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SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA DE SUYAPA

CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA

3 de Febrero
SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA DE SUYAPA
CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA

ANTÍFONA DE ENTRADA Cf. Hch 1,14


Los discípulos se dedicaban a la oración en común, junto con
María, la Madre de Jesús.

Se dice Gloria

ORACIÓN COLECTA

Dios padre de misericordia,


tu Hijo, clavado en la cruz,
proclamó como Madre nuestra
a Santa María Virgen.
concédenos a quienes la invocamos
como Madre y Reina de esta Nación,
que, fijos nuestros ojos en ella,
sigamos fielmente a Cristo,
hasta que lleguemos a aquella plenitud de gloria,
que ya contemplamos con gozo en Santa María, Nuestra
Señora de Suyapa.
Por nuestro Señor Jesucristo…

Se dice CREDO

Oración Universal de los Fieles


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor, estos dones


y conviértelos en sacramento de salvación,
para que tu Iglesia, animada por el mismo Espíritu
e imitando a la Madre de Cristo,
se congregue en la unidad, formando un solo cuerpo.
Por Jesucristo nuestro Señor.

PREFACIO

María, Modelo y Madre de la Iglesia Universal

V. El Señor esté con ustedes.


R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario,


es nuestro deber y salvación darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo,
Dios todopoderoso y eterno,
y alabarte debidamente
en esta celebración en honor a la Virgen María.
Ella, al aceptar tu Palabra, con limpio corazón,
mereció concebirla en su seno virginal,
y al dar a luz a su Hijo,
preparó el nacimiento de la Iglesia.
Ella, al recibir junto a la cruz
el testamento de su amor divino,
tomó como hijos a todas las personas,
nacidas a la vida sobrenatural por la muerte de Cristo.
Ella, en la espera pentecostal del Espíritu,
al unir sus oraciones a las de los discípulos,
se convirtió en el modelo de la Iglesia suplicante.
Desde su Asunción a los cielos
acompaña con amor materno a la Iglesia peregrina
y protege sus pasos hacia la patria celeste,
hasta la venida gloriosa de Nuestro Señor Jesucristo.
Por eso,
con todos los ángeles y santos
te alabamos sin cesar diciendo
Santo, Santo, Santo…

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cf. Jn 19,26-27

Jesús desde la cruz dijo al discípulo que tanto quería: Ahí


tienes a tu madre.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Padre de Bondad,
hemos participado de los santos misterios de tu mesa
te damos gracias por el pan de Vida
y por habernos dado a santa María de Suyapa
como Madre nuestra.
Te rogamos que, como ella,
tu Iglesia, recorra con entusiasmo los caminos del Evangelio,
anunciándolo a todos los pueblos. Por Jesucristo…
BENDICIÓN SOLEMNE

El Padre misericordioso,
por el gran amor que tuvo para con la Madre de su
Unigénito, les conceda salud del alma y del cuerpo,
para que venzan el mal a fuerza de bien.
R. Amén.

Jesucristo, el fruto bendito de la Virgen María,


les conceda adornarse con las virtudes Apostólicas,
que le hacen más gratos a él.
R. Amén.

El Espíritu Santo, que descendió sobre la Santísima Virgen,


les conceda la paz
y les mantenga unidos en el seno de esta Iglesia
que peregrina a la pascua eterna.
R. Amén.

Y la bendición de Dios todopoderoso


Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes.
R. Amén.
LECCIONARIO SOLEMNIDAD
NUESTRA SEÑORA DE SUYAPA

CICLO A
PRIMERA LECTURA
Establezco hostilidades entre tu estirpe y la de la mujer
Lectura del libro del Génesis 3, 9-15. 20
Después que Adán comió del árbol, el Señor llamó al hombre:
—«¿Dónde estás?».
Él contestó:
—«Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me
escondí».
El Señor le replicó:
—«¿Quién te informó de que estabas desnudo? ¿Es que has comido del
árbol del que te prohibí comer?».
Adán respondió:
—«La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto, y comí».
El Señor dijo a la mujer:
—«¿Qué es lo que has hecho?».
Ella respondió:
—«La serpiente me engañó, y comí».
El Señor Dios dijo a la serpiente:
—«Por haber hecho eso, serás maldita entre todo el ganado y todas las
fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida;
establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te
herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón».
El hombre llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.
Palabra de Dios.
 
Salmo Responsorial
Lucas 1, 46-47. 48-49. 50-51. 52-53. 54-55

R. Bienaventurada eres, Virgen María,


que llevaste en tu seno al Hijo del Padre eterno.

Proclama mi alma la grandeza del Señor,


se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador. R.

Porque ha mirado la humillación de su esclava.


Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo. R.

Y su misericordia llega a sus fieles


de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón. R.

Derriba del trono a los poderosos


y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos. R.

Auxilia a Israel, su siervo,


acordándose de la misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. R.
SEGUNDA LECTURA
Nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 3-6. 11-12
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
Él nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos santos
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo, redunde en alabanza suya.
Por su medio hemos heredado también nosotros.
A esto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su
voluntad.
Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos alabanza de su
gloria.
Palabra de Dios.
Aleluya
Dichosa eres,
Santa Virgen María, y digna
De toda alabanza
De ti saldrá el sol de Justicia, Cristo Nuestro Señor.

