Está en la página 1de 10

UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE HONDURAS

"Análisis Procesal"

Presentado por:
Connie Vallecillo
201820020111

CATEDRATICO: Abg. Javier Ruiz

La Ceiba, Atlántida, marzo, 25 del 2020


ARTÍCULO 36.- FUEROS LEGALES ESPECIALES.
No se aplicarán los fueros establecidos en los artículos anteriores y se
determinará la competencia imperativamente de acuerdo con lo dispuesto
en el presente Artículo en los casos siguientes:
7. En los procesos sobre arrendamientos de inmuebles y en los de
desahucio, será competente el juzgado del lugar en que esté situado el
bien.

8. En los procesos en materia de propiedad horizontal, será competente


el juzgado del lugar en que radique el inmueble.

9. En materia de impugnación de acuerdos sociales será juzgado


competente el del lugar del domicilio de la sociedad.

10. En los procesos en que se ejerciten demandas sobre infracciones de la


propiedad intelectual, será competente el juzgado del lugar en que la
infracción se haya cometido o existan indicios de su comisión o en que
se encuentren ejemplares ilícitos a elección del demandante.

11. En los procesos en materia de competencia desleal, será competente el


juzgado del lugar en que el demandado tenga su establecimiento y a
falta de éste, su domicilio o lugar de residencia, y cuando no lo tuviere
en territorio hondureño, el órgano jurisdiccional del lugar donde se
haya realizado el acto de competencia desleal o donde se produzcan
sus efectos, a elección del demandante.

12. En materia de propiedad industrial, será competente el juzgado del


lugar donde se haya producido la violación al derecho sobre el bien, o
en su defecto las consecuencias dañinas para el actor con motivo del
hecho infractor.

13. En los procesos en que se ejerciten pretensiones para que se declare la


no incorporación al contrato o la nulidad de las cláusulas de
condiciones generales de la contratación, será competente el juzgado
del domicilio del demandante, y sobre esa misma materia, cuando se
ejerciten las pretensiones declarativa, de cesación o de retractación,
será competente el juzgado del lugar donde el demandado tenga su
establecimiento y, a falta de éste, el de su domicilio; y si el demandado
careciere de domicilio en el territorio hondureño, el del lugar en que
se hubiera realizado la adhesión.
14. En caso de que las normas anteriores no fueren de aplicación a los
litigios en materia de seguros, ventas a plazos de bienes muebles y
contratos destinados a su financiación, así como en materia de
contratos de prestación de servicios o relativos a bienes muebles cuya
celebración hubiera sido precedida de oferta pública, será competente
el juzgado del domicilio del asegurado, comprador o prestatario o el
del domicilio de quien hubiere aceptado la oferta, respectivamente.

1.- Concepto de competencia territorial


Es el conjunto de normas procesales que, en atención a la demarcación
judicial, asignan el conocimiento en primera instancia de los objetos litigiosos
entre los distintos juzgados de un mismo grado (es decir, entre los juzgados de
paz de lo civil y entre los juzgados de letras de lo civil de todo el territorio de
la República). En definitiva, la competencia territorial es la competencia que
se atribuye a un determinado órgano judicial en razón del territorio donde
ejerce la jurisdicción. -
En el Código de Procedimientos Civiles de 1906 no venían reguladas las
reglas de la competencia territorial de los juzgados de la república, sino que
había que remitirse a la Ley de Organización y Atribuciones de los Tribunales
(LOAT) para conocer esas normas; pero en el Código Procesal Civil las
normas de territorialidad vienen incluidas en los preceptos analizados. Las
normas de competencia territorial de la LOAT tenían la peculiaridad que las
partes podían disponer de las mismas a su voluntad exclusiva, de manera que,
aunque hubiese normas especiales para otorgar a determinado juzgado su
competencia territorial, las partes, ya sea por sumisión expresa o tácita podían
lograr que otro juzgado distinto conociera del asunto que por la ley le
competía a otro juzgado su conocimiento. No había ninguna norma de carácter
imperativo, que como veremos más adelante, es una de las características
sobresalientes del CPC, por medio de las cuales, las partes no pueden
renunciar a la competencia territorial cuando venga fijada por esta clase de
normas, y si por alguna razón, ya sea porque se escapó del control de oficio
del juez y porque también ninguna de las partes denunció la incompetencia,
todo ese proceso es anulable de oficio en la segunda instancia y aún en el
recurso extraordinario de casación.
2.- Fijación de la competencia
A todos los órganos jurisdiccionales de los distintos órdenes jurisdiccionales
que existen en Honduras se les atribuye una competencia territorial anticipada
en base al lugar del territorio en donde ejercerán sus funciones y es a la Corte
Suprema de Justicia a quien le corresponde fijar la circunscripción territorial
en donde ejercerán su jurisdicción los juzgados y tribunales de la República,
atribución que le confiere la Constitución de la República en el artículo 313
numerales 1, 11 y 12. De manera que, conocido a priori el lugar en donde
ejerce su jurisdicción un juzgado o tribunal del orden civil, lo que queda por
dilucidar es la competencia territorial para conocer de un caso en concreto;
para ello necesitamos conocer los fueros legales que determinan la
competencia, que son de dos tipos: los fueros generales y los fueros
especiales. Ambos amparan a las personas naturales y jurídicas y además a los
entes sin personalidad, como las masas hereditarias o las comunidades de
bienes, entre otras.

