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“AÑO DE LA UNIVERSALIZACIÓN DE LA SALUD”

INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR


DE SALUD “DANIEL ALCIDES CARRION”

TRABAJO MONOGRÁFICO SOBRE LA ENFERMEDAD DEL


ALZHEIMER

AUTORES:

 Benavides Baca, Elizabeth.


 Muñoz Tarazona, Elizabeth.

ASESORA:

Mg. Anita Gutierrez Rivas

LIMA – PERU

2021
DEDICATORIA

Dedicamos este trabajo a todas las personas que confiaron


en nosotras y en todo momento nos motivaron a perseverar
hasta alcanzar nuestra meta profesional.
AGRADECIMIENTOS

 A Dios, a nuestros padres y familiares, por ser esa


piedra que nos sostiene y nos llena de fortaleza.
 A nuestra alma mater, Carrión, cuna de sabiduría.
 A nuestros queridos profesores, por sus enseñanzas y
muestras de aprecio hacia nosotras.
 A nuestras amigas y compañeras de estudio.

ÍNDICE
Dedicatoria .................................................................................................................II
Agradecimiento.............................................................................................................III
Resumen …………………….......................................................................................IV
Índice de Contenido........................................................................................................V
Introducción ..............................................................................................................VII
Definición de la Enfermedad de Alzheimer..................................................................08

Patogenia del Alzheimer...............................................................................................13

Causas y Factores de riesgo ……………….…………………………………………..14

Síntomas del Alzheimer ...............................................................................................16

Etapas de la Enfermedad ……......................................................................................17

El Alzheimer y el cerebro..............................................................................................19

Estadística e Incidencia del Alzheimer en Perú............................................................20

Principios para el cuidado de Pacientes con Alzheimer................................................21

Diagnóstico del Alzheimer............................................................................................22

Factores Protectores del Alzheimer...............................................................................22

Tratamiento …..............................................................................................................23

Importancia de un Diagnóstico Temprano...................................................................25


INTRODUCCIÓN

La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia entre las


personas mayores. La demencia es un trastorno cerebral que afecta gravemente la
capacidad de una persona para llevar a cabo sus actividades diarias.

El Alzheimer comienza lentamente. Primero afecta las partes del cerebro


que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Las personas con el mal pueden
tener dificultades para recordar cosas que ocurrieron en forma reciente o los nombres de
personas que conocen. Un problema relacionado, el deterioro cognitivo leve, causa más
problemas de memoria que los normales en personas de la misma edad. Muchos, pero no
toda la gente con deterioro cognitivo leve, desarrollarán Alzheimer.

Con el tiempo, los síntomas del Alzheimer empeoran. Las personas pueden
no reconocer a sus familiares. Pueden tener dificultades para hablar, leer o escribir. Pueden
olvidar cómo cepillarse los dientes o peinarse el cabello. Más adelante, pueden volverse
ansiosos o agresivos o deambular lejos de su casa. Finalmente, necesitan cuidados totales.
Esto puede ser muy estresante para los familiares que deben encargarse de sus cuidados.

El Alzheimer suele comenzar después de los 60 años. El riesgo aumenta a


medida que la persona envejece. El riesgo es mayor si hay personas en la familia que
tuvieron la enfermedad.

Ningún tratamiento puede detener la enfermedad. Sin embargo, algunos


fármacos pueden ayudar a impedir por un tiempo limitado que los síntomas empeoren. En
los últimos años se conoce, que este trastorno no sólo está limitado a la mujer en etapa
reproductiva, sino que puede manifestarse desde el período prepuberal y quizás antes. Por
ello su importancia de detectarlo a tiempo.

1
1. DEFINICIÓN DE LA ENFERMEDAD DEL ALZHEIMER

El Alzheimer es la forma más común de demencia, un término general que se aplica a


la pérdida de memoria y otras habilidades cognitivas que interfieren con la vida cotidiana.

La enfermedad de Alzheimer es responsable de entre un 60 y un 80 por ciento de los


casos de demencia. El Alzheimer no es una característica normal del envejecimiento. El factor
de riesgo conocido más importante es el aumento de la edad, y la mayoría de las personas con
Alzheimer son mayores de 65 años. Pero el Alzheimer no es solo una enfermedad de la vejez.
Aproximadamente 200.000 estadounidenses menores de 65 años tienen enfermedad de
Alzheimer de inicio precoz (también conocida como Alzheimer de inicio temprano).

