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Varios filósofos explican que las leyes positivas deben cumplir y respetar el derecho
natural de las personas, ya que deben respetar ciertos derechos que son inherentes al
ser humano, que a su vez son inalienables, por lo cual su violación debe ser castigada
por tratarse de una violación de un derecho fundamental de los seres humanos, lo que
haría que dicha ley positiva no puede ser aplicable bajo ningún concepto y los
ciudadanos puedan optar por su no cumplimiento en razón de su condición de
injusticia.
El derecho natural es una doctrina ética y jurídica que defiende dicha existencia de los
derechos del hombre fundados o determinados en la naturaleza humana, que estos
son anteriores y superiores al derecho positivo, es decir, que la vida humana por
ejemplo así como la libertad, son derechos previos y anteriores a cualquier ley positiva,
por lo cual dicho derecho positivo debe respetarlos y defenderlos siempre, por su
condición de derechos fundamentales.
Es por ello que varios filósofos, doctrinarios y estudiosos del derecho explican y
defienden que la validez de una ley depende de su justicia, ya que una ley injusta que
atente contra los derechos fundamentales del ser humano no puede ser válida, con lo
cual su aplicación quedaría en desuso, porque una ley injusta va en contra de
cualquier precepto y concepto del Estado de Derecho que deben gozar los ciudadanos
de cualquier territorio.
Es por esto que el filósofo Jonh Lock dice: “sería legítimo resistirse a la autoridad
cuando intenta imponer el cumplimiento de una ley injusta o aquella ley que no sea
compatible con la ley natural”, por ejemplo: la actuación de los nazis que realizaron
atrocidades permitidas por la ley y por el derecho positivo en vigor, lo cual no quiere
decir que hayan sido leyes justas, por el contrario eran violatorias de los derechos
fundamentales de las personas, lo cual en la actualidad cualquier militar, policía o
hasta los propios ciudadanos deben resistirse al cumplimiento de una norma violatoria
de los derechos humanos de las personas.
En el siglo XIX, en Europa, la Escuela de Historia del Derecho busca limar diferencias
con el iuspositivismo y sostiene que las tradiciones históricas y el Derecho
Consuetudinario como fuentes de todo sistema jurídico deben regir los ordenamientos
jurídicos, teniendo como gran autor de dichos razonamientos a Frederich Carl Von
Savigny.
Se llama derecho natural a una doctrina de tipo ético y jurídico que defiende la
existencia de ciertos derechos propios y particulares de la condición humana, es
decir, ciertos derechos fundamentados en la naturaleza misma del ser humano y que
por lo tanto resultarían inalienables. Este tipo de derechos serían universales, además
de anteriores y superiores a cualquier otro ordenamiento jurídico.
Al mismo tiempo, el derecho natural es considerado una de las fuentes del derecho,
junto a la costumbre (consuetudinario) y al derecho escrito (positivo), ya que sus
postulados nacen junto con el ser humano, y por ende son la base de los Derechos
Humanos Universales como los entendemos hoy en día.
Características del derecho natural. A diferencia del derecho positivo, que está escrito, el
derecho natural emana de la condición humana misma, por lo que no requiere de estar
asentado en soporte alguno, pues tampoco establece diferencias entre los individuos a
los que ampara. No hay distinción posible en la aplicación o defensa de los derechos
naturales, sin importar condiciones como etnia, nacionalidad, religión, orientación
sexual, etc.
Los derechos naturales actúan como un marco supralegal, dado que sus
consideraciones sobre el bien y el mal son universales.
Las leyes positivas son dictadas por los cuerpos legislativos competentes, y son lo que
comúnmente llamamos “la ley” o “las leyes”, es decir, un orden jurídico determinado
para que una población rija su convivencia a través de él. Las Cartas Magnas, las
ordenanzas municipales, los códigos penales, son todos ejemplos de Derecho positivo.
EL ESTADO
En esta primera parte, Hobbes comienza por el estudio del hombre en sí mismo para
poder, a partir de ahí, estudiarlo en sociedad. Analiza el conocimiento humano, cuyo
origen fundamenta en la experiencia. La experiencia, según Hobbes, se forma por la
repetición de hechos que se irán almacenando en la memoria, por lo que son fuente de
sensaciones que permiten la producción de imágenes memorizadas. Los recuerdos
son utilizados en estas combinaciones mentales y posibilitan al hombre simular los
acontecimientos futuros y adquirir, por lo tanto, una indispensable prudencia. El
hombre actuará según su experiencia, mediante la cual tratará de evitar los resultados
indeseados que ha sufrido en momentos anteriores. El elemento fundamental que hará
que este proceso sea mucho más rápido es la palabra, ya que permite el tránsito de lo
mental a lo verbal, oral y escrito, razón por la cual favorece la emergencia de la
verdad. Si decimos la verdad podemos transmitir nuestra experiencia y recibir la de
otros, con lo cual podremos complementarnos mutuamente. Sin embargo, al tener
datos equivocados, la ausencia de veracidad en esta comunicación tendría un efecto
nefasto sobre nuestra prudencia. El discurso es, sin embargo, fuente de errores y de
engaños que deben ser eliminados con el fin de obtener definiciones rigurosas que, a
su vez, se conviertan en vías de acceso a la ciencia. Estos errores no tienen por qué
ser inevitablemente malintencionados por el prójimo, sino que pueden ser producto de
una falta de precisión lingüística. La palabra es la base de la razón y se adquiere por la
acción, siendo esta fuente de sensaciones y de imágenes que se intelectualizan tras la
adquisición de una metodología. La razón se caracteriza, según Hobbes, por el
“cálculo de las consecuencias” de nuestros pensamientos. Descompondrá la situación
que se presenta ante ella y analizará, según su experiencia, los posibles
acontecimientos futuros para elegir el que más le convenga.
La persona actúa según los impulsos que recibe del exterior, por lo que intentará a
toda costa evitar los impulsos que le resulten desagradables y conseguir todos los
agradables posibles.
El problema surge cuando estas fuentes de placer hay que compartirlas con otras
personas o interfieren con sus deseos. Ello determina que cada ser humano esté en
continua guerra con los demás. Esta situación en la que vive el ser humano en su
estado natural encontró su mejor definición en dos de sus sentencias más
universalmente conocidas: Bellum omnium contra omnes («Guerra de todos contra
todos»); y Homo homini lupus est («El hombre es un lobo para el hombre»).
En este proceso de análisis del ser humano y de sus sentidos llega a una serie de
definiciones que serán cruciales para su filosofía. Señala la importancia de estas
definiciones, para lo cual insinúa que está intentando axiomatizar la humanidad
siguiendo el modelo de la geometría. Esta influencia de las ciencias exactas se percibe
en la manera tan objetiva y carente de sentimiento en la que describe las pasiones.
Por ejemplo:
Lo que de algún modo es objeto de cualquier apetito o deseo humano es lo que con
respecto a él se llama bueno; y el objeto de su odio y aversión, malo; y de su
desprecio, vil e inconsiderable o indigno. Pero estas palabras de bueno, malo y
despreciable siempre se usan en relación con la persona que las utiliza. No son
siempre y absolutamente tales, ni ninguna regla de bien y de mal puede tomarse de la
naturaleza de los objetos mismos, sino del individuo (donde no existe Estado) o (en un
Estado) de la persona que lo representa, o de un árbitro o juez a quien los hombres
permiten establecer e imponer como sentencia su regla del bien y del mal.
