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RONDAS PROBATORIAS DE IURE 1844 -1880

ANTERIOR A 1830 la delimitación no inquietó a ninguno de los dos países, pues se


preocupaban era por adoptar una organización política civilizada

Monroy C., Marco G. (1989). Delimitación terrestre y marítima entre Colombia y Venezuela.
Colombia: Universidad Santo Tomás. Facultad de Derecho. Colección Fray Antonio de
Montesinos. Editorial Usta

ACEPTACIÓN POR PARTE DE NUEVA GRANADA Y DE VENEZUELA DEL PRINCIPIO


‘UTI POSSIDETIS IURIS’

Nueva Granada
Lo acoge en la Convención de 1831; la ley del 21 de noviembre expone, en su
artículo 2: “Los límites de este Estado, son los mismos que en 1810 dividían el territorio de
Nueva Granada de las Capitanías Generales de Venezuela y Guatemala y de las
posesiones portuguesas del Brasil (...)”. También se acoge en la Constitución de 1832,
artículo 2: “Los límites de ese Estado son los mismos que en 1810 dividían el territorio de la
Nueva Granada de las Capitanías Generales de Venezuela y Guatemala, y de las
posesiones portuguesas del Brasil; por la parte meridional, sus límites serán definitivamente
señalados al sur de la provincia de Pasto”

Venezuela
Se acoge en la Constitución del 22 de septiembre de 1830, en el artículo 5: “El
territorio de Venezuela comprende todo lo que antes de la transformación política de 1810
se denominaba Capitanía General de Venezuela. Para su mejor administración se dividirá
en provincias, cantones y parroquias, cuyos límites fijará la ley”

*Venezuela también acoge ese principio en las constituciones de 1864, 1874, 1881, 1893,
1901, 1904, 1909, 1914, 1922, 1925, 1928, 1929, 1931, 1936

SOBRE ESTO: ES IMPORTANTE SABER QUE, HACIENDO VALER ESE PRINCIPIO,


VENEZUELA REHUSÓ ACEPTAR LA ANEXIÓN DE LA PROVINCIA DE CASANARE (en
Colombia)

ADEMÁS, EN EL CASO ISLA DE AVES - VENEZUELA Y PAÍSES BAJOS, LA REINA


ISABEL II, EN EL LAUDO DE 1865, EXPONE QUE LA OCUPACIÓN SE DA POR ACTOS
DE SOBERANÍA Y LE PERTENECE COMO PARTE DE LAS INDIAS OCCIDENTALES,
QUE ERAN DE DOMINIO ESPAÑOL.

TRATADO MICHELENA - POMBO, 1833


*Artículo 27, establecía:

La línea limítrofe inicia en el Cabo Chichivacoa - dirección al cerro Las Tetas - Sierra de
Aceite - Teta Guajira - Montes de Oca - Perijá - Río Oro - Río Catatumbo - ríos Tarra y
Sardinata - rectamente hasta la Grita en el Zulia - quebrada Don Pedro - Río Táchira - Ríos
Torbes y Uribante - Nula - Sarare - dirección sur hasta laguna de Sarare - río Arauquita -
Agua - Paso del viento- laguna del Término - Apostadero sobre el Meta - continúa dirección
Norte-sur hasta la frontera con Brasil.

El Tratado era altamente perjudicial para Nueva Granada. Pombo


(Neogranadino) incurrió en dos errores: ceder la mitad de la península Guajira y el de fijar la
línea oriental por el meridiano, que pasando por el apostadero del Meta, se dirige hacia el
río Negro, pues así se perdían más de dos mil leguas cuadradas del territorio que se
contiene entre aquél meridiano y las márgenes occidentales del Alto Orinoco, río Negro y
Casiquiare. También se perdía la frontera natural y la libre navegación de los ríos Orinoco,
Casiquiare y Negro. Además, en negociaciones posteriores ofrece, incluso, el territorio de
San Faustino de los ríos, con pequeñas concesiones a la Nueva Granada, en la línea
Catatumbo - Zulia -aunque eso no estaba dentro de sus instrucciones-

VENEZUELA SE NIEGA A ACEPTAR EL TRATADO PORQUE a pesar de que Colombia


ceda grandes territorios, Venezuela debe otorgar libre navegación (Socorro, Pamplona,
Casanare, Tunja) Además, cedía una considerable extensión de la Guuajira (recordar lo de
Bahía Honda)

POR QUÉ OTRA RAZÓN VENEZUELA NO ACEPTA EL TRATADO?


Venezuela aspiraba tener acceso a Bahía Honda (CERCA DEL CABO DE LA
VELA), el más seguro y apropiado lugar en dicha región para establecer un gran puerto y
plaza fuerte que al mismo tiempo garantizara el control efectivo de la región, lo que
contribuiría a impedir el comercio clandestino, principalmente inglés, con las tribus de la
región y daría a Venezuela una avanzada considerable dentro de la guajira. Por otra parte,
NG carecía de control en la región

*Se celebra el Tratado de amistad, comercio, navegación y alianza especial entre ambos
países, el 23 de julio de 1842 (versaba sobre amistad, extradición, arbitraje, navegación,
tránsito, comercio en tiempos de paz y guerra, tráfico de esclavos y cónsules)

Valois (1970): SAN FAUSTINO: una de las causas contra la aprobación del tratado por
parte de Venezuela radicaba en un hecho histórico: en 1790 el Virrey José de Ezpeleta
nombró jefe político de San Faustino a Don José Agustín Santander, a quien correspondió
trazar sus linderos con la próxima San José, erigida en la Villa. En 1792 nació su hijo,
Francisco de Paula, y su padre, Agustín, aún seguía siendo jefe político, por lo que se
insistió mucho en que los fundadores y pobladores de San Faustino eran todas familias
procedentes de San Cristóbal.

Posteriormente, San Faustino, como Cúcuta y Limoncillo, que pertenecían en lo


eclesiástico a la diócesis de Mérida, fueron segregadas a ella y agregadas a Pamplona -
Colombia (1834); no obstante, el Congreso venezolano aceptó la decisión pontificia con la
excepción de San Faustino.

Sureda, D., Rafael (1994). El Golfo de Venezuela: análisis histórico de tres tesis, para que
Colombia no posea áreas marinas ni submarinas en la costa guajira, entre Castilletes y
Punta Espada. Caracas, Venezuela: Academia de Ciencias Políticas y Sociales, Anauco
Editores.
NUEVA ETAPA EN LAS RELACIONES DIPLOMÁTICAS, ENTRE 1841-1844
Colombia insiste, bajo amenaza, que Venezuela acepte los límites de 1833 para
regularizar el intercambio comercial y así continuar conversaciones sobre el tema limítrofe.
Colombia expone los peligros que eso pudiese acarrear, debido a las pugnas internas de
ambos países

NEGOCIACIONES ROMERO - POMBO, 1842


Insiste Nueva Granada en que Venezuela acepte los límites de 1833 y las
negociaciones continuarían sobre el punto en discusión. Venezuela declina su posición
original y acepta los límites del tratado Pombo - Michelena, pero sin realizar actos de
posesión sobre los mismos. Venezuela ofrece negociaciones limítrofes en cuatro años y
concede a Nueva Granada la libre navegación por el Golfo de Venezuela.

Estos contactos se realizan entre los representantes José Romero (Venezuela) y


Lino de Pombo (Nueva Granada). Venezuela alegaba que no podía aceptar lo que no
estaba definido claramente, pues hacerlo daría lugar a que cualquiera de las partes se
sintiera autorizada a extender su jurisdicción a los límites cuestionados. No obstante, Nueva
Granada expone que la no aprobación del tratado en cuanto a límites, no invalida sus
derechos (de NG) sobre el territorio íntegro que heredó de España y que llegaba hasta
Punta Espada en la Guajira, a lo que Venezuela responde que ella tampoco podía renunciar
a sus derechos que llegaban hasta el Cabo de La Vela, pues este punto fue el que dio
traste con el Cabo Chichivacoa

Como no existía ninguna conciliación, Venezuela empieza a ceder. El 10 de junio de


1842, Venezuela propone aceptar el Tratado PM pero con una cláusula: los dos países
reconocerían los límites de 1833 PERO SIN QUE SE PUDIERAN REALIZAR ACTOS
PERMANENTES DE SOBERANÍA.

CON ESTA PROPOSICIÓN, VENEZUELA COMETIÓ UN GRAVE ERROR


TÁCTICO, PUES SI SE RECONOCÍA Y RESPETABA UN LÍMITE, ¿QUÉ IMPORTANCIA
TENÍA QUE SE EJERCIERAN ACTOS DE SOBERANÍA O NO SOBRE ESE ESPACIO
RECONOCIDO Y RESPETADO POR LOS DOS PAÍSES, Y POR ENDE, POR
VENEZUELA? EN TODO CASO, LA DISPOSICIÓN PERMITÍA EJERCER ACTOS DE
POSESIÓN SI ESTOS NO ERAN PERMANENTES, LO CUAL PERJUDICARÍA AÚN MÁS
AL VERDADERO PROPIETARIO

Nueva Granada rechaza la proposición, Venezuela ofrece, el 14 de julio, firmar un


tratado de amistad, comercio y navegación. En el art 2 se estipula retomar la negociación de
límites en 4 años. NG acepta siempre cuando eso se retomase “tan pronto como fuese
posible”, es decir, no debían esperarse necesariamente los 4 años.

En el artículo 15, se establece la libre navegación de ríos comunes y la libertad e


igualdad en derechos de navegación (por el río Orinoco, Lago de Mcbo, en toda su
extensión hasta la costa del mar).

El 23 de julio se firma el tratado y se produce el canje de ratificaciones el 30 de


noviembre, 1844.
CON ESTE TRATADO, NG RECONOCE NUESTRA SOBERANÍA ABSOLUTA
SOBRE TODO EL CUERPO MARINO DEL GOLFO, PERO NO PODÍA CONSIDERARSE
UN TRIUNFO PORQUE LA SOBERANÍA DE NG LLEGABA HASTA PUNTA DE ESPADA,
PRECISAMENTE LA LÍNEA DEL CIERRE GEOGRÁFICO DEL GOLFO (PUNTA ESPADA-
PUNTA MACOLLA). NADA MÁS LÓGICO, ENTONCES, QUE NUESTROS VECINOS
RECIBIERAN ESTE PERMISO, PUES NO TENÍAN COSTA EN EL MISMO.
NO OBSTANTE, 58 AÑOS MÁS TARDE, EN 1900, VENEZUELA TERMINARÁ
CONCEDIENDO LA COSTA QUE NO POSEÍAN ENTRE PTA DE ESPADA -DONDE SE
SUPONE, LLEGABA EL VIRREINATO DE NG- HASTA CASTILLETES. (COLOMBIA LO
IMPONE Y VENEZUELA LO ACEPTA…)
Este tratado, más allá de conceder a Colombia el privilegio de utilizar libremente los
ríos Meta y Orinoco y el lago de Maracaibo hasta el mar, preveía que los ciudadanos
neogranadinos pudieran importar mercancías por los puertos de Ciudad Bolívar y
Maracaibo, sin tener que pagar otras tasas que las de almacenamiento en tránsito. (art.15)

Fisura: este arreglo produjo un sin número de dificultades para Venezuela, a causa del
matuteo al que se prestaba el comercio de tránsito colombiano en detrimento del fisco y del
comercio nacional, por lo cual se introdujeron en años posteriores modificaciones en el
regimen de importacion de mercaderia hacia Nueva Granada.

