Está en la página 1de 9

La

¿Qué es la
antropología
antropología  filosófica?
es el estudio del  ser humano  desde una
perspectiva holística (integral), que toma en cuenta tanto sus rasgos más físicos y
animales, como los que componen su cultura y su civilización. El objeto de estudio
de la antropología es la humanidad como un todo, aspira a lograr una perspectiva
integradora de todo ello, que permita estudiar al ser humano en el marco de su
cultura y sociedad, reconociéndolo al mismo tiempo como un producto de ellas, es
decir, de la historia misma de su civilización y su especie. La antropología no está
limitada en su objeto específico. Toda realidad pertinente para la comprensión de lo
humano puede formar parte de su campo de investigación. Por ello, los antropólogos
están habituados a la flexibilidad de los enfoques teóricos.
Una de las preguntas fundamentales que se ha hecho la filosofía a lo largo de la
historia es: ¿Qué es el hombre? La antropología filosófica considera al hombre como
su objeto de estudio desde una perspectiva global. La antropología filosófica parte
de un análisis de los fundamentos del hombre mismo, su existencia y la
consideración de este como punto de partida de todo conocimiento. Por lo tanto, su
objeto formal de estudio es la esencia y existencia humana.
Una de las características fundamentales de los hombres que hace que nos
distingamos de los otros seres vivientes es su capacidad de comprender. El hombre
existe en tanto comprende e interpreta el mundo.

1
Concepciones del
hombre a lo largo de la
historia de la
A lo largo de la historia numerosas perspectivas filosóficas han tratado de generar
diferentes respuestas a esta pregunta acerca del hombre.
El platonismo sostiene la dualidad entre cuerpo y alma, el hombre es un ser
espiritual encerrado en un cuerpo que funciona como cárcel del alma. A lo largo de
su existencia encarnada, el alma lucha por liberarse de la atadura carnal para poder
encontrarse con su dimensión de semejanza con lo divino.
La interpretación aristotélico-tomista representativa del medioevo, pone el acento
en la unidad del hombre en tanto unidad de cuerpo-alma/materia-forma.
El racionalismo moderno inaugurado con René Descartes introduce un dualismo
diferente al de platón: postula una radical separación entre cuerpo y conciencia; el
hombre es fundamentalmente conciencia, razón y el cuerpo es el medio de
comunicación con esa razón.
La interpretación mecanicista entiende al hombre como un ser mecánico inmerso en
un mundo de fuerzas físico-técnicas-matemáticas.
Para el materialismo el hombre y sus realizaciones son expresiones de la materia en
su forma más noble y elevada.
La antropología filosófica apareció en la época moderna, ya que a partir del siglo
XVII el hombre empezó a considerarse independientemente de s vinculación con la
teología.
El renacimiento y la ilustración representan dos momentos claves en la historia de
la filosofía, al construir al hombre como su centro de estudio y al reflexionar acerca
del concepto que el hombre tiene de sí mismo y su situación en el mundo.
A partir de la época moderna el hombre ya no se entiende solo a partir de su
hipotética naturaleza, ni desde una perspectiva teológica o sobrenatural, sino que
selo liga a su acción, producciones y su relación con otros hombres.

Visión pre-moderna
del hombre: el
aspecto mítico 2
El filósofo alemán Cassirer diferencia al hombre del animal por su dimensión
simbólica: los animales están determinados por impulsos que se desencadenan
necesariamente por los estímulos y no pueden esperar ni retardar esa descarga por
ellos mismos. El animal vive inmerso en un medio natural y sobrevive en el a partir
de sus instintos. Pero, en el caso del hombre, este sistema receptor-efector se haya
mediado por un eslabón intermedio que Cassirer llama “sistema simbólico”. La
cultura en la vivimos inmersos constituye ese sistema simbólico mediador que nos
diferencia cualitativamente de otras especies vivientes.
En cuanto al ámbito de sus acciones y producciones el hombre no vive meramente
en un mundo de “puros hechos” aislados sin relación con los otros, sino que los
hechos se configuran como tales porque están mediados por el lenguaje. El lenguaje
es todo aquello a través de lo cual el hombre transmite ideas, se comunica, señala
cosas, etc.
El hombre simboliza su respuesta ante el mundo a través del lenguaje, la
imaginación y el pensamiento. La capacidad creativo-productiva del hombre es otra
manifestación de su capacidad simbólica.
Cassirer quiere decir que pensamos y actuamos simbólicamente. A base de
símbolos, vamos construyendo un universo propio que va más allá del mundo físico
captado por nuestros sentidos. Pensamos el mundo, lo simbolizamos y compartimos
esos símbolos con los demás. El animal racional se convierte en un animal capaz de
representar y comunicar el mundo a través de símbolos. Ya no somos animales cuya
característica principal es la razón, sino que, además, ahora también somos capaces
de crear y descifrar símbolos. Sin embargo, esta capacidad para lo simbólico implica
de manera necesaria la capacidad de razonar: somos capaces de representar el
mundo a base de símbolos porque previamente hemos sido capaces de pensarlo y, en
la medida de nuestras capacidades, comprenderlo. Y es precisamente esto lo que
separa al hombre del mundo animal, ya que esto le abre un horizonte cultural en su
relación entre sí y con el medio, mientras que el animal queda relegado al campo de
lo instintivo. Si bien el animal posee la capacidad de adaptarse al medio e inclusive
de adaptar el medio en función de sus necesidades, es exclusivo del hombre el
poseer inteligencia simbólica.