Le sigue una larga secuencia de definiciones similares como la esperanza (apetito con
opinión de obtener) o lo honorable (cualquier acción, cualidad o argumento que sea
señal de poder) por ejemplo.
El capítulo XIII es una exposición de la condición natural del hombre. Abarca el marco
de su felicidad e infelicidad. Contiene la célebre frase anteriormente citada, “Bellum
omnium contra omnes”. La vida del hombre es solitaria, pobre, malévola, bruta y corta.
Hobbes encuentra tres motivos básicos por los cuales hay conflictos en el estado de
naturaleza: el primero es la competición, que hace que el hombre invada para obtener
algo; el segundo, la desconfianza, para la seguridad; y el tercero, la gloria, para la
reputación.
De estos tres conceptos partirán las leyes de naturaleza hobbesianas. Hobbes define
19 leyes de naturaleza. Sin embargo, las leyes primera y segunda son las más
importantes, y de ellas se van a deducir todas las demás. La primera ley se compone
de dos partes: Cada hombre debe procurar la paz hasta donde tenga esperanza de
lograrla, y, cuando no puede conseguirla, entonces puede buscar y usar todas las
ventajas y ayudas de la guerra. La segunda parte se refiere al derecho natural, a la
libertad de cada hombre, que lo autoriza a usar su propio poder, según le plazca, para
la preservación de su propia vida, y por lo tanto de hacer cualquier cosa que conciba
como la más adecuada para alcanzar ese fin. De esta ley se va a derivar la segunda
ley: Un hombre debe estar deseoso, cuando otros lo están también, y a fin de
conseguir la paz y la defensa personal hasta donde le parezca necesario, de no hacer
uso de su derecho a todo, y de contentarse con tanta libertad en su relación con los
otros hombres, como la que él permitiría a los otros en su trato con él. De aquí en
adelante, las leyes de Hobbes van a definir el contrato social, que es la base del
siguiente capítulo.
Hobbes desarrolla su idea del contrato o pacto social, desarrollado por los hombres
como garantía de la seguridad individual y como forma de poner fin a los conflictos
que, por naturaleza, generan estos intereses individuales. Así, a las pasiones naturales
del hombre se oponen las leyes morales, siendo a su vez leyes naturales. Las leyes
naturales son concebidas tanto como teoremas de la razón y como mandamientos de
Dios, con lo cual es constante la interpretación de que con ello Hobbes intenta tanto
persuadir a quienes son creyentes como a los que desconocen la idea de una
autoridad divina, siendo que los teoremas son axiomas que ayudan con la finalidad de
la auto conservación.
El propósito que Hobbes da al principio del segundo libro es describir la causa final, el
fin o el deseo de los hombres (que aman la libertad y el dominio sobre otros) en la auto
imposición de los límites en los que viven en sociedad que es un instrumento para su
propia preservación y, consecuentemente, para obtener una vida más tranquila; es
decir, para librarse de la terrible condición de constante guerra, que como fue
demostrada en la primera parte, es natural a las pasiones del hombre cuando no hay
poder visible que las limite y controle por el miedo al castigo a aquellos que las lleven a
cabo.
Aunque haya habido otras formas de gobierno en el pasado, como fueron la tiranía y la
oligarquía, Hobbes no las consideraba nombres de otras formas de gobierno sino las
mismas con otro nombre. Pues aquellos que están descontentos con la monarquía la
llaman tiranía y aquellos que están descontentos con la aristocracia la llaman
oligarquía, al igual que aquellos que no les gusta la democracia la llaman anarquía
(que significa falta o ausencia de gobierno).
Para Hobbes, el más práctico es la monarquía; ya que la diferencia entre estos tipos
de gobierno no consiste en la diferencia del poder, sino en la conveniencia o aptitud de
asegurar la paz y la seguridad del pueblo; al fin y al cabo, es el motivo por el cual se
instituyen.
Al comparar la monarquía con las otras dos, de esto deduce que donde los intereses
públicos y lo privados están muy unidos, los públicos se ven más favorecidos. En la
monarquía el interés público y el privado son el mismo. Las riquezas, el poder, y el
honor del monarca surgen de las riquezas, fuerza y reputación de sus súbditos. Es
imposible que el rey sea rico, glorioso o poderoso si su pueblo es pobre, sin
aspiraciones, o débil debido a la pobreza o la ignorancia, como para mantener una
guerra contra sus enemigos. Mientras que en la democracia o la aristocracia, la
propiedad pública no da tanta fortuna individual, dando lugar a la corrupción, el mal
uso de la ambición, a la traición o a la guerra civil.
Hobbes considera la realidad política en la que vive y desarrolla una serie de
explicaciones para la sucesión paterno filial; si falta la denotación expresa de un
heredero por parte del monarca, se seguirá la tradición. Esta establece que el varón
primogénito será el heredero de su padre, teniendo inmediato derecho de sucesión por
costumbre; se supone que el monarca lo habría declarado así en vida, al ser tradición
de generaciones. Por tanto, en la práctica, se vuelve al varón primogénito como
heredero.
En esta tercera parte, y por lo que respecta a las relaciones entre el poder espiritual y
el poder temporal, Hobbes abogaba por la total sumisión de la Iglesia al soberano.
Hobbes analiza varios libros que son aceptados por distintas sectas y la cuestión de la
verdadera autoridad de las escrituras.
Para Hobbes, es un manifiesto de que nadie puede saber cuál es la palabra de Dios
(aunque los cristianos la crean) al menos que Dios se lo haya dicho personalmente.
Por tanto la verdadera pregunta es: ¿Qué autoridad tiene la ley? Como era de
esperarse, Hobbes concluye que no hay una forma certera de saberlo si no es por
medio del poder civil: a aquel a quien Dios no le haya revelado personalmente que son
suyos, ni que aquel que los hizo fue enviado por Dios mismo, tiene obligación de
obedecer a nadie cuya voluntad no sea ley. Por tanto sólo hay obligación de obedecer
al soberano del Estado, el cual sólo tiene poder legislativo.
Discute los Diez Mandamientos, y se pregunta quién los dio para que tengan fuerza de
ley. No hay duda de que la ley la dio Dios mismo, pero éstos ni obligan ni son ley para
aquellos que no lo reconozcan como acto del poder soberano. ¿Cómo sabía el pueblo
de Israel que fue Dios quien se los dio, y no Moisés, si no pudieron acercarse al
monte? Concluye que la promulgación de la ley de las Escrituras es tarea del soberano
civil.
Finalmente, se plantea qué poder tiene la Iglesia sobre aquellos que, siendo
soberanos, han elegido la fe cristiana. Concluye que los reyes cristianos son los
pastores supremos de su pueblo y tienen el poder de ordenar a sus pastores lo que
deseen, pueden enseñar a la iglesia, es decir, instruir a sus súbditos.
Ésta tercera parte está repleta de enseñanzas bíblicas. Sin embargo, una vez
aceptado el argumento principal de Hobbes (que nadie puede estar seguro de la
revelación divina del prójimo) a su conclusión (que el poder religioso ha de estar
subordinado al poder civil) se llega por deducción.
Debido al momento histórico en el que esta obra fue redactada, las largas
explicaciones que se exponen en esta tercera parte fueron necesarias. La necesidad
que Hobbes veía de la supremacía del poder soberano surgió por una parte por las
consecuencias de la guerra civil, y por otra, para destruir la amenaza de los papas de
Roma, dedicándole bastante esfuerzo a esta última idea.