NEGOCIACIONES TORO- ACOSTA (1844) - PERIODO DOCUMENTAL


Venezuela propone la división “racional” de la Guajira. Nueva Granada considera
conveniente que Venezuela no aprobara el Tratado de 1833

Valois, A,. Daniel (1970). Reseña sobre los límites de Colombia y Venezuela. Bogotá,
Colombia: Editorial Bedout

Ahora, las partes están mejor provistas de pruebas, argumentaciones y documentos,


afianzan sus posiciones respectivas; las definen mejor, debaten con generosidad pero con
firmeza, y eso hace imposible el arreglo deseado.

El presidente de Nueva Granada para el momento, Pedro Alcántara Herrán designa


la Secretaría de Estado a Joaquín Acosta. Como estaba por vencerse el acuerdo del art 2
(los 4 años para retomar las negociaciones), se empiezan a buscar los documentos
pertinentes para las nuevas conversaciones.

Toro y Acosta tenían personalidades muy disímiles, pero ambos estaban


capacitados para su labor. Aunque el primero iba bien provisto de documentos, el segundo
lo abrumó, pues sus documentos eran decisivos y aplastantes.

ARGUMENTOS:

-TEMA GUAJIRA: Toro expone que debe tener soberanía desde la Península de Paria
hasta el Cabo de Vela por la antigua gobernación de Coquivacoa, otorgada por Isabel y
Fernando (1501) a Alonso de Ojeda. No obstante, Acosta expone una Real Orden (13 de
agosto, 1790), que ordenaba segregar de Riohacha (en NG), provincia virreinal, a
Sinamaica, para agregarla a Maracaibo. El documento exponía “Sinamaica, situada en
Riohacha”; entonces, si para agregar Sinamaica a Maracaibo, había que segregarla primero
de Riohacha, era obvio que de Sinamaica al Cabo de la Vela, no pertenecía a Maracaibo.
TORO TUVO QUE CEDER. (*) LEER PARTE PABLO OJER
Se habla también de la Real Cédula de 1777, donde expone que Maracaibo pertenecía a la
Capitanía General de Venezuela
Documentos similares desempacó Acosta, pasando por San Faustino, Barinas y el
Arauca; luego el Meta y bajando al Orinoco.

Ojer, Pablo (1982). La década fundamental en la controversia de límites entre Venezuela y


Colombia 1881 - 1891. Caracas, Venezuela: Instituto de Derecho Público de la UCV

Dentro las negociaciones Toro - Acosta destacan las celebradas en Bogotá (1844-
45) y las celebradas en Caracas, 30 años después.

Fermín Toro recibió instrucciones de no aceptar menos que una partición por
mitad de la península, ya que era evidente que si quedaba de parte de NG, ésta era
incapaz de mantener sometidos a los indios y proteger de sus hostilidades el territorio
venezolano (ya se vio en 1833 cómo Río Hacha había pedido la intervención de Vzla para
dominar a los indios que estaban en aquella ciudad) <- ESE ES UNO DE LOS
ARGUMENTOS DE VZLA

Ojer expone que Toro se dejó convencer con respecto a Ríohacha y que, los
argumentos presentados (real cédula 1792 y 1786) eran débiles. De acuerdo a Ojer, se
sabe: (1) que los límites no estaban dado por el rey sino por el gobernador de Ríohacha,(2)
que no se correspondía con los términos dados por Sinamaica en 1792, sino que se trataba
de una propuesta anterior y (3), que estaba trastocado el orden, pues la comunicación de
que se había producido la transferencia de Sinamaica, se anteponía a la aprobación del rey.
En los documentos que entrega NG se pudieron precisar las siguientes pistas que ayudasen
a exigir mayor documentación:

-En la Real Orden de 1790 se dice que se instruye al Capitán General de Venezuela para
que “nombrado, por su parte, un sujeto que se entienda con nuestra señoría, señalen los
límites y territorios que deben ser jurisdicción de Sinamaica”

-Comunicación del gobernador de Ríohacha al virrey (26-04-1791): “ha instruido a su


teniente para que entregue la Villa de Sinamaica al representante de Maracaibo,
demarcando de acuerdo con él el territorio que haya de ser jurisdicción de la precipitada
fundación de Sinamaica”

-Gobernador de Ríohacha al de Mcbo (10-04-91): comunica que ha dado instrucciones al


teniente para que haga la entrega formal de dicha fundación, con todas las armas,
pertechos, municiones,...ETC
ENTONCES, (1) al expediente presentado por NG le faltaban actas relacionadas con
la entrega formal de la Villa; (2) el documento presentado era unilateral y este DEBÍA llevar
la firma tanto del representante de Riohacha como del de Mcbo; (3) El expediente
presentado por NG y la aprobación del virrey ERA ANTERIOR, CON UNA DIFERENCIA DE
MÁS DE UN AÑO, A LA TRANSFERENCIA EFECTIVA DE SINAMAICA. Eso quiere decir
que cualquier línea de delimitación solo era tentativa porque podía ser modificada por la
contraparte: el representante de Mcbo. TORO NUNCA EXIGE LA DOCUMENTACIÓN
ORIGINAL.

Como otra consideración, Ojer expone que aparte de transformar una línea tentativa
y unilateral en lindero acordados por las partes y definitivo; además de transformar esa línea
tentativa que se refería a una eventual delimitación de una jurisdicción municipal, en
divisorio interprovincial y, en consecuencia, en frontera nacional, en vez de seguirse por la
línea exterior de ese municipio, reclamó toda la Guajira presentando como frontera el
lindero internacional entre Sinamaica y Maracaibo. En otras palabras, en la transferencia de
Sinamaica a Maracaibo, se trataba de recibir la villa sin villa y sin territorio.

Toro se muestra débil en cuanto a San Faustino, posición que no lo culpa a él sino al
propio Ejecutivo que nunca supo descifrar que se trataba de un régimen anómalo, en el cual
los nombramientos de gobernadores a virreyes no probaban que ese territorio fuera parte
integrante de la territorialidad virreinal (y NG alegaba haber ejercido jurisdicción ahí).
Aunque sí se mostró firme en cuanto a la Real Cédula de 1786, sobre la comandancia de
Barinas, en el rechazo de la línea Michelena - Pombo, en cuanto a la frontera llanera.
Donde sí mostró firmeza fue en la ‘médula fluvial de venezuela’: línea Orinoco- Atabapo y
Negro, la cual, con prodigioso avance de reclamación, NG trató de desintegrar al Orinoco-
Casiquiare-Negro, planteada por el coronel Acosta.

López, S., Aquiles, E (año). Historia Documental sobre Fronteras de Venezuela

EN RELACIÓN A LA GUAJIRA:

*EN SU ASPECTO MARÍTIMO, la seguridad y defensa de sus costas, le correspondió


siempre a la Capitanía General de Venezuela
*EN SU ASPECTO TERRESTRE, se le asignó la conquista y acción poblacional de toda el
área, hasta el propio río Hacha y Cabo de la Vela, a la misma Capitanía, a través de la
provincia de Maracaibo

-TEMA ALTO ORINOCO: Toro expone la Real Cédula del 5 de mayo de 1768, según la
cual, todas las misiones religiosas del Alto Orinoco (cerca de Amazonas), en ambas orillas,
fueron adscritas a la gobernación de Guayana, quedando como jefe militar, el Gobernador.
Desde entonces, alega, Venezuela tenía posesión de esas misiones. No obstante, Acosta
lleva sus pretensiones hasta el Brazo de Casiquiare, respaldándose en la Real Cédula
del 5 de febrero de 1786, que lo demostraba. Por lo demás, exponía que las misiones ni
son territorios, ni definen linderos, aunque Toro expone la posesión engendra un derecho.
Sin embargo, NO HUBO ACUERDO.

Acosta entonces, propone la posibilidad de que se sometan a arbitraje. Toro lo


rechaza y comunica al gobierno de Soublette, que NG pretendía llegar hasta el Orinoco.
Por la situación documental a la que se enfrentaba ahora Venezuela, Toro expone
que se encontraba en una situación nueva y que debía consultarlo con su gobierno, así que
el 30 de enero de 1845 se despide y deja Bogotá.

LOS AÑOS EN BLANCO. PERÍODO ANECDÓTICO 1846 - 1880


(Valois, 1980) Sin ningún motivo positivo transcurrió la breve misión de Ancízar en
Caracas, entre marzo de 1845 y junio de 1846, durante el gobierno del colombiano Tomás
Cipriano de Mosquera.

Las relaciones en este período tienen un tono anecdótico, discurren entre


complicaciones de etiqueta, protestas y satisfacciones; frustrados intentos de reanudar las
conversaciones limítrofes y fallidos intentos de realizar contactos diplomáticos normales.
Contribuyó mucho la inestabilidad de este período el ambiente político de ambos países.

SITUACIÓN EN COLOMBIA
En la Nueva Granada se inaugura, en 1849, la administración liberal del general
José Hilario López, el cual, con el relevo parcial de la clase dirigente y con la implantación
de ciertas reformas estructurales, alentó el espíritu revolucionario que se acentuó hacia
1853, pero que se desfiguró como impulso reformista serio con la elección del General José
María Obando y se frustró definitivamente con el golpe de Estado del General José María
Melo, el 17 de abril de 1854.

Simultáneamente, en Venezuela se fermentaba una gran agitación alentada por el


advenimiento del nuevo partido liberal y por la formidable tarea polémica de su jefe Antonio
Leocadio Guzmán, hechos que precipitaban el ocaso de la hegemonía conservadora
dominante en el país, desde 1830. Considerados los Congresos como estado mayor al
servicio de la clase dirigente de entonces, sufrieron ambos, en Caracas el 24 de enero de
1848 y en Bogotá, el 7 de marzo de 1849, golpes de fuerza. En 1847 había sido declarado
presidente José Tadeo Monagas, cuya hegemonía, compartida con su hermano, José
Gregorio, se prolongó diez años, hasta 1857.

En ambos países se asistía al mediar el siglo XIX, a virajes políticos de largo alcance
histórico; se iniciaba la lucha contra la oligarquía que desaparece en Venezuela con la
guerra federal pero que, en la Nueva Granada se consolida. Porque es indudable que al
finalizarse la guerra federal en Venezuela, su oligarquía había desaparecido con la clase
política.

Desde 1848, el gobierno de Mosquera, asediado fiscalmente por el deterioro de


las relaciones de su gobierno con el poder legislativo, había restringido el servicio
diplomático con varios países, incluso con Venezuela, pero, al entrar la nueva
administración en 1849 (José Hilario López), se intenta la reanudación de las
conversaciones sobre límites con el nombramiento del Cónsul General y Agente
Confidencial en Caracas, Medardo Rivas; no obstante, su labor es infructuosa.

*El 14 de diciembre de 1851, comunica el gobierno de Venezuela a NG, la caducidad de los


arts 12, 13 y 14 (comercio fronterizo) del tratado de 1842. NG responde que no podía enviar
un emisario a Venezuela debido a asuntos fiscales y sugería que se enviase a un
plenipotenciario a Bogotá para estudiar la caducidad. Venezuela envía a José Gregorio
Villafañe.

