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UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

FACULTAD DE CIENCIAS HISTÓRICO SOCIALES Y


EDUCACIÓN

ESCUELA PROFESIONAL DE EDUCACIÓN

SEDE - HUARMACA

ESPECIALIDAD: LENGUA Y LITERATURA .

ASIGNATURA: LITERATURA PERUANA II .

TEMA : VIDA Y OBRA DE JOSÉ MARIA ARGUEDAS ALTAMIRANO .

DOCENTE: MARIA MAGDALENA CORNEJO FARROÑAN .

ESTUDIANTE: CASINALDO HUANCAS MASAPE.

CICLO: VIII.

FASE : II.

FECHA : HUARMACA, 02 DE MARZO DEL 202 2.


JOSÉ MARÍA ARGUEDAS
ALTAMIRANO
Nació en Andahuaylas, en la sierra sur del
Perú el dieciocho de enero de mil
novecientos once. Proveniente de una
familia criolla y aristócrata.
Su padre fue Víctor Manuel Arguedas
Arellano, jurista y reconocido hacendado; y
su madre Victoria Altamirano Navarro. Como
escritor, su vida ha sido ampliamente
estudiada por la historia de la literatura; pues en pocos autores
contemporáneos se ha visto una relación tan diáfana entre vida y obra.
Arguedas tomó su historia personal, su acervo de experiencias, y los convirtió
en la materia prima de su obra literaria: la muerte de su madre y el abandono
de su padre, su vida en las haciendas de Viseca, su infancia entre las
comunidades andinas, la marginalidad y el choque de sus dos mundos: el
indígena y el occidental.
Arguedas cultivó su escritura en casi todos los géneros: poesía, cuento, novela
y los estudios antropológicos y folclóricos. Pese a que sus investigaciones
acerca de las culturas indígenas del Perú se considera su legado más vasto,
sus obras más reconocidas fueron de corte literario. Sus cuentos de Agua
(1935) y La muerte de los Arango (1955), y sus novelas Los ríos profundos
(1958) y El sexto (1961) fueron reconocidos internacionalmente y son la
evidencia más fehaciente de su genio e ideología. La crítica ha dividido la obra
de Arguedas en etapas. Y éstas describen el avance de su proyecto artístico;
qué en última instancia, quedaría trunco por la prematura muerte del autor
andahuaylino.
La obra de Arguedas, sin duda, se considera una apología de la cultura nativa
de Perú. Durante toda su vida se ocupó en reivindicar la imagen del indio y su
mundo: su lengua, mitología, expresión artística, sociedad y moral. La
cosmogonía quechua se halla presente en su vasta producción literaria; y aun
se puede decir que ésta fue la fuerza que amalgamó la narrativa de Arguedas.
Fundió el lirismo y la expresión indígena con la lengua y las formas
occidentales, para lograr una obra que expresara con nitidez la esencia del
quechua. El legado de su obra se halla en que desechó los prejuicios (hechos
desde afuera) del indigenismo ortodoxo y se ocupó en retratar íntimamente al
indígena (desde adentro).
EL SUEÑO DEL PONGO
Narra la historia de un hombrecito que era
sirviente y pequeño de estatura.
El patrón de la hacienda siempre se
burlaba del hombrecillo delante de
muchas personas. El pongo no hablaba
con nadie; trabajaba calladito y comía sin
hablar.
Todo cuanto le ordenaban, cumplía sin
decir nada.
El patrón tenía la costumbre de
maltratarlo y fastidiado delante
de toda la servidumbre, cuando los
sirvientes se reunían para rezar el Ave
María en el corredor de la casa hacienda.
El patrón burlándose le decía muchas cosas: "Creo que eres perro, "ladra",
"ponte en cuatro patas", "trota de costado como perro". El pongo hacía todo lo
que le ordenaba y el patrón reía a mandíbula batiente.
El patrón hacía lo que le daba la gana con el hombrecillo.
Pero... una tarde, a la hora del Ave María, cuando el corredor estaba repleto de
gente de la hacienda, el hombrecito le dijo a su patrón: "Gran señor, dame tu
licencia; padrecito mío, quiero hablarte".
El patrón le dice: "Habla... si puedes". Entonces el pongo empieza a contarle al
patrón lo que había soñado anoche:
"Oye patroncito, anoche soñé que los dos habíamos muerto y estábamos
desnudos ante los ojos de nuestro gran padre San Francisco, Él nos examinó
con sus ojos el corazón del tuyo y del mío.
El padre San Francisco ordenó al Ángel mayor que te eche toda la miel que
estaba en la copa de oro.
La cosa es que el ángel, levantando la miel con sus manos enlució todo tu
cuerpecito, desde la cabeza hasta las uñas de tus pies, Bien, ahora me tocaba
a mí, nuestro gran Padre le dijo a un ángel viejo:
"Oye, viejo, embadurna el cuerpo de este hombrecito con el excremento que
hay en esa lata que has traído: todo el cuerpo, de cualquier manera, cúbrelo
como puedas, ¡Rápido!"
Entonces, patroncito, el ángel viejo, sacando el excremento de la lata, me
cubrió todo el cuerpo con esa porquería. Espérate, pues, patroncito, ahí no
queda la cosa.
Nuestro gran Padre nos dijo a los dos: "Ahora, “lámanse el uno al otro;
despacio, por mucho tiempo".
MENSAJE DEL CUENTO
Mensaje. Este cuento nos hace meditar sobre la condición inhumana en la que
mucha gente se halla todavía sumida, expresada en diversas formas de
explotación, discriminación y humillación sistemática, y que sobrellevan tal
condición ante la indiferencia o complacencia del resto.
A través del sueño, el pongo, que simboliza el mundo indígena subalternizado,
desafía la inversión del orden constituido. El relato representa, en definitiva,
retomando la reflexión de Bourricaud, un modo de autorepresentación de la
estratificación social propia de las zonas rurales andinas.