El Alzheimer empeora con el tiempo. El Alzheimer es una enfermedad progresiva, en


la que los síntomas de demencia empeoran gradualmente con el paso de los años. En sus
primeras etapas, la pérdida de memoria es leve, pero en la etapa final del Alzheimer, las
personas pierden la capacidad de mantener una conversación y responder al entorno. El
Alzheimer es la sexta principal causa de muerte en los Estados Unidos. Las personas con
Alzheimer viven un promedio de ocho años después de que los síntomas se vuelven evidentes,
pero la supervivencia puede oscilar entre cuatro y 20 años, dependiendo de la edad y otras
afecciones de salud.

2. PATOGENIA

La enfermedad se inicia y afecta principalmente a la estructura medial del lóbulo


temporal y después a las áreas de asociación cortical. Existen dos hipótesis que intentan
explicar su fisiopatología: la amiloidogénica propone que existe un desequilibrio entre la
producción y la eliminación del péptido β amiloide y que su acumulación iniciaría una
cascada que finalizaría con la pérdida neuronal; la otra hipótesis postula que la proteína tau,
especialmente la tau fosforilada, interviene en la fisiopatogenia. En cualquier caso, ambas
anormalidades inducen una cascada neurotóxica y cambios cito esqueléticos que finalmente
provocan la disfunción neuronal y su muerte. Los cambios neuropatológicos específicos
incluyen la presencia de placas neuríticas y ovillos neurofibrilares, que suelen acompañarse de
pérdida sináptica y de depósitos vasculares de amiloide. La evidencia indica que el proceso
descrito es muy lento y que la fase preclínica es muy prolongada, incluso puede durar años o
décadas. En esta fase la sobreproducción de β - amiloide en el cerebro alcanza un nivel crítico
que desencadena la cascada amiloide.

Posteriormente, se inicia la distrofia neuronal, apareciendo los primeros síntomas de


deterioro cognitivo. El paciente pasa a la fase que tradicionalmente se ha denominado
Deterioro Cognitivo Leve (DCL). Este concepto, ha estado en discusión ya que abarca desde
personas con sintomatología relacionada con el envejecimiento normal, hasta pacientes en los
que la causa es neurodegenerativa, en relación con una enfermedad de Alzheimer sin
demencia establecida o pre-demencia (EA prodrómica).

Por último, cuando existe ya un paulatino acúmulo de los hallazgos propios de la EA,
como son las placas neuríticas y los ovillos neurofibrilares, el deterioro cognitivo y, por tanto,
el declive funcional es intenso y progresivo. Este estadio corresponde a la fase de Demencia
tipo Alzheimer.

3. CAUSAS Y FACTORES DE RIESGO

Los científicos han identificado factores que aumentan el riesgo de padecer Alzheimer.
Los factores de riesgo más importantes (la edad, los antecedentes familiares y la herencia) no
se pueden cambiar, pero existen nuevas pruebas que sugieren que podría haber otros factores
sobre los que sí podemos influir, como la edad, los antecedentes familiares y la genética.
Abordemos cada uno.

 Edad: el mayor factor de riesgo para el Alzheimer es el envejecimiento. La mayoría de


las personas con la enfermedad tienen 65 años o más. Una de cada nueve personas en este
grupo etario y cerca de un tercio de las personas mayores de 85 años tienen Alzheimer.
 Antecedentes familiares: otro factor de riesgo importante son los antecedentes
familiares. Las personas con padre, madre, hermano o hermana con Alzheimer tienen más
probabilidades de desarrollar la enfermedad. El riesgo aumenta si más de un familiar
tiene la enfermedad. Cuando las enfermedades tienden a suceder en familias, los factores
hereditarios (genéticos) o ambientales (o ambos) pueden ser importantes.
 Genética o herencia: los científicos saben que los genes están involucrados en el
Alzheimer. Hay dos categorías de genes que influyen sobre la capacidad de una persona
de desarrollar una enfermedad: los genes de riesgo y los genes deterministas. Se
encontraron genes del Alzheimer en ambas categorías.
 Los genes de riesgo aumentan la probabilidad de desarrollar una enfermedad, pero no
garantizan que suceda. Los investigadores encontraron varios genes que aumentan el
riesgo de Alzheimer. La apolipoproteína E-e4, o APOE-e4, es el primer gen de riesgo
identificado y continúa siendo el de mayor impacto.
| Otras formas comunes del gen APOE son APOE-e2 y APOE-e3. Todas las personas
heredan una copia de alguna forma de APOE de cada progenitor. Aquellos que heredan
una copia de APOE-e4 tienen un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer; aquellos que
heredan dos copias, tienen un riesgo todavía mayor, aunque no la certeza. Los
investigadores todavía no saben cómo el APOE-e4 aumenta el riesgo. Además de elevar
el riesgo, el APOE-e4 puede hacer que los síntomas del Alzheimer aparezcan a una edad
más temprana de lo habitual.
 Los genes deterministas directamente causan la enfermedad, lo que garantiza que
cualquier persona que los hereda desarrollará el trastorno. Los científicos descubrieron
variantes que causan directamente la enfermedad de Alzheimer en los genes que
codifican tres proteínas: la proteína precursora amiloidea (APP), presenilina-1 (PS-1) y
presenilina-2 (PS-2).