Se hace un nuevo intento para retomar las conversaciones en Bogotá pero


Venezuela insiste en que se haga en Caracas, por lo que se envía a José María Rojas
Garrido como negociador. La misión termina en enero de 1854 sin resultados. Durante una
década, la legación colombiana quedó acéfala en Caracas (durante la guerra de Melo, la
presidencia de Mallarino, de Ospina Rodríguez y la guerra federal). En 1866, se reanuda la
representación neogranadina. No obstante, se dan intentos de negociación años antes, se
nombra a José Gregorio Villafañe como ministro de Venezuela en Bogotá, desde 1852; a su
vez, se nombra a Carlos Castelli como enviado de Venezuela, en 1855, para restablecer la
armonía que parecía turbada entre los dos países pero esto no fue fructífero.
Bajo el régimen instaurado a raíz de la Guerra Federal y que se conoce en Colombia
como el Olimpo Radical, iniciado en 1860, se intentaron diversas iniciativas para proseguir
con el diálogo.

NEGOCIACIONES MANUEL ANCÍZAR Y JUAN MANUEL MANRIQUE (1846)


Luego de dos usurpaciones de Venezuela a territorio granadino (Distrito de
Arauquita y Guajira), el gobierno de Bogotá designó a Manuel Ancízar como
plenipotenciario ad hoc en Caracas, para negociar un tratado de límites. Las negociaciones
no lograron resultado positivo porque Venezuela insistía en AMPLIAR el límite del Cabo de
Chichivacoa, dejando a Nueva Granada San Faustino y la zona de Yávita y Pimichin,
pasando el límite por el denominado “Paso Real de los Casanares”.

NEGOCIACIONES MEDARDO RIVAS Y RICARDO ARANDA (1851)


Estas negociaciones son resumidas así por el tratadista Julio Londoño Paredes: “El
cónsul de Nueva Granada en Venezuela inició, pocos días antes del regreso a su patria,
negociaciones con el secretario de Relaciones Exteriores de Venezuela, en las cuales
expresó al tratarse del punto del sector río Negro, que su gobierno lo consideraba como
propiedad de la Nueva Granada y solo convendría en ceder una parte de su derecho,
limitándolo al territorio situado entre el rio Meta y el Orinoco hasta su confluencia con el
Guaviare, y entre este y el Atabapo hasta su encuentro con el de Baltazar, y pasando la
serranía entre Yávita y Maroa, de todo el que queda señalado por el río Negro desde donde
tiene el nombre de Guainia hasta su entrada en las posesiones de Brasil”.

El 04 de diciembre de 1851, Venezuela denunció los artículos 12, 13 y 14 del tratado


de amistad, comercio y navegación (sobre derechos de importación), y dichas
estipulaciones dejaron de regir desde el 23 de enero de 1853.

NEGOCIACIONES JOSÉ MARÍA ROJAS GARRIDO Y SIMÓN PLANAS (1854)


Las negociaciones entre José María Garrido, plenipotenciario en Caracas y Simón
Planas, acreditado como plenipotenciario ad hoc, designado por el gobierno de Venezuela,
no llegaron a ningún resultado por la negativa venezolana de pactar la libre navegación de
los ríos con carácter de perpetuidad, además, Venezuela exigía pactar conjuntamente otros
dos tratados, uno de tipo comercial y otro de alianza militar de la que Colombia no era
partidaria.

*en 1858, Nueva Granada empieza a llamarse Confederación Granadina.

PROTESTA COLOMBIANA POR EL COMERCIO VENEZOLANO EN LA GUAJIRA


1865: Cónsul de Colombia en Caracas se dirige a la cancillería venezolana para poner en
su conocimiento que Vzla permitía contrabando con la Guajira colombiana, con tan grave
detrimento para la aduana de Río Hacha que se había dejado para producir su rendimiento
a la Hacienda Pública. Se informa haberse comprobado que mercantes venezolanos,
despachados de Curazao, van a Coro, reciben licencia para seguir a las costas guajiras e
introducir su cargamento (dicha información, según, se obtuvo de las autoridades de Río
Hacha).

Venezuela alega que, sobre la base de la ley del 25 de febrero de 1836 (que
reglamentaba el comercio marítimo con la Guajira), cualquier buque que desee traficar con
la Guajira, debe primero presentarse en Vzla y sacar licencia, como muestra de que Vzla
tiene derechos en el territorio de la Guajira

1868: NG comenta que el tráfico sigue (y la península de la Guajira forma parte del territorio
colombiano, hasta el caño Paijana) y por ende, se decide que las embarcaciones, aun con
licencia, serán consideradas contrabandistas y se les tratará como tales. Venezuela decide
continuar el comercio por el territorio que considera de su jurisdicción.

NEGOCIACIONES ENTRE MANUEL MURILLO TORO Y FERNANDO ARVELO (1868)


El 05 de mayo de 1859 Venezuela y Brasil firmaron un tratado en el que se
estipulaban los límites en la región del río Negro. Dejando Brasil a salvo los derechos de
Colombia, pero únicamente al occidente del citado rio. La Confederación Granadina
protestó ante las dos partes contratantes. Las negociaciones entre Manuel Murillo Toro y
Fernando Arvelo no dieron resultado. Recuerda el tratadista Julio Londoño Paredes: “en la
constitución de 1864 se estableció el régimen federal en Venezuela, incluyéndose a los
territorios de Amazonas y Guajira bajo dependencia del gobierno, mientras pudieran
alcanzar la calidad de estados de la federación. Al mismo tiempo incidentes graves
comenzaron a presentarse en el palmar y San Faustino, en donde tropas venezolanas
hostigaban a los colombianos residentes en el sector y les impedían la construcción de
caminos y casas”. Todos estos incidentes dieron lugar a protestas del gobierno colombiano.

(Sureda, 1994): La proposición de Venezuela continúa siendo la misma, Cabo de La Vela;


sin embargo, la Confederación Neogranadina se olvida del Cabo de Chichivacoa y de Punta
Espada y descendiendo verticalmente la línea, propone el inicio de la separación en el Caño
Paijana, en la Ensenada de Calabozo, es decir, comenzaría es deslinde territorial a más o
menos 11 08’. OBVIAMENTE NO HUBO ACUERDO POR LO ABSURDO DE LA
PROPUESTA COLOMBIANA.

*en 1863, la Confederación Neogranadina pasa a llamarse Estados Unidos de Colombia


hasta 1883, cuando pasa a llamarse República de Colombia. :)

NEGOCIACIONES ANÍBAL GALINDO Y JULIÁN VISO (1872)


El plenipotenciario Aníbal Galindo discutió el tratado de límites con el venezolano
Julián Viso, el 18 de noviembre de 1872 y propuso el arbitraje. “Visso propuso se procediera
a firmar un tratado de límites entrándose previamente a discutir las pretensiones de una y
otra nación. A ello respondió Galindo que le parecía inútil e inconducente abrir un debate
directo, agotado ya como estaba a partir de 1844; por lo tanto, no cabían sino una de dos
soluciones: declarar cada gobierno en qué cedía para llegar a una transición mediante
mutuas concesiones, racionales y equitativas, que produjeran el señalamiento de una
frontera natural basada en el afianzamiento de la independencia, de la seguridad exterior e
interior, del creciente desarrollo y de la libertad comercial de ambos países, o si quería
renovar el debate llevarlo, para que obtuviera un resultado práctico, para que inspirara
confianza en que se buscaba una solución efectiva, ante un tribunal de arbitramento a cuyo
fallo inapelable se someterían de antemano los gobiernos. No convino en esto el Dr. Viso,
alegando las faltas de autorizaciones y la necesidad de estudiar los títulos respectivos, por
lo cual no hubo acuerdo con Galindo, quien se mantuvo firme primeramente en la actitud
asumida por él. De suerte que fracasaron por segunda vez los esfuerzos de Colombia por
llegar a un arbitraje o a un arreglo transaccional”

NEGOCIACIONES MANUEL MURILLO TORO Y ANTONIO LEOCADIO GUZMÁN (1874)


Las conferencias entre ambos versaron sobre los mismos puntos y documentos ya
tratados en 1844, por los plenipotenciarios Acosta y Toro en Bogotá. Sus conversaciones
terminaron el 19 de abril de 1875. Murillo Toro se retira de la legación a finales de 1875 sin
llegar a acuerdo alguno y desde esa fecha, las relaciones y las conversaciones, quedaron
suspendidas de forma indefinida.

Durante el primer periodo presidencial de Antonio Guzmán Blanco (1870-1877) se


reanudan las negociaciones entre la Confederación Neogranadina y Venezuela. En 1874, el
presidente Guzmán Blanco plantea en su mensaje al Congreso una solución a la
controversia territorial en dos etapas: en principio la fijación del utis possidetis iuris estricto y
luego, la búsqueda de una frontera de conveniencia.

Viendo que la Nueva Granada estaba dispuesta a restablecer sus relaciones con
Venezuela, el presidente venezolano nombra a Antonio Leocadio Guzmán para llevar a
cabo la negociación. Para comenzar, este último rechaza las declaraciones de Fermín Toro
de 1844 en el que reconoce la soberanía neogranadina sobre toda la península de la
Guajira hasta la línea Socuy-Limón-Cabo Paijama. Sobre el problema de la Guajira propone
como línea de derecho el Cabo de la Vela, rectamente hasta la teta guajira y de ésta, a la
cima de los Montes de Oca. En lo que respecta a San Faustino, Guzmán defiende la
soberanía venezolana sobre ese territorio, el límite occidental fue propuesto por Guzmán
atendiendo a una gran cantidad de documentos y partiendo del principio del utis possidetis
juris, estableció la siguiente frontera: de la boca en el Apaporis en el Yupurá (Caquetá) y por
el Thalweg del Yupurá hasta la embocadura del río de los Engaños y otros afluentes del
Apaporis y el Vaupés, hasta las cabeceras del negro, en la sierra Padavida, siguiendo al
punto de unión del Guayabero con el Ariari, para formar el Guaviare y de dicha unión, a
pasar por las cabeceras de los ríos Vichada y Muco, hasta la boca del caño Isimena, en la
margen meridional del río Meta.

Como la propuesta fue rechazada por Colombia, Guzmán planteó una partición del
territorio de una forma integral: Bahíahonda quedará por Venezuela y Porlete por Colombia:
línea del río Táchira, como límite natural hasta su confluencia en el Zulia de manera que
San Faustino quedara por Venezuela, en la frontera llanera, si Colombia no aceptaba el
lindero natural por el río Ele. Venezuela no tenía dificultad de atenerse a las cédula de 1786,
mediante la cesión a Colombia del territorio al sur del Meta hasta el Vichada se le hacía
ribereña del Orinoco y seguiría la línea por el curso del Vichada hasta el meridiano del
proyecto de Tratado de 1833 para continuar por el hasta el sur por los territorios brasileños.
Además, le ofrece a Colombia la libre navegación por el Orinoco por salida al mar. Por
supuesto, la propuesta hecha por Guzmán era muy exigente por lo que el diálogo se
paralizó por algún tiempo.

