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Iconografía y mitología
Curso 2015/16

Materiales docentes de apoyo

ORIENTACIONES PARA LA REALIZACIÓN DE UN COMENTARIO ICONOGRÁFICO

Una de las inquietudes más habituales entre los/las estudiantes del primer curso del Grado de
Historia del Arte es el modo en que deben comentar las imágenes. Aunque no existe un único
modo correcto de comentar una imagen iconográfica, y a pesar de que el comentario viene
siempre condicionado por el tipo de obra a la que nos enfrentemos, el Equipo Docente de esta
asignatura ha decidido poner estas indicaciones a disposición del alumnado. Se pretende con
ellas ayudar a distinguir qué aspectos deben o no incluirse en los comentarios iconográficos
del examen y de la PEC, ofreciendo unas coordenadas generales con las que abordar el análisis
iconográfico de las obras de arte.

*Advertencia: estas indicaciones no pretenden restringir ni normativizar el comentario

iconográfico, que varía enormemente en función de la obra concreta. Por ello, son de carácter
aproximado y su seguimiento no se considera obligatorio. Con ellas se pretende únicamente
orientar a quien desee recibir sugerencias en ese sentido.

INDICACIONES PREELIMINARES

 El objetivo primordial de esta asignatura es aprender a identificar los temas y personajes

principales tanto de la mitología clásica como de la iconografía cristiana, es decir, aquellos
que ofrecen un mayor interés iconográfico.

 En los enunciados de la PEC y del examen, el Equipo Docente facilitará a los/las estudiantes
determinados datos de la catalogación de las obras objeto de análisis, como el autor o
escuela, cronología (período artístico, siglo o año) y ubicación de las mismas. Sólo se omitirá
el título por las frecuentes coincidencias que presenta con el tema a identificar por parte
del alumno.

 En ningún momento se pretende que los/las estudiantes conozcan toda la Historia del Arte,
ni que centren sus comentarios en un análisis formal, más propio de otras materias. Su
comentario se centrará, por lo tanto, en la identificación y explicación de los temas y, en la
medida de lo posible, en su evolución y variantes a lo largo de los tiempos. Este ha sido el
enfoque con el que se ha desarrollado el contenido del libro base.

 Son requisitos imprescindibles para la realización de un buen comentario una exposición

ordenada de los conocimientos, una redacción clara y sin faltas de ortografía, buena
presentación, letra legible y ausencia de abreviaturas. Todo ello será valorado en la
calificación final.

ORIENTACIONES PARA EL COMENTARIO ICONOGRÁFICO

Como se ha dicho, no existe una única manera de comentar una imagen. Podremos encontrar
un buen comentario que aborde el análisis de la obra partiendo de aspectos generales para
luego centrarse en los particulares. De igual manera, un comentario que se centre inicialmente
en las cuestiones de detalle para ampliar después la perspectiva de análisis a los aspectos de
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tipo general puede presentar el mismo grado de corrección. Por ello, sólo pretendemos aquí
ofrecer algunas orientaciones sobre lo que resulta positivo incluir en el comentario y aquello
que puede llegar a ser, por el contrario, contraproducente. Estas se reducen a los puntos que
siguen:

 Discriminación de los contenidos. En función del tiempo con el que se cuente en el examen,
deben priorizarse los aspectos de mayor relevancia para el análisis iconográfico, dejando
otros relegados a un segundo plano. De este modo, la identificación del pasaje mitológico o
bíblico será esencial, así como la identificación de los personajes representados y sus
símbolos parlantes o identificativos. La explicación de la imagen por medio de la historia
mitológica, bíblica, hagiográfica o apócrifa correspondiente, el análisis de sus elementos o
símbolos y la interpretación de los mismos, vienen a constituir el objetivo primero del
comentario.

 Descripción de la obra. Se deben evitar las descripciones de la obra que resulten obvias y
que sean resultado únicamente de la observación. Por ello, la enumeración de figuras o
elementos presentes en la imagen debe ponerse siempre al servicio de la aplicación de los
conocimientos adquiridos en el estudio de la asignatura, tratando de emplear con rigor la
terminología específica de la misma. Del mismo modo, los juicios de valor sobre la belleza de
las formas, por ejemplo, o los comentarios estilísticos, deberían ser sustituidos por
observaciones que guarden relación con la historia representada y con la interpretación del
pasaje por parte del artista.