En esta cuarta parte, ejerce una severa crítica a la Iglesia, a la cual acusaba (tras
denunciar las tradiciones fabulosas que sostienen al conjunto de la mitología cristiana)
de estar impregnadas, incluso, de cierto ateísmo. No obstante, y con el fin de evitar
eventuales represalias y censuras eclesiásticas, en el apéndice con que concluye
Leviatán intentó atemperar sus posiciones recurriendo para ello al examen de la
jurisprudencia sobre la herejía.
Montesquieu fue quien planteó una dura crítica a las costumbres y forma de vida de los
franceses, crea una tesis sociológica y defiende que los acontecimientos del hombre
no son obra del azar, sino obra de causas determinadas.
Montesquieu sostenía que las leyes de la naturaleza, llamadas así porque derivan
únicamente de la constitución de nuestro ser. Para conocerlas bien, hay que
considerar a un hombre antes del establecimiento de las sociedades. En dicho estado,
las leyes que se reciben son las de la naturaleza. En su estado natural, el hombre,
tendría la facultad de conocer y sus primeras ideas no serían especulativas. Pensaría
en la conservación. Un hombre así, sólo sería consciente de su debilidad y su timidez
ante un mundo desconocido. En estas condiciones cada uno se sentiría inferior a los
demás o igual, de modo que nadie tendría razones para atacar a los otros. Y es así
como la paz se convertiría en la primera ley natural. Su debilidad abriría el paso a sus
necesidades y de esa manera nacería otra ley natural. El temor, el placer, la atracción,
el conocimiento, constituiría la tercera ley natural. Y el deseo de vivir en sociedad es la
cuarta ley natural.
Estas dos clases de estados de guerra establecen las leyes entre los hombres,
habitantes de un planeta, en el que es necesario que haya muchos pueblos, éstos
tienen leyes en las relaciones que sostienen los unos con los otros, es el Derecho de
gentes. Al vivir en una sociedad, se tienen leyes que regulan la relación entre
gobernantes y gobernados, se trata del Derecho político. También existen leyes que
establecen en las relaciones que los ciudadanos tienen entre sí, se habla del derecho
civil. Una sociedad no podría subsistir sin un gobierno. La reunión de todas las fuerzas
particulares forma lo que se llama un Estado Político. En cada Estado hay tres clases
de poderes:
El legislativo: el príncipe o magistrado hace las leyes para cierto tiempo o para
siempre, y corrige o deroga las que están hechas.
Los poderes del Estado o los poderes públicos son las distintas instituciones que
conforman al Estado. Ejercen su rol de controlador y garante de la vida pública y
del estado de derecho.
Funcionan de acuerdo al principio de la separación de poderes públicos, propuesta por
Montesquieu en el siglo XVIII, como un mecanismo que garantizase un Estado más
justo y equitativo, que se vigilase a sí mismo.
Tras la caída del Antiguo Régimen durante la Edad Moderna, se abolió el absolutismo
como sistema de gobierno en el que un rey y su séquito tenían el control pleno e
indiscutible del Estado. En su lugar, las nuevas sociedades establecieron que el
Estado fuera ejercido por toda la ciudadanía.
Así, la soberanía recayó sobre los ciudadanos, que podían ser electos para cargos
públicos, tomando decisiones respecto a dónde iría el país. Para ello, era
indispensable que el Estado tuviera contrapesos, o sea, que su poder no fuera
absoluto e indiscutible, sino que pudiera ser controlado por otras instancias públicas,
que pasaron a llamarse poderes del Estado.
Dichos poderes deben ser, idealmente, independientes el uno del otro, soberanos e
igualmente poderosos, ya que los tres deben circunscribirse a la Constitución y su
marco jurídico de leyes. Cada uno a su manera, tiene la misión de velar por la
adecuación de los otros, haciendo de contrapeso y evitando así que el Estado sea
controlado por una única instancia.
Este cargo suele ser electo por voto popular (directo o indirecto) y puede estar
secundado por un vicepresidente (o varios). Se encuentra descentralizado en el caso
de Repúblicas Federales en el mandato de gobernadores provinciales.
Las constituciones de cada país estipulan los mecanismos para elegir, desestimar o
reelegir (si posible) al Presidente, y también las atribuciones que al poder ejecutivo
corresponden, que generalmente son de tipo político y administrativo.
Además, el poder judicial se encarga de resolver las controversias y conflictos entre los
demás poderes públicos, siempre a la luz de lo establecido en la Carta Magna.
De este modo, el poder judicial transmite sus decisiones mediante sentencias, que
constituyen documentos jurídicos y forman parte de la historia jurídica de la nación.
ELEMENTOS DEL ESTADO
Los elementos del Estado más importantes son la población, territorio, gobierno y la
soberanía. El Estado es una forma de organización social dotada de soberanía, que es
el poder supremo que reside en los ciudadanos.
La palabra Estado suele ser confundida con gobierno. Sin embargo, hay que aclarar
que el gobierno es simplemente un elemento del Estado. Sumado a esto, los gobiernos
no son permanentes (tienen un duración de 5 o 10 años a lo sumo) mientras que el
Estado existe aún después de que ha acabado el gobierno.
Otra aclaratoria necesaria es que Estado no es sinónimo de nación, puesto que esta
última forma de organización carece de poder político. Todo Estado debe contar con
cuatro elementos básicos: una población, un territorio, un gobierno y soberanía
nacional.
El Estado necesita (a) una población que le otorgue soberanía, (b) un territorio en el
cual desenvolverse, (c) un gobierno a través del cual ejercer y (d) el poder para ejercer
su autoridad.
1- Territorio
La extensión del territorio varía de una nación a otra. Existen Estados con una
extensión territorial bastante amplia, tales como Rusia, la India, China, Canadá,
Estados Unidos y Brasil.
De igual forma, existen otros Estados con territorios reducidos, tales como Suiza, Sri
Lanka, Luxemburgo, Estado del Vaticano, entre otros.
El territorio de un Estado puede incluir islas. Por ejemplo, el territorio de Corea del Sur
incluye la isla Jeju.
Cabe destacar que el territorio de un Estado no solo incluye el terreno sólido, sino que
también incluye el espacio aéreo sobre este terreno, los cuerpos de agua que se
encuentren dentro de sus límites (ríos, lagos, mares internos, entre otros).
Del mismo modo, la zona costera (en caso de que la haya) pertenece al Estado.
Asimismo, existe la noción de aguas territoriales, lo que quiere decir que la soberanía
de un Estado se extiende más allá de sus costas, sobre el mar.
2- Población
El Estado es una institución humana, lo que quiere decir que está conformada por
personas. Lo que es más, un Estado es una comunidad de individuos. Esto quiere
decir que sin población no puede haber Estado.
De acuerdo con Aristóteles, el número de los miembros de una población no debe ser
muy grande ni muy pequeño. En cualquier caso, debe ser lo suficientemente grande
como para que el Estado pueda autoabastecerse y lo suficientemente pequeño como
para que pueda ser gobernado.
La población de los Estados modernos varía de una nación a otra. Por ejemplo, Suiza
y Canadá tienen poblaciones relativamente pequeñas, mientras que China y la India
tienen poblaciones grandes.
Las personas que viven dentro de los límites de un Estado son llamados “ciudadanos”.
A estos, les es conferido una serie de derechos por su calidad de ciudadanos, tales
como libertad, derecho a la educación, entre otros.
Se denomina “extranjeros” a las personas de un Estado que viven dentro del territorio
de otro Estado que no es el propio.