El 24 de junio de 1875, Murillo protestó ante el gobierno de Venezuela por la


fundación del pueblo Guzman Blanco a las orillas del río Guainía, que según Venezuela,
queda justamente del llamado triangulo Orinoco-Casiquiare-río Negro y siempre perteneció
a su jurisdicción, pero que empezó a formar parte de las pretensiones colombianas desde
1844

De acuerdo a Guzmán, la Confederación Granadina exigía la mitad de la Guajira, a


San Faustino, parte de Táchira y lo que nos pertenece de derecho en el Desparramadero de
Sarare; cediendo, en cambio, una línea de conveniencia en la región del alto Orinoco, de
modo que pueda la Confederación manejar sus aguas sin aparecer como tributaria nuestra.

(Sureda, 1994) Venezuela también propone que se intercambien los puertos para que cada
quien tenga un puerto importante en la Costa Guajira. Leocadio Guzmán alegaba que se
trataba de un territorio improductivo para ambos y en cuya seguridad, ambos tienen el
mismo interés. Colombia cedería entonces 12 leguas, y Venezuela, 20, quedando cada
República con una mitad de la península, y en ella, un puerto al Atlántico. COLOMBIA NO
LO ACEPTA PORQUE ESE ACUERDO NO VENDRÍA ACOMPAÑADO DE
CONCESIONES DE NINGUNA CLASE

Transcurridos varios años, los dos países firman el 14 de septiembre de 1881, un


tratado para resolver sus diferencias limítrofes -territoriales, a la decisión de un árbitro, en
este caso, español. ACEPTANDO ENTONCES VENEZUELA EL PLANTEAMIENTO
COLOMBIANO
CABE DESTACAR QUE PARA ESTE MOMENTO, VENEZUELA SE ENCUENTRA
ARMADA DE UNA VASTA DOCUMENTACIÓN, CUYA CARENCIA VENÍA
DIFICULTÁNDOLA DESDE 1833, PUESTO QUE AL SEPARARSE NUESTRO PAÍS DE
NUEVA GRANADA, LOS ARCHIVOS NACIONALES SE CONVIRTIERON LUEGO EN
ARCHIVOS GRANADINOS, POR LO QUE VENEZUELA QUEDÓ EN DESVENTAJA

EL PROCESO NEGOCIADOR NEOGRANADINO ES MAGISTRAL. DE CABO DE


CHICHIVACOA, DESCIENDE DESDE LA ENSENADA A CALABOZO, Y SI VZLA NO
ACEPTABA, SOLO SE ABRÍA LA COMPUERTA DE LA INSTANCIA INTERNACIONAL.
UNA ESPECIE DE ‘LO TOMA, O LO DEJA’, Y SIEMPRE DANDO POR TERMINADAS LAS
NEGOCIACIONES, CADA VEZ QUE NO ESTUVIESE DE ACUERDO CON LOS
PLANTEAMIENTOS VENEZOLANOS.

*Antonio Leocadio Guzmán recopiló, de acuerdo a Navas, Carlos (s/f), 40 documentos


irrefutables, entre reales cédulas, disposiciones administrativas,... El guzmancismo se
atribuía este mérito y la iniciativa como una de las victorias de la Revolución de Abril (1870)

Ojer (1982)
FRONTERA GUAJIRA - MONTES DE OCA
Se rechaza la declaración de Toro de 1844, se propone como línea de derecho del
Cabo de La Vela rectamente a la Teta Guajira, y de ésta, a la cima de los Montes de Oca

SAN FAUSTINO
Guzmán presentó numerosos documentos en prueba de la soberanía de Venezuela
sobre tan exiguo territorio; entre ellos, destaca el expediente localizado por Baralt sobre el
arriendo del puerto fluvial de esa ciudad, con la nota de remisión por el ministro Julián de
Arriaga (1764) donde se trata el arrendamiento del puerto de San Faustino de la provincia
de Maracaibo. Además, alegó atenerse al límite natural del río Táchira, destacando que
Colombia, en sus años de vida independendiente, no había sacado provecho alguno de la
posesión de este territorio.

EN CUANTO AL LÍMITE OCCIDENTAL


ALGuzmán utilizó una copiosa documentación relacionada con la antigua provincia
de Guayana, que Vzla había pacientemente recopilado. Guzmán no se deja impresionar por
el “sofisma del virreinato”, una de cuyas manifestaciones consistió en poner el énfasis en
buscar los límites de las provincias occidentales de la CGV, sin detenerse a precisar cuáles
eran los de las correspondientes provincias orientales del virreinato, sino que se engloban
en el término de entidad superior.

Kaldone, G., Nweihed. (1981) Panorama y crítica del diferendo: El Golfo de Venezuela ante
el derecho del mar. Caracas, Venezuela: Ediciones Venetesa

ESTAS FUERON LAS ÚNICAS NEGOCIACIONES EN DONDE VENEZUELA SALDRÍA EN


MEJORES CONDICIONES QUE EN EL TRATADO MICHELENA - POMBO

VENEZUELA PERÍODO 1840 - 1880

Pino I, Elías (1993). Los comienzos del Estado Nacional y Federación, autocracia y
disgregación. En Varios autores (1993). Historia Mínima de Venezuela (Pp 103 - 137).
Venezuela: Fundación de los trabajadores de Lagoven

El Partido Liberal nace el 24 de agosto de 1840, con el objeto de atacar de manera


sistemática las leyes de préstamo, la posibilidad de un proyecto bancario favorable a los
prestamistas y las tendencias hacia un gobierno encerrado en cenáculos. Sus líderes eran
Antonio Leocadio Guzmán y Tomás Lander. Para la realización de sus campañas, fundaron
el periódico El Venezolano que, gracias a su influencia, pudo el partido liberal convertirse en
una organización seguida por muchedumbres.

Después de 1840 se habla de conservadores y liberales; ambos tenían la misma


formación intelectual e incluso vestían igual y frecuentaban los mismos sitios. Ambos
querían lo mismo para Venezuela: salir del atraso mediante la implantación del capitalismo
moderno

Ramírez F, Carlos. La clase gobernante y la frontera de Venezuela con Colombia

Navegación en los ríos


El tratado de 1842, gestionado por el venezolano, Juan Romero y el colombiano,
Lino Pombo, más allá de conceder a Colombia el privilegio de utilizar libremente los ríos
Meta y Orinoco y el lago de Maracaibo hasta el mar, preveía que los ciudadanos
neogranadinos podían importar mercancías por los puertos de Ciudad Bolívar y Maracaibo
sin tener que pagar otras tasas que las de almacenamiento en tráfico. Este arreglo produjo
un sinnúmero de dificultades para Venezuela, a causa del matuteo al que se prestaba el
comercio de tránsito colombiano en detrimento del fisco y del comercio nacional, por lo cual
se introdujeron en años posteriores modificaciones al régimen de importación de
mercaderías a la Nueva Granada. la complacencia del gobierno de José Tadeo Monagas
permitió así que siguiera en vigencia el prejuicioso tratado de 1842 cuya derogación no se
hizo en el plazo convenido, es decir, a los doce años de su aprobación en 1855, sino mucho
más tarde: el 27 de diciembre de 1867. Para ese entonces, Venezuela estaba en trance de
guerra civil debido a la llamada Revolución azul, encabezada por el mismo José Tadeo, ya
bastante anciano, contra el gobierno federalista de Juan Crisóstomo Falcón y José Antonio
Guzmán Blanco.

La actitud de Venezuela frente a la inflexible demanda colombiana de navegar las


aguas fluviales del país, exhibió la vacilación típica de la diplomacia venezolana frente al
gobierno de Bogotá. Entre 1853 y 1854, Venezuela le planteó a Colombia un nuevo tratado
de comercio, aparentemente queriendo repudiar el tratado de 1842, a causas de los
problemas del contrabando en el territorio nacional. Colombia no admitió éste, pretendido
repudio y el gobierno nacional dejó en suspenso la reclamación. Pese a los perjuicios
sufridos por Venezuela a causa de la Memoria de Relaciones Exteriores de 1869, se alude
un tratado de libre navegación, pactado en Caracas entre el representante colombiano,
Manuel Murillo y el venezolano, Fernando Arvelo. De acuerdo a este convenio, Venezuela
prácticamente accedía a dejar transitar libremente por su territorio cualquier mercancía con
destino a Colombia cobrando en los puertos las tasas vigentes en Colombia, de paso
eliminando la Aduana de San Antonio del Táchira. Por este monumental privilegio, Colombia
estaba dispuesta a pagar una compensación a Venezuela equivalente a cien mil pesos
colombianos por año. Este convenio no fue ratificado por estricta legalidad en Venezuela,
pero en él se basó Colombia para seguir utilizando las aguas territoriales venezolanas sin
mayores trabas hasta casi fines del siglo XX.

Otro ejemplo de la claudicante actitud venezolana en defensa de su soberanía


territorial y marítima, es la ley de 1869, aprobada por el efímero gobierno Azul, que concede
a los buques de cualquier bandera la navegación irrestricta de todas las aguas territoriales
del país, incluyendo hasta el mismo lago de Valencia. Esta permisión evidentemente se
aplicaba a Colombia y aunque el gobierno de José Antonio Guzmán Blanco que sucede a
los “azules” bajo el liderazgo de José Ruperto Monagas, deroga esa ley al año siguiente
(1870), el gobierno colombiano actuará en lo sucesivo como si esa ley no hubiese sido
derogada y la utiliza para darle más fuerza a los privilegios obtenidos por Manuel Murillo en
las negociaciones mencionadas en la memoria venezolana de 1869.
La energía que demuestra el país vecino en la imposición de su tesis
fronteriza y de navegación, tanto por la vía jurídica como por la vía de hecho, tiene su
perfecta contrapartida en el enervamiento de Venezuela bajo una clase gobernante
cada vez menos vital y menos emprendedora. Venezuela, por ejemplo, ni siquiera por
regularidad navega sus propios ríos. Esto se desprende de la concesión otorgada por
Guzmán Blanco al general Juan Francisco Pérez para la navegación exclusiva a vapor de
los ríos Apure y Orinoco. Aparentemente los venezolanos no participaban en el tráfico
Comercial ribereño, el cual seguramente estaba en manos colombianas. La concesión
mencionada, en todo caso, no surtió el efecto que se buscaba. Una vez más la clase
gobernante renunciaba a sus responsabilidades en lo tocante al desarrollo del país. No se
sabe del establecimiento en los ríos Apure y Orinoco de ningún servicio nacional de barcos
a vapor. De hecho, la burguesía venezolana ni siquiera tenia establecimientos comerciales
en las riberas de esos ríos y en cuanto a los gobiernos, de más está decir que todos sus
esfuerzos estaban dirigidos a su propia conservación y a la supresión de sus
enemigos políticos. No son propiamente los tratados o las leyes venezolanas
favorables a Colombia los que van a perjudicar a Venezuela, sino más bien la
activisima y constante presión neogranadina sobre nuestros ríos y fronteras, la cual
no evoca de Venezuela la respuesta adecuada.

Para la Nueva Granada la navegación en los ríos era importante ya que, el


corazón demográfico y político de Colombia en los departamentos de Santander,
Boyacá y Cundinamarca, son una región escabrosa de la cordillera andina, cuyo
acceso al mar hacia el norte, es decir, por el territorio colombiano, es mucho más
largo y difícil que por la vía de los llanos hacia el orinoco y por la vía de la cuenca
hidrográfica del lago de Maracaibo hacia las riberas mismas del lago.