Cuando la enfermedad de Alzheimer es causada por estas variantes deterministas se


denomina “enfermedad de Alzheimer dominante autosomal (ADAD)” o “enfermedad de
Alzheimer familiar”, y se ven afectados varios familiares en múltiples generaciones. Las
personas con estos genes generalmente desarrollan síntomas entre los 40 y los 50 años. Las
variaciones deterministas del Alzheimer se encontraron solo en algunos cientos de familias en
todo el mundo. El Alzheimer hereditario representa solo el 1 por ciento de los casos.

En 2003, la Alzheimer’s Association se asoció con el Instituto Nacional de Asuntos sobre


el Envejecimiento para comenzar a reclutar participantes para el Estudio Genético Nacional
de Enfermedad de Alzheimer, una iniciativa federal para recopilar y almacenar muestras de
sangre de familias con varios miembros que desarrollaron Alzheimer en las etapas finales de
la vida. El objetivo es identificar genes de riesgo adicionales del Alzheimer. El estudio sigue
buscando participantes.

Hay genes vinculados al Alzheimer, los 23 pares de cromosomas humanos contienen los
30.000 genes que codifican la estructura biológica del ser humano. Esta ilustración interactiva
resalta los cromosomas que contienen cada uno de los tres genes que causan el Alzheimer
hereditario y el gen con mayor impacto en el riesgo de Alzheimer. Así, la proteína precursora
amiloidea (APP), descubierta en 1987, es el primer gen con mutaciones que se descubrió que
causa una forma heredada de Alzheimer.

La presenilina-1 (PS-1), identificada en 1992, es el segundo gen con mutaciones que se


descubrió que causa Alzheimer de inicio precoz. Las variaciones en este gen son la causa más
común de Alzheimer de inicio precoz.

La presenilina-2 (PS-2), identificada en 1993, es el tercer gen con mutaciones que se


descubrió que causa Alzheimer de inicio precoz. La apolipoproteína E-e4 (APOE4), 1993, es
la primera variación de gen que se descubrió que aumenta el riesgo de Alzheimer y sigue
siendo el gen de riesgo con mayor impacto conocido. Sin embargo, tener esta mutación no
significa que una persona desarrollará la enfermedad.

La expectativa de vida de los latinos aumentará a 87 años para el año 2050 y sobrepasará a
todos los otros grupos étnicos en Estados Unidos.

La mayoría de los expertos cree que casi todos los casos de enfermedad de Alzheimer
ocurren como resultado de interacciones complejas entre los genes y otros factores de riesgo.
La edad, los antecedentes familiares y la herencia son factores de riesgo que no podemos
cambiar. Ahora, las investigaciones comienzan a revelar claves acerca de otros factores de
riesgo sobre los que podemos influir a través del estilo de vida general, las opciones de
bienestar y el manejo efectivo de otras afecciones.

Lesiones en la cabeza: podría existir un vínculo fuerte entre las lesiones graves en la cabeza
y el riesgo futuro de padecer Alzheimer, especialmente cuando el traumatismo se repite o
incluye pérdida de conocimiento. Para proteger su cerebro, use el cinturón de seguridad, use
casco cuando practica deportes y haga de su hogar un espacio a prueba de caídas.

Conexión entre el corazón y la cabeza: algunas de las evidencias más concluyentes vinculan
la salud del cerebro con la del corazón. Esta conexión tiene sentido, ya que el cerebro se
alimenta a través de las redes de vasos sanguíneos más importantes del cuerpo, y el corazón es
responsable de bombear sangre a través de estos vasos sanguíneos hasta el cerebro.