Principales hechos que


originaron el surgimiento
de la Modernidad
3
En la Modernidad (fines del siglo XVIII-siglo XIX y XX) la antropología filosófica
se formaliza como disciplina. Al inaugurar una nueva concepción del saber
centralizada en el dominio de la naturaleza; instaura también una nueva concepción
del hombre donde la razón, se vuelve fundamento de todo lo real. La modernidad
inaugura una nueva concepción de saber y con ello una nueva manera de entender la
naturaleza humana. El saber ya no está puesto al servicio del saber por el saber
mismo (antigüedad), ni un saber para salvarse (medioevo), sino saber para poder,
para dominar, manipular las reglas y generar nuevas construcciones.
Fueron muchísimos los eventos que se sucedieron hacia el final de la Edad Media,
tanto en el orden social, político, cultural y filosófico, que serán los que terminarán
por abrir el paso a la modernidad:
 El Renacimiento fue un movimiento artístico-cultural que, desde Italia, se
extendió por Europa Occidental a partir del siglo XV. Fue la manifestación
cultural de un cambio en la mentalidad europea que pasó de una concepción
de mundo teocéntrica, propia del periodo medieval, a una antropocéntrica.
 El desarrollo del humanismo sumado a la revolución científica que
propusieron las conclusiones de Nicolás Copérnico con su teoría
heliocéntrica de la tierra, provocaron la caída de la escolástica vigente.
 Descartes fue el promotor y pionero del racionalismo, doctrina que sostiene
que la realidad es racional y por caso es solamente comprensible mediante el
uso de la razón. La razón es la base y el método que propone incluye a las
matemáticas, una ciencia exacta. “Pienso, luego existo”, según descartes de lo
único de lo que no se puede dudar es precisamente de que dudamos. Y, por
ende, si dudo, mi pensamiento existe y yo también.
 La influencia de otro grupo que compuso y fue determinante en la filosofía
moderna y que acompañó a los racionalistas: los empiristas.
 Hacia finales del siglo XVIII aparece otro gran filósofo: Kant, que se propuso
la tarea de unir racionalismo con empirismo, sin embargo, no logró su
pretensiosa aspiración de unidad en su totalidad porque las disputas entre
ambos bandos de la filosofía moderna continuaron.
Algunos Hechos modernos fueron:
 “Descubrimiento” de América.
 Reforma protestante de Martín Lutero: movimiento religioso cristiano
iniciado en Alemania en el siglo XVI, que llevó a un cisma de la Iglesia
católica para dar origen a numerosas iglesias y corrientes religiosas agrupadas
bajo la denominación de protestantismo.
 Despolarización de lo religioso.
 Revolución industrial: Se caracterizó  por  el uso de
nuevas tecnologías aplicadas a la producción en masa y la expansión del
comercio gracias a la construcción de ferrocarriles.

4
Características del
Paradigma de la
Modernidad
 La Modernidad entiende al saber cómo búsqueda de la utilidad: saber para hacer,
saber para construir y saber para reconstruir. El modelo ideal de conocimiento es
el que aportan las ciencias físico-matemáticas.
 Confianza absoluta en la razón como motor de la historia y del progreso. El
sujeto es entendido como sujeto histórico capaz de revertir el curso de la historia
universal para mejorarla.
 Dios al margen: desconfianza en la capacidad de la religión para seguir siendo el
fundamento que de unidad a la realidad y explicación al saber.

