Estas misiones no se repiten, porque es tal y tanta la exuberancia de la
gracia, de la luz, del conocimiento, que todas las generaciones humanas podrán quedar
llenas, más bien, no podrán contener todo el bien que contienen. (Volumen 17, Mayo 4,
1925).

1140. Y el medio para llevar este Reino a las almas es a través de las verdades que Jesús a escrito
a través de Luisa, por eso pasemos a la siguiente sección sobre los conocimientos y verdades del
Fiat Divino.

Los Conocimientos y verdades de la Divina Voluntad


…mi palabra es el don más grande, es una nueva creación (Volumen 20, Octubre 2, 1926).

1141. Jesucristo —la Palabra del Padre— quiere hacer una nueva creación en nosotros:

El que vive en Cristo es una nueva criatura: lo antiguo ha desaparecido, un ser nuevo se ha
hecho presente. (2 Corintios 5, 17).

El Amor de la Divina Voluntad quiere transformar nuestra naturaleza caída a como salió de sus
manos creadoras toda perfecta. Esta naturaleza dañada es fea y deformada, al grado que Jesús
dice: “¡Oh hombre, cómo te has desfigurado, deformado, desnoblecido!” (volumen 2, Agosto 1,
1899).

1142. Y la Voluntad Divina tiene potencia de llevarnos al estado de belleza querido por Dios que
consiste precisamente en vivir en esta Voluntad adorable, veamos:

Ahora, tú debes saber que Nosotros amamos mucho a la criatura, pero a pesar de que la
amamos, no toleramos que esté junto a Nosotros indecente, sucia, sin belleza, desnuda, o
bien cubierta con míseros andrajos. No sería digno a nuestra majestad suprema tener hijos
que no nos semejen y que en algún modo no estén bien vestidos, con los vestidos reales
de nuestro Fiat… Ahora, nuestro amor invencible, con sabiduría infinita, queriendo tratar
al tú por tú con la criatura, ha dispuesto dar mi Voluntad a ella, a fin de que con su luz la
embellezca, con su amor la vista, con su santidad la santifique. Mira entonces cómo es
necesario que nuestra Voluntad reine en la criatura, porque sólo Ella tiene potencia de
purificarla y embellecerla (Volumen 36, Diciembre 28, 1938).

1143. El amor de Dios nos quiere restaurados y bellos. El aliento sale de la boca, igual que la
palabra; la palabra necesita del aliento para transmitirse. Dios al crear al ser humano le dio su
aliento, ahora quiere dárnoslo de nuevo a través de sus verdades y conocimientos sobre la
Divina Voluntad, para llevarnos a nuestro estado original de armonía a la semejanza auténtica de
santidad con Él:

Ahora hija mía, el hombre con no vivir en nuestro Querer Divino, sus tres potencias han
sido oscurecidas y deformada nuestra imagen adorable en él,… Ahora, ¿qué cosa se
necesita para restablecer a este hombre? Volveremos a infundirle nuestro aliento con más

267
fuerte y creciente amor, le infundiremos el aliento en el fondo del alma, pondremos
nuestro aliento más fuertemente en el centro de su voluntad rebelde, pero tan fuerte de
sacudirle los males a los cuales está unido, sus pasiones quedarán aterradas y
aterrorizadas ante la potencia de nuestro aliento; se sentirán quemar por nuestro fuego
divino, y la voluntad humana sentirá la Vida palpitante de su Creador, que ella, como velo,
lo esconderá en sí misma, y volverá a ser la portadora de su Creador. ¡Oh, cómo se sentirá
feliz! Con nuestro aliento la restableceremos, la sanaremos,… La potencia de nuestro
aliento no lo dejará, sólo dejaremos de dárselo cuando lo veamos regresar a nuestros
brazos paternos bello como Nosotros lo queremos, y entonces sentiremos que nuestro
hijo ha reconocido nuestra paterna bondad, y lo mucho que lo amamos. (Volumen 35,
Diciembre 21, 1937).

1144. ¡Qué amor, qué ternura de nuestro Creador! Por eso le dice Jesús a Luisa:

…el milagro que quiere mi Voluntad Divina que tú hagas es el de dar mi Voluntad a las
criaturas, de hacerla conocer para hacerla reinar (Volumen 22, Junio 1, 1927).

1145. El conocimiento hará que la Voluntad Divina reine en nosotros: hacerla conocer para
hacerla reinar; para que tenga el dominio divino y celestial en nosotros en toda nuestra vida:

Cada conocimiento que te he dado sobre mi Voluntad contiene una potencia creadora, y el
todo está en poner fuera estos conocimientos, que la potencia que contienen sabrá hacer
brecha en los corazones para someterlos a su dominio. (Volumen 19, Junio 15, 1926).

1146. La cita anterior deja claro que cada conocimiento sobre la Divina Voluntad que Jesús ha
comunicado a Luisa contiene una potencia creadora, la cual creará el Reino de la Divina Voluntad
en los corazones de las criaturas y así se sometan al feliz dominio de la Divina Voluntad; porque
el dominio de la Divina Voluntad en el alma es la más grande felicidad para la criatura:

Así como la naturaleza del sol es dar luz, la del agua quitar la sed, la del fuego calentar y
convertir todo en fuego, y si esto no hicieran perderían su naturaleza, así es naturaleza en
mi Voluntad, que donde Ella reina hacer surgir la felicidad, la alegría, el paraíso; Voluntad
de Dios e infelicidad no existe, ni puede existir, o bien no existe toda su plenitud y por eso
los ríos de la voluntad humana forman las amarguras a las pobres criaturas. (Volumen 20,
Enero 30, 1927).

1147. En la cita anterior vemos que es la voluntad humana la que nos forma nuestras amarguras
y acaba con nuestra felicidad. Porque el plan maravilloso de Dios es que al hacer que su
Voluntad se haga en la tierra como en el Cielo, es decir, se viva en la tierra en la Divina Voluntad
como se vive en el Cielo, entonces, la felicidad del Cielo se experimentará en la tierra; ya que —
como habíamos visto—: “Nuestra Voluntad es paraíso terrestre en la tierra, y celestial en el
cielo”80. Y es lo que ha escrito Jesús a través de Luisa que logrará esta vida celestial en la tierra:

80
Volumen 30, Diciembre 6, 1931.

268
Por eso he insistido tanto e insisto en hacerte escribir, te he tenido en la cruz, te he
sacrificado, era necesario, se trataba de la cosa más importante, era el eco del Cielo, la
vida de allá arriba que quiero formar sobre la tierra. (Volumen 23, Enero 29, 1928).

1148. Jesús dice claramente que quiere formar en la tierra la vida de allá arriba. Y Dios nos lo
pone sencillo, no hay que subir el Everest, ser Doctor en Física o ir a la luna para vivir con este
maravilloso don.

1149. Hay que vivir el Evangelio y prepararnos con los auxilios que nos da nuestra Iglesia,
esforzarnos por hacer la Voluntad de Dios en todo y leer los escritos que nos ha dejado a través
de Luisa para vivir lo que se dice en ellos:

…porque estos conocimientos sobre mi Fiat, para quien tiene el bien de conocerlos para
hacer de ellos vida propia, tienen virtud de ennoblecer a la criatura y hacer correr en su
alma los humores vitales de la Vida Divina, y de elevarla a su origen primero (Volumen 23,
Febrero 28, 1928).

1150. Como se ve, no es cosa sólo de leerlos sino de vivir lo que se lee; cuando esto sucede en la
criatura, cuando tiene esta disposición y pone de su parte para vivir lo que se lee, estos escritos
tienen la potencia, la virtud de dar la Vida Divina de la Divina Voluntad y llevar a la persona a su
origen primero, ¡maravilloso! Cómo se ve que Dios nos facilita las cosas: ¡gracias Dios por tu
bondad y delicadeza!

1151. Vivir en la Divina Voluntad está a nuestro alcance, a semejanza —por ejemplo— de leer y
vivir el Evangelio o comulgar para unirnos sacramentalmente con Jesucristo. Hay personas que
comentan que el don del Reino de la Divina Voluntad es algo muy difícil y que los volúmenes no
se entienden o que son para personas intelectuales o cosas por el estilo, todo esto es falso.

1152. Jesús hace sus obras para todos, no solamente para teólogos o gente especial; y ya vimos
que Dios hace las cosas a nuestro nivel de manera sencilla, así fue la Redención y así es el Reino
de la Divina Voluntad.

1153. Luisa Picarreta no fue ninguna intelectual o teólogo, de hecho fue muy poco a la escuela
primaria. Por eso no tenemos que ver esto como si fuera para otro tipo de personas, sería no
reconocer la sabiduría y bondad de Dios, que nos manifiesta cosas fuera de nuestro alcance
¿para qué entonces las manifestaría?

1154. No, Dios hace las cosas sencillas y a nuestro nivel, lo que se requiere de nosotros es amor,
humildad y correspondencia. Veamos qué más dice Jesús respecto a la comprensión o actitud al
leer los escritos:

Hija mía, las verdades para conocerlas, es necesario que haya voluntad y el deseo de
conocerlas. … Así no basta tener voluntad de conocer las verdades, si a la luz de la verdad
que lo ilumina no busca sacudirse de sus debilidades y reordenarse según la luz de la
verdad que conoce, y junto con la luz de la verdad ponerse a trabajar haciendo de ella

269
sustancia propia, en modo de trasparentar por su boca, por sus manos, por su
comportamiento, la luz de la verdad que ha absorbido, entonces sería como si asesinara la
verdad, y con no ponerla en práctica sería estarse en pleno desorden delante de esa luz.
(Volumen 13, Noviembre 19, 1921).

1155. Dice Jesús que para conocer las verdades es necesario que haya voluntad y el deseo de
conocerlas, si no queremos conocerlas y no tenemos el deseo, entonces es difícil que nuestra
alma capte, comprenda la verdad.

1156. ¿Pero conocerlas para qué? No por curiosidad o por cultura intelectual, sino —como ya
vimos— para vivir la verdad, ponerla en práctica, para hacer de esa verdad sustancia propia y
vida:

Mi Voluntad es vida, nuestras obras son obras vivas, no muertas, sin embargo para quien
no las conoce, o no busca conocerlas, o no las ponga en práctica, pueden ser para ella
obras muertas y sin vida. Por ello es la práctica lo que espero de la criatura para realizar,
formar y hacer crecer la Vida de mi Querer, y volver vivas para ella nuestras obras.
(Volumen 31, Octubre 21, 1932).

Además se necesita pasar del estudio a la práctica de lo que se ha aprendido, y después de


una larga práctica, al final viene declarada ciudadana del reino de mi Divina Voluntad, y
entonces disfrutará todas las felicidades que hay en un reino tan santo, es más, serán
propiedad suya (Volumen 29, Julio 13, 1931).

1157. Todo esto son disposiciones que se necesitan para que el Espíritu Santo ilumine nuestra
alma para entender y vivir lo que queremos entender y vivir; en este sentido Jesús dice:

Hija mía, el bien, mis verdades, producen dos efectos, uno contrario al otro: Para los
dispuestos son luz para formar el ojo en su inteligencia, y vida para dar la vida de santidad
que mis verdades encierran; a los indispuestos los ciega y les priva del bien que mis
verdades encierran. (Volumen 36, Mayo 19, 1938).

1158. Aquí se ve la importancia y el poder de nuestra disposición: para los dispuestos es luz, para
los indispuestos quedan cegados y privados del bien que la verdad encierra. En estas
disposiciones también está la intención de encontrar la verdad:

Así que quien lea estos escritos con la intención de encontrar la verdad, sentirá mis llamas
y se sentirá transformado en amor y me amará de más; quien los lea para encontrar
cavilaciones y dudas, su inteligencia quedará cegada y confundida por mi luz y por mi
amor. (Volumen 36, Mayo 19, 1938).

…si leen estas verdades y no están dispuestos no entenderán nada, quedarán confundidos
y deslumbrados por la luz de mis verdades; para los dispuestos será luz que los iluminará y
agua que, quitándoles la sed, no querrán separarse jamás de estos canales por el gran bien
que sienten y por la nueva vida que corre en ellos. (Volumen 13, Octubre 23, 1921).

270
1159. Como se observa, estos escritos —con las debidas disposiciones— pueden transformarnos
en amor y así podemos amar más a Dios, ¡grandioso!, y si no existen estas disposiciones Jesús
vuelve a decir que quedamos ciegos, no entendemos y no nos transformamos. También para los
dispuestos les sucederá que recibirán una gran luz y sentirán una nueva vida que corre en ellos
que no querrán apartarse de Ella.

1160. Ahora, aunque no es difícil entender las verdades manifestadas por Jesús a través de Luisa,
esto no significa que no tengamos que esforzarnos. Al respecto Jesús dice:

Así son mis verdades que Yo con tanto amor te he manifestado sobre mi Divina Voluntad;
para hacer que resplandezcan como soles develados, cuales son, deben hacer su trabajo,
el camino para tocarlas, que es la fe, deben desear quererlas conocer, rogar y humillar su
inteligencia para abrirla, para hacer entrar en ellos el bien y la vida de mis verdades; si esto
hacen romperán el velo y las encontrarán más que refulgente sol, de otra manera
quedarán ciegos, y Yo les repetiré el dicho del Evangelio: ‘Tenéis ojos y no miráis, oídos y
no escucháis, lengua y sois mudos’. (Volumen 28, Agosto 2, 1930).

1161. Dice Jesús que tenemos que hacer nuestro trabajo para que sus verdades resplandezcan
como soles en nosotros; tenemos que tener fe —creer en ellas— debemos querer conocerlas,
rogar y humillar nuestra inteligencia para hacer entrar el bien y la vida que contienen estas
verdades. Jesús continua la cita anterior comparando esto a las frutas y al grano, veamos:

Mira, también en el orden natural todas las cosas están veladas, las frutas tienen el velo de
la cáscara; ¿quién tiene el bien de comerlas? Quien hace el trabajo de acercarse al árbol,
de cogerlo, de quitar la cáscara que esconde el fruto, éste gusta y hace del fruto deseado
su alimento; los campos están velados de paja, ¿quién toma el bien que aquella paja
esconde? Quien los despoja de aquella paja tiene el bien de tomar el grano para formar el
pan, para hacer de él su alimento cotidiano. (Volumen 28, Agosto 2, 1930).

1162. Lo más difícil que es el diseño, la creación y la conservación de las frutas y los granos ya lo
hizo Dios, el ser humano lo único que tiene que hacer es ir al árbol, cogerlo y quitar la cáscara; si
esto no lo hace no se alimenta del fruto y es como si no mereciera comerlo, pues no pone lo
poco que se requiere para conseguir ese alimento, pudiéndolo hacer.

1163. Las verdades del Reino de la Divina Voluntad superan por mucho el valor de cualquier
fruta o grano y el trabajo que nos corresponde hacer es muy simple, leer las verdades y ponerlas
en práctica; sí se requiere esfuerzo pero no es algo complicado o imposible; además Dios nos da
sus gracias.

1164. La parte difícil de conseguir el derecho para que las criaturas reciban estas verdades y se
recupere este don del Reino de la Divina Voluntad ya lo hizo Jesús con su vida y sufrimientos, y
con la vida, sufrimientos de nuestra Mamá Reina y también nuestra segunda Madre Luisa con
sus sacrificios, incluido el de escribir (ya que para ella era un sacrificio), sus privaciones (el no ver
a Jesús como solía verlo), sus penas, sus dolores, sus largos años en cama, etcétera.

271
1165. Si no valoramos esto y no estamos dispuestos a poner el esfuerzo que nos toca —que es la
parte más fácil— no nos merecemos vivir en este feliz Reino, por eso Jesús dice:

Ahora, mis verdades superan en gran medida a las cosas naturales y se presentan a la
criatura como nobles reinas veladas en acto de darse a ellas, pero quieren su trabajo,
quieren que acerquen los pasos de su voluntad a ellas para conocerlas, poseerlas y
amarlas, condiciones necesarias para romper el velo que las esconden, una vez roto el
velo, con su luz se hacen camino por ellas mismas, dándose en posesión de quien las ha
buscado. Ésta es la razón por la que quien lee las verdades sobre mi Divina Voluntad y
hacen ver que no comprenden lo que leen, es más, a veces se confunden, es porque falta
la verdadera voluntad de quererlas conocer, se puede decir que falta el trabajo para
conocerlas, y sin trabajo no se adquiere nada, ni merecen tanto bien, y Yo con justicia les
niego lo que abundantemente doy a los humildes y que suspiran el gran bien de la luz de
mis verdades. (Volumen 28, Agosto 2, 1930).

En cambio para quien no lo desea, faltando el apetito sentirá nauseas de mis cosas, se
repetirá el dicho evangélico: ‘Le será dado a quien tiene y le será quitado aquél poco que
tiene a quien no apetece mis bienes, mis verdades, las cosas celestiales’. Justa pena para
quien no desea, no apetece y no quiere saber nada de las cosas que a Mí pertenecen, y si
tiene alguna pequeña cosa, es justo que se le quite y se le dé a aquellos que poseen
mucho. (Volumen 19, Septiembre 3, 1926).

1166. En este sentido Jesús sigue diciendo en Libro de Cielo:

Así que si nuestra Paterna Bondad expone su Vida, su belleza y felicidad hasta crearla en
medio a las criaturas, y ellas no se interesan en conocerla para tomarla por medio de
nuestros conocimientos que ya les dimos, no es justo que reciban ni la belleza, ni los
sonidos de nuestras alegrías como dotes propias (Volumen 23, Febrero 28, 1928).

Pero si mis verdades manifestadas son puestas en el olvido, y no son puestas en un puesto
de honor, quedan como sepultadas, pero los vivos no se sepultan, porque ellas son luz,
que poseen y llevan vida, por eso, vendrá el tiempo, porque ellas no están sujetas a morir,
en que otros harán tesoro de ellas y condenarán a aquellos que las han tenido olvidadas y
como sepultadas. (Volumen 27, Diciembre 24, 1929).

1167. La actitud que Jesús quisiera de nosotros es que pongamos nuestro corazón en este
tesoro81 y le demos el lugar que le corresponde a sus verdades, sobre todo si son verdades sobre
la Divina Voluntad, porque estas verdades no son obras de Dios —como las cosas creadas— sino
su misma Vida Divina que nos da (como si nos diera su propia sangre):

Mucho más que los conocimientos sobre mi Fiat Divino son Vidas Divinas que salen del
seno de nuestra Divinidad... ¡Oh! si tú supieras qué valor contiene, qué bien puede

81
Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón. (Mateo 6, 21).

272
producir un solo conocimiento sobre mi Divina Voluntad, lo tendrías como la más preciosa
reliquia, y la custodiarías más que Sacramento. (Volumen 25, Marzo 13, 1929).

…nuestra Vida no muere, es eterna con Nosotros, por eso están todas en expectativa de
tomar posesión de las criaturas para formar con ellas una sola Vida. Y es también ésta la
causa, nuestra gran razón divina de hablar tan largamente de nuestro Querer Divino; cada
palabra que decimos sobre Él es una Vida nuestra que exponemos, la cual se pone en
comunicación con las criaturas; cada conocimiento que manifestamos lleva nuestro beso,
que dándole el aliento forma nuestra Vida, y como la Vida tiene el movimiento, el calor, el
latido, el respiro, por eso debe sentir, también por necesidad, esta nuestra Vida en ella, la
cual tendrá virtud de transformar en Sí misma la vida de la afortunada criatura. (Volumen
35, Marzo 12, 1938).

1168. ¿Qué vale una Vida Divina, cuánto vale la Divina Voluntad? Meditando esto podemos
tomar más consciencia de por qué es “el tesoro” la Divina Voluntad y sus verdades y como dice
Jesús, hay que custodiarlas más que Sacramento.

1169. Estas verdades sobre la Divina Voluntad nos dan esta Vida Divina —la contienen— y al
penetrar en un alma que quiere vivirlas introducen en ella esta Vida Divina que tendrá la virtud
de transformar en Sí misma la vida de la afortunada criatura, ya que su palabra tiene la fuerza
creante, palabra que nos la da desde el seno de su amor:

Ahora, tú debes saber que nuestro amor es tanto, que cuando nuestra bondad se decide a
hacer salir una palabra, a manifestar una verdad fuera de nuestra majestad suprema,
formamos el acto en Nosotros mismos, encerramos el bien que debe producir aquella
verdad que hacemos salir, y cuando todo está madurado, y completado el bien que
debemos dar a las criaturas en virtud de aquella verdad que manifestamos, entonces se la
damos a la criatura como portadora del bien que queremos dar a las humanas
generaciones, y como nuestra palabra encierra todos los siglos, y como nuestras palabras
son vidas, poseen la fuerza creante, a donde quiera pueden llegar, y la criatura sentirá que
se crea en ella la vida y el bien del cual nuestra verdad es portadora. (Volumen 36, Mayo
15, 1938).

1170. Y de esta manera, a través de las verdades sobre la Divina Voluntad, Dios —en su gran
amor— va formando la Vida y el Reino de la Divina Voluntad en la criatura, según sus
disposiciones y respuesta a este maravilloso don:

…porque les será dado según conozcan. (Volumen 35, Noviembre 7, 1937).

1171. De esta manera, según las personas humanas conozcan las verdades de la Divina Voluntad
para vivirlas, en esa medida recibirán esta Voluntad Divina para desarrollar la Vida Divina en su
interior y formar así el Reino de la Divina Voluntad en los corazones, haciendo esta afortunada
criatura todos sus actos en la Divina Voluntad.

273
1172. Así—según conozcan— se irán formado los diversos coros de los hijos de la Divina
Voluntad (que ya habíamos visto en la sección: “La mujer vestida de sol”), a semejanza de los
coros angélicos —como también vimos en el capítulo 2: “Al principio…”— que también se
formaron según el conocer el más y el menos de la Suprema Voluntad, veamos:

Hija mía, así como tengo la jerarquía de los ángeles con nueve coros distintos, así tendré la
jerarquía de los hijos del reino de mi Fiat Divino. Ese reino tendrá sus nueve coros y se
distinguirán el uno del otro por la variedad de las bellezas que habrán adquirido con el
conocer, quién más y quién menos, los conocimientos que pertenecen a mi Fiat, por eso
cada conocimiento de más de mi Querer Divino es una nueva creación que forma en las
criaturas de felicidad y de belleza incomparable, porque es una Vida Divina que corre
dentro, que lleva en Sí todos los matices de las bellezas de Aquél que las manifiesta, y
todas las teclas y sonidos de las alegrías y felicidad de nuestro Ser Divino. (Volumen 23,
Febrero 28, 1928).

1173. Ya se había visto en la sección: “El Padre Nuestro” que en el Cielo todos viven en la Divina
Voluntad, y que Dios quiere que también en la tierra se viva así82; y así el vivir en la Divina
Voluntad ya desde la tierra es un gran don porque marca una diferencia muy grande respecto a
los que viven en Ella hasta llegar al Cielo.

1174. Sabemos que es en la tierra donde se consiguen los méritos, en el Cielo ya no se consiguen
méritos, solamente es el gozo de los méritos adquiridos en la tierra:

…los bienaventurados, mientras nadan en las alegrías divinas nada adquieren de mérito,
en cambio para el alma viadora no sólo la felicitan, sino agregan el mérito, porque para
quien hace mi Voluntad en la tierra, todo es meritorio, la palabra, la oración, el respiro y
las mismas alegrías se convierten en mérito y en nuevas adquisiciones. (Volumen 23,
Febrero 28, 1928).

1175. En este sentido veamos lo que dice Jesús:

Si supieras qué diferencia habrá entre quien lleva mis conocimientos desde la tierra, y
entre quien los adquirirá en el Cielo; los primeros los tendrán como dotes propias y se verá
en ellos como naturaleza las bellezas divinas, y se oirán los mismos sonidos de las alegrías
y felicidades que hace oír y forma su Creador, en cambio en los segundos, no será ni
naturaleza en ellos, ni dotes propias, sino que los recibirán por efecto de comunicación de
los anteriores, casi como la tierra recibe los efectos del sol, pero ella no posee la
naturaleza del sol. Entonces aquellos que poseerán todos los conocimientos formarán el
coro más alto, y así según conozcan vendrán formados los diversos coros. (Volumen 23,
Febrero 28, 1928).

1176. Aquí vemos que conocer las verdades de la Divina Voluntad en la tierra marcará una
diferencia cuando se llegue al Cielo a vivir toda la eternidad; con lo cual hay que agradecer y
82
…hágase tu Voluntad aquí en la tierra como en el Cielo, Fiat Voluntas Tua Sicut in Coelo et in Terra.

274
corresponder a esta gran gracia de ser llamados a existir en el tiempo cuando ya tenemos acceso
a estas verdades.

1177. Esta felicidad y dones especiales que se llevan al Cielo cuando se conocen estos
conocimientos lo manifiesta Jesús con San Aníbal María Di Francia cuando deja este mundo y se
va a la patria celestial, veamos:

*Luisa+: …me había llegado la noticia inesperada de la muerte del Reverendo Padre Di
Francia,… he roto en llanto encomendando a Jesús aquella alma bendita que tanto había
sufrido y obrado por Él y mientras esto hacía, mi dulce Jesús se ha movido en mi interior y
me ha dicho:

[Jesús]: Hija mía, ánimo, tú debes saber que por todo lo que aquella alma, tan querida por
Mí, ha hecho, por todas las verdades que ha conocido sobre mi Voluntad, tanta luz de más
encerró en su alma, así que cada conocimiento de más es una luz mayor que posee, y cada
conocimiento pone en el alma una luz distinta, una más bella que la otra, con el germen de
la diferente felicidad que cada luz contiene, porque todo lo que el alma puede llegar a
conocer de bien, con la voluntad de ponerlo en práctica en sí misma, el alma queda en
posesión del bien que conoce. … Ahora, aquella alma tenía toda la voluntad de ponerlos
en práctica, tanto que viendo el gran bien que él sentía, quería hacerlos conocer a los
demás, publicándolos. Entonces, mientras que ha estado en la tierra, el cuerpo, más que
pared ocultaba aquella luz, pero apenas el alma ha salido de la cárcel de su cuerpo, se ha
encontrado investida de la luz que poseía, y los tantos gérmenes de felicidad que poseía,
efectos de los conocimientos de mi Divina Voluntad, desarrollándose éstos, ha comenzado
a sentir el principio de la vida de las verdaderas bienaventuranzas, y sumergiéndose en la
eterna Luz de su Creador, se encontró en la Patria Celestial, donde continuará su misión
sobre mi Voluntad, asistiendo él a todo desde el Cielo. (Volumen 22, Junio 1, 1927).

1178. Se ve clara la importancia de conocer para vivir lo que se conoce; también se ve que el
Santo Padre Di Francia continuará desde el Cielo su misión sobre la Voluntad Divina, con lo cual
podemos estar seguros de su asistencia para los que quieran vivir en la Divina Voluntad; Jesús
sigue hablando de la diferencia en conocer estas verdades desde la tierra:

Si tú supieras la gran diferencia que hay de gloria, de belleza, de felicidad, entre quien
muriendo lleva consigo de la tierra la luz con los gérmenes de tantas felicidades, y entre
quien la recibe sólo de su Creador, hay tal distancia, que es mayor que la distancia entre el
cielo y la tierra. ¡Oh! si los mortales supieran el gran bien que adquieren con conocer un
verdadero bien, una verdad, y hacer de ello sangre propia para incorporarla en la propia
vida, harían competencia, olvidarían todo por conocer una verdad y darían la vida para
ponerla en práctica. (Volumen 22, Junio 1, 1927).

