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Principio de

Arquímedes
principio físico sobre fluidos

El principio de Arquímedes es el principio físico que afirma: «Un cuerpo t ot al o parcialment e


sumergido en un fluido en reposo experiment a un empuje vert ical hacia arriba igual al peso del
fluido desalojado». Est a fuerza[nota 1] ​recibe el nombre de empuje hidrostático o de
Arquímedes, y se mide en newt ons (en el SI). El principio de Arquímedes se formula de la
siguient e manera:

o bien cuando se desea det erminar para compararlo cont ra el peso del objet o:

donde E es el empuje [N], Pe es el peso específico del fluido [N/m^3],[1] ​ρf es la densidad del
fluido, V el «volumen de fluido desplazado» por algún cuerpo sumergido parcial o t ot alment e en el
mismo y g la aceleración de la gravedad. De est e modo, el empuje depende de la densidad del
fluido, del volumen del cuerpo y de la gravedad exist ent e en ese lugar. El empuje (en condiciones
normales[nota 2] ​y descrito de modo simplificado[nota 3] ​) act úa vert icalment e hacia arriba y est á
aplicado en el cent ro de gravedad del cuerpo; est e punt o recibe el nombre de cent ro de carena.
Historia

Arquímedes creció en un ambient e donde la ciencia era familiar, ya que su padre, Fidias, era
ast rónomo. Arquímedes reveló t empranament e part icular disposición para los est udios. Est udió
en Alejandría, probablement e en el Museo, el gran cent ro cult ural pat rocinado por los monarcas
de la dinast ía pt olemaica de Egipt o.[2] ​Allí t rabó amist ad con el famoso Erat óst enes de Cirene,
con quien efect uó la medición de la circunferencia t errest re. Probablement e a consecuencia de
los est udios realizados con Erat óst enes, más que por t radición familiar, en Arquímedes nació la
afición por la ast ronomía. Vuelt o a Siracusa, se dedicó a sus est udios de mat emát ica, física,
geomet ría, mecánica, ópt ica y ast ronomía. En t odas est as mat erias realizó invest igaciones que
aún hoy result an difíciles para una persona de buena preparación.

La anécdot a más conocida sobre Arquímedes, mat emát ico griego, cuent a cómo invent ó un
mét odo para det erminar el volumen de un objet o con una forma irregular. De acuerdo con Vit ruvio,
arquit ect o de la ant igua Roma, una nueva corona con forma de corona t riunfal había sido
fabricada para Hierón II, t irano gobernador de Siracusa, el cual le pidió a Arquímedes det erminar si
la corona est aba hecha de oro puro o si un orfebre deshonest o le había agregado plat a.[3] ​
Arquímedes t enía que resolver el problema sin dañar la corona, así que no podía fundirla y
convert irla en un cuerpo regular para calcular su densidad.

Mient ras t omaba un baño, not ó que el nivel de agua subía en la t ina cuando ent raba, y así se dio
cuent a de que ese efect o podría usarse para det erminar el volumen de la corona. Debido a que la
compresión del agua sería despreciable,[4] ​la corona, al ser sumergida, desplazaría una cant idad
de agua igual a su propio volumen. Al dividir la masa de la corona por el volumen de agua
desplazada, se podría obt ener la densidad de la corona. La densidad de la corona sería menor si
ot ros met ales más barat os y menos densos le hubieran sido añadidos. Ent onces, Arquímedes
salió corriendo desnudo por las calles, t an emocionado est aba por su descubrimient o para
recordar vest irse, grit ando «¡Eureka!» (en griego ant iguo: εὕρηκα, que significa ‘¡Lo encont ré!’)[5] ​

Dado que la hist oria se había t ransmit ido de forma oral, durant e el renacimient o fue cuest ionada
por la imprecisión de medir el volumen y el empuje por separado y dividirlos, y t ambién por el
hecho de que la descripción ant erior no ut iliza para nada el Principio de Arquímedes. Galileo En
1586, con solo 22 años, publicó el art ículo La Bilancet t a, en el que describía una forma de
comparar densidades con una balanza sumergida y proponía que podría ser el disposit ivo original
del propio Arquímedes.[6] ​
La hist oria de la corona dorada no aparece en los t rabajos conocidos de Arquímedes, pero en su
t rat ado Sobre los cuerpos flotantes él da el principio de hidrost át ica conocido como el principio
de Arquímedes. Est e plant ea que t odo cuerpo sumergido en un fluido experiment a un empuje
vert ical y hacia arriba igual al peso del volumen de fluido desalojado; es decir, dados dos cuerpos
que se sumergen en el seno de un fluido (ej:agua), el más denso o el que t enga compuest os más
pesados se sumerge más rápido, es decir, t arda menos t iempo para llegar a una posición de
equilibrio. Est o sucede por el gradient e de presión que aparece en el seno del fluido, que es
direct ament e proporcional a la profundidad de inmersión y al peso del propio fluido.[7] ​