Estas personas disfrutan de una serie de derechos (no tantos como los ciudadanos) y
están sujetos a múltiples deberes. Los extranjeros pueden optar por la ciudadanía del
Estado siguiendo las políticas de este.
3- Gobierno
El gobierno está constituido por una serie de instituciones que le dan al Estado la
autoridad para administrar cuestiones que le atañen, tales como la administración de
las riquezas, la optimización de los servicios (educación, salud, protección), entre
otros.
En este sentido, el Estado ejerce su soberanía a través de los órganos del gobierno.
La división de los órganos del gobierno puede variar de un Estado a otro. Sin embargo,
la división clásica incluye tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial.
– El poder legislativo es el encargado de formular las leyes que regulan el accionar del
gobierno y de los ciudadanos dentro del Estado.
El término “soberanía” proviene del vocablo latino superanus, que significa “supremo”.
En este orden de ideas, la soberanía es el poder supremo: ningún otro poder supera la
soberanía.
Esto quiere decir que la soberanía es el verdadero poder del Estado, el cual le permite
mandar, gobernar y asegurar la obediencia de las personas dentro de los límites de su
territorio.
Harold J. Laski señala que el hecho de que el Estado sea soberano es lo que lo
diferencia de cualquier otra forma de organización humana. Algunas organizaciones
pueden poseer los tres primeros elementos, pero sin el cuarto no se puede hablar de
un Estado.
De acuerdo con Jean Bodin, político francés, la soberanía presenta dos aspectos: uno
interno y uno externo.
– La soberanía interna quiere decir que el Estado tiene poder supremo sobre todos sus
ciudadanos y asociaciones.
– La soberanía externa quiere decir que el Estado es independiente, por lo que tiene el
derecho de no ser intervenido por otros Estados. Asimismo, la soberanía externa
involucra la capacidad del Estado de establecer relaciones con otros Estados.
DERECHO CONSTITUCIONAL
Cada país en el mundo goza de una constitución; es decir, es la Norma Jurídica, que
en sentido general, es una regla de conducta obligatoria o no. En ella, se encuentran
insertas un conjunto de normas para ser llevadas a la práctica, jurídicamente hablando.
Las normas enuncian reglas de conducta. Además, existen leyes naturales, regulan
relaciones necesarias (siempre se cumple o realiza lo que la ley señala) y las normas
relaciones contingentes (se puede cumplir o no cumplir).
Normas Religiosas. Preceptos dictados por dios a los hombres, su violación está
sancionada con el premio o castigo en la vida eterna. Su principal diferencia con la
norma jurídica es la sanción que siempre se aplicará hasta después de la muerte.
En fin, todo esto significa que las normas jurídicas son creadas por
otra persona distinta al destinatario de la norma, y, que ésta, además, es impuesta en
contra de su voluntad; esta característica se opone a la Autonomía que significa que la
norma es creada de acuerdo a la propia conciencia de la persona, es auto legislación
(darse sus propias leyes). Es por ello, que la fuente del derecho, jurídicamente tiene
tres acepciones que son: históricas, reales y formales.
DERECHO CONSTITUCIONAL. Es sobre todo una rama del Derecho, que sienta las
bases del ordenamiento jurídico de un Estado y sobre él, se construye todo el
andamiaje legal de una nación. Este se refiere a la organización y al funcionamiento
del Estado, a la articulación de los elementos básicos del mismo y al establecimiento
de las bases de la estructura política del país.
Según Andueza (2007), es la parte del derecho público que estudia la organización
superior de los poderes del Estado y las bases sustanciales de éste, así como sus
limitaciones frente a los particulares y las fuentes de la Constitución".
Tiene como objetivo primordial el mantenimiento del Estado de Derecho y de las leyes
fundamentales del ser humano. Para ello, propone generalmente la división y
autonomía de los Poderes Públicos, que cumplen funciones de limitación y vigilancia
recíproca, tanto como la soberanía nacional de los Estados nacionales, que dan a sus
respectivos textos constitucionales la última palabra en materia jurídica, y no a los
intereses de otras naciones más poderosas.
Puesto que en la Constitución Nacional de un país se hallan las normas jurídicas que
regulan la vida pública, el Derecho constitucional aspira normalmente al cumplimiento
de lo establecido en este documento. Para ello dispone de distintos organismos
judiciales, encargados de la interpretación y aplicación de las leyes constitucionales,
como pueden ser ciertas salas de los Tribunales Supremos de Justicia (llamadas Salas
Constitucionales).
Por lo tanto, la era constitucional comenzó a fines del siglo XVIII al sancionarse la
Constitución Federal de los Estados Unidos de Filadelfia de 1787 y la
primera Carta Orgánica Francesa de 1791. Durante el siglo XIX, las constituciones
fueron liberales, protegían al individuo frente al poder del estado absoluto. Después
comenzó la era de las constituciones sociales, la primera fue la de México de 1917 y
luego la de Weimar (Alemania), donde se trató de defender al individuo del poder de la
gran empresa económica, por primera vez se reconoció el derecho de la familia y del
grupo obrero.
Por lo tanto, esta rama del derecho garantiza los derechos del pueblo, defendiendo sus
intereses de las voluntades del poder gubernamental, estableciendo los requisitos y
mecanismos de control indispensables para poder modificar cualquier contenido de la
Carta Magna.
PODER CONSTITUYENTE
Sieyes reconoce que todos los ciudadanos tienen derecho a establecer su gobierno.
Pero este gobierno o el manejo de los intereses generales de la comunidad es un
trabajo humano y es de primordial importancia ya que la voluntad de todos y cada uno
cuestiona el bienestar y la libertad de todos.
Como resultado, sin un mandato expreso, los legisladores no deben tocar esta gran
jurisdicción del Estado que uno llama la Constitución.
Este poder está prohibido, con buena razón, en las asambleas ordinarias, para evitar
posibles usurpaciones y ciertas agitaciones. Y cuando es necesario tocar la Ley
Suprema, las personas, suficientemente conscientes, dan un mandato especial a
una Asamblea Constituyente, a una convención, cargada expresamente, y con
exclusión de cualquier otro cuerpo, para revisar la Constitución.
Que el poder constituyente sea titularidad del pueblo no obstaculiza que el ejercicio
efectivo del mismo este a cargo de un órgano convocado al efecto como son
las asambleas constituyentes o las convenciones constituyentes, esto en concordancia
con el principio propio de un gobierno representativo, en este caso los convencionales
o constituyentes actúan por mandato y en representación del pueblo.
CLASIFICACIÒN.
El poder constituyente originario puede actuar dictando una Constitución que no sea la
primera del país. Se trata de un Estado que ya tenía una Constitución, en el cual se
produce un cambio radical de todas sus estructuras (una revolución). La Constitución
que se dicta consagrando nuevas estructuras políticas, sociales y a veces económicas
es el fruto de un poder constituyente originario, aunque no se trate, históricamente de
la primera Constitución del país. En la gran mayoría de los casos en que se dicta una
Constitución luego de un proceso revolucionario, los órganos que intervienen y el
procedimiento que se utiliza para dictarla, no son los previstos en la Constitución
anterior. Si se dictase una nueva Constitución por los órganos previstos por la
Constitución anterior, estaríamos ante una actuación del poder constituyente
derivado.4
...la doctrina mantiene sin vacilaciones el carácter ilimitado y absolutamente libre del
poder constituyente originario, es decir, la inexistencia de límites formales o materiales
en su ejercicio, en cuanto es expresión de una potestad suprema que se identifica con
la soberanía.