1179. Al vivir desde la tierra con el don del Reino de la Divina Voluntad gracias a las verdades
que Jesús ha manifestado a través de Luisa Piccarreta trae, además de lo ya visto, otros dones
especiales que se tendrán en el Cielo, veamos lo que nos dice Jesús al respecto:

275
Tú debes saber que en el Cielo hay innumerables habitaciones, pero aquéllas preparadas a
las almas que han vivido en mi Querer sobre la tierra serán las más bellas, y distintas de las
otras, poseerán armonías y escenas divinas encantadoras, alegrías siempre nuevas que
surgirán del fondo de mi Voluntad en la cual han vivido, tendrán en su poder alegrías y
felicidad siempre nuevas, y por cuantas quieran tantas formarán, porque mi Fiat tiene
virtud de crear siempre nuevas alegrías, estas habitaciones serán el nuevo encanto de
aquella celestial morada. …por cuanto nos hayamos amado y conocido en la tierra, más
nos amaremos en el Cielo. Y además, lo que daré a quien ha vivido en mi Querer en la
tierra será tan grande, que todos los bienaventurados gozarán doble felicidad. (Volumen
36, Julio 30, 1938).

1180. ¡Agradezcamos a la Divina Voluntad por tanto amor! En la siguiente cita Jesús nos muestra
la relación de los conocimientos de la Divina Voluntad con la Redención y el Evangelio y como
todo es un plan divino para llevarnos a nuestro estado original (el estado de Adán inocente), por
lo menos:

Hija mía, la Redención y el reino de mi Divina Voluntad han ido siempre juntos; para venir
la Redención se necesitaba una criatura que viviese de Voluntad Divina, como vivía Adán
inocente en el Edén antes de pecar,... Si no hubiera una criatura en la cual mi Fiat Divino
tuviera su reino, la Redención sería un sueño, no una realidad, porque si en la Virgen no
estuviera su total dominio, la Voluntad Divina y humana quedarían como en rivalidad y a
distancia de la humanidad, así que la Redención era imposible. … Ve entonces cómo
comenzaron juntos la Redención y el reino de mi Fiat; es más, podría decir que comenzó
primero el reino de mi Fiat, para seguir junto el uno y el otro. (Volumen 26, Julio 27, 1929).

1181. Vuelve Jesús a manifestar esta unidad entre Redención y Reino de la Divina Voluntad, y
cómo además María fue una persona fundamental en este plan. Y como también —aunque lo
ignorábamos— empezó primero el Reino del Fiat Divino. Sigamos con la enseñanza de nuestro
Divino Maestro:

Es más, todo lo que fue hecho por Mí y por la Soberana del Cielo no son otra cosa que
materiales y edificios que preparan su reino; mi evangelio se puede llamar las vocales, las
consonantes, que haciendo de heraldos llamaban la atención de los pueblos a esperar
algunas lecciones más importantes, que debían llevarles un bien más grande que la misma
Redención; mis mismas penas, mi muerte y mi Resurrección, confirmación de la
Redención, es preparativo del reino de mi Querer Divino, eran lecciones más sublimes y
ponía a todos atentos para esperar lecciones más altas, y después de tantos siglos ya lo he
hecho, son las tantas manifestaciones que te he dado sobre mi Divina Voluntad, y aquello
que más te he hecho conocer: Cómo Ella quiere venir a reinar en medio a las criaturas para
restituirles el derecho de su reino perdido, para abundarlos de todos los bienes y de todas
las felicidades que Ella posee. (Volumen 26, Julio 27, 1929).

1182. Jesús explica que el Evangelio, la Redención fueron preparativos para nosotros de
lecciones más altas —toda la verdad—: los conocimientos sobre el Reino de la Divina Voluntad;
276
para recuperar este Reino perdido y abundarnos de todas las felicidades que posee esta Divina
Voluntad.

1183. Por eso Jesús dice que todo ya está listo, solamente hace falta la respuesta de nuestra
parte:

Así que como tú ves, los materiales están ya prontos, los edificios existen, los
conocimientos de mi Querer que más que sol deben iluminar su reino y hacer construir
por los materiales formados por Mí edificios más vastos, así que no se requiere otra cosa
que los pueblos que deben poblar este reino de mi Fiat, y los pueblos se formarán y
entrarán conforme se vayan publicando los conocimientos de Él. Mira entonces: Dos
criaturas que descienden de la Voluntad Divina y dan el campo de acción a la voluntad
humana, forman la ruina de las generaciones humanas; otras dos criaturas, la Reina del
Cielo que vive por gracia en mi Fiat Divino, y mi Humanidad que vive por naturaleza en Él,
forman la salvación y el restablecimiento, y restituyen el reino de mi Querer Divino.
(Volumen 26, Julio 27, 1929).

1184. En la cita anterior también se menciona que nuestra Santa Madre vive por gracia en el
Reino de la Divina Voluntad y Jesús por naturaleza, esto es así porque Jesús al ser el Verbo
Encarnado, la Segunda Persona de la Trinidad es Dios y por tanto su Voluntad Divina le
pertenece de manera natural, en cambio para los que somos solamente humanos (u otras
personas que no son Dios, como los ángeles) Dios nos la da como don, no nos pertenece por
naturaleza, por eso es una gracia divina para nosotros.

1185. Y así nuestra Reina Madre es el modelo de nosotros que podemos —si nos disponemos— a
vivir por gracia en este reino maravilloso de la Divina Voluntad, tenemos una Madre: María y
una segunda Madre: Luisa, que nos guiarán a vivir en este Reino si realmente lo queremos y nos
disponemos.

1186. Jesús tiene un anhelo grande de que este don de su Voluntad reine en nosotros:

Es tanto el amor y el deseo que siento de hacerla conocer, que si fuera necesario me
encarnaría de nuevo para obtener que mi Voluntad fuera conocida y reinase sobre la
tierra… (Volumen 26, Mayo 28, 1929).

1187. Por eso nos pone todas las ayudas necesarias, además de nuestras dos mamás, veamos
que más nos da la bondad divina:

…existe una sentencia dicha por Nosotros en el paraíso terrenal: ‘Aquí no se entra, este es
lugar sólo para quien hace y vive en nuestra Voluntad’, y por eso las primeras criaturas
fueron puestas fuera, poniendo un ángel de guardia a fin de que les impidiera la entrada.
Nuestra Voluntad es paraíso terrestre en la tierra, y celestial en el cielo de las criaturas, y
se puede decir que un ángel es puesto a guardia de Ella. Quien no la quiere hacer, y no
quiere vivir en sus brazos y hacer vida común en su habitación, sería un intruso si esto
hiciera, pero ni siquiera lo puede hacer, porque nuestros velos se hacen tan densos que no

277
encontraría el camino para entrar; y así como un ángel le prohíbe el ingreso, así otro ángel
guía y da la mano a quien quiere vivir de nuestra Voluntad. (Volumen 30, Diciembre 6,
1931).

1188. Aquí Jesús nos enseña que hay un ángel que guía y da la mano a quien quiere vivir de su
Voluntad; ¡qué generosidad de nuestro Dios! un ángel especial para los que quieran vivir con
este hermoso don de la Divina Voluntad.

1189. Pero esto no es todo, veamos que más nos da Jesús:

…mi Divina Voluntad tiene sus puertas, sus escaleras para subir a sus cielos, a sus bienes
inmensos, y forma el paraíso viviente de quien la posee; cada conocimiento de Ella es una
puerta que se abre, es una escalera que se forma, es un camino que se te pone delante,
que tú debes recorrer para poseer con los hechos lo que has conocido. Mira entonces el
gran bien de los tantos conocimientos que te he manifestado, son tantas puertas que te
facilitan la entrada en su reino, y en cada puerta he puesto un ángel como custodio, a fin
de que te dé la mano y te conduzca segura en las regiones de la Divina Voluntad (Volumen
32, Mayo 28, 1933).

1190. ¡Qué bondad divina! Un ángel custodio de cada conocimiento a nuestra disposición, para
darnos la mano y conducirnos de manera segura a las regiones de la Divina Voluntad. ¿Cuántos
conocimientos hay en la obra que Jesús hace a través de Luisa? Deben ser miles; y estos ángeles
están para ayudarnos a vivir cada conocimiento divino que Jesús ha manifestado sobre su
Voluntad.

1191. Pero hay más aún, cuando leemos estos escritos de la Divina Voluntad Jesús mismo viene a
nosotros, lo hacemos bajar a nosotros, veamos:

Así pues escúchenme; y les ruego, hijos míos, que lean con atención estas páginas que les
pongo ante ustedes, y sentirán la necesidad de vivir de mi Voluntad. Yo me pondré a su
lado cuando lean; les tocaré la mente, el corazón, a fin de que comprendan y para que se
decidan a querer el Don de mi “FIAT” Divino. (Llamamiento del Rey Divino al Reino de su
Voluntad).

1192. Otro aspecto importante de los escritos es la propagación. El Santo Padre Aníbal empezó
las publicaciones, después muere y aunque existen otras publicaciones llega un momento en
que Luisa recibe ataques en su persona que afecta el que se sigan publicando los escritos
(sabemos que las obras de Dios son probadas y perseguidas); a pesar de que parte de los
primeros volúmenes fueron censados por el mismo Santo con el Nihil Obstat y obtenido el
Imprimatur del Obispo.

1193. Incluso algunas de sus obras estuvieron (como el caso de obras de otros santos) en el
Índice de libros prohibidos por la Iglesia, Índice que posteriormente fue abolido en 1966 en el
pontificado del Papa Beato Pablo VI.

278
1194. No nos detendremos en estos detalles que están descritos en las biografías de Luisa,
solamente diremos que posteriormente en su proceso de beatificación toda su obra fue revisada
por expertos teólogos y todo está en orden con la doctrina católica, lo cual ha ayudado a su
propagación en los últimos años.

1195. ¿Por qué la oposición a esta obra celestial? es la lucha entre los dos linajes: “Pondré
enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo”83; y como se trata de lo más preciado de
Dios, que pondrá fin incluso a las consecuencias del pecado (pasiones desordenadas,
enfermedad, corrupción, muerte, etcétera) y que nulificará las asechanzas del enemigo, existe
un contra ataque del mal: “tú le acecharás el talón”84.

1196. Porque el centro de esta lucha es el Reino de la Divina Voluntad en el corazón de la


criatura, el enemigo renunció a este Reino y luego tentó al hombre para que su corazón saliera
de Él, pero Dios ha dispuesto todo para restaurarlo, lo cual será el fin del reino del mal en la
criatura, veamos qué se dice en Libro de Cielo al respecto:

*Luisa+: Mientras escribía…, veía a mi dulce Jesús que apoyaba su boca en la parte de mi
corazón y con su aliento me infundía las palabras que estaba escribiendo, y al mismo
tiempo oía un horrible escándalo a lo lejos, como de personas que se peleaban y
golpeaban con tanto estrépito que infundía espanto. Y yo, dirigiéndome a mi Jesús le he
dicho: “Jesús mío, amor mío, ¿quiénes son los que hacen tanto escándalo? Me parecen
demonios enfurecidos, ¿qué cosa quieren que se pelean tanto?

[Jesús]: “Hija mía, son precisamente ellos, quisieran que tú no escribieras sobre mi
Voluntad, y cuando te ven escribir verdades más importantes sobre el vivir en mi Querer
sufren un doble infierno, y atormentan de más a todos los condenados; temen tanto que
puedan publicarse estos escritos sobre mi Voluntad, porque ven perdido su reino sobre la
tierra, adquirido por ellos cuando el hombre, sustrayéndose de la Voluntad Divina, dio
libre paso a su voluntad humana. ¡Ah! sí, fue precisamente entonces cuando el enemigo
adquirió su reino sobre la tierra; y si mi Querer pudiese reinar sobre la tierra, el enemigo,
él mismo se escondería en los más oscuros abismos. He aquí por qué se pelean con tanto
furor, sienten la potencia de mi Voluntad en estos escritos, y ante la sola duda de que
pueden salir fuera, montan en furia y buscan con todo su poder el impedir un bien tan
grande. Tú no les hagas caso, y de esto aprende a apreciar mis enseñanzas”. (Volumen 17,
Septiembre 22, 1924).

Estos conocimientos serán muro altísimo y fortísimo, más que en el Edén terrestre, que
impedirán al enemigo infernal el entrar dentro para molestar a aquellos que vencidos por
mi Voluntad pasarán a vivir en el Reino de Ella, por eso no te turbes y déjame hacer, y Yo
dispondré todo para que el Fiat Supremo sea conocido. (Volumen 19, Agosto 14, 1926).

83
Génesis 3, 15.
84
Génesis 3, 15.

279
1197. Por eso el demonio asecha para impedir que se restaure el Reino de la Divina Voluntad en
las criaturas, incluso dentro de la misma Iglesia en donde crecen juntos el trigo y la cizaña85; al
respecto Luisa escribe en una carta a Irene:

Mi buena hija, fueron apenas las gotas del conocimiento del Querer Divino, ante el gran
mar que ha manifestado su Santísima Voluntad, y el demonio fue preso de tanta rabia que
hasta en el Vaticano se hizo sentir y venció, hasta hacerlos prohibir; porque, si el Fiat
Divino será conocido, el reino del enemigo terminará: ésta es toda su rabia. Pero el Señor
vencerá, porque son decretos divinos, que vendrá su reino sobre la tierra. Es cuestión de
tiempo, pero sabrá hacerse camino; a Él no le falta ni potencia ni sabiduría para disponer
las cosas. (Extracto de Carta de Luisa a Irene, 1939).

1198. Y también está la carta de Luisa a Federico Abresch:

Por eso, los prodigios del vivir en el querer Divino son inagotables y quizás los
conoceremos en el Cielo. Y ha sido esta la razón por la que el enemigo infernal ha cerrado
todos los caminos y se ha servido de personas eclesiásticas; pero vendrá el tiempo en que
Jesús triunfará en todo y vendrá con certeza su reino sobre la tierra, porque es decreto de
Dios (Extracto de Carta de Luisa a Federico Abresch).

1199. Luisa recibe la condena de sus escritos y la puesta en el Índice en 1938, y deja también de
escribir el Libro de Cielo en diciembre de 1938. Curiosamente unos meses después estalla la
Segunda Guerra Mundial en 1939.

1200. La Virgen en Fátima —que se aparece en 1917 durante la Primera Guerra Mundial— entre
otras cosas dijo:

La guerra pronto terminará. Pero si no dejaren de ofender a Dios, en el pontificado de Pío


XI comenzará otra peor. (Virgen María en Fátima).

1201. Y tristemente estalla la Segunda Guerra Mundial en 1939, nos cuesta dejar de ofender a
Dios; y además el comunismo se establece y cobra muchas vidas y daños, la Virgen también lo
dijo:

Si se atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por
el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. (Virgen María en Fátima).

1202. El Cielo interviene con amor y bondad en nuestra vida, pero también nos pide nuestra
colaboración. Respecto a nuestra colaboración para que se propaguen las verdades de la Divina
Voluntad y su Reino en la humanidad, Jesús dice:

Hija mía, la Voluntad de Dios de que salgan a la luz los escritos de mi Divina Voluntad es
absoluta, y por cuantos incidentes se puedan dar, Ella triunfará sobre todo, y aunque
pasaran años y años sabrá disponer todo para que su absoluta Voluntad sea cumplida; el

85
ver Mateo 13, 24-30.

280
tiempo cuando salgan a la luz es relativo y condicionado a cuando se dispongan las
criaturas a recibir tanto bien, y a que se dispongan aquellos que se deben ocupar en hacer
de pregoneros y hacer el sacrificio para llevar la nueva era de paz, el nuevo sol que
despejará todas las nubes de los males. (Volumen 24, Agosto 2, 1928).

1203. Quiere decir que en la medida en que acojamos las verdades de la Divina Voluntad
manifestadas en Luisa, en esa medida el Reino de la Divina Voluntad se irá instaurando en la
tierra.

1204. Y además de nuestra colaboración, la cita anterior de Libro de Cielo dice que la Voluntad
de Dios sabrá disponer todo para que su absoluta Voluntad sea cumplida; en este sentido Dios
en su Potencia y Sabiduría sabe transformar los males en bienes, como en la Cruz que la
convirtió en victoria.

1205. Considerando esto, veamos qué dice Jesús respecto a los males de la voluntad humana en
guerras y revoluciones, precisamente unos años antes de la Segunda Guerra Mundial:

Hija mía, mira cuánto mal ha producido la voluntad humana, se han cegado tanto que
están preparando guerras y revoluciones encarnizadas, ahora no será sólo Europa, sino
que se unirán otras razas, el círculo será más extenso, otras regiones del mundo tomarán
parte. ¡Cuánto mal hace la voluntad humana, lo ciega, lo vuelve miserable y lo hace
homicida de sí mismo! Pero Yo me serviré de esto para mis altísimos fines, y la reunión de
tantas razas servirá para facilitar las comunicaciones de las verdades, a fin de que se
dispongan para el Reino del Fiat Supremo. (Volumen 20, Noviembre 16, 1926).

1206. Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia86 y por eso Jesús se sirve de esta misma
maldad del hombre para sus altísimos fines de instaurar el Reino de la Divina Voluntad en la
humanidad y precisamente la reunión de tantas razas servirá para facilitar las comunicaciones
de las verdades sobre su Divina Voluntad. En este sentido sigue diciendo Jesús:

Este siglo [el XX] se puede llamar el siglo de los más horribles fingimientos, y esto en toda
clase de personas, y por eso nunca se ponen de acuerdo entre ellas, y mientras
aparentemente parece que se quieren poner de acuerdo, en realidad van maquinando
nuevas guerras. El fingimiento no trae jamás verdadero bien, ni en el orden civil ni en el
religioso, a lo más alguna sombra de bien que huye. He aquí por qué la tan decantada paz
se queda en palabras, no en hechos, la convierten en preparativos de guerra. Como ya tú
ves muchas razas se han unido para combatir, unas por un pretexto y otras por otro, otras
se unirán, pero Yo me serviré de las uniones de estas razas, porque para que venga el
Reino de mi Divina Voluntad es necesario que venga la unión de todas las razas por medio
de otra guerra mucho más extensa que esta última, en la cual Italia había estado
comprometida financieramente. Con la unión de estas razas los pueblos se conocerán y

86
Romanos 5, 20.

281
después de la guerra será más fácil la difusión del Reino de mi Voluntad. (Volumen 21,
Marzo 31, 1927).

1207. Jesús habla en 1927 que habrá otra guerra (Segunda Guerra Mundial) mucho más extensa
que la última (Primera Guerra Mundial); dice que Él se servirá de las uniones de las razas
provocadas por la guerra para que venga el Reino de la Divina Voluntad.

1208. Y así ha pasado, después de la Segunda Guerra Mundial existen iniciativas de alianzas y
uniones —con sus aciertos y errores— como la ONU, la Comunidad Económica Europea, la
Comunidad Europea de la Energía Atómica, la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, que
estas tres últimas ayudarían a formar después la Unión Europea; otra unión importante —en
otro sentido— fue la Unión Soviética.

1209. No cabe duda que todo esto fue logrando lo que ha sido llamado globalización, ayudado
también por los avances tecnológicos en las comunicaciones. Ahora contamos con Internet, las
redes sociales que ayudan para la rápida transferencia de comunicación, incluso masiva en todo
el mundo.

1210. Sabemos que a través de estos medios se comunica información buena y mala, pero
definitivamente también ha ayudado para que se propague la obra que Jesús ha hecho a través
de Luisa Piccarreta y por eso se cumplen las palabras de Jesús de la última cita: Con la unión de
estas razas los pueblos se conocerán y después de la guerra será más fácil la difusión del Reino
de mi Voluntad.

1211. Para este hermoso don de los conocimientos sobre la Divina Voluntad que nos dan la
misma Vida Divina que Dios nos da a través de estas verdades, Jesús le pidió una vida de
donación, sacrificios y entrega a Luisa, que tenemos que agradecer y valorar, en donde Jesús se
escondió como en un velo, así como se sirvió de su Humanidad:

Y ha sido sólo por el decoro de mi Fiat que te he escogido, te he purificado de todo


germen de corrupción, me he encerrado en tu alma, no sólo en modo espiritual sino
también natural, de modo de servirme de ti como velo para cubrirme, casi como me serví
de mi Humanidad como velo para esconder mi Divinidad, y para tenerte a mi disposición
te he segregado de todo, te he confinado dentro de una cama y por tan largos años, para
darte las sublimes lecciones sobre mi eterno Fiat y hacerte beber sorbo a sorbo sus
conocimientos y su Vida. La historia larga de Él requería tiempo para narrártela y hacértela
comprender. Yo puedo decir que he hecho más que en la Creación y Redención, porque mi
Querer encierra la una y la otra y es principio y medio de ellas, y será fin y corona de la
Creación y Redención, en modo que sin mi Voluntad, no conocida ni reinante y dominante
sobre la tierra, nuestras obras serán obras sin corona e incompletas, he aquí el por qué
tanto interés de hacerla conocer. (Volumen 26, Mayo 28, 1929).

282
1212. Jesús nos dice que la Historia de la Divina Voluntad, del Fiat Divino, es larga y requería
tiempo para darla a conocer a Luisa y que ha hecho más que en la Creación y en la Redención,
porque su Querer encierra la una y la otra, y será corona de Ellas.

1213. Y estos escritos nos librarán del yugo de nuestra voluntad humana y nos enamorarán del
suave dominio de la Divina Voluntad, como Jesús le dice a Luisa respecto a la aprobación del
Arzobispo sobre los escritos de la Divina Voluntad en 1926:

¿No ves tú entonces en la aprobación del Arzobispo el triunfo de mi Voluntad? Y por lo


tanto mi gran gloria y la gran necesidad de que los conocimientos del Supremo Querer
sean conocidos, y que como rocío benéfico apaguen los ardores de las pasiones, y que
como sol que surge haga huir las tinieblas de la voluntad humana y quite el
entorpecimiento que casi todas las criaturas tienen aun en el hacer el bien, porque falta la
Vida de mi Querer. Mis manifestaciones sobre Él serán como bálsamo que cicatrizarán las
llagas que ha producido la voluntad humana; quien tenga el bien de conocerlas se sentirá
correr en él una nueva vida de luz, de gracia, de fortaleza, para cumplir en todo mi
Voluntad, y no sólo esto, sino que comprendiendo el gran mal del propio querer lo
aborrecerán y se sacudirán del durísimo yugo de la voluntad humana, para ponerse bajo el
suave dominio de la mía. (Volumen 19, Agosto 14, 1926).

1214. Definitivamente estas verdades transformarán a la naturaleza humana hasta su estado


original antes de la caída. Las siguientes palabras de Jesús manifiestan que lo que ha hecho
escribir a Luisa es doctrina toda de Cielo:

Hija mía, tú agradéceme que te he hecho escribir lo que respecta a mi Voluntad, doctrina
toda de Cielo y que tiene virtud de comunicar la Vida palpitante y toda celestial de Ella a
quien leerá estos escritos. Mi Voluntad está palpitante en medio a las criaturas, pero vive
sofocada por el querer humano, estos escritos harán sentir tan fuerte su latido, que
sofocarán el querer humano y tomará su primer puesto de vida que le toca, porque mi
Voluntad es el latido y la vida de toda la Creación, por eso el valor de estos escritos es
inmenso, contienen el valor de una Voluntad Divina; si fueran escritos de oro no
superarían el gran valor que en sí mismos contienen, estos escritos son soles impresos con
caracteres de luz brillantísima en las paredes de la patria celestial, y forman el más bello
adorno de aquellos muros de la ciudad eterna, en los cuales los bienaventurados, todos
quedan raptados y sorprendidos al leer los caracteres de la Suprema Voluntad, por eso,
gracia más grande no podía hacer en estos tiempos que transmitir los caracteres de la
patria celestial por tu medio a las criaturas, los cuales llevarán la vida del Cielo en medio
de ellas. (Volumen 23, Enero 29, 1928).

1215. Queda claro que estos escritos comunican la Vida palpitante y celestial de la Divina
Voluntad, como si fueran “el gran Sacramento de la Divina Voluntad”, que son soles impresos
con caracteres de luz brillantísima en las paredes de la patria celestial y por eso Dios no podía
darnos gracia más grande en estos tiempos; por eso ¡agradezcamos y correspondamos!

283
1216. Quizá algún lector podría preguntarse ¿cómo entrar a vivir en la Divina Voluntad?, pues —
como se ha visto— es viviendo bien el Reino de la Redención y leer la obra que Jesús hace a
través de Luisa Piccarreta para vivir lo que se dice en estos escritos. En la “Advertencia” de este
libro se hablaba de una introducción que puede ser de ayuda a modo de preámbulo. Pero leer la
obra de Luisa es necesario, además de ser una delicia.

La Divina Misericordia
Den gracias al Señor por su misericordia
y por sus maravillas en favor de los hombres (Salmo 107, 8).

1217. La Divina Misericordia —sabemos— es que Dios se apiada de nuestras miserias y trata de
ayudarnos y socorrernos, como fruto de su Amor Divino. Por lo tanto, toda la obra de restaurar
el Reino de la Divina Voluntad para nosotros, no es otra cosa que su bondad, amor y gran
misericordia que tiene por nosotros.

1218. Dios se apiada de las miserias en donde nos ha puesto nuestra voluntad humana
desconectada de la Voluntad Divina. Trayendo a la humanidad toda clase de males; y en cambio,
nos quiere dar la Voluntad Divina que nos dará todos los bienes.

1219. Por eso en esta Historia de amor de la Divina Voluntad con nosotros que quiere darnos y
llenarnos abundantemente de su Vida Divina que es pura felicidad nos demuestra su
misericordia desde el inicio de los tiempos, desde el momento en que el hombre peca, se
compromete en nuestra restauración (ver Génesis 3).

1220. De todos modos la Divina Voluntad ha querido manifestar su Misericordia Divina de


manera especial en los tiempos en que manifiesta sus verdades sobre Ella, de hecho estas
manifestaciones sobre su Voluntad son obra de su gran Misericordia; pero además ha
manifestado esta Misericordia haciendo conocer este atributo divino de manera especial a
través de Santa Faustina Kowalska.

1221. Santa Faustina nace en Polonia en 1905 y muere a los 33 años en 1938, año en que Luisa
recibe la condena de sus escritos y meses después —como se decía— estalla la Segunda Guerra
Mundial.

1222. También la Devoción a la Divina Misericordia fue perseguida y probada, en 1959 fue
prohibida por la Santa Sede y también el Diario de Santa Faustina fue puesto en el Índice de
libros prohibidos por la Iglesia. La misma Santa Faustina en su Diario escribe esta realidad varios
años antes:

Llegará un momento en que esta obra que Dios recomienda tanto, parecerá ser
completamente destruida, y de repente Dios intervendrá con gran fuerza que dará el
testimonio de la veracidad. Ella [la obra] será un nuevo esplendor para la Iglesia, a pesar
de estar en ella desde hace mucho tiempo. (Santa Faustina, Diario, n. 378).