Península de la Guajira
Para 1840, Venezuela apenas tenía en la Guajira un puesto fronterizo ubicado en
Sinamaica, es decir, mucho más acá inclusive de la actual frontera con Colombia; y esto a
pesar de que Venezuela reclamaba la casi totalidad de la península Guajira. Sinamaica, la
actual capital del Distrito Páez del Estado Zulia, ni siquiera está ubicado en territorio guajiro,
pero era desde ahí que el gobierno venezolano pretende ejercer soberanía sobre la
península. En 1842, José Antonio Páez, dictó el reglamento orgánico para fomentar el
comercio en la Guajira, y la reducción de los indígenas de Maracaibo; por estas leyes
se desprende que el gobierno central de Venezuela prácticamente consideraba a la
península como un territorio foráneo, no integrado al cuerpo de la patria, aunque
evidentemente no le reconocía ninguna soberanía a Nueva Granada, considerándolo al
parecer un territorio semi autonomo. La gestión jurídica neogranadina, en cambio, es
integracionista e implícitamente considera a la Guajira como parte de su territorio nacional,
ya que en 1843, la Nueva Granada dicta una ley sobre el comercio en la Guajira y establece
procedimientos en las demandas civiles y juicios de los guajiros.

Las iniciativas colombianas continúan sin interrupción. La ley colombiana del 24 de


mayo de 1851, prevé la colonización de la Guajira. En la memoria de relaciones exteriores
de 1856, se observa que el gobierno de Bogotá ha concedido “a la legislatura de Río Hacha
la facultad de disponer dentro de la misma provincia (Guajira), de 16.000 hectáreas de
tierras baldías para favorecer la empresa de un camino que la pusiese en comunicación con
Maracaibo; en el concepto de tratarse de ejercer dominio sobre el territorio disputado de la
península Guajira, abriendo por el la vía”.

A todas las iniciativas mencionadas, Venezuela o no responde o se limita a


protestar. Colombia siempre explica que no pretende lesionar los derechos de reclamación
de Venezuela, pero de hecho tiene un pie, y mucho más que un pie, en los territorios
fronterizos en litigio. La clase gobernante venezolana no hace nada para contrarrestar el
gradual acercamiento del vecino. Venezuela parece ceder por incompetencia u olvido de
sus gobernantes. En verdad que no todas las iniciativas colombianas se realizan, pero no se
puede negar tampoco que sobre nuestras fronteras occidentales pesa la presencia y la
penetración casi permanente de ciudadanos y leyes del otro país. Por su parte, el pais
politico venezolano vive enfrascado en sus luchas y rivalidades intestinas, y ni siquiera tiene
una política internacional precisa para oponerse al gobierno bogotano.
¿POR QUÉ SE ROMPEN LAS RELACIONES EN 1874?
Porque Venezuela funda un pueblo en el río Guainía, llamando Guzmán Blanco. La
Confederación neogranadina considera ésto como usurpación de su territorio. Vzla hace
esto, unos meses antes de la llegada del plenipotenciario de la confederación a Caracas.
VENEZUELA LO CONSIDERABA COMO UN ACTO NORMAL DE SU ADMINISTRACIÓN,
PUES POSEÍA ESOS TERRITORIOS SIN CONTRADICCIÓN, HASTA QUE EN JULIO DE
1844 PRESENTÓ EL CORONEL ACOSTA LA RECLAMACIÓN NEOGRANADINA,
BASÁNDOSE EN LA REAL CÉDULA DEL 5 DE MAYO DE 1768. Ausente NG de esos
espacios, no tuvo conocimiento del hecho sino hasta que el acta de fundación del pueblo se
publicó en la Gaceta Oficial de Vzla (13-01-1875). En efecto, se trataba de un territorio
poseído por Venezuela desde hace más de un siglo, de manera quieta, pacífica, sin
contradicción de nadie, con conocimiento y aprobación del senado español, hasta 1810, y
después con conocimiento expreso de NG, mediante la aprobación de su gobierno por el
tratado de 1833, y de su congreso el año siguiente. No obstante, NG lo consideró como
invasión.

IMPORTANCIA DEL GOLFO DE VENEZUELA


El Golfo supone para Venezuela un área de espacio vital, no solo desde el punto de
vista económico, sino también desde el estratégico.
Los motivos económicos son evidentes:

*Salida obligada del Lago de Maracaibo y de la región que lo rodea: Zulia, Falcón, Táchira,
Mérida y Trujillo. ERA SALIDA NATURAL DEL PRINCIPAL PRODUCTO DE
EXPORTACIÓN, QUE ERA EL CAFÉ .

*Convergen rutas marítimas de importancia, promueve el tráfico marino de importaciones y


exportaciones con el CARIBE, CANAL DE PANAMÁ, EEUU Y CANADÁ

*Desde el punto de vista militar, constituye una zona estratégica para la defensa de la
nación, porque desde esta zona se controlan rutas marítimas que entran y salen del país.

VIGILANCIA Y BLOQUEO EN EL GOLFO DE VENEZUELA


NG siempre consideró racional y conveniente que Venezuela fuese quien vigilase la costa
occidental del Golfo, por ser difícil la remontada de Chichivacoa para los cruceros
neogranadinos. Venezuela siempre se encargó de vigilarlo en toda su extensión. POR
EJEMPLO: en 1832, se hallaba en su crucero ordinario, la goleta de guerra vzlana Libertad
cuando naufragó en el Cabo de Chichivacoa y NG nunca protestó por esto

Ojer, Pablo (1983). El Golfo de Venezuela. Una síntesis histórica. Caracas, Venezuela:
Instituto de Derecho Público de la UCV.

*Nueva Granada nunca realizó algún acto sobre la costa oriental de la Guajira o sobre el
Golfo. En cambio, Venezuela, tanto en tiempos de paz como en su guerra civil, ejerció pleno
derecho sobre sus aguas y costas.

*El gobierno neogranadino reconoce no tener jurisdicción alguna sobre el Golfo de


Venezuela al declarar que la línea del uti possidetis iuris partía desde Punta de Espada.
Admiten que a Nueva Granada le es difícil la navegación a tal sitio. LAS DECLARACIONES
DE NG CONTIENEN RECONOCIMIENTO EXPLÍCITO DE UNA SITUACIÓN NO SOLO DE
DERECHO SINO DE HECHO: EL GOLFO LE PERTENECÍA ÍNTEGRAMENTE A LA
ESFERA TRADICIONAL DE JURISDICCIÓN EFECTIVA DE VENEZUELA.

*Después de 1830, NG no dominaba la costa guajira, ni siquiera hasta Bahía Honda

*Durante las guerras civiles en NG, los dos países acuerdan la utilización por parte de NG
del Golfo de Venezuela, como ruta para el sometimiento de las provincias de la Costa
Atlántica por el gobierno de Bogotá. (año 1841). En 1861 se produce la misma situación, se
solicita el permiso para el paso de tropas por el territorio venezolano para someter a los
Edos rebeles, Bolívar y Magdalena, pues las distancias que separan el gobierno de las
costas y las fronteras con otros países, retardan las operaciones militares e inutilizan los
medios prontos de comunicación entre los jefes. NG NO DOMINABA NI UNA PULGADA DE
LA COSTA OCCIDENTAL DEL GOLFO

Por el contrario, Vzla, durante sus guerras civiles, tanto los revolucionarios como el
gobierno nacional entendían que les era indispensable el dominio del Golfo. Por esto, el
gobierno de Caracas siempre se vio en la necesidad de someterla a una vigilancia especial
y a decretar frecuentes bloqueos sin que JAMÁS fuese objetada la soberanía venezolana.
Venezuela ejercía dominio sobre el Golfo por mar y por tierra.

Mora, C., Oscar (1981). Defensa integralista del Golfo de Venezuela.

*Para 1845, España reconoce la independencia de Venezuela mediante un tratado suscrito


en Madrid, allí nos prescribieron como jurisdiccionales limitaciones fronterizas las
pertinentes a la CGV PARA 1810. Entonces, para los nacidos en Vzla tales líneas limítrofes
y fronteras, continúan siendo las naturales y de derecho inviolable, puesto que esta
declaración de Madrid, de nuevo reconoce nuestros títulos de posesión.

*Durante el período 1850-54 existía un ambiente de tensión política y durante los años 53 y
54 hubo levantamientos fracasados, tanto de conservadores como de liberales. EL
GOBIERNO DE NG SE VALE DE ESTO PARA PROMOVER UN MOVIMIENTO
SEPARATISTA CON LA CRUDA INTENCIÓN DE ABSORBER AL TÁCHIRA, MÉRIDA,
TRUJILLO Y ZULIA, CON EL OBJETO DE CONSEGUIR LA EXONERACIÓN DE
IMPUESTOS SUS MERCANCÍAS, EN SU PASO POR ESTAS REGIONES. EL TÁCHIRA
RESPONDE CON FIRMEZA Y DESHACE ESE PROPÓSITO

BLOQUEOS
1.- 1848 DURANTE LA REVOLUCIÓN DE PÁEZ: contra el gobierno de JTMonagas porque
Mcbo se había identificado con el alzamiento. El vicepresidente, encargado del Poder
Ejecutivo declara el bloqueo de la plaza de Mcbo y sus costas adyacentes; los buques de
guerra de las naciones amigas podían entrar pero no los barcos mercantes a los que se les
negó la entrada.

2.- 1862 DURANTE LA REVOLUCIÓN DE VENANCIO PULGAR: como consecuencia de la


sublevación de la guarnición de Maracaibo, se decretan cerrados y en estado de bloqueo
los puertos y costas de Mcbo

3.- 1869 DURANTE LA REVOLUCIÓN AUTONOMISTA DEL ZULIA: se cierra el puerto de


Mcbo por los movimientos revolucionarios de 1869 con la proclamación de autonomía del
Edo Zulia. El decreto se dicta el 8 de junio. Incurrían en pena los buques que buscaran
comerciar con Mcbo. El comercio extranjero que se hacía por el golfo era en relación con
Maracaibo, entonces, el cierre del puerto en esa ciudad implicaba el cierre del Golfo y de
hecho, se produjeron apresamientos de barcos a considerable distancia de Mcbo
4.- 1870 CIERRE DE MARACAIBO Y OTROS PUERTOS: Resolución del 18 de mayo, se
cierran los puertos de Maracaibo, Le Vela y Puerto Cabello.

Carlos Ramirez Faria


SITUACIÓN INTERNA DE AMBOS PAÍSES

A partir del año 1846, el problema fronterizo queda en suspenso, pero las
pretensiones de los países se endurecen, principalmente las pretensiones magnificadas por
Colombia. Venezuela va a comenzar a vivir a partir de 1858 un periodo negro de su historia,
de por sí accidentado y brutal. Los gobiernos que se van sucediendo apenas se dan a basto
para reprimir las sublevaciones, cuando logran perpetuarse precariamente en la posesión
de la capital. La población nacional es escasa y crece lentamente, casi tan solo para cubrir
las mermas que dejan las guerras civiles y las endemias (siendo estas las más mortíferas).
Venezuela, la nación y sus gobiernos, descuidan sus fronteras. Los asuntos internacionales,
excepto cuando amenazan las potencias europeas, quedan relegados a un segundo plano.
En particular, la clase gobernante parece desconocer la noción misma de la integridad
territorial. Esto se convierte casi en una norma.