Demostración

El principio de Arquímedes puede deducirse mat emát icament e de las ecuaciones de Euler para
un fluido en reposo que a su vez pueden deducirse generalizando las leyes de Newt on a un medio
cont inuo. De la misma manera, el principio de Arquímedes se puede deducir de las ecuaciones de
Navier-St okes para un fluido:

(1)

La condición de que el fluido incompresible que est é en reposo implica t omar en la ecuación
ant erior , lo que permit e llegar a la relación fundament al ent re presión del fluido, densidad
del fluido y aceleración de la gravedad:

(2)

A part ir de esa relación podemos reescribir fácilment e las fuerzas sobre un cuerpo sumergido en
t érminos del peso del fluido desalojado por el cuerpo. Cuando se sumerge un sólido K en un fluido,
en cada punt o de su superficie aparece una fuerza por unidad de superficie perpendicular a la
superficie en ese punt o y proporcional a la presión del fluido p en ese punt o. Si llamamos
al vect or normal a la superficie del cuerpo podemos escribir la result ant e de las
fuerzas sencillament e mediant e el t eorema de St okes de la divergencia:

(3)

donde la últ ima igualdad se da solament e si el fluido es incompresible.

Otra demostración

Supongamos un cuerpo de volumen sumergido en un fluido de densidad , ahora podemos


elegir pequeños element os de área , t ales que t iendan a ser un punt o de la superficie del
cuerpo.

Sobre cada punt o (element o de área) act úa una presión de valor y una fuerza
asociada a ella, t al que

Todas las fuerzas que est án bordeando el cuerpo debido a la presión a un mismo nivel se
anulan. quedando únicament e fuerzas en dirección hacia abajo y hacia arriba.

Ahora si t omamos dos punt os de la superficie del cuerpo que est én conect ados a t ravés de una
vert ical t enemos una respect iva fuerza hacia abajo y ot ra hacia arriba y por ende
una respect iva result ant e

Donde la part e es un pequeño element o de volumen del cuerpo, .

Por lo t ant o, se puede reescribir como:

Ahora, el empuje viene a ser la fuerza net a


Donde la suma de t odos los pequeños element os de volumen del cuerpo, , result a ser el

volumen t ot al del cuerpo sumergido, es decir,

Por lo t ant o se llega a:

Es decir, el empuje es proporcional al volumen del líquido desplazado por el cuerpo, es decir
proporcional al volumen del cuerpo sumergido.

Sabiendo que , reemplazando se obt iene:

Es decir, el empuje es igual al peso del líquido desplazado.

Con est o queda demost rado el principio de Arquímedes.

Prisma recto

Para un prisma rect o de base Ab y alt ura H, sumergido en posición t ot alment e vert ical, la
demost ración ant erior es realment e element al. Por la configuración del prisma dent ro del fluido,
las presiones sobre el área lat eral solament e producen empujes horizont ales que, además, se
anulan ent re sí y no cont ribuyen a sust ent arlo. Para las caras superior e inferior, puest o que t odos
sus punt os est án sumergidos a la misma profundidad, la presión es const ant e y podemos usar la
relación fuerza = presión × área, y t eniendo en cuent a la result ant e sobre la cara superior e
inferior, t enemos:

(4)

donde es la presión aplicada sobre la cara inferior del cuerpo, es la presión aplicada
sobre la cara superior y A es el área proyect ada del cuerpo. Teniendo en cuent a la ecuación
general de la hidrost át ica, que est ablece que la presión en un fluido en reposo aument a
proporcionalment e con la profundidad:

(5)
Int roduciendo en el últ imo t érmino el volumen del cuerpo y mult iplicando por la densidad del
fluido ρf vemos que la fuerza vert ical ascendent e FV es precisament e el peso del fluido
desalojado.