3.- Los fueros legales.


Son los criterios que sirven para determinar la atribución de la competencia
territorial a los órganos jurisdiccionales de una determinada circunscripción
judicial; son de dos tipos, los fueros generales y los fueros especiales. El
primer fundamento de la existencia de fueros legales lo podemos encontrar en
el principio al derecho a ser juzgado por el juez natural, el predeterminado por
la ley (artículos 3 y 27 del CPC). Este fundamento se refiere más que todo a
los fueros legales especiales, los cuales fijan el conocimiento de un asunto
concreto a un juez determinado por la ley y las partes no pueden burlar estas
normas legales, ya que no se les permite renunciar a esa competencia
territorial y acogerse a otra.
En segundo lugar, la presencia de fueros legales se justifica en la necesidad de
proteger tanto los intereses del demandante como los del demandado; de allí
que en algunos casos se exige que el juzgado competente será el del lugar del
domicilio del demandado y en otros se exige que sea el del domicilio del
demandante, incluyendo a veces de dar la oportunidad al demandante de
escoger alternativamente de presentar la demanda en el juzgado que él elija.-
En otras, se hace en atención a la condición especial de la persona que será
objeto de la resolución, como el caso de aquellos a quienes se les quiere
declarar incapacitados.
3-1.- Fueros legales generales
Existen unos fueros generales para las personas naturales y otros para las
personas jurídicas.
La característica sobresaliente de los fueros generales es que son normas de
tipo dispositivo; se puede renunciar a ellas por medio de la sumisión expresa o
tácita a la competencia territorial de otros juzgados (art. 38 CPC) de la misma
jurisdicción civil, situados en otra circunscripción judicial distinta a la del
llamado por la ley a conocer de ese asunto concreto; lo que la ley exige para
que esta sumisión opere es que ese juzgado posea también competencia
subjetiva y funcional para conocer de ese asunto y además, en cuanto a la
sumisión expresa se refiere, que no se haga ante un juzgado en concreto, sino
que debe ser efectuada ante los juzgados de una determinada circunscripción
judicial; por ejemplo, “nos sometemos a la competencia de los juzgados de
letras de lo civil de San pedro Sula.”. Fuera de la sumisión expresa o tácita, los
fueros legales son de aplicación estricta, es decir, que basta con que una de las
partes demandadas, por medio de la declinatoria, alegue la incompetencia
territorial de un órgano que no es el llamado a conocer de este asunto, para
que éste se abstenga de conocer y señale, a la vez que remita el asunto al
órgano jurisdiccional competente (artículos 44 y 46.3 d. 4).

