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AUTORES:
ASESORA:
LIMA – PERU
2021
DEDICATORIA
ÍNDICE
Dedicatoria .................................................................................................................II
Agradecimiento.............................................................................................................III
Resumen …………………….......................................................................................IV
Índice de Contenido........................................................................................................V
Introducción ..............................................................................................................VII
Definición de la Enfermedad de Alzheimer..................................................................08
El Alzheimer y el cerebro..............................................................................................19
Tratamiento …..............................................................................................................23
Con el tiempo, los síntomas del Alzheimer empeoran. Las personas pueden
no reconocer a sus familiares. Pueden tener dificultades para hablar, leer o escribir. Pueden
olvidar cómo cepillarse los dientes o peinarse el cabello. Más adelante, pueden volverse
ansiosos o agresivos o deambular lejos de su casa. Finalmente, necesitan cuidados totales.
Esto puede ser muy estresante para los familiares que deben encargarse de sus cuidados.
1
1. DEFINICIÓN DE LA ENFERMEDAD DEL ALZHEIMER
2. PATOGENIA
Por último, cuando existe ya un paulatino acúmulo de los hallazgos propios de la EA,
como son las placas neuríticas y los ovillos neurofibrilares, el deterioro cognitivo y, por tanto,
el declive funcional es intenso y progresivo. Este estadio corresponde a la fase de Demencia
tipo Alzheimer.
Los científicos han identificado factores que aumentan el riesgo de padecer Alzheimer.
Los factores de riesgo más importantes (la edad, los antecedentes familiares y la herencia) no
se pueden cambiar, pero existen nuevas pruebas que sugieren que podría haber otros factores
sobre los que sí podemos influir, como la edad, los antecedentes familiares y la genética.
Abordemos cada uno.
Hay genes vinculados al Alzheimer, los 23 pares de cromosomas humanos contienen los
30.000 genes que codifican la estructura biológica del ser humano. Esta ilustración interactiva
resalta los cromosomas que contienen cada uno de los tres genes que causan el Alzheimer
hereditario y el gen con mayor impacto en el riesgo de Alzheimer. Así, la proteína precursora
amiloidea (APP), descubierta en 1987, es el primer gen con mutaciones que se descubrió que
causa una forma heredada de Alzheimer.
La expectativa de vida de los latinos aumentará a 87 años para el año 2050 y sobrepasará a
todos los otros grupos étnicos en Estados Unidos.
La mayoría de los expertos cree que casi todos los casos de enfermedad de Alzheimer
ocurren como resultado de interacciones complejas entre los genes y otros factores de riesgo.
La edad, los antecedentes familiares y la herencia son factores de riesgo que no podemos
cambiar. Ahora, las investigaciones comienzan a revelar claves acerca de otros factores de
riesgo sobre los que podemos influir a través del estilo de vida general, las opciones de
bienestar y el manejo efectivo de otras afecciones.
Lesiones en la cabeza: podría existir un vínculo fuerte entre las lesiones graves en la cabeza
y el riesgo futuro de padecer Alzheimer, especialmente cuando el traumatismo se repite o
incluye pérdida de conocimiento. Para proteger su cerebro, use el cinturón de seguridad, use
casco cuando practica deportes y haga de su hogar un espacio a prueba de caídas.
Conexión entre el corazón y la cabeza: algunas de las evidencias más concluyentes vinculan
la salud del cerebro con la del corazón. Esta conexión tiene sentido, ya que el cerebro se
alimenta a través de las redes de vasos sanguíneos más importantes del cuerpo, y el corazón es
responsable de bombear sangre a través de estos vasos sanguíneos hasta el cerebro.
A medida que el Alzheimer avanza en nuestro cerebro, se agravan los síntomas, entre
ellos, la desorientación; cambios en el humor y el comportamiento; confusión cada vez más
grave en relación con eventos, horas y lugares; sospechas infundadas sobre familiares, amigos
y cuidadores profesionales; pérdida de memoria y cambios en el comportamiento más graves,
y finalmente, dificultad para hablar, tragar y caminar.
