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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA UNIDAD XOCHIMILCO

Hernández Alarcón Edgar


Grupo SE51S
Módulo V Teoría
Reporte de lectura 16

Las nuevas reglas del método sociológico (Anthony Giddens)

La teoría de la estructuración de Anthony Giddens es una teoría social sobre la


producción y reproducción de sistemas sociales, la cual se basa en el análisis
tanto de la estructura como de los agentes involucrados, sin dar prioridad a
ninguno de ellos. Giddens en su teoría de la estructuración muestra la dualidad de
las estructuras, explica que la estructura habilita a partir de recursos y limita a
partir de reglas. Además, dice que las prácticas sociales son condición y resultado
de la estructura social, porque los actores no dan nacimiento a sus prácticas, sino
que las recrean continuamente, y la estructura social se mantiene gracias a las
prácticas sociales que los actores realizan dentro de ella. Además, usó conceptos
como el de reflexividad, qué tenía que ver con qué los actores están conscientes
de sus acciones y las de los demás en un contexto determinado.

Lo que Giddens denomina el modelo de estratificación del propio-ser actuante es


una interpretación del agente humano que se centra en tres procesos (1) registro
reflexivo de la acción, 2) racionalización y 3) motivación de la acción) y en tres
capas conciencia discursiva, 2) conciencia práctica y 3) motivos/cogniciones
inconscientes. El registro reflexivo de la acción es un proceso que 1) archiva las
actividades y crea expectativas de que los otros hagan lo mismo y 2) registra
aspectos sociales y físicos de los escenarios en los que las interacciones ocurren.
La racionalización de la acción es un proceso por el que por rutina y casi sin
esfuerzo los agentes tienen una comprensión teórica sobre los fundamentos de
sus actividades. La motivación de la acción no está unida directamente a la
continuidad de una acción como los otros dos elementos constitutivos. Denota
más un potencial de acción basado en planes generales o programas (proyectos
en términos Schutz) dentro de los que se escenifica un espectro de conducta.

De acuerdo con una visión muy generalizada, el obrar humano se define solo por
referencia a sus intenciones. Esto quiere decir que sólo se puede considerar
acción si existe la intención de obrar así, ya que de lo contrario sería una mera
respuesta reactiva. Sin embargo, la mayoría de los actos no presentan esa
característica. Muchos filósofos y sociólogos se han esforzado en entender la
naturaliza de la actividad intencional. Para la teoría de la estructuración el interés
no se encuentra en la intención de la acción, sino en las consecuencias no
buscadas de la acción. Giddens considera que una definición más precisa de
obrar es aquella que no resalte las intenciones sino su capacidad de hacer las
cosas (lo que implica poder). Se define obrar como los sucesos de los que un
individuo es el autor y los cuales no habrían tenido lugar si el agente no hubiera
intervenido. También está el caso de ‘hacer algo sin intención’, que es perseguir
un objetivo específico y en el camino hacer que ocurran otras cosas
independientemente de que el objetivo inicial se haya cumplido. Es necesario,
pues, distinguir entre lo que el agente hace y lo que es buscado.

Haceres no intencionales se pueden distinguir conceptualmente de consecuencias


no buscadas de haceres. Actos en apariencia triviales pueden desencadenar
sucesos muy alejados de él en tiempo y espacio. Mientras más alejados en tiempo
y espacio estén las consecuencias de un acto del contexto original del acto,
menos probables será que esas consecuencias hayan sido intencionales y esto se
ve tanto por el alcance de saber que los actores poseen como por el poder que
son capaces de movilizar. De este modo el obrar (situado en el tiempo y el
espacio) tienen consecuencias no buscadas de la acción que se pueden
realimentar sistemáticamente para convertirse en condiciones inadvertidas de la
acción. El análisis clásico de las consecuencias no buscadas de la acción lo
realiza Merton en el subcapítulo “funciones latentes y manifiestas” de su libro
teoría y estructura sociales. Pero Merton asocia luego las consecuencias no
buscadas de la acción con el análisis funcional, un paso que Giddens rechaza.

De acuerdo con Giddens, hay tres grandes contextos de investigación -


distinguibles sólo analíticamente- se derivan de la conexión entre las
consecuencias no buscadas de la acción y las prácticas institucionalizadas
(sistemas sociales).
1) El interés en acumular sucesos derivados de una circunstancia iniciadora sin
que esa acumulación no se habría producido. Se atiende a una cadena o
secuencia de sucesos, reconstruidos y analizados de manera contra fáctica.
2) El interés en múltiples actividades individuales que se entretejen para dar como
resultado una pauta de consecuencias. En este punto hay un “efecto de
composición” como resultado de la sumación de actos, cada uno de los cuales se
lleva a cabo intencionalmente pero el resultado final no fue buscado ni deseado
por nadie
3) El interés en los mecanismos de reproducción de prácticas institucionalizadas.
En este caso las consecuencias no buscadas de la acción ofrecen las condiciones
inadvertidas de una acción posterior dentro de un ciclo de realimentación no
reflexiva (lazos causales)

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