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Solemnidad de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo

MISA DE LA NOCHE
PROCESIÓN DE ENTRADA Y ANUNCIO DE LA NAVIDAD
1. El templo está a oscuras antes de la Misa.
2. La procesión de entrada se hace de la manera acostumbrada hasta el trono donde se
ubica la imagen de niño Jesús que será colocado despúes en el pesebre, el cual está
cubierto con un velo.
3. Al llegar al lugar donde está el trono del niño Jesús, el celebrante se coloca frente al
mismo con los minstros, mientras un cantor canta la Kalenda (Anuncio de
Navidad), terminado esté el celebrante descubre la imagen del niño Jesúsu, carga
incienso en el turíbulo e incensa la misma.
4. Se encienden las luces del templo.
5. Después hace la oración para encender la vela de Navidad, luego apaga las velas
Moradas y enciende la vela blanca.

Oremos
Oh Dios, Padre nuestro,
hoy, en esta santísima noche en la que nace el salvador
en el que aquellos que viven en tinieblas son iluminados por tu Luz.
concédenos, a los que rememoramos con alegría el nacimiento de Cristo,
vivamos a la luz de tu Hijo
y compartir la buena nueva de tu amor.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
6. Después se dirige al altar y lo inciensa y la Misa continúa como de costumbre.

Antífona de entrada
Alegrémonos todos en el Señor, porque ha nacido nuestro Salvador.
Hoy descendió del cielo para nosotros la paz verdadera.

7. Se dice Gloria. Durante el canto del Gloria se tocan las campanas (templo, sacristía y
credencia).

ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que has iluminado esta santísima noche
con la claridad de Cristo, luz verdadera,
concédenos que,
después de haber conocido en la tierra los misterios de esa luz,
podamos también gozar de ella en el cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

8. Se dice Credo. A las palabras Se encarnó... todos se arrodillan.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Señor y Dios nuestro, llenos de alegría
hemos celebrado el nacimiento de nuestro Redentor.
Concédenos la gracia de una vida santa
y llegar así a la perfecta comunión con él.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.
9. El celebrante, con el velo humeral, toma la Imagen del niño Jesús y hace la bendición.

BENDICIÓN FINAL SOLEMNE

El Dios de infinita bondad


que por la encarnación de su Hijo disipó las tinieblas del mundo
y por su glorioso nacimiento
iluminó esta Santísima noche
disipe las tinieblas del pecado
e ilumine sus corazones con el esplendor de las virtudes.
R. Amén.

Él, que por medio del ángel quiso anunciar a los pastores
la gran alegría del nacimiento del Salvador,
llene de gozo sus corazones
y los haga mensajeros de su Evangelio.
R. Amén.

Él, que por la encarnación de su Hijo


unió la tierra con el cielo,
les conceda la abundancia de su paz y de su amor,
y los haga partícipes de la Iglesia celestial.
R. Amén.

Y la bendición de Dios todopoderoso,


del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y permanezca para siempre
R. Amén.
Oraciones en el pesebre
1
A ti, oh Cristo, Palabra del Padre,
ofrecemos nuestras humildes oraciones y gratitud;
porque por amor a nuestra raza humana
maravillosamente elegiste nacer de María,
y tomar nuestra naturaleza como para no dejarla nunca más atrás;
para que nazcamos de nuevo por tu Espíritu
y restaurado a la imagen de Dios;
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

2
Oh Dios Hijo,
que te humillaste para compartir nuestro nacimiento y nuestra muerte:
unidos con los pastores y los sabios
en la contemplación de tu santa cuna,
venimos a cantar con tus ángeles
tus gloriosas alabanzas en el cielo;
Tú que con el Padre y el Espíritu Santo vives y reinas,
por los siglos de los siglos
Amén.

3
Te rogamos, Señor, que purifiques nuestros corazones,
para que sean dignos de ser tu morada.
Nunca dejemos de encontrar un lugar para ti
Para que tu vengas y permanezcas en nosotros,
y también nosotros permanezcamos en ti,
porque como en este tiempo naciste en el mundo para nosotros,
Tú que eres Rey de reyes y Señor de señores.
Que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

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