Disertación filosófica – La mentira

Para empezar, hay que indicar el tema de esta disertación que consta de si ¿es ético o no,
mentir a los niños sobre si Papá Noel existe? Este personaje ficticio entra de noche en tu casa y
te deja regalos, dependiendo de tu comportamiento durante el año, ¿es bueno manipular a los
niños con esta mentira para su buen comportamiento? Cuando nos planteamos esta cuestión
debemos dar por hecho que, la mentira, no es ética nunca, ni para niños ni adultos, ya que no
está bien engañar a una persona, pero ¿podemos dejar la ética a un lado y centrarnos en el
valor sentimental?

A partir de la reflexión sobre los datos anteriores podemos preguntarnos ¿Qué es mentir?
La mentira es negar la realidad, pero con una intención de engañar, porque, si tu niegas la
realidad a alguien puede ser por una equivocación, pero solo se nombra mentir cuando hay
una intención. Por ejemplo, si yo no he salido de casa (y no he visto ni oído nada) y al salir veo
el suelo mojado, y me preguntan si “ha llovido”, yo responderé que “si”, porque es mi
suposición, aunque a lo mejor esté mojado por la humedad. Mi intención en este ejemplo no
es engañar entonces no sería una mentira sería una equivocación.
En la sociedad actual, como en cualquier sociedad no pueden ser las personas sinceras al
completo, ni unas mentirosas, ya que en cualquiera de las dos situaciones la sociedad no
funcionaría adecuadamente. Éticamente lo correcto es siempre decir la verdad y no mentir,
pero hay una gran cantidad de motivos o actos por los cuales solemos mentir. Actos por los
que solemos mentir por ejemplo son, para que no nos castiguen, ya que si has hecho algo mal
y te han pillado o no quieres que te pillen vas a mentir, y engañaras si te preguntan, también
otro ejemplo es para no ver sufrir sentimentalmente a otras personas. Aquí hablaríamos de la
verdad pragmática, que es una mentira, pero que sus ventajas de creer en las incoherencias
son mayores, que las de no creer, y se acepta como verdad, un ejemplo de esto sería “La
religión o el horóscopo”.

Una de las razones por la cual se miente a los niños en la creencia de Papá Noel, es por la
ilusión que tienen, porque como hemos dicho antes, aunque no sea del todo ético mentir hay
que valorar las ventajas que tiene hacerlo, ya no solo personales, si no a nivel de sociedad, ya
que es una tradición que no está basada en la fe, por lo que no adoctrina a los niños hacia la
religión.
Otro de los motivos es que, es una forma de hacer que los niños se comporten de manera
adecuada, con un motivo que les premia, no llega a ser como el sofista Crítias, que crítica que
los dioses eran inventos de los gobernantes que controlan al pueblo, aunque no los vieran.
Nosotros no utilizamos la mentira para el control como hemos nombrando antes si no para la
educación, ya que a los niños desde pequeños no saben los que está bien y lo que está mal y se
lo tienes que enseñar y educarlos de una manera que no perjudique su salud ni mental ni
física.

En cambio, también tenemos desventajas, ya que todo es cuestión de la perspectiva con que lo
miras o entiendes, si la sentimental o la ética. La primera desventaja es, si esto puede influir en
la salud mental de los niños, ya que su ilusión está bien, pero va a haber un día que ellos se van
a dar cuenta de esta mentira. Una vez alguien le preguntó a Aristóteles que, ¿Qué se gana con
la mentira?, y este respondió: “Que no te crean cuando dices la verdad”, esto es muy cierto y
es lo que sucede como desventaja en la mentira de Papá Noel, ya que cuando el niño descubra
que esto es mentira y que se lo lleva creyendo muchos años de su vida, se va a empezar a
replantear cuestiones que son totalmente ciertas. Vale la pena engañar para ver esa ilusión y
después poder explicar el porqué del engaño, para que no suceda lo planteado por Aristóteles,
y que este niño pueda transmitirlo durante generaciones como se lleva haciendo hasta ahora.

Un intento de dar respuesta ha sido el de, no es ético mentir a los niños, ni a nadie, pero hay
veces como en este caso que hay que dejar la ética a un lado y centrarse en el sentimiento que
tenemos en la ilusión de los niños por Papá Noel, y en la tradición de los Reyes Magos, que no
hemos nombrado mucho debido que pasa casi exactamente lo mismo que con Papá Noel,
excepto que estos provienen de una creencia religiosa.

De lo dicho hasta ahora, puede concluirse que, dentro de la ética, no es correcto mentir a los
niños, pero hay motivos sentimentales, de tradición o de creencia por los cuales esto se debe
dejarse a un lado, y disfrutar emocionalmente de eso. En mi opinión es que me encanta ver la
ilusión de los niños pequeños, y prefiero dejar mi ética a un lado y disfrutar de esos momentos
de la vida, debido que cuando estos niños se hagan mayores serán los que les mientan, por ver
su ilusión y, al fin y al cabo, si luego se plantean ciertas verdades, yo se las explicaría y le diría
por qué se les ha mentido (tradición y sentimientos), en mi opinión vale la pena.

Esther Bresó Cócera

1º de Bachillerato

IES Eduardo Merello, Puerto de Sagunto