PROPÓSITO DEL AUTOR


El propósito del autor es que ninguna persona es mejor que otra,
especialmente debido de su apariencia o su poder.
EL MENSAJE ENVÍA EL PONGO AL PATRÓN AL CONTARLE EL SUEÑO
El pongo decía al patrón que lo que haces a otros te haces a ti mismo

LOS RÍOS PROFUNDOS.


Comienzan con la llegada de Ernesto y
Gabriel, su padre, a la ciudad de Cuzco.
Padre e hijo han recorrido más de
doscientos pueblos de las
sierras peruanas debido al trabajo de
Gabriel: es abogado itinerante y va de
pueblo en pueblo tomando casos de
trabajadores de las haciendas. Ambos
arriban a Cuzco para pedirle un favor al
Viejo. El Viejo es pariente de Gabriel, y
es conocido por ser un hombre rico pero
avaro. Ernesto, por su parte, no se deja
afectar por el trato despectivo del
Viejo, que dispuso hospedarlos en la
cocina de los arrieros. Está
entusiasmado con conocer las
ruinas incas, los muros antiguos que aún conserva la ciudad. El joven tiene una
gran sensibilidad y se conmueve ante los muros o el repicar de la campana de
la iglesia. A pesar de que no logran su cometido con el Viejo avaro, se van de
Cuzco a Abancay con la frente en alto.

Al pueblo de Abancay llegan con el objetivo de matricular a Ernesto en el


Colegio. Los recibe allí una multitud que reza por el Padre Linares, el cura del
pueblo que representa casi una divinidad. A los pocos días de comenzar sus
estudios, Ernesto se da cuenta de que su padre partirá pronto hacia otro
pueblo. La despedida es difícil; sabe que a partir de ahora estará solo frente a
los obstáculos del futuro próximo.
Finalmente, Gabriel se va de Abancay con la promesa de conseguir una chacra
donde recibir a su hijo en verano. Ernesto comienza una convivencia con sus
compañeros que no es fácil. Algunos de los mayores tienen comportamientos
abusivos con los más pequeños y, sobre todo, con Marcelina, una mujer con
una discapacidad mental a la que llaman “la opa”. Por las noches, algunos de
ellos abusan sexualmente de ella en los baños del patio, a la vista de los más
pequeños, entre quienes se encuentra Ernesto.
Para contrarrestar la opresión del Colegio, Ernesto va los domingos a recorrer
la quebrada, la hacienda de Patibamba, el río Pachachaca. Más adelante
comienza a ir a las chicherías, donde pasa los fines de semana escuchando a
los músicos tocar huaynos de distintos pueblos. Todo esto ayuda a despertar
su memoria. Los recuerdos son para Ernesto su gran arma contra la soledad, la
desesperación y el maltrato.
En el Colegio se viven muchas situaciones de violencia social y racial que
aplastan el espíritu de Ernesto. Pero un día hay un gran revuelo en el pueblo:
las chicheras de Abancay se rebelan contra las autoridades porque en la
hacienda se les da sal a las vacas y esa sal no está siendo entregada a las
personas. Armadas, van hasta la Salinera y se llevan los sacos de sal que
encuentran allí escondidos. Incluso, en un acto de justicia que emociona a
Ernesto y lo hace involucrarse en la acción, le llevan sal a los indios de la
hacienda. Estos indios sumisos apenas hablan; temerosos, reciben la sal de las
chicheras casi sin salir de sus casas. A partir de esta situación, y a pesar de
que el éxito de la rebelión es efímero, Ernesto reafirma su identidad andina y
sus convicciones: descubre que puede haber justicia social a partir de la
organización colectiva.
Poco a poco, en el colegio va forjando amistades. Su primer amigo, Ántero, le
regala un trompo mágico, el zumbayllu. Luego entabla un vínculo con Palacitos
y Romero. Los tres comparten el pensamiento mágico y el sistema de
creencias; hablan quechua y además comparten el gusto por la música de
origen incaico, los huaynos. Por otra parte, varias veces se enfrenta a
compañeros; al abusivo Lleras, o a Rondinel, que lo llama “indiecito”. Incluso se
enemista con el mismo Ántero cuando las diferencias entre ellos se
acrecientan, a partir de las opiniones contrapuestas alrededor de la rebelión de
las chicheras y la actitud lasciva que Ántero tiene con las niñas del pueblo.
Con la llegada del ejército a Abancay, con la función de reprimir la rebelión de
las chicheras, llega la peste. El tifus avanza rápido sobre el pueblo y llega al
Colegio. Los indios que trabajan en la hacienda, enfermos, a pesar de su temor
y sumisión, y de la presencia del ejército, avanzan sobre el pueblo para recibir
la misa.
Por su parte, Ernesto, que asiste a Marcelina en su lecho de muerte, es
encerrado por los Padres, por miedo a que esté enfermo. Finalmente, para
cuando el Padre Linares se da cuenta de que Ernesto está sano, sus
compañeros ya se han ido del pueblo sin despedirse, salvo Palacitos, que le
deja a Ernesto dos monedas de oro para que viaje a buscar a su padre, o para
que pague su propio entierro.
Finalmente, el Padre Linares libera a Ernesto y le dice que su pariente, el Viejo,
lo espera en su estancia y que debe irse caminando, solo. Ernesto se va, pero
a último momento decide ejercer su libertad y cambiar de rumbo hacia la
cordillera.

