Miriam Cesia Nina Lucana

¿Son alumnos o estudiantes?

Todo parte de la definición correcta, de los conceptos mentales propios sobre temas, en este
sentido, si un currículo es: “un conjunto de actividades y experiencias que tienen lugar en las
instituciones educativas, encaminadas a asegurar el aprendizaje y el desarrollo integral de los
educandos, para que actúen adecuadamente sobre el contexto” (UN ACERCAMIENTO AL
CURRÍCULO Texto adaptado de Currículo y planeación educativa de Enrique Hoyos Regino et
al.,).

Si estás actividades y experiencias lograrán el correcto desarrollo en los educandos, es evidente

que se deben planificar de manera idónea, por tanto, me pregunto ¿Cuánto tiempo disponen los
docentes para planificar y/o actualizar su currículo?, además entendiendo que tenemos distintos
tipos de currículo, ¿Qué tanto difiere el currículo oficial del currículo operacional en la mayoría
de los docentes?, ¿Se tomaran los docentes un tiempo para analizar los currículos nulo, oculto y
extracurricular?. Son preguntas que a la luz de los resultados presentados por los modelos
pedagógicos aplicados actualmente en las escuelas superiores, nos permitir suponer respuestas
pesimistas sobre el poco interés y motivación pedagógica que tienen la mayoría de los docentes
actuales por un lado, y por otro los esquemas mentales que tienen respecto a los modelos
filosóficos y psicológicos, todo el conjunto de perspectivas que tienen arraigados definen su forma
de enseñanza, “los estudiantes, futuros maestros, enseñarán a sus estudiantes como se les enseñe
a ellos” (PERSPECTIVAS Y MODELOS PEDAGÓGICOS). Y seguramente muchos docentes
excusaran su poco o ningún aporte en la actualización del currículo, considerando sus limitaciones
en el currículo según el nivel de concreción del diseño curricular, donde efectivamente ellos tienen
poca presencia en el nivel macro y meso, aunque en el nivel micro, pueden realizar propuestas o
apoyarse en ultimas instancias del currículo operacional y las flexibilidades presentes en la
institución de enseñanza. Por tanto no hay excusa para no darle importancia al desarrollo de un
currículo con fundamentos correctos y perspectivas claras.

Partiendo del concepto de currículo es inevitable no hablar del modelo pedagógico aplicado en
los Institutos de Educación Superior, según la síntesis realizada por Rafael Flores (2022) sobre
los principales modelos pedagógicos, se evidencia en la actualidad que prevalecen el modelo
pedagógico tradicional y el modelo pedagógico conductista. Lo cual es alarmante para la
actualidad en que vivimos, donde tenemos mejores modelos pedagógicos, más recientes y
actualizados, además considerando que ambas perspectivas van dirigidas con un fin de evaluación
estático en este mundo cambiante, donde la mente no es una estructura plana o espejo fiel.
Considerando todos estos factores es necesario cuestionarnos: ¿Qué modelos pedagógicos se
deberían considerar de aquí en adelante? ¿Qué deberíamos rescatar de los modelos pedagógicos
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aplicados actualmente? ¿Será necesario un matiz de ambos modelos pedagógicos mezclados? O

¿en que casos puedo aplicar un modelo pedagógico ante otro?

Por otro lado, desviando la mirada hacia los educandos, sabemos que principal problema en las
Escuelas de Educación Superior Públicas es el cogobierno, donde cuesta ponerse de acuerdo sobre
variados temas, entre ellos el currículo tanto macro, meso y micro, los cuales dejan insatisfechos
a muchos de los estudiantes que al culminar sus estudios terminan decepcionándose de la
educación recibida la cual no aporto de manera significativa a su contexto. Muchas veces algunos
de estos manifestantes, caen en la errónea idea de pensar y soñar con la aplicación de un modelo
pedagógico romántico, donde ellos tengan extrema libertad en elegir sus conocimientos.

