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Al analizar vigas, columnas, pilares, placas o laminas; se debe calcular el esfuerzo que
sufre dicho espacio. El esfuerzo se define como el cociente entre la fuerza y la
superficie en la que se es aplicado, se pueden clasificar en normal, cuando se sufre en
forma perpendicular a la superficie, y en cortante, cuando se sufre paralela a la
superficie.
Los ingenieros deben tomar en cuenta esto ya que cuando se le aplica un esfuerzo el
área puede llegar a deformarse. Por ejemplo, al instalar cableados se debe tener en
cuenta el material, longitud y grosor del cable para saber cuánto esfuerzo, en este caso
por tensión, resistiría. Al diseñar el grosor de pilares o columnas se debe tomar en
cuenta el esfuerzo de compresión que sufren, ya que son el soporte de la estructura y así
mismo del esfuerzo de apoyo que influye sobre la base.
No solo los materiales grandes influyen esfuerzo hacia la estructura también elementos
pequeños como son los pernos y tornillos. Los pernos se utilizan principalmente para
fijar dos cuerpos de ensamblaje diferentes como juntas, dos láminas de metal diferentes,
dos tubos diferentes de un ensamblaje, etc. Experimenta una carga cortante esto hace
que un plano del perno se deslice sobre otro plano del perno. Esto provoca fallas por
cizallamiento en juntas como chaveta, junta de articulación, etc. por lo que, al
seleccionar material para diferentes mecanismos, es esencial conocer su esfuerzo
cortante.