284
1223. Posteriormente, el 15 de abril de 1978, gracias a la intervención de Karol Wojtyla,
entonces Cardenal y Arzobispo de Cracovia, la Santa Sede cambia la decisión y se permite la
Devoción.

1224. Unos meses después este Cardenal será elegido Papa y será San Juan Pablo II, quien
beatificará y canonizará a Santa Faustina. También es interesante saber que San Juan Pablo II
además de haber beatificado y canonizado al Padre San Aníbal Di Francia, también bajo su
pontificado se inició el proceso de beatificación de Luisa Piccarreta.

1225. Jesús le dice a Santa Faustina que su Misericordia es su más grande atributo87, y le pide
que lo proclame:

Proclama que la misericordia es el atributo más grande de Dios. (Santa Faustina, Diario, n.
378).

1226. Es interesante —en este sentido— como San Juan Pablo II con su autoridad de Papa,
haciendo eco a lo que Jesús le dice a San Faustina, en su segunda encíclica: Sobre la Misericordia
Divina (Dives in Misericordia) a finales de 1980 dice:

La Iglesia vive una vida auténtica, cuando profesa y proclama la misericordia —el atributo
más estupendo del Creador y del Redentor— y cuando acerca a los hombres a las fuentes
de la misericordia del Salvador, de las que es depositaria y dispensadora. (San Juan Pablo
II, Encíclica sobre la Misericordia Divina, n. 13).

1227. Incluso el mismo San Juan Pablo II habla de lo que podría significar la imagen de su
pontificado:

Siempre he apreciado y sentido cercano el mensaje de la divina Misericordia... Ésta ha sido


también mi experiencia personal, que he llevado conmigo a la Sede de Pedro y que, en
cierto sentido, forma la imagen de este pontificado. (San Juan Pablo II, viaje apostólico al
santuario de la Divina Misericordia en Polonia, año 1997).

1228. Sabemos que nada sucede sin la Voluntad de Dios: “¿Acaso no se vende un par de pájaros
por unas monedas? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae en tierra, sin el consentimiento del
Padre que está en el Cielo.” (Mateo 10, 29).

1229. ¿Por qué Dios hace coincidir en el tiempo el mensaje y la devoción a la Divina Misericordia
con la obra que hace en Luisa sobre la Divina Voluntad? sin pretender agotar los misterios
divinos podemos ver lo que se decía más arriba, la restauración del Reino de la Divina Voluntad
es Misericordia Divina para el ser humano.

1230. Pero vemos que la maldad del hombre es muy grande en los tiempos en que manifiesta el
don del Reino de la Divina Voluntad, Jesús mismo lo dice:

87
La Divina Voluntad no es un atributo de Dios, sino su sustancia, su corazón (ver volumen 11, Marzo 2,
1916) y la Divina Voluntad es la dirigente de todos sus atributos (ver volumen 19, Mayo 3, 1926).

285
…esto es un don que quiero hacer en estos tiempos tan tristes, que no sólo hagan mi
Voluntad sino que la posean (Volumen 17, Septiembre 18, 1924).

1231. Por eso se requiere que el hombre alejado de Dios, se arrepienta, se reconcilie con su
Creador y se prepare a recibir este don maravilloso de la Divina Voluntad; es decir, se necesita
acercarse a la Misericordia de Dios con confianza y a pesar de ser pecadores, Dios en su infinita
Misericordia nos sane del pecado y nos prepare e ilumine para entrar en el feliz Reino del Fiat
Supremo.

1232. El 22 de febrero de 1931 (año que Luisa hace el manuscrito de La Virgen María en el Reino
de la Divina Voluntad que se publicará un año después) Jesús se le manifiesta a Santa Faustina
de acuerdo a la imagen conocida como el Señor de la Misericordia, así lo describe la Santa
Polaca:

Al anochecer, estando en mi celda, vi al Señor Jesús vestido con una túnica blanca. Tenía
una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. De la
abertura de la túnica en el pecho, salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido. En
silencio, atentamente miraba al Señor, mi alma estaba llena del temor, pero también de
una gran alegría. Después de un momento, Jesús me dijo: “Pinta una imagen según el
modelo que vez, y firma: Jesús, en Ti confío. Deseo que esta imagen sea venerada primero
en su capilla y [luego] en el mundo entero”. (Santa Faustina, Diario, n. 47).

1233. También Jesús le manifiesta la devoción que incluye varios aspectos, que no nos
detendremos en ellos (están en su Diario y hay bastante información al respecto);
mencionaremos un aspecto esencial que es la confianza en Dios y en su Misericordia. Jesús le
dice a Faustina:

El alma más querida para Mi es la que cree fuertemente en Mi bondad y la que Me tiene
confianza plenamente; le ofrezco Mi confianza y le doy todo lo que pide. (Santa Faustina,
Diario, n. 453).

1234. En libro de Cielo existen muchas lecciones sobre esta confianza, veamos algunas de las que
nos dice Jesús:

La confianza tiene dos brazos, con uno se abraza a mi Humanidad y se sirve de Ella como
escalera para subir a mi Divinidad, con el otro se abraza a la Divinidad y a torrentes toma
las gracias celestiales, así que el alma queda toda inundada por el Ser Divino. Cuando el
alma confía, está segura de obtener lo que pide, Yo me hago atar los brazos, la hago hacer
lo que quiere, la hago penetrar hasta dentro de mi corazón y por sí misma le hago tomar lo
que me ha pedido. (Volumen 3, Enero 6, 1900).

…hija, la fe hace conocer a Dios, pero la confianza lo hace encontrar, así que la fe sin la
confianza es fe estéril. Y a pesar de que la fe posee inmensas riquezas para que el alma
pueda enriquecerse, si falta la confianza queda siempre pobre y desprovista de todo.
(Volumen 6, Julio 29, 1904).

286
Hija mía, el ánimo, la confianza, la insistencia sin cesar jamás, el amor, en nuestra
Voluntad son las armas que nos hieren, y debilitándonos hacemos que ella misma tome lo
que quiere. (Volumen 34, Abril 8, 1937).

1235. Precisamente un año después que Santa Faustina tuvo la visión del Señor de la
Misericordia, una religiosa italiana, la Madre Eugenia en 1932 (año en que se publica La Virgen
María en el Reino de la Divina Voluntad) recibe la visita y mensaje de Dios Padre. Mensaje
investigado por la Iglesia y que se concluye como auténtico, se publica con Imprimatur.

1236. Este mensaje también coincide con la obra que Jesús hace a través de Luisa, y Dios Padre
habla con gran ternura y amor: “vengo como el más tierno y amable de los padres.” (Madre
Eugenia, El padre le habla a sus hijos, 1932).

1237. No habla directamente del don de la Divina Voluntad, pero sí hace mención de su
Voluntad y de que quiere ser conocido, amado y glorificado de manera especial:

Nadie ha comprendido todavía los deseos infinitos de mi corazón de Dios Padre de ser
conocido, amado y glorificado por todos los hombres (Madre Eugenia, El padre le habla a
sus hijos, 1932).

1238. Y es obvio que esto se logrará en su máximo nivel posible cuando el ser humano viva con
el don del Reino de la Divina Voluntad. Veamos otras cosas que dice Dios Padre refiriéndose al
tiempo de su mensaje y que no es difícil ver que se refiere al don del Reino de la Divina Voluntad
aunque no se refiera directamente, pero lo dice cuando Luisa sigue escribiendo sobre la Divina
Voluntad:

¡Es el tiempo de las gracias, previsto y esperado por toda la eternidad! *…+ Entre todos los
siglos este es el siglo privilegiado *…+ ¡Este es el tiempo de gracia y de luz! (Madre Eugenia,
El padre le habla a sus hijos, 1932).

1239. Es difícil no ver en estas palabras de Dios Padre alusiones a la manifestación del Reino de
la Divina Voluntad a la humanidad a través de Luisa, que de hecho escribe el Libro de Cielo (los
volúmenes) entre 1899 y 1938 (después sigue escribiendo su correspondencia). Veamos qué
más dice Dios Padre a través de la Madre Eugenia:

Acabo de abrir una fuente de agua viva que no se secará nunca *…+ Si queréis probar la
potencia de esta fuente de que os hablo aprended primero a conocerme mejor y a
amarme hasta el punto que yo deseo *…+ Yo estoy entre vosotros. Felices los que creen en
esta verdad y aprovechan de este tiempo, del cual las Escrituras han hablado así: "Habrá
un tiempo en el cuál Dios tiene que ser glorificado y amado por los hombres, así como Él
desea". (Madre Eugenia, El padre le habla a sus hijos, 1932).

1240. En este mensaje de la Madre Eugenia Dios Padre manifiesta que quiere una fiesta litúrgica
(de hecho no existe esta fiesta especial para Nuestro Padre en el año litúrgico):

287
Para ser conocido, amado y glorificado con un culto especial no pido nada de
extraordinario. Deseo solo esto: Que un día, o por lo menos un domingo, sea consagrado
para glorificarme, en modo muy particular, con el nombre de Padre de toda la humanidad.
Para esta fiesta quisiera una Misa y una función apropiada. No es difícil encontrar los
textos en la Sagrada Escritura. Si preferís rendirme este culto especial un domingo, yo
escojo el primer domingo de Agosto, si escogéis un día de la semana, prefiero que sea el
día 7 de este mismo mes. (Madre Eugenia, El padre le habla a sus hijos, 1932).

1241. A pesar de todo este exceso de Amor de nuestro Dios y las manifestaciones que ha hecho
directamente o a través de nuestra Santa Madre, la humanidad en términos generales le cuesta
entender, le cuesta abrirse y responder de manera adecuada a tanto amor de nuestro Dios, y la
maldad ha seguido aumentando en el mundo.

1242. Un buen padre no puede permitir que en su casa el mal extermine al bien y tiene que
intervenir. Así nuestro Padre Dios tendrá que intervenir —como acto de su Misericordia— para
que el mal no extinga al bien: “Porque habrá entonces una gran tribulación, como no la hubo
desde el comienzo del mundo hasta ahora, ni la habrá jamás. Y si no fuera abreviado ese tiempo,
nadie se salvaría; pero será abreviado, a causa de los elegidos.” (Mateo 24, 21-22). Por eso Dios
tiene que poner un límite:

…el límite impuesto al mal, cuyo causante y víctima resulta ser el hombre, es en definitiva
la Divina Misericordia (Memoria e Identidad, p. 74)

1243. El pecado del ser humano ha llegado a tanto qué está pidiendo a gritos la intervención del
Cielo. Y ahora la humanidad tiene más culpa y responsabilidad que en otras épocas porque Jesús
ya vino al mundo, dejó su Evangelio y la Iglesia con todos sus tesoros: “Al que se le dio mucho, se
le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará mucho más”88, más las apariciones
Marianas y del Cielo en los últimos tiempos. A esta época se nos pueden aplicar las palabras de
Jesús:

Entonces Jesús comenzó a recriminar a aquellas ciudades donde había realizado más
milagros, porque no se habían convertido. «¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque
si los milagros realizados entre ustedes se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace tiempo
que se habrían convertido, poniéndose cilicio y cubriéndose con ceniza. Yo les aseguro
que, en el día del Juicio, Tiro y Sidón serán tratadas menos rigurosamente que ustedes. Y
tú, Cafarnaúm, ¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta
el infierno. Porque si los milagros realizados en ti se hubieran hecho en Sodoma, esa
ciudad aún existiría. Yo les aseguro que, en el día del Juicio, la tierra de Sodoma será
tratada menos rigurosamente que tú». (Mateo 11, 20-24).

El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra los hombres de esta generación y los
condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de

88
Lucas 12, 48.

288
Salomón y aquí hay alguien que es más que Salomón. El día del Juicio, los hombres de
Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron
por la predicación de Jonás y aquí hay alguien que es más que Jonás. (Lucas 11, 31-32).

1244. Por eso el ser humano le está pidiendo a Dios una purificación, Dios no quisiera hacerla
pero nosotros por nuestra falta de conversión, alejamiento de Dios, desperdicio y a veces hasta
desprecio de sus dones la estamos pidiendo.

1245. Entonces vemos que Dios en su bondadosa Providencia quiso regalarnos la Devoción a la
Divina Misericordia antes de la purificación para lograr disminuirla lo más posible y que las
personas se conviertan confiando en la Misericordia de Dios. ¡Dios no se cansa de darnos su
bondad!

La Purificación

Pero cuando mi amor haga despuntar la era de mi Voluntad, la nueva era del máximo
beneficio sobre las criaturas, entonces se desbordarán los mares, los ríos de mi Querer, y
poniendo fuera sus olas gigantescas arrollarán todo en mi Querer, pero no más como
escondido, sino que sus olas fragorosas se harán ver por todos y tocarán a todos, y quien
quiera resistir a la corriente estará en peligro de perder su vida.
(Volumen 13, Julio 20, 1921).

1246. En la sección anterior se vio que por la maldad del ser humano se requiere poner un límite
y se hace necesaria una purificación. Esta purificación es muy anunciada en las Sagradas
Escrituras, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, la Tradición Apostólica, en el
Magisterio de la Iglesia, en Libro de Cielo, en muchas apariciones y manifestaciones celestiales.

1247. Y además, en el tiempo en que se escribe esta obra es muy evidente esta necesidad de
purificación e incluso ya se ha estado experimentando. Veamos algunas citas del Antiguo
Testamento:

¡Está cerca el gran Día del Señor! ¡Está cerca y llega rápidamente! ¡Qué amargo es el
clamor del Día del Señor! ¡Hasta el valeroso lanza un grito estridente! ¡Día de ira será
aquel día, día de angustia y aflicción, día de ruina y desolación, día de tinieblas y oscuridad,
día nublado y de sombríos nubarrones, día de sonidos de trompeta y de gritos de guerra
contra las ciudades fortificadas y contra las almenas elevadas! Yo llenaré a los hombres de
angustia, y ellos caminarán como ciegos, porque han pecado contra el Señor; su sangre
será derramada como polvo y sus entrañas, como estiércol: ni su plata ni su oro podrán
librarlos. En el Día de la ira del Señor y por el fuego de sus celos, será devorada toda la
tierra; porque él hará un terrible exterminio de todos los habitantes de la tierra. (Sofonías
1, 14-18).

¡Terror, fosa y red, contra ti, habitante de la tierra! El que huya del grito del terror, caerá
en la fosa; el que suba del fondo de la fosa quedará atrapado en la red. Porque están

289
abiertas las compuertas de lo alto y tiemblan los cimientos de la tierra. ¡La tierra se
quiebra, se resquebraja, la tierra se parte, se parte en pedazos, se mueve, se conmueve la
tierra! La tierra se tambalea como un borracho y se sacude como una cabaña. Tanto le
pesa su pecado que cae y no se alzará nunca más. Aquel día, el Señor pedirá cuenta al
ejército de lo alto, en la altura, y a los reyes de la tierra, sobre la tierra. (Isaías 24, 17-21).

¡Miren! Ahí llega el Día del Señor, día cruel, de furor y de ira ardiente, para hacer de la
tierra una devastación y exterminar de ella a los pecadores. Porque los astros del cielo y
sus constelaciones no irradiarán más su luz; el sol se oscurecerá al salir y la luna dejará de
brillar. Yo castigaré al mundo por su maldad y a los malvados por su iniquidad. Pondré fin
al orgullo de los arrogantes y humillaré la soberbia de los violentos Haré a los mortales
más escasos que el oro fino, a la humanidad, más escasa que el metal de Ofir. Por eso,
haré temblar los cielos, y la tierra se moverá de su sitio bajo el furor del Señor de los
ejércitos, en el día de su ira ardiente. (Isaías 13, 9-13).

1248. Pueden sonar duras las expresiones antes citadas, pero a veces poco meditamos de la
injusticia, ingratitud y traición de ofender al Dios que nos da la vida, su amor y todas las gracias;
es decir, poco meditamos en lo ¡tremendo que es el pecado!, un solo pecado.

1249. Y hay que entender en la bondad de Dios que no hace las cosas por odio o por mal, sino
que su justicia está impregnada de su amor y de su misericordia; porque Dios no permite
calamidades y dolores sólo por hacerlo o por gusto, sino para lograr el bien en nosotros y
cuando no le dejamos otra opción. Por eso la finalidad es la purificación, eliminar el mal para que
reine el bien en plenitud, veamos otras citas:

Volveré mi mano contra ti, depuraré tu escoria con potasa y eliminaré todos tus desechos.
(Isaías 1, 25).

Los rociaré con agua pura, y ustedes quedarán purificados. Los purificaré de todas sus
impurezas y de todos sus ídolos. (Ezequiel 36, 25).

Y sucederá en toda esta tierra —oráculo del Señor— que dos tercios serán en ella
exterminados, perecerán y el otro tercio quedará en ella. Yo meteré en el fuego este
tercio: los purgaré como se purga la plata y los probaré como se prueba el oro. El invocará
mi Nombre, y yo lo escucharé; yo diré: «¡Este es mi Pueblo!» y él dirá: «¡El Señor es mi
Dios!». (Zacarías 13, 8-9).

1250. En la cita de Zacarías se habla de una exterminación de dos tercios y el tercio que queda es
purgado; es decir, se purifica para que alcance la santidad querida por Dios.

1251. Obviamente Dios quisiera hacer santos a todos y no exterminar a nadie, pero la perfidia y
la obstinación del pecado causa como consecuencia la extinción (el pecado es muerte, es la
oposición a la Vida que es Dios). Veamos ahora algunas citas del Nuevo Testamento:

290
Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes,
perplejas por el estruendo del mar y de las olas, muriéndose los hombres de terror y de
ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las fuerzas de los cielos serán
sacudidas. (Lucas 21, 25-26).

Jesús les respondió: [...] se levantará nación contra nación y reino contra reino, y habrá en
diversos lugares hambre y terremotos. Todo esto será el comienzo de los dolores de
alumbramiento. [...] Y al crecer cada vez más la iniquidad, la caridad de la mayoría se
enfriará. (Mateo 24, 3-12).

1252. En la última cita Jesús vincula las calamidades con la iniquidad, la maldad de las personas y
cómo la caridad, el amor auténtico se enfriará. Por eso llega la guerra que manifiesta la ausencia
en el corazón del hombre de Dios-Amor. Esta maldad también la expresan los apóstoles en sus
cartas:

En los últimos tiempos habrá impostores que vivirán impíamente y a capricho de sus
pasiones. Son los que introducen discordias, viven sensualmente y no poseen el Espíritu.
(Judas 1, 18-19).

Quiero que sepas que en los últimos tiempos sobrevendrán momentos difíciles. Porque los
hombres serán egoístas, amigos del dinero, jactanciosos, soberbios, difamadores, rebeldes
con sus padres, desagradecidos, impíos, incapaces de amar, implacables, calumniadores,
desenfrenados, crueles, enemigos del bien, traidores, temerarios, presuntuosos, más
amantes de los placeres que de Dios; y aunque harán ostentación de piedad, carecerán
realmente de ella. (2 Timoteo 3, 1-5).

1253. Y los mismos desastres naturales ayudan al hombre que no ha escuchado otras
advertencias más suaves a ver que lo material y lo terreno no es lo importante en la vida, ni va a
salvar su alma; también ayudan estas calamidades a que las personas frías en caridad y amor
piensen y ayuden a sus hermanos afectados por estas catástrofes y surja de nuevo la caridad y el
amor.

1254. En este sentido en un diálogo entre Jesús y Luisa, muestra el divino Maestro la necesidad
de la Cruz y cómo la misma criatura lo llama a que se la dé, veamos:

[Luisa]: Encontrándome en mi habitual estado, me he encontrado junto con el bendito


Jesús, que llevaba un fajo de cruces, de espinas en los brazos, todo cansado y afanado. Y
yo, viéndolo en aquel estado he dicho: “Señor, ¿con qué fin afanarte tanto con este fajo en
los brazos?” Ahora, mientras esto decía, nos hemos encontrado en medio de las gentes, y
el bendito Jesús, no apenas veía a uno que se apegaba a las criaturas, tomaba de aquel
fajo la cruz de la persecución y se la daba, y aquél viéndose perseguido, mal visto, quedaba
desengañado y comprendía qué eran las criaturas y que sólo Dios merece ser amado. Si
algún otro se apegaba a las riquezas, tomaba de aquel fajo la cruz de la pobreza y se la
daba, y aquél viéndose esfumadas las riquezas, empobrecido, comprendía que todo es

291
humo acá abajo y que verdaderas riquezas son las eternas, y por lo tanto a todo lo que es
eterno apegaba su corazón. Si otro se ataba a la propia estima, al saber, el bendito Jesús
con toda dulzura tomaba la cruz de las calumnias y de las confusiones y se la daba, y aquél,
confundido, calumniado, se quitaba como una máscara y comprendía su nada, su ser, y
todo su interior lo ordenaba en orden sólo a Dios y no más a sí mismo. Y así de todas las
otras cruces.

[Jesús]: ¿Has visto la causa por la que tengo este fajo de cruces en los brazos? El amor
hacia las criaturas me obliga a tenerlo, estando en continua actitud hacia ellas; siendo la
cruz el desengaño primario y el primero que juzga el obrar de las criaturas, de modo que si
la criatura se rinde, la cruz le hará evitar el juicio de Dios, dándome por satisfecho cuando
uno en vida se somete al juicio de la cruz; pero si no se rinde, se encontrará en el ambiente
del segundo desengaño de la muerte, y será juzgado con un estrechísimo rigor por Dios,
mucho más por haber escapado del juicio de la cruz, que es juicio todo de amor.

[Luisa]: Después de esto ha desaparecido, y yo comprendía también que es verdad que


Jesús ama la cruz, pero muchas veces el hombre mismo incita, provoca a Jesús a darle la
cruz, porque si estuviese ordenado en orden a Dios, a sí mismo y a las criaturas, no viendo
en él ningún desorden, el Señor se las quedaría y daría la paz. (Volumen 4, Marzo 5, 1903).

1255. En este sentido Jesús habla de porqué la misma naturaleza, las cosas creadas, los mismos
elementos se ponen en contra del ser humano:

En cambio el alma en la cual no reina mi Querer no tiene ningún derecho [de las cosas
creadas], y si las goza es un usurpador, porque no son suyas, es un intruso en mis bienes,
pero como mi bondad es tanta le dejo gozar a título de limosna, pero no de derecho. He
aquí por qué muchas veces los elementos se descargan en daño del hombre, porque no
tiene derecho, y de las cosas de la tierra le queda la limosna que el Creador le manda.
(Volumen 19, Mayo 1, 1926).

En cambio el hombre, con sustraerse de nuestro Querer perdió su puesto, quedó sin
nuestra casa, expuesto a los peligros, todos lo pueden tocar para hacerle daño, los mismos
elementos son superiores a él porque poseen una Voluntad Suprema, mientras que él
posee una voluntad humana degradada que no sabe darle otra cosa que miserias,
debilidades y pasiones, y como ha perdido su principio, su puesto, se ha quedado sin
orden, desarmonizado con todos y no goza paz ni siquiera en sí mismo. (Volumen 20,
Septiembre 17, 1926).

1256. Al no vivir en la Divina Voluntad, las cosas creadas, los elementos no reconocen el reinado
de esta Divina Voluntad en nosotros y pueden hacernos daño, como ha sido desde que inició el
pecado en la humanidad.

1257. Y si este pecado aumenta en el hombre se vuelve él más enemigo del Creador y los
elementos se ponen más en contra de él:

292
Un paso más, Mamá mía, y he aquí almas ya caídas en la culpa, las cuales quisieran una
mano que las levante, Jesús las ama pero las mira horrorizado porque están enfangadas, y
su agonía se hace más intensa. Démosles la sangre de Jesús, y así encuentren esa mano
que las levante. Mira, oh Mamá, son almas que tienen necesidad de esta sangre, almas
muertas a la gracia; ¡oh cómo es deplorable su estado! El Cielo las mira y llora con dolor,
la tierra las mira con repugnancia, todos los elementos están contra ellas y quisieran
destruirlas, porque son enemigas del Creador. (Las Horas de la Pasión, séptima hora).

Cuánta ruina, y la causa de todo esto es únicamente el pecado, y el hombre no quiere


rendirse, parece que se ha puesto contra Dios, y Dios armará los elementos en contra del
hombre, el agua, el fuego, el viento y tantas otras cosas, y estos harán morir a muchísimos.
(Volumen 7, Abril 17, 1906).

1258. Significa que si nos convirtiéramos de corazón y dejáramos de pecar, habría más armonía
entre nosotros y con la misma naturaleza.

1259. La purificación también tendrá un contexto eclesial, ya que la Iglesia está en esta
humanidad necesitada de purificación, y el mal ha penetrado de manera especial en los últimos
tiempos, en este sentido el Papa Beato Pablo VI dijo:

El humo de Satanás ha penetrado por una grieta en el Templo de Dios (Papa Beato Pablo
VI, Homilía 29 de junio de 1972).

1260. Y la Palabra de Dios dice:

Acerca de la Venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con Él… Que nadie
los engañe de ninguna manera. Porque antes tiene que venir la apostasía y manifestarse el
hombre impío, el Ser condenado a la perdición, el Adversario, el que se alza con soberbia
contra todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto, hasta llegar a instalarse en
el Templo de Dios, presentándose como si fuera Dios. (2 Tesalonicenses 2, 1-4).

1261. Por eso también la Iglesia tiene que ser purificada de este mal que ha entrado en Ella, al
respecto el Catecismo dice:

Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá
la fe de numerosos creyentes. La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la
tierra desvelará el "Misterio de iniquidad" bajo la forma de una impostura religiosa que
proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de
la apostasía de la verdad. La impostura religiosa suprema es la del Anticristo, es decir, la de
un seudo-mesianismo en que el hombre se glorifica a sí mismo colocándose en el lugar de
Dios y de su Mesías venido en la carne. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 675).

1262. Por eso Dios, en su bondad y misericordia, antes de actuar más intensamente trata por
todos los medios de hacernos recapacitar, manda mensajeros, videntes, apariciones celestiales,
la misma Revelación, etcétera, para que nos convirtamos:

293
¿Acaso deseo yo la muerte del pecador –oráculo del Señor– y no que se convierta de su
mala conducta y viva? (Ezequiel 18, 23).

1263. Y cuando el hombre en su obstinación no responde, usa medios más intensos:

Hija mía, ánimo, todo servirá para el triunfo de mi Voluntad, si golpeo es porque quiero
sanar, mi amor es tanto, que cuando no puedo vencer por vía de amor y de gracias, trato
de vencer por vía de terror y de espanto, la debilidad humana es tanta, que muchas veces
no cuida mis gracias, se hace la sorda a mis voces, se ríe de mi amor, pero basta tocarle la
piel, quitarle las cosas necesarias para la vida natural, que abaja su altanería, se siente tan
humillada que se hace un harapo, y Yo hago lo que quiero, sobre todo si no tienen una
voluntad pérfida y obstinada, basta un castigo, verse a la orilla del sepulcro, para que
regrese a mis brazos. Tú debes saber que amo siempre a mis hijos, a mis amadas criaturas,
me desviviría por no verlas golpeadas, tanto, que en los tiempos funestos que vendrán, los
he puesto a todos en las manos de mi Mamá Celestial, a Ella los he confiado para que me
los tenga seguros bajo su manto, le daré a todos aquellos que Ella querrá, la misma muerte
no tendrá poder sobre aquellos que estarán en custodia de mi Mamá. (Volumen 33, Junio
6, 1935).