Por tanto, es necesario buscar un equilibrio entre el modelo pedagógico que prevalecerá,
considerando el fin ultimo que se persigue en la formación de los estudiantes, en el cual ambos,
tanto docentes como estudiantes, deberían coincidir, pero ¿será que la visión de formación que
persiguen es la misma?, realmente no, vemos que tenemos muchos y variados fundamentos
filosóficos, desde los más radicales como el marxismo, idealismo y realismo, hasta el
personalismo, existencialismo y pragmatismo. Donde muchas veces aun inconscientemente ya
tenemos los conceptos mentales sobre lo real, el hombre, el conocimiento, el fin del hombre su
educación y por ende esto define el tipo de currículo que perseguimos. (FUNDAMENTOS
FILOSÓFICOS DEL CURRÍCULO Texto adaptado de Fundamentos del currículo de Jaime Ortiz
(2009) y Fundamentos del currículo de Carmen Lizcano (1978))

Por ello reflexionando es evidente que necesitamos docentes con disposición al cambio, al cambio
de sus estructuras mentales que fortalecieron posiblemente por años y ese es el punto de esta
redacción el cambio empieza por definir el concepto que tengo del estudiante antes de su
formación, durante y después de la misma, esto se puede evidenciar inclusive desde la forma en
que muchos docentes llaman a sus educandos: siendo alumnos (del latín que significa sin luz, “un
discípulo respecto de su maestro”) o estudiante (persona 'que estudia', independientemente de si
es autodidacta o si tiene un profesor), según el DRAE.

Como conclusión, podría referir a raíz de lo planteado que, ponerse de acuerdo en los términos
entre los distintos actores en la educación, definir a cabalidad los conceptos mentales y/o estar
dispuestos al cambio de los mismos, además de fijar actividades intencionadas para que este
cambio se desarrolle puede contribuir de manera significativa en la Educación Superior.

Como menciona SANMARTÍ (1997) : “enseñar, aprender y evaluar son en realidad tres procesos
inseparables”. Y ambos procesos puede realizarlos de igual manera un docente, de manera tal que
se perfeccione a si mismo, de la mano con el estudiante.
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Además mencionar la importancia de la perspectiva constructivista, por el tipo de aprendizaje

que consigue en el proceso, el cual es significativo. Siendo de igual forma un proceso de
construcción el cual parte lógicamente por sus conocimientos previos, entendiendo que el
estudiante razona y ya tiene esquemas preestablecidos a raíz de actividades externas e internas,
por los cuales se parte como punto de partida. Además de ser el mismo estudiante el responsable
último de su propio proceso de aprendizaje, el docente por otro lado no solo se limita a crear
condiciones óptimas para que el estudiante despliegue una actividad mental constructiva, sino que
debe orientar y guiar explícita y deliberadamente dicha actividad. (CONCEPCIÓN
CONSTRUCTIVISTA DEL APRENDIZAJE Texto adaptado de Frida Diaz Barriga y Gerardo
Hernández: Constructivismo y aprendizaje significativo).

Por último no olvidemos que una enseñanza de calidad requiere de un docente que tenga claridad
acerca de lo que va a enseñar, que sienta gusto por su oficio y por abrirles horizontes culturales a
los jóvenes, sin menospreciar sus conocimientos previos o su contexto. (EUPG- DESBC por
Rafael Flores, 2022)

Bibliografía
EUPG - DESBC. (2022). CONCEPCIÓN CONSTRUCTIVISTA DEL APRENDIZAJE Texto
adaptado de Frida Diaz Barriga y Gerardo Hernández: Constructivismo y aprendizaje
significativo. Teorías psicológicas y constructivismo. Cochabamba.

EUPG - DESBC. (2022). FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS DEL CURRÍCULO Texto adaptado

de Fundamentos del currículo de Jaime Ortiz (2009) y Fundamentos del currículo de
Carmen Lizcano (1978). Currículo y fundamentos filosóficos. Cochabamba.

EUPG - DESBC. (2022). FUNDAMENTOS PSICOLÓGICOS DEL CURRÍCULO. Teorías

psicológicas y constructivismo. Cochabamba.

EUPG - DESBC. (2022). UN ACERCAMIENTO AL CURRÍCULO Texto adaptado de Currículo

y planeación educativa de Enrique Hoyos Regino et al.,. Currículo y fundamentos
filosóficos. Cochabamba, Bolivia.

EUPG- DESBC por Rafael Flores. (2022). PERSPECTIVAS Y MODELOS PEDAGÓGICOS.

Modelo pedagógico constructivista. Cochabamba.

SANMARTÍ, N., & JORBA, J. (1997). Evaluación formativa y la autosocioconstrucción del.

Barcelona: impreso universitario.

DRAE - REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión
23.5 en línea]. <https://dle.rae.es> [13/03/2022].