Filósofos más
representativos de la
Modernidad
 Descartes: con el termino yo Descartes expresa la certeza más íntima y propia
del hombre. Del yo nosotros tenemos un conocimiento directo e intuitivo que
se manifiesta en el “yo pienso” (pienso, luego existo). El yo es sustancia
pensante, centro de todas nuestras facultades y se opone a la realidad sensible
de la cual yo no puedo tener un conocimiento verdadero. Las dos
características que le corresponden al sujeto son las del entendimiento y la
voluntad. La voluntad se caracteriza por ser libre, por ella el hombre es dueño
de su naturaleza y de sus elecciones.
 Kant: consideraba que la tarea de una antropología filosófica era la de
conocer al hombre en lo que hace a su escencia específica, es decir, su
racionalidad. Según Kant, los hombres estamos destinados a vivir en una
sociedad civil en contacto con otros hombres y debemos superar el egoísmo
que nos lleva a que prime el interés individual por sobre el de la comunidad,
ya que el fin de la comunidad es el bien alcanzado colectivamente.
La consideración del hombre arroja para Kant como resultado lo que él llama
disposiciones generales, que se articulan en tres direcciones constituyentes de la
naturaleza del hombre:
a) Disposición a la animalidad, lo que explica la capacidad técnica del hombre;
b) Disposición a la humanidad, lo que explica su capacidad pragmática;
5
c) Disposición a su personalidad, lo que define su capacidad moral.

 Marx y Engels: sostuvieron el materialismo histórico que se caracteriza por una


concepción del hombre fundamentada en el desarrollo de la historia y la
sociedad en función de la realidad económica. El hombre es un ser histórico
que se construye a si mismo satisfaciendo en la naturaleza sus propias
necesidades. Pero, no es simplemente la satisfacción del conjunto de
necesidades biológicas y vitales lo que impulsa y provoca la actividad del
hombre, sino la satisfacción de las necesidades humanas, es decir, la fuerza
productiva por la cual el hombre construye el mundo. Fuerzas de producción y
relaciones de producción determinan la manera de vivir en la sociedad.
En los modos en cómo se produce el hombre se manifiesta su naturaleza histórica.
Estos modos estructuran la vida social, política y espiritual del hombre. Esta
estructura se diferencia en:
a) Una base real, formada por las relaciones de producción, independientes de la
voluntad del hombre y determinadas por el momento histórico de la
evolución de las fuerzas productivas que forman la estructura económica;
b) La súper estructura, formada por el resto de estructuras jurídicas, políticas e
ideológicas fundadas en esa base real.

Filosofía
contemporánea
De la filosófica contemporánea destacamos a uno de los teóricos del estructuralismo,
Strauss quien, al dar la primacía al sistema por encima de los elementos, considera
que las relaciones entre los hombres se asientan sobre las estructuras sociales,
situadas en el nivel simbólico. De este modo el nivel simbólico e inconsciente es la
auténtica base de lo real, ya que solo el posibilita una real comprensión de las
relaciones sociales.
Dentro de la misma corriente estructuralista, Foucault dice que el concepto de
hombre surge de las formas discursivas que se dan entre 1775-1825, en donde
aparece un nuevo y “sospechoso” saber qué hace epicentro en el hombre no solo
como sujeto de saber, sino como su propio objeto. Para Foucault el hombre es una
invención reciente cuyo fundamento esta por desaparecer.

6
La filosofía
Existencialista
Es una tendencia filosófica nacida en Francia a comienzos del siglo XX en el
período de entre guerras. Producto de un cambio cultural y político que puso en
crisis las certezas que había construido la modernidad, el existencialismo cree que la
existencia es la esencia misma del hombre. Por lo tanto, el punto de partida del
existencialismo será el hombre en tanto ser individual, original y singular no
determinado por ninguna esencia ni ningún conjunto de valores morales.
Dicen los filósofos existencialistas que el hombre, es el único ser al cual le va de
suyo preguntarse por su existencia. El hombre en tanto ser-ahí no es algo acabado o
dado sino proyecto o posibilidad que se cumple a lo largo del tiempo. El termino
existencia alude a una realidad particular: la del yo; pero no solo un yo pensante o
trascendente, sino el yo mundano y concreto, el yo que en su cotidianeidad va
descubriéndose a su mismo y a los otros.
La idea de subjetividad que manejan algunos de los referentes existencialistas es la
idea de la pura individualidad que se hace conciencia de sí misma en total libertad.
Por ello, la estructura originaria de la existencia es la libertad, que en su ejercicio no
está ligada a nada que la condicione o determine. De ahí la famosa frase “la
existencia procede a la esencia”. Es decir, el hombre no tiene una naturaleza o
esencia que lo fija de tal o cual manera y que oriente su libertad, sino que lo que el
hombre es o llega a ser es pura invención en plena libertad.

