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Eugenia Sciutto
británico H.G. Wells (1866-1946), o Viaje al centro de la Tierra (1864) del poder en el cual está en juego la producción y la reproducción de la
y Veinte mil leguas de viaje submarino (1870), de Jules Verne. vida misma. De esta forma, el Estado no ejerce su control solo a través
de las conciencias. Ahora opera también sobre los mismos cuerpos,
Ya en el siglo XX, con la aparición del concepto de “posibilidad
alienándolos y administrándolos según sus propios intereses.
ilimitada”, los relatos de ciencia ficción, escritos en su mayoría en
Inglaterra y los Estados Unidos, comienzan a tener una circulación Por otro lado, este género ficcional pone en escena uno de los
masiva. A través de revistas como Wonder Stories, Amazing Stories o temas más recurrentes de la filosofía del siglo XIX: la muerte de Dios. Si
Galaxy, se codifica la noción del género cuyo autor modelo es los hombres pueden disponer de la vida y la muerte de otros hombres a
precisamente H.G. Wells. Estas revistas crean a su vez un público lector su parecer, el dominio de la existencia humana queda entonces confinado
de aficionados directamente vinculado a la emergente cultura de masas. a los caprichos de nuestra especie. Las películas Blade Runner (1982)
y El sexto día (2000) imaginan qué pasaría si esto efectivamente fuera
Una nueva generación de escritores de ciencia ficción surge a
así. La literatura de ciencia ficción también se ha hecho eco de esta
mediados de siglo, aglutinada bajo el rótulo de New Age o 'nueva ola'.
problemática.
James Ballard, el nombre más representativo de este grupo, sostiene
entonces que de lo que se trata ahora ya no es de explorar el espacio Ciencia ficción y utopía
exterior sino de replegarse hacia el espacio interior: “Los desarrollos más
Como es sabido, utopía significa literalmente 'no lugar'. El
importantes del futuro cercano tendrán lugar no en la Luna o Marte, sino
término se relaciona, por analogía y por oposición, con palabras
en la Tierra; y es su espacio interior, no exterior, el que debe ser
como eutopía ('buen lugar') y distopía ('mal lugar'). Los relatos de
explorado. El único planeta verdaderamente alienígena es la Tierra. En el
ciencia ficción responden a uno u otro término dependiendo de la
pasado, el sesgo científico que tomaba la ciencia ficción se relacionaba
aprobación o la desaprobación del autor de la sociedad que describen.
con las ciencias físicas –cohetes, electrónica y cibernética–; ahora el
énfasis debería virar hacia las ciencias biológicas”. En 1932, un año antes de la asunción de Hitler al poder, Aldous
Huxley (1894-1963) escribe Brave new world (en español, Un mundo
La experiencia de las dos guerras mundiales y de la bomba
feliz). La novela de Huxley profetizaba la manipulación de embriones
atómica, lanzada en 1945 a las ciudades japonesas de Hiroshima y
que, en el libro, es usada en pos de la creación de individuos
Nagasaki, no son datos menores a considerar en esta nueva etapa del
psicológicamente adecuados a la profesión que el destino tiene reservada
género.
para ellos. De este modo, por ejemplo, aquellos fetos que en un futuro se
Los perversos experimentos con el cuerpo perpetrados por el convertirían en ascensoristas, eran gestados en frascos chicos y rociados
nazismo y la creación de leyes de eutanasia y eugenesia durante los años con un poco de alcohol para evitar que desarrollaran demasiado su
30 en Alemania dieron origen a un nuevo modo de entender la política. inteligencia y se sintieran limitados dentro de su profesión.
El Estado comienza a manipular genéticamente el cuerpo del individuo
1984, de George Orwell, vaticina un futuro igualmente aterrador.
para propósitos por demás aterradores. La conjunción entre medicina,
El desencanto producido por la moderna sociedad industrial y los
economía y política da nacimiento a la biopolítica, un modo de ejercicio
excesivos métodos de control impuestos por el fordismo en sus fábricas
3 | Lengua y Literatura – Apuntes sobre ciencia ficción Prof. Eugenia Sciutto
le ofrecen a Orwell un escenario propicio para el desarrollo de la trama. Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, Crash, de Ballard, y La
A la manera del Estado policial implantado por el estalinismo y el guerra de los mundos, de Wells, entre muchas otras, han sido llevadas a
panoptismo1 descrito por Foucault para nombrar los métodos de control la pantalla grande por directores como Steven Spielberg y David
instaurados por el capitalismo salvaje en la modernidad, el Estado en la Cronenberg, poniendo en escena los mundos ficcionales que imaginaron
novela de Orwell vigila a sus ciudadanos con celo y afán de dominación. sus autores al momento de escribirlas.
La deshumanización –según la ensayista norteamericana Susan Pero la relación entre novela y film no siempre es tan
Sontag (1933-2004), el motivo más fascinante de la ciencia ficción– es transparente. La liga extraordinaria (2003) o la trilogía The
puesta en escena en ambos relatos para conjeturar los posibles estragos Matrix (1999), por ejemplo, deben gran parte de su trama argumental a la
que el desarrollo científico y tecnológico produciría en las relaciones imaginería de Jules Verne y de William Gibson, respectivamente, aunque
humanas. sus historias gocen de una autonomía que la distancia del original. De
cualquier modo, en tanto el espectáculo es en gran medida el atributo por
Cine y literatura
antonomasia que define a las películas de este género, es posible decir
“Naturalmente, las películas son flojas allí donde las novelas de que, si existe un tipo de literatura que habilita mejor su adaptación al
ciencia ficción (algunas de ellas) son fuertes: en lo científico. Pero, en cine, quizás ese sea acaso el de la ciencia ficción.
lugar de una elaboración intelectual, pueden proporcionar algo que las
novelas nunca podrán proporcionar: elaboración sensorial [...]. Las
películas de ciencia ficción no tratan de ciencia. Tratan de catástrofes, Adaptado de: https://www.educ.ar/recursos/91611/el-futuro-ya-llego-
que es uno de los temas más antiguos del arte”. Esta cita de Sontag nos apuntes-sobre-la-ciencia-ficcion
habla de una diferencia sustantiva entre el cine y la literatura de ciencia
Referencias bibliográficas:
ficción. Los efectos especiales, la puesta en escena, el vestuario, el
sonido, todos los recursos de los que se vale el lenguaje cinematográfico Ballard, J. G. (1979). Crash. Buenos Aires: Minotauro.
para narrar una historia, son doblemente preciados en este género. De allí Borges, J. L. (1998). Prólogos con un prólogo de prólogos. Madrid:
Alianza.
que un film de ciencia ficción que no despierte la curiosidad del
Link, D. (1994). Escalera al cielo. Utopía y ciencia ficción. Buenos
espectador o que no genere su sorpresa corre siempre el riesgo de Aires: La Marca.
volverse tedioso y sin sentido. Sontag, S. (1984). Contra la interpretación. Barcelona: Seix-Barral.
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El panóptico era un tipo de arquitectura carcelaria ideada hacia fines del siglo
XVIII. Consta de un patio que contiene una torre central que permite observar a
los prisioneros, recluidos en celdas individuales alrededor de la torre, sin que
estos puedan saber si son observados. El filósofo francés Michel Foucault ve en
él una técnica moderna de observación que trasciende la época medieval y puede
aplicarse a la contemporaneidad en la escuela, la fábrica, el hospital y el cuartel,
e incluso sirve para explicar la llamada “sociedad disciplinaria”.