Los fraudes en la Constitución fueron prácticas utilizada por los fascistas en Italia y los
nazis en Alemania que trasformaron estados constitucionales en regímenes
radicalmente distintos, todo ello envuelto en una apariencia de continuidad
constitucional aparentemente democrática como nos recuerdan todos los tratados de
derecho político al explicar el fraude constitucional y cuáles son las limitaciones de los
poderes constituyentes.
CONSTITUCIONALISMO LIBERAL
CARACTERÍSTICAS.
Separación del poder público. Se separa en tres poderes: el poder judicial, el
poder legislativo y el poder ejecutivo.
La Soberanía. Proviene del latín "super amus", señor supremo. Supremo poder de
mando lograda por la voluntad política del pueblo para determinarse y
manifestarse) reside en el pueblo, ya nunca más está en el Rey.
ESTRUCTURAS SOCIO-ECONÓMICAS.
CONSTITUCIONALISMO SOCIAL
Pero sin abolir los derechos individuales de los cuales siguen gozando de la protección
del Estado, pero subordinados al bien común.
CARACTERÍSTICAS.
La educación laica
El dominio originario del Estado sobre las tierras
Protección de los derechos de los trabajadores
Derecho a la asociación sindical
Derecho a la huelga
Se trata de una norma constitutiva del tipo concreto de Estado desarrollado por la
Constitución. Es una fórmula compuesta por tres componentes inseparables en
interacción recíproca, a saber:
ESTONIA (1920), que dispone que la vida económica debe respetar los
fundamentos de justicia.
POLONIA (1921), que dispone que el trabajador esta protegido por el Estado,
también la maternidad, la infancia etc.
Estos cuatro elementos, que Nancy Fraser llama los “Talleres ocultos del capital” son
los que debemos tener en consideración si queremos avanzar en la superación el
neoliberalismo. En efecto, si este diagnóstico es correcto, el socialismo puede fallar el
rumbo si hace descansar la aspiración de combatir al
neoliberalismo concibiéndolo solo como un sistema económico y no como un orden
social institucionalizado. Estas condiciones de posibilidad del neoliberalismo nos dan
una visión ampliada de la lucha socialista. Ello supone que nuestro horizonte
emancipador es el de un socialismo de profundización democrática, feminista,
ecologista e internacionalista.
Por ello, en el contexto actual, tenemos que resistir la tentación de pensar que solo con
una cláusula de Estado social y democrático y reconocimiento de derechos sociales,
podremos avanzar hacia un constitucionalismo socialista. Ambos elementos son
condiciones necesarias, pero no suficientes. En este sentido, para avanzar realmente
hacia un constitucionalismo socialista debemos también atender a los “Talleres ocultos
del capital” y, por tanto, orientarnos a:
Una condición para que este horizonte sea posible es la solidaridad. Se ha afirmado de
manera constante que el neoliberalismo habría fragmentado todas nuestras
posibilidades de pensar lo común. Sin embargo, la revuelta social y el proceso
constituyente en desarrollo han sido un ejemplo de resiliencia política. Siguiendo
a Albert Noguera, esto es una señal de que “incluso cuando el neoliberalismo se ha
apoderado de la Constitución normativa, continúa existiendo una Constitución
sociológica a partir de la cual los dominados presentan sus reivindicaciones de
dignidad y fundamentan las formas organizativas de lo colectivo”.
EL ESTADO DE DERECHO
El Estado de Derecho (del alemán Rechtstaat) es un modelo de orden para un país por
el cual todos los miembros de una sociedad (incluidos aquellos en el gobierno) se
consideran igualmente sujetos a códigos y procesos legales divulgados públicamente;
es una condición política que no hace referencia a ninguna ley en concreto.
El Estado de Derecho implica que cada persona está sujeta a la ley, incluidas las
personas que son legisladores, encargados de hacer cumplir la ley y jueces. Cualquier
medida o acción debe estar sujeta a una norma jurídica escrita y las autoridades del
Estado están limitadas estrictamente por un marco jurídico preestablecido que aceptan
y al que se someten en sus formas y contenidos. Por lo tanto, toda decisión de sus
órganos de gobierno ha de estar sujeta a procedimientos regulados por ley y guiados
por absoluto respeto a los derechos.
1. Deben crearse diferentes órganos del cuerpo del Estado y cada uno de ellos
debe asumir una de las funciones de Estado.
2. Esos órganos de poder del Estado deben actuar autónomamente. Es decir, sus
dictámenes o decisiones no pueden ser invalidados, modificados o anulados
por otro órgano.
3. Debe estar establecida la forma en que se nombran los titulares del respectivo
órgano, y las solemnidades y procedimientos para poner término a sus cargos.
5. Tal vez el requisito más importante tiene que ver con que tanto las normas
jurídicas del respectivo Estado como las actuaciones de sus autoridades
cuando aplican dichas normas jurídicas, deben respetar, promover y consagrar
los derechos esenciales que emanan de la naturaleza de las personas y de los
cuerpos intermedios que constituyen la trama de la sociedad.
Para la acepción débil del Estado de Derecho se requeriría satisfacer las cuatro
primeras condiciones, mientras que la quinta condición es típica de una acepción
fuerte del Estado de Derecho. Ha existido un considerable debate sobre la utilidad de
las dos acepciones: El Estado de derecho en sentido formal y el Estado de derecho en
sentido material. Autores como Joseph Raz son partidarios de usar el término estado
de derecho en sentido formal reduciendo el estado de derecho al principio de
legalidad:
El ordenamiento jurídico del Estado debe reunir una serie de características que dan
origen a un Estado de derecho real o material.
Por contra otros autores, entre ellos el mexicano Reyes Heroles se adhieren a una
acepción material o sustantiva y consideran que el Estado de Derecho se asientan en
cuatro principios amplios:
1. Principio de legalidad.
3. La supremacía de la constitución.
3. Los órganos del Estado y los particulares deben actuar de manera conforme a
las reglas de la buena fe.
Art. 8 Igualdad ante la ley. Todos los seres humanos son iguales ante la ley.
CARTA MAGNA
La Carta Magna es una cédula que el rey Juan 'sin tierra' de Inglaterra otorgó a los
nobles ingleses el 15 de junio de 1215 en la que se comprometía a respetar los fueros
e inmunidades de la nobleza y a no disponer la muerte ni la prisión de los nobles ni la
confiscación de sus bienes, mientras aquellos no fuesen juzgados por ‘sus iguales’.
A menudo se piensa de la Carta Magna de Juan sin tierra de 15 de junio de 1215 como
la piedra angular de libertad y la principal defensa contra la ley arbitraria e injusta de
Inglaterra. De hecho, contiene pocas declaraciones terminantes—25 cláusulas de 63
Si el heredero era menor de edad, el rey podría asumir la curatela de las propiedades,
y disfrutar todas las ganancias—vea la magnitud de expoliaci—hasta que el heredero
fuese mayor de edad.
El rey tenía el derecho, si quisiera, de vender al mejor postor tal curatela. Podía,
inclusive, vender al heredero mismo en matrimonio, por el valor de las propiedades del
heredero.
Para lo peor los infructuosos esfuerzos del Rey Juan por defender sus dominios en
Normandía y casi toda la Francia occidental llevaron a demandas opresivas sobre sus
súbditos.
Los fracasos militares de Juan en Francia, los elevados impuestos y el abuso que hizo
de sus privilegios reales y feudales provocaron la rebelión de los barones. Algunas de
sus reclamaciones eran de índole personal, pero otras se basaban en el deseo de
protegerse de los abusos de la autoridad del rey.