3-1-1- Fueros generales de las personas naturales


El artículo 34 establece la competencia territorial de los juzgados en atención
a los fueros generales de las personas naturales. - Así tenemos, que será
competente para conocer de las demandas incoadas contra una persona
natural, el juzgado que ejerza su jurisdicción en el lugar en donde tenga fijado
su domicilio el demandado. Al no hacer referencia específica este artículo a la
clase de pretensión o tipo de demanda que se ejercite en contra del demandado
para determinar la competencia de ese juzgado, debemos entender que puede
ser cualquier tipo de pretensión o clase de demanda de las que no se
encuentran incluidas en el artículo 36, que regula los fueros especiales.
3-1-2.- Fueros generales de las personas jurídicas y de los entes sin
personalidad.
El artículo 35 CPC a su vez establece la competencia territorial de los
juzgados en atención a los fueros generales de las personas jurídicas y de los
entes sin personalidad.- Igual comentario que hicimos respecto al fuero
general de las personas naturales se hace con respecto a estos.-
Hay que hacer la observación de que este artículo aparentemente sólo
reconoce la sumisión expresa para renunciar al fuero general, pero en atención
a la disposición general contemplada en el artículo 38 de este mismo cuerpo
legal, entendemos que también procede la sumisión tácita.
3-2.- Fueros legales especiales
Son aquellas normas atributivas de competencia territorial de carácter
imperativo que, a diferencia de las normas de los fueros generales, no queda a
criterio de las partes renunciar al juzgado que la ley señala como el
competente.- No pueden las partes someterse a la competencia de otro
juzgado, ni expresa, ni tácitamente.- Otra diferencia con las normas de los
fueros generales, es que en estas el órgano jurisdiccional no puede examinar
su propia competencia; es decir, no puede de oficio declarar su incompetencia
y tiene que esperar a que las partes denuncien la misma a través de la
declinatoria; en cambio, en lo que se refiere a los fueros especiales el juez sí
puede examinar su propia competencia y puede también declarar de oficio su
falta de competencia, previo a oír a las partes personadas y al Ministerio
Público en atención al principio de audiencia..- Se aplican indistintamente
para las personas naturales como a las jurídicas y todas están comprendidas en
el artículo 36 del CPC.

3-3.- Otras normas de carácter imperativo


Entre las normas competenciales imperativas y vinculantes como normas
especiales, pueden ser citadas:

 Las establecidas en los cuatro párrafos del artículo 747 CPC, que regula
la ejecución de títulos judiciales.
 Las contenidas en el artículo 678 CPC sobre el proceso monitorio.
 Las específicas de los procesos de familia.

ARTÍCULO 37.- ACUMULACIÓN DE PRETENSIONES Y


LITISCONSORCIO PASIVO.

1. Cuando se ejerciten conjuntamente varias pretensiones frente a una o


varias personas será órgano jurisdiccional competente el del lugar
correspondiente a la pretensión que sea fundamento de las demás; en
su defecto, aquél que deba conocer del mayor número de las
pretensiones acumuladas y, en último caso, el del lugar que
corresponda a la pretensión más importante cuantitativamente.

2.  Cuando hubiere varios demandados y, conforme a las reglas


establecidas en este artículo y en los anteriores, pudiera corresponder
la competencia territorial a los jueces de más de un lugar, la demanda
podrá presentarse ante cualquiera de ellos, a elección del demandante.

ARTÍCULO 38.- CARÁCTER DISPOSITIVO DE LAS NORMAS


SOBRE COMPETENCIA TERRITORIAL.

1. Las reglas legales atributivas de la competencia territorial sólo se


aplicarán en defecto de sumisión expresa o tácita de las partes a los
juzgados de una determinada circunscripción. Se exceptúan las reglas
establecidas en este Código que atribuyan la competencia territorial
con carácter imperativo.

2. La sumisión de las partes sólo será válida y eficaz cuando se haga a


juzgados con competencia objetiva para conocer del asunto de que se
trate.

3. No será válida la sumisión expresa contenida en contratos de


adhesión, o que contengan condiciones generales impuestas por una
de las partes, o que se hayan celebrado con consumidores o usuarios.

En los comentarios a los artículos anteriores hemos abordado ya lo que se


regula en el presente artículo. Sólo las normas contenidas en los fueros
generales son de carácter dispositivo, pudiendo las partes renunciar a ellas por
medio de la sumisión expresa o la tácita. Sin embargo, para completar los
comentarios anteriores, procede significar que la sumisión expresa contenida
en cláusulas de contratos de adhesión no será válida y en consecuencia el
demandado, sino se somete tácitamente a la competencia de ese juzgado,
podrá denunciar por medio de la declinatoria la falta de competencia
territorial.
Por otra parte, se reafirma que las normas de carácter imperativo, es decir,
todas las contempladas en el artículo 36, además de las del 747 y 678 CPC, no
son de carácter dispositivo y no puede haber sumisión expresa o tácita a otro
juzgado, lo que conlleva a la revisión de oficio por el juez sobre su propia
competencia y a la nulidad absoluta de actuaciones declarada de oficio por los
tribunales superiores conociendo por vía de apelación o de casación cuando
adviertan que el juez de primera instancia carecía de competencia territorial
por no ser el llamado por la ley para conocer del asunto, ya que las normas
imperativas fijaban la competencia a otro juzgado.
Igualmente se reafirma lo anteriormente dicho, en el sentido de que sólo será
válida la sumisión expresa o tácita de las partes, cuando el tribunal sin
competencia territorial, fijada la misma por los fueros generales, a quien se
sometan, sea también objetivamente competente.