El existencialismo de
Heidegger
El análisis de existencia del que parte Heidegger es el de la consideración y revisión
crítica de la filosofía de Occidente. Para Heidegger lo que el hombre ha podido
pensar y entender de sí mismo es resultado de un modo muy particular de entender

7
la relación entre ser y pensar. Precisamente, la historia de la metafísica de occidente
es la historia del olvido del ser. Heidegger cree que se ha olvidado del sentido del
ser, sentido que no es univoco ni fijo, porque la modernidad ha olvidado una visión
dinámica del ser, es decir, su relación temporal e histórica. Para ello a Heidegger
le interesa esta relación del ser con el tiempo.
Heidegger sigue la línea de una corriente de la filosofía que se llamó fenomenología,
cuyo representante fue Husserl. La Fenomenología le interesa ir hacia las cosas
mismas. Estudiar al ser en tanto fenómeno, lo patente, lo manifiesto, el lado sensible
que se nos aparece de los objetos. Pero, a diferencia de Husserl, quien entendía al yo
como un yo puro trascendental desconectado con el mundo, a Heidegger le interesa
situar al yo en el mundo.
Algunos aspectos fundamentales de existencia heideggeriana son:
1) El modo en que se manifiesta el ser es en el estar en el mundo. Significa estar
abierto a la comprensión del ser desde una situación, o encontrarse
determinado y proyectado a un número indefinido de posibilidades. El
hombre en tanto ser-en-el-mundo es pro-yecto. Esta arrojado a la existencia a
la manera de proyecto, debe hacerse constantemente a sí mismo, es pura
posibilidad.
2) El modo de ser desde el cual el hombre se relaciona con el mundo en tanto
posee un patrimonio de ideas o significados desde la cual establecer una
familiaridad con las cosas que lo rodea.
3) La estructura constitutiva del hombre es la de la temporalidad. El hombre se
entiende a si mismo de acuerdo a los tres modos de la temporalidad: pasado,
presente y futuro. Comprometido con el tiempo, el hombre es un ser con
conciencia de la muerte como límite final a todas sus posibilidades.

El existencialismo de
Sartre

Haciendo una crítica profunda a las filosofías idealistas de Descartes y Kant, quienes
hicieron del yo algo que está más allá de la conciencia, Sartre considera que el yo

8
más allá de nuestra conciencia es una pura ilusión. La conciencia no es una cosa que
le pertenece al yo o al mundo, sino que es algo propio del sujeto humano en cuanto
ser reflexivo o consiente de sí mismo. La conciencia siempre está dirigida al mundo
y a otros; en tanto conciencia siempre será conciencia de algo y se percibe como
lanzada al exterior o como diferente al mundo.
Esta característica de la conciencia de estar “fuera del sí” señala una paradójica
negación de la identidad consigo misma que supone nuestra capacidad reflexiva. Al
no poder captarse como algo, se la ve como nada. Por eso mismo el hombre no
puede ser plenamente libre ya que no es una cosa existente en el mundo sino
continuo proyecto a hacerse. La libertad, desde esta perspectiva, ya no es una
cualidad humana sino el hacerse cargo de la conciencia humana y asumir esta
condición de inacabamiento que nos obliga a un hacernos constante. El hombre debe
decidir lo que es y lo que son las cosas del mundo en relación con él. En esa
decisión el hombre experimenta la angustia que nace ante esta responsabilidad
inherente a la estructura básica de la conciencia.
Sartre plantea que el hombre está condenado a ser libre. Condenado, porque no es
otra cosa que lo que el mismo se hace ya que no hay valores escritos que guíen su
conducta. Condenado, también, porque no se ha creado a sí misma y sin embargo es
libre. Porque una vez que ha sido arrojado al mundo es responsable de todo lo que
hace.
El verdadero fundamento de la moral, está en el compromiso, en el proyecto
individual de cada uno, que, al cumplirse, compromete a toda la humanidad: todo
hombre es conciencia abierta a la comprensión de otros.
El hombre es la única trascendencia de este mundo, el único ser que proyecta y
existe justo en su proyección, con lo cual, todo lo que rodea esa proyección depende
de ese proyecto y ese proyecto no tiene otra ley que la que uno se da a sí mismo. Por
ello9, el centro de la antropología sartreana es el hombre mismo, su humanidad. Una
humanidad incompatible con la idea de dios y un mundo de esencias.

También podría gustarte