Los impuestos eran extorsivos; las represalias contra los que no pagaban eran crueles,
y la administración de justicia de Juan se volvió considerablemente arbitraria.
En enero de 1215 tras una considerable discusión un grupo de barones exigió una
carta de libertades como un resguardo contra la conducta abusiva del Rey Juan sin
tierra. Los barones redactaron un documento (Artículos de los Barones) que enviaron
al monarca para que lo sancionara con el sello real. Cuando Juan rehusó hacerlo, los
nobles se negaron a mantener su fidelidad, se levantaron en armas contra Juan y
marcharon a Londres. Asaltaron y tomaron la ciudad en mayo del 1215.
Las concesiones hechas por el Rey Juan se pulieron en el documento que había
enviado los nobles—Artículos de los Barones—el cual fue estampado con el gran Sello
del Rey Juan.
Entretanto la cancillería real elaboró una Concesión Real formal, basada en los
acuerdos alcanzados a Runnymede el cual se conoció como la Carta Magna.
Las cuatro copias se declaran haber sido “dado por nuestra mano en el prado que se
llama Runnymede entre Windsor y Staines en el 15 día de junio en el 17 año de
nuestro reinado” o sea el año 1215.
Cada uno difiere ligeramente en el tamaño, forma y texto. Según las crónicas
contemporáneas, copias de las cartas se distribuyeron a obispos, alguaciles y otros a
lo largo del reino, pero el número exacto de copias que mandó la cancillería real en
1215 es desconocido.
Algunos autores hacen partir de esta cláusula al Principio De Legalidad, esto no es así,
ésta cláusula 39, se refiere solamente al Principio De Legalidad Jurisdiccional (“Nemo
damnetur nisis per legale iudicium”) ya que solo dice que no hay condena sin sentencia
firme “…de sus pares y con arreglo a la ley del reino” y que es solo una clase del
citado Principio De Legalidad.
Por otra parte dos terceras partes de las cláusulas de la Carta Magna de 1215 se
ocupan de los abusos, exacciones y del mal uso de sus poderes por los oficiales
reales.
Varias cláusulas se tratan de las circunstancias especiales que rodearon la elaboración
de la carta, y es como podría encontrarse en cualquier tratado de paz.
Las cláusulas que se tratan de los bosques reales (Cláusulas 47, 48) sobre los cuales
el rey tenía poderes especiales y de jurisdicción, reflejan la inquietud y ansiedades que
se habían levantado a causa de una antigua tendencia real a extender los límites del
bosque, al detrimento de los poseedores de las tierras afectadas.
Cláusula 47. — Todos los bosques que se hayan plantado durante nuestro
reinado serán talados sin demora, y lo mismo se hará con las orillas de los ríos
que hayan sido cercadas durante nuestro reinado.
Cláusula 48. — Todos los malos usos en materia de bosques y cotos de caza
(warren), guardabosques, guardacotos, corregidores y sus bailíos , o de orillas
de ríos por guardianes de estas, deberán ser inmediatamente objeto de
investigación en cada condado por doce caballeros juramentados del propio
condado, y antes de cumplirse los cuarenta dias de la investigación esos malos
usos deberán ser abolidos total e irrevocablemente, si bien Nos, y de no estar
Nos en Inglaterra Nuestro Justicia Mayor, deberemos ser informados primero.
Cláusula 41. — Todos los mercaderes podrán entrar en Inglaterra y salir de ella
sin sufrir daño y sin temor, y podrán permanecer en el reino y viajar dentro de el,
por vía terrestre o acuática, para el ejercicio del comercio, y libres de toda
exacción ilegal, con arreglo a los usos antiguos y legítimos. Sin embargo, no se
aplicará lo anterior en época de guerra a los mercaderes de un territorio que
esté en guerra con nosotros. Todos los mercaderes de ese territorio hallados en
nuestro reino al comenzar la guerra serán detenidos, sin que sufran daño en su
persona o en sus bienes, hasta que Nos o nuestro Justicia Mayor hayamos
descubierto como se trata a nuestros comerciantes en el territorio que esté en
guerra con nosotros, y si nuestros comerciantes no han sufrido perjuicio,
tampoco lo sufrirán aquéllos.
Algunas cláusulas tratan de las deudas (10 - 11) reflejan problemas administrativos
creados por la escasez crónica de dinero en efectivo entre las clases superiores y
medias, y su necesidad de acudir a los prestamistas cuando se requiere.
Cláusula 10. — Si alguien que haya tomado prestada una suma de dinero a
judios, muriese antes de haberse pagado la deuda, su heredero no pagará
interés alguno sobre ésta mientras sea menor de edad, sea quien fuere la
persona a la que deba la posesión de sus tierras. Si la deuda viniese a parar a
manos de la Corona, ésta no recabará más que la suma principal indicada en el
título (bond).
Cláusula 33. — Se quitarán todas las empalizadas de pesca del Támesis, del
Medway y de toda Inglaterra, excepto las construidas a orillas del mar.
Cláusula 17. — Los litigios ordinarios ante los Tribunales no seguirán por
doquier a la corte real, sino que se celebrarán en un lugar determinado.
Libertades. No se podría condenar a nadie por un rumor o una mera sospecha, sino
sólo por el testimonio de pruebas fidedigno (38).
Nadie puede ser condenado sino existe sentencia firme (“Nemo damnetur nisis per
legale iudicium” o Principio De Legalidad Jurisdiccional ), así lo establece la cláusula
39.
Para la exigencia de ayudas monetarias antes estas debían ser aprobadas por la
reunión a los arzobispos, obispos, abades, duques y barones principales (14,
commune consiluim regni ).
BAILÍO. — Caballero profeso de la Orden de San Juan, que tenía bailiaje. Bailiaje (De
bailía). Especie de encomienda o dignidad en la Orden de San Juan, que los
caballeros profesos obtenían por su antigüedad y a veces por gracia particular del gran
maestre de la orden.
JUAN SIN TIERRA (1167-1216). — Rey de Inglaterra (1199-1216), famoso por firmar
la Carta Magna. Nació en Oxford el 24 de diciembre de 1167. Era el hijo menor del rey
Enrique II y de Leonor de Aquitania. Su padre había establecido la herencia de sus
tierras para sus hijos mayores antes de nacer Juan. Sin embargo, hacia el año 1186
sólo quedaban Ricardo I Corazón de León y él como herederos de Enrique. En 1189,
próxima la muerte del Rey, Juan se unió a la rebelión de su hermano contra su padre,
por lo que cuando Ricardo fue coronado rey, le concedió numerosas tierras y títulos.
Juan fracasó en su intento de usurpar la corona mientras su hermano estaba
participando en la tercera Cruzada. Ricardo, a su regreso perdonó a Juan. Cuando
Ricardo I murió en el año 1199, Juan fue nombrado rey. Su sobrino Arturo (hijo de su
hermano Godofredo) que se había sublevado con sus partidarios en Bretaña, fue
derrotado y capturado en 1202. Se cree que Juan le asesinó. El rey Felipe II de
Francia continuó la guerra contra Juan hasta que éste rindió casi todas sus posesiones
en dicho país (Bretaña, Anjou, Normandía y Turena), en 1204. Tres años más tarde
(1207) Juan se negó a aceptar la elección de Stephen Langton como arzobispo de
Canterbury; el papa Inocencio III, entonces, le excomulgó y comenzó a negociar con
Felipe II para llevar a cabo la invasión de Inglaterra. Juan, en situación desesperada,
rsize:8indió Inglaterra al Papa, el cual la devolvería el año 1213 en calidad de feudo.