ARTÍCULO 39.- SUMISIÓN EXPRESA.

1. Se entenderá por sumisión expresa la pactada por los interesados


designando con precisión el territorio a cuyos tribunales se
sometieren.

2. Cuando en dicho territorio existan varios tribunales de la misma


clase, el reparto de los casos determinará a cuál de ellos corresponde
conocer del litigio, sin que las partes puedan someterse a un
determinado tribunal con exclusión de los otros.

A diferencia de lo contemplado en la LOAT sobre la sumisión expresa, en


donde se exigía designar claramente el juzgado ante quien se sometían las
partes, en el CPC se rechaza esta situación, haciendo una prohibición tajante
de designar un juzgado en especial y ordenando que la sumisión expresa sea a
la competencia de los juzgados de un determinado territorio de la República y
será el órgano encargado de aplicar las normas del reparto de asuntos, el que
decidirá qué juzgado en concreto conocerá de esa demanda. Claro está, que, si
en esa parte del territorio sólo exista un juzgado, la sumisión será válida a ese
único juzgado.

En el artículo 36 nos habla de los fueros legales especiales


Dice que se contempla los fueros especiales, los cuales determinan la
competencia territorial del tribunal considerando pretensiones y objetos
procesales diferentes; ya que hace referencia a los litigios acerca de:
acciones reales sobre bienes inmuebles, juicios sobre cuestiones
hereditarias, acciones relativas a la asistencia o representación de
incapaces, incapacitados o declarados pródigos, etc. Además de los casos
referidos en este precepto, ha de tenerse en cuenta que existen otros fueros
especiales imperativos, previstos para determinados procesos especiales.

Los fueros legales especiales no imperativos, es decir, aquellos que se aplican


en supuestos en los que siendo posible sumisión tácita o expresa, la misma
no se produce, son escasos en la ley y han de ser aplicados de modo
preferente a los fueros legales generales.
El articulo 37 nos habla de la acumulación de pretensiones y litisconsorcio
pasivo
Podemos definir la acumulación como una institución procesal que se
presenta cuando hay más de una pretensión o más de dos personas
(como demandantes o como demandados) en un proceso. ... Estas acciones
acumuladas se tramitan como un solo proceso en forma y se resuelven
conjuntamente en una sola sentencia. El litisconsorcio o litisconsorte es una
figura jurídica que se presenta cuando dentro de un proceso judicial concurren
varios sujetos de derecho en un mismo extremo del conflicto procesal, es
decir, en la parte demandante o en la parte demandada.

El articulo 38 nos habla de carácter dispositivo de las normas sobre


competencia territorial.
Este es un principio según el cual, en el proceso civil, las partes pueden
escoger el tribunal al que dirigirse para resolver su controversia en aquellos
supuestos en los que la competencia no venga determinada expresamente por
la ley.

Y el articulo 39 nos habla de la sumisión expresa.


Esta es un pacto explicito, generalmente previo al proceso, en virtud del cual
las partes fijan el órgano competente objetivamente de un determinado
territorio ante el que dirimir sus controversias. La sumisión expresa consiste
en un pacto ajeno y anterior al proceso por el que las partes se someten a un
determinado órgano jurisdiccional competente objetivamente para el
conocimiento del litigio.
Por lo tanto, por sumisión expresa cabe entender “aquel acto pre procesal en
virtud del cual los interesados convienen o pactan que, en caso de surgir entre
ellos un proceso, se someterán territorialmente al juzgado o tribunal de un
determinado lugar”, o “aquella manifestación de voluntad que caracteriza al
fuero convencional consistente en un pacto o contrato realizado por las partes
antes del proceso, incorporando para ello, generalmente, una cláusula en dicho
sentido al negocio jurídico que se celebre en el que se acuerda y declara la
competencia de los órganos judiciales de un territorio concreto para el
hipotético supuesto de que surja algún litigio entre las partes que integran el
negocio jurídico material celebrado, exigiéndose para su validez una serie de
requisitos determinados por la jurisprudencia”.

También podría gustarte