1264. Aquí se ve claramente como nuestra Reina Madre tiene este papel fundamental en la
preparación e instauración del Reino de la Divina Voluntad. Veamos qué más dice Jesús sobre la
purificación en Libro de Cielo:

Así que los castigos pasados no son otra cosa que los preludios de aquellos que vendrán,
cuántas otras ciudades serán destruidas, cuántas gentes sepultadas en las ruinas, cuántos
lugares precipitados y enterrados en el abismo, los elementos tomarán la defensa de su
Creador. Mi justicia no puede más, mi Voluntad quiere triunfar y quisiera triunfar por vía
de amor para establecer su Reino, pero el hombre no quiere venir al encuentro de este
amor, por lo tanto es necesario usar la justicia. (Volumen 20, Noviembre 16, 1926).

1265. Respondamos por vía de amor, si no es así la justicia se hará paso. En otro lugar de Libro
de Cielo Jesús explica que para hacer cosas más bellas tiene que destruir lo que está mal para
edificar cosas mejores:

Hija mía, todo lo que tú has visto servirá para purificar y preparar a la familia humana; los
trastornos servirán para reordenar, y las destrucciones para edificar cosas más bellas; si un
edificio en mal estado no cae por tierra, no se puede formar el nuevo que será más bello
sobre aquellas mismas ruinas; Yo todo lo dirigiré hacia el cumplimiento de mi Divina
Voluntad. (Volumen 24, Abril 30, 1928).

¡Ah! hija mía, deben suceder cosas graves; para reordenar un reino, una casa, primero
sucede un trastorno general y muchas cosas perecen, algunos pierden, otros ganan, en
suma sucede un trastorno, un fatigarse de más y muchas cosas se sufren para reordenar,
renovar y dar la nueva forma al reino, o bien a la casa. Se sufre más y se trabaja de más si

294
se debe destruir para edificar, que si se debiese sólo edificar. Así sucederá para reedificar
el Reino de mi Voluntad, cuántas innovaciones se necesitan hacer; es necesario trastornar
todo, abatir y destruir seres humanos, trastornar la tierra, el mar, el aire, el viento, el agua,
el fuego, a fin de que todos se pongan a trabajar para renovar la faz de la tierra, para
poder llevar el orden del nuevo Reino de mi Voluntad Divina en medio de las criaturas. Por
eso muchas cosas graves sucederán, y Yo al verlas, si veo el trastorno me siento afligido, y
si miro más allá, al ver el orden y mi nuevo Reino reedificado, paso de una profunda
tristeza a una alegría tan grande que tú no puedes comprender. He aquí la causa por la
que ahora me ves triste y ahora con la alegría de mi Patria Celestial. (Volumen 21, Abril 24,
1927).

1266. Jesús quiere ya instaurar su Reino de la Divina Voluntad que es el Reino más puro, más
santo; por eso Él dice:

Yo trabajo preparando la tierra, es necesario purificarla, está demasiado sucia, hay ciertos
puntos que no merecen existir más, tantas son las infamias, por eso es necesario que
desaparezcan tanto los habitantes como la misma tierra sucia. El reino de mi Divina
Voluntad es el reino más santo, más puro, más bello y ordenado que debe venir sobre la
tierra, por eso es necesario que la tierra sea preparada, purificada, por tanto mientras Yo
trabajo en purificarla, y si es necesario destruyendo lugares y personas indignas de un
reino tan santo, tú trabajarás con mover Cielo y tierra con tus actos hechos en mi Querer,
tu eco sea incesante, lo harás resonar en toda la Creación pidiendo el reino de mi Fiat, tus
actos continuos y si es necesario tus penas y hasta tu vida, para pedir y conseguir un bien
tan grande y un reino que traerá tanta felicidad. Por eso no prestes atención a otra cosa,
sino al trabajo que te toca hacer. (Volumen 23, Septiembre 25, 1927).

1267. Se ve claro que la purificación la pedimos nosotros por no dejarnos convertir, por no
aceptar las invitaciones del Creador a vivir la historia de amor con Él y nuestros hermanos. Dios
no creó al ser humano y todo el universo para que nos hagamos daño unos a otros, sino para
vivir en armonía y en amor, si esto no es así no tiene sentido la existencia.

1268. La intención de Dios no es crear seres para que vivan en un carnaval de maldad, si esto
sucede se ve en la necesidad de intervenir. Por eso San Pedro en el Nuevo Testamento dice:

…hace mucho tiempo hubo un cielo, y también una tierra brotada del agua que tomó
consistencia en medio de las aguas por la palabra de Dios. A causa de esas aguas, el
mundo de entonces pereció sumergido por el diluvio. Esa misma palabra de Dios ha
reservado el cielo y la tierra de ahora para purificarlos por el fuego *…+ Ya que todas las
cosas se desintegrarán de esa manera, ¡qué santa y piadosa debe ser la conducta de
ustedes, esperando y acelerando la venida del Día del Señor! Entonces se consumirán los
cielos y los elementos quedarán fundidos por el fuego. Pero nosotros, de acuerdo con la
promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva donde habitará la
justicia. (2 Pedro 3, 5-13).

295
1269. Es claro que Dios purificará el mundo para darnos un cielo nuevo y una tierra nueva, para
establecer la santidad más grande, su misma Santidad en nuestras almas, y con ello darnos
todos los bienes y felicidades inmensas.

1270. Pero ante la maldad que impide esta vida feliz es necesario hacer correcciones, es como
un buen padre, no le gusta corregir a sus hijos, pero si es necesario lo hará por amor a esos hijos,
así es Dios que es amor, santidad y justicia perfectas:

Reconoce que el Señor, tu Dios, te corrige como un padre a sus hijos. (Deuteronomio 8, 5).

Porque el Señor corrige al que ama y castiga a todo aquel que recibe por hijo. (Hebreos 12,
6).

El que mezquina la vara odia a su hijo, el que lo ama se esmera por corregirlo. (Proverbios
13, 24).

Pero el Señor nos juzga y nos corrige para que no seamos condenados con el mundo. (1
Corintios 11, 32).

Dios, en cambio, nos corrige para nuestro bien, a fin de comunicarnos su santidad.
(Hebreos 12, 10).

1271. La purificación que Dios hará en la humanidad tampoco es igual para todos, hay trigo y hay
cizaña, Él es justo y “Dios,… retribuirá a cada uno según sus obras” (Romanos 2, 6). Incluso en el
trigo hay diferentes requerimientos de purificación.

1272. La purificación individual está en función del nivel de santidad de cada quien. Quien esté
más lejos del nivel de santidad querido por Dios requerirá más purificación, el que esté más
cerca será menos. De hecho también así funciona el purgatorio.

1273. Dios siempre quiere hacernos el camino más simple, pero nosotros solemos complicarlo
más de la cuanta, por necedad, soberbia, egoísmo, etcétera. Y la santidad sabemos que está en
relación con la Voluntad de Dios: hacerla, y con las verdades de la Divina Voluntad sabemos que
además de hacerla es vivir en Ella; en este sentido Jesús dice:

Hija mía, qué afrenta, cómo quisiera hacer sentir a todos mi tremenda agonía,… la causa
es porque quieren hacer su voluntad, no la mía, no la quieren hacer reinar, no la quieren
conocer, y por eso quiere romper los diques con sus sacudidas, a fin de que si no la
quieren conocer y recibir por vía de amor, la conozcan por vía de justicia. Así que mi
Voluntad cansada de esta agonía de siglos quiere salir, y por eso prepara dos modos: El
modo triunfante, que son sus conocimientos, sus prodigios y todo el bien que llevará el
Reino del Fiat Supremo, y el modo de justicia para quien no la quiere conocer triunfante,
por tanto estará en las criaturas escoger el modo como la quieran recibir. (Volumen 20,
Noviembre 19, 1926).

296
1274. ¿Tú cómo la quieres recibir? Es verdad que en muchos sentidos se cumple lo que dijo el
poeta mexicano Amado Nervo en su poema “En Paz”:

…porque veo al final de mi rudo camino


que yo fui el arquitecto de mi propio destino;… (Amado Nervo, En Paz).

1275. Dios nos pone la opción de decidir; de hecho desde el Antiguo Testamento nos deja las
cosas muy claras:

Yo pongo hoy delante de ustedes una bendición y una maldición. Bendición, si obedecen
los mandamientos del Señor, su Dios, que hoy les impongo. Maldición, si desobedecen
esos mandamientos y se apartan del camino que yo les señalo, para ir detrás de dioses
extraños, que ustedes no han conocido. (Deuteronomio 11, 26-28).

Hoy tomo por testigos contra ustedes al cielo y a la tierra; yo he puesto delante de ti la
vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida, y vivirás, tú y tus descendientes,
con tal que ames al Señor, tu Dios, escuches su voz y le seas fiel. (Deuteronomio 30, 19-
20).

1276. A nivel comunitario la purificación también puede ser disminuida, según nuestra respuesta
de conversión al Señor. También desde el Antiguo Testamento Dios nos indica el camino:

La palabra del Señor se dirigió a Jonás, hijo de Amitai, en estos términos: «Parte ahora
mismo para Nínive, la gran ciudad, y clama contra ella, porque su maldad ha llegado hasta
mí». (Jonás 1, 1-2).

*…+

Por segunda vez fue dirigida la palabra del Señor a Jonás en estos términos: «Levántate,
vete a Nínive, la gran ciudad y proclama el mensaje que yo te diga.»... Jonás comenzó a
adentrarse en la ciudad, e hizo un día de camino proclamando: «Dentro de cuarenta días
Nínive será destruida. » Los ninivitas creyeron en Dios: ordenaron un ayuno y se vistieron
de sayal desde el mayor al menor. *…+ Vio Dios lo que hacían, cómo se convirtieron de su
mala conducta, y se arrepintió Dios del mal que había determinado hacerles, y no lo hizo.
(Jonás 3, 1-10).

1277. Dios al querer nuestra conversión y salvación nos deja los medios propicios. Dentro de la
obra que hace en Luisa, nos ha dejado las Horas de la Pasión, donde se medita la Pasión de
Jesús, sobre todo su dolor y su sufrimiento interior durante las últimas 24 horas de su vida que
culminan con su sepultura. Sobre ellas Jesús —entre otras cosas— dice:

Cuando escucho estas horas de mi Pasión, escucho mi misma voz, mis mismas oraciones,
veo mi Voluntad en esa alma, la cual es de querer el bien de todos y de reparar por todos,
y Yo me siento transportado a morar en ella para poder hacer en ella lo que hace ella
misma. ¡Oh, cuánto quisiera que aunque fuera una sola por región hiciera estas horas de

297
mi Pasión!, me oiría a Mí mismo en cada lugar, y mi Justicia en estos tiempos tan
grandemente indignada, quedaría en parte aplacada. (Volumen 11, Octubre, 1914).

1278. Como vemos, las Horas de la Pasión aplacan la Justicia Divina, y entre más se hagan, más
se aplaca. También respecto a estas Horas Jesús dice:

Si las hacen junto Conmigo y con mi misma Voluntad, por cada palabra que reciten les
daré también un alma (Volumen 11, Octubre, 1914).

1279. Por eso en un coloquio, entre Luisa y Jesús, se explica:

[Luisa]: Después me he encontrado fuera de mí misma, me encontraba en medio de


muchas almas que me hablaban, —parecía que fueran almas purgantes y santos—, y
nombraban a una persona conocida mía, muerta no hacía mucho, y me decían: “Él se
siente feliz al ver que no hay alma que entre en el Purgatorio que no lleve el sello de las
horas de la Pasión,… y no hay alma que vuele al Paraíso que no sea acompañada por estas
horas de la Pasión;…”. Al oír esto decía entre mí: “Tal vez mi amado Jesús para mantener la
palabra dada, que por cada palabra de las horas de la Pasión daría un alma, no hay alma
que se salve que no se sirva de estas horas”.

[Jesús]: Estas horas son el orden del universo, y ponen en armonía el Cielo y la tierra y me
disuaden de no destruir al mundo;... ¿Cómo pueden obtener las criaturas algún bien si no
es por medio de estas horas? (Volumen 12, Mayo 16, 1917).

1280. Por lo tanto, nosotros le decimos a Dios, tanto a nivel individual como comunitario, hasta
dónde queremos la purificación. Ahora podemos entender mejor la siguiente cita que ya
habíamos visto en el capítulo 6:

Así como fue decreto la Creación, la Redención, así es decreto nuestro el reino de nuestra
Voluntad sobre la tierra, por eso, para cumplir este nuestro decreto, Yo debía manifestar
los bienes que hay en él, sus cualidades, sus bellezas y maravillas, he aquí la necesidad por
la cual Yo debía hablarte tanto, para poder cumplir este decreto. Hija, para llegar a esto Yo
quería vencer al hombre por caminos de amor, pero la perfidia humana me lo impide, por
eso usaré la justicia, barreré la tierra, quitaré a todas las criaturas nocivas, que como
plantas venenosas envenenan las plantas inocentes. Cuando haya purificado todo, mis
verdades encontrarán el camino para dar a los sobrevivientes la Vida, el bálsamo, la paz
que mis verdades contienen, y todos las recibirán, les darán el beso de paz, y para
confusión de quien no las haya creído, más bien las ha condenado, reinará y tendré mi
reino sobre la tierra: ‘Que mi Voluntad se haga como en el Cielo así en la tierra’. (Volumen
36, Octubre 2, 1938).

1281. Esta cita deja claro que por nuestra maldad y necedad, se requiere que seamos purgados
para acoger con amor las verdades que Jesús ha manifestado a través de Luisa Piccarreta e
instaurar el Reino de su Voluntad que nos dará las más grandes felicidades.

298
1282. Pero tú que estás leyendo no tienes que esperar a una purgación o catástrofes fuertes
para entrar en este Reino maravilloso de la Voluntad de Dios. De hecho la persona que se decide
vivir en la Divina Voluntad es purificada por la misma Voluntad Divina y por Jesús:

Hija mía, sólo mi Voluntad tiene este poder de formarse una Vida en la criatura. … Su luz
me prepara el lugar, su Calor purifica y consume todo lo que podría ser inconveniente a mi
Vida, y me suministra los elementos necesarios para poder desarrollar mi Vida (Volumen
17, Marzo 15, 1925).

Es tanto nuestro amor por quien está decidida a vivir en Ella [en la Divina Voluntad] y
hacerla siempre, que se hace pincel de luz, y pintando con su toque de luz y calor, purifica
a la criatura de cualquier mancha, a fin de que no se avergüence en nuestra presencia
adorable, y la pone con toda confianza y amor a festejar junto con Nosotros. (Volumen 29,
Julio 23, 1931).

Tú debes saber que el acto más noble, más sublime, más grande, más heroico, es hacer mi
Voluntad y obrar en mi Querer, por eso, a este acto al que ningún otro podrá igualar, Yo le
hago gala de todo mi amor y generosidad, y en cuanto el alma se decide a hacerlo, Yo,
para darle el honor de tenerla en mi Querer, en el acto en el que los dos quereres se
encuentran para fundirse el uno en el otro y hacerse uno solo, si está manchada la
purifico, y si las espinas de la naturaleza humana la envuelven, las destrozo; si algún clavo
la traspasa, esto es, el pecado, Yo lo pulverizo, porque nada puede entrar de mal en mi
Voluntad (Volumen 12, Julio 25, 1917).

1283. Por eso el alma que en vida viva en la Divina Voluntad tampoco iría al purgatorio:

Hija mía, quien hace mi Voluntad, absolutamente no puede ir al purgatorio, porque mi


Voluntad purga al alma de todo, y habiéndola tenido en vida tan celosamente custodiada
en mi Querer, ¿cómo podré permitir que el fuego del purgatorio la toque? Además, a lo
más le podrá faltar algún adorno, y mi Voluntad antes de develarle la Divinidad, la va
adornando de todo lo que le falta y luego me develo. (Volumen 11, Marzo 8, 1914).

1284. Aquí se entiende la manera triunfante, suave y amorosa como Dios quiere que entremos
en este maravilloso Reino, a través de conocer sus verdades para vivirlas. Además que si una
persona ya viviera en la Divina Voluntad vive en armonía con la naturaleza y los elementos:

¡Cuántas cosas grandes hará el reino de mi Fiat Divino, tanto, que todos los elementos
están a la espera, el sol, el viento, el mar, la tierra y toda la Creación, para poner fuera de
su seno todos los bienes y efectos que contienen,… por eso todos esperan el reino del Fiat,
para hacer ver a éstos cuan ricos son y cuántas cosas admirables ha puesto en ellos su
Creador por amor de aquellos que debían ser los hijos de su Querer. (Volumen 24, Junio
25, 1928).

Hija mía, todas las cosas creadas fueron creadas por Nosotros con una dosis de felicidad,
distinta la una de la otra, así que cada cosa creada lleva al hombre el beso, el aire

299
felicitante, la vida de nuestra felicidad; ¿pero sabes tú quién siente descender en su
interior todos los efectos de nuestras tantas felicidades esparcidas en lo creado, hasta
quedar empapado por ellas como una esponja? Quien vive en nuestro Querer Divino
(Volumen 25, Diciembre 13, 1928).

…por eso suspiro tanto a quien vive en mi Querer, porque sólo ella no me dejará
desilusionado en el fin de la Creación, sólo ella gozará por derecho las cosas creadas por
Mí, porque siendo una mi Voluntad con la suya, lo que es mío es suyo, y con derecho
puede decir: ‘El cielo, el sol, la tierra y todas las otras cosas son mías, por eso quiero
gozármelas, y también para dar honor a la Suprema Voluntad que las ha creado y que
reina en mí’. (Volumen 19, Mayo 1, 1926).

1285. Y esta persona que vive en la Divina Voluntad en la tierra vive al seguro de todos los
peligros:

Hija mía, ánimo, es cierto que grande será la tragedia, pero has de saber que tendré
cuidado de las almas y de los lugares donde haya almas que vivan en mi Querer. (Volumen
11, Mayo 18, 1915).

1286. Jesús cuidará de las almas y lugares que vivan en su Querer, por eso apresurémonos en
entrar en este Reino de completa seguridad. Nuestro Divino Maestro continua la cita anterior
dando un ejemplo, veamos:

Así como los reyes de la tierra tienen sus cortes, sus gabinetes donde están al seguro en
medio de los peligros y de los enemigos más fieros, porque es tanta la fuerza que tienen,
que los mismos enemigos mientras destruyen otros puntos, aquel punto no lo miran por
temor de ser derrotados, así también Yo, Rey del Cielo, tengo mis gabinetes, mis cortes
sobre la tierra, y son las almas que viven de mi Querer donde Yo vivo en ellas, y la corte del
Cielo está concentrado en torno a ellas, y la fuerza de mi Voluntad las tienen al seguro,
volviendo inofensivas las balas y rechazando hacia atrás a los enemigos más fieros. Hija
mía, los mismos bienaventurados, ¿por qué están al seguro y son plenamente felices
cuando ven que las criaturas sufren y la tierra está en llamas? Precisamente porque viven
del todo en mi Voluntad. Entonces has de saber que Yo pongo en las mismas condiciones
de los bienaventurados a las almas que en la tierra viven del todo de mi Querer, por eso
vive en mi Querer y no temas de nada (Volumen 11, Mayo 18, 1915).

1287. ¡Qué gran noticia! Si vivimos en la Divina Voluntad, en el Querer Divino, Dios nos pone en
las mismas condiciones de los bienaventurados, ya aquí en la tierra; es decir, en la máxima
seguridad, al respecto sigue diciendo Jesús en Libro de Cielo:

Y para hacerle conocer mayormente cuánto la amo [a la criatura], quiero llegar al exceso
de darle el gran don de mi Voluntad como vida, porque sólo con Ella el hombre podrá
ponerse al seguro y sentir las llamas de mi amor, mis ansias de cuánto la amo. (Volumen
36, Mayo 19, 1938).

300
Mi pequeña hija de mi Voluntad, en cuanto la criatura se decide a vivir en mi Querer, todas
las cosas cambian para ella, nuestro dominio divino la inviste y la hacemos dominadora de
todo: Dominadora de nuestra fuerza, de la bondad, de nuestra santidad, dominadora de la
luz; Cielos y tierra por derecho son suyos. La ponemos en una atmósfera de seguridad, de
paz imperturbable, nada debe faltarle de bueno, de santo, de bello, de alegrías divinas a
esta criatura que vive en nuestro Querer (Volumen 35, Marzo 22, 1938).

1288. Dios —en su gran amor— nos da todo lo que necesitamos para vivir seguros y felices. De
nosotros, con nuestra respuesta, depende que tan intensa sea la purificación individual y
comunitaria, aprendamos de la ciudad de Nínive que se convirtió, por eso convirtámonos,
hagamos penitencia, oración y vivamos en la Divina Voluntad, así se transformará la faz de la
tierra.

Digan entre las naciones: «¡el Señor es Rey!…


Alégrese el cielo y exulte la tierra,...
Griten de gozo delante del Señor,
porque Él viene a gobernar la tierra:
Él gobernará al mundo con justicia,
y a los pueblos con su verdad. (Salmo 96, 10-13).

301
Capítulo 14: El establecimiento del Reino en la humanidad

Por eso estoy preparando la era del vivir en mi Querer, para que lo que no han hecho en
las generaciones pasadas, y que no harán, en esta era de mi Voluntad completarán el
amor, la gloria, el honor de toda la Creación, dándoles gracias sorprendentes e inauditas.
(Volumen 12, Mayo 22, 1919).

1289. Como hemos visto, la instauración del Reino de la Divina Voluntad en la humanidad vendrá
después de la purificación en un sentido global, es decir, para que toda la humanidad se
introduzca y viva en este Reino.

1290. Y así realmente vivamos de acuerdo al plan de Dios como una verdadera familia unida en
una sola Voluntad de Amor. Lo que dará como resultado que en esta tierra se viva de manera
divina y la humanidad se llene de las virtudes y atributos de nuestro Dios a través del don del
Fiat Divino.

1291. Pero en otro sentido —como ya se ha mencionado— ya llegó este Reino, ya está con
nosotros. Llegó en Luisa como en otra Humanidad de Cristo89, en una primera etapa; a partir de
ella y según se vayan dando a conocer las verdades de la Divina Voluntad van entrando los
demás:

Hija mía, el reino de mi Voluntad está todo preparado en mi Humanidad, y Yo estoy pronto
a ponerlo fuera para darlo a las criaturas; se puede decir que he formado los fundamentos,
he erigido las construcciones, las habitaciones son innumerables y todas adornadas e
iluminadas no con pequeñas luces, sino con tantos soles por cuantas verdades he
manifestado acerca del Fiat Divino; no se necesita otra cosa que aquellos que lo habiten,
habrá lugar y habitación para todos, porque es vasto, más que todo el mundo. Con el reino
de mi Voluntad todo será renovado en la Creación, las cosas se pondrán en su estado
primero, por eso es necesario y vendrán muchos flagelos, para hacer que la divina justicia
se ponga en equilibrio con todos mis atributos, a fin de que equilibrándose deje el reino de
mi Querer en su paz y felicidad. Por tanto no te maravilles si a este gran bien que estoy
preparando y que quiero dar, lo preceden muchos flagelos, es mi Justicia que reclama sus
derechos, a fin de que equilibrada, se ponga en paz con las criaturas sin darles más
molestia, mucho más que los hijos del reino de mi Fiat Divino no lo ofenderán más, y mi
Justicia divina se cambiará para ellos en amor y misericordia. (Volumen 24, Agosto 30,
1928).

1292. La purificación —que tristemente se hace necesaria por la maldad y la necedad del ser
humano— dará un impulso en este conocimiento en las almas purgadas y elevadas a un alto
grado de santidad para recibir y acoger con amor y con las disposiciones adecuadas estas
verdades que cambiarán la faz de la tierra:

89
Ver Volumen 17, Junio 20, 1924.

302
…estos escritos serán para mi Iglesia como un nuevo sol que surgirá en medio de Ella,…
por lo cual renovándose la Iglesia, transformarán la faz de la tierra. (Volumen 16, Febrero
10, 1924).

…mi Voluntad tiene poder de hacer llegar a la criatura a donde quiere, siempre y cuando
esté junto con Ella. Tú debes saber que su reino será formado, fundado sobre las verdades
que ha manifestado (Volumen 36, Noviembre 13, 1938).

1293. Por eso Jesús ya ha hecho todo para que vayamos entrando en este maravilloso Reino y ya
podemos hacerlo:

Entonces mira hija mía, todo está preparado, no se necesita otra cosa que hacerlo
conocer, y por eso Yo tengo tanta premura de que se conozca lo que respecta a mi Divino
Querer, para poner en las criaturas el deseo de poseer un bien tan grande, a fin de que mi
Voluntad, atraída por los deseos de ellas, pueda concentrar sus rayos luminosos y con su
calor cumplir el prodigio de restituir el derecho de poseer su reino de paz, de felicidad y de
santidad. (Volumen 24, Septiembre 16, 1928).

1294. Entonces este Reino vendrá poco a poco, adquiriendo cada vez más fuerza, hasta que
después de la purificación la humanidad este bien dispuesta para entrar en su totalidad; al
respecto Jesús dice:

Pero a pesar de todo lo que han querido hacer al principio del querer nacer el
conocimiento de mi Voluntad y que quiere reinar, que la han como sofocado, sin embargo
ha dado sus primeros pasos, y lo que no creían algunos otros lo han creído, los primeros
pasos llamarán a los segundos, a los terceros, y así poco a poco, a pesar que no faltarán
aquellos que suscitarán contradicciones y dudas, pero es de absoluta necesidad que se
conozca mi Divina Voluntad, que puedo darla, y quiero darla. … El tiempo, las
circunstancias, las cosas, las personas, cambian, no son siempre las mismas, por eso lo que
no se obtiene hoy, se podrá obtener mañana, y será para confusión de quien ha sofocado
un bien tan grande. Pero mi Voluntad triunfará y tendrá su reino sobre la tierra. (Volumen
30, Marzo 20, 1932).

1295. En otro lugar de Libro de Cielo Jesús explica cómo vendrá este Reino a la tierra de la
siguiente manera:

Ahora tú debes saber que cada criatura es un reino, por eso quien hace reinar mi Voluntad
en ella se puede llamar un pequeño reino del Fiat Supremo, así que es una pequeña casita
de Nazaret que tenemos sobre la tierra,... Ahora para formar el gran reino de nuestra
Voluntad sobre la tierra, haremos primero las tantas casitas de Nazaret, esto es las almas
que la querrán conocer para hacerla reinar en ellas. Yo y la Soberana Reina estaremos a la
cabeza de estas pequeñas casitas, porque habiendo sido Nosotros los primeros que hemos
poseído este reino en la tierra, es nuestro derecho que no cederemos a ninguno el ser los
dirigentes de ellas. Entonces estas pequeñas casitas, repetidoras de nuestra casa de

303
Nazaret, formarán tantos pequeños estados nuestros, tantas provincias, que después de
que se hayan formado bien, y ordenadas como tantos pequeños reinos de nuestra
Voluntad, se fundirán juntos y formarán un solo reino y un gran pueblo. (Volumen 29,
Mayo 31, 1931).

