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1- Definir química.
Ciencia que estudia la composición y las propiedades de la materia y de las transformaciones que
esta experimenta sin que se alteren los elementos que la forman.
De hecho, la primera manifestación química que captó nuestro interés fue la generación del fuego,
hace más de 1.600.000 años. Eso que hoy llamamos combustión, fue estudiada y replicada
posiblemente por nuestros ancestros de la especie Homo erectus.
Una de las primeras teorías que intentó dar respuesta a este dilema surgió en la Grecia del siglo V
a. C., obra del filósofo y político Empédocles de Agrigento, quien propuso que debía haber cuatro
elementos básicos (cuatro como las estaciones) de la materia: aire, agua, fuego y tierra, y que las
distintas propiedades de las cosas dependían de la proporción en que estuvieran mezclados.
Esta lógica sirvió para que luego la escuela hipocrática de medicina griega propusiera su teoría de
los cuatro humores que componían el cuerpo humano (sangre, flema, bilis negra y bilis amarilla).
Por otro lado, el célebre filósofo Aristóteles (384-322 a. C.) luego añadió el éter o quintaesencia
como el elemento puro y primordial que conformaba a las estrellas y los astros del firmamento.
Sin embargo, el más importante precursor de la química en la Antigua Grecia fue el filósofo
Demócrito de Abdera (c. 460-c.370 a.C.), quien propuso por primera vez que la materia estaba
compuesta de partículas mínimas y fundamentales: los átomos (del griego atomón, “indivisible” o
“sin partes”).
Sin embargo, no fue ésa la visión que se impuso durante los siglos venideros, sino la propuesta por
el cristianismo, entre cuyas preocupaciones no estaba la comprensión de la materia, tanto como la
salvación del alma humana. Es decir, que para ella Dios había creado todo lo que existe, y con eso
basta.
Es por ello que el siguiente paso en la historia de la química no debe buscarse en Occidente, sino
en las florecientes naciones árabes, tanto persas como musulmanas, herederas de los saberes
esotéricos de la Antigua Mesopotamia y el Antiguo Egipto. Nos referimos a la alquimia.
La alquimia fue una protodisciplina nacida en el Oriente, antecesora de la química moderna.
Combinando creencias místicas sobre la existencia de la piedra filosofal, capaz de transmutar
ciertos materiales en oro, con la combinación experimental de distintas sustancias, los
alquimistas crearon una buena parte del instrumental que hoy en día empleamos en los
laboratorios químicos.
Aunque los alquimistas fueron mal vistos en el Occidente cristiano, sus saberes eventualmente se
filtraron en Europa y fueron rescatados por filósofos y pensadores, especialmente los que se
interesaban por sus experimentos en pos del elixir de la vida eterna o la transformación del plomo
en metales preciosos.
A medida que Occidente renacía alrededor del siglo XV, redescubriendo los saberes de la
antigüedad, una nueva forma de entender la realidad se iba gestando: un pensamiento laico,
racional y escéptico que finalmente dio origen a la idea de ciencia, y que rebautizó la herencia
alquímica como química.
Esta transición acabó de darse formalmente cuando el químico inglés Robert Boyle (1627-1691)
propuso un método experimental propiamente científico en su obra TheScepticalChymist:
orChymico-PhysicalDoubts&Paradoxes (“El químico escéptico: o las dudas y paradojas químico-
físicas”). Por eso se lo considera el primer químico moderno y uno de los fundadores de la
disciplina.
A partir de entonces la química dio sus pasos como ciencia, lo cual trajo numerosas hipótesis y
teorías sucesivas, muchas hoy en día descartadas, como la teoría del flogisto de finales del siglo
XVII. Sin embargo, también se descubrieron los primeros elementos químicos.
Sus primeras descripciones sistemáticas datan de principios del siglo XVIII. Por ejemplo, la Tabla de
las afinidades de E. F. Geoffroy, de 1718, fue precursora de la Tabla periódica de los
elementos que apareció en el siglo XIX, obra del ruso DmitriMendeléyev (1834-1907).