Juan intentó recuperar sus posesiones francesas pero fue derrotado definitivamente
por Felipe en 1214, en la batalla de Bouvines. Su reinado se hizo progresivamente
más tiránico; para financiar sus guerras había recaudado dinero por la fuerza, elevado
los impuestos y confiscado propiedades. Al fin, los barones se unieron para obligarle a
respetar sus derechos y privilegios. Juan no tuvo otra elección que firmar la Carta
Magna que la nobleza le presentó en Runnymede el año 1215 y que limitaba sus
actuaciones de forma legal. No mucho más tarde, Juan y los barones entablaron una
guerra de nuevo. Juan murió en Newark (Nottinghamshire) el 19 de octubre de 1216,
mientras participaba en una campaña militar. Le sucedió su hijo Enrique III.
La Constitución Política del Estado es la norma jurídica suprema positiva que rige la
organización de un Estado, estableciendo: la autoridad, la forma de ejercicio de esa
autoridad, los límites de los órganos públicos, definiendo los derechos y deberes
fundamentales de los ciudadanos y garantizando la libertad política y civil del individuo.
DEFINICIONES. Una Constitución política es “un orden instituido por los ciudadanos
de una polis con el fin de regular la distribución del poder” (Aristóteles, “ De La
Política ”, libro III).
Para Anne Robert Jacques Turgot, barón de l´Aulne en “Memoria sobre las
Municipalidades” (1775) “una constitución es un cuerpo social sólido y armónicamente
articulado que debía obedecer de manera sumisa a una cabeza” (DÍAZ ARENAS,
Pedro Agustín, “El Estado y Tercer Mundo. El Constitucionalismo”, Bogotá, Colombia:
Temis, 3ª, 1997, p. 149).
Para Turgot un Estado tiene dos brazos (el ejército) dos pies (los trabajadores) y una
cabeza (el gobierno). Cuando un brazo, o un pie busca caminar sola (autonomía), esto
no es tal, sino que es simplemente una separación, una secesión, una división: “el pie
o el brazo” quieren convertirse en un Estado independiente.
Para Thomas Paine en “Rights Of Man” dice que “una Constitución no es algo de
nombre solamente, sino es un hecho. No es un ideal, sino una realidad. Y si no se
produce en forma visible no es nada. Una Constitución es una cosa antecedente a un
gobierno, y un gobierno es sólo la creación de una Constitución. La Constitución de un
país no es un acto de gobierno, sino el pueblo que constituye un gobierno. Es un
cuerpo de elementos al cual uno puede referirse, citar artículo por artículo; y que
contiene los principios sobre los cuales un gobierno se establecerá, la manera en que
se organizará, los poderes que tendrá, el modo de elecciones, la duración del
Parlamento, o como quiera que se llame este cuerpo; los poderes que la parte
ejecutiva del gobierno tendrá; en fin, todo lo que relaciona a la organización total de un
gobierno civil, y los principios sobre los cuales actuará, y será limitado.” (PAINE, T.,
Rights Of Man, London, England, Pelican Classics, 1977, page 93).
Para Thomas Hobbes en “Leviatán” dice que una constitución de una comunidad
política “es una real Unión de todos en una sola idéntica persona, lograda por
Convenio de cada hombre con cada hombre, de tal manera que uno de ellos pueda
decir al otro: ‘Yo autorizo y otorgo mi derecho de gobernante a este hombre o a esta
asamblea, con la condición de que tu des el mismo derecho a él y lo autorices para
Actuar en todo de esta manera’. Este hecho, la Multitud unida en una persona, se
llama COMMON-WEALTH, en latin CIVITAS.” [19]
John Locke en “Two Treatises of Government” dice: “El hombre, siendo por naturaleza
libre, igual e independiente, no puede ser apartado de ese este estado para quedar
sujeto al poder político de otro, sin su consentimiento…Así, cada hombre, quien por su
consentimiento mutuo con otros ha creado un cuerpo político sujeto a un gobierno, se
coloca asimismo bajo la obligación de someterse a la mayoría y de ser regido por ella.
De lo contrario este contrato original por el cual junto con otros se incorpora a la
sociedad no significaría nada, y no sería un contrato si el que queda libre y sin otro
vínculo como cuando estaba en su estado de naturaleza” [20].
En Alemania, una constitución era un pacto entre el Emperador y los estamentos, por
ejemplo el Tratado de Westafalia que fue un tratado firmado en 1648 en las ciudades
de Münster y Osnabrück entre los principales contendientes de la guerra de los Treinta
Años (enfrentamiento entre católicos y protestantes). En este tratado se consumó,
mediante una serie de modificaciones territoriales, la desarticulación del sistema
estratégico hispano-imperial y se deshizo la constitución interna del Imperio, para
poner fin a la teoría de un imperio coordinador de Europa y sustituirla por la idea del
equilibrio entre potencias.
1. Preámbulo. Es un Discurso escrito introductorio que tiene por objeto promover los
valores comunes de los miembros de una sociedad y unir esfuerzos para la
defensa colectiva de sus intereses. El Preámbulo Constitucional es una
enunciación previa que tienen las constituciones respecto a los principios que las
inspiran y que han sido tenidos en cuenta por los constituyentes. Aunque la
jurisprudencia de los Tribunales Supremos advierten que el Preámbulo no puede
ser invocado para ensanchar poderes del Estado ni confiere per se poder alguno.
Los derechos son las facultades que tienen las personas y colectividades dentro del
Estado y que éste les reconoce y no puede transgredirlos. Las garantías son los
instrumentos legales mediante los cuales se ponen en ejercicio los derechos, cuando
éstos han sido desconocidos o atropellados por quienes tienen en sus manos el Poder
Público o el poder privado.
NORMAS ORGÁNICAS. Las normas orgánicas son aquellas que regulan la estructura
jurídico político de un Estado, determinando la forma de Gobierno y la organización de
los Órganos de Poder.
Las funciones o elementos de una Constitución política del Estado son la Función
Distributiva y la Función Regulatoria.
Esto se hace para evitar que la concentración del poder caiga en una sola persona u
órgano, resultando así un Gobierno autocrático o totalitario.
Por eso la Democracia Comunitaria (las minorías deben acatar las decisiones de la
mayoría) no encaja muy bien en un Estado democrático de Derecho. Ni el Referendo,
que en su esencia permite la imposición de las decisiones de la mayoría sobre las
minorías.
Coordinación entre los órganos del poder público. La Constitución debe establecer
una cooperación y coordinación entre los distintos órganos del Estado.
La Constitución debe tener un mecanismo para evitar las interferencias entre los
órganos que ejercen el poder público y para impedir que uno solo de ellos, en casos de
conflicto, se erija en órgano dirimidor, imponiéndose sobre los otros y convirtiéndose
de esta manera, en potencia autocrática.
Cartas Otorgadas,
Constituciones Impuestas
Pactos Constitucionales
Acuerdos Constitucionales
La constitución para que sea válida se basa en hechos históricos que marcan el inicio
de un nuevo Derecho ("ex facto ius oritur", norma fundamental hipotética), hechos que
se traducen en lo que se llaman fuentes de validez.
Ocupación originaria
Tratados "ex novo", por ejemplo Tratado que da origen a una Confederación
Revolución
Segregación e independencia
PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES
1. Principio de Limitación.
2. Principio de Funcionalidad.
a) Principio de no Concentración.
b) Principio de Cooperación.
c) Principio de no-Bloqueo.
