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Por ello es considerado una disciplina que se enfoca en analizar cómo los diferentes materiales
soportan las cargas y fuerzas a las que son sometidos. Los ingenieros especializados en esta área
estudian la capacidad de los materiales para resistir las deformaciones y fracturas bajo diferentes
condiciones de carga, temperatura y ambiente. Además, utilizan herramientas matemáticas y
experimentales para predecir el comportamiento de los materiales en situaciones extremas o
inesperadas.
Deformación elástica.
Existe una profunda diferencia física entre la deformación elástica y la deformación
plástica. Durante la deformación elástica, debido a la fuerza externa, cambia la distancia
entre los átomos en la red cristalina. Cuando se elimina la carga, se elimina la causa que
contribuye al cambio en la distancia entre los átomos, los átomos vuelven a sus
posiciones originales y la deformación desaparece (Gunt Hambur, 2017).
Deformación plástica.
La deformación plástica es un proceso completamente diferente y mucho más complejo.
En la deformación plástica, una parte del cristal se desplaza con respecto a la otra. Si se
elimina la carga, el movimiento del vidrio no se trae de vuelta a la posición original; Es
decir, se conserva la deformación. Estos desplazamientos se encuentran en el análisis de
microestructura (Desde el murete, 2018).
Otro tema importante es el diseño de elementos estructurales, como vigas, columnas y puentes.
Es fundamental conocer las propiedades mecánicas de los materiales que se van a utilizar, como
la resistencia a la tracción, la resistencia a la compresión, la resistencia al corte y la rigidez,
entre otras.
Para realizar cálculos y diseños precisos, es necesario conocer distintos métodos y teoremas,
como el teorema de Mohr para cálculo de esfuerzos, el método de los elementos finitos para
analizar la tensión y deformación de una estructura, y la teoría de la carga límite para la
evaluación de la seguridad de estructuras bajo cargas extremas.
Las estructuras sismorresistentes deben tener estructuras de hormigón armado con columnas en
las esquinas con bordes en las aberturas y así puedan estar unidas tanto en la parte superior
como a los cimientos. En Italia, un país frecuentemente expuesto a terremotos, se desarrolló un
sistema de bloques aislantes en la cimentación para permitir que el suelo se mueva, no el
edificio. El aislamiento de base también se usa cada vez más en nuevas construcciones en los
EE. UU. y Japón (IngeOexpert, 2017).
Ciertos materiales, como los ladrillos multiperforados y los morteros premezclados, no solo
pueden ayudar a fortalecer una estructura, sino también ayudar a construir muros en un área
específica (especialmente áreas que requieren atención debido a su actividad sísmica).
Este tipo de bloque en combinación con mortero prefabricado no solo tiene un efecto positivo
en la estructura, sino que también le permite optimizar el costo y el consumo de mano de obra al
momento del creado y montaje de las paredes.
Generalmente, con este método, el edificio se reforzará tres veces con bloques, barras de acero y
se rellenará con hormigón. De esta manera, se creará una estructura mucho más fuerte,
resistente a cualquier actividad sísmica. (Industrial Bloquera, 2020)