 Optimización y distribución del tiempo. Hay que tener en cuenta que los exámenes están
pensados para ser desarrollados en 2 horas, siendo 60 minutos el tiempo destinado para la
parte práctica. La extensión del comentario de cada imagen debe ajustarse, en consecuencia,
al tiempo y espacio otorgados al mismo; suponiendo que reservemos 10 minutos iniciales a
planificar el examen y otros tantos al repaso final, dispondremos de unos 12 minutos para
cada obra (en el caso de que estas sean 4). Eso significa que un comentario consistente en la
simple identificación del tema de la obra o compuesto por 3 líneas, resulta en todo caso
insuficiente.

De ello se desprende igualmente que las partes teóricas del examen deben ajustarse en la
misma medida al tiempo destinado para su elaboración.

 Adecuación del comentario al episodio concreto recogido en la imagen. El comentario de la

imagen está pensado para valorar la capacidad de aplicar los conocimientos iconográficos
adquiridos al análisis de las obras de arte. Por ello, el comentario debe ceñirse a la imagen
concreta, evitando volcar conocimientos de tipo general relacionados tangencialmente con
el tema de la obra: debe discriminarse la información para incluir únicamente aquella que
sea pertinente.

Si, por ejemplo, la imagen reproduce el Rapto de Europa por Zeus, el comentario debe
centrarse inicialmente en este episodio específico y no reunir toda la información sobre Zeus
como si se tratase de una breve pregunta teórica sobre el dios olímpico. El comentario de
este pasaje puede llevar, a continuación, a mencionar otros raptos, amoríos y
transformaciones de Zeus. Sólo al final, si se dispone de tiempo, pueden relatarse otros
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episodios de la vida del dios olímpico, pero resulta, en todo caso, prioritario el análisis del
episodio específico y la identificación explicativa de los personajes que participan en el
mismo. Resulta igualmente pertinente, como información adicional, la referencia a otras
posibles modalidades de representación de este pasaje, por ejemplo, o incluso, la
información suplementaria sobre Europa, si se conoce.

EJEMPLO DE UN COMENTARIO DE OBRA

Amaury-Duval, 1862. Lille, Museo de Bellas Artes

El tema representado es el Nacimiento de Afrodita.

Afrodita, diosa del amor, de la belleza y del deseo,
la Venus de los romanos y una de las doce grandes
divinidades del Olimpo, nació adulta. Los autores
clásicos ofrecen diferentes versiones sobre el mito
de su nacimiento, siendo la más repetida la de
Hesíodo según la cual Afrodita había nacido de la
espuma de los genitales de Urano, dios primordial
del cielo, que Crono había arrojado al mar. La diosa
arriba a las costas de Chipre y Citera, islas que se
convirtieron en sus principales centros de culto,
impulsada por el soplo de Céfiro y Cloris.

El nacimiento de la diosa gozó desde la Antigüedad

de una larga fortuna iconográfica. El pintor griego
Apeles consagró en una tabla desaparecida el tema
de la Venus Anadyomene (saliendo del mar),
destacando también el relieve del Trono Ludovisi.
La iconografía más repetida del nacimiento de
Afrodita la representa desnuda, reclinada o de pie
sobre una concha, surgiendo de la espuma
amparada por criaturas marinas.

En la Florencia del Quattrocento Botticelli recuperó la iconografía de la diosa desnuda,

dotándola de un nuevo significado neoplatónico. Tras las visiones barrocas de Rubens, los
pintores académicos franceses retomaron el tema a partir del ejemplo de Ingres. Es el caso de
la obra que nos ocupa de Amaury Duval, que representa a la diosa desnuda y de pie, arribando
sola a las costas de una isla indeterminada. El autor exhibe su desnudez para alejar a Venus de
la interpretación “púdica” al tomar su cuerpo como un ejercicio de dibujo académico propio de
la época, y excusa para un desnudo femenino.