Durante el siglo XVIII, se produjeron las investigaciones de los grandes fundadores de la química
moderna, como Georg Brandt (1694-1768), Mijaíl Lomonósov (1711-1765), Antoine Lavoisier
(1743-1794), Henry Cavendish (1731-1810) o el físico Alessandro Volta (1745-1827).
Sus aportes fueron diversos y muy significativos, pero entre ellos destaca el resurgimiento de
la teoría atómica en 1803, gracias a la obra del inglés John Dalton (1766-1844), quien la reformuló
y adaptó al entendimiento de los tiempos modernos. Tan trascendente fue esta aportación, que la
química del siglo XIX estuvo toda dividida entre quienes apoyaron la visión de Dalton, y quienes
no.
Los primeros, sin embargo, continuaron y actualizaron la teoría atómica en los años posteriores,
sentando así las bases para los modelos atómicos contemporáneos surgidos en el siglo XX, y para
el entendimiento que hoy tenemos sobre el funcionamiento de la materia. En ello fue también
fundamental el estudio de la radioactividad, cuyos pioneros fueron Marie Curie (1867-1934) y su
esposo Pierre Curie (1859-1906).
Gracias a estos descubrimientos y a los que en el siglo XX hicieron científicos de la talla de Ernest
Rutherford (1871-1937), Hans Geiger (1882-1945), Niels Bohr (1885-1962), Gilbert W. Lewis (1875-
1946), Erwin Schrödinger (1887-1961) y muchos otros, comenzó la llamada era atómica.
Su práctica fue común en territorios tan diversos como las antiguas Mesopotamia, Egipto, Persia,
India, China, Grecia y Roma, pero sobre todo en el Imperio Islámico (632-750 d. C.) y en la
Europa medieval. Abarcaba una vasta y compleja red de escuelas y vertientes a lo largo de casi
4000 años de historia.
En ese sentido, entre los intereses de la alquimia figuraban los de las disciplinas modernas de la
química, la metalurgia, la física, la medicina y la semiótica, pero también el misticismo y el arte. Era
a la vez una disciplina protocientífica y una disciplina espiritual.
El nombre alquimia proviene del árabe al-khimiya, de donde surgió también la palabra “química”.
Este término árabe probablemente provenga del vocablo griego khumeia (“verter juntos”, “soldar”
o “alear”) o del persa kimia (“oro”), ya que era un objetivo común de la alquimia
transformar elementos innobles en metales preciosos, como el oro.
Otra explicación sugiere como origen del término la voz egipcia kême, que se empleaba como el
nombre de Egipto. De allí provenían los más antiguos textos alquímicos “sobre el arte de fabricar
oro y plata”, en palabras del emperador romano Diocleciano (244-311), quien ordenó quemarlos
en un decreto en el año 300.
La alquimia tuvo mala fama durante gran parte de su historia. En algunos lugares solía ser arte de
engañadores y charlatanes, y en la Europa cristiana medieval era considerada fuente de saberes
ocultos, brujería y cabalismo.
También se conocía desde hace mucho tiempo que algunas de estas sales metálicas podían ser
transformadas de nuevo en los metales de partida. Stahl explicó este proceso suponiendo que los
metales estaban formados por una cal y un principio inflamable que denominó flogisto, por lo que
la calcinación, es decir, la formación de la cal, se podía explicar, al igual que la combustión, como
un desprendimiento de flogisto, el cual se liberaba del metal y dejaba la cal al descubierto. El
proceso inverso, la reducción de la cal al metal, podía ser igualmente explicada como una adición
de flogisto. Si una sustancia rica en flogisto, como el carbón, era puesta en contacto con una cal
metálica, podía transferirle su flogisto y dar lugar a la formación del metal.
En palabras claras, Stahl consideraba que los metales y en general todas las sustancias
combustibles contienen una sustancia que carece de peso, tal sustancia es la llamada flogisto.
Cuando se calcina un metal o durante la combustión de cualquier materia, el flogisto se separa en
forma de llamaradas dejando un residuo incombustible, conocido en la alquimia como "sal",
comúnmente sucede al calcinar los metales, o simplemente cenizas, con una sencilla fórmula que
es la siguiente: carbón = flogisto + cenizas o Metal = flogisto + herrumbre.