1296. Aquí Jesús deja claro cómo será el establecimiento de su Reino en la humanidad; primero
en Luisa, luego en otras personas cercanas que conozcan estas verdades para vivirlas, luego en la
medida en que se publiquen y conozcan estas verdades más personas para vivirlas, crecerá este
Reino en el mundo.

1297. Jesús dice que cada alma que quiere conocer este Reino para hacerlo reinar en ella, se
convertirá en una casita de Nazaret, cada casita es un reino; que después, ya que se hayan
formado bien, se fundirán y formarán un solo reino y un gran pueblo.

1298. Cuando se forme este gran pueblo, este solo reino, es cuando el Reino de la Divina
Voluntad estará establecido en toda la humanidad.

1299. También dice Jesús quienes serán los dirigentes de estas casitas de Nazaret, de estos
reinos en las almas de las criaturas, serán: Jesús y María. También dice que este derecho de
dirigirlas no lo cederán a ninguno.

1300. Un reino requiere reyes, y los reyes de este Reino de la Divina Voluntad son Jesús y María;
incluso en la cita Jesús se refiere a su Madre como la Soberana Reina. Jesús es el Rey de reyes y
Señor de señores90, y lo será plenamente cuando reine en cada criatura con el don del Reino de
la Divina Voluntad. En otra parte de Libro de Cielo Jesús dice:

Debiendo ser un reino universal [el Reino de la Divina Voluntad], pacífico, no habrá
necesidad de rey que lo domine, cada uno será rey para sí mismo; mi Voluntad será para
ellos ley, guía, sostén, vida y Rey absoluto de todos y de cada uno, y todas las cabezas
arbitrarias y sin derecho se reducirán a pedazos, como polvo al viento. (Volumen 30, Enero
3, 1932).

1301. La cita anterior se conecta con lo que dijo el profeta Isaías: “Edificarán casas y las
habitarán, plantarán viñas y comerán sus frutos: no edificarán para que habite otro ni plantarán
para que coma un extraño, porque mi pueblo vivirá tanto como los árboles y mis elegidos
disfrutarán de la obra de sus manos”91, esta cita expresa que no habrá subordinaciones como las
que existen hoy entre los seres humanos, sino Jesucristo reinará en cada alma y —por tanto—
no hay necesidad de gobiernos ni jefes, como los conocemos hoy.

1302. Respecto a este reinado de Cristo, y siguiendo los signos de los tiempos, es interesante ver
que la Iglesia ya instituyó litúrgicamente la fiesta Cristo Rey, no es una fiesta que se haya

90
Apocalipsis 19, 16.
91
Isaías 65, 21-22.

304
instituido al inicio de la era Cristiana o en la Edad Media o en el Renacimiento, sino en 1925.
Precisamente mientras Jesús a través de Luisa escribía los volúmenes de Libro de Cielo.

1303. ¡Qué interesante que la Iglesia establece la fiesta de Cristo Rey cuando el Reino de la
Divina Voluntad ya llegó en Luisa! Sabemos que nada sucede sin la Voluntad de Dios92. Respecto
a esta fiesta está lo que pensaba Luisa y que Jesús le dice:

Después de esto estaba pensando en la fiesta de hoy, esto es la fiesta de Cristo Rey, y mi
dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho: “Hija mía, la Iglesia no hace otra cosa
que intuir lo que debe conocer sobre mi Divina Voluntad y cómo debe venir su reino. Por
eso esta fiesta es el preludio del reino de mi Fiat Divino. Así que la Iglesia no está haciendo
otra cosa que honrar a mi Humanidad con aquellos títulos que con justicia se me deben, y
cuando me hayan dado todos los honores que me convienen, pasará a honrar y a instituir
la fiesta al reino de mi Divina Voluntad, por la cual mi Humanidad estaba animada. La
Iglesia va poco a poco, y ahora instituye la fiesta a mi corazón, ahora consagra con toda
solemnidad el siglo al Cristo Redentor, y ahora pasa con más solemnidad a instituir la fiesta
al Cristo Rey. Cristo Rey significa que debe tener su reino, debe tener pueblos dignos de
tal Rey, ¿y quién podrá formarme este reino sino mi Voluntad? Entonces sí podré decir:
‘Tengo mi pueblo, mi Fiat me lo ha formado.’ ¡Oh, si las cabezas de la Iglesia conocieran lo
que te he manifestado sobre mi Divina Voluntad, lo que quiero hacer, sus grandes
prodigios, mis ansias, mis latidos dolientes, mis suspiros angustiosos porque quiero que mi
Voluntad reine, que haga felices a todos, restablezca a la familia humana, en esta fiesta de
Cristo Rey sentirían no ser otra cosa que el eco secreto de mi corazón, que haciendo eco
en el de ellos para atraer su atención y reflexión, sin saberlo me instituyen la fiesta de
Cristo Rey. Cristo..., Rey, ¿y su verdadero pueblo dónde está? Y dirían: Apresurémonos a
hacer conocer su Voluntad Divina, hagámosla reinar a fin de que demos el pueblo a Cristo
que hemos llamado Rey, de otra manera lo habremos honrado con el nombre, pero no con
los hechos”. (Volumen 25, Octubre 28, 1928).

1304. Este Reinado de Jesús en los corazones a través del don del Reino de la Divina Voluntad,
Jesús lo califica como el tercer Fiat:

¡Oh! inicuo mundo, tú estás haciendo de todo para echarme de la faz de la tierra, para
arrojarme de la sociedad, de las escuelas, de las conversaciones, de todo; estás
maquinando cómo abatir los templos y los altares, cómo destruir mi Iglesia y matar a mis
ministros, y Yo te estoy preparando una era de amor, la era de mi tercer Fiat. Tú harás tu
camino para echarme, y Yo te confundiré de amor, te seguiré por detrás, me haré
encontrar por delante para confundirte en amor, y en donde tú me has arrojado Yo erigiré
mi trono, y ahí reinaré más que antes, pero en modo más sorprendente, tanto, que tú

92
El Padre Pablo Martín en su Biografía sobre Luisa: “Luisa Piccarreta, la pequeña Hija de la Divina Voluntad”
hace notar que en este fecha de 1925 cuando se instituye la fiesta —Solemnidad— de Cristo Rey, coincide
con el final del volumen 18, es decir, la mitad de los volúmenes.

305
mismo caerás a los pies de mi trono, como atado por la fuerza de mi amor. (Volumen 12,
Febrero 8, 1921).

1305. ¿Cuáles son el primer y el segundo Fiat?, nuestro Maestro divino nos lo explica:

Hija mía, el primer Fiat fue dicho en la Creación, sin intervención de ninguna criatura. El
segundo Fiat fue dicho en la Redención y quise la intervención de la criatura, y escogí a mi
Mamá como cumplimiento del segundo Fiat. Ahora, a cumplimiento quiero decir el tercer
Fiat, y lo quiero decir por medio tuyo, te he escogido a ti para cumplimiento del tercer
Fiat. (Volumen 12, Enero 24, 1921).

1306. De acuerdo a la información y verdades que Dios nos ha dicho, podemos ahora más o
menos entender cómo será el proceso del establecimiento del Reino de la Divina Voluntad.

1307. Como vimos: primero Luisa, luego algunos allegados a ella, luego algunos más, se pasa por
la prohibición de algunas de sus obras puestas en el Índice, dudas, confusiones, luego se quita el
Índice, después a través de la canonización del Padre Aníbal y el inicio de la beatificación de
Luisa hay un resurgimiento de ella y su obra, luego a través de los medios de comunicación,
redes sociales, retiros, congresos, etcétera, se va conociendo más.

1308. Algunas personas responden, otras no, luego viene la purificación y el resto que quede
será purgado y elevado a gran santidad. Algunos de este resto desde antes de la purificación ya
conocían y/o vivían ya en la Divina Voluntad; pero no todos los que queden significa que lo
conocerán o lo conocerán bien, sencillamente por su nivel de santidad adquirido en la
purificación estarán abiertos a recibir estas verdades para vivirlas, como nos dijo Jesús en la cita
que vimos en la sección de “La Purificación”:

Cuando haya purificado todo, mis verdades encontrarán el camino para dar a los
sobrevivientes la Vida, el bálsamo, la paz que mis verdades contienen, y todos las
recibirán, les darán el beso de paz, y para confusión de quien no las haya creído, más bien
las ha condenado, reinará y tendré mi reino sobre la tierra: ‘Que mi Voluntad se haga
como en el Cielo así en la tierra’. (Volumen 36, Octubre 2, 1938).

1309. Significa que habrá como un tiempo de Evangelización profunda e intensa sobre las
verdades de la Divina Voluntad en la humanidad, que serán personas abiertas a recibirlas con
amor para vivirlas ¡grandioso!.

1310. Y al conocerlas se irán enamorando de la Divina Voluntad, suspirarán, desearán vivir en


este Reino y pedirán vivir en Él; esta petición llegará a ser unánime.

1311. Y así, hasta que toda la humanidad que exista en ese momento las conozca y empiece a
vivir estas verdades hasta el grado querido por Dios (hay cuatro grados en el Reino de la Divina
Voluntad, explicados en los volúmenes: ver volumen 19, Julio 26, 1926), entonces existirá
unanimidad en las criaturas en vivir en este Reino, solo entonces podremos decir que el Reino de
la Divina Voluntad se ha establecido en la tierra; Jesús lo explica así:

306
Hija mía, cuando los conocimientos de mi Divino Querer hayan hecho su camino, en vista
del gran bien que ellos contienen, bienes en los que ninguna criatura ha pensado hasta
ahora, que el Reino de mi Voluntad será el desahogo del Cielo, el eco de la felicidad
celeste, la plenitud de los bienes terrenales, entonces en vista de tan gran bien,
suspirarán, pedirán a unanimidad que venga pronto mi Reino. Así que tanto toda la
Creación en su mudo lenguaje, muda sólo en apariencia, pues dentro de ella está mi
Voluntad que con voz fuerte y elocuente pide sus derechos de que sea conocida, domine y
reine sobre todos, por eso uno será el eco de un punto al otro de la tierra, uno el suspiro,
una la oración que saldrá de todos los seres: ‘Que venga el Reino del Fiat Supremo’.
Entonces triunfante vendrá en medio de las criaturas, he aquí la necesidad de los
conocimientos, éstos serán incitaciones, estimularán el apetito de las criaturas para gustar
un alimento tan exquisito, sentirán toda la voluntad, las ansias de vivir en un Reino tan
feliz para liberarse de la tiranía y esclavitud en las cuales las ha tenido el propio querer.
(Volumen 20, Enero 30, 1927).

1312. Ahora, una vez llegados al punto de que toda la humanidad viva en el Reino de la Divina
Voluntad ¿qué sigue? Pasemos a la siguiente sección.

El crecimiento en la Divina Voluntad


1313. Ya vimos que cuando la humanidad de manera unánime conozca, suspire y pida el don del
Reino de la Divina Voluntad, este Reino se establecerá en la tierra. Y como habíamos visto en la
sección: “Los cuarenta días”, Jesucristo se hará presente —Parusía— al mundo de manera
reinante, festiva, victoriosa y gloriosa, al respecto Jesús dice:

Después subí al Cielo para dar tiempo al hombre de tomar los remedios y las medicinas, a
fin de que curase y se dispusiera a conocer mi Divina Voluntad, para vivir no de la suya,
sino de la mía, y así podré hacerme ver lleno de majestad y de gloria en medio a los hijos
de mi reino. (Volumen 25, Marzo 31, 1929).

1314. Eso no quiere decir que no existan otras maneras de irse haciendo presente desde la vida y
obra de Luisa (como ya vimos) y de otras maneras durante la purificación. Incluso este hacerse
presente en el Reino de la Divina Voluntad es preparado con su presencia Eucarística.

1315. Este hacerse presente de Jesús —que es un proceso en crecimiento— llegará a su plenitud
cuando de manera unánime toda la humanidad viva con el don del Reino de la Divina Voluntad.
Entonces esta manifestación —Parusía— gloriosa y festiva en el mundo será una consecuencia
natural de lo que sucede en los corazones de todas las personas.

1316. Hemos mencionado de una manera festiva porque vivir en la Divina Voluntad es felicidad y
fiesta:

Se puede decir que en este intercambio de voluntad, en estos dones recíprocos de ambas
partes, sucede un esponsalicio entre el alma y Dios, esponsalicio repetido, siempre nuevo,

307
y cuando hay boda todos hacen fiesta a los nuevos esposos (Volumen 31, Diciembre 21,
1932).

Es más, mi mismo Querer en cuanto ve que [la criatura] quiere vivir en Él, la acaricia, la
pone en fiesta… cierra las puertas a sus males,… por eso la queremos ver feliz y de nuestra
misma felicidad. (Volumen 29, Septiembre 21, 1931).

1317. Esta venida de Jesús es algo semejante a lo que pasó con nuestra Santa Madre, habíamos
visto en la sección “La Concepción de la Divina Voluntad en la Soberana del Cielo” que Jesucristo
vino a la tierra gracias a que, como dice Jesús:

…mi Mamá Celestial poseía mi Voluntad, de Ella estaba tan llena que rebosaba de luz,… y
en su luz raptó la luz del Verbo y lo hizo descender a su seno en la misma luz que se había
formado en virtud de mi Voluntad Divina; jamás habría podido descender del Cielo si no
hubiera encontrado en Ella nuestra misma luz, nuestra misma Voluntad reinante en Ella, si
esto no fuera, sería descender desde el primer momento en casa extraña, en cambio Yo
debía descender en mi casa,... y la Soberana Celestial con poseer mi Voluntad Divina me
preparó esta morada, este cielo nada desemejante de la Patria Celestial (Volumen 23,
Diciembre 18, 1927).

1318. Es decir, el Verbo eterno se encarnó en Jesucristo gracias a que la Divina Voluntad reinaba
plenamente en nuestra Reina Madre y su alma no era una casa extraña para Jesús, sino su casa.
Así mismo lo dice nuestra Santa Madre:

…comprende bien qué significa vivir de Voluntad Divina; Yo con vivir de Ella formé el Cielo
y su reino divino en mi alma, si no hubiera formado en Mí este reino, jamás el Verbo
hubiera podido descender del Cielo a la tierra, si descendió fue porque descendió en su
reino que la Divina Voluntad había formado en Mí, encontró en Mí su Cielo, sus alegrías
divinas, jamás el Verbo habría descendido dentro de un reino extraño (La Reina del Cielo
en el Reino de la Divina Voluntad, día 16).

1319. De igual modo, la humanidad que espera la plena Parusía de Jesús, su manifestación, su
siguiente venida, tiene que hacer lo mismo que María Santísima: vivir en la Divina Voluntad, que
la Voluntad Divina reine en sus corazones y las almas no sean una casa extraña a Jesús, sino su
hogar, su mismo Cielo, si no es así no llegará su presencia —su Parusía— alegre, victoriosa,
festiva; sino quedaremos atorados en la presencia de su Justicia.

1320. Aquí se ve todavía más claramente que son los tiempos de María, la Mujer Vestida de Sol,
que nos prepara como Ella para que descienda de nuevo el Verbo Divino a la tierra en Jesucristo
a través del don del Reino de la Divina Voluntad.

1321. Esto nos recuerda lo que dice la Sagrada Escritura sobre la Ascensión de Jesús, que lo
habíamos visto precisamente en esa sección:

308
…los Apóstoles lo vieron elevarse, y una nube lo ocultó de la vista de ellos. …se les
aparecieron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: «… Este Jesús que les ha sido
quitado y fue elevado al cielo, vendrá de la misma manera que lo han visto partir».
(Hechos 1, 9-11).

1322. ¿Cómo lo vieron partir? Lo cubrió, lo velo una nube. Entonces ¿cómo volverá? Se quitará la
nube, se quitará el velo; esto quiere decir que la criatura al vivir en la Divina Voluntad le quita el
velo a Jesús, podemos verlo, por tanto: la Divina Voluntad devela a Jesús.

1323. Por eso la presencia real de Jesús con su Voluntad reinando en las almas —que las
convierte en hostias vivas93— se hará presente también exteriormente en la tierra, a semejanza
de lo que ya habíamos visto en la mencionada sección de los cuarenta días.

1324. Es decir, una presencia semejante al Jesús resucitado que se apareció a las personas antes
de su Ascensión y semejante a la manera en que Jesús y Luisa convivían: se veían, se abrazaban,
platicaban, se besaban, etcétera; es decir, vivir cada quien su historia de amor con Jesús, con su
Dios.

1325. Ahora, Jesús dice en Libro de Cielo que cuando ya se vive de manera plena con el don del
Reino de la Divina Voluntad, ya no hay pecado; la lógica es perfecta: si en la criatura reina la
Divina Voluntad en cada uno de sus actos, la Voluntad Divina no puede pecar ni puede entrar
nada de mal en Ella:

En mi Voluntad no puede haber pecados; mi Voluntad hace pedazos todas las pasiones y
pecados, más bien los pulveriza hasta destruir sus mismas raíces. (Volumen 9, Julio 29,
1910).

Hija mía, quien está del todo en mi Voluntad no está sujeto a tentaciones, porque el
demonio no tiene el poder de entrar en mi Voluntad, y no sólo esto, sino que el demonio
mismo no quiere entrar, porque mi Voluntad es luz, y el alma ante esta luz conocería muy
bien sus astucias, por lo tanto se burlaría del enemigo, el cual no tolera estas burlas y le
son más terribles que el mismo infierno, y con todas sus fuerzas las rehúye. (Volumen 11,
Diciembre 14, 1912).

1326. Ni siquiera las tentaciones. Si Jesús —y acaso María— se dejó tentar fue para enseñarnos a
cómo vencer las tentaciones, debilitar al enemigo, cerrarle el camino para no entrar al Reino del
Fiat, e incluso también sufrir para redimir a la humanidad y cumplir la Voluntad de Dios.

1327. Esto significa que cuando la humanidad viva plenamente en la Divina Voluntad, el demonio
no tendrá ya poder sobre el ser humano, estará como… encadenado. ¿A qué nos recuerda esto?
Veamos lo que dice la Palabra de Dios:

93
Ver: sección “La Eucaristía y la Vida Divina”, volumen 14, Marzo 24, 1922; volumen 25, Octubre 17, 1928.

309
Luego vi que un Ángel descendía del cielo, llevando en su mano la llave del Abismo y una
enorme cadena. El capturó al Dragón, la antigua Serpiente –que es el Diablo o Satanás– y
lo encadenó por mil años. Después lo arrojó al Abismo, lo cerró con llave y lo selló, para
que el Dragón no pudiera seducir a las naciones hasta que se cumplieran los mil años.
(Apocalipsis 20, 1-3).

1328. También aquí se habla de que un Ángel baja del cielo con una cadena con la que encadena
a Satanás. ¿Cuál es esta cadena? No es difícil ver que la cadena es el Santo Rosario, el Ángel
quizá sea San Miguel, que entabló desde el inicio lucha contra el enemigo.

1329. El Cielo en sus manifestaciones ha insistido en que el Rosario puede acabar con la maldad
individual y comunitaria; y también habíamos visto que traerá el Reino de la Divina Voluntad
como lo dice Luisa:

…habiendo llegado la noche de este día consagrado a la Reina del Rosario, Reina de las
victorias y de los triunfos, pensaba que éste es otro bello signo, que así como la Soberana
Señora venció a su Creador, y entretejiéndolo con sus cadenas de amor lo atrajo del Cielo
a la tierra para hacerle formar el reino de la Redención, así la corona dulce y potente de su
Rosario la hará de nuevo victoriosa y triunfadora hacia la Divinidad, tanto, de conquistar el
reino del Fiat Divino para hacerlo venir en medio a las criaturas. (Volumen 25, Octubre 7,
1928).

1330. Y este Reino de la Divina Voluntad es el que aniquila el poder del enemigo, recordemos un
poco lo que se vio en la sección: “Los Conocimientos y verdades de la Divina Voluntad”:

…temen tanto [los demonios] que puedan publicarse estos escritos sobre mi Voluntad,
porque ven perdido su reino sobre la tierra, adquirido por ellos cuando el hombre,
sustrayéndose de la Voluntad Divina, dio libre paso a su voluntad humana. ¡Ah! sí, fue
precisamente entonces cuando el enemigo adquirió su reino sobre la tierra; y si mi Querer
pudiese reinar sobre la tierra, el enemigo, él mismo se escondería en los más oscuros
abismos. (Volumen 17, Septiembre 22, 1924).

…fueron apenas las gotas del conocimiento del Querer Divino, ante el gran mar que ha
manifestado su Santísima Voluntad, y el demonio fue preso de tanta rabia… porque, si el
Fiat Divino será conocido, el reino del enemigo terminará: ésta es toda su rabia. (Extracto
de Carta de Luisa a Irene, 1939).

1331. Gracias a las verdades de Libro de Cielo queda claro el sentido de este encadenamiento del
Dragón y este encerrarlo en el Abismo. Es el cumplimiento de la promesa divina de aplastarle al
enemigo la cabeza, veamos qué dice al respecto Jesús:

Así como mi Virgen Madre aplastó la cabeza a la serpiente infernal, así quiero que otra
virgen, que debe ser la primera poseedora de la Voluntad Suprema, aplaste de nuevo
aquella cabeza infernal, para aplastarlo y debilitarlo en modo de arrojarlo en el infierno, a

310
fin de que tenga pleno dominio sobre de él y no ose acercarse a quien debe vivir en mi
Querer, por eso pon tu pie sobre su cabeza y aplástalo. (Volumen 15, Abril 28, 1923).

1332. Y luego se habla de mil años, tema que ha dado mucho de qué hablar. También sabemos
que “delante del Señor, un día es como mil años y mil años como un día.” (2 Pedro 3, 8).

1333. Estos mil años ¿son literales o simbólicos? Lo que parece claro, por lo que explica la
Escritura, es que es un tiempo en el que estará encerrado el enemigo; el Apocalipsis continúa
diciendo lo siguiente:

Transcurridos esos mil años, será soltado por un breve tiempo. (Apocalipsis 20, 3).

1334. ¿Por qué es soltado después de los mil años? Si el don del Reino de la Divina Voluntad lo
encadena, ¿significa entonces que este Reino se perderá? No es así, porque:

… su Reino no tendrá fin. (Lucas 1, 33).

1335. ¿Qué sucede entonces? Trataremos de explicarlo con la información y verdades que
tenemos en este momento, ya que hablar del futuro no es algo natural en el ser humano, pero si
Dios revela es bueno estar atentos.

1336. Pero aunque Dios revela y avisa de las cosas, no suele dar todos los detalles, sino espera
nuestra fe, confianza y entrega total en sus brazos aunque no entendamos o sepamos todo.
Trataremos de explicarlo de la mejor manera.

1337. La humanidad purificada entrará en el Reino de la Divina Voluntad, pero ¿significa que ya
no existirá la herencia del pecado original? ¿Es necesario no tener pecado original para entrar al
Reino de la Divina Voluntad? No, ¡gracias a Dios!

1338. ¡Luisa es el ejemplo! Ya se había visto que ella nació con el pecado original —como se vio
en la sección: los cuarenta días— y sin embargo no solamente vivió con el don del Reino de la
Divina Voluntad, sino que es la depositaria y como una segunda Madre de los hijos de la Divina
Voluntad, de los que vivan en este Reino.

1339. Este tiempo de mil años, parece que significa a esta generación de seres humanos que,
aunque nazcan con el pecado original, vivirán con el don del Fiat Divino (a semejanza de Luisa);
serán los que inician el tiempo del Reino de Cristo de la Divina Voluntad en la tierra.

1340. Esto mil años será por tanto un tiempo de un gran crecimiento espiritual y en el proceso
puede ir habiendo incluso modificaciones físicas:

El Reino del Fiat Divino hará el gran milagro de desterrar todos los males, todas las
miserias, todos los temores, porque Él no hará el milagro a tiempo y a circunstancia, sino
que se mantendrá sobre sus hijos de su Reino con un acto de milagro continuado para
preservarlos de cualquier mal y hacerlos distinguir como hijos de su Reino, esto en el alma,
pero también en el cuerpo habrá muchas modificaciones, porque es siempre la culpa el

311
alimento de todos los males, y quitada la culpa faltará el alimento al mal, mucho más que
mi Voluntad y pecado no pueden existir juntos, por lo tanto, también la naturaleza
humana tendrá sus benéficos efectos. (Volumen 20, Octubre 22, 1926).

1341. El cuerpo tendrá muchas modificaciones y la naturaleza humana tendrá sus benéficos
efectos; ¡maravilloso! Recordemos que Dios quiere llevarnos a como estaba Adán antes de
pecar, se trata de hacer la restauración completa, Dios no hace cosas a medias o mediocres:

…cuando Nosotros obramos no sabemos hacer cosas a la mitad, sino todas obras
completas (Volumen 21, Mayo 18, 1927).

Se engañan aquellos que piensan que nuestra suma bondad y sabiduría infinita habrían
dejado al hombre sólo con los bienes de la Redención, sin levantarlo de nuevo al estado
primero creado por Nosotros; si fuera así, nuestra Creación hubiera quedado sin su
finalidad y por lo tanto sin su pleno efecto, lo que no puede ser en las obras de un Dios…
pero la decisión de dar el Reino de mi Voluntad al hombre no la he cambiado, el hombre
cambia, Dios no se cambia. (Volumen 19, Julio 18, 1926).

1342. Ahora, estas modificaciones seguramente irán siendo graduales en la medida en que la
humanidad va creciendo en este don del Querer Divino; estas transformaciones seguramente
irán restaurando los dones perdidos por el pecado de Adán.

1343. Y las tendencias del pecado original quedan neutralizadas por el don del Reino de la Divina
Voluntad. Ya que la Voluntad Divina quita la corrupción de nuestra naturaleza:

…el reino de mi Voluntad,… Ella quiere regresar de nuevo en medio de las criaturas y más
que sol quitar la corrupción al germen de ellas para poder reinar y dominar en medio de la
familia humana (Volumen 24, Abril 16, 1928).

1344. Esta generación —a semejanza de Luisa— nacerá con el pecado original, el cual la culpa
será quitada por el Bautismo y las consecuencias de la naturaleza caída serán neutralizadas por
el don del Reino de la Divina Voluntad.

1345. Pero el pecado original seguirá en la naturaleza humana y se seguirá transmitiendo. No


significa una naturaleza inmaculada como la de Adán y Eva inocentes o de nuestra Santa Madre.

1346. Esto significa que las personas al tener la herencia del pecado original, si no deciden crecer
en el Reino de la Divina Voluntad pueden llegar a pecar. Porque la corrupción sigue estando en
su naturaleza; al respecto veamos qué dice Jesús:

El hombre será siempre libre, no le quitaré jamás los derechos que le di al crearlo; sólo que
en la Redención vine a abrir tantos caminos, sendas, atajos para facilitar la salvación, la
santidad del hombre; con mi Voluntad vengo a abrir el camino real y directo que conduce
a la santidad de la semejanza de su Creador y que contiene la verdadera felicidad, pero a
pesar de todo esto serán siempre libres de quedarse, quién en el camino real, quién en los

312
senderos, y quién fuera del todo, pero estará en el mundo lo que ahora no hay, la felicidad
del Fiat Voluntas Tua como en el Cielo así en la tierra. (Volumen 15, Abril 25, 1923).

1347. El hombre será siempre libre, y cada quien decide si entra o no a este Reino o qué tanto
entra. Por eso se requiere la criba, la purificación, la separación del trigo y la cizaña para que
Dios deje en el mundo a las personas que sabe entrarán felizmente y libremente en este Reino.

