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Universidad del Salvador

Facultad de Filosofía, Letras y Estudios Orientales

Escuela de Letras

Parcial domiciliario N° 1

Asignatura: Literatura Española del Siglo de Oro


Tipo de trabajo: parcial
Profesor: Mgtr. Santiago Tomás Espora
Alumno: Joaquín Alejandro Cremona
Fecha de entrega: 5 de octubre de 2021
Comisión: 1° - Pilar
Ciclo lectivo: 2021
A) “Égloga III” de Garcilaso de la Vega

Se puede partir el análisis de la «Égloga III» de Garcilaso de la Vega, desde su estructura,


formato y uso de los recursos líricos y poéticos que lo caracterizan. Se trata de una
composición lírica, una poesía extensa compuesta por 47 estrofas. A su vez, cada una de estas
estrofas está compuesta por 8 versos endecasílabos. La rima en el poema esta presentada de
la siguiente forma “ABABABCC”, tenemos de la siguiente manera rimas consonantes
intercaladas entre sí, salvo los dos últimos versos de cada estrofa que están pareados.

Durante el poema, a su vez, se nos presentan varios recursos poéticos que resultan
importantes de denotar y de analizar. Alonso Dámaso hace hincapié a la presencia de
hipérbaton en el texto y lo explica parafraseando a Proust, «A los buenos poetas, la tiranía de
la rima les fuerza a encontrar sus mayores bellezas». Así podemos ver como muchos de los
recursos presentes en la obra de Garcilaso son simplemente para embellecer la poesía que
presenta.

Veamos otros de los recursos presentes en el poema de Garcilaso de la Vega, podemos


hallar la aliteración, el uso reiterado del sonido “s” en el siguiente verso es un gran ejemplo:
«un susurro de abejas que sonaba». También podemos encontrar la metáfora, como el uso de
«cabellos de oro fino». La personalización también puede ser percibida como recurso a la
hora de describir el paisaje en pasajes como: «Tajo en aquella parte caminaba,». Todos estos
recursos cumplen distintas funciones en el texto. Por un lado, la aliteración (en el ejemplo
presentado imitando el zumbido de las abejas) y la personificación dan vida al Tajo, ayudan
a que el paisaje se sienta cercano y lleno de energía.

Esto nos lleva al tópico principal que aparece en el poema, el locus amoenus. El
poema entero explora este tópico en su totalidad, tratándose de una descripción de un paisaje
idílico. Alonso Dámaso menciona específicamente a ese tópico en cuestión «Es un tópico tan
viejo como el mundo, porque es una apetencia invariable en las invariables dimensiones del
hombre».

Propio de la época renacentista, en el texto se nos presentan referencias a los mitos


clásicos. Encontramos referencias al mito de Orfeo y Eurídice, al mito de Apolo y Dafne, al
mito de Venus y Adonis, a Nise, diosa de la noche.

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En comparación a otras églogas de Garcilaso, en esta en el tema principal es la
belleza del paisaje descrito, un paisaje Italiano que resulta refrescante, nuevo y excitante al
lector español. Esta temática principal, se contrapone fuertemente con las otras obras de
Garcilaso.

La égloga primera, es una cuya temática troncal gira en torno al amor,


específicamente al amor no correspondido mientras que durante la égloga segunda es un
poema largo épico-lirico. Podemos, así observar con asombro la maestría de Garcilaso para
variar de un tema a otro y a la vez. Vemos, sin embargo, recursos poéticos en común como
el hipérbaton, la sinestesia, el encabalgamiento, la metáfora, entre otros. Todos estos recursos
en conjunto forman parte de lo que hace deleitante la poesía de Garcilaso de la Vega.

B) “Coplas del alma que pena por ver a Dios” de San Juan de la Cruz

Se puede partir de la misma forma el análisis de “Coplas del alma que pena por ver a Dios”.
Una vez uno denota la rima de la poesía puede denotar un claro caso del uso de
encabalgamiento en el texto. La estructura que sigue la rima es “ABBA” aunque la naturaleza
del poema separa las estrofas de forma en que la secuencia de rimas consonantes queda
muchas veces separada. De esta forma vemos claramente el uso del primer recurso estilístico
más sencillo de detectar.

La estructura del poema radica en, como ya vimos, ocho estrofas individuales
compuestas a su vez por siete versos, exceptuando la primera estrofa que solo cuenta con tres
versos. Podemos encontrar significado en la elección que realiza San Juan de la Cruz con la
cantidad versos que utiliza para componer estrofa. La primera está compuesta por tres versos,
un numero de suma importancia para la religión cristiana, representando la Santísima
Trinidad, entre otros símbolos. Por otro lado, el resto de las estrofas están compuestas por
siete octetos, otro numero simbólico. El siete es considerado un número mágico por estar
compuesto a su vez del numero divino tres y el número terrenal cuatro.

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Otros recursos poéticos reconocibles en la obra son el uso de la repetición de la
palabra “muero” al finalizar cada estrofa. Aparece, también, en el primer verso la antítesis,
«Vivo sin vivir» para denotar el dolor de la ausencia de Dios. Vemos también la presencia
de la poliptoton en el texto, especialmente con el uso de la palabra muero: «muérome porque
no muero». Existe también el uso de la hipérbole, ya que esta misma se presenta en la
exageración de la muerte «Mil muertes se me hará». Vemos también la aparición de la
apóstrofe al final del texto, en el quinto verso de la última estrofa, como otro recurso
estilístico a resaltar.

El motivo principal de la obra, cómo es mencionado en el texto sobre poesía mística


de Helmut Hatzfeld, es el amor hacía lo divino y la tortura que supone la separación terrenal
con Dios. «Dios como creador es el elemento masculino, y el alma, como la criatura
receptora, el femenino» menciona Hatzfeld. Podemos identificar la tortura que supone la
separación de Dios con la separación que existe entre amados y el dolor que esta genera. En
el dolor de la vida y la anhelación de la muerte se oculta el deseo de reunirse con Dios.

El poema de Santa Teresa de Jesus, en una primera instancia resulta extremadamente


similar a “Coplas del alma que pena por ver a Dios”, en ambas obras existe el anhelo de la
muerte como medio de alcanzarlo a Dios, el profundo dolor que supone el no poder
reencontrarse con el Creador. Incluso los poemas resultan extremadamente similares, siendo
la primera estrofa prácticamente idéntica en cuanto significado y significante.

Ambos poemas se desarrollan de manera muy similar entre sí y ambos exploran la


temática mística del amor a Dios, el deseo elevado de reunirse con Él y poder hallar paz al
dolor que supone la separación. Ambos autores comparten esta obsesión por el retorno a lo
inalcanzable, que nacía a partir de, según Lizaola refiriéndose a Santa Teresa de Jesus, «una
íntima necesidad de alcanzar conocimiento para vivir en conformidad con su búsqueda y
amor por Dios».

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Bibliografía

• Alonso, D. - Garcilaso y los límites de la estilística, en Rivers, Elias L. - La poesía de


Garcilaso. (1974)

• Alonso, D. - La lengua poética del Cántico espiritual, en Rico, F. - Historia y crítica


de la literatura española 02. (2004)

• Hatzfeld, H. - Los elementos constituyentes de la poesía mística.

• Lizaola, J. - Teresa de Ávila, un itinerario místico. (2016)

• Macdonald, I. - La Égloga II de Garcilaso, en Rivers, Elias L. - La poesía de


Garcilaso. (1974)

• Rivers, E. - La Égloga III y la paradoja del arte natural, en Rico, F. - Historia y crítica
de la literatura española 02. (2004)

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