Las personas con pérdida de memoria y otros signos posibles de Alzheimer pueden
tener dificultad para reconocer que tienen un problema. Los signos de demencia pueden ser
más obvios para los familiares o amigos.
Los síntomas del Alzheimer empeoran con el tiempo, aunque la velocidad a la que
avanza la enfermedad varía. En promedio, una persona con Alzheimer vive de cuatro a ocho
años después del diagnóstico, pero puede vivir hasta 20 años, dependiendo de otros factores.
Los cambios en el cerebro relacionados con el Alzheimer comienzan años antes de que
aparezcan los signos de la enfermedad. Este período de tiempo, que puede durar años, se
conoce como Alzheimer preclínico.
Las etapas que siguen brindan una idea general de cómo cambian las habilidades una
vez que aparecen los síntomas y solo debe usarse como guía general. Se separan en tres
categorías diferentes: enfermedad de Alzheimer leve, enfermedad de Alzheimer moderada y
enfermedad de Alzheimer grave. Tenga en cuenta que puede ser difícil ubicar a una persona
con Alzheimer en una etapa específica, ya que las etapas se superponen.
Se espera que la cantidad de latinos con Alzheimer que viven en Estados Unidos
aumente a 1,3 millones para el año 2050.
Los amigos, familiares y otras personas comienzan a notar las dificultades. Durante una
entrevista médica detallada, es posible que los médicos puedan detectar problemas de
memoria o concentración. Las dificultades comunes incluyen:
Durante la etapa moderada del Alzheimer, las personas pueden tener más dificultades
para realizar tareas como pagar facturas, pero pueden recordar detalles significativos de su
vida.
Necesitar asistencia todo el tiempo con las actividades diarias y el cuidado personal.
Perder la noción de experiencias recientes y los hechos que las rodean.
Experimentar cambios en las capacidades físicas, incluida la capacidad de hablar,
sentarse y, eventualmente, tragar.
Tener más dificultad para comunicarse.
Volverse vulnerables a infecciones, especialmente neumonía.
6. EL ALZHEIMER Y EL CEREBRO
Para hacer su trabajo, las células del cerebro funcionan como pequeñas fábricas.
Reciben suministros, generan energía, construyen equipos y se deshacen de los desperdicios.
Las células también procesan y almacenan información y se comunican con otras células.
Mantener todo el sistema en funcionamiento requiere coordinación y grandes cantidades de
combustible y oxígeno.
Los científicos creen que la enfermedad de Alzheimer impide que partes de las
fábricas de las células funcionen correctamente. No están seguros de dónde comienza el
problema. Pero igual que sucede en una fábrica real, las averías y los atascos en un sistema
causan problemas en otras áreas.
Esta enfermedad, que aumenta con la edad, empieza con síntomas sutiles como
problemas de memoria, dificultad para denominar objetos y luego desorientación en el tiempo
y espacio. "La pérdida de las capacidades van comprometiendo el funcionamiento familiar,
social y laboral”, sostiene el director del Instituto Peruano de Neurociencias (IPN), neurólogo
Nilton Custodio.
9. DIAGNÓSTICO DE LA ENFERMEDAD
No hay una evaluación única que determine que una persona tiene Alzheimer. Si bien
los médicos casi siempre pueden determinar si una persona tiene demencia, puede ser difícil
determinar la causa precisa.
Uno de los factores protectores más estudiados se relaciona con una adecuada dieta en el
paciente.
Dieta rica en ácidos grasos poliinsaturados y antioxidantes: varios estudios muestran que
el consumo de este tipo de dieta reduce el riesgo de demencia y Alzheimer, mientras que en
otro estudio no se encontró esa asociación.
Dieta Mediterránea: caracterizada por una alta ingesta de verduras, hortalizas y pescado, una
ingesta moderada de vino y pobre en carnes rojas y aves de corral. Varios estudios
demostraron que la ingesta de este tipo de dieta reduce la incidencia del Alzheimer.