1348. Y como la generación actual —la que existe al escribir este libro— está experimentando
intensamente las consecuencias de la voluntad humana con su maldad, el contraste con las
delicias del Reino de la Divina Voluntad es muy grande.

1349. Es decir, la experiencia de esta maldad puede servir para desear un mundo mejor. Por eso
la humanidad que quede, que podría llamarse: “Resto Fiel”94 será una humanidad deseosa del
Reino de la Divina Voluntad.

1350. Por supuesto que la mejor finalidad para vivir en la Divina Voluntad es la de amar, adorar,
agradecer y agradar a Dios de la mejor manera posible y propiciar en los hermanos de la
Comunión de los Santos las mejores y más grandes gracias.

1351. Y es muy posible que este Resto Fiel que iniciará esta nueva era de paz y de luz, como la
llama Jesús95, llegará a niveles altos en el Reino de la Divina Voluntad.

1352. En los volúmenes se habla, como ya mencionamos, de cuatro grados en la profundidad —


por así decirlo— de vivir en la Divina Voluntad. Jesús hace un ejemplo con el sol (símbolo de la
Voluntad Divina) y una persona, según qué tan expuesta esté a los rayos: si está en su
habitación, fuera de la ciudad, lugar de la tierra donde los rayos llegan con más fuerza y el cuarto
donde está fundida con el sol. Esto lo explica Jesús en el volumen 19 (en Julio 26, de 1926).

1353. Y estos grados expresan —obviamente— que tan unida y fundida está nuestra voluntad
con la Voluntad Divina. Esto va desde decidirse por tratar de hacer con amor la Voluntad de Dios
en nuestra vida, pasando por conocer el don a través de los escritos de Luisa, luego empezar a
pedir aunque sea prestado el don para hacer nuestros actos y hacer junto con Dios los suyos, y
así hacer cada vez más actos en la Voluntad Divina, hasta que ya hacemos todos: vida continua
en la Divina Voluntad y de esta manera Dios nos da el don definitivamente. Jesús lo explica así:

Hija mía, es verdad que el vivir en mi Querer es un don, y es el poseer el don más grande,…
no se da sino a quien está dispuesto Por eso primero quiero ver que el alma quiere hacer
en verdad mi Voluntad y nunca la suya, pronta a cualquier sacrificio para hacer la mía, en
todo lo que hace pedirme siempre, aun como préstamo el don de mi Querer. Entonces Yo,
cuando veo que nada hace sin el préstamo de mi Querer, lo doy como don, porque con
pedirlo y volver a pedirlo ha formado el vacío en su alma donde poner este don celestial, y
con haberse habituado a vivir con el préstamo de este alimento divino, ha perdido el gusto

94
Ver Sofonías 3, 12-13.
95
Ver volúmenes: 15 (Julio 14, 1923), 24 (Agosto 2, 1928), 13 (Julio 20, 1921).

313
del propio querer, su paladar se ha ennoblecido y no se adaptará a los alimentos viles del
propio yo; por tanto, viéndose en posesión del don que ella tanto suspiraba, anhelaba y
amaba, vivirá de la Vida de aquel don, lo amará y lo tendrá en la estima que merece.
(Volumen 18, Diciembre 25, 1925).

Un reino no se forma con un solo acto, sino con muchos y muchos actos, y por cuantos
más actos tanto más grande y glorioso se vuelve un reino (Volumen 24, Abril 12, 1928).

1354. Como se ve, hay un proceso en este entrar a vivir en la Divina Voluntad, y una vez teniendo
el don de manera definitiva se crece en la cantidad de actos que se hacen en Ella hasta que Dios
nos llame a dejar este mundo:

Hija mía, conforme el alma va obrando en mi Querer Divino, así Él se dilata de más en la
criatura, de modo que cada acto de más hecho en Él, tanto crecimiento de más hace en
ella, así que se ve crecer en modo admirable la Vida Divina en la criatura. (Volumen 26,
Junio 4, 1929).

1355. Adán fue creado con este don, en cambio nosotros al ser concebidos heredamos el pecado
original y nuestra naturaleza caída experimenta la tendencia al mal, y tenemos que luchar contra
ella para hacer el bien con los auxilios espirituales que Jesús nos dejó en su Iglesia.

1356. Luego, si tenemos la dicha de conocer las verdades de la Divina Voluntad, podemos
esforzarnos por entrar en este Reino, entonces vamos entrando a través de los grados (los
cuatro) de la manera en que nos explica Jesús en la anterior cita.

1357. Pero Jesús dice en los volúmenes que no se expondrá a otro rechazo —como el de Adán—
al dar este grandioso don; si lo da es porque la persona en concreto se ha dispuesto de manera
adecuada y Dios sabe que después no lo va a rechazar (claro que en todo este proceso Dios da
las ayudas y gracias adecuadas), por eso primero lo da como préstamos y después de manera
definitiva si Dios ve que la criatura libremente cuidará este don de manera apropiada; si la
persona no tiene las debidas disposiciones, sencillamente no lo da:

…cuando digo: ‘De aquí no se sale’, todas las puertas quedan cerradas, la debilidad viene
fortificada, y sólo le queda la decisión de entrar para no salir más, o bien, de hecho no
entrar. Por tanto, para vivir en el reino de mi Querer estará sólo la decisión, y la decisión
llevará el acto cumplido. (Volumen 24, Abril 1, 1928).

Por eso todo lo que te he dicho sobre mi Divina Voluntad tiene tal importancia, que me
cuesta más que toda la Creación, porque es una renovación de ella, y un acto cuando se
renueva cuesta doble amor, y para estar más seguros ponemos doble gracia y doble luz
para darlas a las criaturas, a fin de que no nos toque un segundo dolor, quizá más doloroso
que el primero que tuvimos en el principio de la Creación cuando el hombre pecó y formó
en él el fallo de nuestro amor, de nuestra luz y de la preciosa herencia de nuestro Supremo
Querer. (Volumen 25, Marzo 25, 1929).

314
1358. Esto significa que aunque la persona siga siendo libre, existe un punto espiritual en el vivir
en la Divina Voluntad en donde ya no hay peligro de salir, así se lo dice Jesús a Luisa:

Hija mía, porque estoy seguro de que tú no puedes salir de dentro del gran mar de mi
Divina Voluntad, habiéndote Yo puesto en Ella, y tú con tu plena adhesión has querido
entrar, por tanto no hay caminos por donde puedas salir, porque de este mar no se
encuentran los confines, por cuanto caminaras dentro no encontrarías ni su playa, ni su
fin. Por eso Yo estoy seguro de que mi pequeña hija no puede salir de dentro del mar de
mi Voluntad, y por eso Yo me alejo en el mismo mar y tú me pierdes de vista, pero como
uno es el mar en el que estamos, todo lo que tú haces tiene el camino para llegar a Mí, y
como llegan a Mí tus actos estoy seguro de que estás en mi mar, y por eso no me
preocupo; mientras que antes Yo no estaba seguro de ti, por eso tenía tanta premura en
vigilarte, en empujarte y no te dejaba jamás, porque no te veía en el fondo del mar de mi
Divina Voluntad, de la cual no hay temor de que puedas salir, porque esto es lo bello del
vivir en mi Divino Querer, que todos los peligros y temores quedan desterrados, en cambio
quien vive resignado o hace la Voluntad Divina, está siempre en peligro y en temor, y
puede encontrar tantos caminos que lo alejen del mar inmenso del Fiat Supremo.
(Volumen 23, Septiembre 25, 1927).

1359. Aquí hay varios elementos importantes en el proceso de vivir en la Divina Voluntad. Se
requiere plena adhesión de entrar, luego se va profundizando en este mar como lo llama Jesús
—según las disposiciones de la persona en concreto, ya que las gracias de Dios están
garantizadas— y mientras no se llegue al fondo del mar la criatura puede retroceder o salir (por
eso Dios da primero el don como préstamo) y si la persona persevera, entonces llegará en algún
momento a ese fondo del mar en donde ya está segura de no salir y Dios le da el don de manera
definitiva.

1360. Entonces, es muy posible que la humanidad que quede después de la purificación logre
este nivel de Santidad en la Divina Voluntad, pero seguirán las siguientes generaciones y las
siguientes y las siguientes y se llegará a un punto en donde los seres humanos ya no tengan
experiencia cercana de la maldad y el sufrimiento que existía antes de la purificación; y pudiera
empezar a suceder cierta relajación en algunas personas (obviamente no en todas) en este vivir
en la Divina Voluntad.

1361. Estas personas al relajarse no llegarán a este fondo del mar de la Divina Voluntad para
confirmarse en el don y no lo obtendrán. Y la naturaleza caída por el pecado original tomará
cada vez más fuerza y caerán en pecado.

1362. Y sabemos que el pecado alimenta al enemigo, por eso al inicio de la humanidad se
manifiesta como serpiente (Génesis), en cambio en los últimos tiempos como un Dragón
(Apocalipsis). Por eso hoy en día (al momento de escribir esta obra) ha adquirido mucha fuerza,
por el pecado humano que ha llegado a niveles muy altos.

315
1363. Por eso al terminar este periodo de mil años será soltado por los pecados de un sector de
la humanidad que le han dado otra vez fuerza:

Y cuando se cumplan esos mil años, Satanás será liberado de su prisión. Saldrá para
seducir a los pueblos que están en los cuatro extremos de la tierra, a Gog y Magog, a fin de
reunirlos para la batalla, numerosos como la arena del mar, y marcharán sobre toda la
extensión de la tierra, para rodear el campamento de los santos, la Ciudad muy amada.
Pero caerá fuego del cielo y los consumirá. El Diablo, que los había seducido, será arrojado
al estanque de azufre ardiente donde están también la Bestia y el falso profeta. Allí serán
torturados día y noche por los siglos de los siglos. (Apocalipsis 20, 7-10).

1364. Entonces el enemigo, quizá con todos los demonios y condenados, tentarán a este sector
de la humanidad que no ha tenido una plena adhesión de entrar al Reino de la Divina Voluntad y
algunos pueden decidirse por seguir al enemigo, quizá otros no decidan hacerlo y se
arrepientan.

1365. Por eso será una cantidad grande de personas (como la arena del mar): ángeles caídos,
condenados y humanos que todavía viven en la tierra que tratarán de acercarse al campamento
de los santos, la Ciudad muy amada para hacer una guerra posiblemente más espiritual que otra
cosa.

1366. Este campamento de los santos, la Ciudad muy amada es la comunidad de viadores
(personas que están en la tierra) que viven con el don del Reino de la Divina Voluntad, la Iglesia
Santa y Fiel; será el último asalto del maligno (que será breve), pero no podrán entrar en Ella, ya
vimos que el demonio no puede entrar en este Reino de la Divina Voluntad ni tentar a esta
Voluntad Suprema que poseen los que viven en Ella en el grado superior (cuarto), por eso caerá
fuego del cielo y los consumirá y estarán en el infierno por los siglos de los siglos. Ya nunca
saldrán de allí para tentar a nadie.

1367. ¿Qué pasará con la humanidad, en este caso la parte que se mantuvo fiel en la Divina
Voluntad? después de esta prueba seguramente se confirmará —como humanidad— en el don
del Reino de la Divina Voluntad, es decir, la Iglesia Santa y Fiel pasó la prueba que Adán no pasó.
Recordemos lo que Jesús dijo:

…si Adán hubiese resistido a la prueba, todas las generaciones humanas habrían sido
confirmadas en su estado feliz y de realeza. (Volumen 24, Abril 1, 1928).

1368. Esta prueba tuvo que pasarla la Iglesia, primero en su Cabeza, Jesucristo, cuando vino por
primera vez a este mundo y después el resto del Cuerpo Místico viviendo con el don del Reino de
la Divina Voluntad cuando llegó el tiempo de vivir en Él.

1369. Es decir, Adán viviendo con el don de la Divina Voluntad no pasó la prueba, tenía que ser
otra persona viviendo en la Divina Voluntad que sí la pasara: Jesucristo Cabeza con su Cuerpo
Místico la Iglesia viviendo en la Divina Voluntad.

316
1370. Entonces aquí la humanidad llega —por fin— a su restauración completa, al estado original
en que fue creado Adán inocente. Al respecto veamos qué dice Jesús en Libro de Cielo:

Entonces, así como comenzó la Creación en un desahogo de nuestro amor, así la


cerraremos junto con nuestros hijos, en un desahogo de amor. Estos hijos nuestros
servirán a la completa gloria de toda la Creación;... Pero además está el punto más alto,
más noble, santo y sublime, o sea, que todo lo creamos para que todo fuese encerrado y
animado por nuestra Voluntad. Entonces, tal como la sacamos, así nos debe regresar, en
nuestro Fiat adorable. Si no hiciéramos esto, parecería que no tenemos potencia suficiente
con la que todo podemos hacer, amor con el que todo podemos vencer, sabiduría con la
que de todo podemos disponer. Así que los hijos de nuestro Querer servirán para
hacernos cumplir nuestra Voluntad en ellos, y por eso ellos serán nuestra gloria, nuestro
triunfo, nuestra victoria; serán nuestros verdaderos hijos que llevarán no solamente
nuestra imagen, sino la Vida del mismo Padre Celestial como Vida propia, residente en
ellos. Estos nuestros hijos serán Vida nuestra, cielos nuestros, soles nuestros, y ¡oh, cómo
nos deleitaremos de crear en ellos vientos que soplen amor, mares que murmuren te amo,
te amo! todo encontraremos en ellos, no habrá más diversidad entre el Cielo y la tierra,
para Nosotros formarán una sola cosa, tanto tenerla con Nosotros en el Cielo, como
tenerla con Nosotros en la tierra. (Volumen 35, Marzo 22, 1938).

1371. Ya no habrá más diversidad entre el Cielo y la tierra ¡grandioso! Ahora retrocedamos un
poco al inicio de los mil años y veamos qué dice el Apocalipsis:

Entonces vi unos tronos, y los que se sentaron en ellos recibieron autoridad para juzgar.
También vi las almas de los que habían sido decapitados a causa del testimonio de Jesús y
de la Palabra de Dios, y a todos los que no habían adorado a la Bestia ni a su imagen, ni
habían recibido su marca en la frente o en la mano. Ellos revivieron y reinaron con Cristo
durante mil años. Esta es la primera resurrección. Y los demás muertos no pudieron revivir
hasta el cumplimiento de esos mil años. ¡Felices y santos, los que participan de la primera
resurrección! La segunda muerte no tiene poder sobre ellos: serán sacerdotes de Dios y de
Cristo, y reinarán con Él durante mil años. (Apocalipsis 20, 4-6).

1372. En estos versículos se habla de: resurrección y de reinado. Ya hemos visto que esto tiene
mucho que ver precisamente con el don del Reino del Querer Supremo. Los santos y mártires
que habían muerto y resucitan viven —obviamente— con el don del Reino de la Divina Voluntad,
porque sabemos que los que están en el Cielo viven en la Divina Voluntad, y estos santos y
mártires recuperan sus cuerpos.

1373. Obviamente nuestra resurrección es un proceso. Empieza con el anuncio Evangélico que
lleva a la conversión y la recepción de la gracia bautismal y sacramental que nos resucita a la

317
Vida Divina (por lo menos en parte, como ya hemos visto96), luego viene la resurrección en la
Divina Voluntad que, como hemos visto que dice Jesús, es la verdadera resurrección:

¿Pero quieres saber en dónde consiste la verdadera resurrección de la criatura? No al final


de los días, sino mientras aún vive en la tierra; quien vive en mi Voluntad (Volumen 36,
Abril 20, 1938).

1374. Es interesante como esta resurrección en la Divina Voluntad sucede con la propagación de
las verdades de la Divina Voluntad que se anuncian desde la vida de Luisa y después; es decir, a
finales del segundo milenio y el inicio del tercero en donde vimos que el Padre Pío dijo: “El
nuevo milenio verá la luz de Luisa”97, esto puede conectarse con la profecía de Oseas: «Vengan,
volvamos al Señor: Él nos ha desgarrado, pero nos sanará; ha golpeado, pero vendará nuestras
heridas. Después de dos días nos hará revivir, al tercer día nos levantará, y viviremos en su
presencia. Esforcémonos por conocer al Señor: su aparición es cierta como la aurora. Vendrá a
nosotros como la lluvia, como la lluvia de primavera que riega la tierra» (Oseas 6, 1-3)
entendiendo mil años como un día98: nos revive —resucita— en la Divina Voluntad al tercer día
(al tercer milenio).

1375. Entonces, siguiendo la cita del Apocalipsis, estos santos y mártires que habían muerto en
fidelidad a Cristo revivieron y reinaron con Cristo durante mil años, incluso con sus cuerpos
resucitados. Se puede pensar que estos santos y mártires podrían convivir con las personas aquí
en la tierra.

1376. De hecho la Iglesia siempre ha convivido con ellos en la liturgia y en las devociones, ya que
somos una gran familia (la Comunión de los Santos), solamente que aquí sería más sensible
(¡grandioso!).

1377. Por lo que se ve que la “resurrección de los muertos” es un proceso en diversas etapas. De
hecho en la muerte y resurrección de Jesús existe la resurrección de ciertas personas:

Entonces Jesús, clamando otra vez con voz potente, entregó su espíritu. Inmediatamente,
el velo del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo, la tierra tembló, las rocas se partieron
y las tumbas se abrieron. Muchos cuerpos de santos que habían muerto resucitaron y,
saliendo de las tumbas después que Jesús resucitó, entraron en la Ciudad santa y se
aparecieron a mucha gente. (Mateo 27, 50-53).

1378. Dios ha querido que la victoria de Cristo de la Vida sobre la muerte se manifieste
precisamente en la resurrección, que es precisamente el triunfo de la Vida sobre la muerte. Y así
como Jesucristo Cabeza venció en su Pasión, Muerte y Resurrección, también su Cuerpo Místico

96
Ver capítulo 5: La pérdida de la Vida Divina y su recuperación, la sección: “El Bautismo” y la sección:
“Necesidad de los Sacramentos y preparación en la Antigua Alianza”.
97
Ver sección “Luisa Piccarreta”.
98
Ver 2 Pedro 3, 8.

318
la Iglesia vence sobre el mal al entrar al Reino de la Divina Voluntad, y al superar la purificación,
la Iglesia resucita más gloriosa que nunca.

1379. Entonces así como la Iglesia en su Cabeza cuando triunfó hubo manifestaciones de seres
humanos santos que resucitaron, así en este triunfo del Cuerpo Místico habrá también santos y
mártires que resucitarán, nos lo dice la Palabra de Dios.

1380. Pero también están los vivos purificados y que entran en el Reino de la Divina Voluntad y
que Jesús nos dice que es la verdadera resurrección (y se entiende porque se refiere a la parte
más importante: el espíritu, la resurrección del cuerpo es una consecuencia); entonces estos
vivos también resucitan y se pueden aplicar las siguientes palabras tanto a unos como a otros
(los vivos y los muertos que resucitaron con sus cuerpos):

Ellos revivieron y reinaron con Cristo durante mil años. Esta es la primera resurrección. …
¡Felices y santos, los que participan de la primera resurrección! La segunda muerte no
tiene poder sobre ellos: serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con Él durante mil
años. (Apocalipsis 20, 4-6).

1381. La primera muerte es la física (separación del alma y del cuerpo); la segunda muerte es la
muerte del alma (separación del alma y de la gracia divina), que si se persiste en este estado
lleva a la condenación eterna porque el alma decide quedarse en pecado mortal (mortal porque
mata la vida de la gracia de Dios en el alma).

Entonces la Muerte y el Infierno fueron arrojados al estanque de fuego, que es la segunda


muerte. (Apocalipsis 20, 14).

1382. Por eso la segunda muerte no tiene poder sobre ellos porque obviamente los que ya
resucitaron con sus cuerpos estaban ya en el Cielo y se unieron con sus cuerpos (aunque
convivan con nosotros, como la Virgen y algunos santos en sus apariciones e interacciones con
las personas de la tierra); y los que estaban en la tierra —el Resto Fiel purgado— al entrar hasta
el fondo del mar del Reino de la Divina Voluntad ya están confirmados en el don y ya no saldrán
de Él, ya no hay peligro de pecar, aun estando vivos.

1383. Serán sacerdotes de Dios y de Cristo, ya que el sacerdote es el que ofrece sacrificios,
ofrendas a Dios; en la Divina Voluntad los ofrecimientos son inmensos:

…un solo acto de nuestra Voluntad es tanta su grandeza, que sobrepasa a todos los seres
posibles e imaginables, encierra y abraza a todos y a todo, por eso la gloria que recibimos
cuando la criatura ofrece su acto y lo hace investir por nuestro Querer es tan grande, que
supera toda la Creación,... Por lo tanto, si nuestra gloria es grande, la correspondencia de
amor que recibimos da en lo increíble (Volumen 36, Noviembre 6, 1938).

1384. Estos actos son los que hace la criatura que vive en la Divina Voluntad en su vida diaria:
pensar, caminar, respirar, trabajar, orar, amar, etcétera, es todo lo que hace:

319
Hija mía, el más grande milagro que puede obrar mi omnipotencia, es que un alma viva de
mi Fiat. ¿Te parece poco que mi Voluntad santa, inmensa, eterna, descienda en una
criatura, y poniendo juntas mi Voluntad con la suya la pierdo en Mí y me hago vida de todo
el obrar de la criatura, aun de las más pequeñas cosas? Así que su latido, la palabra, el
pensamiento, el movimiento, el respiro, es del Dios viviente en la criatura; esconde en ella
Cielo y tierra y aparentemente se ve una simple criatura. Gracia más grande, prodigio más
portentoso, santidad más heroica no podría dar que mi Fiat. (Volumen 13, Junio 6, 1921).

1385. Todo esto son ofrendas enormes porque son actos hechos en la Divina Voluntad que
incluye todos los bienes, y es la Voluntad de un Dios que contiene el Amor Divino y la Vida
Divina, entonces se le da a Dios su mismo Amor, su misma Vida:

…para quien vive en mi Voluntad,… queriéndome amar me ama con mi mismo amor
(Volumen 33, Noviembre 4, 1935).

…estando mi Divina Voluntad en ella *en la criatura+, encuentro mi potencia, mi santidad,


mi misma Vida, para hacerme hacer lo que Yo quiero de ella. (Volumen 35, Diciembre 25,
1937).

1386. De hecho le podemos dar a Dios a Él mismo:

Hija mía, quien vive en mi Voluntad Divina respira al Todo, y como el respiro se toma y se
da, y sin interponer tiempo en medio se recibe para darlo de nuevo, así quien respira el
Todo que es Dios, al emitir su respiro da el Todo que ha respirado, así que Todo toma y
Todo da, da el Todo a Dios, dando Dios a Dios (Volumen 20, Enero 25, 1927).

Por eso la gloria, el honor que me da la criatura cuando me hace obrar en su voluntad es
tan grande, que ninguno la puede comprender, es nuestra misma gloria y honor que nos
da, en todos sus actos corre nuestra Vida, nuestro amor puede decir: ‘Doy Dios a Dios’.
(Volumen 33, Junio 17, 1935).

1387. ¡Maravilloso! Ahora, volviendo a la cita del Apocalipsis, después de decir lo de


“sacerdotes” dice: y reinarán con Él durante mil años, esto es así porque vivir en la Divina
Voluntad es reinar verdaderamente:

…en los hijos que pertenecerán al Reino del Fiat Divino correrá en ellos más que sangre la
Vida de Él, que les dará el derecho de pertenecer a la familia real y celestial, de modo que
todos serán reyes y reinas, todos ocuparán puestos nobles, dignos de la familia a la que
pertenecen. (Volumen 20, Febrero 11, 1927).

1388. Por eso en esta humanidad que después de la purificación vivirá plenamente con el don de
la Divina Voluntad y que se coronará con la presencia —Parusía— gloriosa y victoriosa de Jesús
en la humanidad reinando en cada corazón con su Voluntad, coincide con estas resurrecciones.
Por eso el Catecismo dice:

320
En efecto, la resurrección de los muertos está íntimamente asociada a la Parusía de Cristo
(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1001).

1389. Incluso hay otra cita Bíblica muy interesante sobre la resurrección, veamos:

Yo me pregunto entonces: ¿El tropiezo de Israel significará su caída definitiva? De ninguna


manera. Por el contrario, a raíz de su caída, la salvación llegó a los paganos, a fin de
provocar los celos de Israel. Y, si su caída ha sido una riqueza para el mundo, y su
disminución, riqueza para los gentiles ¡qué no será su plenitud!... Porque si su reprobación
ha sido la reconciliación del mundo ¿qué será su readmisión sino una resurrección de
entre los muertos? (Romanos 11, 11-15).

1390. Paganos —e incluso gentiles—se refiere en este sentido a los que no eran judíos, que en
general eran idólatras y politeístas; es decir, el resto del mundo no judío. Los judíos —el pueblo
elegido— que esperaba al Mesías lo acaba rechazando y matando, sobre todo la clase dirigente
y sacerdotal (y con ellos la mayoría del pueblo) excepto algunas personas: Nicodemo, José de
Arimatea, los Apóstoles, los discípulos, y los que formaron las primeras comunidades cristianas,
pero en su gran mayoría, el pueblo judío no lo reconoció como el Mesías y menos como el Hijo
de Dios (causa por la que deciden matarlo), como se mencionó en el capítulo 12.

1391. Dios deja claro que la salvación hecha por Jesucristo fue para toda la humanidad, no
solamente para los judíos, y así lo proclaman los apóstoles, pero al no encontrar acogida el
mensaje de Cristo con los judíos, el mensaje se extiende cada vez más hacia los paganos o
gentiles que se recibe con mucha fuerza, se convierten y esta Buena Nueva acaba cristianizando
el mundo.

1392. Y San Pablo en la cita anterior habla de que si el rechazo de Israel hacia Cristo —que es
algo negativo— significó la salvación para los no judíos, es decir, para los gentiles, para el resto
de la humanidad, entonces cuando los judíos lleguen a su plenitud, cuando acepten a Cristo
como Mesías, será una resurrección de entre los muertos.

1393. Esto significa que llegará un tiempo en que los judíos empezarán a aceptar a Jesucristo
como Mesías, como Salvador, como Dios y Hombre. El Catecismo lo deja muy claro:

La Venida del Mesías glorioso, en un momento determinado de la historia se vincula al


reconocimiento del Mesías por todo Israel (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 674).

1394. Ya hemos hablado que la venida de Jesús para establecer su Reino ya ha empezado en
Luisa Piccarreta, y al respecto ¿qué ha pasado con los judíos? Habíamos visto en la sección:
“Luisa Piccarreta” que Luisa muere en 1947 coincidiendo con la decisión de la ONU a partir
Palestina en dos Estados, lo que daría lugar a que se estableciera el Estado de Israel en 1948.

1395. El que los judíos tengan otra vez su país es algo importante desde el aspecto histórico y
espiritual. En la Biblia hay muchos lugares que ya habían profetizado esta realidad y el mismo

321
Jesús hace mención en el Evangelio al referirse a los acontecimientos que sucederán alrededor
de su Parusía:

Cuando vean a Jerusalén sitiada por los ejércitos, sepan que su ruina está próxima. …
Habrá, en efecto, una gran calamidad sobre la tierra, y Cólera contra este pueblo; y caerán
a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada
por los gentiles, hasta que se cumpla el tiempo de los gentiles. (Lucas 21, 20-24).