3. Principio de Supremacía.
a) Principio de Unidad.
b) Principio de Razonabilidad.
c) Principio de Control.
4. Principio de Estabilidad.
5. Principio de Efectividad.
1. PRINCIPIO DE LIMITACIÓN. Es la relación recíproca de restricción –por razones de
bienestar público— entre los órganos del poder público y los derechos de los particulares.
1
Axioma (del griego "axioma", 'lo que parece justo'). Proposición evidente no susceptible de
demostración sobre la cual se funda una ciencia. Originariamente el término ‘axioma’ significa dignidad.
Por derivación se ha llamado ‘axioma’ a “lo que es digno de ser estimado, creído o valorado”.
2
Garantía Institución procedimental de seguridad y de protección a favor del individuo, la sociedad o el
Estado para que dispongan de medios que hacen efectivo el goce de los derechos subjetivos frente al
peligro o riesgo de que sean desconocidos. Una garantía no es un principio. Una Garantía es un
procedimiento en algunos casos un proceso.
Los derechos constitucionales limitan al Poder Público por ejemplo el Recurso De
Inaplicabilidad De La Ley.
Limitación al poder público. El Poder Público está restringido para que no vulnere los
derechos subjetivos de los particulares.
Se restringe al Poder Público al prohibir la expropiación, a no ser que sea por causas
socialmente necesarias
A través del poder de policía que es función legislativa por el cual opera el principio de
limitación de tal forma que los derechos particulares se restringen a favor del interés
público.
Modalidades históricas del poder de Policía. Este poder nace como propuesta al
carácter primitivo del hombre de “ser lobo del hombre” (o inclinación del poderoso para
oprimir al débil). Estas modalidades son: Poder de policía preventivo y Poder de policía
para el bienestar.
Poder de policía preventivo. Prohijada por el socialismo que consiste en impedir todo
ejercicio de derechos individuales cierre imprentas, o cometa otro género de abusos, se le
puede abrir un proceso civil y otro penal por esos hechos. Pero, ¿qué pasa cuando “sí se
dictó” el estado que afecten al interés público. Generalmente se basan en el Principio de
Legalidad Sustancial, que es un axioma extrajurídico de defensa social en virtud de la cual
se sanciona con una pena o se somete a una medida de seguridad cualquier acción u
omisión o estado peligroso que vaya contra la sociedad o el Estado. Establece que debe
ser castigado todo hecho dañoso para la sociedad o el individuo, aunque no esté previsto
en la ley.
Poder de policía para el bienestar. O intervencionista, apoyada por la doctrina
norteamericana consistente en que es debe promover la actividad individual con miras al
bienestar social general.
Este rol de equilibrio de las funciones lo juega la Constitución como agente distribuidor de
competencias que son:
Toda persona tiene los siguientes deberes fundamentales acatar y cumplir la constitución y
las leyes. Esto sirve para garantizar la subordinación de todo el ordenamiento jurídico a la
Constitución. Según el bloque de constitucionalidad, está por encima de todo el
ordenamiento jurídico.
¿Cuál está encima? ¿Un tratado internacional o una Constitución? Existe una relación
de subordinación porque las normas posteriores están siempre subordinadas a la
Constitución.
Teoría monista. Kelsen establece que las del Derecho interno como las normas
internacionales son parte de un mismo conjunto que es el Derecho, y por lo tanto se
encuentran debidamente jerarquizadas, prevaleciendo las normas internacionales respecto
a las normas de carácter interno. Deben prevalecer los tratados porque se compromete la
fe del Estado.
Para que un tratado suscrito en el Derecho Internacional público sea respetado debe haber
un procedimiento específico, que incorpore las normas del derecho internacional, como
normas del Derecho interno y es en éste procedimiento donde se debe ver que la norma
internacional esté conforme a lo que manda la Constitución. La legislación boliviana sigue
esta teoría.
3
Tratado. Acuerdo entre 2 o más estados. Concordato. Acuerdo entre 1 o más Estados, pero con el Vaticano.
Supremacía de la Constitución respecto a los poderes constituidos. Tiende a
garantizar que los órganos Constituidos (Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Electoral)
respeten la Constitución y tengan limitaciones en el ejercicio del Poder, por ello las
autoridades principales de cada órgano al tomar posesión de su cargo juran el respeto a la
Constitución.
Gradación. Entre las varias especies de normas jurídicas positivas hay una relación
armónica que no es de simple coordinación en un mismo nivel, sino de una relación de
supra y subordinación de las normas inferiores a su inmediatamente superior.
La aplicabilidad de la Constitución.
Tipos de control:
d) Otro órgano establecido por ley. En Bolivia ese órgano es el Tribunal Constitucional.
Este tipo de control también se llama germano - austriaco, por haber aparecido
primeramente en este ordenamiento jurídico.
Naturaleza del control político. Es un legislador negativo, esto consiste en dejar sin
efecto lo que haga las dos cámaras legislativas (sanción de leyes) y lo que haga el
Presidente de la República (promulgación de Decretos).
1) Cuando el Poder judicial deja de lado aquellas normas que violan la Constitución;
es decir que no lo acepta en el ordenamiento jurídico por violar la Constitución. Ej.
Recurso de inconstitucionalidad de la ley.
2) Cuando remueve los obstáculos que impiden el ejercicio pleno de la Constitución;
Ej. Recurso de amparo constitucional.
Efectos. La sentencia es “inter pares”, sólo para las partes del proceso, no
“erga omnes” (para todos).
Una de las ideas más importantes de la teoría del derecho, tanto en el mundo anglosajón
como en el continental, es que los ordenamientos jurídicos no están compuestos solamente
por normas, entendidas como reglas, sino también de principios.
Por lo anterior, se debe hacer una distinción entre reglas y principios, para con ello
estar en aptitud de estudiar el tema que nos atañe.
REGLAS.
PRINCIPIOS.
Los principios, desde el punto de vista doctrinal, deben cumplir con el siguiente roll
primordial:
En estos términos, es indiscutible que los principios cumplen con una triple función,
que es, fundamento, interpretación e integración del orden jurídico.
Existe colisión entre principios cuando en un caso concreto son relevantes dos o más
disposiciones jurídicas, que, a su vez, son normas incompatibles entre sí, pero ambas
pudieran ser respuestas al caso concreto. Dichas disposiciones relevantes pero incompatibles
entre sí, son lo que se conoce como prima facie.
TIPOS DE CONSTITUCIONES
Escrita. Una constitución escrita es aquella que está contenida en un documento formal.
Flexibles. Son Constituciones flexibles aquellas que, por no ocupar una posición superior a
la del resto de las leyes, pueden ser modificadas por el procedimiento legislativo ordinario.
Rígidas. Son Constituciones rígidas aquellas que, por colocarse en un nivel superior al de
los estatutos ordinarios, serán reformadas mediante un procedimiento complejo que
obstaculice su modificación, con el fin de respetar los intereses de los grupos sociales.
En la teoría esta distinción viene a coincidir con la clasificación de las Constituciones escritas y
no escritas. Sin embargo, esta afirmación debe ser atenuada, puesto que, ni es tan fácil, la
reforma de aquellas constituciones no escritas, ni una Constitución escrita, tiene porqué
regular mecanismos de reforma especialmente dificultosos.
Semántica. Una constitución será semántica cuando en lugar de servir a la limitación del
poder, es instrumento para estabilizar y eternizar la intervención de los dominadores del
poder político.