Está en la página 1de 2

El estudiante autogestivo

En el modelo académico del CUValles, el estudiante es el responsable de construir y de


lograr su aprendizaje, desarrollar autonomía y autosuficiencia, mejorar su autoestima e
incrementar sus necesidades de logro. Es decir, juega un papel activo en el proceso de
aprendizaje, se apoya en la relación profesor– estudiante y en la intervención pedagógico–
didáctica del docente.

El aprendizaje constituye el aspecto central del proceso educativo en el modelo propuesto,


apoyado en la relación tutor–alumno y por la intervención insustituible de la acción
docente:
Las modalidades no convencionales están centradas en el aprendizaje integral autogestivo
sustentado en la relación tutor-estudiante y en la intervención pedagógica y didáctica del
docente. Autogestión quiere decir actuación directa de cada uno en cooperación con otros,
en la realización de actividades que conciernen a los implicados.

Una praxis autogestionaria puede establecerse en todas las manifestaciones humanas: en


la producción y distribución, a escala macro y micro social, en todo tipo de organizaciones
y en todo tipo de programas o sectores de intervención como la educación y la salud.

Cuando se habla de pedagogía autogestionaria, se trata de desburocratizar las estructuras


educativas e implicar a todos en la responsabilidad del buen funcionamiento de la
institución educativa. En otro significado, lo que se pretende es desatar procesos de
participación y a partir de la estimulación de esa acción conjunta, lograr mayores niveles
de expresión y creatividad. La autogestión implica un modelo participativo.

¿Cuáles serían los lineamientos generales de unas estructuras académicas


autogestionarias? No existe una forma única óptima de validez universal en cuanto a la
organización autogestionaria. La forma más recomendable para cada Centro y para cada
momento es la que mejor responde a esas circunstancias. En efecto, un principio
fundamental es que la autogestión no se hace de arriba hacia abajo, mediante estructuras
verticales, sino todo lo contrario: nace y se desarrolla desde la base hacia la cúspide de la
institución y organización.

No obstante, ningún proyecto autogestionario nace de cero. Hay experiencias y ellas


deben servirnos como pautas, pero sólo de pautas y no como normas preestablecidas a
las que hay que seguir indefectiblemente en todos y cada uno de los aspectos. Es decir, la
realidad no se prefigura.

Elaborado el primer proyecto o esbozo de organización autogestionaria, se inicia la


práctica autogestionaria discutiendo el proyecto con el propósito de perfilar la estructura
administrativa y el mecanismo funcional de la institución. No hay que tener la simple
esperanza de que se pueda reglamentar todo a-priori, ni de elaborar una propuesta
totalmente acabada.

Sólo mediante una pedagogía autogestionaria el aprendizaje autogestivo tendrá cabida en


la educación no convencional. Implica un proceso de cambio, no sólo en las estructuras
organizacionales, sino también en las estructuras mentales, comúnmente rígidas y difíciles
de transformar.

Referencias utilizadas

Universidad de Guadalajara. (2004). Propuesta de Creación del Centro Universitario de los


Valles. México: Universidad de Guadalajara.

También podría gustarte