Otra cosa ocurre en Colombia. Esta nación pese a las dificultades internas que
atraviesa ocasionalmente, no olvida que colinda con Venezuela. Insiste en la ampliación de
su territorio y sostienen inflexiblemente varios puntos. El primero de esos puntos es no
reconocer las fronteras admitidas por el tratado Michelena-Pombo. Colombia pretende
ejercer soberanía sobre la Guajira y tener ribera con el Orinoco y en esto no está dispuesta
a ceder. El segundo punto es que quiere navegar libremente por el Orinoco inclusive por los
ríos Zulia y Catatumbo hasta el lago de Maracaibo. Su fidelidad a estos principios
diplomáticos darán en el Laudo Español. Colombia, a diferencia de Venezuela, tiene un
concepto territorial expansionista y además lo defiende mediante la diplomacia.

En el lapso que va de 1830 a 1900, Venezuela tuvo dieciséis presidentes distintos


(cuatro fueron presidentes más de una vez) y más de diecisiete encargados de la
presidencia. Además, en el mismo periodo, Venezuela vivió veintiún sublevaciones
importantes, bien porque triunfasen, bien por su amplitud y violencia, bien por la calidad de
los personajes involucrados, sin contar con los innumerables conatos,atentados,
conspiraciones, etc., que fueron dominados mediante acciones ordinarias de orden público.

El contraste entre la descuadernada historia política de Venezuela en el siglo XIX y


los hechos de Colombia, no es, en realidad, muy marcado, pero lo es suficientemente como
para explicar el recurso al arbitraje y el resultado desfavorable para Venezuela en el laudo.
La Historia de Colombia del siglo XIX puede ser dividida en tres etapas más o menos
definidas, que, por cierto, tienen cierta correspondencia con la historia nacional.

Desde 1833 hasta 1861: cuando triunfan los partidarios del federalismo radical, el país vive
una etapa de legitimidad caracterizadas por gobiernos conservadores que obedecen a la
orientación de jefes independentistas (igual que en Venezuela). Las sucesiones
presidenciales se hacen regularmente cada cuatro años. Dos revoluciones fracasan (las de
1839 y 1851), y sólo el golpe de José María Melo, en 1854, rompe la continuidad
constitucional. Sin embargo, este atentado a la constitucionalidad fracasa cuando los
partidos se unen para deponer al gobernante golpista, o sea, que el país vuelve a su cauce
institucional en 1855; se enjuicia al presidente depuesto por Melo, José María Obando (el
mismo que se acusa de ser responsable del asesinato de Sucre), por complicidad en el
golpe; y el Vicepresidente, Manuel Mallariano, termina el periodo legal de Obando. La
verdadera amenaza al orden público, ocurre de 1859 a 1862, cuando el país se hunde en
una prolongada y sangrienta guerra civil, de la cual salen victoriosas las fuerzas federales
encabezadas por Tomás Cipriano de Mosquera. El régimen federal se prolonga durante
doce períodos de dos años cada uno, y logra develar dos alzamientos de primera magnitud:
el golpe del 23-05-1867 y la revolución de 1876, este sistema federal sucumbe en 1855-
1886.

A diferencia de Venezuela, los rompimientos del orden constitucional en


Colombia han sido más bien escasos. El país conoció en la época reseñada solo tres
cambios de constitución, y estos cambios dieron lugar a regímenes legales más o
menos estables. El menos afianzado, el federal dura de 1863 a 1886, y a pesar de
intranquilidad frecuente y conatos innumerables, representa una sucesión regular e
ininterrumpida de presidentes. Es cierto que Colombia también se enreda en
contiendas largas y mortíferas, pero estas guerras civiles no desjarretan la nervadura
de la autoridad sino por cortos períodos, y el país mantiene una mayor cohesión que
Venezuela.

Colombia le saca partido al desorden venezolano. En 1872, torpedea las primeras


conversaciones sobre fronteras entre los dos países después del fracaso de Fermín Toro y
luego, en 1874-75, reitera su posición hostil. Se planta firme ante sus reclamaciones sobre
Guajira y la vaguada del Orinoco, y las negociaciones fracasan otra vez. En ambos casos
sobreviene el rompimiento de relaciones. Los años 72 y 74 son para Venezuela de caos y
contienda política. Colombia, en cambio, está en mitad de la constitucionalidad federalista.

En resumidas cuentas, a la más favorable situación de Colombia para


presionar estratégicamente a Venezuela, se une, a favor también de la nación vecina,
la mayor estabilidad institucional colombiana, o si se prefiere, el desorden
venezolano, que hace parecer a Colombia como una nación marcadamente estable.
Venezuela se ocupa mal de defender su integridad territorial. Las fuerzas armadas del
gobierno o de los caudillos sublevados, se baten por el poder interno, sin muchas
garantías de conservarlo. Porque lo que caracteriza a Venezuela no es tanto una
violencia física sin par, como una violencia social y política que consiste en el
irrespeto absoluto al orden legal: en este país las leyes no significan nada
(exceptuando las de propiedad); las constituciones son meros papeles (cada caudillo
a partir de los Monagas las cambia o reforma a su antojo); el orden se mantiene por
las fuerzas de las armas, y por lo tanto, el que quiere y puede, intenta imponerse
también por la fuerza de las armas. Todo ejercicio del poder es precario, porque
ninguno está revestido de legalidad. Y esto conduce indirectamente al despojo de
nuestro territorio. Colombia nos enfrenta relativamente unida, con legajos en la mano,
y como última ratio, con una ventaja geopolítica notable y una población que es el
doble de la nuestra.

Picón, Delia (1999). Historia de la diplomacia venezolana. Caracas, Venezuela: Universidad


Católica Andrés Bello

Hernández, D. (1986). Historia Diplomática de Venezuela: 1830-1900. Caracas, Venezuela:


Universidad Central de Venezuela, Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico.

POLÍTICA EXTERIOR DE VENEZUELA 1844-1880

SEGUNDA PRESIDENCIA DE CARLOS SOUBLETTE (1843-1847)

Por segunda vez asumirá la presidencia bajo la égida paecista, para iniciar el
cuatrienio en circunstancias económicas y políticas difíciles; los precios del café habían
bajado sustancialmente y las exportaciones reducidas en más de dos millones de pesos y
una oposición liberal creciente que amenazaba la hegemonía militar y política del paecismo.
El periodo se caracterizará por las ardientes luchas entre liberales y conservadores, la
agudización de la crisis económica, la sublevación de las pauperizadas masas campesinas,
la consolidación de la prensa libre, la agresividad del militarismo y el desprestigio de la élite
dirigente.

Política exterior hacia Colombia: el 29 de abril de 1843 el Congreso de la República


aprobará el tratado de amistad, comercio y navegación suscrito el año anterior por ambos
gobiernos. A pesar de la aprobación de este tratado, el problema de límites seguirá
perturbando el buen desarrollo de las relaciones con ese país. Un Decreto Granadino del
06 de junio de 1843 sobre comercio en la Guajira, prescindiendo de los derechos
venezolanos sobre ese territorio, reabrió nuevamente la controversia. Esto daría paso
a las negociaciones de Fermín Toro en 1844, pero las gestiones del Plenipotenciario
venezolano serán inutiles ante la reiterada pretensión del gobierno granadino de extender
sus límites orientales sobre nuestro territorio, apoyándose en la Real Cédula de 1790. Toro
reconocerá la autenticidad de los documentos presentados por el negociador granadino. El
gobierno insistirá en las negociaciones enviando a Caracas, a Manuel Ancízar y Venezuela,
a Juan Manrique, pero no será posible llegar a un acuerdo ante las instrucciones inflexibles
del Plenipotenciario venezolano, suspendiéndose definitivamente las negociaciones en junio
de 1846.

PRIMER GOBIERNO DE JOSÉ TADEO MONAGAS (1847-1851)

Monagas asume la presidencia en medio de una profunda crisis nacional,


políticamente, la república se halla dividida entre liberales y conservadores irreconciliables
y, económicamente, afectada por la sustancial rebaja de las exportaciones y déficit fiscal
que sobrepasa el millón de pesos. El fracaso de la conspiración del Congreso en 1848
contra el presidente y la estrepitosa derrota de Páez en los Araguatos, le darán al caudillo
oriental la hegemonía política y militar del país, el Poder Legislativo perderá su autonomía y
pasará a ser una apéndice del ejecutivo; el partido liberal se incorporará a la vida activa,
pero limitado por el campo de acción que le concede Monagas. La oligarquía conservadora
quedará herida de muerte.

Política exterior con Nueva Granada: el trato con la Nueva Granada se verá perturbado al
comienzo del periodo por las constantes actividades que los grupos revolucionarios
antimonaguistas realizaban en las fronteras del vecino país. La cancillería venezolana
exigirá de la de Bogotá la internación de los asilados de acuerdo a las estipulaciones del
tratado vigente entre los dos Estados. Con este propósito acreditará en la capital granadina
al señor Guillermo Iribarren con el carácter de agente confidencial, la atención dada a
nuestro representado por el ministro doctor, Manuel Murillo, y a las medidas tomadas de
acuerdo a los asilados mejorarán notoriamente las relaciones diplomáticas.

PRESIDENCIA DE JOSÉ GREGORIO MONAGAS (1851-1854)

Inaugurará un período no menos agitado que el anterior, con un país por los brotes
insurreccionales de liberales y conservadores, que por primera vez se fusionan para tratar
de derrocar el nepotismo monaguista y una aguda crisis económica y social que socababa
la estabilidad del régimen. La derrota de los movimientos revolucionarios al final del
cuatrienio, fortalecerá el aparato político-militar de los Monagas, reduciendo la oposicion al
régimen, que quedará limitada a las operaciones que, desde las Antillas, promueve sin éxito
el general Páez.

Nueva Granada: en primer lugar se negocian límites con Nueva Granada, las cuales
tropezaran con nuevos inconvenientes, Medardo Rivas (Nueva Granada) había solicitado a
mediados de 1851, la apertura de las negociaciones sobre los asuntos pendientes entre las
dos repúblicas, en especial la cuestión de límites. Poco se logrará de las reuniones entre
Rivas y Aranda, al tocarse el punto del territorio de Río Negro, donde Rivas manifestará que
su gobierno lo considera de su propiedad y solo convendría ceder una parte de su
pretensión, limitándola al territorio situado entre el río Meta y Orinoco hasta su confluencia
con el Guaviare. Esto fue rechazado por el gobierno venezolano por juzgar que estas
pretensiones perjudicaban los intereses de la república.

Otro de los problemas surgidos en las relaciones de ambos países lo constituye el


decreto del Congreso Granadino del 24 de marzo de 1851 para promover la colonización de
la Guajira. Esto condujo a la protesta de Venezuela ya que dicha ley legislaba sobre un
territorio en disputa. El problema de los asilados en la frontera granadina fue otro de los
aspectos de perturbación en las negociaciones entre los dos gobiernos, por falta de
cumplimiento del artículo 3 del Tratado de 1842, en el que ambos se comprometían a la
internación en sus territorios de asilados políticos a una distancia de más de 30 leguas de la
frontera. En 1852, Venezuela enviará a José Villafaña como Ministro Plenipotenciario ante
Nueva Granada para firmar un nuevo Tratado de amistad, comercio y navegación, pero no
alcanzará mayores éxitos.