Yo los tomaré de entre las naciones, los reuniré de entre todos los países y los llevaré a su
propio suelo. (Ezequiel 36, 24).

¿Quién oyó tal? ¿Quién vio cosa semejante? ¿Es dado a luz un país en un solo día? ¿O nace
un pueblo todo de una vez? Pues bien: Tuvo dolores y dio a luz Sión a sus hijos. (Isaías 66,
8).

1396. La respuesta99 a la última cita, que en el tiempo en que se escribió fue una profecía, es el
pueblo judío, el 14 de Mayo de 1948; que coincide con lo que Jesús dice en la primera cita de
este último bloque del evangelio de Lucas: “Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que
se cumpla el tiempo de los gentiles”, ya que en 1948 se cumple que el territorio de Jerusalén
empieza a recuperarse por los judíos, dejando de pertenecer a los gentiles.

1397. ¿Pero qué ha pasado con los judíos y el Mesías? Obviamente en la historia siempre han
existido conversiones de judíos al catolicismo, pero aisladas e individuales, nada masivo.

1398. Lo interesante es que a partir del siglo XIX —siglo en que nace Luisa— empiezan a
aparecer las primeras congregaciones y alianzas hebreo-cristianas integradas por judíos que ya
creen en Cristo como el Mesías, el Salvador y aceptan el Nuevo Testamento.

1399. Una de las principales alianzas fue la Alianza Hebreo-Cristiana de la Gran Bretaña formada
el 14 de mayo100 de 1866 (el año siguiente del nacimiento de Luisa que fue en 1865), con el Dr.
Carl Schwartz como su primer presidente. Hoy en día ya hablamos de miles y cientos de miles de
partidarios del judaísmo mesiánico en diferentes agrupaciones; esto no había pasado antes en la
historia de la humanidad.

1400. Ahora, ¿qué dice Jesús sobre los judíos y el Reino de la Divina Voluntad en Libro de Cielo?,
veamos:

Hija mía, si Roma tiene el primado de mi Iglesia, se lo debe a Jerusalén, porque el principio
de la Redención fue propiamente en Jerusalén; de aquella patria escogí de la pequeña
ciudad de Nazaret a mi Madre Virgen; Yo nací en la pequeña ciudad de Belén; todos mis
apóstoles fueron de dicha patria, y si bien ésta, ingrata, no quiso conocerme y rechazó los
bienes de mi Redención, no se puede negar que el origen, el principio, las primeras

99
Sin descartar otros significados válidos.
100
Mismo día y mes de la fundación del Estado de Israel 82 años después en 1948 (Luisa también vivió 82
años ¡interesante!).

322
personas que recibieron el bien de Ella fueron de esta patria; los primeros anunciadores
del evangelio, aquellos que fundaron en Roma el catolicismo, fueron mis apóstoles, todos
de Jerusalén, esto es, de aquella patria. Ahora habrá un intercambio, si Jerusalén dio la
vida de la religión y por lo tanto de la Redención a Roma, Roma dará a Jerusalén el reino
de la Divina Voluntad, y es tan cierto esto, que así como escogí una virgen de la pequeña
ciudad de Nazaret para la Redención, así he escogido otra virgen en una pequeña
población de Italia perteneciente a Roma, a la cual le ha sido confiada la misión del reino
del Fiat Divino, que debiéndose conocer en Roma, al igual que se conoció en Jerusalén mi
venida a la tierra, Roma tendrá el gran honor de corresponder a Jerusalén del gran bien
recibido por ella, esto es, la Redención, con hacerle conocer el reino de mi Voluntad. Y
entonces Jerusalén se arrepentirá de su ingratitud y abrazará la vida de la religión que le
dio a Roma, y agradecida recibirá de Roma la Vida y el gran don del reino de mi Voluntad
Divina, y no sólo Jerusalén, sino todas las otras naciones recibirán de Roma el gran don del
reino de mi Fiat, los primeros pregoneros de Él, su evangelio todo lleno de paz, de
felicidad, y de restablecimiento de la creación del hombre. (Volumen 24, Octubre 3, 1928).

1401. Esto significa que en la humanidad Santa que inicie el milenio se compondrá de no judíos y
también de judíos, que vivirán con el don del Reino de la Divina Voluntad. Los signos de los
tiempos que nos ha dejado Dios en su Revelación empiezan a cumplirse y aclararse, sobre todo
hoy en día gracias a las verdades de Libro de Cielo.

1402. Ahora, ¿que podríamos pensar que pasará durante estos mil años? Como mencionamos el
ser humano no tiene capacidad de ver el futuro, por eso la información que tenemos es la que
Dios nos ha manifestado haciendo el esfuerzo de no ir más allá.

323
Capítulo 15: La restauración plena y la consumación del Fiat
Voluntas Tua come in Cielo così in terra

1403. Veamos algunas citas de las Sagradas Escrituras que hablan de la recuperación —la
restauración— de la armonía original:

Yo estableceré para ellos, en aquel día una alianza con los animales del campo, con las
aves del cielo y los reptiles de la tierra; extirparé del país el arco, la espada y la guerra, y
haré que descansen seguros. (Oseas 2, 20).

¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Grita de júbilo, hija de Jerusalén! Mira que tu Rey viene
hacia ti; Él es justo y victorioso,… El suprimirá los carros de Efraím y los caballos de
Jerusalén; el arco de guerra será suprimido y proclamará la paz a las naciones. Su dominio
se extenderá de un mar hasta el otro, y desde el Río hasta los confines de la tierra.
(Zacarías 9, 9-10).

1404. En estas citas se habla de eliminar la violencia, la guerra, de la armonía con la naturaleza,
victoria del Rey y su dominio no parcial sino en toda la humanidad: se extenderá de un mar hasta
el otro y hasta los confines de la tierra; es decir, armonía con Dios, entre las criaturas y con la
Creación.

1405. También ya habíamos visto otras citas semejantes en la sección: “Promesa de


restauración” como las citas de Isaías (2, 4; 11, 6-9; 65, 20-25) y una de Habacuc (2, 14); en ellas
se habla de armonía, de paz entre los hombres, con la naturaleza, vidas más longevas y cómo el
conocimiento del Señor llenará la tierra101 (la Sagrada Revelación y por supuesto las verdades de
la Divina Voluntad). Al respecto en Libro de Cielo Jesús dice:

Por eso el Reino del Fiat tendrá por ley, por régimen, por dominio, sólo y únicamente a mi
Voluntad, y en virtud de Ella todos serán felices, de una sola felicidad, no habrá jamás
disputas, sino paz perenne. (Volumen 20, Febrero 3, 1927).

Hija mía, mira cómo es bello el orden del cielo, así cuando el Reino de la Divina Voluntad
tenga su dominio sobre la tierra en medio de las criaturas, también en la tierra habrá
orden perfecto y bello. (Volumen 20, Enero 28, 1927).

1406. Se ve claro que este orden, esta armonía, esta paz procede de que se vive con una sola
Voluntad, la Divina que reina a plenitud. De hecho Jesús dice que habrá gracias nuevas nunca
antes vistas:

…porque en virtud de mi Voluntad saldrán de Mí gracias nuevas nunca salidas, luz más
fulgurante, portentos inauditos y nunca vistos. (Volumen 16, Mayo 24, 1924).

101
Isaías 11, 9.

324
Éste fue el prodigio de los prodigios que sólo un Dios podía hacer, por eso por cuanto
pueda dar a una criatura, le daría siempre poco puesto en comparación a si le hago el gran
don de mi Voluntad, en ella se verán nuevos cielos, soles más brillantes, cosas inauditas,
sorpresas nunca vistas. (Volumen 21, Mayo 8, 1927).

1407. También vimos al inicio de la sección anterior que incluso el cuerpo irá teniendo sus
modificaciones para acercarse gradualmente a lo que fue Adán inocente; y en este sentido en la
sección: “Promesa de restauración” se vieron citas de Libro de Cielo en las que Jesús explica que
no habrá enfermedades:

…el Reino de mi Voluntad tendrá el alimento preservativo, y cualquiera que entrará en Él,
no habrá ningún peligro de que pueda permanecer ciego, cojo y enfermo, la muerte en el
alma no tendrá más poder, y si lo tendrá sobre el cuerpo no será muerte, sino paso, y
faltando el alimento de la culpa y la voluntad humana degradada que produce la
corrupción en los cuerpos, y estando el alimento preservativo de mi Voluntad, tampoco los
cuerpos estarán sujetos a descomponerse y a corromperse tan horriblemente de infundir
temor aun a los más fuertes, como es ahora, sino que quedarán compuestos en sus
sepulcros esperando el día de la resurrección de todos. (Volumen 20, Octubre 22, 1926).
(Volumen 20, Octubre 22, 1926).

1408. Dice Jesús que incluso en el cuerpo ya no será muerte, sino paso; que no se
descompondrán. Este paso nos recuerda también la muerte de Luisa que parece que quedó
como dormida y no sufrió la rigidez cadavérica.

1409. Entonces en estos mil años sigue habiendo separación de alma y cuerpo pero sin la
corrupción corporal y siendo un paso (Pascua). Esto nos habla que las agonías dolorosas actuales
desaparecerán, ya que será un paso victorioso a la Vida eterna sin pasar por el purgatorio (como
vimos en la sección: “La Purificación”).

1410. Entonces significa que en estos mil años la muerte física sufrirá modificaciones en el
sentido de irse debilitando cada vez más la muerte. ¿Qué pasa después de los mil años? ya vimos
que sucederá el asalto final del enemigo —que será breve— y luego será encerrado en el fuego
infernal por los siglos de los siglos; ¿y después? tendrá que cumplirse lo que dice la Escritura:

Porque es necesario que Cristo reine hasta que ponga a todos los enemigos debajo de sus
pies. El último enemigo que será vencido es la muerte (1 Corintios 15, 25-26).

1411. La cita anterior dice que Cristo tiene que reinar hasta vencer el último enemigo que es la
muerte. Ya se ha visto que esta muerte se ha ido eliminando gradualmente: eliminar el pecado
mortal con la gracia Sacramental y eliminar todo pecado, sus consecuencias y la corrupción que
causa con el don de la Divina Voluntad.

1412. Y Cristo reinando en la Divina Voluntad en las criaturas irá modificando también los
cuerpos hasta que se elimine totalmente la muerte corporal, se elimine la separación del alma y
del cuerpo.

325
1413. Así era el plan original de Dios, si Adán no hubiera pecado, después de una vida en donde
todos sus actos los hiciera en la Divina Voluntad, pasaría al Cielo en cuerpo y alma, la muerte no
hubiera existido, e igualmente en los descendientes. Algo semejante a la Asunción de María, a su
Dormición. Por eso la misma Reina del Cielo dice:

Hija de mi materno corazón, el reino de la Divina Voluntad será mi reino, la Trinidad


Sacrosanta me lo ha confiado a Mí; así como me confió al Verbo Eterno cuando descendió
del Cielo a la tierra, así me confió su y mi reino (Volumen 34, Febrero 10, 1937).

1414. Entonces, puede suponerse que después del asalto final del enemigo, después de los “mil
años” se elimina el pecado original en las criaturas y hay también resurrección de muertos (todos
los que faltaban de hacerlo). En este momento la humanidad —como se decía más arriba— llega
al estado de Adán inocente, es decir, sin pecado original y sin ningún tipo de pecado, viviendo
con el don del Reino de la Divina Voluntad:

¡Ah! sólo nuestro Querer hará regresar al hombre a su primer origen (Volumen 14, Junio 9,
1922).

1415. Y de esta manera Jesucristo le entrega a su Padre el Reino, la humanidad inmaculada,


confirmada viviendo en la Divina Voluntad, después de aniquilar todo poder diabólico:

…todos revivirán en Cristo, cada uno según el orden que le corresponde: Cristo, el primero
de todos, luego, aquellos que estén unidos a Él en el momento de su Venida. En seguida
vendrá el fin, cuando Cristo entregue el Reino a Dios, el Padre, después de haber
aniquilado todo Principado, Dominio y Poder. (1 Corintios 15, 22-24).

1416. Este fin del que habla la cita es el fin del pecado total y del mundo viviendo con el pecado,
ya sea original o personal, y de la influencia diabólica en este sentido.

1417. ¿Y después qué sucede? El Apocalipsis 20 a partir del versículo 11 describe lo que sería el
juicio; ¿es el Juicio final? Lo más seguro es que sí ¿y después?... Lo que sigue son conclusiones
intentando basarlas lo mejor que se pueda en la Revelación y en Libro de Cielo.

1418. Si el plan original de Dios era que la humanidad viviera sin pecado (ni original, ni de ningún
tipo) en el Reino de la Divina Voluntad, y que así se procreara y se formaran las familias para que
las criaturas a lo largo de su vida ascendieran al Cielo a través de sus actos hechos en la Divina
Voluntad, logrando la Santidad Divina de su Creador, y si en este punto —después de los mil
años— se restaura a la humanidad hasta el estado de Adán inocente, entonces, hace falta que
exista una humanidad que procree y se desarrollen sus generaciones viviendo en la Divina
Voluntad sin ningún tipo de pecado personal o heredado; ¿cuándo pasará esto? analicemos.

1419. Después del Juicio ¿qué dice la Biblia? ¿se acaba todo? Parece que no, ya vimos que al
final del capítulo 20 en el Apocalipsis se habla del juicio, veamos que sigue después en el
capítulo 21:

326
Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra
desaparecieron, y el mar ya no existe más. Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén, que
descendía del cielo y venía de Dios, embellecida como una novia preparada para recibir a
su esposo. Y oí una voz potente que decía desde el trono: «Esta es la morada de Dios entre
los hombres: Él habitará con ellos, ellos serán su pueblo, y el mismo Dios estará con ellos.
El secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque
todo lo de antes pasó». (Apocalipsis 21, 1-4).

1420. Hay un cielo nuevo y una tierra nueva, esta realidad de la Creación purificada, renovada,
con maravillas nuevas es la consecuencia de la nueva creación en las almas que viven en la
Divina Voluntad:

Por eso en la criatura que vive en mi Voluntad se verán nuevos cielos, soles más brillantes
que los de la misma Creación (Volumen 29, Agosto 22, 1931).

…mi felicidad se duplica cuando haces el sacrificio de escribir, porque veo que estos cielos
hablantes saldrán fuera, y su palabra formará nuevos cielos que llevarán la Vida de mi Fiat
Divino en medio a las criaturas. Entonces el Cielo no será más extraño a la tierra, porque
estos soles hablantes formarán la nueva familia celestial sobre la tierra, y su palabra
pondrá en comunicación al Creador y a la criatura, los vientos de estos conocimientos
pondrán en común las alegrías secretas de la Santísima Trinidad, y volviéndose propietaria
de la Santidad y Felicidad divinas, todos los males desaparecerán, y Yo tendré la alegría de
ver a la criatura feliz, como salió de nuestras manos creadoras. (Volumen 25, Diciembre
29, 1928).

…así son las almas que viven en Él *en el Querer Divino+, son los nuevos cielos, los nuevos
soles, la nueva tierra toda florida, más multiformes en belleza y en encanto. (Volumen 13,
Mayo 1, 1921).

1421. Esto es un cielo nuevo y una tierra nueva porque el mundo dominado por el pecado llegó a
su fin, fue el fin del mundo contaminado por el pecado. Ahora es un mundo nuevo vivificado por
la Voluntad Divina. En la segunda cita del bloque dice textualmente Jesús: todos los males
desaparecerán. En este sentido dice también Jesús:

…el dolor, las penas, no pueden entrar en el sagrario de mi Voluntad y están obligadas a
quedar fuera (Volumen 24, Mayo 10, 1928).

1422. Después dice la cita del Apocalipsis: Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía
del cielo y venía de Dios, en este sentido el mismo título que Jesús da a los volúmenes lo deja
muy claro y en otras partes de los volúmenes:

El Reino de mi Divina Voluntad en medio de las criaturas. Libro de Cielo. Llamada a las
criaturas al orden, a su puesto y a la finalidad para la que fueron creadas por Dios.
(Volumen 19, Agosto 27, 1926).

327
…vengan,… lean el evangelio todo de Cielo del reino de mi Fiat Divino (Volumen 23, Enero
18, 1928).

…mi Voluntad, ciencia toda de Cielo (Volumen 18, Noviembre 12, 1925).

1423. Es un Reino celestial que desciende a las criaturas, que formará Ciudad santa, la nueva
Jerusalén en los corazones y como consecuencia en el universo; Libro de Cielo, son las verdades,
el evangelio todo de Cielo que viene de Dios, de arriba, para prepararnos, embellecernos como
una novia preparada para recibir a su esposo, realizar plenamente las Bodas del Cordero, ya
habíamos visto —en la sección: “Las Bodas de Caná”— el verdadero esponsalicio y matrimonio
con Dios:

Así para quien vive en nuestro Querer, forma el nuevo, verdadero, real matrimonio con el
Ser Supremo, y con esto viene formada una unión con todo lo que a Él pertenece.
(Volumen 30, Junio 17, 1932).

Así que, hija mía, el hombre se degradó, perdió todos los bienes porque salió de mi
Voluntad Divina; ahora, para ennoblecerse, para readquirir todo y para recibir la
rehabilitación del esponsalicio con su Creador, debe reentrar de nuevo en el Fiat Divino de
donde salió,… Así que la humanidad debe ser encerrada en mi Querer Divino para que le
sea restituido su noble origen, su felicidad, y poner de nuevo en vigor el esponsalicio con
su Creador. (Volumen 24, Junio 16, 1928).

1424. Sigue diciendo el Apocalipsis: Esta es la morada de Dios entre los hombres: Él habitará con
ellos, ellos serán su pueblo, y el mismo Dios estará con ellos; en este sentido Jesús dice:

Es por esto que en el alma donde reina nuestra Voluntad, encontramos nuestros alimentos
divinos, nuestras propiedades por cuanto a criatura es posible, nuestra habitación, por
tanto nos encontramos en nuestra casa, en nuestro centro, en medio de nuestras
propiedades. (Volumen 29, Agosto 3, 1931).

1425. Y al final de la cita del Apocalipsis dice: El secará todas sus lágrimas, y no habrá más
muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó, ya hemos visto que gracias al
don del Reino de la Divina Voluntad que nos da la Vida Divina en pleno, terminará con cualquier
tipo de muerte para que se cumplan también las palabras de la Escritura de terminar con
cualquier tipo de muerte (1 Corintios 15, 25-26).

1426. Podríamos seguir analizando más cosas de Apocalipsis 21 y 22 a la luz de las verdades de
Libro de Cielo que nos ayudan a comprender y ver con más claridad el cumplimiento del plan
amoroso de Dios. Aquí veremos sólo algunos versículos más:

No vi ningún templo en la Ciudad, porque su Templo es el Señor Dios todopoderoso y el


Cordero. (Apocalipsis 21, 22).

328
1427. Al respecto está —lo que ya habíamos visto en el capítulo 6— lo que Jesús dice en Libro de
Cielo: “…cuando el alma vive en nuestra Voluntad, Dios se hace templo del alma” (Volumen 33,
Marzo 11, 1934).

1428. También dice el Apocalipsis:

Las naciones caminarán a su luz y los reyes de la tierra le ofrecerán sus tesoros.
(Apocalipsis 21, 24).

Se le entregará la riqueza y el esplendor de las naciones. (Apocalipsis 21, 26).

El trono de Dios y del Cordero estará en la Ciudad, y sus servidores lo adorarán.


(Apocalipsis 22, 3).

1429. ¿Quiénes son los reyes de la tierra y los tesoros que ofrecen? Los que viven con el don del
Reino de la Divina Voluntad, donde el trono de Dios está en los corazones y así reinan
plenamente con Jesús, ofreciendo a Dios sus tesoros, adoraciones, actos hechos en la Divina
Voluntad que valen más que todo:

…un acto solo en nuestra Voluntad supera en valor a todos los actos juntos de todas las
otras criaturas hechos fuera de Ella (Volumen 31, Noviembre 27, 1932).

…la gloria que recibimos cuando la criatura ofrece su acto y lo hace investir por nuestro
Querer es tan grande, que supera toda la Creación (Volumen 36, Noviembre 6, 1938).

1430. Respecto a lo que es una ciudad, Jesús dice: “el mismo corazón no se puede llamar capital,
sino una ciudad” (Volumen 24, Junio 29, 1928).

1431. En otro versículo se dice:

Nada impuro podrá entrar en ella (Apocalipsis 21, 27).

1432. Esto nos recuerda: “…mi Voluntad y pecado no pueden existir juntos” (Volumen 20,
Octubre 22, 1926).

1433. Otros versículos del Apocalipsis dicen:

Y la Ciudad no necesita la luz del sol ni de la luna, ya que la gloria de Dios la ilumina, y su
lámpara es el Cordero. *…+ Sus puertas no se cerrarán durante el día y no existirá la noche
en ella. (Apocalipsis 21, 23 y 25).

Tampoco existirá la noche, ni les hará falta la luz de las lámparas ni la luz del sol, porque el
Señor Dios los iluminará, y ellos reinarán por los siglos de los siglos. (Apocalipsis 22, 5).

1434. Al respecto Jesús dice:

329
Mi Voluntad cuando es poseída por el alma simboliza una ciudad llena de luz (Volumen 21,
Abril 12, 1927).

…el Sol de mi Divina Voluntad en su alma,… con este Sol posee el día perenne, día que
jamás tiene ocaso, porque la luz tiene virtud de poner en fuga las tinieblas. Entonces, con
este Sol no puede estar la noche de las pasiones, la noche de las debilidades, de las
miserias, de las frialdades, de las tentaciones (Volumen 25, Diciembre 5, 1928).

Hija mía, hija amadísima de mi Querer, quien es hija de Él está en posesión del día perenne
que no conoce la noche. Todo es luz para quien vive en mi Querer, sus propiedades son
luz, belleza, alegría y felicidad. (Volumen 25, Noviembre 20, 1928).

1435. En otros capítulos del Apocalipsis se dice:

Pero el día en que suene la trompeta del séptimo Ángel y se escuche su voz, se cumplirá el
misterio de Dios, conforme al anuncio que Él hizo a sus servidores, los profetas.
(Apocalipsis 10, 7).

Cuando el séptimo Ángel tocó la trompeta, resonaron en el cielo unas voces potentes que
decían: «El dominio del mundo ha pasado a manos de nuestro Señor y de su Mesías, y Él
reinará por los siglos de los siglos». (Apocalipsis 11, 15).

1436. Es difícil no ver en este misterio de Dios el misterio de su Voluntad que nos quiere dar a
conocer102 y en esta trompeta al Reino de la Divina Voluntad anunciado a través de Luisa, sobre
todo por lo que Jesús le dice a ella:

…podrás ser la portavoz de mi Voluntad, su pregonera, su telégrafo y la trompeta que con


sonido resonante llame la atención de las gentes a escucharla. (Volumen 19, Agosto 4,
1926).

Sé atenta hija mía, tú serás el portavoz, la trompeta para llamarlos y reunir esta
generación tan predilecta y tan suspirada por Mí. (Volumen 14, Octubre 27, 1922).

1437. Entonces parece que después que se haya eliminado el pecado original y se realice el
Juicio, la humanidad restaurada completamente, seguirá el plan original de Dios de vivir en la
Divina Voluntad sin ninguna clase de pecado ni muerte, procreando y formándose las
generaciones a semejanza de María: sin pecado original y viviendo en la Divina Voluntad.

1438. Esto coincide con lo que dice Jesús en Libro de Cielo y ya lo habíamos visto en la sección
“La Concepción de la Divina Voluntad en la Soberana del Cielo” y en la sección “Los cuarenta
días”:

102
Ver Efesios 1, 9.

330
Cuarenta días quise estar sobre la tierra después de mi Resurrección para confirmar el
reino del Fiat Divino y sus cuarenta siglos de reino que debía poseer. (Volumen 22,
Septiembre 8, 1927).

1439. Jesús aquí dice que el reino del Fiat Divino debía poseer cuarenta siglos de reino. ¿Esto
significa que si Adán no hubiera pecado este Reino duraría cuarenta siglos? ¿y que por lo mismo
durará cuarenta siglos ya que se establezca? Probablemente.

1440. Entonces parece que todo encaja bien. Tenemos un periodo de mil años en donde vivimos
tenemos y transmitimos el pecado original pero neutralizando este germen corrupto porque se
vivirá en el Reino de la Divina Voluntad, a semejanza en este sentido, de Luisa Piccarreta.

1441. Y luego —puede ser— un periodo de tres mil años (tres: sello Trinitario) en donde la
humanidad vive ya sin ninguna clase de pecado (ni original, ni personal), sin ningún tipo de
muerte, en el Reino de la Divina Voluntad, a semejanza, en este sentido, a María Santísima; sería
una humanidad: inmaculada. Precisamente de acuerdo al plan original:

…pero no nos cambiaremos, será siempre nuestro punto más importante, nuestra única
finalidad e interés especial, el que nuestra obra creadora sea restaurada y reordenada tal y
como salió de nuestras manos creadoras y viva en el reino de nuestro Querer Divino.
(Volumen 24, Septiembre 24, 1928).

1442. De esta manera se consuma el Fiat Voluntas Tua come in Cielo così in terra (el hágase tu
Voluntad aquí en la tierra como en el Cielo):

Esto es propiamente el Fiat Voluntas Tua come in Cielo così in terra, que el hombre
regrese a mi Divina Voluntad, y entonces Ella se tranquilizará cuando vea de nuevo a su
hijo feliz, vivir en su casa, con la opulencia de sus bienes, y así podrá decir: “Mi hijo ha
regresado, está vestido con sus vestidos reales, lleva la corona de rey, hace vida junto
Conmigo y le he restituido los derechos que le di al crearlo, así que el desorden en la
Creación ha terminado, porque el hombre ha regresado en mi Divina Voluntad. (Volumen
25, Marzo 22, 1929).

1443. Como se observa, existe una opulencia de los bienes de la Divina Voluntad:

Así que desterrada será la pobreza, la infelicidad, las necesidades, los males de los hijos de
mi Voluntad; no sería decoroso para Ella, que es tan riquísima y feliz, tener hijos que
carecieran de alguna cosa y no gozaran toda la opulencia de sus bienes que surgen
continuamente. (Volumen 20, Enero 28, 1927).

Es propiamente esto lo que significa vivir en nuestro Querer, vivir sobre nuestras rodillas
paternas, al cuidado de Nosotros, a expensas nuestras, en la opulencia de nuestras
riquezas, alegrías y felicidad. (Volumen 23, Marzo 8, 1928).

331
1444. Vemos entonces que el ser humano es creado sin corrupción, por el pecado cae en la
corruptibilidad, se enferma, muere y gracias al amor de Dios y su Misericordia nos restaura de
nuevo en la incorruptibilidad mediante su Redención y el don del Reino de la Divina Voluntad.

