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PEDAGOGÌA CULTURALE INTERCULTURALIDAD

Docente Investigador: Ana Seijas


Participante: María Eugenia Rebolledo
CI: 10666828

ENSAYO

Pedagogía crítica según Henry Giroux

La pedagogía crítica encuentra su sustento en la teoría crítica. Esta teoría inventó


una nueva manera de leer la realidad, capaz de responder a las problemáticas sociales del
mundo moderno; esta corriente se ha constituido en un punto de referencia en la búsqueda
de una educación desde el enfoque crítico. Surgió, entonces, la pedagogía crítica como una
pedagogía respondiente, porque implica una reacción generada desde una reflexión
consciente y responsable.
H. Giroux asume como contexto el espacio geográfico donde el individuo realiza
sus acciones; también contempla las redes de significados –espacios culturales que incluyen
elementos históricos, religiosos, sicológicos, ideológicos, etc.– que reconocen y aceptan los
sujetos que comparten un mismo espacio físico .Lo que un individuo interioriza a través del
proceso de socialización depende del contexto en el que éste está inmerso (familiar, social,
cultural y educativo). Cada individuo interactúa e interpreta de diferente manera la realidad
en la que vive; esta interpretación se basa en las representaciones internas que construye.
Según sean estas interpretaciones, así serán las actuaciones que realice; por ello, un
individuo es más competente en la medida en que sus representaciones internas favorecen
una mejor actuación sobre su vida., La educación debe tener presente estas relaciones y
determinar cómo las condiciones estructurales de la sociedad influyen en el proceso
educativo. : la crítica de la razón instrumental, la dialéctica de la Ilustración, el modelo de
Investigación-Acción, son instrumentos que proporcionan al profesor mayor grado de
conciencia sobre su tarea cotidiana.

Se considera la tarea educativa como abarcante de varios niveles de relación:


profesor-alumno, grupo de alumnos, relaciones del mundo microsocial de las escuelas,
relación con la comunidad, relación con el mundo social y político más amplio, etc. La
pedagogía crítica no se limita a comunicar técnicas y metodologías, sino que se centra en
comprender qué ocurre realmente en el aula y en otros espacios educativos, lanzando
preguntas sobre cuál es la relación entre el aprendizaje y el cambio social, qué
conocimiento tiene más valor o qué significa conocer algo.

De igual manera H. Giroux plantea la necesidad de ver a la educación como algo


más que un diploma o un instrumento para conseguir trabajo al servicio de la cultura de la
empresa. Debemos recuperar el papel que la enseñanza ha tenido históricamente como
herramienta para desarrollar la capacidad crítica, utilizarla para que los alumnos sean
agentes comprometidos con el mundo, preocupados por afrontar asuntos sociales esenciales
y dispuestos a profundizar y extender el significado y la práctica de una democracia radical
y revolucionaria. La pedagogía crítica no se limita a comunicar técnicas y metodologías,
sino que se centra en comprender qué ocurre realmente en el aula y en otros espacios
educativos, lanzando preguntas sobre cuál es la relación entre el aprendizaje y el cambio
social, qué conocimiento tiene más valor o qué significa conocer algo. Pone el énfasis en la
reflexión crítica, crea un puente entre el aprendizaje y la vida cotidiana, entiende la
conexión entre poder y aprendizaje y amplía los derechos democráticos y la identidad.
Los docentes deben aprovechar el poder de la educación para crear una cultura
formativa que ponga freno a las amenazas que sufren la democracia y la justicia y
promueva esferas públicas, ideales, valores y políticas que ofrezcan modelos alternativos de
identidad, pensamiento, relaciones sociales y política. Sin embargo, las condiciones de
trabajo de los docentes, la temporalidad o la carga de trabajos administrativos no dejan
tiempo ni generan espacios de intelectualidad para poner en práctica sus habilidades de
forma adecuada. No solo debemos imaginar que reformamos una sociedad que está rota,
sino que la eliminamos: necesitamos un nuevo tipo de sociedad, un nuevo discurso, unas
nuevas instituciones. Y para empezar a hacerlo debemos tomarnos en serio la educación y
sus implicaciones, comprender que con la pedagogía no solo estamos modificando el
conocimiento, sino que estamos influyendo en la consciencia y la percepción, y tenemos el
poder de crear nuevas subjetividades que no se definan a sí mismas por el precio de
mercado.

Lo que plantea H. Giroux es una revisión del tipo de escuela que queremos. Es un
intento por reconocer que la educación es siempre política y el tipo de pedagogía que se usa
tiene mucho que ver con la cultura, la autoridad y el poder. La historia que contamos o el
futuro que imaginamos se refleja en los contenidos que enseñamos. La pedagogía tal y
como está planteada ataca en lugar de educar. Es un sistema opresivo basado en el castigo y
en la memorización, que persigue el conformismo. Hay que desarrollar otros métodos que
formen alumnos capaces de desafiar las prácticas antidemocráticas en el futuro.

Los educadores críticos sostienen que una verdadera teoría de la escolarización debe
tomar partido: debe estar ligada a una lucha por una vida cualitativamente mejor para todos
mediante la construcción de una sociedad basada en relaciones no explotadoras y en la
justicia social. La pedagogía Crítica en el actual contexto, tiene un papel fundamental para
la superación de la desigualdad y la exclusión, la reivindicación y dignificación de la labor
docente, el rescate del valor ético y político en la prácticas pedagógica, no solo en los
espacios de la educación formal, si no en todos los escenarios socioculturales en donde se
desarrollen procesos de transformación de las personas y su realidad.

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