El consumo de alcohol: de ligero a moderado está asociado a una reducción del riesgo de
demencia y de Alzheimer.
Educación y ocupación profesional previa: las personas con mayor nivel educativo y/o
actividad laboral previa con alta demanda intelectual, manifiestan los primeros síntomas de la
enfermedad más tarde y tienen una evolución de la enfermedad más lenta que aquellos con
bajo nivel educativo y/o actividad laboral previa con baja demanda intelectual.
Estilo de vida: un estilo de vida activo en el que el sujeto realice actividades de ocio,
actividades intelectuales y esté integrado socialmente en la vejez protege contra la demencia y
el Alzheimer.
Actividad física: mientras que unos estudios afirman que la realización de actividad física en
la mediana edad se asocia a un menor riesgo de demencia y del Alzheimer en el futuro y que
reduce el riesgo o retrasa la aparición de ambas enfermedades, especialmente entre individuos
genéticamente susceptibles; otros estudios no encuentran esta asociación.
11. TRATAMIENTOS
Actualmente la enfermedad de Alzheimer no tiene cura, pero sí se puede controlar de
forma muy eficaz. Se conocen muchos aspectos del proceso neurodegenerativo subyacente a
la enfermedad, pero los tratamientos que lo modifican todavía están en fase experimental.
Existen medicamentos que pueden ayudar a controlar o retrasar sus síntomas durante
algún tiempo, especialmente en las primeras etapas de la enfermedad. Algunos tratamientos
ayudan a controlar la agitación, la depresión o los síntomas psicóticos (alucinaciones o
delirios) que pueden ocurrir cuando la enfermedad progresa.
Namenda aparentemente protege las células nerviosas del cerebro de las cantidades
excesivas de glutamato, un mensajero químico liberado en grandes cantidades por las células
dañadas por la enfermedad de Alzheimer (y algunos otros trastornos neurológicos). Cuando el
glutamato se adhiere la superficie receptora celular por medio de “puntos de enganche”
llamada N-metil-D-aspartato (NMDA), el calcio puede fluir libremente en la célula, lo que
puede conducir a la degeneración celular. Namenda puede impedir esta secuencia destructiva
mediante el ajuste de la actividad de glutamato. Presente entre sus efectos secundarios dolor
de espalda, estreñimiento, diarrea, mareos, somnolencia, dolor de cabeza, dolor y aumento de
peso.
5.1CONCLUSIONES
1. El 72% de los estudiantes, NO están informados sobre los factores protectores del
Alzheimer; solo el 28% de los estudiantes logra identificar uno u otro factor. Se acepta
la hipótesis general.
2. El 55% de los estudiantes NO conocen que los factores protectores de la enfermedad
del Alzheimer son: dieta y estilo de vida adecuado, así como regular actividad mental
y física. Se acepta la hipótesis específica N°1.
3. El 52% de los estudiantes, NO saben cómo reconocer un paciente con Alzheimer. Se
acepta la hipótesis específica N°2.
4. El 79% de los estudiantes considera que la incidencia del Alzheimer en el Perú es
Media. El 21%, cree que es Alta y ninguno consideró una incidencia Baja. Por lo
tanto, NO conocen que la incidencia es baja, sólo un aproximado del 10% la padece.
Se acepta la hipótesis específica N°3.
5. El 58%, no están informados sobre las formas de prevenir el Alzheimer.
6. El 76% de los estudiantes NO conocen qué incluyen los tratamientos del Alzheimer.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
1- Arango Aspilla, Juan Carlos y otros. “Las Demencias. Aspectos Clínicos.
Neuropsicológicos y tratamiento”. Edit. El Manual Moderno. Santa fe de Bogotá.
2003.
7- Dale E. Bredesen. El fin del Alzheimer: Programa para prevenir y revertir el deterioro
cognitivo. 1a ed. Madrid, España: Editorial Penguin Random House;2016