El cambio de gobierno en el vecino país, de López a Obando, facilitará la


reanudación de las negociaciones al acreditar en Caracas a José Garrido con el carácter de
Ministro Plenipotenciario, a fin de hallar una fórmula que superara los obstáculos.
Venezuela designará a Joaquin Herrera, quien no aceptará el encargo correspondiéndole al
señor Simón Planas. Ningún éxito tendrían estas negociaciones por lo que el gobierno
decidió enviar nuevamente a Bogotá al general Castelli, en 1854.

SEGUNDA PRESIDENCIA DE JOSÉ TADEO MONAGAS (1855-1857)

La República seguirá en un estado de deterioro económico y político creciente que


irá minando las bases del régimen monaguista. Aún cuando al comenzar el segundo
mandato, Monagas intentaba cambiar la orientación despótica del nepotismo iniciado en
1847, otorgando algunas libertades políticas a sus opositores tanto liberales como
conservadores, muy pronto estas esperanzas se esfumarán al hacer elegir para la
Vicepresidencia a su sobrino e hijo político, el Coronel Francisco Oriach, con quien
promueve una reforma constitucional para alargar el mandato presidencial a seis años. Este
hecho cambiará por completo el panorama político nacional; liberales y conservadores se
unen para incrementar la oposición que junto con la agudización de la crisis económica, el
gigantesco déficit del Erario Público y el desequilibrio comercial superior a los ocho millones
de pesos, terminarán con su gobierno.

Nueva Granada: se acordó en designar como Ministro Plenipotenciario en Bogotá a Carlos


Luis Castelli. No había sido despachado el General Castelli para el cumplimiento de su
misión, cuando se conocieron en Caracas los informes sobre la posición del gobierno
granadino con respecto a la administración de Monagas, calificándola de tiránica, atroz
dictadura y ofreciendo sus esfuerzos para promover un derrocamiento. Pero además de
esto, el gobierno de Bogotá hacía caso omiso a las protestas que desde 1854 venía
haciendo el gobierno venezolano respecto al cumplimiento al tratado de 1843 en relación a
los asilados. Por otra parte, se conoció en el país que en el Congreso granadino se habían
introducido varios proyectos de leyes que lesionaban los intereses de la república entre los
cuales se citaban: un proyecto que estimulaba la anexión de Maracaibo y Mérida al vecino
país, otro sobre libre comercio de las provincias, que fijaba los límites de las dos repúblicas
siguiendo las orientaciones en los manuscritos del General Mosquera, claramente
perjudiciales al país. El 17 de abril de 1855, Monagas dirige un mensaje al congreso dando
cuenta de estos hechos, por lo que éste decretará una resolución, donde prácticamente
rechazaba tales acciones y hablaba de una ruptura de relaciones diplomáticas.
Ya en Bogotá, Castelli le replanteará al gobierno lo referente a los asilados, la
protesta por los proyectos de leyes granadinas que se discutían en el Congreso y que
afectan los intereses de Venezuela, y las protestas por los conceptos emitidos por el
general Mosquera contra la administración de Monagas. El 15 de octubre se recibía la nota
de respuesta de Lino Pombo, que en unos puntos daba satisfacción a las demandas y en
otros, eludía hábilmente la responsabilidad de los hechos. El diplomático venezolano
volverá a quejarse del tratamiento dado a las reclamaciones.

Las reclamaciones mejorarán a partir de 1856, con el Proyecto de la Unidad


Colombiana, se enviarán invitaciones a Ecuador y a Nueva Granada con el fin de fijar las
bases para la creación de la confederación, partiendo del principio de igualdad de
representación de los tres Estados, para facilitar las negociaciones el Congreso derogará el
Decreto de Facultades Extraordinarias, otorgado al Ejecutivo en 1841 por los actos
inamistosos promovidos por el gobierno neogranadino hacia la República. Nueva Granada
someterá el proyecto al Congreso, pero Lino Pombo no ve con buenos ojos el proyecto, ya
que alega que Nueva Granada aspira para la Nueva Colombia, un Gobierno propiamente
federal, a semejanza del existente en Estados Unidos y Venezuela aspira a una “liga de
carácter diplomático” representado por una “Dieta o Congreso colombiano”. Por otro lado,
Ecuador ve con buenos ojos la confederación pero no puede formar parte porque su
constitución le impide ejercer otra forma de gobierno. Venezuela al final abandonará el
proyecto, ordenándosele al General Castelli regresar a Venezuela.

PRESIDENCIA DE JULIÁN CASTRO (1858-1859)

La insurrección de liberales y conservadores que estalla en Valencia, en marzo de


1858 contra la dictadura de José Tadeo Monagas, entrará victoriosa en Caracas, después
de una brevísima campaña en donde “no se disparó ni un solo tiro”. Al frente del gobierno
provisional se pondrá al mando al General Julián Castro. Asumirá la presidencia de un
Estado prácticamente en bancarrota y sumergido en una profunda crisis económica y
política producto de la incapacidad administrativa y la corrupción que caracterizó al segundo
mandato de Monagas, liberales y conservadores respaldaron unánimemente, cabe destacar
que el gabinete tendría representantes de ambos partidos.

El célebre Protocolo del 26 de marzo, garantizando el asilo de Monagas será el


detonante que marcará el inicio de la crisis política, acelerando el distanciamiento de los
liberales del Gobierno quienes optarán por la lucha armada, mientras Castro se rodea de un
gabinete conservador. A comienzos del año 1859, la insurrección ya se extendía por todos
los horizontes del territorio nacional acaudillada por el carismático Ezequiel Zamora, quien
representaba el descontento social, el desengaño del pueblo venezolano. La Guerra había
adquirido matices propios, era una guerra social, de pobres contra ricos y una guerra de
reivindicaciones económicas. Al complicarse la situación, Castro quiso maniobrar en el
gobierno reconstruyendo un gabinete con mayoría liberal y manifestando su voluntad de
apoyo a la Federación si ese era el sentir de la nación, pero ya era demasiado tarde, con su
declaración sólo logró que los conservadores, que controlaban la administración
promovieran el 30 de julio de 1859, su derrocamiento.

Bajo este contexto, la política exterior del país durante el breve periodo del gobierno
del General Castro estará limitada primordialmente a las causas y efectos que provocarán el
asilo de Monagas en la Legación Francesa y la intervención anglo-británica.

BIENIO GUAL TOVAR (1859-1861)

El 02 de agosto se encargará de la presidencia interinamente el doctor Pedro Gual,


en reemplazo del vicepresidente Manuel Felipe Tovar, quien asumirá oficialmente el cargo
el 29 de septiembre de ese mismo año, para inaugurar un periodo caracterizado en el
ámbito interno por la profunda crisis política y económica que sacude al país y que poco a
poco sumergirá al nuevo aparato gubernamental en una especie de vorágine de
conspiraciones políticas. El resultado de estas confrontaciones conducirá irremediablemente
a la desintegración del gobierno y su caída el 29 de agosto de 1861.

Nueva Granada: en este período, el gobierno neogranadino protestará al tratado de límites


y navegación firmado con Brasil, Venezuela le responderá indicando que la demarcación de
límites con el Brasil se había hecho sobre la base a los estrictos derechos de la República
en esos territorios.

TERCERA PRESIDENCIA DE JOSÉ ANTONIO PÁEZ (1861-1863)

La política exterior del Gobierno se verá notablemente reducida por la guerra que
sacude al país y las drásticas medidas de la dictadura para mantener el poder político
nacional. En este sentido, los esfuerzos se centrarán en la búsqueda de recursos externos
y, como consecuencia de ello, en el mejoramiento de la imagen del país.

Nueva Granada: La suspensión de nuestras relaciones con Colombia constituirá el hecho


más relevante de la política exterior venezolana hacia este frente durante la presente
gestión. Intentará mejorar el trato con el país vecino, dictando en 1861 un Decreto que
liberaba los derechos de almacenaje y efectos extranjeros de tránsito hacia Colombia,
igualmente COL no cambiará con respecto a la dictadura, ya que el Presidente Mosquera
dictará dos decretos que igualaba los derechos de los ciudadanos venezolanos y
ecuatorianos a los de COL y otro, que reconocía el estado de guerra civil existente en
Venezuela y por tanto el carácter de beligerante de los liberales. Ambas fueron
consideradas por el ejecutivo como inamistosas. Las relaciones entre ambos gobiernos
permanecerán suspendidas hasta mediados de marzo de 1863 que ocurra un viraje con el
General Falcón.

GOBIERNO DE JUAN C. FALCÓN (1863-1868)

Bajo las directrices emanadas del Tratado de Coche, firmado el 24 de abril de 1863
entre el General Antonio Guzmán Blanco, en representación de los federalistas y Pedro
José Rojas, Secretario General del gobierno de Páez, se sentarán las bases de la futura
Administración Federal que presidirá el General Juan Crisóstomo Falcón. De la Guerra
Federal emergerá una Venezuela más atrasada y paupérrima, y una inestabilidad política
interna que no será superada, lejos de ello, al descentralizarse el gobierno y multiplicarse
los estados autónomos, la guerra que encumbra a Falcón y a su sexteto multiplica los focos
de conspiración y malestar, en una suerte de metastasis social. Se inaugurará una nueva
modalidad de protestas locales para derrocar gobiernos provinciales.

Colombia: arribará al país una Comisión Especial del Gobierno de la Nueva Granada,
presidida por José María Rojas en 1864, entre las instrucciones se encontraba una
propuesta de alianza de las tres naciones que habían conformado la República de Colombia
en una nacionalidad común y bajo la forma de un gobierno republicano, democrático y
federal. Por Venezuela se designara a Antonio Leocadio Guzmán. Poco durarán las
negociaciones ya que al promulgarse la Constitución Federal, el enviado colombiano
protestará debido a que el artículo 13, párrafo 10 establece la Guajira como venezolana,
protesta a la cual Venezuela hará caso omiso.

No será sino con el arribo del doctor Manuel Murillo a Caracas, en calidad de
Ministro Plenipotenciario en los primeros meses de 1864, cuando las negociaciones
alcanzarán un relativo progreso. El 13 de mayo suscribirá con el representante venezolano,
Fernando Arvelo la convención consular; el 24 del mismo mes firmará un tratado de amistad
y comercio marítimo y el 28, una Convención sobre Reclamaciones pendientes y
posteriormente, el Tratado de extradición. La propuesta de límites no fue aceptado por el
doctor Murillo, quien no obstante invitará al gobierno para continuar las negociaciones en
Bogotá, a fin de poder llegar a un acuerdo satisfactorio, retornando a su país el 13 de junio
de 1868.

REVOLUCIÓN AZUL (1868-1870)

La convención de Antímano del 11 de mayo sentará las bases de una paz


provisional entre el tambaleante Gobierno del General Bruzual y las tropas revolucionarias
que lideriza el viejo caudillo, José Tadeo Monagas. Poco durará la tregua ante la negativa
de Bruzual para aceptar la destitución de Falcón como presidente, rompiéndose
nuevamente las hostilidades. El 04 junio de ese mismo año Falcón abandona el país rumbo
a Curazao en un exilio voluntario, y el 20 de junio, Monagas entra victorioso a Caracas. El
periodo que se inaugura con la Revolución Azul estará caracterizado por la inestabilidad
política interna provocadas por los constantes levantamientos contra el gobierno,
organizados dentro y fuera del país y la profunda crisis económica que apenas permite
atender los requerimientos de la guerra. La nación está prácticamente paralizada y el
gobierno apenas si puede sostenerse en medio del fermento revolucionario y las disputas
internas de sus caudillos tras la muerte de José Tadeo Monagas, ocurrida el 15 de octubre
de 1868.