EVANGELIO

 Ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre


 Lectura del santo evangelio según san Juan 19, 25-27
En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de
su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena.
Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su
madre:
—«Mujer, ahí tienes a tu hijo».
Luego, dijo al discípulo:
—«Ahí tienes a tu madre». Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en
su casa
Palabra del Señor
CICLO B

LA VIRGEN MARIA, IMAGEN Y MADRE DE LA IGLESIA (II)

PRIMERA LECTURA

Se dedicaban a la oración,
junto con María, la madre de Jesús.

PRIMERA LECTURA Hch 1,12-14


Después de subir Jesús al cielo, los apóstoles se volvieron a Jerusalén, desde el
monte que llaman de los Olivos, que dista de Jerusalén lo que se permite caminar
en sábado. Llegados a casa subieron a la sala, donde se alojaban: Pedro, Juan,
Santiago, An­drés, Felipe, Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago el de Alfeo, Simón
el Celotes, y Judas el de Santiago. Todos ellos se dedicaban a la oración en común,
junto con algunas mujeres, entre ellas María, la madre de Jesús, y con sus
hermanos.
«Palabra de Dios.

Interleccional:
1 Samuel 2, 1. 4-5. 6-7. 8abcd (R.: 1a)

R. Mi corazón se regocija por el Señor, mi salvador.

Mi corazón se regocija por el Señor,


mi poder se exalta por Dios;
mi boca se ríe de mis enemigos,
porque gozo con tu salvación. R.

Se rompen los arcos de los valientes,


mientras los cobardes se ciñen de valor;
los hartos se contratan por el pan,
mientras los hambrientos engordan;
la mujer estéril da a luz siete hijos,
mientras la madre de muchos queda baldía. R.

El Señor da la muerte y la vida,


hunde en el abismo y levanta;
da la pobreza y la riqueza,
humilla y enaltece. R.

Él levanta del polvo al desvalido,


alza de la basura al pobre,
para hacer que se siente entre príncipes
y que herede un trono de gloria. R.

SEGUNDA LECTURA
Envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 4, 4-7
Hermanos:
Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer,
nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que
recibiéramos el ser hijos por adopción.
Como sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo
que clama: « ¡Abba! Padre». Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres
hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.
Palabra de Dios.

Aleluya y versículo antes del evangelio Cf. Lc 1, 45


Dichosa tú, Virgen María, que has creído,
porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.
EVANGELIO
Y la madre de Jesús estaba allí
 Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 1-11
En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús
estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo:
—«No les queda vino».
Jesús le contestó:
—«Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora».
Su madre dijo a los sirvientes:
—«Haced lo que él diga».
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los
judíos, de unos cien litros cada una.
Jesús les dijo:
—«Llenad las tinajas de agua».
Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les mandó:
—«Sacad ahora y llevádselo al mayordomo».
Ellos se lo llevaron.
El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía
(los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al
novio y le dijo:
—«Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos,
el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora».
Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y
creció la fe de sus discípulos en él.
Palabra del Señor.
CICLO C 

PRIMERA LECTURA
Vi la nueva Jerusalén,
arreglada como una novia que se adorna para su esposo
Lectura del libro del Apocalipsis 21, 1-5a
Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la
primera tierra han pasado, y el mar ya no existe.
Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, enviada
por Dios, arreglada como una novia que se adorna para su esposo.
Y escuché una voz potente que decía desde el trono:
—«Ésta es la morada de Dios con los,
hombres: acampará entre ellos.
Ellos serán su pueblo,
y Dios estará con ellos y será su Dios.
Enjugará las lágrimas de sus ojos.
Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor.
Porque el primer "mundo ha pasado».
Y el que estaba sentado en el trono dijo:
«Todo lo hago nuevo».

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo: Is 12,2-3 4bcd. 5-6 (R.:6b)
R Que grande es en medio de ti el Santo de Israel.
El Señor es mi Dios y Salvador: Confiaré y no temeré, porque mi fuerza y mi poder
es el señor, el fue mi salvación. Y sacarán aguas con gozo  de las fuentes de
salvación.
R Que grande es en medio de ti el Santo de Israel.
Den gracias al Señor, invoquen su nombre, cuenten a los pueblos sus hazañas,
proclamen que su nombre es excelso.
R Que grande es en medio de ti el Santo de Israel.
Toquen para el Señor, que hizo proezas, anúncienlas a toda la tierra; griten
jubilosos, habitantes de Sion: “Que grande es en medio de ti El Santo de Israel.”
R Que grande es en medio de ti el Santo de Israel.

SEGUNDA LECTURA
Nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 3-6. 11-12
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
Él nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos santos
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo, redunde en alabanza suya.
Por su medio hemos heredado también nosotros.
A esto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su
voluntad.
Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos alabanza de su
gloria.
Palabra de Dios.
EVANGELIO
Aleluya y versículo antes del evangelio Lc 1, 28
Alégrate, María, llena de gracia,
el Señor está contigo;
bendita tú eres entre las mujeres.
Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo
 Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de
Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado
José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando
en su presencia, dijo:
—«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo:
—«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás
en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será
grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David,
su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá
fin».
Y María dijo al ángel:
—«¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?».
El ángel le contestó:
—«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá
con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un
hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada
hay imposible».
María contestó:
—«Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y la
dejó el ángel.
Palabra del Señor.

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