El riesgo de desarrollar Alzheimer o demencia vascular parece aumentar con varias de


las afecciones que dañan el corazón y los vasos sanguíneos. Estas incluyen las cardiopatías,
diabetes, accidentes cerebrovasculares, presión arterial elevada y colesterol elevado. Así,
existen estudios realizados con tejido cerebral donado ofrecen evidencias adicionales de una
conexión entre el corazón y el cerebro. Estos estudios sugieren que es más probable que las
placas y los ovillos causen síntomas de Alzheimer si ocurren accidentes cerebrovasculares o
daños a los vasos sanguíneos del cerebro.

4. SÍNTOMAS DEL ALZHEIMER


Igual que sucede con el resto de nuestro cuerpo, el cerebro cambia a medida que
envejecemos. La mayoría de nosotros en algún momento notaremos una capacidad de
pensamiento más lenta y problemas ocasionales para recordar ciertas cosas. Sin embargo, la
pérdida de memoria grave, la confusión y otros cambios importantes en la forma en la que
funciona nuestra mente puede ser un signo de que las células del cerebro están fallando.

El síntoma temprano más común del Alzheimer es la dificultad para recordar


información recién aprendida porque los cambios ocasionados por el Alzheimer generalmente
comienzan en la parte del cerebro que afecta al aprendizaje.

A medida que el Alzheimer avanza en nuestro cerebro, se agravan los síntomas, entre
ellos, la desorientación; cambios en el humor y el comportamiento; confusión cada vez más
grave en relación con eventos, horas y lugares; sospechas infundadas sobre familiares, amigos
y cuidadores profesionales; pérdida de memoria y cambios en el comportamiento más graves,
y finalmente, dificultad para hablar, tragar y caminar.

Las personas con pérdida de memoria y otros signos posibles de Alzheimer pueden
tener dificultad para reconocer que tienen un problema. Los signos de demencia pueden ser
más obvios para los familiares o amigos.

Cualquier persona que experimente síntomas similares a los de la demencia debe


visitar a un médico inmediatamente. Si necesita ayuda para encontrar a un médico con
experiencia en la evaluación de problemas de memoria, su delegación local de la Alzheimer’s
Association puede ayudarlo.

El diagnóstico temprano y los métodos de intervención mejoran notablemente, y las


opciones de tratamiento y fuentes de apoyo pueden mejorar la calidad de vida.
5. ETAPAS DE LA ENFERMEDAD

La enfermedad de Alzheimer generalmente avanza lentamente en tres etapas: una leve


(etapa temprana), una moderada (etapa media) y una grave (etapa final). Dado que el
Alzheimer afecta a las personas de diferentes formas, cada persona experimentará síntomas, o
atravesará las etapas del Alzheimer de una forma distinta.

Los síntomas del Alzheimer empeoran con el tiempo, aunque la velocidad a la que
avanza la enfermedad varía. En promedio, una persona con Alzheimer vive de cuatro a ocho
años después del diagnóstico, pero puede vivir hasta 20 años, dependiendo de otros factores.

Los cambios en el cerebro relacionados con el Alzheimer comienzan años antes de que
aparezcan los signos de la enfermedad. Este período de tiempo, que puede durar años, se
conoce como Alzheimer preclínico.

Las etapas que siguen brindan una idea general de cómo cambian las habilidades una
vez que aparecen los síntomas y solo debe usarse como guía general. Se separan en tres
categorías diferentes: enfermedad de Alzheimer leve, enfermedad de Alzheimer moderada y
enfermedad de Alzheimer grave. Tenga en cuenta que puede ser difícil ubicar a una persona
con Alzheimer en una etapa específica, ya que las etapas se superponen.

Se espera que la cantidad de latinos con Alzheimer que viven en Estados Unidos
aumente a 1,3 millones para el año 2050.

Etapa temprana o Enfermedad de Alzheimer leve

En la etapa temprana del Alzheimer, la persona puede desenvolverse de forma


independiente. Es posible que pueda conducir, trabajar y participar de actividades sociales. A
pesar de esto, la persona puede sentir que tiene episodios de pérdida de memoria, que
incluyen olvidarse palabras familiares o la ubicación de objetos cotidianos.

Los amigos, familiares y otras personas comienzan a notar las dificultades. Durante una
entrevista médica detallada, es posible que los médicos puedan detectar problemas de
memoria o concentración. Las dificultades comunes incluyen:

 Problemas para encontrar la palabra o el nombre correctos


 Dificultad para recordar nombres cuando se presenta a personas nuevas
 Dificultad para realizar tareas en entornos sociales o laborales.
 Olvidarse de algo que acaba de leer
 Perder o traspapelar un objeto valioso
 Tener más problemas para planificar u organizar.