EL MENSAJE DE LA OBRA
Presenta una visión del universo como un todo interrelacionado y el
acercamiento mágico a ese mundo consiste en intentar descubrir los caminos
subterráneos que se mueven entre los seres, las cosas y los valores
espirituales.
VALORES DE LA OBRA
Valores vitales: salud, vejez, muerte. Valores espirituales: estéticos, jurídicos,
gnoseológicos, etc. Valores religiosos: felicidad, desesperación, amor, entre
otros; llegando a descubrir el odio, el amor, el acto moral”.
PERSONAJE PRINCIPAL
Ernesto, el protagonista-narrador, El Viejo, de nombre don Manuel Jesús, es el
tío de Ernesto. Añuco, interno, era hijo de
un hacendado caído en la ruina.

EL SEXTO.
Empieza con el ingreso de Gabriel
Osborno a la prisión y lo primero que oye
es la canción de “La Marsellesa De Los
Apristas” que es cantada por los presos
políticos del tercer piso.
Gabriel es conducido al pabellón de los presos políticos y es introducido en una
celda. Alejandro cámac Jiménez y Gabriel serán compañeros de celda. Cámac,
a medida que pasaban los días, le fue enseñando a los presos uno por uno:
Maraví, el amo del sexto; el Negro Puñalada, el Piurano, Rosita, el Pato, el
Pacasmayo, entre otros.

También le dice que en el primer pabellón están los vagos (2º piso) están los
delincuentes más avezados (violadores, asesinos, estafadores) y en el tercer
piso, se encuentran los presos políticos.
En la novela se narra la muerte del pianista, la violación de Libio Tasaico por
parte del negro puñalada, la muerte de el pato” por manos del piurano, el
suicidio de “Pacasmayo”, la muerte del Japonés, la locura del delincuente
“clavel”, la muerte del “negro puñalada”.
La obra del sexto es más una novela testimonial porque narra con una
exactitud como es la vida dentro de una cárcel peruana los atropellos que se
realiza dentro de la cárcel la corrupción, el homosexualismo, la desigualdad.
El escritor cuenta el drama humano de una cárcel peruana. El dolor, la
angustia, el sufrimiento y la muerte, son elementos vitales que giran a nuestro
alrededor.
MENSAJE DE LA OBRA
Es una novela basada en la experiencia carcelaria del autor en el penal El
Sexto de Lima, entre los años de 1937 y 1938, bajo la dictadura de Óscar R. ...
Asimismo la novela es un cuadro descarnado de la vida carcelaria, que se
desarrolla en un edificio lóbrego donde conviven presos comunes con presos
políticos.
TEMA PRINCIPAL.
Asimismo, la novela es un cuadro descarnado de la vida carcelaria, que se
desarrolla en un edificio lóbrego donde conviven presos comunes con presos
políticos. El dolor, la angustia, el sufrimiento y la muerte, son los elementos
vitales que giran alrededor de la obra.

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