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Acción de enriquecimiento indebido:

ARTÍCULO 409. ACCIÓN DE ENRIQUECIMIENTO INDEBIDO. Extinguida la


acción cambiaria contra el acreedor, el tenedor del título que carezca de acción causal
contra éste, y de acción cambiaria o causal contra los demás signatarios, puede exigir al
creador la suma con que se haya enriquecido en su daño. Esta acción prescribe en un año,
contado desde el día en que se extinguió la acción cambiaria.

Acción de enriquecimiento indebido De Pina Vara76 , manifiesta que es la acción que


compete al tenedor contra el girador, para que éste no se enriquezca en su costa, cuando ya
no le quede ningún remedio legal para impedirlo. La acción de enriquecimiento indebido,
se ha dicho que tiene como fundamento la equidad; sin embargo, Broseta Pont 77 atinada y
directamente escribe que es el recurso reconocido al tenedor negligente cuando no pueda
ejercitar ninguna otra acción.

El Código de Comercio de Guatemala, en el Artículo 409 norma la definitividad en cuanto


al ejercicio de la acción cambiaria y causal, de la forma siguiente: “Extinguida la acción
cambiaria contra el creador, el tenedor del título que carezca de acción causal contra éste, y
de acción cambiaria o causal contra los demás signatarios, puede exigir al CREADOR, la
suma con que se haya enriquecido en su daño…” Por lo tanto, es la acción de carácter
extracambiario provista por la ley al tenedor del cheque que carece de las acciones
cambiarias en vía de regreso, y de la acción causal en contra del librador, endosantes y
avalistas de dicho título de crédito, que se ejercita únicamente en contra del librador, por
haberse enriquecido de forma indebida. Se dice que es un extremum remedium iuris. En
esta acción el sujeto activo es el tenedor del cheque que carece de las acciones cambiarias
en vía de regreso y de la acción causal en contra del librador, endosantes y avalistas del
mismo, de conformidad con el Artículo 409 del Código de Comercio de Guatemala, y se
deduce únicamente en contra del librador del cheque, en la suma que se haya enriquecido
en su daño, lo que significa un “lucro injusto” para el mismo.

La acción de enriquecimiento indebido únicamente prescribe, y el plazo de prescripción es


de un año a partir de la extinción de las acciones cambiarias. Entonces, ¿qué pasa con la
caducidad?, al analizar el Artículo 409 del Código de Comercio de Guatemala, se infiere
por la sustentante que ésta institución jurídica no tiene asidero en este tipo de acción, en
cuanto que si las acciones cambiarias se extinguen, automáticamente nace el derecho de
ejercitar la acción de enriquecimiento indebido, y si aquéllas se ejercitaren no habría razón
de ser de la acción de enriquecimiento indebido. Al igual que la acción causal, la acción de
enriquecimiento indebido se ventilará por la vía sumaria de conformidad con el Artículo
1039 del Código de Comercio de Guatemala, que en su parte conducente establece que: "A
menos que se estipule lo contrario en este Código, todas las acciones a que dé lugar su
aplicación, se ventilarán, en juicio sumario, salvo que las partes hayan convenido en
someter sus diferencias a arbitraje..."

La acción de enriquecimiento indebido únicamente prescribe, y el plazo de prescripción es


de un año a partir de la extinción de las acciones cambiarias. Entonces, ¿qué pasa con la
caducidad?, al analizar el Artículo 409 del Código de Comercio de Guatemala, se infiere
por la sustentante que ésta institución jurídica no tiene asidero en este tipo de acción, en
cuanto que si las acciones cambiarias se extinguen, automáticamente nace el derecho de
ejercitar la acción de enriquecimiento indebido, y si aquéllas se ejercitaren no habría razón
de ser de la acción de enriquecimiento indebido. Al igual que la acción causal, la acción de
enriquecimiento indebido se ventilará por la vía sumaria de conformidad con el Artículo
1039 del Código de Comercio de Guatemala, que en su parte conducente establece que: "A
menos que se estipule lo contrario en este Código, todas las acciones a que dé lugar su
aplicación, se ventilarán, en juicio sumario, salvo que las partes hayan convenido en
someter sus diferencias a arbitraje.

Esta acción es de naturaleza subsidiaria, pues únicamente se puede promover cuando el


portador o tenedor legitimado ha perdido las acciones cambiarias y no puede ejercer la
acción causal.41 Su naturaleza subsidiaria radica en que, nace en defecto de cualquier otra
que pueda ejercer, es decir, que requiere previamente en su caso, hacer uso de las
cambiarias y de la causal, o bien que estas no las haya podido promover el perjudicado42
Esta acción está fundamentada en la equidad, pues permite que el portador de un título de
crédito que carezca ya de acciones cambiarias, por caducidad o prescripción de ellas, y no
cuente con acción causal contra su garante inmediato. Pueda accionar contra el integrante
del nexo cambiario. Esta pretensión permite al portador de un título de crédito que carezca
de pretensiones cambiarias, ya fuere por haberse producido la caducidad o prescripción, o
no cuenta con una

acción causal, que pueda accionar contra el librador, aceptante o avalista, que se hubiera
enriquecido injustamente en su perjuicio. El Código Civil en su Articulo 1616 establece que
“la persona que sin causa legitima se enriquece con perjuicio de otra, esta obligada a
indemnizarla en la medida de su enriquecimiento indebido Para que exista el
enriquecimiento que permita promover esta pretensión, es necesario que el girador obtenga
un lucro indebido derivado de su libración respecto de toda acción cambiaria o causal; que
se quede por esta causa con un valor que en vez de ingresar sin derecho en su patrimonio,
debió ingresar en el del tenedor del título.

La acción de enriquecimiento procede contra el emisor o creador del título de crédito por
presumirse que es el quien se ha enriquecido indebidamente, afectando el patrimonio de
otra u otras personas.

La pérdida de las acciones descritas [acciones cambiarias y acción causal] por el


incumplimiento de meros requisitos formales causaría un perjuicio excesivo al tenedor,
quien no podría exigir judicialmente el reembolso, enriquecería injustificadamente al sujeto
cambiario que hubiera recibido y retenido el valor de la letra y empobrecería al acreedor.
Estos efectos se producirían inexorablemente si el legislador no concediera al tenedor
negligente que dejó perjudicar la letra un último recurso procesal para obtener el valor
económico que esta incorpora. Pero este recurso existe. El tenedor de una letra perjudicada
puede resarcirse de su valor ejercitando la denominada acción de enriquecimiento contra el
obligado que aparezca en descubierto de su reembolso, en tanto que la letra no esté
prescrita.

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