Para reintegrar la ceniza en carbón bastaría pues añadir flogisto: ceniza + flogisto = carbón, como
se entendía que (sucede por ejemplo en el mismo carbón) aquellos cuerpos que arden sin apenas
dejar residuo, casi todo él era flogisto, por tanto, para reintegrar el metal, a la herrumbre
añadiríamos flogisto, o lo que es lo mismo, un cuerpo muy rico en flogisto, así: herrumbre +
carbón = metal
La comida es química hecha arte. Cada vez que cocinamos o que nos ponemos a comer, estamos
delante de una gran variedad de procesos y reacciones químicas.
La reacción de Maillard: llamada así en reconocimiento a su descubridor el químico
francés Louis-Camille Maillard a principios del S. XX. Consiste en una "caramelización" de
los hidratos de carbono en presencia de proteínas de algunos alimentos, que les confiere
un sabor y colores casi irresistibles. Son esos tostados marrones tan sugerentes que tienen
algunas carnes, panes, o verduras al rehogarlas o hacerlas a la plancha. Esta reacción se
puede forzar, añadiendo azúcares sobre los alimentos. Por ejemplo, como con el famoso
pato laqueado pequinés. Hasta ahí todo lo bueno, porque también tiene una parte
negativa.
La caramelización: es el proceso mediante el cual los azúcares se rompen y dan lugar a
compuestos como el formaldehído, que dan color y sabor distinto. Es muy fácil hacer
caramelo. Basta con poner a calentar azúcar de mesa (sacarosa) con agua. La sacarosa se
rompe, por acción del calor, en fructosa y glucosa, que a su vez, liberan electrones dando
lugar a otros compuestos químicos secundarios, característicos del caramelo.
Fermentación: Es un proceso bioquímico (hacen falta microorganismos) mediante el cual
es posible obtener energía a partir de azúcares, sin oxígeno. La glucosa se rompe en
piruvato y éste, dependiendo del tipo de fermentación, en ácido láctico. El
resultado,yogur, queso, etc.... La fermentación permitió a muchos humanos acceder a las
proteínas de la leche, sin tener que sufrir las consecuencias de la intolerancia a la lactosa.
Otra forma de desnaturalizar las proteínas es mediante ácidos, es decir, la maceración. De esta
forma, se hace una digestión previa sobre el propio alimento que nos permite consumirlo mejor.
También se pueden macerar frutos secos, aunque en este caso, lo que se produce es una
estimulación para que se simule un proceso de germinación, que libera algunos compuestos
beneficiosos y elimina otros tóxicos.
El físico danés Niels Bohr realizó una serie de estudios de los que dedujo que los electrones de la
corteza giran alrededor del núcleo describiendo sólo determinadas órbitas circulares.
En el átomo, los electrones se organizan en capas y, en cada capa tendrán una cierta energía,
llenando siempre las capas inferiores y después las superiores.
La 2ª capa puede contener, como máximo, 8 electrones. Comienza a llenarse una vez que la 1ª ya
está completa.
La 3ª capa puede contener, como máximo, 18 electrones. Comienza a llenarse una vez que la 2ª
capa ya está completa.
Se representa por números separados por comas y entre paréntesis. Por ejemplo, el átomo de
sodio tiene 11 electrones; por tanto, 2 llenan la 1ª capa, 8 quedan en la 2ª capa y el último
electrón quedaría en la 3ª capa. La representación es: (2,8,1).