Etapa media o Enfermedad de Alzheimer moderada:

El Alzheimer moderado generalmente constituye la etapa más prolongada y puede


durar muchos años. A medida que la enfermedad avanza, la persona con Alzheimer requerirá
un mayor nivel de atención. Es posible que note que la persona con Alzheimer confunde
palabras, se frustra o enoja, o actúa de forma inesperada (por ejemplo, no quiere bañarse). El
daño a las células nerviosas del cerebro puede dificultar la expresión de pensamientos y la
realización de tareas cotidianas. En este punto, otros podrán notar los síntomas, que pueden
incluir:

 Olvidarse eventos o información de la historia personal.


 Sentirse malhumorado o retraído, especialmente en situaciones social o mentalmente
exigentes.
 No poder recordar la dirección o el número de teléfono propios, o la escuela o
universidad donde se graduó.
 Confusión sobre la ubicación y fecha actuales.
 Necesitar ayuda para elegir la ropa adecuada para la temporada o la ocasión.
 Problema para controlar la necesidad de ir al baño.
 Cambios en los patrones de sueño, como dormir durante el día y estar inquieto durante
la noche.
 Aumento del riesgo de desorientarse y perderse.
 Cambios en la personalidad y el comportamiento, como el recelo y el delirio, o
comportamiento repetitivo como retorcer las manos o cortar papeles.

Durante la etapa moderada del Alzheimer, las personas pueden tener más dificultades
para realizar tareas como pagar facturas, pero pueden recordar detalles significativos de su
vida.

Etapa final o Enfermedad de Alzheimer grave:

En la etapa final de esta enfermedad, las personas pierden la capacidad de responder a


su entorno, de llevar adelante una conversación y, eventualmente, de controlar los
movimientos. Todavía pueden decir palabras o frases, pero la comunicación se torna difícil. A
medida que la memoria y las habilidades cognitivas empeoran, es posible que ocurran
cambios significativos en la personalidad y que las personas necesiten mucha ayuda con las
tareas diarias.

En esta etapa, las personas pueden:

 Necesitar asistencia todo el tiempo con las actividades diarias y el cuidado personal.
 Perder la noción de experiencias recientes y los hechos que las rodean.
 Experimentar cambios en las capacidades físicas, incluida la capacidad de hablar,
sentarse y, eventualmente, tragar.
 Tener más dificultad para comunicarse.
 Volverse vulnerables a infecciones, especialmente neumonía.

6. EL ALZHEIMER Y EL CEREBRO

Los cambios microscópicos en el cerebro comienzan mucho antes de que aparezcan


los primeros signos de pérdida de memoria. El cerebro tiene 100 mil millones de células
nerviosas (neuronas). Cada célula nerviosa se conecta con muchas otras para formar redes de
comunicación. Los grupos de células nerviosas tienen tareas especiales. Algunos ayudan a
pensar, aprender y recordar. Otros ayudan a ver, escuchar y oler.

Para hacer su trabajo, las células del cerebro funcionan como pequeñas fábricas.
Reciben suministros, generan energía, construyen equipos y se deshacen de los desperdicios.
Las células también procesan y almacenan información y se comunican con otras células.
Mantener todo el sistema en funcionamiento requiere coordinación y grandes cantidades de
combustible y oxígeno.

Los científicos creen que la enfermedad de Alzheimer impide que partes de las
fábricas de las células funcionen correctamente. No están seguros de dónde comienza el
problema. Pero igual que sucede en una fábrica real, las averías y los atascos en un sistema
causan problemas en otras áreas.

A medida que el daño se extiende, las células pierden su capacidad de trabajar y,


finalmente, mueren. Esto causa cambios irreversibles en el cerebro.
7. ESTADÍSTICAS E INCIDENCIA DEL ALZHEIMER EN EL PERÚ

A propósito del Día Mundial del Alzheimer, a celebrarse este 21 de setiembre. Se


estima que al año 2050, las cifras en torno a esta enfermedad del olvido se quintuplicarían.

Recientes estudios en la población estiman que aproximadamente 200 mil peruanos


podrían padecer actualmente la enfermedad de Alzheimer, y se calcula que la cifra se
quintuplicaría para inicios del 2050.

Esta enfermedad, que aumenta con la edad, empieza con síntomas sutiles como
problemas de memoria, dificultad para denominar objetos y luego desorientación en el tiempo
y espacio. "La pérdida de las capacidades van comprometiendo el funcionamiento familiar,
social y laboral”, sostiene el director del Instituto Peruano de Neurociencias (IPN), neurólogo
Nilton Custodio.