(6)

El empuje o fuerza que ejerce el líquido sobre un cuerpo, en forma vert ical y ascendent e, cuando
est e se halla sumergido, result a ser t ambién la diferencia ent re el peso que t iene el cuerpo
suspendido en el aire y el «peso» que t iene el mismo cuando se lo int roduce en un líquido. A est e
últ imo se lo conoce como peso «aparent e» del cuerpo, pues su peso en el líquido disminuye
«aparent ement e»; la fuerza que ejerce la Tierra sobre el cuerpo permanece const ant e, pero el
cuerpo, a su vez, recibe una fuerza hacia arriba que disminuye la result ant e vert ical.

(7)

donde es el peso del cuerpo en el aire y es el peso del cuerpo sumergido en el líquido.

Véase también

Hidrost át ica

Arquímedes

Notas

1. El empuje de abajo hacia arriba no siempre es suficiente para desplazar al cuerpo pues si
este es más denso que el fluido en el que está inmerso dicho cuerpo no se desplazara hacia
arriba, es más se hundirá a pesar del empuje arquimediano, solo que lo hará más lentamente.
Subirá (flotará) solamente si su densidad es menor que la del fluido.

2. En condiciones de ingravidez (o pseudo-ingravidez por caída libre como sucede al orbitar) y


para cuerpos suficientemente pequeños que no puedan generar un campo gravitacional
propio apreciable, la presión hidrostática deja de existir. En consecuencia, bajo estas
condiciones no hay ninguna clase de empuje hacia ningún lado por ausencia de gradiente de
presiones, lo cual implica que el principio de Arquímedes, en esas condiciones, «no es
aplicable».

3. Las fuerzas que actúan hidrostáticamente sobre otro cuerpo lo hacen distribuidas por toda la
superficie de contacto que tengan con el mismo; la integral de estas fuerzas de superficie
(presiones) nos dará una resultante de fuerzas ubicada en el centro de gravedad. Esto nos
permite válidamente y por simplicidad el imaginar abstractamente que está actuando una
sola fuerza allí, pero lo concreto es que no existe en la realidad una fuerza aplicada en el
centro de gravedad.

Referencias

1. Kubus educación, Ciencias Exactas (2016). «Hidrostática». En Programas Educativos S.A. de


C.V., ed. Guía examen para certificacíon COLBACH. México: Programas Educativos S.A. de
C.V. p. 135.

2. Diodoro Sículo, Biblioteca histórica, V 37.

3. Vitruvius. «De Architectura, Book IX, paragraphs 9-12, text in English and Latin» (http://penelo
pe.uchicago.edu/Thayer/E/Roman/Texts/Vitruvius/9*.html) . University of Chicago.
Consultado el 30 de agosto de 2007.

4. «Incompressibility of Water» (http://www.fas.harvard.edu/~scdiroff/lds/NewtonianMechanic


s/IncompressibilityofWater/IncompressibilityofWater.html) . Universidad de Harvard.
Consultado el 27 de febrero de 2008.

5. HyperPhysics. «Buoyancy» (http://hyperphysics.phy-astr.gsu.edu/Hbase/pbuoy.html) .


Georgia State University. Consultado el 23 de julio de 2007.

6. Galileo Galilei, La Bilancetta. 1586.

7. Carroll, Bradley W. «Archimedes' Principle» (http://www.physics.weber.edu/carroll/Archimede


s/principle.htm) . Weber State University. Consultado el 23 de julio de 2007.

Bibliografía

Ort ega, Manuel R. (1989-2006). Lecciones de Física (4 volúmenes). Monyt ex. ISBN 84-404-
4290-4, ISBN 84-398-9218-7, ISBN 84-398-9219-5, ISBN 84-604-4445-7.

Resnick, Robert & Halliday, David (2004). Física 4.ª. CECSA, México. ISBN 970-24-0257-3.

Tipler, Paul A. (2000). Física para la ciencia y la tecnología (2 volúmenes). Barcelona: Ed.
Revert é. ISBN 84-291-4382-3.

Dat os: Q181404

Mult imedia: Archimedes' principle (ht t ps://commons.wikimedia.org/wiki/Cat egory:Archimed


es'_ principle)

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