Quienes sentaron las bases del nuevo modelo mecanicocúantico fueron tres científicos:
a) En 1924, Louis de Broglie, postuló que los electrones tenían un comportamiento dual de onda y
partícula. Cualquier partícula que tiene masa y que se mueve a cierta velocidad, también se
comporta como onda.
b) En 1927, Werner Heisenberg, sugiere que es imposible conocer con exactitud la posición, el
momento y la energía de un electrón. A esto se le llama "principio de incertidumbre"
c) En 1927, Erwin Schrödinger, establece una ecuación matemática que al ser resuelta permite
obtener una función de onda (psi cuadrado) llamada orbital. Esta describe probabilisticamente el
comportamiento de un electrón en el átomo. Esta función es llamada densidad electrónica e indica
la probabilidad de encontrar un electrón cerca del núcleo. La probabilidad es mayor mientras más
cercana al núcleo y menor si nos alejamos del núcleo. Con esta teoría de Schrödinger queda
establecido que los electrones no giran en orbitas alrededor del núcleo como el modelo de Bohr,
sino en volumenesalrrededor del núcleo.
Números Cuánticos
La distribución de los electrones alrededor del núcleo obedece a una serie de reglas que se
traducen en un modelo matemático que reconoce 4 números cuánticos:
1. Número cuántico principal (n): corresponde a los niveles de energía. Estos niveles aumentan de
tamaño a medida que nos alejamos del núcleo. Posee valores n=1, 2, 3, 4, 5, 6,...
si l = 2, m = -2, -1, 0, +1, +2 es decir 5 tipos de suborbitales d (du, dv, dx, dy, dz)
si l = 3, m = -3, -2, -1, 0, +1, +2, +3 es decir 7 tipos de suborbitales f (fs, ft, fu, fv, fx, fy y fz)
4. Número de spin (s): indica la cantidad de electrones presentes en un orbital y el tipo de giro de
los electrones, habiendo dos tipos +1/2 y -1/2. En cada tipo de suborbital cabe máximo 2
electrones y estos deben tener spines o girpos opuestos.
9- Realizar la configuración electrónica, diagrama de cajas, símbolo de Lewis (de ser posible),
gráfico del átomo a partir de la configuración electrónica, y especificar nº de grupo y nº de periodo
para los siguientes elementos químicos con Z= a…
a- 80
La configuración electrónica del Mercurio es 1s2 2s2 2p6 3s2 3p6 4s2 3d10 4p6 5s2 4d10 5p6 6s2
4f14 5d10. Se le llama Mercurio al elemento químico que tiene el número atómico 80 y su símbolo
es Hg.perteneciente al grupo 12, periodo 6
b- 20
d- Fórmula electrónica
El óxido de magnesio (MgO), la fórmula de MgO se compone de iones Mg2+ y los iones O2- unidos
por enlace iónico.
Catión Anión
Catión Anión
2 (Na)+ + (S)
a- Fórmula electrónica
b- Fórmula desarrollada
Se descompone lentamente por acción combinada del oxígeno y la luz solar, transformándose
en fosgeno (COCl2) y cloruro de hidrógeno (HCl) según la siguiente ecuación:
2 CHCl3 + O2 → 2 COCl2 + 2 HCl
c- Fórmula molecular
CHCl3
12- Plantear y balancear la ecuación de obtención de óxidos para el Yodo con número de
oxidación 7. Nombrar el producto formado por las 3 nomenclaturas abordadas en clase.
13- Completar el siguiente cuadro comparativo teniendo como referencias las características
de los compuestos inorgánicos.
La historia del petróleo nace hace casi 150 años, su utilización masiva y su importancia recién
comienzan a verse a principios del siglo XX a partir del desarrollo del motor de combustión interna
y el automóvil.
El Oxido es un compuesto inorgánico que se forma al unir algún elemento químico con Oxígeno.
Los óxidos se clasifican en dos grupos: Óxidos Básicos y Óxidos Ácidos.
Los óxidos son compuestos binarios formados por la combinación del oxígeno con un elemento
químico.
Un Óxido es básico si el elemento químico que se junta con el Oxígeno (O) es un metal.
16- Plantear y balancear la ecuación de obtención de óxidos para los siguientes elementos
químicos:
Ecuación balanceada
Fe2 + O-2 Fe O
Ecuación balanceada
2Fe + O 2Fe O
En cada caso nombrar el producto formado por las 3 nomenclaturas desarrolladas en clase.
Cl2O7
Fe O
18- Tomar los dos productos formados en el punto 17 y combinarlos en una nueva ecuación
química. Nombrar el nuevo producto formado.