Para aliviar la evolución de los síntomas del paciente existen tratamientos no


farmacológicos como una dieta saludable, ejercicio aeróbico e interacción social, pero
también existen nuevas medidas farmacológicas que buscan modificar la evolución de la
enfermedad y tratar los principales síntomas.

Actualmente, en Perú se realizan también las investigaciones para demostrar la


eficacia y seguridad de estos nuevos medicamentos, beneficiando con el acceso a los
pacientes a estas terapias innovadoras. Hace un mes, se inició la prueba con un nuevo anti-
amiloide que será probado a nivel mundial en aproximadamente 800 pacientes con pre
demencia.

Estos tratamientos se administrarán mensualmente por al menos 5 años, y veremos sus


resultados a fines de 2022. "Aunque aún es prematuro hablar de la cura de la enfermedad de
Alzheimer, lo único que tenemos convicción es que esta es una enfermedad de larga duración
y que los cambios biológicos empiezan en edad temprana", agregó el neurólogo.

En la actualidad 200 mil peruanos sufren de enfermedad de Alzheimer, que alcanzarán


la cifra de un millón para el 2050. El número de casos podría reducirse un 40%, si se asumen
hábitos de vida saludable desde la juventud.
Las investigaciones han encontrado que afecta más frecuentemente a mujeres que
hombres después de los 65 años de edad.

También se sabe que el 80 % de los casos de Alzheimer en estadio inicial permanecen


sin realizar diagnóstico. El 80% de los casos, recién acuden a la consulta cuando un síntoma
conductual (paranoia, alucinaciones, agitación psíquica nocturna) se hace evidente, y el
estadio de la enfermedad se encuentra avanzado.

El tiempo promedio de la enfermedad, luego del diagnóstico en estadios iniciales es de


10 a 1 4 años.

En Perú, el 95 % de los gastos de tratamiento y cuidado del paciente son asumidos en


solitario por las familias. El cuidador generalmente es el cónyuge o una de las hijas, que
asume la responsabilidad sin tener preparación alguna.

El 75% de los cuidadores exclusivos y familiares directos presentan síntomas clínicos


y psicológicos como consecuencia del cuidado crónico de los pacientes con Alzheimer.

8. PRINCIPIOS PARA EL CUIDADO DEL PACIENTE CON ALZHEIMER

El modelo de cuidados propuesto por la AAGP consiste en una serie de intervenciones


terapéuticas tanto farmacológicas como no farmacológicas, cuyos objetivos son:

 Retrasar la progresión de la enfermedad.


 Retrasar el declive funcional.
 Mejorar la calidad de vida.
 Apoyar y mantener la dignidad del paciente.
 Controlar los síntomas.
 Aportar confort a todos los estadios de la EA.

9. DIAGNÓSTICO DE LA ENFERMEDAD
No hay una evaluación única que determine que una persona tiene Alzheimer. Si bien
los médicos casi siempre pueden determinar si una persona tiene demencia, puede ser difícil
determinar la causa precisa.

Para diagnosticar el Alzheimer, son necesarias evaluaciones médicas exhaustivas, que


incluyen:

 Antecedentes médicos detallados


 Evaluación del estado mental y el humor
 Examen físico y neurológico
 Pruebas (como análisis de sangre y estudios de imágenes cerebrales) para descartar
otras causas de síntomas similares a los de la demencia.

Tener problemas de memoria no significa tener Alzheimer. Muchos problemas de salud


pueden causar problemas con la memoria y el pensamiento. Cuando los síntomas de la
demencia son causados por afecciones tratables, como la depresión, las interacciones
medicamentosas, el consumo excesivo de alcohol o algunas deficiencias vitamínicas, pueden
revertirse.

10. FACTORES PROTECTORES DEL ALZHEIMER

Uno de los factores protectores más estudiados se relaciona con una adecuada dieta en el
paciente.

Dieta rica en ácidos grasos poliinsaturados y antioxidantes: varios estudios muestran que
el consumo de este tipo de dieta reduce el riesgo de demencia y Alzheimer, mientras que en
otro estudio no se encontró esa asociación.

Dieta Mediterránea: caracterizada por una alta ingesta de verduras, hortalizas y pescado, una
ingesta moderada de vino y pobre en carnes rojas y aves de corral. Varios estudios
demostraron que la ingesta de este tipo de dieta reduce la incidencia del Alzheimer.

El consumo de alcohol: de ligero a moderado está asociado a una reducción del riesgo de
demencia y de Alzheimer.