Colombia: Una resolución publicada por el gobierno de Bogotá a principio de 1869


provocará las protestas de nuestra cancillería, dicha resolución autorizaba al ejecutivo para
solicitar a Venezuela la anulación de los artículos 17 y 18 del tratado de 1842 por considerar
entre otras cosas:
1. Que la administración de Caracas no había dado respuesta satisfactoria a las
demandas colombianas formuladas desde 1859 provenientes de reclamaciones
directamente relacionadas a las estipulaciones contenidas en ambos artículos.
2. Que por el decreto venezolano del 20 de julio de 1864 se mandó a pagar en billetes
de la deuda pública las reclamaciones extranjeras sin incluir las de Colombia.
Estas imputaciones fueron rechazadas por Venezuela y consideraron las acusaciones
colombianas como un hecho grave en las relaciones entre ambos países. Las relaciones se
pondrían más tensas cuando Julián Viso reclama sobre la jurisdicción de Colombia acerca
de los guajiros, igualmente rechazada por el Ejecutivo venezolano. En ese estado estaban
las relaciones en 1869 cuando se dan las negociaciones para tratar los asuntos pendientes
entre Estanislao Silva por COL y Jesús María Marcano por VEN, las conferencias
comenzaron el 19 de octubre y se prolongarán hasta el 25 de noviembre sin poderse
concluir un arreglo definitivo,por la grave crisis política y la guerra que sacudió al país.

SEPTENIO DE ANTONIO GUZMÁN BLANCO (1870-1877)

El 27 de abril de 1870, el ejército revolucionario que dirige Antonio Guzmán Blanco


ocupa Caracas y se encarga provisionalmente del gobierno, inaugurando el “septenio”. En
el ámbito interno, aún cuando las escaramuzas internas no terminaron con la autocracia, el
país experimentará bajo su gobierno una relativa calma y significativos avances en el área
económica y política, promoviendo un conjunto de reformas en su mayorÍa copiadas de los
modelos europeos y norteamericano. Él era el único que antes de asumir el cargo habÍa
visitado Europa y Estados Unidos, y el único egresado de la Universidad y por tanto, el
únicos capaz de emprender un proceso de transformaciones políticas y económicas. El
binomio partido-ejército constituirá la base principal de sustentación del régimen desde 1870
y la oposición civil prácticamente desaparecerá a partir de 1874, cuando la figura política y
militar de Guzmán Blanco se consolida definitivamente.

Colombia: consideraba el gobierno de Guzmán ilegítimo, hasta tanto no recibiera la


ratificación de una convención constituyente, desconociéndole de esta manera al Cónsul
general que había nombrado el gobierno venezolano, situación que el gobierno nacional
consideró como inamistosa e inaceptable, por lo tanto, las relaciones quedaron
interrumpidas y permanecerán así hasta 1872 cuando Manuel Murillo asume la presidencia,
iniciando los pasos para el restablecimiento de las relaciones. En octubre de 1872 se
reanudarán las negociaciones, esta vez, entre Aníbal Galindo y Julián Viso, las cuales
también fracasan ante la negativa del plenipotenciario colombiano. Guzmán decide romper
las relaciones nuevamente ya que identificaba al gobierno de Murillo con el anterior y
además, por la negativa antes dada.

Las medidas a los asilados en la frontera, tomadas a mediados de 1874, por la


nueva administración colombiana de Santiago Pérez y la receptividad con que fueron
recibidas en las distintas esferas públicas de aquel país, las declaraciones del Ejecutivo
venezolano en su último mensaje presidencial, acerca de la forma de resolver los
pendientes entre las dos repúblicas, mejoraron ostensiblemente las relaciones. A partir de
allí se dan las negociaciones Guzman-Murillo.

PRESIDENCIA DE LINARES ALCÁNTARA (1877-1878)

Alcántara pertenecía a los llamados liberales de Guzmán y llega al poder


precisamente con el apoyo de este, aún cuando bien pronto entrará en contradicciones con
su antiguo benefactor, uniéndose a la corriente del movimiento antiguzmancista que se
promueve desde las esferas gubernamentales, el Congreso y la prensa. Los disturbios
políticos ocurridos a mediados de 1878 le permitieron calibrar el apoyo del ejército a sus
aspiraciones y le abrieron un fácil camino para su consolidación como jefe supremo del
antiguzmancismo. Cuando parecía dominar por completo el espectro político y militar muere
repentinamente en la Guaira, el 30 de noviembre de 1879.

Colombia: las iniciativas tomadas por el gobierno venezolano para restablecer las
relaciones con la vecina república, buscaban tomar medidas para evitar que los
colombianos naturalizados en el país y nuestros Agentes Consulares acreditados en
Colombia, participaran en la guerra civil que vivía esta nación, ordenando el ejecutivo el
retiro de la ciudadanía para los primeros y del exequátur para los segundos, tal como
sucedió con nuestro Cónsul en Río Hacha. Debido a esto, el gobierno de Bogotá enviará a
Caracas a José Borda y Antonio Padilla, este último encargado de preparar el terreno para
un arreglo amistoso de los asuntos pendientes entre ambos países. El comisionado
colombiano regresará a Bogotá para informar al Parlamento la decisión del gobierno
venezolano para reanudar las relaciones, aún cuando no regresará a Caracas y las
relaciones seguirán suspendidas el resto del período.

COLOMBIA
-Guerra de los supremos: El presidente José Ignacio de Márquez sancionó una ley en
1838 que suprimía los conventos católicos que albergaran menos de ocho religiosos, con el
fin de usarlos como centros de instrucción pública, de tal forma que el 30 de junio de 1839
varios sacerdotes de la ciudad de San Juan de Pasto se sublevaron.

La guerra pronto se expandió por otras provincias, e incluyó un conflicto fronterizo


con la República del Ecuador, porque de allí dependía el clero de Pasto. En el momento que
las tropas ecuatorianas comandadas por Juan José Flores cruzaron la frontera, estos
comandantes se sublevaron en sus respectivas regiones. Sin embargo, este movimiento no
contó con una dirección única, lo que permitió su derrota en 1842

-AÑO 1840: SEPARACIÓN DE PANAMÁ: La guerra de los supremos motivó a la dirigencia


política panameña a sustraer el istmo de Panamá del conflicto y proclamar una repúbica
independiente y soberana del resto del país; NO OBSTANTE, SE REINCORPORA A NG
EN 1841. Su nueva separación se da en 1850.
-GUERRA CIVIL 1851: Tras las reformas iniciadas por el presidente José Hilario López, que
incluían la libertad de los esclavos (21 de mayo de 1851), expulsión de los jesuitas,
supresión de la pena de muerte y la prisión por deudas, y la consagración de la libertad de
prensa y el juicio por jurados, los terratenientes caucanos se sublevaron en contra de este
por considerarlas demasiado liberales

-REFORMA CONSTITUCIONAL 1853: El péndulo constitucional se movió hacia el método


liberal. Entre las nuevas medidas, se dio inicio al federalismo, se eliminó la esclavitud, se
estableció la libertad administrativa y la libertad religiosa, hubo una separación entre la
Iglesia y el Estado y se terminó la personalidad jurídica de la Iglesia Católica. Algunos de los
avances se revirtieron más tarde en la constitución colombiana de 1886.

-GUERRA CIVIL, 1854: Tras las elecciones presidenciales de 1853, en las cuales el
candidato liberal radical Tomás Herrera (apoyado por el general José María Melo) fue
derrotado por el candidato liberal moderado José María Obando. Melo no aceptó su derrota
y dio un golpe de estado el 17 de abril de 1854 contra el presidente Obando. De forma
inmediata se formó una alianza Constitucionalista militar de radicales y conservadores,
quienes iniciaron la ofensiva contra Melo

-CONSTITUCIÓN 1858: Se inicia la etapa federalista. Pasa a llamarse Confederación


granadina. Se empieza a reemplazar la estructura colonial por el capitalismo.

EL OLIMPO RADICAL (POR CONSTITUCIÓN DE 1863)

El Olimpo radical nos cubre una época en 1863 con el gobierno de Mosquera o el
caucano como algunos lo llamaban. Hasta 1880 no había en el país sino liberales y
conservadores. A partir de esta fecha el partido liberal gobernante, se divide en dos grupos,
uno encabezado por Núñez, partidario de hacer sustanciales reformas a la Constitución de
1863 y de darle un nuevo giro a ciertos aspectos de la política como las relaciones con la
Iglesia, buscando para ello la colaboración de la opinión conservadora. Otro, el sector
gobernante, que aceptando la posibilidad de hacer reformas a la Constitución, defendía la
gestión política y la obra de gobierno realizada por los liberales. Al primer grupo (Núñez), se
le llamó Independiente. A los que estaban en el gobierno, alguien, no se sabe quién, les dio
el nombre de Radicales. Los presidentes que gobernaban en esa época solo duraban dos
años en el poder y no tenían derecho a reelección, esto se prestaba para que el gobierno
cambiara a cada rato de gobernante; además, los gobernantes en tan poco tiempo no
podían dejar mucha huella; esto quiere decir que casi no podían hacer cosas notables por el
país.

En materias económicas, los radicales defendieron en la teoría y aplicaron en la


práctica la política del libre cambio. En nuestra situación histórica, eso quería decir eliminar
ciertas prácticas monopolistas que la organización económica y fiscal de la República había
heredado de la época colonial, tales como los estancos del aguardiente y del tabaco, que
daban al gobierno la facultad exclusiva de señalar las zonas de producción y el monopolio
de la venta de dichos artículos. Su eliminación y su reemplazo por una política de libertad
de cultivo y comercialización, era una vieja aspiración de comerciantes y gentes de capital
desde la época final de la dominación española. Recuérdese que ella fue una de las
principales peticiones de los Comuneros de 1781. Tal política quería decir también
supresión de algunos impuestos, como los que pesaban sobre la agricultura y la minería, los
llamados diezmos y quintos y, finalmente, rebaja de los derechos de aduana para las
importaciones y exportaciones a fin de intensificar el comercio internacional. En una
palabra, limitar al mínimo la actividad del Estado en materias económicas, sobre todo evitar
que pudiera convertirse en Estado empresario. Algo semejante a lo que está pidiendo, cien
años después, el llamado neoliberalismo.

Al tercer gran problema que contemplaba Colombia en el momento, la introducción


de la ciencia y la tecnología modernas y la ampliación y mejoramiento del sistema general
educativo, los radicales contestaron con la recreación de la Universidad Nacional y con la
reforma educativa de 1870, que creó escuelas normales para la formación de maestros y
estableció la escuela primaria obligatoria, gratuita y neutral en su orientación religiosa.

En fin, los radicales hicieron un gran esfuerzo por incorporar el país al mundo
moderno o, como decían ellos mismos, por hacerlo partícipe de los progresos materiales y
culturales de su época.

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