1445. Todo esto a través de un proceso en la historia humana en donde interviene el Creador,
tejiendo su Historia de amor con nosotros. En este sentido, con lo que ya hemos visto, las
siguientes palabras de la Escritura cobran una gran claridad:

Les voy a revelar un misterio: No todos vamos a morir, pero todos seremos transformados.
En un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando suene la trompeta final —porque esto
sucederá— los muertos resucitarán incorruptibles y nosotros seremos transformados. Lo
que es corruptible debe revestirse de la incorruptibilidad y lo que es mortal debe
revestirse de la inmortalidad. Cuando lo que es corruptible se revista de la
incorruptibilidad y lo que es mortal se revista de la inmortalidad, entonces se cumplirá la
palabra de la Escritura: La muerte ha sido vencida. ¿Dónde está, muerte, tu victoria?
¿Dónde está tu aguijón? Porque lo que provoca la muerte es el pecado y lo que da fuerza
al pecado es la ley. ¡Demos gracias a Dios, que nos ha dado la victoria por nuestro Señor
Jesucristo! (1 Corintios 15, 51-57).

1446. Como se observa, los misterios se esclarecen gracias a los escritos de la Divina Voluntad
que nos llevan a toda la verdad103, no todos van a morir, algunos serán transformados, en un
instante, los muertos resucitarán incorruptibles y otros serán transformados; parece claro que se
refiere a ese momento en que se elimina el pecado original y la muerte de cualquier tipo.

1447. Porque lo corrupto se revestirá de incorruptibilidad y lo que es mortal se revestirá de


inmortalidad, entonces: la muerte será vencida. Ya vimos que la Divina Voluntad es incorruptible
y elimina lo corrupto en la criatura, nos vestiremos de Divina Voluntad. En este sentido también
está la siguiente cita Bíblica:

Porque a la señal dada por la voz del Arcángel y al toque de la trompeta de Dios, el mismo
Señor descenderá del cielo. Entonces, primero resucitarán los que murieron en Cristo.
Después nosotros, los que aún vivamos, los que quedemos, serenos llevados con ellos al
cielo, sobre las nubes, al encuentro de Cristo, y así permaneceremos con el Señor para
siempre. (1 Tesalonicenses 4, 16-17).

1448. Los vivos serán llevados al Cielo: “¡Ah! hija mía, el vivir en mi Voluntad es el vivir de Cielo…”
(Volumen 33, Junio 29, 1934). Y permanecerán con el Señor para siempre, claro, ya es una
humanidad inmaculada y confirmada en el don del Reino de la Divina Voluntad.

1449. Entonces parece que después de los mil años es la eliminación del pecado original, la
muerte y el Juicio final (que puede tener también etapas previas):

103
Juan 16, 13.

332
Al fin de los tiempos el Reino de Dios llegará a su plenitud. Después del juicio final, los
justos reinarán para siempre con Cristo, glorificados en cuerpo y alma, y el mismo universo
será renovado (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1042).

1450. El universo alcanzará una renovación semejante a como estaba antes del pecado de Adán
(semejante porque por lo que Jesús dice en Libro de Cielo habrá cosas nuevas nunca antes
vistas); y el juicio después de este tiempo no tiene ya sentido, es una humanidad inmaculada,
viviendo confirmada en el Reino de la Divina Voluntad —ya nunca pecará— y no puede juzgarse
a la Divina Voluntad, en este sentido Jesús dice:

…puedo decir a quien hace mi Voluntad: “Las leyes no son para ti, para ti no hay juicios”. Y
si quisiera juzgarla sería como uno que quisiera ir contra sí mismo, es más, quien hace mi
Voluntad, en vez de ser juzgada entra en el derecho de juzgar a los demás”. (Volumen 11,
Diciembre 20, 1912).

…en mi Querer no hay juicios, las cosas quedan todas confirmadas Conmigo, el juicio está
fuera de mi Voluntad, pues a todo lo que entra en mi Querer, ¿quién puede atreverse a
hacerle juicio? Y Yo jamás me juzgo a Mí mismo (Volumen 12, Marzo, 6, 1919).

¿Qué cosa no podemos hacer de esta criatura que vive en nuestro Querer? Llegamos a
tanto, que le damos el derecho de juzgar junto con Nosotros (Volumen 36, Octubre 30,
1938).

1451. Esta última cita se parece a: “Transcurridos esos mil años, será soltado por un breve
tiempo. Entonces vi unos tronos, y los que se sentaron en ellos recibieron autoridad para juzgar”
(Apocalipsis 20, 3-4).

1452. Otro aspecto interesante que sucede en este Reino —que en la sección: “La Eucaristía y la
Divina Voluntad” se mencionó que lo veríamos más adelante— es el cumplimiento de las
palabras evangélicas de Jesús:

Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con los Apóstoles y les dijo: «He deseado
ardientemente comer esta Pascua con ustedes antes de mi Pasión, porque les aseguro que
ya no la comeré más hasta que llegue a su pleno cumplimiento en el Reino de Dios». Y
tomando una copa, dio gracias y dijo: «Tomen y compártanla entre ustedes. Porque les
aseguro que desde ahora no beberé más del fruto de la vid hasta que llegue el Reino de
Dios». (Lucas 22, 14-18).

1453. ¿Qué significa esto? las verdades de Libro de Cielo arrojan mucha luz sobre estas palabras
de Jesús: ya no comeré la Pascua hasta que llegue a su pleno cumplimiento en el Reino de Dios,
ya no beberé más del fruto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios, veamos.

1454. Es obvio que Jesús se refiere a la Comunión Eucarística, y esta plenitud y llegada del Reino
de Dios es el Reino de la Divina Voluntad. A este respecto Jesús dice en Libro de Cielo:

333
…quien vive en mi Voluntad posee a su Jesús de modo perenne, porque Ella tiene virtud de
formar, crecer y alimentar mi Vida en la criatura, y recibiéndome en el Sacramento Yo
encuentro a otro Jesús, esto es, a Mí mismo que me ama, me adora, me agradece, me
repara, puedo decir que repito el gran milagro que hice al instituir el Sacramento de la
Eucaristía, en que me comulgué a Mí mismo, es decir tu Jesús recibió a Jesús, era el honor
más grande, la satisfacción más completa, la correspondencia del heroísmo de mi amor,
recibirme a Mí mismo, nada me faltaba de todo de lo que era debido a mi Vida
Sacramental, un Dios pagaba con la misma moneda al mismo Dios, podía decir que lo que
Yo daba se me daba nuevamente. Ahora, para quien vive en mi Voluntad, el no poseer a su
Jesús es imposible, por eso recibiéndome en el Sacramento Yo puedo decir: ‘Yo voy a
encontrarme a Mí mismo en la criatura, y encuentro lo que Yo quiero, mi Vida que
unificándose junto forma una sola, encuentro mi morada real, encuentro el amor que
siempre me ama, encuentro la compensación del gran sacrificio de todo lo que hago y
sufro en mi Vida Sacramental. Mi amor excesivo me lleva con una fuerza irresistible a
repetir el milagro de recibirme a Mí mismo, pero me es dado hacerlo sólo en la criatura
donde reina mi Divina Voluntad. (Volumen 33, Noviembre 4, 1935).

1455. ¡Grandioso!, aquí quedan claras las palabras de Jesús del Evangelio sobre comulgarse Él
mismo; y esto sucede en la criatura donde reina su Divina Voluntad. Por eso queda claro que la
llegada de este Reino inició con Luisa Picarreta.

1456. Y los Sacramentos ¿cómo se vivirán en este Reino? veamos:

Hija mía, mi Redención vino como remedio del hombre y por eso sirve como remedio,
como medicina, como alimento a los enfermos, a los ciegos, a los mudos, a todas las
especies de enfermedades, y como están enfermos no toman gusto ni reciben toda la
fuerza que contienen todos los remedios que vine a traerles para su bien; el Sacramento
Eucarístico que lo dejé como alimento para darles perfecta salud, muchos lo comen y
comen y se ven siempre enfermos. Pobre alimento de mi misma Vida escondida bajo los
velos de los accidentes del pan, cuántos paladares corruptos, cuántos estómagos
indigestos que les impide sentir gusto de mi alimento y no digieren toda la fuerza de mi
Vida Sacramental (Volumen 20, Noviembre 2, 1926).

1457. Aquí Jesús explica la enfermedad que nos da el pecado y sus consecuencias, y al no vivir en
la Divina Voluntad esta misma enfermedad no permite tomar toda la fuerza que contiene el
Sacramento. Jesús sigue explicando:

Por eso suspiro tanto que venga el Reino del Fiat Supremo, porque entonces todo lo que
Yo hice cuando vine a la tierra servirá como alimento a aquellos que gozarán perfecta
salud. … Así que, ¿cuál no será mi contento al ver que en el Reino de mi Querer todo lo
que Yo hice servirá no más como alimento a los enfermos, sino como alimento a los hijos
de mi Reino, que estarán todos llenos de vigor y de perfecta salud? Más bien con poseer
mi Voluntad, poseerán mi Vida permanente en ellos mismos, como la poseen los
bienaventurados en el Cielo,… y los Sacramentos, mi Vida Sacramental, servirán como
334
alimento, como deleite, como nueva felicidad a la Vida del Fiat Supremo que poseerán. …
¿Cuál no será mi felicidad al darme Sacramentado a los hijos del Fiat Eterno y encontrar en
ellos mi misma Vida? Entonces se tendrá el fruto completo de mi Vida Sacramental, y al
consumirse las especies no tendré más el dolor de dejar a mis hijos sin el alimento de mi
Vida continua, porque mi Voluntad, más que accidentes Sacramentales mantendrá su Vida
Divina siempre con su plena posesión. En el reino de mi Querer no habrá ni alimentos, ni
comuniones interrumpidos, sino perennes, y todo lo que Yo hice en la Redención les
servirá no más de remedio, sino de deleite, de alegría, de felicidad y de belleza siempre
creciente. Así que el triunfo del Fiat Supremo dará el fruto completo al reino de la
Redención. (Volumen 20, Noviembre 2, 1926).

1458. Excelente, en el Reino de la Divina Voluntad, al tener perfecta salud, se tendrá el fruto
completo de la Vida Sacramental, servirá como deleite y nueva felicidad a los que posean este
don de la Divina Voluntad.

1459. En este momento podemos entender mejor la Historia de amor de la Divina Voluntad con
nosotros y cómo ha actuado en tres aspectos importantes, todo por amor:

Hija mía, arrebato de amor fue la Creación, y fue tan grande y tan intenso, que
desbordando de nuestro Ser Divino invistió todo el universo y se difundió por todas
partes,… Así que el arrebato de nuestro amor en la Creación fue un arrebato de amor
festivo, de felicidad, de alegría, con el cual debíamos acariciar y hacer felices a todas las
criaturas. En cambio al encarnarme en el seno materno, nuestro arrebato de amor, no
pudiendo contenerlo, desbordó de Nosotros he hizo la misma carrera de la Creación, fue
arrebato de amor de ternura, de compasión, de misericordia, y ponía en riesgo la Vida de
un Dios para reencontrar al hombre y darle sus besos de amor, tiernos, compasivos, sus
besos de perdón, y encerrando la vida de todas las criaturas en su mar de amor, les daba el
beso de vida, poniendo su Vida de amor para dar vida al hombre. … Pero nuestro amor no
está contento aún, pon la mano sobre mi corazón y siente cómo me late fuerte, hasta
sentírmelo romper, pon atento tu oído y escucha como desborda, casi como mar en
tempestad, que formando sus olas altísimas quiere desbordar fuera para invadir todo y a
todos; quiere hacer su tercera carrera de arrebato de amor, y en este arrebato quiere
formar el reino de mi Divina Voluntad. (Volumen 27, Diciembre 18, 1929).

1460. ¡Esto es un poema Divino de ternura infinita! ¡y es real! Un poema de desahogo de amor
del Creador con su criatura, poema que expresa realidades, que nuestro Dios ha hecho por cada
uno de nosotros, haciendo todo como si fuéramos la única persona en la existencia ¡es el Amor
inmenso de un Dios infinito! Jesús sigue explicando lo que será el tercer arrebato de amor del
Reino de la Divina Voluntad:

Este nuestro arrebato de amor unirá a aquél de la Creación y el de mi Encarnación y


formará con ellos uno solo, y será arrebato de amor triunfante, y dará su beso de amor
triunfador, de amor conquistador, de amor que vence todo para dar su beso de paz
perenne, su beso de luz que pondrá en fuga la noche del querer humano y hará surgir el
335
pleno día de mi Querer Divino, que será portador de todos los bienes. ¡Cómo lo suspiro!
Me desborda tanto mi amor, que siento la necesidad de desbordarlo fuera. (Volumen 27,
Diciembre 18, 1929).

1461. El amor de Dios por nosotros es tan grande que lo desborda para cada uno de nosotros. Es
un amor que nos da en cada instante, pero nuestra voluntad humana al vivir separada de la
Divina, no es capaz de recibir tanto amor, por eso entremos en este Reino maravilloso para
poder experimentar todo este inmenso amor.

1462. Y ¿qué pasará durante este tiempo en que la humanidad inmaculada viva con el don del
Reino de la Divina Voluntad de acuerdo al plan original? Veámoslo en la siguiente sección.

La unión del Cielo y la tierra


1463. El amor une, y Dios que es el Amor quiere plena unidad con su criatura y entre ellas,
estableciendo una perfecta armonía en toda su obra creadora. Porque todos vivirán de una sola
Voluntad, la Divina:

Hija mía, el Reino del Fiat Divino tendrá como centro una sola Voluntad, que es la Divina,
por lo tanto una será la Voluntad de todos, que difundiéndose a todos y abrazando todo,
dará la felicidad, el orden, la armonía, la fuerza y la belleza a todos, así que será el reino de
una sola Voluntad, una Voluntad para todos y todos a una sola Voluntad. ¿Quién vuelve
feliz la Patria Celestial sino la Voluntad de Dios…? (Volumen 20, Febrero 3, 1927).

1464. Ahora ¿qué pasa cuando una persona vive en la Divina Voluntad? —como se ha visto— la
Vida Divina crece en ella en cada uno de sus actos:

Hija mía, conforme el alma hace sus actos en mi Querer, así multiplica mi Vida (Volumen
14, Marzo 24, 1922).

Debes saber que cada vez que la criatura entra en mi Voluntad para hacer sus actos, tantas
veces le doy mi Vida Divina,… así que ella queda dotada de tantas Vidas Divinas por
cuantos actos ha hecho en mi Voluntad (Volumen 36, Agosto 6, 1938).

1465. Hay un crecimiento de esta Vida Divina en el alma, de manera que el alma al crecer
ensancha su capacidad para llenarse más de la Voluntad de Dios y de los actos de Jesús:

…tú debes saber que… mi Humanidad… quiso encerrar en Sí todos los actos y bienes de los
hijos del reino de mi Fiat Divino, entonces conforme el alma hace sus actos en Él, Yo
ensancho la capacidad de ella y en ella pongo mis actos, y así, conforme poco a poco entra
en mi reino y va haciendo sus actos, así Yo voy siempre ensanchando su capacidad para
poner en ella todos los actos que posee mi Humanidad, para completar en ella el reino de
mi Voluntad. (Volumen 23, Septiembre 25, 1927).

1466. Y esto llena de alegría a Dios y las criaturas:

336
¡Ah, tú no sabes qué significa vivir en mi Querer! Significa hacerme regresar las puras
alegrías de la finalidad de la Creación, mis inocentes entretenimientos del por qué creé al
hombre; significa quitarme toda la amargura que la pérfida voluntad humana me dio casi
al nacer de la Creación; significa un intercambio continuo de voluntad humana y Divina, y
el alma, temiendo de la suya, vive de la mía, y esta Voluntad mía va llenando al alma de
gozos, de amor y de bienes infinitos. (Volumen 16, Febrero 20, 1924).

1467. Ya hemos visto a lo largo de esta obra que estos actos no solamente divinizan a la criatura,
sino que no pudiendo contener tanto bien desborda hacia afuera y se expande en todo lo
demás:

…tú debes saber que cada acto, palabra, pensamiento hecho por la criatura en mi Divina
Voluntad, son piedrecillas que arroja en el mar de Ella, el cual encrespándose desborda
fuera para bien de todos (Volumen 24, Septiembre 5, 1928).

Pero las sorpresas maravillosas que suceden cuando la criatura entra en nuestra Voluntad
son encantadoras y prodigiosas; en cuanto ella entra nuestro Querer se encierra en la
criatura, y mientras se encierra hasta llenarla toda, no pudiendo ella abrazarla toda ni
encerrarla toda dentro de sí, desborda fuera de sí, llenando cielo y tierra (Volumen 28,
Julio 24, 1930).

1468. Jesús habla que estos actos en su Voluntad hacen surgir soles y bienes a todos:

Tú debes saber que conforme la criatura hace sus actos en mi Voluntad, tantos soles
surgen, y como un acto en mi Voluntad es tanto que no puede estar sin hacer bien a todos,
estos soles conforme surgen, corren en medio de la gente y llevan, a quién el beso de luz,
a quién la fuerza, a quién le ponen en fuga las tinieblas, a quién le enseñan el camino, a
quién con voz fuerte de luz la llaman al bien. Un acto en mi Voluntad no puede estar sin
producir grandes bienes (Volumen 36, Agosto 6, 1938).

1469. Ahora pensemos en una humanidad inmaculada haciendo todos sus actos en la Divina
Voluntad, ¡qué santidad, qué prodigios de belleza y divinidad empaparían a todos y a todo lo
creado!

He aquí por qué hija mía, mi Voluntad Divina quiere hacerse conocer, quiere formar su
reino, porque estos sus hijos vivirán voluntariamente en la suya y de su luz, estarán con las
bocas abiertas a recibir sus besos, sus abrazos y sus efectos, para formar su Vida Divina en
ellos, entonces sí, se verán los prodigios que sabe hacer y puede hacer mi Querer, todo se
cambiará y la tierra se volverá Cielo, y entonces el sol que está bajo la bóveda del cielo y el
Sol de mi eterno Querer se darán la mano, es más, se pondrán en competencia para ver
quién podrá hacer más prodigios, el sol a la tierra, y mi Voluntad a las almas; pero la mía
desahogará de más, tanto, de formar un nuevo encanto de prodigiosas bellezas jamás
vistas a todo el Cielo y a toda la tierra. (Volumen 26, Junio 9, 1929).

337
1470. ¡Qué belleza, qué amor de nuestro Creador! va a divinizarnos y divinizar el universo
entero, porque como dice Jesús: la tierra se volverá Cielo.

1471. Con todos los actos que harán los hijos de la Divina Voluntad irán cada vez más uniendo el
Cielo y la tierra para que la tierra —a semejanza del alma— se funda, se diluya en el mar del
Querer Divino hasta que no exista más separación, se desvanezca completamente la frontera y
la tierra —el universo— quedará absorbida por el Cielo, como una Asunción universal.

1472. Así la Iglesia después de su Pasión y aparente Muerte, Resucitará al Reino de la Divina
Voluntad para vivir —así parece— cuarenta siglos en esta Divina Voluntad, a semejanza de los
cuarenta días de Jesucristo en la tierra, para que en la consumación plena vivir su Asunción
celestial.

1473. Esta será la consumación plena del Fiat Voluntas Tua come in Cielo così in Terra:

Hija mía, cuando mi Voluntad llegue a dominar sobre la tierra, entonces habrá una unión
perfecta entre el Cielo y la tierra, uno será el orden, una la armonía, uno el eco, una la
vida, porque una será la Voluntad; es más, en el Cielo se verán como tantos espejos en los
cuales las criaturas, espejeándose en ellos, mirarán lo que hacen los bienaventurados en el
Cielo, oirán sus cantos, sus músicas celestiales, e imitando lo que hacen, sus cantos, sus
músicas, estará la vida del Cielo en medio de las criaturas, mi Fiat pondrá todo en común y
será la verdadera vida del Fiat Voluntas Tua come in Cielo così in Terra, entonces mi
Querer cantará victoria y la criatura cantará el himno de su triunfo. (Volumen 24, Julio 10,
1928).

1474. ¡Prodigioso! estará la vida del Cielo en medio de las criaturas, se oirán los cantos y las
músicas de los bienaventurados, el Fiat pondrá todo en común, ya no más divisiones, todo
consumado en el Amor Divino gracias al reinado de la Divina Voluntad.

338
Capítulo 16: Su Reino no tendrá fin

El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob
para siempre y su Reino no tendrá fin. (Lucas 1, 32-33).

1475. Este Reino no es un bien cualquiera, es el bien más grande, no existe algo superior que
Dios nos pueda dar:

…no se trataba de un bien cualquiera, sino de establecer sobre la tierra un reino de


Voluntad Divina. Este bien será tan grande, que ningún otro bien podrá compararse a éste;
todos los otros bienes serán como tantas gotitas de agua frente al mar, serán como
pequeñas lucecitas de frente al sol. (Volumen 35, Enero 24, 1938).

1476. En este Reino todo es alegría porque su Rey es la delicia, el amor, la bondad:

¡El Señor reina! Alégrese la tierra (Salmo 97, 1).

1477. Y este Reino en donde la tierra será absorbida por el Cielo —obviamente— no tendrá fin,
es un Reino Divino, no humano, donde el Rey es nuestro Dios en sus Tres Divinas Personas, por
lo tanto jamás dejará de existir. Y para siempre, las personas creadas (humanos y ángeles) que
para este momento todo será Cielo, reinarán con el Creador por los siglos de los siglos.

1478. Y sí, la Vida ha tenido la última palabra, la muerte ya no tendrá más poder, la Vida Eterna
ha eternizado a sus criaturas en Ella misma, en un beso eterno sin interrupción.

1479. Como hemos visto, el amor de este Corazón Divino, su Divina Voluntad, no tiene límite
alguno, es un mar interminable de bondad y felicidad que el Creador quiere dar a su criatura. No
la hizo para que fuera infeliz, sino todo lo contrario.

1480. La infelicidad y el dolor, en esta Historia de amor de la Divina Voluntad, lo ha puesto la


criatura; y Dios se las ingenia para quitárnoslas, incluso aunque Él tenga que cargar con los
dolores más grandes en Jesucristo: varón de dolores104.

1481. Esta ternura de nuestro Dios, esta bondad, este desborde de amor infinito a cada instante
de nuestra existencia es algo que el enemigo ha querido quitarnos, nublarnos, distorsionar la
imagen real del que es el Amor de los amores, el especialista en amar.

1482. Nos ha introducido desconfianza, lejanía, indiferencia hacia Aquél del que hemos recibido
todos los bienes y puro amor, del que verdaderamente nos ama y nos amará para siempre, del
que ha dado todo por nosotros y no tiene nada más que darnos, sino su Corazón, su adorable
Voluntad.

104
Isaías 53, 2-5.

339
1483. Al adentrarnos un poco —a modo de introducción— en esta maravillosa Historia de amor
de la Divina Voluntad con nosotros y cómo quiere que vivamos de su misma Vida Divina, que
vivamos —por así decirlo— de su propia Sangre, podemos comprender mejor su gran y
asombroso amor por nosotros y que quiere llenarnos de su misma dicha.

1484. Esta Historia de amor que hemos visto de nuestro Dios no es una historia inventada, no es
el guión de una película de ficción, no es un ideal, “es una realidad”. Es la Historia más real de
todas, Él te invita a ser un personaje principal de esta Historia, porque te quiere dar algo muy
especial.

1485. Por eso, para llenarnos de su misma felicidad, tiene que darnos lo que a este adorable Dios
lo hace feliz: su Querer Divino, que —como ya vimos— es su Corazón que bombea, como
“sangre”, las delicias infinitas y eternas en su Ser Divino.

1486. De esta manera también su Voluntad en nosotros bombea esta Vida Divina para llenarnos
hasta desbordar de sus gozos y alegrías eternas, ya aquí en la tierra. El enemigo de esto es el
pecado, pero nuestro amado Creador nos da todas las ayudas, incluyendo lo más íntimo de Él
que es su Divina Voluntad para eliminar completamente este enemigo infernal, causante de
todas nuestras desdichas.

1487. ¿Le negarás a tu Dios hacerte feliz? ¿te perderás de todas estas felicidades divinas que tu
Creador ha preparado con dolor y amor eterno para ti?

1488. Es un amor inexplicable, un amor invencible, un amor que nunca se rinde, un amor fiel, un
amor no comprensible a criatura alguna, pero que si lo permitimos podemos quedar ahogados
en Él para reventar de dicha, explotar de felicidades también inexplicables pero reales que
corren en nuestras mismas venas y en cada respiro.

1489. Es lo más sublime, lo más bello que un ser puede experimentar: ser ahogado en el amor
del que es nuestro origen y fin, del que nos llamó con un suspiro divino de amor para que
existiéramos, ¿para qué? para amarnos eternamente.

1490. Para que esta criatura infinitamente querida —es decir tú— reciba algo superior al mejor
vino, porque los amores de un Dios son más deliciosos que el vino105, el aroma de su aliento es
exquisito106, no hay dicha mayor que enamorarse del Amor mismo.

1491. Este anhelo de ser amados plenamente y para siempre solamente lo sacia el Amor Eterno
—porque para eso nos creó—, cuando le permitamos ser nuestro Señor, nuestro Rey Divino, y
así le digamos:

Méteme, Rey mío, en tu alcoba,


disfrutemos juntos y gocemos,

105
Ver Cantar de los Cantares 1, 2.
106
Ver Cantar de los Cantares 1, 3.

340
alabemos tus amores más que el vino. (Cantar de los Cantares 1, 4).

1492. Y este encantador Rey nos introduce en lo más exquisito de su habitación: su Divina
Voluntad, donde están todas las delicias posibles e imaginables107; donde todas las amarguras y
dolores son aniquilados por el poder amoroso de nuestro Rey.

1493. Este Rey nos reconquistó con su Sangre, ha realizado un plan heroico para entrar
victorioso en la intimidad de nuestro ser, ahí donde los besos se funden entre Creador y criatura:

…es la fusión del latido humano en el latido eterno (Volumen 34, Febrero 26, 1937).

1494. Entra en este mar de felicidad que el Amante Divino a dispuesto para ti, para que al entrar
en este Reino de la Divina Voluntad puedas experimentar plenamente con un corazón sano y
restablecido el inmenso amor de tu Creador y escuchar en cada partícula de tu ser por dentro y
por fuera, a la manera de Jesús, que en medio de besos le decía a Luisa y te lo quiere decir a ti:

Te amo, pero con amor eterno; te amo, pero con amor inmenso; te amo, pero con un amor
incomprensible para ti; te amo, pero con un amor que jamás tendrá límites ni fin; te amo
con un amor que nunca me podrás igualar. (Volumen 11, Noviembre 1, 1915).

1495. Y al tener el don del Reino de la Divina Voluntad puedas contestarle realmente a tu Dios,
como Luisa lo hizo:

Vida mía, Tú sabes que no tengo nada y que todo lo que hago lo tomo de Ti, y luego lo dejo
en Ti de nuevo… por eso tomo tu amor y lo hago mío y te digo: “Te amo con amor eterno,
inmenso, con un amor que no tiene límites ni fin y que es igual al tuyo”. Y lo besaba y lo
volvía a besar, y a medida que repetía “te amo”…108

1496. …y así formarás tu propia historia de amor con el Dios que te creó para hacerte reventar
de amor y de felicidad incomprensibles, infinitos ¡ya aquí, ahora, desde la tierra!... y que nunca
tendrá fin...

Fiat, Amén.

107
Ver Volumen 17, Octubre 30, 1924.
108
Volumen 11, Noviembre 1, 1915.

341

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