Ácido docosahexaenoico: es un ácido graso omega-3 que se encuentra en el pescado. En


ensayos clínicos prospectivos se sugiere que suplementos de este ácido tienen un efecto
beneficioso en la función cognitiva de personas portadoras del alelo APOE ε4 y en las
primeras etapas de Alzheimer.

Educación y ocupación profesional previa: las personas con mayor nivel educativo y/o
actividad laboral previa con alta demanda intelectual, manifiestan los primeros síntomas de la
enfermedad más tarde y tienen una evolución de la enfermedad más lenta que aquellos con
bajo nivel educativo y/o actividad laboral previa con baja demanda intelectual.

Estilo de vida: un estilo de vida activo en el que el sujeto realice actividades de ocio,
actividades intelectuales y esté integrado socialmente en la vejez protege contra la demencia y
el Alzheimer.

Actividad física: mientras que unos estudios afirman que la realización de actividad física en
la mediana edad se asocia a un menor riesgo de demencia y del Alzheimer en el futuro y que
reduce el riesgo o retrasa la aparición de ambas enfermedades, especialmente entre individuos
genéticamente susceptibles; otros estudios no encuentran esta asociación.

11. TRATAMIENTOS
Actualmente la enfermedad de Alzheimer no tiene cura, pero sí se puede controlar de
forma muy eficaz. Se conocen muchos aspectos del proceso neurodegenerativo subyacente a
la enfermedad, pero los tratamientos que lo modifican todavía están en fase experimental.

Existen medicamentos que pueden ayudar a controlar o retrasar sus síntomas durante
algún tiempo, especialmente en las primeras etapas de la enfermedad. Algunos tratamientos
ayudan a controlar la agitación, la depresión o los síntomas psicóticos (alucinaciones o
delirios) que pueden ocurrir cuando la enfermedad progresa.

Por lo tanto, el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer actual se dirige únicamente


a mejorar los síntomas derivados de la pérdida y muerte neuronal. Como consecuencia de
esto, los afectados deben ingerir estos fármacos de por vida, según la dosis y combinación de
medicamentos que su neurólogo considere más adecuado para su caso en particular.

Los tratamientos comúnmente prescritos incluyen inhibidores de la colinesterasa,


inhibidores de glutamato, la combinación de medicamentos y la intervención no médica.
Entre los Inhibidores de la Colinesterasa, existen cuatro medicamentos aprobados por
la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas
en inglés), se los conoce como inhibidores de colinesterasa, y están diseñados para regular y
controlar los síntomas de la enfermedad de Alzheimer. Las personas que sufren esta
enfermedad tienen niveles bajos de acetilcolina, un químico importante del cerebro
involucrado en la comunicación entre las neuronas. Los inhibidores de la colinesterasa
retardan la degradación metabólica de la acetilcolina y proporciona una fuente adicional de
este componente químico para la comunicación entre las células. Esto ayuda a retrasar la
progresión del deterioro cognitivo y puede ser efectivo para algunos pacientes entre la primera
fase e intermedia de la enfermedad de Alzheimer.

El Donepezil es muy utilizado en la etapa temprana, moderada y grave de la


enfermedad de Alzheimer. El Aricept evita la descomposición de la acetilcolina en el
cerebro, sin embargo, puede presentar efectos secundarios como. diarrea, mareo, pérdida de
apetito, calambres musculares, náusea, cansancio, dificultad para dormir, vómito, pérdida de
peso. También debe mencionarse que el Aricept, puede tener un efecto limitado en la
desaceleración del avance del deterioro cognitivo leve (DCL por sus siglas) a la enfermedad
de Alzheimer. En el 2006, Aricept también fue aprobado por la FDA para el tratamiento de
los síntomas graves del Alzheimer.

El Cognex, conocido como Tacrina es eficaz para la etapa temprana y moderada de la


enfermedad de Alzheimer. El Cognex también evita la descomposición de la acetilcolina en el
cerebro. Sus efectos secundarios más comunes son: estreñimiento, diarrea, gases, pérdida de
apetito, dolores musculares o dolor, náusea, malestar estomacal, congestión nasal, vómito,
pérdida de peso, con posible daño hepático. Actualmente el Cognex aún está disponible, pero
ya no es comercializado activamente por el fabricante, debido a los graves efectos
secundarios.

Entre los Inhibidores de glutamato, se tienen algunos medicamentos, conocidos como


inhibidores de glutamato, protegen las células del cerebro mediante la regulación de un
químico vinculado con la comunicación neuronal, llamado glutamato, que se libera en
grandes cantidades por las células dañadas con el Alzheimer. El glutamato esta normalmente
involucrado con el aprendizaje y la memoria, pero cuando se libera en exceso por las células
dañadas, se adhiere a “puntos de enganche” llamados receptores N-methyl-D-aspartato
(NMDA) que a su vez aceleran el daño celular. En la actualidad existe un inhibidor de
glutamato aprobado por la FDA, llamada Namenda o conocida por su nombre genérico como
Memantina, es eficaz en la etapa moderada a grave de la enfermedad de Alzheimer.

Namenda aparentemente protege las células nerviosas del cerebro de las cantidades
excesivas de glutamato, un mensajero químico liberado en grandes cantidades por las células
dañadas por la enfermedad de Alzheimer (y algunos otros trastornos neurológicos). Cuando el
glutamato se adhiere la superficie receptora celular por medio de “puntos de enganche”
llamada N-metil-D-aspartato (NMDA), el calcio puede fluir libremente en la célula, lo que
puede conducir a la degeneración celular. Namenda puede impedir esta secuencia destructiva
mediante el ajuste de la actividad de glutamato. Presente entre sus efectos secundarios dolor
de espalda, estreñimiento, diarrea, mareos, somnolencia, dolor de cabeza, dolor y aumento de
peso.

Finalmente, existe el tratamiento basado en la Combinación de medicamentos. Hay un


medicamento aprobado por la FDA que combina inhibidores de la colinesterasa y los
inhibidores del glutamato. Esto previene tanto la descomposición de la acetilcolina en el
cerebro, y protege las células nerviosas del cerebro frente a cantidades excesivas de
glutamato.

Namzaric es una combinación de fármacos que contiene tanto el donepezilo y


memantina, es eficaz en la etapa moderada a grave de la enfermedad de Alzheimer. Namzaric
es una combinación de dos medicamentos que ya han estado en el mercado: memantina
(Namenda) y donepezil (Aricept). Aricept previene la descomposición de acetilcolina en el
cerebro, y Namenda aparentemente protege las células nerviosas del cerebro de las cantidades
excesivas de glutamato, un mensajero químico liberado en grandes cantidades por las células
dañadas por la enfermedad de Alzheimer (y algunos otros trastornos neurológicos). Sus
efectos secundarios más comunes: diarrea, náusea, vómito, pérdida del apetito, aumento de
peso, pérdida de control de la vejiga, dolor de espalda, dolor de cabeza, hematomas,
somnolencia y mareos. Las cápsulas de Namzaric se pueden abrir para permitir que el
contenido sea rociado sobre los alimentos para facilitar la dosificación a los pacientes que
pueden tener dificultad para tragar.

12. IMPORTANCIA DE UN DIAGNÓSTICO TEMPRANO

Si bien el inicio de la enfermedad de Alzheimer no puede detenerse o revertirse, un


diagnóstico temprano permite a las personas con demencia y sus familias:
 Tener mejores posibilidades de beneficiarse del tratamiento
 Contar con más tiempo para planificar el futuro
 Disminuir las ansiedades sobre los problemas desconocidos
 Aumentar las posibilidades de participar en ensayos clínicos de fármacos, para
ayudar a impulsar la investigación
 Tener la oportunidad de participar en decisiones sobre la atención, el
transporte, las opciones de vivienda y asuntos financieros y legales
 Tener tiempo para desarrollar una relación con los médicos y acompañantes
 Beneficiarse de los servicios de atención y apoyo, para que sea más fácil para
ellos y sus familias manejar la enfermedad.

5.1CONCLUSIONES

1. El 72% de los estudiantes, NO están informados sobre los factores protectores del
Alzheimer; solo el 28% de los estudiantes logra identificar uno u otro factor. Se acepta
la hipótesis general.
2. El 55% de los estudiantes NO conocen que los factores protectores de la enfermedad
del Alzheimer son: dieta y estilo de vida adecuado, así como regular actividad mental
y física. Se acepta la hipótesis específica N°1.
3. El 52% de los estudiantes, NO saben cómo reconocer un paciente con Alzheimer. Se
acepta la hipótesis específica N°2.
4. El 79% de los estudiantes considera que la incidencia del Alzheimer en el Perú es
Media. El 21%, cree que es Alta y ninguno consideró una incidencia Baja. Por lo
tanto, NO conocen que la incidencia es baja, sólo un aproximado del 10% la padece.
Se acepta la hipótesis específica N°3.
5. El 58%, no están informados sobre las formas de prevenir el Alzheimer.
6. El 76% de los estudiantes NO conocen qué incluyen los tratamientos del Alzheimer.

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